24 CAPÍTULO II CLASIFICACIÓN Y SUJETOS DE LA ADOPCIÓN. 1. FUNDAMENTO CONSTITUCIONAL. La Adopción en El Salvador, es una Institución que tiene su acogida en diversas normas del ordenamiento jurídico; tal situación, se refleja en el amplio rango constitucional que se otorga a la Protección Integral del menor, conforme al Art. 34 Cn., que prescribe: “Todo menor tiene derecho a vivir en condiciones familiares y ambientales que le permitan su desarrollo integral, para lo cual tendrá la protección del Estado”. Así mismo, en nuestro ordenamiento constitucional existen algunas disposiciones con matices de Proteccionismo Familiar y Social, respecto a dicha Institución, que es necesario traer a referencia: El Art. 36 Cn., que prescribe: “Los hijos nacidos dentro o fuera de matrimonio y los adoptivos, tienen iguales derechos frente a sus padres. Es obligación de estos dar a sus hijos protección, asistencia, educación y seguridad”; el Art. 32 inc. 1º. que al respecto dice: “La familia es la base fundamental de la sociedad y tendrá la protección del Estado, quien dictará la legislación necesaria y creará los organismos y servicios apropiados para su integración, bienestar y desarrollo social, cultural y económico”. 2. CLASIFICACIÓN DE LA ADOPCIÓN. La adopción considerada doctrinariamente, puede ser plena o simple, y conjunta o individual. De las dos clasificaciones referidas, la de mayor trascendencia es la primera. 2.1 LA ADOPCIÓN PLENA. Confiere al adoptado una filiación que sustituye a la de origen. El adoptado deja de pertenecer a su familia biológica, y se extingue el parentesco con los integrantes de ésta, así como todos los efectos jurídicos, con la sola excepción de 25 que subsisten los impedimentos matrimoniales. El adoptado tiene en la familia del adoptante, los mismos derechos y obligaciones del hijo biológico. Es decir que por la adopción plena se emplaza al adoptado en un verdadero estado de familia que sustituye al consanguíneo originario, en caso de que lo haya habido con anterioridad a tal adopción.16 A la adopción plena también se le conoce como adopción privilegiada, arrogación de hijos, legitimación adoptiva o adopción legítima (Sara Montero Duhalt).17 La adopción plena es aquella que desliga completamente al adoptado de su familia de origen, para hacerlo entrar en una nueva familia con los mismos derechos y obligaciones de un hijo matrimonial de los adoptantes o simplemente consanguíneo, máxime en nuestro caso en el cual los hijos de cualquier clase están equiparados por disposición constitucional. Ella confiere al adoptado una filiación que sustituye a la de origen, crea un status familiae, viene a ser una equiparación total y sin restricciones de la filiación biológica. Como dice el Código de Familia, los adoptados de esta manera entrarán a formar parte, para todo efecto de las familias de los adoptantes.18 Este tipo de adopción concede plenitud de derechos (de ahí su nombre), satisface de manera óptica las finalidades contemporáneas de la institución y además, contribuirá a darle efectividad real al principio de igualdad entre los hijos que consagra la Constitución. La adopción plena presupone, una desvinculación real y preexistente con la familia biológica en cualquiera de los supuestos que la autorizan. Desde ya que compete al juez determinar ese grado de desvinculación, a efectos de evaluar la convivencia o el interés superior, de que el menor sea adoptado plenamente. De tal forma que, cuando han quedado plenamente acreditados el desamparo o el abandono del niño por sus padres biológicos, e incluso por otros 16 BOSSERT y ZANNONI., Ob. Cit., Pág. 488. PEREZNIETO CASTRO, Leonel y SILVA SILVA, Jorge Alberto, Derecho Internacional Privado, Parte Especial, Primera Edición, Edit. Oxford University Press, México, Marzo 2000, Pág. 172. 