Niñas, niños y adolescentes de

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Niñas, niños y
adolescentes de
Bolivia
una de las naciones más diversas del mundo
Foto de tapa UNICEF/Bolivia/Friedman-Rudowski
Escrito por Ruth Ansah Ayisi
Producido por Giacomo Pirozzi
Diseño gráfico Jane Kristine Cruz / Susana Machicao
Ilustraciones de Jorge Dávalos
UNICEF 2015®
Niñas, niños y
adolescentes de
Bolivia
una de las naciones más diversas del mundo
Pando
Bolivia
Beni
La Paz
Santa Cruz
Cochabamba
Oruro
4
Chuquisaca
Tarija
UNICEF/Bolivia/Pirozzi
Potosí
Niñas, niños y adolescentes de Bolivia
Bolivia
es uno de los países más diversos del mundo en
términos culturales y geográficos. Además, es la nación con mayor
población indígena en las Américas, ya que un 60% de sus 10
millones de habitantes provienen de 37 grupos indígenas, cada uno
con su propia cultura e idioma. La mayoría de los pueblos indígenas
vive en el área de la Amazonía (29%), y el resto en el Gran Chaco,
los Valles y la zona Andina. El español es el idioma más hablado,
seguido del quechua, el aymara y el guaraní.
Los majestuosos picos montañosos de Los Andes contrastan
drásticamente con la densa selva de la Amazonía y la región semiárida
del Gran Chaco. La diversidad es impresionante, pero también implica
grandes dificultades, en especial, para las niñas, niños, adolescentes y
mujeres indígenas que viven mayormente dispersos en comunidades
rurales remotas. Las rutas de las montañas son particularmente
peligrosas, con sus curvas pronunciadas y altos precipicios. Las rutas
en la región de la Amazonía también son difíciles de transitar, sobre todo
durante la temporada de lluvias. Durante algunos meses del año, solo
se puede acceder a las comunidades en barco.
El Estado Plurinacional acoge una
gran diversidad cultural
El Estado Plurinacional de Bolivia está atravesando una gran
transformación política y socioeconómica. En diciembre de 2005, los
bolivianos eligieron a Evo Morales Ayma como su Presidente, por el
margen más amplio obtenido por un líder desde la restauración de la
democracia en 1982. El Presidente Morales es el primer presidente
indígena del país y fue reelecto en octubre de 2014 para cumplir un
segundo mandato conforme a la nueva Constitución.
Luego de las elecciones de diciembre de 2005, el Presidente
Morales dirigió una importante transición social, tras siglos en que
la mayoría de los pueblos indígenas bolivianos habían carecido de
verdadera representación. Históricamente, el poder había estado en
manos de los grupos de “élite”. La nueva Constitución, aprobada por
referéndum, entró en vigor en 2009 y constituyó a Bolivia como un
Estado unitario, plurinacional y laico, conocido ahora como Estado
Plurinacional de Bolivia. El equilibrio del poder cambió desde que
los nuevos mecanismos de consulta y las políticas de propiedad de
los recursos se pusieron en práctica con un Estado que desempeña
un papel de mayor importancia en la economía. Además, con la
nueva Constitución, se promulgaron una serie de leyes y reformas
claves. Entre ellas se incluye el reconocimiento y la aplicación de
dos jurisdicciones paralelas de igual jerarquía en el orden jurídico
del país: la jurisdicción «ordinaria» y la «jurisdicción indígena».
Asimismo, las lenguas indígenas como el aymara, el quechua y
el guaraní, que se hablan principalmente en las zonas rurales, se
enseñan en la escuela. Las comunidades también participan en la
elaboración del currículo escolar.
La economía de la nación creció rápidamente durante los últimos
nueve años, logrando un Producto Interno Bruto (PIB) medio del
4,7%, lo que coloca a Bolivia entre los países de ingresos bajosmedios. Este aumento se debió principalmente a las grandes
exportaciones de gas natural. Las cifras de desempleo también son
bajas; de tan solo un 2,3%. Con este rápido crecimiento económico
y los cambios políticos, los donantes bilaterales tradicionales de
Bolivia están concluyendo su cooperación para el desarrollo o
modificando sus planes de inversión.
La diversidad de Bolivia
es impresionante pero
también presenta grandes
desafíos especialmente
para las niñas, niños,
adolescentes y mujeres
indígenas que viven
dispersos en remotas
comunidades rurales.
una de las naciones más diversas del mundo
5
Reducir las brechas para asegurar
el cumplimiento de los derechos
de los niños bolivianos
UNICEF/Bolivia/Pirozzi
La bebé Fernanda Pascale
es registrada por sus
padres María y Pablo
en la oficina de Registro
Civil del Hospital Materno
Infantil de La Paz.
6
Niñas, niños y adolescentes de Bolivia
A pesar del alto coeficiente del 0,47 en la escala de Gini, existe una
gran brecha de ingresos entre ricos y pobres y muestra que, hasta
ahora, la redistribución de los beneficios del crecimiento económico
del país ha sido insuficiente. Según los últimos datos oficiales1,
aproximadamente un 43,4% de la población se clasifica como pobre
y un 21,6% se encuentra en condiciones de extrema pobreza. Todos
los indicadores sociales muestran todavía una gran disparidad por
área geográfica, género, etnia y quintil económico. Gran parte de
la población predominantemente joven de Bolivia, en particular los
niños y las niñas indígenas que viven en áreas rurales, son pobres y
excluidos y sufren graves violaciones de sus derechos.
1 Séptimo informe de progreso de los Objetivos de Desarrollo del Milenio 2013, Unidad
de Análisis de Políticas Sociales y Económicas-UDAPE. Elaborado en base a Encuestas a
Hogares, INE, 1996-2012.
Algunos indicadores sociales generales siguen siendo preocupantes.
Por ejemplo, la tasa de mortalidad materna que según los datos más
recientes (2003) reconocidos por el Gobierno, era de 229 muertes
maternas por cada 100.000 nacidos vivos. Estas muertes se deben,
principalmente, a una atención insuficiente durante el embarazo y el
parto, así como a una alta incidencia de embarazos en adolescentes.
Aproximadamente un 9% de las adolescentes entre 15 y 18 años ya
son madres. Al mismo tiempo, la alta tasa de mortalidad neonatal, de
27 muertes por cada 1.000 nacidos vivos, permaneció sin cambios
entre 2003 y 2008. La tasa de mortalidad infantil solo se redujo en un
1,9%, de 54 a 50 por 1.0002, porcentaje bastante menor que el 3,9%
de reducción anual necesario para cumplir la meta del cuarto Objetivo
de Desarrollo del Milenio (ODM). Aparte de las muertes neonatales,
las otras causas principales de muertes en niños y niñas menores de
cinco años incluyen la neumonía (21%) y la diarrea (18%)3.
La prevalencia del VIH es relativamente baja, con 0,15%4 y parece
estar concentrada en los grupos de alto riesgo, es decir, hombres
que tienen relaciones sexuales con hombres, consumidores de
drogas intravenosas y trabajadores y trabajadoras sexuales. No
obstante, la mayoría de las personas carece de información sobre
el VIH y no se realizan la prueba correspondiente. Solo un 49%
de las mujeres embarazadas se sometieron a la prueba del VIH
durante el embarazo y poco más de 151 niños seropositivos reciben
tratamiento antirretroviral.
También existen brechas en el acceso al agua potable, el saneamiento
mejorado y la información sobre buenas prácticas de higiene. Solo 6 de
cada 10 personas tienen acceso a agua potable en las zonas rurales, en
comparación con las 9 de cada 10 de las zonas urbanas; solo el 49,8%
de la población usa un sistema de saneamiento mejorado y la mayoría
vive en zonas urbanas. Hasta el 54% de la población rural defeca al aire
libre, lo que pone en peligro la salud de la población más vulnerable que,
en general, son niños y niñas indígenas de las zonas rurales alejadas.
Si bien el Gobierno logró la meta de los ODM de reducir la
desnutrición crónica de un 42% en 1989 a un 18% para 2013 (el
2 Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDSA) 2008.
3 Ibíd.
4 Plan Nacional ITS/VIH/SIDA, 2013.
UNICEF/Bolivia/Pirozzi
Una abuela carga en la espalda
a su nieta en la comunidad Ayllu
Chullpa, ubicada a 25 kilómetros de
la localidad de Llallagua en Potosí.
una de las naciones más diversas del mundo
7
El Centro de Prevención
Atención Terapéutica (CEPAT)
en la ciudad de Potosí, ofrece
atención terapéutica y apoyo
psicológico a niñas y niños
víctimas de abuso sexual.
ODM para 2015 es de un 21%), todavía persisten las brechas entre las
zonas rurales y urbanas, sobre todo en los departamentos de Potosí,
Oruro y Chuquisaca. Las causas se deben, generalmente, a malas
prácticas de lactancia materna, insuficiente ingesta de alimentos y
micronutrientes y enfermedades crónicas como diarrea causada por
el consumo de agua no potable, así como a malas prácticas sanitarias
y de higiene. La desnutrición se perpetúa a sí misma ya que un niño o
niña que nace de una madre con desnutrición crónica es probable que
nazca con bajo peso y nunca pueda superar esta desventaja inicial.
Los avances más alentadores se produjeron en la educación. El
índice de alfabetización del país para el grupo de mayores de 15 años
de edad alcanzó el 95%, y la brecha de género se redujo significativamente. La
matriculación neta en la escuela primaria fue igual para niños y niñas, de un 82%,
y la brecha de género en el índice de finalización de la escuela primaria se redujo
y logró una diferencia a favor de los niños de 9,7 puntos porcentuales en 1992 a
1,2 puntos porcentuales a favor de las niñas en 2011. No obstante, la matrícula en
preescolar solo alcanza el 40%. En general, el índice de finalización de la escuela
primaria alcanzó el 90% en 2011, pero en secundaria fue solo del 56%. También
persisten marcadas diferencias en la educación. Por ejemplo, una niña indígena de
la Amazonía tiene un promedio de solo dos años de escolarización en comparación
con los 14,4 años de un niño de las zonas urbanas más ricas.
