C-8-PC-2011 CÁMARA DE LA TERCERA SECCIÓN DEL CENTRO

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C-8-PC-2011
CÁMARA DE LA TERCERA SECCIÓN DEL CENTRO: San Vicente, a las dieciséis horas
del día catorce de Julio de dos mil once.VISTOS EN APELACIÓN DE LA RESOLUCIÓN DE FOLIOS 31, del Expediente del
Proceso Principal pronunciada por la señora Juez de lo Civil de San Vicente en el PROCESO
CIVIL DECLARATIVO COMÚN DE PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA promovido por el
Licenciado OSCAR ANTONIO HELENA CAÑAS, en su calidad de Apoderado General Judicial
con Cláusulas Especiales de los señores RAMSES ARISTIDES HERNÁNDEZ JOVEL, DIEGO
ENRIQUE HERNÁNDEZ JOVELY SANDRA MORENA JOVEL HERNÁNDEZ en contra de
los señores RODOLFO GUADALUPE HENRÍQUEZ conocido por RODOLFO HENRÍQUEZ y
ERNESTO ESTANISLAO HENRÍQUEZ, ambos mayores de edad y del Domicilio de San
Vicente.El presente recurso de apelación ha sido interpuesto por el Licenciado OSCAR
ANTONIO HELENA CAÑAS, en la calidad antes mencionada, contra el auto definitivo de las
quince horas y cincuenta minutos del día veinticuatro de Junio de dos mil once, pronunciado por
la señora Juez de lo Civil de esta ciudad que declaró improponible la demanda de mérito y por
tanto pone fin al proceso antes relacionado haciendo imposible su continuación.-
AUTO DEFINITIVO RECURRIDO Y GRAVAMEN DEL RECURRENTE:
I.- La señora Juez de lo Civil de esta ciudad en el auto definitivo de las quince horas y
cincuenta minutos del día veinticuatro de Junio de dos mil once, a folios 31para fundamentar la
improponibilidad de la demanda DIJO:
””””””””””…….…… Notando la suscrita Juez que el Licenciado Oscar Antonio Helena
Cañas en su demanda de folios 1 a 5, manifiesta que en su calidad de Apoderado General Judicial
de los señores Ramsés Arístides Hernández Jovel, Diego Enrique Hernández Jovel y Sandra
Morena Jovel Hernández viene a iniciar Proceso Común de prescripción Adquisitiva contra los
señores Rodolfo Guadalupe Henríquez conocido por Rodolfo Henríquez y Ernesto Estanislao
Henríquez, sobre la mitad sur de un inmueble urbano situado en el Barrio San Juan de Dios de
esta ciudad.
El Art. 2237 C. C., establece que se adquiere por prescripción el dominio de los BIENES
CORPORALES, RAICES o MUEBLES y en este caso en particular los señores Ramsés Arístides
Hernández Jovel, Diego Enrique Hernández Jovel y Sandra Morena Jovel Hernández son dueños
en copropiedad de la mitad del inmueble antes mencionado, que si bien fue vendido como cuerpo
cierto, éste se encuentra en proindivisión con los señores Andrés de Jesús Quintanilla y Gloria
Marina Alegría de Quintanilla, por lo que la acción que intentan los señores Ramsés Arístides
Hernández Jovel, Diego Enrique Hernández Jovel y Sandra Morena Jovel Hernández no es sobre
un bien raíz en sí, sino sobre un derecho proindiviso, es decir un derecho en abstracto de
propiedad y la disposición legal precitada no contempla que los derechos personales sean sujetos
de prescripción adquisitiva.
En vista de lo relacionado en los párrafos anteriores, siendo las situaciones antes
planteadas imposibles de subsanarse y de conformidad a lo establecido en el Art. 277 CPCM,
DECLÁRASE IMPROPONIBLE la demanda…………..””””””””””””””””””””
