Usando aplicaciones en la Web

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Usando aplicaciones en la Web
La pregunta no es si "¿estarán listas las aplicaciones en
la Web para usarlas en el negocio? sino si ¿estará el
negocio listo para usar las aplicaciones en la Web?
Tradicionalmente se ha requerido acceder a los ingenieros del departamento de sistemas
para tener solución a los requerimientos de los usuarios. La necesidad de especialistas para
esta tarea surgía primordialmente por la dificultad en el manejo de la tecnología, desde sus
incipientes inicios, hasta el desarrollo actual.
Sin embargo, con el surgimiento de los conceptos como el cómputo centrado en el usuario,
y el acelerado avance del manejo de aplicaciones en ambiente Web, se ha hecho más fácil
para el usuario encontrar soluciones que no requieren desarrollo por parte de nadie. Y
mejor aún, tampoco requieren procesos de implementación, capacitación, pruebas y puesta
en marcha, para resolver una problemática puntual.
Se hace aún más fácil con las nuevas herramientas de programación que permiten que la
configuración y el manejo de una aplicación sea toda sobre una página Web, sin requerir
tener que entrenar a los usuarios en este manejo, y sin tener que manejar una curva de
aprendizaje prolongada. Con saber manejar un navegador de Internet, y obviamente,
conocer del tema que se está aplicando, el usuario podrá resolver por si mismo muchos de
sus requerimientos. El "conocer del tema" se refiere a que quien desee manejar una
aplicación para gestión de proyectos en formato Web, no solo necesita manejar el
navegador, sino también saber de técnicas de gestión de proyectos.
Hoy existen miles, sino cientos de miles, de aplicaciones en la Web, tanto gratuitas como
pagas, que ofrecen servicios desde la construcción de sitios Web herramientas compartir
marcadores de sitios favoritos en la Web hasta aplicaciones más complejas como el control
de la fuerza de ventas y el manejo de todo el sistema de información de una compañía.
Basta con aplicar el Pensamiento Inductivo para seleccionar y empezar a usar, en cuestión
de minutos, este tipo de aplicaciones.
Usamos ya algunas aplicaciones en la Web y hasta en forma gratuita, sin reparar mucho en
ello. Buen ejemplo de ello es el correo electrónico que "nació" al gran publico mediante
Hotmail y Yahoo y donde ahora se unen Gmail y otros centenares de proveedores. Se va un
paso más allá y se permite que se manejen los servicios de correo corporativo sobre
sistemas enteramente basados en la Web como los Google Apps que permiten manejar el
correo (como en efecto lo hacemos nosotros) con nuestro propio dominio pero alojado en
los sistemas de Google. Ahora también se incorporan los documentos, portales para
compartir información, y el límite de aplicabilidad está en la imaginación de los creadores
de estos servicios que se multiplican como conejos.
Los usuarios experimentan las bondades de manejar la información en la Web, la
posibilidad de accederla desde donde se quiera, y esa sensación de "libertad" de los cánones
corporativos. Hay reacción al cambio, a tener el correo en la Web y no en el PC, a que los
documentos están "en la nube".
No dejan de surgir sin embargo las inquietudes que normalmente nos asaltan a las personas
que debemos "responder" por el sistema de información de las compañías. Es claro que
para el usuario es una "bendición" poder usar aplicaciones YA, sin tener que esperar a que
Sistemas le resuelva su problemática. Sin embargo, para Sistemas no es tan sencillo
cambiar de conceptos, en específico sobre el control que se tiene sobre la infraestructura, y
por ende la posibilidad de recuperación y continuidad en caso de un desastre.
Por otro lado están los temas de seguridad. ¿Si será que mi información está segura? ¿Solo
yo la puedo acceder, o también la podrá ver mi competencia? Preguntas muy válidas que
aún no tienen una respuesta sólida para el usuario. Técnicamente conocemos que hay
maneras de "separar" y "asegurar" la información, pero para el usuario todavía no está clara
la explicación.
Siendo que buena parte de estos servicios son gratuitos, ¿Qué pasará el día que se vuelvan
pagos? ¿Qué pasará el día que el modelo económico actual no funcione, y decidan cerrar el
servicio? Temas para pensar, pero solo para eso, para pensar. Eventualmente habrá los
complementos que resuelvan estos problemas de confianza, de la misma manera como
ahora resuelven los problemas de infraestructura. Pero no podemos esperar mucho para
iniciar la explotación de estas oportunidades.
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