18 COMISIÓN COORDINADORA PARA EL SECTOR DE JUSTICIA, Unidad Técnica Ejecutiva (UTE), Documento Base y Exposición de Motivos del Código de Familia, Tomo II, Primera Edición, San Salvador El Salvador, 1994, Pág. 575. 17 26 parientes de la familia de origen, cuando ellos han abdicado de sus deberes parentales, y cuando, en anexión, los vínculos biológicos no son significativos en el desarrollo de la personalidad del niño sino que, al contrario, traducen carencias que afectarán o quizá ya afectan seriamente ese desarrollo, la adopción plena no tiende a preservar vínculos preexistentes sino a crear nuevos vínculos en una nueva familia. La adopción plena es axiológicamente valiosa porque permite dar al niño una identidad filiatoria, existencial, de la cual él carece.19 Teniéndose en cuenta que la clase de adopción a considerarse como normal o general será la plena. Ésta es la acogida por el Código de Familia al establecer el concepto de adopción en el Artículo 167, aunque no la menciona con ese nombre.20 2.2 LA ADOPCIÓN SIMPLE. La adopción simple confiere al adoptado la posición de hijo biológico, pero no crea vínculo de parentesco entre aquél y la familia biológica del adoptante, sino a los efectos expresamente determinados en la Ley, aunque los hijos adoptivos de un mismo adoptante serán considerados hermanos entre sí. La adopción simple se limita a crear un status filii (estado de hijo) que, en principio, se circunscribe a las relaciones entre el adoptante (o adoptantes) y adoptado sin trascender, como la adopción plena, en la familia de aquél.21 La adopción simple, sólo constituye un vínculo exclusivo entre adoptante y adoptado y los otros hijos adoptivos; el otorgamiento de la adopción simple, queda en principio a criterio del Juez, cuando sea más conveniente para el menor a pedido de parte por motivos fundados. Pero en algunos casos las legislaciones extranjeras, imponen este tipo de adopción, como por ejemplo, en la adopción del hijo del cónyuge, que será de carácter simple. Así mismo en la adopción simple, es admisible el reconocimiento del adoptado, por sus padres biológicos y el ejercicio de la acción de filiación. 19 ZANNONI en KEMELMAJER de CARLUCCÍ, AÍDA, El derecho de Familia y los Nuevos Paradigmas, Tomo I, Edit. Rubinzal-Culzoní Editores, Buenos Aires, Argentina, Septiembre 1999, Pág. 244. 20 COMISIÓN COORDINADORA PARA EL SECTOR DE JUSTICIA, Ob. Cit., Pág. 575. 21 BOSSERT y ZANNONI., Ob. Cit., Pág. 488. 27 Esta clase de adopción, no se encuentra regulada en nuestra normativa familiar, ya que como arriba indicamos, el sistema que rige la institución de la adopción en nuestro país, es el de la adopción plena. 2.3 ADOPCIÓN INDIVIDUAL. Este tipo de adopción, es la que se le confiere a un único adoptante; y es permitida por nuestro Código de Familia, el cual prescribe: “Si el adoptante es uno sólo, la adopción es individual” (Art. 169 parte segunda C. F.). Por lo que cuando en una pareja de esposos, sólo uno de ellos va a asumir la adopción, el otro cónyuge deberá dar su asentimiento (aval). 2.4 ADOPCIÓN CONJUNTA. Este tipo de adopción, solamente se autoriza y decreta a solicitud de ambos cónyuges; nótese que en este tipo de adopción, se requiere la intervención de los consortes, ya que en base a nuestra Constitución y al Código de Familia, el matrimonio es una de las instituciones que forman parte de la familia y que presenta los caracteres de plenitud y permanencia en la comunidad de vida ( Arts. 32 Inc. 2º. Cn.; 2 y 11 C.F.). Lógico es de deducir, que si el legislador estableció estas instituciones, con los caracteres antes mencionados, es por que en el caso de la adopción, son la mejor alternativa para cumplir con el Principio del Interés Superior del menor, y en consecuencia dotar al menor de una familia y un hogar estable.