87 El, CABALLO MORUNO cuyo nombre lleva h o y una de las castas ( F i g . 36). Dichas castas • vienen a ser, en una palabra, lo que para nosotros son la casta cartujana, la de G u e r r e r o , etc., y lo m i s m o que en E s p a ñ a ocurre con éstas, sucede con aquéllas en A r a b i a , que no se conservan puras, porque los árabes las cruzan unas con otras, procurando a lo sumo que n o se mezclen los caballos del " j a m s a " con los que no pertenecen a este g r u p o noble. E n B e r b e r í a no se nombran para nada estas castas, y ello prueba mejor que nada la escasa influencia del caballo árabe en Á f r i c a , pues si los árabes hubiesen exten- F i g . 3 6 . — R a z a á r a b e : « A n a z é » , y e g u a d e c a s t a h a m d a n i a d q u i r i d a e n 1905 p o r la D i r e c c i ó n d e la C r í a C a b a l l a r . Fotografía propiedad de D . Luis Azpeitia de Moros. dido por el país sus castas caballares, conservarían sus nom- bres. E l único recuerdo que de ellos existe en M a r r u e c o s , es la palabra " k j a i l " con eme muchas veces se designa al caballo f o goso, y que sin duda es una contracción de " k j e i l á n " , pero que entre los moros no se refiere a una casta ni a un tipo^ especial. D e todo lo e x p u e s t o parece resultar que el caballo árabe, g e neralmente considerado como prototipo y modelo de todos los caballos de silla, es en realidad un caballo asiático profundamente modificado y perfeccionado por el repetido cruzamiento con el Mem. R. Soc. esp. Hist. nat., x n , 1921.