LA TRINCHERA INTELECTUAL DE ESPAÑA

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RH
1914
LA
TRINCHERA
INTELECTUAL
DE ESPAÑA
LA PUBLICACIÓN DE UNA NUEVA
BIOGRAFÍA DE ORTEGA Y GASSET
Y LAS PRÓXIMAS ELECCIONES
EUROPEAS PONEN DE
ACTUALIDAD LOS CAMBIOS QUE
SUFRIÓ NUESTRO PAÍS EN EL AÑO
DE LA GRAN METAMORFOSIS
DEL CONTINENTE P. 2-7
LA LLEGADA DEL
«GUERNICA» AL
CASÓN DEL
BUEN RETIRO P. 12
2
Sábado. 17 de mayo de 2014 • LA RAZÓN
RH
La nación en el año que cambió Europa
LA GUERRA QUE ACABÓ
CON LA «VIEJA ESPAÑA»
Jorge VILCHES
Profesor de Historia de la Universidad
Complutense de Madrid
E
La posición neutral que se adoptó ante el estallido del enfrentamiento
el verano de 1914 no fue suficiente para que el país permaneciese al
margen de un conflicto de esta índole, que también fue capaz de
dibujar dos bandos enfrentados: los aliadófilos y los germanófilos
spaña no entró en la guerra, pero la
guerra sí entró en España. El impacto
fue determinante para la suerte del
régimen de la Restauración. El país
había llegado al siglo XX con serias
dificultades. A la derrota del 98 se sumaron los problemas en Marruecos y
la Semana Trágica de 1909. Los partidos dinásticos perdían votos y apoyo popular a favor de republicanos y socialistas, agravando sus problemas internos. Al tiempo, los catalanistas presentabanreivindicaciones,loscarlistascontinuaban
organizados, las asociaciones obreras cobraban
fuerza, la Iglesia combatía la modernidad y el
descontento se extendía por el Ejército. El reformismo social no cuajaba, y empeoraban las
condiciones de vida de las capas populares aumentando así el malestar y la movilización. A
principios del XX, el régimen parecía agotado.
El 7 de agosto de 1914, poco después de estallar
la guerra, el Gobierno conservador de Dato declaró la neutralidad de España. Los principales
motivos fueron la debilidad económica y militar,
que imposibilita al país participar en el conflicto,
y la falta de un interés nacional. Maura aplaudió
la decisión de Dato. El PSOE, la UGT y la CNT
expresaron su oposición a cualquier guerra entre
trabajadores. Francesc Cambó, líder de la Lliga
Regionalista, manifestó que la neutralidad era lo
sensato para un país pobre como España. El
«Diario Universal», órgano del Partido Liberal,
publicó un artículo inspirado por Romanones
titulado «Neutralidades que matan», criticando
la decisión gubernamental y apoyando a los
aliados. Sin embargo, el rechazo general a la beligerancia provocó que Romanones aclarara la
declaración, afirmando en «El Imparcial» que la
neutralidad no debía implicar aislamiento, y
acabó apoyando a Dato en las Cortes en octubre
de 1914. No todos pensaban así. Los radicales de
Lerroux hicieron campaña por la participación
bélica a favor de Francia e Inglaterra. Y los tradicionalistas deVázquez de Mella pidieron la intervención a favor de alemanes y austriacos. En
suma,laopiniónmayoritariafuelaconveniencia
de la neutralidad, al menos oficialmente.
◗ DOS IDEAS BIEN DIFERENCIADAS
Enseguida se vio que la guerra no sería corta, y las
posiciones cambiaron. A partir de 1915 se dibujaron dos bandos: aliadófilos, más cercanos de
Francia e Inglaterra, y germanófilos, partidarios
de los Imperios Centrales; cada uno suponía la
defensa de unas ideas políticas y sociales.
LaIglesiaerafrancófobasinapenasdiscrepancias. La mayoría de los oficiales del Ejército admiraban la eficiencia y disciplina de los alemanes.
