Todo se trata de ser organizado.

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Todo se trata de ser organizado.
58¿Realmente estás preparado para la universidad?
Estrategia 3
Las primeras dos semanas —
Lo que deberías hacer mientras todos los demás tratan de buscar un buen asiento
El semestre está empezando. Hasta tal vez esté empezando un nuevo año. Tienes libretas nuevas y
tal vez hasta nuevos profesores y un nuevo horario de clases. Aquí es dónde empieza el controlar tus
clases, y la organización es la base del juego. ¿Estás listo? ¡Vamos!
Aprende de ti mismo.
Cuando empieza un nuevo semestre, ¿qué deberías de hacer para empezarlo bien? Para ponerte a pensar,
asigna a cada oración a continuación un número del 1 al 5 de acuerdo a que tan importante sea para ti.
Las acciones más importantes recibirán un 5. Las acciones menos importantes recibirán un 1.
____ Hacer una carpeta para cada curso.
____ Presentarte con cada nuevo profesor.
____ Hablar con otros estudiantes para averiguar si tus nuevas clases o profesores son difíciles
o fáciles.
____ Revisar todos tus libros.
____ Hacer un horario de estudio.
____ Repasar el plan de estudio de cada clase y prestarle atención a las políticas de
calificaciones, exámenes, trabajos más importantes, y fechas de plazo más importantes.
____ Encontrar un buen asiento cerca de tus amigos antes de que el profesor haga un
diagrama con los asientos asignados.
____ Ir a reunirte con tu consejero para repasar el semestre anterior.
En tu opinión, ¿por qué es tan difícil obtener una buena calificación en cualquier clase? Otra vez,
califica estas respuestas del 1 al 5 (un 5 para las que tu consideres más difíciles; un 1 para las que sean
menos difíciles).
____ Los exámenes difíciles.
____ Un profesor difícil.
____ El material es difícil para ti.
____ Tantas otras cosas que hacer este semestre.
____ Muchos otros cursos difíciles.
____ La competencia de otros estudiantes es muy difícil.
____ El material no es interesante.
Borrón y cuenta nueva
Cada nuevo semestre es un nuevo comienzo. Si este nuevo semestre es el comienzo de un nuevo año,
tus clases, profesores, horario de clases, y muchas otras cosas también lo serán. Y si el año pasado parece
Las primeras dos semanas - Estrategia 3 59
ya haber sido “hace años,” mucho mejor—porque quiere decir que mucho ha cambiado en tu vida. Del
mismo modo, deberías de esperar que mucho haya cambiado también en tu vida académica.
Cada nuevo semestre te da nuevas oportunidades. Un nuevo semestre quiere decir que avanzas a un
nivel más alto en esa montaña de aprendizaje. Los cursos se van haciendo más difíciles, y se espera más de
ti como estudiante. O lo deberían ser. Y si no, algo no anda bien. Aún si un nuevo semestre significa casi
las mismas clases con los mismos profesores — y aunque tengas un promedio de calificaciones de A —
todavía necesitas trazar nuevas metas más altas para ti mismo. El empezar un nuevo semestre con planes
nuevos para cosas mejores es la mejor manera para desarrollarte como estudiante y para tener control de
tu educación.
¿Qué deberías hacer para empezar un nuevo ciclo escolar? Antes de entrar a tu primera clase, deberás
repasar todo el último semestre, de preferencia con tu consejero. Estos son los puntos que deben cubrir:
¿Qué calificaciones obtuviste el semestre pasado?
¿Estuviste satisfecho con tus calificaciones?
¿Podrías haber obtenido mejores calificaciones?
¿Eran tus calificaciones buenas por lo general o no siempre?
Si obtuviste calificaciones más bajas que el semestre anterior, ¿sabes por qué?
¿Realmente aprendiste el material de la clase o te esperaste a estudiar a última hora y solo te
esforzaste por la calificación?
§ ¿Qué es lo que quisieras cambiar este nuevo semestre? ¿Cómo piensas hacer esos cambios?
§
§
§
§
§
§
Para que el repaso funcione a tu favor, tienes que responder a estas preguntas con sinceridad.
Cómo considerar las primeras dos semanas
Al principio de cada nuevo semestre, la mayoría de los estudiantes no planifican mucho, no piensan,
ni se organizan. Si al comienzo de un nuevo año, se dejan atrapar en un sin fin de otras actividades.
Haciendo nuevas amistades. Decorando sus casilleros. Buscando un asiento cerca de sus amigos en
cada clase. Clasificando los grupos sociales formados en diferentes clases. Inscribiendose en actividades
extracurriculares. Es difícil concentrarse en los cursos, con tanta conmoción.
La mayoría de los estudiantes no ponen las manos a la obra de inmediato. De repente, se encuentran
ya tomando los primeros exámenes en cada clase. Las primeras semanas simplemente se desvanecieron. ¿A
dónde se les fue el tiempo?
Semestre tras semestre, los estudiantes son tomados por sorpresa con los primeros exámenes. No
obstante a pesar de este patrón tan familiar, ¿cuántos estudiantes se preocupan de este túnel de tiempo
que parece “atrasarlos” aún antes de los primeros exámenes o del plazo para entregar las primeras tareas?
Increíblemente, algunos lo hacen. Muchos dicen, “En realidad no pasa casi nada en ningún curso durante
las primeras dos a cuatro semanas.” Otros dicen, “Realmente no sé cuanto debo de estudiar hasta que no
empiece a recibir mis calificaciones. Si empiezo a recibir bajas calificaciones, trataré de estudiar más. Si mis
calificaciones son ‘lo suficiente altas’, sé que voy bien haciendo lo que hago.”
