Neiva, veintiuno (21) de julio de dos mil ocho (2008)

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TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DEL HUILA
Sala Primera de Decisión
Neiva, veintiuno (21) de julio de dos mil ocho (2008)
NOMBRE DEL MAGISTRADO
CLASE DE ACCION
CLASE DE PROVIDENCIA
ACCIONANTE
DEMANDADA
PROCESO NUMERO
ACTA NUMERO
: DR. JOSE MARCELINO TRIANA PERDOMO
: REPARACION DIRECTA
: SENTENCIA
: HERNAN ARIAS ROCHA
: HOSPITAL DPTAL SAN VICENTE DE PAUL DE GARZON
: 41 001 23 31 001 1999-1507
: 067 DE LA FECHA
I.
LA DEMANDA
HERNAN ARIAS ROCHA, asistido por apoderado judicial en acción de
reparación directa, demanda al HOSPITAL DPTAL “SAN VICENTE DE PAUL”
DE GARZON, en procura de que la Jurisdicción de lo Contencioso
Administrativo, la declare administrativamente responsable de los
perjuicios materiales y morales causados como consecuencia de la
muerte de su esposa GLORIA ESPERANZA PATIÑO LEON, en hechos
ocurridos los días 14, 15 y 16 de noviembre de 1997, en el Hospital en
mención.
Como consecuencia de la anterior declaratoria, se condene al Hospital
Dptal “San Vicente de Paúl” de Garzón, a pagar al actor, las siguientes
sumas de dinero:
El equivalente en pesos a la cantidad de un mil (1.000) gramos de oro
fino, a titulo de los perjuicios inmateriales, comúnmente denominados
morales.
Por concepto de perjuicios de orden material, se solicita pagar lo
correspondiente a lucro cesante, consistente en la suma de SESENTA Y
NUEVE MILLONES SETECIENTOS NUEVE MIL PESOS ($69.709.000,oo), de los
cuales resume así:
“POR DAÑO EMERGENTE………………………………………………...........$ 5.000.000,oo
POR LUCRO CESANTE CONSOLIDADO……………………………………...$ 8.762.040,oo
POR LUCRO CESANTE FUTURO……….……………………………………....$55.947.000,oo
TOTAL LUCRO CESANTE……………………………………………………….$69.709.040,oo”
(Fls. 9 y 10).
Igualmente, que sobre las sumas dinerarias se aplique el ajuste de que
trata el artículo 178 del C. C. A., y se reconozca los intereses comerciales
en el caso que se den los supuestos del último inciso del artículo 177 de
la misma obra; debiéndose cumplir la misma dentro de los términos
establecidos en el artículo 176 ibídem.
II.
HECHOS
Dan sustento a las pretensiones antes resumidas, los hechos que a
continuación se sintetizan:
La señora Gloria Esperanza Patiño León, contaba con 20 años de edad,
de estado civil casada con el señor Hernán Arias Rocha hace
aproximadamente 3 meses, al momento de su fallecimiento.
El día 11 de noviembre de 1997, al presentar quebrantos de salud la
señora Gloria E. Patiño fue internada en el Hospital Departamental San
Vicente de Paúl de Garzón, para practicarle exámenes pertinentes.
Posteriormente, a los dos días de estar internada la señora Patiño León,
se le realizó un procedimiento quirúrgico denominado Laparotomía de
precisión, por el diagnóstico de apendicitis aguda perforada o uclus
péptico perforado, dando cuenta después de la intervención quirúrgica,
que el diagnóstico es errado.
Como consecuencia de la intervención quirúrgica, se deterioró
rápidamente el estado de salud de la paciente, donde se le diagnosticó
dengue hemorrágico siendo trasladada a cuidados intermedios y
consecutivamente a cuidados intensivos, donde fallece el 16 de
noviembre de 1997.
III.
NORMAS VIOLADAS Y CONCEPTO DE VIOLACION
El actor invoca:
Los artículos 2, 6, 11 y 90 de la Constitución Política de Colombia; 2341,
2347, 2356, y concordantes del Código Civil y 86 del Código
Contencioso Administrativo.
