ARTE DE ORIENTE.

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ARTE DE ORIENTE.
Las culturas primitivas que se desarrollaron en Oriente tuvieron una evolución y
unas fases de desarrollo equivalente a las occidentales y en un momento dado
de este proceso también llegaron a organizar primero, un lenguaje que les
permitiera comunicarse y, después, un sistema de escritura que lo expresara
gráficamente. Sin lugar a dudas el lenguaje es una de las manifestaciones más
personales y diferenciadas de cada cultura y su organización nos permite
descubrir muchas de sus características más significativas.
Durante la Edad del Bronce las facies culturales más activas en Oriente se
sitúan en la zona de la actual China y es en ellas donde encontramos los
primeros restos de escritura; su carácter difiere del occidental pues no se basa
en un sistema fonético sino ideográfico, sus signos de escritura transmiten un
significado independientemente de su sonido, lo que permite que habitantes de
diferentes regiones e incluso países, con idiomas y pronunciaciones diferentes
incapaces de entenderse oralmente, puedan hacerlo perfectamente por
escrito. Los restos arqueológicos prueban que hacia el 5000 a. C. existían ya
signos gráficos que corresponden a palabras, aunque todavía sea difícil hablar
de un sistema de escritura, que al parecer no aparece hasta el 3000 a. C.; ya
en la fase Anyang durante la dinastía Shang. Anteriormente a esto, los
registros de la dinastía Tang mencionan que los acontecimientos importantes
se mantenían vivos en la memoria mediante un complejo sistema de nudos en
cuerdas o mediante el tallado, en madera, de muescas o símbolos. Estos
símbolos irían evolucionando y formando imágenes rudimentarias relacionadas
con la vida y las necesidades diarias de la comunidad estando, por tanto,
fuertemente vinculadas con la naturaleza (Fig. 2). Este tipo de escritura es de
una gran complejidad y su aprendizaje puede parecer utópico a un occidental
dada la gran cantidad de signos que deben conocerse, aunque no hay que
olvidar que el conocimiento de ellos es, en muchos casos intuitivo, y suele estar
facilitad por el contexto.
Las primeras muestras de pictogramas las encontramos grabadas en
caparazones de tortugas o huesos de paletillas de vacuno; son los
denominados huesos oraculares que contienen los resultados del oráculo de
los antepasados que, una vez consultado, se grababa en ellos por contacto de
un hierro candente y que en muchos casos aún no han sido descifrados, esta
tarea la asumía la casa real ya que el gobernante era tenido por un dios.
La escritura clara, regular y uniforme comienza aparece inicialmente en
recipientes de bronce de época Zhou (1027-771 a. C.), formando un tipo de
escritura muy expresiva que se denomina <de sello grande> (Fig. 4); la
inestabilidad de esta época permitió la creación de varios tipos de escritura en
algunas de las regiones y principados que luego fueron unificados a la vez que
el país por la dinastía Qin en el 231 a. C., aunque para ello se procedió a la
destrucción de un legado cultural importante; esta escritura uniformada se
conoce como <de sello pequeño> y se convirtió en la escritura oficial pudiendo
encontrarla en documentos e inscripciones de la administración y sepulcrales,
manteniéndose actualmente vigente y prácticamente sin cambios, sus
ideogramas se distribuyen dentro de un rectángulo imaginario que tiene como
base el lado más ancho.
Durante la época Han (206 a. C.-220 d.C.) surgieron otros cuatro tipos de
escritura que siguen vigentes hoy día. La cancilleresca o curial (en China: Lishu
y en Japón: Reisho), una escritura oficial, normalmente sobre bambú o
columnas sepulcrales, la tinta china con que se escribía hacía resaltar muchos
sus terminaciones, lo que acentúa su carácter gráfico y la hace apropiada para
usos ceremoniales.
La escritura cuadrada o normal (China: Kaishu, Japón: Kaisho) es un tipo de
escritura que utiliza signos simplificados habitualmente utilizada en libros y
revistas Y también la corriente o cursiva (China: Xingshu, Japón: Gyosho)
creada por la necesidad de llevar un ritmo rápido en la ejecución lo que al
mismo tiempo aumenta la individualización en la realización de los signos que
pueden llegar a superponerse y adquirir un carácter demasiado personal lo que
dificulta su legibilidad, el mejor ejemplo conservado es una carta obra del
calígrafo Wang Xun (350-401), en ella las cinco líneas originales permiten
apreciar su amplia y personal gama de pinceladas, habiéndosele añadido con
posterioridad inscripciones de otros calígrafos y coleccionistas
Por último la escritura de hierba (China: Caoshu; Japón: Sohsho) una especie
de taquigrafía o signos simplificados que pueden llegar a parecer simples
garabatos; en principio fue usada por funcionarios de baja categoría aunque
con el tiempo adquirió gran auge entre literatos y poetas.
