Reseña de" Saíl" de Georg Friedrich Haendel

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Pensamiento y Cultura
ISSN: 0123-0999
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Universidad de La Sabana
Colombia
Visbal Sierra, Ricardo
Reseña de "Saíl" de Georg Friedrich Haendel
Pensamiento y Cultura, núm. 8, noviembre, 2005, pp. 245-246
Universidad de La Sabana
Cundinamarca, Colombia
Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=70180117
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RESEÑAS
SAÚL de Georg Friedrich Haendel
Oratorio en tres actos
Gidon Saks (Saúl), Lawrence Zazzo (David), Jeremy Orenden (Jonatan), Rosemary Joshua (Micol),
Emma Bell (Berob), Henry Waddington (Samuel), et al.
Coro de cámara RIAS, Orquesta Concerto Köln, René Jacobs, director.
Harmonia Mundi HMC 901877.78, 2 h. 30’,
dos discos compactos, 2005.
En cambio Saúl, de acuerdo con el ensayo
introductorio incluido en el libreto de Pierre Delgott1,
ha tenido una carrera con altibajos en la historia de
la música, pero a partir del siglo XX ha comenzado a
resurgir hasta establecerse como un título frecuente
tanto en las salas de concierto como en los teatros de
ópera, debido a la calidad creativa y a la ingeniosa
instrumentación realizada por Haendel. Por vez
primera en una gran obra aparece el carillón,
instrumento novedoso del siglo XVIII, que por sus
cualidades metálicas, y hasta cierto punto
“exóticas”, dan un bello color al coro de las jóvenes
israelitas cuando cantan la bienvenida a David
luego de su triunfo frente al gigante Goliat. El
compositor tampoco olvida el arpa, instrumento
muy ligado a este héroe quien consuela las horas
de tristeza de su rey.
Saúl: un oratorio dramático
E
l año de 1739 fue una fecha especial para Georg
Friedrich Haendel (1685-1759), ya que su carrera
como compositor tomó un rumbo diferente al que
estaba acostumbrado. Desde este año haría más
énfasis musical en los oratorios, género inspirado en
los relatos bíblicos, en la mística cristiana, en la vida
de los santos, sin dejar de lado la figura central de
Jesucristo.
Hasta hoy, Haendel es reconocido como
compositor de música sacra, sin embargo, no hay que
olvidar que su dedicación a este género comenzó
cuando sus célebres óperas dejaron de atraer al público
londinense a finales de la década de 1730. Aun así, el
creador tomó prestadas las fórmulas del drama para
algunos de sus oratorios, como es el caso de Saúl, en
donde no sólo el sentido moral o místico se encuentran
en la obra, sino que busca la representación de un
modelo, el del hombre dejándose llevar por sus
pasiones, en especial la envidia y el odio.
El argumento del oratorio se basa en los libros
de Samuel del Antiguo testamento, en donde se
describe el triunfo de David frente a los filisteos y al
gigante de tres metros, el famoso Goliat, y los celos
que nacen en Saúl por las constantes victorias que
gana el joven pastor en las diversas incursiones
bélicas. Al ver que su poder se escapa de sus manos
el rey planea asesinarlo, sin embargo, su hijo Jonatan
defiende al héroe y le avisa que debe huir del palacio
para salvar su vida.
La partitura de Saúl es una de las más cercanas
al estilo operístico, en contraposición a otro oratorio,
de pronto más famoso, Israel en Egipto, que se estrenó
también en 1739. Esta obra no busca el efecto dramático de los personajes, sino la descripción
espiritual de los israelitas esclavizados en Egipto, y
en el final, el gran canto de victoria ofrecido al Señor.
En sus páginas predominan los grandes coros que
han hecho de Haendel uno de los compositores más
populares a través de estos últimos tres siglos.