Citó el Tratadista Jorge Enrique Ayala Caldas, del cual transcribió un
aparte del texto “Elementos del Derecho Administrativo Colombiano”
(Pág. 284), conceptúa que “no es necesario demostrar la acción u omisión,
de determinado agente o funcionario, es suficiente la falla funcional, orgánica
o anónima, es el servicio público en su conjunto el que ha funcionado mal, es
una responsabilidad directa de la persona jurídica”. (fl. 11)
Manifiesta que no se efectuó el diagnostico correcto y por consiguiente
no se aplicó el tratamiento que recurría la paciente, “… existieron errores
graves y omisiones por parte del HOSPITAL DEPARTAMENTAL SAN VICENTE DE
PAUL DE GARZON – HUILA, lo que llevó a que se practicara una intervención
quirúrgica equivocada y en general un tratamiento equivocado, todo lo cual
concurrió para que se produjera la muerte de la señora GLORIA ESPERANZA
PATIÑO LEON.” (fl. 10)
IV.
ADMISION Y TRÁMITE
Admitida por auto visible a folio 20, se impulsó por la vía ordinaria
señalada en los artículos 207 y siguientes del C. C. A.
Las notificaciones y traslados se surtieron a partir del folio 21.
V.
CONTESTACION DE LA DEMANDA
Dentro del término de fijación en lista, el Hospital Dptal “San Vicente de
Paúl” de Garzón, descorre el traslado de la demanda, oponiéndose a la
prosperidad de las pretensiones por cuanto no hubo falla del servicio
medico, ya que la actividad medico científica fue diligente y cuidadosa.
Propuso como excepción “Inexistencia de Perjuicios”, fundada en que la
atención medica prestada a la señora Patiño León, fue con diligencia y
el cuidado debido, por lo que no existió un daño antijurídico y por ello
total inexistencia de perjuicios.
Citó las jurisprudencias: Sent. 3 de abril de 1997, exp. 9476; Sent. 13 de
julio de 1995, exp. 9220; Sent. 28 de abril de 1994, exp. 7973; que tratan
de la naturaleza de la responsabilidad médica.
VI.
LA PRUEBA
Siendo de tipo documental las allegadas en la demanda, se relacionan
de folio 15 a 18, las siguientes:
Registro de Civil de Nacimiento y Defunción de la señora Gloria
Esperanza Patiño, Registro de matrimonio de la señora en mención con
el señor Hernán Arias Rocha y Registro Civil de Nacimiento del
accionante.
De las pruebas aportadas en la contestación de la demanda, se
relacionan en los folios 38 a 88, las siguientes:
Formato de atención de urgencias (en resumen) del 11 de noviembre de
1997, hora 16:36, hasta el 16 de noviembre de 1997, hora 18:55(fls. 38 a
42); copia de certificaciones y constancias de estudios de los doctores
Helbert Ruiz González y Pedro Thomas Vergara Ruiz (fls. 43 a 86); cuadro
comparativo de exámenes de laboratorio Hematología (fl. 87); relación
de transfusiones sanguíneas (fl. 88).
A solicitud de la Secretaria del Tribunal se allegaron las siguientes:
Copia autentica de la Historia Clínica perteneciente a la señora Gloria
Esperanza Patiño León, remitida por el Departamento de Información de
la E.S.E. Hospital Dptal San Vicente de Paúl de Garzón – Huila (fls. 102 a
112); mediante Despacho Comisorio N. 222 del 12 de julio de 2001, se
recepciona en el Juzgado Segundo Civil del Circuito, los testimonios de
los doctores Alberto Osorio Fonseca y Pedro Thomas Vergara Ruiz, quien
este último en dicha diligencia allega escritos referentes al Dengue
Hemorrágico (fls. 177 a 188); copia autentica del proceso adelantado en
la Fiscalia Dieciséis Delegada ante los Juzgados Penales del Circuito de
Garzón – Huila, contra los médicos Pedro Thomas Vergara Ruiz y Helbert
Eduardo Ruiz González, por el delito de Homicidio Culposo en la Persona
de Gloria E. Patiño León (Cuaderno de Oficio N. 1144, primera y segunda
instancia); certificación por parte de Bancoop en Liquidación, del cargo
desempeñado por la occisa, E.P.S. a la que estaba afiliada y salario que
contaba la señora Patiño León al momento de su fallecimiento (fl. 203);
pronunciamiento del Instituto Nacional de Medicina Legal, sobre los
aspectos relacionados con la atención, diagnóstico, tratamiento y
posibles causas de muerte de la señora Patiño León (fls. 207 a 209; 219 a
220)
VII.