Estos tipos de escritura no están circunscritos, únicamente, al ámbito
geográfico chino sino que en virtud de las vías de comunicación comerciales
y/o culturales que se fueron abriendo, como la ruta de la seda o la filosofía
budista, consiguieron traspasar sus fronteras siendo adoptados por los países
del entorno manteniéndose también vigentes en la actualidad sin apenas
variaciones, siendo los tipos que admiten una mayor libertad de expresión
personal las que presentan las características más significativas de cada
cultura. El caso más significativo es el de Japón, la propia esencialidad del
carácter japonés unido a desarrollo del budismo zen en la zona ha permitido a
la caligrafía japonesa llegar al máximo de efectividad expresiva con una total
economía de medios y signos.
En Japón se han hallado restos de escritura que han sido datados en el siglo II
a. C. lo que demuestra a la vez los contactos con el continente; aunque las
relaciones no debieron ser fluidas hasta los siglos III y IV; momento en los
nativos japoneses comenzaron el aprendizaje y la adecuación de los
ideogramas chinos a su idioma que, al parecer, difiere tonalmente del chino lo
que dificulta su adaptación por lo que debieron crearse unos alfabetos fonéticos
que les permitieran encajarlos en el japonés hablado. El monje de la secta
budista Shingon: Kodo Daishi (774-835) fue quién consiguió crear dos tipos de
escrituras fonéticas que permitieron realizar el proceso; tipos que estaban en
vigor ya en el siglo IX: la Katakana, de forma relativamente cuadrada y la
Hiragana más redondeada y derivada de la escritura china corriente. Ambas
añaden 46 signos fonéticos que se corresponden con la pronunciación de
vocales y sus combinaciones que permiten reproducir cualquier expresión oral
japonesa. La primera) está especialmente indicada para sonidos autóctonos y
la segunda se utiliza sobre todo para adaptar los extranjerismos.
En Oriente el arte y la caligrafía están perfectamente imbricados tanto en los
sistemas de ejecución como en sus propios ejecutantes, ya que el artista
calígrafo abarca varias disciplinas dominándolas todas sin distinción de
categorías, siendo algo cercano al concepto que se tenía de artista durante el
Renacimiento europeo. Los materiales que se emplean en el arte de la
caligrafía son los mismos que los que se utilizan en la pintura: el pincel, la
moleta, la tinta china, de la que inicialmente se creía que contenía la esencia
de los colores básicos convirtiéndose así en elemento perfecto para su
ejecución. Los soportes más frecuentes: la seda, el bambú y papel.
La literatura china tradicional hace referencia a esta estrecha relación entre
artes y el dominio que de ellas tienen los calígrafos; lo que se ve favorecido por
la capacidad expresiva del trazo caligráfico que sin duda estrecha su relación
aún más, si cabe; pues el valor de un artista calígrafo viene dada por su
capacidad de personalización en el trazado de los ideogramas convencionales,
siendo éste, con frecuencia, el patrón utilizado para juzgar su calidad. A partir
de la dinastía Tang no suele haber separación entre eruditos, calígrafos y
pintores, las biografías de los más importantes mencionan su destreza en el
dominio de diversas disciplinas entre las que destacan: pintura, caligrafía, su
actuación como funcionario de la administración y sus actividades como poetas
y/o prosistas.
El arte y la caligrafía orientales fueron llegando a Occidente por diferentes vías
y en diferentes fases, su influencia en el arte europeo no tuvo siempre la misma
repercusión; pues las especulaciones de los artistas activos en cada época no
siempre estuvo abierta a influencias exteriores; no obstante, no se puede dejar
de mencionar, por significativa, su repercusión sobre las actividad de artistas
vinculados a las primeras vanguardias, ya en las postrimerías del siglo XIX,
cuando muchos de ellos pudieron conocer el arte japonés a través de sus
estampas; lo que les permitió experimentar con concepciones especiales
ajenas al mundo occidental; a la vez que el reconocimiento de la expresividad y
gestualidad de su actividad caligráfica también permitió, a algunos de ellos,
avanzar sobre aspectos relacionados con la representación de la imagen y la
pérdida de los referentes figurativos.
http://alenar.wordpress.com/2008/01/19/la-escritura-y-el-arte-iii-oriente-porvirginia-segui-collar/
ESCUELA PREPARATORIA OFICIAL NO 30
VIVIANA APARICIO MEDINA
1RO V
TURNO MATUTINO
Ciclo escolar 2009-2010
Chalco, Estado de México
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