Octava época, año 1 - Archivo General de la Nación

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BOLETÍN DEL ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN
Octava época, año 1
ENERO-MARZO
2014
BOLETÍN DEL ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN
Octava época, año 1, núm. 1, enero-marzo, 2014
El niño mexicano. Libro primero de lectura.
AGN, Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes,
Serie Propiedad Artística y Literaria, caja 272, expediente 15.
BOLETÍN DEL ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN
Archivo General de la Nación
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Legajos. Boletín del Archivo General de la Nación, octava época, año 1, número 1, enero-marzo
de 2014, es una publicación trimestral del Archivo General de la Nación, donde se publica
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Tabla de contenido
Presentación
9
GALERÍAS DE LA HISTORIA
La dinámica social de una comunidad fabril.
La transformación de la fábrica de hilados y tejidos
de algodón “San José Río Hondo”, 1865-1902
Andrés García Lázaro
13
Mineros. La caravana del hambre
José Rivera Castro
33
“El dictador ideal”. El semanario Omega:
un periódico de la derecha radical mexicana (1939-1942)
Rubén García Vega
53
PORTALES DE LA ARCHIVÍSTICA
Documentos municipales de cementerios.
Identificación y valor
Norma Catalina Fenoglio
83
Estudio de las políticas de información en archivos
Laura Cristina Torres Martínez
113
La archivística en la documentación histórica
del diseño gráfico
Luz del Carmen Vilchis Esquivel
141
RESEÑAS
Entre la realidad y la ficción: vida y obra de Maximiliano
Esther Acevedo (coord.)
Por Erika Gómez Mendoza
167
Independencias, procesos de consolidación
nacional y revoluciones
Martha Ortega Soto y María Estela Báez-Villaseñor
(coords.)
Por Javier Mac Gregor Campuzano.
170
DOCUMENTOS DEL ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN
Imagen centenaria: El niño mexicano
María Inés Ortiz Caballero
177
Homenaje
Julio Mayo Souza Fernández
“80 años compartiendo su visión”
181
Normas para la entrega de originales
192
PRESENTACIÓN
Dinámica social de un centro agrícola-artesanal que transita hacia una
condición fabril hacia finales del porfiriato, movimiento obrero que afronta
el intento de control gubernamental durante el alemanismo y posturas
críticas frente a gobiernos “socialistas” son las cuestiones que interesan a
los artículos que integran las “Galerías de la Historia” de este número 1 de
la octava época de Legajos. Boletín del AGN. Si bien temas, temporalidades y
perspectivas de análisis marcan importante distancia entre los tres artículos
reunidos en esta sección, los tres constituyen estudios de caso, apoyados
en fuentes poco exploradas —el Archivo Histórico de Naucalpan, Estado
de México; el fondo Dirección de Investigaciones Políticas y Sociales,
resguardado en el AGN; el periódico Omega, expresión de una tendencia de
la derecha radical mexicana— que contribuyen a una visión más compleja
de los procesos sociales o políticos de la historia de México que cada
uno de ellos aborda: a la del mundo del trabajo a finales del siglo XIX, el
primero; a la historia del movimiento obrero en los años cuarenta del XX, el
segundo; a la historia de los movimientos políticos de derecha en la época
de entreguerras y del ascenso del fascismo en Europa, el tercero.
El estudio del tránsito de molino a fábrica de San José Río Hondo,
Naucalpan, apoyado en minuciosos registros de trabajadores y habitantes
de la comunidad, y armado de una metodología de la historia social, pone
bajo la lupa el proceso de transformación de una comunidad rural por el
impacto de una primera revolución industrial. El segundo estudio de caso
nos transporta a un momento distante en el tiempo, en que una segunda
revolución industrial está teniendo lugar, y en el que la mirada del autor
está puesta en un movimiento obrero organizado que se revela contra una
injerencia gubernamental que busca acallar protestas en aras de una mayor
inversión de capitales privados en la industria. Se trata de un movimiento
que protagoniza una marcha de 49 días, desde las minas de Nueva Rosita
y Cloete, en Coahuila, hasta el zócalo de la ciudad de México, una marcha
contra todo y contra todos, que termina por rendir a los marchistas. El
movimiento obrero antes de las presidencias de Ávila Camacho y de Miguel
Alemán había alcanzado grados de politización muy importantes, durante
el callismo y el cardenismo. Contra esos movimientos y particularmente
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
9
contra sus valedores en el gobierno, se levantaron en su momento veces
como las del trisemanario Omega, un periódico que entre 1939 y 1942 se
manifestó acérrimo antisocialista, y se identificó con posturas autoritarias,
nacionalistas, clericales… similares a las que identificaba en algunos líderes
fascistas europeos. El discurso de este periódico, analizado con una mirada
fresca desde el campo de la historia política, califica a los dictadores
extranjeros y, con ello, se posiciona frente a la política nacional.
Dos son los artículos que se incluyen en la sección Portales de la
Archivística; contienen temática diferente pero ambos son relevantes en el
estudio y práctica de la ciencia archivística, el primero sobre “Documentos
municipales de cementerios. Identificación y valor” presenta un caso de
estudio destinado a identificar y valorar series documentales producidas
y relacionadas con las defunciones y los cementerios de la municipalidad
de Morteros, en la provincia de Córdoba, Argentina y la correspondiente
al ayuntamiento de Girona, en Cataluña, España. Ambos casos son
contrastados y sus resultados son un buen ejemplo en cuanto a actividades
de gobierno semejantes. Por otra parte, en el artículo “Estudio de las
políticas de información en archivos” se revisa, en primer término, el
concepto políticas de información en el marco de los archivos, enseguida,
se describe el desarrollo de políticas para los archivos por parte del Archivo
General de la Nación de la segunda mitad del siglo XX y hasta la primera
década del presente siglo. El artículo aborda las políticas de información
e invita a continuar los estudios sobre esta línea dentro de la archivística.
Por último el artículo “La archivística en la documentación histórica
del diseño gráfico” ofrece una perspectiva diferente sobre los estudios
archivísticos vinculados con la historia, pues está orientado a incorporar los
casos de investigación sobre la documentación del artista y sus diseños como
documentos de archivo a partir de la práctica y metodología archivística,
con el propósito de preservar para la historia el material de lo investigado
acerca de un diseño gráfico.
Alicia Salmerón Castro
Alicia Barnard Amozorrutia
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LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
GALERÍAS
DE LA HISTORIA
L A DINÁMICA SOCIAL DE UNA COMUNIDAD FABRIL.
L A TRANSFORMACIÓN DE LA FÁBRICA DE HILADOS Y TEJIDOS
DE ALGODÓN “SAN JOSÉ R ÍO HONDO”, 1865-1902
Andrés García Lázaro*
Resumen
En este artículo se presenta un análisis de la comunidad que
habitaba en la fábrica de hilados y tejidos de algodón, “San José Río
Hondo”, en Naucalpan, Estado de México; su conformación social,
las actividades de sus integrantes y su transformación a lo largo de
la segunda mitad del siglo XIX. La experiencia de “San José” permite
hacer una aproximación al contexto fabril del estado durante los
años de 1865 a 1902, conocer un estilo de vida rural, distinto al de
las haciendas del altiplano, y observar los cambios tecnológicos que
una fábrica de textiles mediana, como ésta, demandaba en la época.
Palabras clave: fábrica textil, comunidad fabril, porfiriato, Naucalpan,
Río Hondo.
Abstract
In this paper an analysis of the community that lived in the spinning
and knitting cotton factory, San José Río Hondo in Naucalpan, Estado
de México: its social structure, the activities of its members and its
transformation throughout the second half of the 19th Century is
presented. The experience of “San José” allows to make an approach
to the context of factories of the State during the years 1865 to
1902, to know about a rural life style different from that of the farms
of the meseta and observe the technological changes that a medium
textile factory, like this, required during that period.
Keywords: textile factories, factory community, porfiriato, Naucalpan,
Río Hondo.
* Estudiante del doctorado en historia del Instituto Mora; [email protected]
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
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La historia de la industria en Naucalpan, Estado de México, inicia en 1866,
con la fundación de la primera factoría de la entonces municipalidad: la
fábrica de hilados y tejidos de algodón “San José Río Hondo”. Esta fue una
de las primeras cuatro empresas del ramo textil del algodón que existieron
en la entidad, y dejó de funcionar en los años setenta del siglo XX.
La fábrica se fundó en una finca rural que, a pesar de las turbulencias
políticas que experimentó el país a lo largo de la primera mitad del siglo
XIX, había funcionado de manera ininterrumpida como molino de trigo y,
al mejorar las condiciones económicas en México, cambió su giro por uno
más rentable: los textiles, rubro que durante el gobierno del general Porfirio
Díaz tuvo un gran impulso.
En “Río Hondo” habitaban franceses, españoles y mexicanos. Los
primeros, unos cuantos apenas, con sus familias, formaban la punta de la
pirámide social de la localidad, invariablemente ostentaron cargos de
administradores o directores de la fábrica. Los españoles se encargaban del
comercio de los textiles y eran los dueños de la tienda de abarrotes, aunque
siempre fueron una minoría en el lugar, en la jerarquía local, se hallaron
en segundo lugar. Finalmente, la base social de esta pirámide la formaban
los trabajadores mexicanos y sus familias. Ellos constituían realmente la
comunidad de “San José Río Hondo” y en ella se centran las siguientes
páginas.1
La fábrica de hilados y tejidos “San José Río Hondo” llevó a cabo
minuciosos registros poblacionales de la comunidad que habitaba en los
límites de sus propiedades. En el Archivo Histórico de Naucalpan se
conservan los registros correspondientes a los años 1865, 1870, 1882,
1883, 1885, 1887 y 1893. Se trata de padrones que incluyen número de
habitantes por sexo y edad, estado civil, oficio y, en algunos casos, lugar
de procedencia. Estos fueron elaborados por los administradores de “Río
Hondo” a petición del gobierno local, quien a su vez, los utilizaba para
informar el estado que guardaba la industria de la municipalidad. Generados
también por la administración de la fábrica, existen censos del número total
1 La convivencia entre franceses, españoles y mexicanos debe haber estado atravesada por
múltiples tensiones que traducían no solo un choque cultural, sino de clases. Sin embargo, en
estas páginas centraremos nuestro análisis en la transformación de la estructura social de la
comunidad de “San José” y no tanto en las tensiones sociales que la atravesaban.
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LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
de habitantes en el lugar para los años de 1891 y 1896, así como de los
asalariados con los que contaba la fábrica en 1902.
Con base en estos padrones es posible conocer la evolución de la
comunidad de la fábrica a lo largo de casi 40 años: aumento o disminución
de población, labores y oficios, demanda de mano de obra, etc. En resumen,
estos registros proporcionan información suficiente para acercarse a una
comunidad rural y fabril, a su conformación social, a las actividades de sus
integrantes y a sus transformaciones durante la segunda mital del siglo XIX.
A su vez, la experiencia de “San José Río Hondo” permite una
aproximación al contexto fabril del Estado de México durante la segunda
mitad del siglo XIX; hace posible un acercamiento a un estilo de vida rural,
distinto al que se daba en las haciendas del altiplano; también permite seguir
los cambios tecnológicos que una fábrica de textiles mediana, como esta,
demandaba en la época.
De molino a fábrica
La fábrica “San José Río Hondo” se construyó en una finca del rico
hacendado Isidoro de la Torre,2 la cual había funcionado hasta entonces
como molino de trigo, si bien en ella se desarrollaban además algunas
actividades agrícolas y de pastoreo menor.
En este caso, como en tantos después de la mitad del siglo, el empresario
textil de la ciudad de México y de los alrededores había buscado zonas
rurales donde instalarse. Quería alejarse de la capital que por su diseño
urbano, impedía la construcción de grandes centros industriales; entonces
las fábricas que se comenzaron a establecer en la periferia de la capital
2 La familia De la Torre, una de las más ricas de la segunda mitad del siglo XIX en México,
contaba con varias haciendas en las zonas de Morelos y el Estado de México, así como con
fincas rústicas y urbanas en la capital y sus alrededores. Esta familia también fue propietaria
de la fábrica de hilados y tejidos de algodón “San José Río Hondo” por más de cincuenta
años en los que tres generaciones distintas de De la Torre estuvieron al frente de la misma.
Isidoro de la Torre y Carsi, el patriarca del clan, nació en Cádiz, España, estaba emparentado
con Francisco Antonio y José Ignacio de la Torre, comerciantes miembros del consulado de
Veracruz, dueños de grandes fortunas generadas a finales del siglo XVIII. Según el historiador
Luis Weckman, los De la Torre salieron del país durante la segunda ola de expulsiones de
españoles en 1829, estableciéndose en Burdeos durante cuatro años hasta su regreso en 1833.
Lo cierto es que para los años cuarenta, De la Torre y Carsi estaba inmiscuido en la política y
el comercio de México. Weckman, Las relaciones franco-mexicanas, tomo I, p. 105.
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15
contaban con una característica fundamental: se construían según un
patrón de “colonias industriales”. Estas habían comenzado a establecerse
desde 1830, distinguiéndose por su tamaño la fábrica textil “Hércules“,
en Querétaro. Este modelo fabril implicaba la construcción de industrias
alejadas de las grandes ciudades, en terrenos rurales que resultaban más
baratos que los urbanos y donde se buscaba la cercanía a un río para
aprovechar la energía hidráulica. Una fábrica construida de acuerdo con
este modelo contaban con todos los servicios para los trabajadores y sus
familias, como: casas, escuelas, campos de cultivos y la tienda de raya, que
pasó a ser un negocio más del centro fabril. Esto resultaba muy conveniente
para el dueño de la empresa, ya que el ausentismo laboral era casi nulo y
los gastos cotidianos de los trabajadores iban a parar a sus bolsillos.3 Este
fue el modelo seguido por la familia De la Torre en “San José Río Hondo”.
La empresa de los De la Torre, al cambiar su giro industrial —de molino
a fábrica textil—, conservó sus actividades agrícolas y de pastoreo menor.
Como era la usanza en la época y así convenía al patrón de colonia industrial
adoptado, los trabajadores que se incorporaron a la producción fabril y
sus familias se asentaron dentro de los terrenos de la propia fábrica. Con
las nuevas actividades económicas aumentó el número de pobladores que
vivían en la finca de tiempo atrás. Durante los primeros años de actividad
textilera, la población local se multiplicó —en cinco años creció 21% y,
en los doce años siguientes se cuadruplicó—. Pero a fines de la década de
1880 la población local disminuyó de manera considerable y mantuvo esa
tendencia en los siguientes años.
En 1865, un año antes de la transformación del molino en fábrica, los
moradores de “Río Hondo” ascendían a 242 habitantes.4 Esta población
estaba conformada por los trabajadores y encargados del molino y sus
familias, de manera que en la finca vivían desde niños pequeños hasta
ancianos de 70 años. La población mayoritaria en la finca en ese entonces
era de jóvenes adultos —de entre 20 y 30 años—, seguida por niños — de 0
3 Para un acercamiento a este patrón de colonias industriales, véase Gómez Serrano, “Una
ciudad pujante”, p. 261; Trujillo, Operario fabriles, p. 71.
4 En el padrón de este año solo fueron registrados 164 varones, ni mujeres ni niñas aparecen
empadronadas. Sin embargo, de los 164 trabajadores, 78 aparecen como casados, por lo que
el número total de habitantes no debió ser inferior a 242. Éste es el único padrón donde no
aparecen registradas las mujeres. AHN. Fondo Presidencia, vol. 7, exp. 24.
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CUADRO 1. RANGOS DE EDAD
Años
1865
1870
1882
1883
1885
1887
1891
1893
1896
1902
Promedio
0
a
10
30
90
170
121
139
115
10
a
20
37
63
112
91
84
80
20
a
30
47
65
170
134
114
61
100
85
62
Rangos de edad
30
40
a
a
40
50
28
17
50
25
112
54
86
47
82
63
60
48
52
27
50
a
60
2
7
12
18
24
16
60
a
70
3
4
6
5
6
1
70
a
80
19
5
3
1
3
5
2
Total de
habitantes
Asalariados
242
304
637
505
517
383
351
353
350
107
102
212
88
86
85
404
130
122
116
Fuentes: AHN, Fondo Presidencia, vol. 7, exps. 21, 22, 23, 24; vol. 3, exps. 1, 3.
a 10 años— y “adolescentes”—de 10 a 20—.5 Efectivamente, en el molino
vivía gente muy joven, 63% de la población estaba por debajo de los 30 años
de edad. El 37% restante de la población se distribuía entre los adultos:
personas de 30 a 60 años de edad y ancianos mayores de 60 años. A partir de
los 30 años de edad, los habitantes disminuían paulatinamente en número y
pocos superaban el medio siglo de vida.6
Los oficios que se ejercían dentro de la finca en 1865 iban más allá
de aquellos relacionados con la molienda del trigo. En la finca vivían y
laboraban tejedores y “fabricantes” —el término se utilizaba para describir a
todo trabajador dedicado a transformar las materias primas en manufactura,
en este caso, posiblemente dedicado a hacer artículos para el hogar como
ollas, vasijas y platos— estos dos grupos de artesanos formaban parte de la
comunidad integrada en torno del molino, tanto como lo hacían el propio
molinero y el panadero; además estaban quienes se ocupaban en actividades
agrícolas, de construcción y reparación, o en servicios y pequeños comercios.
5 La palabra “adolescentes” es un anacronismo; la utilizamos aquí para una mejor agrupación
de los rangos de edad.
6 Esta estructura de edades de la comunidad de “San José Río Hondo” era similar a la mayor
parte del país. Véase González Navarro, El porfiriato. La vida social, p. 52. El promedio de vida
en la ciudad de México para 1895 se calculaba en 31 años.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
17
GRÁFICA 1. EDAD Y POBLACIÓN DE “SAN JOSÉ RÍO HONDO” EN 1865
Fuente: AHN, Fondo Presidencia, vol. 7, exp. 24.
Efectivamente, la finca contaba con jornaleros, encargados de los cultivos
a pequeña escala que había en “Río Hondo”. Los granos que se sembraban
en la localidad eran: maíz, frijol y cebada, en su mayoría para autoconsumo.7
Además, existía la figura del tlachiquero, encargado de la labor de raspar
los magueyes para extraer el aguamiel con la que se fabricaba el pulque,
y también un pastor responsable del cuidado de algunas cabras, burros y
mulas. Había albañiles, ladrilleros, carpinteros y herreros, quienes tenían
bajo su responsabilidad la construcción y reparación de la finca, así como el
mantenimiento de la maquinaría del propio molino. Junto a estos, estaban
los carretoneros, encargados de trasportar los desperdicios que el molino
—y posteriormente la fábrica— generaba.
Finalmente, el carnicero y un comerciante —seguramente el tendero—
se sumaban al entramado social de la finca. Con ellos convivían el director,
el administrador del molino y otros dependientes administrativos. Todos
ellos en conjunto le daban vida a la comunidad de “San José Río Hondo”.
Ciertamente, los pobladores de “Río Hondo” constituían una sociedad
rural, dedicados en su mayoría a las labores artesanales y otros más a las
actividades del campo en pequeña escala.
De los 164 hombres registrados como habitantes de la finca en 1865,
107 recibían un pago por el trabajo que realizaban; desde luego que un buen
7 AHN, Fondo Fomento, vol.1, exp. 33.
18
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
número de las personas restantes —niños, mujeres y ancianos— también
colaboraban en las actividades económicas y en los servicios locales, aunque
sin recibir remuneración.8 Sin embargo, esta situación, de falta de retribución
a la labor de mujeres e infantes, se modificaría con el paso del tiempo.9
El arranque de la fábrica
Para 1870 —cinco años después, convertido el molino en fábrica—, la
población local ascendía a 304 habitantes. Los niños habían aumentado al triple
y se estableció un equilibrio entre adolescentes y adultos jóvenes, de tal forma
que “San José Río Hondo” era una fábrica donde 71% de sus habitantes tenían
a lo mucho 29 años. En cualquier caso, la población de adultos y ancianos
también aumentó casi al doble en comparación con la de 1865.
GRÁFICA 2. EDAD Y POBLACIÓN DE “SAN JOSÉ RÍO HONDO” EN 1870
Fuente: AHN, Fondo Presidencia, vol. 7, exp. 21.
La trasformación del molino de trigo en fábrica textil representó cambios
mayores. Hilados, tejidos y estampados requieren trabajadores con oficios
muy diferentes a los que necesita un molino. Con todo, los dueños de “Río
Hondo” mantuvieron las actividades que los pobladores desarrollaban. El
8 Si bien en otras regiones del centro de México, mujeres y niños recibían pagos, los que se
registraban en libros distintos a los de la nómina principal, para el caso de la finca de “San
José” no se ha localizado ningún tipo de registro paralelo.
9 En el padrón de 1887 aparecen formalmente mujeres y niños en la nómina de la fábrica.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
19
molino funcionó todavía varios años como parte de la nueva fábrica, los
campos de cultivo también continuaron siendo explotados, y los burros y
mulas —que en conjunto alcanzaban las 20 cabezas— siguieron presentes
en el inventario de la empresa.
La familia De la Torre, al erigir la fábrica, conservó a muchos de los
trabajadores de la antigua finca. El padrón de 1870 registra 56 nombres
que se encontraban en el padrón de 1865, año en que la actividad central
de la finca era el molino de harina. La mayoría de estos trabajadores eran
artesanos, indudablemente acompañados de sus familias. La permanencia
de casi la mitad de la población trabajadora de la finca como parte de la
comunidad de la nueva fábrica respondía, en parte al menos, a los lazos
paternalistas que se tendían entonces entre patrones y trabajadores y que, de
alguna manera, comprometían a los primeros con el futuro de los segundos.
Pero también, como apunta Stephen Haber, para una fábrica textil nueva era
difícil encontrar obreros capaces: “existía un gran número de trabajadores
no calificados, pero imperaba una escasez de trabajadores calificados como
tejedores”.10 En otras palabras, ante la dificultad de encontrar obreros
especializados para la industria textil, se echaba mano de quien se tenía al
alcance.
El año de 1870 fue una época de cambios en la conformación social de la
comunidad de “San José Río Hondo”: aunque varios habitantes del molino
se mantuvieron, gente nueva había llegado al “vecindario”. Se agregaron al
entramado social de la comunidad nuevos oficios. Fue el caso del hojalatero,
complemento ideal del herrero, necesario para mejorar el aspecto de las
máquinas dañadas y evitar la humedad o corrosión de las mismas;11 los empleados domésticos y cocineros, al servicio del administrador, y los
dependientes de la fábrica y sus familias; los maquinistas, encargados de
la vigilancia y control del sistema hidráulico, de las máquinas de vapor y
de las calderas, así como de la supervisión de las poleas que permitían la
generación de energía para los telares. Se sumaron también los maestros
de carda y telar; los primeros ocupados en la verificación del proceso de
afelpado y peinado de las fibras de algodón, los segundos encargados de ins10 Haber, Industria y subdesarrollo, p.54.
11 Las definiciones de los oficios son Trujillo, Operarios fabriles, pp. 95-98.
20
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
peccionar el buen acabado de los tejidos. Además, en el transcurrir de
esa década, se agregó a la fabricación de hilados y tejidos la actividad del
estampado, con el personal correspondiente dedicado a él.
La fábrica debió demandar para su arranque un gran número de manos,
aunque la nómina de 1870 haya consignado únicamente a 102 trabajadores
asalariados, es decir, 33% de la población local. Sin duda, como en otras
fábricas de la época, se aprovechaba el trabajo de niños y mujeres. La
producción exigía una importante cantidad de mano de obra, porque
el obrero calificado, adiestrado en la industria fabril y, por tanto, muy
productivo, era escaso. Como Haber señala:
la productividad de la mano de obra mexicana era más baja que la de países
industrializados, la clase trabajadora tenía sus raíces en el campesinado, muchos
acababan de llegar del campo o iban y venían de la fábrica a la tierra. Por lo
tanto, laboraban al ritmo del campesinado, un ritmo mucho más lento que el del
proletariado industrial; los trabajadores se negaban a cambiar sus tradicionales
hábitos laborales para aumentar la productividad o lograr una mayor disciplina
en los centros industriales.12
Lo que podría significar, para el caso de la fábrica de “San José Río Hondo”,
que el trabajo de sus 102 asalariados y familiares sin paga hubiera podido ser
realizado, incluso, con menos manos si se hubiera contado con una base de
trabajadores industriales bien entrenados.
Cambio demográfico y social
El año de 1882 —trascurridos doce años después del segundo registro de
habitantes de la fábrica— marca un momento de auge de “San José Río
Hondo”. En ese año se consignó la mayor cantidad de habitantes en la
localidad. En comparación con 1865, los pobladores crecieron al cuádruple;
en relación con 1870, se multiplicaron por más del doble. Las personas que
vivían y trabajaban en la localidad en 1882 eran 637, de las cuales 212 eran
remuneradas por sus servicios en la fábrica.
12 Haber, Industria y subdesarrollo, p.52.
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El grueso de la población de la comunidad en 1882, como en 1870,
lo conformaban los niños y adultos jóvenes; debajo de ellos estaban los
adolescentes. Al sumarse esos tres grupos de edad, resultaba que 72% de las
personas que vivían en la fábrica tenían menos de 30 años. Esta situación
se mantuvo constante en los años posteriores. Aunque los registros de
población muestran que había algunos trabajadores que llevaban casi 20
años en la finca, el que tras doce años el grueso de su población se haya
mantenido por debajo de los 30 años de edad, sugiere que la fábrica de
“Río Hondo” se convirtió en un lugar de vivienda temporal, donde nuevos
grupos de trabajadores iban y venían constantemente.
GRÁFICA 3. EDAD Y POBLACIÓN DE “SAN JOSÉ RÍO HONDO” EN 1882
Fuente: AHN, Fondo Presidencia, vol. 7, exp. 21.
El historiador Mario Camarena Ocampo señala que la movilidad de los
trabajadores textiles fue un elemento que los definió como clase. Durante el
siglo XIX, éstos iban de una fábrica a otra en busca de mejores condiciones
de vida y trabajo. En el caso de “Río Hondo”, algunos trabajadores
“originarios” de las fábricas textiles de Contreras y Miraflores iban a pasar
temporadas a Naucalpan.13 De hecho, aunque se desconoce el nombre
específico de las fábricas de donde venían, los registros poblacionales de
“San José Río Hondo” indican como lugares de origen de varios de sus
trabajadores las zonas textileras de San Ángel, Tlalpan y Querétaro.14
13 Camarena Ocampo, Jornaleros, tejedores, p. 46.
14 AHN, Fondo Presidencia, vol. 7, exps. 21 y 22.
22
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La emigración de los obreros respondía a varios factores. Muchos de ellos,
eran trabajadores del campo que, al finalizar el ciclo agrícola, comenzaban
sus actividades industriales o viceversa. Su movilidad respondía también
a una búsqueda de fábricas que pagaran mejores salarios o a su despido
cuando una factoría bajaba su productividad por escasez de agua, líquido
indispensable para echar a andar la producción, o por baja demanda de
sus productos en el mercado…15 También sucedía a la inversa que, ante la
escasez de mano de obra, algunos industriales se dirigieran a otros en busca
de hombres y mujeres para sus fábricas y lograran su apoyo para reforzar,
al menos de manera temporal, su producción.16
Pero más allá de estas circunstancias, para esas fechas, la mayoría de
los trabajadores de “San José Río Hondo” eran originarios de la fábrica: al
menos 29% de ellos había nacido y crecido en la finca. A su vez, la empresa
complementaba la nómina de sus trabajadores, más que con operarios de
otras fábricas, con los pobladores de las comunidades cercanas a “Río
Hondo”: San Antonio, San Luis Tlatilco, San Esteban, San Rafael; todas
estas en el municipio de Naucalpan. Como Camarena Ocampo apunta: “el
trabajo fabril era una alternativa temporal a su actividad agrícola, creándose
con frecuencia rutas de migración entre los lugares de origen de los
trabajadores-campesinos y los lugares donde la industria se desarrollaba”.17
En 1882 aparece el registro de “obrero” y “operario” dentro de la
clasificación de los oficios que se practicaban en la fábrica.18 Antes, los
registros hablaban de “fabricantes”. Esto implicaba, indudablemente, un
cambio en la manera de entender la relación trabajador-patrón. Parece
posible afirmar que se modificaba el viejo trato paternal y se optaba por una
mayor disciplina y un trato más impersonal; este cambio también nos habla
de relaciones con trabajadores más especializados.
15 En tiempos de secas la fábrica de Río Hondo, por ejemplo, llegaba a parar hasta 27 horas
a la semana, lo que repercutía en el bolsillo de los trabajadores. AHN, Fondo Presidencia, vol.
3, exp. 16.
16 Camarena Ocampo, Jornaleros, tejedores, p. 68.
17 Ibid., p. 47.
18 Operario era la designación más común que en el siglo XIX se utilizó para referirse al
obrero textil, el que en el registro se haga una diferenciación entre unos y otros posiblemente
tenga relación con los salarios que percibían.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
23
Conforme la fábrica diversificaba su producción, crecía el número de
maquinistas y de comerciantes. Se incorporó a la nómina de la empresa, el
maestro de hilado, que fungía como supervisor de toda la fase de hilado, lo
que supone una ampliación en ese departamento. Asimismo, aparecieron
nuevos oficios en la lista del personal empleado como el químico, el grabador
y el molinero, ubicados en el departamento de tintorería y estampados
—cabe aclarar que el molinero se encargaba de moler las materias primas
como el añil, palo de tinte y alumbre, que se utilizaban para el teñido de la
fibra—. Por otro lado, estos nuevos oficios implicaron una modernización
en la producción, modernización que debió ser parcial, ya que el trabajo artesanal se mantuvo de manera significativa constituyendo 16% del trabajo
remunerado por la empresa.
Un año después, en 1883, hubo cambios importantes dentro de la
fábrica. De los 212 trabajadores que recibían remuneración por su trabajo
en 1882, el número redujo a 88. Este cambio repercutió de manera sensible en
el tamaño de la comunidad local: el número de sus integrantes disminuyó de
637 a 505 personas, lo que significó una reducción de 21%. La presencia en
los registros de trabajadores de fogonero, gasero y encargado de regular el
agua, habla del uso de máquinas de vapor en el proceso de producción, lo
cual podría explicar la reducción de personal en “San José Río Hondo”. La
función del “aguador” iba más allá de acarrear el líquido; dicho trabajador
estaba encargado de suministrar agua para la fábrica, a partir del control del
líquido distribuido en tarjeas, acequias y presas, como el sistema de ruedas
hidráulicas que permitían la generación de energía para los telares.
Sin duda, 1883 marcó también cambios en la ampliación de la gama
de elementos producidos y diversificó los oficios a los que se dedicaban
los trabajadores; apareció la figura del “bonetero”. Aparte de mantas, debe
haber empezado a producirse gorros, camisetas, calzones —lo que en la
actualidad se denomina ropa interior—, en una cantidad importante, ya que
los boneteros significaban 21% de la mano de obra remunerada, superada
sólo por la de los tejedores y los jornaleros.
Surgieron también el “batanero”, que ejecutaba la tarea de imbricar,
apretar y unir lana y algodón con el objeto de dar textura y consistencia
a las fibras al momento en que estas se entrecruzan para fabricar el hilo;
el “devanador”, quien hacía ovillos y enrollaba carretes con el hilo de las
24
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
GRÁFICA 4. EDAD Y POBLACIÓN DE “SAN JOSÉ RÍO HONDO” EN 1883
Fuente: AHN, Fondo Presidencia, vol. 7, exp. 21.
madejas que iban a ser teñidas en el departamento de tintorería; el “urdidor”,
que preparaba en bobinas y peines el conjunto de hilos que requería el telar
para formar el tejido; el “doblador”, asignado a plegar y hacer dobleces
en las telas para que fueran estampadas; el “engomador” que aplicaba
goma disuelta a las telas, con el propósito de que estas tuvieran lustre; y el
“carretero”, encargado del correcto funcionamiento de los husos y telares.
El hecho de que dichos oficios hicieran su aparición en los registros en este
año sugiere el uso de una maquinaria que necesitaba manos especializadas
para su manejo. Esto implicó una menor participación de los artesanos en la
producción de la fábrica. A partir de entonces, los artesanos o “fabricantes”
—al menos con ese nombre genérico— fueron borrados de los padrones
de la fábrica.
La modernización y el auge de “San José” se vieron reflejados en las
cargas de trabajo y en el pago de los obreros. Era común que los operarios
adultos se hicieran acompañar de sus hijos menores para enseñarles el
oficio de hilandero, tejedor, tintorero, carpintero, hojalatero o maquinista.
Los niños formaban parte integral del proceso productivo, realizaban
además de las ya referidas, otras tareas como la limpieza y traslado de
materia prima.19 Aparte, las mujeres a las que se les consideraba hábiles
para la confección, muy probablemente fueron las boneteras encargadas de
19 Trujillo, Operarios fabriles, pp. 89-90.
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25
elaborar las camisetas, calzones, gorros y calcetines que se maquilaban en
la fábrica.
Los salarios que se pagaban en “San José Río Hondo” eran de 3.5 reales
para los adultos, de 2.8 reales las mujeres y de entre 1.05 a 1.26 reales para
los niños. Calculados por día, los hombres ganaban 50 centavos, las mujeres
41 y los niños de 15 a 18 centavos. Se puede concluir, con seguridad, que
para mediados de la década de los ochenta del siglo antepasado, el trabajo
femenino e infantil era remunerado en “San José”. Cuestión aparte eran los
trabajadores del campo, que se encargaban de la producción agrícola de la
finca, ellos ganaban 25 centavos diarios y los tlachiqueros, en la temporada
que se les requería, 37 centavos. Estos salarios se mantuvieron así desde la
década de los ochenta a principios del siglo XX.20
CUADRO 2. SALARIOS QUE SE PAGABAN EN “SAN JOSÉ RÍO HONDO”
Hombre
Mujer
Niño
Trabajador del
campo
Tlachiquero
Salario al día
50c
41c
15-18c
Salario semanal/ 7 días a la semana
3.50
2.87
1.05-1.26
25c
1.75
37c
2.59
Fuente: AHN, Fondo Fomento, Vol. 3, Exp. 42.
Los montos pagados en “San José” estaban dentro del promedio del valle
de México durante las mismas fechas, donde la escala de salarios para
la industria textil iba de los 34 centavos diarios recibidos por peones y
aprendices, hasta los 30 pesos que llegaban a ganar los empleados más
calificados. A pesar de los abismos salariales entre los trabajadores de la
fábrica, la paga que se recibía en la elaboración de textiles estaba por encima
de la que prevalecía entre los peones agrícolas, que iba sólo de los 12 a los 36
centavos diarios. También sobrepasaba los sueldos de los trabajadores del
ferrocarril, de los maestros de primaria y de los trabajadores de los molinos
aledaños a la fábrica —molino “Blanco” y “Atoto”—, donde se ganaba
como máximo cuarenta centavos diarios.21
20 AHN, Fondo Presidencia, vol. 3, exp.1 y Fondo Fomento, vol. 3, exp. 6 y exp. 42.
21 Gutiérrez Álvarez, “La penosa existencia”, p. 42; AHN, Fondo Fomento, vol. 3, exp. 42.
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Comunidad equilibrada
Las tendencias demográficas y de ocupación en la comunidad de la fábrica
“San José Río Hondo” cambiaron muy poco en 1885. Por el contrario, en
1887, la población decreció 40% y los niños menores de 10 años volvieron
a ser la parte proporcional más grande de la población local: 30% de los
habitantes de la fábrica. Por su parte, la población en los rangos de edad
que iban de los 20 a los 50 años encontró un equilibrio que en ninguno de
los años registrados con anterioridad se había presentado. Estos grupos en
conjunto, constituyeron 44% de la fuerza laboral del centro fabril en 1887.
GRÁFICA 5. EDAD Y POBLACIÓN DE “SAN JOSÉ RÍO HONDO” EN 1885
Fuente: AHN, Fondo Presidencia, vol. 7, exp. 22.
GRÁFICA 6. EDAD Y POBLACIÓN DE “SAN JOSÉ RÍO HONDO” EN 1887
Fuente: AHN, Fondo Presidencia, vol. 7, exp. 22.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
27
Por otro lado, en ese mismo año, el número de adultos jóvenes se redujo
casi a la mitad en comparación con los años anteriores, pero el número
de niños se mantuvo constante. Es posible que esto solo traduzca un
fenómeno de familias con descendencia más numerosa que antes, de suerte
que, aun si la población adulta decrecía, la población infantil seguía una
tendencia contraria.
El último registro de habitantes de la fábrica localizado permite seguir la
transformación demográfica y de oficios de la localidad hasta el año de 1893.
De acuerdo con este último padrón, los habitantes totales de la localidad
disminuyeron 8% en comparación a 1887, pero los trabajadores asalariados
aumentaron 35%. Estas cifras hablan de un aumento en la producción de la
fábrica. Efectivamente, otras fuentes confirman que “San José Río Hondo”
adquirió nueva maquinaria a principios de la década de 1890.22
En 1893 se puede encontrar una mano de obra más homogénea en
“Río Hondo”, a diferencia de los otros años, en que se registraba una gran
diversidad en los oficios; la comunidad fabril estaba involucrada casi en
su totalidad en las labores del tejido. En cuestión de 30 años, la antigua y
diversificada comunidad rural se había transformado en una comunidad
obrera, incorporada ya a un mundo capitalista.
Por otra parte, la composición por grupos de edad de la comunidad
asentada en la fábrica de “San José Río Hondo” mantuvo la tendencia
apuntada ya desde 1887, de acuerdo con la cual el número de pobladores
decrecía según aumentaba su edad: muchos niños; cada vez menos adultos.