ALEGATOS DE CONCLUSION
a) Parte actora:
En su oportunidad presentó alegatos en los siguientes términos:
Existe falla en el servicio, por cuanto no se estableció la patología que
aquejaba la paciente y por consiguiente no se le aplicó el tratamiento
adecuado para impedir el deterioro de la salud hasta conducirla a la
muerte, “Sin tener un diagnostico correcto, cualquier tratamiento era
inadecuado, porque en vez de mejorar, podía empeorar la situación de la
paciente, o simplemente no producir ningún efecto, permitiendo que la
enfermedad avanzara hasta producirle la muerte” (fl. 224).
b) Parte demandada:
Guardó silencio.
c) El Ministerio Público:
No emitió concepto
VIII.
CONSIDERACIONES DE LA SALA
Se ejercita aquí la acción de Reparación Directa consagrada en el
Artículo 86 del C.C.A., a través de la cual el demandante pretende que
el HOSPITAL DPTAL SAN VICENTE DE PAUL DE GARZON, indemnice los
perjuicios sufridos con ocasión de la muerte de la señora GLORIA
ESPERANZA PATIÑO LEON, ocurrida en las circunstancias que refieren los
hechos de la demanda.
El Hospital Dptal San Vicente de Paúl de Garzón ha formulado la
excepción de Inexistencia de Perjuicios, fundada en que la atención
médica prestada a la señora Patiño León, fue con diligencia y cuidado
debido, por lo que no existió un daño antijurídico.
Como la excepción formulada tiene que ver con el fondo del asunto, se
resolverá al decidir sobre las pretensiones de la demanda.
El proceso da cuenta de lo siguiente:
La señora Patiño León se presentó al Hospital Dptal San Vicente de Paúl
de Garzón el 11 de noviembre de 1997, para ser atendida por urgencias
por motivo de fiebre, tembladera, presentando como enfermedad
actual fiebre de hace tres días, escalofríos, hematemesis escasa, con
dolor abdominal a la palpación en epigastrio y región pélvica, lumbar
puño percusión renal derecha (fl. 110).
El servicio médico asistencial le fue prestado a la paciente, como se
desprende en la historia clínica N. 94796, siendo trasladad a observación
(fl.127), donde se le realizó el examen físico, la impresión diagnostica, y
comenzó el tratamiento con antiflamatorios no esteroides, aplicación de
“… Ringer,… Ranitidina,… Diclofenac”,
toma de exámenes médicos de
parcial de orina y cuadro hemático (fl. 111).
Al día siguiente, por orden médica se hospitalizó sin presentar
complicaciones, se encontró conciente, orientada y con signos vitales
estables, pero continuando el dolor epigástrico (fl.127)
En revista de medicina interna, se evalúa la paciente presentando
epigastralgía severa a la palpación leve y un cuadro clínico compatible
con un proceso viral y gastritis medicamentosa (fl. 111 Vto.)
El día 13 de noviembre de 1997, es valorada la paciente por revista de
medicina interna, donde presenta una importante disminución de dolor
en epigastrio, pero con irritación peritoneal de francos en la fosa iliaca
derecha, del cual se le diagnosticó apendicitis aguda, siendo valorada
para cirugía (fl. 112).
La valoración de cirugía determina un cuadro clínico compatible con
apendicitis perforada o uclus péptico perforado, siendo ordenada la
intervención quirúrgica denominada laparotomía de precisión (fl. 112); el
procedimiento quirúrgico no presentó complicaciones, con un sangrado
mínimo, cuyo diagnóstico post-operatorio es de adenitis mesentérica (fl.
149).