(Arts. 166, 169 parte primera, 181 Inc. 1º y 350 C.F.). Si bien es cierto que la mera existencia del matrimonio no garantiza que la pareja casada sea la más conveniente para el menor, por lo menos le brinda garantías mayores que la sola unión libre para otorgar al adoptado un hogar bien establecido. Indudablemente, en adición a ese requisito, deberá constatarse que existen otros que hagan recomendable la inserción del menor en este nuevo medio familiar. Psicólogos y Sociólogos demuestran que el “bloque parental” (padre y madre), es indispensable e insustituible para la formación de un menor. De la 28 integridad de ese bloque dependerá la sensación de seguridad, la cual es condición necesaria para la transformación del niño en adulto. Los aportes diferentes y complementarios que deben realizar el padre y la madre, son imprescindibles para la formación integral del hijo. Por tales razones, el adoptado tiene necesidad, como toda criatura, de una madre y de un padre, lo cual se le brinda por este tipo de adopción. 2.5 CRITERIO DIFERENCIADOR ENTRE LA ADOPCIÓN SIMPLE Y ADOPCIÓN PLENA. Cada tipo de adopción responde a finalidades distintas. La adopción plena logra que el menor se emplace en una familia de la que, de un modo u otro, carece. Se trata de todos aquellos casos en que el menor o no ha tenido real vínculo con su familia consanguínea, especialmente con sus padres de sangre, o estos vínculos se han limitado a construir meras circunstancias no asumidas responsablemente por los progenitores. Mientras tanto la adopción simple presupone que el menor mantiene vínculos más o menos estrechos con sus progenitores consanguíneos. En tal caso se trata de no sustituirlos aunque mediante, la adopción, se asegura al menor un entorno familiar estable, o más seguro que el que aquéllos (los padres de sangre) no pueden brindarle, o simplemente, permite integrar al adoptado a la familia constituida por su progenitor y el adoptante.22 2.6 FINALIDAD PRINCIPAL DE LA ADOPCIÓN. Esta finalidad de la adopción se consigna en el inciso 1º del Artículo 165 del Código de Familia, el cual expresa que ella es una institución de protección familiar y social, con lo cual se alude a ciertas características esenciales de la institución, directamente derivadas de su finalidad principal. 22 BOSSERT, Gustavo A. y ZANNONI, Eduardo A., Manual de Derecho de Familia, Tercera Edición Actualizada, Edit. Astrea, Buenos Aires, Argentina, 1991. Pág.489. 29 A continuación el artículo dice que la adopción se establece especialmente en interés superior del menor, explicitándose de esta manera el interés prioritario o principal. Por otra parte, la adopción cumple con otras finalidades y puede satisfacer otros intereses, muchos de ellos legítimos e irreprochables, lo cual es natural en un sistema como en del código, en el cual existen varias clases de adopción, incluida la adopción de mayores de edad, pero se deja claro que lo que primordialmente concierne es el interés del menor, por encima del interés de los adoptantes, o de cualquier otro interés, inclusive el de los padres biológicos.23 Nada impide que se conjuguen los intereses del menor con los de la colectividad, como cuando se consigue con la adopción prevenir el abandono o la conducta irregular, pero en todo caso, es el interés del menor el que prevalece. 