Existen dificultades importantes en cuanto a la protección de niñas, niños y
adolescentes. Los datos disponibles sobre trabajo infantil sugieren que un 11%
de los niños y las niñas de entre 5 y 13 años de edad realizan alguna forma de
trabajo. Con respecto al registro de nacimientos, solo un 87% de los niños y
las niñas menores de cinco años están registrados. La violencia doméstica está
generalizada, hasta un 48% de mujeres adolescentes y jóvenes casadas o que
viven con sus parejas, son víctimas de alguna forma de violencia perpetrada por sus
parejas. Aproximadamente un 80% de los niños y niñas fueron víctimas de disciplina
8
Niñas, niños y adolescentes de Bolivia
violenta en sus hogares y existen muchos casos de negligencia y abandono. Los
registros de la policía nacional establecen índices de violencia familiar de 458 por
cada 100.000 habitantes en 2005, 478 en 2009 y 580 en 2012. Un informe del
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) establece que “una de
las tareas más urgentes es garantizar que la violencia contra las mujeres y las niñas
pueda ser denunciada sin que las víctimas sean re victimizadas o discriminadas”.
Según una encuesta realizada en 2013, 1.188 niños y adolescentes, de los cuales
416 son niñas, viven en las calles de las principales ciudades del país. El tráfico de
personas también es un tema preocupante. Según un informe del PNUD5 sobre
seguridad pública, al 2009 el índice de trata en Bolivia fue de 3,1 por 100.000
habitantes, el más alto de la región.
Por otra parte, Bolivia sufre desastres naturales recurrentes, en especial sequías e
inundaciones, que afectan gravemente la vida de las niñas, niños y adolescentes
y sus familias, principalmente en el este y oeste del país. La sequía en Bolivia
produce pérdidas importantes para la subsistencia de la población, sobre todo
5 PNUD Informe Regional sobre Desarrollo Humano 2013 – 2014 Seguridad Ciudadana con rostro humano: diagnóstico y
propuestas para América Latina, 2013.
Respuestas nacionales para mejorar
la vida de las niñas, los niños, los
adolescentes y las mujeres
Una niña indígena de
la Amazonía tiene un
promedio de solo dos
años de escolarización en
comparación con los 14,4
años de un niño de las zonas
urbanas más ricas”.
en materia de agricultura y ganado y priva a miles de personas de consumir las
cantidades necesarias de agua. La zona del Chaco (que incluye Tarija, Chuquisaca
y Santa Cruz) es la más afectada por la recurrente falta de lluvias y su población
es muy dependiente de la agricultura de subsistencia, por tanto, es cada vez más
vulnerable a las sequías venideras. La región de la Amazonía boliviana, de población
principalmente indígena, convierte a la zona noreste del país en un área vulnerable a
las inundaciones. Las inundaciones se producen por las fuertes lluvias de las tierras
altas que llegan en grandes cantidades a los municipios y comunidades de La Paz,
Cochabamba, Pando y, especialmente, del departamento de Beni.
El Gobierno garantiza que todos los niveles del Estado: central, departamental y
municipal tengan acceso a recursos. Con el fin de mitigar la pobreza, el Gobierno
puso en marcha iniciativas de transferencia de efectivo, conocidas como el Bono
Juancito Pinto, Bono Juana Azurduy y Renta Dignidad.
Proveer a los grupos indígenas del país de servicios sociales esenciales es parte
fundamental de las políticas del Gobierno. Para abordar las enormes dificultades en
la salud, el Ministerio de Salud estableció la política de Salud Familiar Comunitaria
Intercultural (SAFCI) que cambia el foco de interés, de la atención curativa a la
atención preventiva y la promoción de la salud. De este modo, el Ministerio
pudo reducir la desnutrición, principalmente gracias a la exitosa aplicación de la
iniciativa de establecimientos Amigos de la Madre y la Niñez y las Unidades de
Nutrición Integral a nivel municipal y otras estrategias apoyadas por UNICEF. A su
vez, el Ministerio de Medio Ambiente y Agua descentralizó los servicios de agua y
saneamiento, que por primera vez suministra agua a hogares rurales lejanos.
La nueva ley de educación, conocida como Ley Avelino Siñani-Elizardo Pérez, exige
transformaciones importantes en la educación que implican la participación del
nivel central. La educación es identificada como instrumental para la transformación
estructural de la sociedad y la economía, al mismo tiempo que reafirma el rol de las
culturas indígenas originarias y afrodescendientes en la construcción del Estado
Plurinacional y la implementación de la filosofía del “Vivir Bien”. Las lenguas indígenas
se enseñan en la escuela junto al español, y todos los materiales educativos deben
ser bilingües e incluir temáticas sobre la cultura, tradiciones y valores de los diferentes
grupos indígenas. En áreas remotas, también se ha provisto transporte para que muchos
niños, niñas y adolescentes puedan asistir a la escuela y, actualmente, la mayoría de los
gobiernos municipales han asignado presupuesto municipal para solventar los gastos
de los autobuses escolares. Esto ha sido particularmente importante para las niñas, ya
que son especialmente vulnerables cuando deben caminar durante horas para llegar a la
escuela y volver a sus hogares.
En julio de 2014, el Gobierno promulgó el nuevo Código Niña, Niño y Adolescente6 que
implicó un paso importante en la protección de los derechos de las niñas y los niños de
6 Ley N° 548, Código Niña, Niño y Adolescente, 2014.
una de las naciones más diversas del mundo
9
Bolivia. La ley incorpora gran parte de la legislación sobre la niñez acorde con los tratados
internacionales. Por ejemplo, mantiene la edad mínima de 14 años para los niños
trabajadores, aunque incluye dos excepciones preocupantes para niños y niñas de entre
10 y 12 años de edad. Asimismo, la ley dispone que el Estado elimine el trabajo infantil
en el transcurso de cinco años mediante la aplicación de un programa de protección
social integral. Establece también duras sanciones para los casos de violencia sexual
contra menores y acoso sexual. Además, la creación de un sistema de justicia juvenil
para adolescentes en conflicto con la ley que ofrece un nuevo marco y la oportunidad de
promover medidas alternativas a la privación de la libertad.
Un logro significativo en la protección de niñas, niños y adolescentes fue la integración
de técnicas de apoyo a los niños, que incluyen el uso de espejos unidireccionales y
vocabulario apropiado y accesible para la edad de los niños en los procedimientos
judiciales. Por otra parte, el sistema de Defensorías Municipales de la Niñez y
Adolescencia se ha fortalecido en los nueve departamentos del país. En algunos distritos
se desarrolló una intervención especialmente diseñada para las comunidades indígenas,
donde participan promotores comunitarios que divulgan información sobre los derechos
del niño y trabajan con las comunidades para evitar todo tipo de violencia.
UNICEF concentra su apoyo en las niñas
y niños más excluidos de Bolivia
El Plan de Acción de Programa de País 2013 - 2017 acordado entre UNICEF y el
Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia, apoya el cumplimiento de los derechos
de la niñez a través del posicionamiento de las niñas, los niños y los adolescentes en
el centro de las políticas, programas y presupuestos nacionales y sub-nacionales.
Hace hincapié en llegar a los niños y niñas indígenas así como a los niños y niñas
más excluidos de las comunidades rurales lejanas y zonas urbanas marginales,
reduciendo las desigualdades geográficas, sociales, culturales y de género.
Los niños y niñas con discapacidad también necesitan atención particular. Con
frecuencia son el grupo más excluido y los últimos en acceder a servicios y recibir los
recursos necesarios. Además, no tienen las mismas posibilidades de participar que
sus pares sin discapacidad. Los programas se fortalecerán para ayudar a los niños
y las niñas con discapacidad a superar las barreras que impiden su inclusión en la
sociedad. Una de las áreas más importantes es garantizar que se cumpla su derecho
a una educación de calidad y se los proteja contra todo tipo de abuso y violencia.
10
Niñas, niños y adolescentes de Bolivia
Con el fin de adaptar el programa a la cambiante situación económica de un país de
ingresos medios-bajos y garantizar que se llegue a las niñas, niños y adolescentes más
marginados, en particular a los indígenas y con discapacidad, UNICEF Bolivia pasó de
poner el énfasis de su programa en la prestación de servicios a través de proyectos, a
ponerlo en la asistencia técnica, la recolección de datos desagregados, la generación de
evidencia y la abogacía a nivel de políticas públicas. UNICEF también mejoró su enfoque
programático a través del abordaje de las barreras y los cuellos de botella con el fin de
apoyar el desarrollo y la aplicación de intervenciones costo efectivas y de alto impacto
que tienen en cuenta los aspectos culturales y de género.
El Plan de Acción implica un enfoque de triple estrategia. En primer lugar, se utiliza
la generación de evidencias para formular políticas a nivel nacional y sub-nacional
con el fin de garantizar que los problemas de los derechos de las niñas y los niños
sean temas centrales en las políticas, los programas y los presupuestos nacionales
y sub-nacionales. En segundo lugar, se ofrece asistencia técnica para desarrollar
la capacidad de las instituciones para que puedan prestar servicios sociales de
calidad de forma sostenible, sobre todo, a nivel sub-nacional y, en tercer lugar, el
seguimiento y la generación de conocimientos para fomentar los derechos de la
infancia, niñez y adolescencia.
El Plan trabaja en siete áreas temáticas7 divididas en tres componentes: 1) servicios
sociales con calidad y equidad; 2) protección de los niños, niñas y adolescentes; y 3)
monitoreo y generación de conocimientos para la promoción de los derechos de los
niños, niñas y adolescentes. El Plan aboga para la elaboración e implementación de
políticas públicas a nivel nacional y subnacional en los nueve departamentos del país,
mientras que en el nivel local provee asistencia técnica en los departamentos de
Chuquisaca (región del Chaco), Potosí, Cochabamba y Beni.
7 Salud materna e infantil, VIH y SIDA; agua, saneamiento e higiene, nutrición, educación, protección de niños, niñas y
adolescentes y, monitoreo y generación de conocimientos para la promoción de los derechos de los niños, niñas y
adolescentes.