II.-Por escrito de apelación de folios 4 / 6, el Licenciado OSCAR ANTONIO HELENA
CAÑAS, en el carácter en que actúa, expresó lo siguiente:
”””””””””…………………Al respecto le manifiesto que no estoy de acuerdo con la
resolución a que me refiero, porque lesiona los derechos constitucionales de propiedad y posesión
de mis mandantes, puesto que la apreciación que se ha hecho del caso planteado, ha sido
confundiendo lo que son derechos reales y lo que son derechos personales, dando la impresión
que mi demanda no ha sido leída ni estudiada detenidamente, al interpretar erróneamente que mis
poderdantes pretenden adquirir por prescripción el inmueble a que alude la demanda y que dicho
inmueble se encuentra en proindivisión con los señores Andrés de Jesús Quintanilla y Gloria
Marina Alegría de Quintanilla y que por consiguiente la acción intentada no es sobre bien raíz en
sí, sino sobre un derecho proindiviso, según se ha interpretado, o sea un “derecho abstracto de
propiedad”, concluyendo que LOS DERECHOS PERSONALES NO SON SUJETOS DE
PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA según la Ley.
Esta apreciación está fuera del contexto legal, pues realmente el inmueble que mis clientes
quieren adquirir por prescripción ha sido determinado concretamente con su situación, extensión,
medidas y colindancias en mi demanda y eso lo reconoce expresamente Su Señoría al manifestar:
“Son dueños en copropiedad de la mitad del inmueble antes mencionado, que si bien es cierto fue
vendido como cuerpo cierto, éste se encuentra en proindivisión con los señores Andrés de Jesús
Quintanilla y Gloria Marina Alegría de Quintanilla…..”; no es cierto que mis poderdantes quieran
adquirir por prescripción derechos proindivisos y mucho menos que sean copropietarios con los
señores Quintanilla y Alegría de Quintanillla, que aunque aparecen mencionados en mi demanda
es como compradores concretamente de la mitad norte del inmueble general y por consiguiente
como colindantes del resto o porción Sur del mismo, o sea el que pretenden adquirir mis clientes
por prescripción, concretamente, tal como aparece de la documentación agregada a la demanda.
Los señores Quintanilla y Alegría de Quintanilla adquirieron esa porción por compra que le
hicieron al señor Rodolfo Guadalupe Henríquez, conocido por Rodolfo Henríquez, cuando éste
era el único dueño o propietario del inmueble general por traspaso por herencia, por lo tanto, la
propiedad de dichos señores no se encuentra en proindivisión con el resto o mitad Sur, que es el
que pretenden adquirir mis poderdantes, cuyo resto fue inscrito a favor de los dos demandados
posteriormente, porque después de esa venta, el señor Ernesto Estanislao Henríquez, también fue
declarado heredero de don Francisco Barillas y lo inscribió por traspaso a su favor, estando ese
resto determinado y concretizado conforme se detalla en la demanda y la documentación anexa.
Erróneamente se ha considerado que el derecho que reclaman mis poderdantes se
encuentra en proindivisión y erróneamente también se ha concluido por ello que la acción que he
intentado “no es sobre bien raíz en si sino sobre un derecho abstracto de propiedad”, ante esa
situación es necesario dejar en claro que mis mandantes pretenden probar su posesión sobre un
determinado inmueble por más de treinta y tres años continuos, que es lo medular de la acción; y
respecto a los derechos reales y personales también aclararlo, para lo cual es necesario traer a
cuenta lo establecido en el Título I del Libro Segundo C. C., que en sus Arts. 560 y siguientes,
determina que se llaman bienes todas las cosas que son o pueden ser objeto de apropiación y que
esos bienes se dividen en inmuebles y muebles, siendo los inmuebles o raíces las tierras y
edificaciones y construcciones de toda clase adherentes al suelo, así como los derechos reales
constituidos sobre las fincas urbanas o rústicas; y los bienes muebles son todas las cosas
corporales y los derechos no comprendidos en los bienes inmuebles o raíces. También se
establece que las cosas incorporales o derechos, se dividen en reales, que son los que se tienen
sobre una cosas sin referencia a determinada persona, como el de dominio, el de herencia, los de
usufructo, uso o habitación, los de servidumbres activa, el de prenda y el de hipoteca; y los
derechos personales son los que solo pueden reclamarse de ciertas personas por un hecho suyo o
por la ley. Entre estos derechos personales se incluye equivocadamente el caso planteado, no
obstante ser un derecho real de dominio.
