VIII Congreso Virtual Hispanoamericano de Anatomía Patológica — Octubre de 2006 Belen Pérez Mies Ana Pérez-Campos Celina Echevarría Iturbe Isabel García Higuera Hospital “General Yagüe” Servicio de Anatomía Patológica. Correspondencia: Belen Pérez Mies Hospital “General Yagüe” Avda. del Cid, 96 09005 Burgos, España. Telf: +34 947 28 18 00 Fax: +34 947 28 18 29 E-mail: [email protected] http://conganat.cs.urjc.es Ginecopatología Detección de infección por papiloma virus con material celular obtenido con torunda seca INTRODUCCION: La reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para determinar una infección por virus del papiloma humano (VPH) es una técnica consolidada. Nuestro objetivo es valorar su rendimiento desde material celular ginecológico obtenido con torunda seca. MATERIAL Y METODOS: De las 731 determinaciones de VPH de 2004, se han seleccionado las torundas ginecológicas, recogiendo edad, resultado y el motivo de su solicitud. La muestra se obtiene de cérvix, vagina o vulva, según indicación clínica, con una torunda seca (cánula Eurotubo), empleando para la detección y tipado del VPH, un kit comercial (PVH fast 2.0 de Genómica). RESULTADOS: Se procesaron 597 torundas. Edad media 35,4 años, rango 16-70. 43 % se solicitaron por diagnóstico de ASCUS o AGUS. 25 % casos para seguimiento de lesión escamosa intraepitelial (SIL) previamente diagnosticada y/o tratada. 22 % tras un primer diagnóstico de SIL (14 % por LSIL y 8 % por HSIL). En el 7 % no constan antecedentes y el 1 % fue por condilomas vulvares. 63 % fueron negativas y el 36 % positivas. Sólo en el 1 % se inhibe la reacción. Hubo un 13 % de casos de coinfección de dos o más virus. Los subtipos más frecuentes fueron 16 (36 %), 53 (15 %) y 58 (7 %), pero existe representación de casi todos los subtipos. El mayor porcentaje de positivos fue en menores de 20 años (55 %) disminuyendo el porcentaje un 10 % por década. Según el motivo de solicitud, el porcentaje más alto de positivos los SIL, especialmente HSIL (80 %). CONCLUSIONES: Los resultados obtenidos son similares a otras revisiones. Diagnósticos de ASCUS o AGUS son el motivo más común de solicitud, las mujeres más jóvenes están con más frecuencia infectadas, el subtipo 16 es el más habitual y las HSIL, tienen el mayor porcentaje de resultados positivos. Consideramos que la torunda seca es una forma válida, sencilla y económica para obtener material para PCR. Palabras clave: HPV; torunda seca; PCR; lesión escamosa intraepitelial; carcinoma in situ; cervix INTRODUCCIÓN La infección por el virus del papiloma humano (VPH) es la infección viral de transmisión sexual más frecuente. Se estima que hasta un 50 % de la población sexual activa ha podido estar infectada por el virus (1,2). Debido al riesgo carcinogénico de algunos subtipos, los denominados de alto riesgo, se están aplicando diferentes técnicas complementarias a la tradicional citología cervico-vaginal, que permiten detectar infecciones por VPH. La detección de ADN viral por reacción en cadena de la polimerasa (PCR) es, hasta el momento, la más extendida. El material sobre el que se realiza la determinación puede provenir de biopsias, citología líquida o torundas citológicas entre otros. Según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) las técnicas de detección de infección por VPH tienen cuatro usos fundamentales: 1) Detección primaria de la infección, ya sea como técnica única o junto a la citología para mejorar su sensibilidad; 2) Evaluación de las citologías con ASC-US (Atypical Squamous cells-Undetermined Significance); 3) Evaluación pronóstica de progresión y seguimiento de las lesiones —1— VIII Congreso Virtual Hispanoamericano de Anatomía Patológica — Octubre de 2006 http://conganat.cs.urjc.es Ginecopatología intraepiteliales escamosas de bajo grado (LSIL); y 4) Control de la curación post-tto. (3) En nuestro centro, la detección de infección VPH en citología cervico-vaginal, con toma citológica con torunda seca, está establecida desde al año 2002. El objetivo de este trabajo es valorar el uso que se está dando a la técnica y si nuestros resultados son similares a los de otros centros. MATERIAL Y MÉTODOS De las 731 PCR que se realizaron en nuestro centro a lo largo del año 2004, se han seleccionado las determinaciones de VPH que corresponden a torundas ginecológicas. En cada caso se ha recogido la edad de la paciente, el resultado de la PCR y el motivo por el que se ha solicitado el estudio, clasificándolo según los siguientes criterios:1) Solicitud por control de una lesión escamosa intraepitelial (SIL) previamente diagnosticada, independientemente del grado, anteriormente al año 2004; 2) Solicitud por ASCUS o AGUS en citologías anteriores, independientemente del año, sin que haya