Rut y Noemí

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Rut y Noemí
Versión de Jesse Lyman Hurlbut
El libro de Rut, en la Biblia, cuenta la historia de una valerosa viuda que decide
abandonar su terruño, Moab, y viajar a Judá con su suegra hebrea, que también ha
perdido a su esposo y sus hijos. Las palabras de Rut a Noemí constituyen una de las
mayores afirmaciones de amistad y lealtad en toda la literatura: "Donde tú vayas, yo iré,
y donde tú mores, yo moraré: tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú
mueras, yo moriré, y allí seré sepultada". En Judá, la fidelidad y la amabilidad de Rut
fueron recompensadas con el amor de Booz, y al desposarse con él se convirtió en
bisabuela del rey David.
En tiempos de los jueces de Israel, un hombre llamado Elimelec vivía en Belén de Judá,
al sur de Jerusalén. Su esposa se llamaba Noemí, y sus hijos se llamaban Mahión y Quelión.
Durante muchos años las cosechas fueron malas, y la comida escaseaba en Judá; y Elimelec,
con su familia, se fue a vivir a tierras de Moab, que estaba al este del Mar Muerto, pues Judá
estaba al oeste.
Allí permanecieron diez años, y en ese tiempo Elimelee falleció. Sus dos hijos se casaron
con mujeres del país de Moab, una mujer llamada Orfa, la otra llamada Rut. Pero los dos
jóvenes también murieron en la tierra de Moab, y Noemí y sus dos nueras enviudaron.
Noemí oyó que Dios nuevamente había dado buenas cosechas y pan a la tierra de Judá,
así que se dispuso a regresar de Moab a su tierra y su ciudad de Belén. Sus dos nueras la
amaban y estaban dispuestas a acompañarla, aunque la tierra de Judá les era extraña, pues
eran moabitas.
Noemí les dijo:
-Regresad, hijas mías, al hogar de vuestras madres. Que el Señor os trate con bondad,
tal como habéis tratado a vuestros esposos y a mí. Que el Señor os permita encontrar otro
esposo y un hogar feliz.
Noemí las besó para despedirse, y las tres mujeres lloraron juntas. Las dos viudas le
dijeron:
-Has sido una buena madre con nosotras, y deseamos ir contígo, y vivir entre tus gentes.
-No, no -dijo Noemí-. Sois jóvenes, y yo soy vieja. Regresad y sed felices con vuestro
pueblo.
Orfa besó a Noemí y regresó a su gente, pero Rut se negaba a abandonarla.
-No me pidas que te abandone, pues nunca lo haré. Donde tú vayas, yo iré, y donde tú
mores, yo moraré: tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú mueras, yo moriré,
y allí seré sepultada. Sólo la muerte nos separará.
Cuando Noemí vio que Rut era firme en su propósito, desistió de disuadiría, y las dos
mujeres se marcharon juntas. Rodearon el Mar Muerto, cruzaron el río Jordán, treparon las
montañas de Judá y llegaron a Belén.
Hacía diez años que Noemí estaba ausente de Belén, pero sus amigos se alegraron de
volver a verla.
-¿Esta es Noemí, a quien conocimos hace años? -decían.
Ahora bien, e¡ nombre Noemí significa "agradable".
-No me llaméis Noemí, sino Mara, pues el Señor ha vuelto mi vida amarga. Me fui en
plenitud, con mi esposo y dos hijos, y regreso vacía, sin ellos. No me llaméis Agradable, sino
Amarga.
Pues Mara, el nombre que Noemí deseaba para ella, significa "Amarga". Pero más tarde
Noemí supo que "Agradable" era el nombre apropiado para ella, a pesar de todo.
En esa época vivía en Belén un hombre muy rico llamado Booz. Poseía grandes campos
donde abundaban las cosechas, y estaba emparentado con la familia de Elimelec, el esposo de
Noemí, que había muerto.
Era costumbre en Israel, cuando cosechaban el grano, no juntar todas las espigas, sino
dejar algunas para los pobres, que seguían a los segadores con sus hoces, y recogían los
restos. Cuando Noemí y Rut llegaron a Belén era tiempo de la cosecha de cebada, y Rut fue
a los campos para recoger el grano que los segadores habían dejado. Así sucedió que fue a
segar al campo que pertenecía a Booz, ese hombre rico.
Booz salió de la ciudad para ver a sus hombres cosechando, y les dijo:
-El Señor sea con vosotros.
Y ellos respondieron:
-El Señor te bendiga.
Y Booz preguntó al capataz de los segadores: -¿Quién es esa joven que veo trabajando
en el campo? El hombre respondió:
-Es la joven de la tierra de Moab, que vino con Noemí. Me pidió permiso para seguir a
los segadores, y ha estado recogiendo grano desde ayer.
Y Booz le dijo a Rut:
-Escucha, hija mía. No vayas a otro campo, sino quédate aquí con mis mujeres. Nadie
te hará daño, y cuando tengas sed, ven a beber en nuestras fuentes.
Rut se inclinó ante Booz y agradeció su amabilidad, sobre todo porque era forastera en
Israel. Booz dijo:
-He oído que has sido muy leal a tu suegra, Noemí, al abandonar tus lares para venir a
estas tierras. ¡Que el Señor, bajo cuyas alas has venido, te dé una recompensa!
Y al mediodía, cuando se sentaron a comer y descansar, Booz le dio algo de su comida.
Y dijo a los segadores:
-Cuando estéis cosechando, dejad algunas gavillas para ella, y soltad algunos haces para
que ella pueda recogerlos.
Esa noche Rut mostró a Noemí cuánto había cosechado, y le habló de] acaudalado
Booz, que había sido tan amable con ella. Y Noemí dijo:
-Ese hombre es pariente cercano nuestro. Quédate en sus campos mientras dure la
cosecha.
Y así Rut cosechó en los campos de Booz hasta que se hubo recogido toda la cosecha.
Y al final de la cosecha Booz celebró una fiesta en el lugar de la trilla. Y después de la
fiesta, por co - nsejo de Noemí, Rut fue a verle y le dijo:
-Tú eres pariente cercano de mi esposo y de su padre, Elimelech. ¿No nos harás bien en
su memoria?
Y cuando Booz vio a Rut la amó, y pronto la tomó como esposa. Y Noemí y Rut fueron
a vivir a su casa, de modo que la vida de Noemí dejó de ser amarga para ser agradable. Y
Booz y Rut tuvieron un hijo, a quien llamaron Obed; y más tarde Obed tuvo un hijo llamado
Isaí, e Isaí fue padre de David, el pastorcillo que llegó a rey. Así Rut, lajoven de Moab, que
escogió al 'Ueblo y al Dios de Israel, llegó a ser madre de reyes.
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