Jfalange £spañoIa ^radícíonalísfa de las íuntas de ©fensíva IHacíonal^SínDícalísta 3efatura Xocal ^e1Ripo^ 25 mosto be I04I JEFATURA NACIONAL DISCURSO pronunciado e n el V Anivorsario d e l Glorioso A l i a m i e n t o por el Caudillo 7 Jefe Nacional ante el Consejo d e Falange Española tradícionalista 7 d e las J. O. N. S. Recuerdo a los Caídos 7 al Ejército Liberador Gsnsejeros y carneradas: Hoy hace cinco años ,¡ que en estas mismas horas el Ejército Español ' lanzó el grito viril de nuestra independencia. A su voz se estremeció España, y los patrióticos sentimientos contenidos, a duras penas, en ' los años de opresión roja, se desbordaron por (' toda la Nación. El Ejército fué el crisol en que se (^ fundió la común inquietud denuestrajuventud. ** La unión sagrada que en sus filas se forjó hizo i posible la victoria. Por ello al reunirse el ConK sejo .Nacional en el aniversario de aquella fe;"• cha, nuestro recuerdo ha de ser para el Ejército '. de la Victoria y para todos los Caídos, por nuestra causa. Por ellos vivimos estas horas en que España se fe ha encontrado a sí misma y que en el concierlo de los pueblos mantiene, con su indepen•^ dencia, el respeto y la consideración de ios demás. Espafia manda e n s u s propios destinos í. Por primera vez en la historia contemporánea i'^ podemos decir queEspaña manda en sus pro- pios destinos, y mandará tanto más cuanto se afiance la unión y solidaridad de los españoles para nuestra empresa. No se puede vivir una vida exterior intensa ai nuestra presencia en el mundo aparece desfigurada por la obra disgregadora de grupos y de capillitas que exhiben sus miserables egoísmos desvalorizando los sublimes sacrificios tle nuestro pueblo. La gloria de España detscansó y descansará siempre en su unidad. Quien contra ella labore, sirve a los propósitos de nuestros enemigos. No es nuevo el sistema. Nuestra historia repetidamente registra cómo, al no poderlos vencer por la dureza délas armas se convocaron desde el exterior aquellos procesos irtternos de disolución que acabaron enfrentando españoles con españoles y que deshicieron a Espafia malerial y moralmente. Misión 7 finalidad d e l A l s a m i e n t o Contra todo aquello nos alzamos y dimos la sangre generosa de los héroes, pero no lo realizamos para volver de nuevo al punto de partida. Si la España envilecida por la República polmó nuestra paciencia y movió nuestro brazo, tanto nos disgusta y nos repugna la decadente Espía- ña que hizo posible aquel engendro. 'Tan despreciable es para nuestra obra, el rojo materialista, como el burgués, el traficante codicioso, el aristócrata extranjerizado. Tan grande y tan intenso había sido el mal, que explica fácilmente, que si en la gran obra del resurgimiento de España han de colaborar todos los españoles, su encuadramiento y su dirección corresponde a esa minoría inasequible al desaliento, que cuando España se perdía alzaba su bandera de combate' y ante los gloriosos caídos eñ lucha desigual levantó el bosque de sus brazos con sus palmas abiertas. La batalla militar y la política Por eso he repetido tantas veces que, terminada victoriosamente nuestra guerra, no acabó con ello nriestra lucha. Destruímos Ios-ejércitos materiales que se oponían al restablecimiento del orden y al imperio de nuestro derecho, pero la guerra tenía una mayor profundidad. A la batalla militar, sucedía la batalla política, la de desarraigar las causas de nuestra decadencia, la de educar y disciplinar a un pueblo en príncios de solidaridad nacional, devolviendo a tddos los españoles, como en frase feliz decía José Antonio,- el orgullo de serlo. Esta gran obra requiere constante sacrificio y constituye la . dura tarea de nuestro Movimiento, • que no sólo 1-ucha contra las naturales resistencias de los inveterados vicios, sino contra la intriga y la traición de los enemigos seculares, de los que nunca perdonaron a España su grandeza. Los q u e pecati contra la Patria Esta lucha es la razón suprema de mi Jefatura y, por ella he de exigir a todos la más firme disciplina, Pecan gravemente contra la Patria lo» espíritus viejos que pregonando ser enemigos del materialismo rojo lo sirven, sin embargo, al aferrarse a los viejos prejuicios, añorando aquéllas ridiculas minorías que les permitían lucir su decadente ingenio, en círculos provincianos