Adaptacion del Protocolo de Evaluacion Visual de Quebradas Para

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ADAPTACIÓN DEL PROTOCOLO DE EVALUACIÓN VISUAL DE QUEBRADAS
PARA PUERTO RICO
POR
NATALIA M. RODRÍGUEZ ORTIZ
TESIS
Sometido al Departamento de Ciencias Ambientales
FACULTAD DE CIENCIAS NATURALES
UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO
RECINTO DE RÍO PIEDRAS
En cumplimiento parcial de requisitos para el grado de
MAESTRIA EN CIENCIAS AMBIENTALES
Mayo, 2014
Esta tesis ha sido aceptada por la facultad del:
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS AMBIENTALES
FACULTAD DE CIENCIAS NATURALES
UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO
En cumplimiento parcial para el grado de
MAESTRIA EN CIENCIAS EN CIENCIAS AMBIENTALES
Comité de tesis:
_______________________________________
Alonso Ramírez
_______________________________________
Jorge R Ortiz Zayas
_______________________________________
Carlos García-Quijano
Agradecimientos
El hecho de alcanzar sueños en la vida implica sin duda el acompañamiento de personas
que han decido caminar a nuestro lado a pesar de lo impredecible que pueda ser el porvenir. Estas
personas comparten el difícil caminar pero también la alegría de haber llegado a la meta. Por esto
quiero hacer constar mis agradecimientos a los que caminaron conmigo. Gracias a ustedes hoy
culmino este proyecto de investigación. A mi mentor principal, el Dr. Alonso Ramírez, por
guiarme académicamente y por estar presente y apoyarme durante todo el proceso de realización
del proyecto. Al Dr. Carlos García-Quijano, también miembro de mi comité de tesis, por su
consejo y por creer en mí. Al Dr. Jorge Ortiz-Zayas, también miembro de mi comité de tesis, por
su apoyo y por brindarme inspiración sobre el trabajo en las comunidades. Agradezco a Ángel
(Gelo), y a Javier, líderes comunitarios de la comunidad de Capetillo, y también a los
participantes de las comunidades de Buen Consejo y Caimito. Sin ustedes este proyecto no
hubiese tenido tanta riqueza. También agradezco a la Oficina de Monitoreo del Plan de Aguas del
DRNA, por su participación en el proyecto y compromiso ambiental.
Agradezco a mi familia, Yolanda, Eddie, Mariela, Vanessa, Pedro, Víctor, y Sally, que
nunca me han faltado, les adoro. No pueden faltar mis compañeros del laboratorio por
escucharme y discutir conmigo el proyecto, en especial a Annette, con quien he compartido los
momentos de desesperación y de alivio durante este año de tesis. ¡Qué bueno reencontrarnos para
nuestra maestría y cumplir juntas nuestra meta! ¡Gracias a todos y todas por SER y ESTAR!
i
Tabla de Contenido
Agradecimientos…………………………………………………………………………..i
Tabla de contenido ………………………………………………………………………..ii
Capítulo 1: Estado de las Quebradas en Puerto Rico ……………………………………..1
Introducción…………………….…………………………………………………2
Objetivo General…………………………………………………………………..9
Literatura Citada ………………………………………………………………...10
Capítulo 2: Adaptación del Protocolo de Evaluación Visual de Quebradas
para Puerto Rico ………………………………………………………………....14
Introducción……………………………………………………………………...15
Resumen del Protocolo de Evaluación Visual de Quebradas……………………17
Preguntas de Investigación………………………………………………………19
Metodología y Materiales
Área de Estudio………………………………………………………………….19
Métodos………………………………………………………………………….22
Resultados
Comparación del Protocolo de Evaluación Visual de Hawaii
con Índices Bióticos ……………………………………………………..25
Distribución espacial de la concentración de parámetros
fisicoquímicos en la región noreste………………………………………26
Comparación entre la distribución espacial de parámetros
fisicoquímicos y HSVAP…..……………..……………………………...27
Reacción a Imágenes……………………………………………………..27
ii
Reacción sobre experiencia evaluando la quebrada……………………...30
Comparación evaluación de la quebrada por
DRNA y Comunidades…………………………………………………..31
Reacción sobre el Protocolo de Evaluación Visual de Quebradas………31
Discusión
Patrón de parámetros fisicoquímicos…………………………………………….33
Protocolo vs físico-química………………………………………………………34
Protocolo vs macroinvertebrados………………………………………………..34
Uso del PEVQ por DRNA y Residentes de comunidades aledañas
al Río Piedras…………………………………………………………………….35
Utilidad del PEVQ en Puerto Rico……………………………………………....38
Conclusión……………………………………………………………………………….38
Literatura Citada…...…………………………………………………………………….39
Figuras……………………………………………………………………………………42
Tablas…………………………………………………………………………………….48
Apéndice
Protocolo de Evaluación Visual de Quebradas para Puerto Rico……………… 50
Capítulo 3: Valor del Protocolo de Evaluación Visual de Quebradas y
alcance de su utilización…………………………………………………………………80
Literatura Citada…………………………………..…………………………………….84
iii
CAPÍTULO 1
Estado de las Quebradas en Puerto Rico
1
Introducción
El agua superficial es un recurso indispensable para la vida. Los ríos y quebradas,
principales proveedores de este recurso, están siendo cada vez más impactados por
diversas alteraciones hidro-geomorfológicas, como cambios de uso de terreno (Ellison et
al., 2012; Chin, 2006) y construcción de represas (Pringle et al., 2000). A pesar de
variaciones en los índices de crecimiento, actualmente la expansión del uso de terreno
urbano es un fenómeno presente en casi todas las regiones del mundo (Schneider &
Woodcock, 2008). La expansión urbana ha modificado la estructura y funcionamiento de
ríos y quebradas (Walsh et al., 2005; Chin, 2006). Muchas de estas alteraciones son
visibles, como la modificación de su estructura física, alteraciones al régimen
hidrológico, pérdida de biodiversidad y contaminación (Meyer, 1997). Al mismo tiempo,
la creación de represas es común con fines diversos, desde control de inundaciones hasta
recreación. Los ecosistemas de ríos y quebradas urbanos pueden ser manejados para
reducir su vulnerabilidad a escenarios de deterioro y mejorar su funcionamiento natural,
permitiendo que el agua sea de mejor calidad (Meyer, 1997; Fiquepron et al., 2013). El
desarrollo de herramientas de monitoreo para evaluar su condición es determinante para
lograr tal resultado. En regiones tropicales donde ha ido en aumento la urbanización
dichas herramientas de monitoreo deben ser desarrolladas según características
particulares generadas debido al cambio de uso de terreno. Puerto Rico es uno de los
países en el trópico donde los ríos y quebradas experimentan cambios debido a la
urbanización.
En Puerto Rico la historia de cambios en los ríos es el resultado de la interacción
entre las características naturales de los ríos (p.ej. patrón hidrológico, diversidad) y las
2
modificaciones que las cuencas hidrográficas han experimentado debido a factores de
carácter político-económico, los cuales a su vez influencian cambios en el enfoque de
planificación, y en la demografía de la isla. Por ejemplo, en Puerto Rico la construcción
de embalses respondía a la visión de desarrollo económico impulsada por los gobiernos
locales y federales (García-Martinó, 2000). La construcción de dichas obras ingenieriles
comenzó con el propósito de proveer servicio eléctrico a las ciudades mediante
generación de energía hidroeléctrica y para desarrollar la agricultura de la caña de azúcar,
actividad económica dominante entre 1913 y 1951 (Ortiz-Zayas et al., 2004). Ya entre los
1940 y 50’s se comenzó a dar un cambio en la economía de Puerto Rico, de una orientada
a la agricultura a una centrada en la industria, proceso en el cual el uso de suelo fue
sustituido por la urbanización y por bosques (Grau et al., 2003; López et al., 2001). Es
entonces cuando se dio la llamada ola migratoria del campo a la ciudad, y se
desarrollaron urbanizaciones en la parte baja de las cuencas, en especial hacia las costas
(Grau et al., 2003), (Dietz, 1986). En el desarrollo y expansión de más urbanizaciones, la
búsqueda de disminuir los riesgos por inundación, y abastecer necesidades de electricidad
y agua potable, aumentó el número de represas en la isla (Ortiz-Zayas et al., 2004). Por
ende, a los impactos iniciales creados por las represas se les sumó el de la canalización y
la urbanización.
Actualmente, los mayores impactos a los ecosistemas de río asociados con las
actividades antropogénicas en Puerto Rico son: interrupción de la conexión del río con el
mar, modificación del canal, y deforestación e impermeabilización de las zonas
ribereñas y llanuras de inundación, (Ramírez et al., 2009). Esto puede resultar en
problemas a través de la cuenca como: interrupción de procesos migratorios, alteración y
3
eliminación de hábitats, y problemas de sedimentación río abajo. A continuación se
describe cada uno de estos impactos.
Conectividad con el océano - La falta de conectividad es principalmente causada por la
construcción de represas en la isla. Según la reglamentación existente en la isla sobre las
presas o represas, estas se definen como “una barrera artificial que conjuntamente con
sus obras de accesorias es construida con el propósito de retener, almacenar o desviar
aguas o regular su curso fuera del cauce y cuya elevación exceda de veinticinco pies
desde el lecho natural del cuerpo de agua o del nivel natural del suelo; y un embalse
como " un depósito que se forma artificialmente mediante un dique o presa en el que se
almacenan las aguas de un río o arroyo o la escorrentía pluvial y que forma un lago, y
que exceda de un volumen de cincuenta (50) acres pies" (Autoridad de Energía Eléctrica
de Puerto Rico, 2006). Es decir, este tipo de infraestructura es creada para almacenar el
agua que desciende por gravedad de manera natural desde lugares elevados,
interrumpiendo así el flujo natural de los ríos y quebradas hacia su desembocadura en
otro río o en el mar. De esta manera las represas interfieren en el proceso de migración de
diferentes especies acuáticas nativas tales como peces, caracoles y camarones (March et
al., 2003). Estas especies necesitan la conexión del río con el estuario para completar las
etapas de su ciclo vida (Pringle, 1997). Al obstruir la conectividad entre los sistemas
terrestres y marinos, la estructura biótica de los ecosistemas de río es afectada. La falta de
conectividad río-estuario asociada con la construcción de represas en la isla, resulta en un
mayor impacto sobre el funcionamiento de los ecosistemas de ríos en Puerto Rico que el
producido por factores como la urbanización (Ramírez et al., 2009). Benstead et al.
(2000) estudiaron la migración de larvas de camarón en el Bosque Experimental de
4
Luquillo, encontrando una cantidad significativamente mayor de pos-larvas de camarones
en el Río Mameyes, el cual no está represado, que en el Río Espíritu Santo, el cual si ha
sido represado y posee tomas de agua (Benstead et al., 2000). Otros estudios también han
identificado a las represas como un factor limitante a la conclusión del ciclo de vida de
organismos migratorios (Greathouse et al., 2006; March et al. 1998). Las represas son
una característica ya casi implícita en la hidrografía de la isla. En el 2004, Puerto Rico ya
contaba con 36 represas en ríos de la región montañosa interior y dos que tienen sus
embalses fuera del cauce pluvial en Fajardo (2004) y Río Blanco (2009) (Ortiz-Zayas et
al., 2004). En el Bosque Nacional El Yunque hay más de 31 represas menores (March et
al., 2003).
Canalización - La modificación del canal mediante su enderezamiento es otra
característica muy relevante sobre la condición actual de los ríos y quebradas en Puerto
Rico. En la construcción de las canalizaciones se amplía la sección transversal de los ríos
en comparación a la de su configuración natural, y su sección hidráulica se calcula
utilizando un fondo plano, haciéndoles inestables (Morris et al., s/f). A través del
enderezamiento del canal se modifica la velocidad de flujo, aunque la variabilidad del
flujo en las quebradas en el noreste de Puerto Rico son similares a través del año
independientemente del uso de terrenos predominante en la cuenca o en la temporada
(Ramírez et al., 2009). Otros efectos de canalización también lo son la eliminación de la
secuencia de charcas y rápidos, interrupción de procesos migratorios de especies
acuáticas, y destrucción del hábitat acuático y zonas de vegetación ribereña (Morris et al.,
s/f). Engman y Ramírez (2012) encontraron que las quebradas con un grado de
5
homogeneidad del hábitat extremo y canales muy poco profundos y anchos,
características de quebradas canalizadas, contienen una pobre riqueza de especies. El
estudio encontró que en los lugares de muestreo de quebradas canalizados estaban
presentes las especies introducidas, pero no las nativas.
Las “limpiezas de los ríos” son otro tipo de modificación del canal. Dicha
actividad consiste comúnmente en "la excavación las barras del lecho del río, llenar las
charcas de sedimentos, enderezar los meandros y ampliar el cauce del río" (Morris et al.,
s/f). Esta práctica no es adecuada y refleja un problema de implantación y cumplimiento
de regulaciones relacionadas a los cuerpos de agua dulce del país ya que pese a la
existencia de la Ley Número 49 del año 2003 (según enmendada), la cual dispone que
las actividades de limpieza del río deben limitarse a la "remoción de materiales exógenos
del cuerpo de agua que no son producto de procesos geológicos", se continúan realizando
las excavaciones (Morris et al., s/f). Esto causa el atrincheramiento de los ríos
provocando que el fondo de los ríos baje y haciendo inestables los bancos (Morris et al.,
s/f).
Zona ribereña y deforestación - La modificación de las zonas de vegetación ribereña,
altera la aportación de hojarasca y demás materia orgánica al sistema, afectando la
cantidad de hábitats para la vida acuática (Morris et al., s/f), y el flujo de energía o
estructura trófica del ecosistema (March & Pringle, 2003). Las quebradas bien forestadas
y protegidas pueden ser determinantes en potenciar la presencia de especies diadromas
(por ejemplo Neritina virgínea; Blanco & Scatena, 2006). En Puerto Rico se ha
encontrado relación entre una mayor riqueza de familias de macroinvertebrados sensibles
a la contaminación, y zonas ribereñas con mayor porcentaje de bosque y al menos 5
6
metros de ancho (de Jesús-Crespo & Ramírez, 2011). La Ley 49 del 3 de enero de 2003
(según enmendada), establece la delimitación de una faja de uso público de un ancho
mínimo de cinco metros lineales en cada lado del río al realizarse cualquier obra de
urbanización o lotificación en terrenos colindantes con un río.
La deforestación para la construcción incrementa la concentración de sedimentos
en suspensión en los cuerpos de agua, causando turbidez (Morris et al., s/f). Entre los
efectos que puede causar se encuentran la interferencia en el proceso de oxigenación de
las branquias de peces y camarones causándoles la muerte, la sedimentación en los
embalses, y eutroficación por la sobrecarga de nutrientes que posibilita el crecimiento de
microbios con una alta demanda de oxígeno (Morris et al., s/f).
Además si las zonas de infiltración pertenecientes al río, han sido
impermeabilizadas, podemos reconocer una disminución en mecanismos de retención de
agua, y de amortiguamiento natural (Ramírez et al, 2009). Como resultado,
contaminantes orgánicos y tóxicos pueden estar llegando con mayor facilidad a los
cuerpos de agua afectando la calidad del agua. En la actualidad todos los ríos y quebradas
de la isla cuentan con la presencia de petroleoquímicos y sus derivados, químicos
industriales, solventes, detergentes, materiales de limpieza, plaguicidas, y medicamentos
(como antibióticos, reguladores hormonales, y medicamentos sin requerimiento de
recetas) (Morris et al., s/f).