Pensamiento y Cultura
Cuando David huye, Saúl lo persigue por todos
los territorios de su reino, así mismo, se obsesiona
1
245
Pierre Delgott, Saul de Haendel: une célébration inconditionnelle de la musique.
Mas de Vert, Arles Francia, Harmonia Mundi, 2005, pp. 14-18.
Vol. 8 No. 1 (Ed. No. 8)
2005
RESEÑAS
por la falta de popularidad ante su pueblo, por ello
decide consultar a una nigromante para que adivine
su futuro y el de sus hijos. La mujer le recuerda que el
profeta Samuel había predicho que ni él ni su
descendencia iban a seguir en el trono de Israel puesto
que no eran los elegidos de Dios. Desesperado huye
del lugar y cuando tiene que defender el territorio
muere con sus hijos varones, al saber la noticia todos
los israelitas alaban al joven pastor como su soberano.
RIAS lo cumple a cabalidad, dando a cada parte de
la obra el sentimiento necesario de acuerdo con
el argumento del oratorio. Además, es necesario
recalcar el excelente registro logrado por los
ingenieros de sonido.
Pero en este álbum no sólo se destacan el
director, la orquesta y el coro, sino también los
solistas, en especial Lawrence Zazzo, contratenor
estadounidense quien encarna al rey David. Su voz
es homogénea y bien timbrada, no como otros solistas
de su misma cuerda que tienen voces desiguales,
ásperas y tirantes, las cuales dan la sensación de
que se van a quebrar de un momento a otro. También
se destaca Gidon Saks como el rey Saúl, pues con
su voz de bajo y su dramatismo en las arias y los
recitativos recrea el sufrimiento, el odio y el
desespero de este rey.
La edición de la compañía francesa Harmonia
Mundi recrea a la perfección el sonido barroco y su
peculiar característica de interpretación, en donde la
libertad en la ejecución de las obras era la regla. Esta
cualidad se debe a la dirección de René Jacobs, una
de las batutas más reconocidas de la música del siglo
XVIII. Es de anotar que en su juventud fue uno de
los contratenores más destacados del mundo, y con
esta experiencia ayuda a equilibrar la orquesta con las
voces y también anima a resaltar el sentido dramático,
tan necesario, de esta obra.
Saúl, de Haendel, es uno de los grandes oratorios sacros, y escuchar esta edición –que se consigue
fácilmente en Colombia– dirigida por René Jacobs
es una invitación para adentrarse en la música de
este compositor que supo reunir y aprovechar en su
obra los estilos reinantes y diversos del siglo XVIII:
el alemán, el italiano, el francés, sin dejar de lado la
esencia propia del gusto inglés.
La calidad de la grabación también se debe a la
orquesta Concerto Köln, ya que es un conjunto con
instrumentos de la época o con buenas reconstrucciones de acuerdo con los originales, tal como se
observó en la temporada de conciertos de la
Biblioteca Luis Ángel Arango de Bogotá de este año.
También, como en toda obra haendeliana, el coro
tiene una buena parte de la partitura, y el coro de la
Ricardo Visbal Sierra
Francia bajo la ocupación nazi 1940-1944
ISBN 84-493-1566-2
Philippe Burrin, Barcelona, Editorial Paidós,
2004, 504 páginas
S
e preguntaba –y con ello preguntaba a su
profesor– un alumno de historia contemporánea,
cómo era posible que un país que había sido
derrotado, además de ocupado por Alemania, y que
posteriormente fue liberado por británicos y norteamericanos durante la Segunda Guerra Mundial,
Pensamiento y Cultura
pudiera ser considerado como vencedor en ésta, en
parangón con la URSS, el Reino Unido o los Estados
Unidos. Yo añadiría un dato más, y es que Francia
colaboró con los alemanes durante la ocupación. De
esta colaboración, oficialmente ocultada en el país galo,
trata el libro de Philippe Burrin.
246
Vol. 8 No. 1 (Ed. No. 8)
2005
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