TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DEL HUILA Sala Primera de Decisión Neiva, veintiuno (21) de julio de dos mil ocho (2008) NOMBRE DEL MAGISTRADO CLASE DE ACCION CLASE DE PROVIDENCIA ACCIONANTE DEMANDADA PROCESO NUMERO ACTA NUMERO : DR. JOSE MARCELINO TRIANA PERDOMO : REPARACION DIRECTA : SENTENCIA : HERNAN ARIAS ROCHA : HOSPITAL DPTAL SAN VICENTE DE PAUL DE GARZON : 41 001 23 31 001 1999-1507 : 067 DE LA FECHA I. LA DEMANDA HERNAN ARIAS ROCHA, asistido por apoderado judicial en acción de reparación directa, demanda al HOSPITAL DPTAL “SAN VICENTE DE PAUL” DE GARZON, en procura de que la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo, la declare administrativamente responsable de los perjuicios materiales y morales causados como consecuencia de la muerte de su esposa GLORIA ESPERANZA PATIÑO LEON, en hechos ocurridos los días 14, 15 y 16 de noviembre de 1997, en el Hospital en mención. Como consecuencia de la anterior declaratoria, se condene al Hospital Dptal “San Vicente de Paúl” de Garzón, a pagar al actor, las siguientes sumas de dinero: El equivalente en pesos a la cantidad de un mil (1.000) gramos de oro fino, a titulo de los perjuicios inmateriales, comúnmente denominados morales. Por concepto de perjuicios de orden material, se solicita pagar lo correspondiente a lucro cesante, consistente en la suma de SESENTA Y NUEVE MILLONES SETECIENTOS NUEVE MIL PESOS ($69.709.000,oo), de los cuales resume así: “POR DAÑO EMERGENTE………………………………………………...........$ 5.000.000,oo POR LUCRO CESANTE CONSOLIDADO……………………………………...$ 8.762.040,oo POR LUCRO CESANTE FUTURO……….……………………………………....$55.947.000,oo TOTAL LUCRO CESANTE……………………………………………………….$69.709.040,oo” (Fls. 9 y 10). Igualmente, que sobre las sumas dinerarias se aplique el ajuste de que trata el artículo 178 del C. C. A., y se reconozca los intereses comerciales en el caso que se den los supuestos del último inciso del artículo 177 de la misma obra; debiéndose cumplir la misma dentro de los términos establecidos en el artículo 176 ibídem. II. HECHOS Dan sustento a las pretensiones antes resumidas, los hechos que a continuación se sintetizan: La señora Gloria Esperanza Patiño León, contaba con 20 años de edad, de estado civil casada con el señor Hernán Arias Rocha hace aproximadamente 3 meses, al momento de su fallecimiento. El día 11 de noviembre de 1997, al presentar quebrantos de salud la señora Gloria E. Patiño fue internada en el Hospital Departamental San Vicente de Paúl de Garzón, para practicarle exámenes pertinentes. Posteriormente, a los dos días de estar internada la señora Patiño León, se le realizó un procedimiento quirúrgico denominado Laparotomía de precisión, por el diagnóstico de apendicitis aguda perforada o uclus péptico perforado, dando cuenta después de la intervención quirúrgica, que el diagnóstico es errado. Como consecuencia de la intervención quirúrgica, se deterioró rápidamente el estado de salud de la paciente, donde se le diagnosticó dengue hemorrágico siendo trasladada a cuidados intermedios y consecutivamente a cuidados intensivos, donde fallece el 16 de noviembre de 1997. III. NORMAS VIOLADAS Y CONCEPTO DE VIOLACION El actor invoca: Los artículos 2, 6, 11 y 90 de la Constitución Política de Colombia; 2341, 2347, 2356, y concordantes del Código Civil y 86 del Código Contencioso Administrativo. Citó el Tratadista Jorge Enrique Ayala Caldas, del cual transcribió un aparte del texto “Elementos del Derecho Administrativo Colombiano” (Pág. 284), conceptúa que “no es necesario demostrar la acción u omisión, de determinado agente o funcionario, es suficiente la falla funcional, orgánica o anónima, es el servicio público en su conjunto el que ha funcionado mal, es una responsabilidad directa de la persona jurídica”. (fl. 11) Manifiesta que no se efectuó