Finalmente, el número de trabajadores asalariados registrados en 1893 fue
bastante cercano al número de operarios y empleados remunerados que se
presentaría en 1902, por lo cual es posible que las tendencias poblacionales
se hayan mantenido igual o variado poco en los años que van de 1894 a
1901.
Al estudiar los cambios que sufrió la población de “San José Río Hondo”
entre 1865 y 1902, se puede concluir que, durante los primeros años de la
fábrica, se dio un crecimiento demográfico acelerado en el lugar. Así pareció
haberlo demandado la puesta en marcha de la producción de textiles.
Este crecimiento se detuvo en 1882 para dar lugar a una estabilización
22 AHA, caja 1256, exp. 17245. Entre 1891 y 1893 la fábrica modernizó su equipo.
28
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GRÁFICA 7. EDAD Y POBLACIÓN DE “SAN JOSÉ RÍO HONDO” EN 1893
Fuente: AHN, Fondo Presidencia, vol. 7, exp. 23.
en el tamaño de la población, fenómeno relacionado posiblemente con la
modernización de la producción de la empresa.
Si bien el padrón de 1865 excluye el número de mujeres en la finca, los
registros posteriores dejan constancia de su presencia: las mujeres llegaron
a ser 44% de la población total de la comunidad. De acuerdo con esos
mismos registros, la mano de obra dominante en la producción fue siempre
la masculina. Este es un aspecto que es importante destacar, ya que en otros
centros fabriles se acostumbraba contratar un número mayor de mujeres,
porque era mano de obra más barata. En cualquier caso, es necesario tener
presente que los primeros registros pudieron haber ocultado un trabajo
femenino sin remuneración.
Por lo que toca a la forma de conseguir y retener a sus trabajadores, la
fábrica textil de “Río Hondo” procedía como las haciendas del centro de
México; mediante una libre contratación de asalariados. Efectivamente, esta
era una zona donde el peonaje por endeudamiento para los trabajos agrícolas
había disminuido, ya que con la abundancia de mano de obra barata y sin
compromisos, endeudar a los peones era innecesario.23 También parece
haber sido innecesaria en “San José Río Hondo” la renovación constante
del personal que laboraba en ella, ya que el ir y venir de una fábrica a otra
por parte de los operarios, así lo sugieren.
23 Katz, La servidumbre agraria, pp. 37-38.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
29
Sin embargo, aunque hubiera habido esta migración de trabajadores es
muy posible también que ellos hayan tenido un sentimiento de estabilidad
laboral. Si las condiciones de trabajo hubieran sido poco favorables, tal vez,
el número tan alto de niños en la localidad habría sido menor. Efectivamente,
a lo largo de los 40 años recorridos, los infantes de cero a 10 años siempre
fueron el grupo de población más alto dentro de la comunidad, incluso
cuando hubo menos adultos.
Finalmente, la evolución social de la comunidad a lo largo de cuatro
décadas muestra el paso de una población rural-artesanal-agrícola a una
población aún rural, pero que tenía como actividad principal las labores
industriales. Esto a su vez debió implicar un cambio en la manera de ver el
trabajo. Al principio se contaba con una gran base de artesanos, dueños del
producto de su trabajo; después se contó con una mayoría obrera, dueña ya
solamente de su fuerza de trabajo. En otras palabras, la transformación de la
comunidad significó la entrada de una sociedad de economía “tradicional” a
una economía capitalista.
Fuentes
Archivos
AHN
Archivo Histórico de Naucalpan, Naucalpan,
Estado de México
AHA
Archivo Histórico del Agua, México, D. F.
Bibliografía
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trabajadores textiles de San Ángel (1850-1930), México, Plaza y Valdés, 2001.
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porfiriato”, en Anne Staples (coord.), Historia de la vida cotidiana en México.
Tomo IV. Bienes y vivencias. El siglo XIX, México, FCE/COLMEX, 2005, pp.
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30
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Gutiérrez Álvarez, Coralia, “La penosa existencia en las fábricas textiles de
Puebla y Tlaxcala”, en Anne Staples (coord.), Historia de la vida cotidiana
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2005, pp. 527-562.
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Trujillo Bolio, Mario, Operarios fabriles en el Valle de México (1864-1884).
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Weckman, Luis, Las relaciones franco-mexicanas (1823-1838), México, Secretaría
de Relaciones Exteriores, 1961.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
31
MINEROS. L A CARAVANA DEL HAMBRE
José Rivera Castro*
A Rolande Trempé
Resumen
A partir de la recuperación de una documentación excepcional sobre
la huelga minera de 1950-51, en Coahuila, y sobre la marcha de
cerca de cuatro mil trabajadores de esos centros mineros hasta la
ciudad de México, se busca mostrar los esfuerzos de un movimiento
obrero decidido a mantener sus derechos laborales frente a poderosos
consorcios industriales y frente a un Estado cada vez más controlador.
La “Caravana del hambre”, como se conoció a este movimiento,
representa una de las manifestaciones de resistencia más importantes
de la clase obrera mexicana durante el siglo veinte.
Palabras claves: Movimiento obrero, conflicto minero, control
sindical, huelga.
Abstract
As of the recovery of outstanding documentation about the miner
strike of 1950-51, in Coahuila, and on the protest of around four
thousand workers from those mining centers to Mexico city, seeks
to show the efforts of a worker movement determined to maintain
their labor rights against powerful industrial consortia and against of
an increasingly controlling government. The “Hunger Caravan”, as
this movement was known, represents one of the more important
manifestations of resistance of the mexican working class during the
20th Century.
Keywords: working class movement, miner conflict, union control,
strike.
* Profesor-investigador de la UAM-Iztapalapa; [email protected]; [email protected]
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
33
La “Caravana del hambre” es uno de los movimientos sociales de
resistencia más importantes que se han expresado en la clase obrera
durante el siglo veinte. Es un conflicto que se originó en enero de 1951
en la región carbonífera de Coahuila. Surgió en una época en que grandes
empresas estadounidenses atravesaban muy buena situación productiva y
de ganancias. A ello se agregaba un periodo de estabilización política en el
que el Estado necesitaba disminuir el peso y las presiones de los sindicatos,
ello quería decir, evitar la manifestación obrera fuera de los discursos de la
clase gobernante y de las estructuras de poder dominante.
En estas páginas me propongo tratar uno de los conflictos mineros más
largos y difíciles que ha vivido la clase obrera de nuestro país. La industria
minera atravesaba intensos problemas provocados fundamentalmente
por las malas condiciones laborales. La minería es uno de los espacios de
trabajo donde han sucedido diariamente accidentes. La falta de seguridad
y de servicios médicos han producido enfermedades y muchas muertes.
Los trabajadores han tenido que preparar la organización y la lucha para
transformar su vida cotidiana dentro de los centros laborales. Es conocida
la impunidad y las faltas de respeto extranjeras, que han infringido las
normas legales.
Como antecedente sindical cercano debemos recordar la formación del
Sindicato Nacional Minero y su propuesta de un contrato colectivo único
que amparara a todos los trabajadores de esta industria. El objetivo era que
todas las empresas de este ramo se rigieran con las mismas normas de
contratación. Se preparó un pliego petitorio laboral que prácticamente no
fue atendido, situación que produjo una huelga general en 1944. Participaron
trabajadores de más de cien empresas que incluían a las productoras de
plata, oro, hierro, cobre y otros metales de los principales centros mineros,
así como de las ciudades de Monterrey, Torreón y Piedras Negras.
El escenario económico. La industrialización
A partir de los años cuarenta del siglo veinte, concretamente con la llegada
a la presidencia de México de Miguel Alemán en 1946, se aceleró el proyecto
de crecimiento económico que había iniciado el general Manuel Ávila
Camacho y que se caracterizó por instaurar una política de desarrollo a largo
34
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
plazo en torno a la industrialización en la que el Estado debía jugar un papel
fundamental. La debilidad de la industria y del empresariado llevó al Estado
a extender y diversificar la actividad económica. Alemán se propuso elevar
considerablemente las tasas de interés, de ahorro e inversión, aumentar la
productividad de los gastos gubernamentales y disminuir, mediante políticas
inflacionarias, la participación de los trabajadores en el ingreso, así como
acelerar el proceso de incorporación estatal de los sindicatos industriales.1
La década de los cuarenta fue un periodo de enormes y profundos
cambios. Se modificó el patrón de acumulación y las estructuras políticas
experimentaron transformaciones decisivas, fundamentalmente en las relaciones entre el Estado y las agrupaciones de masas. Este proceso se
insertó en un conjunto de luchas sociales y políticas.2 La acción del Estado
frente a los grandes sindicatos estuvo encaminada a debilitar y someter la
resistencia obrera a las necesidades y exigencias de la industrialización y del
régimen político.3 Las grandes centrales obreras, como la CTM, atravesaron
un periodo de crisis por la rivalidad y los enfrentamientos entre los distintos
bandos. El gobierno se acostumbró a ejercer una interferencia constante
que obstaculizaba el desarrollo interno; se acentuó la corrupción, el
oportunismo y la codicia de muchos líderes por los cargos propuestos por
el partido oficial. El campo quedó libre para Fidel Velázquez cuando se
expulsó a cuadros y dirigentes sindicales. En plena guerra fría, la CTM quedó
uncida a la política de Miguel Alemán; y el gobierno había creado poco
antes, en 1941, el delito de disolución social que se aplicó más tarde a los
dirigentes independientes para frenar movimientos disidentes.4 La forma en
que se asumió el control sobre los obreros recibió el nombre de charrismo
sindical, fenómeno inicialmente ligado a diversas empresas como PEMEX, las
ferrocarrileras y mineras.
La subordinación obrera se convirtió en una de las líneas maestras para respaldar la estrategia estatal de la industrialización, al menos en tres
aspectos: a) la estabilidad política y el apoyo organizado al Estado en sus
conflictos con otros grupos sociales; b)la posibilidad de una caída drástica
1 Ayala, Estado y desarrollo, p. 248.
2 Durán, “Economía política”, pp. 563-584.
3 Ibid., p. 564.
4 Mussot y González, “En la posguerra”, pp. 181-251.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
35
del salario real que mejoró las condiciones de rentabilidad del capital privado
sin que simultáneamente creciera la inestabilidad social; c) la convergencia
de los dos puntos anteriores ayudó notablemente a configurar un ambiente
propicio para el desarrollo del capital privado.5
Los mineros
Debemos señalar algunos aspectos que provocaron el malestar de los
trabajadores mineros. En 1948, estos habían realizado un pacto con los ferrocarrileros y los petroleros. Estaban influidos por la corriente política del
lombardismo. Más tarde, el gobierno intervino en la sexta Convención
Ordinaria del sindicato minero. Activistas ligados al gobierno de Miguel
Alemán intervinieron en las sesiones. Se impuso a delegados falsos, no se
acreditó a los verdaderos representantes mineros, violando los estatutos de
las agrupaciones y fue impuesto un secretario general para todo el sindicato.
Varias secciones del área carbonífera se opusieron a la intromisión
gubernamental. Hay que destacar también que había descontento obrero
como consecuencia de una política de reorganización empresarial en
esa zona, aumento de la inseguridad en las minas, despidos, cambios de
categorías, modificación de las formas de pago, etcétera.6
Los mineros de Nueva Rosita y de Cloete respondieron con una huelga
larga que fue declarada ilegal y quedaron despedidos varios miles de
trabajadores. De ahí surgió la idea de realizar una caravana hasta la ciudad
de México.7
En enero de 1951 un grupo de intelectuales, miembros de la Sociedad de
Estudios Mexicanos (SEM), elaboraron un documento al que denominaron
“25 verdades sobre la cuestión minera”.8 Entre los firmantes se encontraban
5 Ayala, Estado y desarrollo, pp. 262-263.
6 Sariego y otros, El Estado y la minería, p. 243.
7 Ibid., p. 243.
8 La Sociedad de Estudios Mexicanos, “25 verdades sobre la cuestión mexicana”, México,
enero de 1951, p. 2. Este documento se encuentra en el Archivo General de la Nación.
Dirección de Investigaciones Políticas y Sociales (en adelante AGN, DIPS), 2-1/331/7, vol. 287,
exp. 45, 112 fs. Este expediente y el que le continúa (AGN, DIPS, 2-1/331/7, vol. 288, exp. 9,
425 fs.) son la base documental sobre la que se elaboró este trabajo.
36
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
los hermanos Ángel y Narciso Bassols Batalla, Elí de Gortari, Francisco
López Cámara, Fernando Rosenzweig, Joaquín McGregor y varias
personalidades más.
Esta agrupación organizó un ciclo de conferencias sobre la cuestión
minera, actos que se realizaron en el local de la Asociación Mexicana de
Periodistas en el Distrito Federal. Los ponentes destacaban que el primer
paso para la resolución de los problemas nacionales consistía en la discusión
abierta y democrática de su planteamiento correcto. La SEM envió a dos de
sus miembros a la zona de Palau y Nueva Rosita con el objetivo de llevar a
los mineros un mensaje de aliento, y de solidaridad y de recoger en el lugar
de los hechos información suficiente para formular una denuncia vigorosa y
fundamentada de la situación angustiosa en que se realizaba su lucha. Poco
después, otro de los miembros de la SEM fue expulsado de la región minera
cuando intentaba continuar ese estudio.9 A continuación, elaboramos una
síntesis de los principales aspectos tratados en el documento citado.
1. A partir del 25 de septiembre de 1950, mil trescientos mineros
de Palau y setecientos de Cloete estallaron la huelga defendiendo
sus derechos sindicales. El consiguiente descenso de la producción
de carbón puso en peligro a la industria siderúrgica y al proceso de
industrialización del país.10
2. El espíritu de los mineros había sido magnífico durante la huelga.
Acompañados por sus familiares, habían resistido una presión
muy fuerte: se clausuraron las cooperativas obreras, se congelaron
los fondos sindicales, el ejército ocupó las poblaciones mineras
y se apoderaron de los locales de los huelguistas, en las escuelas
se habían negado a recibir a los hijos de los mineros y se había
impedido el acceso de las familias obreras a las clínicas.11
3. Hubo una presión militar sobre los huelguistas, pero estos
se mantuvieron dentro de los más rigurosos límites legales
neutralizando al ejército.12
9 Idem.
10 Ibid., p. 4.
11 Idem.
12 Idem.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
37
4. Se dio un descontento popular y una rebeldía general frente a las
condiciones de vida inhumanas e insoportables. Se procuró que
no hubiera gente extraña a los mineros. La solidaridad y simpatía
exterior se expresaron con mucho cuidado para evitar calumnias a
los trabajadores.13
5. Hubo un hecho importante en relación con el aviso que la
Compañía Carbonífera Unida de Palau S. A. recibió de que la
sección 28 del sindicato minero estallaría la huelga el 25 de
septiembre. Sus funcionarios manifestaron disposición para llegar
a un entendimiento. Inmediatamente el titular de la Secretaría del
Trabajo hizo saber, a la Junta Federal de Sabinas y a la Compañía
Carbonífera, que el comité ejecutivo de la sección 28 había quedado
suspendido en sus funciones, con lo cual se evitó un posible acuerdo
entre trabajadores y empresarios.14
6. La Secretaría del Trabajo no reconoció la decisión obrera del
estallido huelguístico en las minas de Palau.15
7. Antes del estallido de la huelga en Nueva Rosita y Cloete (16 de
octubre), los funcionarios de la Secretaría del Trabajo declararon
que sería una huelga “inexistente”.16
8. A diferencia de la huelga de Palau, que se originó por la revisión
normal del contrato colectivo, el conflicto de Nueva Rosita y
Cloete se produjo por las violaciones empresariales a los contratos
colectivos. En los dos casos, la Secretaría del Trabajo impidió el
trato entre los patrones y los mineros.17
9. Cuando estallaron los conflictos, los funcionarios de la Secretaría
del Trabajo intentaron obligar a los sindicatos solidarios con la
huelga a reconocer al sindicato nacional nombrado y manejado por
el gobierno.18
13 Idem.
14 Idem.
15 Ibid., p. 5.
16 Idem.
17 Idem.
18 Idem.
38
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
10. La Secretaría del Trabajo se convirtió en una instancia provocadora
de problemas y de intromisión en la vida sindical.19
11. El sindicato impuesto por el gobierno ha servido para despojar de
toda personalidad jurídica a los representantes escogidos libremente
por los trabajadores.20
12. El gobierno le ha dado un trato al conflicto huelguístico de
“abandono de trabajo” y le ha negado a los trabajadores los
derechos de asociación, representación y contratación que las leyes
del trabajo les garantizan, con el objeto de romper la huelga.21
13 y 14. El gobierno ha permitido a las empresas mineras la
contratación de trabajadores del exterior. Los patrones han
quedado automáticamente en libertad para romper los contratos de
trabajo y dar ocupación a quien mande su voluntad. El gobierno ha
manejado según sus propias opiniones la interpretación de las leyes
laborales, comportamiento que originó el control de las directivas
sindicales. La idea es tener en sus manos el manejo de los liderazgos
obreros.22
15 y 16. Se ha realizado una amplia campaña contra los mineros
huelguistas, se ha difamado y se ha tratado de desprestigiar a
los obreros. Se ha dicho que es el “comunismo subversivo y
perturbador el responsable de la huelga minera”.23
17 y 18. Se preparó un clima de información sobre la huelga, propicio
para llevar adelante una política violenta contra los trabajadores.
Se inventó el “origen comunista del conflicto”. Se ha hablado
de la actividad de agitadores que piensan recurrir a la violencia.
El gobierno difundió información falsa y el ejército intervino en
Nueva Rosita y Palau.24
19. La inexactitud de la información periodística ha intentado distanciar
a los trabajadores de sus dirigentes, predisponer el ánimo del
19 Idem.
20 Idem.
21 Idem.
22 Ibid., p. 6.
23 Idem.
24 Idem.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
39
20.
21.
22.
23.
24.
25.
presidente Miguel Alemán contra los huelguistas y lanzar al ejército
contra los mineros.25
Permanentemente la mayoría de los periódicos ha difundido que el
conflicto minero había terminado.26
Desde el momento en que Pedro Ramírez Vázquez fue designado
como Secretario del Trabajo, se inició una política encaminada a
reducir a la clase obrera a una simple fuerza de trabajo al servicio
de un desarrollo económico cuyos beneficios se destinaban
exclusivamente a los inversionistas estadounidenses y a los grupos
de capital financiero mexicano que subordinaban su concepto de
patria y de bienestar público a las ganancias del empresariado.27
El fracaso de las nuevas direcciones sindicales ligadas al Estado, el
derrumbe de la política encaminada a destruir la independencia de
los grandes sindicatos nacionales de la industria, demuestra que el
control mecánico de las agrupaciones, no supone la subordinación
soberana de los obreros y que esta, cuando los dirigentes han
claudicado, conserva los medios para manifestarse.28
La Secretaría del Trabajo se ha apoderado de las funciones propias
de las asambleas obreras, al pretender calificar la autenticidad de
las credenciales que acreditan a los delegados convencionistas y al
negarse a tomar nota de las designaciones de comités ejecutivos y
de la formación de nuevas centrales obreras.29
La Secretaría del Trabajo se ha propuesto realizar una política
encaminada a burocratizar el movimiento obrero y, paralelamente a esa
política, corre el designio de convertir al proletariado en apéndice
del partido oficial.30
La política gubernamental implica una desviación del programa
de la revolución, el cual concibe el desarrollo económico del país
25 Idem.
26 Idem.
27 Ibid., p. 7.
28 Idem.
29 Idem.
30 Idem.
40
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
como un proceso encaminado fundamentalmente a mejorar el nivel
de vida del pueblo.31
La caravana
La síntesis del texto publicado por el grupo de intelectuales anteriormente
citado, es una visión conocedora de la situación laboral, las condiciones
de vida, la resistencia obrera y las enormes dificultades que vivieron los
mineros y su caravana. En las publicaciones e información consultadas —
fundamentalmente testimonios, artículos periodísticos e informes oficiales—, se reitera la difícil realidad que exponen los miembros de la Sociedad
de Estudios Mexicanos.
La “Caravana del hambre” de los mineros de Coahuila se inició el 20 de
enero de 1951. Fueron cuarenta y nueve días de marcha hasta su destino:
la ciudad de México. Salió de Nueva Rosita, pasó por Sabinas, Hermanas,
Monclova, Villa Frontera, Castaños, Piedras Negras, Saltillo, Rinconada,
Monterrey, Ciudad Victoria, Ciudad del Mante, Jacala y Tizayuca. Fueron
mil cuatrocientos kilómetros, la prensa y los organizadores hablaron de una
cifra entre tres mil y cuatro mil caminantes. Algunos venían con sus familias.
Los responsables de la caravana fueron Francisco Solís, Ciro Falcón,
Juan Marquecho, Abdón Alfaro y Félix Cruz. La columna se integró en
grupos de cincuenta personas, cada uno con su jefe de aprovisionamiento.
En la ciudad de México se formó una Comisión de Alojamiento y
Finanzas encabezada por José Encinas y Marcos Rojas, para atender a los
integrantes de la caravana. La comisión anunció que Vicente Lombardo
Toledano daría alojamiento y comida a quinientos mineros durante
todo el tiempo que fuera necesario; el senador Juan Manuel Elizondo se
comprometió a alojar a cincuenta. También se anunció que la Universidad
Obrera recibiría todos los que pudiesen caber en sus instalaciones.32
En los diversos estados por donde pasaron los marchistas, los
gobernadores y diversos sindicatos y otras asociaciones les ofrecieron
alimentos, ropa y comida.33
31 Idem.
32 La Prensa, 9 de febrero de 1951.
33 Excélsior, 26 de febrero de 1951.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
41
La mayoría de los sindicalistas del país estaban integrados en el sector
obrero del partido oficial. Sus dirigentes se reunieron varias veces para
tomar una decisión unificada con objeto de atacar a la caravana minera. Así
por ejemplo, el 6 de marzo se reunieron los dirigentes de la CTM, la CROM
y otras asociaciones obreras y decidieron respaldar al secretario del Trabajo y
atacar a los marchistas. Incluso acordaron solicitar una visita al presidente
de la República para respaldar su política frente al conflicto minero.
Rigoberto González, secretario general de la CROM señaló que la caravana
del hambre adoptó una actitud subversiva y que pretendía por la fuerza un
cambio del comité sindical minero del país. Los representantes jurídicos
del comité minero “oficial” prepararon una denuncia jurídica contra los
organizadores de la caravana, ellos expresaron que se fundamentaban en
la Ley Orgánica del Ministerio Público y en el Código de Procedimientos
Penales. Acusaron a Agustín Guzmán Vaca, secretario general de la Unión
de Obreros y Campesinos de México, a Antonio García Moreno dirigente
principal de los marchistas. También a otros líderes. Todos ellos fueron
acusados de fraude en la administración de las cuotas sindicales. Asimismo,
fueron denunciados por propalar ideas, programas y normas de acción de
gobiernos extranjeros perturbadores del orden público que afectaban a la
soberanía del Estado mexicano.34
Por otra parte, la dirección sindical impuesta por el gobierno en la
sección 14 de Nueva Rosita, atacaba a los marchistas, a personalidades
y asociaciones que apoyaban a los mineros. Decía que era una actitud
subversiva, perniciosa y que se atacaba al gobierno de Miguel Alemán. Que
eran escasamente dos mil trabajadores a los que se les rescindió el contrato
de trabajo y que seguramente participaban en la caravana porque habían
sido engañados por falsos líderes.35
El 10 de marzo los marchistas ya se encontraban en el sitio llamado
Indios Verdes en el norte de la ciudad de México. Se organizaron entre
las nueve y las doce de la mañana para salir hacia el zócalo. El informe
del inspector de la Secretaría de Gobernación escribió que poco a poco
fueron llegando grupos de obreros de diversas fábricas, asociaciones y de
34 La Prensa, 7 de marzo de 1951.
35 Excélsior, 10 de marzo de 1951.
42
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
instituciones educativas. El informe mencionaba que ya estaba designado un
agente en el monumento a la revolución para relatar los sucesos. También se
mencionaba que había dos agentes en el zócalo para recoger la información
del mitin que pensaban realizar los marchistas. Dicho informe destacaba
que el líder sindical Vicente Lombardo Toledano había estado en los Indios
Verdes recomendando a los marchistas compostura y disciplina. En el
mismo sentido, Agustín Guzmán, líder de la UGOCM, daba la bienvenida
a los miembros de la caravana y les recomendaba orden y mucha calma.36
El informe del agente de Investigaciones Políticas de la Secretaría de
Gobernación señaló que la caravana llegó al zócalo alrededor de las 14.30
horas del 10 de marzo de 1951. Mencionó que asistieron dirigentes de
diversas asociaciones políticas y sindicales. Destacó la participación del
Partido Comunista, del Partido Popular, de la Confederación de Jóvenes
Mexicanos, del Partido Obrero y Campesino Mexicano y de la Unión
General de Obreros y Campesinos de México. Hicieron presencia entre
otros, Dionisio Encinas, Esther Chapa, Manuel Terrazas, Arnoldo Martínez
Verdugo, Rodolfo Dorantes, Salvador M. Gámiz, Carlos Sánchez Cárdenas,
Alberto Lumbreras, Miguel Arroche Parra, Consuelo Uranga, Agustín
Guzmán, Adán Nieto, etcétera.37
Hay un relato del inspector sobre el contenido de los discursos de
los oradores en el mitin. Habló María Guadalupe Rocha, integrante de la
marcha, quien pidió garantías y justicia para la clase obrera, atacó a la prensa,
mencionó la intromisión de los Estados Unidos en el conflicto y exigió el
respeto a los derechos de los trabajadores. El minero Francisco Solís acusó
directamente al secretario del Trabajo de las agresiones sufridas a lo largo
de la huelga. Mencionó que el conflicto minero era un movimiento justo.
Acusó a las empresas estadounidenses de violar los derechos de nuestro
país, apuntó que miembros de diversas secciones se habían agregado a la
caravana. Antonio García Moreno hizo un relato minucioso de la huelga,
habló de una campaña periodística para desprestigiar a los mineros, contó
como en 1950 el ministro del Trabajo pretendió arrebatar los derechos
obreros, saboteando la sexta Convención del Sindicato Minero con pistoleros
36 “Informe sobre caravana de mineros”, 1 de marzo de 1951,
287, exp. 45.
37 Ibid., p. 2.
AGN, DIPS,
2-1/331.7, vol.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
43
y representantes falsos investidos de facultades arbitrarias. Agradeció a
los campesinos de la región lagunera y de otras zonas que ayudaron a la
caravana. Destacó el apoyo de las asociaciones mineras de Estados Unidos,
Canadá, China, Polonia y de Alemania (occidental y oriental).38
Una comisión de mineros acudió a Los Pinos para tramitar una cita
con el presidente Miguel Alemán. Este no se encontraba en la ciudad de
México y entonces comunicaron a los representantes que sería Adolfo
Ruiz Cortines, secretario de Gobernación, el responsable de la comisión
quien los recibiría para iniciar pláticas y poder llegar a un acuerdo. También
participarían Francisco González de la Vega, titular de la Procuraduría
General de la República y Eleazar Muñoz, subsecretario del Trabajo.
La primera entrevista con los integrantes del comité de huelga se había
efectuado el 13 de marzo en las oficinas de la Secretaría de Gobernación.
De este encuentro no se dieron a conocer noticias hasta muy entrada la
noche.39
Mientras tanto, Alfonso Martínez Domínguez, secretario general de la
Federación Sindical de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), realizó
gestiones para que se buscara otro alojamiento donde situar a los miembros
de la caravana. El líder de la burocracia argumentaba que los mineros
permanecían en instalaciones costosísimas (Estadio Deportivo 18 de Marzo)
que podían deteriorarse y afectar los intereses de los empleados de gobierno.40
El 16 de marzo un agente de la Dirección de Investigaciones Políticas
y Sociales (DIPS) de la Secretaría de Gobernación informaba al director de
esa instancia sobre las actividades de los mineros en el sitio donde estaban
alojados. Señalaba en primer lugar, que los marchistas se encontraban en
todos los espacios construidos del campo deportivo, durante el día sus
pertenencias estaban envueltas en sarapes y mantas colocados en estos
lugares. Por la noche dormían en el gimnasio, en las gradas del estadio
y otros diseminados en el pasto. En relación con la comida, los mineros
recibían sus alimentos y leña para procesarlos por cuadrillas de diez
personas, hacían fogatas y cocinaban en latas de lámina. La mayor parte de
38 Ibid., p. 3.
39 Excélsior, 14 de marzo de 1951.
40 Ibid., 15 de marzo de 1951.
44
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
los mineros consideraba que no eran suficientes las raciones alimentarias.
El agente continuaba su relato y contaba que después del baño, los mineros
lavaban su ropa y desayunaban. Luego hacían comentarios sobre la situación
del conflicto. Los mineros pensaban que la situación era muy grave, pues
las empresas los podían volver a contratar pero perdiendo sus derechos de
antigüedad, de escalafón y sin pagarles los salarios caídos. El comentario
general era que no tenían ningún conflicto con las empresas, ni demandaban
mayores salarios, sino que querían la inmediata salida del secretario del
Trabajo porque consideraban ilegal la imposición de la directiva sindical.
El informe destacaba que todos los mineros estaban desmoralizados, pues
sabían que sus familias no tenían alimentos y no podían conseguirlos. El
agente mencionaba que durante el tiempo de observación no vio a ningún
dirigente comunista. La mayor parte de los marchistas permanecía en el
parque y eran sobre todo los líderes los que salían a distintas reuniones.41
El 17 de marzo los dirigentes de la caravana organizaron un mitin
en el Hemiciclo a Juárez. Un agente de la DIPS informaba sobre el acto.
Mencionó que llegaron alrededor de 1,200 mineros portando a la cabeza
de la manifestación dos banderas nacionales y un estandarte rojinegro. Los
trabajadores se situaron de forma ordenada e inmediatamente una comisión
de sindicatos textiles entregó a los huelguistas una cantidad de dinero para
los gastos.42
En este mismo informe se hace una crónica de la participación de tres
oradores en la reunión pública. Máximo Vera Portales se encargó de explicar
los motivos de la caravana, así como el camino recorrido a pesar de la actitud
de los líderes “charros” y del secretario del Trabajo, que habían intentado
domesticar a los obreros de la marcha. Los funcionarios de la Secretaría del
Trabajo han tratado injustamente los ideales de los trabajadores.43 El agente
continúa su relato sobre el primer orador:
Dice que son hombres y que estarán pacientes, enérgicos ante los verdugos
del despotismo, porque un pueblo de aspiraciones libres como México, no
41 “Información sobre marchistas”, 16 de marzo de 1951, AGN, DIPS, 2-1/331.7. vol. 287,
exp. 45.
42 “Mitin minero”, 17 de marzo de 1951, AGN, DIPS, 2-1/331.7. vol. 287, exp. 45.
43 Ibid, p. 1.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
45
puede permitir los claudicantes ataques que se les han hecho; que la reforma
que ahogó el obscurantismo, y la revolución de 1910 que nos dio libertades,
sigue en pie, uniéndose a esa fecha gloriosa, la del 20 de enero de 1951 en que
se inició la caravana que todos los componentes de ésta, no van a dejar que se
les niegue la justicia[…]”.44
Los dos siguientes oradores hicieron un relato de la marcha y de los apoyos
a lo largo del camino. También hablaron de la necesidad de una justicia real
para el grueso de los trabajadores de las minas.45
El periódico estadounidense Daily People´s Word trató en sus páginas
el conflicto minero. El Popular transcribió parte del artículo que había
aparecido en Los Ángeles, California:
Después de haber sostenido una huelga de 120 días, los mártires de la zona
carbonífera de Nueva Rosita y Cloete, Coahuila, resolvieron marchar en masa
a pie, hasta la capital de México en caravana formada por 4,200 trabajadores
para protestar ante las autoridades del trabajo por las maniobras puestas en
práctica para violar sus derechos. La caravana misma es un heroico ejemplo de
conciencia de clase de la clase obrera de México. 1,400 kilómetros de recorrido
para mantener los derechos sindicales de todos los trabajadores del país.46
Continuaban señalando las aportaciones de dinero que habían sido enviadas
desde el extranjero para apoyar a los huelguistas:
La Unión de Mineros de México, la Unión de Mineros de Estados Unidos y de
Canadá ha enviado 500 dólares. De muchos países del mundo se ha recibido
ayuda solidaria, debido a las informaciones diseminadas por la Federación
Sindical Mundial, la cual aportó una suma inicial de 200 dólares. La Unión
Internacional de Metalúrgicos 250,000 francos. La Unión Internacional de
Mineros con sede en Bruselas 2400 dólares y muchas otras más. Además
telegramas y cartas de expresión solidaria se han recibido de todas partes.47
44 Idem.
45 Ibid, p. 2.
46 El Popular, 19 de marzo de 1951.
47 Idem.
46
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
En el artículo se exhortaba a los obreros de California a que comprendieran
la magnitud de los mineros mexicanos y su responsabilidad económica y
moral para con ellos.
El deber de cada miembro de la Unión, no importa a que Unión pertenezca, el
de traer este asunto ante los miembros y sus ejecutivos, para que la solidaridad
continental sea llevada a la práctica, haciendo donativos de dinero y de cartas
y telegramas de adhesión a los mineros que demandan sus derechos. El ayudar
a los mineros de México, significa preservar las condiciones que mantienen los
mineros de nuestro país y todos los demás obreros. Los dueños de estas minas
son las empresas de carbón de Pensylvania, Virginia y demás corporaciones
mineras de los Estados Unidos. El ayudar a los mineros de México no sólo
es nuestro deber, sino una necesidad para mantener nuestro standard de vida
y jornales y condiciones de trabajo que más tarde pueden ser destruidas si los
magnates del carbón en México consiguen destruir los derechos de los obreros
mineros de México.48
Hacia el 28 de marzo los integrantes de la caravana del hambre, estaban
muy desmoralizados, no sentían tener un apoyo de los organismos obreros y
campesinos del país, sobre todo de la UGOCM, pues esta cada día tenía menos
importancia. El presidente Miguel Alemán prácticamente había destruido el
movimiento sindical independiente. Lombardo realizaba una labor sindical
en el continente latinoamericano y en la Federación Sindical Mundial y ello
había originado un descuido en las agrupaciones sindicales del país.
La oficina de investigaciones de la Secretaría de Gobernación destacaba
que la mayoría de los integrantes de la caravana se encontraban muy
pesimistas y deseaban que la UGOCM les diera su apoyo. Por otra parte,
Lombardo se oponía a la terminación de la huelga, ya que los sindicatos
petrolero y ferrocarrilero habían sido intervenidos y el gobierno había
designado a los dirigentes obreros.49
En el periódico El Popular se informó, con fecha de 18 de marzo,
48 Idem.
49 “Informe de la Oficina de Investigaciones Políticas”, 24 de marzo de 1951,
2-1/311-7, vol. 288, exp. 9, p. 2.
AGN, DIPS,
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
47
que el campamento en que se hallaban instalados los mineros estaba
convertido en un campo de concentración porque, además de las patrullas
que constantemente vigilaban el sitio, había un gran número de guardias,
agentes secretos y granaderos en torno del parque. El Popular señalaba
que había vigilancia y cualquier movimiento que pareciera sospechoso a la
policía motivaba que inmediatamente se presentaran cientos de agentes.50
En el editorial del 20 de marzo, el periódico El Popular, mencionó que
desde que se inició el conflicto minero, los trabajadores plantearon una serie
de argumentos que nunca fueron rebatidos. El fondo de la argumentación
consistió en señalar como causa del conflicto una intromisión indebida e
ilegal de las autoridades de la Secretaría del Trabajo, la cual, excediéndose
en sus facultades, pretendió imponer a un grupo de dirigentes violentando
el estatuto del sindicato y obligando a las empresas a romper el contrato.
Se mencionaba igualmente la injerencia de la Junta Federal de Conciliación
y Arbitraje que, también violando la ley, dio por no presentado el
emplazamiento de huelga de los mineros, si bien este había sido hecho con
todos los requisitos legales.51
Ni la Secretaría del Trabajo ni la Junta Federal de Conciliación se
preocuparon en ningún momento por rebatir los argumentos jurídicos:
La única respuesta oficial a la querella de los mineros fue un tácito reconocimiento
de que tenían razón, expresado al concederse a los trabajadores de Palau todo
lo que pedían (entendimiento directo de la sección sindical con la empresa,
posesión del contrato por la propia sección, tras de haberse revisado para
establecer en él los aumentos y prestaciones originalmente pedidos; autonomía
en la sección y remisión del conflicto intergremial a una próxima convención
nacional).52
Un bloque de ocho secciones mineras expidió una declaración relativa a
las agrupaciones que participaron en la caravana. Los dirigentes de esta
manifestaron públicamente su inconformidad con el fallo emitido por
la comisión gubernamental en el conflicto de la región carbonífera y
50 El Popular, 18 de marzo de 1951.
51 Ibid., 26 de marzo de 1951.
52 Ídem., 26 de marzo de 1951.
48
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
consideraron que el dictamen representaba una lesión al derecho de huelga, a
la libertad sindical y a los derechos de los mismos huelguistas.53 Declaraban:
Como el derecho y principios por los cuales los mineros del carbón son justos,
son legales y son humanos, respaldamos su movimiento y estaremos a su lado
hasta en tanto se solucionen satisfactoriamente. En virtud de que el conflicto
minero representa la lucha de la clase obrera por sus más elementales derechos,
haremos un llamado a todas las secciones del sindicato minero y al movimiento
obrero en general para que se solidaricen alrededor de la lucha de los mineros
carboneros, sin distinción de centrales, discrepancias de credos políticos o
religiosos para salvar las conquistas amenazadas.54
El 27 de marzo de 1951, un agente de la Secretaría de Gobernación
comentaba que los mineros ya habían perdido su trabajo, sus derechos y su
antigüedad, habían agotado sus ahorros, vendido casi todas sus pertenencias,
perjudicado a sus familiares que sufrían la carencia de recursos económicos.