UNICEF/Bolivia/Pirozzi
La vida de Alina se desenvuelve alrededor
de las actividades de la minería del Cerro
Rico en Potosí. Alina tiene solamente
cinco años y acompaña todos los días a su
madre María Cardozo a acumular mineral
en la entrada de la mina Paylaviri. Ella
asiste a un centro de desarrollo infantil
establecido por la ONG Voces Libres.
una de las naciones más diversas del mundo
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En el Hospital Central de Monteagudo,
Chaco chuquisaqueño, una enfermera
vacuna a un bebé de seis meses.
Salud
materna
e infantil
12
Niñas, niños y adolescentes de Bolivia
UNICEF apoya al sector de la salud para ofrecer intervenciones de salud de alto impacto y basadas
en evidencia con el fin de mejorar la salud de las mujeres embarazadas, las madres, niños, niñas,
adolescentes y sus comunidades; a través de servicios esenciales y de calidad de salud materna,
neonatal e infantil con un enfoque intercultural de género.
UNICEF apoya la planificación e implementación de programas, con enfoque de equidad y con la
utilización de herramientas de planificación para el logro de resultados equitativos para la infancia.
UNICEF ha contribuido a importantes logros del sector salud en Bolivia como, por ejemplo, la
introducción de la vacuna antineumocócica al programa ampliado de vacunación nacional y la mejora
de los estándares de calidad de servicios en pro de la reducción de la mortalidad materna, neonatal
e infantil. UNICEF también mantiene su apoyo a la comunicación para el desarrollo, en particular para
garantizar que las familias sean competentes en las prácticas claves de salud materna e infantil, puedan
participar en decisiones relacionadas con la salud a nivel de la comunidad y sepan reconocer signos de
peligro para acudir a los servicios médicos.
UNICEF/Bolivia/Pirozzi
Servicios sociales
con calidad y equidad
Mejorar la atención de
la salud materna infantil
en las montañas
Recostado en la pared de las instalaciones del hospital mirando la vasta cadena
montañosa de Los Andes en el sureste de Bolivia, Valerio Rodríguez Gómez, de
23 años de edad, sostiene tiernamente a su hija de 20 meses, Yayita, mientras su
esposa, Elizia, de 19 años, asiste a una consulta prenatal.
Valerio dice que el trayecto para llegar desde su comunidad a la alejada ciudad del
valle de Independencia y volver, es un viaje de ida y vuelta de diez horas que hacen
en el mismo día, pero vale la pena. “Siempre acompaño a mi esposa y al bebé al
hospital. También voy a traer a mi esposa para el parto”, dice Valerio. “Yayita habría
nacido en este hospital, pero no nos dio tiempo porque mi esposa dio a luz muy
rápido. Así que llamamos a una ambulancia. Los doctores estuvieron con nosotros
en una hora y media”.
Aunque fue un parto normal, Yayita no está bien. Sufre de desnutrición crónica.
“Ellos me dijeron que es muy delgada para su edad”, dice Valerio mirando hacia
abajo a Yayita que no muestra ningún signo de cansancio. “El problema empezó
cuando su madre se tuvo que ir dos meses a trabajar en el Censo Agropecuario”,
dice Gómez. Yayita, que tenía seis meses en aquel momento, tuvo que dejar de
tomar pecho, y Valerio, agricultor, quedó a cargo de su cuidado.
Esta familia ejemplifica algunas de las típicas dificultades que enfrentan los
gobiernos encaminados a mejorar la atención de la salud materna infantil. Elizia
es una madre adolescente, que tiene solo educación primaria y su marido solo
tiene un par de años de educación secundaria. “Las barreras culturales, la falta
de oportunidades de educación para las madres, los cuidadores y las familias,
así como las lejanas distancias son algunas de las principales dificultades”, dice
Claudia Vivas, Jefa de Sobrevivencia Infantil y Desarrollo de UNICEF en Bolivia.
“No obstante, el Gobierno hizo grandes avances en la implementación del Sistema
Único de Salud, apoyado por UNICEF y otros asociados para ofrecer servicios de
salud de calidad a todos los grupos poblacionales, incluso a aquellos que viven
en las zonas rurales alejadas”. La mayor parte del apoyo de UNICEF se ofrece en
desarrollo de capacidades, capacitación del personal sanitario en todos los niveles
y asesoramiento técnico.
No obstante, las estadísticas sugieren que todavía queda mucho camino por
recorrer. Entre 2003 y 2008, la mortalidad neonatal se mantuvo al mismo nivel, con
27 bebés por cada 1.000 nacidos vivos que mueren durante el primer mes. Según
la Encuesta Nacional de Demografía y Salud8, el 75% de las muertes se produce en
la primera semana de vida, principalmente por la mala calidad de la atención médica
durante el embarazo y el parto. Además, entre 2003 y 2008, la tasa de mortalidad
infantil bajó solo de 54 a 50 por 1.0009, una reducción anual de solo un 1,9%, muy
por debajo de la reducción del 3,9% anual necesaria para cumplir la meta del cuarto
Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM). La tasa de mortalidad materna llega a
229 por 100.000 nacidos vivos10, según los últimos datos que reconoce el Gobierno.
8 ENDSA 2008
9 Ibíd.
10 UDAPE, Séptimo informe de progreso de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en Bolivia, 2013.
una de las naciones más diversas del mundo
13
Muchas madres solo amamantan a
sus hijos durante aproximadamente
tres meses; y después, aparte de
leche envasada, solo introducen
almidón a la dieta. Producen
verduras, pero prefieren venderlas”.
Esta situación implica que Bolivia tiene la segunda tasa de mortalidad materna
más alta de América Latina después de Haití, un país que sufrió emergencias
humanitarias devastadoras en los últimos años.
La zona rural de Independencia presenta las típicas barreras geográficas. Lleva siete
horas manejar desde Independencia hasta la capital de Cochabamba por la cadena
montañosa con sus peligrosos precipicios y senderos de tierra de una sola vía, que
suben y bajan por encima de las nubes. “Nuestras rutas son peligrosas”, confirma
el Dr. Ángel Fernández, director del hospital. Agrega que hace poco tuvieron más
de 20 muertos en un accidente.
A pesar de estas barreras, el Dr. Fernández dice que tuvieron dos casos de muertes
neonatales este año, pero ninguno de muerte materna en los últimos cinco años. El
doctor sostiene que la reducción de muertes maternas se debe a las significativas
mejoras que hubo en la calidad de los servicios de atención materna e infantil del
hospital. Esto incluye el éxito alcanzado al sensibilizar a las comunidades sobre la
importancia de los partos asistidos, las ambulancias bien dotadas y el hecho de que,
incluso en las comunidades más remotas, las personas ahora tienen acceso a un
teléfono celular. “Estamos de guardia 24 horas, los siete días de la semana”, dice.
Sin embargo, los mensajes sobre la importancia de espaciar los embarazos en el
tiempo todavía no están surtiendo efecto. “Mientras que la mayoría de las mujeres
querría usar anticonceptivos, los hombres piensan que usarlos haría que sus
esposas tuvieran relaciones sexuales con otros hombres”.
14
Niñas, niños y adolescentes de Bolivia
Asimismo, la desnutrición crónica sigue siendo un problema en la zona debido
a las malas prácticas de alimentación de los niños y niñas. La nutricionista de
Independencia, Margot Tobar, explica que muchas madres solo amamantan a sus
hijos durante aproximadamente tres meses y después, aparte de leche envasada,
solo introducen almidón a la dieta. “Producen verduras, pero prefieren venderlas”,
dice. Además, las madres jóvenes suelen dejar a sus bebés al cuidado de otra
persona, como la abuela. “Cuando la abuela asiste a la clínica con el bebé, le
recomendamos que vuelva otra vez con la madre”, expresa Tobar.
Tobar agradece el haber tenido la oportunidad de conversar con el padre y la madre
de Yayita sobre cómo darle una mejor alimentación. Afortunadamente, atendieron
la desnutrición de Yayita dentro de un espacio de tiempo de dos años; tras este
período, las pruebas demuestran que la desnutrición crónica puede llevar a
deficiencias cognitivas e impedimentos físicos irreversibles. El embarazo de Elizia
está desarrollándose bien a pesar de no haber espaciado ambos embarazos, puesto
que sucedieron en un tiempo menor a tres años que es el necesario para que su
cuerpo pueda recuperarse.
Valerio dice que también está feliz de que le hayan dado una explicación sobre la salud de
su bebé y su esposa embarazada. “Quiero entender más sobre su salud”, dice mientras
se prepara para cargar a Yayita en su espalda. Elizia carga un pequeño bulto de mantas y
alimentos para el trayecto por las montañas a temperaturas que descenderán por debajo
de cero grados antes de llegar a su casa, después de cinco horas.
UNICEF/Bolivia/Arnez
Eliza, quien está
embarazada de su segundo
hijo, consulta con la
nutricionista de un hospital.
una de las naciones más diversas del mundo
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En el Centro de Salud 18 de Marzo en
la ciudad de Santa Cruz de la Sierra,
el 36% de los nacimientos son de
madres adolescentes.
VIH y
SIDA
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Niñas, niños y adolescentes de Bolivia
UNICEF, en pro de resultados equitativos, apunta a mejorar el uso de intervenciones efectivas para el tratamiento y la
prevención del VIH para mujeres embarazadas, adolescentes y niños indígenas. Esto incluye fortalecer las competencias
institucionales con un enfoque integrado, donde participen los sectores de la educación y la salud, así como las familias,
profesores, líderes comunitarios y adolescentes, previniendo al mismo tiempo la violencia de género y el embarazo
adolescente. UNICEF también ofrece asistencia técnica para difundir el programa de Prevención de la Transmisión
Materno Infantil (PTMI) del VIH, así como servicios para evitar la sífilis congénita. Contribuye, también, a la atención de
los niños y niñas que viven con el VIH.
