Anticoncepción fascículo 1

Anuncio
2
3
Condones de tripa, de lino y de goma;
diafragmas de madera, anillos de
plata y duchas vaginales con jugo de
limón: rodeada de episodios oscuros
por una parte y picarescos por otra,
la historia de la anticoncepción se
remonta a tiempos inmemoriales, y
exhibe inusitados sistemas para
regular la natalidad -algunos de
los cuales muestran peculiares
coincidencias con los métodos
anticonceptivos del reino animal-.
Reino animal
4
ÍNDICE
EL CONTROL DE LA NATALIDAD: UNA LARGA HISTORIA
Primeros Atisbos
5
Mandato Bíblico
7
Desprejuiciada Antigüedad
9
5
Anticoncepción:
una Larga Historia
Primeros Atisbos
Al comienzo, el método más utilizado para
limitar el tamaño de las familias era el
infanticidio. Pero las plantas proporcionaban
un camino bastante menos despiadado.
Una mirada retrospectiva nos señala que ya la mujeres del Paleolítico poseían un conocimiento empírico sobre algunos
métodos para prevenir embarazos,
pues las condiciones de vida eran
extremas y el alimento escaseaba. El
más recurrente era el amamantamiento, pero también se conocían las
propiedades anticonceptivas de
ciertas plantas -previo aún al comienzo de la agricultura.
Las familias
prehistóricas no
eran numerosas.
En la fotografía,
símbolos primitivos
de fecundidad.
De ellas, una de las más antiguas es el
silphium, de la familia de las férulas. La
artemisia, el mirro, el dátil, la corteza de la
granada, el junípero, el jarabe de acacio y la zanahoria silvestre eran también utilizados por su poder para
prevenir embarazos. Los escritos de Hipócrates mencionan
esta última como anticonceptivo oral, y a fines de la década de
los '80, la ciencia demostró que efectivamente, la zanahoria
salvaje bloqueaba la producción de progesterona e inhibía el
crecimiento tanto de los ovarios como del feto en ratones.
Reino
6
Los escritos de
Hipócrates
mencionan
el poder
anticonceptivo de
la zanahoria
silvestre.
En los bosques centrales del Paraguay se utiliza la stevia rebaudiana aún hoy en día, deshidratándola y pulverizándola
para preparar infusiones contra la fecundación. Por su parte, algunos indígenas norteamericanos controlaban hasta
hace poco su natalidad con brebajes en base a hojas y raíces, y con duchas vaginales de jugo de limón y extracto de
vaina de caoba.
Reino animal
Anticoncepcion por Instinto
La naturaleza obliga a los animales a evitar la sobrepoblacion por medio de mecanismos instintivos. Las medidas van desde
la simple abstencion sexual y la exclusion de algunos miembros del grupo, hasta la fabricacion de productos
anticonceptivos naturales e incluso el canibalismo.
Los testimonios de la naturaleza son sorprendentes y nos
revelan que las prácticas de
control de la natalidad están
perfectamente establecidas en
el reino animal, como un fenómeno universal del que casi
ninguna especie se escapa.
Suprimir la ovulación es sólo
uno entre diversos medios
usados por las madres para
programar mejor el tiempo de
7
Los indígenas norteamericanos también usaban métodos
naturales para limitar una abundante prole.
Reino animal
Reino animal
su esfuerzo reproductivo. Entre
marmotas y tamarines es habitual
que sólo una hembra del grupo se
reproduzca en cada estación. Algo
similar ocurre entre las mangostas
enanas del Serengeti, que crían en
comunidad. Estudiando qué frenaba a las demás hembras, el biólogo
Scott Creel descubrió que los nive-
les de estrógeno de las no reproductoras permanecía a un tercio del nivel de las hembras madres, bajo el
nivel necesario para ovular. Creel
supone que en especies que tienen
alumbramientos múltiples, el costo
de la gestación y lactancia es demasiado alto para cualquiera, salvo las
hembras más aventajadas, como pa-
ra correr el riesgo de dar a luz. Con
frecuencia maltratada y peor alimentada, una hembra cualquiera
tiene tan pocas posibilidades de tener crías que sobrevivan el destete
que más le vale aplazar el reproducirse. A cambio, ayuda a criar a los
hijos de sus semejantes -incluso llegando a darles de mamar, además de
Marmota: Cierto tipo de mangosta
inhibe la ovulación para
evitar los embarazos.
