SAN PABLO Tema: San Pablo. Palabras claves: Cartas apostólicas

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SAN PABLO
Tema: San Pablo.
Palabras claves: Cartas apostólicas, Conversión de San Pablo, Pablo de Tarso, San Pablo,
Saulo.
Síntesis del tema: Pablo de Tarso es el personaje más importante del cristianismo en la época
apostólica. Saulo, su nombre antes de su conversión, era un judío oriundo de la ciudad de
Tarso en Asia Menor y tenía la condición de ciudadano romano. San Lucas en los Hechos de
los Apóstoles le presenta como perseguidor de los cristianos de Jerusalén, siendo testigo de la
lapidación de Esteban (Hch. 7, 57). Su repentina y radical conversión tiene lugar en el camino
de Damasco al vivir la experiencia del encuentro con el Resucitado (1 Cor. 15,8; Gál. 1, 15;
Hch. 26, 14). Tras su conversión empieza su predicación y consiguiente persecución, viéndose
obligado a huir de Damasco descolgado por sus discípulos en una cesta, por lo que se le
considera patrón de los cesteros. Partidario, por su educación griega, junto con Bernabé, de la
tendencia cristiana helenista frente a la judía representada por Pedro y Santiago, será
denominado Apóstol de los Gentiles, como consecuencia del Concilio de Jerusalén, hacia el
año 48, donde se aprueba la incorporación de los paganos al cristianismo eximiéndoles de la
Ley judía (Hch. 15). Este hecho y su consideración como Apóstol de Cristo llevan a
representarle en muchas ocasiones emparejado con Pedro, a la derecha o a la izquierda de
Cristo entronizado, recibiendo el rollo de la Ley o Evangelio. A través de largos viajes
misioneros por el Mediterráneo oriental, funda numerosas comunidades cristianas en Asia
Menor, a las que enviará posteriormente diversas cartas apostólicas, que forman el llamado
Corpus Paulino, testimonios históricos que hacen de Pablo el principal protagonista y
responsable de la introducción del mensaje evangélico en el mundo helenístico. Entre sus
discípulos y colaboradores deben destacarse a Tito y Timoteo, con los que puede aparecer
representado situándose estos a derecha e izquierda de Pablo. Encarcelado al menos en dos
ocasiones, la última en Jerusalén, será enviado a Roma donde es decapitado durante la
persecución de Nerón en el año 67. Durante la travesía hacia Roma, la embarcación naufraga
en Malta, donde tiene lugar el episodio de la picadura de la víbora a la que sobrevive.
Su nombre en latín Paulus (contracción de Paululus) significa pequeño, mínimo, lo cual
parece corresponderse con su propio testimonio (2 Cor 10,10; 1 Cor. 2, 3-5) y con el de Lucas
(Hch. 14, 12). Esta circunstancia apoyaría la única y apócrifa noticia sobre su aspecto externo
relatada en Los Hechos de Pablo y Tecla (HchPITe).
Atributos y formas de representación: La iconografía cristiana no parece recoger la
tradición apócrifa mencionada (salvo la calvicie y quizás no de forma directa), sino que le
representa como a un filósofo de la tradición clásica: calvo, con larga barba y vestido con
túnica y manto (siempre después de su conversión, mientras que en las representaciones que
atañen a la etapa de persecución del cristianismo aparece vestido como un soldado romano
con armadura y capa); suele llevar nimbo como atributo propio de los apóstoles, y más
específicamente en el arte cristiano primitivo el libro o rollo relativo a sus cartas epistolares
incluidas en el Nuevo Testamento, mientras que hacia el siglo XIII su atributo más común es
la espada de su martirio.
Al ser considerado Apóstol por la Iglesia, se le incluye en un lugar preferente en las
representaciones del Colegio Apostólico. Generalmente a la izquierda de Cristo, como cabeza
de la Iglesia de los gentiles, por oposición a San Pedro situado a la derecha, cabeza de la
Iglesia judía, pero hay ocasiones en que este orden se invierte para subrayar el valor de la
gentilidad tras el Concilio de Jerusalén (mosaico de la Basílica de Santa Pudenciana de Roma,
s. IV) o bien como afirmación del poder eclesiástico local frente al de la iglesia de Roma
(murales románicos de de Berzé la Ville, Borgoña, s. XI).
San Pablo tiene su propio ciclo narrativo, aunque no es muy común la seriación de todas las
escenas del mismo. La sucesión narrativa de las escenas es la siguiente: Saulo cuidando los
mantos de los lapidadores de Esteban, la conversión de Saulo en el Camino de Damasco, el
Bautismo de Saulo por Ananías, san Pablo predicando, la fuga de Pablo descolgado en una
cesta de la ciudad de Damasco, Pablo hecho prisionero en Filipos, Jerusalén o Roma - no suele
especificarse- (tema que se pone en paralelo con la prisión y liberación de San Pedro), Pablo
picado por una víbora en Malta y la decapitación de San Pablo en Roma.
Como tema alegórico propio de la Edad Media ha de resaltarse el llamado Molino Místico o
san Pablo molinero, al parecer creado por el Abad Suger; consta básicamente de dos figuras,
un profeta que vierte el grano en la tolva de un molino y el propio san Pablo que recoge la
harina en un saco, simbolizando que la Antigua Ley recibida en el Sinaí por Moisés que se
revela en las Epístolas de Pablo del Nuevo Testamento.
