07 no estamos solos

NO ESTAMOS SOLOS
Eduardo Muñoz – Asunción Santolaria
Extraños sucesos en la sede de POAS Getafe
En el silencio de la noche, varias alarmas de presencia comienzan a sonar
en el laboratorio de telefonía de la sede de POAS en la calle Bell,
disparando la grabación de las cámaras de seguridad. El vigilante, tras
revisar las dependencias y no encontrar nada extraño, asume que se trata
de una falsa alarma… Pero a la mañana siguiente, el personal encargado de
revisar las cintas de vídeo del circuito de seguridad quedó estupefacto. Y
aunque apenas duraban un minuto, aquellas imágenes contenían la
prueba irrefutable de que algo fuera de lo común había ocurrido la noche
anterior.
No era la primera vez que algún trabajador del centro de Getafe daba
testimonio de sucesos inexplicables, o “fantasmales” como algunos
califican.
Por ejemplo, un destacado colaborador de la empresa afirma haber
escuchado en varias ocasiones armarios abrirse y cerrarse en lo que antes
se conocía como “Sala OTAN”, cerrada y sin haber nadie dentro. Y no hay
excusa ni explicación, pues esto fue mucho antes de que la gente del
Departamento de Ingeniería y Desarrollo (I+D) se instalase allí, sembrando
la estancia de indescriptibles engendros electrónicos a los que podríamos
haberles echado la culpa.
En otra ocasión, tras un incendio declarado y sofocado en un contenedor de pilas, las cámaras captaron unas extrañas
luces moviéndose por todo el laboratorio. La explicación más racional es que pudo deberse a la incidencia en el objetivo
de algún tipo de radiación infrarroja reflejada en las partículas de humo, pero es algo que sigue sin estar demostrado.
Más cercana tenemos la experiencia de Rosa. Es una de las trabajadoras del personal de limpieza de la sede de Getafe.
Es seria y habla poco. Hace ya varias semanas Rosa sube sobre las 15:00 horas a limpiar la zona de los cuartos de baño
de la primera planta cuando siempre dejaba esta tarea para última hora de la tarde. Al preguntarle los motivos, nos dice
que le da miedo subir a última hora porque cuando se da la vuelta mientras pasa la fregona oye a alguien detrás y
cuando se gira y busca a ver quién es, no hay nadie. Al principio pensaba que alguien le pisaba el suelo recién mojado y
salía del baño al pasillo para advertir al que fuera que no pasara, pero nunca ha visto a nadie, sólo oye los pasos …
No obstante, la prueba más escalofriante es la que mencionábamos al principio de la noticia, donde algo disparó las
alarmas de movimiento quedando registrado en los vídeos de seguridad. Nuestro compañero de Sistemas, Manuel
Lorenzo, nos cuenta en primera persona su experiencia: “Por la cámara instalada en el ala derecha donde se reparan los
móviles, equipos de Securitas y decodificadores de Canal +, se veía algo sin forma definida, traslucida, nos recordaba a la
película Depredator. Alrededor se veía nítido pero a través de la imagen estaba como deformada la imagen, avanzaba
por el pasillo y al llegar al final giró a la izquierda. Esta cámara dejo de grabar y se activó una de las cámaras del
almacén, se veía como avanzaba a lo ancho del almacén y cuando pasó por la puerta del almacén que tiene un sensor
para abrirse automáticamente, ésta se levantó!!! la forma giró a la derecha, hacia la puerta y la cámara dejó de
grabar...aún se me ponen los pelos de punta al recordarlo, la misma sensación que cuando pasamos solos al almacén de
arriba…”
¿Fantasma o distorsión audiovisual?
Si existe o no una presencia extracorpórea en las instalaciones de Getafe es algo que de momento no podemos asegurar
científicamente. Y en cualquier caso, de lo único que podríamos acusar al fantasma “Paco Poas” (como ya es conocido
entre alguno de nosotros) es de hacer un uso indebido de las instalaciones o de trabajar a deshora…
Seguiremos expectantes….