momento de realización de los reconocimientos médicos

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CAPÍTULO III
MOMENTO DE REALIZACIÓN
DE LOS RECONOCIMIENTOS MÉDICOS
I. RECONOCIMIENTO
MÉDICO INICIAL
La LPRL no determina la necesidad de realización de un reconocimiento médico al inicio de la actividad laboral. Es la norma
de desarrollo reglamentario principal la que determina la necesidad de realizar un examen médico previo, que se llevará a cabo en
dos momentos temporales determinados. Así, el artículo 37 RSP
establece la necesidad de realizar una evaluación médica inicial
después de la incorporación al trabajo o después de la asignación
de tareas específicas con nuevos riesgos para la salud.
Es decir, las pruebas se realizarán en dos momentos temporales diferentes, como son la incorporación al trabajo o después de la
asignación de tareas específicas con nuevos riesgos para la salud.
La llamada al trabajador para su incorporación al trabajo y su
sometimiento al oportuno reconocimiento médico, y la falta de sometimiento del trabajador al mismo, da lugar a la extinción del
contrato de trabajo por dimisión del trabajador, tal como se establece en la Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla
y León de 7 de enero de 1998 (AS 1998/5074). Es curioso constatar cómo en el supuesto de hecho, la obligación de someterse al
correspondiente reconocimiento médico viene recogido en un convenio colectivo, sobre el que el Tribunal Superior de. Justicia no
hace ninguna reserva al analizar el supuesto en cuestión objeto de
análisis. Sin embargo, en una Sentencia del mismo Tribunal, de 10
de marzo de 1998 (AS 1998/1977), en idéntico supuesto de hecho,
la respuesta adoptada fue exactamente la contraria. El trabajador
únicamente «se limitó a negarse a la realización del reconocimiento médico previsto en el propio convenio colectivo, negativa que,
[33]
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LA VIGILANCIA DE LA SALUD EN EL CENTRO DE TRABAJO
tal y como puso de manifiesto la sentencia de instancia, en modo
alguno revela voluntad unilateral de resolver el contrato de trabajo
que le venía uniendo con la Junta Autonómica, sino simple incumplimiento de las obligaciones laborales impuestas por el convenio
colectivo aplicable, susceptible de la correspondiente sanción disciplinaria, por el hecho de la negativa, pero no justificador de que
la empleadora entendiese extinguido el contrato por dimisión del
trabajador. Son conductas absolutamente distintas la negativa a
realizar el reconocimiento médico, que puede conllevar retraso en
la incorporación del trabajador fijo discontinuo, y el de negativa a
reincorporarse a la campaña».
La justificación de esos momentos temporales parece lógica.
En la incorporación, es conveniente comprobar si el trabajador posee las condiciones fisicas necesarias para realizar el trabajo objeto del contrato 1. Además, sirve el reconocimiento para fij ar las
condiciones fisicas en las que se encontraba el trabajador al iniciar
su prestación de servicios. De esta manera, se podrá determinar, a
la luz de exámenes médicos posteriores, si la salud del trabajador
se ha deteriorado, y en qué medida lo ha hecho.
En el supuesto de la asignación de tareas específicas con nuevos riesgos para la salud, el fundamento de los reconocimientos
médicos es similar al que acabamos de analizar; adecuar el puesto
de trabajo a la persona; también se tienen en cuenta otras consideraciones: concretamente, prevenir daños a la salud y a la seguridad
del trabajador y sus compañeros. El lado oscuro se encuentra en el
hecho de que el reconocimiento médico puede servir de mecanismo para despedir al trabajador, en el supuesto de la presencia de diversas dolencias. Por tanto, el trabajador no siempre estará de
acuerdo, en la realización voluntaria de dichas pruebas, mientras
que el empresario tratará de incentivar los mismos. Incluso el propio término «vigilancia de la salud» hace referencia a una idea de
control por parte del empresario.
Tal como vemos, la cara oscura de estos reconocimientos médicos iniciales hace referencia a la posibilidad de una discriminación sobre la base de los resultados médicos. Así, el empresario
podría evitar contratar a un determinado trabajador si fuese pro-
I
Téngase en cuenta lo establecido en los artículos 196 y 197 TRLGSS.