Después de la cirugía (14 de noviembre), la paciente es quejumbrosa y
presenta dolor abdominal, donde al ser examinada se le haya un
hematoma en la herida quirúrgica y en un mal estado general, donde
emite
concepto
medicina
interna
de
coagulación
intravascular
diseminada, anemización debido al sangrado intrabdominal, palidez
mucocutanea, taquicardia y discrasia sanguínea con un posible dengue
hemorrágico, el cual es registrado con signo de interrogación, se realizó
la prueba del torniquete dando como resultado negativo para
petequias (fl. 112 Vto., 113).
Mediante orden medica es trasladada la paciente a cuidados
intermedios, se tomó muestra de sangre para realizar serología para
dengue hemorrágico (fl. 114), obteniendo resultado negativo (fl. 104)
Se ordenó transfundir sangre, realizar exámenes de laboratorio de
plaquetas, PT, PTT, cuadro hemático, (fl. 114 Vto., 115) se encontró
estable por unos momentos pero persistía la taquicardia, decaída, con
dolor en la herida quirúrgica (fl. 128)
El 15 de noviembre es trasladada a cuidados intensivos, con cánula
nasal, sonda vesical; se diagnosticó dengue hemorrágico, la paciente
presentaba palidez marcada, quejumbrosa, ansiosa y se comentó
dificultad respiratoria, por lo que es conectada a ventilación mecánica
(fls. 128).
El día 16 de noviembre sigue en muy malas condiciones, con
taquicardia, muy irritable, inquieta, se le realizó intento de toma de
muestra de sangre para laboratorio en la jornada de la tarde, pero fue
imposible, sólo se tomaron gases (fl.128 Vto.)
Continuó su deterioro, hipotensa, no responde a llamados o estímulos; en
horas de la noche presenta paro cardio-respiratorio sin respuesta con
falla multisistémica, es pasada a la morgue (fl. 117 Vto.)
Los testimonios recepcionados dentro del expediente dan cuenta de lo
siguiente:
El Medico Alberto Osorio Fonseca (anestesiólogo), en el relato de los
hechos dio cuenta de lo siguiente (fls. 184 y 185):
“Yo recibo al paciente en cirugía de urgencias, con diagnóstico de apenticitis
(sic) (abdomen agudo), se opera el paciente, se le encuentra una adenitis
mecentérica (sic), siendo la cirugía y la anestesia sin ninguna complicación,
entregandose (sic) al servicio una vez recuperada en buenas condiciones. El
paciente
por
varias
horas
después
presentó
diversa
sintomatología,
especialmente hemorrágia (sic), siendo tratadas por médicos y la unidad de
cuidados intensivos, falleciendo de falla multisistémica tres días después de la
operación, haciendose (sic) un diagnóstico de dengue hemorrágico.
Agregó, que la paciente se intervino quirúrgicamente por el fuerte
convencimiento o posibilidad de abdomen agudo, teniendo en cuenta
que el diagnostico en todos los casos no es preciso, ya que no hay un
medio de certeza total; y además la causa de muerte de la paciente
no tiene relación con la cirugía y la anestesia que le fue realizada.
El medico Pedro Thomas Vergara (cirujano), en el relato de los hechos
da cuenta de lo siguiente (fls. 186 a 188):
“… Recuerdo que fue una paciente de aproximadamente 20 años de edad,
que ingresó al servicio de urgencias presentando fiebre, escalofrío, malestar
general, siendo valorada por los médicos de servicio, y posteriormente por
medicina interna a cargo del doctor Elver Ruiz, el cual en un interrogatorio
posterior y examé (sic) encontró antecedentes de epigastralgía y dolor a la
palpación profunda en el abdomen superior, solicitando valoración al servicio
de cirugiía dos días después de haber ingresado la paciente, el cual fue
realizado por mí, corroborando los hallazgos previamente citados y viendo la
variabilidad y progresión de la sintomatología dolorosa proyectada hacia la
fosa iliaca derecha con irritación peritoneal a ese nivel, por lo cual se hace una
presunción diagnóstica de apendicitis aguda recomendando cirugía, la cual
se lleva a cabo cinco horas posterior a este exámen(sic).