o en salones aristocráticos. Faltan también a sus deberefc loa que traicionando la limpia nobleza de sus progenitores sueñan con el restablecimiento de prerrogativas de casta, aunque con ello se tor- ciera el destino histórico de nuestra Patria. Y pecan igualmente, los que carentes de virtudes o esclavos de su egolatría, subordinan los intereses de la nación al de su torpe an^bición o a las satisfacciones de su vanidad. Nosotros no hemos cerrado los caminos a lo que al interés de la nación un día convenga,- pero no hemos de consentir que con fines bastardos se intente menoscabar la autoridad del Jefe o socabar la disciplina del Movimiento con reservas ni con subfiliaciones, incompatibles con los altos fines que perseguimos y con el sacrificio glorioso de nuestra juventud. Dimensión y trascendencia d e l Glorioso MoTÍmiei>to Evidentemente, desde el interior de nuestra Patria no puede percibirse la verdadera dimensión de nuestro Movimiento. Sólo analizando la historia de nuestra Nación hasta el día glorioso de nuestro Alzamiento, podemos darnos cuenta de su trascendencia y de su grandeza. Si examinamos la forma torpe y vergonzosa en que perdimos nuestro Imperio y la indiferencia ante la catástrofe de aquellas generaciones, comprenderemos a dónde nos hubiera arrastrado el proceso de descomposición de nuestra Patria a que puso término nuestro Alzamiento. Distancia y diierencia entre dos g e n e r a c i o n e s Cuando nos asomamos a la vida, muchos de los que aquí hoy nos congregamos ,vimos nuestra infancia presidida por la torpeza de aquellos hombres que abandonaron al extranjero )a mitad del territorio patrio. Aún viven muchos de los actores de aquella gran tragedia: un ejército luchando en apartadas tierras en la defensa de nuestros territorios, ultramarinos, y un tinglado político, liberal y masónico, pactando la rendición a sus espaldas y traicionando a España. ¿Dónde estaba el pueblo español entonces? ¿Qué hicieron el régimen y los partidos ante la gran traición? Y yo pregunto ahora a España: ¿Es que hubiera sido esto posible coD •una modesta Falange? Así comprenderéis pof qué quiero una España con pulso, por qué d«* seamos una juventud con inquietudes. Es pr»" ferible domar los excesos de su espíritu que sufrir un día en nuestros rostros el sonrojo de la vergüenza. Por eso se enfrenta nuestra generación con la pasada para decirles. Ya que no supisteis hacer el año 98 lo que nosotros hicimos el 18 de julio, no tenéis derecho a hablar en la España resucitada" Hoy no cabe obción ni discusión. Un interés supremo guía nuestros actos y nada puede torcer ya el camino que España ha emprendido. Al final esft su grandeza; .a los costados el abismo. Nadie intente dificultar nuestra mar• cha porqué será arrollado. A estas dianas batallas por la unidad política de España, se unen las económicas de la potsguerra y también en ellas los enemigos seculares han intentado explotar miserias, codicias y veleidades. Aquella España materialmente destruida que ' los jerifaltes rojos tanto pregonaron se intentó presentarla como si fuera obra de nuestro régimen, como si la destrucción de nuestras fuentes de producción y de nuestros barcos y jnaterial ferroviario no fueran obra declarada y pregonada por sus propios autores. A salvar a España de las consecuencias de aquella destrucción se consagraron nuestros desvelosparalevantarla,rnientras manteníamos una política firme y clara en un mundo perturbado por las pasiones de la guerra. Hemos pasado y superado los dos años* más difíciles de ' la vida económica de nuestra nación. Con esí casez de barcos y con limitación de divisas tuvimos que transportar de lejanos países cerca de dos millones de toneladas de cereales para el abastecimiento. Que si encontramos pueblos hermanos como la Argentina que facilitaron su adquisición, el Consejo debe saber como otros han intentado obstaculizar el aprovisionamiento de nuestra Patria. En los momentos de mayores crisis del año pasadoj cuando escaseaba el f Pan en nuestro territorio y los retrasos inevitables en una larga navegación desdeSudamérica • provocaron una carencia de grano, se intentó *raer de Norteamérica quinientas mil toneladas ya compradas y dispuestas para el embarque. ;. w s esfuerzos de nuestros representantes se es•rellaron ante la emergencia d» disposiciones