divorcio, separacion del domicilio conyugal como causal de. es

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Registro No. 202074
Localización:
Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
III, Junio de 1996
Página: 826
Tesis: II.1o.C.T.50 C
Tesis Aislada
Materia(s): Civil
DIVORCIO, SEPARACION DEL DOMICILIO CONYUGAL COMO
CAUSAL DE. ES CAUSA JUSTIFICADA, ESTAR RECLUIDO EN UN
CENTRO DE READAPTACION SOCIAL.
La fracción VIII del artículo 253 del Código Civil del Estado de México, prevé
como causal de divorcio la separación de la casa conyugal por más de seis meses
sin causa justificada. Esta causa justificada puede tener como origen, la conducta
del otro cónyuge y cuando esto es así, debe quien la alegue como excepción,
probarla; según criterio de la desaparecida Tercera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, emitido en la tesis número 200, 7a., visible en la Novena
Parte, Tercera Sala, del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1985,
Sección Especial, página 306, denominada "DIVORCIO, ABANDONO DEL
DOMICILIO CONYUGAL COMO CAUSAL DE.". Sin embargo, las
obligaciones en ocasiones no se cumplen, no por una conducta morosa, sino por
causas ajenas al obligado y cuando esto es así, no es dable sancionar el
incumplimiento por caso fortuito o fuerza mayor. Así, la privación de libertad de
una persona que tiene la carga de una obligación de hacer, resulta de imposible
cumplimiento por fuerza mayor y si esto proviene del Estado se conoce en la
doctrina como acto del príncipe. Esto es, que es el propio Estado por leyes o
actos de aplicación, que impide a un gobernado una conducta determinada y ante
ello debe prevalecer el interés del Estado privando de mora el incumplimiento
respectivo en el ámbito del derecho privado. Si un cónyuge para cumplir sus
obligaciones maritales debe convivir en el domicilio conyugal, es evidente que
cuando de propia voluntad no lo hace, incumple dicha obligación y satisfecho el
aspecto temporal de la ausencia constituirá en su cónyuge la causal de divorcio
respectiva. Pero si el incumplimiento de la obligación marital deriva de estar
sujeto a proceso penal recluido en una institución del Estado; entonces el
cumplimiento de sus obligaciones maritales no deriva de su propia conducta sino
de la decisión imperativa del Estado, al privarlo de su libertad personal y
recluirlo en un centro de readaptación social, lo que impide efectuar un juicio de
reproche a esa conducta y por ende a demostrar que la separación del hogar
conyugal tiene una causa justificada.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS CIVIL Y DE TRABAJO
DEL SEGUNDO CIRCUITO.
Amparo directo 240/96. Magdalena Guerra Escamilla. 2 de mayo de 1996.
Unanimidad de votos. Ponente: Enrique Pérez González. Secretaria: Vianey
Gutiérrez Velázquez.
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