Alianza del Pacífico y Mercosur

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Roberto Peña Cid
Alianza del Pacífico y Mercosur, ¿Complementariedad o Antagonismo?
Introducción
La integración de América Latina es una de las más grandes aspiraciones de
nuestra región desde la independencia de España en el siglo XIX. Sin
embargo, también ha demostrado ser uno de los proyectos más difíciles de
alcanzar, debido a las diferencias y conflictos que han surgido entre los países
latinoamericanos desde su nacimiento. No obstante lo anterior, se ha logrado
avanzar considerablemente en las últimas dos décadas, aunque el sueño
bolivariano siga pareciendo lejano.
La presente ponencia se centrará en dos de estos esfuerzos de integración, los
cuales parecerían competir entre sí: el Mercosur y la Alianza del Pacífico. El
primero tendería a inclinarse hacia un bloque de países con gobiernos de
izquierda, simpatizantes de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra
América (ALBA); mientras que el segundo incluiría a gobiernos de centro y
derecha, proclives al libre mercado y al neoliberalismo. Aunque lo anterior debe
ser calificado como un análisis simplista, donde habría una aparente fractura
en los procesos de integración regional; sin embargo, se requiere un análisis
más profundo para entender si estamos ante dos proyectos antagónicos o
podrían complementarse y beneficiarse el uno del otro.
En este sentido, en primer lugar se describirán ambos mecanismos de
integración, señalando sus orígenes, objetivos y estructura, así como los retos
a los que se enfrenta cada uno. Posteriormente, se analizarán los aspectos en
los que convergen y en los que se distancian el uno del otro, con el fin de
establecer qué tan factible sería el acercamiento entre ellos, a fin de que en
mediano plazo pudieran integrarse en un solo mecanismo que integrara a toda
América Latina.
Mercosur
El origen del Mercosur se encuentra en el acercamiento entre Argentina y
Brasil, materializado en la Declaración de Foz de Iguazú de 1985, en la que
ambos países acordaron iniciar un proceso de integración. Fue hasta 1991, dos
años después de que cayera la dictadura de Alfredo Stroessner en Paraguay,
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que se firma entre Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay el Tratado de
Asunción y se establece, en su artículo 1, que los objetivos del Mercosur son:
1. La libre circulación de bienes, servicios y factores productivos entre los
países, a través, entre otros, de la eliminación de los derechos
aduaneros y restricciones no arancelarias a la circulación de
mercaderías y de cualquier otra medida equivalente;
2. El establecimiento de un arancel externo común y la adopción de una
política comercial común con relación a terceros Estados o agrupaciones
de Estados y la coordinación de posiciones en foros económico
comerciales regionales e internacionales;
3. La coordinación de políticas macroeconómicas y sectoriales entre los
Estados Partes: de comercio exterior, agrícola, industrial, fiscal,
monetaria, cambiaria y de capitales, de servicios, aduanera, de
transportes y comunicaciones y otras que se acuerden, a fin de asegurar
condiciones adecuadas de competencia entre los Estados Partes;
4. El compromiso de los Estados Partes de armonizar sus legislaciones en
las áreas pertinentes, para lograr el fortalecimiento del proceso de
integración.
En 1994 se firma el Protocolo de Ouro Preto, con el cual se le dota de
personalidad jurídica al bloque y permitió que éste se pusiera en marcha.
Venezuela se sumó al mencionado organismo en 2012, seis años después de
que se hubiera suscrito el Protocolo de Adhesión correspondiente. Lo anterior
se debe a que el Congreso de Paraguay era el único que no lo había ratificado;
sin embargo, con la suspensión de Paraguay en el bloque, provocada por la
destitución del Presidente Fernando Lugo en junio de 2012, los demás países
miembros acordaron aceptar a Venezuela. Actualmente Bolivia se encuentra en
proceso de ingreso.
Los órganos principales del Mercosur son el Consejo Mercado Común (CMC),
el Grupo Mercado Común (GMC) y la Comisión de Comercio del Mercosur
(CMC), a los que se les suma el Parlamento del Mercosur (Parlasur); la
Secretaría del Mercosur; el Tribunal Permanente del Mercosur (TPR); el
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Tribunal Administrativo Laboral (TAL); el Foro Consultivo Económico-Social
(FCES), y el Centro Mercosur de Promoción de Estado de Derecho (CMPED).
Otro aspecto importante del bloque es el Fondo de Convergencia Estructural
del Mercosur (Focem), cuyo objetivo es reducir las diferencias en el nivel de
desarrollo existentes entre los miembros. Por supuesto, el país que más se
beneficia de este Fondo es Paraguay, por ser el de menor desarrollo relativo.
Asimismo, el Mercosur ha firmado varios Tratados de Libre Comercio. El
primero fue con Israel en 2007, seguido por Egipto y Palestina. Además,
tendría acuerdos comerciales con Chile, México, Cuba, India y la Unión
Aduanera de África Austral. Las negociaciones para alcanzar un TLC con la
Unión Europea se ha encontrado con diversos obstáculos, aunque se
esperarían culminar este mismo año.
A pesar de que el Mercosur tuvo un inicio muy esperanzador, conforme fueron
pasando los años las críticas aumentaron, particularmente las provenientes de
los países pequeños, Paraguay y Uruguay, pues éstos se han quejado de
trabas al comercio que les ha impedido aprovechar todas las ventajas de los
mercados argentino y brasileño.
También se debe señalar que la suspensión de Paraguay con motivos de la
destitución del Presidente Lugo implicó una crisis del bloque que dañó su
imagen, pues en regiones como Europa no se entendió esta decisión y
prefirieron frenar su acercamiento con el bloque hasta que se superara la crisis.
