UN RECLAMO ANCESTRAL QUE NUNCA FUE OÍDO

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PLIEGO
Para pensar
sobre
educación y
tecnología
Amoris laetitia,
las puertas
entreabiertas
Año 4. Número 79. 15 al 28 de mayo de 2016
Edición para el Cono Sur
Rebelión mapuche por sus tierras
UN RECLAMO ANCESTRAL
QUE NUNCA FUE OÍDO
ANSELM GRÜN. Monje benedictino
“Los terroristas convierten en asesinos a los jóvenes carentes de sentido”
el PRIMER LIBRO
que trata los
ABUSOS
de la IGLESIA
• UN TESTIMONIO VIVO QUE A NADIE DEJARÁ INDIFERENTE
• UN RELATO VALIENTE PARA LA SANACIÓN ESPIRITUAL
Y PSICOLÓGICA DE VÍCTIMAS Y ABUSADORES
En Chile: Librería Familia de Nazareth
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En Paraguay: Edupar
595 975 795893 - 595 975 155450
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▶SUMARIO
5Editorial
Edición para el Cono Sur
AÑO 4. NÚMERO 78
15/5 al 28/5 de 2016
Originarios y colonos
7Crónica del director
Francisco: conexión inalámbrica
8
A fondo
Rebelión mapuche
Entrevista a Héctor Vargas, presidente de la
ComiSión de Pastoral Aborigen de Chile
Director global: José Beltrán.
Director Cono Sur:
Jorge Oesterheld.
Redactor jefe:
Nicolás Mirabet.
Colaboradores: Roberto Urbina
Avendaño. Martín de Salterain.
Roxana Alfieri. Marcelo Androetto.
Analía Anchel. Fernando Costa.
Silvina Alfieri.
Diagramación: Martín Glas.
Fotografías: Archivo SM. Nicolás
Mirabet.
Secretaría: Anabel Comas.
Corresponsales:ESPAÑA: J.R. Navarro. V.L. García. J. Llisterri. J.R.
Amor. E. Llamas. R. Ruano. B. Caballero. Miguel Ángel Malavia. Nuño
E. Abad. F. J. Martín. V
­ ATICANO:
Antonio Pelayo. ROMA: Darío Menor. PORTUGAL: António Marujo.
CHILE: Roberto Urbina Avendaño.
PERÚ: Instituto Bartolomé de las
Casas. URUGUAY: Martín de Salterain. VENEZUELA: Andrés Cañizález.
Consejo Editorial:Luis Fernando
Crespo, Juan María Laboa, Francisco
Muro, Jacinto Núñez, Diego Tolsada,
Luis Fernando V
­ ílchez, Lorenzo Amigo, Francisco Javier Herrero y José
Beltrán. Secretaria: Esperanza Vela.
Director General PPC Global:
Aurelio Matos.
Director General PPC Cono Sur:
Raúl Rodríguez Castillo.
Publicación de aparición quincenal.
ISSN:2313–9870.
Edita:PPC Argentina S.A.
Dirección: A
v. Callao 410, 2º piso.
C1022AAR. CABA. Argentina.
Tel.:+54 11 4000.0400.
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Obispos patagónicos
Los prelados de la Patagonia, tanto de Argentina como de Chile, se encontraron en
Junín de los Andes (Neuquén) para renovar
su compromiso de trabajo en conjunto para
abordar los desafíos y exigencias en las tierras del sur del continente. Pág. 14
14
Iglesia en el Cono Sur
Argentina: Entrevista a Oscar Ojea, presidente
de la Comisión de Cáritas Argentina | Radioteatro sobre Angelelli de Producciones Luján
Chile: El tema de la misericordia en los versos
Uruguay: Para que no cierren más colegios
católicos
21
PLIEGO
Amoris laetitia. Las puertas, de nuevo,
entreabiertas
30
Iglesia en el Mundo
El próximo Sínodo, un grito por la paz
en el mundo
34
Camino a la santidad
Las casas del Cura Brochero
36
En vivo
El futuro ya es hoy
38
Entrevista
Investigación suspendida
El diario La Nación de Paraguay tomó la decisión, a pedido de la Iglesia, de no publicar
una investigación que un equipo de periodistas realizó sobre cinco curas argentinos
denunciados por pedofilia que encontraron
resguardo en tierra guaraní. Pág. 15
El arte según Francisco
El Papa publica el libro La mia idea
di arte donde pide la apertura a los
pobres y a todas las artes, incluidas
las más populares de los Museos
Vaticanos. Pág. 42
Anselm Grün. Monje benedictino
45
Libros
Ser jóvenes misericordiosos como el Padre.
M. Estremero y L. Balmaceda
(Ediciones Don Bosco Argentina)
46
La última
Repugnancia y dolor, por Jesús Sánchez Adalid
6 DOMINGO SALVADOR CASTAGNA
18 VÍCTOR CODINA 32 JOSETXO GARCÍA
40 ALBERTO RUBIO
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3
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▶EDITORIAL
Originarios y colonos
P
ara que exista una relación de armonía entre las personas, entre
las sociedades, entre los Estados,
sin enfrentamientos, sin conflictos y
sin guerras, es necesario un equilibrio
humano. Y para que este equilibrio sea
genuino, alguna parte debe ceder algo,
¡siempre! “Ignoran que la multitud no
odia, odian las minorías, porque conquistar derechos provoca alegría, mientras
perder privilegios provoca rencor”, dijo
el escritor y político argentino Arturo
Jauretche. Y si el lector lee el A fondo
de este número, podrá encontrar mayor
sentido a esta frase.
La historia parece ser siempre la misma, al menos en este lado del mundo.
A las tradicionales luchas entre ricos y
pobres, patrones y obreros, militantes
de derecha y de izquierda, se suma un
reclamo olvidado, un grito enmudecido:
los pueblos originarios. Y nadie puede
decir que, todos (literalmente todos), nos
olvidamos de los primeros pobladores
de América. De aquellos antepasados
nuestros que, aún contra todo intento
por silenciarlos, luchan por mantener su
cultura, nuestra cultura que seguramente
olvidamos. Quizá por la gran influencia
europea (que caracteriza a varios lugares
de nuestra Latinoamérica) que se acentuó
cuando las Guerras Mundiales trajeron a Cariqueo. Pero también, dirigentes mapuestas tierras a muchos de nuestros ante- che solicitan al Estado que se abra a una
pasados; quizá porque la comodidad de conversación para llegar a un acuerdo de
la ciudad, la ventaja de la tecnología y el convivencia. Al menos, un pacto sobre la
interés por el consumo y el dinero propi- participación política del pueblo mapucien un egoísmo, generalmente ignorado. che en el Estado y la compensación por
Los ataques –atribuidos al pueblo ma- el despojo de las tierras que sufrieron
puche de Chile– en donde
durante el período de
se incendiaron locales de
la pacificación. Pero
el Estado aún no fijó
empresas forestales, maquinaria y, cada vez con A la tradicional
fecha para sentarse a
más frecuencia, camiones, lucha entre
hablar, quizá porque
no lo considere una
siguen en aumento. “Se
está viviendo una situa- patrones y obreros prioridad en su agención delicada, debido a los se suma el grito
da. Volvería a repetir
niveles de confrontación
Jauretche: “porque
conquistar derechos
que existen en la región”, enmudecido
sostiene en este A fondo de los pueblos
provoca alegría, mienRubén Cariqueo, secretario
tras perder privilegios
originarios
provoca rencor”.
ejecutivo de la Fundación
Instituto Indígena. SuceEn Chile, la indifede que, por un lado, los
rencia por los mapuche
dirigentes mapuche más
y sus reclamos es igual
radicalizados solicitan que las empre- que la que padecen los tobas en el norte
sas forestales y los colonos abandonen de Argentina o los enxet en el oeste de
sus tierras. Por otro, las corporaciones Paraguay, por nombrar solo algunos pueagrícolas que explotan esas tierras de los blos que viven el olvido de sus hermanos
originarios exigen al Estado la aplicación latinoamericanos; y que padecen también
de un ‘estado de excepción’ controlado el despojo de sus Estados, que deberían
por militares. “Significaría volver a 1880, protegerlos, acompañarlos, incentivarlos
cuando se originó el conflicto”, asevera y promover su cultura.
Obispos patagónicos
U
na misma tierra, separada solo por un cordón
montañoso. Un misma necesidad, separada solo
por un límite político. La Patagonia es parte de
Argentina y de Chile, y así lo demuestran los obispos
de esta región, de un país y de otro, que se volvieron a
reunir para renovar su compromiso de compartir experiencias, intercambiar ideas y colaborar en el trabajo en
conjunto que exige abordar los desafíos de la región sur
del continente. También profundizaron su reflexión en
temas como el medioambiente, considerando a la Patagonia como una unidad pastoral y valorando la figura de
misioneros proféticos que sembraron la semilla de la fe
en estas inmensas tierras, donde habitaron dos beatos:
Laura Vicuña y Ceferino Namuncurá.
Puerta entreabierta
T
odas las realidades, desde las madres solteras a las
viudas pasando por las parejas de hecho, cuentan
para Francisco. No las equipara al matrimonio cristiano, pero tampoco las destierra. Es más, se presentan
como una oportunidad para acercarles a Jesús.
Desde esta apertura que devela el Pontífice en la exhortación apostólica Amoris laetitia, subraya que “de
ninguna manera la Iglesia debe renunciar a proponer el
ideal pleno del matrimonio” ni caer en una pastoral del
fracaso. Pero eso no impide tratar de curar las heridas
cotidianas en asuntos tan diversos como la responsabilidad de una educación de los hijos, los roles del padre
y de la madre, el papel de la mujer, el derecho al trabajo
y a una vivienda digna para construir un hogar.
5
▶CON LA MIRADA PUESTA
DOMINGO SALVADOR CASTAGNA. Arzobispo emérito de Corrientes (Argentina)
Auxilio de Dios para vencer el egoísmo
L
a paz, tan legítimamente deseada por el
corazón humano, no
es como la piensa e imagina el mundo. Cristo es
el portador de la paz que
deseamos –con frecuencia
equivocando términos y
senderos– persistiendo
incansablemente en su
búsqueda. Cristo es la verdadera paz.
San Pablo identifica los
valores esenciales con la
persona de Jesús: la verdad, la Vida, la justicia, la
reconciliación y la paz. En
Él hallamos la perfección de
Dios, porque el Padre y Él
son uno. Si queremos conocer a Dios debemos acudir
a Él. Así, y únicamente así,
Dios se nos revela y comunica: “El que me ama será
fiel a mi palabra, y mi Padre
lo amará; iremos a él y habitaremos en él”(Jn 14, 23).
Esa íntima relación crea el
ámbito para el amor como
perfecta comunión. Detrás
de los valores que intentamos obtener está el logro
de nuestra vocación principal: el Amor. Dios nos hizo
libres para que entablemos
con Él una relación filial
donde el valor principal –el
amor– nos una a Él y a los
demás seres personales.
Es el que denominamos,
en términos evangélicos
“caridad”. La oposición
al mismo es el egoísmo.
Nuestra vida corriente está
contaminada por el egoísmo, incluso infiltrado en las
relaciones humanas más
nobles y puras.
El principal empeño del
hombre, en el transcurso de
su vida temporal, es vencer
6
el egoísmo hasta en sus mínimas expresiones. Nadie,
librado a sus actuales posibilidades, podrá lograrlo.
Necesita el auxilio de Dios,
mediante el Misterio de
Cristo, al que se accede por
la fe. La fe no se limita a la
adhesión intelectual a una
idea, incluye la obediencia
a Cristo: “El que me ama
será fiel a mi palabra...”.
Gracias a su divinidad se
constituye en el “perdón
del pecado del mundo”. Su
actual presencia alimenta
la esperanza de salvación
para todos, sea cual fuere el
estado en que se encuentre
cada uno.
Cuando la realidad de
la Resurrección salta a la
vista, por el sendero único
de la fe, no hay lugar para
Cristo es el portador de la paz
que deseamos...
Cristo es la verdadera paz
La paz es consecuencia
de esa obediencia que establece una armonía entre
la voluntad de Dios y la
nuestra. A partir de ella
todo encuentra su cauce y
la vida de las personas y
de la sociedad es reordenada. También se restablece
la justicia, desaparece la
pobreza y es respetada la
dignidad de toda persona.
¿Difícil empresa? Si, sin
duda. Cristo vino a posibilitarla. Para ello aceptó ser
parte de la humanidad, sufrir sus límites, padecer sus
heridas –siendo inocente
de su pecado– verdadera
causa de todos sus males.
el fanatismo. Los Apóstoles
no podían ocultar o negar
lo que habían visto con sus
propios ojos. El encargo de
difundirlo no corre al margen de la fe, ellos también
debieron aprender a creer
y, el mismo Jesús resucitado, orienta ese ejemplar
aprendizaje. Queda de
manifiesto en las diversas
apariciones del Señor resucitado. A partir de entonces
siempre será así.
La predicación apostólica es la exposición de esa
principal Verdad. La fe está
causada por la audición
piadosa de la Palabra. Pero,
para que sea escuchada,
se necesita que alguien,
autorizado para ello, la proponga con sencillez y claridad. De allí, la necesidad
del Ministerio Apostólico y
de su ejercicio constante.
Se requiere soportar las
agresiones de quienes, por
su comportamiento adverso
al contenido de la Palabra, buscan desacreditar
a quienes la exponen. Las
expresiones de ese combate
antievangélico disfrazan
su verdadero propósito
cuando se engorda el caldo
de las ideologías con superficiales reivindicaciones,
de dudosa versión, de los
derechos humanos.
Con el advenimiento del
Hijo de Dios encarnado
es atendida la necesidad
más profunda del corazón
humano. Dios encuentra
al hombre, no el hombre a
Dios. El despiste causado
por el pecado cobra dimensiones desesperantes. Estar
perdido, sin posibilidad de
retorno, imprime un ritmo
vertiginoso a los acontecimientos protagonizados por
el hombre, sin más rumbo
que el de su propia confusión. Dios toma la iniciativa
que, desde la creación a la
Redención, nunca ha abandonado. Cristo resucitado
es la ejecución de ese necesario reencuentro. En Él
los hombres se reconcilian
con Dios y encuentran el
secreto de su éxito en la
construcción de una sociedad justa y fraterna, donde
la pobreza sea una virtud
evangélica y no la consecuencia de la inequidad y
de la mezquindad sectaria
de nadie.
▶CRÓNICA DEL DIRECTOR
Q
JORGE OESTERHELD
[email protected]
@jooesterheld
Francisco: conexión inalámbrica
uienes han tenido la posibilidad de observar
el trabajo de un pastor
que camina al frente de
su rebaño, es probable
que hayan experimentado la sensación de
estar ante una imagen
que surge del fondo de
la historia. En el perfil
de ese hombre seguido
por las ovejas hay algo
que no encaja con los
tiempos actuales, algo
que remite a los cuentos infantiles o a relatos
poblados de fantasías.
El sonido de la voz o el silbido del solitario personaje,
mantiene misteriosamente
unido al rebaño que lo sigue
a dónde vaya. Ese vínculo,
invisible, sorprendentemente es también fuerte y sólido.
Es obvio que las ovejas no
entienden lo que el pastor
dice, solo “saben” que cerca
de ese sonido tienen alimento y agua. No necesitan más,
ese dato es suficiente. En esa
necesidad de supervivencia
radica la fortaleza del intangible vínculo. Esa figura
surgida de los albores de la
historia tiene una conexión
innovadora con su rebaño:
es inalámbrica.
El Papa, y en su medida
los obispos y todos los que
tienen la función de pastorear en la Iglesia, tienen
también esa misteriosa forma de comunicación con su
rebaño, más o menos amplio
y disperso. Pero la comparación tiene sus límites:
el rebaño de esos pastores
no está formado por seres
irracionales que solo necesitan comer y beber, sino
El “rebaño” le reclama a sus “pastores”
que la comunicación sea inalámbrica e
interactiva, no es suficiente el sonido de la
voz, importa lo que la voz dice y también
el silencio escuchante del pastor
por hombres y mujeres ávidos por comprender y, más
complejo aún, ¡expresarse!:
Decir lo que piensan y sienten. No solo quieren oír la
voz del pastor, necesitan
ser escuchados. Por eso la
comunicación en la Iglesia,
además de ser inalámbrica
necesita de otra característica también de rigurosa
actualidad: ser interactiva,
de ida y vuelta. La comunicación unidireccional no es
comunicación.
Inalámbrica e interactiva
es cualquier conversación
que mantenemos desde que
los seres humanos aprendimos a comunicarnos. Así es
la comunicación entre la
madre y el bebé que aún no
puede pronunciar palabras.
Allí también hay un intenso
y entrañable ida y vuelta.
Así reclama el rebaño que
sea la comunicación con sus
pastores: un permanente y
fecundo intercambio. No es
suficiente el sonido de la voz,
importa lo que la voz dice
y también el silencio escuchante del pastor.
Hace pocos días se celebró
la 50º Jornada Mundial de
las Comunicaciones Sociales y el centro de esa celebración consistió, como en
las 49 oportunidades anteriores, en un mensaje, o
sea, en una comunicación
unidireccional. En este caso
el mensaje invitaba a relacionar la comunicación y la
misericordia. Como suele
ocurrir con lo que brota del
corazón del papa Francisco,
fueron palabras iluminadoras y destinadas al debate
enriquecedor. Pero también,
como suele ocurrir, el debate
brilló por su ausencia. La forma de la comunicación sigue
siendo la misma después de
estos cincuenta años en los
que han pasado demasiadas
cosas.
Especialmente en el ámbito de las comunicaciones ya
no alcanzan los mensajes, sigue añorándose una pastoral
de la comunicación que vaya
más allá de la distribución
de las noticias del ambiente
clerical y sus aledaños. Sigue
faltando un debate profundo
sobre las enormes dificultades de comunicación que padecemos en la
Iglesia y entre la Iglesia
y la sociedad en la que
ella vive. Una pastoral
de la comunicación no
consiste en ocupar lugares en los medios o las
redes, debería ser en primer lugar una pastoral,
es decir, una acción de
los pastores y de quienes
con ellos colaboran, para
que con sus acciones,
actitudes y palabras se
empeñen en un constante enseñar y aprender a
comunicarse más y mejor.
Una vez más Francisco
enseña el camino: “solo
quien comunica poniéndose en juego a sí mismo puede representar un punto de
referencia. El compromiso
personal es la raíz misma de
la fiabilidad de un comunicador.” En comunicación las
personas se ponen en juego a
sí mismas cuando se expresan con valentía, seriedad
y libertad; cuando generan
opinión y afrontan los temas
importantes. No aumenta la
comunicación en la Iglesia
porque aumenten los mensajes, porque se reiteren hasta
la saturación las palabras
del Papa. Lo que importa es
la densidad y el compromiso
de los contenidos, y en eso
aún hay mucho desconcierto
y cierta orfandad.
La poderosa imagen de
Francisco como un pastor
que se comunica misteriosa y
eficazmente no puede reemplazar el trabajo pendiente
de una pastoral que no hable
de la comunicación sino que
la ponga en práctica.
7
▶A FONDO
REBELIÓN
MAPUCHE
“T
No solo camiones incendiados, también templos
evangélicos y católicos quemados provocan la
reacción policial en La Araucanía chilena. La
represión, ¿es respuesta adecuada? Los obispos
dicen que no. ¿Cómo seguirá esta triste historia?
ROBERTO URBINA AVENDAÑO
enemos una especial preocupación
por la situación
que se vive en la Araucanía.
Hacemos presente nuestro
dolor por la creciente violencia que ha cobrado la vida de
personas mapuche y no mapuche, entre ellos efectivos
de Carabineros de Chile”, expresan los obispos de Chile
en su mensaje al término de
la reciente Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Chile.
A continuación apuntan a
condiciones para alcanzar la
paz: “Tan alarmante e incomprensible como lo anterior es
la lentitud del Estado y sucesivos gobiernos, en su deber
de buscar soluciones eficaces
a esta situación. Ello pasa por
acoger los legítimos anhelos
de las comunidades mapuche, que desde hace más de
un siglo claman porque se les
haga justicia ante conocidas
situaciones de violencia, despojo, desconsideración por su
identidad, cultura, organización; también ante la invisibilidad y pobreza a la que
de hecho fueron confinados.
