santiago rojas piedrahita

SANTIAGO ROJAS
PIEDRAHITA
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CORAZONES DE
MAGIA
INTRODUCCIÓN
La magia había desaparecido por
completo y nadie la recordaba; a
excepción de tres niños que siempre
creyeron que podía existir. Un día se les
presentó su gran sueño.
Acompaña a nuestros protagonistas en la
aventura de sus vidas para hacer que la
magia sea liberada y que la gente pueda
volver a creer. ¿Cuál será el verdadero
significado de la magia? ¡Podrán
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descubrirlo si lo leen hasta la última
página!
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AGRADECIMIENTOS
La labor de este escrito está dedicada a
todos mis amigos, en especial a unas
personas que tienen un verdadero lugar
en mí corazón y que han sido muy
especiales para mí. Hoy les otorgo este
escrito inspirado en algunas ideas
descabelladas que me han pasado por la
cabeza.
Santiago Rojas Piedrahita
AUTOR.
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PRÓLOGO
Un día cualquiera, hace 100 años atrás,
Júpiter salió a jugar tranquilamente con
sus amigos y un balón de fútbol, era un
día soleado y estaban en la época de
primavera, así que el campo estaba
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completamente verde y había buen aire
para un buen juego.
Vernier, que era su mejor amigo y un
mago de creación de objetos hizo un
estadio de fútbol estable con sus
demarcaciones y su público; hasta creó
jugadores imaginarios para que fuera un
partido de fútbol real.
Cuando terminó el partido, el equipo de
Vernier y Mars tuvo un marcador de 10-5,
así que se reían de Júpiter diciéndole:
-Deberías ser más fuerte, Júpiter, así no
te ganaríamos tan fácilmente.
- ¡No se rían! ¡Yo puedo ser más fuerte
que ustedes, hasta mi magia podría
derrotarlos a los dos!
- ¿Ah sí? ¡Pues, hazlo! ¡Venga, una
pequeña prueba de tu magia!
-Stellar blackhole!
-Creantis: ¡Rejectio murum!
Este muro reflejaba todo lo que chocara
contra él y lo regresaba a la persona que
lo había lanzado, así que la magia que
había lanzado Júpiter se le había
regresado con el doble de fuerza, lo cual
lo hizo hacerse un gran daño.
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- ¡Oh, diablos, creo que me pasé! ¡Júpiter,
amigo! ¿Te encuentras bien?
-No. Ya me morí.
-Serás tonto. -Dijo Vernier entre
carcajadas-.
-Mejor vamos a darnos un baño en el río,
que ya nos hace falta. Estamos algo
sucios.
- ¡Buena idea, Mars, te apoyamos!
Cuando llegaron al río se quitaron la ropa
y se pusieron a jugar con aquella fría y
cristalina agua. Mientras transcurría el
tiempo se quedaron un rato pensando en
qué harían después de esto, así que se
pusieron a flotar y a hablar, pero como no
tenían nada de ropa todos dijeron a coro:
-No me miren, que los golpeo.
Como todos estaban mirando hacia arriba,
viendo aquel cielo que estaba
completamente despejado y azul, no se
percataron de que Mars usó sus poderes
y les lanzó chorros de agua en la cara. A
lo que ellos reaccionaron y dijeron:
- ¡Eres un vil aprovechado! ¡Te vamos a
matar! -Decían entre risas aquellos niños-.
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Así que, para vengarse, lo agarraron de
manos y pies y lo lanzaron hasta la zona
del río donde se duchaban las niñas. Al
verlo sin ropa e irrumpiendo en ese lugar
salieron despavoridas como si no hubiera
un mañana.
Cuando llegaron hasta él, les dijo:
-Eso si es ser crueles, luego me vengaré
de ustedes, pero por ahora… ¡Vayamos a
comer, que tengo tanta hambre que me
comería una quimera!
- ¡También tenemos mucha hambre!
¡Vamos, a prisa!
Cuando llegaron a la casa de Mars, estos
azotaron la cocina y no dejaron rastro de
nada, devorando todo lo que había a su
paso.
Ya estaba cayendo la noche, así que los
padres de Mars habían llegado a casa, y
le pidieron a Júpiter y a Vernier que se
quedaran a dormir, ya que estaba
demasiado tarde como para salir y
arriesgarse a que los animales de la
noche salieran. Esa frase fue la mejor
noticia que les habían dado; pensaron en
jugar toda la noche, pero justo a la hora
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quedaron totalmente dormidos todos tres
juntos.
Eran casi las 3:00 AM cuando los padres
de Mars los despertaron y les dijeron:
-Niños, guarden la calma, pero ha
ocurrido algo afuera. Han invadido el
pueblo, pero estaremos bien si no entran
aquí. Todo estará bien, nosotros los
protegeremos.
Los niños estaban tan asustados que se
abrazaban entre ellos, porque afuera de la
casa se escuchaban gritos y ruidos
extraños de la gente. Cuando Vernier tuvo
la pequeña curiosidad de mirar por la
ventana, un hombre con un bastón y
túnica carmesí lo miró y dijo en voz alta:
- ¡En esa casa hay personas! ¡No hay que
dejar rastro de nadie!
-Vienen hacia acá, estamos en
problemas.
-No se preocupen niños, nada va a pa...
¡Oh, no!
Al parecer aquellas personas habían
derribado la puerta, así que el padre de
Mars los contuvo lo más que pudo y le
hizo señales a su mujer para que
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escapara junto con los niños. La mujer
movió a los niños hasta el armario, donde
había una pequeña apertura hasta las
afueras de la casa; aunque no era el
momento, Mars dijo:
- ¡Mamá! ¡Nunca me mostraste este
escondite!
-Silencio, no debemos hacer ruido o nos
descubrirán. -Dijo susurrando-.
-Está bien.
Cuando llegaron hasta las afueras del
pueblo, vieron que estaba despejado, así
que huyeron por entre los árboles para
que nadie los descubriera, pero para su
desgracia, había guardias en los árboles.
Así que para salvar a los niños congeló a
los guardias durante 1 minuto para que
ellos pudieran escapar y no los hubieran
visto; luego de esto, les dio unas
indicaciones para que salieran de allí.
Aunque ellos no querían alejarse de su
lado, tuvieron que irse rápidamente de allí
para que ella pudiera luchar
tranquilamente.
Al llegar cerca de la entrada del mundo
mágico, vieron algo que les heló la
sangre…Era un monstruo del tamaño del
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