Mi demanda la he planteado de acuerdo a las disposiciones legales que se citan en la
misma y se sintetiza así: En primer lugar, el inmueble general era propiedad del difunto Francisco
Barillas; al morir éste fue declarado como su heredero el señor Rodolfo Guadalupe Henríquez,
conocido por Rodolfo Henríquez, quien en tal concepto inscribió por traspaso a su favor el
referido inmueble; luego como único dueño vendió la mitad norte del inmueble, concretamente
determinada su situación, extensión, medidas y colindancias, a los señores Andrés de Jesús
Quintanilla y Gloria Marina Alegría de Quintanilla, que son dueños exclusivos de su porción que
adquirieron legalmente y de buena fe, sin proindivisión alguna, puesto que el señor Henríquez era
el único dueño de lo vendido.
Tiempo después, el señor Ernesto Estanislao Henríquez, también fue declarado heredero
del señor Francisco Barillas y como tal traspasó a su favor EL RESTO O PORCIÓN SUR del
inmueble general a que había quedado reducida la masa herencial y como tal lo vendió al señor
Remberto Ulises Jovel Flores conocido por Remberto Ulises Jovel, en forma concreta como lo
había comprado con determinación de situación, extensión, medidas y colindancias y así fue
inscrito, luego, al morir el señor Jovel Flores o Jovel, ese inmueble fue traspasado a sus herederos
Elvira del Carmen Hernández de Jovel, como cónyuge sobreviviente, Edwin Rolando Jovel
Hernández y Sandra Morena Jovel Hernández, ambos como hijos, quienes también lo
inscribieron a su favor; posteriormente Elvira del Carmen Hernández de Jovel y Edwin Rolando
Jovel Hernández, vendieron sus derechos proindivisos sobre el inmueble a mis mandantes
Ramsés Arístides Hernández Jovel y Diego Enrique Hernández Jovel, que ya no pudieron
inscribir sus derechos por las razones que se explican en mi demanda y por ello se ha entablado la
acción de prescripción adquisitiva del bien raíz aludido.
En síntesis, no se trata el caso de “un derecho proindiviso es decir un derecho abstracto de
propiedad” o “derecho personal” como se manifiesta en la resolución a que me refiero, sino el
caso de establecer la posesión por más de treinta y tres años continuos sobre determinado
inmueble, en la forma que lo establece el Art. 2237 C. C. la resolución citada viola el derecho
constitucional de posesión que mis mandantes tienen sobre el inmueble que tratan de adquirir por
prescripción, porque les impide, sin ser oídos y vencidos en juicio, establecer esa posesión unida
a la de sus antecesores y cuyo derecho está consagrado en el Art. 11 Cn., en relación con los Arts.
745, 926, 2231, 2232 y 2237 y siguientes C. C., derecho que les nace de la documentación anexa
a la demanda.
En esta forma detallada he concretizado las razones en que fundo el presente recurso de
apelación de la resolución que declara improponible mi demanda y las he precisado en forma
clara, estableciendo la interpretación y aplicación erróneas del fundamento de la resolución que
impugno, en la que se confunde lo que es un derecho real sobre determinado inmueble con un
“derecho proindiviso es decir un derecho abstracto de propiedad” o “derecho personal”, como se
fundamenta la resolución.