Se Universitario Astuto. Tan importante como el fin del semestre es, los mejores estudiantes
que he conocido, me dicen que ellos se concentran en las primeras dos semanas. El empezar con
ganas hace que las clases sean más fáciles y les ayuda a conseguir buenas calificaciones, hasta en
60¿Realmente estás preparado para la universidad?
las clases que no les gustan. Hablando en general, los estudiantes que usan su tiempo durante las
primeras dos semanas de la clase para pensar y planear, les va mejor al fin del semestre.
Aquí va un ejemplo de la vida real: Alguna vez has escuchando a alguien decir, “Ese equipo perdió el juego
en los primeros diez minutos”? ¿Qué quiere decir esto? Usualmente dos cosas: El equipo no llegó al juego
en condición o listo para jugar. Y el equipo no tanteó bien al equipo contrario. Entonces ¿qué deberías
hacer las primeras dos semanas del semestre El primer día de a clase ven listo para estudiar. Y tantea bien
el curso.
Tantear el curso es fácil. Al principio de cualquier semestre, el profesor pasa algo de tiempo hablando
sobre el curso, el material del curso— como los libros de texto — y lo que él o ella espera de sus
estudiantes. El también repasa el esquema del curso para hacerte saber cuándo se deberán de entregar las
tareas más importantes y para cuándo están programados los exámenes, así como cuánto cuenta cada uno
para la calificación final. Presta atención a esta información. El esquema de la clase te da un resumen del
semestre y describe la cantidad de trabajo que se requiere en el curso. Tal como aprenderás más adelante,
esta información te da el poder de controlar el curso.
¿Recuerdas a los estudiantes clasificados como despistados y típicos? Ellos no prestan atención a ninguna
de esta información muy bien porque ya lo han escuchado todo antes. Se Universitarios Astuto presta
atención a dos cosas en particular: cuánto material se cubrirá durante el semestre y lo que el profesor
espera que los estudiantes hagan. Un Universitario Astuto está por ahí esmerándose y adelantándose,
aún cuando otros estudiantes están en la espera de que algo suceda. Hay más que suficiente sucediendo.
El Estudiante Despistado y el Estudiante Típico simplemente no están conscientes que el semestre ya ha
empezado a desenvolverse sin ellos.
De dónde realmente proviene tu estrés
Muchos estudiantes pasan las primeras dos semanas tomándolo todo con calma. Muchos piensan que
están ahorrando energías para cuando las cosas “realmente se pongan serias” más adelante en el semestre.
Lo que no se dan cuenta es que al haber comenzado el semestre sin ponerle ganas en realidad aumenta el
estrés. Ya que no empiezan en el primer día, terminan jugando a tratar de “ponerse al día” en sus clases.
Ellos piensan que así es como debe funcionar un semestre. De hecho, la forma para disminuir el estrés es
llevar ventaja en el semestre. Concéntrate, se enérgico, y activo durante las primeras dos semanas.
Algunos universitarios que aprenden esta lección se dan cuenta que al empezar de la forma adecuada
mejora sus calificaciones y su vida tanto que se vuelven hasta casi maniáticos en cuanto a cómo manejan
las primeras dos semanas. Pasan estudiando el mismo tiempo durante estas primeras semanas como
lo harían la mayoría de estudiantes las últimas dos semanas del semestre. (Es una muy buena idea). Se
deshacen de todo lo que no sea esencial en su horario diario— especialmente el pasár tanto tiempo con
amigos y pierder tiempo durante las primeras dos semanas.
¿Qué deberías hacer? Mientras no te vayas al extremo de distanciarte completamente de tus amistades,
deberías de empezar el semestre en grande. El empezar bien quiere decir crear un avance con ventaja para
ti mismo. Si lo haces, nunca te sentirás apresurado otra vez. Tus calificaciones mejoraran y se mantendrán
altas. Es oír la pistola de salida que te dará un avance con ventaja. Usa los 7 pasos descritos en esta
Estrategia, y después de dos semanas, tendrás una ventaja real — te irá mejor con menos estrés, durante
todo el semestre.
Las primeras dos semanas - Estrategia 3 61
Empezando el semestre inteligentemente
Cuando empiezas con una sólida ventaja durante las dos primeras semanas del semestre, eres entonces
como el equipo que “llega listo para jugar.” Te estás poniendo en condición y tanteando tus cursos. Aquí
están los siete pasos básicos que te prepararan “para jugar” al principio de un nuevo semestre. ¡Asegúrate
de hacer cada uno!
1. Evalúa tu rendimiento del semestre pasado. La mayoría de estudiantes salen de los exámenes finales
y cierran la puerta a esos cursos. Con un suspiro de alivio, los estudiantes se dicen a ellos mismos, “Ya
termino eso.” Ya no tienen que pensar en esas materias. ¿Cierto? Incorrecto. Si en realidad estas al tanto de
todo, aprenderás algo acerca de ti mismo en cada curso. ¿Qué fue lo que hiciste que te ayudó a sobresalir
en el curso? ¿Qué fue lo que hiciste que impidió que sobresalieras? Recuerda qué fue lo que funcionó y
trata de desarrollar esa Estrategia en el futuro. Recuerda lo que hiciste que nubló tu comprensión, que te
atrasó, o que te costó puntos en un examen. Determina que no cometerás los mismos errores el próximo
semestre.