Necesidad de herramientas de evaluación de ríos
Los tipos de uso y manejo del recurso de agua en la isla que han sido descritos
están transformando los ecosistemas terrestres de Puerto Rico a un ritmo acelerado. Esta
realidad impone a la hidrografía de la isla un alto grado de vulnerabilidad, y demanda el
7
desarrollo de herramientas de monitoreo, dado a la carencia de las mismas.
Particularmente, son necesarias herramientas sencillas que permitan el rápido monitoreo
que ameritan los cambios que se están dando en los ecosistemas de río y quebradas en
Puerto Rico. Además, que también sean la base para establecer planes de manejo y de
restauración participativos y consecuentes con la realidad de país. El Protocolo de
Evaluación Visual de Quebradas (NWCC Technical Note 99–1, Stream Visual
Assessment Protocol, 1998) es una herramienta que podría ayudar a evaluar los ríos en
Puerto Rico. Sin embargo, la misma no ha sido adaptada a los ríos de Puerto Rico.
Es importante aclarar que las decisiones de manejo de los ríos y quebradas se
toman a diferentes escalas y con diferentes implicaciones son los efectos (Hammer et al.,
2011). Los sistemas de monitoreo deben tomar en consideración metas a nivel regional
como a nivel local (Hammer et al., 2011). En el desarrollo de herramientas de monitoreo
se debe considerar el sujeto que interacciona constantemente con el cuerpo de agua e
incluirle en el proceso de evaluación del mismo. Este proceso de evaluación básica debe
también poder indagar en las motivaciones o circunstancias que rigen el tipo de relación
de los habitantes humanos más cercanos a la quebrada con la misma. Esta información
podría de alguna manera dar luz sobre los porqués de la condición física del ecosistema
acuático.
Los valores y percepciones de las personas en regiones geográficas particulares se
relacionan con las decisiones que se tomen en cuanto al manejo de los ríos y quebradas
(Gregory & Wellman, 2001). Pero a su vez estos valores y percepciones se relacionan
con el manejo y uso histórico que se le ha dado a la sub-cuenca (Silvano et al., 2005). Es
decir, los valores de las personas influencian el manejo de los ecosistemas de río, pero en
8
relación a experiencias reales con su entorno (Gregory & Wellman, 2001; Hardy &
Koontz, 2010; Sultana, 2009). Los valores de las personas no son ajenos a la realidad
material del lugar donde viven y como se ha manejado históricamente el cuerpo de agua
y sus terrenos circundantes.
Objetivo general
Por las razones anteriores, el objetivo de este proyecto es proveer una herramienta
de evaluación de quebradas para la región Noreste de la isla tropical de Puerto Rico que
pueda ser utilizada por personas sin preparación formal en el estudio de estos
ecosistemas. Además, se intenta entender como pudiera ser utilizada esta herramienta
por diferentes sectores, y qué valores y percepciones hacia los ecosistemas de ríos
podrían estar acompañando este tipo de uso. Este estudio aporta al conocimiento de las
diferentes percepciones que puedan existir hacia la condición de dichos cuerpos de agua
y los acercamientos de manejo y restauración concebidos por cada sector. Para obtener la
herramienta local se modificó el protocolo de Evaluación Visual de Quebradas de Hawaii
(HSVAP, por sus siglas en inglés) desarrollado originalmente por el Servicio de
Conservación de Recursos Naturales (NRCS, 1998), ya que se considera una herramienta
adecuada para ser utilizada por personas sin el peritaje tradicionalmente requerido para el
estudio de ecosistemas de ríos. La adaptación del protocolo es parte esencial de este
proyecto dada la necesidad de generar una herramienta que responda al contexto socioambiental de la isla.
9
Literatura citada
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13
CAPÍTULO 2
Adaptación del Protocolo de Evaluación Visual de Quebradas
para Puerto Rico
14
Introducción
En Puerto Rico urge el desarrollo de protocolos de monitoreo de ríos y quebradas
dada la carencia de dichas herramientas evaluación que nos permitan conocer
objetivamente la ocurrencia de impactos sobre estos ecosistemas. En particular se
necesita una herramienta de monitoreo de fácil utilización, como los protocolos de
evaluación visual. Este tipo de herramienta es útil y práctica para levantar información
básica sobre la condición del ecosistema evaluado. La degradación de la condición de los
ríos en la isla amerita la identificación de problemas asociados a su estado físico con
mayor rapidez. Un protocolo visual atendería esta necesidad. Además, ésta herramienta
podría ser utilizada por ciudadanos en general y comunidades aledañas a ríos y quebradas
interesadas en la conservación y manejo de dichos cuerpos de agua.
El Protocolo de Evaluación Visual de Quebradas de Hawaii (HSVAP por sus
siglas en inglés) cumple con el objetivo de ser una herramienta de fácil y rápida
aplicación para los ciudadanos con interés en la condición de los ecosistemas de ríos y
quebradas. Es indispensable su adaptación a las condiciones socio-ambientales de la isla.
Por esta razón el objetivo de este estudio es proveer una herramienta adaptada para las
quebradas locales, sencilla y que pueda ser utilizada por personas sin preparación formal
en el estudio de ecosistemas de río, mediante la adaptación del HSVAP para Puerto Rico.
El uso del HSVAP fue previamente estudiado y recomendado para utilizarse como
herramienta de monitoreo en la isla (de Jesús-Crespo & Ramírez, 2010). El protocolo
presenta características y explicaciones sobre los ríos y quebradas en Hawaii que
coinciden en su mayoría con las de Puerto Rico, como por ejemplo la inclinación de los
bancos de manera natural.
15
A pesar de esto la adaptación del protocolo ameritaba varios pasos, los cuales
serán detallados en la sección de métodos. La adaptación se realizó según datos de
quebradas en la región noreste de la isla. Sin embargo, es posible su aplicabilidad en la
mayoría de los ríos perennes de la isla. Con el fin de validar el protocolo, se utilizaron
índices bióticos de macroinvertebrados y parámetros físico-químicos de los ríos. La
adaptación implicó la eliminación y modificación de información, y su traducción
completa al español. Se realizaron talleres sobre cómo utilizarlo, donde también se
auscultó la percepción de dos sectores hacia los ríos y quebradas. Los sectores
participantes fueron: 1) personal del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales,
y 2) residentes de comunidades aledañas al Río Piedras. Lo más importante era que el
protocolo pudiera ser utilizado por diferentes sectores independientemente de su
trasfondo educativo y nivel de escolaridad.
El Protocolo de Evaluación Visual de Quebradas adaptado para Puerto Rico
cubriría tres necesidades básicas en cuanto al desarrollo de herramientas de monitoreo en
la isla y el avance del manejo y conservación de los ecosistemas de ríos y quebradas. En
primer lugar es una herramienta que posibilita la participación de ciudadanos en el
monitoreo de dichos ecosistemas. En segundo lugar representa una herramienta simple y
educativa. Y en tercer lugar representa una guía útil para el desarrollo de proyectos
científicos y de restauración tales como: evaluaciones rápidas sobre la condición de los
ríos y quebradas, identificación de cambios en el ecosistema a través del tiempo, y el
desarrollo de planes de manejo y de restauración participativos.
16
Resumen del Protocolo de Evaluación Visual de Quebradas
El Protocolo de Evaluación Visual de Quebradas de (en inglés SVAP) se
desarrolló en EEUU en el año 1996 por un grupo de trabajo de evaluación acuática dentro
del NRCS. Dicho grupo identificó la necesidad de un protocolo de evaluación sencillo y
que estuviera guiado metodológicamente hacia las quebradas (NWCC Technical Note
99–1, Stream Visual Assessment Protocol, 1998). Luego de creado el protocolo, el
mismo fue revisado en el 1997 y 1998 debido a que no evaluaba adecuadamente lugares
que habían sido calificados de baja calidad según otros tipos de protocolos. En el 1998 se
evaluó nuevamente su desempeño y luego de las revisiones pertinentes se encontró
mejorías. Luego de esto el protocolo fue distribuido entre conservacionistas de EEUU
para más comentarios y la mayoría de los mismos fueron incorporados (NWCC
Technical Note 99–1, Stream Visual Assessment Protocol, December 1998).
El protocolo consiste en la evaluación de 15 elementos físicos claves para el
mantenimiento de la integridad de las quebradas. Los elementos incluidos son: condición
del canal, alteración hidrológica, zona ribereña, estabilidad del banco, apariencia del
agua, carga de nutrientes, barreras para el movimiento de peces, coberturas para los peces
al interior de la quebrada, presencia de macroinvertebrados. No todos los elementos
tienen que ser evaluados, ya que los ecosistemas de río varían según región, y por
consiguiente no todos aplican a las quebradas a ser evaluadas. La puntuación adjudicada
a cada elemento se suma y se divide entre el total de los elementos evaluados.
El carácter del protocolo de evaluación en cuestión provee el espacio para que
individuos en comunidad puedan realizarlo. El conocimiento que ella/os obtengan de la
evaluación, junto a la de los vecinos puede ser el comienzo de planes de manejo,
17
mitigación y restauración comunitarios. A su vez se establecen las bases para un manejo
integrado y participativo de las cuencas hidrográficas en la isla. Este tipo de evaluación
corta de la calidad del hábitat físico de las quebradas da un marco referencial a próximos
estudios de integridad de los ríos y quebradas de Puerto Rico (ya que se podrían
seleccionar de una manera más informada las variables a considerar en futuros estudios.
También ofrece una buena perspectiva de la condición de una quebrada, cómo ha sido
impactada, y/o cómo ha cambiado a través del tiempo (de Jesús-Crespo & Ramírez,
2010; NWCC Technical Note 99–1, 1998), ya que considera los usos de terrenos en la
zona ribereña de las quebradas.
Este tipo de evaluación no requiere de grandes esfuerzos en términos de tiempo, y
dinero, y tampoco requiere de un alto peritaje para llevarle a cabo (de Jesús-Crespo &
Ramírez, 2010; NWCC Technical Note 99–1, 1998). Esto sin dejar de proveer valiosa
información sobre la condición de una quebrada.
Este protocolo se modificó para Hawai y fue utilizado en Puerto Rico debido a las
similitudes climáticas entre las regiones. de Jesús-Crespo y Ramírez (2011) discuten el
uso del Stream Visual Assessment Protocol para determinar integridad del ecosistema en
la cuenca del Río Piedras. La versión de Hawaii (y la que se presenta aquí para Puerto
Rico) evalúa 10 elementos a diferencia del protocolo original. Para validar el protocolo se
compararon resultados de HSVAP realizados en 16 quebradas. de Jesús-Crespo y
Ramírez (2011) buscaron determinar qué aspectos de la condición de la quebrada el
protocolo podía predecir. Se realizaron regresiones lineales entre cada métrica biológica y
las puntuaciones del protocolo para entender qué parámetros de la evaluación visual
fueron más influyentes en cuanto a las métricas biológicas. Según el análisis la condición
18
del canal, la alteración del flujo y los hábitats disponibles fueron las variables más
importantes del HSVAP determinando los ensamblajes de macroinvertebrados. Este
estudio fue preliminar. El presente estudio amplía su evaluación a través de su
comparación con datos de una región más amplia. Además fue evaluado y revisado por
personal de la Oficina de Monitoreo del Plan de Aguas de Puerto Rico y por residentes de
comunidades aledañas a cuerpos de agua, y con iniciativas de restauración y
conservación.
Preguntas de investigación
Este estudio busca contestar las siguientes preguntas:
1- ¿Será el Protocolo de Evaluación Visual modificado para las quebradas de la
región noreste de la isla tropical de Puerto Rico un instrumento de monitoreo útil
para evaluar la condición de las mismas?
2- ¿Varía su uso y funcionamiento entre los sectores que le empleen? Si este fuera el
caso,
3- ¿Cuánto varía y cuáles serían las implicaciones para el carácter final del protocolo
y el alcance de su utilización?
Metodología y Materiales:
Área de estudio:
Este estudio se llevó a cabo en la región noreste de Puerto Rico. La región cuenta
con lugares que presentan un gradiente de impacto desde la cuenca del Río Piedras en
San Juan, mayormente urbana, Río Grande de Loíza (específicamente uno de sus
tributarios, el Río Turabo), con un alto porcentaje de desarrollo urbano (14%), hasta la
19
cuenca de Río Espíritu Santo con espacios protegidos y conservados entre los pueblos de
Río Grande y Luquillo. Actualmente la región de San Juan se encuentra entre los 4
mayores centros urbanos de la isla (López et al., 2001).
A partir del 1940 el proceso de crecimiento poblacional en las áreas urbanas y
costeras experimentó un rápido aumento en la región noreste de la isla (Grau et al., 1996).
Tanto factores biofísicos como de infraestructura han sido determinantes en posibilitar la
expansión de áreas urbanas. López et al. (2001) sugieren que entre estos factores se
encuentran la baja elevación, topografía plana y cercanía a carreteras y áreas urbanas. En
su estudio encontraron que del año 1977 al 1994 hubo un incremento de 27.4% en áreas
urbanas y al mismo tiempo un decrecimiento en las áreas no urbanas de 88.7% a 85.6%.
Factores biofísicos que potencian la urbanización pueden apreciarse en la cuenca urbana
del Río Piedras, ya que la misma cuenta con elevaciones de hasta 195.07m, y con una
mayor cobertura urbana que la del Río Espíritu Santo, la cual se origina en la Sierra de
Luquillo y alcanza elevaciones de 3,200 pies (Inventario de Cuencas Hidrográficas de
Puerto Rico, s/f). Los usos de terreno documentados por el Departamento de Recursos
Naturales y Ambientales en el Inventario de Cuencas Hidrográficas de Puerto Rico para
la zona, reflejan las tendencias de urbanismo mencionadas. La cuenca del Río Piedras
tiene un 77% de terreno urbanizado, y de bosques y pastos 21%, con un área total de
captación de 67 km2. La cuenca del Río Grande de Loíza tiene un 14% de terreno
urbanizado, 80% de bosques y pastos, con un área de captación de 750 km². Ambas
presentan un porcentaje alto de terreno urbanizado en relación a las demás cuencas de la
isla (Inventario de Cuencas Hidrográficas de Puerto Rico, s/f). Distinto a estas dos
cuencas, la cuenca del Río Espíritu Santo tiene un porcentaje de terreno urbano de 6%,
20
uno mucho más bajo ya que se encuentra en los adentros del Bosque el Yunque, con un
área de captación 67 km2. Su porcentaje de zona montañosa y pastos es 89%. A pesar de
esto se debe reconocer los efectos del desparrame urbano que también se ha
experimentado en las afueras de las áreas protegidas entre los pueblos de Luquillo y Río
Grande (Grau et al., 2003).
Interesantemente, las cifras de habitantes de las cuencas mencionadas también
reflejan la concentración poblacional en las zonas más urbanas de la región noreste.