El agente destacaba el cansancio de los mineros que ya querían volver con
los suyos.55
Comentario final
La mayor parte de los miembros de la caravana regresaron derrotados a
su estado, sin trabajo, algunos buscaron contratación en otras empresas,
varios de ellos se convirtieron en pequeños comerciantes. Con la derrota
de los mineros culminaba un proceso que rompió los últimos vestigios
organizativos e independientes de los sindicatos industriales. Primero, el
Estado intervino brutalmente las asociaciones obreras petroleras, luego
las ferrocarrileras y, finalmente, doblegó a los mineros inconformes. La
estabilidad política, la llegada de las inversiones, la armonía gobiernoempresarios y la inmovilidad y control en los centros laborales favorecían
53 “Piden justicia para los de Rosita los mineros de ocho secciones”, El Popular, 26 de marzo
de 1951.
54 Idem.
55 “Informe de un agente a la Secretaría de Gobernación”, 27 de marzo de 1951, AGN, DIPS,
2-1/331-7, vol. 288, exp. 9.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
49
en gran parte, lo que el presidente Miguel Alemán llamaba la modernización
industrial. El movimiento de la huelga y de la caravana minera representó
una de las luchas históricas más relevantes en el país. México crecía
económicamente, pero al mismo tiempo los trabajadores eran sometidos.
El partido oficial consolidaba su agrupación para gobernar por varias
décadas. Se establecieron los pactos obrero-patronales y se subordinó a los
sindicatos.
Fuentes
Archivos
AGN/DIPS
Archivo General de la Nación.
Dirección de Investigaciones Políticas y Sociales
Hemerografía
La Prensa, ciudad de México, 1951.
Excélsior, ciudad de México, 1951.
El Popular, ciudad de México, 1951.
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50
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
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México, FCE, 1998.
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FCE, 1988.
Vernon, Raymond, El dilema del desarrollo económico en México, México, Diana,
1967.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
51
“EL DICTADOR IDEAL”. EL SEMANARIO OMEGA:
UN PERIÓDICO DE LA DERECHA RADICAL MEXICANA (1939-1942)*
Rubén García Vega**
Resumen
Acercamiento al discurso de una derecha radical mexicana en los años
1939-1942, a partir de la categoría: el “dictador ideal”, construida por
el autor de este artículo con base en el análisis del gobernante deseable,
expuesto por uno de los portavoces de la derecha radical: el trisemanario
Omega. De ese modo, en el texto se propone una tipología para identificar
el modelo de mandatario que los redactores del periódico querían para
México. Por ejemplo, algunas de las características principales que
Omega reconocía en los dictadores de aquel momento eran: fe religiosa,
profesión castrense, nacionalismo y carácter antidemocrático.
Palabras clave: derecha radical, prensa anticardenista, prensa política,
fascismo
Abstract
An approach to the discourse of a mexican extreme right during the
years 1939-1942, as of the category: the “ideal dictator”, built by
the autor of this paper based on the analysis of the desirable ruler,
exposed by one of the spokespersons of the extreme right: the three
times a week journal Omega. Thus, the text exhibits a typology for
identifying the model of ruler that the editors of the journal wanted
for Mexico. For example, some of the main characteristics that
Omega recognized in dictators of that moment were: religious faith,
military profession, nationalism and anti-democratic character.
Keywords: radical right, anti-cardenista press, political press, fascismo.
* Este artículo retoma los resultados de mi tesis de licenciatura en Historia, presentada en el
Instituto Mora en abril de 2013.
** Licenciado en historia por el Instituto Mora; [email protected]
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53
El siglo XX estuvo caracterizado por grandes y acelerados cambios
en todo el mundo. Fue el siglo que vio caer los poderosos imperios de
ultramar como el inglés, el francés y el alemán; un siglo que fue testigo
de dos masivas y destructivas guerras mundiales que en su momento,
redefinieron la estructura social, política, económica y cultural de la época.
Fue un siglo de ideologías radicales y de grandes movimientos de masas
que demandaban cambios sociales y políticos en las estructuras de poder en
casi todo el mundo. La sociedad también se transformó con la llegada de la
radio, la aviación, la televisión, las computadoras y otros grandes avances de
la ciencia que hoy dominan nuestra vida cotidiana.
La primera mitad del siglo XX fue un periodo tan convulso que
representó un momento particularmente propicio para la manifestación de
“individuos excepcionales”, de personajes cuya voluntad se impuso ante
“circunstancias excepcionales”.1 En efecto, en este periodo aparecieron
en la escena política internacional hombres como Benito Mussolini, Adolf
Hitler, Vladimir Ilich Uliánov (Lenin) y Josef Stalin; así como también
Francisco Franco, Winston Churchill, Franklin D. Roosevelt y Charles
De Gaulle. Porque un “estado de excepción” —una guerra, una crisis o
una revolución, tiempos en que los sistemas políticos, jurídicos y sociales
dejan de funcionar— saca a la luz a ciertos individuos que destacan, que
manifiestan habilidades especiales para hacer frente a las circunstancias
y que tienen la capacidad de imponer su voluntad a un conjunto social.
De acuerdo con el historiador francés Patrice Gueniffey, la aparición de
hombres excepcionales en determinados momentos tiene una explicación. 2
1 Gueniffey, “La voluntad en la historia”, p. 7.
2 Historiador contemporáneo, estudioso de la Revolución francesa. Investigador del Centro
de Estudios Sociológicos y Políticos Raymond Aron. Escuela de Altos Estudios en Ciencias
Sociales de París.
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En su artículo “La voluntad de la historia” afirma:
El surgimiento de “hombres excepcionales” se encuentra ligado al estado
de excepción, en el sentido amplio del término, y la figura del “hombre
excepcional” se confunde casi con la del dictador; es decir, un individuo al
cual las circunstancias excepcionales otorgan poderes extraordinarios, lo que
lleva a subordinar el derecho a la voluntad. En el reino del derecho no hay
hombres excepcionales; éstos intervienen cuando el derecho desaparece, ya sea
porque no responde a las exigencias de la situación (guerra) o porque ha sido
destruido (revolución). El estado de excepción realiza lo que no se presenta
nunca en tiempo normal, el poder puro y la dominación pura; el arquetipo de
poder, es decir el reino absoluto de su voluntad que tiene los medios de romper
cualquier resistencia; el arquetipo de la dominación, es decir que quien da una
orden “encuentra una obediencia pronta, automática, estereotipada”. Claro, tal
situación favorece el desarrollo de las cualidades individuales, buenas o malas.3
Según Gueniffey, las circunstancias excepcionales tienen el poder de revelar
diversas cualidades del hombre, incluidas las monstruosas. El autor habla
de “una poderosa voluntad hasta entonces escondida o embrionaria en
circunstancias normales”,4 en la que también influye la existencia de un estado
de excepción. Pero guía u opresor, un hombre excepcional es “un individuo al
cual las circunstancias excepcionales otorgan poderes extraordinarios, lo que
lleva a subordinar el derecho a la voluntad”. 5
¿Cómo han sido vistos estos “hombres excepcionales” en su momento?,
¿cómo fueron vistos, por ejemplo, desde México? Y de manera más
específica, ¿cómo fueron vistos los “dictadores” de la primera mitad del
siglo XX por la derecha radical mexicana? Porque a principios del siglo,
México también había pasado por una profunda crisis y había vivido
diez años de guerra civil; porque para la década de 1940, que es la que
aquí tocamos, había sectores sociales en México muy descontentos con
los gobiernos posrevolucionarios. Estos descontentos miraban cómo en
3 Ibid., pp. 7-8.
4 Gueniffey, “La voluntad en la historia tad”, p. 7.
5 Ibid., pp. 7-8.
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Europa destacaban hombres “de orden” a los que podían considerar dignos
de imitación.
Para hacernos una idea de lo que pensaban y querían estos descontentos,
nos propusimos revisar el discurso del periódico Omega, inscrito en un
significativo movimiento de la derecha mexicana de esos años: la derecha
radical secular mexicana.6 Para acercarnos a este discurso creamos una
categoría de análisis: el “dictador ideal”. A partir de esta categoría hemos
analizado cuáles eran las características de ese “dictador ideal”, es decir,
del gobernante deseable para uno de los portavoces de esa derecha
radical: el trisemanario Omega. Desde luego que éste nunca habló de un
“dictador ideal”, nosotros hemos elaborado esta expresión como un medio
para analizar su discurso. A partir de aquello que Omega señalaba como
positivo o negativo de diferentes dictadores, propusimos una tipología
que nos ha facilitado entender cuál era el modelo de gobernante que se quería para México. Armamos nuestra tipología a partir de algunas de las
principales características que Omega reconocía en diferentes líderes y
gobernantes, de manera muy especial, en los dictadores del momento: su fe
religiosa, su profesión castrense, su nacionalismo y xenofobia, su carácter
antidemocrático y su compromiso con una economía planeada.
De esta manera, a partir de Omega y de su “dictador ideal” este artículo
busca acercarse al proyecto que un sector de la derecha radical mexicana
tenía para México. El trisemanario dio un lugar especial a esos personajes
que encabezaron cambios políticos, económicos y geográficos importantes
en el mundo occidental, en esas tormentosas circunstancias de la primera
mitad del siglo XX, se hizo una valoración particular de cada uno de
ellos, que es lo que analizaremos. Entender cómo Omega calificaba a los
dictadores cuyas acciones desembocaron en la segunda guerra mundial nos
permitirá entender algo del pensamiento del sector de la derecha mexicana
representado por este periódico, de su resistencia a las políticas de los
gobiernos posrevolucionarios en México e incluso, de su proyecto de nación.
6 La derecha radical secular era el conjunto de movimientos nacionalistas populares, de corte
autoritario, separados de la corriente derechista que pertenecía a la Iglesia y que surgió como
una reacción en contra de la Revolución mexicana y de los cambios sociales que prometía.
Campbell, La derecha radical, p. 7.
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Entre los individuos “excepcionales” que interesaban a Omega, y a partir
de los cuales construimos a su “dictador ideal”, están Adolf Hitler y Benito
Mussolini. Ambos personajes aprovecharon la situación de crisis por la
que atravesaban los grandes imperios europeos para “brillar”; mostraron
su “talento” y capacidades políticas frente a pueblos que se encontraban
desesperados y quebrados por la que hasta entonces había sido la guerra
más mortífera que se había vivido y que había sumido al mundo en un caos
político, económico y social. Otro de estos personajes admirados por Omega
era Francisco Franco, quien en los años previos a la segunda guerra mundial
y frente a una situación política de cambios e inestabilidad en España, con
los republicanos en el gobierno, tomó el poder por la vía militar. Franco se
hizo de un nombre, terminó con el régimen republicano y gobernó España
de una manera autoritaria durante poco más de tres décadas.
De igual manera, Omega reconocía como especial al Mariscal Philippe
Pétain, el héroe francés de la batalla de Verdún quien años más tarde, se
alió con la Alemania nazi y permitió la instauración de un gobierno títere
en mayo de 1940. También daba un lugar, si bien secundario, a Fulgencio
Batista, para el caso latinoamericano. Con una valoración negativa, figuraba
igualmente en las páginas de Omega otro gran líder-dictador de la época:
Josef Stalin, quien había sabido aprovechar la invasión de Alemania a la Unión
Soviética, en junio de 1941, para consolidar su liderazgo y guiar a la URSS en la
“Gran Guerra Patriótica” contra Hitler.
El presente artículo se centra en el análisis de la forma en que Omega veía
y valorizaba a estos líderes que gobernaron de manera autoritaria e incluso,
totalitaria.7 En su momento, las acciones de estos líderes fueron vistas
como infames y atroces por unos ojos, pero por otros fueron admiradas y
elogiadas. Este último fue el caso de Omega, el trisemanario conservador, en
la década de 1940.
7 Algunos de ellos representaron regímenes fascistas, si bien, como Franco Savarino explica,
no todo totalitarismo es fascista. El fascismo, de acuerdo con este autor, fue una respuesta
político-cultural novedosa a los múltiples cambios y desafíos que ocurrieron entre 1900 y
1930. Más concretamente fue una respuesta categórica a la crisis de la civilización occidental,
al avance de las ciencias antropológicas y sociológicas, a los problemas de individualismo y
atomismo social, a la lucha de clases, a la pérdida de influencia y centralidad de Europa, a la
rebelión generacional, al avance de la guerra mundial, una respuesta crítica al bolchevismo
ruso y la búsqueda de una “tercera vía”. Savarino, “Fascismo en América Latina”, p. 46.
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México en los veinte y los treinta
En la década de los veinte, México iniciaba una etapa de recuperación
económica tras una dura guerra civil. Durante la primera mitad del siglo
XX el país fue testigo del último gran conflicto armado entre la Iglesia y el
Estado, un acontecimiento que definiría la postura de las diversas facciones
políticas en la década de los treinta y cuarenta. El conservadurismo y el
ferviente clericalismo en México inspiraron a grupos que manifestaron su
admiración por los emergentes sistemas totalitarios en Europa como el
fascismo italiano, el nacionalsocialismo alemán y el falangismo español, así
como por sus carismáticos líderes. Estos grupos también exteriorizaron su
rechazo al gobierno del general Lázaro Cárdenas, quien de 1934 a 1940,
encabezó una administración de izquierda, promotora del reparto agrario,
de las reivindicaciones obreras, de la expropiación petrolera y de una
educación “socialista”.
El México posrevolucionario, en particular el de finales de los veinte y de
la década de 1930, representó un periodo de construcción y consolidación
de instituciones. Algunos de los años más difíciles por el enfrentamiento
entre los gobiernos posrevolucionarios y grupos conservadores fueron
los de la rebelión cristera, en los que las fuerzas federales se enfrentaron
a insurrectos y clérigos que rechazaban los intentos del nuevo Estado y
de las políticas de Calles, que buscaban controlar la vida religiosa de los
mexicanos y quitarle poder a la Iglesia. También fueron difíciles los años
que siguieron a la expropiación petrolera, por el rechazo que esta medida
provocó a nivel internacional y por la manera en que esa actitud golpeaba
a la economía interna, situación agravada por coincidir con una crisis en el
precio internacional de la plata, que era una de las principales producciones
mexicanas.
Con Lázaro Cárdenas al frente del gobierno, de 1934 a 1940, Omega
alcanzó un protagonismo muy especial por su pronunciada oposición a las
políticas cardenistas. El periódico se lanzó con fuerza en contra de la política
progresista y de compromiso social del nuevo presidente, que tocaron
intereses importantes y movilizaron a élites e incluso, a clases medias en su
contra. Por eso alcanzó un protagonismo especial. Una de las banderas de
Omega fue su rechazo a la reforma educativa: protestaba por la modificación
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al artículo 3 constitucional que introducía la educación “socialista”.
Las reacciones en contra de esta reforma tuvieron lugar en todo el país.
Omega combatió la iniciativa presidencial desde sus páginas publicadas en
la capital.8 Las ideas socialistas, en general, fueron rechazadas por Omega,
que las consideraban como ajenas a la cultura nacional, y culpaba de su
arribo a México al propio general Cárdenas. La expropiación petrolera de 1938
también lo enfrentó con el régimen cardenista.
Omega fue un trisemanario de contenido abiertamente político. Contaba
con unos cuantos artículos informativos, pero estaba compuesto, más bien,
por un conjunto de editoriales, artículos de crítica y propaganda política.
La divisa de este periódico era “Nada que no sea justo. Ni nada que no sea
cierto”. Con este lema los editores del periódico se presentaban a su público
como fieles a un punto de vista objetivo, pero también como sostén de ideas
“justas”, es decir, que además de informar, se manifestaban comprometidos
políticamente: emitirían juicios. En realidad, se trataba de un periódico de
combate, más que de análisis político. Utilizaba un lenguaje provocador;
apelaba más a la emotividad que a la racionalidad; carecía de un discurso
sistemático; respondía a las coyunturas y sus afirmaciones no eran siempre
coherentes. Su compromiso era, con una propuesta muy conservadora,
que ellos creían apropiada para el país. En sus páginas se enfatizaba que:
Omega “es un genuino órgano de la opinión pública. Sus artículos reflejan el
sentimiento de quienes anhelan una patria mejor gobernada por hombres
mejores”.9 Este pequeño periódico político circuló en la ciudad de México
entre los años 1918 y 1948.
Omega alcanzó su mayor presencia en la segunda mitad de los treinta y
en los primeros años de la década de los cuarenta, cuando el gobierno de
Cárdenas impulsó el reparto agrario, apoyó demandas obreras, expropió las
compañías petroleras e impulsó una educación que llamó “socialista”. Omega
perdió postura cuando México se alineó en el bando aliado que luchaba en
contra del fascismo. El periodo histórico abordado por este artículo va
de 1939, año de inicio de la segunda guerra mundial, hasta 1942, cuando
México declaró la guerra a los países del “Eje”. Y se limita a dilucidar la
8 Pérez Rosales, “Notas sobre anticardenismo”, 1994, p. 188. Véase, por ejemplo: Omega, 13
de marzo y 10 de abril de 1937.
9 Santos del Valle, “Lombardo Toledano es judío”, Omega, 28 de enero de 1939.
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idea que tenían los redactores de Omega acerca de cómo debía ser un buen
gobernante. En el marco temporal definido, identificamos aquí algunas de
las principales características de lo que podría ser el “dictador ideal” para
Omega, basándonos en las opiniones, cualidades, atributos y defectos que el
trisemanario encontraba en cinco grandes dictadores europeos de la época:
Adolf Hitler, Benito Mussolini, Josef Stalin, Philippe Pétain y Francisco
Franco, y en un latinoamericano: Fulgencio Batista.
El dictador militar
La capacidad militar era una característica fundamental del gobernante
ideal de la derecha radical secular. Omega tendía a reconocer y a aplaudir la
educación castrense y la destreza en acciones de armas de algunos líderes
o jefes de Estado. Consideraba que un militar poseía la disciplina y la
experiencia para ganar batallas, pero también para el ejercicio del poder. De
esta manera elogiaba a los dirigentes de mano dura, militares de carrera y
que eran, o que podrían llegar a serlo pronto, cabezas de gobiernos fuertes
como los que sus redactores admiraban.
Un primer ejemplo de cómo, para este periódico, el carácter de militar
podía aportar mucho al buen gobernante es el caso del general Fulgencio
Batista. Su alianza con los estudiantes en 1933, pudo hacer pensar que su
gobierno sería abierto y revolucionario, pero un anónimo columnista de
Omega atribuía una tendencia conservadora a la profesión militar y, por
tanto, también a Batista.
Para Omega, el general cubano era una promesa para la política de su
país: “un hombre de carácter, que dentro de su medio, ha sabido y podido
elevarse al importante papel que desempeña”. Y si bien aceptaba que era
un “radical”, sostenía que lo era “pero de las derechas; como soldado que
es. No es, no puede ser izquierdista. A ello se opone su propia profesión”.10
En opinión del columnista, la disciplina que imponía la carrera militar
estaba indisociablemente ligada a una manera de entender la política:
conservadora, autoritaria. De acuerdo con Omega, la posibilidad de que un
militar de carrera fuera demócrata y revolucionario no existía. Por eso, en
10 Idem.
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principio, este periódico aplaudía y apoyaba a un militar profesional para
gobernar Cuba.
Pero un mejor ejemplo de las cualidades militares era, según Omega, el
del general Francisco Franco, líder del movimiento nacionalista español y
opositor al gobierno de la república. En 1939, la guerra civil española estaba
concluyendo y el triunfo del general sublevado parecía inminente. Omega
conocía los antecedentes militares de Francisco Franco. Sus redactores
sabían que había destacado como militar en las campañas del norte de África
y pensaban que era un buen líder en la lucha contra lo que consideraban
la anarquía de los republicanos. El “Generalísimo” Francisco Franco sería
un buen gobernante para su país, sostenía Omega, y en sus columnas era
exaltado como un verdadero “salvador” de España.
El “señor general Don Francisco Franco” era en toda la extensión y
significado de la palabra, un verdadero genio militar para los columnistas
de Omega. Más aún, su liderazgo era “salvador” para España y para muchos
más: Franco era presentado en otra nota de Omega de ese mismo mes como
Valedor de todo el mundo hispano.11 Así, el militar salvador de España lo era de
“nuestra España Grande”, es decir, de México y de toda América Latina.12
Para Omega, el mérito del general era mayúsculo y por eso el Franco militar
tenía un lugar muy especial como gran dictador.
Este hispanismo aplaudido por Omega y, en su opinión, representado
por Franco, fue una doctrina político cultural que planteaba la existencia
de una “gran familia”, “comunidad” o “raza” trasatlántica que distinguía a
todos los pueblos que, en un momento de su historia, habían pertenecido
a la corona española.13 Esta doctrina no buscaba justificar acciones por
parte de España para recuperar sus antiguas posesiones, pero sí aspiraba
al ejercicio de algo cercano a una tutela espiritual por parte de la península
sobre la América hispánica.14
Un tercer ejemplo de militar y jefe de Estado admirable para Omega era
el mariscal Philippe Pétain. Este era el octogenario presidente de Francia,
11 Santos del Valle, “Reconocimiento inmediato del gobierno español o ruptura de relaciones
con Albión y Francia”, Omega, 23 de febrero de 1939.
12 Idem.
13 Pérez Montfort, Hispanismo y Falange, p. 15.
14 Idem.
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a quien Omega reconocía como a un gran patriota: primero, como el hábil
militar que había ganado batallas decisivas para el triunfo de los aliados
durante la primera guerra mundial, y luego, tras la invasión de Francia por la
Alemania nazi, en junio de 1940, como la cabeza del régimen colaboracionista
de Vichy. Sobre este personaje, Omega afirmaba que: “Cuando Pétain venció
en Verdún, fue un gran patriota; y ahora, en 1940, a los ochenta y cuatro
años de su edad, al convertirse en un gran dictador, TAMBIÉN ES UN GRAN
PATRIOTA”.15
Omega le atribuía un gran patriotismo al anciano mariscal, ya que el
régimen de Vichy sostenía ideas reformistas nacionalistas con las que Omega
se identificaba. Se reconocía también en su ideal de la familia, a la que veía
como base de la sociedad, así como en su propuesta de sustitución de los
viejos valores republicanos, a los que numerosos sectores de la élite política
francesa parecían oponerse en el momento, en favor de un nuevo régimen
autoritario, jerárquico y racialmente homogéneo.
Pétain, el héroe de Francia durante la primera guerra, representó durante
la segunda el ideal de los sectores más conservadores de la derecha francesa,
alguien para liderar un nuevo régimen el cual debía surgir de las cenizas de
la derrota de mayo de 1940. El gobierno encabezado por Pétain impuso
en Francia fuertes medidas de control económico y social –entre estas
últimas, creó corporaciones sindicales y de juventudes francesas–, suprimió
libertades y persiguió a los judíos. Buscaba mantener un “orden” en medio
de la guerra, por eso Omega hablaba de él como “gran dictador”.
Para ilustrar la importancia que tenían las cualidades militares del
dictador para Omega es posible presentar todavía un cuarto ejemplo: Adolf
Hitler. Aunque este no era soldado de carrera, estratega militar, ni nada
relacionado con el ejercicio castrense, era un gran admirador del ejército.
Omega sostenía que su liderazgo e ideología le habían permitido crear un
fuerte y motivado ejército alemán:
El Führer había preparado y entrenado a la juventud alemana, desde hacía
veinte años, para lograr un ejército netamente alemán, que lo llevara, no sólo a
15 Luis Orozco, “Los defensores de la democracia”, Omega, 27 de julio de 1940.
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hacer la guerra a todas partes, sino al triunfo definitivo, aplastante. El culto de
este ejército es la patria, su objetivo y divisa, la represalia victoria.16
Así, para los columnistas de Omega, el verdadero aporte de Hitler al ejército
había sido el haberlo dotado de una doctrina nacionalista capaz de impulsar
al soldado alemán a combatir fanáticamente por la patria germana.17 Por
otro lado, continuaban los redactores del periódico, Hitler conocía los
acontecimientos históricos que habían llevado a la derrota de Napoleón
por los rusos en 1812, conocía las estrategias y los errores de Napoleón y
asumía que no cometería los mismos errores que el emperador francés.18
Esta afirmación de Omega tenía lugar en momentos en que las fuerzas armadas
alemanas avanzaban implacables sobre el territorio ruso. Los partidarios de
Alemania estaban confiados en un triunfo que un mes después, en las afueras
de Moscú, se vendría abajo.
Cuatros ejemplos de dictadores con cualidades militares permiten
mostrar la importancia que tenía para Omega la fuerza militar, la disciplina,
el heroísmo en batalla. El dictador militar digno de toda la admiración
de sus redactores, se encontraba personificado por el general Fulgencio
Batista y por el mariscal Philippe Pétain, aunque su mejor exponente era el
general Francisco Franco, en él confluían algunas otras de las “virtudes” de
dictador, entre ellas la de abanderar un hispanismo en América. En Hitler, a
pesar de no ser un militar, Omega reconocía a un inspirador de los ejércitos
alemanes y a un estratega hecho en los libros y en el estudio de las campañas
de los grandes generales.
16 Tomás Espinoza Corro, “La suicida indecisión de los ingleses. Opinión de un aliadófilo”,
Omega, 6 de noviembre de 1941.
17 De acuerdo con Canetti, el ejército es un elemento identitario fundamental del pueblo
alemán. De alguna manera, el propio Hitler, sin ser militar, parece haber compartido o
alimentado esa idea. Canetti dice que el “símbolo de masa” de los alemanes era el ejército.
Canetti, Masa y poder, p. 169.
18 A pesar de que Hitler no fue militar de carrera, su vida estuvo muy influida por tratados
militares de la guerra franco-prusiana de 1870, tal y como él afirma en Mi lucha: “Desde
entonces me entusiasmó cada vez más todo aquello que tenía alguna relación con la guerra o
con la vida militar”. Hitler, Mi lucha, p. 5.
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El dictador xenófobo y racista
Otro rasgo característico de las ideas expresadas por Omega era su rechazo al extranjero, es decir su xenofobia además de su racismo. Omega admiraba al dictador
racista y criticaba la presencia de extranjeros radicados en México, de españoles
republicanos por ejemplo, pero muy especialmente la de los judíos. A estos
últimos los acusaba de usurpar la nación y de despojarla de sus bienes, así
como de animar un complot judeo-comunista que planeaba la destrucción
de las instituciones y la vida “civilizada” del Estado mexicano.
Omega creía, al igual que lo creía Hitler,19 que la primera guerra mundial
había sido un complot judío para desestabilizar al mundo occidental
y privarlo de los valiosos cristianos en los que le daban fundamento:
“La guerra universal de 1914-18, digan lo que quieran los que tratan de
justificar la intromisión americana, fue la cristalización primera de múltiples
esfuerzos judíos, para hundir al mundo de occidente, para desbaratar las
cristiandades”.20
Atrás de esta postura xenófoba de Omega estaba también la admiración
que sentía por los dictadores europeos antisemitas. Por Hitler y Mussolini
seguramente, pero también por el líder del régimen de Vichy, el viejo
mariscal Pétain, quien había suprimido los derechos ciudadanos a los judíos
franceses. En efecto, Pétain y sus ministros habían aprovechado la coyuntura
excepcional de la derrota para llevar a cabo un ambicioso programa de
“renovación” interna que incluía un nuevo orden políticamente autoritario,
socialmente jerárquico y étnicamente homogéneo: ese proyecto fue la
Revolución nacional.21 En particular por esta idea de sociedad étnicamente
homogénea y limpia de elementos judíos, Omega le atribuía a Pétain el
estatus de héroe nacional y le parecía reconocer en el fascismo francés, “la
forma actual de organización política occidental”.22
La postura de Omega frente al judaísmo en México, en particular, se
puede apreciar claramente en un artículo de febrero de 1939, tras dar la
19 Hitler, Mi lucha, p. 62.
20 Santos del Valle, “Lombardo Toledano es judío”, Omega, 28 de enero de 1939.
21 Reggiani, Los años sombríos. Francia en la era del fascismo (1934-1944), p. 48.
22 Vinicio R. de la Vega, “El fascismo en Francia”, Omega, 20 de julio de 1940.
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noticia de una serie de ataques realizados por algunos judíos a ciudadanos
mexicanos:
De los dos hechos que aludimos, el primero, el verdaderamente escandaloso,
se debió a que uno de tantos judíos que se han introducido al país, huyendo
de la odiosidad que merecidamente les profesan los pueblos más consientes
cultos, se permitió en la vía pública golpear a un mexicano que fue también
ofendido con palabras denigrantes para nuestra nacionalidad, como lo dijeron
los diarios.23
En el párrafo citado, Omega se refería al pueblo alemán principalmente,
aunque en general a todos los antisemitas europeos que odiaban
“merecidamente” a los judíos, como “pueblos más conscientes y cultos”.
De alguna manera, sugería el periódico, los mexicanos deberían seguir el
ejemplo de estos pueblos "cultos" y no dejarse ofender por los judíos que
usurpaban la patria. El texto de Omega continuaba de la siguiente manera:
La agresividad del judío que debe ser expulsado del país; sus frases denigrantes
para nosotros los mexicanos, provocaron la justa indignación de los transeúntes
que propalaron lo que acababan de ver y de escuchar, y en un momento, como
era natural que sucediera se aglomeró la gente, vapulearon al judío que huyó
internándose en un establecimiento mercantil de su propiedad.24
Para Omega, el judío era agresivo y el mexicano hacía bien en defenderse.
Se justificaban de esta manera las acciones xenófobas de los mexicanos
“ofendidos” y de los testigos que “vapulearon” al judío.
El redactor anónimo de esta columna concluía de la siguiente manera,
con lo que dejaba ver otro motivo de prejuicio en contra de los judíos:
Otro episodio semejante se registró en el mercado de San Juan, desgraciada,
fatalmente, hay que temer que en una mayor escala, estos casos se repitan como
23 “La libertad del pensamiento y del sufragio recibe el primer zarpazo de la imposición”,
Omega, 4 de febrero de 1939.
24 Idem.
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deplorables consecuencias, como pasa periódicamente en Rumania, Polonia y
otros países de Europa, donde los judíos, como aquí y en todas partes, son un
elemento de competencia desleal y de intensas perturbaciones.25
En estas líneas Omega atacaba a los judíos por la forma de hacer negocios:
afirmaba que si prosperaban a donde quiera que fueran, era por su
práctica sucia y desleal ante a los comercios nacionales. Se les atacaba por
conspiradores, por promover el comunismo, por agresivos y por negociantes
abusivos. Las acusaciones eran múltiples, incluso se les atacaba porque “son
la raza más tradicionalista del universo y llamándose también progresistas,
son el arquetipo de fanatismo elevado a la enésima potencia”. 26
Los columnistas de Omega reprobaban la entrada de los judíos al país
desde los años veinte cuando el presidente Calles les había abierto las
puertas, todavía perseguidos en Europa debido a la Revolución rusa y sin
posibilidades de migrar a Estados Unidos por la fuerte crisis que se vivía
en esos años. La manera que juzgaban estos hechos es digna de observarse en
este párrafo:
Cuando empezaron a meterse los judíos, debido a que Calles inconscientemente
o criminalmente les abrió las puertas, dijimos, desde hace más de diez años, o
quince, que no tardaríamos en ver en México las escenas que provocaron en
otros países los judíos, no toman las providencias precautorias que la experiencia
indica.27
El columnista anónimo que escribió esto consideraba la posibilidad de que
la decisión del gobierno de Calles y las leyes migratorias expedidas por él,
más que un error, hubieran sido auténticas acciones “criminales”, es decir
malintencionadas, que atentaban contra los derechos de los mexicanos.
No explicaba el artículo cuáles derechos, pero Calles había sido identificado
por los grupos conservadores entre 1920 y 1922 como “rojo”, por el apoyo
que brindaba a los obreros al agruparlos en la CROM, por lo que tras esta
25 Idem.
26 Santos del Valle, “Lombardo Toledano es judío”, Omega, 28 de enero de 1939.
27 Idem.
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acusación podría haber la idea de que Calles abría las puertas no solo a los
judíos, sino también a su comunismo “desestabilizador”.
Pero la xenofobia de Omega no se limitó a su rechazo a los judíos,
también puso de manifiesto su repudio a la llegada de refugiados españoles
que huían, precisamente de la represión de los franquistas. Omega atacó al
gobierno de Lázaro Cárdenas por muchas razones –por su programa de
educación laica y por su compromiso con el reparto agrario, por ejemplo–,
pero una más de ellas fue su apoyo al gobierno de la república española. El
asilo a exiliados republicanos ofrecido por Cárdenas fue una acción que la
derecha mexicana criticó fuertemente. Omega, como otros sectores de derecha –xenofóbos y nacionalistas exaltados– repudiaban el recibimiento de
españoles republicanos.
El rechazo de Omega contra los refugiados españoles no era, ciertamente,
contra todo español. Era un rechazo contra los “rojos”, los respaldados por
los “bolcheviques” de Stalin, quien según el periódico, querían hacer llegar
sus doctrinas a México:
Es evidente que los nuevos huéspedes hispanos que de Europa siguen arribando
a nuestras playas, costean su viaje con los auxilios que les brindan Negrín y
Compañía, posiblemente hasta con fondos rusos, pues la satrapía roja del nuevo
Iván el Terrible, como ahora se denomina al bárbaro y sanguinario Stalin, tiene
los ojos especialmente puestos en nuestra patria, como el foco de las ideas
bolcheviques que se quiere hacer penetrar a la nación vecina del Norte y para
que inficione al resto del continente hispanoamericano.28
Para Omega, solo podían ser bien recibidos los españoles que siguieran al
general Francisco Franco y que fueran católicos.
Aunque Omega era xenófobo y racista, no pensaba que en México fuera
posible, tal vez ni siquiera deseable, alcanzar una homogeneidad racial.
Sabía que en México sería difícil seguir los pasos de un fascismo como el
de Alemania, ya que la composición racial del país era muy diferente: Omega
reconocía el lugar central del mestizaje en la cultura nacional mexicana:
28 “Los Rojos españoles, escoria del desastre”, Omega, 27 de enero de 1940.
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Las probabilidades de que México se convierta en fascista son casi nulas, sólo
el imaginarse que bandadas de mexicanos marchen con el brazo extendido
exclamando “Heil” resulta ridículo… […] Además, un factor indispensable
para convertir a una nación en nazi debe ser una bien desarrollada conciencia
de raza, que México no posee, ya que su población en gran parte consiste de una
buena mezcla de sangre india y blanca.29
Omega no rechazaba la realidad mestiza mexicana, hasta podría pensarse
que estaba orgullosa de ella, como dice el párrafo citado, era una “buena
mezcla de sangre india y blanca”. Era más bien realista: la composición étnica
de México era mestiza, no tenía caso pensar en compararla con la “pureza” de
la raza blanca alemana. Por eso, ante la cuestión específica de la supuesta
superioridad de la raza germana propia del nazismo, Omega tomaba su
distancia: admiraba al pueblo alemán, alegando que era un “pueblo culto”,
pero opinaba que el alarde de superioridad racial era exagerado.
Esta “exageración” identificada por los columnistas del periódico podría
deberse a los traductores de la obra de Hitler, a los que Omega acusaba de
tergiversar el contenido, pero lo que interesa aquí es que para Omega la
exaltación nazi de la raza germana era “exagerada”, desmedida.
El antisemitismo y la xenofobia fueron características que Omega admiró
en los dictadores europeos. Consideraba que los líderes políticos que
combatían a los judíos, enfrentaban con ello amenazas de desestabilización
y de comunismo; también que el mismo trato que se daba en Europa a
judíos y “rojos” debía dárseles en México, por eso protestó en contra de
la inmigración de españoles republicanos. Sin embargo, no compartió la
idea de la limpieza de sangre, al menos no para el caso mexicano, y por lo
tanto, tampoco la de la superioridad de una raza como la alemana. La raza
mestiza mexicana tenía su razón de existir y sus propias posibilidades para
transformar al país, a condición claro estaba, de no permitir la llegada de
españoles republicanos y de recibir más bien, a elementos españoles profranquistas, por la misma idea de que España era considerada la madre
patria.
29 Roberto Piña, “Del otro lado de la frontera”, Omega, 28 de marzo de 1940.
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El dictador católico
Uno de los aspectos centrales de un gran líder, de un buen gobernante
para Omega era el respeto a la religión católica. El catolicismo era uno de
los ejes fundamentales del proyecto de nación de sus redactores, ya que lo
consideraban una de las bases de la cultura mexicana y de toda Hispanoamérica.
Gran parte de su admiración por Francisco Franco tenía que ver con que el
general era un gran defensor de la fe católica. De la misma manera, en el
otro extremo, parte importante de su rechazo hacia el presidente Lázaro
Cárdenas era una respuesta a su propuesta educativa laica.
Para Omega, Francisco Franco es un gobernante ejemplar: “digan lo
que quieran los enemigos y los decrépitos, es el conductor providencial
de España, adornado con las galas del espíritu cristiano y con el corazón
español, valeroso y esforzado”.30
Este “espíritu cristiano” era de gran significado para el movimiento
nacionalista español, para los falangistas, pero también para sectores
fuertemente católicos como el movimiento carlista, que desde el siglo XIX
defendía ideales monarquistas, conservadores y religiosos. Pero ese “espíritu
cristiano” era también el responsable de que Franco fuera un dictador tan
especial y digno de admiración para Omega, porque imponía un sello a su
conducta.