Los líderes tradicionalistas y los mauristas se
decidieron al final por la neutralidad, pero sus
bases eran claramente germanófilas. El PSOE y
la UGT se declararon aliadófilos por el fracaso de
la Segunda Internacional. La reina madre, la archiduquesaMaríaCristina,«laaustriaca»paralos
republicanos, era la cabeza proalemana en la
corte; pero la reina Victoria Eugenia defendía a
Inglaterra, su país natal. Alfonso XIII aspiró a ser
un mediador en la paz, y para ello creó en 1915
un organismo de ayuda humanitaria, la Oficina
Pro Captivis. La división se instaló también en los
partidos dinásticos. El liberal Romanones se
identificó con los aliados, mientras que su rival,
García Prieto, fue neutralista y buscó la cordialidad con los alemanes. Los conservadores Dato y
el marqués de Lema eran aliadófilos, pero Sánchez Guerra y el general Ramón Echagüe preferíanlosImperiosCentrales.Losrepublicanos,por
el contrario, a los aliados.
Losintelectualesfueronaliadófilosy,portanto,
antigermanófilos. En consecuencia, tuvieron
tanto empeño en defender sus ideas, que servían
CRONO
2 de
enero
Momentos
clave de
España
en 1914
El rey Alfonso XIII
disuelve el Congreso
en un momento en el
que la situación del
país era muy inestable
y que todavía
arrastraba el asesinato
de Canalejas.
de crítica al régimen, como al rechazar el clericalismo, el conservadurismo social y el autoritarismo. Fue la Generación de 1914, compuesta por
hombres del 98 comoValle-Inclán y Galdós –que
creó la Liga Antigermanófila–, junto a jóvenes
como Pérez de Ayala y Azaña, que tomaron el
Ateneo de Madrid como centro de operaciones.
Ortega fundó la revista «España» para defender
la causa aliada, y la dirigió hasta febrero de 1916,
momentoenquepasóamanosdelsocialistaLuis
Araquistáin. En el bando germanófilo también
hubo intelectuales, como Pío Baroja, Eugenio
d’Ors, Jacinto Benavente, Dámaso Alonso, y Salaverría; dramaturgos como Carlos Arniches y
Pedro Muñoz Seca, políticos como Calvo Sotelo
y Gil Robles, o el católico Ángel Herrera Oria. Sus
manifiestos y artículos eran publicados en diarios de gran tirada como «Abc» o «La Tribuna».
El debate reveló la profunda división social,
hasta el punto de que se habla de «guerra civil de
palabras». Unamuno, Baroja y Francisco Ayala,
incluso Ortega, vieron en el debate la instalación
del espíritu guerracivilista. Las pasiones se trasladaron a la calle, dándose el caso de rupturas
familiares, del cierre de tertulias, e incluso del fin
de las noticias sobre la guerra en los cines para
evitar peleas. Ante la tensión social, Dato prohibió las reuniones públicas donde se tratara la
posición de España en la guerra.
Mientras el país se debatía entre aliadófilos y
germanófilos, la producción y el comercio exterior aumentaban por la apertura de nuevos
mercados. La balanza comercial tuvo superávit,
se canceló la deuda externa y el Banco de España
aumentó sus reservas de oro. Era un espejismo,
porque la inflación creció más deprisa que los
salarios, lo que perjudicó las condiciones de vida
de los trabajadores y provocó la escasez de productos de primera necesidad. Las asociaciones
obreras, claro, intensificaron los conflictos labo-
3 de
marzo
Las elecciones
generales de 1914,
bajo sufragio
universal masculino,
terminaron dando la
victoria al Partido
Conservador, dirigido
por Eduardo Dato.
10 de
mayo
El Athletic Club de
Bilbao se hace con
la 12ª edición de la
Copa del Rey de Fútbol
tras vencer en la final
al FC España por 2-1
en el campo de
Costorbe (Irún).
Impreso por Francisco Rincón Durán. Prohibida su reproducción.
3
LA RAZÓN • Sábado. 17 de mayo de 2014
RH
ESCASEZ DE «BÁSICOS»
El buen balance exterior
de España contrastaba
con la realidad de la calle.
La inflación se disparó y
repercutió en las clases
obreras, que salieron a
la calle a manifestarse
–en la imagen– al verse
con enormes dificultades
para adquirir productos de
primera necesidad.