2.7 NATURALEZA DE LA ADOPCIÓN PLENA. Al afirmarse que la adopción plena confiere al adoptado una filiación que sustituye a la de origen, se colige la naturaleza emplazatoria – desplazatoria que, respecto del estado de familia, asume la sentencia que acuerda la Adopción. La adopción plena implica indirectamente el desplazamiento del estado determinado por la filiación consanguínea del adoptado. Se disocia, en otras palabras, el presupuesto biológico de ella para atribuir el vínculo jurídico antes a él referido, al emplazamiento creado por la adopción.24 Lo anterior queda ratificado al agregarse, en el Art. 167 C. F. que el adoptado deja de pertenecer a su familia biológica y se extingue el parentesco con los integrantes de ésta, y, por ende, sus efectos jurídicos. La única excepción, a nivel legal, se refiere a la subsistencia de los impedimentos matrimoniales que emergen del vínculo biológico (Art. 15 C. F.). 23 24 COMISIÓN COORDINADORA PARA EL SECTOR DE JUSTICIA, Ob. Cit., Pág.573. BOSSERT y ZANNONI., Ob. Cit., Pág . 488. 30 2.8 CONSTITUCIÓN DE LA ADOPCIÓN. La resolución definitiva correspondiente tiene efectos constitutivos de estado familiar y lo lógico es que sea a partir de la fecha en que ella quede firme, que la adopción empiece a surtir efectos. Debido a que, el mero consentimiento de las partes no basta para constituirla, puesto que la resolución que la decreta es un requisito esencial, ya que con ella el Estado culmina un control de legalidad y , en el caso de menores, además de oportunidad y conveniencia; en esta misma orientación, el Código de Familia en su Art. 178., expresa que los efectos constitutivos de la Adopción, se producen desde que queda firme la resolución que la decreta. 2.9 CARACTERÍSTICAS DE LA ADOPCIÓN. 2.9.1 LA ADOPCIÓN ES IRREVOCABLE. Lo cual significa que por voluntad de los adoptantes, de quienes dieron al menor en Adopción, o de quien la autorizó, o del propio menor, dichos efectos no pueden desconocerse y, por el contrario, tienen que asumirse las situaciones y obligaciones que esa relación establece conforme a la ley (Art. 178 C. F.).25 La justificación de la irrevocabilidad radica, en que se debe de dotar a la figura de la Adopción de la máxima protección y de las mayores garantías de estabilidad, tratando de impedir arrepentimientos o reclamaciones temerarias o infundadas; esta irrevocabilidad se extiende al hecho de que si un menor es adoptado y posteriormente es reconocido por su padre biológico, la Adopción es inalterable.26 25 GARCÍA SARMIENTO, Eduardo y otros, Ob. Cit. Pág. 294. FERNÁNDEZ GONZÁLEZ, María Begoña, El Matrimonio y los hijos (Cien Preguntas Claves y su Respuesta), Edit. Dykinson, Madrid, España, 2002, Pág. 177. 26 31 El otorgamiento de la adopción es un acto de potestad pública, constitutivo de Estado Familiar que por naturaleza y por la propia estabilidad de la Familia, exige la condición de irrevocabilidad.27 2.9.2 SU FUENTE ÚNICA ES LA SENTENCIA. En base al Artículo 178 del Código de Familia y 201 de La ley Procesal de Familia, la Adopción se constituye, desde que queda firme la Sentencia que la decreta, la cual es irrevocable; es por cuanto que el Juez valora la conveniencia de la Adopción, teniendo en cuenta, el interés superior del menor, los medios de vida y cualidades morales y personales del adoptante, y la diferencia de edad entre adoptante y adoptado.28 2.9.3 ES UNA FICCIÓN LEGAL. Debido a que constituye una filiación artificial, que se instaura por medio de una Sentencia Judicial, que equivale a que el adoptado tenga una filiación adoptiva, por lo cual se conservan los impedimentos relativos al matrimonio por razón de parentesco. La Filiación Legítima29 y la Filiación Natural, son calificadas a veces de filiaciones naturales lato sensu, o de filiación por la sangre, porque una y otra resultan del vínculo de la sangre, por oposición a la filiación artificial, ficticia, que es la filiación adoptiva. En efecto, la Filiación Adoptiva crea un vínculo jurídico de filiación entre dos personas fuera de todo vínculo de la sangre.30 27 COMISIÓN COORDINADORA PARA EL SECTOR DE JUSTICIA, Ob. Cit., Pág 577. KIELMANOVICH, Jorge L., Procesos de Familia, Edit. Abeledo-Perrot, Buenos Aires, Argentina, Mayo 1998, Pág. 131. 