¿De quién es esa voz?

¿De quién es esa voz?
Cuento popular
En un pueblito rodeado de montañas y mucha vegetación, vivía Yoel con su familia. Yoel era un chico de 6
años, que amaba la naturaleza. Disfrutaba especialmente de los picnic que organizaban sus padres en
shabat, el día más lindo de la semana.
Aquel shabat había resultado un hermoso y soleado día. Yoel, sus padres y su hermanita Mijal tomaron la
canasta de víveres y emprendieron su habitual caminata al bosque. Yoel estaba feliz contemplando el bello
paisaje, escuchando el sonido de los pájaros entre las copas de los árboles. Tan feliz estaba que le dieron
ganas de cantar a viva voz:
- ¡¡Qué contento estoooy! ¡Al bosque vine hoooy!!
De pronto, se detuvo sorprendido; había escuchado una voz lejana que decía:
- Vine hoooy… Vine hoooy…
Yoel pensó que había otro chico en el bosque.
- ¿Q… qui… quén sos? – preguntó un poco curioso, un poco asustado por el inesperado hallazgo…
- ¿Quién sos…sos…sos…? – preguntó la extraña voz.
- Yo soy Yoel – respondió Yoel.
Y también la voz respondió:
- Soy el… el… el…
Desconcertado y sin poder comprender lo que ocurría, Yoel dijo:
- ¿Te estás burlando de mí? ¡¿Por qué te burlás de mí?!
Y la voz le volvió a responder:
- Burlás de mí…mí…mí…
A esta altura de los hechos, Yoel estaba enojado. Más que enojado, ¡furioso! Miraba hacia el cielo, entre las
montañas, buscaba a su alrededor, detrás de los árboles, y nada. No veía más que a sus padres, ya sentados
dispuestos a empezar el picnic, y a su hermanita que lo seguía divertida.
Yoel se preguntaba: “¿Dónde estará ese chico que me contesta así? ¿Dónde estará ese chico tonto?? ¡Ya me
va a escuchar!”
Entonces, juntó mucho aire en sus pulmones y con todas sus fuerzas gritó:
- ¡¡Sos un chico tonto y maloooo!!
- Malooo…malooo…malooo… - también le gritó la voz.
De pronto Yoel se dio cuenta de que su mamá y su papá lo miraban y se reían. Eso le causó más enojo aún, y
decidió correr hacia ellos.
- Yoel, ¿por qué estás enojado?- le preguntó la mamá.
- Porque en este bosque hay otro chico que se ríe de mí y me dice “tonto” y “malo”- respondió – ¡y no lo
puedo encontrar!
La mamá sonrió y le dijo:
- Querido, no hay ningún otro chico en este bosque. Solo están vos y tu hermanita.
- Entonces, ¿de quién es la voz? – preguntó Yoel.
- Es tu propia voz. Estás escuchando un eco – le explicó el papá.
- ¿Un eco? ¿Qué es un eco?- dijo Yoel.
- Es un sonido que “rebota” y vuelve al lugar de donde vino… – le dijo su papá.
- Si decís palabras malas y feas, también escucharás palabras malas y feas. Pero si decís palabras lindas y
buenas, también escucharás palabras lindas y buenas – agregó su mamá.
Yoel oyó atentamente la explicación de sus padres, e inmediatamente, el enojo que tenía fue remplazado
por la alegría de haber comprendido lo que ocurría. Entonces, otra vez llenó sus pulmones y gritó fuerte,
fuerte:
- ¡¡Sos un chico muuuy buenooo!!
¿Y adivinen lo que el eco le respondió…?