Exhortamos a las autoridades
políticas, a líderes sociales
mapuche y no mapuche, a
todos los constructores de la
sociedad, a buscar fórmulas
que permitan trabajar juntos
por una nueva Araucanía en
paz a través de una urgente
justicia para todos”. De esta
manera todos los obispos
chilenos, con su firma, explicitan la posición de la Iglesia
católica frente a un conflicto
con más de un siglo de historia que, en los últimos años,
se ha agudizado.
Los ataques incendiarios a
locales de empresas forestales, a su maquinaria y, cada
vez con más frecuencia, a
9
▶▶
▶A FONDO
Manifestación mapuche en Santiago
▶▶ camiones han ido en aumento
desde hace algunos años. Llegaron a su máxima expresión
en el año 2013 cuando un incendio provocado destruyó totalmente la casa del matrimonio Luchsinger, agricultores
en Vilcún, cerca de Temuco,
ocasionando la muerte de ambos moradores. En meses recientes los ataques se han dirigido a templos evangélicos
y católicos. “Pese a que este
es el quinto templo quemado
en los últimos meses, estas
acciones no constituyen un
atentado contra la Iglesia, sino contra los sentimientos de
las comunidades y el pueblo
sencillo, que con amor y sacrificio levantan sus espacios de
oración y trascendencia. En
este sentido, lo que más nos
conmueve es el enorme dolor
de la gente, víctimas inocentes respecto de un tema en el
que no tienen responsabilidad alguna” declaró en una
carta pública el obispo de Temuco, Héctor Vargas.
“Se está viviendo una situación delicada, debido a
los niveles de confrontación
10
que existen en la región. Por
una parte, los dirigentes
mapuche más radicalizados
solicitan que las empre sas forestales y los colonos
abandonen tierras mapuche, mientras que los empresarios agrícolas solicitan
al Estado la aplicación de un
‘estado de excepción’ controlado por militares. Significaría volver a 1880, cuando se
originó el conflicto”, explica
Rubén Cariqueo, secretario
ejecutivo de la Fundación
Instituto Indígena. “Por otra
parte, dirigentes mapuche
solicitan que el Estado se
abra a una conversación
para llegar a un acuerdo de
convivencia, un pacto sobre
la participación política del
Rubén Cariqueo
pueblo mapuche en el Estado y la compensación por el
despojo de las tierras que sufrieron durante el período de
la pacificación”, agrega.
L a Fundación Instituto
Indígena fue creada por los
obispados de Temuco y Villarrica en 1962 para ofrecer al
pueblo mapuche un espacio
de amparo, resguardo y protección de sus derechos, promoviendo procesos de participación indígena en los que
destaca la organización de
Centros Culturales a fines de
los años 70, las Asociaciones
Comunales con el inicio de la
Ley Indígena (1993-1997) y
las Identidades Territoriales
mapuche a fines de la década
del 90 y primeros años del
siglo XXI. También ha participado en la oposición a la
represa Ralco (1997-2001); la
defensa jurídica de dirigentes
por ley de Seguridad Interior
del Estado a fines de los años
90; y la posición crítica frente a la criminalización de los
conflictos sociales.
En la actualidad continúa
su labor como describe Cari-
queo: “La Fundación ha generado conversaciones con dirigentes mapuche con el objeto
de crear instancias de diálogos con el Estado. Nos va bien
con los dirigentes, pero falta
el compromiso del Estado para abordar este tema. Es difícil
para un Gobierno hablar de un
pacto con el pueblo mapuche
por los intereses que existen
en la región, además, por un
desconocimiento respecto a la
profundidad del tema”.
Cariqueo considera que esta situación está focalizada:
“efectivamente, existe un
desencuentro a nivel regional entre el pueblo mapuche
y los otros actores del empresariado, que en algunos
casos se ha transformado en
violencia. Esta violencia se
radica solo en algunos sectores rurales donde existe mucha marginalidad, pobreza y
abandono. Pero también existe tranquilidad en gran parte
de la región, donde cualquier
persona puede vivir y transitar libremente sin riesgo o peligro para su vida. Prueba de
ello es que nadie quiere irse;
el turismo en el último verano hizo de La Araucanía uno
de los lugares más visitados
a nivel nacional. Los empresarios siguen muy entusiasmados en seguir invirtiendo
en la región. Un ejemplo son
las empresas generadoras de
electricidad que tienen más
de 30 proyectos eléctricos por
ejecutar en este territorio”.
Raíces centenarias
Muchos analistas y agentes pastorales en la región
consideran que se llegó al
estado actual por los niveles
de pobreza. La falta de agua
y de tierra, la militarización
en territorio mapuche, la
expansión descontrolada de
las empresas forestales con
la deforestación como consecuencia, reemplazando árboles nativos por pinos y eucaliptus, especies altamente
extractoras de agua y que degradan el suelo. Además, las
empresas forestales han extinguido sitios sagrados como
los ‘menocos’ o humedales y,
al haber adquirido propiedad
sobre el territorio, restringen
el acceso a las comunidades a
sitios ceremoniales que desde
siglos han sido utilizados por
el pueblo mapuche.
En la historia hay raíces,
a las que aluden los obispos
cia el sur el territorio chileno.
Desde ese acuerdo, mapuche
y españoles respetaron sus
territorios y la alianza entre
ellos fue tal que en la guerra
por la Independencia actuaron juntos frente a los patriotas nacionalistas.
La ocupación confinó al
pueblo mapuche a ‘reservas’, terrenos muy reducidos
ubicados en zonas agrestes,
mientras los del Valle Central, con las mejores tierras,
fueron entregados a colonos
chilenos y extranjeros invitados por el Estado a ocuparlas,
resguardados por el Ejército.
Desde tiempos ancestrales
el pueblo mapuche ha
habitado tierras en el sur
de Chile y de Argentina
en su reciente mensaje, que
hablan de cuando el Estado
de Chile ocupó esta región a
través de la llamada ‘Pacificación de la Araucanía’, entre
1878 y 1883, cuando los mapuche se sometieron después
de una fiera represión militar.
El fundamento de esta acción
militar fue que el territorio
de Chile necesitaba ser unido
con la parte sur y los mapuches impedían esta unión
desde que, en 1641, en el Parlamento de Quilín acordaron
terminar la guerra con los
españoles y fijar la frontera
en el río Bíobío hasta Chiloé,
desde donde continuaba ha-
para una generación de dirigentes mapuche, muchos de
ellos profesionales. Estos, con
mayor nivel educativo y claridad respecto a la historia y a
los derechos, enfrentan al Estado de Chile, a las empresas
forestales y a los colonos. Los
débiles e inoperantes resultados de las mesas de diálogo
o de los acuerdos con el Gobierno, irritan a grupos más
radicalizados que expresan
su desacuerdo con violencia,
logrando imponer el tema.
Sus demandas son el reconocimiento constitucional
de la nación mapuche; parti-
Derecho, además de profundizar la sensación de vulnerabilidad en gran parte de la
ciudadanía. Dicha situación
también ha causado un alto
nivel de incertidumbre en el
gremio forestal, rubro que a
pesar de ser la principal actividad comercial de la zona,
ha concentrado la mayor
cantidad de atentados. La
situación descrita no parece
ser respaldada mayormente
por el pueblo mapuche”. Así
describe la situación el Informe número 1248 de Libertad
y Desarrollo, centro de estudios e investigación fundado
Comunidad mapuche
en plena ceremonia
por el cuidado de la
naturaleza
Lo que siguió a la ocupación
del territorio fue la discriminación, la prohibición de ejercer actividades culturales propias, la pérdida de la lengua;
se buscaba la asimilación.
A su vez, los colonos quemaron extensos territorios
para destinarlos a la siembra
de trigo. Luego, con la explotación forestal, llegó la extinción de la diversidad biológica del territorio mapuche.
Las demandas
Estos acontecimientos siguen viviendo en la memoria
colectiva de este pueblo originario y son el fundamento
cipación política con escaños
reservados para los pueblos
originarios en el Parlamento
y en las estructuras políticas
donde exista población indígena; el reconocimiento y
compensación por el Estado
de Chile de la deuda histórica
y, finalmente, la desmilitarización de su territorio.
Desde el sector empresarial la visión es distinta. “La
agudización en los niveles
de violencia que han caracterizado a los más de veinte
atentados ocurridos sólo en
los primeros meses de 2016,
han acrecentado un proceso
de deterioro del Estado de
en 1990 por un grupo de ex
ministros del gobierno de Augusto Pinochet.
Ellos no ven la historia de
represión y desalojo al pueblo mapuche, al contrario
piden más acción policial
frente a los que consideran
actos ‘terroristas’ cometidos
por delincuentes. El mismo
informe habla de “grupos radicalizados que monopolizan
el discurso público en lo que
respecta a la naturaleza reivindicativa de las demandas
incurren en la legitimación
de la violencia como recurso
político, con cierta efectividad, imponiendo la disrup11
▶▶
▶A FONDO
▶▶ tividad de las condiciones de
paz social en la zona. Se trata
de una voz minoritaria, pero
influyente en los espacios
de representación, situación
que refleja la profunda disociación existente entre la voz
indígenas promulgada por la
Dictadura para instalar la propiedad individual, aniquilando las comunidades mapuche
que tienen la tierra en propiedad comunitaria. Así, los mapuche propietarios de tierra
Familia mapuche de
La Araucanía en la
puerta de su vivienda
real del pueblo mapuche, pacífica y que demanda soluciones alejadas del metarrelato
reivindicativo para mejorar
sus condiciones de vida y la
de grupos extremistas que
instrumentalizan el carácter
de la causa indígena”.
Presencia pastoral
La Iglesia, por su parte,
hace varias décadas viene
sosteniendo una posición
de respecto, reconocimiento
y muchas veces apoyo a los
planteamientos y demandas
del pueblo mapuche.
En mapudungun, ‘mapu’
significa tierra y ‘che’, hombre, gente. La tierra tiene un
alto valor simbólico y cultural para este pueblo. Por eso,
a partir de 1977 la Iglesia de
Temuco apoyó a las comunidades para reorganizar la defensa de sus tierras, ante la Ley
para la subdivisión de tierras
12
a la base un Estado que en su
momento, también mediante
el uso de la violencia, despojó
a un pueblo de sus tierras y
derechos ancestrales. Hoy día
es ese mismo Estado, quien
por una inexplicable demora
religioso y está muy herido.
Quienes hacen estas acciones
(violentas) no representan el
sentir del pueblo mapuche.
Uno de los temores grandes
que nosotros tenemos es
que con esto se estigmatice
Movilización por uno de
los terrenos que el pueblo
mapuche reclama como propio
podían vender sus tierras a las
empresas, principalmente forestales. A partir de entonces
la Iglesia ha profundizado su
estrecha relación con el mundo mapuche, apoyándolo para
que tuvieran una institucionalidad propia.
El incremento de la violencia ha suscitado la reacción
de organizaciones eclesiales,
como han sido las declaraciones de la Pastoral Indígena
chilena, de sacerdotes y religiosas que viven y trabajan
pastoralmente en la zona, de
párrocos de los territorios
afectados, hasta llegar a los
dos párrafos incluidos en el
reciente mensaje de todos los
obispos de Chile con los que
iniciamos esta nota.
A comienzos de abril, el
obispo de Temuco, en carta
al director de el diario El Mercurio, expresó: “la situación
en que nos encontramos tiene
en buscar y ofrecer soluciones
de fondo de temas de los cuales es el responsable, tiene a
una región muy complicada,
con nuevas víctimas”. Continúa Vargas: “En este tema,
existe la sensación, cada vez
más compartida, de una suerte de indiferencia, abandono,
desprotección y falta de oportuna justicia, tanto por la demora, como por la violencia
indiscriminada. La cantidad
de diagnósticos y esta falta
de propuestas concretas, hace que tanto las comunidades
mapuche, el mundo agrícola,
y la población en general,
experimenten hacia las Instituciones del Estado una
creciente desconfianza, serios
temores y malestar más que
comprensible”.
En recientes declaraciones
a una radio, el obispo Vargas
expresó: “el pueblo mapuche
es un pueblo profundamente
al pueblo mapuche y su legítima causa y sus legítimos
anhelos”. Y explicó: “las capillas que han quemado son
capillas de comunidades
mapuche, están en terrenos
mapuche, las han construido
ellos en sus comunidades,
los mismos mapuche son los
ministros, los catequistas, los
diáconos que están a cargo
de ellas, por eso resulta más
incomprensible”. Ante la posibilidad de tener protección
policial, el obispo fue tajante:
“Es inimaginable que un pastor trate de evangelizar con
escolta policial”. Y concluyó:
“todos los que vivimos en La
Araucanía podemos llegar a
consensos. Yo estoy convencido de que en la región, desde
la sociedad civil organizada,
ya existen grandes consensos
respecto de por dónde se podría empezar a caminar hacia
una solución”.
OBISPO DE TEMUCO
Y PRESIDENTE
DE LA COMISIÓN
DE PASTORAL
INDÍGENA DE CHILE
Héctor
VARGAS
No es posible conquistar una paz
estable mediante la violencia
E
n medio de un contexto
desconcertante en donde el pueblo mapuche
reclama las tierras que por
derecho ancestral le pertenecen, Vida Nueva conversó con
el obispo de Temuco y presidente de la Comisión de Pastoral Indígena de la Conferencia Episcopal de Chile, el
salesiano Héctor Vargas. El
prelado habló de la situación
que se vive en estos días en la
región y de cómo afecta a estas comunidades originarias.
¿Se está incremento el conflicto en La Araucanía?
Lamentablemente, se ha
venido multiplicando. Esto
se manifiesta fundamentalmente en atentados en contra de la propiedad pública y
privada, especialmente en el
sector rural. Ello ha venido
afectando desde pequeños y
humildes parceleros, hasta
agricultores que poseen campos de mayor extensión y, en
los últimos meses, algunos
templos.
¿Qué cambió en los últimos
años en el accionar del pueblo mapuche?
El mayor cambio consiste
en una gran valoración de
su identidad y dignidad, de
su cultura y tradiciones, del
aporte que pueden dar a los
demás desde lo que ellos son
y hacen, incluido el respeto y
cuidado por la naturaleza, el
valor de la familia, la veneración por lo sagrado y el orgullo de su pueblo e historia.
Junto con ello, la creciente
consciencia de sus derechos,
el maltrato y despojo del que
fueron objeto por parte del
Estado, y una distribución
territorial que los destinó de
hecho a vivir en situaciones
de pobreza, marginalidad y
dificultades para acceder a la
educación.
Esta situación de tensión
parece tener raíces históricas...
Por más de un siglo el pueblo mapuche vivió bajo situaciones de injusticia, incluso
de invisibilización; daba la
impresión de que no existían para el resto del país.
Una suerte de resignación
y sometimiento, fruto de lo
que se llamó “la pacificación
de La Araucanía”, por medio
del ingreso del Ejército a sus
territorios ancestrales. Pacificación que hoy descubrimos
que nunca fue. No es posible
conquistar una paz estable
mediante la violencia.
Si ha habido esfuerzos por
el diálogo, ¿por qué continúa
la tensión?
Los distintos Gobiernos, especialmente desde el regreso
de la democracia, han llevado a cabo iniciativas en vista a sentarse a dialogar con
el mundo mapuche. El tema
es complejo porque su modo
de organizarse y de vivir, me
refiero a los que no son urbanos, es en comunidades, las
cuales son autónomas respecto del resto. Es decir, no
existen autoridades elegidas
que representen a todos. Este
es un problema serio ya que
a la hora de buscar con quién
dialogar, no pueden atribuirse la representatividad o legitimidad de los demás. De este
modo, varios intentos e incluso acuerdos han naufragado.
¿Qué medidas ayudarían a
mejorar la actual situación?
Un mayor, claro y eficiente
liderazgo de los Gobiernos sobre esta situación y, en especial, propuestas sobre la mesa
que involucren directamente
al pueblo mapuche y no mapuche. Tanto dirigentes de
territorios e intelectualidad
mapuche urbana, como instancias políticas, académicas,
sociales, económicas, civiles
y distintas Iglesias han avanzado en lo que podríamos
llamar grandes consensos,
como políticas que hagan
de La Araucanía una región
intercultural en sus más diversos ámbitos; resolver de
una manera más adecuada la
política de entrega de tierras;
el reconocimiento constitucional del mundo mapuche
como “Pueblo” o “Nación”,
que permita avanzar a un modelo de Estado Plurinacional;
la reserva de escaños en el
Parlamento, que favorecería
la representación y la voz de
los Pueblos Originarios en la
legislación y en las políticas
públicas que les atañe directamente a ellos.
¿Cómo interviene la Iglesia
en esta situación?
Buscando involucrarse y
dejándose involucrar. De este
modo sus fundaciones expresamente creadas al servicio
del mundo mapuche están
permanentemente fomentando la reflexión, ofreciendo
su parecer, buscando formas
de provocar instancias de
diálogo, tanto con dirigentes
mapuche como con organizaciones sociales, con el mundo
académico y con las autoridades políticas y de gobierno. De
hecho, más de dos mil alumnos de nuestra Universidad
Católica son mapuche.
Por lo pronto, hemos solicitado, en conversación con la
presidenta Michelle Bachelet, formas de compensación
a las víctimas de la violencia
rural y la creación de una Mesa Asesora Presidencial, compuesta por referentes de los
sectores más representativos
de la región, sin exclusiones.
Además de expertos que puedan ofrecer caminos de salida a esta delicada cuestión
y que, en lo posible, puedan
animar un debate nacional
para llegar a transformarse
en leyes de la República.
ROBERTO URBINA AVENDAÑO
13
▶IGLESIA ENEL CONO SUR
ARGENTINA
Obispos de Argentina y Chile en Neuquén
Los prelados renovaron su compromiso para abordar en conjunto
los desafíos que imponen las tierras patagónicas
argentinos que participaron de esta convocatoria fueron Marcelo Cuenca (Alto
Valle de Río Negro), Juan José Chaparro
(San Carlos de Bariloche), José Slaby
(Esquel), Joaquín Gimeno y Fernando
Croxatto (Comodoro Rivadavia), Miguel
Ángel D´ Annibale (Río Gallegos), y los
eméritos Marcelo Melani (Neuquén) y
Fernando Bargalló (Merlo-Moreno, Buenos Aires). De Chile estuvieron presentes
Héctor Vargas (Temuco), Francisco Stegmaier (Villarrica), Ignacio Ducasse (Valdivia), Juan Barros (Osorno), Cristian
Caro (Puerto Montt), Luis Infanti (Aysén) y Bernardo Bastres (Punta Arenas).
El camino de Cristo
H
asta Junín de Los Andes (Neuquén) llegaron 16 obispos, nueve
del sur argentino y siete del sur
chileno, todos convocados por Virginio
Bressanelli, obispo de Neuquén. Allí, entre los días 19 y 21 de abril, compartieron su sentir ministerial, animados por
el Jubileo de la Misericordia, manifestando sus vivencias personales del Dios
misericordioso y la animación del Año
Santo en sus diócesis. Además, pudieron intercambiar iniciativas pastorales,
conocer la adhesión del Pueblo de Dios
a esta convocatoria del papa Francisco
y abordar desafíos de toda la Patagonia
argentino-chilena.
Vivieron momentos especiales al celebrar la Eucaristía en el Santuario de
la beata Laura Vicuña (donde descansan sus restos) y en San Ignacio, en el
Santuario construido en forma de kultrun (instrumento musical y símbolo
mapuche), enclavado en terrenos de la
familia Namuncurá, donde residen los
restos del beato Ceferino Namuncurá.
En ese templo, dirigentes mapuche del
lugar y miembros de la familia Namuncurá armonizaron signos y plegarias de
la cosmovisión mapuche con la liturgia
14
católica, expresando una particular acogida a los visitantes en este encuentro.
Esteban Laxague, obispo de Viedma
(Río Negro), leyó una carta enviada desde Roma por Ceferino a su padre, pocos
días antes de su muerte. Sin dudas, esas
palabras conmovieron a cada uno de los
que participaron en esa particular celebración.