En efecto, Omega reconocía que Franco había impuesto su poder por
medio de las armas y que como gobernante, había suprimido libertades.
Pero en una nota de octubre de 1941, uno de sus redactores afirmaba
que Franco no puede ser considerado totalitario, porque “un gobernante
católico siempre respetará a la Iglesia y a la familia, reconociendo el principio
de autonomía de la persona humana”.31 De esta manera, Omega afirmaba
su admiración por la mano dura del gobernante y, si bien dejaba ver su
menosprecio por las libertades individuales, aplaudía el respeto por dos
instituciones: la familia y la Iglesia católica, para Omega, ejes de la sociedad
y base de la civilización occidental. En su opinión Franco respetaba a
las personas que abrazan estas instituciones y lo celebraban. Por el otro
30 Santos del Valle, “España y su caudillo (II parte)”, Omega, 25 de mayo de 1939.
31 Luis G. Orozco D., “España y la guerra europea”, Omega, 18 de octubre de 1941.
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lado, Omega afirmaba que el ateísmo profesado por el comunismo era una
amenaza a la religión católica del pueblo mexicano.
Para Omega, la defensa de la religión católica colocaba a Franco como un
dictador, en alguna medida, superior a Hitler. Porque el nacionalsocialismo
alemán era más bien irreligioso, carece de este “espíritu cristiano” del
franquismo: “Es muy cierto que ‘el hitlerismo profesa la idolatría de
Alemania’, y ‘el comunismo adora […] el proletariado’ […] Nuestros
estimados ‘antagonistas’ también consideran que ambos beligerantes son
idólatras y paganos”.32
De esta manera, tanto “rojos” como nazis renegaban de la fe católica y
en ese punto eran comparables.
Omega era un entusiasta de las dotes y programas de Hitler, así como
de la unidad del pueblo alemán, sin embargo le objetaba su rechazo a la
Iglesia católica y a la fe cristiana en general. Pero Omega también sabía que
Hitler no podía negar ni eliminar la religión de tajo, ya que una gran parte
de la población alemana era católica.33 Por eso, Omega decía que Hitler
reconocía a la familia como piedra angular de la sociedad y que permitía la
existencia de las escuelas confesionales, aunque atacara a la religión y a los
maestros libres: “Es cierto que en Alemania se ha implantado un sistema
educativo nazi, contrario a la libertad de cátedra; mas se toleran los planteles
particulares, donde enseñan los dogmas católicos o protestantes”.34
Omega podía reconocer y apreciar un progreso a partir de la educación
laica del siglo XIX, introducida por los reformadores liberales de la época,
pero no la consideraba acabada, ni siquiera suficiente. Afirmaba que para
que un país tuviera completa calidad moral, siempre le hará falta instrucción
religiosa:
La escuela laica formó en nuestro México, cierta clase de personas, cultas e
instruidas y muy estimables bajo diferentes conceptos, pero que en las cuestiones
religiosas que son tan importantes en la vida del hombre y para la formación
moral de los pueblos muestran gran ignorancia. Esto viene a demostrar que
32 Luis G. Orozco D., “¡Ya no hay paganos…!”, Omega, 17 de noviembre de 1941.
33 Albissy, Waffen SS, p. 18.
34 Luis G. Orozco D., “España y la guerra europea”, Omega, 18 de octubre de 1941.
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tal escuela, fue incompleta, ineficaz y nociva, menos dañoso es para la Patria
combatir abiertamente la religión, como se hace en la escuela atea de ahora, que
desconocerla hipócritamente, como lo haría el liberalismo; pues en el primer
caso puede provocarse una reacción salvadora, como lo hemos presenciado ya
en México.35
Omega reconocía que la formación laica podía cultivar a la gente, pero no
le otorgaba una calidad moral. De esta manera, ignorar la religión tenía un
efecto nefasto sobre el pueblo: lo tornaba moralmente ignorante. Omega
prefería dar la lucha de frente contra quienes negaban la existencia de Dios
y rechazaban la religión —los ateos, y hay aquí una referencia velada a Calles
y a Cárdenas seguramente—, que vivir en un ambiente en que se respetaba
toda creencia a condición de que no se enseñara en la escuela, lo que sería,
en su opinión, el laicismo del siglo XIX.
Lo bueno, en cambio, de la instauración llamada educación socialista
impulsada por el presidente Cárdenas era, en opinión de Omega, la reacción
no solo de los religiosos, sino también de los padres de familia, que se
opusieron a ella sacando a sus hijos de las escuelas por considerarlas “casas
del diablo” y que de esa manera, impidieron que el gobierno volviera
“ignorante” al pueblo de México.
En síntesis, una de las cualidades que Omega apreciaba más en un
gobernante era su ferviente religiosidad, su carácter como devoto católico.
Esta cualidad la admiró una y otra vez en Francisco Franco, a quien llegó
a llamar “defensor de la fe” por el apoyo que dio a y recibió de la Iglesia
católica. Omega creía que la religión católica era un elemento central,
cohesionador de la sociedad mexicana, de gran valía por su carga identitaria
a lo largo de toda la historia de México.
El dictador autoritario
Para Omega el gran político, el gran dirigente, debía ser antidemocrático.
Porque la democracias occidentales en su opinión, habían demostrado sus
limitaciones. Omega, al apoyar a los sistemas totalitarios europeos, asumía
35 Francisco González Franco, “El ateísmo del Señor Elorduy”, Omega, 4 de marzo de 1939.
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que la democracia como sistema era un fracaso, tanto político como
económico, y pensaba que la manera de organización viable para el Estado,
la que estaba probando su utilidad, era el fascismo. Así lo afirmó el 27
de julio de 1940: “el fascismo tiende a convertirse en la forma actual de
organización de la política occidental”.36
La antidemocracia era efectiva para sacar un país adelante, sostenía
Omega, y la prueba la encontraba en el régimen encabezado por Hitler, quien
estaba logrando poner fin a la crisis económica. Aplaudía el éxito económico
de Hitler a partir de la supresión de la vida sindical y por ende, del derecho
de los trabajadores a la participación política y a la libre defensa de sus
derechos. Es por esto que comparaba la eficiencia del totalitarismo, del
autoritarismo de Hitler frente a la ineficiencia de las democracias “clásicas”
de Estados Unidos y la Gran Bretaña.
El periódico mexicano también sostenía que la caída de Francia en
manos de los nazis en 1940 había sido, en parte, debido a su decrépito
sistema democrático. Por eso aplaudía el resurgimiento de Francia como
un Estado totalitario, a cuya cabeza estaba el mariscal Pétain, dictador que
sacaría a su país de la ruina y lo haría renacer como una nación fuerte. Una
de las manifestaciones en contra de las democracias anglosajonas se puede
ver en este fragmento de un artículo aparecido en Omega:
Preferible es, o menos mala, la dictadura que un Hitler o un Mussolini han
establecido en sus naciones, dándoles un vigor y una potencia que asombra, que
no el “totalitarismo” encubierto con la máscara de una democracia corrompida
e hipócrita, de origen judeo masónico, que Inglaterra y los Estados Unidos
llevan puesta para engañar a las naciones de libertad a la vez que las esclavizan y
explotan, hundiéndolas en la degeneración y en la miseria, como han hecho los
Estados Unidos con México.37
En este caso, Omega acusaba al sistema norteamericano de esclavizar y
explotar a México a pesar de decirse nación democrática. Por eso llamaba
36 Vinicio R. de la Vega, “El fascismo en Francia”, Omega, 20 de julio de 1940.
37 Francisco González Franco, “Nuestra revolución totalitaria”, Omega, 25 de abril de 1942.
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a su democracia “hipócrita y corrompida y de origen judeo masónico”. El
México posrevolucionario, en general, era antinorteamericano; también lo
era esta facción de la derecha mexicana. Ante todo esto, los redactores de
Omega preferirían tener un sistema totalitario franco, como el que en ese
momento se vivía en Alemania o Italia, que una democracia abusiva como
la norteamericana.
Sin embargo, aunque más partidaria del autoritarismo que de la
democracia, Omega abogaba por una cierta tolerancia. La calidad de católico,
por ejemplo, obligaba a definir ciertos límites para evitar excesos. Su ejemplo
fue Francisco Franco, quien por ser católico, no podía ser “totalitario”
realmente, pues pondría siempre por delante el respeto a la Iglesia y a la
familia.38
Hitler podría ser ateo, sostenía Omega, aunque lo consideraba menos
autoritario que otros regímenes como el de Stalin, completamente intolerante
frente a la religión católica. La protección, e incluso la tolerancia frente a
la práctica de la religión católica era una cualidad del dictador que Omega
admiraba. Sin duda alguna, Francisco Franco era su gobernante predilecto,
en este caso, por su respeto a la Iglesia y a la familia, pero Hitler le resultaba
aceptable en este punto.
El dictador y el comunismo
Para Omega, como para muchos otros movimientos conservadores del siglo
xx, el enemigo a vencer era la “barbarie roja”, es decir, el comunismo. En la
España de Franco ese enemigo era la república; en México, para el periódico,
lo era el gobierno de Lázaro Cárdenas. Pero había un lugar en donde el
comunismo había triunfado y contaba con un dictador poderosísimo al
frente: la URSS de Stalin. Aunque Omega reconocía la capacidad de imponer
orden de ese dictador, lo acusaba de sanguinario, así como de inconsecuente
con sus propios principios.
En efecto, lo supieran o no los redactores de Omega con precisión,
aquellos fueron los años de las grandes “purgas” de Stalin que costaron la
38 Luis G. Orozco D. “España y la guerra europea”, Omega, 18 de octubre de 1941.
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vida a miles de personas.39 Para Omega, Stalin sobrepasaba en 1941 el poder
incluso de Iván el Terrible:
Gobierna como señor absoluto a la inmensa Rusia con sus 180.000.000 de
habitantes, sus ciento setenta y cinco diferentes razas y pueblos. Ninguno de
los zares logró jamás reinar de modo tan firme y completo sobre esa abigarrada
y heterogénea multitud de hombres. Ni Iván el Terrible, ni Pedro el Grande,
ejercieron sobre sus súbditos un dominio tan cabal como el que ejerce hoy
Stalin.40
La publicación acusó a Stalin de ser un tirano, pero también de traicionar
sus ideales comunistas al asociarse con Alemania, un país con un régimen
totalmente opuesto al soviético: de corte nacionalista, capitalista y
abiertamente anticomunista. Esta acusación se refería en concreto a la firma
del pacto germano-soviético, en agosto de 1939.
Omega reconocía los liderazgos de Lenin y de Trotsky, pues a pesar de
que eran comunistas, también eran “intelectuales”. Pareciera que el carácter
de intelectual era algo valioso para Omega, aunque no desarrolló más esta
idea. Pero frente a ellos, aunque los intelectuales tuvieran ideas comunistas,
Stalin fue retratado como un dictador totalitario, salvaje y ajeno a ideología
política alguna. Stalin, sostenía Omega, “es el hombre más adulado, más
temido y más odiado a la vez de cuantos existen”.41 Pero era político hábil
y el periódico lo reconoció como el hombre más poderoso de la tierra:
“Con una paciencia y un tesón sólo comparables a los que emplea un avaro
en acumular oro, Stalin ha ido reuniendo en sus manos todos los hilos del
poder político. Stalin es, sin género de duda, el mortal más poderoso de
nuestros días”.42
Ante esta afirmación, Stalin quedó representado como un dictador
enfermo de poder que había sometido a la población que le había heredado
Lenin y que la doblegó por medio del miedo.
39 Nolte, La guerra civil europea, p. 245.
40 Eugene Lyons, “Stalin, zar de todas las Rusias”, Omega, 24 de mayo de 1941.
41 Ídem.
42 Ídem.
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Para el periódico, el gran poder de Stalin era reprobable porque carecía
de ideales. No le reconocía siquiera el compartir la ideología de Lenin y
Trotsky. De esta forma, para Omega no existía un dictador comunista digno
de alabanza. Solo respetaba dictadores de derecha.
El dictador y la intervención en la economía
Durante las décadas de los veinte y los treinta, el ascenso de los Estados
totalitarios significó el ensayo de nuevas formas de organización tanto
política como económica. Así como esos Estados rechazaban la democracia
como camino para alcanzar la justicia social, cuestionaron también la
eficacia de la libre competencia para el crecimiento económico.
Tanto la Unión Soviética como la Alemania nazi y la Italia fascista
llevaron a cabo políticas económicas intervencionistas. La primera expropió
la propiedad privada a favor del Estado e implantó una economía planeada
que buscó una rápida industrialización. Las segundas –Alemania e Italia–
promovieron otro sistema de economía dirigida: respetaron la propiedad
capitalista sobre tierras y fábricas, pero el Estado controló su producción.
Pero Omega no coincidió en este punto con los dictadores europeos;
por el contrario, rechazó enérgicamente la intervención del Estado en la
economía, cualesquiera que fuera la orientación ideológica que justificara
tal intervención, fuera de izquierda o de derecha, porque
Cuando la libre competencia, que es la vida del comercio y de las industrias,
se suprime, el acaparamiento y los monopolios, hacen su aparición, y como
resultado lógico los pequeños industriales y comerciantes así como los
consumidores, resultan lesionados en sus más caros intereses…43
¿Qué intereses defendía Omega desde esta postura? Los de los propietarios
grandes y medianos, posiblemente los de propietarios rurales, a quienes
golpeaba la reforma agraria cardenista, o bien los tres grupos de comerciantes
o empresarios a quienes afectaban los planes de producción que el gobierno
43 “La ‘economía dirigida’ totalitaria roja nos hundirá en un pavoroso desastre”, Omega, 12
de enero de 1939.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
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mexicano buscaba imponer. Según Omega, la defensa de la libre empresa era
vital para el desarrollo económico de México y por ello reprobaba el Plan
Sexenal, adoptado por el gobierno posrevolucionario de Lázaro Cárdenas:
“Aquí se abomina de los regímenes totalitarios de Mussolini y Hitler, y con
una burda imitación, se trata de implantar el mismo procedimiento, que en
vez de dirigir la economía, la desorienta y la perturba, en beneficio de unos
cuantos para sacrificar la inmensa mayoría”.44
Omega criticaba así al gobierno mexicano, pero también reprobaba la
manera en que Hitler y Mussolini estaban dirigiendo la economía de sus
respectivos países. También ellos, en su opinión, “desorientan”, “perturban”
y “sacrifican mayorías”. Podía admirar a los dictadores europeos, pero se
opuso a sus políticas económicas en contra de la libre empresa y de las
libertades de los propietarios.
Las posturas en materia económica del antidemócrata Omega ponían en
evidencia la falta de solidez del discurso de sus redactores: el periódico
no quería que el Estado limitara libertades económicas, pero sí políticas;
exigía respeto al derecho a la propiedad, pero no a la libertad de expresión y
asociación. Era un periódico asociado a determinados intereses económicos
y poco comprometido con un discurso ideológicamente coherente.
Conclusión
A pesar de la simpatía que Omega tenía por los regímenes totalitarios de
derecha, por el fascismo y por la manera en que algunas de las potencias
europeas estaban llevando a cabo sus políticas nacionalistas, xenofóbicas y
autoritarias, sus redactores no estaban de acuerdo con todo lo que hacían
dictadores como Hitler o Mussolini. Ninguno de los dictadores europeos
por sí mismo parecía ser el gobernante ideal para Omega, aunque Franco se
acercaba bastante al modelo deseado por sus redactores.
De todas formas, los columnistas de Omega podían tomar de cada dictador
lo que mejor les pareciera: de Franco, el “salvador de la fe”, aplaudían
su ferviente catolicismo, además de sus habilidades militares; de Hitler
alababan la manera en que había levantado a la nación alemana tanto moral
44 Ídem.
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como económicamente, así como su exaltación nacionalista y su decidido
anticomunismo, aunque criticaban su falta de compromiso con la religión
cristiana y su política de intervención en la economía. Y con el aplauso o
reprobación a posturas y acciones de los jefes de Estados autoritarios de
finales de los treinta y principios de los cuarenta del siglo XX, Omega hacía el
retrato del gobernante que quería para México.
Vale la pena apuntar que en 1940, Omega se comprometió no solo
con campañas anticardenistas, sino con un candidato a la presidencia
de la república mexicana: apoyó al general Juan Andreu Almazán, quien
contendió con Manuel Ávila Camacho, el candidato apoyado por el partido
de Lázaro Cárdenas. Almazán era un militar conservador, respaldado por
clases medias y grupos clericales; era una figura que, a decir de Omega, poseía
todas las cualidades necesarias para dirigir al país y detener los programas”
socialistas” que tanto daño hacían, en su opinión. De esta manera, el retrato
del “dictador ideal” del trisemanario era asociado, por el propio Omega al
candidato apoyado. Antidemocracia política, nacionalismo y xenofobia,
militarismo y libertad económica, resumen el programa de Omega para el
México de 1939-1942. Posiblemente Almazán no representaba todo esto
en 1940, pero fue la figura que a la publicación le pareció entonces la más
cercana a su proyecto para México.
Adentrarse en el tema que hemos desarrollado en este artículo
permite conocer otros proyectos de nación que hacia mediados del siglo
XX, existieron también para México. El Omega, era un proyecto que tenía
uno de los grupos políticos conservadores más radicales que había en ese
entonces, un grupo conformado por sectores de clases medias y altas, que
buscaba integrarse a la política del país de acuerdo con sus intereses. Era
un proyecto que hoy podremos rechazar por sus ideas negativas como el
racismo, el nacionalismo y el autoritarismo, pero que necesitamos conocer
si queremos saber qué tanto peso llegó a tener en su momento y en el fin del
radicalismo revolucionario que representó el gobierno de Lázaro Cárdenas
en aquellos años.
Durante el periodo de gobierno cardenista, la derecha radical mexicana
tenía simpatizantes de varios sectores sociales y el periódico Omega, que
expresaba muchas de sus ideas, pasó de ser una publicación semanal a un
bisemanario, y después a un trisemanario. O sea que Omega tuvo lectores,
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es decir, seguidores. Sus críticas al gobierno de Cárdenas, su apoyo a Juan
Andreu Almazán en 1940, en contra del candidato para presidente de México
que Cárdenas apoyaba, y sus aplausos a los dictadores europeos deben haber
tenido un peso en la política de esos años. Debemos conocer todo esto para
entender mejor cómo fue disminuyendo el radicalismo de la revolución y
cómo se fue conformando el México de la segunda mitad del siglo XX. Por
eso, entender el proyecto de Omega es de alguna manera, entender cómo el
radicalismo revolucionario del general Cárdenas se vio obstaculizado por
fuerzas que defendían el control de los movimientos sociales, el catolicismo
como elemento de unidad e identidad de los mexicanos, el respeto a la
propiedad privada y la libertad de empresa.
Fuentes
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PORTALES
DE LA ARCHIVÍSTICA
DOCUMENTOS MUNICIPALES DE CEMENTERIOS.
IDENTIFICACIÓN Y VALOR*
Norma Catalina Fenoglio**
Resumen
La identificación es el primer paso del tratamiento archivístico,
indispensable para valorar las series. La valoración, etapa intelectual
del proceso de evaluación, es fundamental para decidir el plazo
de conservación de cada serie y asegurar la conformación del
patrimonio documental. Dado que los municipios tienen a su
cargo la gestión de los cementerios, en este trabajo se identifican
los documentos que producen los municipios en relación con las
defunciones y los cementerios y se estudian sus valores. Como
estudio de caso, se analiza y compara la producción documental así
como los procedimientos administrativos del área Cementerios de la
Municipalidad de Morteros, en la provincia de Córdoba, Argentina, y
la correspondiente al Ayuntamiento de Girona, en Cataluña, España.
Palabras clave: documentos de cementerio, identificación, valoración.
Abstract
Identification is the first step in the archival treatment, essential to
appraise the series. The appraisal, intellectual stage of the evaluation
process, is essential to decide the term of preservation of each
series and to ensure the integration of documentary heritage.
Municipalities are responsible for the management of cemeteries, so
this work identifies the records that municipalities produce in relation
* Artículo elaborado sobre la base de la tesis para aprobación del V Master Propio
Universitario en gestión documental y administración de archivos, presentado en la
Universidad Internacional de Andalucía, España, en 2011.
** Escuela de Archivología, Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.
[email protected]
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
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with deceases and cemeteries, it also explores their archival values.
As a case study, it analyzes and compares documentary production as
well as the administrative procedures of the area Cemeteries of the
Municipality of Morteros, in the province of Córdoba, Argentina, and
the corresponding to the city of Girona, in Catalonia, Spain.
Keywords: cemetery documents, identification, values of the
documents.
Introducción
La normativa sobre sepulcros, la arquitectura de los cementerios, los ritos
y ceremonias religiosas que se desarrollan en torno a los difuntos, así como
todos los elementos que integran la muerte, evidencian las particularidades
y la idiosincrasia de cada pueblo.
Dado que los municipios tienen a su cargo la gestión de los cementerios,
el objetivo de este trabajo es identificar y estudiar el valor de los documentos
que ellos producen en relación con la muerte. Identificarlos, en primer lugar,
para reconocer los documentos y las series a partir de las funciones, como
proceso previo al de evaluación; valorarlos, seguidamente —como primera
etapa del proceso de evaluación documental— para determinar sus valores
—primarios y secundarios— y establecer el tiempo que deben conservarse.
Como estudio de caso, se analiza y se compara la producción documental,
así como los procedimientos administrativos del área Cementerios de la Municipalidad de Morteros, en la provincia de Córdoba, República Argentina1
1 Morteros está ubicada al noreste de la provincia de Córdoba, a 280 km de la capital provincial.
Es una ciudad continental, situada en la llanura pampeana y su actividad económica es
esencialmente agrícola ganadera. Fue creada por decreto provincial el 12 de agosto de 1891.
Ocupa una superficie de 9,3 km2 y tiene alrededor de 20,000 habitantes, con una densidad de
2,150 personas por km2. La mayoría de la población desciende de los inmigrantes europeos —
fundamentalmente italianos del Piemonte—, que dieron origen al pueblo. Desde sus comienzos
el municipio se ocupó de gestionar el cementerio, tanto en lo relacionado a las obras que la
misma administración debía encarar (construcción de nichos, veredas y tapiales), como en lo
concerniente a la venta de parcelas, obligaciones de los particulares (tamaño y profundidad de
las fosas, características de los mausoleos), procedimiento para realizar las sepulturas (horarios,
tipo de féretros), tarifas por los servicios y derechos para realizar construcciones, así como
medidas relacionadas con la higiene pública. Actualmente la ciudad tiene dos cementerios: el
San Salvador, que existe desde la creación de la localidad, con panteones, tumbas y nichos,
84
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
y la correspondiente al Ayuntamiento de Girona, en la provincia homónima, de la comunidad autónoma de Cataluña, España.2 La elección de estos
municipios no es casual. En Argentina se ha elegido a Morteros, por ser
una ciudad cuya producción documental y de procedimientos conocemos,
por haber trabajado el tema en diversas oportunidades,3 lo que permite
considerarlo, en cuanto a su funcionamiento, como un municipio argentino medio. En España, se seleccionó Girona… como una posibilidad de
estudio y cotejo, porque permite establecer analogías que llevan a comparar
las similitudes y destacar las diferencias, por tratarse de una comparación
de las denominadas lejanas, de diferente magnitud y contexto, pero similar
significación.
Se trata de dos ciudades diferentes, tanto en antigüedad, como en tamaño y en situación geográfica, con procedimientos administrativos y tradiciones archivísticas propias, pero ambas tienen a su cargo la administración de
sus cementerios. Conocer y cotejar los documentos que produce la función del
cementerio, y cómo fueron evaluados en cada ciudad para su conservación,
permitirá comprobar si funciones idénticas producen documentos iguales
en cuanto a sus características y valores —aunque no tengan la misma de-
y un “cementerio parque”, en el que los enterramientos se realizan en la tierra o en nichos.
Ambos son de dominio público municipal. El municipio otorga en concesión temporaria el
uso de parcelas, nichos o urnarios, previo cobro de la tasa correspondiente.
2 Girona está ubicada a 103 km de Barcelona. Tiene cerca de 97.000 pobladores en una
superficie de 39.1 km2, con una densidad de 2480 habitantes por km2. Surgió hacia el 75 a.
C., cuando los romanos fundaron Gerunda. Desde mediados del siglo XII habría existido
en la ciudad un consejo municipal, de carácter consultivo, constituyendo una rudimentaria
organización municipal. En 1284 el rey Pedro el Grande (II de Barcelona y III de Aragón) le
concedió el régimen municipal autónomo. Después de sobrellevar las vicisitudes de todos
los acontecimientos que soportó la corona catalana-aragonesa y, posteriormente España. En
1833 la ciudad fue declarada capital de la provincia que lleva su nombre y se consolidó como
una ciudad industrial y de servicios. Hasta 1835 se enterró en los cementerios parroquiales,
además de en los conventuales correspondientes. El cementerio general —actual Cementerio
Municipal de Girona— comenzó a construirse en 1829 y a él fueron enviados los restos de
los difuntos enterrados en las iglesias y cementerios de la ciudad. Hacia 1993, el ayuntamiento
decidió construir otro, en el sureste de la ciudad, cercano al anterior, con capacidad para
20,000 sepulturas. En la actualidad, debido a la ampliación del ejido municipal de la ciudad,
también dependen del Ayuntamiento de Girona otros tres cementerios: el de Santa Eugenia, el
de San Daniel y el de Palau-Sacosta, que antiguamente pertenecían a municipios anexionados
en 1963.
3 Ver Fenoglio, “Valor de los archivos de catastro”; Fenoglio, Evaluación de los documentos de las
administraciones públicas municipales; Martínez de Sánchez, Álvarez Rodríguez y Fenoglio, “Entre
memoria y olvido”.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
85
nominación— o presentan diferencias, como consecuencia del procedimiento administrativo que les dio origen.
El cementerio: concepción y ubicación en las ciudades
De acuerdo con la época, las creencias, la situación económica, el nivel social
y las costumbres de la sociedad, cada cementerio presenta características
singulares, que se manifiestan fundamentalmente en la arquitectura, también
en las representaciones simbólicas que se incorporan a ellos: esculturas,
cruces y otros signos religiosos o no, como epitafios, fotografías y hasta en
la vegetación que los rodea. Más allá de la necesidad de colocar en algún
lugar el cuerpo de los difuntos, el cementerio es considerado lugar sagrado
y espacio de memoria, porque en él “descansan los restos de las personas
que vivieron, trabajaron y soñaron antes que nosotros”.4
En Girona existió un cementerio romano y se enterró en las iglesias,
especialmente en el interior de la catedral durante varios siglos, hasta que se
construyó el primer cementerio público, en el siglo XIX.
Para las poblaciones que —como Morteros— surgieron como
consecuencia de la inmigración de fines del siglo XIX y principios del siglo
XX, la legislación que regulaba la creación de pueblos y colonias hacía
referencia concreta a la instalación del cementerio,5 por lo que éste nació
junto con las edificaciones para la vivienda de sus habitantes.
En todos los casos, tanto la normativa general y específica, como los
primeros contratos de posesión de espacios en las iglesias o de parcelas o
nichos en los cementerios, fueron documentos de archivo identificados con
la muerte cuyo valor permite hoy rehacer esos momentos tanáticos.
4 Gaido y Carranza, El cementerio de Villa María, p.13.
5 La Ley núm. 1412, sancionada el 16 de octubre de 1896 y promulgada el 23/10/96, en su
artículo 11º, al determinar los requisitos a cumplimentar para fundar una colonia agrícola y
villas, establecía: “Inmediatamente de aprobado el plano de una villa, extenderá el propietario
escritura pública de donación al Gobierno de una extensión superficial de tres hectáreas: dos
para edificios fiscales y una para cementerio, que se designarán previamente en el plano”.
86
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
Administración de los cementerios
La legislación española actual —que nos interesa para enmarcar el caso de
Girona— aborda el tema de los cementerios desde dos puntos de vista: por
un lado, el sanitario, a través de reglamentos de policía sanitaria mortuoria,
y por el otro, el administrativo-fiscal, con normas dictadas por los
municipios, las cuales se refieren a reglamentos de funcionamiento interno
del cementerio, ordenanzas sobre cementerios y el régimen de tasas a aplicar
por la prestación de determinados servicios. La Constitución española de 1931
estableció, por su parte, en su artículo 27: “los cementerios estarán sometidos
exclusivamente a jurisdicción civil. No podrá haber en ellos separación de
recintos por motivos religiosos”.6
En Argentina, tanto la administración como el ejercicio de poder de
policía mortuoria corresponden a la órbita municipal.7 La Ley 1565, del
25 de octubre de 1884, de creación del Registro del Estado Civil implicó
un paso fundamental en el camino hacia la laicización del Estado, ya que
a partir de entonces el registro de todos los hechos vitales —nacimientos,
matrimonios y defunciones— fue responsabilidad de su órbita. Córdoba
adhirió a esta Ley el 11 de octubre de 1889 y con ella se crearon las oficinas
de Registro Civil en la provincia.8
La administración del cementerio por parte del municipio implica el
cobro de tasas por la inhumación y exhumación de los cuerpos, así como
la obligación de su mantenimiento y limpieza; pero comprende también
el derecho real de propiedad sobre la tierra, y por ende, de las sepulturas
construidas en ellos, así como la responsabilidad de todo lo que ocurre en
su interior. Consecuentemente, el municipio es responsable de los cuerpos
que se encuentran sepultados en cada fosa o sepulcro.
Respecto de las construcciones particulares en los cementerios, en el
siglo pasado fue común que se vendieran los terrenos “a perpetuidad”, lo
6 Valls i Rovira, La producció documental dels cementeris de Barcelona, p.38.
7 La Constitución Nacional (Art.5) establece que el tema corresponde a las provincias; la
Constitución de la Provincia de Córdoba (Art.186), al igual que las de las demás provincias
argentinas, dispone que es competencia material de los municipios. En concordancia, las
sucesivas Leyes Orgánicas municipales, al fijar las funciones y materias que deben atender los
municipios incluyeron taxativamente la atención de los cementerios.
8 Gaido y Carranza, El cementerio de Villa María, pp. 87-90.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
87
que permitió a las familias compradoras construir mausoleos, verdaderas
obras de arte, algunos de los cuales han sido declarados parte integrante del
patrimonio histórico-arquitectónico de las ciudades. Sin embargo, dado que
el inmueble en el que están los cementerios forma parte del dominio público
municipal con destino específico, las autoridades municipales no pueden
transferir la propiedad a un particular, ya que de acuerdo a la doctrina
jurídica del derecho de propiedad, esta implica el ius utenti (derecho de uso),
el ius fruendi (derecho de goce) y el ius abutendi (derecho de disposición)
sobre el bien, y el comprador en ningún caso puede destinar el terreno
adquirido a otra cosa que no sea el enterramiento de personas. De ello se
desprende que los particulares solo tienen un derecho real administrativo
sobre el sepulcro que adquieren.9
Por distintas razones, que van desde lo demográfico —insuficiencia
de espacio en los cementerios públicos— a lo social —interés de ciertos
estratos sociales en tener enterratorios con determinadas condiciones de
servicio— pasando por lo cultural —tendencia a mantener tradiciones
religiosas— y lo meramente económico —prestación de un servicio a
través de la iniciativa privada con contralor de la autoridad pública— en el
siglo XX comenzó la construcción de cementerios privados. En este caso,
la propiedad del inmueble y la administración está a cargo de particulares,
pero el municipio regula y controla su uso y funcionamiento.10
Documentos de cementerios en los municipios
Como estudio de caso, se analizan los documentos que produce la
Municipalidad de Morteros, atento a las funciones y competencias que
posee en materia de cementerios. Cuando sea pertinente, se lo comparará
con los del Ayuntamiento de Girona. Cabe aclarar que se identificarán
solo las series relacionadas directamente con su gestión y con los servicios
fúnebres, es decir, no se tendrán en cuenta las referidas a cementerios en
forma indirecta, como pueden ser, por ejemplo, los legajos del personal, los
9 El tema de la relación entre el Estado municipal y los particulares y las relaciones jurídicas
que implican las sepulturas en Argentina puede verse en Solari, Echenique y Gruttadauría,
“Cementerios públicos. Legislación nacional”, pp. 197-215.
10 Solari, Echenique y Di Pasquantonio, “Cementerios privados”, p. 218.
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LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
libros de inventario de bienes o los expedientes de contratación de servicios
de mantenimiento de espacios comunes (limpieza, forestación y similares),
que forman parte de series que no se refieren específicamente al tema que
nos ocupa.
1. Reglamento de Cementerio
A nivel municipal, en Argentina como en España, el documento básico que
regula el funcionamiento de los cementerios es la “Ordenanza general de
cementerios”. Según Ángela Vinti, Teresita Solari y otros, estas ordenanzas
son similares en todo el país, regulan el régimen administrativo de los
enterramientos, establecen las competencias municipales en la materia, así
como disposiciones para la inhumación, exhumación, cremación y traslado
de cadáveres; fijan el régimen de concesiones sepulcrales, disponen todo lo
atinente a la urbanización de los cementerios y precisan las tasas y cánones
a que dan lugar los servicios.11 Esas ordenanzas generalmente no mencionan
qué documentos deben producirse y de los generados, no especifican su
tratamiento posterior.
En la Municipalidad de Morteros, en la primera ordenanza que se
conoce sobre el cementerio, el artículo 11º menciona la necesidad de llevar,
además del “talonario de administración, un libro cronológico en el que
se anotarán las partidas de defunción”.12 La ordenanza de 1952, que sustituyó
a la anterior, determinó la obligatoriedad de llevar “libros y registros para
anotación cronológica de las defunciones que se produzcan, como de las
inhumaciones que se hagan en las distintas secciones del cementerio, de
acuerdo al plano oficial aprobado”.13
En España, la existencia de disposiciones legales para regular el servicio
del cementerio se remonta a finales del siglo XVIII, durante el reinado de
Carlos III. Las más antiguas son el “Reglamento del cementerio del real sitio
de San Ildefonso”,14 del 9 de febrero de 1785, y la “Real cédula” del 3 de
11 Vinti, Solari, Romero y otros: “Sepelios y sepulcros en la Provincia de Córdoba”, p. 364.
12 AGM, Libro de Ordenanzas 1929-1940, fos. 35-37: Ordenanza núm. 35.
13 Ibid., 1952, fos. 18 a 21, Ordenanza núm. 7, Art.17º.
14 San Ildefonso o La Granja, es una población situada a 11 km de la ciudad de Segovia y
54 km al noroeste de Madrid. La zona fue coto de caza y residencia de verano de los reyes
de España. Felipe V hizo construir un palacio, que fue embellecido por Carlos III quien,
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
89
abril de 1787, que fijó reglas de comportamiento respecto de los muertos
para todo el reino. A partir de esta “Real cédula”, se fueron dictando
disposiciones acerca de la construcción de cementerios, los derechos de
enterramientos, las inhumaciones, exhumaciones y traslados de cadáveres,
la responsabilidad de los ayuntamientos en la administración, cuidado y
mantenimiento de los cementerios, mediante diversos instrumentos: Reales
órdenes, Reales decretos, Leyes.15
En cuanto a legislación general actual, el “Reglamento de policía
sanitaria mortuoria” del 22 de diciembre de 1960 legisla sobre todos los
aspectos relativos a inhumaciones de cadáveres, traslados y reinhumaciones
dentro de España y desde y hacia el exterior, así como lo concerniente a
construcción, reforma, ampliación y división de cementerios, construcción
de sepulcros, empresas fúnebres, féretros y vehículos para el transporte de
muertos, mientras que el reglamento del 20 de julio de 1974 incorporó
conceptos relativos a las cremaciones. En Catalunya, el “Reglamento de
policía sanitaria mortuoria” de la Generalitat (gobierno autónomo de Cataluña) vigente, data de 1997. Cada ayuntamiento, por su parte, dicta su
propio reglamento, en los que se tiene en cuenta la legislación del Estado
y autonómica, y se desarrollan los aspectos particulares, en especial
los relacionados con el funcionamiento interno de cada cementerio, los
procedimientos administrativos que regulan el derecho funerario, así como
las tipologías documentales obligatorias.16
Con respecto a los documentos a producir, el “Reglamento de
cementerios municipales del Ayuntamiento de Girona” establece: “En las
dependencias municipales del ayuntamiento se tendrá el registro público
además, reordenó el casco urbano, lo delimitó con una muralla e hizo construir un cementerio
extramuros, siendo la primera población de España en la que los enterramientos dejan de
realizarse en las iglesias. El Reglamento fue redactado con acuerdo del ordinario eclesiástico
y establecía que todos los cadáveres, de cualquier estado y dignidad, debían ser enterrados
en el cementerio construido extramuros. Ver Cardona Saldarriaga y Sierra Varela, “Salud
pública y prohibición de enterramientos en las iglesias en la Nueva Granada a finales del siglo
XVIII”, pp. 54-72; Nistal, Legislación funeraria y cementerial española, pp. 29-53 y Brel Cachón, “La
construcción de cementerios y la Salud Pública a lo largo del siglo XIX”, pp.155-196.
15 Un listado de “Disposiciones Legales sobre la construcción de cementerios” se encuentra
como apéndice II en el artículo de Brel Cachón, citado.
16 Valls i Rovira, La producció documental dels cementeris de Barcelona, pp. 47-49.
90
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
de todas las sepulturas y de las actuaciones que se realicen, un libro de
reclamaciones y los obligatorios que marque la legislación vigente”.17 Dado
que el servicio está concesionado, este registro está a cargo de la empresa que
lo administra.
Desde el punto de vista archivístico, y específicamente del análisis
documental, para dictar estas medidas las autoridades correspondientes han
utilizado y utilizan en todos los casos, documentos dispositivos,18 los que
constituyen series con valor secundario predecible o evidencial y por lo
tanto, son de conservación permanente.