8
Mandato Bíblico
Ya en la epoca de los patriarcas hizo su aparicion
el pesario, confeccionado con el mas amplio
rango de materiales.
Sólo a fines del siglo XVII se descubrió que el fluido seminal no era
sólo un líquido, sino una suspensión con millones de espermios. Y
pasaron más de doscientos años hasta que se comprobó que bastaba
uno solo de ellos para concebir un nuevo ser. Sin embargo, y a pesar
de ignorarse tan gravitante factor, las prácticas para controlar la natalidad lo tomaban intuitivamente en cuenta.
Así por ejemplo, numerosos ritos tribales se centraban en el
ocultamiento de las niñas que comenzaban su menstruación.
Algunos de ellos llegaban al punto de dejarlas en total abandono durante tres o cuatro años en la jungla, signadas con un tabú que no era más que una forma de mantenerlas aisladas, evitando así embarazo.
Los primeros judíos, en tanto, practicaban la continencia sexual,
y las mujeres se introducían pesarios de barrera llamados mokh.
Algunas autoridades incluso los recomendaban para las embarazadas, pues se creía que una segunda fertilización era posible, con
el consiguiente perjuicio para el feto en gestación. Y es que para
aquel pueblo, que debió partir a la diáspora en arduas travesías
Reino animal
esforzarse por ser tolerante en el
grupo y de permanecer con vida
hasta poder llegar a ser ella misma
reproductora.
Estudiando una subespecie estrechamente relacionada con las mangostas enanas, O. Anne E Rasa, de
la Universidad de Bonn, descubrió
que las hembras subordinadas tenían razones más urgentes para
aplazar el reproducirse: la hembra
dominante puede destruir las crías
de cualquier rival. Entre las marmotas y mangostas enanas, la mayoría
de las hembras subordinadas sacan
partido de su triste suerte cerrando
temporariamente sus ovarios. Si tie-
nen suerte, más tarde llegará su momento de reproducirse.
Eficaz alimentación
El control de la natalidad al estilo de
los primates gira en torno del amamantamiento. Entre casi todos los
monos y simios -igual que en pue-
blos que aún viven en asentamientos tradicionales, donde el pequeño
disfruta de un contacto casi continuo con sus padres-, los bebés maman a voluntad. Según estudio de
antropólogos de la Universidad
Emory, las madres de la tribu Kung
San de Kalahari amamantan a sus
bebés durante unos dos minutos,
9
El sexo en la Biblia
La primera orden que recibieron Adán y
Eva de su Dios
creador fue
“creced y multiplicaos”y al abandonar el Paraíso ambos
intentaron cumplir lo mejor posible el
mandamiento. Poco después de salir del
Jardín del Edén, el primer hombre y la
primera mujer “yacieron” juntos y de esa
unión nació Caín, luego, fruto de otra
unión llegó al mundo Abel; y más adelante, cuando Eva tenía casi 100 años,
nació Seth. En esas primeras páginas de
la Biblia no se hace ninguna referencia a
otros encuentros sexuales entre ambos
ni a las hijas que debieron tener para hacer posible el crecimiento de la población mundial que, necesariamente, se
desarrolló a través de relaciones incestuosas.