Durante el acto anestésico y de relajación de la pared abdominal practico un
exámen (sic) de la misma quedando en dudas el cuadro apendicular y
procedo a una intervención denominada laparotomía de precisión con el fin
de descartar o confirmar patología susceptible de manejo quirúrgico.
… dando un diagnostico de adenitis mesentérica la cual es una patología
inespecífica no susceptible de corrección quirúrgica, el procedimiento
quirúrgico dura entre 15 y 20 minutos, sin ninguna
intraoperatorio se procede a terminar el procedimiento.
(sic) accidente
Posteriormente la paciente presenta cuadro de inestabilidad vasomotora
síndrome de hemorragíparo y fallece en la unidad de cuidado intensivos al
parecer dos días después”
Referente a lo preguntado si “… se cumplieron con los pasos que exige las
reglas de la medicina para llegar a ese diagnóstico adecuado? CONSTESTO:
Creo que sí se cumplieron, puesto que no solamente asumimos la
sintomatología que la paciente refería, sino que tratamos de evolucionar en el
tiempo, el curso de la sintomatología, exámenes paraclinicos a nuestra
disposición y el hecho de haberla llevado a una laparotomía de precisión
como último recurso para descartar entidad nosológica quirúrgica”
Aclara que no realizó ninguna extirpación de algún órgano, debido a
que el apéndice lo encontró microscópicamente sano; asimismo, realizó
una revisión de todos los órganos contenidos en ella.
Ahora bien, se contrae a establecer si la muerte de la señora Gloria
Esperanza Patiño León, fue gestada por errores y omisiones en el
diagnostico y tratamiento aplicado a la paciente; y si esa circunstancia
se puede circunscribir dentro del marco de la responsabilidad
extracontractual del Estado.
En primer lugar, es del caso recordar que de acuerdo con el principio
cardinal de la carga de la prueba, incumbe al actor demostrar los
supuestos de hecho en que funda sus pretensiones (artículo 177 del
C.P.C.).
Sin embargo, jurisprudencialmente se ha aceptado que en algunas
circunstancias – como es el caso de las intervenciones quirúrgicas y de
los tratamientos médicos-, ésta se invierte; correspondiéndole al personal
médico o a los centros de salud demostrar que sus actuaciones fueron
eficientes, prudentes e idóneas. En el evento de que no
pudieren
acreditar tal proceder; probado el daño y el nexo causal, se presume la
responsabilidad.
Ello, fundado en las limitaciones técnicas, científicas y en las dificultades
que entraña el acceso a los diferentes medios de prueba por parte de
los pacientes y de sus familiares.1
El accionante – en esencia- , parte del supuesto de que la muerte de la
señora Gloria Esperanza Patiño León fue gestada por “no efectuarse el
diagnóstico correcto y no aplicar el tratamiento que la paciente
requería”, por parte del personal médico del Hospital Departamental de
San Vicente de Paúl de Garzón, que practicó la intervención quirúrgica
y un tratamiento en general equivocado.
Según consta en la historia clínica aportada por la demandada, la
paciente ingresa a urgencias para ser atendida por fiebre tembladera,
hematemesis y dolor epigástrico, donde es valorada y dejada en
observación; dos días después es intervenida quirúrgicamente por
persistir
dolor
epigástrico,
a
pesar
de
estársele
suministrando
medicamentos y practicando exámenes de laboratorio, donde se le
diagnosticó apendicitis aguda.
La apendicitis aguda, según diccionario médico es una enfermedad
que se caracteriza por la inflamación del apéndice, que es un órgano
adherido al clon, en el lado derecho cuya causa se desconoce, y que
usualmente aparece en forma abrupta.
No existe ninguna prueba diagnóstica que de una certeza del 100%
para establecer el diagnóstico. Existen otras causas de dolor abdominal
y que obligan también a la necesidad de intervención quirúrgica.
“DEFINICIÓN: Se define como apendicitis aguda la inflamación del apéndice
cecal, en general causada por obstrucción de su luz, con la consecuente
isquemia distal, necrosis y perforación.