Otro momento de relevante emoción
fue la firma de una carta en que los obispos presentes adhirieron a las comunidades cristianas de la Patagonia para
invitar al papa Francisco a esas tierras
ubicadas –literalmente y como lo pronunció el propio pontífice argentino en
su primer aparición pública– en el “fin
del mundo”. Este acto respondió al pedido que recibieron los obispos en varios
momentos, uno de los cuales ocurrió en
el colegio Ceferino Namuncurá, donde
las autoridades municipales que habían
participado en la misa compartieron con
ellos y les formalizaron la petición para
que el Papa visite Junín de los Andes,
si se concreta su visita apostólica a la
Argentina.
Además de Bressanelli y Laxague,
nombrados anteriormente, los obispos
Durante las actividades realizadas por
los obispos argentinos y chilenos en esos
tres días, fue especial la peregrinación
al Vía Christi, en el cual, el escultor y
arquitecto argentino Alejandro Santana
y su equipo de artistas plasmaron 23 estaciones de la vida de Cristo con estatuas
de tamaño natural y con referencias a la
historia local y universal en el Cerro de
la Cruz, un pico que domina la ciudad de
Junín de los Andes.
Estos encuentros de los obispos de la
Patagonia se iniciaron en los años 80
para coordinar acciones frente a los problemas que padecían los numerosos migrantes que pasaban las fronteras entre
los dos países para encontrar una vida
más digna en otras tierras. Una segunda etapa se ha iniciado en estos años
renovando estos encuentros en que los
obispos profundizan y comparten su
reflexión en temas actuales como los
medioambientales y las dimensiones
pastorales con proyección misionera y
fraterna, considerando a la Patagonia
como una unidad pastoral y valorando
la figura de misioneros proféticos que
sembraron la semilla de la fe en estas
inmensas tierras.
ROBERTO URBINA AVENDAÑO. JUNÍN DE LOS ANDES
PARAGUAY
Suspenden informe periodístico sobre
sacerdotes abusadores
El diario La Nación tomó la decisión, a pedido de la Iglesia, de no
publicar una investigación
H
a resonado con fuerza, no solo
en Paraguay sino en los diarios
del mundo, el anuncio realizado
por el equipo de investigación del diario
paraguayo La Nación por la censura de
un trabajo sobre cinco curas argentinos
denunciados por pedofilia que encontraron resguardo en Paraguay. En su edición del viernes 22 de abril, La Nación
publicó la primera parte de la investigación periodística. Luego, la dirección del
diario paraguayo –propiedad de Sarah
Cartes, hermana del presidente República del Paraguay, Horacio Cartes– tomó
la decisión de suspender la publicación
del resto de los artículos a pedido de la
Iglesia paraguaya.
El primer informe estaba dedicado a
Carlos Richard Ibáñez Morino, un sacerdote de la ciudad de Bell Ville, provincia
de Córdoba, sobre el que pesan acusaciones de haber abusado de al menos diez
niños. Este presbítero está en Paraguay
desde 1992, en donde siguió ejerciendo
su ministerio sacerdotal pese a la suspensión ad divinis –proceso canónico
en donde al imputado le son suspendidas todas sus obligaciones y derechos
Ibañez es increpado por un periodista
sacerdotales hasta tanto se confirmen
las denuncias– decidida por el entonces
obispo de la diócesis argentina de Villa
María, Alfredo Disandro, el 24 de junio
de 1992. En el curso de la investigación,
el diario comprobó su actividad sacerdotal dando misas e impartiendo sacramentos como bautismos y casamientos
en las ciudades de Villa Elisa, Asunción
y San Lorenzo. Asimismo, el diario paraguayo La Nación informó que Ibáñez
Morino “estuvo en el área reservada a
los sacerdotes en el altar erigido en Ñu
Guasu, en julio de 2015, para la misa del
papa Francisco en Paraguay”.
Reacción eclesial
Enterado de la publicación de La Nación, el arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela, difundió un escrito en el
que cumplía “en informar y aclarar, a
los fieles en general y a la opinión pública” que Ibañez “ha llegado a nuestro
país tras ser suspendido ad divinis por
su entonces obispo (...) acusado por la
comisión de delitos de abusos contra
menores; y al mismo tiempo, tras haber
estado recluido en la Penitenciaría de
Tacumbú (Paraguay), traicionando la
buena fe de sacerdotes y religiosos, y valiéndose de un documento de identidad
eclesiástica de falso contenido, ha realizado actos de potestad de orden y jurisdicción como: Bautismo, Matrimonio
y Eucaristía, que conforme a lo establecido en el Código de Derecho Canónico
deben ser sanados en coordinación con
los párrocos de los afectados según los
casos de validez o licitud”.
Por su parte, el 27 de abril, la Nunciatura Apostólica en Paraguay emitió
un comunicado en respuesta a las informaciones dadas por medios paraguayos
que la señalan como responsable de solicitar el cese de las publicaciones en La
Nación. Dicho comunicado indica: “Ante las publicaciones de algunos medios
de comunicación social y en particular
del diario Extra, de la fecha de hoy, que
el Nuncio Apostólico ha pedido a la Dirección del Periódico y a la propietaria
de La Nación, de parar con las publicaciones referentes a abusos por parte
de unos eclesiásticos, esta Nunciatura
Apostólica rechaza categóricamente dicha supuesta acusación de censurar las
informaciones”.
Según el comunicado, el Nuncio Apostólico “pidió rectificar la afirmación de
La Nación de que hace un año disponía
del Dossier del sacerdote Ibañez, sin embargo le fueron presentados documentos fotocopiados solo poco antes de la
Navidad. El diario La Nación se rectificó al día siguiente pidiendo disculpas al
Nuncio y a los lectores.”
Al concluir, el mensaje de la Nunciatura “rechaza categóricamente cualquier acusación de censura y de parar
con las investigaciones concernientes a
abusos por parte de eclesiásticos”.
FERNANDO COSTA. ASUNCIÓN
15
▶IGLESIA ENEL CONO SUR
ARGENTINA
P
arafraseando al papa Francisco, el
lema de la Colecta Anual de Cáritas Argentina será Si das lo mejor
de vos, el mundo será distinto. Así, la organización solidaria de la Iglesia intenta
apelar a la conciencia de la gente, para
que el próximo 11 y 12 de junio, más allá
de donar dinero, cada persona pueda entregar para los más necesitados su talento, su tiempo, sus ganas de trabajar.
“Esto es algo en lo que insiste mucho el
Papa en este Año de la Misericordia...
Porque la peor de las pobrezas es no reconocer la propia pobreza que tenemos
cada uno”, explica Oscar Ojea, obispo de
San Isidro (Buenos Aires)y presidente de
la Comisión Episcopal de Cáritas Argentina, quien conversó con Vida Nueva en
plena organización de la colecta.
Frente a los últimos embates climáticos, ¿cómo se organiza Cáritas Argentina para llegar a todos los lugares?
Tenemos un área de emergencias que
trabaja a partir de protocolos, que a través de los años ha ganado en experiencia. Un ejemplo de ello es Cáritas Santa
Fe. Allí tenemos expertos que lo primero que aconsejan es no alarmarse frente a las catástrofes y pedir estrictamente lo necesario. Por lo general, ante las
inundaciones, son las Cáritas locales
las que colaboran de una manera ejemplar, porque conocen las necesidades
inmediatas de las familias evacuadas.
Además, en este área de emergencias se
está trabajando cada vez más en el día
después. ¿Qué pasa con las casas que
han sido arrasadas o con aquellas que
quedaron deterioradas?
Estas problemáticas los lleva a perfeccionarse. ¿Cómo trabajan con los voluntarios?
Cáritas Argentina tiene un curso de
formación de operadores de emergencias y en momentos álgidos como inun-
daciones o incendios forestales, mandamos gente capacitada para trabajar con
los voluntarios del lugar. Es invalorable
contar con estas personas. El protocolo
de Santa Fe es un gran referente para estos casos extremos. Esta Comisión Diocesana, frente a las grandes inundaciones
que sufrieron, se puso a pensar y a evaluar en el medio del desastre qué había
16
PRESIDENTE DE LA
COMISIÓN EPISCOPAL DE
CÁRITAS ARGENTINA
Oscar
OJEA
Aceptamos la colaboración
del Estado, pero las obras son
de la Iglesia
que hacer enseguida, cómo organizar a
la gente, de qué manera avanzar con la
reconstrucción.
¿Percibe que la gente tiene confianza
en la Iglesia católica al momento de donar dinero para obras solidarias?
En cuanto a la capacidad de servicio
en los lugares de pobreza, percibo que
nuestro pueblo sigue teniendo muy alta valoración por Cáritas en particular y
por la Iglesia en general. Este tipo de situaciones en las que tenemos el privilegio de estar es valorado por la sociedad,
y eso genera confianza.
¿No tiene miedo que alguna vez Cáritas pueda quedar involucrada en temas
de corrupción?
No tengo miedo. Con las Cáritas de
América Latina estamos trabajando
en un sistema de transparencia con
las donaciones que recibimos. Cuando
hacemos convenios con el Estado, ya
sean municipios, provincias o países, dejamos claro la autonomía que tenemos.
Aceptamos la colaboración del Estado,
pero las obras son de la Iglesia Católica.
El último informe del Observatorio de
la Deuda Social de la UCA dio cuenta
del crecimiento de la pobreza en la país.
¿Cómo puede impactar esta realidad en
la Colecta Anual?
Las colectas han ido subiendo en los
últimos años, pero también ha crecido
la cantidad de gente que asiste a los comedores comunitarios. Vivimos en un
país que tiene grandes diferencias de
equidad. Por eso, cuando se plantea la
Colecta Anual, la gente colabora porque
tiene un enorme sensibilidad por ayudar
a los que más necesitan. Tengo confianza, esta Colecta va a ser buena.
ROXANA ALFIERI - NICOLAS MIRABET. BUENOS AIRES
URUGUAY
Para que no cierren más
colegios católicos
La Iglesia presenta una fundación que busca
reforzar a las instituciones más vulnerables
A
penas Daniel Sturla, hoy cardenal
y arzobispo de Montevideo, asumió la Vicaría de la Educación, el
colegio San José de la Misericordia, llevado adelante por una congregación de
hermanas, tuvo que cerrar. Hoy recuerda
el dolor que le generó esa situación, ante
la cual entendió que la Iglesia no podía
quedar indiferente frente a estas realidades. Así, a principios de 2014 –a sólo
siete días de haber sido designado titular de la arquidiócesis de Montevideo–
se reunió con el titular de la Compañía
de Jesús para solicitarle que el jesuita
Julio Fernández pudiera dedicarse a un
proyecto que tenía en mente. El propósito era claro: que no hubieran más colegios católicos que tuvieran que cerrar
sus puertas.
En los últimos años son varios los colegios católicos que dejaron de funcionar, y las principales causas se engloban
en problemas de orden administrativo o
en la disconformidad de los padres con
la calidad educativa. Muchos de los colegios de las zonas más carenciadas también están teniendo que achicarse.
Buscando dar una respuesta a la
“emergencia educativa” que existe en
Uruguay, fue entonces que la Iglesia creó
la Fundación Sophia, explicó Sturla en
la presentación del proyecto que se realizó a fines de Abril. Esta fundación, que
existe formalmente desde septiembre de
2015, ya está trabajando con cuatro colegios y próxima a incorporar a otros cuatro. Son 1.800 los niños de barrios populares que asistían a colegios que estaban
por cerrar o funcionaban con complicaciones, pero que hoy han sido saneados
en términos económicos y han fortalecido su propuesta académica y pastoral.
Fernández, director ejecutivo de la
fundación, explicó que el trabajo se basa en cuatro pilares: una propuesta académica sólida y de excelencia, la formación cristiana y humana de calidad,
una gestión educativa eficiente y una
administración profesional y eficaz de
los recursos. “La innovación económica
es clave, aplicando programas de vanguardia, y se ha logrado que cada colegio cuente con un sacerdote encargado
de acompañarlo. A su vez, el apoyo en
la gestión administrativa ya ha logrado
que estos colegios dejaran de ser deficitarios”, afirmó.
MARTÍN DE SALTERAIN. MONTEVIDEO
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17
▶IGLESIA ENEL CONO SUR
BOLIVIA
OPINIÓN
¿Hay dos Iglesias
en Bolivia?*
VÍCTOR CODINA, SJ.
B
olivia es un Estado plurinacional, pero
también pluricultural y pluri-religioso.
Hay ciudadanos bolivianos miembros de diversas comunidades religiosas
no cristianas, hay Iglesias evangélicas, hay
cristianos católicos, también hay personas
indiferentes, agnósticas y ateas.
Dentro de la Iglesia católica hay también
diversas mentalidades y posturas, católicos
que viven sobre todo la religiosidad popular
tradicional y católicos que viven la renovación conciliar del Concilio Vaticano II y
del papa Francisco, muy comprometidos
con la Iglesia y con los pobres. También
entre los obispos hay seguramente diversas
mentalidades y sensibilidades. La realidad
es muy plural.
Pero la pregunta es si, como algunos afirman, en Bolivia coexisten dos Iglesias, la
Iglesia de base formada por laicos, clero y
religiosas cercanos a los pobres y luchadores
por la justicia, y la Iglesia jerárquica de los
obispos alejada del pueblo pobre y aliada al
18
poder. Esta dualidad se expresa afirmando
que existe “la Iglesia del Cardenal y la Iglesia
de Espinal”.
Esta afirmación de la dualidad de Iglesias
nace seguramente de aplicar a la Iglesia la
dialéctica marxista de opresores y oprimidos, de la lucha de clases y de ver en la
base proletaria la vanguardia mesiánica de
la sociedad futura.
Hemos de afirmar que la Iglesia es humana
y divina, santa y pecadora, “casta y prostituta”, desde Pedro que fue llamado “roca”
pero luego negó al Señor, hasta nuestros
días. En la historia de la Iglesia ha habido escándalos de los pastores y también
egoísmos y pecados de los cristianos de
base. Todos, pastores y fieles, nos hemos
de convertir continuamente al Evangelio
y al Reino la Dios; la Iglesia necesita una
continua reforma. Pero existen actualmente
también testigos y mártires de la fe y de la
justicia, tanto entre obispos como entre los
cristianos de base.
Los obispos de América Latina, en sus
diversas asambleas, urgen a todos los cristianos a optar por los pobres y luchar contra las
estructuras de injusticia. Afirman que no se
puede ser cristiano sin solidarizarse con los
pobres, con los insignificantes y descartados
por la sociedad. El Espíritu nos llama a todos
los cristianos a ser discípulos y misioneros
de Jesús, a vivir el evangelio en la unidad de
fe y en comunión con toda la Iglesia, más
allá del pluralismo de mentalidades.
Pero es pura ideología afirmar que todos los obispos de Bolivia están alejados
del pueblo pobre, mientras que todos los
cristianos de base viven comprometidos
con la justicia. La realidad es mucho más
compleja y variada.
Como repite el Papa, la realidad es más
importante que la idea, es superior a la idea
y hay que evitar ideologías que nos apartan
de la realidad. ¿Se puede afirmar realmente
que existen dos Iglesias en Bolivia?
* Publicado en Iglesia Viva.
CHILE
ARGENTINA
El tema de la misericordia
en los versos
Más de 40 poetas participaron del XVII
Congreso Nacional de Cantores a lo Divino
A
mediados de abril se reunieron
más de 40 poetas populares para
celebrar el XVII Congreso Nacional de Cantores a lo Divino, artistas que
en fiestas religiosas, novenas y vigilias
de la zona central de Chile participan
con su canto y su poesía dedicada a alguno de los seis fundamentos o temas:
la creación del mundo, el fin de mundo, la historia sagrada (Antiguo y Nuevo
Testamento), el nacimiento de Cristo, la
pasión y Muerte y la despedida de angelitos (velorio de un niño).
Procedentes de 16 localidades compartieron versos a lo divino con el fundamento de la misericordia. Carlos Cox,
director de la Comisión Nacional de Santuarios y Piedad Popular de Chile y Capellán de la Asociación Nacional de Cantores a lo Divino, guió el tema formativo,
centrado en “las siete miradas de la misericordia”, muy valorado por los participantes ya que les nutre con nuevos temas
para su creación, al contemplar a Jesús
como el rostro de misericordia del Padre.
También se plantearon inquietudes y
propuestas que culminaron con la tradicional Rueda de canto, donde cada
cantor compartió un verso. El Congreso
concluyó con la cuenta anual de la comisión directiva y la programación para el
resto del año.
Cantores en plena función
Cada cantor regresó a sus lugares de
origen con el desafío de compartir sus
versos, incorporando ahora el tema de
la misericordia, en vigilias, novenas y
velorios que participe, todos con el vivo deseo de compartir su experiencia de
Dios a través de la gran riqueza del canto
a lo divino.
Entre lo humano y lo divino
En la poesía popular tradicional chilena se encuentran el canto a lo humano,
propio de celebraciones profanas o de
desafíos entre poetas, y el canto a lo divino, que se realiza con motivo de fiestas
religiosas o velorios de angelitos.
Sus intérpretes son los cantores que
se dedican a la composición y declamación de piezas compuestas en décimas y
acompañados por guitarrón o rabel. Esta expresión tiene alguna reminiscencia
con el arte medieval de los trovadores;
llegó en el período colonial y se difundió
por toda América. Fue la forma común
de versificación popular durante gran
parte de la historia de Chile, usados para
la crítica política, para situaciones amorosas y relatos de humor. Llegó a tener
difusión en el periódico Lira Popular
con temas cómicos, noticias, crítica social, sátira política y religiosos.
ROBERTO URBINA AVENDAÑO. SANTIAGO
Radioteatro
sobre Angelelli
de Producciones
Luján
E
l Centro de Comunicación Nuestra
Señora de Luján, conocido popularmente como Producciones Luján (www.
produccioneslujan.org.ar), sigue brindando material gratuito en formato MP3
para aquellas radios comunitarias que
lo soliciten. Así es que en esta oportunidad ofrecen un nuevo radioteatro
sobre el obispo Enrique Angelelli, que
recorre su peregrinar por los llanos de
la provincia de La Rioja.
La serie consta de 24 capítulos, de 12
minutos de duración cada uno, en donde en formato radial se pone en escena
la vida de este mártir durante sus ocho
años de pastoreo en esta diócesis norteña. Este material puede solicitarse en
forma gratuita por correo electrónico a
[email protected] o
por teléfono al (54 11) 4567-1740.
Producciones Luján viene trabajando
por la comunicación popular desde
1986. Desde el principio (y hasta hoy)
su objetivo es promover la comunicación a través de las radios populares en
las distintas comunidades y al servicio
del Evangelio. Su equipo está integrado por un grupo de escritores, periodistas, sacerdotes, locutores, actores,
técnicos y administrativos, dedicados
a la capacitación y producción radial,
para colaborar en la promoción de las
radios locales. Además de las producciones radiofónicas que habitualmente
ofrecen de manera gratuita, su trabajo
también se orienta en la formación de
comunicadores y técnicos radiofónicos competentes, comprometidos con
los valores humanos y cristianos en la
transformación de la sociedad.
Asimismo, crean y sostienen redes de
radios populares para integrar comunidades y propiciar el intercambio de experiencias que fundamentan las raíces
de los pueblos de la Argentina.
R. P. BUENOS AIRES
19
C ONG R E S O
E UC A R Í S T IC O
N AC ION A L 20 16
1816-2016 Bicentenar io de la Independencia
En el Año Santo de la Misericordia buscamos en la Eucaristía la fuente inagotable de su Amor.
Un conjunto de libros que, semilla y fruto del Congreso Eucarístico Nacional, se proponen brindar a los
agentes pastorales, catequistas, laicos y consagrados en general, recursos que multipliquen en ellos y
en las personas y comunidades a su cargo el don de la CORRIENTE EUCARÍSTICA Y MISIONERA que el
AÑO EUCARÍSTICO nos regala: un tiempo de gracia para la Iglesia y para todos los argentinos.