Por último, la ampliación del Mercosur ha traído complicaciones. Venezuela
entró cuando a su interior el ambiente político se volvía más complejo e
inestable. En este sentido, no se ha podido realizar la Cumbre del bloque que
debía llevarse a cabo en Caracas a finales de 2013. Ahora se debe analizar
con cuidado las implicaciones de que entre Bolivia, lo que ya será inminente,
para que el organismo de integración no se vuelva inoperante.
Alianza del Pacífico
La Alianza del Pacífico (AP) es un proceso de integración profunda entre Chile,
Colombia, México y Perú, que nació con la Declaración de Lima de abril de
2011, aunque tiene su origen en la iniciativa del ARCO del Pacífico
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Latinoamericano, la cual fue promovida por Colombia en 2006 y se estableció
como mecanismo de concertación y coordinación regional en Cali, en enero de
2007. El 6 de junio de 2012 se firmó el Acuerdo Marco de la AP.
El objetivo es “crear una zona de libre comercio en bienes, servicios,
inversiones, libre movimiento de personas y mercados accionarios entre países
que mantienen políticas comerciales afines y que ya cuentan entre sí con TLC’s
bilaterales.”1 Además, se debe hacer énfasis en que este proyecto surgió para
consolidar economías de escala y hacer frente a los mercados de AsiaPacífico, y especialmente respecto al Acuerdo de Asociación Transpacífica
(TPP, por sus siglas en inglés).
Se calcula que la Alianza del Pacífico reúne una población de 209 millones de
personas, con un PIB de dos billones de dólares, lo que representa el 35% de
la región. Los países que la integran concentran el 50% de las exportaciones y
reciben el 30% de la IED en la región. En este sentido, la AP sería el octavo
bloque económico a nivel mundial.
El organigrama de la AP sería el siguiente:
!
Las ventajas de la AP es que existe “una visión económica común y liderazgo
político; un regionalismo abierto desarrollado por cada país lo que les da una
1
De la Mora, Luza María, La Alianza del Pacífico ¿Se cumple finalmente la promesa de integración?,
consultado en: http://www.la.fnst.org/images/Alianza%20del%20Pac%C3%ADfico_LMM.pdf, el 10 de
marzo de 2014, p. 2.
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amplia red de acuerdos comerciales con socios en común dentro y fuera de la
región, y un proyecto de integración profunda más allá de lo comercial.”2
Costa Rica y Panamá (con éste falta concluir un TLC con México) podrían ser
los siguientes miembros plenos y hasta el momento se han aceptado 30
observadores. Entre su lanzamiento en abril de 2011 y junio de 2014 se han
realizado 9 Cumbres.
Un aspecto relevante de la Alianza es el Mercado Integrado Latinoamericano
(MILA), el cual busca desarrollar el mercado de capitales a través de la
unificación de los mercados bursátiles de Chile, Colombia y Perú. México se
estaría integrando este año.
La integración profunda de la Alianza implica ir más allá de los aspectos
económicos e inmiscuirse en otras áreas; por ejemplo, en la diplomática se han
establecido embajadas, consulados y oficinas comerciales comunes en países
donde había poca presencia de los cuatro miembros de la AP. Tal es el caso de
Ghana, Argelia, Vietnam o Singapur.
Ahora bien, “el gran reto de la AP parece ser la manera de trasladar los
beneficios de la integración a sus procesos internos de desarrollo así como un
verdadero acercamiento a los países de Asia Pacífico por esta vía, pues los
mecanismos para ello son más bien retóricos que concretos.”3
Convergencias y divergencias entre el Mercosur y la Alianza del Pacífico
Como pudimos observar, ambos bloques buscan establecer la libre movilidad
de mercancías, servicios y personas. Incluso, el Mercosur iría aún más lejos, al
tener como objetivo la implantación de un arancel externo común, además de
tener la capacidad de negociar TLC con países y regiones de otras partes del
mundo.
No obstante lo anterior, las trabas de Argentina y Brasil al comercio irían en
retroceso al fomento del libre mercado al interior del Mercosur. Por lo tanto,
habría una actitud diferente entre estos gobiernos, que al final de cuentas son
2
Idem.
3
Idem.
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el motor del bloque; mientras que los integrantes de la AP buscan abrir más
mercados para sus productos y así fomentar la competencia.
En este sentido, las diferencias entre los dos bloques estarían vinculadas más
a los gobiernos en turno, ya que la arquitectura institucional del Mercosur
apunta hacia una integración profunda, pero ésta se ha visto obstaculizada por
barreras no arancelarias y decisiones arbitrarias de los gobiernos argentino y
brasileño.
Conclusiones
Sin duda, Chile, Colombia, México y Perú comparten ciertos valores respecto a
su política exterior en materia comercial; al igual que lo hacen Argentina,
Bolivia, Brasil, Venezuela y, en menor medida, Paraguay y Uruguay. Por lo que,
en la coyuntura actual, existen diferencias importantes que complican el
diálogo entre bloques. Sin embargo, el crecimiento económico en la región
continuará presionando para que se creen cadenas productivas entre los
países latinoamericanos, lo que redundaría en el desarrollo regional y nos
fortalecería frente a otras regiones del mundo altamente competitivas, como lo
es la asiática.
Además, el diálogo entre ambos mecanismos de integración se debe fortalecer.
Tanto el Mercosur debe permitir que la Alianza del Pacífico conozca sus
negociaciones internas y viceversa, lo que permitirá que se encuentren más
fácilmente los puntos en común y se puedan romper prejuicios que son muchas
veces motivados por razones ideológicas.
El desarrollo de América Latina está ligado a nuestra capacidad para crear
instituciones internacionales fuertes que ayuden a nuestros gobiernos a que
haya seguridad jurídica en la región, y que también nos permitan acordar
posiciones comunes frente al resto del mundo.
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