Constituye la condición inflamatoria aguda abdominal más frecuente que
requiere tratamiento quirúrgico de urgencia, y de hecho es la primera causa
de egreso de nuestro servicio.
1
C.E. Sección Tercera. Sent. 22 de marzo de 2001. Exp. 13166. C.P. Ricardo Hoyos Duque.
La apendicitis aguda se puede presentar en cualquier edad; su incidencia
aumenta durante lainfancia y alcanza un pico entre los 10 y 30 años,
declinando a partir de la cuarta década
SINTOMATOLOGÍA: Los síntomas principales son el dolor abdominal continuo o a
veces tipo cólico, iniciado en la región periumbilical y/o epigástrica y
posteriormente localizado en la fosa ilíaca derecha (FID) acompañado de
anorexia, emesis, y ocasionalmente puede haber sintomatología de diarrea,
estreñimiento, disuria, fiebre, y deshidratación, entre otros.
EXAMEN FÍSICO: Es determinante para el diagnóstico. El paciente se encuentra
álgido, a veces taquicardico, deshidratado y a la exploración hay defensa y
dolor en la FID, clásicamente en el punto de “McBurney”, que según las horas
de evolución puede volverse generalizado, acompañándose de distensión
abdominal y signos de irritación peritoneal (Blumberg).
AYUDAS DIAGNOSTICAS: Se debe solicitar Laboratorio Clínico Básico: Cuadro
hemático (que puede ser normal o con leucocitosis y desviación a la izquierda)
y Parcial de orina (generalmente normal).
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL: Incluye variedad de enfermedades como:
gastroenteritis viral o bacteriana, infección de las vías urinarias, enfermedad
pélvica inflamatoria, neumonía, diverticulítis de Meckel, adenitis mesentérica,
tiflitis y otras patologías menos comunes.”2
Ahora, la paciente se intervino quirúrgicamente mediante laparotomía
de precisión, para descartar o confirmar patologías susceptibles de
manejo quirúrgico, (descartando la apendicitis aguda), donde le
revisaron
todos
los
órganos
contenidos
en
ella,
encontrando
linfodenopatías mesentéricas, liquido abundante de tipo cetrino.
El diagnóstico post-operatorio es de adenitis mesentérica, y su cuadro
clínico se presenta de la siguiente manera:
“La adenitis mesentérica es un cuadro mal definido; suele aparecer en los
textos como parte diagnóstico diferencial de apendicitis aguda, pero nunca
2
Tomado del buscador Google http:hospifusa.gov.co/guias/GUIAS, E.S.E Hospital San Rafael
Fusagasuga.
como un cuadro especial, como las demás enfermedades. Se caracteriza por
dolor abdominal, muchas veces precedido por un cuadro respiratorio, lo que
orienta a adenovirus o algún otro virus respiratorio como probable etiología. La
presencia de compromiso general y fiebre alta también sugieren una etiología
viral o bacteriana del cuadro.
Por lo tanto, frente a un niño con dolor abdominal de comienzo brusco, que
debuta con fiebre alta (39-40º), no se debe pensar en una apendicitis aguda,
sino en una adenitis mesentérica, más aun si el dolor es precedido o se
acompaña de estos otros síntomas. El abdomen puede estar algo sensible
difusamente, muchas veces en la fosa ilíaca derecha, de manera que siempre
se debe preguntar por los antecedentes, buscar dirigidamente estos otros
síntomas y efectuar un buen examen físico, para no cometer un error.
La ecografía, como todo examen de apoyo, es un elemento más que puede
ser útil, pero el pilar diagnóstico en la apendicitis es la evolución. En general,
cuando un niño tiene una adenitis mesentérica producida por un adenovirus o
por otro virus, lo más probable es que con el paso de las horas no se agrave,
pero sí puede persistir con fiebre y dolor abdominal; si existen los antecedentes
descritos y está más
o
menos
claro
que
se trata
de
mesentérica, se debe hacer un tratamiento conservador,
una
adenitis
que
consiste
principalmente en hidratar al paciente y dejarlo en observación, pero
si
algunas
laparotomía
horas
más
exploradora
tarde persiste
y
se
la
duda,
se
deberá
ir
a
hará el diagnóstico intraoperatorio.