Los tres «bandos»
Eduardo
Dato
Antonio
Maura
Francesc
Cambó
M. García
Prieto
NEUTRALES
ALIADÓFILOS
GERMANÓFILOS
Para este grupo, la
situación de España en
1914 no invitaba a otra
cosa que no fuera
mantenerse al margen
de la guerra y
declararse neutral,
algo que no llevaba
ligado el aislamiento
del país del resto del
continente.
Estos intelectuales
eran simpatizantes de
la libertad, la
secularización, la
democracia, el
sufragio limpio, la
reforma social y el
gobierno
representativo basado
en la soberanía
popular.
Con unos ideales más
próximos a los de los
Imperios Centrales, se
decían defensores de
la tradición y
conservadores del
orden social como
barrera al laicismo, el
republicanismo, el
socialismo y el
anarquismo.
Alejandro Victoria
Lerroux
Eugenia
Conde de Ortega y
Romanones Gasset
Vázquez
de Mella
María
Cristina
Pío
Baroja
Calvo
Sotelo
rales. En 1917 estalló la crisis general. El malestar
en el Ejército por los bajos salarios y la pésima
organización de los ascensos llevó a que se formaranlasJuntasdeDefensa,queactuabancomo
sindicatos. El pulso con los gobiernos liberales de
Romanones y García Prieto se saldó con algunos
arrestos en Montjuïc en mayo de 1917. La resistencia militar obligó a García Prieto a dimitir, y su
sucesor, el conservador Dato, no tuvo más remedio que legalizar las juntas.
◗ «AUTOGOBIERNO» CATALÁN
La debilidad aparente del Ejecutivo animó a los
catalanistas de la Lliga Regionalista a avanzar en
el «autogobierno». Los diputados no dinásticos
elegidos en las circunscripciones catalanas se
reunieron a primeros de julio de 1917 en Barcelona, en la llamada Asamblea de parlamentarios.
En ella se exigió la convocatoria de unas Cortes
constituyentes para la reorganización política y
territorial del país. El Gobierno reaccionó con
contundencia: declaró sediciosa dicha Asamblea, suspendió la prensa y ordenó la ocupación
militar de la ciudad. La Asamblea, sin embargo,
volvió a reunirse días después con la asistencia
de los radicales de Lerroux, los reformistas de
Melquiades Álvarez, y el socialista Pablo Iglesias.
La petición fue la misma, Cortes constituyentes,
e igual el resultado: su disolución por la fuerza.
La crisis política y social fue utilizada por la
UGTdeBesteiroyLargoCaballeroparaconvocar
una huelga general revolucionaria en agosto de
1917, con el apoyo de la CNT de Salvador Seguí y
Ángel Pestaña. El gobierno de Dato detuvo a sus
dirigentes y desbarató el movimiento, que sólo
tuvo cierta repercusión en las grandes ciudades,
como Barcelona, Valencia y Madrid, y en zonas
industriales como Vizcaya, Asturias y León.
La reacción de Alfonso XIII a esta crisis general
fue estrechar la relación con el Ejército e impulsar
un gobierno liberal presidido por García Prieto
que contara con el catalanista Cambó. Al poco
tiempo,losdirigentesdelahuelgarevolucionaria,
que habían sido condenados a cadena perpetua,
salieron de la cárcel. Fue en vano, la desafección
al régimen y el cansancio de sus partidarios
aventurabanunpróximoycontundentecambio.
La Gran Guerra también había acabado con la
«vieja política» en España.
29 de
julio
Ateneo de Santander,
una asociación
cultural de la capital
cántabra, se inaugura
en el verano de 1914
con la presencia del
rey Alfonso XIII, como
se ve en la imagen.
7 de
agosto
Con la Gran Guerra
presente desde el 28
de julio, se publica el
real decreto en el que
España declara «la
más estricta
neutralidad» ante el
conflicto.
1914
El Metro de Madrid
comienza a coger
forma con sus
primeros planos,
aunque no sería hasta
cinco años más tarde
cuando se puso en
funcionamiento.
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