el diagnostico correcto y por consiguiente no se aplicó el tratamiento que recurría la paciente, “… existieron errores graves y omisiones por parte del HOSPITAL DEPARTAMENTAL SAN VICENTE DE PAUL DE GARZON – HUILA, lo que llevó a que se practicara una intervención quirúrgica equivocada y en general un tratamiento equivocado, todo lo cual concurrió para que se produjera la muerte de la señora GLORIA ESPERANZA PATIÑO LEON.” (fl. 10) IV. ADMISION Y TRÁMITE Admitida por auto visible a folio 20, se impulsó por la vía ordinaria señalada en los artículos 207 y siguientes del C. C. A. Las notificaciones y traslados se surtieron a partir del folio 21. V. CONTESTACION DE LA DEMANDA Dentro del término de fijación en lista, el Hospital Dptal “San Vicente de Paúl” de Garzón, descorre el traslado de la demanda, oponiéndose a la prosperidad de las pretensiones por cuanto no hubo falla del servicio medico, ya que la actividad medico científica fue diligente y cuidadosa. Propuso como excepción “Inexistencia de Perjuicios”, fundada en que la atención medica prestada a la señora Patiño León, fue con diligencia y el cuidado debido, por lo que no existió un daño antijurídico y por ello total inexistencia de perjuicios. Citó las jurisprudencias: Sent. 3 de abril de 1997, exp. 9476; Sent. 13 de julio de 1995, exp. 9220; Sent. 28 de abril de 1994, exp. 7973; que tratan de la naturaleza de la responsabilidad médica. VI. LA PRUEBA Siendo de tipo documental las allegadas en la demanda, se relacionan de folio 15 a 18, las siguientes: Registro de Civil de Nacimiento y Defunción de la señora Gloria Esperanza Patiño, Registro de matrimonio de la señora en mención con el señor Hernán Arias Rocha y Registro Civil de Nacimiento del accionante. De las pruebas aportadas en la contestación de la demanda, se relacionan en los folios 38 a 88, las siguientes: Formato de atención de urgencias (en resumen) del 11 de noviembre de 1997, hora 16:36, hasta el 16 de noviembre de 1997, hora 18:55(fls. 38 a 42); copia de certificaciones y constancias de estudios de los doctores Helbert Ruiz González y Pedro Thomas Vergara Ruiz (fls. 43 a 86); cuadro comparativo de exámenes de laboratorio Hematología (fl. 87); relación de transfusiones sanguíneas (fl. 88). A solicitud de la Secretaria del Tribunal se allegaron las siguientes: Copia autentica de la Historia Clínica perteneciente a la señora Gloria Esperanza Patiño León, remitida por el Departamento de Información de la E.S.E. Hospital Dptal San Vicente de Paúl de Garzón – Huila (fls. 102 a 112); mediante Despacho Comisorio N. 222 del 12 de julio de 2001, se recepciona en el Juzgado Segundo Civil del Circuito, los testimonios de los doctores Alberto Osorio Fonseca y Pedro Thomas Vergara Ruiz, quien este último en dicha diligencia allega escritos referentes al Dengue Hemorrágico (fls. 177 a 188); copia autentica del proceso adelantado en la Fiscalia Dieciséis Delegada ante los Juzgados Penales del Circuito de Garzón – Huila, contra los médicos Pedro Thomas Vergara Ruiz y Helbert Eduardo Ruiz González, por el delito de Homicidio Culposo en la Persona de Gloria E. Patiño León (Cuaderno de Oficio N. 1144, primera y segunda instancia); certificación por parte de Bancoop en Liquidación, del cargo desempeñado por la occisa, E.P.S. a la que estaba afiliada y salario que contaba la señora Patiño León al momento de su fallecimiento (fl. 203); pronunciamiento del Instituto Nacional de Medicina Legal, sobre los aspectos relacionados con la atención, diagnóstico, tratamiento y posibles causas de muerte de la señora Patiño León (fls. 207 a 209; 219 a 220) VII. ALEGATOS DE CONCLUSION a) Parte actora: En su oportunidad presentó alegatos en los siguientes términos: Existe falla en el servicio, por cuanto no se estableció la patología que aquejaba la