Es muy importante tener claros estos conceptos, debido al fenómeno de
judicialización de la medicina. El médico debe saber que puede equivocarse
en el diagnóstico y debe explicarle al paciente que en la operación se puede
descubrir que el cuadro era de resolución médica, a pesar de que se haya
hecho una buena anamnesis y un acucioso examen físico y aunque se hayan
solicitado
los
exámenes
complementarios
necesarios
para
afinar
el
diagnóstico. Incluso la ecografía puede inducir a error, ya que a veces el
ecografista comprime la fosa ilíaca derecha con el transductor y al captar la
sensibilidad en la zona informa que existe un proceso apendicular.”3 (negrilla
fuera del texto)
Tomado del buscador Google http://www.medwave.cl/atencion/infantil/FUDOCV2003,
MEDWAVE, dedicado a la educación medica continua.
3
De acuerdo al cuadro clínico citado, la atención y el procedimiento
brindado a la paciente en dicha institución, fue oportuno y adecuado a
la impresión diagnóstica, de acuerdo a la patología que presentó.
Por lo tanto, no hay razón para considerar que la demandada haya
negado la oportunidad de sobrevivencia a la paciente por un error de
diagnóstico.
En el sub-júdice se tiene el dictámen del Instituto Nacional de Medicina
Legal, establecimiento público adscrito a la Fiscalía General de la
Nación, de naturaleza técnico – científico y entre sus funciones se
encuentra la de prestar asesoría y absolver consultas sobre medicina
legal y ciencias forenses, a solicitud de cualquier autoridad competente
del territorio nacional.
En desarrollo de estas funciones y para el caso que ocupa el estudio de
la Sala, el citado Instituto a manera de conclusión determinó (fl. 207 a
209 / 219 y 220):
“Para poder determinar la causa final de muerte era necesaria la practica de
la necropsia para aclarar el diagnóstico y por ser un caso de responsabilidad
médica.
Teniendo en cuenta lo anterior es claro como el deterioro clínico de la
paciente es progresivo hasta llevarla al colapso terminal. Es aquí donde se
insiste en la importancia de la práctica de la necropsia ya que se formulan los
siguientes interrogantes: …….
Como ya se explicó en el anterior dictamen era totalmente necesaria la
necropsia para poder responder interrogantes hechos en el mismo y algunas
de las aclaraciones solicitadas ya que sólo con la práctica de estudio post
morten era posible identificar el origen del probable estado infeccioso y del
cuadro anémico agudo que pudiera tener la paciente.
La hoy occisa fue intervenida quirúrgicamente luego de ser evaluada por el
médico especialista en cirugía y considerar que el cuadro correspondía a una
apendicitis aguda. El dengue hemorrágico se sospechó posteriormente.”
Siendo así las cosas, la Sala observa como la entidad facultada para
emitir esta clase de conceptos, en el sub-lite no aclara de manera
precisa la causa de muerte de la señora Gloria Esperanza Patiño León,
debido a que se hacía necesaria la práctica de la necropsia.
Es pertinente precisar, que la obligación médica es de medio y no de
resultado. En tal virtud, en el evento en que se presente un daño
derivado
de un acto médico;
el
galeno y el centro asistencial no
comprometen su responsabilidad si demuestran que su proceder se
circunscribió dentro de los cánones técnicos y científicos que regulan el
ejercicio profesional.
Sobre este particular, así se ha pronunciado el H. Consejo de Estado:
“La Sala al confirmar la decisión del a quo quiere recalcar, para evitar
equívocos, que cuando cuestiona el servicio médico oficial no parte del
supuesto de que éste va envuelta una obligación de resultado. No podría
aceptar, entonces, v. gr. que en todo caso de muerte se presuma la falla del
servicio o la culpa personal del médico.
No, la obligación de éste frente a su paciente es de medio; vale decir, que éste
cumple a cabalidad y no compromete su responsabilidad ni la del ente a que
pertenece, cuando pone a disposición de aquél toda su ciencia y los medios
adecuados, aconsejables y oportunos que la infraestructura del servicio debe
poseer”4.