Haz una lista de tus buenos hábitos
¿Qué tipo de buenos hábitos son los que buscas? Aquí hay unos ejemplos. Añade los tuyos en los
espacios vacíos.
El seguir un horario de estudio semanal.
El volver a copiar cada noche tus apuntes de los libros de texto y de la clase, repasarlos,
resaltando los puntos importantes, y añadiendo comentarios.
El terminar las tareas con cuidado y a tiempo.
Volver a leer cada capítulo para mejorar tu comprensión del material.
Resolver más problemas de matemáticas y ciencias de los que el profesor asigna.
El hablar con tus profesores después de recibir los exámenes para ver cómo pudiste haber
mejorado tu calificación.
El hacer una lista o tarjetas didácticas con los conceptos que tienes que memorizar.
El hacer esquemas o gráficos para resumir el material del curso.
El mantener un calendario de los exámenes, las fechas de plazo y el adelantarse.
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62¿Realmente estás preparado para la universidad?
Haz una lista de tus malos hábitos
¿Qué tipo de malos hábitos interrumpieron tu éxito académico? Aquí hay algunos problemas comunes
con los cuales los estudiantes batallan. Piensa en cualquier mal hábito que tengas y escríbelo en los
espacios vacios.
Estudiar irregularmente o al azar.
Dejar las tareas para hacerlas al último minuto.
Tomar escasos apuntes en clase.
Venir a clase sin estar preparado.
No prestar atención en clase.
Estudiar a última hora para los exámenes
No escribir suficientes borradores para los ensayos.
No leer material del curso.
Fallar en las fechas de entrega y perder puntos por ello.
El no hacer preguntas con anterioridad para aclarar las dudas en las tareas.
No hablar con los profesores acerca de tu progreso.
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Ahora haz un gráfico con tus buenos y malos hábitos. Ponlo en tu agenda o pégalo en la contraportada de
uno de tus cuadernos. Léelo a menudo. Usa la información que descubriste de ti mismo para recordarte
lo que deberías y lo que no deberías de estar haciendo para sobresalir este semestre.
Algo más: Si estás sorprendido o confundido porque alguna de tus calificaciones finales del semestre
pasado fueron más baja de lo que esperabas, haz un cita para reunirte con tu profesor. Habla acerca de
cómo te fue en el examen final, y si tuviste problemas, pide consejos para mejorar la forma cómo estudias
para esa materia. Aunque nunca vuelvas a tener esa materia otra vez, aprenderás algo que podrás aplicar a
otros cursos.
Pero recuerda este punto muy importante: El hablar con tu profesor acerca de tus calificaciones NO es
una sesión de quejas. Los profesores no dan bajas calificaciones porque no les agradas ni porque no les
esté yendo bien ese día. Cuando se trata de calificaciones, los maestros tienen dos metas principales: ser
precisos y consecuentes. Enfócate en tu propósito: Te vas a reunir con el para aprender que fue lo que hiciste
mal y tratar de mejorar, no para defender una calificación.
Las primeras dos semanas - Estrategia 3 63
2. Haz algo de tiempo durante el comienzo de la primera semana para repasar pausadamente todos
los libros, manuales, y materiales que se usarán en el curso. No esperes hasta que se te diga que uses
un libro específico antes de abrirlo. Repasa todo el material del curso. Familiarízate con todo el paquete
desde el comienzo. Es como planear un viaje. Quieres saber a dónde irás y cómo llegarás ahí — y cómo
prevenir sorpresas desagradables en el camino. Haces eso al aprender lo más que puedas del “viaje” aún
antes de empezar a viajar.
3. Lee y vuelve a leer toda la información que el profesor distribuya al principio del semestre. Estos
esquemas del curso, instrucciones, resúmenes, y normas de calificación son las formas en que el hace
un énfasis sobre lo que se tratará el curso y cómo estará organizado. Este material escrito es tu primera
oportunidad para “sintonizarte” en la “estación académica” de tu maestro. Resalta o subraya los puntos
importantes. Archiva estas hojas en un lugar seguro para que puedas usarlas en cualquier momento
durante todo el semestre. Repasa a menudo esta información. Te mantendrá centrado y en control del
curso. Siempre sabrás qué sucede y que está por venir.
Si tienes preguntas acerca de estos detalles tan importantes, reúnete con el profesor de inmediato.
4. Usa un calendario mensual para identificar qué sucede en todos tus cursos. Compra un
planificador mensual en una tienda donde vendan productos de oficina. Algunos están diseñados
específicamente para estudiantes. La más importante aquí es poder ver todo el mes de un vistazo.
Usando los esquemas de tus cursos, escribe las fechas de todos tus exámenes y tareas más importantes del
semestre en tu planificador para cada mes del semestre. Una vez que hayas añadido esta información, tu
calendario te dará una vista panorámica de cada mes. Ahora tendrás un calendario principal, enseñándote
lo que sucede en TODOS tus cursos.
Ya que tu calendario te da una visión conjunta de todo el mes, te pone en alerta de las semanas que
serán pesadas de trabajo y te alerta cuando se aproximan los exámenes o tareas. Ahora tienes la ventaja
de ver por adelantado. Los estudiantes que no saben en una semana lo que sucede la próxima semana
siempre se meten en problemas. Se engañan en creer que no hay mucho que hacer esta semana porque
no saben lo que se debe de entregar la siguiente semana. Mantente al corriente de tus clases al saber
siempre que está por venir.