sido diagnosticado en ninguna de estas pacientes un SIL previamente; 3) Solicitud por haberse diagnosticado en ese año un SIL independientemente del grado; 4) Detección primaria sin que existan antecedentes de lesión orgánica; 5) Existencia de lesiones clínicamente sugestivas de condilomas vulvares; 6) Otras. El método de obtención de la muestra consiste en la toma de células de la región cervical, vaginal o vulvar, según indicación clínica, mediante una torunda seca, empleando cánulas Eurotubo que se conservarán a 4 ºC o a ?20ºC hasta su procesamiento. Para la detección se ha empleado un kit comercial disponible en el mercado llamado PVH fast 2.0 comercializado por Genómica. Este kit permite detección y tipado del VPH en distintas muestras (frotis, suspensiones celulares y tejidos fijados en formol e incluidos en parafina) mediante la técnica de reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Para ello se amplifica un fragmento de DNA viral de unos 450 pares de bases (pb), dentro de la región L1 del virus que presenta escasa variaciones de unos virus a otros. A continuación se efectuó la electroforesis en gel de agarosa al 2 % para detectar si las muestras contenían o no virus. Posteriormente, en las muestras positivas, se procede a la digestión del producto amplificado con enzimas de restricción (Rsa I y II) incluidas en el kit para realizar el tipado de virus. El resultado se visualiza mediante electroforesis en geles de agarosa Metaphor y tinción con bromuro de etidio, en un transiluminador de luz ultravioleta. RESULTADOS Se realizaron 597 determinaciones de infección VPH en torundas ginecológicas, lo que supone un 2 % sobre el total de citologías cervicovaginales (25801). La media de edad fue de 35,4 años con un rango que abarca desde los 16 a los 70 años. El grupo de edad entre 21 y 30 años es en el que con más frecuencia se solicitan determinaciones con 201 casos (34 %). De los 597 casos donde se solicitó la determinación, 262 (43 %) fueron peticiones tras un diagnóstico de ASCUS o AGUS ese mismos año o controles de ASCUS o AGUS diagnosticados en años anteriores. El siguiente motivo de petición, 151 casos (25 %) fue el seguimiento de una lesión escamosa intraepitelial (SIL) previamente diagnosticada. En varios casos la lesión había sido tratada previamente. El 22 % de las peticiones se hicieron tras un primer diagnóstico de SIL (14 % por LSIL y 8 %por HSIL). En el 7 % no consta ningún antecedente clínico o citológico por lo que se ha considerado una indicación por criterio del ginecólogo y en 1 % de los casos se solicitó por la presencia de condilomas vulvares (Tabla 1). El 63 % de las determinaciones fueron negativas y el 36 % positivas. En el 1 % de las determinaciones no se obtuvo resultado por inhibirse la reacción. Hubo 25 casos de coinfección de dos a más virus lo que supone un 13 % de los casos. De las 193 determinaciones positivas, 25 (13 %) no pudieron tiparse, ya sea por tener una carga viral muy débil de la que se obtiene escasa señal, insuficiente para el tipado o por ser un tipo de virus desconocido (8 casos). En las restantes positivas, los virus más frecuentes fueron el 16 (36 %) seguido del 53 (15 %) y del 58 (7 %). Aunque sean poco frecuentes existe representación de la mayor parte de los virus conocidos. El rango de edad donde proporcionalmente fue mayor el número de resultados positivos fue en las menores de 20 años donde el 55 % de los análisis fueron positivos. A medida que va aumentando la edad, va disminuyendo la proporción de resultados positivos del orden de un 10 % por década (Tabla 2). —2— VIII Congreso Virtual Hispanoamericano de Anatomía Patológica — Octubre de 2006 http://conganat.cs.urjc.es Ginecopatología El número de casos positivos según el motivo de solicitud de la PCR queda reflejado en la tabla 3, de forma que el porcentaje más alto de positivos lo veremos en los casos diagnosticados ese año de SIL, especialmente de HSIL donde el porcentaje de positivos alcanza el 80 % (Tabla 3). DISCUSIÓN Debido al conocido riesgo carcinogénico del papiloma virus, se han desarrollado técnicas para la detección de ADN viral, que cada vez son más sensibles y específicas y fáciles de realizar. La detección de ADN viral mediante reacción en cadena de la polimerasa es una de las más extendidas y puede ser de utilidad en diferentes aspectos como el cribado primario del carcinoma cervical y sus lesiones precursoras, el seguimiento de lesiones cervicales ya tratadas o como método de diagnóstico complementario de citologías con anormalidades (2-4). En nuestro centro, la causa más frecuente de solicitud de la técnica es el diagnóstico citológico de ASCUS o AGUS que suponen un 43 % de las peticiones. La técnica permite discriminar fiablemente aquellos casos