1 ~ 7 INVESTIGACION Y DESARROlLO SOCIAL • No. 20 • Ut.ING • 1999 Editorial EL MAESTRO L l 1 Coronel (r) Augusto Pradilla G1raldo• Discllrso del señor coronel Augusto Pradil/a Grraldo, Rector (e) de la Urnversidad Militar "Nueva Crannda", con motivo de la celebmción del dÚ/ del educador, 22 de 171Jlyo de !999. "Los que enseñan, briUarán como estrellas y alumbrarán en el firmamento" De/libro de In snbiduría E n el día d e hoy, la Urúversidad Mílítar a Nueva Granada", manteniendo una honrosa y tradicional costumbre se une al homenaje universal, establecido para rendir el reconocimiento justo, a quienes, como ustedes, escogieron la profesión del sagrado ministerio de la enseñanza, siguiendo las huellas y metodología del Divino Maestro de Galilea en la lección de la Montaña. Voy a utilizar, contando con su aquiescencia, el sustantivo "Maestro'· en mi saludo, .f ....... · al dirigirme a ustedes, porque creo que así modelo me¡or mi pensamiento¡¡{ querer interpretar la razón de este encuentro. El vocablo" Maestro", aplicado a la persona que enseña, abarca Ul1. vasto panorama de profundo significado histórico, politíco, religioso y social de la humanidad. El maestro encierra el patrimonio común de naciones y culturas y representa el desil· nollo de pueblos y naciones. La historia de la civilización se levanta sobre las li!nseñanzas de sus maestros; el avance de la Doctor en Ol!recMo Panal d• la Universidad de Roma RectOr (e) de la UnMJrslda<l Mililar Nuava Gronada. 8 I~STIGACIO~ Y OESARROlLO SQC-,>J. • No. 20 • Uio!NG ci<'ncia, l<1 tecnología y la conquist~ del es· pacio son el tes tirntmio de la labor ct>ns· tanw y p1·odigiosa del q ue '~nseña y del aprendiz.ajc fntctuoso del alumno. 1 1 r { r f f f El conceptn de lvlac~lro s~· viene labrando a tn:wés de to<los los tiempos, desd e lils c~''crna~ de ..i\ham ira, donde unos hom· brcs $e encerraron para darle significado a ~rus suei\Os y ensci\<1r ,, muchos a l'E'presentar l~s figuras de bisont~ y otros animales, que <~ tra,·é:; de los siglos han idt> desapar~ciendo ji de lo~ cuales, sólo qued¡¡ memoria, gracias a la:. pin tura:; de Jo,:. qu t' crnp<'Zil ron a pobl<tr de símbolos el cid o inflnito del arte. Mae;;tros, en el mejor ~cntido de lil palabr~, fLteron los hombre!> que t"tn idn h¡¡r.:iendo 1,, hbtnria. ivfcu.;¡,tro f~1e Miguel Ang<'l Btl\>narroti, enseñand tl ,, qu!t·ne;; trab<ljan cnn él a rnanejM k1s cinc des y pinceles, nwzclar los colore~, darl\'S pm!undid11d a l¡¡;; figuri.ls y arm onía a las dimen!>iones de k•!> obi~tos; fue rnaestl'l) L~·onan:lo da Vinc.i. qui~n enseñó, con\O ning-ú n otro, el comienzo de las ciencias mE:'dica~, los principio.~ de),\ il\'ÍlKión, el di~eñn de m Áquinas que ,,yudaban al hnmbrc en lo~ desempeños de la vicln: fue ltmc-stro Galil~ GalileL cuando prE!dicab¡¡ el o~denado movimiento de los <l:;tros y prescindí,\ dt· la fierr<t corno centl\') dd Universo; ml.lCStro fue Praxítele$ quien llenó a Ja antigu¡¡ Creó<l no sólo d•' sus obras v de sus con:,' trucciones, sino de di.