Puedes actualizar tu calendario si tu profesor añade más “eventos” importantes conforme avanza el
semestre. Escoge un planificador con fechas que tenga renglones para poder escribir y puedas añadir
varios datos en cada día. Puede que algunos días estén más llenos que otros.
5. Antes de que pasen las dos primeras semanas, reúnete en privado con el profesor. Tienes
que sacarte de la cabeza la idea que el hablar con los profesores es algo “fuera de onda” o que es una
manera manipuladora de conseguir mejores calificaciones. Los estudiantes que regularmente obtienen
calificaciones de A me dicen que el hablar en privado con los profesores les da un mejor nivel de confianza
en todas sus clases, aún con los profesores más difíciles. ¿Por qué? El hablar con cada uno en privado, cara
a cara, hace que los estudiantes se sientan más cómodos. El profesor deja de ser tan inaccesible.
Le puedes decir cosas en privado que no le dirías en clase. Al darle a conocer información de ti, haces que
el sea exactamente lo que debe de ser: una persona interesada en tu rendimiento, tu aliado académico que
te ayudará a aprender y a sobresalir en su materia. Él no es tu adversario.
Es cierto que no todos los profesores son tan accesibles. Sin embargo, a la mayoría les gusta hablar con los
estudiantes fuera de clase. Aquí hay unos posibles temas de conversación:
64¿Realmente estás preparado para la universidad?
1.
2.
3.
4.
Habla con el sobre lo que te interesa en este curso.
Hazle saber al profesor si esta es una material nuevas para ti.
Dile al profesor si se te hace difícil el curso.
Pide consejos sobre cómo estudiar o sobre cuánto tiempo el espera que te dediques a la materia
cada noche o semana.
5. ¿Te gusta esta materia lo suficiente para estudiarla en la universidad? Si es así, pregúntale al
profesor qué cursos deberías llevar si te especializaras en esta materia en la universidad. Y como
estudiante de posgrado, ¿qué carreras estarían disponibles para ti?
6. Pregunta cómo se relaciona el material a “la vida real” o cómo usarás esta información después.
7. ¿Te has dado cuenta que esta materia se relaciona con otros cursos que llevas? Habla con el acerca
de como el contenido de las dos clases se relacionan.
Entonces, si sientes que estás empezando a descuidar el curso, obteniendo una calificación baja en
un examen, el hablar con un profesor que ya conoces a nivel personal es más fácil que hablar con
un profesor con el que nunca has hablado anteriormente. (Aprenderás más sobre el hablar con los
profesores en la Estrategia 5).
6. Haz una cita para reunirte con tu consejero asignado. Tu consejero en la preparatoria es tu guía
académica personal. Mantente en contacto con tu consejero durante todo el semestre. Un consejero te
puede ayudar a salir de situaciones difíciles, mucho más de lo que te imaginas. Consulta a tu consejero
regularmente. (Tres veces en un semestre si vas bien. Una vez al mes si no te va muy bien). ¿Sobre qué
hablar con tu consejero? Deberías de hablar de los resultados de tu evaluación personal del último
semestre. Tal vez tu consejero te pueda dar más consejos. Habla de los cursos que llevarás este semestre y
de los cursos en los cuales sientes que te desempeñas bien o en los cuales sientes que no dominas del todo.
A diferencia de los profesores que hablan de cómo estudiar para un examen específico, los consejeros te
darán asesoramiento general, un repaso de las diferentes formas para estudiar en todas tu clases.
Decide cuántas veces deberás de reunirte con tu consejero. Después de tu primera cita, concierta otras
citas para el resto del semestre. Aprovecha hablar de tu progreso en tus clases y tal vez para planificar para
la universidad. Para mantenerte enfocado en tu futuro, habla acerca de tus metas para la universidad y
para sacar una carrera. El reportarte regularmente con tu consejero te mantiene encaminado. (Se tratará
más este tema en la Estrategia 6).
7. Haz un gráfico de tus calificaciones. Sí, cada profesor mantiene tus calificaciones en una libreta,
y la idea aquí es que hagas un seguimiento de tu progreso y sepas cuáles son tus calificaciones semana
por semana. Simplemente porque hayas obtenido una A en el último examen, no debes de dejar de ser
aplicado, especialmente si tus tres calificaciones anteriores fueron más bajas. El hacer un seguimiento de
tus calificaciones te deja saber dónde realmente te sitúas. (Más sobre esto en la Estrategia 10).
¿Necesitas ayuda? No te quedes atrás.
Vas manejando tu auto. Empieza hacer un ruido extraño, así que te orillas y llamas al servicio de
asistencia en carreteras. Sabes que estás en problemas y que necesitas la ayuda de un experto.
Lo mismo aplica en la escuela. Empiezas una clase nueva, y solo en unos días, empiezas atrasarte. O
empiezas una sección nueva en un curso, y de pronto te encuentras confundido. O quizás es el comienzo
de un nuevo semestre, y rápidamente te das cuenta que no tienes todo el contro de tus clases. En este
caso, y muchos más, necesitas la ayuda de un experto.
Las primeras dos semanas - Estrategia 3 65
Tu educación, al igual que un automóvil al cual le sale humo del cofre, podría hacer uso del servicio de
un experto. Encuentra uno y obten ayuda. No vaciles y no tengas vergüenza – evitarás algunas situaciones
desagradables.
¿Dónde empiezas? Reúnete con tu profesor y con tu asesor académico. Están listos para ayudarte, y entre
más dispuesto estés a tomar sus consejos, más rápido resolverás cualquier problema.