RECURSOS PARA LA PREPARACIÓN
MISIÓN EUCARÍSTICA
PASTORAL CATEQUÉTICA
NIÑOS + GUÍA
ADOLESCENTES + GUÍA
ADULTOS
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Para que la vivencia eucarística personal y comunitaria impulse nuestra acción evangelizadora
como IGLESIA EN SALIDA, conforme el estilo y pedido de Juan Pablo II.
Editorial PPC
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79. 15 de mayo de 2016
PLIEGO
AMORIS LAETITIA
LAS PUERTAS, DE NUEVO, ENTREABIERTAS
JESÚS MARTÍNEZ GORDO,
Facultad de Teología del Norte de España
Han pasado más de dos años y medio desde que Francisco abriera la
Iglesia a una reconsideración de la pastoral familiar y de la moral
sexual. Con la publicación de la exhortación apostólica postsinodal
Amoris laetitia hace mas de un mes, las puertas, entonces abiertas
de par en par, han quedado finalmente entreabiertas o entornadas.
Algo es algo… Y más, después de tantos años de rigor doctrinal y
moral, de “verdades innegociables” y de permanentes llamadas a la
heroicidad, por coherencia con un magisterio eclesial que a muchos
católicos se antojaba discutible y, por ello, mejorable.
La alegría del amor
E
n el origen de este último tiempo de “puertas abiertas y entornadas” se encuentra una histórica rueda de prensa de Francisco en
el avión que le trasladaba de la JMJ de
Río de Janeiro al Vaticano, el 29 de julio de 2013.
A preguntas de los periodistas, el Papa dejó tres consideraciones que han
marcado los primeros años de su pontificado:
• Había que revisar la imposibilidad
de una plena incorporación eclesial de
los divorciados vueltos a casar civilmente: “Si el Señor no se cansa de perdonar –decía–, nosotros no tenemos
otra elección que esa”. “Los ortodoxos
–apuntaba– tienen una praxis diferente. Ellos siguen la teología de la oikonomia (misericordia), permiten una
segunda posibilidad”.
• “El cardenal Quarracino [su antecesor en Buenos Aires] solía decir que la
mitad de los matrimonios eran nulos
porque se casan sin madurez, se casan
sin darse cuenta de que es por toda la
vida, quizás se casan por motivos sociales…”. Era una consideración que
abría otro frente, hasta el presente,
fuente de muchos sinsabores: “revisar” “el problema judicial de la nulidad de los matrimonios”, habida cuenta de que “los tribunales eclesiásticos
no bastan para eso”.
22
• Había que cambiar el trato y la actitud ante la homosexualidad: “Si una
persona es homosexual y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién
soy yo para juzgarla?”. La sorpresa fue
mayúscula, tanto por el contenido como por el tono. Francisco era un papa
con perfil propio. Sus gestos, su manera de comunicar y afrontar los problemas evidenciaban que se tenía delante
a un sucesor de Pedro con entrañas
pastorales; diferente, a la vez que
complementario, al perfil desplegado
por sus antecesores: marcadamente
moral, en el caso de Juan Pablo II, e
indudablemente teológico, en el de Benedicto XVI.
Este Papa pastoralista, con “olor a
oveja” y “callejero” (como gustaba llamarse, cuando llevaba una vida sencilla y austera en medio de la gente) era
consciente de las crecientes (y a veces
insuperables) dificultades de muchos
católicos para seguir a la Iglesia en la
moral familiar y sexual propuesta hasta entonces. Y de que la desafección y
sangría que padecía en algunos lugares la Iglesia no solo obedecía al secularismo, sino también a su obsesiva
exigencia de una moral familiar y sexual, frecuentemente, inmisericorde.
Pero estas tres declaraciones venían
acompañadas, además, de una confesión de indudable calado: quería que
estas y otras cuestiones fueran abordadas a partir de lo que podría llamarse
“el principio misericordia”. Su cercanía con el Evangelio y con la gente le
había llevado a percatarse de la centralidad de la misma en la vida cristiana y de su indudable resonancia (y
acogida) entre los hombres y mujeres
de buena voluntad.
Finalmente, les comunicaba que
pensaba escuchar el consejo de ocho
cardenales (el entonces llamado C-8),
con los que se reuniría del 1 al 3 de octubre de 2013, sobre este asunto y, por
extensión, sobre “cómo seguir adelante en la pastoral matrimonial”.
I. PRIMEROS VIENTOS…
HURACANADOS
La suerte estaba echada. Solo quedaba por ver cómo ponía en marcha lo
comunicado y cómo reaccionaba el sector eclesial que había gestionado hasta
entonces las llamadas “verdades innegociables”.
La primera decisión no tardó en llegar: el 8 de octubre de 2013, Federico Lombardi, director de la Oficina de
Prensa de la Santa Sede, anunciaba la
celebración de dos sínodos –uno Extraordinario (2014) y otro Ordinario
(2015)– en los que diagnosticar la situación de la familia y ofrecer propuestas de actuación al Papa para afrontar
los nuevos desafíos pastorales.
Sin embargo, las sorpresas no habían acabado. A la inusual convocatoria de dos sínodos, Bergoglio añadía su
voluntad de que estuvieran precedidos
de una consulta al Pueblo de Dios.
Era evidente que, además, buscaba
estrenar (en fidelidad al Vaticano II)
una nueva forma de gobernar e impartir magisterio. La reforma de la Curia
vaticana en la que estaba empeñado
venía acompañada de un cambio radical en la manera de entender y ejercer
el papado. Y esta pasaba por escuchar
el parecer del Pueblo de Dios, el llamado sensus fidei o sensus fidelium. Otra
sorpresa de enorme calado.
Pero nadie, ni Francisco ni su equipo
de trabajo, eran ingenuos. Todos sabían que los nubarrones, vientos huracanados y “desmarques” públicos aparecerían más pronto que tarde.
Y así fue, a pesar del énfasis en señalar que no se trataba de cambiar el
magisterio sobre la familia o la indisolubilidad del matrimonio, sino de
“escuchar los problemas y expectativas que están viviendo hoy en día tantas familias” para “mostrarse cerca de
ellas y ofrecerles de forma creíble la
misericordia de Dios y la belleza de la
respuesta a su llamada” (Bruno Forte,
secretario especial).
El primero en saltar críticamente a
la palestra fue, ni más ni menos, que
el cardenal Gerhard Ludwig Müller,
prefecto de la Congregación para la
Doctrina de la Fe (L’Osservatore Romano, 23/10/2013): el recurso a la oikonomía o a la misericordia –sostuvo en
aquella ocasión– acaba propiciando
una práctica incoherente con la voluntad de Jesús de un matrimonio indisoluble. Por eso –sentenciaba–, no es de
recibo que se levante la prohibición de
comulgar, confesarse y asumir responsabilidades eclesiales a los divorciados
y casados civilmente.
Pero este posicionamiento es rápida
y públicamente contestado por otros
dos “pesos pesados”: los cardenales
Reinhard Marx y Óscar Rodríguez Maradiaga con una inusitada contundencia; tanto que dejó perplejos a una
buena parte del mundo teológico y a la
gran mayoría de católicos.
Y, por si alguno todavía dudase de
que esto iba en serio, el 26 de noviembre de 2013, Francisco recupera en la
exhortación apostólica Evangelii gaudium –siguiendo a Juan XXIII– la diferencia entre “la sustancia” de la fe y su
“expresión”1. Y, un poco más adelante,
recuerda que “a menudo nos comportamos como controladores de la gracia
y no como facilitadores. Pero la Iglesia
no es una aduana, es la casa paterna
donde hay lugar para cada uno con su
vida a cuestas” (EG 47).
A partir de este momento, muchos
empiezan a darse cuenta de que el
asunto va en serio y de que se han
vuelto a abrir de par en par las puertas de la Iglesia, cerradas a cal y canto
durante los pontificados anteriores en
todo lo referente a la moral sexual y la
pastoral familiar; aunque no solo, como es sabido.
El debate quedaba abierto para todos
y, como era bien notorio, sin medias
tintas. Tal convicción resultaba nuevamente confirmada cuando Francisco
invitaba al cardenal Walter Kasper a
exponer su posición (favorable a que
los divorciados casados civilmente pudieran integrarse eclesialmente, sin reserva alguna) en un consistorio de cardenales (20 de febrero de 2014). En su
intervención, el cardenal se manifestaba, incluso, partidario de que estas
personas no solo pudieran participar
plenamente en la Eucaristía, recibir el
sacramento de la reconciliación y desempeñar responsabilidades eclesiales,
sino también que se les abrieran las
puertas para tener “una segunda oportunidad”, siguiendo la praxis de los ortodoxos2.
Ya no extrañaba que la propuesta
de Kasper –a pesar de ser notorio que
detrás se encontraba el Papa– fuera
criticada con total libertad y argumentando, en su contra, una supuesta carencia de fundamento escriturístico,
patrístico, dogmático y jurídico. Pero
tampoco sorprendía que contara con
muchos (y cualificados) defensores
que, partiendo de la argumentación y
datos aportados por los críticos, la fueran confirmando punto por punto, a la
vez que desmontando su supuesta inconsistencia.
extraña que en el Sínodo Extraordinario (2014) se manifieste una mayoritaria (aunque insuficiente) aceptación
de sus propuestas. El peso de la inercia
heredada, la fuerza de las convicciones
(más que de las argumentaciones) y
los temores de toda índole sobrevuelan
en un aula sinodal que deja las puertas, abiertas de par en par por Francisco, entornadas. Y que las deja así, a la
espera del próximo Sínodo Ordinario
(2015).
Lo más sonado de este primer encuentro, al menos mediáticamente, es
lo referido a los homosexuales. En la
relatio sometida a los padres sinodales se puede leer, encendiendo todas
las alarmas del sector rigorista, que la
Iglesia, “sin negar las problemáticas
morales relacionadas con las uniones
homosexuales, toma en consideración
que hay casos en los que el apoyo mutuo, hasta el sacrificio, constituye un
valioso soporte para la vida de las parejas” (Nº 52). Es evidente que se está mirando esta singular relación con
unos nuevos ojos, inéditos para la gran
mayoría de los obispos allí reunidos.
II. GRIETAS EN EL DIQUE
DE CONTENCIÓN
Y es así como, tras más de cuatro decenios, se comienza a valorar el aporte
conciliar sobre la doble finalidad del
matrimonio (la procreación y la mutua comunicación del amor, GS 51) y
se toman en consideración las enormes grietas que presentaba el dique de
contención construido por Pablo VI en
contra del control artificial de la natalidad (Humanae vitae, 1968).
Siendo esta una parte de la música de fondo que suena en las declaraciones (y decisiones) de Francisco, no
Bruno Forte, redactor de dichos párrafos, es duramente criticado el 14 de
octubre por el cardenal sudafricano
Wilfrid Napier, durante una rueda de
prensa. Cree que ha puesto a la Iglesia
en una posición irreversible, habida
cuenta de que “el mensaje ya ha salido”. Hay gente –prosigue el cardenal–
que puede entender que “eso es lo que
dice el Sínodo, que esto es lo que dice
23
la Iglesia”. Llegados a este punto, “ya
no hay corrección posible. Todo lo que
podemos hacer es intentar limitar los
daños”.
Es evidente que decae la posibilidad de una aproximación amable a
la relación homosexual y, con ello, se
evidencia que el Papa va a tener más
oposición que la prevista en un primer momento. Esta constatación viene
acompañada de otras que también tienen su importancia, aunque no hayan
sido recogidas de igual manera por la
prensa: se da el visto bueno a propiciar
una visión positiva (y no solo recelosa)
de la familia y de la moral sexual y se
aprueba revisar las causas de nulidad.
Queda pendiente de una segunda consideración el asunto de los divorciados
vueltos a casar civilmente.
III. PRIMERAS DECISIONES
En cumplimiento de lo acordado,
Francisco promulga el 15 de agosto de
2015 dos motus proprios (Mitis Iudex
Dominus Iesus, para la Iglesia latina, y
Mitis et misericors Iesus, para las Iglesias Orientales) mediante los que, a la
vez que reforma el trámite eclesiástico
de nulidad del matrimonio (haciéndolo
más breve, simple y económico), transfiere a los obispos una amplia capacidad de intervención. Al proceder así,
activa, en nombre de la colegialidad,
una descentralización del gobierno
eclesial sobre una cuestión que, en algunos puntos, había estado reservada
exclusivamente a la Santa Sede desde
los tiempos de Pablo VI3.
Sin embargo, se trata de unas primeras decisiones que, nuevamente, provocan un debate sobre su idoneidad
doctrinal y la consistencia de las garantías que han de presentar estos procesos abreviados. La –a partir de este
Sínodo Extraordinario– minoría sinodal no da tregua a un papa que, como
el actual, que a su entender los ha vendido y traicionado.
Es cierto que, si se retoma la famosa rueda de prensa de 2013, se ha
acogido la inquietud referida a la necesidad de acelerar los procesos de
nulidad. Y también que se ha hecho
24
bajo el prisma de la misericordia y sin
mayores problemas, aunque no falten
críticas.
Además, a diferencia de los sínodos
anteriores, hay una importante percepción: los obispos participantes en
el Sínodo han constatado que no se ha
activado la estrategia –al parecer, muy
habitual en los anteriores– de tener
que escuchar “eso o lo otro no le gusta
al Papa” o “no es compartido por él”
con el propósito de bloquear su libertad
de palabra y condicionar las votaciones. En este Sínodo se ha podido hablar
con libertad. Y, al posibilitarla, se ha
emitido el mensaje de que la reforma
se va a realizar en clave de sinodalidad,
colegialidad y corresponsabilidad, es
decir, con garantías de futuro. El tiempo de un magisterio y un gobierno marcadamente unipersonal y autoritativo
empieza a pertenecer más al pasado
que al presente. He aquí otro importante mensaje de este papado en el transcurso del Sínodo Extraordinario.
Así pues, la pastoral familiar, la moral sexual y el gobierno eclesial van,
en esta ocasión, de la mano. Ya poco
importa el desembarco en los días previos a la apertura del Sínodo de cinco
cardenales –acompañados de algunos
teólogos– que se manifestaron en contra de reconsiderar la situación de los
divorciados casados civilmente. Esta
cuestión, previa nueva consulta al Pueblo de Dios, se retomaría en el siguiente encuentro sinodal.
A la finalización de este Sínodo Extraordinario, parece cerrarse una de
las puertas abiertas por el papa Bergoglio (la referida a los homosexuales).
Y otra, la de agilizar y descentralizar
las nulidades, está lista para cuajar jurídicamente. Queda, sin embargo, la
impresión (y hasta la convicción, como
así se va a comprobar en breve) de que
la referida a los divorciados vueltos a
casar va a tener un recorrido muy complicado, cosa que no sucede con la tocante a una nueva pastoral familiar y
moral sexual en clave positiva.
Los primeros aires que entran por las
puertas que Francisco ha abierto provocan reacciones encontradas porque son
percibidos como vientos huracanados.
Estas puertas, proclama la minoría rigorista, no tendrían que haberse abierto.
IV. EL PRECIO QUE
HAY QUE PAGAR
La preparación del Sínodo Ordinario
no solo está presidida por la publicación de los motus proprios reseñados,
sino también por un intenso debate sobre la homosexualidad y los divorciados vueltos a casar. No faltan estudios
escriturísticos, patrísticos, dogmáticos
y teológicos, en particular, sobre esta
última situación.
Más allá de la desigual consistencia
de dichos aportes, lo realmente importante durante este Sínodo es la urgencia, por parte de sus dirigentes, por sacar adelante, con la proporcionalidad
requerida (dos tercios), lo referido a
los divorciados vueltos a casar. Y hacerlo tratando de sumar algunas de las
voluntades de la parte más rigorista
que, a estas alturas, ya se sabe que se
localizan en África, el este europeo y
Estados Unidos.
La estrategia que se activa es múltiple: evitar que en el texto aparezca
la expresión “divorciados vueltos a
casar” y, sobre todo, fundar el consejo que se redacte en el magisterio de
Juan Pablo II (exhortación Familiaris
consortio, 1981), en el Catecismo de la
Iglesia Católica e, incluso, en la misma jurisprudencia canónica. Es así como se saca adelante, con indudables
muchas parejas ‘irregulares’ (incluidas
las homosexuales)”.
modulaciones, la primera y más importante cuestión planteada por Francisco en la famosa rueda de prensa
de 2013. El precio que se paga es el
de aparcar la homosexualidad. No era
prudente hacerlo, confesará uno de los
redactores de la relatio, vistas las reacciones que provocó esta vía en el Sínodo anterior4.
Así pues, la propuesta de una pastoral misericordiosa para con los divorciados vueltos a casar que les permita
incorporarse plenamente a la Iglesia
tiene, a partir de ahora, las puertas
abiertas, pero no será automática. Se
requiere un discernimiento y un acompañamiento, caso por caso. Es así como
se evita transmitir una imagen de división entre el sínodo y el papa y se deja
más entornada que cerrada la puerta
para que el sucesor de Pedro se posicione al respecto en una carta postsinodal. Evidentemente, el margen de
maniobra que le queda no es muy amplio, pero parece suficiente para iniciar
un giro que, en su indudable modestia,
puede ser importante para la pastoral
familiar y para la moral sexual.
Junto con el “consejo sinodal” de
abrir (y ofrecer) un camino de discernimiento a los divorciados vueltos a casar, se aprueban otros que, aceptados
sin mayores problemas, permiten comprender algunas de las líneas de fondo
que han de vertebrar la renovación en
curso: mostrar “la belleza de la familia” con un nuevo lenguaje; preparar
para el matrimonio y acompañar mejor
a los casados; reconocer el lugar de la
mujer en la Iglesia; enfatizar la inaceptabilidad de discriminar a las personas
homosexuales y, lo que no deja de ser
una grata sorpresa, reconocer “los elementos positivos” que se transparentan en las llamadas uniones estables.
Ahora solo queda esperar al posicionamiento de Francisco que, finalmente, se comunica el 8 de abril de 2016.
V. AMORIS LAETITIA,
LA ALEGRÍA DEL AMOR
Las semanas previas a la publicación de Amoris laetitia vienen precedidas por un sinfín de declaraciones.
Merecen ser retenidas las del propio
Francisco y las del cardenal Christoph.
Schönborn.
En primer lugar, la del Papa, el 12
marzo 2016, a los participantes en un
curso organizado por el Tribunal de la
Rota Romana, instándoles a que los
tribunales de la Iglesia agilicen los
procesos de nulidad matrimonial y expresándoles su interés en que “los separados que viven una nueva unión”
puedan participar en la comunidad
eclesial: “La Iglesia es madre y quiere
mostrar a todos el rostro de Dios fiel a
su amor, misericordioso y siempre capaz de dar fuerza y esperanza”.
Según Schönborn, existen “semillas
de Verdad” fuera de los confines visibles de la Iglesia católica5 y, por analogía, también de “santificación” “en
1. No todas las puertas permanecen
igualmente abiertas
Amoris laetitia es un largo texto
estructurado en nueve capítulos. De
ellos, los más relevantes son el segundo (Realidad y desafíos de las familias), el cuarto (El amor en el matrimonio) y el octavo (Acompañar, discernir
e integrar la fragilidad).
El Papa señala en la introducción
las fuentes de las que bebe: las aportaciones de los dos sínodos, otras consideraciones de diferentes conferencias
episcopales y, obviamente, las suyas,
muchas de ellas ya adelantadas en anteriores intervenciones (Nº 4).
2. Una nueva manera de magisterio
E, igualmente, apunta los criterios
que marcan lo que se puede entender,
a la vez, como un mensaje fundamental a sus críticos y una nueva manera
de impartir magisterio y de ejercer el
papado: existe una doctrina que debe
ser interpretada e inculturada, si se
pretende que sea observada y aplicada,
ya que se dan “diferentes maneras de
interpretar algunos aspectos de la doctrina o algunas consecuencias que se
derivan de ella” (Nº 3).
