ESTUDIO A ESCALA LOCAL DEL CONFORT ESTIVAL. SECTOR

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ESTUDIO A ESCALA LOCAL DEL CONFORT ESTIVAL.
SECTOR NORTE DE BAHÍA BLANCA1
Mariana Paula Torrero2 y Alicia M. Campo de Ferreras3
RESUMEN
El constante crecimiento que sufren las ciudades como consecuencia del
desarrollo socio-económico-industrial y los cambios en el uso del espacio, producen
modificaciones y alteraciones en el clima local que repercuten en la población. El
objetivo del presente trabajo consistió en analizar los datos de temperatura y humedad
estivales correspondientes al sector Norte de la ciudad de Bahía Blanca, Argentina,
para determinar áreas de confort en ese espacio rururbano de usos múltiples, sitio que
experimentó grandes transformaciones en los últimos años. Se realizaron campañas
de medición en días típicos del verano bahiense en horarios diurnos y nocturnos. Se
analizaron los datos y graficaron la distribución de temperatura y humedad relativa.
Los resultados mostraron que el área estudiada generó una isla de calor en horas
nocturnas y una isla fría en horas diurnas. Se identificaron las áreas donde la
población estuvo sujeta a condiciones severas de desconfort durante horas del día.
I. INTRODUCCIÓN
La ciudad de Bahía Blanca está ubicada a los 38º 44’ de latitud Sur y 62º 16’
de longitud Oeste, en el Suroeste de la provincia de Buenos Aires, Argentina. El sector
de estudio (Fig. 1) abarca el área que se extiende con rumbo Norte-Noreste desde la
plaza central de la ciudad, Plaza Rivadavia, hacia el Norte de la ciudad. En este
espacio se destaca la presencia del curso del arroyo Napostá Grande, en torno a él se
erigen áreas parquizadas, que como consecuencia del rápido crecimiento edilicio de la
ciudad, han quedado insertas en ella. El área manifiesta también significativas
diferencias altitudinales e importantes cambios en el uso y cobertura de la tierra. Estos
factores, han influido entre otros, en las variaciones del clima local y en propiciar las
condiciones para la formación de lo que se conoce como isla de calor. En el verano
de 1985 se realizaron los primeros estudios sobre este tema en la ciudad de Bahía
Blanca; a partir de ellos se reconocieron las características de la formación de la isla
de calor en este espacio (Capelli de Steffens, 2000).
Debido a las modificaciones que se generaron en los últimos años en la
ocupación de este sector de la ciudad, se hace necesario el estudio de las posibles
variaciones microclimáticas que se hayan suscitado a escala local. Por ello, el objetivo
del presente trabajo consistió en establecer variaciones meteorológicas a fin de
determinar áreas de confort en un espacio rururbano de usos múltiples en época
estival. En particular se desea conocer las diferencias en el confort que percibe el
individuo en aquellas zonas donde la población bahiense acostumbra a desarrollar
actividades recreativas.
1
Esta presentación corresponde al Proyecto La Geografía Física del Sur de la provincia de Buenos Aires.
Relaciones del hombre y el medio natural. Cuenta con el apoyo de la SGCyT de la Universidad Nacional
del Sur y del CONICET.
2
Lic. en Geografía. Becaria de SGCyT. Departamento de Geografía y Turismo. Universidad Nacional del
Sur. 12 de octubre y San Juan. (8000) Bahía Blanca. Argentina. E-mail: [email protected]
3
Dra. en Geografía. Departamento de Geografía y Turismo. Universidad Nacional del Sur. CONICET. 12
de octubre y San Juan. (8000) Bahía Blanca. Argentina. E-mail: [email protected]
II. MÉTODOS Y MATERIALES
Se realizaron las mediciones meteorológicas en treinta puntos de
observación divididos en dos sectores de quince, para cubrir todo el espacio de
estudio al menor tiempo posible. Ambos sectores se relevaron, en un día con estado
del tiempo soleado (4 de enero de 2005) y en un día parcialmente nublado (10 de
enero de 2005). Los datos se obtuvieron simultáneamente para los dos sectores. Los
recorridos comenzaron a las 15 horas el diurno y a las 19 horas el nocturno. Se
verificó que la velocidad del viento no superara los 6,5 m/seg, velocidad por encima de
la cual desaparece para Bahía Blanca la formación de la isla de calor urbano (Capelli
et al., 2005). Los días de medición correspondieron a días típicos del verano bahiense,
con temperaturas elevadas y viento de dirección Norte y Noroeste.