28 29 Este tipo de filiación quedó derogada, por la entrada en vigencia del Código de familia, creado por Decreto Legislativo Nº 677 y Publicado en el Diario Oficial Nº 231, del 13 de Diciembre de 1993. 30 MAZEAUD, Henrí y León y otros, Ob. Cit., Pág. 548. 32 2.9.4 CONSTITUYE UN ESTADO FAMILIAR. A consecuencia de que confiere al adoptado, en virtud de una Sentencia Judicial, el estado familiar de hijo matrimonial de los adoptantes, con todas sus características de permanencia en el tiempo; a tal respecto se refiere el Art. 186 inc 1º y 2º C.F., “El estado familiar es la calidad jurídica que tiene una persona en relación a la familia y por el cual la ley le atribuye determinados derechos y deberes. El estado familiar se puede originar por vínculo matrimonial o por vínculo parental”. 2.9.5 ES UNA INSTITUCIÓN DEL DERECHO DE FAMILIA. La Naturaleza jurídica de la Adopción, se acepta modernamente que es una Institución del Derecho de Familia; este aspecto ya ha sido retomado en el Capitulo I de esta investigación, para tal efecto consultar sobre la Naturaleza Jurídica de la Adopción, Pág.19. 2.10 CONVENIENCIA DE LA ADOPCIÓN. Según la doctrina, la adopción puede ser conveniente para el menor desde cuatro puntos de vista: 2.10.1) JURÍDICO. El menor gana un status de hijo legítimo en el seno de una sociedad que injustamente marca todavía el hijo extramatrimonial, con perjuicio desfavorable e indeleble. 33 2.10.2) MORAL. El menor abandonado adquiere un hogar, en el que se le protegerá y podrá desenvolver su vida con afecto y normalidad. 2.10.3) INTELECTUAL. El adoptado recibirá educación que luego acrecentará sus posibilidades de desarrollo y lucha en la vida. 2.10.4) ECONÓMICO. Sus padres adoptivos proveerán a sus necesidades y eventualmente los heredará.31 3. SUJETOS INTERVINIENTES EN LA ADOPCIÓN. A nuestro juicio son: el Adoptante, el Adoptado, sus Representantes Legales y las Instituciones Intervinientes ( La Procuraduría General de la Republica, el Instituto Salvadoreño para el Desarrollo Integral de la Niñez y la Adolescencia, y los Tribunales de Familia); pero para efectos de análisis en éste enunciado, sólo analizaremos la figura del Adoptante, el Adoptado y sus Representantes Legales, siendo que las Instituciones antes mencionadas, las estudiaremos detalladamente más adelante, cuando hablemos del Procedimiento de Adopción y sus fases. 31 GARCÍA SARMIENTO, Eduardo y otros, Ob. Cit., Pág. 283. 34 3.1 EL ADOPTANTE. Adoptante, es la persona natural, que asume legalmente el carácter de padre del Adoptado,32 y que debe cumplir con los requisitos personales, que establece el Art. 171 del C. F.; Dichos requisitos son a saber: a) La capacidad. b) La edad. c) La Aptitud y disposición para asumir la Responsabilidad Parental. 3.1.1 LA CAPACIDAD. La Capacidad a que aquí se hace alusión es la legal, es decir la que se requiere para celebrar cualquier acto jurídico (en especifico, para ejercer derechos y contraer obligaciones, Art. 1316 y siguientes C. C); no obstante cuando se trata de la Institución de la Adopción, no sólo es necesaria la capacidad legal, sino que además se requiere la aptitud legal para convertirse en padre o madre adoptiva, según sea el caso, que se traduzca en la consecución de dotar de un ambiente favorable al adoptado, desde todo aspecto, máxime cuando lo que se persigue, es el interés superior del menor y su desarrollo integral. 3.1.2 LA EDAD. La edad que en éste requisito se determina, es la edad mínima, la edad máxima y la diferencia de edad, que el adoptante debe tener con relación al Adoptado para ser sujeto adoptante. 32 OSSORIO, Manuel, Diccionario de Ciencias Jurídicas Políticas y Sociales, 27ª Edición Actualizada, Corregida y aumentada por Guillermo Cabanellas de las Cuevas, Edit. Heliasta, Buenos Aires, Argentina, 2000, Pág. 62. 