Es un primer criterio, que viene
acompañado de otros de no menor entidad: urge adoptar (y practicar) la autocrítica. Sobre todo, cuando, como es el
caso, “tenemos dificultad para presentar al matrimonio más como un camino
25
dinámico de desarrollo y realización
que como un peso a soportar toda la
vida” (Nº 37). Y cuando “nos cuesta
dejar espacio a la conciencia de los fieles, que muchas veces (…) pueden desarrollar su propio discernimiento ante
situaciones donde se rompen todos los
esquemas. Estamos llamados a formar
las conciencias, pero no a pretender
sustituirlas” (Ibíd.). O cuando critica
que se ha enfatizado tanto la finalidad
procreativa del matrimonio que se ha
acabado oscureciendo “su fin unitivo”,
la llamada “a crecer en el amor y el
ideal de ayuda mutua” (Nº 36).
Y después, proponer la belleza del
matrimonio: “No tiene sentido quedarnos en una denuncia retórica de los
males actuales, como si con eso pudiéramos cambiar algo. Tampoco sirve
pretender imponer normas por la fuerza de la autoridad” (Nº 35; cf. Nº 201)
o caer “en la trampa de desgastarnos
en lamentos autodefensivos” (Nº 57).
Ha llegado el tiempo de presentar las
motivaciones de la vida familiar, de
“provocar la felicidad de los demás” y,
así, anticipar el cielo en la tierra (Nº
129). En esta longitud de onda se dirige
a los padres recordándoles que su afecto y cariño “trae una chispa del amor
de Dios” (Nº 172).
Pero la misericordia, pese a todo, es
crítica: “Es importante ser claros en el
rechazo de toda forma de sometimiento sexual” (Nº 156). Como también lo
es aceptar con sencillez que “el amor
convive con la imperfección, la disculpa, y sabe guardar silencio ante los
límites del ser amado”, sencillamente, porque “todos somos una compleja combinación de luces y sombras”,
capaz de recoger en sí “la ternura de
la amistad y la pasión erótica” y pronto a “subsistir aun cuando los sentimientos y la pasión se debiliten” (Nº
120). Es, además, una mirada lúcida:
“Quiero destacar la situación de las
familias sumidas en la miseria, castigadas de tantas maneras, donde los
límites de la vida se viven de forma
lacerante. Si todos tienen dificultades,
en un hogar muy pobre se vuelven
más duras” (Nº 49).
26
Estos criterios (y mensajes) vienen
acompañados de un modo de impartir magisterio que es bastante más que
una simple anécdota: quien tiene entrañas de misericordia no tiene dificultades para trasladar a los textos oficiales
expresiones escuchadas en el trato con
la gente: “Mi esposo no me mira, para
él parece que soy invisible”. “En mi casa yo no le importo a nadie, y ni siquiera me ven, como si no existiera” (Nº
128). “No me escucha. Cuando parece
que lo está haciendo, en realidad está
pensando en otra cosa”. “Hablo y siento
que está esperando que termine de una
vez”. “Cuando hablo intenta cambiar de
tema, o me da respuestas rápidas para
cerrar la conversación” (Nº 137).
3. Realidad y desafíos de las familias
La explicitación de algunos de los
criterios que presiden esta exhortación
nos adentra en el capítulo segundo.
Si en el primero expone la familia a
la luz de la Palabra, en el segundo analiza la realidad y los desafíos a los que
se enfrenta uniendo su mirada a la de
los padres sinodales. Es un diagnóstico
pormenorizado. No es lo más original,
aunque hay detalles que marcan la diferencia. Basten, como muestra, dos.
“Muchos no sienten que el mensaje
de la Iglesia sobre el matrimonio y la
familia haya sido un claro reflejo de la
predicación y de las actitudes de Jesús
que, al mismo tiempo que proponía un
ideal exigente, nunca perdía la cercanía compasiva con los frágiles, como la
samaritana o la mujer adúltera (Nº 38).
“Se traslada a las relaciones afectivas –apuntará un poco más adelante–
lo que sucede con los objetos y el medio ambiente: todo es descartable, cada
uno usa y tira, gasta y rompe, aprovecha y estruja mientras sirva. Después,
¡adiós! (Nº 39). Así, por ejemplo, los
ancianos acaban tratados como un peso descartable (cf. Nº 48); los jóvenes
que no son rentables se ven obligados
a ir acumulando frustración tras frustración (cf. Nº 40) y las mujeres se
convierten en el saco de muchos golpes
(cf. Nº 54). “Pero quien utiliza a los demás, tarde o temprano, termina siendo
utilizado, manipulado y abandonado
con la misma lógica” (Nº. 39).
La misericordia no es, para nada,
ciega.
4. El amor en el matrimonio y sus
“irregularidades”
El capítulo tercero, que recoge la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio es, probablemente, uno de los más
flojos, a pesar de aportar la tesis del
cardenal Schönborn sobre la necesidad
de discernir, siguiendo las indicaciones del Vaticano II, la presencia de las
“semillas del Verbo” no solo en las culturas, sino también fuera del matrimonio canónico (cf. Nº 77).
El capítulo cuarto es, tal vez, el que
mejor recoge el encargo sinodal y la voluntad papal de exponer con belleza,
simpatía, realismo y misericordia el
“amor en el matrimonio”. Y lo es, porque ofrece una visión del amor a partir
de la centralidad de la misericordia y
no, como se ha hecho hasta el presente, desde las llamadas “verdades innegociables”.
Su referencia fundamental, a diferencia de otras aportaciones magisteriales,
es el comportamiento de Jesús con la
mujer sorprendida en adulterio, con la
samaritana, con el joven rico; la fuerza
veritativa y moral que se transparenta
en la parábola del hijo pródigo y el himno a la caridad de Pablo (1 Co 13, 4-7).
Leído este capítulo, ya solo resta saber si el Papa mantiene aquí las tesis
defendidas el verano de 2013 sobre los
homosexuales y los divorciados vueltos a casar o si las modula, una vez
escuchado el parecer de los padres sinodales. En definitiva, conocer si las
puertas, entonces abiertas de par en
par, han tenido que entornarse para no
arriesgar la comunión eclesial.
La respuesta se encuentra en los capítulos sexto y, sobre todo, octavo.
◼◼ La homosexualidad
Cuando afronta la cuestión de la
homosexualidad, Francisco intenta
aplacar, primero, los ánimos más exaltados, recogiendo el “consejo” de los
padres sinodales que, en este asunto,
se limitan a recordar (y prolongar muy
cautamente) lo ya dicho en el Catecismo: “Toda persona, independientemente de su tendencia sexual, ha de
ser respetada en su dignidad y acogida con respeto, procurando evitar ‘todo signo de discriminación injusta’, y,
particularmente, cualquier forma de
agresión y violencia”. A esta primera consideración sucede otra que
puede dar lugar a diferentes –y, es
posible que, hasta yuxtapuestas– interpretaciones: es necesario “un respetuoso acompañamiento, con el fin de
que aquellos que manifiestan una tendencia homosexual puedan contar con
la ayuda necesaria para comprender
y realizar plenamente la voluntad de
Dios en su vida” (Nº 250).
Es cierto que descalifica toda estigmatización o cualquier atisbo de la
misma y que manifiesta su cercanía
a las personas homosexuales. Pero
también que no parece aplicar, al menos esta vez, la lógica comprensiva que
se transparentaba en sus declaraciones de 2013 ni la inclusiva que –fundada en las semillas del Verbo (semina
Verbi) presentes fuera de la Iglesia y
de situaciones regularizadas– se aplicó en la relatio del Sínodo de 2014 y
que sí emplea aquí cuando aborda la
situación de los divorciados vueltos a
casar civilmente. Pero tampoco se ha
de ignorar que, a pesar de todo, pueden
“contar con la ayuda necesaria para
comprender y realizar plenamente la
voluntad de Dios en su vida”; una indicación en la que es posible reconocer
(aunque haya que leerla despacio) dicha lógica inclusiva.
Parece que las puertas a una nueva
relación con las personas homosexuales, si no se cierran del todo, quedan, al
menos, entornadas. Ello no obsta para
reconocer, como recuerdan los padres
sinodales y el mismo Francisco, que no
tiene un fundamento sólido equiparar las “uniones entre personas homosexuales con el matrimonio” (Nº 251).
◼◼ Los divorciados casados civilmente
Distinto es el recorrido que presenta
–en expresión del Papa– “la situación
compleja” de los divorciados vueltos a
casar civilmente.
En primer lugar, a diferencia de lo
sucedido en el Sínodo de 2015 y en
contra de lo transmitido por algunos
comentaristas, Francisco cita explícitamente esta situación. Y lo hace
manifestando una indudable voluntad
inclusiva: “A las personas divorciadas
que viven en nueva unión, es importante hacerles sentir que son parte de
la Iglesia, que ‘no están excomulgadas’
y no son tratadas como tales, porque
siempre integran la comunión eclesial”
(Nº 243).
En un segundo momento, indica que
la posibilidad de una plena comunión
eclesial pasa por “un atento discernimiento y un acompañamiento con gran
respeto, evitando todo lenguaje y actitud que las haga sentirse discriminadas, y promoviendo su participación en
la vida de la comunidad” (Ibíd.).
Y, finalmente, recuerda, dirigiéndose al sector más rigorista de la Iglesia,
que “para la comunidad cristiana, hacerse cargo de ellos no implica un debilitamiento de su fe y de su testimonio
acerca de la indisolubilidad matrimonial, es más, en ese cuidado expresa
precisamente su caridad” (Ibíd.).
Un poco antes ya había reconocido
la existencia “inevitable” de la separación. “A veces puede llegar a ser incluso moralmente necesaria” (Nº 242; cf.
Nº 298). Se refería, como es obvio, a
una situación de divorcio que nada tiene que ver con la provocada por pura
frivolidad.
El reconocimiento de que existe una
complejidad de realidades, razones y
motivaciones le lleva a analizar lo que
tipifica como “ruptura del vínculo” o
escenarios de “fragilidad” (Nº 291). Y,
27
ahora, sí, lo afronta aplicando la lógica
inclusiva de las semillas del Verbo (semina Verbi) que preside este apartado,
apelando al imaginario de la Iglesia como “hospital de campaña” y mostrando su consistencia en la tradición católica, en Familiaris consortio de Juan
Pablo II, en el Catecismo de la Iglesia
Católica, en la normativa jurídica existente y en sus desarrollos posteriores.
Mostrada, en sintonía con el “consejo” de los padres sinodales, la raíz tradicional de la misericordia y de su lógica inclusiva, reconoce la diversidad de
situaciones entre los divorciados vueltos a casar y la necesidad de aplicar, en
coherencia con dicha diversidad, el criterio de la gradualidad cuando se pretenda determinar la pertenencia (plena
o no) a la Iglesia de estas personas.
Es un criterio que ya ha aplicado a
las parejas de hecho y “uniones estables”, cuando les ha recordado (acogiendo también la inquietud del episcopado africano) que “la Iglesia les
invita a hacerse cargo con amor el uno
del otro” y que, cuando entiendan que
la unión ha alcanzado “una estabilidad
notable”, se planteen, “allí donde sea
posible”, un recorrido hacia el “sacramento del matrimonio” (Nº 248).
Y, finalmente, es esta lógica inclusiva la que le lleva a resaltar la necesidad de “acompañar, discernir e
integrar” a las parejas en situación
irregular que deseen una plena incorporación eclesial; lo que quiere decir
que no hay, por tanto, una incorporación automática. Se requiere un discernimiento y un acompañamiento. Pero
está claro que la finalidad del mismo
puede ser –si así se desea– la plena incorporación eclesial, abierta, incluso,
a “la ayuda de los sacramentos”. “Recuerdo a los sacerdotes –anota a pie de
página– que el confesionario no debe
ser una sala de torturas, sino el lugar
de la misericordia del Señor”. E, “igualmente destaco que la Eucaristía ‘no es
un premio para los perfectos, sino un
generoso remedio y un alimento para
los débiles’” (nota 351).
La detallada atención a todas estas
consideraciones le adentran en un texto
28
complejo, lleno de matices y sumamente enmarañado, que acaba rozando la
casuística (que tanto ha criticado en
otras ocasiones). Los números en los
que analiza el asunto son difícilmente
accesibles para la gran mayoría. Parecen estar escritos solo para especialistas
y, en todo caso, están urgidos por la necesidad de no dejar ningún flanco abierto a la crítica de la minoría rigorista.
5. “Todos los divorciados que lo pidan
serán admitidos”
Cuando se cotejan los textos aprobados por los padres sinodales en 2015
con lo transmitido por el Papa en este
apartado, se comprueba la veracidad
de que “acerca del modo de tratar las
diversas situaciones llamadas ‘irregulares’, los padres sinodales alcanzaron
un consenso general, que sostengo”
(Nº 297).
Y también la verdad –a pesar del
posterior desmentido de Lombardi, el
2 de noviembre de 2015– de la información facilitada por Eugenio Scalfari
(fundador y director durante muchos
años del diario italiano La Repubblica),
extraída de una conversación telefónica con Francisco en noviembre de 2015:
al final de los recorridos que se propongan, más rápidos o más lentos, “todos
los divorciados que lo pidan serán admitidos”.
VI. A RESPIRAR
Tras esta andadura, la reflexión final que se impone es, necesariamente,
matizada: Francisco va un poco más lejos que los padres sinodales y se queda
corto con respecto a sus declaraciones
de 2013.
En primer lugar, va un poco más lejos que los padres sinodales porque deja abierta, en la nota 351, que la incorporación eclesial de estas personas en
situaciones irregulares no está reñida
con la participación en la Eucaristía y
en la reconciliación y con el desempeño de responsabilidades ministeriales,
previo discernimiento, oportunamente
acompañado. Pero se queda corto cuando no reconoce explícitamente –como
sucede en la Ortodoxia– la posibilidad
de celebrar una segunda e, incluso, tercera “oportunidad”.
En todo caso, el resultado final es
una puerta entreabierta. La cerrazón es
algo que ya forma parte de la historia
de la Iglesia. Y dicha puerta estará entornada hasta que sea posible que los
divorciados vueltos a casar civilmente
tengan la segunda o, incluso, tercera
“oportunidad” matrimonial que acepta
la Iglesia ortodoxa, y a la que se refirió
Francisco en la famosa rueda de prensa de 2013.
A favor de ella está la mayoría de los
obispos alemanes. Enfrente se encuentran, entre otros, el cardenal Müller,
prefecto de Doctrina de la Fe, y el influyente cardenal guineano Robert Sarah,
que arrastra a una buena parte de las
Iglesias africanas. Y, por supuesto, al
cardenal Raymond Leo Burke, además
de a un sector del episcopado de la Europa del Este.
En la aplicación de Amoris laetitia,
la Iglesia católica puede vivir situaciones complicadas en un futuro que,
a partir de ahora, ya no es lejano, a la
vez, que muy interesante. Desde el 8
de abril de 2016, la reforma de la Iglesia está modestamente en marcha.
Dios guarde a Francisco muchos años.
Tantos, como necesarios sean para
que pueda dejar abiertas muchas más
puertas en la Iglesia. Y no solo las referidas a la pastoral familiar y a la moral sexual.
N O T A S
1. FRANCISCO, exhortación apostólica Evangelii gaudium (Roma, 2013), Nº 41.
2. Cf. J. MARTÍNEZ GORDO, “Estuve divorciado
y me acogisteis”, en Vida Nueva España,
Nº 2.958.
3. C. PEÑA GARCÍA, “Profunda renovación
de las nulidades matrimoniales canónicas”,
en Vida Nueva España, Nº 2.956.
4. Cf. J. MARTÍNEZ GORDO, “Dios sínodos bajo
el primado de la misericordia”, en Vida Nueva
España, Nº 2.976.
5. Cf. AG 11; LG 17.
LA BIBLIA DE
AMÉRICA
DIRECCIÓN DEL PROYECTO
Esta edición de la Biblia es una adaptación de las Sagradas Escri-
Santiago Guijarro Oporto
turas para América Latina. Nace del trabajo realizado por un pres-
y Miguel Salvador García
tigioso equipo de 40 biblistas latinoamericanos y españoles que in-
REVISIÓN DE LA TRADUCCIÓN,
INTRODUCCIONES Y NOTAS
corpora los avances de la investigación bíblica de los últimos años
Carlos Aguiar Retes, Santiago Silva
Ratamales, Mario Álvarez Gómez y
Horacio Simian-Yofre
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IGLESIA ENEL MUNDO
▶CRÓNICA
VATICANA
El próximo Sínodo, un grito por la paz
en el mundo
Aún sin confirmar, se estaría trabajando en él y Francisco quiere
que participen todas las religiones
Participantes del Jubileo para militares y miembros
de las fuerzas del orden, en San Pedro
L
a famosa frase “si vis pacem para
bellum” (si quieres la paz, prepara
la guerra) no figura entre las favoritas de Francisco, que no la ha citado
nunca, ni siquiera este fin de semana,
en el que se ha celebrado el Jubileo de
la familia militar y de la policía, dentro
del Año de la Misericordia.
Una convocatoria que, a pesar de haber
sido hecha hace pocos meses, ha encontrado una respuesta más positiva de lo
que algunos esperaban. En dicho marco
tuvo lugar un encuentro para celebrar
los 30 años de la constitución apostólica
Spirituali militum cura, con la que san
Juan Pablo II transformó los vicariatos
militares en ordinariatos, equivalentes
a las diócesis.
El congreso se abrió con una misa en la
iglesia de Santa Ana, dentro de los muros vaticanos, presidida por el arzobispo
castrense español. En su homilía, Juan
del Río dijo: “En la perspectiva de los derechos universales del hombre, incumbe
30
al Estado estar atento a los principios
de la libertad religiosa. De ahí deriva el
hecho de que no se debe impedir o hacer
callar el servicio de asistencia religiosa a
las fuerzas armadas en tiempos de paz y
de conflictos, puesto que es un derecho
del militar creyente (…) este ‘ministerio
entre las armas’. A la luz de la constitución apostólica, este será: misionero,
personal, itinerante, salvífico y samaritano, dado que, como ha dicho el papa
Francisco, ‘estas personas y sus familias
requieren una atención pastoral específica, una solicitud que les haga sentir la
cercanía materna de la Iglesia. De este
modo, nuestro anuncio del Evangelio de
la misericordia será creíble’”.
Construir puentes
El sábado 30 de abril, la Plaza de San
Pedro abrió sus accesos muy pronto para
permitir a los muy numerosos fieles
ocupar sus puestos. En sendos espacios
tomaron posiciones los representantes
de los ejércitos y de las fuerzas de seguridad. Predominaban, como era de
esperar, los italianos (los ejércitos de
tierra, mar y aire, los carabineros, la policía, la Guardia di Finanza, etc.), pero
eran también numerosos los miembros
de las fuerzas armadas de otros países
(entre los de lengua hispana, figuraban
los de Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guatemala, Perú, México, República
Dominicana y España). Muchos de ellos
vestían sus uniformes de gala y portaban
sus banderas multicolores; no faltaban
a la cita algunas bandas militares que
solemnizaron el encuentro.
En su específico saludo a los militares y
policías, el Santo Padre afirmó: “Las fuerzas del orden tiene la misión de garantizar un ambiente seguro, a fin de que cada
ciudadano pueda vivir en paz y seguridad.
En sus familias, en los diversos ámbitos
en los que trabajan, sean instrumentos de
reconciliación, constructores de puentes
y sembradores de paz. (…) La afirmación
de la paz no es una empresa fácil, sobre
todo a causa de la guerra, que endurece
los corazones y acrecienta el odio y la
violencia. Los exhorto a no desanimarse
(…) frente a los desafíos de cada día, y
hagan resplandecer la esperanza cristiana, que es certeza de la victoria del amor
sobre el odio y de la paz sobre la guerra”.
La misa de clausura del Jubileo militar
se la encomendó el Papa a su secretario de
Estado, el cardenal Pietro Parolin, que la
presidió en la Basílica de San Pedro con
la presencia del Cuerpo Diplomático y de
numerosas misiones especiales. En la liturgia intervinieron numerosos militares
y policías de diversos países y lenguas;
en las preces de los fieles se pidió por
ellos, para que “se sientan llamados a
dar la vida para que el hermano no mate
al hermano, la paz llegue allí donde hay
guerra, el amor y la solidaridad desarmen
Un policía saluda al Papa
el odio y la violencia, la justicia triunfe
sobre la violencia, y así expresen un auténtico servicio al hombre”.