Aunque el tema sexual aparece sólo lateralmente en esas primeras páginas de la
Biblia, es importante tanto en la historia
del pueblo de Israel como en el nacimiento del cristianismo. Desde muy
pronto se mencionan en la Biblia castigos, contradicciones y normativas respecto a la sexualidad de hombres y mujeres, reglas muchas veces violadas por
los mismos protagonistas de la larga historia sagrada. Basta recordar el caso de
Lot y sus hijas.Luego de abandonar Sodoma y Gomorra y quedar solas junto a
su padre, éstas deciden que la única manera de poder engendrar hijos es yaciendo con él. Para cumplir sus propósitos,
lo emborrachan con vino. Así, la mayor
duerme con Lot la primera noche, y la
menor a la noche siguiente; los dos niños que conciben serán los padres de los
Moabitas y de los Amonitas.
La poligamia aparece en varias oportunidades. El Génesis nos recuerda a Lamech, el primer polígamo de la historia. Pertenecía a la sexta generación de
descendientes de Adán y Eva y tuvo
dos esposas de las que nacieron tres hijos Jubal: el primer instrumentista;
Tubalcain, el primer instructor metalúrgico; y Jabal, el primer ganadero.
Si Lamech fue el primer polígamo de la
historia, Salomón fue el más destacado
de todos los que recuerda la Biblia. Hijo del Rey David, que sufrió de impotencia durante los últimos años de su
vida y cuya última mujer pasó a formar
parte del harem de su hijo, Salomón
era un hombre aficionado a la abundancia.Sus comidas eran banquetes interminables donde no faltaba nada.
Cien ovejas y treinta bueyes eran sacrificados diariamente en la corte. La
abundancia se extendía también a la sexualidad. Salomón era un amante
conspicuo que disfrutaba de los favores sexuales de 700 esposas y 300
concubinas, además de princesas y
amantes ocasionales como la
famosa Reina
de Saba.
Reino animal
unas cuatro veces por hora, incluso
cuando duermen por la noche.
A los largo de la mayor parte de la
evolución humana, las madres han
amamantado a sus niños sin restricción desde el nacimiento hasta los
tres o cuatro años, y en algunas circunstancias incluso más. Una serie
de estudios de cazadores-recolectores de Africa Central, Botswana y
Nueva Guinea, como también de
amas de casa de Nueva Inglaterra,
han documentado la interacción dinámica entre el estatus nutricional
de una mujer, su carga de trabajo y su
fertilidad: algo que el antropólogo de
Harvard Peter Ellison denomina
“ecología de los ovarios”. El estímulo
casi continuo de los pezones mediante el amamantamiento, “al estilo del
Pleistocenio”, hace que la pituitaria
secrete más prolactina. El resultado
son intervalos entre nacimientos que
llegan a ser de cinco años entre pueblos de largo amamantamiento como
los Kung. Según Ellison, el lazo en-
tre la intensidad del amamantamiento y la infertilidad posparto impide a
la madre lactante -ya energéticamente sobrecargada al metabolizar por
dos- verse abrumada por otro embarazo y la pesada carga de tener que
metabolizar por tres, a no ser que esté especialmente bien alimentada.
Worthman y otros investigadores
10
El Papiro de Ebers, uno
de los más antiguos
documentos en los que
se describen métodos
anticonceptivos.
por el desierto, una prole numerosa constituía un problema.
Por ello, y a pesar de que uno de
los más vigorosos mandatos divinos conmina a crecer y a multiplicarse, y de que las relaciónes
sexuales apartadas de sus propósitos reproductivos constituían
un anatema, la idea de limitar el
tamaño de la familia la comenzaba a ser atractiva.
Por otro lado, desde el año 3000 A.C., antiquísimos papiros como el de Kahun, el de Ebers y el de Berlín, describen cómo las
mujeres egipcias introducían pesarios de miel y excrementos de
cocodrilo en sus vaginas, o recurrían a la introducción de hojas de
acacio, que produce ácido láctico -un ingrediente habitual
de las modernas duchas vaginales.
Muro de uno de los
templos de Kom Ombro,
en el Nilo, que muestra
instrumental ginecológico,
y a la reina pariendo en
posición semi-sentada.
Reino animal
han descubierto que entre madres
bien nutridas, la inhibición de la ovulación gracias al amamantamiento es
menos efectiva.
Misteriosos aromas
Entre casi todos los monos y simios,
los bebés maman a voluntad.