Fuentes escritas:
1.- Hechos de los Apóstoles (Hch. 7, 57): Saulo testigo de la lapidación de Esteban.
2.- Los Hechos de Pablo y Tecla (HchPlTe): Onesíforo tenía que recibir a Pablo en su casa y
salió a esperarlo en el camino real. Pero como no conocía a Pablo personalmente, Tito se lo
describió con datos precisos: era Pablo “un hombre pequeño de estatura, calvo, de piernas
arqueadas, vigoroso, cejijunto, nariz un tanto sobresaliente, lleno de gracia; unas veces parecía
un hombre, otras tenía el rostro de un ángel” (HchPlTe 3). A estos datos de su fisionomía
añade la versión siríaca que tenía los ojos grandes.
3.- Hch. 9, 1-22; 1 Cor. 15,8; Gál. 1, 15: Conversión de Saulo en el camino de Damasco.
4.- Hch. 9,23-25: Pablo huye de Damasco descolgado en un cesto.
5.- Hch. 15: Participación de Pablo en el Concilio de Jerusalén.
6.- Hch. 21, 27-33: Arresto de Pablo en Jerusalén.
7.- Hch.28, 1-7: Naufragio en la isla de Malta, Pablo picado por una víbora.
8.- Los Hechos de Pablo y Tecla (HchPlTe): Martirio de Pablo.
Fuentes no escritas: Ninguna digna de mención.
Extensión geográfica y cronológica: La representación de San Pablo se desarrolla de forma
ininterrumpida desde finales del siglo IV hasta la actualidad en los territorios católicos de
Occidente, cobrando especial significación también en las iglesias luteranas y anglicana desde
el siglo XVI. Menos común es su representación en el ámbito griego bizantino y su área de
influencia.
Soportes y técnicas: Pintura mural, temple y óleo sobre tabla, óleo sobre lienzo, miniatura,
escultura en piedra policromada, talla en madera en su color y policromada, xilografía y
grabado.
Precedentes, transformaciones y proyección: Las primeras representaciones de San Pablo se
dan ya en el siglo IV, siendo paradigmática su imagen en el sarcófago de Junio Basso. En
2009, una imagen de un hombre calvo, de nariz afilada y barba negra puntiaguda, hallada en
las Catacumbas de Santa Tecla en Roma, de finales del siglo IV, se ha identificado con Pablo.
La miniatura y la pintura de la Alta Edad Media mantienen esta iconografía aunque en muchas
ocasiones la calvicie se describe como la de un hombre con frente despejada y un
característico moñete o flequillo en medio. En la época del Románico es común su inclusión
en programas iconográficos portando el libro, L. Réau señala que la espada aparece en su
iconografía a partir del siglo XIII, generalmente como símbolo parlante añadido al libro. Con
ambos símbolos suele representarse en todo el arte posterior.
Prefiguras y temas afines: No se encuentran prefiguraciones dignas de mención, siendo afín
la representación de San Pedro con el que suele formar pareja.
Imágenes:
-
Retrato de san Pablo, pintura mural de la Catacumba de Santa Tecla, Roma, s. III.
San Pablo prisionero, escena del Sarcófago de Juno Basso, Roma, s. IV.
Conversión de san Pablo (ciclo), miniatura de la Biblia de Carlos el Calvo, s. IX, Basílica
de san Pablo Extramuros, Roma.
San Pablo entre Tito y Timoteo, Púlpito de la catedral de Pisa (1159-1162) por Guglielmo,
trasladado a la catedral de Cagliari en 1312.
San Pablo, parteluz del pórtico de san Pedro de Moissac, s. XII.
San Pedro (o un profeta) y san Pablo en el molino eucarístico, capitel de la iglesia de
Magdalena de Vezelay, s. XII.
San Pablo, tondo con retrato del santo por Giotto,
basílica superior de Asís, finales del s. XIII
San Pablo recibiendo la ley de Cristo, pintura mural de Berzé la Ville, Borgoña, s. XI.
San Pablo mordido por la víbora, mural de la Catedral de Winchester, s. XII.
San Pablo, inicial historiada, predicación, huida y martirio de san Pablo, miniatura del
scriptorium de Winchester, Epístolas de Pablo, Oxford, Bodleain Library, MS. Auct.
D.I.I3, fol. Irs. S. XII.
San Pablo, baldaquino de la iglesia de Tots, MNAC, Barcelona, s. XII.
San Pablo escribiendo (la inscripción dice: "S(AN)C(TU)S PAULUS" y "sedet hic
scripsit"), manuscrito del s. IX de las Cartas Paulinas por el escriba Wolfcoz, procedente
del scriptorium del Monasterio de St. Gallen, Württembergische Landesbibliothek
Stuttgart, HB II 54, fol. 259 BI.
Bibliografía:
RÉAU, Louis (1ª ed. 1957): Iconografía del arte cristiano. El Serbal, Barcelona, 1997, tomo 2,
vol.5, pp. 6-23.
Autor/es y dirección electrónica: Santiago Manzarbeitia Valle [email protected]
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