Al final de la eucaristía se proclamó
una plegaria por los caídos y las víctimas
de todas las guerras; en ella se pedía al
Señor de la Historia y Dios de la vida que
“custodie su hermandad, en la que hoy
reposan juntos, sin confines entre pueblos, alianzas, religiones, testimoniando
que la guerra es siempre fratricida”.
Por la paz en el mundo
Si bien la noticia aún no está confirmada oficialmente, parece tener todos
los indicios de verosimilitud. El tema
central de la próxima Asamblea del Sínodo de los Obispos sería la paz, lo que
demostraría el nivel de preocupación del
papa Francisco por esta problemática. En
la última reunión del Consejo Ordinario
E
HANS KÜNG
Colorida Plaza de San Pedro, con militares y policías de gala
de la Secretaría General del Sínodo, que
se celebró en Roma los días 18 y 19 de
abril, se estudiaron, en presencia del
Pontífice, las diversas propuestas llegadas
a Roma sobre la temática que podrían
abordar los episcopados del mundo en
la próxima convocatoria sinodal. Según
fuentes dignas de crédito, se impuso entre
los presentes la idea de dedicar la Asamblea Sinodal a la paz en el mundo, un
argumento en el que Bergoglio quisiera
además involucrar a todas las religiones.
No es de extrañar, por eso, que Francisco multiplique sus llamados para que
cesen las hostilidades allí donde estas se
desarrollan desde hace tiempo, como es
el caso de Siria.
“Recibo con profundo dolor las dramáticas noticias provenientes de Siria –dijo
el domingo 1 de mayo, después del rezo
del Regina coeli–, referentes a la espiral
por Antonio Pelayo
n el intercambio epistolar que estos días hemos conocido que se ha dado
entre Hans Küng y el Papa, a muchos les ha sorprendido que este le haya
llamado, en alemán, “querido hermano” (“lieber mitbruder”). ¿Podía dirigirse
de otra manera el Pontífice a quien, a pesar de todos los pesares, que no han sido
pocos, no ha dejado nunca de declararse teólogo católico y sacerdote? Harina de
otro costal es la viabilidad del diálogo que Küng propone sobre la infalibilidad
papal, aunque Bergoglio no concibe este dogma como Pío IX, por citar al papa que
promovió su definición.
de violencia que continúa agravando la
ya desesperada situación humanitaria del
país, en concreto en la ciudad de Alepo,
y sembrando víctimas inocentes, incluso niños, enfermos y los que, con gran
sacrificio, se empeñan en prestar ayuda
al prójimo. Exhorto a todas las partes
envueltas en el conflicto a respetar el cese
de hostilidades y a reforzar el diálogo en
curso, único camino que conduce a la paz”.
Minutos después, al saludar a la asociación Meter, que lucha desde hace años
contra los abusos que sufren los menores
de edad, el Papa también clamó contra
esta lacra: “¡Esa es una tragedia, no debemos tolerar los abusos sobre los menores!
Tenemos que defenderlos y castigar con
severidad a los que abusan de ellos”.
Para cerciorarse de que Bergoglio no
olvida sus experiencias vitales latinoamericanas y de que, en cierto modo, en
ese continente cifra muchas esperanzas,
basta leer la extensa carta que ha dirigido
al cardenal Marc Ouellet, presidente de la
Pontificia Comisión para América Latina.
En ella fustiga el clericalismo, “una de
las deformaciones más fuertes que hay
que enfrentar”. “El clericalismo –escribe–
lleva a la funcionalización del laicado,
tratándolo como ‘mandado’, coarta las
distintas iniciativas, esfuerzos y hasta
me animo a decir que las osadías necesarias para poder llevar la Buena Nueva
del Evangelio a todos los ámbitos del
quehacer social y especialmente político”.
ANTONIO PELAYO. ROMA
31
EN PRIMERA PERSONA
JOSETXO GARCÍA. SACERDOTE DE LA ASOCIACIÓN ADSIS, MISIONERO EN ECUADOR
“Yo estoy con ustedes todos los días…”
D
urante la última semana de abril hicimos
unos 230 kilómetros y
nos trasladamos a Pedernales,
Manabí, un grupo de 14 laicos
y cuatro sacerdotes de diversas
comunidades de Quito. El objetivo era acercar comida y agua a la
parroquia de allí, que abastecerían a las familias damnificadas
por el terremoto del 16 de abril.
Al llegar, desde la misma
entrada a la ciudad, se tiene
la impresión de estar en una
zona de guerra, por la imagen
de destrucción que se ve por
todas partes.
Son muchas las imágenes
que se han transmitido en los
medios de comunicación sobre
esta realidad, pero no hay forma
de captar a través de ellas:
• El ruido ensordecedor de las
máquinas removiendo escombros de los edificios derruidos.
• El polvo suspendido en el
aire que reseca las gargantas.
• El mal olor por la descomposición de cadáveres que te
sorprenden por todos lados.
• El horror, el terror, la absoluta impotencia, la incredulidad,
la sensación de estar pasando
una pesadilla de la que no se
consigue despertar.
En esos pocos días, nos acercamos a los distintos barrios de
la ciudad sin otra pretensión que
llevarles la solidaridad y la compasión de todo el país, apoyando
y dando una mano en las tareas
de limpieza y remoción de escombros de las casas, ayudando
a limpiar una capilla; acercándonos a las casas a saludar y
escuchar sus historias y relatos
de lo vivido, jugar y cantar con
los niños de un albergue de
familias, celebrar la Eucaristía
recordando y agradeciendo la
vida de los familiares difuntos.
32
Celebración en una carpa de campaña con mujeres y niños
Nos hemos encontrado a personas que no consiguen salir del
impacto del terremoto. Casi
inexpresivas y con una actitud
de “ante todo esto, no se puede
hacer nada; de esta no salimos”.
Luz de confianza
Sin embargo, frente a esta realidad vimos signos de esperanza:
• La radio que, a pesar de que
se hundió el edificio, sigue emitiendo las 24 horas.
• Muchas personas están regresando a la ciudad después de
haber buscado refugio en casas
de amigos o familiares.
• Se ven por la calle, no dentro
de los edificios, algunos puestos
de venta de carne, de pollos, de
verduras y frutas, de comida.
• Hay muchos funcionarios del
Estado trabajando.
• En la parroquia hay cuatro
lugares de acopio y reparto de
comida y agua; las tres religiosas
que estaban en su casa, al lado
de la parroquia, duermen en una
carpa del Ejército y allá reciben
las donaciones.
• En ese lugar de la catequesis
y sin techo, el párroco Denny
Monserrate comenzó a celebrar la Eucaristía diaria. Allí se
acercan los feligreses para dar
gracias por la vida de sus personas fallecidas y acompañarse
unos a otros.
• La solidaridad que permanece en todo el país; también
llegan donaciones de otros lugares del mundo.
También quiero compartir
algunas palabras escuchadas
en estos días que guardo en el
corazón como la Buena Noticia:
La señora de la casa en la que
pudimos quedarnos esos días:
“Toda mi familia está bien, mi
casa resistió el terremoto. ¿Cómo
no voy a dar gracias a Dios y a
compartir todo lo que haga falta
con quienes lo necesitan?
Javier: “Lo mejor de mi vida,
además de lo que me dieron mis
padres, lo recibí en Pedernales:
el amor de mi vida, Cecilia (falleció en el terremoto); mis dos
hijos de 10 y 14 años; construir
nuestra casa; mi trabajo. Le doy
gracias a Dios por todo ello y voy
a tratar de devolver a Pedernales
todo lo que pueda como agradecimiento”. Un vecino y amigo
de Javier: “En el momento del
terremoto, mi esposa, mis hijos y
yo, abrazados y muy juntos, nos
reunimos delante de una imagen
de María. Yo solo le pedí, y repetía, que nos salvara. Paró el
terremoto, nos invadió el polvo,
salimos a la calle y estábamos vivos. Al rato escucho unos gritos
pidiendo ayuda, era un vecino.
Llamo a unos cuantos amigos y
juntos pudimos sacar primero a
su bebito de pocos meses que lo
tenía él en brazos y después al
papa que tenía una pierna rota.
María nos salvó la vida.”
Todas estas, y muchísimas
más, son historias de muerte y
de resurrección, de infinito dolor crucificado y de vida nueva
con el Resucitado que vence la
oscuridad, la noche y la impotencia con su presencia que reúne,
conforta y serena.
Tendremos que seguir acercándonos a estos protagonistas
para escucharlos, para implicarnos y acompañarlos en su caminar, para reconocer que Jesús
está vivo, camina con nosotros
y nos dice:“Yo estoy con ustedes
todos los días...” (Mt 28, 20).
33
▶CAMINO A LA SANTIDAD
Las casas del Cura Brochero
La Casa de Ejercicios, el Museo Brocheriano y la Casa-Museo:
tres lugares que testimonian vida y obra del beato
Colegio de Niñas
D
olores, Mirta y Rosa no solo comparten género. Las tres mujeres
tienen en común su pasión por
José Gabriel del Rosario Brochero. Y cada una a su modo, son guardianas de
tres lugares preciados en la historia del
beato argentino que será proclamado
santo en octubre: la Casa de Ejercicios,
el Museo Brocheriano y la Casa-Museo
en la que falleció el Cura Gaucho.
Allá por 1880, el Cura Brochero le pidió a la madre Catalina de María Rodríguez que las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús se hicieran cargo de la Casa
de Ejercicios inaugurada tres años antes
en aquel pueblo denominado por entonces Villa del Tránsito. Y que también
atendieran el vecino Colegio de Niñas.
Dieciséis hermanas cruzaron entonces a lomo de mula las Sierras Grandes.
Dolores García es heredera de aquellas
religiosas y vicaria de la comunidad de
las Hermanas Esclavas en Villa Cura
Brochero. Y junto a cinco compañeras
sigue cumpliendo a rajatabla con ese
encargo que data de hace 136 años, pero que está lejos de añejarse.
“La obra ha trascendido porque todas
las hermanas amamos a Brochero y es
significativo para nosotras estar aquí.
34
Museo Brocheriano
Antes de ingresar a la congregación hice un campamento vocacional en Villa
Cura Brochero, fue una gracia para mí
conocer este lugar”, afirma la religiosa
con una sonrisa a flor de labios que tiñe
sus recuerdos de juventud.
Los ejercicios ignacianos siguen gozando de buena salud en el lugar: cada
año, la casa alberga a decenas de ellos,
con practicantes que llegan desde distintos lugares del país, continuando la huella abierta por Brochero en el siglo XIX.
“Él tuvo la experiencia de los ejercicios –continúa– y como le hacían bien,
quiso que la gente del pueblo también
tuviera esa experiencia. Los ejercicios
eran para toda persona, fueran delincuentes, analfabetos… Brochero se los
proponía a todos, convencido del bien
que ellos podían hacer”.
Fieles a tal espíritu, las Hermanas Esclavas, en la actualidad, salen a recorrer
pequeños poblados y casas perdidas en
las sierras para invitar a sus habitantes a que realicen la experiencia de los
ejercicios. Y para hacerlo posible, la misión incluye un bono contribución y una
campaña de donaciones, de manera que
nadie quede marginado por cuestiones
económicas.
“El tema de los ejercicios me llega
mucho, porque puedo constatar el cambio en las personas a las cuales yo se
los doy”, cuenta la religiosa de la orden
fundada por la madre Catalina, cuyas
virtudes heroicas han sido reconocidas
por la Iglesia Católica y está, ella también, en proceso de beatificación.
El museo de la mística
La hermana Dolores recibió a Vida
Nueva en el bucólico segundo patio de
la Casa de Ejercicios, que forma parte
de la ampliación efectuada en el lugar
hace algunas décadas. El otro patio, el
primero, pertenece a la casa original y
hoy separa el Museo Brocheriano de la
Casa de Ejercicios en sí. La vicaria es,
además, directora del museo.
“Al museo llega gente de todo el país.
Vienen a pedir gracias y a agradecer,
por ahí algunas de ellas están escritas
y otras no”, explica.
Mirta Figueroa es una de las mujeres que atiende en la recepción del museo. Anteriormente, trabajó como guía
del mismo. “Me fui cuatro o cinco veces
y siempre volví”, cuenta acerca de la
atracción que ejerce Brochero en su vida. Oriunda de la zona, la historia de sus
antepasados está estrechamente ligada
a la obra del Cura Gaucho. Y ella honra
esa memoria con su trabajo diario. “Un
día dije ‘aquí me quedo’. Soy feliz por
poder ayudar al mantenimiento del lugar, lo hago con amor”.
Dolores García
El museo trasunta mística e invita a
perderse en otro tiempo, con objetos entrañables y fotos reveladoras, que dan
vida a Brochero ante los ojos de los visitantes.
Ante la consulta de Vida Nueva, la
recepcionista no duda acerca de cuáles
son los “imperdibles” en una recorrida
por el museo. La máquina de escribir
que usaba Brochero para comunicarse y
comunicar las necesidades de su pueblo,
dirigiéndose a amigos y funcionarios públicos. El confesionario que solía ubicar
debajo de los árboles al descampado para escuchar a sus feligreses. Y el altar
portátil sobre el cual celebró sus últimas
misas de memoria, cuando su enfermedad ya no le permitía la lectura.
En torno al tradicional aljibe, las salas en las que otrora dormían los practicantes de los ejercicios hoy albergan,
además, elementos de dormitorio que
pertenecieron al sacerdote, un coche inglés de 1890 que utilizó para misionar
en Soto y una tribuna de madera rústica
pintada que empleaba para predicar durante los ejercicios.
Claro que Mirta y sus colegas guardan un afecto especial por la tumba en
la pared que colinda con el Santuario
de Nuestra Señora del Tránsito y atesora los restos del Cura Gaucho, y a la
que también se accede por el Museo
Brocheriano.
“Cuando yo era guía no se mostraban
al público sus restos, solo abríamos la
Mirta Figueroa
tumba a seminaristas y sacerdotes. Ahora es distinto, y están a la vista de todo
el mundo”, relata Figueroa, quien afirma
sentirse “bendecida y transformada” por
poder unir pasión y trabajo.
La casa del adiós
A trescientos metros de allí se levanta otro hogar en el que sigue ardiendo
el fuego del beato. A la par de la casa de
su cuñado Juan Ángel Aguirre, Brochero
construyó las austeras habitaciones en
las que pasó los últimos días de su vida,
ya ciego y leproso, acompañado por su
hermana Aurora.
Actualmente, la casa es un pequeño
museo que exhibe fotos inéditas y un
sillón hamaca que solía utilizar el Cura
Gaucho, ubicado en un rincón del dormitorio en el que falleció. Sobre el respaldo del sillón está la pequeña ropa de
un niño con graves problemas de salud,
cuya madre pidió a Brochero la gracia
de su curación. También gana su batalla
contra el tiempo un ropero centenario.
Apenas se ingresa a la casa del cura,
una mujer que habla con tono bajo y
exuda alegría en su rostro, da la bienvenida al visitante. “Hace 13 años que trabajo aquí. Me encanta. Desde chica fui
muy devota de Brochero. Siempre me
impresionó que fuera detrás de la oveja
descarriada. Utilizaba el mate para acercarse a la gente, era sincero al ofrecer
su amistad y luego la evangelizaba”, señala María Rosa Figueroa, hermana de
María Rosa Figueroa
Mirta, miembros de una familia ciento
por ciento brocheriana.
Un santo criollo
Para ella, como para todos los lugareños, la noticia de la inminente canonización es motivo de entusiasmo, pero no
resultó una sorpresa. “Siempre lo hemos
considerado santo. Brochero merecía este ‘título’, este reconocimiento por parte
de la Iglesia”.
Rosita asegura sentir a su lado la
presencia viva del Cura Gaucho, como
si fuera “un padre o un hermano”. Algo similar afirma la hermana Dolores:
“Nosotras, las hermanas, sentimos la
presencia de Brochero en lo cotidiano.
Es una alegría enorme la canonización,
que pueda ser conocido por toda la Iglesia, en todo el mundo. Y es una gracia de
Dios poder vivir acá en este momento”.
“Acá” implica Villa Cura Brochero,
destino religioso por excelencia en Argentina en este 2016. Y si el lector se da
una vuelta por el lugar, ya sabe que hay
tres casas que no puede perderse de visitar. Y que como en toda casa, encontrará
mujeres que dotarán a esos espacios de
una fragancia de amor inconfundible.
TEXTO Y FOTOS: MARCELO ANDROETTO
35
▶EN VIVO
El futuro ya es hoy
La Fundación SM presentó EDUforics, un portal sobre educación y
tecnología, no solo para docentes, sino también para las familias
NICOLÁS MIRABET
Javier Palop Sancho
Q
uizás las actuales generaciones
de adultos no comprendan la
velocidad y la facilidad de los
niños y adolescentes para resolver diversas problemáticas escolares. Pero era
impensable, hace 40 años, hacer una
investigación escolar sin tener que ir a
la biblioteca y estar durante una tarde
–o quizás más– buscando en inmensas
repisas y entre centenares de libros inhóspitos alguna página que ayude a orientar
la tarea.
Hoy, la tecnología y los dispositivos
están al alcance de todos, aunque sean las
nuevas generaciones las que, con mayor
precisión, las utilizan como una parte
constitutiva de su propia vida.
Por eso, el pasado 26 de abril, en el
auditorio San Agustín de la Universidad
Católica Argentina (UCA), la Fundación
SM en conjunto con la mencionada universidad y la Organización de Estados Iberoamericanos de Argentina (OEI) llevaron
adelante el seminario Tecnología e innovación: educación para el futuro, en donde
distintos investigadores y catedráticos de
36
trayectoria internacional profundizaron
sobre los diversos conceptos y prácticas
en torno a la cultura digital y la educación, los dispositivos y las redes, y los
videojuegos en los contextos educativos.
Durante esa tarde, el director general
de la Fundación SM, Javier Palop Sancho,
presentó EDUforics (www.eduforics.com),
un portal web del Instituto de Tecnología,
Educación y Aprendizaje de dicha fundación creado para docentes y estudiantes,
pero también para familias y personas
que de una u otra forma participan de la
educación y tienen interés en colaborar
en la orientación del futuro de los niños
y jóvenes.
Luego de la presentación en la UCA,
Palop conversó con Vida Nueva y profundizó sobre las ventajas de este nuevo
portal: “Nuestro propósito es compartir
y generar conocimiento, facilitando el
acceso a contenidos relevantes relacionados con el uso de las tecnologías en
el ámbito educativo. Formamos una red
iberoamericana de profesores, investigadores y expertos en el mundo digital que
seleccionamos, analizamos y valoramos
publicaciones, sitios webs y contenidos
de calidad. De esta manera, queremos
ser significativos para todos aquellos
que quieran anticipar la educación del
futuro”. Y en seguida aclara: “Queremos
ser una referencia para que los visitantes
del portal puedan tener un mapa que
le dé pistas, referencias, lugares para
hacer un alto en el camino, y le aporte
una valoración crítica de lo que puede
encontrarse en su búsqueda en la red”.
En su casi 40 años de vida, la Fundación SM sigue apostando por la educación, tanto por los niños en las aulas,
como por la formación de los maestros y
profesores, el fomento de la lectura y el
apoyo a diferentes iniciativas educativa
en lugares de mayor vulnerabilidad económica y social. Por eso, hoy hace foco
en los nuevos desafíos que implican la
tecnología y los dispositivos en la mejora
de la educación.
Para Palop, “en EDUforics consideramos fundamental fortalecer la escuela
como referencia cultural en la sociedad
contemporánea, pero ha de situarse en
una cultura digital que transforma sus
objetivos y sus formas de trabajo”.
Ante un futuro que se actualiza de forma continua, este ingeniero en informática considera que “hay que hacer frente
al riesgo de una sociedad fracturada e
inequitativa por la diversidad de posibilidades ante los cambios permanentes”.
“No deben hacernos olvidar la necesidad de construir una ciudadanía universal en la que ninguno de los problemas
nos sean indiferentes pues los conocemos
de forma inmediata y forman parte de
nuestra identidad colectiva”, afirma.