35 a) Edad Mínima. Con respecto a la edad mínima el Código de Familia, establece en su Art. 171 Nº 2º, como edad mínima, la edad de veinticinco años, por cuanto prescribe: “Para adoptar se requiere: Ser mayor de veinticinco años de edad […]”; no obstante, este requisito tiene una excepción, en cuanto a permitir que los cónyuges que tengan más de cinco años de casados al momento de solicitar la Adopción, puedan optar a esta Institución, sin necesidad de haber cumplido los veinticinco años. b) Edad Máxima. La edad máxima que el legislador instituyó para aquellas personas que opten a la Adopción, es la de cuarenta y cinco años mayor a la edad del adoptado; de igual forma, que en el requisito de la edad mínima aquí también existe una excepción y es la que hace permisible el Artículo 181 Inc. 2º C. F., el cual establece, “[…] pero este límite no impedirá la adopción del hijo de uno de los cónyuges, la de un pariente en segundo grado de afinidad o cuarto grado de consanguinidad de ellos, ni del menor que hubiere convivido con los adoptantes por los menos un año, siempre que el juez estime que la adopción es conveniente para el adoptado. c) Diferencia de Edad. La diferencia de edad que debe de mediar entre Adoptado y Adoptante, debe de ser por lo menos de quince años; es decir en otros términos que el Adoptante debe de superar por lo menos en quince años al Adoptado. De tal forma que cuando estemos frente a la figura de la Adopción conjunta, la diferencia de edad antes acotada, se determina respecto del Adoptante que sea de menor edad. Lo cual induce a saber, que cuando la Adopción presente la modalidad de ser por un solo cónyuge, la diferencia de edad se debe de computar también con el cónyuge del Adoptante, en base al Art. 173 Incs. 1º y 2º C. F. La justificación más frecuente para esa exigencia se basa en el principio “imitatio naturae”, que viene de los Romanos, según el cual la adopción debe 36 imitar a la naturaleza, y por eso se exige que entre el adoptante y el adoptado exista la suficiente diferencia de edad como para que aquél pueda ser progenitor de éste, con el objeto de que la maternidad o paternidad no parezca inverosímil y para que la adopción cumpla con los fines específicos. También se ha dicho que con esta exigencia se aleja la posibilidad de sentimientos de naturaleza diversa a los filiales entre adoptante y adoptado, cuando son de sexo diferente. Algunos autores han argumentado diciendo, que la diferencia de edad permite que existan los lazos de supra y subordinación característicos de las relaciones paternofiliales.33 De igual forma como hemos venido mencionando, también este requisito no es ajeno a tener una excepción, la cual denota que éste requisito (de la diferencia de edad), no se aplica cuando estemos ante la presencia de la Adopción del hijo de uno de los cónyuges. 3.1.3 LA APTITUD Y DISPOSICIÓN PARA ASUMIR LA RESPONSABILIDAD PARENTAL. La aptitud y disposición para asumir la responsabilidad parental, se determinará por medio de las condiciones familiares, morales, psicológicas, sociales, económicas y de salud. Estos requisitos tienden a garantizar la protección del Adoptado y su desarrollo normal adecuado.34 El tratadista español Luís Mendizábal Oses,35 manifiesta al respecto, que desde la perspectiva del nuevo derecho de menores “no se trata de insertarle en un ambiente aceptable o simplemente bueno, sino aquel que mejor responda para dar cumplida satisfacción a sus necesidades subjetivas”. El ordinal tercero del Artículo 171 del Código de Familia dispone que para adoptar se requiere poseer condiciones familiares, morales, psicológicas, sociales, 33 COMISIÓN COORDINADORA PARA EL SECTOR DE JUSTICIA, Ob. Cit., Pág 590. CALDERON DE BUITRAGO, ANITA Y OTROS, Ob. Cit, , Pág. 532. 