paciente y por consiguiente no se le aplicó el tratamiento adecuado para impedir el deterioro de la salud hasta conducirla a la muerte, “Sin tener un diagnostico correcto, cualquier tratamiento era inadecuado, porque en vez de mejorar, podía empeorar la situación de la paciente, o simplemente no producir ningún efecto, permitiendo que la enfermedad avanzara hasta producirle la muerte” (fl. 224). b) Parte demandada: Guardó silencio. c) El Ministerio Público: No emitió concepto VIII. CONSIDERACIONES DE LA SALA Se ejercita aquí la acción de Reparación Directa consagrada en el Artículo 86 del C.C.A., a través de la cual el demandante pretende que el HOSPITAL DPTAL SAN VICENTE DE PAUL DE GARZON, indemnice los perjuicios sufridos con ocasión de la muerte de la señora GLORIA ESPERANZA PATIÑO LEON, ocurrida en las circunstancias que refieren los hechos de la demanda. El Hospital Dptal San Vicente de Paúl de Garzón ha formulado la excepción de Inexistencia de Perjuicios, fundada en que la atención médica prestada a la señora Patiño León, fue con diligencia y cuidado debido, por lo que no existió un daño antijurídico. Como la excepción formulada tiene que ver con el fondo del asunto, se resolverá al decidir sobre las pretensiones de la demanda. El proceso da cuenta de lo siguiente: La señora Patiño León se presentó al Hospital Dptal San Vicente de Paúl de Garzón el 11 de noviembre de 1997, para ser atendida por urgencias por motivo de fiebre, tembladera, presentando como enfermedad actual fiebre de hace tres días, escalofríos, hematemesis escasa, con dolor abdominal a la palpación en epigastrio y región pélvica, lumbar puño percusión renal derecha (fl. 110). El servicio médico asistencial le fue prestado a la paciente, como se desprende en la historia clínica N. 94796, siendo trasladad a observación (fl.127), donde se le realizó el examen físico, la impresión diagnostica, y comenzó el tratamiento con antiflamatorios no esteroides, aplicación de “… Ringer,… Ranitidina,… Diclofenac”, toma de exámenes médicos de parcial de orina y cuadro hemático (fl. 111). Al día siguiente, por orden médica se hospitalizó sin presentar complicaciones, se encontró conciente, orientada y con signos vitales estables, pero continuando el dolor epigástrico (fl.127) En revista de medicina interna, se evalúa la paciente presentando epigastralgía severa a la palpación leve y un cuadro clínico compatible con un proceso viral y gastritis medicamentosa (fl. 111 Vto.) El día 13 de noviembre de 1997, es valorada la paciente por revista de medicina interna, donde presenta una importante disminución de dolor en epigastrio, pero con irritación peritoneal de francos en la fosa iliaca derecha, del cual se le diagnosticó apendicitis aguda, siendo valorada para cirugía (fl. 112). La valoración de cirugía determina un cuadro clínico compatible con apendicitis perforada o uclus péptico perforado, siendo ordenada la intervención quirúrgica denominada laparotomía de precisión (fl. 112); el procedimiento quirúrgico no presentó complicaciones, con un sangrado mínimo, cuyo diagnóstico post-operatorio es de adenitis mesentérica (fl. 149). Después de la cirugía (14 de noviembre), la paciente es quejumbrosa y presenta dolor abdominal, donde al ser examinada se le haya un hematoma en la herida quirúrgica y en un mal estado general, donde emite concepto medicina interna de coagulación intravascular diseminada, anemización debido al sangrado intrabdominal, palidez mucocutanea, taquicardia y discrasia sanguínea con un posible dengue hemorrágico, el cual es registrado con signo de interrogación, se realizó la prueba del torniquete dando como resultado negativo para petequias (fl. 112 Vto., 113). Mediante orden medica es trasladada la paciente a cuidados intermedios, se tomó muestra de sangre para realizar