No hay duda que hoy, “la educación
transciende las paredes del aula” y “la
sociedad se ha convertido en una gigantesca plataforma de enseñanza”. Por esto,
La Fundación SM presentó EDUforics en el auditorio San Agustín de la UCA
“la escuela debe de estar abierta al mundo
y a las enormes posibilidades que ofrece
para aprender”, opina Palop.
Hoy, más que hablar de educación en
tecnología deberíamos hablar de educar con la tecnología. “Nos guste más o
menos –asevera este ingeniero–, la vida
de los niños y de los jóvenes está inmersa en las tecnologías: los contactos, las
conversaciones, los amigos, las informaciones y buena parte de los aprendizajes
y de las tareas académicas se realizan a
través de ellas. No tendría sentido que
la educación evitara poner foco en este
ámbito. Es preciso utilizarlas sin miedo
en nuestras actividades docentes, como
en el pasado se incorporaron el lápiz, la
pluma y el cuaderno, pero conscientes de
que los objetivos de la educación no son
las tecnologías, sino aprender a conocer,
a vivir, a hacer, a ser y a convivir”.
sus potencialidades para favorecer el
aprendizaje de los alumnos, para implicarlos en proyectos colectivos, para
participar en redes de compañeros que
les apoyen cuando se encuentran con
dificultades y para animarles a descubrir
nuevas realidades”.
En este sentido, “la actitud del profesor
y de los padres no debe de ser de temor
o de recelo, sino de aprovechar todas
las oportunidades que se presentan: los
El rol de los padres
Desafío docente
Durante el seminario en la UCA, entre
los distintos expositores, estuvo el español Francesc Pedró, jefe de la División de
Políticas Sectoriales, TIC y Educación de
la UNESCO, fue claro: “el nativo digital
sabe cómo utilizar los dispositivos, pero
en el contexto de la educación habría que
pensar en estos jóvenes como ‘huérfanos
digitales’. Son personas que dominan
ciertas aplicaciones para su uso cotidiano,
pero no logran interpretar la información
de la web y de las redes”.
Justamente, este concepto es el que
puede ayudar a comprender la realidad
de los adultos o, siguiendo con esta terminología tecnológica, los inmigrantes
digitales. Palop explica que familiarizarse
con las redes y los dispositivos móviles
“supone aprender a utilizarlos con fines
educativos” para los educadores. Y desarrolla su concepto: “Se trata de valorar
y de la metodología que se utilice. De poco
sirve que un alumno realice una tarea
escolar con la tablet copiando una información disponible. En cambio, la creación
de una red de alumnos para desarrollar
un trabajo o un proyecto común abre
posibilidades enormes que serían mucho
más complicadas sin las tecnologías”.
Para esto es necesaria la capacitación de
los educadores, especialmente para los
que están en la actividad docente desde
hace, por lo menos, dos décadas.
padres, para conversar, compartir y disfrutar con sus hijos; los docentes, para
orientar, reflexionar, suscitar interrogantes y ayudar a pensar y a convivir”,
asegura.
Porque, si bien la tecnología es un buen
instrumento para favorecer el aprendizaje, Palop cree que “su valor principal
depende de los objetivos que se planteen
Hablar de educadores no es hablar solamente de maestros y profesores. También
implica a los padres. “A veces –explica
Palop, que es padre de cuatro hijos– se
manifiestan temores excesivos sobre la
utilización de las tecnologías como si en
el pasado los hijos no hubieran tenido
problemas. Como casi todos los instrumentos poderosos, las tecnologías están
llenas de posibilidades (se nos olvidan
las ventajas, por ejemplo, de que nuestro
hijo tenga un teléfono móvil y nos pueda
llamar si algo sucede o que pueda sentirse
acompañado por sus compañeros y amigos) y de riesgos. Del mismo modo que
la televisión pudo alterar la convivencia
familiar cuando llegó a los hogares, las
tecnologías de uso individual pueden
generar desajustes. Lo importante es
establecer criterios de uso en función
de la edad, compartir experiencias con
ellos y estar atentos a las posibles e inevitables dificultades que nuestros hijos
van a vivir en su desarrollo, solo algunas
de ellas procedentes de las tecnologías,
para ayudar a superarlas”. Para Palop, el
uso responsable de la tecnología, “tiene
mucho que ver con los estilos y modelos
educativos de cada familia y no solo con
las tecnologías”.
37
▶ENTREVISTA
P
38
El
planteo
que
hoy me
hace la
gente es
cómo los
cristianos
debemos
enfrentar
al
fanatismo
islámico
Anselm
GRÜN
MONJE BENEDICTINO
¿Cree que los líderes internacionales
tienen una intención genuina sobre este
tema?
Desde lo que veo en Alemania, a nivel político, creo que hay una búsqueda honesta y auténtica de enfrentar la
problemática de los refugiados y del
terrorismo de una manera responsable.
Angela Merkel y su equipo de gobierno
están técnicamente movilizados por esta
situación.
Polonia es otra realidad que conozco.
Allí están avanzando los movimientos
más nacionalistas, espero que los políticos puedan tomar decisiones que sean
una bendición para todos. Sé que están
entre la espada y la pared, entre sus
propios ideales y la gente que los votó,
por eso cualquier acción que hagan es
una decisión realmente difícil. En ambos
países he acompañado espiritualmente a
algunos líderes y percibí en ellos buenas
intenciones cristianas.
Por otra parte, empresarios de firmas
internacionales están empezando a plan-
tearse una gestión responsable orientada
a la gente. Veo que en muchas partes se
están llevando adelante acciones sobre
responsabilidad social y valores, espero
que esto pueda convertirse en una tendencia global.
¿La problemática del terrorismo y de
los refugiados es solamente responsabilidad de los Estados?
Esta realidad debe movilizar a toda la
sociedad, no solo a los Estados. En las
biografías de estos jóvenes se pueden
observar malas relaciones con los padres.
Se trata de jóvenes que fueron abandonados o que les falta la imagen de la figura paterna. Generalmente no tuvieron
referentes que los sostuvieran emocional
y afectivamente en su crecimiento. Carentes de sentido y de sostén se vuelven
víctimas de estos grupos terroristas que
los reclutan y los convierten en asesinos.
Es un enorme desafío para la sociedad
en su conjunto, pero en particular para
la escuela y, sobre todo, para los padres
y las familias.
Foto: Ana Conde
ara sus seguidores, un libro esperado; para los que solo lo conocen
de nombre (o no lo conocen), un
libro cargado de testimonio personales,
de consejos espirituales y de opiniones
sociopolíticas. Si, Lo que creemos. Espiritualidad para nuestra época –editado
en conjunto por Ágape Libros, Bonum,
Guadalupe, Santa María y San Pablo–,
de los benedictinos Anselm Grün (71)
y David Steindl-Rast (90), es un libro
que surge a partir de las conversaciones
entre estos dos monjes. El periodista
austríaco Johannes Kaup retomó estas
charlas y las profundizó con ellos durante
un fin de semana en el monasterio de
Münsterschwarzach (Alemania), para
presentarla a los lectores en un formato
de charla-entrevista atractivo y ágil para
la lectura.
En su paso por Buenos Aires –para
presentar la obra en la Feria Internacional del Libro y para convocar a miles de
personas en varias presentaciones en
donde ambos religiosos abordaron cuestionamientos actuales desde una mirada
de fe– Grün hizo un alto y conversó con
Vida Nueva.
¿Cómo ve al mundo?
Cuando viajo por el mundo la gente se
acerca a saludarme, a pedirme la bendición o que le firme su ejemplar. Pero en
el fondo, ellos tienen anhelo por arreglar
sus vidas, tienen anhelo de acercarse a
Dios. Noto que muchos tienen temor al
fracaso propio y esto se traduce como un
anhelo de espiritualidad. Sin embargo,
en este momento, el gran tema que preocupa es la gente que está huyendo de
sus lugares de origen, de Afganistán, de
Siria y de muchos otros países árabes. El
planteo que muchas veces me hacen es
cómo los cristianos debemos enfrentar
al fanatismo islámico, o qué hacer con
tantos chicos que sienten un vacío en su
interior y en el mundo que los rodea y
caen presos de estos grupos terroristas.
¿Y qué les responde?
Les digo que tenemos que encontrar la
manera de que esos jóvenes encuentren
un sentido en la vida, que no se sientan
fracasados, que se sientan protegidos y
valorados, mirando al futuro con expectativas y oportunidades.
A propósito de las familias, ¿qué opina
sobre Amoris laetitia?
El papa Francisco habla un lenguaje que
llega a toda la gente, y esta exhortación
cayó muy bien a las familias y también a
muchos que quizás no se sienten parte de
la Iglesia. En Amoris laetitia el Papa habla
de temas complejos con palabras llenas
de misericordia; no pretende la imagen
de la familia perfecta, porque sabe que
muchas veces no se puede cumplir, sino
que muestra la realidad, con sus problemas, y propone una forma esperanzada
de poder abordarlos.
Siendo sacerdote, usted convoca mucha gente; sin embargo, las celebraciones en cualquier templo no tienen la
misma convocatoria. ¿Cuál es la clave
para la predicación?
Hay muchos sacerdotes que se esfuerzan por lograr una mayor convocatoria,
pero no lo logran. Creo que lo importante
es encontrar un lenguaje que llegue a la
gente, especialmente a los jóvenes. La
gente está abierta al mensaje de Jesús,
pero cuando van a la parroquia se encuentran con un lenguaje que no se condice
con sus preocupaciones y necesidades.
Una recomendación que yo daría a mis
Muchos jóvenes,
carentes de sentido y
de sostén, se vuelven
víctimas de estos grupos
terroristas que los
reclutan y los convierten
en asesinos
hermanos sacerdotes es que en su prédica
no den discursos moralizantes ni hablen
para unos pocos iluminados. Creo que
es necesario tener una actitud abierta
a la escucha, porque antes de hablar es
necesario escuchar. Luego, las palabras
salen del corazón.
¿Los cristianos tendríamos que volver
a las bases de las primeras comunidades para resignificar nuestra fe en la
sociedad de hoy?
En los inicios de la historia de la Iglesia,
en las comunidades, había encontronazos
y peleas, pero me parece que es interesante que como cristianos busquemos
y nos encontremos con esas raíces. Lo
tradicional de la Iglesia es la vida monacal y la liturgia con los rituales, sus
imágenes y la mística... Esta es una forma
muy simbólica de reflejar la realidad y
de poder comprender nuestra fe desde el
lugar en que nos toca vivir hoy.
Refugio en la oración
Con 71 años de edad y más de 50 de
Vida Consagrada, ¿cuáles son las cosas
que fueron cambiando en su forma de
pensar, de vivir y de predicar?
Desde niño quería ser sacerdote y monje. Cuando me consagré tenía la idea de
cambiar y de mejorar la Iglesia, y trabajé
mucho para esto. Luego, en los años 70,
la vida monacal entró en crisis y era cuestionada si servía tal como estaba; a mí
también me llegó esa crisis y me obligó
a reparar cosas dentro de mí. Comencé
a buscar en las fuentes de la Psicología,
de las técnicas psicoterapéuticas y de la
vida monacal. Creo que esto se puede
traducir en mi vida hoy, a lo que hago, a
lo que predico.
¿Cómo explica y defiende hoy su prédica frente a las críticas?
No considero que mi prédica sea la
sabiduría plena, pero creo que muchas
críticas provienen de la envidia o de algún
miedo propio de quienes me critican. La
mirada de los conservadores rechaza la
Psicología porque temen su propio caos
de sentimientos interiores. Por eso, no
quieren darle cabida, porque a través
de la Psicología podrían develarlos. Pero
la tradición de la ciencia psicológica es
espiritual y permite llegar a la verdad
a través de la reflexión y de mirarse a
uno mismo.
En cuanto a mi exposición, quizás corro
el peligro de adaptarme a lo que quiere el
público. Si bien estoy agradecido a ellos
por las convocatorias y los mensajes que
me hacen llegar cuando presento cada
uno de mis libros, yo siempre busco ese
retiro al interior de mi persona; oro y
reflexiono, ese es mi contenido.
NICOLÁS MIRABET
39
▶CON ACENTO
Ahora… Eurasia (II)
ALBERTO RUBIO. Catedrático y economista
E
l futuro y la paz del
mundo están ligados al
devenir de este continente. Extenso, diverso, conflictivo pero sin duda clave
para el perfil de este siglo. Eurasia es cuna de las principales civilizaciones y religiones.
Contiene hoy el 70 por ciento
de la población del planeta,
aunque sólo un 10 por ciento se asienta en el occidente
europeo. Las economías de
su extremo oriente son las
de mayor tasa de crecimiento desde fines del siglo XX y
se perfilan como actores hegemónicos estratégicos de un
mundo multipolar.
En ese marco la posición
del catolicismo es delicada:
23% en Europa y 11% en Asia.
Sobre esas realidades, consistente con las líneas pastorales
de los últimos pontífices (Carta a la Iglesia de Asia, de san
Juan Pablo II en 1999 y a la
Iglesia de China, de Benedicto
XVI en 2007), el papa Francisco mira los nuevos y complejos horizontes que plantean
esos territorios porque, sea
aceptado o no, el cristianismo
está inserto desde sus orígenes en la historia universal.
Realidades complejas
Herencia de tensiones y
divisiones de los tiempos de
la guerra fría, conflictos políticos, étnicos y religiosos, dificultosa vigencia de derechos
humanos básicos, impacto
de las migraciones, nuevos
procesos de urbanización,
nacimiento de complejos industriales y tentaciones consumistas por cubrir anteriores
demandas insatisfechas son
40
algunas de las causas que presionan sobre la vida familiar
y personal en la Rusia post
Soviética.
La Iglesia Ortodoxa Rusa
afronta esos retos luego de
dar un paso institucional significativo (2007) al firmar un
Acta de Comunión Canónica que
cierra el cisma con la Iglesia
Rusa en el Exilio, nacida en
1927, cuando el entonces Patriarca de Moscú declaró su
lealtad al gobierno soviético.
El acuerdo fue celebrado en
la Catedral de Cristo Salvador
de Moscú con la presencia del
entonces presidente Vladimir
Putin. El Centro de Investigaciones Sociológicas de la
Universidad Lomonósov de
Moscú estima que un 51 por
ciento de la población (142
millones) adhiere a la Iglesia
Ortodoxa. El catolicismo es
una muy baja proporción (0,1
por ciento), ligado a minorías
de origen polaco, lituano, alemán y ucraniano.
En ese marco de realidades
se da el encuentro y la Declaración Conjunta del Patriarca
Cirilo con el Papa Francisco en Cuba (febrero 2016)
“reunidos a distancia de las
antiguas disputas del Viejo
Mundo” y sintiendo “la necesidad de colaboración entre
católicos y ortodoxos”.
Hay profunda significación
en el texto del documento: reconocer la pérdida de unidad y
las heridas causadas por las
diferencias heredadas de los
antepasados; esperanza en
que el encuentro contribuya a
la unidad e inspire a los cristianos para sostenerla; hacer
un llamamiento en defensa de
los cristianos y seguidores de
otras religiones, perseguidos o
víctimas de la guerra civil y la
violencia terrorista; necesidad
que las naciones hagan esfuerzos para poner fin al terrorismo
mediante acciones comunes,
conjuntas y sincronizadas; regresar a los valores comunes
del Evangelio; necesidad de
diálogo interreligioso, dado
que las diferencias no deben
impedir vivir en paz y armonía;
preocupación por la situación
de cristianos que enfrentan
restricciones a la libertad religiosa, dar testimonio de sus
creencias y vivir de acuerdo
con ellas; llamamiento a los
cristianos de Europa Occidental y Oriental, para que testimoniando a Cristo y el Evangelio,
Europa mantenga su tradición
cristiana; clamor por el destino
de los millones de inmigrantes
y refugiados; preocupación por
la crisis de la familia, fundada
en el matrimonio entre un hombre y una mujer, lamentando
otras formas de convivencia
equiparadas a esa unión; clamor por el derecho a la vida de
los niños con posibilidad de nacer y por la divulgación de la
eutanasia; respeto mutuo por
la actividad misional, excluyendo formas de proselitismo
y prácticas para obligar a los
fieles a pasar de una Iglesia a
otra. Quise destacar con otra
letra contenidos destacados
de una verdadera “agenda de
compromiso” mutuos.
Hay también menciones
políticamente fuertes, todas
precedidas por un clamor a la
esperanza: “que nuestro encuentro contribuya a la reconciliación entre greco-católicos
y ortodoxos, buscando modos
de convivencia aceptables;
porque el enfrentamiento en
Ucrania causó sufrimientos
innumerables y hundió a la
sociedad en una profunda crisis económica y humanitaria,
instamos a nuestras Iglesias a
trabaja en armonía, abstenerse de participar en confrontaciones o apoyar el desarrollo
del conflicto; esperamos que
la división entre los creyentes
ortodoxos sea superada, que
todos los cristianos ortodoxos
de Ucrania vivan en paz y que
las comunidades católicas del
país contribuyan a ello, para
que la hermandad cristiana
sea más evidente”.
Los cimientos morales del
mundo actual están severamente resquebrajados. “La
existencia humana, espera
de nosotros el testimonio
cristiano en todos los ámbitos
de la vida personal y social.
¿Podremos en la época crucial
dar testimonio conjunto del
Espíritu de la verdad? De esto
depende, en gran medida, el
futuro de la humanidad”. La
declaración conjunta cierra
una etapa de negociaciones
y abre una de consensos para
la acción.
Presencia remota
La Iglesia siempre trata
comprender la situación política en los países donde
cumple su misión. En Asia
Oriental esa meta es compleja. Un abanico de ideologías
inspiran formas de gobierno
que van desde democracias
representativas hasta teocracias, dictaduras militares
y ateísmo. Algunos Estados
reconocen una religión oficial,
admiten poca libertad a minorías de otros cultos, y a veces
ni siquiera la permiten. Es el
caso de China, una potencia
en ascenso que abre un nuevo
escenario en la estructura del
sistema internacional, prometedor para la región asiática
y atractivo para el interés del
mundo entero.
El Vaticano no logra establecer un diálogo franco y
constructivo con sus autoridades. Ese es un aspecto
delicado pese a que, con altibajos, esté presente desde
1297 (franciscanos) y 1582
(jesuitas). Si bien el proceso
de normalización de relaciones lleva tiempo, presupone
buena voluntad de las partes.
Esa condición no aflora, ante
lo cual la posición vaticana es
muy firme. Lo expresa Benedicto XVI en su Carta Apostólica: “Que China lo sepa: la
Iglesia católica tiene el vivo
propósito de ofrecer un servicio humilde y desinteresado
en lo que le compete, pero no
puede buscarse solución a los
problemas existentes si media un conflicto permanente
con las autoridades civiles
legítimas; no es aceptable
una docilidad a las mismas
si interfieren indebidamente
en materias que conciernen a
la fe y la disciplina de la Iglesia. Las autoridades civiles
son conscientes que nuestra
enseñanza invita a los fieles
a ser buenos ciudadanos,
colaboradores respetuosos y
activos del bien común, pero
también está claro que ella
pide al Estado garantizar a
ciudadanos católicos el pleno
ejercicio de su fe”.
El Estado, pese a su ateísmo, interfiere con acciones
concretas y orientaciones específicas que alteran la vida
de la comunidad católica china. Es el caso de la “Iglesia
Católica Nacional”, paralela a
la estructura de la Santa Sede.
Aunque en número reducido,
hay “sacerdotes y obispos”
ordenados sin mandato pontificio ni respeto al rito de
ordenación por quienes optaron por pertenecer a ella, en
consecuencia: no legítimos.
Roma puede comprender que
las autoridades chinas estén atentas a la selección de
quienes desempeñen el papel
de pastores dada las repercusiones sociales que tienen en
el campo civil, pero sigue con
atención el nombramiento de
los mismos, puesto que afecta al corazón del sistema de
vida de la Iglesia. El nombramiento de los Obispos por el
Papa es garantía de unidad y
de comunión jerárquica, por
lo cual el Derecho Canónico
establece graves sanciones
tanto para el Obispo que confiere libremente la ordenación
sin mandato apostólico como
para quien la recibe. Esas
ordenaciones representan
“una dolorosa herida para la
comunión eclesial y una grave violación de la disciplina
canónica”. A la luz de lo expuesto, el actual “Colegio de
Obispos Católicos de China”
no es reconocido como Conferencia Episcopal dado que no
incluye a los “obispos católicos en la clandestinidad”, no
reconocidos por el Gobierno.