Las variables que se midieron en cada observación fueron: la temperatura del
aire (T ºC), la humedad relativa (HR %), la presión (hPa) y la dirección y la velocidad
del viento (º; V m/seg). Los valores relevados se registraron con instrumental
ambulatorio calibrado con la estación meteorológica fija localizada en el centro de la
ciudad, se emplearon dos termohigrómetros, dos barómetros, dos brújulas y dos
anemómetros con veleta.
Los datos fueron ordenados y normalizados, se elaboraron y digitalizaron los
mapas de isotermas, humedad, isobaras e isotacas los que fueron analizados y
correlacionados con la información bibliográfica precedente. Se determinaron áreas de
confort según Olgyay (Fernández García, 1995) y se estableció la sensación térmica
por efecto combinado de la temperatura, la humedad y la velocidad del viento según el
Servicio Meteorológico Nacional (www.meteofa.mil.ar)
III. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En este trabajo se desarrolla el análisis de la distribución diurna y nocturna
de la temperatura y la humedad relativa. El clima urbano es el resultado de los
cambios microclimáticos producidos por la alteración del hombre sobre la superficie
urbana. Los efectos locales controlan la atmósfera en sus capas más bajas cuando las
condiciones del tiempo son de cielo claro, sin nubosidad durante el día y la noche y los
vientos son leves, afirma Landsberg (1981).
Capelli et al., 2005 sostienen que el desarrollo de las distintas actividades
comerciales e industriales por parte de los habitantes de una ciudad, sumado a los
sistemas de calefacción y al uso del transporte automotor, hace que las ciudades sean
fuente permanente de generación de calor. Asimismo, los materiales de construcción
empleados en los edificios, calles, etc., como ladrillo, cemento, hierro y otros tantos,
conducen más rápidamente el calor que la tierra húmeda o espacios cubiertos por
formaciones herbáceas. Por otra parte, la atmósfera incorpora energía durante la
noche producto del calor liberado a la misma durante las últimas horas de la tarde
provenientes del flujo de calor absorbido y almacenado por los materiales a lo largo del
día.
La influencia de la nubosidad en la distribución térmica obedece a la
capacidad para disminuir la incidencia de radiación infrarroja a la vez que reduce la
pérdida de radiación terrestre de onda larga. La concentración de calor en los niveles
inferiores, en contacto con la superficie queda determinada por la presencia de capas
nubosas, las cuales a su vez, impiden la pérdida de calor a las capas más altas. Por lo
tanto, la consecuencia dentro de las ciudades es la aparición de un campo térmico
más homogéneo con pocas diferencias de temperatura (Capelli et al., 2005).
1. Distribución de la temperatura en día soleado
1.1. Mediciones diurnas
Las temperaturas registradas el 4 de enero (Fig. 2.a) oscilaron entre los 32,8
ºC y 38,7 ºC. Las temperaturas más bajas se registraron en el límite Este del sector de
estudio coincidiendo con el de un espacio de ocupación discontinua y baja densidad
poblacional, predominando los espacios destinados a usos institucionales y
comerciales. Los máximos valores se dieron en uno de los sectores más altos de la
ciudad, al Este del barrio Parque Palihue (60 m). A partir de allí las isotermas
marcaron dos ejes relevantes, uno más largo con una orientación Norte-Sur y otro más
corto en sentido Este-Oeste. Ambos indicaron la presencia de un elemento antrópico
destacado y que ejerce notable influencia en este espacio, la Avenida Sarmiento,
arteria de ingreso a la ciudad que en los últimos años ha sufrido grandes
transformaciones en el uso del suelo. Hacia el Este los valores descendieron
bruscamente, las construcciones se hacen más dispersas y la altitud crece hasta llegar
a los 70 m. Hacia el Oeste hay un marcado descenso del relieve hasta encontrar el
curso del arroyo Napostá Grande el cual influye significativamente en el
atemperamiento de las condiciones térmicas. Si bien existe un fuerte gradiente
altimétrico las isotermas se encuentran más espaciadas, este hecho refleja el ingreso
al área más céntrica. Otro pico máximo se registró en cercanías del Parque de Mayo,
donde la temperatura llegó a los 35,1 ºC, el descenso hacia sus alrededores es lento y
constante.