Según el Inventario de Cuencas Hidrográficas de Puerto Rico (s/f) para el año 2004 la
población de la cuenca de Río Piedras alcanzaba los 198,200 habitantes y la cuenca del
Río Grande de Loíza alcanzaba los 455,000. Distante de estos números, la cuenca del Río
Espíritu Santo contaba con 11,050 habitantes para el mismo año.
Debido al proceso de urbanización dado en la región noreste de Puerto Rico, se
pueden apreciar algunos de los síntomas del síndrome de la quebrada urbana (de JesúsCrespo & Ramírez, 2011). A pesar de que se han encontrado tendencias similares en
Puerto Rico a las de otras regiones urbanas en el mundo en relación a la química del agua
y las poblaciones de macroinvertebrados, la isla se diferencia debido a la presencia de
casi todas las especies endémicas de peces en las partes bajas (Ramírez et al., 2009).
Estos estudios sugieren que la variable de conectividad debe entonces ser considerada
como una mayor influencia sobre las condiciones desfavorables para la biodiversidad a lo
largo de las cuencas. La presencia de represas y canalizaciones prácticamente en toda la
hidrografía de la isla, presenta un espacio para utilizar lo que sugieren dichos estudios y
para generar un instrumento de muestreo que permita la evaluación de las quebradas
según el contexto urbanizado y de fragmentación de cuerpos de agua de la isla.
21
Métodos
Pregunta 1: ¿Cuan útil y aplicable es el Protocolo de Evaluación Visual modificado para
las quebradas de la región noreste de la isla tropical de Puerto Rico como instrumento de
monitoreo para evaluar la condición de las mismas?
La primera pregunta que mueve este estudio implicó la modificación previa del
Protocolo de Evaluación Visual. Este proceso se realizó mediante la comparación
estadística de datos recolectados de físico-química y macroinvertebrados de quebradas de
la región noreste de Puerto Rico, concretamente en el Río Piedras, en el Río Grande de
Loíza y en el Río Espíritu Santo, con los resultados del Protocolo de Evaluación Visual
de Quebradas (PEVQ) (en inglés SVAP) corrido para dichos lugares de muestreo. Dicha
comparación tuvo el propósito de identificar si el protocolo es capaz de diferenciar,
mediante la identificación de perturbaciones físicas, problemas referentes a la salud de la
quebrada. Es decir, se corroboró si las puntuaciones adjudicadas mediante el uso del
protocolo reflejan realmente la condición de la quebrada en relación a los datos de físicoquímica y macroinvertebrados.
Una vez reunida la data se creó una tabla donde los mismos se organicen en orden
de mayor a menor impacto. Se hizo una tabla para los datos independientes y otra tabla
para los datos del PEVQ. Luego estos dos conjuntos de datos se compararon utilizando
una regresión lineal. El objetivo es determinar si las puntuaciones del PEVQ respondían a
las puntuaciones de los estudios individuales de macroinvertebrados y físico-química.
Para esto, se contestaron las siguientes preguntas:
22
1. ¿Hubo cambios en la puntuación del HVAP en respuesta a la condición del
gradiente representado en los diferentes lugares de muestreo? ¿Si los hubo, cuál fue
la magnitud de estos cambios?
2. ¿Las puntuaciones de los elementos individuales responden a problemas claves del
recurso?
Si las contestaciones a las preguntas anteriores son “NO”, entonces hay que
revisar los elementos de manera individual y también las narraciones. Como parte de este
proceso también se revisaron las descripciones narrativas para esos elementos de manera
que respondieran mejor a las condiciones observadas. Además de esto se evaluaron las
puntuaciones de las narraciones (los rangos) contestando la siguiente pregunta:
1. ¿Corresponden las puntuaciones de las narraciones a otros resultados de la
evaluación?
Los datos de físico química y macroinvertebrados se solicitaron a los proyectos de
investigación que produjeron los mismos. Estos son San Juan ULTRA, y el LUQLTER (Luquillo Long-Term Ecological Research program) en El Yunque y a
estudios generados por el Laboratorio del Dr. Ramírez en la Universidad de Puerto
Rico.
Estadística- El análisis estadístico para determinar si los resultados del PEVQ reflejan
realmente la condición de las quebradas estudiadas se basó en la realización de
regresiones lineales entre los índices o valores químicos y de macroinvertebrados de los
proyectos de investigación mencionados, y el PEVQ. Se hizo un análisis de componente
principal para ver cómo se organizaban espacialmente las quebradas según los datos de
23
fisicoquímica. La regresión entre la fisicoquímica y el PEVQ se realizó utilizando el eje
#1 del PCA y las puntuaciones del PEVQ obtenidas de las evaluaciones de las quebradas
muestreadas en el noreste.
Pregunta 2 y 3: ¿Varía su uso y funcionamiento entre los sectores que le empleen? Si este
fuera el caso, ¿Cuánto varía y cuáles serían las implicaciones para el carácter final del
protocolo y el alcance de su utilización?
Para contestar estas preguntas se conformaron dos grupos de potenciales usuarios
del Protocolo de Evaluación Visual de Quebradas una vez modificado. A ambos grupos
se les ofreció un taller sobre el Protocolo de Evaluación Visual de Quebradas, los
diferentes elementos de evaluación que propone, y las descripciones físicas de las
diferentes condiciones que podrían tener los elementos a evaluar. Se utilizaron fotografías
de diferentes quebradas para mostrar más en detalle los escenarios que podrían
encontrarse en el momento de la evaluación. En base a otras imágenes de quebradas, se
discutieron elementos y/o problemas que llamaran la atención y cómo podrían trabajarse.
De esta manera se introdujo el tema de las evaluaciones de ríos y quebradas, y se
exploraron las percepciones de los potenciales usuarios del PEVQ sobre los ríos y
quebradas.
Un grupo estuvo conformado por integrantes del Departamento de Recursos
Naturales y Ambientales, y el otro grupo estuvo conformado por miembros de
comunidades aledañas a quebradas del Río Piedras, relacionadas de alguna manera a
proyectos sobre problemáticas ambientales en dicha región. Ambos grupos evaluaron
quebradas utilizando el Protocolo de Evaluación Visual de Quebradas (PEVQ)
modificado. En la parte final del taller hubo espacio para reaccionar al protocolo y traer
24
sugerencias para ser integradas al documento. Además de auscultar diferencias en la
implementación del PEVQ entre estos dos grupos y potenciales usuarios del PEVQ, el
propósito de este segundo ejercicio fue validar el protocolo recién modificado.
Resultados
Comparación del Protocolo de Evaluación Visual de Hawaii (en inglés HSVAP) con
Índices Bióticos
Se evaluó si los resultados obtenidos del HSVAP para diferentes quebradas de la
región noreste, estaban adjudicando puntuaciones consecuentes con su condición real a
lo largo del gradiente de impacto del área estudio. Para esto se realizaron regresiones
lineales entre los resultados del HSVAP y el Índice Biótico de Familias de Hilsenhoff (en
inglés FBI), y entre el HSVAP y la riqueza de familias (FAM). El FBI es un índice que
también diagnostica la condición de las quebradas, pero según la abundancia de familias
de insectos acuáticos y sus respectivos valores de tolerancia (en relación a diferentes
condiciones ambientales). Para el FBI, mientras más baja es la puntuación calculada, en
una escala de 0 a 10, más saludable se encuentra el tramo muestreado. Para el HSVAP,
mientras más alta la puntuación en una escala de 0.0 a 2.0, mejor es la condición del
tramo evaluado. En la comparación del FBI con el HSVAP se encontró que a mayores
puntuaciones del HSVAP menores las puntuaciones del FBI. Es decir, a medida que las
condiciones físicas de los lugares evaluados mejoraban, aumentaba la abundancia de
familias sensibles a condiciones ambientales degradadas (Regresión Lineal, p=0.001,
pero el R2=0.27). A pesar de que la relación no fue suficientemente significativa, la
comparación muestra un patrón similar en los resultados de ambos índices (Figura 5). La
25
regresión lineal entre el HSVAP y la riqueza de familias no mostró relación (p>0.05)
(Figura 5).
Distribución espacial de la concentración de parámetros fisicoquímicos en la región
noreste
Se realizó un análisis de componente principal (PCA en inglés) para conocer la
distribución espacial de las concentraciones y niveles de parámetros físico-químicos
relacionados a calidad de agua en la región de estudio. Los parámetros utilizados para
este análisis fueron temperatura, conductividad, pH, NO3 y NH4. El eje 1 del PCA es el
que más que explica la distribución con un 42.8% (Figura 3). En este eje los niveles de
temperatura, conductividad, pH, NO3, y NH4 aumentan hacia la derecha. El eje 2 en
cambio, explica el 21.2% de la distribución, y separa los parámetros en términos de pH y
conductividad (Figura 3). A medida que aumenta el pH, disminuye la conductividad.
Comparación entre la distribución espacial de parámetros fisicoquímicos y HSVAP
Para determinar si el eje 1 del PCA se relacionaba con los índices del HSVAP a lo
largo de la región noreste se realizó una regresión lineal. La relación fue significativa con
un valor de p=0.017 y R2=0.42 (Figura 4) (ver comentario de arriba sobre pruebas
estadísticas). Este análisis nos permitió observar que mientras más altos los niveles de
temperatura, conductividad, pH, y NO3 y NH4 menor era la puntuación del HSVAP. De
manera que donde el protocolo estaba indicando condiciones regulares o bajas también
los parámetros estaban indicando condiciones de posible degradación en las quebradas
tales como: sobrecarga de nutrientes, aumento en temperatura, acidez del agua y alta
presencia iones.
26
Pregunta 2 y 3: ¿Varía su uso y funcionamiento entre los sectores que le empleen? Si este
fuera el caso, ¿Cuánto varía y cuáles serían las implicaciones para el carácter final del
protocolo y el alcance de su utilización?
Para contestar estas preguntas se entendió que antes era necesario conocer más de
cerca quienes constituían cada sector y cuál era su percepción sobre los ríos y quebradas,
y las diferentes condiciones en las que podrían encontrarse. De manera que la
contestación a la segunda pregunta, esté acompañada por información que refleje de
dónde provienen los conocimientos y conclusiones de los dos grupos de potenciales
usuarios del protocolo.
A cada sector participante se le presentó una serie de imágenes de quebradas antes
de comenzar como tal con el taller sobre el protocolo y su evaluación en el campo. Al
taller y grupo focal con personal del DRNA asistieron 9 personas, entre estas
planificadores y biólogos y biólogas. Al taller y grupo focal de residentes de la
comunidad asistieron 4 personas. En el mismo estuvieron representadas las comunidades
de Capetillo, y Buen Consejo, por donde transcurre la quebrada Juan Méndez, y Caimito,
por donde transcurre la quebrada Chiclana. Las tres comunidades son aledañas al Río
Piedras.
Reacción a imágenes
La conversación del grupo del DRNA sobre las primeras dos imágenes estuvo
centrada en la identificación de problemas asociados a la condición en la que se
encontraban las quebradas. Identificaron problemas asociados a diferentes elementos de
las quebradas tales como: vegetación homogénea, falta de sombra, erosión,
sedimentación, puntos de drenaje, impermeabilización del terreno y falta de hábitats.
27
También surgieron temas que aludían a la acción del ser humano, en particular el
desarrollo de urbanizaciones, la construcción de canalizaciones, y la falta de
mantenimiento de las mismas. Resaltó una discusión sobre quién llevaba mayor
responsabilidad en propiciar la condición de una quebrada canalizada. Sus contestaciones
estuvieron basadas en su conocimiento como profesionales desde el punto de vista
biológico y de planificación urbana.
En cambio la conversación del grupo de los residentes de las comunidades
aledañas a quebradas sobre las dos primeras imágenes se dio a partir del recuerdo de
experiencias. Uno de los participantes comenzó el diálogo con el recuerdo de cuando una
de sus vecinas bajaba sus cerdos todas las mañanas cerca de la quebrada, antes de que la
misma fuera canalizada. También narra sobre las búsquedas de canicas que los niños de
la comunidad hacían después que la quebrada crecía: “Después que la quebrada crecía,
nosotros después que todo estaba tranquilito todos los niños de la comunidad del hoyo,
de allá abajo, todos los niños íbamos a la ‘quebra’ a buscar canicas”.
Interesantemente, en este punto de la conversación se comienzan a contar
experiencias compartidas sobre las actividades que se hacían alrededor de las quebradas.
Entre estas también se mencionó la pesca de buruquenas y de cómo eran los días en que
hacían dichas actividades. En esto salió a colación la conexión entre las comunidades de
Capetillo, Buen Consejo, y también la de Venezuela, todas comunidades del casco
urbano de Río Piedras.
Cuentan que se metían al monte Dávila donde todos iban a “perderse” hasta la
noche. Conseguían icacos, guayabas, ñames, y mangó. En esto también se incluyó uno de
28
los participantes de la comunidad de Caimito, quien también comparte la experiencia de
ir “pal monte”. Dijeron que se llegaba hasta Venezuela y Escorial.
Mientras se observaba una de las imágenes, uno de los participantes notó que la
quebrada estaba enderezada y comenzó un diálogo sobre cuando era permisible o no una
canalización. Entre los participantes se compartieron diferentes puntos de vistas, basados
en experiencias de riesgo por inundación. También se habló sobre la contaminación, y
hasta de la espiritualidad del espacio de la quebrada ubicada donde uno de los
participantes vive.
Uno de ellos insistió en el tema de la contaminación apalabrando el deseo de que
futuras generaciones puedan disfrutar de lo ellos que tuvieron, como “los montes para
perderse”. Entonces volvieron a compartir sobre cómo era el monte y surgió el tema del
desplazamiento de las comunidades, sobre el cual todos narraron su historia. Hablaron
de cómo se concebía esto dentro de las estrategias y prioridades del gobierno, y sobre la
falta de mantenimiento por parte de estos últimos. De ahí volvieron al tema de las
canalizaciones, esta vez integrando el problema de la falta de mantenimiento de dichas
estructuras por parte de gobierno.
En cuanto a la tercera imagen ambos grupos le identificaron como una quebrada
saludable. En el grupo de los residentes de las comunidades se volvieron a compartieron
experiencias sobre cómo se utilizaba el río.
Las ideas sobresalientes y problemas identificados de cada imagen observada se
presentan en la Tabla 1, al igual que las diferentes propuestas de manejo y criterios
utilizados para las mismas.
29
Reacción sobre la experiencia en el campo evaluando la quebrada a través del
Protocolo
Departamento de Recursos Naturales y Ambientales:
El personal de la agencia se mostró impresionado por diferentes aspectos
relacionados a la condición de la quebrada. Los que más llamaron la atención fueron la
cercanía de las casas a la quebrada, un puentecito que permitía cruzarla, y el olor
provocado por la presencia de animales domésticos. Uno de los participantes dijo estar
impresionado por el hecho de conocer una quebrada en el área metropolitana contrastante
con las que regularmente ven.
La experiencia de observar la quebrada y su entorno les permitió también pensar
en la creatividad del ser humano para transformar el ambiente según necesidades de
vivienda, de acceso a espacios, y los posibles usos pasados de la quebrada. Esta
observación precedió una discusión reflexiva sobre cómo pudo haber sido el surgimiento
de la comunidad. Se mencionó el proceso de migración del campo a la ciudad y el uso de
terrenos marginales como la alternativa disponible ante la necesidad de vivienda. Esto a
su vez abrió paso al tema del desalojo de comunidades y cómo en su lugar se han
levantado proyectos de vivienda más costosos.