UNICEF/Bolivia/Duranboger
Servicios sociales
con calidad y equidad
Embarazo adolescente:
un desafío pendiente
en Bolivia
El sol brilla a través de las cortinas del Ratón Mickey mientras Anabela Díaz levanta
con cariño a su bebé, Génesis, para ver su alrededor: una espaciosa sala con cunas
y armarios abiertos llenos de ropa de bebé prolijamente apilada y osos de peluche.
Anabela y su bebé están en el Hospital 18 de Marzo en el corazón de la bulliciosa
ciudad de Santa Cruz de la Sierra, centro empresarial de Bolivia. Están tan bien
vestidas que parece que están a punto de salir a algún lugar especial por el día. Pero
no es así. Van a permanecer otro día más en la sala en la que están desde hace un
mes, mientras Génesis recibe tratamiento por una grave desnutrición aguda.
“Génesis tuvo una buena recuperación”, dice el Dr. Mario Valdez, quien cubre
las rondas de manera amistosa, conversando con cada madre o cuidador.
Inmediatamente tranquiliza a Anabela.
Anabela podría ser confundida con la hermana mayor de su bebé. Sin embargo,
Anabela ya tiene tres hijos. Tuvo el primero con solo 14 años después de abandonar
la escuela primaria y su segunda hija a los 16. “Dejé la escuela para ir a trabajar”,
explica sencillamente Anabela. “Mis hijos viven con mi madre”. El Dr. Valdez cuenta
más tarde que Anabela se escapó de su casa después de haber tenido problemas
familiares y estuvo viviendo en la calle.
“Anabela no amamantó a Génesis y tuvo una desnutrición grave”, dice el doctor. La
encontró una organización no gubernamental (ONG) que también buscó a su familia.
El embarazo adolescente es un desafío pendiente en Bolivia, que amenaza la vida y
el bienestar tanto de las madres como de sus hijos e hijas. Según la Organización
Mundial de la Salud, el riesgo de muerte materna es cuatro veces mayor entre
niñas de 16 años que entre mujeres de 20 a 30. Según la Encuesta Nacional de
Demografía y Salud de Bolivia de 200811, los hijos e hijas de madres adolescentes o
madres con poca educación son 3,5 veces más propensos(as) a morir. “Tienen más
posibilidades de ser prematuros y tener bajo peso al nacer y son más susceptibles a
la muerte neonatal o a sufrir futuros problemas de salud”, explica Claudia Vivas, Jefa
de Supervivencia Infantil y Desarrollo de UNICEF en Bolivia.
Reducir las muertes neonatales en Bolivia fue difícil. Entre 2003 y 2008, la
mortalidad neonatal en Bolivia se estancó en 27 bebes por cada 1.000 nacidos
vivos12 que mueren durante el primer mes de vida. El Dr. Valdez agrega que el
embarazo adolescente es además una de las causas que subyacen la desnutrición
infantil. Hasta un 38% de los casos de desnutrición del hospital corresponden a
bebés nacidos de madres adolescentes.
Los embarazos adolescentes parecen ser todavía más habituales en las zonas rurales.
“Es como si quedar embarazada a los 14 fuera normal”, dice el Dr. Ángel Fernández,
director del hospital rural de la municipalidad montañosa de Independencia, en
Cochabamba. “Es un gran problema”. Las niñas adolescentes que viven lejos de
11 ENDSA, 2008.
12 Ibíd.
una de las naciones más diversas del mundo
17
Estamos solo a mitad de
camino del año escolar y
ya hubo seis niñas de la
escuela que dieron a luz
y otra niña de mi clase
está embarazada”.
UNICEF/Bolivia/Pirozzi
casa para estar más cerca de la escuela son particularmente vulnerables. “Alquilan
habitaciones cerca de la escuela y viven allí sin la supervisión de un adulto”, dice
Ruth Muñoz, profesora de la escuela secundaria rural de Independencia. Comenta
también que la “cultura machista” de Bolivia contribuye al alto índice de embarazo
adolescente, ya que las niñas no creen que tienen el poder de decir que “no” a
las insinuaciones sexuales de sus pares. “Estamos solo a mitad de camino del
año escolar y ya hubo seis niñas de la escuela que dieron a luz y otra niña de mi
clase está embarazada. Yo le había advertido a la madre de la niña que el novio era
agresivo, pero su madre se resignó diciendo “eso es lo que me pasó a mí”.
18
Niñas, niños y adolescentes de Bolivia
Un bebé de 18 meses en
un Centro de Desarrollo
Infantil en el Municipio de
Monteagudo, Chuquisaca.
Muñoz dice que tratan de alentar a las madres adolescentes a que continúen
con su educación y cuiden adecuadamente a sus bebés. Da el ejemplo de cómo
permiten a las abuelas u otros cuidadores llevar a los bebés de las niñas al aula para
que puedan amamantarlos, pero muchas niñas prefieren no hacerlo y dejan a sus
hijos en condiciones de vulnerabilidad, a la desnutrición y otras enfermedades. “A
las niñas les da vergüenza. Se burlan de ellas y las acosan”, dice Muñoz. “La mayoría
ocultan su embarazo hasta los últimos meses o tanto como pueden”.
Mientras tanto se están tomando medidas para ayudar a Anabela a cuidar
mejor de Génesis. El Dr. Valdez dice que asesoraron a Anabela sobre el uso de
anticonceptivos y buenas prácticas de alimentación infantil. “Se va a quedar aquí
con su bebé durante dos semanas más mientras la bebé siga con el tratamiento y
mientras trabajamos con la ONG para encontrarles un lugar donde vivir”.
UNICEF/Bolivia/Duranboger
Anabela, una madre
adolescente, con su bebé
que está siendo tratada por
desnutrición aguda.
una de las naciones más diversas del mundo
19
Una niña guaraní se lava las manos en
la pileta de su hogar en la comunidad de
Itapenty, Monteagudo, Chuquisaca.
Agua,
saneamiento
e higiene
20
Niñas, niños y adolescentes de Bolivia
UNICEF ofrece asistencia técnica para incrementar el acceso sostenible al agua potable, eliminar la
defecación al aire libre y mejorar el acceso a saneamiento adecuado, así como mejores prácticas de
higiene. Las intervenciones apoyadas por UNICEF hacen hincapié en los grupos indígenas de las zonas
rurales alejadas para prestar servicios en los hogares y las escuelas. Los baños escolares se construyen
con enfoque de género como, por ejemplo, inodoros separados para los niños y las niñas. Además, UNICEF
está empezando a trabajar en la gestión de la higiene menstrual, así como también en la protección y
salud física en torno a los servicios de agua, saneamiento e higiene. También apoya el fortalecimiento de
las capacidades nacionales para la provisión de servicios de agua, saneamiento e higiene en situaciones
humanitarias para niños, niñas, mujeres y familias afectadas.
UNICEF/Bolivia/Pirozzi
Servicios sociales
con calidad y equidad
Agua y baños para las
comunidades rurales
dispersas
Los arroyos brillan con el sol mientras las llamas pastean libremente sobre las laderas
de las montañas. Pero la idílica escena contradice la verdad sobre el saneamiento
en Independencia, un municipio escasamente poblado de Cochabamba en el centro
de Bolivia donde, al igual que la mayoría de la población rural del país, el 49% defeca
al aire libre13.
Sin embargo, recientemente 48 familias de Queraya, una comunidad rural alejada
de la municipalidad de Independencia, cambiaron sus prácticas de higiene. El
último año, los miembros de la comunidad construyeron sus propios baños y
ahora, por primera vez, cuentan con instalaciones de agua potable en sus hogares.
Constantina Frías, madre de cinco niños, recuerda cómo solía salir apurada por los
empinados senderos montañosos para hacer sus necesidades en el campo. “Me
asustaba mucho al salir de noche; pensaba que me iba a caer”, dice. “Ahora, estoy
tan contenta con mi nuevo baño”.
La familia optó por una letrina de pozo dentro de un pequeño recinto de adobes
de barro y techo de calamina. A su esposo le llevó un mes cavar la letrina a la
profundidad apropiada y construir el recinto, ubicado en la montaña, cerca de su
casa. “Nuestra vida mejoró muchísimo”, dice entusiasmada. Constantina recuerda
como toda la familia solía tener diarrea, especialmente durante los meses de verano.
Al igual que en el resto del país, en el Municipio de Independencia, las enfermedades
diarreicas son uno de los principales problemas de salud entre los niños y niñas
menores de cinco años, comenta el Dr. Ángel Fernández, director del hospital rural
en la localidad del valle de Independencia.
Sin embargo, cambiar los hábitos de la gente es muy difícil. Indalicio Colomi, un
técnico que trabaja para el programa de agua y saneamiento de la municipalidad
de Independencia, reconoce que las comunidades tienen que convencerse de
la necesidad de cambiar sus hábitos con respecto al saneamiento. “Al principio
se resisten, pero después les explico el ciclo de contaminación; que podrían
terminar comiendo sus propias heces; y entonces lo aceptan”. Este tipo de
movilización comunitaria se conoce como enfoque de Saneamiento Total Liderado
por la Comunidad (SANTOLIC), ya que concientiza sobre los peligros para la salud
que conlleva la defecación al aire libre y empodera a las comunidades para que
encuentren las soluciones apropiadas sostenibles a nivel local. Hasta ahora, 13 de
las 155 comunidades que visita Colomi en su motocicleta se declararon “libres de
defecación al aire libre”, lo que implica que todos los miembros de la comunidad
usan una letrina o baño.
El enfoque de Saneamiento Total Liderado por la Comunidad se está replicando
gradualmente en todas las comunidades rurales dispersas. Alejandro Luján, Oficial
de Agua y Saneamiento Ambiental de UNICEF Bolivia, destaca que el enfoque se
tuvo que adaptar a la realidad de Bolivia, tomando en cuenta la diversidad del país
tanto a nivel geográfico como cultural. “Por ejemplo, en la región amazónica de
13 OMS/UNICEF, Progresos en materia de agua potable y saneamiento: informe de actualización 2014.
una de las naciones más diversas del mundo
21
Bolivia, que son tierras bajas y Cochabamba, que combina montañas y tierras bajas;
las comunidades tienen que definir cuál es el mejor tipo de baño para ellas y luego
nosotros les ofrecemos asistencia técnica”.