Si es que se trata de consultar a tus profesores en privado o de concertar una cita con tu consejero,
HAZLO. Sé lo suficientemente inteligente para salir adelante de tus problemas tan pronto mientras
todavía se puedan resolver. El aprender cómo y cuándo pedir ayuda es una habilidad que te será útil en
la universidad, donde las cosas se pondrán aún más difíciles. Pronto te será tan simple como el cambiar
una llanta.
¿Y tú?
Vuelve a la sección dónde empezó esta Estrategia, la sección que te pregunta por qué piensas que es difícil
obtener buenas calificaciones en tus clases. Ve si ahora sabes cómo manejar mejor cada dificultad.
Exámenes difíciles. Tu calendario panorámico te ayudará a ver cuando son tus exámenes y cuando se
deben de entregar los trabajos. Empieza a estudiar con anticipación y marca tu calendario para recordarte
cuándo empezar a prepararte. Por ejemplo, si estarás sobrecargado de composiciones y tareas en la cuarta
semana, es mejor que uses el tiempo en las primeras tres semanas para estudiar para ese “gran” examen
de historia que se aproxima en la quinta semana. De lo contrario, estarás abrumado. El punto más
importante es el siguiente: Es hora de cambiar tu forma de pensar. Es cierto que tu calendario te mantiene
al tanto de los trabajos y exámenes en tus clases. Pero si piensas de cada día, cada clase, y cada vez que te
sientes a estudiar como preparación para tu próximo examen, no habrá necesidad de apurarte a última hora
para prepararte para un examen.
El profesor difícil. Una vez que hayas establecido una conexión personal con un profesor, el pedirle
ayuda aún al profesor más difícil para que te ayude con los puntos más difíciles de la clase será más fácil.
¿Sabes qué? Él o ella lo haría. Los profesores respetan a los estudiantes que planifican por adelantado y
que piden ayuda y orientación.
La materia se te hace difícil. Ataca las materias mas difíciles con energía desde el principio, en particular
las primeras dos semanas. Usa tu esquema de clase para leer por adelantado cada día para que siempre
estés preparado para clase. Ya sabrás algo sobre lo que el profesor está presentando. Trae preguntas para
hacerle a tu profesor, en clase o en privado. Presta atención para ver cuánto tiempo toma para prepararse
para esta materia para que puedas darte suficiente tiempo en tu día. El hacer todas estas cosas te ayudará a
adelantarte comenzando el semestre y te ayudará a avanzar al ritmo de tu profesor. Una vez que te atrases
en una materia difícil, estarás en serios problemas. Mantente adelantado y te mantendrás al tanto.
Muchísimas otras cosas por hacer. Si pasas los primeros días del semestre escuchando lo que se
espera de ti en cada clase, tendrás una mejor idea de cómo darte tiempo con las otras actividades que
no sean académicas durante todo el semestre. Tendrás una menor probabilidad de sobresaturar tu
horario.
Muchas otras clases difíciles. Si te adelantas en todas tus clases, disminuirás la dificultad de cada una
y te irá mucho mejor en todas tus clases.
66¿Realmente estás preparado para la universidad?
La competencia es muy difícil. Sin importar que tan difícil sea la competencia de los otros
estudiantes, el dedicarse desde el primer día, te da una ventaja competitiva por encima de todos los
que están sentados esperando a que algo suceda. Usa las 7 tácticas en esta Estrategia y modifica tu
forma de pensar. Recuerda: Como el equipo que gana el juego en los primeros diez minutos, tu has
venido a jugar.
Es critico organizarte en las dos primeras semana, es la manera de ganar ventaja en todas tus clases.
Con el comienzo correcto, tu controlarás el semestre. No te controlará a ti. Recibirás mejores
calificaciones, y el semestre no será tan estresante o frustrante.
Escucha al Dr. Bob —
Por qué necesitas practicar esta Estrategia para la universidad
En la universidad, no hay tiempo muerto al principio del semestre, no hay clases para relacionarse y
conocerse, no hay repasos de lo que el profesor espera que ya sepas. El semestre empieza el PRIMER
DÍA y avanza a un ritmo mucho más rápido que en la preparatoria. Nunca me canso de recordarles a los
estudiantes que los cursos en la universidad abarcan mucho más material que las clases en la preparatoria
durante el mismo periodo o un período más corto. En la preparatoria, puede que pases cinco semanas
estudiando una obra literaria. Tu profesor de inglés en la universidad abarcará todo esa obra literaria en
una semana, tal vez dos – eso es de tres a seis clases. A la obra literaria le seguirá una obra de Shakespeare,
después una obra moderna, y otra obra literaria y así continuará. ¿Estarás listo para ese ritmo?
Tienes que aprender a comenzar con firmeza, o estarás completamente atrasado desde el principio.
Sigue los pasos en esta Estrategia para que te organices tú y tus clases. Repasa tu rendimiento del
semestre pasado y aprende del mismo. Empieza firmemente al familiarizarte con el material de todas
tus clases, y llena tu calendario para anticipar el trabajo que te espera. Empieza a estudiar lo más pronto
posible para que te vaya bien en los primeros exámenes. (No hagas del mal hábito de depender en los
puntos adicionales para subir las bajas calificaciones de los exámenes. No hay puntos adicionales en la
universidad). Reúnete con tus profesores, y concierta una cita con tu asesor académico. Empieza a hacer
un seguimiento de tus calificaciones tan pronto como empieces a recibirlas, para que sepas tu situación
académica. Hay mucho por hacer las primeras dos semanas. Y ahora ya lo sabe.