El aroma también juega un rol importante en la reproducción animal.
Cierto tipo de ratón, por ejemplo,
produce un olor anticonceptivo cuyos efectos son incomparablemente
más sutiles que los de las drogas humanas. En suficiente concentración,
el aroma es tan poderoso que detiene
el proceso de reproducción en las
hembras. Cuanto mayor es su número, menos fecundas se vuelven. Aun-
que el olor de los machos puede anular el efecto, debe provenir del cónyuge. En cambio, si se coloca un macho
extraño en la jaula de una hembra
grávida, el olor del intruso interrumpe el desarrollo del embrión y, según
la etapa de gravidez, se separa del
cuerpo de la madre o es expulsado.
Así, la infidelidad conyugal de los pa-
11
Egipto, nacido de la simiente divina
Una fehaciente demostración de
que los pueblos antiguos intuían la
importancia del fluido seminal en
la gestación es la historia del dios
egipcio Ra, creador de todas las
cosas, quien tras masturbarse, liberó una explosión de semen que
creó a Shu y Tefnut, hermanos gemelos que darían luego nacimiento a los demás dioses: Osiris, Isis,
Seth, Hator y Bes, entre otros.
en una ceremonia en la cual las
mujeres marchaban por la ciudad cargando muñecas y figuras
con formas fálicas.
Uno de los más importantes
episodios mitológicos cuenta
cómo, luego de ser destrozado
por Seth, Osiris recibió la ayuda de Isis, quien unió cada uno
de los trozos del dios, aunque
no fue capaz de encontrar su falo. Ante esto, decidió fabricar
un miembro por su cuento que
luego volvió a colocar en el
cuerpo de Osiris. El culto egipcio celebraba el acontecimiento
Sin embargo, el principal dios
sexual de la mitología egipcia
era Bes, una pequeña criatura
antropomorfa, representada
con un falo de gigantes proporciones. El dios, considerado el protector de las
mujeres, ocupaba un lugar central en los prostíbulos egipcios, llamados
también las “Cámaras de Bes”.
El episodio también se recordaba
al momento de la momificación
de los difuntos. Generalmente, a
las momias se les cortaba el pene
y se les colocaba uno falso en recuerdo de Osiris.
La ceremonia de la
“animación del falo”,
habitual en los ritos
funerarios egipcios.
Reino animal
Reino animal
dres resulta mortal para el ratoncito
por nacer.
Los aromas anticonceptivos son
bastantes corrientes en el mundo
animal. Su acción es especialmente
notable entre los gusanos cuya larva
es atraída por la harina. Estos insectos, propios de los molinos y grane-
ros, se reproducen muy rápidamente, pero apenas su número sobrepasa
dos individuos por gramo de la harina restante, la hembras devoran sus
huevos a medida que los ponen. Una
sustancia química contenida en los
excrementos es la que desencadena
el curioso comportamiento. La concentración cada vez más fuerte de
olor empieza a reducir la fecundidad: la hembra prolonga la duración
del estado larval y provoca finalmente el canibalismo de los huevos.
“Como conejos”
En Australia, poco después de la
introducción de una especie de
cierto conejo, los animales se reprodujeron a un ritmo alarmante.
Los 24 ejemplares llegados en
1859 se habían convertido en 22
millones al cabo de 6 años.
Desde entonces, se adueñaron del
continente hasta sus últimos rincones. Sin embargo, no se multi-
12
Desprejuiciada Antigüedad
En Grecia y Roma, las mujeres contaban con más
libertades, y la planificación familiar
se debatía públicamente con mucha
seriedad.
En la antigua Grecia,
las mujeres contaban
con gran libertad, y la
anticoncepción se
debatía públicamente.
Aristóteles abogaba personalmente por el
control de la natalidad. Anotaba que para tal
fin, el Estado cretense permitía la homosexualidad. Como método femenino, recomendaba aplicar una mezcla de incienso, cedro y aceite de
oliva “en aquella parte del vientre en la que cae la semilla”. Posteriormente, la ciencia ha
demostrado que dichas sustancias
poseen relativa efectividad contraceptiva, pues incrementan la acidez en el
interior de la vagina.