Una vez que construyen sus baños, cada miembro de la comunidad recibe
la instalación de agua en su casa. El mantenimiento de los nuevos sistemas
de saneamiento y agua se gestiona a través de Comités de Agua Potable y
Saneamiento, conocidos como CAPYS, que se crearon con el apoyo técnico de
UNICEF. Los CAPYS están formados por miembros electos de las comunidades
rurales y, en general, tienen un presidente, un secretario, un tesorero, un plomero
para el trabajo de mantenimiento y un promotor de la salud. Colomi destaca con
una sonrisa que “las comunidades generalmente prefieren elegir a una mujer como
tesorera ya que los hombres tienden a ser más derrochadores”.
También se está recomendando a las escuelas que creen comités de higiene y, poco
a poco, se están colocando instalaciones de agua y saneamiento en los centros
educativos. Según los datos recientes del Ministerio de Educación, los alumnos de
un 10,8% de las escuelas rurales tienen que defecar al aire libre porque no tienen
baños. Solo el 32% tienen piletas para lavarse las manos y el 13% no tienen acceso
a un sistema de agua14.
No obstante, la escuela de la comunidad de Constantina recientemente construyó
inodoros para niños y niñas y duchas con calderas solares, especialmente
importantes para los meses de invierno. Colomi también da charlas en escuelas
sobre higiene como parte de su trabajo.
Constantina está particularmente feliz con el agua corriente que recientemente
instalaron en su casa. Recuerda cómo su nieto de ocho años y su nieta de 17 la
ayudaban a recoger agua antes de irse a la escuela. Tenían que caminar 20 minutos
ladera abajo a la fuente de agua y luego subir camino arriba con los pesados cubos
14 Serie de datos del Sistema de Información de Educación, SIE, Ministerio de Educación, Bolivia 2009.
22
Niñas, niños y adolescentes de Bolivia
Las rutas son resbaladizas y hay
muchos precipicios profundos.
A algunas comunidades es
especialmente difícil llegar pero no
las podemos abandonar porque si
no, se darían por vencidas”.
de agua. La higiene personal de Constantina también mejoró. “Mis niños aprenden
sobre buenas prácticas de higiene en la escuela y después me las enseñan”, dice.
Sin embargo, la familia de Constantina tiene más suerte que la mayoría. Existen más
de 25.000 comunidades como Queraya que necesitan apoyo para implementar el
Saneamiento Total Liderado por la Comunidad con un enfoque boliviano. “Para poder
cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio se necesita asistencia técnica a nivel
nacional y subnacional para mejorar la cobertura de saneamiento y reducir la mortalidad
infantil”, dice Irma Peredo, Especialista de UNICEF en Saneamiento e Higiene.
Hasta ahora, Colomi siente que su trabajo se está haciendo bien, aunque recién
comienza. Hace muy poco que se capacitó para esta función particular después
de realizar un curso de un año financiado por UNICEF. Su comunidad lo eligió para
que asistiera a esta capacitación. Colomi comenta que es difícil transitar en su
motocicleta por el terreno montañoso, en especial cuando tiene que llegar a las
zonas más alejadas, a 5.000 pies sobre el nivel del mar. “Las rutas son resbaladizas
y hay muchos precipicios profundos. A algunas comunidades es especialmente
difícil llegar, pero no las podemos abandonar porque si no, se darían por vencidas”,
dice Colomi.
Darse por vencido no es una opción. El Alcalde de Independencia, Dr. Gonzalo Calcina
Santivañez, tiene el compromiso de transformar las montañas de Independencia en
un lugar saludable. “No es fácil porque las comunidades están muy dispersas pero,
de a poco, las prácticas de higiene están mejorando. Nuestro objetivo es que un
100% de la población tenga inodoro antes de 2020”.
UNICEF/Bolivia/Arnez
Constantina, una madre de
cinco hijos, tiene por primera
vez en su vida un baño e
instalación de agua potable
en su casa.
una de las naciones más diversas del mundo
23
Una enfermera pesa a un bebé en el
Hospital Central de Monteagudo.
Nutrición
24
Niñas, niños y adolescentes de Bolivia
UNICEF contribuye a la mejora del status nutricional en Bolivia a través del impulso para la aplicación de
prácticas clave de nutrición para prevenir y tratar la desnutrición crónica y otros tipos de desnutrición. Evitar
el retraso en el crecimiento es una preocupación particular que se aborda centrándose en la ventana crítica
de mil días de oportunidad entre la concepción y los dos años de edad. UNICEF también contribuye a la
implementación de intervenciones nutricionales efectivas a través de la planificación e identificación de
cuellos de botella y la sensibilización de autoridades y socios para la asignación de recursos destinados a
intervenciones multisectoriales efectivas, siendo de vital importancia mejorar la calidad y uso del sistema
de vigilancia nutricional, así como el uso de un enfoque intracultural e intercultural para mejorar las prácticas
alimenticias de los niños y las niñas. Asimismo, apoya el fortalecimiento de las capacidades nacionales
para asegurar la protección del status nutricional de niños, niñas y mujeres en situaciones de emergencia.
UNICEF/Bolivia/Pirozzi
Servicios sociales
con calidad y equidad
Los Hospitales Amigos de
la Madre y la Niñez ayudan
al desarrollo de los bebés y
demuestran ser populares
Lourdes Zegarra, de 27 años, está acostada en la cama del hospital y gesticula
mientras empieza a sentir los dolores de parto. “Está empezando a doler mucho”,
dice. Aunque siente dolor, no parece asustada.
Este será el tercer parto de Lourdes. Sus otros dos hijos, de 6 y 3 años, también
nacieron en el hospital. Pero Lourdes dice que espera que esta vez sea mejor
porque el hospital de Cliza desde entonces cuenta con la certificación de Amigo de
la Madre y la Niñez. “Me van a ayudar a amamantar correctamente a mi bebé y mi
marido podrá estar presente en el parto. Esto antes no pasaba”, dice.
La iniciativa Hospitales Amigos de la Madre y la Niñez fue lanzada por UNICEF y la
Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1991 para fomentar prácticas correctas
de lactancia materna. Un hospital puede recibir la certificación de Amigo de la Madre
y la Niñez después de poner en práctica diez medidas específicas para apoyar una
correcta lactancia y de superar una evaluación externa del hospital y su personal. En
Bolivia se incluyó otra medida: regular la publicidad de sustitutos de la leche materna
en los hospitales. Las medidas persiguen que las madres comiencen la lactancia
materna temprana antes de la primera hora de vida, practiquen la lactancia materna
exclusiva durante los primeros seis meses y a partir del sexto mes mantengan la
lactancia hasta los dos años conjuntamente con una alimentación complementaria
equilibrada en términos nutricionales, la cual debe ajustarse a la edad del niño o niña.
Los beneficios de la lactancia materna se comprobaron en forma generalizada.
Además de reducir drásticamente las tasas de desnutrición crónica, un bebé que se
alimenta exclusivamente de leche materna tiene 14 veces menos de probabilidades
de morir durante los primeros seis meses que un bebé que no se amamanta15.
Sin embargo, en Bolivia, solo el 60,4% de las madres amamantan en forma exclusiva
a sus bebés durante los primeros seis meses16. Las cifras recientes demuestran que
si bien la desnutrición crónica disminuyó entre niños y niñas menores de tres años
del 42% en 1989 al 18% en 201217, las tasas son considerablemente más elevadas
en las zonas rurales donde los promedios alcanzan el 25,9% en comparación con el
14,6% de las zonas urbanas18.
Hasta ahora, en Bolivia solo 16 hospitales fueron declarados Amigos de la Madre y
la Niñez19. “Debemos centrarnos en lograr más instituciones de maternidad amigas
de los niños y las niñas, en especial en zonas rurales”, explica Claudia Vivas, Jefa
de Sobrevivencia Infantil y Desarrollo de UNICEF en Bolivia. “Los niños y niñas
que no reciben lactancia materna no solo dejan de obtener los beneficios para la
salud que esta leche aporta, sino que además se está poniendo en riesgo la vida
15 The Lancet, 2008.
16 UNICEF, 2012.
17 Ministerio de Salud y Unidad de Análisis de Políticas Económicas y Sociales, UDAPE, 2012.
18 UDAPE, Séptimo informe de progreso de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en Bolivia, 2013.
19 Ministerio de Salud, Informe técnico de la Unidad de Nutrición, 2012.
una de las naciones más diversas del mundo
25
Cuando nació mi bebé y lo pusieron
sobre mi esposa, sentí el vínculo
que los une. Fue una experiencia
muy emocionante”.
de estos pequeños(as). La diarrea y las infecciones respiratorias son las dos causas
principales de la muerte infantil en Bolivia; estas enfermedades prevenibles se
pueden reducir drásticamente con la lactancia materna”.
El hospital de Cliza, ubicado en Cochabamba, se utiliza como modelo. Todo el
hospital de Cliza está lleno de carteles en las paredes que fomentan la lactancia
materna y prohíben sustitutos de la leche materna, biberones y tetinas gratuitos o
de bajo costo.
La Dra. María del Carmen Mendieta, responsable del programa del hospital de Cliza,
capacitó a 73 miembros del personal sobre la iniciativa de lactancia materna. El
personal tuvo que realizar una prueba escrita y oral, y un equipo de evaluadores, que
incluía a un representante de UNICEF, entrevistó a mujeres embarazadas y madres
puérperas elegidas en forma aleatoria, sobre sus experiencias en el hospital.
La doctora explicó que adaptaron la iniciativa a la realidad de Bolivia, para que la
experiencia tuviera en cuenta aspectos culturales específicos. “Por ejemplo, las
mujeres pueden elegir qué posición quieren adoptar durante el parto (en algunas
culturas las mujeres prefieren dar a luz de pie). Siempre tratamos de adaptarnos a
las prácticas culturales que no sean perjudiciales”. El hospital también fomenta una
mayor participación de los padres. “Los hombres antes no venían a las consultas”,
dice la doctora. “Cuando los invitaba, al principio se resistían, pero ahora ven que
vale la pena”.
