LAS OPERACIONES DE INTEGRACIÓN VERBOVISUAL EN “PUPILA AL VIENTO” Dr. Giorgio De Marchis Prof. UCM y miembro del grupo de investigación retórica R14 [1] Correo-e: [email protected] y [email protected] Resumen: La polémica sobre los resultados de la integración de las artes está lejos de cerrarse, todo lo contrario. La idea de interdisciplinariedad ha calado muy hondo en los ámbitos culturales, académicos y científicos. Por ello resulta interesante abordar las cuestiones de adaptación o transposición, traducción e integración de las artes. Nuestro centro de interés es la combinación de la palabra, en especial la poética, con la imagen. Existen varios mecanismos a través de los cuales se lleva a cabo. En esta ponencia se estudia el cinepoema “Pupila al viento” de Enrico Gras con texto de Rafael Alberti, desde la perspectiva de las operaciones de integración. Se aplica un nuevo modelo de operaciones de la integración de palabra e imagen a través de ejemplos. Palabras clave: Operaciones; Integración; Cinepoema; Pupila al viento; Retórica; Palabra; Imagen. Introducción Las innovaciones tecnológicas provocan cambios en las artes al permitir nuevas maneras de expresión. Puesto que en el arte este plano es más importante que el del contenido, “expresión antes que significación” (Mitry 1990: 85), las innovaciones tecnológicas llevan las artes hacia nuevas relaciones significativas. Se ha discutido sobre las influencias de la literatura en el cine (y viceversa), desde dos perspectivas: la temática y la formal. En el primer caso se suele hablar de las adaptaciones; en el segundo, de si es posible hallar estructuras literarias en obras fílmicas (Urrutia 1984: 8). La polémica sobre la integración de las artes no está cerrada, ni mucho menos. En un mundo interdisciplinar resulta interesante abordar las cuestiones de integración y “traducción” de las artes. 1 Paralelamente, la relación entre imagen y palabra ha sido estudiada en abundancia aunque, debo decir, sin demasiado éxito. Nosotros nos hemos aproximado a ella a través de lo que hemos llamado, las operaciones de integración verbovisual [2]. Operaciones en el sentido hijmsleviano de metalenguajes, pero también de mecanismos a través de los cuales la integración de los dos conjuntos provoca unos cambios: la influencia mutua hace que el resultado de la intersección de imagen y palabra sea diferente que las partes por separado. Hemos creado un modelo que analiza las relaciones entre imagen y palabra en los casos de sincronía entre las dos, esto es, especialmente para los videopoemas, publicidad emocional, videoclips musicales, y, en casos, el videoarte. Para esta ponencia hemos aplicado este modelo al estudio del cinepoema [3] “Pupila al viento”, fruto de la colaboración entre Rafael Alberti y Enrico Gras. Nos va a servir como ejemplo privilegiado puesto que, como afirma el mismo Alberti, “las palabras coinciden rigurosamente con la imagen, silábicamente con la imagen; palabras sincronizadas, como se sincroniza una canción. Está hecho en la moviola, mirando cada cosa, coincidiendo con lo que pasa” (Utrera 1987: 46) La generación del 27 y el cine. Rafael Alberti y el cine. Se ha hablado del desinterés de los escritores y del mundo académico por el cine durante sus comienzos (Urrutia 1984). En cambio es conocido el interés de los miembros de la generación del 27: Pedro Salinas, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, todos ha escrito poemas dedicados al cine o inspirados por su estructura (4). Los miembros de ésta generación fueron los primeros que verdaderamente se interesaron por el cine (5); y con el desencadenamiento de la Guerra Civil, los escritores se volvieron a acercar al cine sólo durante la década de los sesenta (Urrutia 1984). Desde entonces la relación se puede decir que ha sido constante por su naturalidad. El año pasado se ha celebrado el centenario del nacimiento de Rafael Alberti. El poeta gaditano ha demostrado siempre una gran pasión hacia el cinematógrafo. Como ejemplo de su interés valga el libro de 1929 Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos, en el que hay poemas dedicados a Harold Lloyd, Stan Laurel, Charlot, Búster Keaton o Harry Langdon. También escribió en Carta abierta aquella famosa frase: Yo nací ¡ respetadme! Con el cine. En una entrevista dice: “para mí el cine era una cosa muy seria que quería cambiar la visión de