Dos aspectos merecen destacarse al analizar los resultados. Por una parte,
se observa la marcada influencia que ejerce el curso de agua en los valores térmicos,
hecho que queda claramente reflejado en la disposición de las isotermas las cuales
dejan dibujado el eje por donde discurre el mismo. Éste a su vez, se encuentra
acompañado a la largo de su recorrido en esta parte, de áreas parquizadas destinadas
al esparcimiento y recreación, que también cumplen, junto al arroyo, un rol importante
como lugar de destino del tiempo libre de la población. Por otro lado, los dos registros
más elevados se encuentran en los límites de dos grandes espacios con importante
vegetación, el de 38,7 ºC al Este del barrio Parque Palihue y el de 35,1 ºC al Noroeste
del Parque de Mayo, el primero asociado a la gran altura y el segundo a un sector
urbano más bajo y más céntrico. Los estudios de clima urbano de Bahía Blanca
(Capelli et al., 2005) revelan que para la ciudad la variación de la temperatura con la
altura es débil, sólo un 36 %. Pero en la situación aquí expuesta podría considerarse
que este porcentaje fuera más elevado.
Después de 20 años que se hicieron los primeros estudios se verifica que la
distribución diurna de la temperatura muestra que la ciudad es más fresca que su
periferia contrariamente a lo que se esperaba. Este hecho se justifica por la sombra
que proyectan los edificios, los parques arbolados y las zonas urbanas que presentan
una mayor densidad de vegetación.
1.2. Mediciones nocturnas
Las mediciones nocturnas se realizaron a partir de las 19 horas (Fig. 2.b). Si
bien la temperatura descendió, los registros fueron igualmente elevados, entre 25,8 ºC
y 31,7 ºC. Sin embargo, la distribución de las isotermas fue muy diferente a la
situación diurna. En general, el descenso térmico se produjo hacia el Norte y en el
área urbana propiamente dicha, en sentido Este-Suroeste.
En el sector Norte se encontraron las menores temperaturas y esto se debió
a que se trata de un espacio poco antropizado en relación al resto del área de estudio.
La mayor parte corresponde a tierras pertenecientes al Ejército Argentino donde no
existe una densidad de infraestructura que impacte en el medio y el resto son tierras
cubiertas por vegetación herbácea. Este descenso térmico se relaciona más
directamente con el relieve, no como la situación dada en el punto anterior; la mínima
temperatura se registró a los 70 m. El curso del arroyo Napostá Grande influye en la
moderación de las temperaturas pero no tanto como durante las horas de sol. El
arroyo junto a las características del Parque de Mayo contribuyen a la formación de un
pequeño centro de descenso térmico; la vegetación y el agua son agentes térmicos
moderadores. El efecto de la topografía es muy importante dado que las variaciones
espaciales de temperatura son muy pequeñas y coinciden con el gradiente térmico
vertical.
El descenso más pronunciado se evidenció en las áreas que durante el día
registraron las mayores temperaturas y que coinciden con espacios urbanizados y con
abundante vegetación. Los sectores más próximos al centro de la ciudad y menos
vegetados son los que mantuvieron elevados los valores térmicos y que registraron un
descenso más lento de los mismos, precisamente por el calentamiento que sufrieron
durante las horas de insolación y por las características de los materiales que
componen las infraestructuras que conforman la ciudad.
La mayor amplitud térmica diaria coincidió con el sitio que registró la máxima
temperatura diurna (a los 60 m) y con el área conformada por el Parque de Mayo y el
arroyo Napostá Grande en su tramo urbano parquizado. El comportamiento de las
isotermas muestra un trazado decreciente hacia la zona suburbana, típico de los
resultados expuestos en otros trabajos sobre este tema (Peterson, 1970). Por lo tanto
y además de las condiciones de tiempo reinantes, la temperatura durante la noche
depende en gran medida de la presencia edilicia urbana.
