Cuando me dicen que soy el último monetarista, digo

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LATERCERA Lunes 29 de agosto de 2016
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Francisco Rosende 1956 - 2016
Francisco Rosende
Entrevista póstuma
“Cuando me dicen que soy el último monetarista,
digo, mi aporte entonces ha sido ser distinto”
R En esta conversación inédita, de hace tres meses, el
R “He intentado hacer planteamientos serios, con la mejor
economista habló de su vida académica, de Chicago, de
quienes lo influyeron y de su aporte a la discusión país.
Olga Bustamante F.
En el Club Manquehue, donde todos lo conocían -desde el portero
hasta el señor del casino- porque ahí
jugaba tenis cuando su horario en
la UC se lo permitía, transcurrió
esta conversación a fines de mayo
pasado. Francisco Rosende ya llevaba varios meses luchando contra su
enfermedad, pero seguía lleno de
ideas, de proyectos, de convicción.
¿Cuál es la principal enseñanza que
ha buscado entregarle a sus alumnos en el estudio de la economía?
Lo que enfatizo normalmente en
mis clases es la existencia de problemas reales que requieren que ellos
se hagan cargo. Hago sistemáticamente un contrapunto entre los
problemas reales y lo que los economistas hacen para intentar comprenderlos y las respuestas de políticas adecuadas a ello. Y en ese sentido, naturalmente, uno no se queda
con “la respuesta”, pero les plantea
alternativas y espera que piensen.
Ese contrapunto entre el mundo
real y la vida académica lo he considerado siempre muy relevante.
¿Y más allá de lo estrictamente
académico?
Nunca he tenido un plan explícito, pero sí he buscado transmitirles cariño por la profesión que están ejerciendo, cosa que he logrado porque tengo muchos alumnos
que se han dedicado a la economía
en distintos gobiernos, varios han
sido ministros y si bien no lo considero mérito mío porque han tenido muchos profesores en la carrera, yo creo que alguna gotita de
eso puede haber quedado.
¿Se considera un economista de la
U. de Chile porque estudió ahí, o
de la U. Católica porque es en ese
lugar donde ha desarrollado su
vida profesional?
Yo estudié en la Chile, lo pasé muy
bien y tengo grandes recuerdos de
ello. Profesionalmente hoy día soy
un economista de la Católica porque
estoy trabajando ahí, así que esa
dicotomía la llevo conmigo.
¿Pero eso habla de un corazón
partido, o de uno que se inclina
más para un lado en términos de
sentido de pertenencia?
Yo hoy día profesionalmente me
siento absolutamente identificado
con lo que hago en la U. Católica.
Imagínese, estuve 18 años de decano, no fue solamente ser profesor.
Pero no desconozco, ni desprecio,
todo lo contrario, guardo con gran
cariño mi paso por la Universidad
de Chile. Ahora, curiosamente, a
lo que más se hace referencia -en
broma- en mi vida universitaria es
a ser un chicago a la antigua si se
quiere. Eso pareciera ser más fuerte que lo de la Chile o la Católica,
porque las generaciones nuevas no
es que tengan una perspectiva tan
distinta, pero a veces tienen métodos distintos y ahí tenemos nuestros
contrapuntos.
evidencia que he tenido. Ahora, si han sido un aporte o
no, no lo puedo juzgar yo”, manifestó sobre su legado.
SU PRINCIPAL ENSEÑANZA
“Hago sistemáticamente un
contrapunto entre los
problemas reales y lo que los
economistas hacen para
intentar comprenderlos y las
respuestas de políticas
adecuadas”.
U. DE CHILE Y LA PUC
“Me siento absolutamente
identificado con lo que hago
en la UC. Pero no desconozco,
ni desprecio, todo lo contrario,
guardo con gran cariño mi
paso por la U. de Chile”.
En ese sentido, ¿qué ha representado la U. Católica para usted?
Ha sido mi casa durante los últimos
casi 30 años. Es un lugar donde me
he desarrollado plenamente. Ahora, ser decano nunca lo esperé, jamás me imaginé. Después de estar
10 años en el Banco Central, con una
vida muy intensa, donde fui gerente, pensé que iba a llegar a la Católica a dedicarme plenamente a mis
libros y a las clases, y de pronto resulta que aparezco nombrado decano. Ni siquiera sabía lo que hacía el
decano. Bueno, eso fue otra vida y
ahí conocí cada detalle de la facultad, de la universidad, y me encariñé con cada una de esas cosas.
¿Y qué fue su paso por la Universidad de Chicago?
Fue una experiencia notable en términos del aprendizaje, de la vida
que llevé ahí que fue muy dura, y
muy relevante en lo profesional.
¿Le determinó la forma de pensar
su experiencia ahí?
No, para nada. Contrariamente a lo
que muchas personas creen, de que
a uno le lavaban el cerebro en Chicago, la verdad es que había profesores con miradas bien distintas de
la economía, e incluso de un curso
a otro cambiaba el enfoque. Pero lo
que sí había era un respeto por el rigor y un respeto muy profundo por
los datos. Uno no podía ponerse a
especular desde el yo creo, sino que
ir a ver la evidencia, ver qué surge
de ahí, y eso es muy formativo. Además fue esencial la disciplina de
trabajo que es durísima, pero probablemente es lo mismo que diría
una persona que estudió en alguna
otra universidad tan importante
como Chicago. También se aprende mucho de los compañeros, en el
sentido de que la discusión de las tareas, de los trabajos, era fantástica.
Si ponemos en la balanza dónde
aprendí más, yo creo que fue en
esas discusiones con el grupo de
estudio.
Considerando su tránsito por todos estos lugares, ¿quiénes son los
economistas que más lo marcaron,
de los que más aprendió?
En mi paso por Chicago evidente-
mente la influencia de Arnold Harberger fue muy importante, no obstante que yo no me dediqué a los temas de él, que eran más de finanzas públicas. Pero fui ayudante de
investigación y ahí pude observar,
directamente, este respeto que hablábamos por el dato, este respeto
por ser cuidadoso entre lo que uno
está afirmando y la evidencia que
tiene para afirmarlo, cómo uno tiene que ir armando una hipótesis de
forma tal de que funcione. Eso fue
notable, en un ser humano notable
como es Alito Harberger. Y en Chile también he aprendido de mucha
gente. En mi paso por el Banco Central el equipo con que me tocó trabajar fue muy formativo. De todos
los que fueron mis jefes, de Sergio
de la Cuadra a Juan Andrés Fontaine; Hernán Büchi más tarde. Cada
uno de ellos me dejó una enseñanza que por supuesto después la apliqué en la profesión.
Usted es uno de los economistas
más reconocidos de la centroderecha en Chile. ¿Cuál diría que ha
sido su aporte a la discusión de los
temas públicos en el país?
No sé si he aportado algo. Una voz
disidente normalmente. Cuando
me dicen que soy el último monetarista, digo mi aporte entonces ha
sido ser distinto. He intentado hacer planteamientos serios, con la
mejor evidencia que he tenido.
Ahora, si han sido un aporte o no,
no lo puedo juzgar yo.b
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