Líderes de Comunidades aledañas al Río Piedras:
Los participantes expresaron que les gustó la experiencia de evaluar la quebrada.
Uno de los participantes dijo: “sentir que estábamos haciendo algo por el país y por la
comunidad, y nos sirve como tú dices para ir a donde uno vive y usar los mismos
parámetros”.
30
Comparación de la evaluación realizada por ambos sectores
Departamento de Recursos Naturales y Ambientales:
El grupo de nueve se dividió en tres grupos y cada grupo evaluó la quebrada. Yo
les acompañé para dar las instrucciones generales y delimitar el tramo a evaluar. Las
puntuaciones resultantes de las evaluaciones de la quebrada fueron 0.90, 0.97, y 1.44; lo
que califica su condición como baja para las dos primeras evaluaciones, y regular para la
última.
Durante la discusión sobre el protocolo, y los resultados de los grupos, salieron a
relucir diferencias en el largo del tramo evaluado. Los grupos que adjudicaron un índice
bajo a la quebrada incluyeron en el tramo una casa degrada y el grupo que adjudicó un
índice regular no incluyó esa parte y se enfocó en la parte más baja de la quebrada. Los
participantes mencionaron en la discusión que fue un reto evaluar los elementos ya que
había aspectos que se veían bien o saludables pero otros no.
Líderes de Comunidades aledañas al Río Piedras:
Se hizo la una sola evaluación de la quebrada entre tres de los participantes del
taller. Uno de los participantes no pudo participar por razones de cuidado físico. Yo les
acompañé para dar las instrucciones generales y delimitar el tramo a evaluar. La
puntuación que resultó de la evaluación de la quebrada fue 1.32, lo que califica su
condición como regular.
Reacción sobre el Protocolo de Evaluación Visual
Departamento de Recursos Naturales y Ambientales:
31
El personal de la agencia tuvo una reacción positiva hacia el protocolo. Sugieren
su uso para propósitos educativos y de la agencia. En términos de su uso como
herramienta, sugieren la simplificación de las características de las posibles condiciones
de cada elemento. Concretamente, sugieren acomodar a manera de listado las
descripciones de la condición de la zona ribereña. También sugieren que se añadan fotos
en la hoja de evaluación a utilizarse en el campo, y que se de un taller a los usuarios del
PEVQ. También se sugiere el uso del protocolo como herramienta educativa en las
escuelas de la comunidad, y como estrategia de diseminación de la información y
fortalecimiento del contacto entre las escuelas y su comunidad. Se concibe como una
herramienta que llama la atención a aspectos de la quebrada que pueden ser desconocidos
para la comunidad. Concretamente sugieren contactar al Cuerpo de Intérpretes
Científicos Auxiliares, grupo creado dentro de la agencia de DRNA en septiembre del
pasado año.
Líderes de Comunidades aledañas al Río Piedras:
Los líderes comunitarios también tuvieron una reacción positiva hacia el
protocolo. Aludieron al protocolo como una herramienta buena y educativa. Uno de los
participantes mencionó que el protocolo “se entendió bien, es leíble, está bueno yo no
encuentro que haya que cambiarle nada”. También añadió: “hay muchas cosas que yo no
sabía de las quebradas y eso, las aprendí hoy”. Sugieren su uso para las agencias y para la
comunidad. Los participantes mencionaron aspectos aprendidos sobre la estabilidad de
los bancos, y el espacio necesario para la zona ribereña. Uno de ellos mencionó, como
ejemplo relacionado al espacio de la zona ribereña, los eventos de inundación en la
quebrada de su comunidad.
32
Sobre el uso del protocolo, y la continuación de su evaluación como herramienta,
los participantes indicaron que lo utilizarán para realizar evaluaciones de las quebradas en
sus respectivas comunidades. Sugirieron que se lleve el protocolo al gobierno y
concretamente se sugirió al programa del estuario de la Bahía de San Juan. La
experiencia fue positiva en términos generales, uno de los participantes extendió una
invitación para conocer la quebrada de su comunidad. Además hubo un intercambio de
experiencias que hablaban de cómo era el ambiente en San Juan antes, y de las
actividades que realizaban en contacto con la naturaleza. El protocolo se presenta como
apéndice en este escrito, con las sugerencias del DRNA integradas.
Discusión
Patrón de parámetros fisicoquímicos de las quebradas en la región Noreste
El PCA mostró que los parámetros físico-químicos incluidos se distribuían en
relación al aumento en urbanización. El eje 1 mostraba que hacia la derecha, donde se
agrupan las quebradas muestreadas con mayor cobertura de terreno urbana, aumenta la
temperatura, la conductividad, el pH y las concentraciones de NO 3 y NH4. Hacia la
izquierda todas las concentraciones o niveles de los parámetros disminuyen, al igual que
la cobertura urbana. Esta tendencia coincide con el Síndrome de la quebrada urbana
establecido por Walsh et al. (2005), el cual describe que uno de los síntomas de las
quebradas urbanas es el aumento de la temperatura en relación al aumento en superficie
impermeabilizada y deforestación. El aumento en la carga de nutrientes puede explicarse
por la disminución de mecanismos de retención en las cuencas y en específico las áreas
ribereñas, debido a su deforestación y cambio del uso de terreno a uno urbano (OrtizZayas et al., 2006). También puede relacionarse con el aumento en descargas de aguas
33
usadas llegando a las quebradas ya sea mediante escorrentías o por descargas directas a
los tramos (Ramírez et al., 2009).
Protocolo vs físico-química
La comparación del eje 1 del PCA con HSVAP mostró que los datos se
relacionaban. A medida que los resultados del HSVAP indican mayores niveles de
degradación en las quebradas evaluadas, más alta es la temperatura, la conductividad, el
pH, y las concentraciones de NH4 y NO3. Esto demuestra que el HSVAP diagnostica
acertadamente la condición de las quebradas en un gradiente que va de mayor a menor
cobertura urbana, desde San Juan hacia el este de la isla. La Zona Metropolitana de San
Juan es una de las mayores áreas urbanas en comparación con áreas urbanas de otros
países con una población similar (2 millones) (Martinuzzi et al., 2007). La tendencia de
aumento de nutrientes en relación a la cobertura urbana, ya había sido identificada por
Ramírez et al. (2009), quienes encontraron un aumento en la concentración de nutrientes
y conductividad a la par con el aumento de la urbanización en el Río Piedras y el Río
Turabo.
Protocolo vs macroinvertebrados
El HSVAP fue validado a través de su comparación con FBI. Los lugares
evaluados como saludables, dada la cantidad de individuos de familias sensibles a la
contaminación también tenían una puntuación alta en protocolo. Los resultados de las
evaluaciones iban hacia la misma dirección. En un estudio previo de Jesús-Crespo y
Ramírez (2011), los resultados del FBI iban a la par con los del HSVAP en términos de
indicación de la condición del ecosistema.
34
No se encontró relación entre la riqueza de familias y el HSVAP. Esto puede
relacionarse con el bajo nivel de especificidad del índice de riqueza, ya que solo toma en
consideración las familias presentes en las quebradas sin considerar sus niveles de
tolerancia a condiciones degradadas.
Uso del PEVQ por DRNA y Residentes de comunidades aledañas al Río Piedras
Los participantes del taller y grupo focal, observaron imágenes de quebradas en
diferentes condiciones, y discutieron sobre los problemas que identificaban y las posibles
alternativas de manejo según la condición presentada. También tuvieron la oportunidad
de utilizar el protocolo adaptado para la región noreste, para la evaluar una quebrada y
reaccionar al mismo.
No hubo diferencias significativas entre las evaluaciones de las personas de las
diferentes comunidades (1.32, regular) y el personal del DRNA (0.90 baja, 0.97 baja, y
1.44 regular). Aunque en general la mayoría del personal del DRNA calificó la condición
de la quebrada como más degradada que el grupo de las comunidades, en términos de la
efectividad de la evaluación física de la quebrada, esta diferencia no implica un error.
Ambas evaluaciones reconocen que la quebrada tiene unos niveles de degradación que
hay que atender. Además el resultado de los residentes de las comunidades coincide con
el resultado de uno de los grupos del personal del DRNA, que al igual que ellos, no
incluyó en el tramo una casa en estado degradado. Otro aspecto importante a señalar es
que el resultado de la evaluación no salta un renglón. Ambas evaluaciones permanecen
entre baja y regular. Ninguna saltó a alto, o muy alto (Tabla 1).
Interesantemente, a pesar de los diferentes trasfondos de ambos grupos, los
resultados de las evaluaciones de la quebrada fueron similares. Esto puede ser un
35
indicador de la claridad del protocolo para identificar las diferentes condiciones que
presente una quebrada y adjudicar la puntuación correspondiente. Pero también puede ser
indicativo del conocimiento general que han obtenido los residentes de las comunidades a
través del tiempo sobre los ríos y quebradas debido su relación cercana con dichos
cuerpos de agua, y cómo este conocimiento posibilita la realización acertada de
evaluaciones. Con ambos grupos no hubo la necesidad de un mayor esfuerzo en
explicaciones sobre cada elemento a evaluar. De hecho, aunque en un orden diferente de
conversación, durante la observación de la quebrada canalizada (2da imagen), ambos
grupos identificaron problemáticas similares, tales como: falta de mantenimiento de
canalizaciones, y falta de hábitats. Sobre la tercera imagen ambos grupos también le
identifican como una quebrada saludable.
El reconocimiento de esto no pretende de ninguna manera homogeneizar ambos
sectores. Lejos de esto, en reconocimiento de los trasfondos particularidades de cada
grupo, se pretende identificar los puntos en que se encuentran para partir de ahí hacia un
manejo integrador de los ríos y quebradas como sistemas socioecológicos.
Me parece interesante señalar algunos datos que surgieron en el grupo de
discusión, que bien podrían dar información sobre el contexto de las diferentes
comunidades representadas en el grupo focal por los participantes. Esto puede hablar del
tipo de interacción con el ecosistema de río, en contraste con el tipo de interacción que
puede tener el personal del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales.
Una de las comunidades representadas era del área de Caimito. Los participantes
son vecinos y defensores de la quebrada Chiclana. Esta quebrada experimentó un proceso
36
de restauración. Además la comunidad sufrió un proceso de desalojamiento. Otra de las
comunidades es la de Capetillo, por donde transcurre la quebrada Juan Méndez. La
quebrada está canalizada, hay tramos entubados y rellenados, pero también hay tramos
tributarios de la quebrada, en proceso de restauración. La canalización ayudó en la
protección de comunidad debido a eventos de inundación. La comunidad también
experimentó un proceso desalojamiento para desarrollo del área, aunque eventualmente el
proyecto que había sido designado no pudo construirse por la cercanía al cuerpo de agua.
El participante vecino de esta quebrada vivió el proceso de canalización de la quebrada.
Buen Consejo, fue otra de las comunidades representadas. Por esta comunidad
también transcurre la quebrada Juan Méndez. La quebrada está canalizada, pero aún así la
comunidad experimenta problemas de inundación, debido a la falta de mantenimiento de
la canalización.
Durante la discusión sobre las imágenes presentadas se pudo identificar que
usualmente los residentes de comunidades aledañas a cuerpos de agua tienen un contacto
más frecuente o cotidiano los mismos. Esto promueve un conocimiento basado en
experiencia, contrastante con las agencias del gobierno, que tienen un contacto menos
frecuente con los cuerpos de agua, y sus percepciones se nutren del conocimiento por
educación formal, y la legitimidad legal y científica que se le adjudica a su trabajo.
Cabe señalar que en el taller con el DRNA participaron más personas que en el de
la comunidad. Un factor que pudo haber influenciado en esto es la variabilidad en el
contexto comunitario. En el espacio comunitario surgen sucesos de imprevisto. A pesar
de la confirmación de siete participantes para el taller con residentes de las comunidades,
solamente asistieron cuatro. Varios de los participantes recibieron visitas en sus casas
37
durante el día de la actividad. A diferencia de esto los participantes de la agencia
asistieron al taller durante sus horas laborables de manera oficial.
Utilidad del PEVQ en Puerto Rico
Los paisajes de los ríos han sufrido transformaciones hidrológicas alrededor del
mundo debido al desarrollo urbano (Chin, 2006). Puerto Rico no ha sido la excepción. La
isla necesita una herramienta que responda a dicha transformación del paisaje, pero a su
vez a las diversas formas de interacción humana con el ecosistema de río que han
resultado en tal proceso de cambio.
El PEVQ viene a ser una herramienta capaz de responder a la diversidad de
formas de interacción con el ecosistema, y a la diversidad de percepciones y
conocimientos que genera tal interacción. Esto hace del protocolo una herramienta útil
para la evaluación de quebradas en la isla. A pesar de esto la herramienta debe continuar
evaluándose entre personas de diferentes comunidades aledañas a ríos y quebradas, y en
general entre personas interesadas en el tema de monitoreo, dada la baja participación en
el grupo focal de residentes de las comunidades.
Conclusión
Este estudio buscaba contestar si el Protocolo de Evaluación Visual modificado
según datos de las quebradas de la región noreste de la isla tropical de Puerto Rico es un
instrumento de monitoreo útil para evaluar la condición de sus quebradas. También se
quería conocer si variaba su uso y funcionamiento entre los sectores que le empleen, y si
este era el caso, cuánto variaba y cuáles serían las implicaciones para el carácter final del
protocolo y el alcance de su utilización.
38
El análisis estadístico realizado validó el uso del Protocolo de Evaluación Visual
de Quebradas de Hawaii como herramienta de monitoreo para Puerto Rico. Este
protocolo se adaptó según datos de la región Noreste de Puerto Rico. El proceso incluyó
la eliminación y modificación de información que no aplicaba a Puerto Rico, y su
traducción completa al español. El protocolo adaptado se presentó a personal de
Monitoreo del Plan de Aguas del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales de
Puerto Rico, y a residentes de comunidades aledañas al Río Piedras. Ambos grupos
utilizaron el protocolo para evaluar una quebrada. El protocolo fue utilizado sin mayores
problemas. Ambos grupos tuvieron una impresión positiva sobre el mismo, y en
particular el grupo del DRNA compartió sugerencias para integrarlas a la herramienta. El
protocolo cumplió con el objetivo poder ser utilizado por diferentes sectores, entre ellos,
personas sin preparación formal en ciencias ambientales y ecología de ríos. No hubo
diferencias significativas en los resultados de las evaluaciones hechas por cada sector.
Esto es un indicador de que el protocolo es una herramienta adecuada para ser utilizada
por personas sin el peritaje tradicionalmente requerido para realizar este tipo de
evaluaciones. Además es un ejemplo de la convergencia que puede existir entre el
conocimiento basado en experiencia por parte de residentes de comunidades aledañas a
ríos y quebradas, y el conocimiento basado en educación formal por parte de
manejadores. Esta convergencia invita a la integración de ambos tipos de saberes en el
desarrollo de proyectos de monitoreo y de restauración ríos y quebradas.