2. Distribución de la temperatura en día nublado
2.1. Mediciones diurnas
El día 10 de enero se realizaron las mediciones correspondientes a
condiciones de día nublado (Fig. 3.a). Las temperaturas oscilaron entre los 29,6 ºC y
32,1 ºC. Cuando el cielo está cubierto los registros térmicos, tienden a disminuir como
así también la amplitud térmica. Sin embargo y prácticamente coincidiendo con los
registros del día con sol, se encontró una célula alta de temperatura en el Parque de
Mayo asociada en este caso a la presencia del canal Maldonado.
Los mayores registros se localizaron hacia el área más céntrica de la ciudad
donde se incrementa la densidad de ocupación del suelo y se produce un descenso de
la altura del relieve que contribuye a mantener las temperaturas elevadas respecto al
área circundante. Los menores valores se encuentran en el sector que tiene como eje
a la Avenida Sarmiento. A pesar de la composición de los materiales que integran el
sector, las condiciones altimétricas más elevadas favorecen al registro de menores
temperaturas con condiciones de tiempo nubosas y en relación al espacio aledaño.
También el curso de agua contribuye, como se mencionó anteriormente, a
atemperar la temperatura. Cabe destacar el trazado que presenta la isoterma de 31 ºC
sobre el arroyo Napostá. Este sector se encuentra influenciado por el desarrollo de
actividades comerciales llevadas a cabo muy cerca de los límites del área de estudio.
En ese lugar se localizan tres hipermercados, un shopping y otros emprendimientos
recreativos como confiterías bailables. Algunos de ellos, como fuera denunciado en
ciertas oportunidades, tal es el caso de los hipermercados, vierten sus desechos al
arroyo contribuyendo en este caso al calentamiento y contaminación de sus aguas. La
gran masa edilicia que conforman entre todos, y las propias actividades ejercidas por
estos hipermercados, sumado a los grandes espacios destinados a estacionamiento,
generan un gran calor que vierten a la atmósfera elevando las temperaturas.
En las dos situaciones diurnas de tiempo soleado y nublado la distribución
térmica a la hora de máxima temperatura mostró que este sector de la ciudad de
Bahía Blanca no generó una isla de calor, sino, por el contrario, se desarrolló una isla
fría (Capelli et al., 2005).
2.2. Mediciones nocturnas
Se trazaron las isotermas de los valores normalizados correspondientes a las
mediciones nocturnas de temperatura (Fig. 3.b). Las mismas oscilaron entre 25 ºC y
28,9 ºC. El descenso de las isotermas es, en general, muy similar al trazado de las
mismas para el día soleado a la noche, con una marcada dirección decreciente hacia
el Norte y manteniendo los valores más elevados hacia el área de mayor densidad
urbana.
Se destaca que el trazado pone de relevancia la presencia del arroyo
Napostá; sin embargo el Parque de Mayo, no imprime diferencias debido a la
uniformidad y paulatino descenso térmico dadas las condiciones de nubosidad. La
isoterma cerrada de 26 ºC marca un efecto importante que indica una disminución de
la temperatura asociada a un incremento de la altura, junto a la presencia de gran
cobertura vegetal del barrio Parque Palihue.
La amplitud térmica nocturna es mayor que la diurna pero la registrada
durante todo el día (diurna y nocturna) es menor (3,9 ºC) que la que se registró
durante el día soleado (4,42 ºC). La amplitud térmica entre ambos días fue de 0,52 ºC.
La variabilidad que reviste el comportamiento térmico en la ciudad respecto al espacio
rural se debe a la diferente respuesta de la cobertura urbana ante la radiación solar. La
temperatura en el área urbana es función de la radiación solar y el resultado de los
diferentes intercambios energéticos que se producen en el mismo (Capelli et al.,
2005).
3. Distribución de la humedad relativa en día soleado
3.1. Distribución diurna
Los valores de humedad relativa registrados el 4 de enero durante el día (Fig.
4.a) fueron bajos, los mismos oscilaron entre 19 % y 27 %. El incremento de ellos se
produjo en dirección Norte y el menor porcentaje se registra al Noroeste. La amplitud
de humedad relativa para este momento del día es del 8 %. Los datos de humedad
relativa fueron inversamente proporcionales a los registros térmicos. En las áreas altas
y más calurosas se encontraron bajos valores de humedad relativa, lo mismo ocurre a
menor altura donde se registraron mayores temperaturas debido a la urbanización.