35 Citado en GARCÍA SARMIENTO, Eduardo y otros, Ob. Cit., Pág. 279. 34 37 económicas y de salud que evidencien aptitud y disposición para asumir la responsabilidad parental. Los requisitos que establece esta disposición tienden a garantizar que el ambiente en el cual se coloque el adoptado sea el más propicio para su desarrollo integral, con lo que se da cumplimiento al inciso primero del Artículo 34 de la Constitución, según lo cual: “Todo menor tiene derecho a vivir en condiciones familiares y ambientales que le permitan su desarrollo integral, para lo cual tendrá la protección del Estado”. Los diversos factores que enumera este ordinal no pueden ser considerados independientemente, ya que realmente son interactuantes y en ciertos casos, algunos de ellos son especies del género que constituye otro, pero se les ha individualizado para destacar su importancia. Sin embargo, es necesario hacer la aclaración, que estos requisitos (la capacidad, la edad, la Aptitud y disposición para asumir la Responsabilidad Parental), se aplican de manera general a todo Adoptante, pero en el caso de los Adoptantes extranjeros, estos deben de cumplir además con los requisitos prescritos en el Art. 184 del C. F., y La Convención de la Haya, sobre la Protección de Menores y la Cooperación en Materia de Adopción Internacional, firmada el 21/11/96, ratificada el 17/11/98 y que entró en vigor el 1/03/99. 3.2 EL ADOPTADO. El Adoptado es, el que siendo por naturaleza hijo de una persona, es prohijado o recibido como tal por otra, mediante Autorización Judicial.36 A este respecto, se establece a todo esplendor en el Art. 182 C.F, quienes pueden ser adoptados, siendo los que se mencionan a continuación: 36 CABANELLAS, Guillermo, Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual, Tomo I (A-B), 28ª Edición, Edit. Heliasta S. R. L, Buenos Aires, Argentina, 2003, Pág. 176. 38 3.2.1 LOS MENORES DE FILIACIÓN DESCONOCIDA; ABANDONADOS O HUÉRFANOS DE PADRE Y MADRE. 3.2.1.1 LOS MENORES DE FILIACIÓN DESCONOCIDA. Son los hijos de padres ignorados, menores que aunque biológicamente tengan padres no se ha podido establecer su filiación al momento de ser adoptados. 3.2.1.2 LOS MENORES ABANDONADOS. Son todos aquellos menores que se encuentran en situación de carencia, y que la misma afecta su protección y formación integral en los aspectos material, psíquico o moral, por acción u omisión (Art. 182 Nº 1 Inc. 2º C. F.). 3.2.1.3 LOS MENORES HUÉRFANOS. Son aquellos menores carentes de padre o madre y más genuinamente, de ambos progenitores, a causa de su muerte. A todos estos menores, es decir los menores de filiación desconocida; abandonados o huérfanos de padre y madre, los representa el Procurador General de la República, en base al Art. 224 del Código de Familia. 3.2.2 LOS MENORES QUE ESTÉN BAJO EL CUIDADO PERSONAL DE SUS PROGENITORES O DE OTROS PARIENTES. A estos menores se refiere el legislador, como sujetos de adopción, en el sentido de que a pesar, de que estos tienen una familia o vínculos familiares, los mismos no son suficientes o no le garantizan al menor su pleno desarrollo integral, es por cuanto que si el Juez de Familia considera que existen motivos justificados y de conveniencia para el menor sujeto de adopción decretará la Pérdida de la Autoridad Parental de sus progenitores, para viabilizar la adopción de los mismos 39 (Art. 182 Nº 2 C.F); es necesario recalcar, que la pobreza en sí misma no es motivo para separar a un niño de su familia biológica. 