~cípulos que prolongaron su genio más illh1 de ~u muerte. Y más terca de nosotros, f1.,cron maestros los írnprt'Sionistas <'omo Vim Go¡;, Renoir, • 1009 Deg¡\5, quienes dieron al cOI()r y a los obje· tosa.lgo que podtfá lJa.m~rse ~ma realidad irreal y que con d impre~ionbmo ,·chicic· ron el m uncln y los puisaje$, el moYimiento d~lenido de las bai/aciiMS, /¡¡ sonrisa dE' una muj~·r, o el brillo d<.' l<l vida, asomán· dose a los ojos dt~ una mt•d~k). Desde que las primeras dina~tías ech11ron rilices <'!\ el ,mtig uo Egipto y In vistienll\ con el c.~plendor de !>US batallas y de su¡, cC>nct'pcioncs ~(lb~ la v;da _v la muertl'; desde que las p.llabras ct1rnenzawn a ton'tar fon)).¡¡ cntt~· ios etrus<·os, t> los b,\bilnnios. o los hab i tant~~s de N(ni\'C o d•~ Troy,;; d ~~sde que Sl: í\\nnntonaron en 1,, l:liblioten\ de Alejundría la~ obras dd _¡;enio dd hombre, que 1" misma violenci,, suyil nn <IIcanzó " destruir; desde- que todas las \'erdades fueron pu<'Sta, <'1\ du da y contn')Yertidas, los m aestros h<m e:;;t<~do <lhriend,1 camino~, scñ,, lando hül'ÍZ<>n tes, l'Stabl<'cien do mt'til.S ~lClDpn: ¡n,\s z¡Jiá, h,~ci~ ('[ íuturo del L'niwrso y d~· !a r•1;..\. • i ( a historia de la civilizaáá11 se le~'anlu sobn'las enseñanzas de SU!> m<Jestros; el avance de la ciencia, la tecnología _11 la conquista del rspado son el testimonio de lu labor constante y prodigio.'>a dC'I que ensc•1ía y del aprendizaje fructuoso del alumno. • ~ 1 / ,j J t ¡ 1 ' J S t ¡ 1 --:' 1 ' INVESTIGACION Y O€SARAOU.O 50C!AL • No. 20 • tJMNG • fggs Los maestros construyeron las cate-drales de Chartres, Colonia, Milán, Notre Dame; levantaron la¡; pirámides de Egipto; construyeron los Jardines Colgantes, la Muralla China, las grandes pirámides que siguen asombrando al mundo en los cuatro rincones del territürio maya y las líneas de Nazca y la estatuaria lítica de San Agustín. Los mae¡;tros y sus discípulos a:mstruyeron el Canal de Panamá y le suman los rascacielos de Nueva York y la Torre Eifel y diseñ<1ron los cohetes que llev<~ron al hombre a caminar sobre l<~ superficie de la Luna. Los maestros y (repetimos) sus discípulos, guiados por la mano del Supremo Maestro, han ido terminando de construir e{ mundo, en una tarea que todavía tardará varios siglos, porque siempre estará inconclusa. ¡Ah! Olvidaba a otros maestros; Moisés, Coniudo, Buda, Zoroastro, Pitágoras, ~d Divino Maestro de Galilea, Pablo de Tarso, Aureho Augustín, Benito de Nursia, Tomás de Aquino, y un escuadrón inmenso de tantos otros.... entre los cuales, se anotan los nombres de los docentes de la Universidad Militar, es decir, todos ustedes. En la actualidad, de conformidad con las necesidades de los tiempos, la l!ducación, la ens~ñanza, ha venido cambiando sus conceptos. La nueva pedagogía nos muestra un maestro márs cercano a sus discípulos; un maestro que, sin perder la supremacía que le da.n sus conocimientos y su experiencia, no se,l sólo un evaluador, sino lU'\ compañero de travesta para sus alumnos, porque los dos -educador y educando- tienen que andar juntos por el mismo 9 c<~mino del conocimiento, tienen que recorrer el mismo torrentoso y a vece;, difícil cío del saber. El profesor no existe sin el alumno, así como éste no podcia crecer espiritualmente sin su maestro. 