Por otra parte, en zonas altas con baja densidad de ocupación del suelo y
cubierta de pastizales, como sucede en el sector Norte, los registros de humedad
relativa son más elevados. Igual situación se evidencia a lo largo del curso fluvial. Éste
conjuntamente con la humedad producida por la vegetación que se encuentra en el
Parque de Mayo, en el barrio Parque Palihue y en las tierras destinadas al Club de
Golf, producen un área de ascenso de la humedad relativa alcanzando un pico
máximo de 27 %. Al Sureste del área de estudio las isolíneas de 25 % y 27 % se
deben a la presencia del destacado arbolado urbano que caracteriza al sector, donde
se incluye a la Plaza Rivadavia.
3.2. Distribución nocturna
La situación es diferente y más compleja en horas nocturnas. Los datos
registrados fueron desde 34 % a 52 %, por lo cual la amplitud de humedad relativa
nocturna fue de 18 % (Fig. 4.b). Los valores mínimos se registraron hacia el Este y
Noroeste y las máximas ocurrieron hacia el Norte y en el eje de la Avenida Sarmiento;
el pico mayor de humedad relativa se localizó en la intersección del curso del arroyo
con el canal Maldonado en el Parque de Mayo.
Nuevamente se verificó en este caso la inversión de la humedad relativa
respecto de la temperatura y las áreas que registraron menores valores térmicos
coincidieron con las de mayor porcentaje de humedad relativa. Una ingresión desde el
Este hacia el centro de las isolíneas de 39 % y 41 % indican áreas más húmedas, las
que encontraron sobre al curso de agua. La amplitud diaria de humedad relativa fue
de 10 %.
4. Distribución de la humedad relativa en día nublado
4.1. Distribución diurna
En la situación diurna del día nublado la humedad relativa varió entre 19 % y
31 %. La amplitud de este parámetro fue para este caso de 12 %. Significativamente
mayor (4%) que para el día soleado (Fig. 5.a). El mapa del trazado de las isolíneas fue
diferente al obtenido para el día soleado a la tarde. El sector Noroeste que presenta en
éste los mayores porcentajes, en aquél presenta los menores valores.
En este caso, hacia el Noroeste, no existe una variación inversa entre
temperatura y humedad relativa sino que los valores registrados son similares. Por
otra parte, se manifiesta la relación en el eje de la Avenida Sarmiento en consonancia
con un área más elevada. También se puede observar para este mismo lugar una
diferencia respecto de los registros en ambos días. En el día soleado los datos
relevados permitieron realizar el trazado de la isolínea de 23 % de humedad relativa
en tanto que en el día parcialmente nublado los valores predominantes graficados
fueron de 19 %. El curso del arroyo quedó en este caso circunscripto por las isolíneas
de 25 % y 23 %.
4.2. Distribución nocturna
Los porcentajes de humedad relativa nocturna para el 10 de enero oscilaron
entre 31% y 41 %. Por lo tanto la amplitud fue de 10 %, mínima variación respecto de
la situación diurna, sólo de un 2 % (Fig. 5.b). A mayor temperatura se encontraron, en
general, los menores registros de humedad relativa. Sin embargo, la cuña formada por
la isolínea de 41 % presenta un comportamiento diferente debido a la influencia
ejercida por el área conformada por el Parque de Mayo, parte del arroyo Napostá
Grande junto a su área parquizada, el canal Maldonado, el Club de Golf y el barrio
Parque Palihue, todos espacios donde la vegetación adquiere una presencia
destacada.
En los mapas que reflejan la distribución de este parámetro, se observan las
mismas diferencias que lo ocurrido en el año 1985; menores valores de humedad
relativa durante el día y mayores en la noche (Capelli et al., 1985). Los valores del día
son más bajos en el área central de la ciudad como en la zona periférica y mayores
por la noche como consecuencia del descenso térmico nocturno. En las ciudades la
energía solar es absorbida en forma directa por las paredes de los edificios a
diferencia de los que sucede en el campo donde es empleada por la mañana para
evaporar el rocío y derretir la helada. Es por ello que la humedad relativa dentro de las
ciudades es siempre menor que la registrada en las áreas periféricas rurales.