Literatura citada
Chin A., 2006. Urban transformation of river landscapes in a global context.
Geomorphology 79: 460–487.
39
de Jesús-Crespo, R., & Ramírez, A. 2011. The use of a Stream Visual Assessment
Protocol to determine ecosystem integrity in an urban watershed in Puerto Rico. J.
Phys. Chem. Earth, doi:10.1016/j.pce.2010.11.007
Grau, H., Aide, T., Zimmerman, J., Thomlinson, J., Helmer, E., & Zou. X. 2003. The
ecological consequences of socioeconomic and land-use changes in
postagriculture Puerto Rico. BioScience 53: 1159-1168.
Inventario del Plan Integral de Aguas. Rescatado a través de
http://www.drna.gobierno.pr/oficinas/arn/agua/negociadoagua/planagua/inventariorecursos-de-agua/cuencas-hidrograficas
López, T., Aide, T., & Thomlinson, J. 2001. Urban expansion and the loss of prime
agricultural lands in Puerto Rico. AMBIO 30: 49-54.
Martinuzzi, S., Goulda, W., & Ramos González, O. 2007. Land development, land use,
and urban sprawl in Puerto Rico integrating remote sensing and population census
data. Landscape and Urban Planning 79: 288–297.
Ortiz-Zayas, J., Cuevas, E., Mayol-Bracero, O., Donoso, L., Trebs, I., Figueroa-Nieves,
D., & McDowell, W. 2006. Urban influences on the nitrogen cycle in Puerto
Rico. Biogeochemistry 79: 109–133.
Ramírez, A., De Jesús-Crespo R., Martinó-Cardona, D., Martínez-Rivera, N., & BurgosCaraballo, S., 2009. Urban streams in Puerto Rico: what can we learn from the
tropics? Journal of the North American Benthological Society, 28: 1070–1079.
de Jesús-Crespo, R. & Ramírez, A. 2011. Effects of urbanization on stream
40
physicochemistry and macroinvertebrate assemblages in a tropical urban
watershed in Puerto Rico. Journal of the North American Benthological
Society.30: 739–750
Stream Visual Assessment Protocol. 1998. National Water and Climate Center Technical
Note 99–1. United States Department of Agriculture &Natural Resources
Conservation Service (USDA).
Walsh, C., Roy, A., Feminella, F., Cottingham, P., Groffman, P., & Morgan, R., 2005.
The urban stream syndrome: current knowledge and the search for a cure. Journal
of the North American Benthological Society, 24:706–723.
41
FIGURAS
42
Figura 1.Área de Estudio
43
Figura 2. Cobertura Urbana en Puerto Rico (Martinuzzi, 2007)
44
Figura 3. Ordenación espacial de parámetros físico-químicos. En el eje 1 del PCA las
concentraciones de los parámetros aumentan hacia la derecha. En el eje 2 a medida que
aumenta el pH, disminuye la conductividad.
45
Figura 4. Relación entre el Eje 1 del PCA vs PEVQ. A medida que aumenta el índice del
PEVQ disminuyen las concentraciones de los parámetros fisicoquímicos en la región de
estudio (p=0.017).
46
Figura 5. Relación entre el PEVQ e Índices Bióticos. En la primera gráfica a medida que
el FBI disminuye, indicando mejores condiciones de la quebrada, en PEVQ aumenta,
indicando mejores condiciones de la estructura física de las quebradas (p=0.002). En la
segunda gráfica se compara la riqueza de familias vs PEVQ. No se encontró una relación
significativa (p>0.05).
47
TABLAS
48
Tabla 1. Reacción a imágenes: DRNA y Residentes de Comunidades
Departamento de Recursos Naturales y Ambientales
1.
1era imagen - Quebrada con
vegetación homogénea
1.
2.
3.
Ideas sobresalientes y/o
problemas identificados
Propuestas de manejo
Perspectivas y criterios
utilizados
2.
3.
Problemas asociados a la condición de la
quebrada. Por ejemplo: vegetación
dominada por pastos, falta de sombra,
erosión, puntos de drenaje. El problema
que sobresalió fue el de drenaje de aguas
usadas.
Señalan que la AAA debe tomar cartas en
el asunto, pero también sugirieron trabajar
con la cobertura vegetal para minimizar el
impacto. También se habló de un plan de
manejo de aguas.
Conocimiento técnico ambiental
Residentes de Comunidades aledañas al Río Piedras
1.
2.
3.
1.
2da imagen - Quebrada canalizada
1.
2.
3.
Ideas sobresalientes y/o
problemas identificados
Propuestas de manejo
Perspectivas y criterios
utilizados
2.
3.
Falta de hábitats como problema asociado
a la condición de la quebrada, y proceso de
desarrollo de proyectos residenciales y el
mantenimiento de la canalización.
Sobresalió discusión sobre si hubo
invasión de terreno, y si esto representaba
el mayor problema, o si lo era la acción del
desarrollador en proceso de planificación.
Mantenimiento de la canalización,
restauración mediante trabajo con la
comunidad, fiscalización y multas a
residentes.
Criterios de planificación, regulaciones de
desarrollo urbano, y conocimiento técnico
ambiental
1.
Quebrada saludable. Se reconoció como
un espacio recreacional. “el problema es q
no estamos ahí…”
No hubo propuestas de manejo
Conocimiento técnico ambiental y
preferencias recreativa
1.
2.
3.
Experiencias de los participantes alrededor de las
quebradas de sus comunidades.
a. Entre las experiencias se mencionan los
usos pasados de la quebrada:
i.
zona para ubicar animales
domésticos
ii.
espacio de juego para niños
iii.
pesca
b. Uno de los participantes noto que la
quebrada estaba enderezada y comenzó un
diálogo sobre cuándo era permisible una
canalización o no.
c. Entre los participantes se compartieron
diferentes puntos de vistas, basados en
experiencias de riesgo por inundación
La conclusión fue que las canalizaciones son una
alternativa si está en riesgo una comunidad. También
hubo un consenso en que no era necesario si la
quebrada tenía su espacio y no representaba un
peligro.
Experiencias vividas alrededor de la quebrada.
Seguridad de la comunidad
Falta hábitat, falta de mantenimiento de la
canalización, importancia de la herencia de
experiencias relacionadas a espacios naturales sin
contaminación (por ejemplo, andar por los montes),
desplazamiento de comunidades, acciones
gubernamentales y sus medidas de desarrollo
económico, dejadez gubernamental. Surge ejemplo
del reclamo de una comunidad para limpiar
canalización y como el gobierno no ha respondido.
No ser parte del problema, denunciar y seguir
tocando puertas
Experiencias vividas
.
3era imagen - Quebrada natural
1. Ideas sobresalientes y/o
problemas identificados
2. Propuestas de manejo
3. Perspectivas y criterios
utilizados
1.
2.
3.
2.
3.
Quebrada saludable. Salieron a colación usos pasados
de las quebradas, tales como: bañarse, lavar ropa, y
pescar camarones, buruquenas, y burgaos. No se
identificaron problemas
No hubo propuestas de manejo
Experiencias vividas asociadas a una mejor condición
de las ríos
49
APÉNDICE
PROTOCOLO DE EVALUACIÓN VISUAL DE QUEBRADAS
PARA PUERTO RICO
50
51
15 de mayo de 2014
PROTOCOLO DE EVALUACIÓN VISUAL
DE QUEBRADAS PARA PUERTO RICO
PROTOCOLO DE EVALUACIÓN VISUAL DE QUEBRADAS PARA PUERTO RICO
Introducción
Puerto Rico carece de herramientas de evaluación y monitoreo de ecosistemas de río. Esto
dificulta la identificación, mitigación y resolución de problemas relacionados a nuestros cuerpos
de agua dulce. Los cambios acelerados de uso terreno que están experimentando nuestras cuencas
hidrográficas muestran la necesidad de desarrollar herramientas locales que faciliten evaluaciones
rápidas y acertadas, de la condición de nuestros ríos y quebradas.
Entre las herramientas que se deben generar se debe incluir aquellas que posibiliten la
participación de ciudadanos sin experiencia en estudios de ecología de ríos, pero con un interés
genuino en la conservación de los mismos. Es decir una herramienta simple y educativa. Se
identificó el Protocolo de Evaluación Visual de Quebradas de Hawaii como una herramienta a fin
con tales objetivos. Para adecuar su utilización en la isla, esta herramienta se adaptó según datos
científicos sobre la evaluación de quebradas en la región noreste de la isla de Puerto Rico.
Dicha herramienta posibilitaría una evaluación rápida donde se determine desde aspectos básicos
cómo se encuentra la estructura física de las quebradas. De esta manera se identificarían aspectos
que su vez servirían de guía para estudios más específicos. Además, si se determinara realizar el
protocolo sistemáticamente, se podrían identificar cambios en el ecosistema a través del tiempo.
Este protocolo podría ser la base de planes de manejo y de restauración participativos y
consecuentes a los ecosistemas de ríos degradados en la isla, como los ríos urbanos. Entendiendo
los mismos como espacios socio-ecológicos. Estas razones son las que han impulsado la creación
del Protocolo de Evaluación Visual de Quebradas para Puerto Rico el cual presentamos en este
documento.
El Protocolo de Evaluación Visual de Quebradas fue desarrollado por el Servicio de
Conservación de Recursos Naturales de EEUU en 1998. El mismo es utilizado actualmente en
Hawaii y en los estados continentales de Estados Unidos. El protocolo evalúa 10 elementos
físicos: condición del canal, alteración hidrológica, zona ribereña, estabilidad de los bancos,
apariencia del agua, crecimiento de plantas, disponibilidad de hábitats, presencia de basura,
cobertura del dosel y nivel de encrustamiento. Cada variable o elemento a evaluar visualmente en
la quebrada cuenta con una descripción de la condición en la que podría encontrarse, y una
puntuación correspondiente a la misma.
El protocolo es sencillo y da espacio para el criterio del evaluador. El propósito es proveer una
herramienta de evaluación local para evaluar quebradas, que no requiera de grandes esfuerzos en
términos de tiempo y dinero, y que tampoco requiera de un alto peritaje para llevarle a cabo.
Este protocolo representa un nivel básico de evaluación. Se debe utilizar para identificar la
condición de la quebrada según aspectos físicos del ecosistema que puedan ser evaluados
visualmente sin mayor inconveniente. Debido a que el protocolo fue modificado según datos de la
región noreste de la isla, es posible que no todos los elementos y sus descripciones apliquen a
todas las quebradas evaluadas. Se debe utilizar para realizar evaluaciones a segmentos específicos
52
de quebradas perennes. No se debe generalizar el índice resultante para la totalidad de la quebrada
(por ejemplo, la cuenca). El protocolo debe utilizarse para identificar desde aspectos básicos
algún problema con el ecosistema de río. También puede utilizarse para dar seguimiento a
iniciativas de restauración de quebradas. En caso de necesitar evaluación sobre la potabilidad del
agua y/o su viabilidad para otros usos tales como riego, se debe consultar a personal con el
peritaje adecuado dado a las implicaciones sobre la salud de personas. Entre las agencias que
podrán ser consultadas están la Junta de Calidad Ambiental y el Departamento de Salud de Puerto
Rico.
El protocolo que presentamos a continuación es una adaptación de la versión 1.0 del Protocolo de
Evaluación Visual de Hawaii. El protocolo fue revisado originalmente por el laboratorio del Dr.
Ramírez de la Universidad de Puerto Rico, el cual se especializa en estudios ecológicos sobre los
ecosistemas de río. Además fue revisado por dos grupos de potenciales usuarios. Uno grupo fue
conformado por personal de la Oficina de Monitoreo del Plan de Aguas del Departamento de
Recursos Naturales y Ambientales de Puerto Rico, y el otro por residentes de comunidades
aledañas al Río Piedras, entre ellos líderes comunitarios. La revisión de la que fueron parte constó
de grupos de discusión, talleres y salidas de campo, durante el mes de abril del 2014.
Dichas actividades buscaban el insumo de potenciales usuarios que representaran diferentes
acercamientos o perspectivas hacia los ríos y quebradas. De esta manera se lograría conformar
una herramienta de monitoreo de pudiera ser utilizada por cualquier ciudadano con interés en la
conservación de nuestros ecosistemas de río.
53
PARTE I- Descripción general del tramo de quebrada a evaluar (Apéndices 1 y 2):
Es importante localizar bien el sitio que se va a evaluar y ponerlo en contexto dentro de su
cuenca. Para esta sección, usar la hoja de datos del apéndice 1. Puedes llenar el apéndice 2 si
deseas hacer una caracterización más detallada.
Fecha/ Nombre del Evaluador de la quebrada/etc. - Llenar el encabezado del formulario.
Orden Del Río- El orden del río, se refiere al método de clasificación de los ríos y quebradas
dentro de una cuenca hidrográfica o área de captación de agua común. Consiste en la
identificación del cuerpo de agua según su posición en la red de ríos que conforman la cuenca.
Las cabeceras o quebradas que no se nutren de otro flujo, se les llama de primer orden, cuando
dos quebradas de primer orden se encuentran entonces se conforma lo que llamamos un río de
segundo orden y así sucesivamente. Este tipo de clasificación fue desarrollado por Rosgen
(1996). A continuación se presenta un diagrama que ilustra tal sistema de clasificación.
Figura 1. Orden del Río
http://www.alabamawaterwatch.org/
Especies de peces/Flujo/Calidad de Agua/Titularidad/Uso dominante del terreno-Verificar
los mapas y base de datos apropiados, según su aplicabilidad o disponibilidad. Además pueden
existir evaluaciones ambientales o declaraciones de impacto ambiental realizadas en la quebrada,
que pudieran ser útiles. Verificar con el Departamento de recursos Naturales y Ambientales, la
Junta de Planificación o la Junta de Calidad Ambiental. La evaluación de otros usos de la tierra en
la Cuenca es importante para futuras actividades de restauración. Residentes y usuarios de los
terrenos cercanos a la quebrada, pueden tener conocimiento sobre la historia, usos de terreno,
hábitat acuático, etc., de manera que siempre se les debe consultar.
Otros comentarios - Si se han realizado otras evaluaciones en la quebrada, deben ser
mencionadas y adjuntadas.
54
PARTE II – Evaluación física del tramo de quebrada (Apéndice 3)
Esta sección contiene los diferentes elementos de la quebrada a ser evaluados y documenta una
puntuación (de 0 a 2.0, una calificación de baja a alta). Usando la hoja de calificación del
apéndice 2, haz un círculo alrededor de la puntuación que selecciones entre las opciones
disponibles. La puntuación seleccionada debe ser la que mejor represente la condición del
elemento evaluado. Utiliza la Tabla para la Puntuación de Elementos. El total de todas las
puntuaciones se dividirá por el número de elementos evaluados para obtener una puntuación
promedio (típicamente 10, a menos que el encrustamiento no se evalúe debido a que no hayan
rápidos o flujos continuos sin turbulencia en el segmento). Un índice general de la quebrada
puede ser obtenido de esta puntuación. Esta puntuación puede ser comparada a través del tiempo,
si más de una evaluación es realizada. La evaluación de cada elemento debe ser cuidadosamente
revisada para determinar los elementos degradados en el sistema y para identificar potenciales
esfuerzos de restauración.