'Este binomio, alumno y profesor, hace más dinámico el panorama de la educación contemporállea y promete un mundo mejor en un tiempo muy breve, sin olvidar que es dJfídl. El profesor tiene la obligación de prepararse de manera integral. Y e&a prep<~ra­ ción, los años de estudio y de práctica, los acervos del conocímíento, Lo vuelven más asequible, más cercano, más cálido. Si h<~y alguien que necesite conwrtirse en un ser humano integral y valioso, es e!m,\estro. Porque él .seguirá siendo el ~spejo do.nde se miran sus alumnos y el espejo tiene que ser nítido, tiene que estar iluminado y limpio para que devuelva unu cara positiva, op timista y esperanzad¡¡. Al Maestro corresponde entender y <lStmililr los conocimientos del pasado; mane- · jar las reaJid¡¡des y los avance~ técnico~, científicos y tecnológicos del presente; y preptuar a sus alumnos para que el futuro sea más humano y más digno de quienes, de 1~ mane dcl G ran Constructor, aspu-en a dejar a las generaciones ,·cnideras, un mundo del que puedan sentirse no solamente orgullosos, sino emocionada mente satisfechoo. El Mat!Siro es el alfarero que trabaja con nuestro barro cotidiano, para moldear en sus alumnos ese personaje en quien pueda infundir el hálíto de la sabiduría. el soplo que organice su pcnsamien· to, ellotido que sostenga su corazón frentl: 10 al avance inexorable e inevitable de la muerte. Por eso, ia importancia del MtleSJro es trascendente, porque él riega las semillas del co:nod míento pata una cosecha futura de bienavetlturanza y de paz. Señores dot'entes de la Universidad Militar: ¡Qué ptopkia ocasión la de la celebración del día del Maestro para reflcxitlllar SQbre fas virtudes de este personaje prolagon.isla de la humanidad: muchas veces exaltado, tantas otras olvidado por quienes fueron sus alunu1os más predilectos, y permil11entemente t\Jestionado por la misma sociedad!. r Ser maestro, profesor, docente en los diversos niveles de la enseftanza-aprendizaje, deS<! e las primeras lett:'dS hastd los más sofisticados postgrados unJversítarios, es responder con abnegación y servicio al minis~rio más 5·ublime, porque contn'buye a dar respuesta a las mayores cxigendas de todo ser humano: Hacerse hombre, buscando la periecdón P.n cada momento de su vida y asemejarse a Dios. La dec:lka<::ión del Maestro, su consagra· cíón y sus pennanentes vigilias, representan para e! alumno un proceso armónico de aprendizaje con elcÜal cultiva la mente, fortal~ la voluntad y engrandece el corazón; lliempre bUS<'ando en todo y robre todo una formación de calidad, a través del manejo y compreru;ión de concE:ptos, de aplicación de ést0s;, Jos problemM de investigatión, al trabajo de crítica y de evaluación. SeñorES docentes, optamos por el honroso tltulo de Maestro·¡ pon•so hoy lo celebramos; no por ostentación sino po't la maravillosa e indiscutible investidura de educador y formador, por el inmen~o tesoro nunca suficientemente ponderado y recnnocido que t!ltcierra el sagr.:¡do minzsterio de educador, de forjador de nuevas gen~::­ raciones y de proporcionar alivio a las dol~ncias qu.e abruman el <1lma de nuestra sociedad. • El m¡¡estro es lider por excelencia, porque arrastra con su ciencia, pero sobre todo con su ejemplo. Recordemo:;, estimados amigos, q\ac por el hecho de desempeñar una cátedra adquirimos un alto distintivo de dignidad, 1.1na investidura que conlleva idenhdad, vocadón de ~n·icío, con~ngracíón y sacrificio. El Maestto de !a Universidad