En reciente pronunciamiento, esa Colegiatura manifestó:
“…Es antiguo el criterio, doctrinal y jurisprudencial, de la clasificación de
obligaciones "de medio o de actividad" y "las de resultado". Se sostiene que el
ejercicio de las denominadas profesiones liberales comporta únicamente la
asunción por el deudor de obligaciones de medio o de mera actividad,
queriéndose significar con ello que el médico o, más genéricamente los
profesionales de la salud sólo están obligados a observar una conducta solícita
y diligente, en virtud de la cual han de procurar la obtención de la curación, sin
4
C.E. Sección Tercera. Sent. 14 de Febrero de 1992. Exp. 6477. M.P. Carlos Betancur Jaramillo.
que el resultado - mejoría del paciente - haga parte del alcance del débito
prestacional…”5.
De la misma manera, reiteró:
“La responsabilidad médica se pretende derivar de acuerdo con la demanda,
de una tardía prestación del servicio y de un error de diagnóstico que impidió
proporcionarle al paciente el tratamiento requerido.
A juicio de la Sala, la negligencia en la atención del paciente alegada por la
parte demandante no fue probada. Por el contrario, se aprecia que éste sí
recibió atención médica en el Instituto de Seguros Sociales desde el 26 de junio
de 1991 hasta el 29 del mismo mes, tiempo durante el cual fue evaluado por
especialistas, se le suministró tratamiento clínico, estuvo asistido de personal
auxiliar y se le practicaron varios exámenes de diagnóstico.
Es cierto que a esa conclusión se llega fundamentalmente a partir de la historia
clínica que obra en el expediente, la cual fue aportada por la misma parte
demandada. Sin embargo, la Sala le da pleno crédito con respecto a la
asistencia prestada al paciente porque lo que en ella consta no fue
controvertido por la parte actora. Por el contrario, en la demanda se afirmó
que el señor Luis Camilo Rodríguez fue internado en la clínica San Pedro Claver
del Instituto de Seguros Sociales, donde le diagnosticaron SIDA. Algunos de los
testigos citados al proceso además lo confirman (fls. 11-22 C-2).
Debe destacarse que la historia clínica es la prueba más idónea para que los
mismos profesionales y en general los centros de atención médica demuestren
su actuación. No obstante, lo que conste en ésta puede ser controvertido por
las partes o desvirtuado con otros medios probatorios, incluida la prueba
indiciaria, lo cual no ocurre en este evento, como ya se señaló.”6
Se puede observar que durante el tiempo que la paciente se encontró en
el Centro Hospitalario, fue valorada por especialistas y teniendo control de
5
C.E. Sección Tercera. Sent. 7 de octubre de 1999. Rad. 12655. M.P. María Elena Giraldo Gómez
6
C.E. Sent. 22 de marzo de 2001. Rad. 1992-8384 Exp. 13166. Consejero Ponente, Ricardo Hoyos
Duque.
medicina interna, se le suministró tratamiento clínico, estuvo asistida de
personal auxiliar y se le practicaron varios exámenes de diagnóstico.
Con base en las anteriores consideraciones, es menester concluir que
en el procedimiento a que fue sometida la señora Gloria E. Patiño, el
personal médico y auxiliar del Hospital Dptal. San Vicente de Paúl de
Garzón, actuó circunscrito dentro de los cánones técnicos y científicos
que regulan el ejercicio de la medicina; amen de que observaron
diligencia y pericia en el manejo de la patología.
En tal virtud, su deceso no es imputable a un error en el diagnóstico del
servicio médico asistencial.
Por lo expuesto el Tribunal Administrativo del Huila, administrando justicia
en nombre de la República y por autoridad de la Ley,
F A L L A
Primero. Deniéganse las pretensiones de la demanda.
Segundo: En firme la presente providencia, archívese el expediente,
previa devolución a la actora del remanente de la suma depositada
para gastos del proceso, si a ello hay lugar.
Notifíquese.
JOSE MARCELINO TRIANA PERDOMO
Magistrado
RAMIRO APONTE PINO
Magistrado
JORGE AUGUSTO CORREDOR RODRIGUEZ
Magistrado
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