Por todo lo expuesto, basado en los Arts. 145, 501, 508 y siguientes CPCM, interpongo el
RECURSO DE APELACIÓN en contra de la resolución pronunciada a las quince horas
cincuenta minutos del veinticuatro de junio de este año que se ha comentado, por violar el
derecho constitucional de posesión de mis mandantes sobre el terreno que tratan de adquirir por
prescripción extraordinaria, la cual les causa perjuicios patrimoniales, por lo que a usted
respetuosamente PIDO:
Me admita este escrito,
Me admita el recurso de apelación en contra de la resolución pronunciada a las quince
horas cincuenta minutos del día veinticuatro de junio del corriente año y le dé el trámite
establecido en los Arts. 501, 508 y siguientes CPCM, remitiendo los autos originales y la
presente interposición del recurso de apelación así como la documentación anexa, a la Honorable
Cámara de la Tercera Sección del Centro con sede en esta ciudad, A QUIEN DE UNA VEZ
RESPETUOSAMENTE OS PIDO: Que me admitáis el presente recurso de apelación; me tengáis
por parte en el carácter en que comparezco; y que con vista de la demanda y documentación
presentada y razones aquí expuestas, después del trámite de ley, revoquéis la resolución
impugnada pronunciada por la señora Juez de lo Civil de este distrito judicial que declara
improponible mi demanda de prescripción adquisitiva extraordinaria que he interpuesto como
apoderado de mis expresados mandantes, por ser infundada y violar el derecho constitucional de
mis clientes; y ordenéis a la Juez a quo le dé a mi demanda el trámite de
ley………..………””””””””””””””””””””
III.-Por auto de folios 9 / 10 se admitió el recurso y se omitió la celebración de la
audiencia a que se refiere el Art. 513 inciso 3° CPCM sobre la base de lo ahí expuesto.-
FUNDAMENTACIÓN JURIDICA DELA PRESENTE RESOLUCIÓN:
IV.-Esta Cámara se permite hacer las consideraciones siguientes, sobre los puntos objeto
de gravamen, manifestados en el recurso de apelación:
El presente conflicto jurídico versa sobre sobre si el derecho proindiviso que tienen los
señores RAMSES ARISTIDES HERNÁNDEZ JOVEL, DIEGO ENRIQUE HERNÁNDEZ
JOVEL Y SANDRA MORENA JOVEL HERNÁNDEZ, puede ser objeto de prescripción y por
ende admitirse la demanda a trámite, en vista que la A Quo mencionó que nos encontrábamos
frente a un derecho abstracto y personal el cual no puede ser objeto de prescripción adquisitiva
conforme al Art. 2237 C. C.Sobre el punto en análisis deben hacerse algunas consideraciones sobre el derecho
aplicado conforme al Art. 510 Ordinal 3° C.P.C.M. y así tenemos que:
El Art. 2231C.C., da el concepto legal de la prescripción, bajo los términos siguientes:
“””””””””””La prescripción es un modo de adquirir las cosas ajenas, o de extinguir las
acciones y derechos ajenos, por haberse poseído las cosas o no haberse ejercido dichas acciones y
derechos
durante
cierto
lapso
de
tiempo,
y
concurriendo
los
demás
requisitos
legales….””””””””””””””””””””
La Jurisprudencia de la Honorable Sala de lo Civil de la Corte Suprema de Justicia dijo en
sus sentencias 279-2001; 181-2003 y 95-C-2006 que prescripción adquisitiva del dominio es un
modo de adquirir la propiedad de una cosa, por su posesión continuada, en las condiciones y
tiempo determinados por la ley; de ahí que sus requisitos son tres: 1) una cosa susceptible de
prescripción; 2) existencia de posesión; y, 3) transcurso de un plazo.-
V.-En el caso en análisis, según se desprende de la documentación a folios 7/13 y de la
relación de hechos en el escrito de apelación a folios 5 frente y vuelto, se dijo por parte del
apelante que el inmueble general era propiedad del difunto Francisco Barillas; al morir éste fue
declarado como su heredero el señor Rodolfo Guadalupe Henríquez conocido por Rodolfo
Henríquez, quien en tal concepto inscribió por traspaso a su favor el referido inmueble; luego
como único dueño vendió la mitad norte del inmueble, concretamente determinada su situación,
extensión, medidas y colindancias, a los señores Andrés de Jesús Quintanilla y Gloria Marina
Alegría de Quintanilla, que son dueños exclusivos de su porción que adquirieron legalmente y de