3.2.2.1 CONFORMIDAD DEL MENOR ADOPTADO. En base al Artículo 174 C. F., se deduce que el mayor de doce años debe también, manifestar la conformidad con su adopción, aún cuando cumpliese la edad indicada durante el transcurso del procedimiento. Lo anterior da cumplimiento al principio contenido en el Art. 12 de la Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos del Niño, según el cual se garantizará al niño que esté en condiciones de formarse un juicio propio, el derecho de expresar su opinión en todos los asuntos que lo afecten, teniéndose debidamente en cuenta tales opiniones, en función de la edad y madurez del opinante; y que, con tal fin , se dará en particular al niño oportunidad de ser escuchado en todo procedimiento Judicial o Administrativo, que lo afecte […]. Otro aspecto que hay que recalcar en referencia a la conformidad del menor es que, no constituye un consentimiento en el estricto sentido jurídico, ya que si así fuese, no sería preciso que consintiesen los representantes legales del menor o el Procurador General de República en subsidio. Aquí lo que al Juez le interesa no es el consentimiento jurídico, sino la disposición voluntaria del menor al acto, es decir, el asentimiento psicológico respecto del vínculo que se pretende crear. Lo que se busca es que no se realicen adopciones impuestas al menor por influjo de quienes están cerca del mismo, sin tomar en cuenta los sentimientos de quien va a ser adoptado.37 Con la aclaración de que se necesitará de tal conformidad, aún cuando el menor cumpliere doce años durante el transcurso del procedimiento, se evitará que se produzcan interpretaciones contradictorias sobre el particular, optándose por la solución que mejor protege el interés del adoptado. 37 COMISIÓN COORDINADORA PARA EL SECTOR DE JUSTICIA, Ob. Cit., Pág 595. 40 3.2.3 LOS MAYORES DE EDAD. Nuestra Legislación de Familia permite, la adopción de mayores de edad, siempre y cuando estos antes de ser adoptados hayan estado, bajo el cuidado personal del adoptante y existan entre ellos lazos afectivos, de familia semejantes a los que unen a hijos y padres; lo que el Legislador quiso con este tipo de adopción es formalizar una situación de hecho establecida entre quien quiere adoptar y quien quiere ser adoptado, durante la minoría de edad de este último. 3.2.4 EL HIJO DE UNO DE LOS CÓNYUGES. En este tipo de adopción, la solicitud debe ser presentada por ambos cónyuges, y aún cuando no requiere de trámite administrativo, para su trámite judicial, se deben de anexar según el caso: a) Acta Notarial en la que conste que el otro padre o madre biológico del adoptado ha consentido, si aquél o aquélla tuviese la autoridad parental del menor. b) La Certificación de la Sentencia que declare la pérdida de la Autoridad Parental del padre o la madre biológico. c) La Certificación de la partida de Defunción del padre o madre biológicos; requisitos que se establecen en la Ley Procesal de Familia, en su Artículo 198. 3.3 LOS REPRESENTANTES LEGALES. 3.3.1 REPRESENTANTES LEGALES DEL MENOR ADOPTADO. Estos son el padre y la madre que ejercen la autoridad parental del menor sujeto de adopción y que por ley están obligados a la conservación y defensa del mismo; así también son llamados a dar su consentimiento para que el menor sea adoptado, es decir a dar su voluntad consciente de querer para el hijo lo mejor; sin 41 embargo hay que hacer la aclaración de que no siempre aparecerá la figura de los padres del menor adoptado otorgando su consentimiento, así como verbigracia se puede mencionar la adopción de los menores huérfanos, abandonados o de filiación desconocida, a los cuales por prescripción de ley los representa el Procurador General de la República. 3.3.2 REPRESENTANTES LEGALES DEL ADOPTANTE. Aquí se incluyen a los apoderados judiciales, que en base a la Ley Procesal de Familia representan a los adoptantes en el procedimiento de adopción, y que en base a la misma ley deben ser autorizados por estos últimos por medio de un Poder Especial, en base a los Artículo 10 y 11 de este mismo cuerpo de leyes y 111 del Código Procesal Civil.