¡PSS! Tal vez no leas esta Estrategia al principio del semestre, pero querrás estar preparado mentalmente
cuando empiece el siguiente semestre. Ahora que ya sabes cómo pensar sobre las primeras dos semanas,
repasa las secciones subrayadas y mete estos 7 pasos en tu cabeza.
Las primeras dos semanas - Estrategia 3 67
JUNTA
EN SESIÓN
De cerca y en directo
Carlos: Oui, oui! Esta es la clase de francés — las clases nuevas
siempre toman más tiempo.
Carlos tomó dos años de español en la preparatoria, pero ya estaba fastidiado del español y quería tomar
una clase nueva de idioma extranjero para cubrir con el requisito de llevar un idioma extranjero en la
universidad. Carlos escogió francés. Su novia había tomado francés en la preparatoria, y le había gustado.
Además, a Carlos le gustaba la idea de poder ir a restaurantes y ordenar vino con un acento francés.
El primer día de clase en francés 001: Carlos se encuentra sentado en un asiento en la parte de atrás del
salón, y el instructor entra al salón hablándole a la clase en francés. Carlos mira a su alrededor y ve que la
mayoría, pero no todos, mueven la cabeza en señal de afirmación.
El segundo día: Carlos se da cuenta que los días de la clase de idioma extranjero de la preparatoria ya son
historia, y que el instructor avanza a paso rápido. Muchos estudiantes en esta clase ya han tomado uno
o dos años de francés en la preparatoria. Carlos se dice a sí mismo, “Esto va a ser difícil.” Se va atrasando
cada vez más al pasar de cada clase.
Cuarta semana: Carlos ha obtenido una calificación de D en la clase de francés, aprobando de panzazo.
Por último, el profesor escribió en el examen de Carlos, “por favor acércate.” (Es una solicitud inusual.
Por lo general, los maestros no piden reunirse con los estudiantes. Se supone que los estudiantes deben
de hacerlo). Carlos se reúne con su profesor, quien le recomienda a Carlos que consiga alguien que le dé
clases particulares. Carlos toma su consejo porque no sabe qué más hacer.
Dos días después: Carlos se reúne con un estudiante que le cae muy bien que se está especializando en
francés, y que está en su año. Se reúne regularmente con su maestro particular. Carlos es afortunado.
El Departamento de idiomas de la universidad provee servicios gratuitos de clases particulares. En otra
universidad, puede que Carlos haya tenido que pagarle una tarifa por hora a quien le brinde clases
particulares.
Séptima semana: Sin duda alguna, el estudiante que le brinda clases particulares ha sido de gran ayuda.
Las calificaciones de Carlos en los exámenes han mejorado y Carlos obtiene una calificación de C en su
examen de medio curso.
Para el resto del semestre, se reúne religiosamente con su maestro de clases particulares. Para el final del
semestre, él logra obtener una calificación de C firme en la clase. Al principio, Carlos siente un gran
alivio. Pero después se da cuenta que todavía le faltan otros tres semestres de francés. Tiene que seguir
desarrollando su bajo nivel de conocimiento de francés 001. ¿Así es como serán los siguientes tres semestres?
Sí. A caso aumentará la cantidad de tiempo que Carlos con su maestro particular conforme las clases se vayan
haciendo más difíciles. Es muy probable que así sea.
La alternativa de Carlos es que tome la clase de francés 001 como una experiencia de aprendizaje y que
se inscriba en la clase de español 001 el segundo semestre, lo cual termina haciendo. Pero Carlos pagó
un precio que afectó más que sólo su clase de francés. Al batallar para salvar su calificación en la clase
de francés, le robó tiempo a sus otros cursos, así que todas sus calificaciones se vieron afectadas. La C
que Carlos obtuvo en francés no fue la única C que obtuvo. En su primer semestre en la universidad, su
promedio ya era bajo.
Comentarios del Decano
En los primeros días del semestre, Carlos hizo lo que siempre ha hecho en situaciones difíciles: El esperó
que de alguna manera las cosas se arreglaran por sí mismas. En la preparatoria Carlos nunca había tenido
68¿Realmente estás preparado para la universidad?
que esforzarse demasiado por sus calificaciones, así que nunca pensó en tener que estudiar más y dedicar
más horas de lo usual para mantenerse al tanto con una materia de la cual no sabía nada.
Carlos debió haberse reunido con su profesor o su consejero académico después de los primeros dos o tres
días de la clase. Cualquiera de ellos habría considerado a Carlos como bastante despistado y le hubiesen
recomendado que se transfiriera a la clase de español 001, lo cual todavía hubiera podido hacer durante
los primeros días del semestre con la aprobación de su consejero. Sus dos años de clase de español en la
preparatoria lo hubiesen colocado en español 001. La clase de español de la preparatoria le hubiese dado
a Carlos una mejor transición a una clase de idioma extranjero a nivel universitario antes de que empiece
el curso para avanzar más allá de lo que ya sabía.
Pero como Carlos no hablo con su profesor ni con su consejero durante las primeras dos semanas, no
supo nada de esto.
A otros estudiantes en la clase que no tenía ningún conocimiento del francés les fue bien. Carlos
simplemente no sabía cómo: Necesitaba esforzarse más. Claro, el aprender francés al ritmo del nivel
universitario iba a ser mucho más difícil que aprender español a nivel universitario basándose en su
conocimiento de español al nivel de preparatoria, pero él podría haber sobresalido si hubiese puesto
más empeño al estudiar. Las buenas noticias son que las clases particulares le ayudaron aprobar el cuso
a Carlos. Las malas noticias son que Carlos usó las clases particulares como muletas, en realidad nunca
captó la idea de que él todavía no estaba asumiendo la responsabilidad de su propio aprendizaje. Las
clases particulares crearon la experiencia fuera del aula que Carlos pudo haber — y debió haber creado
para sí mismo al estudiar más y poner más esfuerzo.
