Artículo 20 - Onemagazine

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Atenea · Número 20
NACIONAL
ña de dimensión ultramarina que nació aquel día acabó
en 1898 al perder Cuba, Puerto Rico, Filipinas y las otras
islas. Sólo quedan de aquella dimensión -nada menoslos lazos de unión y afecto con las naciones hermanas.
La fiesta del 2 de mayo es, verdaderamente, la fecha
más importante de España -y, naturalmente, la de los madrileños-, la que deberían celebrar todos los españoles de
hoy y ser el Día de la Fiesta Nacional porque es la de más
trascendentales consecuencias de las que enorgullecerse:
salvación de la soberanía nacional, asunción de ésta por
el pueblo, lucha colectiva y victoria sobre las amenazas
exteriores, nuevo orden constitucional, derrota del absolutismo y unión en los ideales de libertad y democracia.
SUGERENCIAS
La Fiesta Nacional plantea dos referencias: la esencia
nacional de España y la esencia de los españoles de cada
momento de la Historia. En estos tiempos se ha cultivado lo local y lo regional; falta ahora cultivar el nivel
superior, el nacional.
La Fiesta Nacional podría ser potenciada por los poderes públicos como representantes del pueblo español
por la propia esencia de lo que se celebra. Podrían celebrarse, no sólo actos oficiales en Madrid, sino una verdadera fiesta general en todas las localidades españoles.
Además del engalanado con los colores nacionales en
los edificios públicos y en los privados -ya se sabe que
hay banderas en todas las familias-, podrían hacerse homenajes cívicos a la bandera, allí donde estuviera izada,
o en la habitual Plaza de España de tantas localidades.
Podría haber homenajes cívicos a los españoles anteriores, especialmente en sus localidades de origen y explícitamente a los que sirvieron de modo destacado al
bien común, porque nos han legado lo que somos hoy.
Y, además, rendir homenajes a aquellos españoles que
a lo largo del año transcurrido han alimentado el orgullo de los demás por serlo. Por ejemplo, la imposición a
una representación de los españoles galardonados con
las distinciones nacionales como la Orden de Carlos III,
la de Isabel la Católica y la del Mérito Civil. Y la entrega
de los premios Príncipe de Asturias concedidos a españoles, y los premios nacionales del Deporte, etc.
Y, para finalizar, podría implicarse en mayor medida a
la juventud, porque son los continuadores de la Nación española, transmitiéndoles a ellos y entusiasmándoles con
los valores de libertad y democracia como los supremos
de la convivencia que nos hemos dado los españoles. n
por M. Ángeles Moya
“NUNCA ATEMORIZADOS”
LA GUARDIA
CIVIL EN
AFGANISTÁN
L
os guardias civiles Chaves y
Crespo, miembros del nuevo
contingente de la Benemérita
desplegado en Afganistán cuentan
a Atenea sus impresiones, horas antes de volar hacia allí. En la despedida, el titular de Interior les transmitió “el apoyo, el reconocimiento y
la gratitud del Gobierno de España
y de todos los españoles”.
Estos guardias civiles son dos de
los 21 del nuevo contingente de la
Benemérita que se encuentra en territorio afgano. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, los
despidió, junto al resto de sus compañeros, en un sencillo acto que se
celebró en la Dirección General de
la Guardia Civil, en Madrid.
Ambos pertenecen a la Compañía de Reserva y Acción Exterior
que, integrada en el Grupo de Reserva y de Seguridad nº 2 de Sevilla,
es la unidad especializada para las
misiones internacionales. Para Chaves, la de Afganistán es su sexta misión (anteriormente había estado
dos veces en Bosnia-Herzegovina,
dos en Kosovo y una en Albania);
para Crespo es la primera.