Aristóteles abogaba personalmente por el
control de la natalidad. En la fotografía,
“Aristóteles contemplando el busto
de Homero”, de Rembrandt van Rijn.
Reino animal
A pesar de su aspecto bonachón, el
método de ciertas focas grises para
disminuir la población
es de una violencia implacable.
plican “como conejos”. Más bien,
se las arreglan para limitar su número según las circunstancias. En
períodos de gran sequía, los machos no se aproximan a las hem-
bras. Si una coneja embarazada
sufre de calor, la acomete una especie de espasmo y expulsa al embrión. Pero apenas llega la primera lluvia, la fecundidad se restablece en todo su vigor.
Algunas focas grises usan
un procedimiento diferen-
te. Una población cercana a las 4
mil se reúne en la isla de Farne,
junto a la costa inglesa del Mar
del Norte, apretadas hasta el punto de que muchas crías son aplastadas en el enjambre de cuerpos o
pierden a su madre y mueren de
hambre, todos accidentes relacionados con el amontonamiento.
13
El Placer de la Belleza
“En esa época nada era sagrado,
excepto la belleza”: las palabras
del poeta alemán Johann Schiller
revelan el modo de vida en la Grecia Clásica, una época en que la
moral estaba fuertemente marcada por la estética.
Corinto era la capital del placer y
la diversión en la antigua Grecia.
Un puerto bullente de vida, donde las multitudes se agolpaban
por las calles y los grupos de prostitutas esperaban en las esquinas
por clientes. La actividad era aún
mayor alrededor del templo de
Venus, aunque el verdadero centro de la ciudad era el culto a
Afrodita. Su templo se levantaba
en lo alto de un monte, rodeado
de muros y con una amplia terraza donde se congregaban los visitantes, y las hetairas o prostitutas
sagradas esperaban para satisfacer
las necesidades de los fieles y de
su diosa. Hoy se levanta en ese lugar un templo musulmán, erigido
por los turcos durante el imperio
otomano.
La diosa Afrodita era representada habitualmente con imágenes
de órganos sexuales y a todas las
jóvenes que se iniciaban en su culto se les entregaba como símbolo
una figura fálica.
Reyes y guerreros disponían de
un séquito de concubinas, indispensables en todas sus campañas
militares. Alejandro Magno, por
ejemplo, viajó a su campaña a Persia con 350 concubinas, una para
cada noche del año.
Un dibujo griego que recrea el mito de
Teseo y Ariadna, hija del rey Minos.
Reino animal
Reino animal
Lo sorprendente es que nada obliga a las focas a apretarse en esa
forma. Hay otras cinco islas en las
cercanías que nunca son visitadas.
Tampoco esperan que el alimento
se haya vuelto escaso para tomar
sus drásticas medidas demográficas. No es el peligro inmediato el
que los impulsa a limitar su nú-
mero, sino la amenaza futura. Algunos elefantes se adaptan progresivamente a circunstancias
desfavorables por un procedimiento bastante más misericordioso: las hembras se toman un
tiempo más prolongado entre el
nacimiento de su cría y un nuevo
acoplamiento. En condiciones
normales, la separación entre ambos eventos es de dos años y tres
días. Bajo condiciones de estrechez, pasa a ser de seis años y diez
meses -es decir, el triple de tiempo. Los investigadores todavía no
han descubierto qué misterioso
impulso los hace practicar la continencia sexual.
Aromas y chillidos
Cualquiera sea la especie -conejos, carpas, ratones, pulgas acuáticas, aves o focas-, la mayoría de
los animales frenan por sí mismos
sus posibilidades de procreación.
Si tienen alimento en abundancia
y cuidados apropiados, la canti-
14
Aversión al coito
En Roma, las familias se estructuraban en torno a los hijos.