Pero el problema de Carlos está muy lejos de llegar a su fin: Carlos es el típico de muchos estudiantes que
deben tomar cursos en secuencia: como química, matemáticas, e idioma extranjero. A francés 001, le
sigue francés 002, 003, y 004. Cuando te atrasas en un curso, no sólo afecta este semestre pero sino
también el siguiente, y el que sigue.
El atrasarse es fatal. Los estudiantes se ven forzados a cambiar su ramo de especialización, de cambiar
su programación de licenciatura, y sus planes en cuanto a sus carreras. Crea un estrés y es horrible esa
sensación de “tener que estar jugando al gato y al ratón para lograr mantenerse al corriente.” El no tener
el control de tus cursos te cuesta tiempo: puede llegar a tener que añadir más semestres y por consiguiente
resultar en un costo adicional para lograr obtener tu licenciatura. Y todo se debe a que algunos
estudiantes nunca aprendieron cómo empezar un semestre, programar suficiente tiempo de estudio para
cada clase, y emprender a paso firme e inmediato.
De modo que, cada semestre arranca a toda velocidad TODAS tus clases. Empieza a estudiar desde el
PRIMER DÍA. Organiza tu tiempo y tus Estrategias de estudio, observa frecuentemente tu calendario,
y siempre mantén la ventaja de un paso adelantado. Si crees que estás teniendo dificultades, reúnete de
inmediato con tu profesor o consejero. Nunca podrás ganar el juego de tratar de ponerte al corriente sin
pagar el precio de una manera u otra. ¿Qué hizo Carlos? Espero un milagro. Eso nunca funciona.
Como estudiante de primer año en su primer semestre en la universidad, Mara escogió biología como el
primero de dos cursos obligatorios de ciencias naturales que debe llevar para su licenciatura. Biología no
sólo era su clase favorita de ciencias naturales en la preparatoria, sino que ella también estaba segura que
no implicaría hacer muchas operaciones de matemáticas, a diferencia de lo que había oído decir de otras
clases de ciencias naturales. (Mara evitaba a toda costa los cursos que tenían que ver con matemáticas).
Las primeras dos semanas - Estrategia 3 69
JUNTA
EN SESIÓN
Mara
La batalla de biología, retirarse o avanzar?
En la preparatoria, a Mara le gustaba diseccionar animales y aprender sobre el medio ambiente. Ella
pensaba que el curso de biología en la universidad sería más o menos igual. Sin embargo, se dio cuenta que
en su curso en la universidad que ella estaba rodeada por estudiantes de biología, así como estudiantes que
tenían pensado estudiar en la facultad de medicina y de odontología. Ellos llevaban el curso para aprender,
no necesariamente sobre sapos y lombrices, sino sobre la estructura y función de las células. El primer error
de Mara fue no haber leído cuidadosamente la descripción del curso en el boletín universitario. ¿Y cuál fue
su segundo error? Que si se hubiera fijado en el esquema de la clase, se hubiera dado cuenta que no había
mención de “sapos”. Por último, fue igual de descuidada al no echarle un vistazo al libro de texto que había
comprado para el curso. Ni siquiera lo había abierto hasta que no se enteró del primer examen.
Ya que se sentía muy segura del conocimiento básico de biología que tenía de la preparatoria, Mara
abordó su curso universitario del mismo modo como abordaba el resto de sus cursos — gradualmente.
Sólo empezó a pensar seriamente en el estudio en la tercera semana del semestre, después de haber hecho
amistad con todos los del piso de su residencia estudiantil, de haberse inscrito en muchos clubes sociales,
e irse de fiesta todos los fines de semana. Fue ahí cuando empezó a darse cuenta que tan diferente era este
material a comparación del material de biología en la preparatoria.
No había leído cuidadosamente el esquema de la clase durante las primeras dos semanas, y estaba
sorprendida al saber por otro estudiante que el primer examen estaba programado para la cuarta
semana. Ya estaban en la tercera semana. El profesor todavía no les había avisado a los estudiantes que
ya se aproximaba el examen. Había puesto la programación del curso por escrito y consideraba que los
estudiantes tenían que dar un seguimiento de tales asuntos por su propia cuenta.
Después, me contó sobre el examen. No sabía cómo responder las primeras preguntas de opción
múltiple, y para cuando llegó a la pregunta número 50, ya se sentía enferma del estómago y
preguntándose, “¿Qué hago? ¿Abandono el curso? No creo que pueda abandonar el curso. Es un curso
obligatorio. De verdad ando muy mal.” Su calificación fue de una D.
Aún así, Mara estaba decidida, así que decidió tratar de darle vuelta a su calificación. Le dije que pensaba
que sí podía lograr recobrarse, pero que su dilema era el siguiente: Tendría que recuperar el tiempo de
estudio que había desperdiciado en las primeras tres semanas de biología. Al mismo tiempo, ella tendría
que mantenerse al tanto con el material nuevo de cada día en clase. Esto quería decir que sería un gran
esfuerzo de su parte.