Los dos afrontan seis meses de
despliegue en suelo afgano con
“ilusión y optimismo”, a pesar de
lo ocurrido el pasado 25 de agosto,
Número 20 ·
Atenea
La muerte de los dos guardias civiles
y del intérprete causó un gran
impacto en la sociedad española.
cuando un terrorista acabó con la
vida de dos compañeros suyos en la
base de Qala-i-Naw; y también a pesar de que el propio titular de Interior les advirtió que van a “cumplir
una misión en una zona de riesgo”
y que Afganistán “es la misión más
arriesgada de todas las que la Guardia civil ha tomado parte”.
Estarán con los componentes del
contingente anterior, al que pertenecían los dos fallecidos, durante
20 días. “Vamos a intentar darles el
máximo apoyo posible y aprender
mucho de ellos y de los errores que
se hayan podido cometer”, aseguran con la convicción de que, como
les dijo el ministro, en Afganistán
no sólo defenderán la seguridad de
los afganos, sino también “la de los
países aliados, y la seguridad de España y de los españoles”.
Como no podía ser menos, ambos
están afectados por las muertes del
capitán José María Galera, el alférez
Abraham Bravo, a los que conocían
muy bien porque, según explica el
agente Crespo, “tanto Chaves como
yo estuvimos a punto de ir a Afganistán con ellos”, y también la del
traductor Ataollah Taefy Khalili.
Al preguntarles si ahora piensan
que les podía haber tocado a ellos y
sobre la suerte que han tenido, Cha-
ves no duda en responder: “A veces
pensamos que ojalá hubiéramos
estado allí, igual podíamos haber
ayudado o haber apoyado al resto
de los compañeros; nunca se sabe
cómo le va a venir a uno la vida”.
Tras lo ocurrido, su marcha a
territorio afgano supone una preocupación para sus familias. “Es
normal -dice Crespo-, ellos lo pasan peor que nosotros”. Pero tanto
él como el agente Chaves tienen
asumido, y así lo manifiestan, que
ése es su trabajo y por eso están en
la Compañía de Reserva y Acción
Exterior y por eso van voluntarios
a Afganistán, donde desempeñarán
tareas de seguridad.
riesgos y disciplina
Escuchándoles hablar, las palabras de Rubalcaba durante el acto
de despedida cobran más sentido:
“Vuestra profesión -dijo el ministro- entraña importantes riesgos y
la aceptación de esos riesgos es la
característica más genuina de los
guardias civiles, esa mezcla de iniciativa y disciplina, de osadía y de
templanza, de sagacidad sin pérdida de la firmeza. Una vez más, los
guardias civiles nos dan muestra de
su entrega, su vocación de servicio
y su generosidad”.
La misión de los agentes Chaves
y Crespo consistirá en proteger a
sus compañeros instructores, a los
otros guardias civiles que, como los
oficiales Galera y Bravo, impartirán
clases a los futuros policías afganos.
“Es mucha responsabilidad después
de lo que ha pasado; siempre hay
que tener cuidado, pero ahora deberemos tener los ojos más abiertos, y
más en un país como Afganistán”,
afirma Crespo. “Hay que estar siempre prevenidos -añade Chaves- pero
nunca atemorizados”.
Durante el acto de despedida del
nuevo contingente, el titular de Interior, acompañado por el director
general de la Policía y la Guardia
Civil, Francisco Vázquez, y por toda
la cúpula de la Benemérita, quiso
transmitirles “el apoyo, el reconocimiento y la gratitud del Gobierno
de España y de todos los españoles”
ya que, según afirmó, la de Afganistán es una misión “fundamental y
prioritaria, porque no podemos permitir que el extremismo violento
vuelva a dominar el país y extienda
su terror al resto del mundo”.
De los 21 agentes del nuevo contingente, 16 se integrarán en los
Equipos Operativos Policiales de
Adiestramiento y Enlace en Qalai-Naw y cinco en el Centro de Formación de Mazar-e-Sharif. Todos
ellos forman parte, junto a otros 42
países, de la misión que la Fuerza
Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) desarrolla desde diciembre de 2001 bajo
el mandato de Naciones Unidas. n
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