donde las anomalías citológicas son de índole reactivo de aquellas donde puede existir una lesión escamosa intraepitelial, sin necesidad de hacer una biopsia, técnica mucho más agresiva y estresante para la paciente, permitiendo, en los casos negativos que la paciente vuelva al screening general (5,6). El porcentaje de citologías diagnósticadas de ASCUS o AGUS que fueron positivas fue del 20 % cifra muy similar a otros estudios (7). La segunda causa de petición de la prueba es el seguimiento de SIL previamente diagnósticado y en muchos casos tratado (25 %). De esta forma es posible determinar si existen reinfecciones o si persiste el ADN viral. La Infección se negativiza en las lesiones extirpadas completamente y está presente si la lesión persiste o recurre. Su negatividad después del tratamiento permite devolver a la mujer al programa de cribado (3) La tercera causa es las lesiones escamosas intraepiteliales diagnosticadas por primera vez (22 %). En estos casos, el conocer la presencia del virus permite confirmar el diagnóstico citológico y determinar qué tratamiento es el más adecuado en función del riesgo oncogénico del virus detectado. Aunque a las pacientes se les realice biopsia y sea posible determinar ADN viral en el tejido, la extracción de ADN en frotis citológicos es mucho más sencilla y la parafina en la que se incluyen las biopsias es un inhibidor para la Taq polimerasa lo que dificulta la realización de la técnica. Además el uso de formol no tamponado o la fijación deficiente de la muestra puede dar lugar a falsos negativos. (8) Nuestra prevalencia de infección (0,7 %) es mucho menor a la de otras series publicadas (2, 9, 10) y menor que la general en España que se sitúa entre el 3 y el 6 % (3). La causa es que no se ha hecho la determinación en todas la población de la zona, sino sólo en un grupo muy reducido, donde existía indicación clínica. Sin embrago, las proporciones de casos positivos se mantienen según los rangos de edad, de forma que el porcentaje de positivos es mucho mayor en las pacientes menores de 30 años donde se solicitó la técnica y especialmente en las menores de 20 años donde el porcentaje de positivos alcanza el 55 %, al igual que en otra series publicadas (2, 11, 9, 10) Nuestro porcentaje de VPH 16 alcanza el 36 % cifra similar a la de otros artículos publicados en España (2,7,12,13). Los tipos 53 y 58 que son los siguientes en frecuencia. Así mismo el porcentaje de casos positivos tanto en los LSIL como en los HSIL está en consonancia con los resultados de otros autores (2,7,12,13) Actualmente en muchos centros se está implantando la citología líquida como alternativa a la tradicional triple toma. Para algunos autores es controvertido si esta técnica mejora la sensibilidad y la especificidad del screening (3) pero una ventaja indiscutible es que permite realizar detecciones de infección HPV con el material obtenido, de forma que en citologías con diagnóstico de ASCUS o de SIL se podría hacer directamente la determinación viral. Sin embrago consideramos que la torunda seca es una alternativa válida, rápida y económica para la detección de infección, en los centros en los que por motivos técnicos o económicos no se utilice la citología líquida. La detección y tipificación del HPV debería añadirse a los estudios de rutina tanto de material citológico como histológico. Con esto se reduciría el número de mujeres referidas a tratamiento o los múltiples controles por citologías anormales (ASCUS) y se podría predecir el riesgo potencial de la lesión. (12). Algunos autores (8) proponen controlar los virus de bajo riesgo oncogénico rutinariamente mientras que la detección de un subtipo de alto riesgo supone un estrecho seguimiento citopato- —3— VIII Congreso Virtual Hispanoamericano de Anatomía Patológica — Octubre de 2006 http://conganat.cs.urjc.es Ginecopatología lógico y clínico con el objetivo de prevenir la aparición de lesiones de alto grago. REFERENCIAS 1. Bosch FX, Marros M, Muñoz N, Sherman M, Jansen A, Peto J et al; the IBSCC study group. Prevalence of human papilloma virush in cervical cancer: a worldwide prespective. J Nath Cancer Inst. 1995;87:796-802. 2. Puig F, Echavarren V, Yago T, Crespo R, Montañés P, Palacios M, Lanzón R. Prevalencia del virus del papiloma humano en una muestra de población urbana en la ciudad de Zaragoza. Prog Obstet Ginecol. 2005; 48(4): 172-8. 3. S.E.G.O. Infección por Papilomavirus. Documentos de consenso, ! " #$%21/12/05, ! " & " Disponible " ()*+,'% " "-.. 2002. Consultado #'" (& ( "en: 4. 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Tabla 2.- Número de casos por grupos de edad y porcentaje de casos positivos. Tabla 3.- Número de casos según motivo de la solicitud y porcentaje de casos positivos. —5—