5. Areas de confort
Según Besancenot (1991) el confort equivale al reposo del organismo en su
lucha contra las agresiones exteriores. La evaporación es el proceso más importante
en la transferencia de calor a tener en cuenta para la sensación de confort, dado que
la eliminación de la transpiración superficial de la piel produce un enfriamiento de la
misma. Por lo tanto, cuanto más bajo sea el porcentaje de humedad relativa, más
rápida será la evaporación. Si predominan valores altos de humedad, la evaporación
se torna lenta y difícil. En este caso, la persona sufre una sensación sofocante que,
junto a una alta temperatura, determina una sensación de desconfort muy angustiante,
en especial en días de verano. En cambio, cuando el aire se encuentra seco, las
temperaturas extremas son más fácilmente soportables (Capelli et al., 2005).
En este trabajo sólo se analizaron los parámetros meteorológicos
temperatura y humedad relativa. La relación de uno con otro permite delimitar y
cartografiar espacios más o menos confortables, en distintas horas del día y de la
noche para quienes habitan en la ciudad. Se analizó la sensación térmica, que es la
sensación que experimenta un individuo, frente a una determinada combinación de
temperatura del aire y humedad relativa. La menor o mayor sensación de incomodidad
también se ve influida por la velocidad del viento.
MUY CONFORTABLE
Temperatura ºC
21 - 27
CONFORTABLE
21 - 27
DESCONFORTABLE
< 21
> 27
Humedad %
30 - 65
18 - 30
65 - 74
< 18 > 74
< 18 > 74
Nº de casos
13
0
0
0
107
Tabla 1. Grados de confort y número de casos analizados. Fuente: Elaboración propia sobre la
base de la caracterización propuesta por Olgyay (Fernández, 1995)
Se presenta en la Tabla 1 los grados de confort según Olgyay de los
números de casos analizados. Se observó que la mayor concentración de número de
casos se dio cuando la temperatura fue mayor que 27 ºC y/o la humedad menor que
18 % o mayor que 74 %. Se elaboraron los mapas de confort correspondientes a la
situación nocturna para los dos días que presentaron estados de tiempo diferentes.
Para esos mismo días pero en momentos diurnos debido a los elevados valores
respectivos, de temperatura (x= 34,15 ºC; x= 30,92 ºC), bajos porcentajes de humedad
relativa (x = 24,5 %; x= 23,57 %) y una velocidad de viento muy reducida (x = 2,31
m/s; x= 2,4 m/s), no se construyeron los mapas de distribución correspondientes ya
que los datos concluyeron por ser todo el área de estudio, un ambiente desconfortable.
Esta situación presentó una peligrosidad de precaución extrema, de acuerdo a la
categorización realizada según el Servicio Meteorológico Nacional, frente a la
exposición prolongada o actividad física cuyas consecuencias pueden traer aparejadas
afecciones como insolación, golpe de calor y calambres, entre otros (Tabla 2).
Categoría del
peligro
Sensación
térmica st
(º c)
Síndrome provocado por el calor
Nº de casos
IV EXTREMO
PELIGRO
ST >= 55
Golpe de calor, insolación
inminentes.
0
III PELIGRO
40 <=ST < 55
Insolación, golpe de calor,
calambres. Muy posibles por
exposición prolongada o actividad
física.
0
II PRECAUCION
EXTREMA
32<= ST < 40
Insolación, golpe de calor,
calambres. Posibles por exposición
prolongada o actividad física.
32
I PRECAUCION
27 <=ST < 32
Posible fatiga por exposición
prolongada o actividad física.
74
Tabla 2. Relación de los efectos combinados por la temperatura elevada y la humedad y el
número de casos analizados según el Servicio Meteorológico Nacional.
Se observaron marcadas diferencias en los resultados nocturnos obtenidos
para los distintos días (Fig. 6 a y b). El día con condiciones de tiempo soleado
presenta un área desconfortable que prácticamente cubre la totalidad del espacio
estudiado, sólo un pequeño sector que se introduce por el vértice Norte dando lugar a
una situación muy confortable, propiciada por el predominio de campos herbáceos y
coincidiendo con la dirección del viento predominante de ese mismo cuadrante.