MOMENTO DE REALIZACIÓN ...
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penso a sufrir determinada enfermedad, a pesar de ser apto para
realizar el trabajo", Esta actuación supondría realizar una conducta
discriminatoria «abiertamente irrazonablee '.
II.
RECONOCIMIENTOS
MÉDICOS PERIÓDICOS
En el artículo 22.1 LPRL se determina que la vigilancia del estado de salud del trabajador deberá tener carácter periódico. Sin
embargo, nada se dice de la periodicidad de los mismos, si mensual, trimestral, semestral o anual. Por su parte, el artículo 6 RSP
establece la necesidad de una revisión períodica de las labores de
prevención siempre que sea necesario por haberse detectado daños
para la salud de los trabajadores. En defecto de una norma reglamentaria que determine en qué momentos temporales deben realizarse dichas pruebas, se debe acudir a la norma convencional que
determine tal supuesto, al amparo del artículo 2.2 LPRL que establece que las disposiciones de carácter laboral contenidas en la
LPRL y en sus normas reglamentarias tendrán en todo caso el carácter de Derecho necesario mínimo indisponible, pudiendo ser
mejoradas y desarrolladas en los convenios colectivos",
Sin embargo, la posibilidad de establecimiento de reconocimientos médicos mediante los instrumentos de la negociación colectiva arroja serias dudas para la doctrina, ya que el establecimiento de reconocimientos obligatorios supondría que los trabajadores
viesen afectado su derecho a no someterse a los reconocimientos
médicos obligatorios s. Por ello, en el caso de que algún convenio
colectivo estableciese tal mención, tanto el empresario' como el
2 SANCHEZTORRES,E.: «El derecho a la intimidad del trabajador en la Ley de
Prevención de Riesgos Laborales», op. cit., p. 487. Se muestra favorable a la prohibición de practicar pruebas de detección obligatorios en la fase de acceso al mercado de
trabajo.
3 SANCHEZPEGO,F. 1.: «La intimidad del trabajador y las medidas de prevención
de riesgos laborales», op. cit., p. 27.
4 Al respecto, en relación con la coordinación entre la negociación
colectiva y
LPRL, vid. GETE CASTRILLO,P.: «El papel de la negociación colectiva en la prevención de riesgos laborales», en RL, vol. I, 1997, pp. 370 ss.
5 GoÑI SEIN,1. L.: «Límites constitucionales a los reconocimientos médicos obligatorios establecidos como medida de prevención de riesgos laborales», op. cit., p. 65.
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LA VIGILANCIA DE LA SALUD EN EL CENTRO DE TRABAJO
trabajador quedarían liberados de la obligación de realizar tales
pruebas".
Lo que sí podría ser regulado por la negociación colectiva serían aquellas menciones accesorias, realmente «disposiciones de
detalle necesarias para la ejecucións".
En defecto de esa norma reglamentaria de carácter general,
podemos acudir a normas reglamentarias de carácter especial. En
el caso, por ejemplo, de la protección de los trabajadores frente a
los riesgos derivados del ruido", dependiendo de si el nivel diario
de ruido supera una determinada cantidad, los controles médicos
deberán ser quincenales, anuales o trianuales; las radiaciones ionizantes? y el trabajo con cloruro de vinilo!", en los que el reconocimiento tendrá una periodicidad anual; el trabajo con amianto 11, en
el que los exámenes serán anuales o trianuales; finalmente, el trabajo con plomo metálico.", en el que la periodicidad será anual,
aunque se realizarán controles parciales semestralmente.
III.
EL SUPUESTO DE LA REALIZACIÓN
DE EXÁMENES A POSTERIORI
Es clara, a la vista del texto legal, la obligación de realizar controles médicos durante la relación laboral. Sin embargo, la LPRL se
ha encargado de establecer un interesante supuesto. Así, se establece
en el apartado 5 del artículo 22 que en los supuestos en que la natu-
6 GoÑI SEIN, 1. L.: «Límites constitucionales a los reconocimientos médicos obligatorios establecidos como medida de prevención de riesgos laborales», op. cit., p. 66.
7 GoÑI SEIN, 1. L.: «Limites constitucionales a los reconocimientos médicos obligatorios establecidos como medida de prevención de riesgos laborales», op. cit., p. 65.