Había otra complicación. El tiempo adicional que Mara dedicaba a su clase de biología le restaba tiempo
de estudio a los otros cuatro cursos que llevaba. Tenía que tomar el riesgo de obtener bajas calificaciones
en los otros cursos con tal de salvar biología. Además, estaba bastante seguro que Mara estaba en la
misma situación en todos sus demás cursos: ¡atrasada! Se dio cuenta demasiado tarde de lo que debió
haber estado haciendo durante las primeras semanas del semestre. Pero ya no podía regresar el tiempo.
Así que Mara dio de baja el curso de biología y dedicó ese tiempo adicional de estudio que ganó al
dejar biología a sus otras clases. El resultado fue que obtuvo muy buenas calificaciones en el resto de sus
cursos. No obstante todavía tenía una calificación de W (indicando que había dado de baja el curso de
biología) en su expediente académico. Esa calificación fue una llamada de atención para Mara, y fue
lo suficientemente inteligente para ponerle atención. Nunca más volvió a “tomársela tan a la ligera” al
principio de un semestre.
Comentarios del Decano
Los estudiantes quieren que las clases universitarias empiecen lentamente como lo fueron las clases en la
preparatoria o en la secundaria — y que poco a poco vayan avanzando y haciéndose más difíciles. Los
cursos universitarios no son así. Empiezan rápidamente y van avanzando al paso acelerado durante todo
70¿Realmente estás preparado para la universidad?
el semestre. Sin embargo muchos estudiantes nunca llegan a comprender del todo ese paso acelerado, así
que cuando tienen que presentar el primer gran examen universitario o se tiene que entregar al primer
trabajo, estos estudiantes no están preparados. Ya están “atrasados” en el curso. Como consecuencia, las
calificaciones en ese primer examen o trabajo suelen a ser bajas.
Así que, a las cuatro semanas del comienzo del semestre, los estudiantes ya están atrasados en aprender
el material del curso, y ya tienen una calificación baja. Ahora el problema es cómo tratar de ponerse
al corriente, y la verdad es que en los cursos universitarios, no existe el tratar de ponerse al corriente. No
hay nada que los estudiantes puedan hacer para eliminar esa primera calificación baja. Siempre hará la
función de un ancla y jalará hacia abajo el resto de tus futuras calificaciones. La posibilidad de obtener
excelentes calificaciones en estos cursos se vuelven mínimas. El motivo es el siguiente: Los estudiantes
dejaron pasar la oportunidad de aprender el material en la etapa inicial del curso, y debido al ritmo
apresurado del curso, tienen muy poco tiempo para retroceder y aprender lo que se perdieron. Tienen
que seguir mirando hacia adelante, estudiando para cada nuevo día. El remediar los daños causados
al principio del curso y el mantenerse al corriente con el nuevo material simplemente se convierte en
demasiado trabajo. A menudo, el resultado es dar de baja el curso, lo cual atrasa aun más al estudiante en
su programa de licenciatura, haciendo que añadan semestres para poder terminar su carrera Universitaria.
El estudiar un curso es como construir un edificio. Construyes un piso a la vez. Empiezas con los
cimientos. El construir unos cimientos sólidos crea un edificio que durará muchos años. Sin embargo, si
los cimientos no son sólidos, entonces el primer piso no queda asentado en una base sólida. Se tambalea.
Ninguno de los otros pisos se sostendrá encima del otro. Del mismo modo es con el aprendizaje:
Cuando dejas pasar la oportunidad de llegar a dominar las lecciones al inicio del curso, has debilitado los
cimientos para el resto del curso. Es muy probable que el edificio se derrumbara y se caiga.
Cada edificio, cada curso, está en construcción cada semestre. Sin embargo, si no pones atención para
construirlos bien, se empiezan a venirse abajo. Conforme vayas separando tu tiempo, tratando de
salvar cada edificio, con un poco más de cemento aquí y un poco más de soporte allá, siempre estarás
corriendo de un edificio que se tambalea a otro, tratando de mantenerlo derecho. Si, el próximo semestre,
tienes que seguir construyendo uno o dos de estos edificios — como avanzar al siguiente curso de
idioma extranjero o matemáticas, tus edificios se balancean aún más. Son edificios más altos tratando
de mantenerse en pie sobre unos cimientos no muy sólidos. Con el tiempo, y conforme se vayan
derrumbando, podrían hacer que se caigan los otros edificios (cursos) que están alrededor.
No te atrases en tus clases. Unos cimientos no muy sólidos y bajas calificaciones en los primeros
exámenes y trabajos son el motivo principal por el cual el 25% de estudiantes de primer año universitario
no regresan para el segundo año. De hecho, este es un error que se vuelve un patrón para muchos
estudiantes de segundo, tercer y cuarto año. Ellos repiten este error cada semestre. Debido a sus bajas
calificaciones, se ven obligados a dar de baja sus cursos, ir a clases durante el verano o añadir más
semestres para recuperar clases, cambia sus planes originales de universidad y hasta pierden sus sueños de
alcanzar sus carreras. Muchos ni si quiera pueden descifrar porqué sucede. Simplemente saben que las
cosas se pusieron “muy difíciles.”
La preparatoria es el oportunidad que tienes para desarrollar esas conductas de estudio y para aprender las
habilidades que la universidad demanda de ti. Así que ten en mente que como Un Universitario Astuto,
tu “trabajo de aprender “no es diferente al trabajo que un atleta serio lleva consigo para un deporte o el
esfuerzo que un músico hace al trabajar con un instrumento. Para ganar el juego o para crear música
espectacular toma tiempo. Y ese tiempo empieza el primer día de cada semestre.
Las primeras dos semanas - Estrategia 3 71
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