Incorpora prelados que son
ilegítimos y está regida por
Estatutos que contienen elementos inconciliables con la
doctrina católica.
Mientras las autoridades
indican unos 100 millones
los creyentes, estudios de la
Universidad de Shangai refieren que unos 300 millones de
chinos se declaran religiosos
y citan alto nivel de religiosidad en los jóvenes. Un 7 por
ciento de la población total y
en franco crecimiento sería
católica (90 millones). Este es
un valioso espacio misional.
Horizontes Eclesiales
Francisco tiene claro las
grandes derivas del mundo actual. No siempre entendemos
sus gestos, porque suele anticiparse a los hechos. Firmeza,
decisión y asumir riesgos son
las claves de su misión. Sabe
que no habrá paz en el mundo
sin diálogo entre las naciones
y las religiones. Apela y suma
dirigentes honestos y no oculta su mensaje ante quienes
especulan. Ahora la mirada
está puesta en Europa, presa
de intolerancia, a la que se
aferran los desposeídos de la
vida y a ese Oriente, inmenso,
difícil y prometedor, “donde
Jesús nació y comenzó el cristianismo” (Juan Pablo II).
41
▶CULTURA
Bergoglio explica que el arte es esperanza, consuelo,
encuentro, dignidad y prueba de la grandeza de Dios.
El arte según Francisco
El Papa publica La mia idea di arte donde pide la apertura de los
Museos Vaticanos a los pobres y a las artes populares
E
l arte según Francisco es
esperanza. Y consuelo.
Es también encuentro,
dignidad y prueba de la grandeza de Dios. “El artista es
el testigo de lo invisible, y la
obra de arte es la prueba más
fuerte de que la encarnación
es posible”. Así lo afirma en
La mia idea di arte (Mi idea del
arte) –publicado en conjunto
por Mondadori y los Museos
Vaticanos–, 99 páginas de
reflexiones sobre el arte y la
evangelización, la cultura y
la Iglesia, que Francisco hace en diálogo con el escultor
Alejandro Marmo (Buenos Aires, 1971) y que la periodista
italiana Tiziana Lupi, autora
también de la biografía Il nostro Papa, transcribe.
La idea del arte de Jorge Mario Bergoglio es sencilla en su
enunciación y, sin embargo,
reveladora o, incluso, provocadora: “El papel del poeta, del
artista, es contrastar la cultura
del descarte y evangelizar”.
Esas dos ideas centrales van
a ir desarrollándose en una
reflexión a partir de la cual
surgen múltiples nuevas vías
de exploración del arte según
Francisco: “Los Museos Vaticanos deben ser cada vez más
el lugar de lo bello y de la acogida. Deben acoger las nuevas
formas de arte. Deben abrir las
puertas a las personas de todo
el mundo. Ser un instrumento
de diálogo entre las culturas y
las religiones, un instrumento
de paz. ¡Estar vivos!”. Y llega
a añadir: “No polvorientas recopilaciones del pasado solo
para los elegidos y los sabios,
42
El Papa, junto al escultor Alejandro Marmo, bendice el Cristo obrero y la Virgen de Luján
sino una realidad vital que
sepa custodiar aquel pasado
para relatarlo a los hombres de
hoy, comenzando por los más
humildes, y disponerse así,
todos juntos, con confianza al
presente y el futuro”.
Ese toque de atención a los
Museos Vaticanos a los que
Francisco concibe como “la
casa de todos” –y que ha generado una cierta polémica con
el actual director, Antonio Paolucci, que afirmó que el Papa
no los ha visitado aún oficialmente– va, sin duda, mucho
más allá si se lee el opúsculo
de Francisco: apunta una crítica radical contra el arte como
industria del lujo y que se erige sobre la desigualdad social.
La mia idea di arte parte de ese
concepto de “cultura del descarte” sobre el que Francisco
ha construido su denuncia de
la sociedad contemporánea.
Esta idea central en el Papa
para tantos ámbitos –desde
el medioambiental, expresado de manera brillante en la
encíclica Laudato si’, hasta el
socioeconómico, con su reivindicación del inmigrante y
la cultura de la acogida– es
también básica en su concepción del arte. De hecho, el
libro nació como un diálogo
de Bergoglio con Alejandro
Marmo, artista reconocido por
la reutilización de materiales
usados en sus esculturas y con
el que mantiene una intensa
amistad desde sus tiempos
de arzobispo en Buenos Aires.
“Cuando conocí a Alejandro
inmediatamente sentí que era
un poeta, y por eso quise ayudarlo. Y también yo aprendí
de él”, dice Francisco. Marmo
le sirve a Bergoglio de espe-
jo donde proyecta su visión
del arte contemporáneo: “Es
un audaz que cree en la inspiración, en la posibilidad de
cuidar y curar una sociedad
herida, anestesiada por la indiferencia que no nos permite
ver el sufrimiento de los descartados ni escuchar su grito
de dolor”. A Marmo lo llama el
Papa “recreador de descartes”.
No solo porque crea a partir
de desechos industriales; es
ejemplar, según Francisco, sobre todo, porque “trabaja con
gente que la sociedad de hoy,
poderosa y muy devota del dios
dinero, tira”. Marmo involucra
en sus proyectos a ancianos
que viven en asilos, niños de
la calle, jóvenes drogadictos,
obreros desempleados o presos. Es decir, genera lazos de
integración y afecto mediante la producción creativa. “En
la cultura del encuentro es
donde está el arte”, afirma el
propio escultor argentino, de
padre italiano y madre griega.
Ahí están, entre las once
obras seleccionadas por Francisco, la Virgen de Luján y el
Cristo obrero, dos obras suyas
presente en los jardines de
los Museos Vaticanos. Y que
simbolizan “la nueva vida que
puede tener espacio después
del descarte”. Realmente, fue
en su instalación hace poco
más de un año en esos jardines en donde nació la idea de
un libro sobre el arte: “Estas
imágenes son el signo de la
creatividad de la que somos
capaces aún con una materia
de descarte, abandonada. Son
un símbolo de la genialidad
que Dios quiso poner en la
mente de un artista”.
Bergoglio ya reveló entonces
la que es la tesis central de La
mia idea di arte, que “este es
un mensaje al mundo de que
Portada de
La mia idea di arte
Descendimiento de Cristo
(Caravaggio)
hasta que no venga el hijo de
Dios nada está perdido, nada
es de descarte. Todo tiene un
significado dentro de la magnífica obra de Dios”. O como dice
Alejandro Marmo: “Lo importante es convertir la cultura del
descarte en un hecho creativo,
integrador”. El arte es también
integración y evangelización.
“El arte, además de ser testigo
creíble de la belleza de lo creado, es instrumento de evangelización”, señala Francisco en
el libro, publicado días antes
de Navidad en Italia. Y sigue
afirmando: “A través del arte –
música, arquitectura, escultura, pintura–, la Iglesia explica,
interpreta la revelación. Mire-
mos la Capilla Sixtina: ¿qué
hizo Miguel Ángel? Un trabajo
de evangelización”. Pero esa
reivindicación también tiene
que ver con la “cultura del descarte”: “Si se saca a los pobres
del Evangelio, no se comprende nada. ¿Por qué no deberían
entrar en la Capilla Sixtina,
porque no tienen dinero para
pagar la entrada?”.
Arte como acogida, como encuentro, pero para todos: “La
Iglesia debe promover el uso
del arte en su obra de evangelización, mirando al pasado
pero también a tantas formas
expresivas actuales. No debemos tener miedo de encontrar
y utilizar nuevos símbolos,
nuevas formas de arte, nuevos
lenguajes, también aquellos
que parecen poco interesantes a quien evangeliza o a los
comisarios, pero que son importantes para las personas,
porque saben hablarles”.
JUAN CARLOS RODRÍGUEZ
DIEZ OBRAS MAESTRAS Y UN VIEJO RENAULT 4
Diez obras de arte de todos los tiempos, entre las muchas
de las colecciones del Vaticano, son las que elige Francisco
para poner imágenes a su visión del arte como “esencia de
la vida”. Diez más una, realmente, porque el Papa incluye
un viejo Renault 4 blanco, regalo del padre Renzo Zoca, lleno de simbolismo. Además de la Virgen de Luján y el Cristo
obrero, las dos obras de Alejandro Marmo en los jardines de
los Museos Vaticanos, en Castel Gandolfo hay ocho obras
maestras de la historia del arte. La primera es el conocido
como Torso de Belvedere (siglo I a C.), la famosa obra del
escultor Apolonio de Atenas hallada en el romano Campo
di Fiori a principios del siglo XVI, para explicar cómo en
el arte nada es descartable, todo cuenta. Sin cabeza, sin
brazos, sin piernas, Miguel Ángel se negó a restaurarla y
supo ver en ella una inspiración extraordinaria. Ese torso
de mármol musculado y en una pose retorcida y extraña
–que hoy se identifica como el héroe griego Áyax Telamonio meditando el suicidio–, efectivamente se convirtió en
referencia incuestionable para la escultura occidental del
Renacimiento al Barroco. Está, por ejemplo, en muchas
tallas de la Crucifixión. Le siguen otras dos esculturas: la
denominada Mater Matuta (siglo II) diosa etrusca de origen
egipcio que amamanta a un niño, y el Buen Pastor (siglo III),
que sirve de ejemplo de cómo el discurso católico de los
primeros tiempos, lejos de descartar a las culturas paganas,
se valió de su iconografía para configurar la propia. Incluye
además el Obelisco de San Pedro, las estancias vaticanas pintadas por Rafael y el Descendimiento de Cristo
de Caravaggio, esa pintura en la que luz y
sombra miden toda su potencia: “El eterno
contacto entre lo sacro y lo profano”.
43
▶LIBROS
Misericordia para jóvenes
E
n este año, en el que el
papa Francisco ha pedido
dedicar a la misericordia
–no como “una idea abstracta”, sino como “una realidad
concreta”, según lo manifestó
en la Bula de convocatoria al
jubileo Misericordiae Vultus–,
se pueden apreciar que muchas librerías, especialmente
las de textos religiosos, están
pobladas de libros, libritos y
hasta cuadernillos dedicados
a este concepto. Pero no todas
estas obras tienen originalidades que las puedan distinguir de entre las otras que
comparten las mismas bateas
de los locales de libros. Sin
embargo, Ser jóvenes misericordiosos como el Padre, recientemente editada por Ediciones
Don Bosco Argentina, rompe
esta lógica monotemática.
Se trata del primer libro que
ayudará a educadores y referentes juveniles a la reflexión
sobre la misericordia para
jóvenes.
Partiendo del interrogante
sobre qué significa ser misericordioso como el Padre,
María Denise Estremero y
Luis Balmaceda justifican su
libro asegurando que “Jesús
siempre confió y confía en la
juventud. La contemplación
del rostro amado es una experiencia muy cercana a los
jóvenes; es muy común para
un joven enamorado, mirar y
dejarse fascinar por el rostro
amado” (p. 10).
Cada capítulo (son en total siete) se divide en dos: la
primera parte es conceptual,
en donde los autores resaltan
características propias de los
jóvenes de hoy –“Las cuestiones simbólicas, como gestos
y actitudes, tienen más peso
que las palabras” (p. 17)–, y la
segunda plantea reflexiones y
dinámicas de encuentros para
comunidades escolares, parroquiales, juveniles, de base.
En el fondo, estas segundas
partes son propuestas que invitan a dejarse abrazar por el
amor misericordioso de Dios
y a la vez ser signos visibles
y sensibles de ese amor para
que el mundo crea.
Lo llamativo, que da mayor
originalidad al libro, son las
ilustraciones que abren cada
segunda parte de los capítulos.
Realizadas por el artista Gustavo Daguerre, son escenas de
misericordia que tiene como
protagonistas a jóvenes. Ojalá,
el segundo paso de Ediciones
Don Bosco Argentina, luego
de la edición de Ser jóvenes
misericordiosos como el Padre,
sea hacer láminas de esos dibujos. Sin duda, sería un gran
material pastoral para trabajar
distintos aspectos y acciones
de la misericordia en escuelas,
parroquias y otras comunidades de fe.
En el tercer capítulo, titulado Compartí, porque en red
todo se transforma, Estremero
y Balmaceda citan al cardenal
Eduardo Pironio para definir
el concepto de prójimo: “es
todo aquel que yo encuentro
en mi camino y me necesita”.
De esta manera le dejan claro
al lector la clave de interpretación del libro.
Oración, acción
Liberar, compartir, acompañar, valorar y bendecir son
algunos de los verbos a través
de los cuales la publicación
nos invitan a“palpitar con un
mismo corazón de misericordia, porque creemos que los
jóvenes están llamados a ser
misericordiosos como el padre”, explican los autores, ambos docentes y miembros del
Instituto Nacional de Pastoral
de Juventud Eduardo Francisco
Pironio de Argentina.
Promediando la obra, concretamente en el cuarto capítulo, los autores definen un
concepto central del mundo
de hoy: el aislamiento. Aunque
aclaran que esta palabra no
es lo mismo que la soledad:
“Frente a las situaciones claves de la vida, descubrimos
que la soledad es tan real que
casi la podemos tocar. Estamos solos a la hora de decidir,
de enfrentarnos a los riesgos,
de pasar por experiencias de
dolor o enfermedad (...) También podemos afirmar que hay
un anhelo de compañía. Todos
deseamos encontrar alguien
que se haga nuestro compañero de camino” (p. 52).
Como no podía ser de otra
manera en una publicación
editada y auspiciada por una
editorial salesiana, la valoración de las nuevas generaciones como gestoras de cambio
es una de las claves del libro.
“Esta es nuestra certeza: el
Espíritu del Resucitado sigue
vivo, actuando, moviendo,
animando la vida de las juventudes. Es el Espíritu quien
suscita el profetismo. Estamos
invitados e invitadas a ser
profetas, vivir a contramano,
de manera contracultural, y
al mismo tiempo hacerlo de
modo significativo” (p. 74).
Ser jóvenes misericordiosos
como el Padre propone dar
rienda suelta a la cultura de
la misericordia a través de una
dinámica de reflexión para una
acción transformadora de la
SER JÓVENES
MISERICORDIOSOS
COMO EL PADRE
María D. Estremero y
Luis Balmaceda
Ediciones Don Bosco
Argentina
Buenos Aires, 2016
102 páginas
vida personal y comunitaria.
Se trata de un material pensado para hacer experiencia
de misericordia, para motivar
a los jóvenes a animarse y a
comprometerse con los demás;
a sembrar y cuidar la vida. La
misericordia a la que se nos
invita es oración y es acción,
es lucha y contemplación. Es
también para vivir junto a
otros, no en solitario. Se trata
de salir de uno mismo para hacer experiencia de encuentro.
Estas líneas son solo una
pincelada de lo que este libro
puede ofrecer a tantos educadores que, tanto en espacios
formales como no formales,
trabajan con adolescentes y
jóvenes que necesitan de una
palabra para descubrir la belleza de la vida, que necesitan
de un empujón para jugarse y
vivir los valores, que necesitan de una compañía amable
y comprensiva para descubrir
que los otros muchas veces
necesitan de uno mismo.
ANALÍA ANCHEL
45
▶LA ÚLTIMA
JESÚS SÁNCHEZ ADALID. SACERDOTE Y ESCRITOR
Repugnancia y dolor
E
ra una de esas veces que, viendo algo que
no dudas que sea real, parece que la mente
te engaña y llegas a creer que lo que estás
viendo es pura irrealidad. Me refiero a lo que
sucedió en las horas previas al último partido
del PSV Eindhoven contra el Atlético de Madrid, y quizás muchos se hayan enterado: unos jóvenes hinchas
holandeses se divertían en la Plaza Mayor de Madrid,
borrachos de cerveza, humillando a unas indigentes
rumanas que se acercaron a
pedir limosna. Les arrojaban
monedas al suelo, haciendo
que las pobres se agacharan
a sus pies, mientras ellos se
reían fanfarronamente... Y en
el colmo de la iniquidad, en
un determinado momento,
con desprecio y sorna, uno
de aquellos desalmados prendió fuego a un billete ante el
pasmo de las mujeres, que
veían cómo se consumía delante de sus ojos sin poder
hacerse con él. Solo tener
que describir el espectáculo
me provoca una desoladora sensación de indignación
e impotencia. Pero, sobre todo, se despierta en mí una
tristeza profunda, hecha de desconcierto y preguntas.
¿Cómo es posible que unos jóvenes, aparentemente
sanos, de buena presencia, seguramente con estudios,
y pertenecientes a familias de clase media, con la educación propia de la sociedad europea media, puedan
hacer algo así? Y lo más desconcertante de todo: no era
uno, ni dos, ni siquiera un grupito de borrachos aislado...
¡Eran muchos! Pues toda una multitud contemplaba
indolente, condescendiente y socarrona, convertida en
populacho de circo romano, divirtiéndose a costa de la
penuria de los más desgraciados.
Ante la evidencia, como suele decirse, el alma se
cae a los pies. Porque sentimos que algo está fallando
en nuestro sistema; algo fundamental, inexcusable;
todo eso que creíamos ya ganado: los valores morales,
los logros cívicos y todo aquello que, jactanciosos de
nuestro bienestar, nombramos haciendo uso del término
“humanidad”.
46
¿Acaso será verdad eso que se viene repitiendo tanto desde hace algún tiempo? ¿Estamos volviéndonos
insensibles?
Es cierto, nos estamos insensibilizando ante el dolor
humano. Será por sentarnos durante años diariamente
a la mesa, ante el televisor, para comer espléndida y
variadamente, mientras contemplamos en los informativos las guerras, las muertes, la miseria, el hambre y la desolación de otros
pueblos, a los que sentimos
lejanísimos e irreales. Quizás
estamos perdiendo la capacidad de ponernos en el lugar
del otro; la esencial virtud
de la compasión... Y ahí
está la consecuencia: unos
jóvenes satisfechos, recién
descendidos de un cómodo
avión, alojados en un placentero hotel, y a punto de irse
a ver un partido de fútbol,
son incapaces de reconocer
al hermano en alguien que
sufre y mendiga. Porque, para
TOMÁS DE ZÁRATE
entender la idea de fraternidad, resulta imprescindible
reconocer que la persona que es objeto de racismo
o segregación experimenta los más profundos sentimientos de ofensa, humillación, vergüenza y dolor.
El desprecio de la situación de esas mujeres rumanas
indigentes es la negación de su derecho a ser consideradas totalmente humanas.
No, el racismo no ha desaparecido, ni lleva camino
de hacerlo. Por el contrario, la discriminación, tanto
descarada como encubierta, continúa arraigada en casi
todas las sociedades del planeta. Las formas antiguas y
explícitas de segregación siguen vivas. Y es necesario
ponerlas al descubierto. Por eso, el repugnante incidente
en la Plaza Mayor de Madrid no debe ser tratado como
un hecho aislado y circunstancial; está inmerso en su
contexto: muchos jóvenes europeos, como en todas
partes del mundo, están perdiendo valores humanos
esenciales, en un ambiente posmoderno, mientras las
referencias religiosas cristianas son arrinconadas y
consideradas simplemente antiguas. Todo ello acabará
pasando factura en una inmediata generación...
josé antonio pagola
Un proyecto para dinamizar
las comunidades cristianas
respondiendo a la llamada
del papa Francisco
NO
VE
DAD
Este libro se propone ayudar a parroquias y
comunidades a poner en marcha de manera humilde,
pero responsable, un proceso de renovación: caminar
hacia un nivel de vida cristiana más inspirada y
motivada por Jesús, y más comprometida en abrir
caminos al proyecto humanizador del reino de Dios.
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Al escuchar la palabra divina, el corazón arde porque
es Él quien la explica y proclama.
Cuando en la Eucaristía se parte el pan, es a Él a quien
se recibe personalmente.
La Eucaristía es el alimento indispensable para la vida
del discípulo y misionero de Cristo.
(Papa Benedicto XVI, Discurso Inaugural Aparecida, 4)
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