las artes plásticas, la pintura, la literatura” y más tarde sigue: “el cine me hubiera interesado, pero no ya como escribir bajo acción técnica, no, a mí me hubiera gustado hacer alguna película, ideada por mí, con alguien. Hace tiempo que hubiera querido hacer el libro Sobre los ángeles en cine; en un cine especial, en un cine verdaderamente de ‘visión nueva’, nada realista, con todas esas visiones de los ángeles muertos, surreales, en un sentido de imágenes plásticas”(Utrera 1987: 40). Al menos una película en colaboración la pudo hacer, y es Pupila al viento. Pupila al viento El uruguayo Enrico Gras [6] rodó en 1949 esta obra que se ha considerado como la obra maestra del cine experimental uruguayo. La película estuvo perdida hasta que se 2 encontró un negativo en la Cinemateca de Praga. Considerado como un documental poético, para nosotros es con todo mérito un cinepoema. Pupila al viento entra en esta definición por varias razones. Podemos considerar una como suficiente: Rafael Alberti recogió parte del texto en forma de poema en el libro Poemas de Punta del Este de 1961 bajo el título: “Pupila al viento. Palabras sincrónicas para un film, de Enrico Gras sobre Punta del Este” Diferencias y similitudes entre el texto y la imagen Marguerite Duras se enfadó mucho con Jean-Jacques Annaud después de ver como éste puso en imágenes su obra El amante de la China del Norte. La Duras entendió que su novela, tan meticulosa, precisa, había sido traicionada (Wolf 2001; 32). No ocurrió lo mismo con Umberto Eco del que el mismo director cinematográfico recreó El nombre de la rosa. ¿Por qué unas reacciones tan diferentes? El siempre perspicaz Eco lo aclara cuando afirma que una cosa es su libro, y otra diferente es la película de Annaud: a la hora de permitirle utilizar su texto sabía que iba a realizarse una obra nueva. Eco como buen semiólogo, estaría de acuerdo con Urrutia cuando éste escribe que “entre el signo y lo representado debe haber una diferencia, por mínima que ésta sea. Adaptar es transformar, cambiar, hacer un nuevo objeto”. Sigue diciendo que otro objeto no puede ser una adaptación idéntica a lo adaptado. “Imposibilidad esencial. Mejor, material. El texto es único”(Urrutia 1984; 77-78). El “traducir” de un medio, de un arte a otro, parece que siempre se es más “traditore” del “traduttore” literario. Aunque sea el mismo autor el que realiza la “traducción” parece sensato pensar que el resultado vaya a ser algo nuevo y diferente. Es un despropósito asumir la idea de “traducir” de un medio a otro, sin tener en cuenta las particularidades de cada arte, ¿Qué puede tener que ver una obra escrita como novela, con la misma llevada al cine o al ballet? [7]. El espíritu es la que se puede intentar transportar de un lado a otro, porque ése no cambia. En las artes el plano de la expresión es más importante que el del contenido, y es por ello que cada forma expresiva aprovecha al máximo sus herramientas. Puede existir el tan manido doble relato, sin embargo no es nada frecuente en el cine, y en los cinepoemas parece desaconsejable. En la mayoría de las ocasiones existe una relación significativa entre los dos conjuntos, el visual y el verbal. Sin embargo no se mezclan, como ocurre con los jeroglíficos (Barthes 1986: 12). ¿Es verdad, como dice Barthes, que es necesario primero analizar las dos estructuras por separado, para luego poder comprender cómo se complementan entre sí? A la hora de añadir un texto a la imagen, puede que la palabra se convierta en un parásito (Barthes 1986) si no aporta nada, y es tanto más parásita cuanto más “cercana” sea a la imagen. Es como enseñar un caballo y escribir en pantalla “caballo”. A esta función se la llama, adoptándolo de la lingüística, función de anclaje, que reduce las posibilidades de significación de la imagen evitando así su típica polisemia. Cuanto más próximas sean la palabra y la imagen, menos connotaciones aportarán una a otra y más duplicadoras serán. Sin embargo, y como se puede suponer de lo dicho hasta ahora, la reduplicación completa es imposible por la diferencia en las formas de expresión. Barthes (Barthes 1986) señala que en la mayoría de los casos los textos funcionan como énfasis a la imagen [8], amplificando las connotaciones ya existentes en la 3 imagen, aportando nuevas o eliminando otras. En ocasiones la palabra y la imagen se pueden contradecir. La teoría