Danny Villarroel, de 28 años, es uno de los padres de Cliza a favor de esta iniciativa.
“Asistí a todas las consultas prenatales con mi esposa y estuve presente en el
parto”, dice mirando cariñosamente a su esposa, Patricia, que amamanta a su hijo
26
Niñas, niños y adolescentes de Bolivia
Santiago de una semana. “Cuando nació mi bebé y lo pusieron sobre mi esposa,
sentí el vínculo que los une. Fue una experiencia muy emocionante”.
Además de las consultas regulares postnatales y los talleres sobre lactancia
materna que se llevan a cabo en el hospital cada dos meses, su esposa Patricia, al
igual que todas las nuevas madres, recibirá apoyo en su comunidad. Por ejemplo,
la Dra. Mendieta y su equipo realizan visitas semanales a las casas y trabajan en
coordinación con comités de lactancia materna creados en todas las comunidades.
Mayda Hinojosa, de 29 años, es la jefa del comité de lactancia materna de Villa El
Carmen, a siete kilómetros del hospital de Cliza. “Fui elegida por mi comunidad”,
explica Mayda. “Mi función es hacer de enlace entre las nuevas madres de la zona
y el hospital. Por ejemplo, visito a las nuevas madres durante los primeros días
después del nacimiento. Si tienen algún problema, llamo al hospital y envían a un
doctor o enfermero”. Mayda nos concede la entrevista antes de asistir a una consulta
de rutina con su robusto bebé de 14 meses, Andy. Ella reconoce que si no fuera
por el asesoramiento del hospital no habría alimentado a su bebé correctamente.
“Antes no conocía la iniciación temprana de la lactancia materna”.
El apoyo que reciben las mujeres embarazadas y nuevas madres, particularmente
sobre la lactancia, fortaleció la relación entre el hospital y la comunidad. La Dra.
Mendieta destaca que, en 2011, solo el 20% de las mujeres embarazadas de la zona
vino al hospital a dar a luz, en comparación con un 60% en 2013, cuando el hospital
se certificó como Amigo de la Madre y la Niñez. “Este mes (junio de 2014), tuvimos
36 nacimientos; es un número nunca antes registrado”, dice la Dra. Mendieta con
entusiasmo. Lourdes pronto tendrá el nacimiento 37, y parece confiada de que el
hospital le dará el apoyo necesario durante el parto y los meses venideros, cuando
ella amamante y cuide a su bebé.
UNICEF/Bolivia/Cuéllar
Una madre adolescente asiste a una
sesión de consejería a un Hospital
Amigo de la Madre y la Niñez en la
ciudad de La Paz.
una de las naciones más diversas del mundo
27
Las niñas del pueblo indígena Yampara
acuden a la escuela vistiendo sus trajes
tradicionales en el pueblo de Pisili,
Municipio de Tarabuco en Chuquisaca.
Las lecciones son tanto en español
como en quechua.
Educación
28
Niñas, niños y adolescentes de Bolivia
UNICEF busca incrementar el acceso de las niñas y niños a una educación de calidad, a una edad adecuada, al
aprendizaje temprano culturalmente apropiado, así como a la educación preescolar, educación primaria y educación
secundaria, sobre todo para los grupos indígenas más vulnerables y marginados. UNICEF lo logra a través del
apoyo al sistema educativo plurinacional en todos los niveles. El objetivo es consolidar la educación intracultural,
intercultural y multilingüe a través del apoyo técnico y el fortalecimiento de la capacidad institucional para la
planificación y elaboración de presupuestos para la equidad y mejores procesos pedagógicos. La participación
de la comunidad es clave y también es fomentada por UNICEF. Las organizaciones rurales e indígenas que se
centran en las niñas, adolescentes y mujeres reciben asistencia prioritaria.
UNICEF/Bolivia/Pirozzi
Servicios sociales
con calidad y equidad
Educación intercultural
bilingüe en Bolivia
Hacer que la educación “hable” con los pueblos indígenas
La mayoría de las niñas y niños tsimanes se muestran avergonzados al hablar
sobre su vida con los extraños; ellos prefieren ilustrar sus vivencias dibujando. Sus
dibujos ilustran la vida en la selva amazónica; bosquejan los arcos y flechas que
usan para cazar, los botes y lanzas para la pesca y la vida de animales silvestres
como leopardos, monos, tortugas y caimanes.
Estos niños y niñas viven en los densos bosques tropicales de Bolivia a lo largo del
río Beni. El bosque les da alimento y refugio y es fundamental para su vida espiritual
y cultural. Pero son extremadamente pobres y, hasta hace poco, muchos de ellos
pensaban que la educación no era relevante para su vida.
Sin embargo, bajo la Presidencia de Evo Morales, el primer presidente que proviene
de los grupos indígenas de Bolivia, el año 2010 se promulgó la Ley de Educación
Avelino Siñani – Elizardo Pérez, que hace obligatoria la educación intercultural bilingüe.
Para encontrarse con nosotros, los niños y niñas tsimanes –durante su periodo de
vacaciones escolares–, han tenido que caminar largas distancias hasta el pueblo
San Borja donde se encuentra la Dirección Distrital de Educación. La oficina también
funciona como almacén de recursos y está repleto de libros dedicados a la cultura
bilingüe, escritos tanto en tsimane como en español. El propio centro de recursos
es lejano y requirió de un viaje de cuatro horas a través de caminos de pista de lodo
profundo que atraviesan el bosque desde una pista de aterrizaje de la población de
Rurrenabaque en el área amazónica del departamento de La Paz.
A Nené Tayo Sarabia, 16, le gusta prestarse libros del centro. Toma algo de ánimo
para sobreponerse a su timidez. “Los libros son buenos cuando hablan de nuestra
cultura. Estoy orgullosa de ser tsimane”, dice tranquilamente, estableciendo un
breve contacto visual. La vida de Nené es muy diferente a la de las niñas de otras
ciudades de Bolivia. “Me despierto antes que salga el sol para limpiar y cocinar”,
dice Nené. “Llego a la escuela a las 07:30 y terminamos a las 12:30. Luego voy a
pescar y cuido nuestros animales antes de preparar la cena”. La familia, compuesta
por diez personas, tiene una parcela de subsistencia cerca del río con árboles de
plátano y plantaciones de arroz, yuca y caña de azúcar. No tienen electricidad.
Aunque Bolivia ascendió recientemente al status de país de renta media, el 43 por
ciento de la población se clasifica como pobre. La población indígena amazónica
soporta los niveles más altos de pobreza en comparación con cualquier otro grupo.
Un niño o niña de las áreas urbanas más ricas completa un promedio de 14,4 años
de escolaridad en comparación con dos años de una niña indígena en la Amazonía.
(UNICEF, UDAPE, 2010).
Al preguntarle si quiere seguir en la escuela, Nené dice “depende de mis padres,
pero me gustaría continuar. No quiero ser como mi hermana”. Cuenta que su
hermana mayor, Reaya, abandonó la escuela cuando estaba embarazada con apenas
14 años, ahora, a la edad de 24 años, tiene tres hijos. “Ella estaba enamorada de su
novio”, dice simplemente Nené.
La política educacional para la educación intercultural y bilingüe está dirigida a
aumentar el acceso a una educación de calidad a los 37 pueblos indígenas de todo
el país. Pedro Apala Flores, Director del Instituto Plurinacional de Lengua y Cultura,
admite que se enfrentan a enormes desafíos para adaptar el sistema educativo.
Tienen que aprender acerca de las diversas costumbres y culturas de todos los
una de las naciones más diversas del mundo
29
Los hombres pensaban que si las niñas estudiaban, no
iban a querer servir a los hombres. Los hombres decían
que sólo los hombres podrían ser líderes de la comunidad
y que las niñas sólo deben aprender a cocinar”.
grupos indígenas, entrenar a maestros en educación bilingüe, así como desarrollar
material educativo culturalmente apropiado. Su propio grupo de población, los
puquinas, ha desaparecido.
Apala explica que desarrollan el material educativo basado en los hallazgos e
investigaciones de los Institutos de Lengua y Cultura de cada grupo indígena, cuyos
representantes son elegidos por cada comunidad. Los representantes electos
locales utilizan métodos tradicionales para asegurar que su cultura y costumbres
estén siendo representadas, ello incluye hablar con los ancianos y miembros de la
comunidad sobre las historias que les narraron los ancianos que les antecedieron,
dice Apala. “Las investigaciones antropológicas realizadas por extranjeros a veces
pueden ser demasiado técnicas y ciertas palabras se pierden en la traducción”.
El Especialista en Educación de UNICEF, Adan Pari, quien también pertenece a un
grupo indígena, trabaja en estrecha colaboración con el Instituto Plurinacional de
Lengua y Cultura para apoyar el desarrollo de materiales de aprendizaje, incluyendo
juegos, afiches, vídeos y libros de texto. “El material debe representar la diversidad
de todas las culturas, respetar la naturaleza, ser socialmente inclusivo y sensible al
género, así como intercultural y multilingüe”, dice Pari.
La Directora Distrital de Educación de San Borja, María Rosa Zapata Martínez,
está orgullosa de sus logros desde que tomó esa responsabilidad hace ocho
años. “Entonces, sólo el cincuenta por ciento de los niños y niñas tsimane estaba
escolarizado, no tenía ningún maestro graduado profesionalmente y algunas
comunidades no tenían escuela”. Las niñas y adolescentes eran particularmente
desfavorecidas. “Los hombres pensaban que si las niñas estudiaban, no iban a
querer servir a los hombres”, dice Martínez. “Los hombres decían que sólo los
30
Niñas, niños y adolescentes de Bolivia
hombres podrían ser líderes de la comunidad y que las niñas sólo deben aprender a
cocinar”. Hoy en día, la Municipalidad de San Borja tiene 36 escuelas, 60 maestros
capacitados en educación bilingüe, de los cuales unas veinte son mujeres. También
hay un centro de alfabetización de adultos para aquellos que han abandonado la
escuela. “Es un cambio positivo”, dice Martínez.