buena fe, sin proindivisión alguna, puesto que el señor Henríquez era el único dueño de lo
vendido.Tiempo después, el señor Ernesto Estanislao Henríquez, también fue declarado heredero
del señor Francisco Barillas y como tal traspasó a su favor EL RESTO O PORCIÓN SUR del
inmueble general a que había quedado reducida la masa herencial y como tal lo vendió al señor
Remberto Ulises Jovel Flores conocido por Remberto Ulises Jovel, en forma concreta como lo
había comprado con determinación de situación, extensión, medidas y colindancias y así fue
inscrito, luego, al morir el señor Jovel Flores o Jovel, ese inmueble fue traspasado a sus herederos
Elvira del Carmen Hernández de Jovel, como cónyuge sobreviviente, Edwin Rolando Jovel
Hernández y Sandra Morena Jovel Hernández, ambos como hijos, quienes también lo
inscribieron a su favor; posteriormente Elvira del Carmen Hernández de Jovel y Edwin Rolando
Jovel Hernández, vendieron sus derechos proindivisos sobre el inmueble a mis mandantes
Ramsés Arístides Hernández Jovel y Diego Enrique Hernández Jovel, que ya no pudieron
inscribir sus derechos por las razones que se explican en mi demanda y por ello se ha entablado la
acción de prescripción adquisitiva del bien raíz aludido.En el caso in examine es errónea la apreciación de la señora Juez de lo Civil en cuanto a
que la proindivisiónes un derecho personal, lo cual es ilógico como bien lo menciona el
Licenciado HELENA CAÑAS a folios 4 vuelto, ya que es clara la Legislación civil al clasificar
los derechos reales y personales en el Art. 560 C. C.; aunado a lo anterior la Doctrina Civilista ha
hecho innumerables consideraciones sobre el derecho de dominio y en el caso particular de la
proindivisión; por ejemplo ALESSANDRÍ Y SOMARRIVA en su obra “Los bienes y los
derechos reales”, página 226 nos dicen que el condominio o copropiedad es el derecho de
propiedad que sobre el total de una misma cosa y sobre cada una de sus partes tienen do o más
personas conjuntamente; el derecho de cada copropietario recae sobre toda la cosa y cada una de
sus partes y no sobre una parte materialmente determinada de ella, de allí que se diga que es el
derecho real de dominio pero únicamente sobre una cuota del bien sobre el cual se tienen el
derecho, por tanto el derecho de dominio se encuentra sin especificar sobre que parte del bien se
es dueño, pero jamás será un derecho personal como lo mencionó la señora Juez, porque no crea
propiamente obligaciones (Art. 1308 C. C.).-
VI.-Sin embargo, esta Cámara no comparte el alegato del impetrante en cuanto a la
procesabilidad de la acción de prescripción por las siguientes razones:
Esta Cámara considera que para darle trámite a una pretensión, reclamo o queja que
contenga la demanda presentada ante el Juzgador, debe realizarse un examen de admisibilidad y
proponibilidad de la misma; así el Juzgador tal como lo preceptúa el Art. 277 CPCMdebe
declarar improponiblela demanda in limineLitis, ante la existencia manifiesta de un defecto
absoluto.El defecto es manifiesto, cuando resulta que los hechos, en que se basa la pretensión, no
son los adecuados para obtener una decisión favorable, de allí que podemos afirmar, que la
declaratoria liminar o ab-initio, se da cuando el vicio es tan “grosero” o “manifiesto” que al
juzgador no le queda más que hacer uso de la facultad que le da la Ley, rechazándola de plano;
actuación que en ningún momento violenta el Derecho de Acceso a la Jurisdicción contemplado
en el Art. 1 C.P.C.M.; pues si la demanda es improponible por defecto en la pretensión que va
implícita en ella, el pretensor no tiene Derecho a que se sustancie todo un proceso que
desembocará, de todas maneras, en el rechazo de la demanda respectiva.En el caso sub lite, amplio sector de la doctrina científica rechaza de plano la posibilidad
de que una persona en proindivisión o comunero pueda adquirir por prescripción un bien raíz;
citando nuevamente a los autores chilenos ALESSANDRÍ RODRÍGUEZ Y SOMARRIVA
UNDURRGA, ob cit., Pág. 534 diciendo que existen tres tesis al respecto:
1) Tesis Negativa. Algunos niegan que un comunero pueda adquirir por prescripción la
cuota de otro comunero, aunque la haya gozado como único dueño, dando las razones siguientes:
a) La imprescriptibilidad de la acción de partición establecida en el Art. 1317 del Código
Civil Chileno que tiene su redacción idéntica en el Art. 1196 del Código Civil Salvadoreño
cuando dice que la partición del objeto asignado podrá siempre pedirse con tal que los
coasignatarios no hayan estipulado lo contrario;
b) La exclusividad de la posesión que supone el modo de adquirir llamado prescripción,
exclusividad que no estaría en la posesión de los comuneros, porque cada uno de ellos posee la
totalidad de la cosa común y ninguno tiene posesión exclusiva sobre una porción de la cosa
común y ninguno tiene posesión exclusiva sobre una porción de la cosa o sobre una cuota
determinada de ella y la posesión ejercida por un comunero es a nombre propio y también a
nombre de los demás;
c) La naturaleza incorpórea de la parte cuoatitiva de la cosa indivisa, pues los derechos en
ésta no constituyen una cosa corporal, determinada, susceptible de posesión material;
d) En el Código civil salvadoreño encontramos el Art. 888 que dice:
””””””””Si el predio dominante pertenece a muchos proindiviso, el goce de uno de ellos
interrumpe la prescripción respecto de todos; y si contra uno de ellos no puede correr la
prescripción, no puede correr contra ninguno.”””””””””””””””””””””
2) Tesis Positiva. Los que aceptan que un comunero pueda prescribir la cuota de otro comunero
hacen las siguientes consideraciones:
a) Es innegable que la acción de partición tiene carácter imprescriptible,pero sólo mientras
se mantienen los fundamentos de la comunidad, mientras ésta subsista; mas, si se extingue, la
acción de partición también fenece y es indudable que si un comunero posee conánimo de dueño
exclusivo durante el plazo requerido por la Ley sinque los demás copartícipes hagan valer la
acción de partición, la comunidaddesaparece y, consiguientemente, la acción de partición;
b) La coposesión de la cosa de los comuneros se desvanece desde el momento mismo que
uno de ellos se desvincula de la comunidad no reconociendo el derecho de los otros y pasa a
gozar de la cosa título privativo y no de simple comunero;
c) Intelectualmente, la cuotade cada comunero aparece delimitada y sobre ella tiene
dominio y posesión exclusiva, y es de advertirque nuestro Código admite en forma expresa la
posesión de las cosas incorporales que sólo se conciben intelectualmente (Art. 754 C. C.);
d) Si se puede ganar por prescripción la totalidad del dominio deuna cosa ajena, el
derecho ciento por ciento sobre ella, por decirlo así,no hay razón para denegar la adquisición por
prescripción del dominiode una cosa que sólo es ajena en cierto porcentaje;
e) Nada prueba el argumento de que ciertos Proyectos admitanla posibilidad de que un
comunero pueda prescribir la cuota de otro;elhecho de que en definitiva en el Código mismo, el
legislador no establezcauna disposición en igual sentido, podría tomarse como demostración de
que la creyó innecesaria, porque precisamente la prescripciónentre comuneros quedaría regida
por las reglas generales.3) Tesis que acepta excepcionalmente la prescripción adquisitiva entre comuneros. Si
bien en principio la prescripción no opera entre comuneros, por excepción tiene cabida cuando
hay un título que justifique la posesión exclusiva y no la sola voluntad del comunero
prescribiente (subrayado es nuestro). Así ocurre cuando un copropietario vende y enajena una
cosa dándose por dueño exclusivo de ella; el adquirente no incorpora a su patrimonio sino la
fracción o cuota del derecho que tenía el enajenante, porque nadie puede adquirir más derechos
que los que tenía su causante; en consecuencia, el adquirente pasa a ser comunero con los que no
participaron en la transferencia, pero comunero en el derecho, y no en la posesión, ya que la
posesión no se transfiere ni se transmite; el adquirente empieza su propia y exclusiva posesión,
que, si se prolonga por el tiempo exigido y con los demás requisitos legales, lo conducirá a la
propiedad absoluta. El titulo justificativo de la posesión es el contrato de compraventa celebrado
entre el comunero que hizo pasar por dueño exclusivo y el tercero comprador.