2. Principales series
Clasificadas según su función, en Morteros se producen las siguientes series
documentales relacionadas con los cementerios:
1. En relación con el patrimonio municipal
a) Expedientes de construcciones de particulares en cementerios.
b) Expedientes de concesión de uso de parcelas.
c) Constancia de arrendamiento de fosa y/o nicho.
d) Fichas catastrales.
e) Expediente o legajo de adquisición del inmueble.
f) Legajo de obras en los cementerios.
2. En relación con los servicios fúnebres
a) Autorizaciones de inhumación.
b) Autorizaciones de exhumación para traslado.
c) Autorizaciones de exhumación para incineración.
d) Autorizaciones de exhumación para reducción.
e) Registro de inhumaciones.
17 Reglament dels cementiris municipals. Aprobado el 10/10/95, publicado en el BOP núm. 150 del
11/11/95, Art. 8º, en http://www.girona.cat/ajuntament/ordenances/sanitat/cementiris.
html [consulta 24 de febrero de 2011].
18 El documento dispositivo se define como aquel en el que se registra la voluntad de una
autoridad, con la finalidad de ser obedecida.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
91
3. En relación con la renta municipal
a) Registro de propietarios de sepulturas.
b) Registro de pagos y deudores.
Se analizan, a continuación, cada una de las series, comparándolas con
series similares en Girona.
2.1. En relación con el patrimonio municipal
2.1. a) Expediente de construcciones de particulares en cementerios
Es un documento compuesto que se origina a solicitud de la persona o
entidad titular del derecho de propiedad de un predio y en el que constan
los antecedentes relacionados con toda obra nueva, reparación o reforma de
sepulturas. Contiene solicitud del titular, planos del proyecto y de ubicación
de la obra; nombre del profesional actuante, informe técnico del área Obras
Privadas, permiso de construcción otorgado, comprobante del pago de la
tasa correspondiente, certificado de final de obra. Se conservan en forma
permanente porque contienen información que trasciende la obra en
sí, ya que permiten conocer a quienes se otorgaron concesiones, si fue a
familias o a instituciones, los nombres de los profesionales que actuaron
en el lugar, el estilo arquitectónico imperante en un momento específico, la
situación socioeconómica de una familia determinada y hasta la ideología
del profesional y de los propietarios así como su visión de la muerte.
Si se trata de una reparación menor, pintura o revoque, los requisitos
son menores y el expediente se elimina a los cinco años.
En el Ayuntamiento de Girona se produce la serie de “Expedientes
de permisos de obras e instalaciones de elementos ornamentales en las
sepulturas”, con características similares al expediente que se está tratando.
Es un documento compuesto cuya función administrativa es valorar
técnicamente y otorgar permiso al titular de un panteón o de una capilla
de esquina, para realizar obras menores, tales como cambios en fachada,
reparaciones, reformas, trabajos en los jardines, colocación de elementos
decorativos y similares, así como liquidar las tasas correspondientes.
El expediente incluye: solicitud, planos y/o diseños, informe técnico y
liquidación. La “Taula d’avaluació documental” de Cataluña dispone que
es una serie de conservación permanente, por criterios similares a los de
92
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
Morteros, excepto los que se refieren a nichos (cambios de lápidas), que se
eliminan totalmente al término de dos años.19
2.1. b) Expedientes de concesión de uso de parcelas
La municipalidad de Morteros no vende los espacios, sino que los otorga en
concesión temporaria. La ordenanza establece que se otorgarán por decreto
fundado del Departamento Ejecutivo20 pero no fija el procedimiento a
seguir. En la del área Cementerio, dictamen de asesoría jurídica, decreto
de otorgamiento y práctica, se inicia con el pedido del interesado e incluye
informe técnico y de factibilidad notificación correspondiente. Estos
expedientes se conservan en forma permanente.
En Girona, el otorgamiento de las concesiones está regulado en el
“Reglamento de cementerios” y se realizan por convocatoria pública. Da
origen a un expediente muy interesante, cuya serie se denomina “Expedientes
de gestión de derechos funerarios sobre sepulturas”, que incluye solicitud,
informe técnico, resolución con liquidación de tasa y notificación con
otorgamiento de un título en el cual se anotan todas las inhumaciones y
exhumaciones y fecha en que se realizan. Las renovaciones, retrocesiones,
cambios de titularidad y servicio de duplicado de títulos son trámites entre
particulares.21 Concluido el valor administrativo y legal, estos expedientes
se eliminan en forma total a los cuatro años de su finalización, ya que la
misma información se anota en el libro “Registro General de sepulturas y
parcelas” —al que se hará referencia en el punto 2.1.-d)—, que se conserva
en forma permanente.22
19 “Taula d’avaluació documental”. Codi: 432 DOGC: 3604 Sèrie documental: Expedients de
permisos d’obres i instal•lacions d’elements ornamentals a les sepultures, en http://cultura.
gencat.cat/arxius/cnatdt/docs/432.doc. [Consulta 20 de febrero de 2011].
20 Ordenanza general de cementerios núm. 1860, sancionada el 22/04/2003 y publicada en
el Boletín Municipal núm. 90, del 30/04/2003, 3ª parte: Concesión de Uso de Parcelas en los
Cementerios, Art.30 a 35.
21 Las concesiones de derecho funerario y las renovaciones se pueden otorgar a corto o
largo plazo, según el tipo de sepultura y según se trate de un cementerio u otro. Así, el uso de
hipogeos, esquinas o ángulos y tumbas se otorga por 50 años y el de nichos y columbarios,
por 25 años, mientras que las concesiones temporales a corto plazo tienen una duración de
cinco años en el cementerio nuevo y de dos años en el resto de cementerios municipales
(Reglament dels cementiris municipals. Aprobado el 10/10/95, publicado en el BOP núm. 150 del
11/11/95, Art. 20º, en http://www.girona.cat/ajuntament/ordenances/sanitat/cementiris.
html [consulta 24 de febrero de 2011]
22 “Taula d’avaluació documental”. Codi: 434 DOGC: 3604 Sèrie documental: Llibre registre
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
93
2.1. c) Constancia de arrendamiento de fosas y/o de nichos
En Morteros, los nichos y las fosas se otorgan en arrendamiento.23 Este
hecho genera un contrato —que denominan “constancia”— en el que se
consigna: fecha, nombre, apellido y domicilio del arrendatario solicitante,
ubicación catastral del nicho o fosa en cuestión, datos identificatorios
del cadáver, número de acta de defunción, fecha de fallecimiento y de
caducidad de la inhumación, monto y fecha del pago del arriendo por año
y obligaciones que asume el arrendatario. Este documento, firmado por el
arrendatario y por el responsable del municipio, sirve al ciudadano como
prueba de la posesión y a la administración para identificar al responsable
y el plazo de la concesión. El arrendatario debe abonar un derecho anual,
que se fija en la “Ordenanza tributaria” correspondiente. La información que
contienen estas constancias se transfiere a una base de datos que permite
ubicar rápidamente al responsable de una parcela o la ubicación de una
sepultura. Este instrumento de búsqueda es un documento activo que se
actualiza a medida que se producen modificaciones.
Concluido su valor administrativo, las constancias siguen siendo
valiosas, ya que en muchos casos es el único documento que prueba dónde
está o estuvo enterrado un cuerpo. Se conservan en forma permanente, y
son ordenadas catastralmente.
En el ayuntamiento de Girona, los nichos se otorgan en concesión de
carácter administrativa, por un término de 25 años renovables por igual
plazo y el adquirente debe abonar el derecho cuyo monto se fija en la
“Ordenanza fiscal”.24 El trámite se realiza mediante el “Expediente de
gestión de derechos funerarios sobre sepulturas”, explicado en el punto
2.1.-b) y una copia del título otorgado se conserva en el mismo expediente,
por lo que no constituyen serie.
general de sepultures i parcel•les, en http://cultura.gencat.cat/arxius/cnatdt/docs/434.
doc. y Codi: 438 DOGC: 3604 Sèrie documental: Llibre registre de concessions temporals
de sepultures, en http://cultura.gencat.cat/arxius/cnatdt/docs/438.doc. [Consulta 20 de
febrero de 2011]
23 El plazo de la concesión de uso es de 25 años, renovable por cinco años más.
24 Reglament dels cementiris municipals. Aprobado el 10/10/95, publicado en el BOP núm. 150
del 11/11/95, Art. 19º y 20º, en http://www.girona.cat/ajuntament/ordenances/sanitat/
cementiris.html [Consulta 24 de febrero de 2011]
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LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
2.1. d) Fichas catastrales
Son fichas en cartulina, ordenadas topográficamente, que se encuentran en
la oficina administrativa del cementerio en Morteros. Permiten identificar
cada parcela y los cadáveres enterrados en cada una de ellas; incluyen
información sobre signatura catastral, superficie, nombre y apellido del
responsable, breve descripción de la construcción, datos de las personas
sepultadas (fecha de inhumación, nombre y apellido), observaciones (cambio
de propietario, modificaciones de estructura, etc.) A ellas se les anexan las
autorizaciones de inhumaciones, traslados, exhumaciones o reducciones
que correspondan a la parcela. Estas fichas tienen vigencia mientras exista
el panteón y haya cadáveres depositados en él. Tienen valor informativo e
histórico, ya que permiten conocer lo que ocurrió en la parcela a lo largo
del tiempo. La misma información se carga en una base de datos; pero de
igual modo, las fichas se conservan en forma permanente en el cementerio.
El documento equivalente en el Ayuntamiento de Girona es el libro
Registro General de Sepulturas y parcelas, conocido como “Registro de nichos”,
en el que se asientan, desde 1829, todos los movimientos que se realizan en
cada sepultura (inhumaciones, exhumaciones, transmisión de derechos
funerarios, obras realizadas, etcétera). Se trata en consecuencia, de un
documento recapitulativo de la información existente en los expedientes
de gestión de derechos de sepultura, de incineración de cadáveres, de
autorización de enterramiento de cadáveres, de exhumación de cadáveres
por traslado de sepultura y de desalojo de sepulturas, tanto las alquiladas
como las cedidas en propiedad. La serie se conserva en forma permanente
en el ayuntamiento.25
2.1. e) Expediente o legajo de adquisición de inmueble
Es un documento compuesto en el que se conservan todos los
antecedentes relacionados con la compra de un terreno para construir o
ampliar los cementerios públicos: copia de la ordenanza de autorización
de compra; copia de la ordenanza de declaración de interés público del
25 “Taula d’avaluació documental”. Codi: 434 DOGC: 3604 Sèrie documental: Libre registre
general de sepultures i parcelles, en http://cultura.gencat.cat/arxius/cnatdt/docs/434.doc.
[Consulta 20 de febrero de 2011].
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
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terreno, si corresponde; propuestas, boleto de compra-venta, copia de la
escritura traslativa de dominio y todo otro documento que la operación
hubiera producido. Es un documento de mucho valor, dado que son las
pruebas del dominio adquirido por el municipio con un fin específico, y
es de conservación permanente. No se lo conserva como “documento de
cementerio”, sino en la serie que incluye todas las adquisiciones municipales
con destino a uso público. Lo mismo ocurre en el Ayuntamiento de Girona,
donde existe en la unidad de patrimonio.
2.1. f) Legajos de obras municipales en los cementerios
Cada obra (capilla, osario, cuerpo de nichos, veredas, etc.) que realiza
el municipio en los cementerios públicos, da origen a un documento
compuesto, en el que se encuentran todos los antecedentes de la obra en
cuestión: memoria, planos y presupuesto del proyecto, llamado a licitación
o a concurso (de acuerdo con el monto del proyecto), presentaciones de los
oferentes, acta de apertura de las ofertas, contrato de obra, certificado de
aprobación de los trabajos y todo otro documento que se haya producido
en el transcurso de la construcción. Este documento está vigente hasta que
terminen todos los derechos y obligaciones generados por la obra realizada,
tanto del municipio (garantía de los trabajos) como del ejecutor de la obra
(cumplimiento del pago). Se conservan en el Archivo Administrativo del
área Obras Públicas del municipio durante diez años contados a partir del término de vigencia, se depuran para conservar solo la propuesta ganadora y
los documentos con valor secundario y se transfieren al Archivo General.
Cuando se trata de trabajos menores (veredas, por ejemplo), se eliminan
totalmente.
En el Ayuntamiento de Girona, la serie equivalente es “Construcción
y mantenimiento de equipamientos municipales”, que no se analiza por
entenderse que se relaciona en forma indirecta con el tema.
2.2. En relación con los servicios fúnebres
2.2. a) Autorizaciones de inhumación
En Argentina, el “Registro nacional de la personas” establece que para
inhumar a una persona fallecida en un cementerio determinado debe
presentarse copia del Acta de defunción y la autorización de inhumación
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LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
emitida por la autoridad correspondiente. Si el muerto proviene de otra
localidad, la oficina del Registro Civil transcribe el Acta de defunción con la
aclaración “trascripción por traslado”.
La autorización de inhumación es un documento que se confecciona
en dos ejemplares; contiene fecha, identificación del cadáver, lugar y fecha
de fallecimiento, número del Acta de defunción, cementerio y sepulcro de
destino y firma del responsable de la oficina. El original debe ser entregado
al responsable del cementerio quien lo adjunta a la “Ficha catastral”.
En el Archivo de Oficina se conserva el segundo ejemplar, ordenado
cronológicamente, durante cinco años.
En el ayuntamiento de Girona se producen “Expedientes de inhumación
o incineración de cadáveres”, que incluyen la solicitud correspondiente,
además de título de la sepultura, certificado de defunción, licencia de
enterramiento otorgado por el Registro Civil, autorización de inhumación,
si el cadáver no es el titular de la sepultura, orden de inhumación o de incineración de la brigada del cementerio, resolución judicial (en caso de
que el cadáver provenga de una intervención judicial) y liquidación de las
tasas. En algunos casos, dado que la gestión de los cementerios está concesionada, el expediente también incluye los documentos relacionados con
los servicios funerarios contratados. Como la información que contienen
estos expedientes existe también en otros documentos recapitulativos de
conservación permanente (libro Registro unificado de inhumaciones, exhumaciones
e incineraciones y libro Registro general de sepulturas y parcelas) y no tienen
ningún valor determinado, la “Tabla de evaluación documental” propone la
eliminación a los cuatro años de la finalización del expediente, siempre que
los datos estén transcritos en los registros correspondientes.26
26 Esta serie fue reevaluada en marzo de 2011 y agrupa a las anteriores numeradas como Codi:
427 y 430. En el Registro Civil se conserva también copia de la licencia de enterramiento.
(Información remitida vía electrónica por Lluís-Esteve Casellas i Serra).
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2.2. b), c) y d) Autorizaciones de exhumación para traslado / para incineración /
para reducción27
Para trasladar un féretro —incluso dentro del mismo cementerio—, para
exhumar, incinerar o para reducir un cadáver, se requiere de un documento
que lo autorice. Esto es así para evitar el tráfico de cadáveres y porque la
municipalidad es responsable de los cuerpos sepultados en su jurisdicción.
El trámite inicia con la solicitud del familiar o interesado en realizar el
traslado, la incineración o la reducción, que tiene carácter de declaración
jurada. En ella, además de los datos de identificación y su relación con
el fallecido, se asientan las referencias sobre el cadáver que se quiere
trasladar, incinerar o reducir, el lugar en que se encuentra y los motivos que
justifican el pedido. El responsable de la oficina emite una autorización,
similar —en formato y en contenido informativo— a la de inhumación de
cadáveres, también en dos ejemplares. En la parte superior del formulario
consta el motivo de la exhumación: “traslado interno” (a otra sepultura
dentro del mismo cementerio o de uno a otro de los cementerios de la
ciudad) o “traslado externo” (a otra localidad o para ser reducido o
incinerado). El original se entrega en el cementerio y, una vez concretada la
exhumación, el responsable del cementerio certifica y firma —al dorso de
la misma autorización— lo realizado. Conserva las autorizaciones en forma
permanente, ordenadas cronológicamente. Si se trata de un traslado interno,
en la municipalidad se otorga también una autorización de inhumación para
darle ingreso, la que se adhiere a la “Ficha catastral” correspondiente a la
parcela de destino. La solicitud se conserva en el Archivo Administrativo
junto a la copia de la autorización entregada y se elimina a los cinco años.
Una situación especial es el traslado de un cadáver que aún no ha sido
inhumado, es decir, cuando la persona fallecida en Morteros es sepultada
en otra ciudad. En este caso el documento que se otorga es un “Permiso de
traslado”, que vale también como autorización de libre tránsito del cadáver
en la ruta. Contiene, además de los datos del muerto, lugar y fecha de
27 Estas series se analizan agrupadas porque comparten el formato aunque contienen
diferente información según el hecho que testifican y el fin de la exhumación: traslado,
incineración o reducción.
98
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
defunción y lugar de destino, el nombre de la empresa fúnebre que realiza
el traslado y la firma del responsable municipal que autoriza la acción.
En Girona también se producen “Autorizaciones para traslado de
cadáveres, entre cementerios”, las que, a menudo, se incluyen en los
“Expedientes de gestión de derechos funerarios sobre sepulturas”.
Por otra parte, la serie “Expedientes de autorización de exhumación
de cadáveres por traslado de sepultura o incineración sin la presencia de la
familia” contiene la autorización correspondiente y dado que la información
existe en varios documentos recapitulativos (libro Registro General de Sepulturas
y Parcelas; libro Registro de exhumaciones y traslado de cadáveres y/o libro Registro
de Incineraciones de cadáveres) se los elimina al cabo de cinco años.28
2.2. e) Registro de inhumaciones
En Morteros se lo llama también “Registro de enterramientos”. Se trata
de libros de gran formato en los que, como lo indicaba el reglamento de
1952, se asentaban en forma cronológica los cadáveres que ingresaban para
ser inhumados. Contenían datos sobre la identidad del occiso —nombre,
sexo, edad—, lugar en donde se lo depositaba y nombre del responsable
del sepulcro. Incluía una columna para anotar cualquier cambio posterior
(traslado o reducción, por ejemplo) y la fecha correspondiente. En Morteros
este libro fue reemplazado por las “Fichas catastrales”, a mediados del
siglo XX. Se los conserva en forma permanente en el Archivo General de la
Municipalidad.
En Girona, el libro Registro de inhumaciones de cadáveres se lleva desde
1905 y en él se inscriben, cronológicamente, los enterramientos. Es de
conservación permanente.29 Complementariamente, desde 1900 pero sólo
hasta 1995 se llevó un libro Registro de exhumaciones y traslado de cadáveres,
en el que se asentaban todas las exhumaciones que se realizaban en cada
28 “Taula d’avaluació documental”. Codi: 431 DOGC: 3604 Sèrie documental: Expedients
d’autorització d’exhumació de cadàvers pel trasllat de sepultura o incineració sense la
presència de la família, en http://cultura.gencat.cat/arxius/cnatdt/docs/431.doc. [Consulta
20 de febrero de 2011]. Esta serie está en revisión actualmente. (Información remitida vía
electrónica por Lluís-Esteve Casellas i Serra).
29 “Taula d’avaluació documental”. Codi: 435 DOGC: 3604 Sèrie documental: Llibre registre
d’inhumacions de cadàvers, en http://cultura.gencat.cat/arxius/cnatdt/docs/435.doc.
[Consulta 20 de febrero de 2011]
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
99
cementerio independientemente del motivo que la originara, el cual también
es de conservación permanente. Desde 1977 se lleva conjuntamente con el
de inhumaciones e incineraciones.30
2.3. En relación con la renta municipal
2.3. a) Registro de propietarios de sepulturas
También llamado “Padrón de contribuyentes”, es un documento en el que
se registra fecha del asiento, nombre y apellido del responsable, designación
catastral y tipo de sepultura (panteón, nicho, fosa); su función administrativa
es ubicar al responsable de cada sepulcro, por tipo de construcción. El
área Recursos Tributarios del municipio lo utiliza como base para cobrar
la tasa administrativa anual correspondiente. Inicialmente se trataba de un
libro pero en actualidad está en soporte digital (base de datos) y se puede
acceder por nomenclatura catastral, por apellido y nombre del propietario
o responsable, o por apellido y nombre de un difunto. Por su naturaleza, es
un documento activo, que se actualiza en forma permanente. Al comienzo
de cada año se imprime un ejemplar, que se conserva durante veinticinco
años; después se elimina y se conservan como muestra, los registros de los años
terminados en 0 y 5.
La serie semejante, en cuanto a la información que registra y función que
desempeña en Girona, es el “Padrón de la tasa por Servicio de conservación
de cementerios”. En la “Tabla de evaluación documental” correspondiente
a esta serie se propone conservarlos durante quince años, ordenados
alfabéticamente y después realizar un muestreo cronológico, reteniendo
los padrones, ordenados por responsable del pago de la tasa, de los años
terminados en 0 y 5, hasta 1975 y de los años terminados en 1 y 6 a partir
de 1981. Se han elegido esos años en función de la coincidencia con la fecha de
realización del padrón de habitantes y de los censos de población.31
30 “Taula d’avaluació documental”. Codi: 437 DOGC: 3604 Sèrie documental: Llibre registre
d’exhumacions i trasllats de cadàvers, en http://cultura.gencat.cat/arxius/cnatdt/docs/437.
doc. [Consulta 20 de febrero de 2011]
31 Ibid., Codi: 211. DOGC: 2685 Sèrie documental: Padró de la taxa pel servei de conservació
de cementiris, en http://cultura.gencat.cat/arxius/cnatdt/docs/211.doc. [Consulta 20 de
febrero de 2011].
100
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
2.3.b) Registro de pagos y deudores - contribución que incide sobre cementerios
Es un instrumento de control de lo percibido por el municipio en concepto
de concesiones de fosas y nichos. Se trata de un documento en soporte digital, que se utiliza para verificar los pagos y realizar los reclamos en caso
de mora. Incluye información sobre nomenclatura catastral, identificación del
responsable, tarifa, fecha y número del comprobante de pago. Dada su
naturaleza y características, se actualiza cada vez que se generan pagos y se
utiliza en forma permanente en la oficina.
Por tratarse de documentos de control económico, no se ha analizado
la serie similar del Ayuntamiento de Girona, existente en el servicio de
recaudación.
Valoración de los documentos de cementerios
Identificados los documentos de cementerios producidos en Morteros y
Girona, se estudiarán sus valores primarios y secundarios, puntualizando
algunos criterios de valoración.
1. Valor Primario
1.1. Componente o aspecto administrativo
Los documentos se producen con un fin administrativo específico,
que corresponde a su valor primario. Así, en los documentos y series
identificados, se puede advertir que:
La “Ordenanza general de cementerios” (Morteros), al igual que el
“Reglamento de cementerios municipales” (Girona) tiene por finalidad
fijar el régimen administrativo de los enterramientos y de las concesiones,
así como las disposiciones para la inhumación, exhumación, cremación y
traslado de cadáveres. Conserva este valor mientras dure su vigencia, es
decir, hasta que sea derogada o modificada por un instrumento similar.
Los “Expedientes de construcciones de particulares en cementerios”
(Morteros) y los “Expedientes de permisos de obras e instalaciones
de elementos ornamentales en las sepulturas” (Girona) tienen valor
administrativo mientras se mantiene la obra de que se trata por cuanto la
información que contienen es necesaria para el municipio.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
101
Los “Expedientes de concesión de uso de parcelas” (Morteros) y los
“Expedientes de gestión de derechos funerarios sobre sepulturas” (Girona)
presentan valor administrativo mientras dura la concesión, ya que en ellos
está registrado el procedimiento llevado a cabo.
Las “Constancias de arrendamiento de fosa y/o nicho” (Morteros) son
útiles para identificar al responsable y conservan este valor durante el plazo
de la concesión. Como se recordará, en Girona no existe una serie similar,
por cuanto el trámite se realiza mediante el “Expediente de gestión de
derechos funerarios sobre sepulturas”.
Las “Fichas catastrales” (Morteros) así como la serie paralela en Girona,
el libro Registro general de sepulturas y parcelas permiten identificar los sepulcros
y los cadáveres enterrados en cada una de ellos; tienen valor administrativo
mientras exista el panteón y haya cadáveres depositados en él.
El “Expediente o legajo de adquisición del inmueble” (Morteros) tiene
valor administrativo mientras el municipio sea propietario del predio. Lo
mismo ocurre en el Ayuntamiento de Girona.
Los “Legajos de obras en los cementerios” (Morteros) así como la serie
“Construcción y mantenimiento de equipamientos municipales” (Girona)
tienen este valor durante la ejecución de los trabajos y hasta que se cumplan
los plazos de cumplimiento de obligaciones y garantías, tanto del municipio
como del constructor.
Las “Autorizaciones de inhumación” (Morteros) y los “Expedientes
de inhumación o incineración de cadáveres” (Girona) tienen valor
administrativo mientras el cadáver esté sepultado en el lugar indicado en la
autorización correspondiente.
Las “Autorizaciones de exhumación para traslado, para incineración
o para reducción” (Morteros) y los “Expedientes de autorización de
exhumación de cadáveres por traslado de sepultura o incineración sin la
presencia de la familia” (Girona) tienen valor administrativo hasta que se
ejecuta el traslado, la incineración o la reducción autorizada.
El “Registro de inhumaciones” (Morteros) y el libro Registro de
inhumaciones de cadáveres (Girona) tienen largo valor administrativo por
cuanto la información que contienen interesa al municipio mientras exista
el cementerio.
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LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
El “Registro de propietarios de sepulturas” (Morteros) y el “Padrón
de la tasa por servicio de conservación de cementerios” (Girona) tienen
valor administrativo durante un año calendario, por cuanto se actualiza
anualmente a los fines impositivos y, consecuentemente, concluye su valor
primario.
1.2. Componente o aspecto legal
Si bien de manera general todos los documentos se sustentan en la ley,
tienen esta faceta de valor primario aquellos que respaldan derechos u
obligaciones concretos del ciudadano o, en el caso que nos ocupa, del
municipio o ayuntamiento. En muchos casos, coincide con el administrativo
pero algunos presentan ciertas particularidades.
Si se retoman las series identificadas en el acápite anterior, se observa que:
La “Ordenanza general de cementerios” (Morteros), y el “Reglamento
de cementerios municipales” (Girona) mantienen valor legal después de
haber sido derogados o modificados, como antecedente o como respaldo
de derechos adquiridos.
Las “Constancias de arrendamiento de fosa y/o nicho” (Morteros) son,
en muchos casos, el único documento que prueba dónde está enterrado un
cadáver. En algunos juicios relacionados con desaparecidos en los períodos de
terrorismo de Estado, la información contenida en esta serie permitió identificar
a cadáveres sepultados como “NN” así como a los responsables o encubridores
de estos crímenes, por cuanto estos cuerpos no fueron enterrados en sepulcros
particulares, sino arrendados circunstancialmente a la municipalidad.
2. Valor secundario
El valor secundario de los documentos de cementerio radica en que son
una fuente fundamental para estudios genealógicos, antropológicos,
históricos, de identidad, estadísticos, sanitarios, de género, arquitectónicos,
sociológicos, de vida cotidiana, de ideología, religiosos o de derechos
humanos. Se analizan algunos de ellos:
2.1. Estudios genealógicos
Para encontrar los antecedentes genealógicos es esencial contar con las
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
103
actas de los registros civiles de nacimiento, matrimonio y defunción, en
especial estas últimas, porque los datos que contienen permiten remontar
los ascendientes de una persona. Cuando no están los documentos en los registros civiles, por alguna causa fortuita, o cuando se investigan períodos
anteriores a su existencia, el investigador debe recurrir a archivos parroquiales
en cuyo caso las actas de bautismo, de matrimonio y de defunción son
fundamentales.32
Los “Registros de inhumaciones”, “Fichas catastrales”, “Autorizaciones
de inhumación y de exhumación”, además de informar dónde están sepultados
los miembros de una familia y la fecha de enterramiento, aportan datos
para comenzar la búsqueda en los registros civiles. Complementariamente,
los “Expedientes de construcciones de particulares en cementerios”
proporcionan información acerca de la situación económica de familias o
corporaciones, como cofradías religiosas o sociedades de socorros mutuos,
a las cuales pertenecía el individuo.
2.2. Estudios antropológicos
Para la antropología son de suma utilidad los documentos de muertos y de
cementerios; dado que su campo de investigación incluye las creencias, el
arte, la moral, el derecho, las costumbres y hábitos adquiridos por el hombre
como miembro de una sociedad. Las informaciones de los “Expedientes de
construcciones de particulares en cementerios”, por ejemplo, permiten conocer
los profesionales que trabajaron en el lugar, la situación socioeconómica de
una familia determinada y hasta inferir la visión de la muerte del profesional y
de los propietarios de los mausoleos, de acuerdo con la estructura que eligen
y con los elementos con que los adornan, como vitraux, altares o epitafios. En
este caso se cruza con los estudios arquitectónicos.
Del mismo modo, las “Fichas catastrales” brindan información acerca
de lo que ocurrió en cada parcela a lo largo del tiempo, y de ellas se pueden
deducir comportamientos sociales respecto de los muertos, tales como
formas de enterrar, posibilidad de reducir y de incinerar al difunto, entre
otros aspectos del devenir diacrónico de ese espacio.
En este campo son especialmente necesarios los documentos de
32 Tejerina Carreras, “Introducción a los estudios genealógicos”, pp.15-16 y 30-35.
104
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
cementerio para los referidos a antropología forense y todos los relacionados
con la recuperación de la memoria de períodos dictatoriales que permiten
trabajar sobre derechos humanos.
2.3. Estudios históricos-culturales
En lo que se refiere a la historia, los documentos de cementerio son fuente
para un amplio espectro temático, más allá de aquellos esencialmente
vinculados con la muerte. Así entre muchos otros, el análisis de la legislación
permite conocer los conflictos entre la Iglesia y el Estado, la evolución de las
políticas sanitarias —que permiten constatar enfermedades y epidemias— y
hasta del uso de la tierra.
Del mismo modo, es posible investigar acerca de los modelos
arquitectónicos a través del tiempo, el patrimonio cultural de un lugar
mediante diferentes manifestaciones, según los diversos credos.
3. Algunos criterios de conservación y de eliminación
No existe un criterio ideal o exclusivo que pueda aplicarse en todos los casos y
en todos los archivos, para decidir la conservación o eliminación de una serie.
Por eso, es necesario respetar los principios y premisas generales de la teoría
archivística y utilizar el o los criterios más convenientes según el fin perseguido.
En general se deben conservar los documentos que pueden ser útiles al
futuro usuario, porque contienen datos sobre la organización, su estructura
y funcionamiento o proporcionan testimonios sobre personas, cosas o
hechos y que, por ende, formarán parte del patrimonio documental local
y eliminar aquellos cuyo contenido informativo no trasciende el valor
primario, es repetitivo o puede encontrarse en otro documento.
Si se trata de documentos recapitulativos, Lluís-Esteve Casellas i Serra,
observa que “la consideración de una serie como recapitulativa de otra
únicamente es válida si contiene la información esencial de esta de forma
íntegra y si, además, ofrece las mismas garantías de autenticidad y de validez
jurídica”.33
Respecto de series relacionadas, debe estudiarse la interdependencia de
33 Casellas i Serra, “La evaluación y selección de la documentación económica”, p. 13.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
105
la información contenida, es decir, verificar en qué medida la información
de una serie es comprensible sin el conocimiento y la vinculación a otra
serie, en tanto que la una y la otra corresponden a distintas actividades
administrativas de una misma función.34
La Norma ISO 15489-1 recomienda identificar los intereses legítimos y
exigibles que los ciudadanos pueden tener en relación con la conservación
de los documentos durante un período de tiempo superior al requerido por
el propio municipio; identificar y evaluar los beneficios legales, financieros,
políticos, sociales y de cualquier otro tipo que se deriven de la conservación
de los documentos al servicio de la investigación y de la sociedad en su
conjunto; y cumplir, de existir, las disposiciones reglamentarias de la
autoridad archivística competente.35
Sobre la base de los criterios establecidos por distintos autores,36 se propone tener en cuenta los siguientes criterios que, a modo de ejemplo, se
aplicarán sobre los documentos de cementerio de Morteros:
Deben ser conservadas las series documentales que permiten conocer
los orígenes del organismo, su organización, la evolución de sus estructuras
y sus políticas, funciones, programas, disposiciones y actividades, esto
es, conocer cómo actuaba y cómo interpretaba la realidad social (ej: la
“Ordenanza general de cementerios”); aquellas que contienen datos
significativos sobre acontecimientos, lugares, instituciones, personas,
movimientos y tendencias de la historia política, económica y social (ej:
las “Constancias de arrendamiento de fosas y/o de nichos”, y las “Fichas
catastrales”); las que contienen información necesaria para la protección de
derechos del municipio, de personas o de instituciones (ej: los “Expedientes
de concesión de uso de parcelas”); las que documentan derechos y
obligaciones del municipio y de los individuos (ej: los “Expedientes o
legajos de adquisición de inmueble”); las que contienen información acerca
de la evolución de las artes, las ciencias y las técnicas (ej: los “Expedientes de
construcciones de particulares en cementerios” y los “Legajos de obras
municipales en los cementerios”) y aquellas que completan la información de
34 Idem.
35 Norma ISO 15489-1:2001, apartado 9.2, p.17.
36 Cf. Cermeno Martorell y Rivas Palá, Valorar y seleccionar; Couture, “Las Tablas de Plazos de
Conservación; Casellas i Serra, “La evaluación y selección de la documentación”.
106
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
otros fondos o series documentales (ej: las “Autorizaciones: de inhumación
y de exhumación para traslado, para incineración y para reducción”, que
completan la información de las “Fichas catastrales” a las que se adjuntan).
Además, las series que contienen información necesaria para análisis
estadísticos y de historia cuantitativa (ej: el “Registro de inhumaciones”),
las que proporcionan información y pruebas acerca de la interacción
entre la organización y los ciudadanos (ej: el “Registro de propietarios de
sepulturas”,) así como las que contribuyen a la elaboración de la memoria
de la organización.
Además de tener en cuenta estos criterios, en todos los casos es
fundamental la conservación del contexto de producción del documento,
que permitirá a futuros usuarios juzgar su autenticidad y fiabilidad, incluso
en sistemas de gestión de documentos cerrados o que hayan sufrido
importantes cambios.
Pueden eliminarse las copias, cuando los documentos originales están
localizados y en buen estado de conservación, una vez concluido el valor
primario (ej: las “Autorizaciones de inhumación” y las “Autorizaciones
de exhumación para traslado, para incineración o para reducción”); y
los documentos cuya información se encuentra recapitulada en otros
documentos (ej: los “Expedientes de gestión de derechos funerarios sobre
sepulturas”, del Ayuntamiento de Girona).
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
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CUADRO COMPARATIVO DE LOS DOCUMENTOS IDENTIFICADOS
Y SUS PLAZOS DE CONSERVACIÓN
Morteros
Girona
Plazo de
conservación
Observaciones
Serie
Plazo de
conservación
Permanente
Reglamento
de
Cementerios
Municipales
Permanente
Permanente
Expedientes
de permisos
de obras e
instalaciones
de elementos
ornamentales
en las
sepulturas
Permanente
Expedientes
de concesión
de uso de
parcelas
Permanente
Expediente
de gestión
de derechos
funerarios
sobre
sepulturas
4 años
Constancia
de arrendamiento de fosa
y/o nicho
Permanente
Serie
Ordenanza
General de
Cementerios.
Expedientes de
construcciones
de particulares
en
cementerios
Fichas
catastrales
Permanente
Expediente
o legajo de
adquisición del
inmueble
Permanente
Legajo de
obras en los
cementerios
10 años, se
depuran y
se conservan
permanentemente los
documentos
con valor
secundario.
108
Si se trata de
nichos, se
eliminan a los
dos años.
_______
Libro Registro
General de
Sepulturas y
parcelas
Permanente
No se analiza,
aunque existe,
en la unidad
de Patrimonio.
Construcción
y mantenimiento de
equipamientos municipales.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
No se analiza
por tener relación indirecta
con el tema
que se trata.
Morteros
Serie
Plazo de
conservación
Girona
Serie
Plazo de
conservación
Permanente
Expedientes
de
inhumación o
incineración
de cadáveres
4 años
5 años.
Conservación
permanente
de un
ejemplar en
la oficina del
cementerio
Expedientes
de
autorización
de
exhumación
de cadáveres
por traslado
de sepultura
o incineración
sin la
presencia de
la familia
5 años
Registro de
inhumaciones
Permanente
Libro
Registro de
inhumaciones
de cadáveres
Permanente
Registro de
Propietarios de
sepulturas
25 años.
Muestreo 1
año de cada
5.
Padrón de
la tasa por
Servicio de
conservación
de
cementerios
15 años.
Muestreo
1 año de
cada 5.
Libro
Registro de
exhumaciones
y traslado de
cadáveres
Permanente
Autorizaciones
de inhumación
* Autorizaciones de exhumación para
traslado
* Autorizaciones de exhumación para
incineración
* Autorizaciones de exhumación para
reducción
Observaciones
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
109
A modo de conclusión
Se han identificado trece series documentales del área Cementerios de la
Municipalidad de Morteros, once de las cuales, con pocas diferencias de
contenido y a veces de denominación, se producen también en Girona.
Esto es así porque las facultades y responsabilidades del Estado municipal
ante la muerte de sus ciudadanos son las mismas, independientemente
del país y del régimen administrativo. Del mismo modo, funciones
idénticas producen documentos iguales o con pocos cambios, cuando el
procedimiento administrativo que les dio origen exige algún trámite extra
o, por el contrario, requiere menos pasos.