La situación cambia notablemente el día parcialmente nublado. El área que
antes cubría casi todo el espacio, se encuentra ahora muy reducida y formando un
anillo que rodea a un área muy confortable, por el Oeste, Sur y Este. Hacia la periferia
las condiciones ambientales son más benévolas. Estas variaciones se explican
precisamente por el efecto que produce el calentamiento de los rayos solares durante
el día sobre los distintos elementos, naturales y antrópicos, que se encuentran sobre el
espacio urbano y rururbano y la disminución de los mismos como consecuencia de la
nubosidad. Para las mismas condiciones de temperatura, a mayor humedad mayor es
la sensación de desconfort.
IV. CONCLUSIÓN
El efecto que ejercen la topografía y los distintos usos y cobertura del suelo
son determinantes en los cambios de los elementos climáticos que se producen a nivel
local. Denotan claras diferencias entre lo que sucede en el sector de urbanización
continua y concentrada y aquellos en que las construcciones se van haciendo más
dispersas.
Del análisis de los datos resulta que para la temporada estival, la ciudad de
Bahía Blanca presenta un comportamiento térmico diferente a lo largo del día y
durante días de condiciones meteorológicas distintas. Los mapas de isotermas
mostraron la formación de una isla de calor en situaciones nocturnas, reflejada en el
registro de temperaturas más elevadas en la parte central de la ciudad por efecto de la
urbanización. Algunos de los factores que inciden en la intensidad de la isla de calor
son la topografía del lugar, la existencia de espacios verdes, el ancho de calles y
avenidas que favorecen el libre desplazamiento del aire, la disposición y altura de
edificios, el trazado urbano, etc.
En síntesis, sólo durante las horas nocturnas se generó en la ciudad una isla
de calor y en situación diurna una isla fría. Por lo tanto, se comprobó que las
características que presenta el sector de estudio responde al modelo teórico ideal
donde el centro es más cálido que su periferia y zona rural adyacente (Oke, 1978).
El área de estudio presentó una distribución de la humedad relativa que se
contrapone a lo estudiado en otras localidades donde dentro de las ciudades este
parámetro presenta menor variación espacial que la temperatura (Escourrou, 1991).
Por otra parte, los porcentajes de humedad están asociados a la permeabilidad del
suelo, al rápido o lento escurrimiento del agua que cae y al arbolado de la ciudad.
La distribución de la temperatura y la humedad relativa no es uniforme a lo
largo del día. Se considera, generalmente, que la marcha diaria de ambos elementos
es inversa hecho que puede sufrir modificaciones debido a las condiciones propias de
la isla de calor.
La elaboración de mapas de confort constituye un valioso aporte para la
planificación armónica del crecimiento de las distintas urbanizaciones. Mediante los
mismos se identificaron los sectores donde la población se encontró sujeta a
condiciones severas de desconfort en la temporada estival, particularmente por las
altas temperaturas que se registraron durante el día, este hecho pudo ocasionar
graves consecuencias en la salud de la población, principalmente de ancianos y niños.
V. REFERENCIAS
Besancenot, J., 1991. Clima y turismo. Barcelona: Masson, 223 pp.
Capelli de Steffens, A., 2000. La salud en relación con el tiempo y el clima. Actas de
las Terceras Jornadas de Geografía Física. Santa Fe, 65 – 69.
Capelli de Steffens, A; Piccolo, M. C.; Campo de Ferreras, A, 2005. Clima urbano de
Bahía Blanca. Buenos Aires: Dunken, 200 pp.
Capelli de Steffens, A., Piccolo, M., Varela, P. y Ferrera, I., 1985. Clima estival
bahiense. Revista Universitaria de Geografía, Universidad Nacional del
Sur, 1, 27 - 48.
Escourrou, G. 1991. Le climat et la ville. Paris, Nathan Universite, 192 pp.
Fernández García, F., 1995. Manual de Climatología Aplicada. Clima medio ambiente
y planificación. Madrid: Síntesis, 285 pp.
Landsberg, H., 1981. The Urban Climate. Academic press, N.Y., 274 pp.
Oke, T., 1978, Boundary Layer Climates. Mathuen & Co. Ltd. Press, London, 372 pp.
Peterson, J., 1970. The climate of cities: a survey of recent literature. Air and Water
Pollution. Colorado Assoc. Univ. Press, 613 pp.
Servicio Meteorológico Nacional, www.meteofa.mil.ar
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