serología para dengue hemorrágico (fl. 114), obteniendo resultado negativo (fl. 104) Se ordenó transfundir sangre, realizar exámenes de laboratorio de plaquetas, PT, PTT, cuadro hemático, (fl. 114 Vto., 115) se encontró estable por unos momentos pero persistía la taquicardia, decaída, con dolor en la herida quirúrgica (fl. 128) El 15 de noviembre es trasladada a cuidados intensivos, con cánula nasal, sonda vesical; se diagnosticó dengue hemorrágico, la paciente presentaba palidez marcada, quejumbrosa, ansiosa y se comentó dificultad respiratoria, por lo que es conectada a ventilación mecánica (fls. 128). El día 16 de noviembre sigue en muy malas condiciones, con taquicardia, muy irritable, inquieta, se le realizó intento de toma de muestra de sangre para laboratorio en la jornada de la tarde, pero fue imposible, sólo se tomaron gases (fl.128 Vto.) Continuó su deterioro, hipotensa, no responde a llamados o estímulos; en horas de la noche presenta paro cardio-respiratorio sin respuesta con falla multisistémica, es pasada a la morgue (fl. 117 Vto.) Los testimonios recepcionados dentro del expediente dan cuenta de lo siguiente: El Medico Alberto Osorio Fonseca (anestesiólogo), en el relato de los hechos dio cuenta de lo siguiente (fls. 184 y 185): “Yo recibo al paciente en cirugía de urgencias, con diagnóstico de apenticitis (sic) (abdomen agudo), se opera el paciente, se le encuentra una adenitis mecentérica (sic), siendo la cirugía y la anestesia sin ninguna complicación, entregandose (sic) al servicio una vez recuperada en buenas condiciones. El paciente por varias horas después presentó diversa sintomatología, especialmente hemorrágia (sic), siendo tratadas por médicos y la unidad de cuidados intensivos, falleciendo de falla multisistémica tres días después de la operación, haciendose (sic) un diagnóstico de dengue hemorrágico. Agregó, que la paciente se intervino quirúrgicamente por el fuerte convencimiento o posibilidad de abdomen agudo, teniendo en cuenta que el diagnostico en todos los casos no es preciso, ya que no hay un medio de certeza total; y además la causa de muerte de la paciente no tiene relación con la cirugía y la anestesia que le fue realizada. El medico Pedro Thomas Vergara (cirujano), en el relato de los hechos da cuenta de lo siguiente (fls. 186 a 188): “… Recuerdo que fue una paciente de aproximadamente 20 años de edad, que ingresó al servicio de urgencias presentando fiebre, escalofrío, malestar general, siendo valorada por los médicos de servicio, y posteriormente por medicina interna a cargo del doctor Elver Ruiz, el cual en un interrogatorio posterior y examé (sic) encontró antecedentes de epigastralgía y dolor a la palpación profunda en el abdomen superior, solicitando valoración al servicio de cirugiía dos días después de haber ingresado la paciente, el cual fue realizado por mí, corroborando los hallazgos previamente citados y viendo la variabilidad y progresión de la sintomatología dolorosa proyectada hacia la fosa iliaca derecha con irritación peritoneal a ese nivel, por lo cual se hace una presunción diagnóstica de apendicitis aguda recomendando cirugía, la cual se lleva a cabo cinco horas posterior a este exámen(sic). Durante el acto anestésico y de relajación de la pared abdominal practico un exámen (sic) de la misma quedando en dudas el cuadro apendicular y procedo a una intervención denominada laparotomía de precisión con el fin de descartar o confirmar patología susceptible de manejo quirúrgico. … dando un diagnostico de adenitis mesentérica la cual es una patología inespecífica no susceptible de corrección quirúrgica, el procedimiento quirúrgico dura entre 15 y 20 minutos, sin ninguna intraoperatorio se procede a terminar el procedimiento. (sic) accidente Posteriormente la paciente presenta cuadro