Sobre la base de lo anterior mencionan los autores, que la Jurisprudencia Chilena, en
general, no acogen la prescripción adquisitiva entre comuneros, salvo en los casos en que alguno
pueda escudarse en un título justificado de posesión exclusiva, lo cual no ha sucedido en el caso
de
los
señores
RAMSES
ARISTIDES
HERNÁNDEZ JOVEL,
DIEGO
ENRIQUE
HERNÁNDEZ JOVEL Y SANDRA MORENA JOVEL HERNÁNDEZ, ya que de la relación de
hechos y el documento aportado al proceso el cual consta a folios 15 / 21 del expediente
principal, son copropietarios y poseedores sobre el inmueble que pretenden prescribir y por tanto
sobre la doctrina citada y la Legislación salvadoreña en su artículo 757 C. C. que es la misma
disposición del Código Civil Chileno, prohíben el ejercicio valido de la pretensión de
prescripción cuando dice:
“””””””””””Cada uno de los partícipes de una cosa que se poseía proindiviso, se entenderá
haber poseído exclusivamente la parte que por la división le cupiere, durante todo el tiempo que
duró la indivisión….”””””””””””””””””””””
Sobre la disposición transcrita y la exposición doctrinaria citada la demanda en el caso de
autos es manifiestamente improponible por no reunir los requisitos de posibilidad de ejercitar el
reclamo, ya que siendo comuneros del bien raíz sin exclusividad de posesión tal como se explicó
ut supra la legislación civil niega el ejercicio válido del derecho a prescribir solamente a favor de
uno o una cuota del bien como ya se explicó.-
POR TANTO: SOBRE LA BASE DE LOS RAZONAMIENTOS JURÍDICOS
EXPUESTOS, DOCTRINA DE LOS EXPOSITORES DEL DERECHO, JURISPRUDENCIA
CIVIL CITADA Y ARTS. 1, 2, 11, 15, 22, 23 CN.;757, 888, 2231, 2237 C.C.; 272, 275, 277,
216, 217, 510, 514, 515 C.P.C.M.; ESTA CÁMARA FALLA:
A) DECLÁRASE QUE NO HA LUGAR LO SOLICITADO POR EL LICENCIADO
OSCAR ANTONIO HELENA CAÑAS, EN SU CALIDAD DE APODERADO GENERAL
JUDICIAL CON CLÁUSULAS ESPECIALES DE LOS SEÑORES RAMSES ARÍSTIDES
HERNÁNDEZ JOVEL, DIEGO ENRIQUE HERNÁNDEZ JOVEL Y SANDRA MORENA
JOVEL HERNÁNDEZ,EN SU ESCRITO DE APELACIÓN DE FOLIOS 4/6 DE ESTE
EXPEDIENTE, POR LAS RAZONES EXPUESTAS;
B)
CONFÍRMASE
EN
TODAS
SUS
PARTES
EL
AUTO
DEFINITIVO
PRONUNCIADO POR LA SEÑORA JUEZ DE LO CIVIL DE ESTA CIUDAD A LAS
QUINCE HORAS Y CINCUENTA MINUTOS DEL DÍA VEINTICUATRO DE JUNIO DE
DOS MIL ONCE, QUE DECLARÓ IMPROPONIBLE LA DEMANDA DE MÉRITO;
C) CONDÉNASE A LOS SEÑORES RAMSES ARÍSTIDES HERNÁNDEZ JOVEL, DIEGO
ENRIQUE HERNÁNDEZ JOVEL Y SANDRA MORENA JOVEL HERNÁNDEZ, A LAS
COSTAS PROCESALES A QUE HUBIERE LUGAR;
D) OPORTUNAMENTE REMÍTASE CERTIFICACIÓN DE ESTA RESOLUCIÓN
JUNTAMENTE CON EL PROCESO PRINCIPAL, AL JUZGADO DE ORIGEN PARA LOS
EFECTOS LEGALES CONSIGUIENTES. NOTIFÍQUESE.-
PRONUNCIADA POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LA SUSCRIBEN.REF. CÁMARA: C-8-PC-2011-CPCM
DAGH/
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