De las series identificadas, la mayoría son de conservación permanente
y de las que se eliminan, la información se encuentra en otro documento
recapitulativo. Esto significa que los documentos relacionados con la muerte
y el cementerio son valiosos, tanto desde el punto de vista administrativo y
legal, como informativo e histórico.
La utilización de criterios de conservación y de eliminación similares
permite la conservación definitiva de las mismas series. Es conveniente,
entonces, trabajar en forma interdisciplinaria e interinstitucional, aprovechando las sinergias de trabajo entre profesionales, así como las experiencias
individuales para lograr la creación de modelos que puedan adaptarse a
las realidades locales y homologar criterios entre organismos paralelos, no
solo en la misma región y país, sino a nivel internacional. La normalización
en este sentido beneficiará también al usuario, por cuanto le permitirá
conocer anticipadamente qué documentos se han conservado y cuáles se
han eliminado, cualquiera sea el Municipio de que se trate.
Bibliografía y fuentes
Fuentes
ACM
Archivo Central de la Municipalidad de Morteros.
AGM
Archivo General de la ciudad de Morteros.
AHPC
Archivo Histórico de la Provincia de Córdoba.
Constitución de la Nación Argentina.
Constitución de la Provincia de Córdoba.
110
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
CNATD
Comissió Nacional d’Avaluació i Tria de la Documentació
Norma ISO 15489-1:2001, Información y documentación.
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Cermeno Martorell, Lluís y Rivas Palá, Elena, Valorar y seleccionar documentos.
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112
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
ESTUDIO DE LAS POLÍTICAS DE INFORMACIÓN EN ARCHIVOS
Laura Cristina Torres Martínez*
Resumen
El artículo se desarrolla en tres momentos; la primera parte corresponde
a la delimitación conceptual de las políticas de información en
archivos como un campo joven de los estudios de información. Así
como sus antecedentes y tipificación. En la segunda parte se aborda
el contexto y desarrollo de políticas por parte del Archivo General
de la Nación, se explica cómo se fueron diseñando las políticas de
información en los archivos, durante la segunda mitad del siglo XX y
hasta llegar a la primera década del siglo XXI. Finalmente se hace una
revisión de los planteamientos que las organizaciones internacionales
globalizadoras hacen respecto de las políticas de información y de
cómo estas impactan en las políticas de información en los archivos.
Palabras clave: políticas, información, archivos.
Abstract
The article is developed in three moments; the first part corresponds
to de conceptual delimitation, background and typology of information policies in records/archives as a young field in the information
studies. In the second part an approach of the context and development of policies by the Archivo General de la Nación is made, it explains how policies of information on records/archives were designed
from the second half of the 20th century to the first decade of the
21st decade. Finally a review of the approaches made by the global
organizations in relation with information policies and how these impact on information policies in records/archives is carried out.
Keywords: policies, information, records/archives.
* Profesora “Titular A”, [email protected]; [email protected]
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
113
Antecedentes y concepto
Las políticas de información como un campo joven de los estudios de la
información, señalado a finales del siglo XX por Ian Rowlands,1 Mairéad
Brown2 y por Robert Burger3 manifiestan que es a través de los estudios
de las políticas públicas como se puede comprender, estudiar y establecer
su marco teórico; partiendo de lo anterior, se ha considerado que también
pueden contribuir a la relación, orientación y acercamiento de las políticas
de información en archivos.
Mairéad Browne apunta que las políticas de información tienen un
origen histórico que ayuda a comprender cómo surgen y qué son. Establece
como ejemplo, que desde el siglo XVI en Europa la Iglesia católica elaboró
mecanismos para tener el control de la información, entre los poderes civiles,
que pusieron restricciones a la ciencia, las artes, la política y la música.4
Durante los siglos XVII, XVIII y XIX se establecieron políticas de
información a través del control de libros y archivos que eran censurados
con uso restringido y a los cuales solo tenían acceso las clases altas, porque
eran las que tenían poder sobre el pueblo, acceso al conocimiento y porque sabían leer, escribir y hablaban otros idiomas.
En el siglo XX se dio la apertura a las políticas de información que, a
partir de los años sesenta, cobraron mayor importancia. Se estableció que la
información es fundamental para la seguridad nacional y se dio peso especial
a la propiedad intelectual. Un aspecto planteado fue la responsabilidad, en
todos los países, del uso de la información.
Al término de la segunda guerra mundial, inició la llamada “guerra fría”
—y la información tuvo un uso secreto, aspecto que los países cuidarían
como parte de sus estrategias de poder—. Durante la “guerra fría”, la
sociedad demandaba información sobre la actuación de los gobiernos;
esta solicitud llevó a Estados Unidos y a la entonces Unión Soviética a
plantear la necesidad de normar el uso y la difusión de la información, sobre
1 Cfr. Rowlands, “Understanding information policy: concepts, frameworks and research
tools”, pp. 13-25.
2 Cfr. Brown, “The field of information policy, pp. 339-3351
3 Cfr. Burger, “The Analysis of Information Policy,” pp. 171-181.
4 Browne, op. cit., p. 261.
114
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
todo la militar y científica; debido a filtraciones en torno a los avances en
materia espacial. Así surgió la instrumentación sobre el uso de las políticas
de información.
Las políticas de información están relacionadas con la gobernabilidad
a través de las instituciones; son promulgadas por cada gobierno, el cual
decide lo que se debe hacer con la información y puede proyectarlas
apoyándose en un plan de acción para el desarrollo y operación de
servicios y sistemas de información. Abarcan la generación, organización,
clasificación y recuperación de datos que son por sí mismos información,
que una vez procesada se convertirá en conocimiento. La información
puede considerarse como un bien al que la sociedad tiene derecho, es
decir, es inalienable porque establece obligaciones, como la libertad de
uso, y abre el camino a la sociedad democrática. Sin embargo, debe tener
normas que protejan a la sociedad que las genera; por eso, las políticas
sobre el uso de información restringen y protegen los documentos médicos,
financieros, personales y el copyright, que pretende el uso justo del derecho
al conocimiento.5
La frontera que delimita el acceso a la información depende de la
importancia que cada sector o institución pública establece para dar a conocer
asuntos sobre economía nacional, impuestos, moneda, educación, salud,
energía, entre otras. Asimismo, algunos países consideran a las políticas de
información como parte de las políticas de información gubernamentales.
También son llamadas políticas expertas porque son promulgadas por un
gobierno central que rige a sus secretarías de Estado y a los órganos de la
administración pública.
En México, las secretarías de Estado, las organizaciones no
gubernamentales y los entes públicos formulan políticas de información
que someten a la aprobación de los poderes Ejecutivo y Legislativo. Estas
instituciones se encargan del control, regulación y aplicación de las políticas
para el beneficio de la sociedad. Horton apunta “que las políticas de
información básicas deben estar encaminadas al proceso de producción,
difusión y acceso a las mismas”.6
5 Horton, “What are National Information Policies”, pp. 3-12.
6 Ibid., p. 6.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
115
Por otra parte, una política de información debe estar sustentada en
la generación de los datos; es decir, debe reflejar la metodología de uso
y la credibilidad de los datos, así como la forma en que se recogieron y
los propósitos que tenían; deberá además considerarse la propiedad legal,
las leyes de propiedad intelectual, las innovaciones, la creatividad, la
productividad, la propiedad de la información, la legislación secreta y la de
dominio público, las cuales son aplicadas en los distintos sectores, según
apunta Martha Dosa.7
Los gobiernos establecen políticas de información como guías para
proteger, por un lado, los datos, y por otra parte, para usarlos y difundirlos.
Estas pueden ser aplicadas de manera informal en la práctica del trabajo, o
bien ser formales, plasmadas en leyes. Como un ejemplo del establecimiento
de normas sobre el uso de la información, en 1991, el gobierno australiano
señaló que los temas socioculturales, legales, el uso de datos, de información,
conocimiento, economía, tecnología y política deben estar formulados bajo
“políticas de información que atiendan su manejo, la acumulación, uso y
difusión. Considerando que la información es la base de toda actividad social
pública o privada”8 y que los componentes de una política de información
deberían estar en estatutos legales, normas sociales, leyes públicas y acciones
administrativas, como dice Trauth.9 Asimismo las políticas de información
deben ser apoyadas por el gobierno.
Políticas de información en archivos
Cabe mencionar que en México son escasos los estudios sobre el tema. El
estudio de las políticas de información tiene su origen en los acontecimientos
históricos; su planteamiento no está alejado de lo acontecido en otros
países, como se ha venido planteando.
Para el caso de los archivos, las políticas estuvieron presentes a lo
largo de la historia y se dio atención a los documentos de archivo, cabe
señalar que estos no fueron lo prioritario, porque había más atención en
7 Cfr. Dosa, Across all Borders: Internacional Information Flows and Applications: collected papers, pp.
239-251.
8 Horton., op. cit., p. 10.
9 Trauth, “An integrative approach to information policy research”, pp. 41-50.
116
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
las políticas económicas, en la política misma y, por supuesto, en lo social.
En la Nueva España, había que depender de la corona española, lo cual
limitaba en mucho la atención puntual de la documentación producida por
la estructura colonial. De este periodo sobresale la ordenanza redactada
por el segundo Conde de Revillagigedo,10 en la cual se establecía la creación
del Archivo del Reino de la Nueva España, también llamado Archivo de la
Secretaría del Virreinato; por lo que en un inicio las políticas de información
se crearon según el concepto clásico de la archivística de conservar todos
los documentos incorporando su arreglo, aunque no existían, en sentido
estricto, métodos y técnicas de archivo.
Durante el siglo XIX la guerra de Independencia tuvo al país más
ocupado en los asuntos latentes, que eran integrar un Estado-nación donde
lo prioritario estaba inmerso en la conformación de una estructura política,
el despegue económico y la atención de los problemas sociales; a pesar de
esa situación, Lucas Alamán decretó el 22 de agosto de 1823 la creación
de un Archivo Público General para el resguardo de todos los archivos
diseminados y su base sería el antiguo archivo. Esto fue un logro político y
también en las políticas de información, pues jurídicamente se instituyó el
Archivo; en 1846 se publicó el decreto que reglamentó la organización del
mismo;11 por ello, tomó relevancia que los documentos producidos por las
administraciones fueran conservados y resguardados en los archivos como
un bien de la nación.
Las políticas de información en archivos se establecieron, en una primera
etapa, del siglo XVIII al XIX. Durante este periodo, la idea de sus creadores
de preservar los documentos tuvo la finalidad de justificar y legitimar los
derechos para sus sucesores. Posteriormente, en los albores del siglo XX,
las políticas sobre los archivos señalaban la preservación y la conservación
de los documentos. A estas se suma el control, desde su generación, para
hacer más eficiente el uso y acceso a los documentos y a la información que
contienen.
Las políticas de información conllevan decisiones que “pueden
10 Véase. Archivo General de la Nación de México, Fondo Reales Cédulas, vol. 151, fojas,
279-280.
11 Véase. Rubio Mané, Conmemoración del sesquicentenario de la fundación del Archivo General de la
Nación, México, pp. 27-29
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
117
[estar] encaminadas a obtener la mayor eficacia en la dirección, gestión y
gobierno de las unidades de información, documentación [y archivo] en
sentido amplio”.12 A partir de lo anterior, la formulación de políticas de
información en materia de archivos se basa en decisiones tomadas, por
lo general, al más alto nivel de la administración pública. Las acciones
planteadas deberán seguirse en todos los niveles inferiores. Las autoridades
formulan planes sobre el control, manejo, organización, acceso y uso que
seguirán los documentos en su ciclo vital, considerado como: “el progreso
de cada documento a partir de sus tres fases que son la creación, uso y
disposición final”.13
Una política eficaz de archivos debe estar sustentada en dos elementos
esenciales: “en la configuración de un sistema y en una planificación”, afirma
Esther Cruces Blanco.14 Así, la planeación se convierte en la espina dorsal de
la política archivística y de su administración; pero no se debe confundir los
términos, a veces considerados equivalentes, de programación y proyecto.
La planificación es la elaboración de un plan general con ciertos objetivos.
Cuando los objetivos son parciales, se habla de programas o proyectos”.15
La planeación es una acción continua que programa acciones enfocadas a
lograr ciertos objetivos, como puede ser la optimización de los recursos; se
divide en varias etapas: diagnóstico de las necesidades, determinación de
objetivos, soluciones, elaboración de directrices, decisiones, ejecuciones y
evaluación.
Dentro de los elementos que se debe considerar para el establecimiento
de las políticas de información en los archivos, Iraset Páez Urdaneta
considera:
1. Se tiene que designar un comité nacional especial para determinar
los alcances de la política. Las políticas de información
plantearán objetivos de desarrollo en la dicotomía centralización/
descentralización operativa de la misma.
12 Ros García, Políticas de Información y Documentación, p. 13.
13 Tayfun, “A Model for Life Cycle Records Management”, pp. 1-15
14 Cruces Blanco, “El Futuro: la planificación archivística”, citado por Ruiz Rodríguez,
Manual de Archivística, p. 285.
15 Idem.
118
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
2. Se determinarán funciones en la ejecución de las políticas, en los
distintos organismos nacionales.
3. Se establecerán programas y presupuestos, a mediano plazo, que
concuerden con los proyectos planteados en las instituciones
públicas.16
Los recursos nacionales integrarán un sistema orientado a la información.
Por tanto, la información que se guarda en los archivos sirve para la toma de
decisiones en la administración pública y también es un recurso que tienen
los individuos para la resolución de problemas de orden administrativo,
como el conocimiento de su entorno social, del pasado, y de la cultura que
lo forman.
Otra forma de determinar políticas de información se refiere al
tratamiento de los documentos de archivo, estableciendo:
Medios que permitan el procesamiento eficaz y rentable de la documentación
producida o acumulada por la administración. La finalidad de las políticas
deberá ser la planificación, establecimiento y mantenimiento por medio de la
reglamentación, estructura y programas racionales, eficaces y rentables sobre
la creación, utilización, recuperación y conservación de los documentos que la
administración produce o recibe durante el ejercicio de sus actividades.17
La política archivística implica desarrollar un plan que considere el
tratamiento del documento de archivo y la información, además de las
etapas activa o administrativa, la semiactiva o de concentración, donde
se elimina o se selecciona y la inactiva donde se conserva en un archivo
histórico.
16 Cfr. Páez Urdaneta, Información para el Progreso de América Latina, pp. 109-112.
17 Couture, Rousseau, Los Archivos en el Siglo XX, p. 15.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
119
Clasificación de políticas de información en materia de archivos
Richard Rubin18 hace mención de diferentes tipos de políticas de
información en el ámbito bibliotecario, mismas que se puede considerar
para los archivos:
• Política oficial. En las diversas formas de política archivística se
debe considerar la oficial. Esta política emana del Estado y marca
las formas de manejo y ordenamiento sobre los documentos de los
archivos de la administración pública central.19 La política oficial se
delega a la instancia correspondiente, en México el Archivo General
de la Nación dicta, planea, ejerce y promueve las maneras de trabajo
en los archivos.
• Política de organización documental. Es la instrumentación de
la documentación que se implanta mediante un sistema nacional
de administración documental. El sistema diseñará y aplicará, en
forma gradual, una estrategia global para el manejo y uso de la
documentación. La estrategia es una norma técnica coherente y
completa de lineamientos y procesos para la gestión de todo el sector
público, que incluye la producción, circulación, conservación, uso y
selección de la documentación basada en el ciclo vital del documento.
18 Cfr. Rubin, Foundations of library and information science, pp. 139-169
19 Forest Woody Horton plantea algunos parámetros sobre política. El Estado tiene
intenciones, comportamientos y normas que formaliza y hacen explícita la soberanía del
gobierno. Sus instituciones, corporaciones y otras entidades organizacionales, como los
grupos sociales, clubes y cuerpos profesionales.
Las políticas se desarrollan en forma individual, en las organizaciones e instituciones que
se pueden considerar como micro-políticas. Se debe considerar que las políticas individuales
no se establecen a partir de una ley. Existen otras políticas que se dan en toda la nación,
región o a nivel internacional que se consideran macro-política.
Por otra parte, las políticas son necesarias en el sector público y privado. Las políticas son
instrumentos formales y legales. Están plasmadas en Constituciones, actas parlamentarias,
leyes, reglamentos, regulaciones, tratados internacionales y decisiones judiciales. Asimismo,
se encuentran en manuales de procedimientos, guías de procedimientos, memorandos
internos y documentos administrativos.
Las políticas sobre archivos incluyen el trabajo y ética de las personas que laboran en los
repositorios y quedan plasmados en estatutos profesionales y códigos de ética, que trasmiten
costumbres, creencias, tradiciones y valores sociales entre generaciones. Horton, “What are
National Information Policies”, pp. 3-5.
120
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
• Política de desarrollo del acervo documental. Tiene como
finalidad el crecimiento de los acervos históricos. Para recuperar
la documentación, se debe considerar que contenga valores de
evidencia, testimonio, información y de cultura, que son fuente y
testimonio para la investigación y comprensión de la sociedad, así
como para comprobar y legitimar las acciones de los ciudadanos.
Su instrumentación estará sustentada en programas estratégicos
de valoración, selección y catálogo de disposición documental.20
Los programas buscan asegurar la transferencia secundaria de
documentos, ya sea para que queden resguardados en los archivos
históricos o se haga la baja definitiva porque los documentos no
llenan los parámetros para ser preservados y conservados.
• Política de preservación y conservación. Pretende optimizar y
mejorar la guarda de los documentos por medio del control físico
adecuado. También busca mejorar los edificios para mantener en
buen estado la documentación.
• Política de conservación documental como patrimonio cultural.
Surge por la preocupación del gobierno por conservar el patrimonio
documental, y para conocer y preservar la identidad nacional. Los
documentos son el reflejo de las actividades de la administración
pública. En México, la preservación del patrimonio documental
está sustentada en la “Ley Federal sobre monumentos y zonas
arqueológicos, artísticos e históricos”,21 la cual establece en su artículo
36 fracción II que son monumentos históricos, los documentos
y expedientes que hayan pertenecido o pertenezcan a oficinas y
archivos de la federación, estados, municipios y casas curiales de los
siglos XVI al XIX. El reglamento del Archivo General de la Nación22
establece, en los artículos 1 a 8, que los documentos de las oficinas
20 Instrumento elaborado a partir de la normatividad legal vigente con la finalidad de
establecer tiempos de guarda y conservación de los documentos que deberán ser valorados
para baja definitiva o de transferencia al archivo histórico. Se apoya en la ley sobre tiempos de
guarda para documentación contable, y en los acuerdos emitidos para los tiempos de guarda
de documentos judiciales.
21 “Ley federal sobre monumentos y zonas arqueológicos, artísticos e históricos”, en Diario
Oficial de la Federación, México, 6 de mayo de 1972.
22 Cfr. “Reglamento del Archivo General de la Nación”, en Diario Oficial de la Federación, pp.
1 y 2.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
121
extinguidas que tengan interés histórico serán considerados como
patrimonio nacional. Por otra parte, la protección del patrimonio
documental se basa en la Ley General de Bienes Nacionales,23 que
establece que son bienes de dominio público los objetos que por su
naturaleza no son substituibles, como los documentos y expedientes
de oficina, los archivos y las fotografías, entre otros.
• Política de Servicios Documentales. Busca mejorar los servicios de
información documental determinada por la política de organización
documental, que incluye el servicio de acceso y consulta. Los archivos ponen al acceso y la consulta de los documentos que resguardan
a partir de diversos instrumentos que describen los documentos
y que pueden ser: inventarios, listados, guías, catálogos en bases
referenciales o de texto completo. También cabe mencionar que
existen restricciones en el acceso a algunos documentos, por el
tipo de información que contienen, y se les coloca en fondos y
series documentales reservados, confidenciales o desclasificados.
Asimismo, una forma de dar a conocer los acervos documentales
son: las exposiciones, visitas guiadas y diversas publicaciones con
documentación e información que se conserva en los archivos.
• Política sobre recursos humanos. Para aplicar políticas de
desarrollo del acervo, preservación, conservación y servicio en los
archivos, se debe incluir al personal que lleva a cabo los diversos
procedimientos de trabajo en los archivos administrativos, de
concentración e históricos. Los recursos humanos en los archivos
tienen que operar en forma eficaz en cada etapa de ordenamiento
documental. Para lograrlo, en los archivos se debe impulsar la
formación de cuadros profesionales, así como cursos de capacitación
para la administración de documentos.
Actuación del Archivo General de la Nación: concepto y contexto de
sus políticas
El Archivo General de la Nación, durante la colonia, la independencia, y los
23 Cfr. “Ley General de Bienes Nacionales,” en Diario Oficial de la Federación, pp. 14 y 15.
122
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
siglos XIX y XX, se consolidó como la institución que resguarda y preserva
documentos con información que refleja la historia de México.
Para comprender las políticas de información en los archivos es necesario
analizar cómo en el Archivo General de la Nación, en distintas épocas, se
conceptualizó al archivo, al documento y a la organización documental,
así como la interacción entre documento e información. También se debe
revisar la forma en que se conformó esta institución y cómo se ordenaron
sus fondos documentales para que fueran utilizados por la administración
pública, los ciudadanos y distintos profesionales en el ejercicio de su trabajo.
En este sentido solo abordaré lo acontecido en la segunda mitad del
siglo XX sin menoscabo de los siglos anteriores. Considero que la época
rompe en muchos sentidos la vieja situación decimonónica de darle un
mayor trato a la preservación, custodia y resguardo.
En 1960, Ignacio Rubio Mañé fue designado director del Archivo
General de la Nación. Entre las actividades que realizó se encuentran la
innovación del boletín, promoviendo una segunda serie, con publicaciones
históricas más profundas. Comenzaron las investigaciones históricas; y
también se llevó a cabo la catalogación de varios fondos documentales con
egresados del Colegio de Historia y de Archivonomía, de la Facultad de
Filosofía y Letras de la UNAM.
Rubio Mañé inició relaciones con dos máximas autoridades
internacionales en materia de archivos: el Consejo Internacional de
Archivos y la UNESCO, de la que fue vicepresidente de 1964 a 1968. También
fue director y miembro honorario de la Sociedad Americana de Archivistas
(The Society of American Archivist) y de los Archivos Nacionales (National
Archives), de Washington, D.C.24 Durante su gestión se recibieron las
donaciones de los siguientes documentos:
1. El Acta de la Independencia Nacional.
2. El Tratado de Ciudad Juárez del 21 de mayo de 1911, que dio fin a la
dictadura de Porfirio Díaz.
24 Rubio Mañé, Conmemoración del sesquicentenario de la fundación del Archivo General de la Nación,
México, , p. 65.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
123
3. Documentos, recortes de periódicos y fotografías del primer reparto
de tierras hecho en México por el general Lucio Blanco, jefe de las
fuerzas constitucionalistas, en Matamoros, Tamaulipas, en 1913.
4. Testamentos de los generales Antonio López de Santa Anna, de
1876, y Porfirio Díaz, de 1938.
5. Proceso contra José León Toral y socios, de 1928, que después fue
retirado del AGN.
6. Proceso contra Felipe Carrillo Puerto, gobernador de Yucatán.25
En octubre de 1963, Luis Echeverría Álvarez, siendo secretario de
Gobernación, se interesó por el archivo y los problemas que presentaba su
sede. Para encontrar una solución al espacio, comisionó a Ignacio Rubio
Mañé, para visitar los archivos de otros países y ver las condiciones de las
instalaciones de los repositorios.
El Diario Oficial de la Federación publicó a finales de 1965 un decreto
que determinaba la construcción de tres edificios donde se ubicarían la
Secretaría de Gobernación, el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje,
y el AGN. Los edificios serían construidos entre las calles de Obrero Mundial,
Doctor Vértiz, Esperanza y Petén. Estos inmuebles no se construyeron y se
desconocen las causas de ello.
En 1969, un año antes de concluir la gestión presidencial de Díaz Ordaz,
en la Dirección de Estudios Administrativos de la Presidencia, se realizaron
reuniones para discutir la reforma administrativa. En el programa de
Reforma para la Administración Pública Federal (1965-1979) se consideró
a los archivos. Para conocer su situación se hicieron reuniones; se analizó
la organización de los archivos públicos, los problemas de organización,
formas de trabajo, recursos humanos y sedes. Alejandro Carrillo Castro,
director de Estudios Administrativos, tuvo a su cargo los debates para
hacer un diagnóstico que impulsó el trabajo archivístico; se formaron dos
secciones: 1) archivos administrativos y 2) archivos históricos. Uno de los
resultados fue el plan para crear una unidad administrativa de los archivos
federales.
25 Idem.
124
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
Los archivos en México trabajaban con criterios propios y dispersos,
así que para que hubiera un trabajo coordinado e igual, la Comisión de
Administración Pública y su Secretariado Técnico crearon el Comité Técnico
Consultivo de las Unidades de Correspondencia y Archivo (Cotecuca,26
1969), que ayudaría como mecanismo a: “coadyuvar al mejoramiento de los
servicios de correspondencia y archivo de las entidades públicas, estudiar,
analizar y proponer reformas en sistemas de organización y procedimientos
para los archivos vinculados al Ejecutivo Federal”.27 Así, el Archivo General
de la Nación28 pudo normar políticas de los trabajos en los archivos en
México y difundir los planteamientos formulados por el Cotecuca y los
Comités Técnicos Internos de Administración de Documentos (Coteciad).29
En tanto en su sede el Archivo recibió la documentación de los XIX
Juegos Olímpicos, el 26 de noviembre de 1970. De igual manera, se continuó
con la catalogación de los fondos de la época colonial y se publicaron los
dos primeros tomos del Índice del Fondo Provincias Internas y del Índice del Fondo
de Reales Cédulas.
Rubio Mañé, al finalizar su administración, dijo:
En la vida del AGN, tres [eran] sus grandes menoscabos 1) carencia
de un edificio propio, adecuado y funcional; 2) administración eficaz
del Estado, que atienda oportunamente sus requisitos; y 3) personal
calificado, con estudios competentes en Archivonomía e Historia bien
remunerados con salarios dignos, de modo que sus funciones iluminen
el camino a los que investigan, y sus actividades proporcionen bases a la
averiguación histórica de nivel científico.30
A continuación se presenta un cuadro en el que se despliega el tipo de
políticas de información que el AGN fue implementando.
26 Comité Técnico Consultivo de las Unidades de Correspondencia y Archivo, de aquí en
adelante Cotecuca.
27 Villaneda, Historia del Comité Técnico Consultivo de las Unidades de Correspondencia y Archivo, p. 12.
28 De aquí en adelante AGN.
29 Comités Técnicos Internos de Administración de Documentos, de aquí en adelante
Coteciad.
30 Rubio Mañé, op. cit., p. 69.
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125
CUADRO 1. SITUACIÓN DEL ARCHIVO Y ACCIONES EN LA ÉPOCA
POSREVOLUCIONARIA (1920-1977)
Contexto (Actores)
Presidente Lázaro
Cárdenas del Río
Director Rafael
López,1920-1943
Archivo
Archivo
General
de la Nación
Tipo de políticas
Organización
documental
Servicios
documentales
Acciones
Creación de un
departamento para
clasificar la documentación
de la Secretaría de
Hacienda.
Publicación del Boletín del
AGN
Preservación y
conservación
Servicios
documentales
Presidente Manuel
Ávila Camacho,
1940-1946
Director Julio
Jiménez Rueda,
1943-1952
Organización
documental
Archivo
General de la
Nación
Preservación y
conservación
documental
Presidentes:
Adolfo Ruiz
Cortines,
1952-1958
Gustavo Díaz
Ordaz, 1964-1970
Directores:
126
Apoyo de la UNAM para
iniciar la nueva serie del
Boletín. Cooperación
del Instituto Indigenista
para publicar el índice
del fondo Indios. La SHCP
destinó una partida para la
catalogación de los fondos
de Inquisición, Criminal,
Universidad y Provincias
Internas. Instalación de
equipos de desinfección.
Se hizo copia de tarjetas
catalográficas. Adquisición
de equipo de micropelícula.
Recursos Humanos
Aumentó el personal
Oficial
El archivo es parte de la
administración del Estado.
Preservación
documental
Archivo
General de la
Nación
Manuel B. Trens,
1953-1959
Ignacio Rubio
Mañé, 1960-1977
Propuesta para instalar el
AGN en los edificios de La
Ciudadela.
Servicios
documentales
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
Se realizan investigaciones
históricas y catalogación
con egresados del
Colegio de Historia y de
archivología de la UNAM.
Se recibieron donaciones
de documentos, como el
Acta de Independencia
Nacional y 95 documentos
de Benito Juárez.
Se intensificaron las
relaciones con el Consejo
Internacional de Archivos.
Contexto (Actores)
Archivo
Tipo de políticas
Reforma del Estado. Se
analizan los problemas
de los archivos públicos y
se presenta un plan para
mejorar su administración.
Oficial
Presidentes: Luis
Echeverría
1970-1976
Director Ignacio
Rubio Mañé,
1960-1977
Archivo
General de la
Nación
Acciones
Preservación
documental
En 1970 se traslada la
documentación de los XIX
Juegos Olímpicos.
Organización
documental
Aumentó la catalogación
de fondos
Época contemporánea (1977-2000)
José López Portillo decretó el 27 de marzo de 1977 que el Palacio de Lecumberri
albergaría el Archivo General de la Nación, siendo sus sedes anteriores el
Palacio Nacional y el Palacio de Comunicaciones hasta 1982. Alejandra Moreno
Toscano, como directora del AGN, entre 1977 y 1982, realizó un intenso
trabajo para reformar y modernizar al Archivo. Durante esta administración
fue receptor de los documentos generados por las dependencias y órganos
de la administración pública. Moreno Toscano planteó nuevas formas de
abatir la producción de documentos en las entidades de la administración
pública. Entre los factores que propiciaron replantear el tratamiento de
los documentos de archivo estaban: el crecimiento de la Administración
Pública Federal y por ende la mayor producción de documentos en las
oficinas, el abandono que se tenía de los mismos, la falta de metodologías
para su tratamiento, los pocos profesionales que atendieran las necesidades
y sobre todo que el Estado no tenía directrices que orientaran el rumbo de
los archivos y de la información.31
Para resolver los problemas y para que el Archivo General de la Nación
tuviera un papel eficaz, José López Portillo, dispuso el 14 de julio de 1980
por decreto presidencial, que el AGN “será la entidad central y de consulta
31 Cfr. México, Dirección General de Estudios Administrativos. Las Unidades de
Correspondencia y archivo en el sector público federal: Guía para su organización y
funcionamiento, pp. 1-29
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
127
del Ejecutivo Federal en el manejo de los archivos administrativos e
históricos de la Administración Pública Federal”.32 Esta institución, al ser
designada la entidad central para el manejo de archivos, tuvo que establecer
una reestructuración. Uno de los cambios internos fue la creación de la
Coordinación de Archivos Administrativos.
Bajo la dirección de Leonor Ortiz Monasterio, de 1983 a 1994, el
AGN enfrentó la reforma y modernización de los archivos. Se renovó la
forma de concebir a los archivos de la administración pública. Un punto
a destacar es que el AGN tuvo una relación más estrecha con organismos
internacionales de archivos, lo cual permitió adquirir diversas experiencias
que lo enriquecieron. Participó en los Congresos del Consejo Internacional
de Archivos (ICA). Estableció convenios en Latinoamérica con Argentina y
Brasil. Asimismo concertó alianzas con Estados Unidos, Canadá, España,
Italia, Francia e Inglaterra, para compartir los avances de organización y
trabajo en sus archivos.
El AGN replanteó sus funciones y estructura para cumplir con su
deber, constituyó la Coordinación de Archivos del Gobierno Federal;
y posteriormente conformó el Sistema Nacional de Archivos, ejes
fundamentales de coordinación para las actividades archivísticas. Para
coordinar las actividades de los archivos en el país, el AGN impulsó programas
sobre Administración de Documentos, que abarcaron subprogramas de
normatividad técnica y jurídica. Se desarrollaron y se ofrecieron cursos
de capacitación para los archivos del gobierno federal y para organismos
descentralizados, de participación estatal y de los gobiernos estatales y
municipales.
También amplió el programa editorial, con publicaciones sobre métodos y
técnicas de ordenación, clasificación y conservación de archivos. Los nuevos
enfoques que planteó el AGN en las publicaciones hicieron explícitos los
cambios en la concepción de la administración de archivos, a diferencia
del antiguo Boletín del Archivo General de la Nación, que estaba dedicado a
la difusión de las fuentes documentales del archivo y a la explotación de
las fuentes utilizadas por los investigadores que acudían al archivo; cabe
32 “Acuerdo por el que se dispone que el AGN será la entidad central y de consulta del Ejecutivo
Federal en el manejo de los archivos administrativos e históricos de la Administración Pública
Federal”, en Diario Oficial de la Federación, pp. 4-5.
128
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
destacar que los Manuales del Sistema Red de Archivos,33 fueron publicaciones
que sirvieron de orientación en las tareas archivísticas de los archivos de la
administración pública federal y que tuvieron cobertura a nivel nacional.
Ortiz Monasterio organizó reuniones anuales de archivistas, que
congregaban a un gran número de participantes y como parte de su nuevo
papel, el AGN realizó diferentes exposiciones, entre las que se destacó
Caminos de la Libertad. La Independencia de México 1801-1821, en 1985, con
motivo del 75 aniversario del movimiento de Independencia en nuestro
país. Otra fue la publicación de la Guía General, que contiene la descripción
del progreso de las diferentes fases de organización de los 322 grupos
documentales resguardados hasta ese momento.34 Este trabajo fue la raíz
para construir, tiempo después, una base de datos referencial denominada
Argena, que contenía la mayoría de grupos de la época colonial.
Hacia finales del siglo XX, entre 1994 y 1999, Patricia Galeana tomó
la dirección del AGN; esta administración atravesó por una crisis política
y económica severa. Durante este periodo hubo falta de presupuesto; se
promovió que el personal tomara retiros voluntarios y hubo escasez de
material para realizar los trabajos diarios.
En materia de publicaciones, se retomó la publicación del Boletín del Archivo
General de la Nación, con temas enfocados al uso de fuentes documentales
en estudios históricos, sociológicos, antropológicos, literarios, jurídicos,
económicos y arquitectónicos; es decir, en investigaciones de ciencias
sociales. Durante esta administración, se realizaron eventos sobre archivos
e investigaciones en ciencias sociales con los documentos que se guardan en
los archivos históricos de la administración pública, para que se conociera el
papel de los repositorios en la sociedad. También continuaron las relaciones
con archivos e instituciones de archivonomía nacionales e internacionales.
El Archivo impartió cursos de capacitación al personal de esta institución y
de otros archivos por medio de diplomados para capacitar a los archivistas.35
33 Los manuales han servido de orientación en la organización de los archivos públicos,
mismos que retoman la visión del ciclo vital del documento a partir de la administración
documental, acuñada por la corriente anglosajona, a través de las obras de Theodore T.
Schellenberg, Carol Couture y Jean-Yves Rousseau.
34 Cfr. Herrera Huerta, San Vicente Tello (coords.), Guía General, 1990.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
129
CUADRO 2. SITUACIÓN DEL ARCHIVO Y ACCIONES EN LA ÉPOCA
CONTEMPORÁNEA (1977-1999)
Contexto
Archivo
Tipo de políticas
Presidentes:
José López Portillo,
1976-1982
Oficial
Carlos Salinas de
Gortari,
1988-1994
Ernesto Zedillo
Ponce de León,
1994-2000
Alejandra Moreno
Toscano,
1977-1982
Leonor Ortiz
Monasterio,
1983-1994
Patricia Galeana,
1994-1999
El decreto del 27 de marzo
de 1977 dispone que el
Palacio de Lecumberri
albergue el AGN.
El 14 de julio de 1980 se
dispone que el AGN sea
la entidad central y de
consulta del Ejecutivo en
el manejo de los archivos
administrativos e históricos.
Miguel de la
Madrid Hurtado,
1982-1988
Directoras:
Acciones
Archivo
General de la
Nación
Organización
documental
Preservación
documental
Desarrollo del
acervo
Reestructuración del
organigrama del AGN; se
creó la Coordinación de
Archivos Administrativos.
Instalación del Sistema
Nacional de Archivos.
Se impulsa la
administración de
documentos.
Descripción de fondos y
microfilmación.
Traslado de documentación
al AGN.
Servicios
documentales
Recursos Humanos
Presentación de varias
exposiciones para la
difusión de los fondos.
Cursos de capacitación en
materia de administración
de documentos.
35 Véase Secretaría de Gobernación, Informes de Labores de la Secretaría de Gobernación, 1994-1999.
130
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
Políticas de información en la primera década del siglo XXI
A finales del siglo XX el entorno internacional marcó una serie de
acontecimientos que las sociedades paulatinamente fueron asimilando, por
una parte las políticas ante el fenómeno globalizador que en un inicio giró
en torno a los aspectos económicos, pero que al paso del tiempo trastocó lo
ambiental y lo social. La globalización para Arturo Ramos Pérez y siguiendo
a Held.
Se presenta como un nuevo orden internacional que envuelve la emergencia
de un sistema económico global que se estira más allá del control de un estado
singular (incluso de los estados dominantes); la expansión de las redes de nexos
y comunicaciones, transnacionales sobre las cuales los estados particulares
tienen poca influencia; el crecimiento enorme en la organización internacional
que puede limitar el alcance de la acción de los más poderosos estados; el
desarrollo de un orden militar [...] el cual puede reducir el rango de viabilidad de
las políticas de los gobiernos y sus ciudadanos.36
Por otra parte el neoliberalismo como eje de la reestructuración del
capitalismo mundial y del Estado, tuvo como consecuencia las denominadas
autopistas de la información y de:
Acciones que fueron concertadas a través de instancias estratégicas y ejecutivas
como el grupo de las siete potencias conocido como G-737 y que más tarde en
1999 se convertiría en el G-20 al cual pertenecen países altamente industrializados
y países que recientemente se consideran industrializados, entre las formas de
operar es mediante el Fondo Monetario Internacional, (FMI), el Banco Mundial
(BM), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y
en algunas ocasiones la Organización de las Naciones Unidas”. 38
36 Ramos Pérez, Globalización y neoliberalismo: ejes de la restructuración del capitalismo mundial y del
estado en el fin del siglo XX, p. 21.