de j aquella nación que lo prohibieron y el trigo quedó sobre los muelles de la nación amiga. Y cuando parecía brindársele a España perspectivas de ayuda y colaboración económica para su reconstrucción, detrás de la apariencia generosa de la operación crediticia surgió el intento de mediatización política incompatible con .nuestra soberanía y con nuestra dignidad de pueblo libre. Os hablo con esta crudeza porque ya es hora de salir al paso de insidias de especies y de maniobras, y de que llegue ol conocimiento de todos que los pueblos han de salvarse por su propio esfuerzo, pior su trabajo y por su sacrificio. Es iluso el creer que disponen las plutocracias de oro para ser empleado en generosas o nobles empresas A las riaciones como a los individuos el oro acaba envileciéndoles. Elocuente es el cambio de cincuenta destructores viejos por diversos girones de un imperio Nuestra pobreza es nuestra ejecutoria. Nuestras dificultades han sido ¡mayores por haber discurrido hasta ahora en España la economía'en el mayor libertinaje. Las actividades económicas se desenvolvían bajo "aquellos principios liberales que predominaban en ei mundo, aunque modificados por un lógimen de protección arancelaria tercamente combati-' do por la Castilla librecambista y defendido con tesón por aquellas regiones en que se cultivaba la aberración separatista. En una España en parle destruida, con su producción alterada, falta de estadísticas ciertas, y observada con prevenciones en el ambienta económico pleno de errores, tuvimos qué dar las primeras batallas del nuevo orden, batallas que se vieron dificultadas por la criminal codicia de grupos de productores y especuladores, que en su afán desmedido de enriquecerse, especularon cOn la miseria de nuestro pueblo. A este mal contribuyeron inconscientemente muchos sectoies, arrastrados por su formación materialista y liberal. Rigor contra lot ooultadoros 7 Boaparadoros. Las medidas de rigor que el Gobierno lomó contra esta criminal conducta sólo lograron aminoiar el mal. Ninguna política económica puede tener completo éxito si la indisciplina y lo ocultación presiden los ciclosdel orden eco- nal, para la consecución de sus fines, que hoy el mundo europeo, en modernaCruzada, iraía de aplastar deíinilivínnente como enemigo demasiado peligroso de la civilización y de la propia humanidad. La conmemoración de nuestras víctimas recobra, de manera especial en este año, signihcación inusitada, como si la sangre vertida, levadura de héroes y de salvación nacional venga mezclándose simbólicamente con la de tantos hermanos que han ofrecido y ofrecen su heroísmo en las avanzadas extremas de la lucha, ya victoriosamente terminada eli nuestro suelo, aureolada de triunfos en el mismo gran país que ÑA BAJO EL PLOMO DE LOS SICARIOS DEL MARXISMO: iLA FALANGE OS RECORDARA ETERNAMENTE! ORDEN SECRETARIA LOCAL ha sufrido de semejante tortura en el espacio de más de veinticuatro años. Ripoll, redimido, no lo olvidará jamás. Sea para agradecer, con profundo respeto cristiano, el sacrificio sublime de nuestros Mártires! Como falangistas, para ofiecer vuestro ejemplo a nuestra generación a fin de que sobre todo en loa momentos difíciles, no llegue nunca estéril vuestro sacrificiq inmortalizado, . C A Í D O S D E RIPOLL P O R D I O S V POR ESPA- DE LA JEFATURA LOCAL Para asistir a los actos organizados en memoria a nuestros Caídos, los afiliados al Partido se concentrarán el próximo día 29 de Agosto a las 10'45 horas en los siguientes puntos; Milioias y Ex-oombatiéntes: en su cuartel. Reserva y Secoión femenina: en la Plaza del Caudillo, Frente d e Juventudes: Plaza San Eudaldo. Otros servicios: En nuestro local social. Siendo esta Concentración una organización obligatoria del Partido, todos los camaradas vestirán el uniforme reglamentario. Ripoll, 25 de Agosto de 1941 El Jefe Local En el Consejo reglamentario correspondiente al mes en curso, se acordó dirigir un llamamiento a todos los Falangistas invitándoles & asistir a la misa que el día 29 de cada mes se celebra en nuestro Real Monasterio en sufragio de las almas de los ripollenses caídos. Por medio de la presente «Circular a los afiliados» se pone en conocimiento general y se espera que todos aquellos camaradas a quienes no lo impiden sus ocupaciones profesionales procurarán asistir