1. TURBIDEZ
La claridad del agua es una característica obvia y fácil de evaluar. Si podemos ver objetos que
están profundos, más bajo es el nivel de turbidez. Utiliza la profundidad en la que los objetos son
visibles solo si la quebrada es lo
suficientemente
profunda
(utiliza 3 pies como profundidad
mínima) para evaluar turbidez.
Importante: Esta medida debe
ser tomada después que una
quebrada tuvo la oportunidad de
asentarse luego de un evento de
tormenta. Este elemento no
debe ser medido después de
lluvias fuertes (se debe regresar
al lugar otro día para la
evaluación). Además reconoce
que los ácidos orgánicos pueden
crear un color como el té en el
agua; esto no es turbidez y no
debe ser contado como tal.
Identifica la condición y anota
la puntuación en la hoja de
datos.
Imagen 1. Turbidez del agua. Los objetos no pueden identificarse en el
fondo.
55
2. CRECIMIENTO DE PLANTAS
El agua que tiene un ligero enriquecimiento de nutrientes puede sostener comunidades de algas,
las cuales proveen un color verdoso al agua. Quebradas con grandes cargas de nutrientes poseen
unas finas capas de algas adheridas a las rocas y otros objetos sumergidos. Capas de algas
flotantes, nata superficial, o agua con una apariencia de brillo aceitoso son indicadores de una
quebrada eutroficada. Anota el nivel de crecimiento de algas en la hoja de datos.
Imagen 2. Crecimiento excesivo de algas en quebrada. La
condición que se presenta es degradada.
Imagen 3. Crecimiento excesivo de algas en
quebrada canalizada. La condición que se presenta
es degradada.
3. CONDICIÓN DEL CANAL
3. CONDICION DEL CANAL
56
3. CONDICION DEL CANAL
Imagen 4. Canal natural. Nótense los bancos de la quebrada cubiertos por
vegetación y el fondo con diferentes tipos de rocas y hojas.
Cambios en el canal pueden afectar la manera en que la quebrada naturalmente trabaja. Procesos
como el transporte de sedimento y agua, y el desarrollo y mantenimiento de hábitat para peces,
insectos acuáticos, y plantas acuáticas podrían ser afectados. Algunas modificaciones de la
quebrada tienen más impacto en la salud de unas quebradas que en otras. Y algunos tipos de
quebradas son más sensitivas para manejar estrés que otras. Por ejemplo, la estabilización de los
bancos con rocas o concreto (p.e. gaviones a lo largo de los lados y el fondo del segmento) puede
afectar una quebrada más que la canalización. El atrincheramiento o la socavación del lecho de la
quebrada, y la erosión excesiva los lados de la misma representan serios daños a la función de la
quebrada. Ambas condiciones son indicativas de un canal inestable. Usualmente, esta
inestabilidad debe ser atendida antes de comprometer tiempo y dinero hacia el mejoramiento de
otros problemas de la quebrada.
La estabilización de los bancos de los canales utilizando concreto para detener erosión lateral
usualmente provoca más problemas (especialmente río abajo). Para puntuar este elemento,
selecciona la condición que mejor caracterice el segmento y documenta la puntuación en la hoja
de datos.
Imagen 5. Quebrada
canalizada. Bancos y
fondo endurecidos con
concreto. Presenta una
condición degradada.
57
4. ALTERACIÓN DEL FLUJO DEL CANAL
Las extracciones y desvíos de agua en las quebradas tienen el potencial de afectar las condiciones
del hábitat y cambiar sus condiciones biológicas y geomorfológicas. Los desvíos temporales son
aquellos que no van a durar (por ejemplo pequeñas desviaciones de rocas que podrían ser
arrastradas debido a un evento de tormenta normal). Las extracciones intermitentes son aquellas
que son ocasionales o periódicas. Cualquier alteración fuera del segmento no debe ser
considerada en la evaluación de este elemento. Sea temporal o intermitente, la puntuación debe
reflejar también la cantidad de agua siendo extraída, puntuando más alto en el rango si es mínima
el agua que está siendo desviada. También anota si hay entradas, como desagües de aguas
pluviales o alcantarillas en el segmento. Marca con una (x) las características dentro de la
descripción seleccionada que apliquen al tramo evaluado. Esta información te ayudara a
identificar cambios más específicos en futuras evaluaciones. Otórgale la puntuación que refleje
más cercanamente lo que observas.
Imagen 6. Desagüe en el tramo de quebrada
canalizada. Presenta una condición degradada.
Imagen 7. Desagüe en el tramo de quebrada
canalizada.
58
5. PORCENTAJE DE ENCRUSTAMIENTO
Este elemento nos ayuda a evaluar la carga de sedimentos en la quebrada y lo adecuado de las
rocas como parte del hábitat de los organismos acuáticos. A mayor acumulación de sedimentos
menos adecuado es el hábitat. Observa cuan cubiertas estas las rocas por sedimento fino y estima
un nivel promedio al cual las rocas están cubiertas por el mismo. Este elemento solo puede ser
evaluado en hábitats de rápidos y flujos continuos sin turbulencia. Selecciona el porcentaje
apropiado y anota la puntuación en la tabla de datos. Si no hay rápidos ni flujos continuos sin
turbulencia en el segmento, no adjudiques una puntuación (y divide la puntuación total por 9 en
vez de por 10 elementos).
Imagen 8. Encrustamiento debido a sobrecarga de sedimentos en quebrada dentro de
área de bosque protegida. La condición presentada no es favorable.
59
6. ESTABILIDAD DE LOS BANCOS
En este elemento se evalúa el potencial de erosión de los bancos superiores e inferiores de la
quebrada. Los bancos de las quebradas se conforman mediante la interacción del agua en
movimiento y la superficie por la cual transcurre. La geomorfología resultante varía según
factores como: la velocidad y descarga de flujo de agua, tipos de sustrato presentes en la
quebrada, la pendiente de la superficie, y los diferentes usos de terrenos en la cuenca. Estos
factores influencian los procesos de erosión y sedimentación a lo largo de la cuenca y por
consiguiente la condición de los bancos. Las quebradas pueden tener segmentos con bancos
erosionados naturalmente, debido al flujo de agua. Pero alteraciones a la geomorfología natural
de la quebrada pueden ocasionar su inestabilidad. La erosión excesiva ocurre donde las zonas
ribereñas son degradadas o donde la
quebrada es inestable debido a los
cambios en hidrología, carga de
sedimentos, o separación de la llanura
de inundación.
Bancos altos e
inclinados son más susceptibles a
erosión o a colapsar. Una zona
ribereña con llanura de inundación con
vegetación contribuye a la estabilidad
de los bancos.
El tipo de vegetación a lo largo de los
bancos es importante. Por ejemplo, la
mayoría de los árboles, y arbustos,
tienen el tipo de raíces capaces de
soportar eventos de fuertes corrientes
de agua en las quebradas, mientras que
especies pioneras (o sea las primeras
en establecerse en el espacio) no. Los
tipos de suelo en la superficie y debajo
de la superficie también influencian la
estabilidad de los bancos. Algunos
signos de erosión, que puedes utilizar
son: tramos sin vegetación, raíces de
árboles expuestas, o bordes inclinados.
Además la evidencia de construcción,
caminos de vehículos o de animales
cerca de los bancos o pastando en el
área o que estén dirigidos hacia el
borde del agua. Estos signos sugieren
condiciones que pueden provocar el
colapso de los bancos.
Imagen 9. Bancos inestables en quebrada canalizada. Obsérvese el área
erosionada en el banco izquierdo. El banco de la quebrada esta degradado.
60
Imagen 10. Bancos inestables. Obsérvese el área erosionada y las raíces expuestas en el
banco. El banco de la quebrada esta degradado.
Estima el tamaño o área del banco que está descubierta e inestable, relativo al área total del
banco. El área total del banco incluye la pendiente y el área inmediatamente adyacente, que si se
encuentra inestable puede erosionar en la quebrada. Este elemento será difícil de puntuar durante
eventos de crecidas. Determina el porcentaje notando la proporción del banco que se encuentra
erosionado o perturbado en relación al área total, obteniendo un porcentaje de estabilidad de los
bancos.
61
7. DOSEL/SOMBRA
Este elemento evalúa la cantidad de sombra sobre el canal activo, que es por donde discurre el
agua. La sombra de la quebrada es importante porque mantiene el agua fresca y limita el
crecimiento
excesivo de algas. El
agua fría tiene una
mayor capacidad de
oxigenación que el
agua
caliente.
Cuando los árboles
de los lados de las
quebradas
son
removidos,
la
quebrada
queda
expuesta
a
los
efectos
de
calentamiento
del
sol,
los
cuales
pueden cambiar la
composición
y
abundancia
de
especies de plantas y
animales.
Peces
exóticos como las
tilapias se adaptan
mejor a temperaturas
más altas de agua
que
los
gobies
nativos de Puerto
Rico.
La evaluación con
una puntuación más
alta debe basarse en
la diversidad de la
vegetación
Imagen 11. Quebrada con dosel saludable. Nótese la sombra provista por la
vegetación ribereña.
proveyendo sombra
a la quebrada, y
puede tener un rango de 20 a 80 por ciento de cobertura dependiendo del ancho del canal. Un
dosel cerrado puede obtener una puntuación baja si la vegetación fuera de un solo tipo. La
puntuación más baja correspondería a un dosel abierto, con una cobertura menor de 19 porciento.
62
8. CONDICIÓN DE LA ZONA RIBEREÑA
La zona ribereña es el área a cada lado del canal del río, desde el borde del canal activo (o la línea
normal de agua) hasta el llano de inundación. El ancho de la zona ribereña es a veces difícil de
determinar. Sin embargo, se espera que sea tan ancha como la llanura de inundación, o al menos
más de dos veces el ancho del canal activo.
Se relacionan con usos por seres humanos para alimentación, madera, y creación de jardines. Si la
condición de la zona ribereña es saludable, esta zona:
Imagen12. Zona ribereña degradada. El banco derecho de la quebrada esta
deforestado.
• Reduce la cantidad
de contaminantes que
alcanzan la quebrada
en la escorrentía
superficial
• Ayuda en el control
de erosión
•
Provee
un
microclima
que
mantiene el agua fría
y fresca para los
organismos de la
quebrada
• Provee hábitat para
peces en la forma de
bancos socavados, ya
que los mismos se mantienen estables por las raíces de vegetación leñosa
• Provee materia orgánica para los organismos de la quebrada que fungen como base de la cadena
alimenticia en quebradas de bajo orden
• Provee hábitat para insectos terrestres, y hábitat y corredores de movimiento para animales
terrestres
• Disipa energía durante eventos de inundación
En Puerto Rico a menudo encontramos quebradas con áreas ribereñas muy inclinadas en su
condición natural, comúnmente en zonas montañosas. Típicamente con un gradiente o inclinación
mayor de 3%. En este caso no se le debe atribuir una puntuación baja, ya que esta puede ser una
condición natural y que por procesos geomorfológicos naturales aún no está en la etapa de tener
llanos de inundación.
El tipo, tiempo, intensidad y extensión de actividad en la zona ribereña son aspectos críticos en
determinar los impactos de estas áreas. Zonas ribereñas estrechas y/o las que tienen carreteras,
actividades de agricultura, estructuras residenciales o comerciales, o áreas de suelo descubierto
significativas reducen las funciones de la quebrada. La función de amortiguación de las zonas
63
ribereñas puede verse comprometida si fuera deforestada y no evitara la entrada de escorrentías
puntuales. Busca evidencia de entradas puntuales de escorrentía (aguas pasando por puntos
específicos que no se infiltran). Compara el ancho de la zona ribereña con el ancho del canal
activo. En este caso, observa cuanta vegetación hay a cada lado del canal. La vegetación debe ser
natural. Toma notas particulares de las especies pioneras, invasivas (como bambú). Estas no
proveen buena cobertura o estabilidad a los bancos y pueden ser removidas después de eventos de
tormentas. La vegetación debe consistir de todos los componentes estructurales (plantas
acuáticas, pastos, hierbas, arbustos, árboles del sotobosque y árboles de dosel).
Examina ambos lados de la quebrada (mirando río abajo) y anota en el diagrama de la “sección
transversal” cuál lado de la quebrada tiene problemas, si estas llenado la PARTE I (apéndices 1y
2). Busca evidencia de flujos concentrados a través de la zona ribereña que no son adecuadamente
amortiguados antes de entrar a la zona ribereña. Si estas llenando la PARTE II (apéndice 3),
selecciona la descripción de la condición que mejor caracterice el segmento. Marca con una (x)
las características dentro de la descripción seleccionada que apliquen al tramo evaluado. Esta
información te ayudara a identificar cambios más específicos en futuras evaluaciones. Otórgale la
puntuación que refleje más cercanamente lo que observas.
Imagen 13. Zona ribereña degradada Nótese la infraestructura y el
concreto en la zona hasta donde debe expandirse la zona ribereña.
64
9. DISPONIBILIDAD DE HÁBITAT PARA ESPECIES NATIVAS
La evaluación de este elemento mide la disponibilidad de hábitat físico para organismos de
quebradas en Puerto Rico. El potencial para el mantenimiento de una comunidad acuática
saludable de plantas y animales, y su habilidad para recuperarse de disturbios depende de la
variedad y abundancia de hábitat adecuado y disponibilidad de flujo. Observa el número de
diferentes tipos de hábitats y flujos en cada segmento y documenta la puntuación en la hoja de
datos. Si hay flujo, habrá al menos un tipo de hábitat disponible. Los tipos de flujos son descritos
a continuación.
Imagen 14. Quebrada degrada. Nótese la falta de disponibilidad de hábitats.
Imagen 15. Quebrada con hábitats como flujos continuos sin turbulencia, y rápidos.
65
(1) Ojos de agua y manantiales– Áreas de la zona ribereña donde hay entrada de agua
subterránea.
(2) Pozas– áreas de corriente lenta y típicamente profundas. En este hábitat podrían estar
incluidas las pozas profundas que se forman en la base de las cascadas.
(3) Flujos continuos sin turbulencia – áreas caracterizadas por un flujo continuo de agua sin
turbulencia.
(4) Rápidos– Áreas caracterizadas por turbulencia, sustrato rocoso o firme, corriente moderada o
rápida, y relativamente poca profundidad (normalmente menos de 18 pulgadas).
(5) Cascadas– Cascadas (gradientes mayores de 3%)
(6) Plantas sumergidas y raíces- Plantas y raíces dentro del canal.
(7) Hojarasca- Aglomeraciones de hojas en la quebrada.
Haz una marca en el espacio provisto para cada uno de los hábitats, si el mismo estuviera presente
en el tramo evaluado. Cada hábitat tiene un valor asignado según su importancia para las especies
acuáticas. Luego de marcas las presentes, suman sus respectivas puntuaciones. Anota la
puntuación final.
10. BASURA
La presencia de basura orgánica e inorgánica, son signos de degradación de la quebrada. La
orgánica es aquella que puede bio-degradarse naturalmente tales como: cascaras de frutas, madera
y hojas. La inorgánica representa todos los desperdicios artificiales, o los creados por procesos
industriales y químicos como por ejemplo, el plástico. Evalúa la presencia tanto en el área mojada
como en la zona ribereña. Anota la condición y asígnale un puntaje en la tabla de datos. Marca
con una (x) las características dentro de la descripción seleccionada que apliquen al tramo
evaluado. Esta información te ayudara a identificar cambios más específicos en futuras
evaluaciones. Otórgale la puntuación que refleje más cercanamente lo que observas.