de inestabilidad vasomotora síndrome de hemorragíparo y fallece en la unidad de cuidado intensivos al parecer dos días después” Referente a lo preguntado si “… se cumplieron con los pasos que exige las reglas de la medicina para llegar a ese diagnóstico adecuado? CONSTESTO: Creo que sí se cumplieron, puesto que no solamente asumimos la sintomatología que la paciente refería, sino que tratamos de evolucionar en el tiempo, el curso de la sintomatología, exámenes paraclinicos a nuestra disposición y el hecho de haberla llevado a una laparotomía de precisión como último recurso para descartar entidad nosológica quirúrgica” Aclara que no realizó ninguna extirpación de algún órgano, debido a que el apéndice lo encontró microscópicamente sano; asimismo, realizó una revisión de todos los órganos contenidos en ella. Ahora bien, se contrae a establecer si la muerte de la señora Gloria Esperanza Patiño León, fue gestada por errores y omisiones en el diagnostico y tratamiento aplicado a la paciente; y si esa circunstancia se puede circunscribir dentro del marco de la responsabilidad extracontractual del Estado. En primer lugar, es del caso recordar que de acuerdo con el principio cardinal de la carga de la prueba, incumbe al actor demostrar los supuestos de hecho en que funda sus pretensiones (artículo 177 del C.P.C.). Sin embargo, jurisprudencialmente se ha aceptado que en algunas circunstancias – como es el caso de las intervenciones quirúrgicas y de los tratamientos médicos-, ésta se invierte; correspondiéndole al personal médico o a los centros de salud demostrar que sus actuaciones fueron eficientes, prudentes e idóneas. En el evento de que no pudieren acreditar tal proceder; probado el daño y el nexo causal, se presume la responsabilidad. Ello, fundado en las limitaciones técnicas, científicas y en las dificultades que entraña el acceso a los diferentes medios de prueba por parte de los pacientes y de sus familiares.1 El accionante – en esencia- , parte del supuesto de que la muerte de la señora Gloria Esperanza Patiño León fue gestada por “no efectuarse el diagnóstico correcto y no aplicar el tratamiento que la paciente requería”, por parte del personal médico del Hospital Departamental de San Vicente de Paúl de Garzón, que practicó la intervención quirúrgica y un tratamiento en general equivocado. Según consta en la historia clínica aportada por la demandada, la paciente ingresa a urgencias para ser atendida por fiebre tembladera, hematemesis y dolor epigástrico, donde es valorada y dejada en observación; dos días después es intervenida quirúrgicamente por persistir dolor epigástrico, a pesar de estársele suministrando medicamentos y practicando exámenes de laboratorio, donde se le diagnosticó apendicitis aguda. La apendicitis aguda, según diccionario médico es una enfermedad que se caracteriza por la inflamación del apéndice, que es un órgano adherido al clon, en el lado derecho cuya causa se desconoce, y que usualmente aparece en forma abrupta. No existe ninguna prueba diagnóstica que de una certeza del 100% para establecer el diagnóstico. Existen otras causas de dolor abdominal y que obligan también a la necesidad de intervención quirúrgica. “DEFINICIÓN: Se define como apendicitis aguda la inflamación del apéndice cecal, en general causada por obstrucción de su luz, con la consecuente isquemia distal, necrosis y perforación. Constituye la condición inflamatoria aguda abdominal más frecuente que requiere tratamiento quirúrgico de urgencia, y de hecho es la primera causa de egreso de nuestro servicio. 