37 Conformado por los países más industrializados: Estados Unidos, Alemania, Reino Unido,
Italia, Canadá, Francia y Japón.
38 Ramos Pérez, op. cit , p. 103.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
131
En este sentido el Banco Mundial estableció que el Estado debería cumplir
siete funciones fundamentales: 1) garantizar la estabilidad macroeconómica
y el ambiente propicio para la competencia capitalista, 2) mantener el orden
público, 3) invertir en el capital humano, 4) construir una infraestructura
productiva, 5) proteger el medio ambiente, 6) controlar la natalidad, 7) la
importancia de la gestión pública para la eficacia y la eficiencia. Enfatizando,
pues, la noción de gobernanza definida como la forma mediante la cual el
poder es ejercido administrando los recursos sociales y económicos de un
país para el desarrollo; el camino sería el estímulo a la participación comunitaria
en la gestión de las políticas públicas. Esto favorecería la asignación y uso
eficiente de los recursos públicos, la transparencia de la administración y
la responsabilidad y la rendición de cuentas de la burocracia sobre sus
actividades.39
Otro de los organismos que marca las pautas mundiales en materia
económica es la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico
conocida como (OCDE) del cual México es miembro desde 1994. Este
organismo tiene como principios el:
Respeto al tema de gobernabilidad, [porque] promueve el buen gobierno en
todos los niveles gubernamentales y empresariales; fomenta la transparencia y la
equidad de la regulación en los sistemas impositivos y las reglas de competencia;
lucha contra la corrupción y el lavado de dinero, promueve la conducta ética; e
impulsa el principio de rentabilidad de los poderes públicos y la participación de
los ciudadanos en la toma de decisiones.40
El Fondo Monetario Internacional (FMI) por su parte presta una alta atención
a la buena gestión de los gobiernos que son miembros; abarca todos los
aspectos relacionados con la forma en que un país es gobernado. Su marco
regulatorio, así como su adhesión al Estado de derecho, la corrupción, el
39 Mendes Pereira, “El banco mundial y la reforma del estado: ¿más allá del consenso de
Washington?, p. 5, 6 [En línea] http://www.pvp.org.uy/mendesspereira.htm [consultado 18
de octubre de 2012]
40 Véase “México y los esfuerzos anticorrupción de la OCDE: Acerca de la OCDE”. [en línea]
http://www.funcionpublica.gob.mx/ocde/acerca/info.html [consultado 17de octubre de
2012]
132
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
abuso de la autoridad o la confianza pública en beneficio privado es un
concepto estrechamente vinculado: un entorno en el que la gestión de
gobierno es deficiente ofrece mayores incentivos y oportunidades para que
exista corrupción, en 1997 el FMI adoptó una política sobre cómo abordar la
gestión de gobierno en el ámbito económico, que está consignada en la nota
de orientación titulada El papel del FMI en materia de gestión de gobierno.
[…] las condiciones estructurales de los programas respaldados
por el FMI se centraron en […] un mejor control del gasto fiscal,
la publicación de las cuentas auditadas del gobierno y entidades
estatales, una administración de ingresos simplificada y menos
discrecional, una mayor transparencia en la gestión de los recursos naturales, la publicación de las cuentas auditadas del banco central y
una aplicación más estricta de la supervisión bancaria.
[…]
El FMI procura que los países miembros mejoren la rendición de
cuentas reforzando la transparencia en la divulgación de documentos,
de acuerdo con lo contemplado en su política de transparencia.
Junto con el Banco Mundial, el FMI evalúa el cumplimiento de los
países miembros con las normas internacionales sobre transparencia
en 12 ámbitos de política como parte de la Iniciativa sobre Normas
y Códigos, que abarca el gobierno, el sector financiero y el sector
empresarial.
[…]
Para lograr una mayor transparencia, calidad y puntualidad de
los datos, el FMI insta a sus miembros a suscribirse a las Normas
Especiales para la Divulgación de Datos (NEDD) o a que participen
en el Sistema General de Divulgación de Datos (SGDD) […].41
Así, una vez marcadas las políticas por estos organismos a nivel mundial en
el contexto nacional, se fueron construyendo políticas acordes para mejorar
la situación del fin del siglo XX, pues prevalecían instituciones de gobierno
41 “El FMI y la buena gestión de gobierno”, [en línea] http://www.imf.org/external/np/exr/
facts/spa/pdf/govs.pdf, [consultado 23 de octubre de 2012]
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
133
poco confiables para la entrada de capitales e inversiones internacionales y
nacionales, y en específico no era posible el gran proyecto neoliberal sobre
el Tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá (TLCAN) el cual se firmó
en 1992 y entró en vigor en 1994.
Así para que las economías de transnacionales apostaran en la inversión
de un país como México la condición era contar con un país organizado
políticamente donde la democracia jugara un papel fundamental para que la
ciudadanía creyera en sus gobernantes.
Lo anterior no bastaría ante el contexto mundial, pues se requería que las
organizaciones internacionales confiaran en la gobernanza de los Estados
miembros y de que el ciudadano participara en la toma de decisiones en sus
instituciones.
Si bien la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en
su artículo 6º hace referencia a que la información será garantizada por el
Estado, desde la década de los 70, es hasta 2007 cuando se le agregan a este
artículo los apartados de la información confidencial y reservada.
La política del gobierno a finales del siglo XX mencionaba que la
información económica y social podría ser consultada a través del INEGI.
Además de que se continuaría con el compromiso de “preservar y custodiar
los acervos y los archivos de la nación y se perfeccionaran las modalidades de
entrega oportuna de información y documentación oficial para su resguardo
y consulta pública”.42 En esta línea los archivos de la administración pública
seguían, en la práctica y en la política, como los custodios de la información
que generaban, y mínimamente la información fluía.
A inicios del siglo XXI se dio un giro en lo político y en la forma de
concebir al Estado, la nación y la idea de democracia, haciendo énfasis
en que los gobernados deben tener derecho a una mayor participación
ciudadana, a elegir a sus gobernantes y conocer en qué se invierten las
finanzas públicas; ante tal situación el gobierno delimitó en el Plan Nacional
de Desarrollo 2001-2006 un apartado sobre gobernabilidad democrática en
donde se comprometía a que:
42 Poder Ejecutivo Federal. Plan Nacional de Desarrollo 1995-2000, p. 69.
134
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
Las dependencias de la administración pública federal colaborarán para que
la ciudadanía esté mejor informada […] así mismo facilitaran el acceso a la
información de fuentes oficiales conforme al marco normativo. En el apartado
de Transparencia el Ejecutivo Federal actuará con transparencia en el ejercicio
de sus facultades, por lo que los servidores públicos de la administración
pública federal estarán obligados a informar con amplitud y puntualidad sobre
los programas que tienen encomendados, en términos de logros alcanzados y
recursos utilizados.43
Lo que en palabras de Horton se tipifica como una política experta o
macro política, derivado de este contexto en 2002 se publicó la Ley federal
de transparencia y acceso a la información pública gubernamental (LFTAIPG).44 Para
cumplir con esta idea de la transparencia, en el pasado solo se consideraba
la importancia de los archivos históricos porque estos proporcionaban
información a ciertos sectores de la sociedad. Entrado el siglo XXI los
archivos de gestión juegan un papel importante pues generan datos e
información valiosa para la ciudadanía y sus gobernantes, y porque estos
deben cumplir con el objetivo del ideal de una sociedad democrática.
En este sentido se produjo una nueva forma de ver a los archivos
institucionales, ya que estos producen y generan información de las
actividades y funciones producto de la administración pública gubernamental,
misma que utilizan desde los niveles más altos hasta los ciudadanos. Por
ello, para alcanzar el escenario expuesto por los organismos internacionales
y las políticas neoliberales, la LFTAIPG estableció los mecanismos para que
la información producida por los entes públicos pudiera ser consultada, más
adelante se insistió y se manifestó en diferentes foros que su aplicación no
era posible por de la falta de atención y del poco seguimiento de políticas de
información en la organización documental de los archivos públicos,45
de ahí que la ley reconocía la cooperación de otras instancias y de otras
instituciones para llevar a cabo el cometido. El papel rector del Archivo
43 Poder Ejecutivo Federal. Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006, pp. 44-45
44 Véase. “Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental”,
Diario Oficial de la Federación, 8-junio-2012, pp. 1-25. De aquí en adelante LFTAIPG.
45 Véase. Foro global sobre transparencia e intercambio de información para fines tributarios.
[en línea] http://www.ciat.org/index.php/novedades/historico-de-noticias/noticia/2420foro-global-sobre-transparencia-e-intercambio-de-informacion-para-fines-tributarios.html
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
135
General de la Nación ha sido importante en materia archivística, lo cual sin
duda se ha manifestado en su labor a lo largo de más de tres siglos.
Otra instancia involucrada en ejercer la política de la transparencia y del
acceso a la información fue creada por la misma Ley: el Instituto Federal
de Acceso a la Información (IFAI), el cual establece los mecanismos de
acción para que la información de los entes obligados esté al servicio de
sus gobernados.
En esencia podemos decir que la LFTAIPG es una política de información,
porque señala quiénes deben acatarla, para qué se dicta, quién está obligado a
proporcionar la información pública, qué mecanismos se deberán implementar
para que esto se cumpla y las acciones que se deberán seguir.
En este sentido la LFTAIPG involucra y convierte la actuación del AGN en
el diseñador de los mecanismos e instrumentos normativos para cumplir
el cometido de dicha ley, se pueden encontrar antes de publicada la Ley
Federal de Archivos, los siguientes instrumentos:
Lineamientos para la organización y conservación de los archivos de las dependencias
y entidades de la administración pública federal.
Instructivo para baja documental de los archivos del Gobierno Federal.
Guía para la identificación de series documentales con valor secundario 2009.
Instructivo para elaborar el Cuadro general de clasificación archivística 2012.
Instructivo para elaborar el Catálogo de disposición documental 2012.
Instructivo para la transferencia secundaria de archivos en (soporte papel)
dictaminados con valor histórico por el Archivo General de la Nación 2010.
Instructivo para la elaboración de la Guía simple de archivos.
Finalmente es de suma importancia mencionar otro gran logro, me refiero
a la aprobación de la Ley Federal de Archivos,46 misma que viene a contribuir
en la atención de las distintas políticas de información en archivos y de
otras que es necesario ir planteando; sería inapropiado en esta exposición
especular de manera premeditada sobre lo que pasará en los próximos años,
46 Véase “Ley Federal de Archivos”, Diario Oficial de la Federación, 23 de enero de 2012.
136
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
solo destacaré que en ella se encuentran políticas de información marcadas
para los archivos públicos, privados, y que debe considerarse la nueva
tendencia de los archivos que se encuentran en ambiente digital; por otra
parte, la ley retoma mucho de las diferentes propuestas elaboradas, como la
estructura para operar y su implantación en el corto plazo.
Conclusiones
Las políticas de información en archivos tienen un papel trascendente, pues
han contribuido a la conservación de la memoria de las instituciones, sobre
todo porque en los archivos se resguardan no solo los documentos que
dan cabida al actuar de los organismos públicos en el devenir histórico,
sino porque también se encuentra información que le permitirá a las
instituciones, por una parte, tomar las mejores decisiones, y por otra parte,
si la información es considerada como un recurso en la vida social, política
y económica, entonces debe ser de libre acceso, tanto y entonces para los
ciudadanos, como para las instituciones, empresas, sindicatos, asociaciones,
etcétera.
Las políticas de información son muy necesarias porque marcan los
lineamientos para su uso, acceso, transparencia y rendición de cuentas,
mismas que se conjugan para que se cumpla el ideal de la democracia de
un país.
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LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
139
L A ARCHIVÍSTICA EN LA DOCUMENTACIÓN HISTÓRICA
DEL DISEÑO GRÁFICO
Luz del Carmen Vilchis Esquivel*
Resumen
El objetivo de este trabajo es sustentar la importancia de preservar
la rica diversidad de resultados de la investigación de la historia de
lo diseñado como documentos de archivo vinculados con acciones
como clasificar, valorar, describir y gestionar generando así las
bases fundamentales para considerar a la archivística como uno de
los grandes nexos interdisciplinarios del diseño. La sistematización
de documentos, además de una taxonomía de medios llevada a
cabo con base en los códigos, géneros y discursos de lo diseñado,
incluye la clasificación en sus dos denominaciones archivísticas: el
cuadro de clasificación de fondo y el cuadro de clasificación del
archivo o cuadro de fondos. Metodológicamente se procede con las
bases de administración de archivos digitales, cuyos procesos han
sido compilados y organizados bajo estrategias para instrumentar y
administrar este tipo de compilaciones que garantizan la autenticidad,
fiabilidad, integridad y usabilidad de los resultados.
Palabras Clave: archivo, documentos, diseño gráfico.
Abstract
The aim of this work is to sustain the importance of preserving the
rich diversity of research results in the history of the designed as archive documents linked to actions such as classify, evaluate, describe
and manage thereby generating the fundamental bases for consider
archiving as one of the major links of interdisciplinary design. The
systematization of documents, in addition to a taxonomy of media
carried out based on the codes, genres and discourses of the de* Escuela Nacional de Artes Plásticas, Universidad Nacional Autónoma de México;
[email protected].
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
141
signed, includes the classification in the two types of archives: the
classification table of fund and the classification table of the file or
table of funds. Methodologically it originates with the databases of
administration of digital files, whose processes have been compiled
and organized under strategies to implement and manage this type
of compilations that guarantee the authenticity, reliability, integrity
and usability of the results.
Keywords: Archives, Documents, Graphic Design.
Introducción
La investigación de lo diseñado genera una serie de informaciones precisas
que deben ser reconocidas como documentos de archivo. Tomás Maldonado
postulaba desde 1953 que “la cultura es comunicación. Todo objeto creado
por el hombre debe pertenecer a las dimensiones ideológicas y materiales
simultáneamente, por ende todo objeto diseñado es comunicativo. El
fenómeno comunicativo es un hecho a la vez cultural y social y hoy en día
la comunicación en todos los órdenes ha sido remplazada por la charla”.1
La historia del diseño gráfico se refiere a un intercambio de ideas, tanto
verbal como visual, que cumple su función con base en un repertorio de
núcleos gráficos significativos que se reiteran en estrategias de continuidad,
constancia y permanencia, se aprenden y repiten en interminables cadenas
de comunicación, “es como una de esas láminas de corte transversal donde
se muestran estratos y substratos de sedimentos de distintas eras […] los
diseñadores producen manifestaciones estilísticas que una vez agotadas, se
arrojan figurada y literalmente […].2
Diseñar gráficamente es la actividad que se ocupa del comportamiento
intencional de las formas, de sus combinaciones, de su coherencia asociativa,
de las posibilidades funcionales y de los valores estéticos captados en el
todo denominado lo diseñado. El diseño gráfico es la disciplina proyectual
orientada hacia la solución de problemas de comunicación visual que el
1 Maldonado, Escritos preulmianos, pp. 91-93.
2 Heller, La anatomía del diseño, p. 1.
142
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
hombre se plantea en su proceso de adaptación al medio según sus necesidades.
Esta disciplina se identifica con la acción humana de cambio consciente
de la forma. Es creativa porque a un soporte se le agrega algo que no existía
—a esta rama de estudio responde por excelencia el arte—. De esta manera
el diseño gráfico se caracteriza como una forma específica de arte, aunque
responde a una intención determinada que es la comunicación visual.
La tarea esencial del diseñador gráfico consiste en una transformación
del entorno, expresada en objetos gráficos que por extensión modifican la
condición del ser humano. Las tendencias contemporáneas para gestionar,
administrar y preservar archivos digitales han evolucionado generando
un campo semántico propio de la disciplina conocida como archivística o
ciencia de los documentos de archivo y de las entidades responsables de sus
contenidos según la cual, se reconoce que los archivos integran una parte
de la memoria de la sociedad.
A pesar de que la tipología de los archivos hace énfasis en los documentos
administrativos (de oficina, de concentración o intermedios),3 y de que se
reconoce la existencia de los archivos históricos, los expertos establecen una
distancia entre los productores y creadores de los documentos y también
delimitan el ámbito de denominación de documentos de archivo, esto es
importante en el ámbito del diseño en virtud de que originalmente este
surge de una creación; sin embargo, cuando trasciende como documento
de archivo genera producción.
Lo anterior ya plantea la primera reflexión respecto a la investigación
de las colecciones de documentos diseñados. Según Antonia Heredia,4
un documento de archivo tiene un productor; es decir, el documento
se produce, no tiene múltiples ejemplares sino originales múltiples, es la
certificación objetiva de una acción, no genera derechos de autor y se le
adjudican atributos que son importantes para su reconocimiento.
En otro contexto se sitúa lo diseñado, que es un objeto del cual existe un
número considerable de reproducciones y se considera que recrea acciones
que pueden existir sólo en la mente de su creador, el diseñador, quien sí
3 Heredia, “Lección 1: Archivística…”, p. 19.
4 Ibid, p. 10.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
143
genera los derechos de autoría sobre su trabajo. Sin embargo, cada objeto
diseñado tiene una historia, una serie de referencias sobre su trayectoria
como medio de comunicación en una colectividad. Documentar estas
acciones implica la generación de diversos expedientes que en su conjunto
conforman las bases de la historia de la disciplina del diseño.
La investigación de lo diseñado como documento de archivo
La investigación de lo diseñado forma parte de la realidad documental,
inicia su ciclo cuando se decide llevarla a cabo, generando así el expediente
de investigación, en virtud de que tanto su forma como su contenido,
además de que están fijos en un soporte determinado, generalmente de
papel, devienen en unidades documentales a las cuales se les reconoce un
contexto, un agente productor y relaciones de datos para su identificación,
porque hay que fijar su origen, los datos del autor y del impresor, su destino
primario y destinos secundarios (por ejemplo, los carteles de Imprenta
Madero, realizados por Vicente Rojo, primero eran materiales de difusión
para instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México y
posteriormente se convirtieron en objetos de exhibición que han recorrido
espacios como el Museo de Arte Moderno, el Museo Carrillo Gil, etc., y
han generado catálogos especializados). A este expediente en el tiempo se
integran otros documentos propios del proceso que, posteriormente, en
una evaluación, se decidirá si se guardan para preservación a largo plazo o
se eliminan.
El ciclo de estatus de los objetos, según la teoría de Abraham Moles, es
una secuencia que afecta su destino final.
• Ubicación en la esfera social, en la que el género de diseño se
presenta a los receptores y cumple su función de emitir un mensaje.
Según el género de que se trate, tiene un lapso de existencia eficaz
que varía desde los periodos extensos como la vida de un libro (que
se puede conservar por años, inclusive por generaciones), hasta los
más efímeros como los volantes o los programas de mano, que solo
interesan en el día en que sus referentes se desarrollan.
• Ubicación en la esfera de apropiación, en la cual lo diseñado
144
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
permanece de diversas maneras en circulación, ya sea por la calidad
del diseño, porque se guarda durante un tiempo o simplemente
porque permanece adherido a soportes como las paredes, los
espectaculares, las cartas, etcétera.
• Ubicación en la esfera del desafecto o el rechazo, donde un juicio
valoriza lo diseñado y el objeto posiblemente sea desechado o
guardado en un desván.
• Ubicación en la esfera de la revaluación o segunda residencia, que
comprende la conservación de lo diseñado como un objeto al que
se le adjudica un excedente de sentido, un valor estético o poético
relacionado con el autor, el contenido, la expresividad formal del
diseño, la edad del diseño. Es común que esta etapa la experimenten
ciertos objetos al envejecer.5
Lo diseñado es así prueba y testimonio de un momento de comunicación,
y trasciende a otros estadios en los cuales la comunicación principal deja
de tener vigencia para dar paso a la trascendencia, considerando además
la mediación de quien sí se denominaría productor, que es aquella persona
que no solo colecciona los objetos de diseño, también investiga los vestigios
sobre su origen, creación y ubicación en cada una de las esferas que se
describieron anteriormente.
Como documentos de archivo, los expedientes que se relacionan con
las colecciones de lo diseñado tienen nombre, fecha, una acción a la que
corresponde y manifiestan las cualidades de autenticidad, integridad,
fiabilidad y disponibilidad, estando ligados invariablemente a información
concreta que no puede variar, precisando
[…] la relación entre tres términos como son información, memoria y
documento. La información tiene como vehículos para manifestarse: la memoria
y los documentos, pero mientras la memoria olvida, el documento la fija, la
acota, la hace estable. El documento de archivo que tiene voluntad de verdad —
otra cosa es la evidencia— es representación fija de una información concreta.6
5 Moles, Teoría de los objetos, pp. 43-45.
6 Ibid, p. 12.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
145
Los acervos de diseño gráfico
Uno de los problemas más importantes en la investigación de una colección
de diseño gráfico tiene que ver con acciones como clasificar, valorar,
describir y gestionar la calidad, además de ser insoslayable que el control de
los documentos generados no sustituye el empeño por poseerlos, a pesar
de la proliferación de recursos de dominio a la hora de la denominada
e-gestión documental.
Los archivos requieren una sistematización previa a la existencia misma
de los documentos, que incluye la clasificación en sus dos denominaciones:
la primera y principal es el cuadro de clasificación de fondo en el que
las unidades principales son las series que forman parte del fondo en
cuestión, en el caso que nos ocupa los discursos del diseño gráfico podrían
comprender dichas series; el segundo, es el cuadro de fondos en el que las
unidades principales son los fondos custodiados en él y las colecciones, en
el caso de haberlas, que podrían estar conformadas por los géneros de lo
diseñado.
Asimismo, hay que tomar en cuenta las funciones y controles para las
transferencias entendidas como la manifestación más general y regular
del ingreso de los documentos,7 es decir, los denominados metadatos
que tienen como antecedentes los cuadros de clasificación, elementos importantes para proporcionar certeza de cómo se pueden manejar y recuperar los diseños, modelo de ello es el archivo de la Fundación Gamboa
o los acervos históricos de diseño del Palacio de Bellas Artes, que han
desarrollado sistemas de metadatos para sus colecciones.
Se requiere la exposición de un sistema para asegurar que los
documentos de archivo producidos a partir de la investigación histórica
de lo diseñado son nombrados de forma consistente, que se identifican en
ello los creadores, géneros, medios, funciones, etc., para garantizar que se
tendrán en futuros archivos digitales los metadatos correctos.
Los metadatos, en tanto información de los documentos de archivo, deberían
incluir como información básica acerca de cada documento de archivo: autor,
7 Heredia, Lenguaje y vocabulario archivísticos, p. 24.
146
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
fechas (fecha de recepción, fecha de trámite, fecha de registro), receptor,
asunto, nombre y número de expediente (identificador), formato, ubicación
y otra información. Esto sirve para la recuperación de la información y para
documentar el contexto en el cual los documentos de archivo son producidos.8
En este complejo es de suma importancia la valoración documental,
puesto que en muchas instituciones se carece de esta figura y por lo regular
los documentos importantes sobre la historia del diseño gráfico no son
resguardados y sí es frecuente que se vean desechados. Es común ver que
de manera arbitraria las administraciones destruyen este tipo de archivos
porque ocupan mucho espacio; con esta forma de pensar se ha perdido
mucho de la memoria gráfica de la humanidad.
La importancia de la valoración es tal que no basta con los criterios
de los archiveros. Es una responsabilidad compartida entre quienes
investigan, quienes archivan los documentos producidos, quienes los
gestionan, custodian y sirven, y los propios usuarios de los archivos. La
valoración documental tiene que estar rigurosamente regulada para una
aplicación acertada. El control para ella debe residir en órganos colegiados
cuyo funcionamiento debe ser dinámico a la vez que eficaz, teniendo en
cuenta que en dichos órganos reside la competencia para decidir sobre la
permanencia o destrucción de múltiples ejemplos de diseño gráfico.
Es un hecho que internacionalmente se estructuran sistemas que
posibilitan la compilación, preservación y difusión del patrimonio cultural
con base en la tecnología digital, Juan Voutssás menciona entre algunos
ejemplos los proyectos
American Memory o Digital Preservation del National Digital Information Infrastructure
and Preservation Program de la Unión Americana, eContentplus y European Digital
Library –también llamada Europeana. De la Comunidad Económica Europea;
ARNO –Academic Research in Netherlands on line–- de Holanda, InterPARES, esfuerzo
multinacional de preservación de archivos digitales coordinado por Canadá.9
8 Barnard, “Lección 6: Indicadores y buenas prácticas…”, p. 10.
9 Voutssás, Preservación del patrimonio documental en México, p: xiv.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
147
Archivos históricos sobre diseño gráfico: patrimonio cultural
El diseño gráfico indudablemente forma parte del patrimonio cultural de
un país, el nuestro es rico en modelos y Voutssás es de los autores que
reconocen que los libros, revistas, periódicos, fotografías, etc., son objetos
cuya historia se debe preservar, y podemos mencionar otros géneros
como carteles, folletos, volantes, timbres postales, billetes, todos ellos con
la misma importancia y relevancia para el conocimiento de diseñadores,
estilos, escuelas que, si no son tomados en cuenta, podrían representar
pérdidas significativas para la disciplina del diseño y sus registros históricos.
Es insoslayable la vinculación de los sistemas de gestión de archivos
digitales con los acervos sobre la memoria del diseño gráfico; sin embargo,
como bien advierten los expertos en el tema, hay que ser cuidadosos con
factores como la obsolescencia tecnológica, el registro de todos los datos
necesarios para recuperar la información, las condiciones de migración
de los archivos de tal forma que haya permanencia y continuidad y las
circunstancias que posibiliten el acceso al conocimiento histórico del diseño
gráfico en esta modalidad por parte de los usuarios: estudiantes, docentes y
profesionales de las diversas especialidades.
Esta perspectiva abre un nicho importante de desarrollo y oficio para
los mismos investigadores del diseñado gráfico: la archivística cobra sentido
porque para desarrollarla en su modalidad digital requiere de personas
capacitadas en los dominios de la tecnología digital; los profesionales de la
comunicación pueden y deben ser también profesionales de la información
sobre el diseño gráfico.
Esto sería congruente con la carta de la UNESCO sobre la preservación
de los documentos digitales, en la cual se reconoce que los recursos de
información y expresión creativa se elaboran, distribuyen, utilizan y
conservan cada vez más en formato electrónico y que ello da lugar a un
nuevo tipo de legado: el patrimonio digital.
El patrimonio digital consiste en recursos únicos que son fruto del saber o
la expresión de los seres humanos. Comprende recursos de carácter cultural,
educativo, científico o administrativo e información técnica, jurídica, médica y
de otras clases, que se generan directamente en formato digital o se convierten a
148
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
éste a partir de material analógico ya existente. Los productos “de origen digital”
no existen en otro formato que el electrónico. Los objetos digitales pueden ser
textos, bases de datos, imágenes fijas o en movimiento, grabaciones sonoras,
material gráfico, programas informáticos o páginas Web, entre otros muchos
formatos posibles dentro de un vasto repertorio de diversidad creciente. A
menudo son efímeros, y su conservación requiere un trabajo específico en este
sentido en los procesos de producción, mantenimiento y gestión. Muchos de
esos recursos revisten valor e importancia duraderos, y constituyen por ello un
patrimonio digno de protección y conservación en beneficio de las generaciones
actuales y futuras. Este legado en constante aumento puede existir en cualquier
lengua, cualquier lugar del mundo y cualquier campo de la expresión o el saber
humanos.10
Conservar las investigaciones sobre el diseño gráfico en formatos digitales
se considera un valor informativo, legal y cultural que además presenta
como excedente de sentido la difusión, comunicación y formación en la
visualidad a través de las redes de comunicación, permitiendo con ello su
sistematización, conocimiento e investigación. Los diseñadores gráficos
tienen una cualidad sensible que les permite acceder al entendimiento
de este campo y tomar consciencia de las necesidades de conservación y
preservación del legado del diseño gráfico en nuestro país.
Investigación de lo diseñado: un nuevo paradigma de la archivística
Los expedientes de investigación, basados en los objetos de diseño,
adquieren la condición de archivo, iniciando el ciclo de vida de los
documentos sobre la investigación historiográfica de las creaciones de dicha
disciplina, es así como las colecciones de objetos son el preámbulo del ciclo
de vida de vestigios –documentos de archivo– de las indagaciones sobre el
proceso de diseño que reúnen:
10 UNESCO, Carta sobre la preservación del patrimonio digital, s/datos.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
149
a) La información que se involucra en este complejo de producción,
integrada por documentos que surgen durante la investigación y que
son significativos para comprender el proceso histórico de lo diseñado.
b) El proceso de clasificación y de registro, tradicional y digital, con
objeto de identificar los documentos y que estos se conserven
como un archivo valorado, identificado, clasificado y divulgado que
permita el acceso a investigadores del diseño.
Se sugiere que se trate de un SGDAE11 porque se precisa de la integración
de los documentos del archivo de investigación sobre las colecciones de
diseño, un cuadro de clasificación que sea funcional, la captura de metadatos
de los documentos de archivo, el aseguramiento del uso de los documentos,
un control de acceso a la información y la conservación de los documentos.
La idea es que en cualquier caso, se constituya un archivo que incremente
su volumen permanentemente, que sea dinámico y que continúe como un
testimonio de los objetos diseñados.
Esto forma parte de lo que el investigador Alejandro Delgado Gómez
denota como un paradigma archivístico. Se puede considerar, según el
diplomado en administración y preservación de archivos digitales,12 que se
trata de una disciplina, según Thomassen, en un período
[…] en el que el objeto es conseguir información de alta calidad, y los métodos
para conseguirlo, el uso del principio de procedencia como recurso informativo
de alta calidad, así como técnicas de modelado y normas descriptivas [aunque
Thomassen, según afirma Delgado] no profundiza en los motivos por los que
pudiera resultar necesario un cambio de paradigma.13
En el orden digital, tanto como en el orden físico pueden y deben coexistir
datos cuya procedencia no surge de una única y exclusiva base de datos y
cuya clasificación debe trascender la sistematización numérica y espacio-
11 Sistema de Gestión de Documentos Administrativos Electrónicos en MoReq2: Modelo de
requisitos para la gestión de documentos electrónicos, p. 1.
12 Delgado, “Lección 1: normas, estándares…” en Módulo 5 en Diplomado en administración…
13 Delgado, El Centro y la Equis, p. 18.
150
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
temporal recurriendo para su subsistencia cabal a taxonomías especializadas
y propias de un campo de conocimiento peculiar como es el caso del diseño
gráfico. De nuevo recurriendo a Alejandro Delgado:
¿Cuál es el orden original de un documento que no se genera secuencialmente,
sino mediante la combinación no lineal de componentes [tanto análogos
como] digitales no siempre evidentes para el ojo humano, y no siempre
inextricablemente vinculados unos a otros…?14
Si se comprende la valoración como “una función archivística básica que
consiste en determinar la conservación o eliminación de los documentos a
partir de sus valores”15 y como una actividad que propone la formulación
de acciones tanto para documentos físicos como digitales que permita la
depuración del acervo, en este caso se sugieren los siguientes principios de
valoración:
• Evaluación de la autenticidad: relativo a documentos de los que no
se tienen datos, que no cuentan con el crédito de algún autor, por
lo que se requeriría una investigación para demostrar y garantizar
su legitimidad. En el diseño esto es trascendente; por ejemplo, se
conocen series de reproducciones de los trabajos de Posada que,
aunque han sido copiados de los originales, solo se les podría
reconocer como facsímiles.
• La obsolescencia de los archivos: en particular esta acción se refiere
a documentos electrónicos realizados con aplicaciones que ya no se
encuentran en el mercado y que no es posible migrar a programas
recientes. Este es un asunto muy delicado en virtud de que hasta
ahora no hay un sistema operativo ni una fábrica de software que
garantice la posible migración de los archivos y en diseño ha
significado importantes pérdidas de creaciones llevadas a cabo con
las nuevas tecnologías informáticas.
14 Ibid, p. 19.
15 Serra, “Valoración y selección de los documentos…”, p. 2.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
151
• Duplicidad: es decir, documentos tanto físicos como digitales que
por diversas circunstancias se encuentran duplicados. Hay que
depurarlos, para que no se sature el archivo por la multiplicidad, y
elaborar un plan de transferencia a otras entidades interesadas en
ellos. Se puede mencionar el caso del Museo Nacional de Arte que
tuvo que optar por la destrucción de ejemplares múltiples de carteles
realizados por Madero Refosa porque ya había clasificado las piezas
necesarias de un acervo y le quedaban miles de ejemplares que no
podían ni almacenar ni comercializar.
• Factibilidad de preservación: condición por la cual los documentos
físicos del diseño gráfico deben separarse. Es común que en el diseño
haya acervos cuyos documentos suelen estar enmohecidos, requieren
restauraciones y por lo mismo tampoco se pueden fotografiar o
digitalizar ya que significan un riesgo para los responsables de estas
acciones.
• Capacitar al equipo de trabajo para las tareas de valoración del
archivo para que se asuma desde el principio del ciclo de vida,
cuando “los documentos de archivo ingresen a un sistema de gestión
documental.”16 En este caso se sugiere que siempre se contrate como
parte de equipo a un profesional, es decir, a un diseñador, para
llevar a cabo la valoración de los archivos ya que es el experto en la
disciplina de la cual se generarán todos los documentos del sistema.
La variedad del diseño trae consigo la diversidad de técnicas de investigación
y en consecuencia la posibilidad del uso de soportes múltiples para fijar los
conocimientos generados.
La unidad del fin está dada por el contenido, determinado por factores
valorativos dependientes o relacionados con los factores ontológicos,
epistemológicos, y lógicos de la historiografía, modelo bajo el cual se llevó
a cabo la investigación.
Esto quiere decir que para comprender el diseño gráfico se implica el
conocimiento de las propiedades de los códigos morfológico, cromático,
tipográfico y fotográfico, así como las leyes o reglas de combinación o
16 Barnard, “Los procedimientos dentro de los sistemas de gestión…”, p. 9.
152
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
integración de estos —sintaxis, orden interno— según la concepción plástica
—ni arbitraria ni subjetiva, determinada por los factores indicados— que el
diseñador quiera plasmar en cada obra en particular.
El resultado de la investigación del diseño es, como otras disciplinas,
una unidad de saber, un conjunto de conocimientos unificados merced a
ciertos principios, pero no es un cuerpo de verdades cerradas, al contrario,
se halla en relación permanente y dinámica con otros ámbitos cognoscitivos,
influye en algunos y es influido por otros. En ocasiones la relación se puede
definir como estrecha con una penetración tal que llegan a producirse
nuevas unidades de conocimiento.
Como menciona Alicia Barnard17 hay información que cumple con
las funciones de documentos de archivo. En el tema que nos ocupa, los
documentos reúnen las características para ser considerados parte de un
archivo: serialidad, unicidad, evidencia, etc., y “se derivan de una función
o procedimiento, sirven a la rendición de cuentas, la transparencia,
el acceso a la información, […]”18 son: correos electrónicos, cartas
(solicitudes, aprobaciones, accesos a acervos, permisos de publicación,
entre otras), memoranda, información sobre investigaciones: bases de
datos iconográficas, directorios de autores y productores, directorios de
empresas, organizaciones y universidades, cotizaciones, presupuestos,
dummies, correcciones de textos, cronogramas y como capital principal, el
acervo de objetos de diseño gráfico.
Un proyecto habrá de considerar la validez de que existan funcionalidades
del mismo en otros sistemas, entendiendo que podrían ampliarse las sedes
que se hacen cargo de la producción de archivos. De igual forma, el sistema
debe ser capaz de manejar un archivo híbrido con documentos físicos y
digitales.
Organización de archivos de investigación histórica del diseño gráfico
La clasificación de archivos en la definición de Antonia Heredia Herrera
“es la agrupación de los archivos por sus características similares en un
17 Barnard, “La implementación de un sistema…”, pp. 9-15.
18 Ibid, p. 9.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
153
sistema de archivos.”19 En general los archivos de investigación del diseño
gráfico son archivos privados, por las características y condiciones de su
contenido documental, se trata de archivos históricos porque sus acervos
constituyen la memoria de la comunicación visual en México, asimismo se
describirían como archivos híbridos porque cuentan con documentos en
papel y electrónicos. Lo anterior en relación con la descripción archivística
del diseño gráfico que, retomando las palabras de Luciana Duranti, está
vinculada
[…] a dos elementos archivísticos con su creador20 y el tipo de usuario de
estos materiales. En otros términos y siempre según Duranti, la descripción
está vinculada a tres actividades: conservar el significado, mantener el control
y proporcionar acceso […] en un concepto unificado que absorba enteramente
la ordenación, como la producción de un instrumento descriptivo principal y
multipropósito.21
Al entender el diseño gráfico expresamos nuestro pensamiento inmediato,
un pensamiento surgido de la percepción del objeto de diseño que capta
sus características, contrastes de forma y color, la calidad de su soporte, la
eficacia del medio y sus relaciones externas. Entender es explicar, desdoblar
el diseño, precisar su contenido y conocer su significado.