todos los meses a la citada misa, dando así prueba de que nuestro Partido no olvida a los gloriosos Caídos de'Ripoll. FALANGISTA: Recuerda que la fecha del 29 de Agosto figura entre las señaladas en la «Circular a los afihados» del día 22 de Julio pasado. Por lo tanto es obligatoria la asistencia a los actos organizados y sólo serán dispensados aquellos que, alegando una causa justificada, avisen de acuerdo con lo qué dispone la mencionada «Circular» de fecha 22 de Julio 1941 IfcMTft ll|k«IA..urOU nóinico, si las órdenes de los organismos responsables sufren alteraciones en su ejecución y si la codicia y la ignorancia de los productores tiaiciona a su patria aliándose con el enemigo. Cuando una fuerza mayor imposibilita o limita las importaciones, o por la falta de abonos u otras causas la producción padece, y en el total de los productos alimenticios se produce déficit |8Ólo con la ordenación y el racionamiento se puede salvar la crisis. Quien hurte al consumo general artículos que deben ser intervenidos traiciona la solidaridad española y es causa del hambre o la escasez en Ips sectores menos dotados La distracción de víveres, lo mismo que el robo y la estafa, no .Pueden considerarse medios lícitos de poseer, y rodo el rigor será poco para corregir a los que • Persistan en su tan execrable conducta. -Xa economía es un todo armónico formado al acorrer de los años, que no se puede inpunetoente alterar. Cuando un fenómeno perturba •sta armonía, el todo se resiente y repercute inmediatamente en los otros sectores económicos íntimamente ligados. Ha de ser, pues, el abaratamiento de la vida directriz que presida la política en la etapa que .«oy empezamos, y el esfuerzo para lograrlo una de las consignas principales del Movimiento. La contienda e n Europa 7 loa problemaa d e América. -'* suerte ya está echada. En nuestros campos se , «i'eron y ganaron las primeras batallas. En los •"Versos escenarios de la guerra de Europa tuvie-' '^on lugar las decisivas para nuestro Continente. : ^ 1» terrible pesadilla de nuestra generación, la *'®atru)cción del comunismo ruso, es ya de todo í*'into inevitable. No existe fuerza humana ca^ d e torcer estos destinos. Más no por ellos "6inog de descartar el que la vesanía, que rige la ^lítica de otros pueblos, intente arrojar sobre M«iropa n^levas miserias. Contra ellos hemos de Prepararnos, ofreciendo al mundo el ejemplo se; ®^ de Un pnaeblo unido dispuesto a defender !~ independencia y su derecho. * asas voces fcaternas que de América nos lle""''1 inquietas par la suerte y el porvenir deEsh respondemos con la íe y la confianza en ***e»tra fortaleza y con la inquietud que a la vez sentimos por sus propios destinos. Nadie más autorizado que nosotros para decirles que Europa nada ambiciona de América' La lucha entre los dos continentes es cosa imposible. Representaría scírto la guerra en el mar, larga y sin resultados- negocios fabulosos de unos pocos; miserias insospechadas para mu" chos; pérdidas ingentes de barcos y mercancías,la guerra de submarinos y de barcos dando zarpazos al antes comercio pacífico del mundo. Dos costas enfrentadas, fuertes e inabordables parasu enemigo,- el mar repartido en zonas de influencia europea y americana,- y barridos los barcos del comercio universal. La l u c h a e n Europa e i t á d e c i d i d a . La batalla contra el comunismo. La guerra de nuestro continente ha sido al tiempo clara y decisiva. Quiso plantea^rse en análogos términos que la del año 14. Ilusión que se marchitó en flor. Rxisia no quiso formar en el. frente aliado: se reservaba y preparaba para el acto final. Polonia sucumbió sin la menor ayuda. La entrada de Italia cortó las rutas del Mediterráneo. La campaña de Noruega repartió el mar del Norte entre los beligerantes. La batalla de Flandes y la derrota de los más poderosos Ejércitos europeos suprimió el frente occidental, dando a Alemania la salida del océano. El intento de estabilizar un frente en los Balcanes se derrumbó con la victoriosa campaña de Grecia. Las costas de Noruega, las aguas del Canal y de los mares de Creta fueron los escenarios en que la aviación arroja a las escuadras enemigas do las costas. En esta situación, el decir que la suerte de la guerra puede torcerse por la entrada en acción de un tercer país es criminal locura, es encender