1 C.E. Sección Tercera. Sent. 22 de marzo de 2001. Exp. 13166. C.P. Ricardo Hoyos Duque. La apendicitis aguda se puede presentar en cualquier edad; su incidencia aumenta durante lainfancia y alcanza un pico entre los 10 y 30 años, declinando a partir de la cuarta década SINTOMATOLOGÍA: Los síntomas principales son el dolor abdominal continuo o a veces tipo cólico, iniciado en la región periumbilical y/o epigástrica y posteriormente localizado en la fosa ilíaca derecha (FID) acompañado de anorexia, emesis, y ocasionalmente puede haber sintomatología de diarrea, estreñimiento, disuria, fiebre, y deshidratación, entre otros. EXAMEN FÍSICO: Es determinante para el diagnóstico. El paciente se encuentra álgido, a veces taquicardico, deshidratado y a la exploración hay defensa y dolor en la FID, clásicamente en el punto de “McBurney”, que según las horas de evolución puede volverse generalizado, acompañándose de distensión abdominal y signos de irritación peritoneal (Blumberg). AYUDAS DIAGNOSTICAS: Se debe solicitar Laboratorio Clínico Básico: Cuadro hemático (que puede ser normal o con leucocitosis y desviación a la izquierda) y Parcial de orina (generalmente normal). DIAGNOSTICO DIFERENCIAL: Incluye variedad de enfermedades como: gastroenteritis viral o bacteriana, infección de las vías urinarias, enfermedad pélvica inflamatoria, neumonía, diverticulítis de Meckel, adenitis mesentérica, tiflitis y otras patologías menos comunes.”2 Ahora, la paciente se intervino quirúrgicamente mediante laparotomía de precisión, para descartar o confirmar patologías susceptibles de manejo quirúrgico, (descartando la apendicitis aguda), donde le revisaron todos los órganos contenidos en ella, encontrando linfodenopatías mesentéricas, liquido abundante de tipo cetrino. El diagnóstico post-operatorio es de adenitis mesentérica, y su cuadro clínico se presenta de la siguiente manera: “La adenitis mesentérica es un cuadro mal definido; suele aparecer en los textos como parte diagnóstico diferencial de apendicitis aguda, pero nunca 2 Tomado del buscador Google http:hospifusa.gov.co/guias/GUIAS, E.S.E Hospital San Rafael Fusagasuga. como un cuadro especial, como las demás enfermedades. Se caracteriza por dolor abdominal, muchas veces precedido por un cuadro respiratorio, lo que orienta a adenovirus o algún otro virus respiratorio como probable etiología. La presencia de compromiso general y fiebre alta también sugieren una etiología viral o bacteriana del cuadro. Por lo tanto, frente a un niño con dolor abdominal de comienzo brusco, que debuta con fiebre alta (39-40º), no se debe pensar en una apendicitis aguda, sino en una adenitis mesentérica, más aun si el dolor es precedido o se acompaña de estos otros síntomas. El abdomen puede estar algo sensible difusamente, muchas veces en la fosa ilíaca derecha, de manera que siempre se debe preguntar por los antecedentes, buscar dirigidamente estos otros síntomas y efectuar un buen examen físico, para no cometer un error. La ecografía, como todo examen de apoyo, es un elemento más que puede ser útil, pero el pilar diagnóstico en la apendicitis es la evolución. En general, cuando un niño tiene una adenitis mesentérica producida por un adenovirus o por otro virus, lo más probable es que con el paso de las horas no se agrave, pero sí puede persistir con fiebre y dolor abdominal; si existen los antecedentes descritos y está más o menos claro que se trata de mesentérica, se debe hacer un tratamiento conservador, una adenitis que consiste principalmente en hidratar al paciente y dejarlo en observación, pero si algunas laparotomía horas más exploradora tarde persiste y se la duda, se deberá ir a hará el diagnóstico intraoperatorio. Es muy importante tener claros estos conceptos, debido al fenómeno de judicialización de la medicina. El médico debe saber que puede equivocarse en el diagnóstico y debe explicarle al paciente que en la operación se puede descubrir que el cuadro era de resolución médica, a pesar de que se haya hecho una buena anamnesis y un acucioso examen físico y aunque se hayan solicitado los exámenes complementarios necesarios para afinar el diagnóstico. Incluso la ecografía puede inducir a error, ya que a veces el ecografista comprime la fosa ilíaca derecha con el transductor y al captar la sensibilidad en la zona informa que existe un proceso apendicular.”3 (negrilla fuera del texto) Tomado del buscador Google http://www.medwave.cl/atencion/infantil/FUDOCV2003, MEDWAVE, dedicado a la educación medica continua. 