Imagen 16. Quebrada canalizada con presencia de basura. Nótense los pedazos de
zinc y bloques.
66
Imagen 17. Quebrada con presencia de basura. Nótese la presencia de basura en la
zona ribereña.
67
Apéndice 2
Hoja De Caracterización Detallada de la Quebrada (opcional):
La siguiente información generaría una descripción más detallada de la quebrada siendo
evaluada. Esta data puede ser utilizada para seguir los cambios en el tiempo (por ejemplo
fluctuaciones de temperatura o cambios en el sustrato). También alguna de la información puede
ser utilizada en la primera parte, cuando se evalúa y se asigna la puntuación a elementos
específicos de la quebrada.
Fecha/Hora/Clima/Nombre de la quebrada/Evaluadores-Llenar el encabezado del
formulario. Para el tiempo, anotar la temperatura del aire aproximada, la cobertura de las nubes,
precipitación, y viento.
ID del tramo- El ID del tramo es un número o letra identificando la quebrada en un mapa del
área u otro mapa disponible de la quebrada. Para este protocolo, la distancia del tramo a evaluarse
sería de 20 metros/65 pies; ya que en evaluaciones previas al protocolo se ha validado el uso de
esta distancia.
Tipos de Hábitats dentro del segmento – Existen numerosos tipos de sistemas de clasificación.
El sistema recomendado para este protocolo es uno desarrollado por Montgomery y Buffington.
Este reconoce seis clases de canales aluviales, entre estas: cascada, paso-pozas; lecho del río; y
rápido-poza, (basado en gran parte en el gradiente de la quebrada). Observa el siguiente diagrama
para identificar los tipos de hábitats dentro del segmento.
Poza
Poza
Rápido
Flujo continuo
sin turbulencia
Rápido
Poza
Flujo continuo sin turbulencia
Figura 2. Tipos de hábitats en las quebradas.
68
Largo del segmento – Mide o estima el largo del canal (en metros o pies) siendo evaluado
(típicamente 20 metros).
Temperatura– Utilizar un termómetro de mano en al menos 3 lugares del segmento (incluir
áreas con sombra, y de dosel abierto si están presentes en el segmento), obtén un promedio, y
entra la temperatura corriente de la quebrada en Fahrenheit o Celsius. Si la hora del día para la
medida de temperatura es diferente de la hora registrada al comienzo del formulario, anota la hora
también.
Composición del sustrato – Para estimar esta importante característica, puedes dividir tu
segmento en cuatro partes iguales (p.e. marca cada 5 metros en tu cinta adhesiva de 20 metros),
visualmente evalúa el sustrato en el rectángulo de cinco metros estimando la composición de la
cobertura. Usa las siguientes definiciones de los términos para cada tipo de sustrato:
♦ arcilla – sedimento muy fino
♦ arena– como la arena de la playa
♦ grava – más grande que la arena; pero más pequeña que la uña de tu pulgar
♦ Guijarros – más grande que la uña de tu pulgar, pero más pequeña que tu puño
♦ Roca– más grande que tu puño, pero más pequeño que tu cabeza
♦ Peñón– más grande que tu cabeza o un balón de baloncesto
♦ Roca madre/lecho rocoso o fondo de concreto – base sólida de roca natural o fondo de concreto/
roca creado por el humano (circula el que aplique)
Observa los tipos de sustratos presentes en el segmento evaluado. Determina el porcentaje
presente de cada tipo de sustrato y anótalo en la tabla de Caracterización Detallada. También
anota la composición de los materiales del banco en la sección de observaciones.
Encrustamiento – Mide el grado en que las rocas son rodeadas por sedimento fino (lo cual es
una señal de la carga de sedimento en las quebradas). Esto puede ser relacionado con lo adecuado
del sustrato de la quebrada como hábitat para macroinvertebrados y peces, o mostrar los efectos
de sedimentación en las partes altas de la cuenca. Este puede ser solo evaluado en los hábitats de
rápidos y de flujos continuos sin turbulencia. Uno de los sitios representativos en estos tipos de
hábitats debe ser seleccionado a lo largo del segmento. Si no hay rápidos y áreas de flujos sin
turbulencia, no evalúe este elemento. Si hay, estima la profundidad a la cual los objetos son
sepultados por el sedimento. Esta evaluación puede ser completada recogiendo la grava con los
dedos y estimando el porciento de la piedra que fue sepultado. Al menos 50 mediciones deben ser
tomadas, luego promediadas para producir el porcentaje total de encrustamiento. Utiliza la parte
de atrás de la tabla para la caracterización para documentar y promediar las 50 mediciones. Si no
es posible hacer las mediciones, estima visualmente el porcentaje de encrustamiento que
observes.
Vegetación de los bancos –Estimar el porcentaje de cobertura de árboles, arbustos/juveniles,
herbáceas, hojarasca, o espacios descubiertos en los bancos observando quebrada arriba a lo largo
del banco derecho e izquierdo. Observa el área directamente adyacente a la quebrada y usa las
siguientes definiciones de términos para la caracterización:
69
♦ Árbol= una planta leñosa > 3.0 pulgadas en diámetro a la altura del pecho
♦ Arbusto/juvenil = una planta leñosa < 3.0 pulgadas de diámetro a la altura del pecho y > 3.2
pies en altura.
♦ Herbáceas = todas las plantas no leñosas, independientemente de la altura, y las plantas leñosas
< 3.2 pies en altura. Debes mirar quebrada abajo a lo largo del banco derecho e izquierdo del
segmento. En las notas al final de la página, menciona las especies de plantas dominantes para
cada segmento y cualquier nota sobre raíces superficiales o profundas. Mirar en el área adyacente
directamente a la quebrada (a lo largo de los bancos). La cobertura del suelo, es lo que se debe
estar estimando, NO el dosel.
Porcentaje de Dosel/ sombra– Toma el porcentaje promedio de la cobertura de dosel sobre el
canal activo de la quebrada (donde está típicamente el agua, no el área ribereña). También puedes
usar un densiómetro sobre el canal activo, o visualmente evaluar la cantidad relativa de sombra o
parte cubierta por vegetación de la quebrada. Para quebradas/ríos anchos, no considerar el área
donde la sombra no es posible.
Anchura promedio actual - El ancho de la sección transversal puede ser medido por una cinta
de medida estirada perpendicularmente a la quebrada si el nivel del agua es normal. Al menos
cinco medidas a través de la quebrada deben ser tomadas y promediadas. Anotar en el formulario
el promedio.
Velocidad y Profundidad – Para determinar velocidad, dos métodos pueden ser utilizados. (1)
una guayaba (o una china) puede ser dejada caer desde el comienzo del segmento y se le toma el
tiempo hasta que llegue al final para obtener los metros por segundo, luego multiplicar por un
factor de rugosidad de 0.6 (para trayecto/límites rugosos), o 0.8 para canales lisos. Este
multiplicador es importante, ya que la guayaba encontrará el camino de menos resistencia, y la
velocidad en el canal varía. Haz esto al menos diez veces y toma un promedio de las
puntuaciones. (2) usa un metro de velocidad en el mismo lugar donde se midió la profundidad.
Para determinar la profundidad, toma al menos diez medidas con tu yarda o metro de madera en
el mismo lugar donde se midió el ancho, y promedia las puntuaciones.
Estado del Flujo- Compara el nivel del agua del momento con el nivel normal, y determina si esta
alto, normal, o bajo. La línea de agua normal es la línea en el banco creada por el nivel de
fluctuación natural como evidencia por la destrucción de la vegetación terrestre, hojarasca,
residuos de sedimento, y cambios en las características del suelo. Circular si el nivel es alto,
normal o bajo.
♦ Alto= si la vegetación terrestre o el área típicamente seca, está sumergida.
♦ Normal = si el nivel del agua se encuentra en los niveles normales de fluctuación de flujos.
♦ Bajo= si el nivel de agua es significativamente más bajo que el normal, y se observa vegetación
usualmente sumergida expuesta y muerta o muriendo.
Flujo– Si tienes un metro de flujo, úsalo en al menos tus cinco partes del transecto usados para
evaluar el sustrato y obtén un promedio del flujo en metros cúbicos por segundo. Si no tienes un
metro de flujo, toma el área de la sección transversal (la profundidad promedio multiplicada por
el ancho promedio) y multiplica ese número por tu número de velocidad para obtener metros
cúbicos por segundo.
70
Sección transversal del Canal – Dibuja la sección transversal de la quebrada, puedes utilizar
como guía el siguiente diagrama:
Figura 3. Sección transversal de quebrada natural al lado izquierdo, y de quebrada
con bancos alterados mediante su estabilización con gaviones y construcción de
carretera al lado derecho
Manejo:
A continuación se mencionan una serie de ejemplos de alternativas de manejo para varios de los
elementos de la quebrada. Es importante tener la opinión de expertos de diferentes disciplinas
tales como: geomorfología, ingeniería, ecología de plantas y animales asociados a ecosistemas
acuáticos, y biología de vida silvestre.
1. Turbidez– Se debe tratar de mejorar la calidad de agua mediante la reducción de cargas de
sedimento a la quebrada, a través de la reforestación de los bancos, reduciendo las entradas
posibilidad de entrada de sedimento y sustancias contaminantes.
2. Crecimiento de plantas – Se debe tratar de mejorar la calidad de agua reduciendo las cargas de
nutrientes en la quebrada (p.e. nitratos y fosfatos). Mejorar la cobertura de dosel para promover el
crecimiento de especies de algas compatibles.
3. Condición del canal – Evaluar maneras para volver a conectar o mejorar la conectividad del
canal de la quebrada a su llanura de inundación, donde sea aplicable.
4. Alteración del Flujo del Canal – Evaluar maneras de restaurar sitios alterados, produciendo
cambios en la hidrología (p.e. bioingeniería, removiendo desvíos).
5. Porcentaje de Encrustamiento – Se debe tratar de reducir la entrada de sedimento fino de la
parte de arriba de la cuenca y/o de los bancos de la quebrada que se estén erosionando.
6. Estabilidad de los Bancos – Se debe tratar de mejorar la estabilidad de los bancos permitiendo
el desarrollo de una zona ribereña ancha que sirva de amortiguador, mejores condiciones del
canal y métodos de bioingeniería. Nota que si hay una mayor erosión ocurriendo alrededor de una
71
curva, puede ser un problema que debe ser abordado para todo el sistema, en comparación con
pequeñas áreas erosionándose que pueden ser tratadas en el sitio.
7. Dosel/Sombra – Mejora el dosel sobre la quebrada para mantener la temperatura del agua
fresca con las plantaciones y manejo.
8. Condición ribereña – Mejora las condiciones sembrando plantas para desarrollar una zona de
amortiguamiento ribereño.
9. Disponibilidad de Hábitat para especies nativas- Evalúa maneras de mejorar las condiciones de
hábitats para la flora y la fauna (por ejemplo, el flujo, la profundidad del agua, la rugosidad del
canal).
10. Basura - Limpia la basura en la quebrada y en las áreas ribereñas y establece un recogido
regular de basura.
72
Apéndice 1
PARTE I
Hoja De Datos Descriptivos Generales:
Fecha _____________Evaluador(es) __________________________________
Nombre de la Quebrada ________________________Tributario a:
_____________________________ Tributario a: ____________________________Tributario a:
_______________________________
País ______________________
Localización_________________Latitud_____________Longitud____________________
Dueño del terreno donde se encuentra la
quebrada/Acceso_______________________________________________________________
Cuenca:
________________________________________________________________________
Elevación __________________________________ Orden de la Quebrada
__________________ Longitud total _______ millas del área de drenaje __________ largo de la
quebrada en millas cuadradas _________ Flujo Base en Verano ____ cm
Peces y otras especies de animales (que se conocen que existen en la quebrada, por la evaluación
de la quebrada y/o por algún contacto personal con expertos)
______________________________________________________________
______________________________________________________________________________
Usos mayoritarios del terreno y otras problemáticas del recurso en la cuenca (por ejemplo: tomas
de agua subterránea, reses pastando río abajo, cultivos, impactos urbanos, caminos cruzando la
quebrada) (adjuntar un mapa si es posible)
________________________________________________________
Otros comentarios
__________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________
_____
73
Apéndice 2
Hoja De Caracterización Detallada de la Quebrada (Opcional):
Fecha
Nombre de la Quebrada
Hora
ID del Tramo
Segmento 1
Clima
Tipo de Hábitats en la quebrada
Largo del Segmento (pies o metros)
Temperatura (oF o oC)
Elevación (pies o metros)
Sustrato
1 2 3 4%
Arcilla
Arena
Grava
Guijarros
Peñón
Roca madre o concreto
Encrustamiento %
Vegetación de los Bancos %- mirando
río abajo el banco izquierdo y banco
derecho
Arboles
Arbustos
Herbáceas
Hojarasca
Descubierto
% Promedio de Dosel/Sombra
Ancho Promedio
Velocidad (m/s) y Profundidad (pies o
metros)
Estado del Flujo
Alto/Normal/Bajo
Flujo (cm/s)
Diagrama Transversal del Canal,
incluyendo las líneas de flujo bajo,
normal, alto, y el nivel de agua
existente
Puntuación de cada Elemento Utiliza
como guía la “Hoja de Puntuación
para Elementos”
1. Turbidez
2. Crecimiento de Plantas
3. Condición del Canal
4. Alteración del flujo del Canal
5. Porcentaje de encrustamiento
6. Estabilidad de los bancos
7. Dosel
74
8. Condición ribereña
9. Disponibilidad de Hábitats
10. Basura
Puntuación Total
Puntuación total/# de elementos
Calificación/Índice del promedio
1.8-2.0 Muy alto
1.5-1.7 alto
1.1- 1.4 regular
0-1.0 bajo
Lista de equipos necesarios (si se decide llenar Apéndice 2)
Botas o zapatos que puedan mojarse
Cinta métrica de al menos 100 metros y resistente al agua sería la mejor opción, pero también
podría ser de 30 metros o una cinta de 100 pies. Debe asegurarse de utilizar las mismas unidades
de medidas para todo.