Sin embargo, los matrimonios de las clases letradas no experimentaban precisamente regocijo ante la perspectiva de que su
sofisticado estilo de vida fuese amenazado por una horda de
retoños. Además, la costumbre de dividir la herencia en partes
iguales entre la descendencia condujo a una progresiva reducción del grupo familiar.
Algunas mujeres de
la Roma Imperial
preparaban pócimas
anticonceptivas de
dudosa efectividad.
Reino animal
Existen elefantes que, simplemente, espacian su procreación para
controlar la natalidad.
dad de sujetos empieza a aumentar. Pero luego la tasa de crecimiento se reduce y la población
termina permaneciendo constante
o, incluso, disminuyendo por sus
propios mecanismos reguladores.
En un experimento, se encerraron
viente ratas hembras y viente ma-
chos en un espacio de mil metros.
Al cabo de 27 meses, las roedores
debían llegar a ser unos 5 mil ejemplares. El espacio y el alimento se los
permitía sin dificultad. Sin embargo, después de ese tiempo no había
más que 150 adultos y la cifra no daba señales de que iba a modificarse
notoriamente.
15
La información sobre la materia era abundante para quien la
necesitara. El pudoroso Plinio, por ejemplo, recomendaba el
método más confiable del mundo para controlar la natalidad
-y, por cierto, el más resistido-: la abstención sexual.
Si esto no era posible, aconsejaba al menos disminuir el deseo.
Para ello sugería la aplicación de una pomada de excremento de
ratón, o la ingesta de una pócima de excremento de caracol o
paloma, mezclado con aceite y vino. Aunque no fuese más que
por lo repulsivas, tales medidas garantizaban una efectividad
total, especialmente si se seguía un segundo consejo, que sugería ocultar los testículos y la sangre de un gallo bajo la cama.
Producto de todo lo anterior, la mujer sufriría una genuina
aversión al coito, que se redoblaría al frotar su espalda con sangre de un toro negro salvaje. En tanto -y con el mismo fin- proponía que los hombres eliminasen aguas sobre la orina de un
perro. Trece siglos más tarde, el naturalista islámico ibn al-Baytar aconsejaría un método similar: “Si una mujer alivia su vejiga encima de los orines de un lobo, evitará procrear”.
Los investigadores observaron que
apenas la densidad de población
sobrepasa cierto límite, los hábitos
hasta entonces sorprendentemente buenos de estos animales se deterioran. Los machos fuerzan a las
hembras para aparearse, mientras
que estas dejan de construir nidos,
dan a luz a sus crías en el suelo y
las alejan para dejarlas que sean
devoradas por los machos que merodean. La mortalidad infantil se
eleva a más del 50 por ciento.
También contribuye la muerte
Cierto tipo de ratón hembra libera un poderoso
aroma anticonceptivo.
16
Hígado de gato
En tanto, el farmacólogo griego Dioscórides -cuyos trabajos
aún se consultaban en el siglo XVI- recomendaba insertar
pimienta en la vagina. Aventuraba también que “si una mujer
se embadurna con sangre menstrual, puede
prevenir la concepción”.
Más confiables resultaban los consejos del
médico Soranus de Efesios, quien recomendaba emplear tampones impregnados en
sustancias viscosas o soluciones astringentes. Si la pasión amorosa dificultaba la instalación del dispositivo, proponía que la mujer
aguantase la respiración y moviese el cuerpo
levemente hacia atrás “en el momento del
coito en que el hombre eyacula su fluido seminal”, para que éste no penetrase al útero.
Luego, disponía levantarse de inmediato, en seguida arrodillarse y proceder a estornudar repetida y estentóreamente, para expulsar la simiente.
Finalmente, Aetios de Amida -naturalista en la
corte bizantina- aconsejaba en el siglo VI d.C.
que, para prevenir embarazos, las mujeres portasen el hígado de un gato en un tubo alrededor de
Reino animal
prematura de cantidades de machos, totalmente agotados o muertos en luchas individuales.