Mililar está esculpiendo t>.n todos y cada uno de sus alumnos un profesional con rasgos caracterizantes, que lo identifican .:on el Alma Ma~c. Sostengo, que tenernos en nuestra Universidad a los mej()res maestros de Colombia. Esta es la gran prend<1 de garantía que estamos ofreciendo a la sociedad en el pi'()Ceso di!'spendioso de la Acreditación. En nuestra cátedra, seiíote5 educado~, debemos propiciar aquell~s fortalezas que constituyen la piedra angular de la lrastitución: • Venerar la majestad de la Univc:nJidad, como templo del conocimient0. •e 11 11.:>/ESTIGAC!Óf'; v OESARROL\.0 SOC:AL • NO. 2G • IJIANG • 1999 er maestro, profesor, docente en los diversos niveles de la enseñanza ([prendizaje, desde las primeras letras hasta los más sofisticados • postgrados universitarios, es responder con obnegao'ón y servicio ol miniJlerio más sublime. -, ·' •' 1 manos y ya ni siquiera l11 Ol'<~dón oport•.ma nos asiste. porque t<~mbién el c-s¡:oíri tu de lv•;ha part"\·e lutber._.ntriTJO€n decadencia. ¡L:se es el desllfío que t<;nemns que afrontar, n.>spctadus :V/,lcstws! Dcbem<'~ entregarlt•s a los alumnos la cienda intcrpret<1da pnra que ln maduren)' la apliquen, pcn> jamás pt•dcmo!' ab<~ndon,1r t'l amor ,1 !,< tien<~, par,\ que en l~lla Ye,\llW~'> a lo~ niños sonreir y ~ritar con c>speranz~ y fEO en el matllllli\ r no indolentemente ((ln!emplm· los cominos sure<:1dos de ..:a h•,,rio:-, S:1ngrientos. donde las cnltt'S en •Qro nos Haffi<1n a asumi r la ddcn¡,a del<> p,,tria. • Reconocer la dignidad y personalidad Aprt:Oados col~·gas en la t-~ga de en,;e1\ar. del maestro, con"' purtadur de SJbidu· ría y ~'xpericnci<~, y ConduFo estas rcilexlOnt>S .:on los •·t~St>S l'roptdar un pmlttndt) !'€~peto por d almnno, pmm~~<>a de gnmdes idea}eB ~~ c.lepositario de un inc<~lculable el\ U· dal d(: anhdos. y dedlcaciócl, q·uicn fue condetnract,, por d Gol:>ierno l\iadon¡¡l [1 9/D) cvn l;¡ Cruz de B<.wad ,. d~datit!L\ Íl1tl'r1\iH:innolme:n· l~'. en 19Y.J. \,, rn,\cstr,, 111<ÍS de¡,, cid • dt' So,. MilJ·ía habcl, m<\estra por \'Oc<lchin 1 • mundo: Parn nuestro cát~dra, honorc\bles Maesttos, llcvemc.s sil~mpr<' {:1 pt::n~amiento apuntondo hacia d futuro dt~ Colombia. St: nos derrumba la Patria, di,\ a dül. Vi\•imos UI\a guerra fratricida sin cxplict\ciones. No alcanzamos a atisba r qué t'.'>lá Ocllnienúo detrás dt~ \a h\tmareda. Siempre pierden los débileti y siempre ganan los malos. Desaparece el concepto dJ:'l valor que tiene la vida del ser humano, los principios m orales se recuerd,\1\ sí, ¡>en) ni..'SC prr¡ctic;¡n y J¡¡ soried~d hil ('J\lrado e n es11 ctap,, peligms11 de in~:redibilidad ~n sus in~tituciones y mír<~mos el desarrollo d1.· l<l tragedhl sin ~nsibilidlld y sin <ln¡:;ustic\. Se nos muere la heredad entre las ''[l M.1estro es MIÍsta que m()ttd•! {n mel!/ii'. E.s nrli.iftl ,?,U' incnJ:;Jn ~1uorh\11t:S ~11 e.•1suci1o..;. Que pmtiigt~ la ci,·IJcia C('li/!T)¡,Jr <!JiCit'JJir. Y prepam al q;w edl/c(l, hon~cm t,·~ d sw•ic;s. ; Oh Mnestro! /{~CIICYdn qH<? e> 111 ,mgcm cfi!IÍ/10. (_)u,> del cielo o1pmulistr till; iwrmos;; tlo><:tm;il. Que jes1Í$ fue mn<?stro ;t Jll(lr,·ó tu d!'SÚ;w. Sigue :;icmprc ~as pm:os y svf>re dto;; <.wriua... ,Hucltns gmci1rs Rector (e) Ut•ivusirlnd A1ilitcll' "N,.eva Crcwa4u''