En toda Bolivia, 44 mil profesores han sido capacitados con formación complementaria
para la educación intercultural y bilingüe y actualmente 110 mil más quieren formarse;
constituyendo el 78,5 por ciento de todos los maestros en el país.
Sin embargo, Martínez señala que la infraestructura de numerosas escuelas en
la Amazonía es una limitación. Muchas están hechas de materiales locales y no
tienen electricidad, servicios de saneamiento adecuados o agua corriente. Durante
las crecidas de este año, las escuelas se inundaron y algunos alumnos aún están
pasando clases en tiendas de campaña.
Una de las maestras, Cecilia Maito Tayo, agrega que el ausentismo escolar durante la
temporada de caza es otra cuestión que debe abordarse. “Las familias no llevan a sus
hijos a la escuela durante una semana para ir de caza en familia. Yo, personalmente, las
visito y les pido que no hagan que sus hijos abandonen sus clases”.
A pesar de los desafíos, la actitud hacia la educación está cambiando en la selva
amazónica. Jorge Tayo Apo, padre de Nené, dice que su hija mayor Reaya, ahora está
completando su formación en el centro de alfabetización de adultos, y quiere que
Nené continúe sus estudios. “Antes la educación no era importante para nosotros”,
reconoce. “Pero ahora con esta nueva educación es como si los libros nos estuvieran
hablando. Hablan de las cosas importantes y nos ayudan a preservar nuestra cultura”.
UNICEF/Bolivia/Arnez
Nené disfruta de los textos
escolares porque
“ellos hablan de su
propia cultura”.
una de las naciones más diversas del mundo
31
Alejandra de nueve años en una sesión
con Nancy, una de las terapeutas del
Centro de Atención Terapéutica (CEPAT)
en la ciudad de Potosí. El Centro ofrece
apoyo terapéutico y psicosocial a niñas,
niños y adolescentes víctimas
de abuso sexual.
Protección
de niños,
niñas y
adolescentes
32
Niñas, niños y adolescentes de Bolivia
El objetivo es proteger a los niños, niñas y adolescentes contra toda forma de violencia (sexual, emocional y física) y
contra la explotación y el abuso. Para lograrlo, UNICEF apoya al sistema de protección de niñas, niños y adolescentes
a nivel nacional, departamental y municipal. UNICEF ayudó a reforzar la red de Servicios Departamentales de Gestión
Social (SEDEGES) y fortaleció la capacidad de otras instituciones de protección. Por ejemplo, apoya la capacitación
de fiscales en el uso de técnicas de interrogatorio adaptadas a niñas, niños y adolescentes, como el modelo de la
cámara Gesell, junto con la provisión de intervención psicosocial para las víctimas, principalmente niñas víctimas de
violencia sexual.
También ofrece asistencia técnica para las reformas jurídicas en el área de la protección de la infancia, niñez y
adolescencia. Esto incluye promover un modelo para ayudar a los adolescentes en conflicto con la ley, apoyar
medidas para erradicar las peores formas de trabajo infantil y reducir a cero la cantidad de niños y niñas sin registro de
nacimiento. UNICEF defiende las políticas de protección infantil y apalanca fondos de los presupuestos nacionales.
Se están implementando intervenciones diseñadas especialmente para niños y niñas que viven en situación de calle
en las cuatro ciudades más pobladas de Bolivia. Además, se fomenta la conciencia de la comunidad respecto a la
protección y los efectos de todas las formas de violencia contra las niñas, niños y adolescentes.
UNICEF/Bolivia/Pirozzi
Protección de niños,
niñas y adolescentes
Una vida delictiva versus
un futuro brillante
Con una sentencia por un supuesto robo y siendo parte de una pandilla, por
“protección”, Juan (nombre ficticio), de 14 años de edad, podría fácilmente haber
terminado viviendo en la criminalidad, sin embargo, hoy quiere ser abogado.
A diferencia de la mayoría de los adolescentes en conflicto con la ley en Bolivia, Juan pudo
evitar ir a la cárcel. En cambio, el juez que se encargó de su caso, dispuso que asistiera
a un centro socioeducativo, una institución nueva y especializada para adolescentes en
conflicto con la ley en el departamento de Santa Cruz. Es el único centro de este tipo en
el país y promueve medidas alternativas a la privación de la libertad.
“Cuando Juan llegó al centro, estaba enojado”, dice Iris Tellez, su asistente social.
Insistía en que no había cometido el delito y que se trataba de un caso de confusión
de identidad. Hoy, después de cinco meses de sentencia, no hay signos de enojo
porque Juan tuvo la oportunidad de reflexionar en lo que había hecho y contar
con posibilidades de cambiar el rumbo de su vida. Aprendió nuevas habilidades
en el centro, le va bien en la escuela y se convirtió en una figura destacada de la
comunidad, a través de la participación en eventos sociales.
Su actitud positiva se refleja en el cuidado que pone en su apariencia y modales.
Se viste bien, con pantalones vaqueros, su cabello luce bien y sus grandes ojos
miran a quien le habla. Con una sonrisa encantadora, habla abiertamente sobre su
estadía en el centro y su vida en la comunidad. Muestra con orgullo una foto suya,
vestido de payaso animando una fiesta infantil (actividad que le encanta y hace con
regularidad los fines de semana).
Juan agradece particularmente el asesoramiento y la orientación que recibió en el
centro porque le ayudaron a mejorar la relación con su madre. “Antes me enojaba
fácilmente. Ahora tengo más control”, dice Juan, uno de ocho hermanos, que vive con
su madre y padrastro. Como parte del abordaje integral de reparación, los padres de
los adolescentes también tienen que asistir a los asesoramientos. Esto es importante,
comenta Rosana Vega, Jefa de Protección de la Niñez y Adolescencia de UNICEF en
Bolivia, porque el apoyo de los padres, así como la comunicación intergeneracional entre
padres e hijos, son factores clave para el éxito de la intervención con el adolescente.
Para lograrlo, la intervención se realiza con un equipo multidisciplinario, compuesto de
asistentes sociales, psicólogos, abogados y educadores”.
Los adolescentes también deben asistir a la escuela local, además de inscribirse
y aprobar con éxito un curso de seis meses en el centro, que pueden ser sobre
cocina, computación o reparación de teléfonos celulares. Las seis adolescentes
mujeres del centro también tienen la opción de aprender peluquería. “Lo más difícil
es despertarme todos los días temprano para llegar al centro en hora”, dice Juan,
que asiste a la escuela en la tarde.
Juan eligió el curso de reparación de celulares, que terminó rápido. “Ya reparé el
teléfono de mi amigo”, dice con orgullo. El clima que se respira en el centro es
relajado. Un tentador aroma inunda el edificio mientras un grupo de adolescentes,
vestidos con delantales blancos bien ajustados y gorros de chef preparan una
comida. En el patio del fondo, el profesor de teléfonos celulares ordena su equipo
en una oficina modesta. Al preguntarle sobre Juan, dice: “Fue mi mejor alumno”.
La mayoría de los adolescentes, como Juan, fueron condenados por hurto,
pero un 23% están condenados por robo agravado y un 14% por violación20.
La coordinadora del programa, Elsie Morales, explica que la mayoría proviene
20 SEDEPOS-Servicio de Políticas Sociales. Programa especializado en adolescentes en conflicto con la ley.
una de las naciones más diversas del mundo
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de entornos problemáticos, que con frecuencia implican violencia doméstica,
consumo de alcohol y drogas y la pertenencia a pandillas. “Con frecuencia, las
pandillas explotan a los adolescentes y los obligan a robar”, comenta. Morales
también dice que algunos de los padres quieren abandonar a sus hijos en el centro.
“Cada adolescente que hay aquí es parte de nuestras vidas, como un familiar, así
que cuando un padre rechaza a su hijo, nos lastima a nosotros” dice.
Sin embargo, el Estado Plurinacional de Bolivia todavía tiene como materia pendiente
la aplicación de un sistema integral de justicia juvenil, dado que la mayoría de los
adolescentes que cometen alguna infracción a la ley aún se los envían a las cárceles
de adultos. La situación mejora de a poco. “La promulgación de la ley del Código Niña,
Niño y Adolescente en julio de 2014 es un avance significativo en materia de inclusión
de un capítulo dedicado especialmente a cómo se requiere trabajar con los adolescentes
que cometen infracciones, dentro de un sistema de justicia especializada”21, explica
Vega. “Esto significa que Bolivia tiene el compromiso de que la legislación sobre niños
y adolescentes sea conforme con la Constitución y las normas internacionales. Más
aún, implica que habrá una mayor comprensión de que el adolescente que comete una
infracción también es una víctima y necesita una intervención especial para que pueda
tener otra oportunidad de transformarse en un ciudadano”.
El Centro de Santa Cruz ya se utiliza como modelo a replicar en los otros departamentos
del resto del país. UNICEF también apoyó la capacitación de los profesores y educadores
sobre cómo ayudar a los adolescentes que cometieron infracciones menores, así como
con jueces, fiscales y policías sobre enfoques apropiados para estos adolescentes niños durante los procedimientos legales. Particularmente, UNICEF promueve la
aplicación de medidas alternativas a la privación de libertad siempre que sea posible,
según la gravedad de la infracción y que se ofrezcan nuevas oportunidades para que los
adolescentes se desarrollen plenamente.