3 De acuerdo al cuadro clínico citado, la atención y el procedimiento brindado a la paciente en dicha institución, fue oportuno y adecuado a la impresión diagnóstica, de acuerdo a la patología que presentó. Por lo tanto, no hay razón para considerar que la demandada haya negado la oportunidad de sobrevivencia a la paciente por un error de diagnóstico. En el sub-júdice se tiene el dictámen del Instituto Nacional de Medicina Legal, establecimiento público adscrito a la Fiscalía General de la Nación, de naturaleza técnico – científico y entre sus funciones se encuentra la de prestar asesoría y absolver consultas sobre medicina legal y ciencias forenses, a solicitud de cualquier autoridad competente del territorio nacional. En desarrollo de estas funciones y para el caso que ocupa el estudio de la Sala, el citado Instituto a manera de conclusión determinó (fl. 207 a 209 / 219 y 220): “Para poder determinar la causa final de muerte era necesaria la practica de la necropsia para aclarar el diagnóstico y por ser un caso de responsabilidad médica. Teniendo en cuenta lo anterior es claro como el deterioro clínico de la paciente es progresivo hasta llevarla al colapso terminal. Es aquí donde se insiste en la importancia de la práctica de la necropsia ya que se formulan los siguientes interrogantes: ……. Como ya se explicó en el anterior dictamen era totalmente necesaria la necropsia para poder responder interrogantes hechos en el mismo y algunas de las aclaraciones solicitadas ya que sólo con la práctica de estudio post morten era posible identificar el origen del probable estado infeccioso y del cuadro anémico agudo que pudiera tener la paciente. La hoy occisa fue intervenida quirúrgicamente luego de ser evaluada por el médico especialista en cirugía y considerar que el cuadro correspondía a una apendicitis aguda. El dengue hemorrágico se sospechó posteriormente.” Siendo así las cosas, la Sala observa como la entidad facultada para emitir esta clase de conceptos, en el sub-lite no aclara de manera precisa la causa de muerte de la señora Gloria Esperanza Patiño León, debido a que se hacía necesaria la práctica de la necropsia. Es pertinente precisar, que la obligación médica es de medio y no de resultado. En tal virtud, en el evento en que se presente un daño derivado de un acto médico; el galeno y el centro asistencial no comprometen su responsabilidad si demuestran que su proceder se circunscribió dentro de los cánones técnicos y científicos que regulan el ejercicio profesional. Sobre este particular, así se ha pronunciado el H. Consejo de Estado: “La Sala al confirmar la decisión del a quo quiere recalcar, para evitar equívocos, que cuando cuestiona el servicio médico oficial no parte del supuesto de que éste va envuelta una obligación de resultado. No podría aceptar, entonces, v. gr. que en todo caso de muerte se presuma la falla del servicio o la culpa personal del médico. No, la obligación de éste frente a su paciente es de medio; vale decir, que éste cumple a cabalidad y no compromete su responsabilidad ni la del ente a que pertenece, cuando pone a disposición de aquél toda su ciencia y los medios adecuados, aconsejables y oportunos que la infraestructura del servicio debe poseer”4. En reciente pronunciamiento, esa Colegiatura manifestó: “…Es antiguo el criterio, doctrinal y