Metro de madera (para las medidas de profundidad)
Calculadora
Reloj con temporizador
Metro de velocidad o cáscaras de guayaba o china, o inclusive hasta un bola de tenis (para probar
la velocidad)
Metro de Flujo (opcional)
Bloqueador solar
Repelente de mosquito
Cámara fotográfica
Libreta de Campo
75
Apéndice 3
PARTE II
Tabla Para La Puntuación De Elementos:
1. Turbidez (indicador de la erosión presente)
Descripción de la condición del elemento
Agua clara; los objetos del fondo son visibles desde
afuera
Moderadamente turbia
Muy turbia, no se ve el fondo
2. Crecimiento de Algas Sumergidas (indicador de eutroficación)
Descripción de la condición del elemento
Agua clara sin una presencia significativa de algas o
microalgas; las rocas pueden tener limo pero las
algas no son obvias
Grandes acumulaciones de macroalgas presentes, o
crecimiento verde/ marrón visible en el fondo o en
los lados de la quebrada. Presencia de plantas
flotantes
Agua distintivamente verde; o el canal ahogados por
las plantas acuáticas
3. Condición del canal
Descripción de la condición del elemento
Canal natural
Canalizada por humanos pero con bancos naturales
(sin concreto o endurecidos)
Bancos endurecidos (por ejemplo; concreto,
gaviones, rocas)
Bancos y fondo del río endurecidos (por ejemplo de
concreto)
Puntuación
2.0 - 1.7 - 1.5
1.0 - 0.7 - 0.5
0.2 - 0
Puntuación
2.0 - 1.7 - 1.5
1.0 - 0.7 - 0.5
0
Puntuación
1.0 - 1.8
1.7 - 1.5 - 1.2
1.1 - 0.8 - 0.6
0.5 - 0.2 - 0.0
4. Alteración del Flujo del Canal Selecciona la descripción de la condición del elemento más
adecuada para el tramo evaluado. Marca con una (x) las características que apliquen dentro de la
descripción.
Descripción de la condición del elemento
Puntuación
Sin tomas de agua( ), desvíos del flujo( ), y
2.0 - 1.8
descargas de escorrentías entrando al segmento( ).
Sin obstáculos permanentes( ), como muros,
represas o estructuras similares
Con tomas de agua temporales o intermitentes en el
1.7- 1.5 - 1.2
segmento
Tomas de aguas permanentes o intermitentes( ), y
1.1- 0.8 - 0.6
entradas de aguas de escorrentías en el segmento( )
como por ejemplo: alcantarillas de la carretera( ),
descargas de casas aledañas( ), otro______( ).
Tomas de aguas permanentes( ), y entradas de aguas
0.5 - 0.2 - 0.0
76
de escorrentías en el segmento( ) como por ejemplo:
alcantarillas de la carretera( ), descargas de casas
aledañas ( ), otro_____( ). Presencia de obstáculos
permanentes( ) como muros( ), represas( ), o
estructuras similares( ).
5. Porcentaje de Encrustamiento (No evaluar este elemento donde no hay hábitats de rápidos y
corrientes)
Descripción de la condición del elemento
Puntuación
Nivel mínimo de encrustamiento. Los sedimentos
2.0
entierran menos del 10% de las rocas
Al menos 3 tipos de sustrato presentes en el
segmento.
El nivel de encrustamiento de sedimento en la
1.5 - 1.2 - 1.0
quebrada reflejado en los hábitats de rápidos y
corrientes es de 11-25%. Aun así 3 tipos de sustratos
están presentes en el segmento.
El nivel de encrustamiento de sedimento en la
quebrada reflejado en los hábitats de rápidos y
corrientes es de 26-50%. Solo 2 tipos de sustratos
están presentes en el segmento.
El nivel de encrustamiento de sedimento en la
quebrada reflejado en los hábitats de rápidos y
corrientes es 50-75%. Solo 2 tipos de sustratos están
presentes en el segmento.
El segmento de la quebrada se encuentra
completamente sedimentado (incluida tierra dura
sedimentada) El sustrato es completamente
homogéneo, o sea posee un solo tipo de sustrato (por
ejemplo, sedimento fino). Si es sustrato es cemento
adjudica una puntuación de 0.
6. Estabilidad de los bancos
Segmento canalizado
Descripción de la condición del elemento
>90% de los bancos estables (sin la superficie expuesta
erosionable)
75 a 89% de los bancos estables (sin la superficie expuesta
erosionable)
50 a 74% de los bancos estables (sin la superficie expuesta
erosionable)
25 a 50% de los bancos estables (sin la superficie expuesta
erosionable)
25% de los bancos estables (sin la superficie expuesta
erosionable).
Segmento NO canalizado
Descripción de la condición del elemento
0.9 - 0.7 - 0.5
0.4 - 0.5
0.2 - 0.0
o
Puntuación
2.0
o
1.9 - 1.7 - 1.5
o
1.4 - 1.2 - 1.0
o
0.9 - 0.7 - 0.5
o
0.2 - 0
Puntuación
77
>90% de los bancos estables (sin la superficie expuesta
erosionable)
75 a 89% de los bancos estables (sin la superficie expuesta
erosionable)
50 a 74% de los bancos estables (sin la superficie expuesta
erosionable)
25 a50% de los bancos estables (sin la superficie expuesta
erosionable)
25% de los bancos estables (sin la superficie expuesta
erosionable)
7. Dosel/Sombra
Descripción de la condición del elemento
Dosel mixto, 20-80% cubierto
Dosel cerrado pero mixto, >80% cobertura
Dosel cerrado monotípico, >80% cobertura
Dosel abierto, 0-19% cobertura
o
2.0
o
1.9 - 1.7 - 1.5
o
1.4 - 1.2 - 1.0
o
0.9 - 0.7 - 0.5
o
0
Puntuación
2.0 - 1.8 - 1.6
1.5 – 1.3 - 1.0
0.9 - 0.7 - 0.5
0
8. Condición de la zona ribereña Selecciona la descripción de la condición del elemento más
adecuada para el tramo evaluado. Marca con una (x) las características que apliquen dentro de la
descripción.
Descripción de la condición del elemento
Puntuación
Área ribereña de igual ancho del llano de inundación( ), vegetación diversa( ),
2.0 - 1.8
quebrada con bancos naturalmente pronunciados/inclinados( ), bancos estables( ).
No impactada/ inalterada( ).
Ancho del área ribereña con al menos dos canales del ancho( ), vegetación diversa( ), 1.7 - 1.5 - 1.3 - 1.0
quebrada con bancos inestables( ), y degradación mínima( ).
Ancho del área ribereña con al menos un canal del ancho( ), bancos inestables( ), y
0.9 - 0.7 - 0.5
área ribereña con signos de degradación( ). Algunos de los signos puede ser que el
crecimiento de vegetación en la zona esté limitado por actividades como ganadería( ),
poda y corte de la vegetación( ), uso como estacionamiento vehicular( ), u
otro______( ).
Área ribereña severamente degradada( ), menos de un canal de ancho( )
0.4 - 0.2
No hay espacio de zona ribereña( ). Poca a ninguna vegetación a los lados de la
0
quebrada( )
9. Disponibilidad de hábitats para especies nativas
Cada hábitat tendrá una puntuación de 0.25, excepto las charchas y los rápidos a los cuales se les
asigna 0.75, debido a su importancia como hábitats para las especies acuáticas nativas de Puerto
Rico. Tipos de Hábitats: (1) manantiales, (2) pozas, (3) flujos continuos sin turbulencia, (4)
rápidos, (5) cascadas.
Tipos de Hábitats
Presencia (marca con una x)
Puntuación
Manantiales
0.25
Flujos
continuos
sin
0.25
turbulencia
Cascadas
0.25
78
Plantas sumergidas y raíces
Hojarasca
Pozas
Rápidos
0.25
0.25
0.75
0.75
Total
10. Presencia de basura (indicador de influencia humana o urbana) Selecciona la descripción
de la condición del elemento más adecuada para el tramo evaluado. Marca con una (x) las
características que apliquen dentro de la descripción.
Basura orgánica
Descripción de la condición del elemento
Puntuación
No hay basura presente
2.0 - 1.8
Basura orgánica es evidente pero no prominente.
1.7 - 1.5 - 1.3 - 1.1
Basura orgánica abundante, como desperdicios no
1.0 - 0.5 - 0
sanitarios, por ejemplo excremento de animales( ),
panales( ), o peces muertos( ), otro_____( ). Mal
olor( ).
Basura inorgánica
Descripción de la condición del elemento
No hay basura presente
Basura inorgánica es evidente pero no prominente,
por ejemplo botellas plásticas y papeles
Basura inorgánica abundante, por ejemplo pedazos
de tablas de zinc( ), pedazos de cemento( ),
gomas( ), piezas de automóviles( ) o enseres
domésticos( ), otro_____( ).
Puntuación
2.0-1.8
1.7 - 1.5 - 1.3 - 1.1
1.0 - 0.5 - 0
Utiliza este espacio para tomar nota de la experiencia de evaluación. Las siguientes
preguntas pueden servir como guía:
- ¿Algún suceso importante durante la evaluación?
- ¿Algún recuerdo de experiencia(s) pasadas relacionadas con lo observado
durante la evaluación?
- ¿Alguna idea para mejorar la quebrada?
79
CAPÍTULO 3
Valor del Protocolo de Evaluación Visual de Quebradas y
alcance de su utilización
80
Los protocolos de evaluación son muy importantes en la conservación y
restauración de los ecosistemas de río. Los mismos tienen el potencial de impactar
diferentes aspectos o áreas del proceso de manejo de un ecosistema. Una de las áreas que
de por sí impacta es la evaluación directa del ecosistema. Pero los protocolos también
pueden impactar el aspecto participativo y educativo del proceso de manejo. Además
pueden impulsar el desarrollo de más herramientas de evaluación y programas de
monitoreo según la localidad donde se utilicen.
Los protocolos de evaluación de ríos y quebradas posibilitan la evaluación de su
condición a través del tiempo. Esto permite la identificación de cambios que pueda estar
experimentando, problemas a atender, y con ellos las acciones prioritarias de manejo y
restauración. Teels et al. (2006) presentan un buen ejemplo de cómo el protocolo de
Evaluación Visual de Quebradas puede ser utilizado para evaluar esfuerzos de
restauración de amortiguadores ribereños en zonas agrícolas. Los monitoreos también
permiten la generación de estudios más enfocados, a través de las observaciones que
sistemáticamente se realizan. También generan información útil para su integración a
Sistemas de Información Geográfica, y de esta manera realizar análisis espaciales sobre
la estructura física de los ríos y quebradas de la región. La disponibilidad y participación
constante de evaluadores es determinante para la efectividad de los monitoreos.
Es de suma importancia que los residentes de comunidades locales tengan acceso
a los protocolos de monitoreo para garantizar la participación constante de evaluadores.
La ciencia a pequeña escala posee un gran rol en la generación de información necesaria
para el manejo de ecosistemas acuáticos (Kolok, 2011). La gente de las comunidades
tienen el potencial de participar más orgánicamente de monitoreos ambientales y de
81
actividades de manejo que no necesariamente llegan a ser realizadas por agencias
gubernamentales (Heiman, 1997).
De esta manera habría un mayor número de personas
con la oportunidad de involucrarse en el proceso de monitoreo de los ecosistemas de río.
Esto permite la ampliación del alcance de los conocimientos científicos levantados a
través de la historia. La información disponible sobre el funcionamiento de los ríos y
quebradas, y sobre cómo evaluarlos estarían en las manos de gente de las comunidades
interesadas en su conservación y manejo. A su vez las comunidades serían partícipes de
la generación de información sobre los ecosistemas de río en la isla. Los residentes de
comunidades aledañas a ríos y quebradas tienen la oportunidad de interactuar
constantemente con el ecosistema. Esto les ha permitido ver y hasta experimentar los
cambios del cuerpo de agua a través del tiempo. Haciéndoles actores importantes en sus
procesos de cambio y grandes conocedores de su funcionamiento. Dentro de un marco
participativo de monitoreo, las experiencias y conocimiento de los locales, forman parte
del proceso de investigación (Heiman, 1997).
En ocasiones las comunidades necesitan la validación de las problemáticas que
han identificado con instrumentos empíricos (Heiman, 1997). Una herramienta como el
protocolo de Evaluación Visual de Quebradas les daría fuerza en procesos de
fiscalización de procesos inadecuados, tanto de entidades gubernamentales y privadas
hasta de miembros de su misma comunidad. Además les añadiría fuerza a reclamos de
ayuda para concretar esfuerzos de restauración y manejo. Al final la riqueza de una
herramienta que promueva la participación de ciudadanos en el proceso de monitoreo, es
que aumenta la posibilidad de que se descubran y añadan más ciudadanos como aliados
del monitoreo y la conservación de ríos y quebradas.
82
El taller sobre el protocolo permitió el encuentro de diferentes residentes de
comunidades aledañas al Río Piedras. Entre ellos se compartieron experiencias que
hablan de su compromiso con sus comunidades. Y además mostraron una actitud positiva
hacia el protocolo y su utilización en las quebradas de sus respectivas comunidades.
Podría contemplarse la posibilidad de dialogar junto a ellos sobre posibles proyectos de
manejo y restauración conjuntos. Se podría llevar un taller sobre el protocolo de
evaluación a cada una de estas comunidades para darle seguimiento a este tipo de
iniciativa. Además del diálogo entre comunidades, también puede contemplase el dialogo
entre las mismas, y personal de la Oficina del Plan de Monitoreo de Aguas. Esto podría
ser la zapata para un futuro programa de monitoreo el Río Piedras, en el que puedan
participar sus comunidades aledañas. Esto iría a tono con iniciativas participación
ciudadana en actividades científicas ya existentes en Puerto Rico como Ciudadano
Científico del Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico.
Esta investigación presenta el Protocolo de Evaluación Visual de Quebradas
basándose en datos de la región Noreste de Puerto Rico. Un próximo paso sería la
realización más estudios en las regiones del centro, sur y oeste de la isla. Cabe señalar
que el protocolo debe ser probado aún con más personas de diferentes comunidades, ya
que por falta de tiempo no se pudo presentar el protocolo nuevamente con las sugerencias
recibidas por parte del DRNA. Un análisis más detallado sobre la discusión generada a
partir de la observación de imágenes en ambos talleres, tanto el realizado con los
residentes de comunidades aledañas al Río Piedras, como con el personal del DRNA
también debe ser realizado. Esto permitiría la presentación de la información mediante
gráficos o tablas de las frecuencias en las que surgieron las distintas temáticas, además de
83
la tabla textual presentada en el presente trabajo. La visualización de la información de
diferentes maneras permite la identificación de patrones que pueden pasar
desapercibidos.
El Protocolo de Evaluación Visual de Quebradas para Puerto Rico tiene el
potencial de impulsar varios procesos relacionados a la conservación de ríos y quebradas
en la isla, y su manejo. En primer lugar posibilita la evaluación de los ríos y quebradas de
una manera práctica y útil. El PEVQ posibilita el desarrollo de investigaciones más
enfocadas a partir de sus resultados. Además promueve la participación de ciudadanos en
el monitoreo de dichos cuerpos de agua y el desarrollo de programas de educativos sobre
su conservación. Finalmente, pero determinante en este proceso, el Protocolo de
Evaluación Visual de Quebradas para Puerto Rico promueve el desarrollo de más
herramientas de monitoreo a nivel local. El protocolo puede ser un ejemplo para invitar a
otras localidades a comenzar iniciativas similares.
Literatura citada
Heiman, M., 1997. Science by the People: Grassroots Environmental Monitoring and the
Debate Over Scientific Expertise. Journal of Planning Education and Research,
16: 291-299.
Kolok, A. & Schoenfuss, H., 2011. Environmental Scientists, Biologically Active
Compounds, and Sustainability: The Vital Role for Small-Scale Science.
Environmental Science & Technology, 45, 39–44.
Teels, B., Rewa, C., Myers, J., 2006. Aquatic Condition Response to Riparian Buffer
Establishment. Wildlife Society Bulletin, 34(4):927-935.
http://ciudadanocientifico.org/
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