de las operaciones de integración verbovisuales estudia estas relaciones. Esta ponencia se puede considerar como un “trabajo en curso” de aquella teoría. Criterios y otros autores Parece sensato pensar que en un cinepoema las palabras y la imagen se integren tal que interaccionen, es decir, que dialoguen. Hemos definido dos operaciones de integración principales y cinco secundarias. Todas deberían poder darse con frecuencia. El hecho de que Alberti creó el poema una vez que las imágenes ya estuvieran rodadas y montadas influye en la integración y en las operaciones usadas. El poeta gaditano visionaba las imágenes en una moviola, facilitando así la sincronización del texto poético con la imagen. Un caso diferente hubiera sido si se hubiese partido del texto y buscado las imágenes para adaptarlas a éste, y que, en la cinepoesía, es un método más frecuente que el anterior. En todas las operaciones se debería tener en cuenta la influencia de la palabra sobre la imagen, de la imagen sobre la palabra, o entre las dos mutuamente. Se puede dar sólo un tipo de relación u otro. En el cinepoema estudiado, como además sabemos que la palabra es posterior a la imagen, nos hemos centrado principalmente en la influencia de aquella sobre ésta. Somos conscientes de que el estudio de las operaciones de integración tiene que analizar lo sincrónico y lo diacrónico, como el estudio de lo semántico no tiene sentido sin un estudio de lo sintáctico. Nosotros hemos analizado sólo lo sincrónico. Es necesario precisar que cuando hablamos de sincrónico no entramos en el estudio del fotograma; tenemos como unidad los planos. Además, en el estudio no hemos tenido en cuenta los títulos de crédito ni vamos a tener en cuenta la influencia de la música y de los efectos sonoros. Finalmente decir también que sería necesario estudiar los cambios físicos o conceptuales que provocan las operaciones. Operaciones de integración en “Pupila al viento” Las operaciones que señalamos en nuestro modelo son dos principales y otras cinco secundarias. Las principales son el cambio en el número o cantidad [9], y la coherencia o sintonía. Las cinco secundarias son: la transformación; la transfunción; el cambio de conjunto; el cambio de lugar y el cambio de tiempo. La principal diferencia entre las operaciones principales y las secundarias es que las primeras aparecen siempre que hay una relación, mientras que las secundarias no. Además, cada operación puede referirse a significado o a elementos. No vamos a entrar en cuestiones más teóricas, puesto que las tratamos en otro artículo de próxima aparición. Con la operación de cambio de cantidad de significados se añaden o restan significados o elementos a los preexistentes. Resultan particularmente claros y frecuentes los ejemplos en los que una palabra añade significados a la imagen. En el 4 plano 25 se ve a un grupo de leones marinos moviéndose e interaccionando entre sí en la playa mientras el texto dice “(los lobos) son niños, juguetones, risueños”. Los lobos marinos ya no son animales que interaccionan entre sí, sino que son niños que juegan. Se ha abierto el campo de significados de la imagen gracias a la interacción con la palabra. En términos no de operaciones de integración, podríamos decir que la palabra está añadiendo connotaciones a la imagen (o viceversa), a veces tan fuertes que hasta podríamos decir de forma casi paradójica que se transforman en una denotación más. Alberti usa con gran frecuencia esta operación, algo muy propio de la poesía. La gran frecuencia con el que aparece la operación de “pescar con redes” (ampliar en número de significados) en Pupila al viento posiblemente sea debido a dos factores: el ya descrito proceso creativo, y la calidad del poeta gaditano: un poeta mediocre se hubiera dedicado a describir las imágenes con el texto poético y hubiera caído en el efecto particularmente molesto del “parasitarismo” comentado por Barthes y Zunzúnegui del “anclaje”. Alberti aún cuando describe las imágenes de un plano, siempre añade unos valores. Por ejemplo, en el plano 24 se ve a un cometa volando cerca del faro; el texto dice: “el aire es un cometa en la mano de un niño”. Ya sabemos que el cometa está en la mano de un niño, lo que se nos añade a la imagen y que nos abre el abanico de significados es la comparación con el aire. Otro bello ejemplo en el plano 106: se ve una sombrilla sola y