jurisprudencial, de la clasificación de obligaciones "de medio o de actividad" y "las de resultado". Se sostiene que el ejercicio de las denominadas profesiones liberales comporta únicamente la asunción por el deudor de obligaciones de medio o de mera actividad, queriéndose significar con ello que el médico o, más genéricamente los profesionales de la salud sólo están obligados a observar una conducta solícita y diligente, en virtud de la cual han de procurar la obtención de la curación, sin 4 C.E. Sección Tercera. Sent. 14 de Febrero de 1992. Exp. 6477. M.P. Carlos Betancur Jaramillo. que el resultado - mejoría del paciente - haga parte del alcance del débito prestacional…”5. De la misma manera, reiteró: “La responsabilidad médica se pretende derivar de acuerdo con la demanda, de una tardía prestación del servicio y de un error de diagnóstico que impidió proporcionarle al paciente el tratamiento requerido. A juicio de la Sala, la negligencia en la atención del paciente alegada por la parte demandante no fue probada. Por el contrario, se aprecia que éste sí recibió atención médica en el Instituto de Seguros Sociales desde el 26 de junio de 1991 hasta el 29 del mismo mes, tiempo durante el cual fue evaluado por especialistas, se le suministró tratamiento clínico, estuvo asistido de personal auxiliar y se le practicaron varios exámenes de diagnóstico. Es cierto que a esa conclusión se llega fundamentalmente a partir de la historia clínica que obra en el expediente, la cual fue aportada por la misma parte demandada. Sin embargo, la Sala le da pleno crédito con respecto a la asistencia prestada al paciente porque lo que en ella consta no fue controvertido por la parte actora. Por el contrario, en la demanda se afirmó que el señor Luis Camilo Rodríguez fue internado en la clínica San Pedro Claver del Instituto de Seguros Sociales, donde le diagnosticaron SIDA. Algunos de los testigos citados al proceso además lo confirman (fls. 11-22 C-2). Debe destacarse que la historia clínica es la prueba más idónea para que los mismos profesionales y en general los centros de atención médica demuestren su actuación. No obstante, lo que conste en ésta puede ser controvertido por las partes o desvirtuado con otros medios probatorios, incluida la prueba indiciaria, lo cual no ocurre en este evento, como ya se señaló.”6 Se puede observar que durante el tiempo que la paciente se encontró en el Centro Hospitalario, fue valorada por especialistas y teniendo control de 5 C.E. Sección Tercera. Sent. 7 de octubre de 1999. Rad. 12655. M.P. María Elena Giraldo Gómez 6 C.E. Sent. 22 de marzo de 2001. Rad. 1992-8384 Exp. 13166. Consejero Ponente, Ricardo Hoyos Duque. medicina interna, se le suministró tratamiento clínico, estuvo asistida de personal auxiliar y se le practicaron varios exámenes de diagnóstico. Con base en las anteriores consideraciones, es menester concluir que en el procedimiento a que fue sometida la señora Gloria E. Patiño, el personal médico y auxiliar del Hospital Dptal. San Vicente de Paúl de Garzón, actuó circunscrito dentro de los cánones técnicos y científicos que regulan el ejercicio de la medicina; amen de que observaron diligencia y pericia en el manejo de la patología. En tal virtud, su deceso no es imputable a un error en el diagnóstico del servicio médico asistencial. Por lo expuesto el Tribunal Administrativo del Huila, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley, F A L L A Primero. Deniéganse las pretensiones de la demanda. Segundo: En firme la presente providencia, archívese el expediente, previa devolución a la actora del remanente de la suma depositada para gastos del proceso, si a ello hay lugar. Notifíquese. JOSE MARCELINO TRIANA PERDOMO Magistrado RAMIRO APONTE PINO Magistrado JORGE AUGUSTO CORREDOR RODRIGUEZ Magistrado