8 RD 1.316/1989, de 27 de octubre (arts. 4, 5, 6 Y 7).
9 RD 53/1992, de 24 de enero, por el que se aprueba el Reglamento sobre protección sanitaria contra radiaciones ionizantes (arts. 34 a 46).
10 Orden de 9 de abril de 1986, por la que se aprueba el Reglamento para la prevención y protección de la salud de los trabajadores por la presencia de cloruro de vinilo monómero en el ambiente (art. 9).
11 Orden de 31 de octubre de 1984, por la que se aprueba el Reglamento sobre
trabajos con riesgo de amianto (art. 13).
12 Orden de 9 de abril de 1986, por la que se aprueba el Reglamento para la prevención y protección de la salud de los trabajadores por la presencia de plomo metálico y sus componentes iónicos en el centro de trabajo (art. 11).
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raleza de los riesgos inherentes al trabajo lo haga necesario, el derecho de los trabajadores a la vigilancia periódica de su estado de salud deberá ser prolongado más allá de la finalización de la relación
laboral, en los términos que reglamentariamente se determinen.
Es decir, se reconoce el derecho del trabajador a la realización
de reconocimientos médicos una vez finalizada la relación laboral;
sin embargo, la determinación de tales supuestos queda subordinada a la regulación reglamentaria.
. Este derecho a la realización de exámenes médicos ex post, se
detalla algo más en el artículo 37 RSP. Así, se determina que, en
los supuestos en que la naturaleza de los riesgos inherentes al trabajo lo haga necesario, el derecho de los trabajadores a la vigilancia periódica de su estado de salud deberá ser prolongado más allá
de la finalización de la relación laboral a través del Sistema Nacional de Salud. Es decir, parece determinarse que en los supuestos específicamente previstos, será el Sistema Nacional de Salud
el que se encargue de la realización de los exámenes médicos.
Nada se dice respecto a si el coste de dichos exámenes será repercutido sobre los trabajadores o sobre los empresarios. Sin embargo, y dado que dichas pruebas se realizan como consecuencia de
los efectos de la relación laboral, consideramos que debe darse la
misma respuesta a este supuesto. Así, no podría repercutirse el
coste de las pruebas médicas sobre los trabajadores.
Como ejemplos de estos exámenes a posteriori, puede señalarse el supuesto de la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos durante el
trabajo, regulado por el Real Decreto 664/1997, de 12 de mayo, en
cuyo artículo 8.6 se reconoce la posibilidad de realizar controles
una vez extinguida la relación laboral. También la protección de
los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición
a agentes cancerígenos durante el trabajo, que se rige por el Real
Decreto 665/1997, de 12 de mayo, recoge esta posiblidad en su artículo 8.5. Asimismo, el artículo 46 del Reglamento sobre protección sanitaria contra radiaciones ionizantes, aprobado por el Real
Decreto 53/1992, de 24 de enero; o el artículo 13.5 del Reglamento sobre trabajos con riesgo de amianto, regido por la Orden de 31
de octubre de 1984.
El razonamiento de la existencia de este supuesto se encuentra
en el hecho en que es habitual que las enfermedades del trabajo
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LA VIGILANCIA DE LA SALUD EN EL CENTRO DE TRABAJO
muestren sus efectos con posterioridad a la finalización de la relación laboral!'. Incluso muchos años después de la extinción del contrato de trabajo, como el supuesto del amianto o de la silicosis. Por
ello, es necesario realizar exámenes posteriores a la extinción del
contrato, para poder comprobar la incidencia de sustancias empleadas durante la relación laboral sobre la salud de los trabajadores.
No se determina con claridad la existencia de una obligación
del trabajador de someterse a esas pruebas, o si tiene carácter voluntario. En nuestra opinión, a diferencia del régimen existente en
el artículo 22 LPRL, estos exámenes son obligatorios para los trabajadores.
IV.
LA REINCORPORACIÓN
DE TRABAJADORES
En el artículo 37 RSP aparece mencionado un supuesto de
análisis de la salud de los trabajadores que no se encuentra mencionado en la LPRL. Concretamente se hace referencia a los trabajadores que reanuden el trabajo tras una ausencia prolongada por
motivos de salud, con la finalidad de descubrir sus eventuales orígenes profesionales y recomendar una acción apropiada para proteger a los trabajadores.