una guerra universal sin horizontes, que puede durar años y que arruinaría definitivamente a las naciones que tienen su vida económica basada en su legítimo comercio con los países de Europa. Estos son los hechos que nada puede contradecir. El bloqueo de Europa contribuye a que se cree una autarquía perjudicial a Sudamérica. La persistencia de la guerra perfeccionará la obra. Se ha planteado mal la guerra y los aliados la han perdido. Así lo han reconocido con la propia Francia, todos los pueblos de la Europa con- I tinental. Se confió la resolución de las diferencias a la suerte de las armas, y les ha sido ad: versa. Es una nueva guerra la que se pretende entre los continentes, que prolongando su agonía les dé una apariencia de vida, y ante esto, los que amamos a América sentimos la inquietud de los momentos y hacemos votos porque no les alcance el mal que presentimos. La campaña contra la Rusia de los soviets, con los que hoy aparecen solidarizados el mundo plutocrático, no puede ya desfigurar el resultado. Veinte años lleva el mundo soportando la criminal agitación del comunismo ruso. Raro es , el país que haya podido escapar de su labor disociadora. España que tanto sufrió por su criminal intervención, que le llevó al borde del abismo, y que dio contra él las primeras y más sangrientas batallas, puede apreciar como ninguno el alcance y dimensión de la lucha empeñada. Pudo hasta hoy, el oro comunista y la prensa judia hurtar al mundo el conocimiento y divulgación de las sesiones del Koiiiintern ruso, en que se contrastaban los progresos de su acción' revolucionaria en los distintos países. Pueden . los pueblos hispanoamericanos haber desconocido la atención preferente que se les dedicaba, e ignorar el injuriante calificativo de pueblos semicoloniales con que los comunistas los designaban; lo que ya no puede ocultarse a los ojos de nadie es lo que encerraba el oprobioso régi-; men soviético. La cruzada emprendida contra la dictadura comunista ha destruido de un golpe la artificiosa campaña contra los países totalitarios. Stalin, el criminal dictador roio, ya es aliado de la democracia. Nuestro Movimiento alcanza hoy en el mundo justificación insospechable. En estos momentos, en que las armas alemanas dirigen la batalla que Europa y él cristianismo desde hace tantos años anhelaban, y que la sangre de nuestra juventud va a unirse a la de nuestros camaradas del Eje, como expresión viva de solidaridad, renovemos nuestra fe en los destinos de nuestra Patria que han de velar estrechamente unidos nuestro Ejército y la Falange. ¡¡ARRIBA ESPAÑAll JEFATURA LOCAL RECUERDO A LOS CAÍDOS Cumplen cinco años de la prueba heroica de la inmolación de nuestros mejores. Se contaban décadas, quizás más de un siglo sin que la sangre bañase tan generosamente las calles y los contornos de nuestra villa. Aunque esta vez, con características totalmente nuevas, en convulsión gigante que Fernán exalta en el Poema de la Bestia y el Ángel. Examinemos como se protagoniza: lo irracional, en el desenfreno de su aberración, arremete coÉtra sus obstáculos, contra cuanto puede representar sujeción dé sus egoísmos perversos o de sus instintos malsanos, y, a pesar de su locura, ha tenido buen cuidado en la elección de la presa: no todas las personas, ha subrayado el filósofo coetáneo que convivió con nuestros caídos, tienen la predestinación de mártir, cuya vocación, también en la época actual, se ofreció tan solo a una selección divina. Y bajo unas garras de traición y de crimen, no se reparó eD el saorificio de medio centenar, de pacífico* oompatriolas, cuyo principal delito a ojos de i> Bestia era el de hallarse poseídos de un espírit* lleno de amor a Dios y a la Patria. Lo leslifio* admirablemente la actuación en- vida de nuer tros caídos, patentizada en varias de las biO" grafías que han visto la luz pública, lefkjando intachable ejemplo para el porvenir,- en la men' te de todos está fuertemente impreso su recuei' do que no ha de borrarse fácilmente en » transcurso de nuestra breve existencia. Pero aconteció el presentimiento de lo qi>' debía esperarse de la carrera demagógica esc* pada de los antros marxistas, de la# campan»' de difamación y de la semilla disolvente, solí* da sin reparo por los cabecillas monstruos o W agentes al servicio del bolchevismo internaci<5