Normas IFRS en Chile: el balance de la primera etapa es positivo pese a los impactos en el ámbito informático Con las dificultades propias de cualquier cambio relevante, las empresas chilenas se han ido adaptando a los desafíos operacionales, culturales y tecnológicos que ha implicado la aplicación de las Normas Internacionales de Información Financiera, IFRS, (por su sigla en inglés, International Financial Reporting Standards). Las IFRS son modelos contables de aplicación mundial orientados a igualar las prácticas contables entre los distintos países. Estas normas establecen aquellas obligaciones relacionadas con las transacciones y acontecimientos económicos que son importantes en los estados financieros. Ya son muchos los países en el mundo que han adoptado las IFRS. A ellos se sumó nuestro país, que desde hace casi dos años integra a las sociedades anónimas fiscalizadas por la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) a este nuevo marco. La adopción de las normas IFRS ha constituido un paso más, aunque relevante, en el camino hacia la globalización del país y ha permitido que Chile hable el mismo idioma contable que los principales mercados del mundo. Se espera que en los próximos tres años la norma esté en pleno régimen de aplicación en Chile, siendo obligatoria para todas las empresas, sean reguladas o no por la SVS. En la misma línea, la Contraloría General de la República emitió recientemente un oficio en el que instruye a los servicios públicos y municipios a implementar un sistema análogo a las Normas Internacionales de Información Financiera – para el sector público- a partir de este año. Uno de los objetivos de esta modificación es establecer las bases para avanzar hacia estándares internacionales de contabilidad pública y optimizar los niveles de transparencia. Pero estos cambios nos están ajenos a dificultades, y más allá de todos los aspectos positivos que ha traído aparejada la instauración de esta nueva norma, y los desafíos que aún están por venir, sin duda las compañías han debido enfrentar un fuerte Impacto en al ámbito informático. En la mayoría de los casos los sistemas no estaban preparados y las áreas TI de las empresas tuvieron que adoptar muchos cambios. Muchas firmas debieron volver a instalar un sistema TI y/o realizar modificaciones profundas en los sistemas existentes, así como también capacitar a los colaboradores en el uso de la tecnología para soportar la IFRS. No obstante, quienes analizaron concienzudamente el impacto de la norma pudieron al mismo tiempo vislumbrar mancomunadamente (gerencia, área de finanzas y TI) la solución tecnológica más adecuada para cada caso. Es decir, el apropiado diagnóstico y la consiguiente planificación resultan clave en estos procesos de alta complejidad y exigencia. La improvisación no es aliada en este tipo de transformaciones, que conllevan análisis exhaustivos, coordinación entre las diferentes áreas de la organización, la asesoría de expertos en la materia y un periodo de tiempo adecuado para la preparación e implementación. Es que no solo es el cambio de una norma, sino que también de la cultura, de los software, los procesos de información y de los controles. Las empresas que lo han entendido así han salido airosas y ya están percibiendo las ventajas asociadas a una norma de carácter global. Y las que están en proceso de cambio y mutación deberán adoptar los resguardos necesarios. Han sido varias las empresas locales que han aprovechado los beneficios derivados de la implementación de las normas IFRS, a través de la apertura hacia nuevos mercados e inversionistas. En la actualidad, cualquier inversionista puede venir a Chile y revisar los estados financieros de las compañías tal como lo haría en su país, pues toda la información está en el mismo lenguaje y formato, universal y decodificable, más allá de las fronteras. Este lenguaje común facilita el acceso a los mercados internacionales de capitales, reduce costos en el largo plazo y abre la puerta al posicionamiento de las compañías en el contexto de las corporaciones internacionales. El adoptar las normas IFRS ha permitido a las compañías entender cuál es su posición respecto de sus competidores; además ha facilitado establecer objetivos y estrategias de negocios basados en una perspectiva global, lo que implica una importante modificación del modelo. La conversión a las IFRS implicó un cambio de los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados, lo que conllevó a que todos los miembros de las empresas –que ya se rigen por la nueva norma- debieran empaparse de un nuevo lenguaje, y una diferente forma de trabajar. Tal como se ha dicho repetidamente, los mercados mundiales de capital no tienen fronteras y quien lea un balance en Chile o en Malasia debería llegar a las mismas conclusiones. Asimismo, el nuevo escenario ha facilitado a los tomadores de decisiones detectar de mejor manera los riesgos y afrontar los periodos de inestabilidad financiera con buenos resultados. La implementación de las normas IFRS si bien no ha sido sencillo para las organizaciones, aquellas que se han asesorado adecuadamente, y han comprendido la relevancia del cambio desde múltiples ópticas y variables, hoy están aún más interrelacionadas con el mundo global. Del mismo modo, las firmas que están en proceso de adoptar este modelo contable, deberán poner especial atención a los aspectos informáticos, casi tanto como a los financieros, analizando detalladamente cada variable, con el fin de obtener resultados exitosos. Gustavo Rodríguez Director SES – SAP and Enterprise Solutions everis Chile