Es decir, lo que menciona dicha norma es que deberá realizarse un examen médico a los trabajadores que se reincorporan con la
finalidad de descubrir un supuesto origen profesional. Ahora bien,
la duda puede plantearse en los supuestos en los que la ausencia
prolongada del trabajo tenga origen en una contingencia profesional. En tal caso, ¿es necesaria la realización de dichas pruebas médicas cuando carecen de la finalidad prevista en la norma?
En nuestra opinión, sería conveniente la realización de dichas
pruebas, que tendrían la virtualidad de constatar el concreto estado
de salud del trabajador en el momento en que se reincorpora al
trabajo. Este reconocimiento médico serviría, por tanto, de patrón
o prueba del estado de salud, con el cual podrían realizarse comprobaciones y constatar la influencia o no de las condiciones de
13 Vid. lo establecido en el RD 1.995/1978, de 12 de mayo, que regula el cuadro
de enfermedades profesionales en el sistema de la Seguridad Social.
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trabajo sobre la salud del trabajador. Asimismo, servirá para determinar la cualidad de trabajador especialmente sensible a determinados riesgos, y que necesitará, por tanto, una protección de la salud
individualizada.
Una vez realizado este primer reconocimiento médico, el trabajador debería someterse con carácter general a los reconocimientos periódicos regulados en la LPRL.
V.
SUPUESTOS ESPECÍFICOS
Uno de ellos es el recogido en el artículo 20 ET. En dicho artículo se establece que el empresario podrá verificar el estado de
enfermedad a accidente del trabajador que sea alegado por éste
para justificar sus faltas de asistencia al trabajo, mediante reconocimiento a cargo de personal médico. La negativa del trabajador a
dichos reconocimientos podrá determinar la suspensión de los derechos económicos que pudieran existir a cargo del empresario por
dichas situaciones. Es decir, en este caso, no se recoge un derecho
del trabajador, sino más bien un deber de colaboración del trabajador con el empresario, viéndose sometido a una penalización en
caso de no cumplimiento, como seria la posibilidad de suspensión
de los derechos económicos que pudiesen corresponderle a cargo
del empresario 14.
Otro supuesto de regulación legal de reconocimientos médicos
es el recogido respecto de los trabajadores que realicen trabajo
nocturno. El artículo 36.4 ET recoge que los trabajadores nocturnos y quienes trabajen a turnos deberán gozar en todo momento
de un nivel de protección en materia de salud y seguridad adaptado a la naturaleza de su trabajo, incluyendo unos servicios de protección y prevención apropiados, y equivalentes a los de los restantes trabajadores de la empresa. El empresario deberá garantizar
14 Téngase en cuenta que, tal como establecen los artículos 77 y 131.1 TRLGSS
y la Orden de 13 de octubre de 1967, por la que se dictan normas para la aplicación y
desarrollo de la prestación por incapacidad laboral transitoria en el Régimen General
de la Seguridad Social, corresponde al empresario el abono, entre los días cuarto y decimoquinto, de la prestación económica por incapacidad temporal causada por riesgos
comunes.
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LA VIGILANCIA DE LA SALUD EN EL CENTRO DE TRABAJO
que los trabajadores nocturnos que ocupe dispongan de una evaluación gratuita de su salud, antes de su afectación a un trabajo nocturno y, posteriormente, a intervalos regulares, en los términos que se
establezca en la normativa específica en la materia. Es decir, se regula un reconocimiento médico inicial y la obligatoriedad de realizar reconocimientos periódicos, determinados conforme establezca la norma reglamentaria.
Dicha norma reglamentaria es el RD 1.561/1995, de 21 de septiembre, sobre Jornadas Especiales de Trabajo. En su Capítulo IV
hace referencia al trabajo nocturno, al que se dedica el artículo 32.
Sin embargo, dicho precepto no hace ninguna referencia a los reconocimientos médicos, por lo que continuamos sin información
sobre su periodicidad, por lo que nos encontramos ante la misma
indefinición que en el supuesto general.
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