El equipo técnico del Centro de Santa Cruz también trabaja con las comunidades,
por ejemplo, dando charlas preventivas en las escuelas para que los niños, niñas
y adolescentes entiendan las consecuencias de sus actos, particularmente
aquellos que pueden ser infracciones. Sin embargo, es todo un desafío lograr la
participación y el compromiso de los padres en estas actividades, como expresa
Morales. “Si tenemos aproximadamente mil adolescentes, solo vendrán unos
cien padres”. No obstante, dice, los que vienen suelen “hablar en forma abierta y
logramos un debate dinámico sobre cómo detener la violencia y las drogas en sus
comunidades”. Por su lado, la asistente social de Juan, Tellez, agrega que la madre
21 Ley N° 548, Código Niña, Niño y Adolescente, 2014.
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Niñas, niños y adolescentes de Bolivia
La promulgación de la
ley del Código Niña, Niño
y Adolescente en julio
de 2014 es un avance
significativo en materia de
inclusión de un capítulo
dedicado especialmente a
cómo se requiere trabajar
con los adolescentes que
cometen infracciones,
dentro de un sistema de
justicia especializada
conforme con la
Constitución y las normas
internacionales”.
de Juan fue especialmente “un gran apoyo” y participa comprometidamente en
las actividades que incluyen las sesiones de orientación y consejería. “El apoyo a
los padres es esencial para asegurar el éxito en la intervención con el adolescente
ya que les proporciona las herramientas necesarias para mejorar la comunicación
intergeneracional a la vez que les propicia alternativas en métodos disciplinarios no
violentos”, agrega Vega.
Prueba del éxito del Centro es que solo un 3% de los adolescentes reinciden. “Nuestro
compromiso con los adolescentes es que egresen del Centro, con un programa de vida
y posibilidades de empleo, junto a la formación que reciban”, dice Morales.
Parece que Juan no elegirá una vida al margen de la sociedad para su futuro porque
adquirió no solo nuevos conocimientos y habilidades, sino que también logró
afianzar su autoestima. Por ello, también pudo trabajar y ahora contar con un plan
de vida. “La experiencia de este último año me enseñó mucho sobre el derecho.
Creo que voy a ser un buen abogado”, afirma felizmente.
UNICEF/Bolivia/Duranboger
Los adolescentes en conflicto con
la ley que asisten al centro tienen la
oportunidad de cambiar el curso de
sus vidas.
una de las naciones más diversas del mundo
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Los hermanos Vela de la comunidad
Molle Mayu, Municipio de Icla.
Chuquisaca.
Monitoreo y
generación de
conocimientos para
la promoción
de los derechos
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Niñas, niños y adolescentes de Bolivia
UNICEF apunta a elaborar una legislación y políticas sociales sostenibles y eficientes con
base empírica a favor de niños, niñas y adolescentes, con una asignación presupuestal
apropiada. Esto implica apoyar al Gobierno y a las principales instituciones del Estado, como
la Asamblea Legislativa.
UNICEF también ayuda en la recolección de datos desagregados, que incluye la actualización
de análisis de situación sobre niños y niñas y la asistencia con un estudio multidimensional
sobre pobreza infantil. Con estas pruebas se identifican las barreras y los cuellos de botella
que dificultan el acceso a servicios de calidad y se utilizan para fomentar y apalancar fondos
para aplicar políticas y presupuestos que tengan en cuenta las necesidades de los niños.
UNICEF ofrece asesoramiento técnico sobre cómo abordar las continuas desigualdades,
brinda asesoramiento sobre reforma legislativa y elabora políticas adaptadas a niños y
niñas, a través de herramientas de establecimiento de costos y protección.
UNICEF/Bolivia/Pirozzi
Monitoreo y generación de conocimientos
Promover un sistema de
protección social integrado
para proteger a las niñas
y niños más vulnerables
A pesar de la clasificación de Bolivia como país de ingresos medios-bajos,
aproximadamente un 43% de los 10 millones de habitantes del país vive bajo la
línea de pobreza nacional22.
Deyna Mamani, al igual que cientos de miles de niños y niñas atrapados en el círculo
vicioso de la pobreza, siente la necesidad de complementar los ingresos familiares.
Ofrece una entrevista sobre la perspectiva de los derechos del niño en una oficina
mal iluminada del centro comercial de La Paz. La oficina pertenece a la Unión de
Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadores de Bolivia (UNAT’sBO), organización
no gubernamental creada por niños trabajadores con el fin de protegerse de la
explotación. “Todos los niños deben tener tiempo para ir a la escuela, para hacer las
tareas domésticas y jugar con sus amigos”, dice Deyna.
Deyna también tiene una clara visión del trabajo infantil; hace mención a un niño de
13 años que evidentemente le dejó un marcado recuerdo. “Trabaja muchas horas,
de 6 a.m. a 9 p.m., poniendo ladrillos. Al principio ni siguiera recibía un pago y no
está yendo a la escuela”, cuenta.
En una conferencia reciente de niños, niñas y adolescentes trabajadores en
Cochabamba, a seis horas en vehículo desde La Paz, Deyna destacó que los niños
22 UDAPE, Séptimo informe de progreso de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en Bolivia, 2013.
necesitan más apoyo para asistir a la escuela. “Por ejemplo, algunas escuelas
insisten en que los niños compren dos uniformes escolares; pero nosotros no
tenemos dinero para pagarlos”.
Deyna parece tener más de 12 años; quizá sea porque es muy elocuente, o tal vez
tuvo que madurar rápido porque trabaja desde que tenía ocho años. Vende bebidas
calientes y jugos con su abuela en un agitado mercado del centro de La Paz. Su
horario de trabajo comienza a las 6 a.m. antes de ir a la escuela; también trabaja
unas horas después de la escuela, ya que comparte turnos con su primo. Después,
en vacaciones trabaja de 6 a.m. hasta el mediodía. “Ahora me gusta trabajar”, dice
Deyna. “Aprendí a vender, conozco gente, me siento útil y puedo tener dinero para
vestirme bien y comprar materiales para la escuela”.
Sin embargo, Deyna admite que a veces piensa que sus condiciones laborales son
difíciles. “Algunos clientes me discriminan y dicen que mis manos están sucias”. Deyna
se quemó con té varias veces; tiene una gran cicatriz de una quemadura en el pie.
También confiesa que cuando tenía ocho años no quería trabajar. “Era una necesidad. Yo
necesitaba el dinero para ayudar a mi familia y comprar los materiales escolares”.
Muchos niños, como Deyna, tienen que soportar extensas jornadas de trabajo, a
veces en condiciones adversas, con calor y agotadoras. “El trabajo infantil puede
causar problemas permanentes en los niños y niñas, que pueden impedir que
una de las naciones más diversas del mundo
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desarrollen todo su potencial y negarles que tengan las mismas oportunidades
que otros niños que no tienen que trabajar”, expresa la Especialista en Políticas
Sociales de UNICEF, Liliana Chopitea. “También es perjudicial para la economía
porque socava el desarrollo de una fuerza de trabajo calificada y la eliminación de
la pobreza”.
Para ayudar a niños como Deyna se necesita un enfoque holístico que incluya una
fuerte promoción de la concienciación sobre los derechos de la niñez y la creación
de capacidades para fortalecer las instituciones del Estado.
UNICEF apoya al Gobierno y a las principales instituciones del Estado, como la
Asamblea Legislativa, para que elaboren leyes con base empírica que sean
sostenibles y eficaces, y políticas sociales en favor de los niños y adolescentes,
con una asignación presupuestaria apropiada. Recoger datos actualizados es una
prioridad. El Jefe de Monitoreo y Gestión del Conocimiento de UNICEF, Xavier
Sire, destaca que se requieren datos más precisos para identificar a las familias
más vulnerables y sus necesidades a fin de poder poner en práctica un sistema
de protección social más sostenible y eficaz. “Generar pruebas precisas sobre la
situación de los niños puede ser costoso, pero permite a UNICEF promover mejores
presupuestos que tengan en cuenta la problemática infantil e introducir cambios en
las políticas, para que éstas sean más sostenibles, adaptadas a la niñez y eficaces”,
expresa Sire.
Las medidas de promoción de UNICEF cuentan con la ayuda de la Red Parlamentaria
por la Niñez y Adolescencia, que UNICEF ayudó a crear en 2009. Cabe destacar que
sus 70 miembros ocupan escaños en el Senado y la Cámara de Diputados, y forman
parte de las comisiones parlamentarias claves. Javier Zavaleta, ex-Presidente de la
Red y diputado del Parlamento, se reúne regularmente con UNICEF para debatir
sobre políticas y su impacto en los derechos del niño. Zavaleta menciona: “Pudimos
hacer oír nuestras voces en los debates parlamentarios y creamos conciencia sobre
la importancia de tener siempre en cuenta los derechos del niño en las políticas
públicas a nivel nacional y subnacional”.
Zavaleta también tuvo la oportunidad de participar en la comisión a cargo de la
redacción del Código Niña, Niño y Adolescente (aprobado en julio de 2014)
que, a pesar de reconocer la edad mínima de 14 años al igual que los tratados
internacionales, incluye dos excepciones para los niños de entre 10 y 12 años
de edad. Significativamente, el código dispone que el Estado elimine el trabajo
infantil en el transcurso de cinco años a través de la aplicación de un programa de
protección social.
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Niñas, niños y adolescentes de Bolivia
Pudimos hacer oír
nuestras voces en los
debates parlamentarios
y creamos conciencia
sobre la importancia
de tener siempre en
cuenta los derechos del
niño en las políticas
públicas a nivel nacional
y subnacional”.
Zavaleta reconoce que como miembros de la Asamblea Legislativa, los miembros
de la red todavía tienen que abordar muchas problemáticas a fin de defender los
derechos del niño. Una de ellas es promover una mayor asignación de recursos del
presupuesto nacional anual para hacer realidad los cambios necesarios. Agrega que
se debe cambiar las actitudes. “Trabajamos a nivel nacional, pero se necesita más
trabajo para sensibilizar a los gobiernos, comunidades, escuelas y familias a nivel
subnacional, en particular sobre el trabajo infantil”.
En cuanto a Deyna, ella está al tanto de los argumentos en torno al trabajo infantil.
En el clima actual, siente que tiene que seguir trabajando para lograr sus objetivos.
“Quiero ser médica para poder cuidar a los demás”, dice. Reflexionando nuevamente
sobre su amigo que trabaja poniendo ladrillos, Deyna se inclina hacia adelante y,
mirándonos a los ojos, dice enfáticamente: “Al igual que en muchos casos, este
niño solo sigue con ese tipo de trabajo en malas condiciones por necesidad. Se
precisa más ayuda para las familias pobres”.
UNICEF/Bolivia/Pirozzi
Niñas, niños y
adolescentes de
www.unicef.org/bolivia
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