cerrada cerca de la orilla del mar; el texto dice “qué tallo y de qué flor ha crecido en la arena”. Abrimos los significados de las sombrillas hacia las flores. La sombrilla cerrada cerca de las olas es también algo más: el palo es un tallo y en su conjunto es una flor. Hemos añadido a los significados de la sombrilla y la arena, el de la flor. El cambio en el número de elementos se produce cuando se añaden o restan elementos a la imagen por la palabra, o viceversa. En el plano 2 se ve a la “pupila” girando sobre sí misma. Es la bombilla del faro: “gira al viento, sola, en la noche, en el día”. En este caso tenemos una operación de apertura similar a la anteriormente descrita, pero tenemos también una suma de elementos por la interacción entre imagen y verbo que no cambian los significados de lo que se ve: hemos añadido los elementos “soledad”, “día y noche”, pero la bombilla sigue siendo la misma. La otra operación principal, sintonía o coherencia, supone que la imagen y la palabra van en la misma dirección; juegan juntas, y no se contradicen. Esta operación se da en toda Pupila al viento. La transfunción o cambio de función y la transformación o cambio de forma no aparecen con mucha frecuencia en Pupila al viento, aunque tampoco están ausentes. Veamos un ejemplo de cambio de función: en el plano 40, se ve un pozo con el cubo atado a una cuerda y oscilando; al fondo está el faro. El cubo se balancea por el viento de un temporal y el texto dice de forma rítmica algo como: “din don, pin pam, pim pom”. El cubo movido por el viento ha cambiado su función por el badajo de una campana. Como ejemplo de cambio de forma podemos volver a acudir al plano 106 con la transformación de la sombrilla en flor. De hecho, el que se hubiera producido la operación de cambio de significado, no impide que sea también un cambio de forma, 5 si entendemos que realmente siempre estábamos hablando de una flor aunque veamos una sombrilla, y no al revés, como parece decirnos la imagen y el texto. En estos ejemplos que acabo de mencionar, las dos operaciones son también un cambio en la cantidad: las operaciones de transfunción y transformación suelen ser también unas operaciones de cambio de número, generalmente de significados. El cambio de conjunto consiste en el intercambio de significados entre la imagen y la palabra; o en la simple sustitución de uno por otro. En la obra estudiada, hay una particular abundancia de operaciones de intercambio. Ésta es una operación de segundo grado, que consiste en intercambiar un significado de la imagen por otro, al tiempo que la imagen cambia a la palabra. Posiblemente se trate de una de las operaciones más interesantes y de mayor “calidad” en un cinepoema. A través de esta operación, la integración de la imagen con la palabra puede alcanzar grandes cotas de belleza. En el plano 129 la locución dice: “gaviotas izadas en el viento”, mientras se ven los banderines de un barco que se levantan sobre el mástil: los banderines son ondulantes y se levantan al vuelo como las gaviotas; éstas por su parte despegan, se izan ordenadamente y en formación como los banderines de la imagen. En el plano 114 se oye: “una graciosa mariposa se transparenta alegre al Sol”; mientras, se ve una sombrilla abierta y tumbada que, semitransparente por la luz, deja entrever la silueta de la mujer que al otro lado se mueve lentamente. Un plano tan rico y bello condensa en sí muchas operaciones de integración, de la misma forma que lo haría si estuviéramos estudiando la imagen desde el punto de vista de las figuras y tropos clásicos. La operación de intercambio es aquí evidente porque la sombrilla se transforma en alas de mariposa, con las varillas que se transforman en “venas” vistas en trasparencia; y la mujer se transforma en mariposa por el efecto del texto. A su vez la imagen tradicional de una mariposa es cambiada por el efecto de la imagen: la mariposa es una mujer, algo que no estaba en el texto. Parece que la imagen y la palabra tienen cierta sintonía natural, la mente se acerca a ello y lo acepta. Este intercambio de significados suele implicar también un cambio en el número, pero las dos operaciones tienen que estar separadas porque a menudo puede haber un cambio de número pero no un cambio entre conjuntos. Por ejemplo, en el plano 28 se ve a un castillo de arena construido en la orilla y se oye: “la arena es un castillo de