Los representantes de innumerables
especies multiplican los nacimientos
si la densidad es insuficiente o los
reducen si es muy grande. La varia-
ción de la concentración de olores
anticonceptivos entre ratones, gusanos y renacuajos son el resultado de
esas oscilaciones. Pero también se
revelan otra clase de indicios, incluso sonoros. Los conciertos nocturnos de las ranas, los cantos matinales de los pájaros, los chillidos de las
cigarras, los aullidos y otros tipos de
sonidos influencian la siquis de los
animales y reducen sus capacidades
de engendrar cuando se sobrepasa
cierto volumen sonoro.
quedado en evidencia por otra criatura sin ese instinto previsor: el
hombre.
Los problemas que se les presentarían por la sobrepoblación ya han
Igual que los implantes de liberación lenta, la supresión de la ovula-
Control de calidad
17
Las vírgenes vestales
En Roma, la sexualidad estaba fuertemente ligado al tema religioso. El
caso de las Vírgenes Vestales, sacerdotisas de la diosa Vesta y encargadas de cuidar su templo, es uno de
los más antiguos; su culto surgió con
el nacimiento mismo de Roma. Se
trataba de seis jóvenes elegidas de las
más nobles familias romanas, cuando sólo tenían diez años, para asegurar así su virginidad. Las jóvenes debían permanecer al servicio de la
diosa y de su templo durante los siguientes treinta años. Cualquier desgracia acaecida a Roma se consideraba responsabilidad de ellas y de su
incapacidad de mantener la virginidad entregada a la diosa.
El más triste ejemplo de esta costumbre romana ocurrió con la primera gran derrota en las guerras púnicas.
El hecho no se atribuyó a
problemas militares, sino a las
vírgenes vestales. Dos fueron de-
nunciadas y condenadas. Un siglo
más tarde, otro hecho motivó que las
seis jóvenes fueran consideradas corruptas y tres fueron condenadas
por no mantener su virginidad. Según cuenta Plutarco, la ceremonia
del juzgamiento y de la condena era
uno de los más horrorosos espectáculos de la historia romana. Una
procesión escoltaba a la joven flagelada hasta una pequeña cámara,
donde era introducida con muy poca
comida y una lámpara. La joven permanecía allí hasta su muerte.
Reino animal
Reino animal
ción por la lactancia provee un control de la natalidad hecho a la medida. Ningún sistema es absolutamente seguro, sin embargo. Ante
una concepción inoportuna, una
madre mamífera podrá recurrir a remedios que, aunque poco maternales para los gustos actuales, son to-
talmente naturales. Según el tipo de
mamíferos, los fetos pueden ser
reabsorbidos, abortados espontáneamente, abandonados al nacer o,
en algunas circunstancias, muertos
o devorados.
Las hamsters doradas son ama-
mantadoras adaptadas a la irregularidad de las lluvias y la escasez o
abundancia de las provisiones de
alimento en su hábitat natal, en
áridas regiones del Cercano
Oriente. Además de hacer su nido,
lamer a sus crías para limpiarlas,
protegerlas y amamantarlas -todas
agradables y convencionales tareas
maternas- a veces las madres
hamster se ven obligadas a recuperar parte de sus recursos maternales invertidos en producir sus crías,
comiéndose a unas pocas de ellas.
El control de calidad, como vemos,
rige en la naturaleza
18
su pie izquierdo o los testículos del mismo animal en torno al
ombligo. Más alambicadamente, sugería también llevar el diente
de un niño cerca de las aposentaderas, o trasladar en el brazo izquierdo -con especial cuidado de no dejarla caer- una semilla diluida en leche de una yegua que amamantase a una mula.
PRODUCCION EDITORIAL: ©EUROPA PRESS
ep
EUROPA PRESS
COMUNICACIONES
Editora: Verónica Waissbluth
•
Diagramación: Erika Ruz
•
Documentación: Europa Press Chile
ESPACIO RESERVADO
PARA PUBLICIDAD
ESPACIO RESERVADO
PARA PUBLICIDAD
Descargar