mentira que levantan los niños a las olas”. Hay quien podría defender que se trata de una operación de “anclar” porque la frase nos cierra el significado de la imagen al repetirnos lo que se ve; otros podrían decir que es un “pescar con redes”, puesto que la frase abre el mundo de los significados de las ofrendas rituales. De todas formas, creo que todos estarían de acuerdo diciendo que el texto ni sustituye ningún elemento de la imagen, ni la imagen del texto; tampoco hay ningún intercambio de significados o de elementos entre los dos. Cambio de espacio y cambio en el tiempo. No aparecen este tipo de operaciones en Pupila al viento. Puede que sea debido a que todos los aconteceres son relativos a un mismo lugar. 6 Conclusiones Este tipo de análisis nos ofrece un punto de vista nuevo a la hora de estudiar los resultados de la integración de la imagen con el texto. El estudio de los diferentes elementos por separado es necesario e intuitivamente previo al de las operaciones de integración. Sin embargo se requiere la sistematización de éstas, puesto que obviar los resultados de la suma de las partes es sin duda erróneo. Obtenemos así información útil sobre el texto como sistema abierto. No en todos los casos el texto encaja tan bien con la imagen. Posiblemente sea por esto (debido, como hemos comentado, al proceso seguido y que no es demasiado común) que Pupila al viento es considerada como una obra maestra. En el estudio de la frecuencia del uso de las operaciones en esta obra, vemos la abundancia de la operación de cambio de número hacia el aumento, creando polisemia, y juegos visuales y verbales; así como en el intercambio entre conjuntos para transvasar significados. Siguen el cambio de función y el de forma. Alberti demuestra en Pupila al viento que sabe integrar la imagen con la palabra (no olvidemos su calidad de poeta-pintor, aprovechando las cualidades imaginarias del “pescar con redes” y del “intercambio entre conjuntos”, así como evitando el uso de l anclaje. Igual reconocimiento debe de recibir Enrico Gras que ha rodado y editado unas imágenes bellísimas. Desafortunadamente, Alberti nunca pudo realizar su deseo de rodar un cinepoema integramente propio, algo que ciertamente había hecho con maestría. NOTAS [1] Los miembros de R14 son: Francisco García García, Pedro Gómez, Giorgio De Marchis, Roberto Gamonal, Mario Rajas. [2] Esta clasificación ha sido también inspirada por García (1992). [3] Es necesario dar una definición de cinepoesía aunque no sea nuestro objeto de interés en esta comunicación. Según una definición propia, entendemos como cinepoesía a toda aquella obra audiovisual originalmente grabada al menos en parte en formato cinematográfico (o volcada totalmente en película para su distribución) que integra un poema reconocido como tan de forma visual o sonora, o ambas, con imágenes en movimiento. También es toda obra que visualiza o representa a un poema reconocido como tal, aunque éste no esté reflejado directamente. Finalmente, es también un cinepoema toda obra que su autor considera como tal. [4] Pedro Salinas, por ejemplo, escribe el poema Far West que describe el plano de una película de vaqueros. [5] Los de la generación del 98 les cogió demasiado mayores para aceptar grandes novedades tecnológicas. [6] Guión de Enrico Gras y Danilo Trelles; fotografía de Antonio Quintana. 7 [7] He tenido la tentación de hacer el ejemplo del Don Quijote, sin embargo André Bazin hubiera matizado que en ese caso estamos hablando de un mito literario y cultural, lo cual influye en la obra. El mito tiene vida propia y, como diría, Unamuno, no fue Cervantes el creador del Quijote, sino don Quijote el creador de Cervantes (Ayala 1970). [8] Tengamos también en cuenta que aquí el autor francés se está refiriendo a un tipo concreto de imagen y texto. [9] De significados y de elementos. BIBLIOGRAFÍA CITADA Ayala, F. (1970). Reflexiones sobre la estructura narrativa. Madrid, Taurus. Barthes, R. (1986). Lo obvio y lo obtuso. Imágenes, gestos, voces. Barcelona, Ediciones Paidós Ibérica. Mitry, J. (1990). La semiología en tela de juicio. Madrid, Akal. Urrutia, J. (1984). Imago litterae. Cine. Literatura. Sevlla, Ediciones Alfar. Utrera, R. (1987). Literatura cinematográfica, cinematografía literaria. Sevilla, Ediciones Alfar. Wolf, S. (2001). Cine / Literatura. ritos de pasaje. Buenos Aires, Editorial Paidós SAICF. 8