Se entiende el diseño cuando se reconoce su significado: lo que se dice
—el contenido de los mensajes principal y secundarios— y se identifican
los elementos estructurales: dimensiones, escala, proporciones, planos,
composición y jerarquía. Los signos utilizados en cada diseño gráfico
se complementan de manera singular y propician su interpretación. Los
observadores entienden lo diseñado en un proceso que repiten y confirman
relacionando las proposiciones gráficas y su sentido; es decir, vinculando el
significado con la explicación de cada diseño.
Para proponer esta clasificación se ha tomado en cuenta el respeto al
principio de procedencia y el respeto a sus funciones o relación con la
19 Heredia, Lenguaje y vocabulario…, pp. 64-65.
20 Hay que recordar las diferencias conceptuales que se establecen entre los creadores y los
productores. Cfr. Heredia, “Lección 1: Archivística…”, p. 19.
21 Duranti, International Research on Permanent…, p. 110.
154
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
práctica. Aquí se retoma el cuadro de Josep Matas como una propuesta
de aplicación de los diferentes principios, “en cualquier caso el principio
de procedencia se refiere a la unicidad del fondo atendiendo a su único
productor, mientras que son los otros principios los que condicionan la
clasificación interna del fondo.”22
Asimismo, se puede definir como una clasificación mixta; es decir,
orgánico-funcional, porque si bien sigue el criterio de una taxonomía
orgánica basado en las teorías de los discursos y de la alfabetidad visual, el
criterio de las funciones, es decir, las acciones determinan la ordenación.
Por el número de criterios se trata de una clasificación monodimensional
porque el criterio es uniforme en cada nivel. Es trascendente comprender
los contenidos de la clasificación porque en el caso de los archivos:
[…] en la medida que los documentos son clasificados y descritos, éstos
proporcionan mayor valor a los usuarios […] se podría interpretar a la
contextualización de los datos ya que esta última “agrupa jerárquicamente los
documentos de un fondo de acuerdo con [su procedencia* y orden original”, es
decir, los coloca adentro de un contexto entendible y les da significado.23
El Fondo entendido por Arévalo Jordán como “cada una de las colecciones
de impresos o manuscritos de un archivo que ingresan de una determinada
procedencia”24 que en este caso componen un fondo abierto porque el
organismo que lo produce está vivo.
Diferentes niveles del
fondo
Fondo publicitario
El respeto al principio del
fondo
Integra las relaciones
de la imagen diseñada
con el pensamiento
mercantil.
Su relación con la práctica
Se manifiesta en todas las
formas de expresión de la
publicidad y sus fines están
relacionados con la promoción
de objetos, productos o
servicios entendidos como
mercancías.
22 Herrero, “La clasificación archivística”, pp. 139-140.
23 Alarcón; Barnard, “Módulo 2: Las tecnologías de Información…”, p. 5.
24 Ibid, p. 142.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
155
Diferentes niveles del
fondo
El respeto al principio del
fondo
Su relación con la práctica
Fondo propagandístico
Integra las relaciones de
la imagen diseñada con
el pensamiento político.
Es conocido también como
imaginería política y sus fines
se enfocan a la persuasión
o promoción de las ideas,
su forma de respuesta se
manifiesta en el voto o la
manifestación.
Fondo educativo o
cultural
Integra las relaciones
posibles de la imagen
diseñada con finalidades
de comunicación
didáctica enfocadas a
la enseñanza formal
-escolarizada- o
enseñanza no formal.
Comprende todas las
vertientes de aprendizaje:
familia, calle, medios
impresos, medios
audiovisuales, etc., la
respuesta de los perceptores
se encuentra en la
modificación tangible de
conductas.
Fondo híbrido
Son aquellos que
resultan de la unión
de dos discursos de
diferente naturaleza.
Su función es de traslape
de intencionalidades, lo
cual se traduce en la posible
fragmentación tanto del
mensaje como de sus
resultados.25
La serie es la “sucesión o conjunto de documentos testimonio continuado de
una actividad que son producidos por uno o más agentes como responsables
de esa actividad […] el nombre de la serie suele tomarse del tipo, en plural,
de los documentos o unidades documentales que la integran”.26
Tanto en la clasificación de fondos como de series se ha cuidado la
cualidad de la consistencia, es decir, con la coherencia de la terminología y
la procedencia de los documentos de archivo, así como el campo semántico
de la disciplina del diseño gráfico.
25 Vilchis, Diseño. Universo de conocimiento, pp. 46-53.
26 Heredia, op. cit., pp. 166-167.
156
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
Series
Principio de respeto
a la estructura
Clasificación
Serie
editorial
Objetos impresos
cuyo diseño gráfico
depende de texto
continuo
Proporcionan conocimiento profundo sobre
uno o varios temas, están condicionados por la
legibilidad, su duración varía desde el tiempo
breve hasta la permanencia indefinida. Se
clasifican en libro, revista, periódico, folleto,
cuadernillo, catálogo, informe anual.
Serie paraeditorial
Objetos impresos
cuyo diseño gráfico
tiene como origen
un texto mínimo,
en ocasiones la
imagen tiene mayor
importancia que el
texto.
Su duración es variable y efímera; tienen
gran proximidad con el receptor en él se
encuentran volantes, puntos de venta,
calendarios, calcomanías, etiquetas, empaques,
promocionales, etcétera.
Serie extraeditorial
Objetos impresos
cuyo diseño
siempre está
condicionado por la
imagen
Efímeros, lejanos al receptor por sus
características, comprende cartel, periódico
mural, espectacular, escenografías, anuncio
mural.
Serie
indicativa
Objetos impresos
que utilizan el
recurso de la
representación
simbólica.
Su permanencia es de largo plazo, suelen
tener una proximidad media con el
receptor, en él se encuentran arquigrafía, de
identificación, sistemas de señalización, sistemas
museográficos.
Serie
decorativa
Objetos
impresos que no
proporcionan
información y
carecen de texto.
Utilizan el recurso del patrón repetitivo, son
próximos al receptor, son efímeros como
papeles decorativos, objetos promocionales o
decorativos, etcétera.
Serie
narrativa no
lineal
Manifestaciones
gráficas con
dibujo y texto
organizados con
base en lenguaje
digital, su lectura es
electrónica.
Limitada por las condiciones impuestas por la
navegación y la interactividad; la proximidad
con el receptor es equivalente a la cercanía
que este pueda tener frente al monitor y
su permanencia también depende de las
variaciones en la tecnología.27 (Vilchis/a,
2000:54-58)
27 Vilchis, op. cit., pp. 54-58.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
157
La unidad documental trata de la conformación de expedientes comprendida
como la “agrupación de documentos testimonio y prueba de una o varias
acciones reguladas por un procedimiento administrativo” y de registros o
“instrumento administrativo en el que están inscritas cronológicamente
acciones o transcritos, copiados o resumidos documentos expedidos o
recibidos por la organización.” (Heredia/a, 2012: 18-19). Por ejemplo:
Unidad documental
compuesta
Principio de respeto al orden
originario histórico
Ordenación
Expediente 1
Antecedentes
Época prehispánica-s. XIX
Expediente 2
Inicio del siglo XX
1900-1920
Expediente 3
Nacionalismo
1921-1940
Expediente 4
Esplendor del diseño gráfico
1941-1960
Expediente 5
Academicismo
1961-1980
Expediente 6
Corolario del siglo XX
1981-2000
Expediente 7
Siglo XXI
Registro de entrada
2008-2012
Temporal
Registro de salida
2008-2012
Temporal
Cedulario
2008-2012
Temporal
Correspondencia
2007-2012
Temporal
Permisos de
impresión
2008-2021
Temporal
2000-201328
Respecto a los apoyos para sustentar la autenticidad de los documentos y
con base en la Guía del Preservador del Proyecto InterPARES29 y del modelo
OAIS30 (Delgado/c, 2013: 1-28), se considerarían los siguientes requisitos
para que formen parte de los metadatos y del expediente del acervo digital,
generando los eslabones pertinentes de una cadena de preservación en
la comprensión de que “los documentos de archivo digitales deben ser
cuidadosamente manejados a lo largo de toda su existencia para asegurar
28 Vilchis, Historia del Diseño Gráfico en México, pp. 8-9.
29 Guía del Preservador. Preservación de documentos de archivo digitales…, s/p.
30 Delgado, “Lección 4: El modelo OAIS…”, pp. 1-28.
158
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
que sean accesibles y legibles a lo largo del tiempo dejando su forma,
contenido y relaciones intactas hasta el punto necesario para lograr su
continua confianza como documentos de archivo.”31
Estas serían condiciones importantes antes de instrumentar un SGDAE
por lo cual se acotan en esta propuesta:
• Requisitos de investigación de los objetos de diseño gráfico sujetos
a investigación: adquisición del documento o ingesta y requisitos
para que lo diseñado esté sujeto a investigación para la apertura del
expediente correspondiente.
• Metadatos de identidad e integridad del documento de archivo:
identidad del documento con información sobre el contenido y
descripción de la conservación.
• Metadatos relacionados con la producción, conservación y difusión
del expediente y los procesos que se llevarían a cabo cuando un
diseño se registra como objeto de investigación en el SGDAE.32
• Clasificación y conservación de datos: información del contenido y
la representación.
• Vigencia documental e integridad del documento.
Esta proposición no pasa por alto las recomendaciones de la norma
ISO 15489 respecto a la “identificación sistemática y organización de las
actividades de una organización y/o de los documentos en categorías que
se representan en un sistema de clasificación de acuerdo con convenciones
lógicamente estructuradas, métodos y reglas”.33 Para lograr lo anterior se
requiere de trabajo profesional para clasificar las actividades que deriven
en un sistema de clasificación, en vocabularios controlados, indización
y atribución de números y códigos; para ello es indispensable la asesoría
profesional y un trabajo de investigación profundo y minucioso.
31 Guía…, op. cit., s/p.
32 No se habla de transferencias. Los datos han sido tomados de OAIS con la intención de
preservación en el largo plazo. Cfr. Reference Model for an Open Archival Information
System (OAIS), pp. 4-30 / 4-36.
33 Norma Internacional ISO 15489-1, p. 3.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
159
Conclusión
Tanto el diseño gráfico como sus marcos conceptuales más importantes
—la comunicación gráfica y la comunicación visual— se han ampliado para
plantear disyuntivas para el conocimiento y la generación de vestigios que
permitan comprender la razón proyectual y la visión crítica del sentido por
medio de la generación y sistematización de archivos físicos y digitales,
cuyos dominios instrumentales, las nuevas tecnologías así como las formas
actuales de la archivística contribuyen al dominio sin obsesión del mundo
digital en el campo del diseño.
Administrar un proyecto de SGDAE para documentos de archivo
emanados de la investigación sobre el diseño gráfico supone una estrategia,
sin importar las dimensiones; no hay archivo que no amerite el análisis de
su situación y la modernización de los procesos de gestión documental que
involucra la comprensión de las necesidades de infraestructura y tecnología,
de capacitación y las estrategias de instrumentación.
Los archivos custodian decisiones, actuaciones y memoria. Los archivos
conservan un patrimonio único e irremplazable que se transmite de generación
en generación. Los documentos son gestionados en los archivos desde su origen
para preservar su valor y significado. Los documentos son fuentes fiables de
información que garantizan la seguridad y la transparencia de las actuaciones
administrativas. Juegan un papel esencial en el desarrollo de la sociedad
contribuyendo a la constitución y salvaguarda de la memoria individual y
colectiva. El libre acceso a los archivos enriquece nuestro conocimiento de la
sociedad, promueve la democracia, protege los derechos de los ciudadanos y
mejora la calidad de vida.34
Un SGDAE no es una actividad independiente de la logística de una
organización, “el éxito de los proyectos para la implementación de un SGDAE
alcanzará sus metas cuando el mismo pueda manejar los documentos de
archivo digitales y físicos desde su producción hasta su disposición final”,35
34 Declaración Universal sobre los archivos, s/p.
35 Barnard, “La implementación de un sistema…”, pp. 14-16.
160
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
cumpliendo las características que indica Alicia Barnard: que sea realista,
que esté normalizado, que se haga con base en la compilación vinculada
con el contexto y los interesados —asegurándose de que estos conocen
de los beneficios— y que considere todos los factores de instrumentación
así como la resistencia al cambio y opciones de solución a los posibles
problemas. Los efectos para los documentos de archivo resultado de la
investigación de las colecciones de diseño gráfico en un SGDAE dependen
de sus propiedades formales. Sin embargo, un diseño trasciende, pervive
y perdura en la conciencia y la memoria porque reúne, además de las
cualidades estéticas suficientes para la comunicación y la inmutabilidad del
mensaje, la perdurabilidad del recorrido histórico de la imagen aquello que
logra que una obra genere interés aunque haya sido realizada antes de que
uno naciera.
Algunos profesionales como Gonzalo Tassier36 coinciden en que esto
surge de la necesidad de mejorar nuestra vida, pero solo es posible llevarlo
a cabo si se encuentra el “alma” del diseño, el corazón, la pasión o música
interna que permiten la fusión de la idea con la mano, de ahí que teóricos
como Tomás Maldonado cuestionen severamente los análisis de mercado y
las indagaciones motivacionales remitiéndose a la teoría de las necesidades.
La principal preocupación provocada por la pérdida de las huellas y la
memoria del diseño gráfico son las nuevas generaciones porque, reflexiona
Vicente Rojo, “pueden perder la conciencia de que detrás de toda imagen
está la presencia de un hombre o una mujer, que son los que pueden concebir
ideas, y junto a las ideas hay que conocer las manos y ver la capacidad de
las propias manos, confiar en las manos, creer en las manos, utilizar las
manos”, demandaba Andrés Henestrosa.
El gestualismo es suficiente para comunicar, es entrar en la introspección
de los contenidos expresivos. Para el maestro Omar Arroyo, pionero en la
profesionalización del diseño gráfico en México, uno de los aspectos que
debiera orientar las alternativas de la archivística para la conservación de
los objetos físicos y digitales del diseño gráfico en México sería rescatar los
matices que nos identifican como etnias autóctonas para recuperar nuestras
36 Gustavo Guerrero, “Gonzalo Tassier. Del diseño como una de las Bellas Artes”, p. 50.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
161
raíces, con las que podamos competir en la globalización que nos agobia,
y que esto pueda diferenciarnos de otras culturas, buscando así posturas
propias que pongan énfasis en el diseño artesanal, como lo han hecho
Finlandia, Dinamarca, Noruega y Suecia, entre otros países.
Fuentes de documentación
Alarcón Rendón, María y Alicia Barnard Amozorrutia, “Módulo 2: Las
tecnologías de Información y Comunicaciones (TIC) y su relación con
las ciencias archivísticas. Lección 6: Bases de datos”, en Diplomado en
administración y preservación de archivos digitales, España, Fundación ASMOZ,
15 de octubre, 2012.
__________, “Lección 3: La implementación de un sistema de gestión
de documentos de archivo, Módulo 3: Un plan para documentos
de archivo: Implementación y Administración”, en Diplomado en
administración y preservación de archivos digitales, España, Fundación ASMOZ,
15 de noviembre, 2012.
__________, “Lección 4: Los procedimientos dentro de los sistemas de
gestión de archivos, Módulo 3: Un plan para documentos de archivo:
Implementación y Administración”, en Diplomado en administración
y preservación de archivos digitales, España, Fundación ASMOZ, 15 de
noviembre, 2012.
Barnard Amozorrutia, Alicia y Alejandro Delgado Gómez, “Lección 6:
Indicadores y buenas prácticas, Módulo 3: Un plan para documentos
de archivo: Implementación y Administración”, en Diplomado en
administración y preservación de archivos digitales, España, Fundación ASMOZ,
15 de noviembre, 2012.
Declaración Universal sobre los Archivos. ICA_Declaracion_Universal_sobre_
los_Archivos_2010_Esp.pdf [Documento electrónico consultado el 15
de febrero de 2013].
Delgado Gómez, Alejandro, El Centro y la Equis. Una introducción a la
descripción archivística contemporánea, España, Universidad de Murcia, 2009.
(Anales de Documentación, 11)
__________, “Lección 1: Normas, estándares, requisitos y criterios para
gestión de documentos de archivo digitales (creación y mantenimiento).
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LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
Módulo 5: Sistemas de creación y mantenimiento de documentos”,
en Diplomado en administración y preservación de archivos digitales, España:
Fundación ASMOZ, 7 de enero, 2013.
__________, “Lección 4: El modelo OAIS (Open Archival Information System).
Módulo 6: Sistemas de preservación de documentos de archivo digitales
auténticos y a largo plazo”, en Diplomado en administración y preservación de
archivos digitales, España: Fundación ASMOZ. 4 de febrero, 2013.
Duranti, Luciana y Randy Preston (eds.), International Research on Permanent
Authentic Records in Electronic Systems (InterPARES) 2: Experiential, Interactive
and Dynamic Records. Padova, Italy: Associazione Nazionale Archivistica
Italiana, 2008.
Guerrero, Gustavo, “Gonzalo Tassier. Del diseño como una de las Bellas
Artes”, en El mundo del buen gusto. México, A Editores, a. 1, núm. 10,
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organizaciones, México: Proyecto InterPARES 2, Team Mexico (Traducción
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Conceptos fundamentales (documentos y archivos). Definiciones,
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164
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
RESEÑAS
ENTRE LA REALIDAD Y LA FICCIÓN: VIDA Y OBRA DE M AXIMILIANO
Esther Acevedo (coord.), Entre la realidad y la ficción: vida y obra de Maximiliano, México, INAHConaculta, 2012, 168 p. ISBN 978-607-477-353-8.
El Segundo Imperio ha sido y sigue siendo
un periodo histórico incomprendido y poco
valorado en la historia de México. Si bien
es cierto que autores como Erika Pani han
realizado magníficos estudios en donde se
ha demostrado que el imperio, lejos de ser
una ruptura en la dinámica política, social y
económica o un “paréntesis en la historia”
—tal y como Ernesto Meneses Morales
en su obra Tendencias educativas oficiales en
México, 1821-1911 afirma— es una época de
continuidad y cambios, y como tal, forma parte de los procesos de formación
y consolidación de la nación mexicana; aún hacen falta investigaciones que
exploren aspectos de la vida cotidiana, tanto de los habitantes del imperio
como del propio emperador, que nos ayuden a entender las ideas y, en
consecuencia, las prácticas de los actores de la monarquía.
Entre la realidad y la ficción: vida y obra de Maximiliano es una publicación que
surge como producto del coloquio internacional, del mismo nombre, que tuvo
lugar en el Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec en febrero
del 2011. Su coordinadora, Esther Acevedo, reúne las investigaciones de
diez académicos, tanto nacionales como extranjeros, quienes intentan ir
más allá del viejo y anticuado debate sobre si el gobierno imperial tuvo o no
tendencias liberales, con el propósito de difundir, de manera clara y precisa,
los pensamientos y las acciones que realizó este personaje, no solo como
emperador sino también como príncipe de Austria.
Los ensayos pueden agruparse en tres bloques temáticos. El primero
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
167
de ellos revela pequeños episodios de la vida del emperador en donde
Guadalupe Jiménez Codinach, Johann Georg Lughofer, Vicente Quirarte
y Paulina Martínez Figueroa argumentan que existe una relación entre las
tradiciones y las vivencias que Maximiliano experimentó durante su juventud
y las acciones que realizó como emperador —nexo que explican a través de
la evolución de su pensamiento—. Afirman que los viajes de exploración
que Maximiliano emprendió antes de aceptar el trono de México fueron
decisivos para su formación intelectual. Estas escapadas a “lo desconocido”
sirvieron como punto de encuentro con formas de vida diferentes, ajenas
a la vida de la corte austriaca, en donde él —tal y como Vicente Quirarte
afirma en “El primer Maximiliano retrato del viajero como joven noble”—,
absorbe lo ajeno y lo adopta como parte de su propia realidad. Es en la
poesía y en los aforismos que escribió durante estos viajes en donde Johann
Georg encuentra algo más que versos empapados del romanticismo alemán
sino toda una teoría política que deja ver la clase de gobernante al que
Maximiliano aspiraba ser.
En el segundo bloque los investigadores Hugo Arciniega Ávila, José
Arturo Aguilar Ochoa, Claudia Ceja Andrade y Esther Acevedo hacen una
aproximación a las prácticas políticas, sociales y culturales de los habitantes
del imperio y a cómo estos asimilaron la imagen del emperador y pasó a ser
parte del imaginario colectivo. Aquí habría que destacar el ensayo titulado
“¿A quién sino a su soberano llevarán los mexicanos sus quejas…? Algunas
ideas sobre la justicia durante el Segundo Imperio Mexicano” en donde se
muestran los mecanismos de negociación que utilizaron los habitantes de
la ciudad de México para obtener justicia apelando, tal y como la tradición
monárquica dictaba, a la figura del emperador.
Por último, en el tercer bloque los escritos de Manuel Ramos Medina
y Christian Opriessnig dan a conocer la riqueza y el potencial que poseen
los fondos documentales que se encuentran resguardados en el Centro de
Estudios de Historia de México-CARSO, el Archivo General de la Nación y el
archivo personal de Maximiliano en Austria, con miras a incitar y promover
la investigación sobre el Segundo Imperio.
Pienso que uno de los méritos de esta obra radica en la interpretación de
las fuentes primarias. Así, con base en poemas y aforismos, diarios de viaje,
colecciones privadas, bienes inmuebles como la Villa de Olido —propiedad
168
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
del emperador—, fotografías y cartas de los emperadores, testimonios
escritos de los habitantes, memorias de los funcionarios del imperio y
registros administrativos, los autores nos muestran nuevos paradigmas
sobre quién fue Maximiliano y por qué obró de tal o cual manera. Posturas
y visiones que si bien pueden ser debatibles buscan enriquecer y aportar
nuevos datos a la historiografía del Segundo Imperio mexicano.
Por estas y muchas razones más, Entre la realidad y la ficción: vida y obra
de Maximiliano es una publicación que trasciende y se destaca por ser uno
de los pocos títulos que agrupa varios —y a la vez tan pocos— estudios
que se especializan en analizar la figura de Maximiliano y cómo se insertó
en el imaginario colectivo. Es una obra bien lograda cuyas propuestas
resultan ser significativas y atractivas en tanto que abren el debate a nuevas
interpretaciones y preparan el camino a futuras investigaciones.
Erika Gómez Mendoza
Licenciada en Historia
Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora
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169
INDEPENDENCIAS, PROCESOS DE CONSOLIDACIÓN NACIONAL
Y REVOLUCIONES
Martha Ortega Soto y María Estela Báez-Villaseñor (coords.) Independencias, procesos de
consolidación nacional y revoluciones, México, UAM-Iztapalapa, 2010, 271 pp. ISBN 978-607-477353-8.
El libro consiste en un conjunto de ensayos con diversos temas, cuya
presencia colectiva en esta obra no puede ser sino bienvenida. El contexto
de la celebración del bicentenario de la independencia y centenario de la
revolución dio pie a la aparición de todo tipo de trabajos, algunos con
mayor o menor rigor y originalidad. La unidad Iztapalapa de la UAM tuvo
el buen tino, aprovechando estas efemérides históricas, de publicar este
volumen que recoge los trabajos presentados en el XI seminario Jan Patula,
que cada año organizan el área de historia del Estado y de la sociedad, y el
cuerpo académico de historia mundial.
Y digo que buen tino no solo por el hecho de que nuestra universidad
tuviera presencia en las conmemoraciones antes mencionadas, sino
porque aquí se presentan investigaciones de académicos de reconocido
profesionalismo, que ponen al alcance del público lector ensayos que
van desde síntesis bien logradas de procesos históricos ya más o menos
conocidos, hasta textos elaborados sobre la base de fuentes primarias en
zonas de la historiografía nacional que han sido francamente descuidadas.
Dividido en dos grandes secciones, el libro desarrolla en la primera parte
estudios que tienen como marco espacial específico a nuestro país, y en el
segundo, procesos históricos que abordan períodos y lugares distintos al
nacional, específicamente referidos a Inglaterra, Estados Unidos, Francia
y Rusia.
Martha Ortega abre el libro con el texto “La independencia en la
periferia del imperio español: el caso de la Alta California”, donde a partir
de una utilización diestra y variada de fuentes primarias, muestra la forma
en que el proceso de independencia iniciado en 1810 impactó, se interiorizó
y, en su peculiar forma, se consolidó en aquella lejana región de la antigua
170
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
colonia española. Y digo peculiar, porque como menciona la autora, al
final “el gobierno federal tuvo que aceptar las formas de gobierno que los
californios se dieron a sí mismos para mantener a Alta California como
parte de la república porque sencillamente quienes tomaron las riendas de
la república poco o nada sabían sobre Alta California”.
En el artículo titulado “Los vientos en las relaciones culturales
hispano-mexicana, 1821-1850”, Blanca García explica el tipo de vínculos
− particularmente culturales− que se establecieron entre España y su
antigua colonia a partir de la consumación de la independencia, mostrando
cómo esas relaciones estuvieron determinadas por una compleja red
político-diplomática entre ambos países. Pese a ser un tema que ha sido
ampliamente estudiado por otros historiadores (particularmente por Harold
Sims), la forma en que la autora utiliza e incorpora algunas fuentes primarias,
particularmente del periódico El Tiempo, estas sirven para darle a su texto
un carácter original (aunque en la parte del contexto, se extrañan algunos
libros fundamentales, como los de Josefina Vázquez, los cuales pudieron
haber enriquecido su análisis). Quizás una inicial valoración historiográfica
le hubiera ayudado al trabajo.
Alfredo de la Lama en “Las revoluciones europeas de 1815-1848 y su
vínculo con el primer medio siglo de existencia del Estado mexicano” estudia,
como el titulo lo indica, la relación entre los procesos revolucionarios europeos de la primera mitad del siglo XIX con los primeros años de existencia
del Estado mexicano, para lo cual realiza una caracterización de dicho ciclo
revolucionario europeo, sus principales manifestaciones e impactos, y su
correlato con lo que sucedía al otro lado del Atlántico. Creo que si bien
queda clara la relación entre los procesos entre ambos espacios en el inicio
del período estudiado (invasiones napoleónicas, la resistencia, Cádiz, etc.),
esto se desdibuja un poco conforme se acerca a las revoluciones que más
detenidamente le interesa estudiar: las del período de 1848-49, respecto a
las cuales no queda establecida prácticamente ninguna mención del tipo
de vínculos existente, excepto que por una pequeña mención a la reciente
pérdida del territorio mexicano por parte de los norteamericanos, la cual de
cualquier forma no tiene ningún lazo directo con los sucesos europeos. Una
obra fundamental, en este sentido, es el trabajo de Carlos Illades, “Las otras
ideas. El primer socialismo en México, 1850-1935”, en el cual precisamente
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
171
analiza las características de los inicios de esta corriente del pensamiento en
México, y traza las relaciones directas entre actores, medios de difusión y
organizaciones entre ambos espacios.
Por otro lado, la supuesta incomprensión historiográfica hacia algunos
de los líderes revolucionarios de la época que menciona el autor me parece
que no es tal, si se revisan algunas de las obras que sobre la historia del
socialismo se han elaborado, y la infinidad de biografías y compilaciones de
textos de algunos de estos líderes que en diversas lenguas se han publicado.
María Eugenia Ponce Alcocer estudia las elecciones federales durante el
porfiriato, a partir de las cuales se puede observar, “que los conflictos políticos
se resolvieron casi siempre dentro del secreto de las luchas personales y
de las relaciones de fuerzas entre camarillas, con mecanismos ocultos o
abiertamente fraudulentos que determinaron el desarrollo y los resultados
de las elecciones, el contenido de la propaganda y los lazos que unieron a
los candidatos con el poder” (p. 77).
A partir del estudio del marco jurídico electoral provisto por la
Constitución de 1857, la autora pasa al análisis de las sucesiones
presidenciales de 1880, 1884 y 1888 desde una perspectiva integrada
por fuentes hemerográficas y de archivo, para destacar cómo en ellas se
observa “una mezcla de prácticas liberales con los valores y hábitos de las
corporaciones del régimen virreinal”. Desafortunadamente, no sabemos si
existe documentación que nos pudiera acercar de manera mucho más precisa
al acto electoral mismo, el momento en que los votantes se acercan a las
urnas y depositan su voto, con todas las implicaciones que ello acarrea.
Finalmente, Eynar Rivera Valencia escribe acerca de la arquitectura
histórica en la ciudad de México en honor al primer centenario de la
independencia. En un artículo escrito con fervor y con magníficas
ilustraciones, el autor muestra la forma en que el gobierno de Porfirio
Díaz aprovechó una ocasión como la que le ofrecía el centenario de la
independencia para mandar construir un conjunto de monumentos que, no
solo tendían a embellecer las calles de la capital, sino que tenían también una
intencionalidad ideológica: mostrar al México que los gobernantes querían
proyectar al resto de las naciones, como una entidad próspera, moderna,
floreciente y segura para invertir y negociar, sin saber que detrás de esto
estaba un tigre pronto a saltar.
172
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
La segunda parte del libro aborda diversos procesos históricos llevados
a cabo en muy diversas latitudes y a lo largo de muy variados períodos,
desde el siglo XVI hasta finales del XX.
En el primer ensayo, María Estela Báez-Villaseñor, investigadora de la
UAM-Iztapalapa, y cocoordinadora de la obra, presenta el ensayo titulado
“De la rebelión puritana a la Revolución Gloriosa. Continuidad y cambio
de la institución monárquica en Inglaterra, 1645-1691”, desarrolla una
bien lograda combinación de manejo de fuentes primarias (tales como los
documentos contenidos en la colección Constitutional Documents of the Puritan
Revolution, 1625-1660) y material bibliográfico especializado, para mostrar la
forma en que la rebelión y la revolución, conceptos centrales en el análisis
de la historia social, se presentaron en Inglaterra con una diferencia de
treinta años en el siglo XVII (rebelión puritana y Revolución Gloriosa).
En el artículo titulado “Independencia y federalismo en Estados
Unidos. Aportaciones al debate en torno a la Constitución”, María Elena
Pompa Dávalos realiza un análisis de la Constitución proclamada en
Filadelfia a finales del siglo XVIII, para demostrar que, una vez visualizada
su configuración a lo largo del tiempo, “desde el nacimiento mismo de
la república fue necesario introducir enmiendas al texto original, debido
a que la legalidad estadounidense nacía en medio del antagonismo entre
dos facciones políticas, que posteriormente verían cristalizadas sus posturas
bajo el modelo bipartidista” (p. 183).
Federico Lazarín Miranda, también investigador de la UAM-Iztapalapa,
escribió el ensayo titulado “La revolución Atlántica y la Revolución francesa”,
en el cual presenta un análisis comparado de procesos históricos que se
desarrollaron en Europa y en los Estados Unidos desde mediados del siglo
XVIII hasta la primera mitad del XIX. El autor demuestra que la Revolución
atlántica, vista como un proceso de larga duración, que destruyó el antiguo
régimen e instauró uno nuevo inspirado en los ideales de la Ilustración y el
liberalismo político y económico, tuvo en la Revolución francesa uno de sus
momentos más cruciales.
Sin duda, uno de los aspectos de este artículo que se tendrían que
profundizar es la aparente contradicción entre el concepto de revolución,
visto como un momento de ruptura crítica de carácter coyuntural, y la larga
duración en la que el autor ubica su análisis.
LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
173
Fernando Núñez Villaseñor presenta el trabajo titulado “La liberación
de Francia, 1940-1945. ¿Liberación o independencia?”. A partir de la
comparación entre los procesos llevados a cabo a mediados del siglo XX,
uno referido al papel de la resistencia francesa durante la segunda guerra,
y el otro relacionado con el proceso de búsqueda de autonomía del pueblo
argelino, precisamente frente a Francia, el autor ubica la pertinencia de la
utilización del concepto de “independencia” o “liberación” para cada uno
de los casos.
Finalmente, la investigadora del área de política internacional de
la UAM-Xochimilco, Ana Teresa Gutiérrez del Cid, cierra el libro con el
ensayo titulado “Rusia: cambios en los paradigmas de desarrollo histórico
e identidad en la era possoviética”, en el que estudia los que considera los
principales debates a partir de la desintegración de la URSS, “con el objetivo
de definir una nueva identidad y una nueva estrategia a nivel internacional
que considere el interés nacional en el marco de realidades internacionales
contemporáneas” (p. 237). El análisis de estos debates muestra que las que
aparecían como tendencias políticas probables a raíz de la caída del muro
y la desaparición de la Unión Soviética, fueron seguidas por procesos que
requerían la elaboración de una nueva estrategia y nuevas alternativas en la
búsqueda de esa nueva identidad.
De esta forma, podemos ver que este libro es una contribución
significativa de este grupo de historiadores a la celebración del centenario
y bicentenario de la revolución e independencia de México por parte de un
grupo de integrantes de la UAM. Creo que se trata de una obra interesante,
novedosa, útil, que pese a no tener una organicidad plena, sí contiene
elementos del debate histórico que deberían ser considerados seriamente.
No puedo dejar de señalar que, desafortunadamente, es un libro con una
edición un poco descuidada, producto quizás de cierto apresuramiento por
subirlo al tren de las celebraciones, y que por lo mismo contiene numerosas
erratas y problemas tipográficos. Una nueva edición, que la merece, deberá
cuidar mucho más estos aspectos.
Javier Mac Gregor Campuzano.
UAM-Iztapalapa.
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LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
DOCUMENTOS DEL
ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN
Imagen centenaria
El niño mexicano
María Inés Ortiz Caballero*
“La lectura es, sin disputa, uno de los principales elementos,
sino el primero, de la instrucción…”1
A partir de este primer número de la octava época de Legajos. Boletín del Archivo
General de la Nación se presentarán en la portada de la revista imágenes que
forman pare de los acervos gráficos de la institución (fotografías, carteles,
mapas, planos, viñetas, ilustraciones) y cuya única peculiaridad en común es
que sean centenarias; es decir, que fueron creadas, divulgadas o ingresaron
al Archivo hace cien años.
La presente edición luce en su portada una ilustración del libro de lectura
El niño mexicano,2 que se integró al acervo documental del AGN en febrero de
1914. Actualmente forma parte del fondo Secretaría de Instrucción Pública
y Bellas Artes en su serie Propiedad Artística y Literaria.
Dentro de los estatutos del Depósito de Propiedad Artística y Literaria
se encontraba la disposición de que todo autor (editor, escritor, fotógrafo,
litógrafo, músico, etc.) al registrar su obra, estaba obligado a entregar un
ejemplar de la misma al Archivo General y Público de la Nación.3 De esta
forma, el fondo documental: Secretaría de Instrucción Pública y Bellas
Artes se enriqueció a través de los años.
El niño mexicano es un libro ilustrado que fue concebido especialmente
para el segundo año de la enseñanza elemental impartida hace un siglo; se
* Jefa del Departamento del Centro de Información Gráfica, Archivo General de la Nación.
1 El niño mexicano, prólogo.
2 Luis de la Breña, El niño mexicano. Libro primero de lectura. Método moderno de lectura,
México, Herrero Hermanos sucesores, 10 ª edición, 1912. 210 pp. AGN, Secretaría de Instrucción
Pública y Bellas Artes, Serie Propiedad Artística y Literaria, caja 272, expediente 15.
3 El registro autoral comenzó en 1871. El autor o artista debía recurrir al Depósito de
Propiedad Artística y Literaria que dependía del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas
Artes y registrar su obra para obtener los derechos como autor.
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LEGAJOS, número 1, enero-marzo, 2014
utilizó como texto oficial de 1903 a 1908,4 aun cuando siguió reeditándose
en los años posteriores en medio del movimiento revolucionario.
El libro está dividido en tres secciones: “La Escuela”, “El Hogar” y “La
Patria”. Cada una de ellas compila una serie de textos que son acompañados
de un pequeño grabado que insinúa el contenido temático de las lecturas.
La selección de estas incluye poemas, cantos, episodios históricos, fábulas,
tradiciones y moralejas, entre otros géneros.
Amado Nervo, José Rosas Moreno, Ricardo Domínguez y Guillermo
Prieto son algunos de los autores de los textos que tienen el objetivo
implícito de fortalecer los valores de urbanidad, moral y patriotismo5 en
los niños mexicanos de acuerdo con las prácticas didácticas exigidas por la
pedagoga de principios del siglo XX.
La primera parte contiene lecturas breves, de dos o tres párrafos, con
temas inherentes a la escuela, con títulos como: El primer día de clases, Carlos
el desaplicado, El San Lunes, entre otros.
La segunda parte muestra lecturas sobre la familia y los valores intrínsecos
a esa institución, por ejemplo, Amor maternal, Hay que respetar a los ancianos, El
niño travieso. La última parte presenta episodios de la historia nacional y los
símbolos patrios: el himno y poemas sobre la bandera de México.
El autor, Luis de la Breña (1873-1964), fue un profesor normalista de
la ciudad de México cuya obra se reconoce como uno de los aportes más
importantes de la educación elemental. Su trabajo llevaba consigo las bases
de la enseñanza moderna que se suma a una vasta producción de escritos
pedagógicos.
Esta imagen centenaria es una muestra y una invitación para que los
investigadores e interesados en la educación en México se acerquen a
conocer la historia de esa materia en el universo documental que custodia el
Archivo General de la Nación.
4 Salvador Moreno K., Diccionario Biográfico magisterial, t. I, México, SEP, 1994, p. 23.
5 Luis de la Breña, op. cit.
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Homenaje
JULIO M AYO SOUZA FERNÁNDEZ
“80 AÑOS COMPARTIENDO SU VISIÓN”
En el Archivo General de la Nación se rindió un homenaje a Julio Mayo
Souza Fernández, el único sobreviviente de la dinastía de fotoperiodistas
españoles conocidos como Hermanos Mayo, quien en 2013 festejó “80 años
compartiendo su visión”.
Don Julio nació el 18 de octubre de 1917 en la Coruña, España y llegó a
México en 1947 huyendo de la represión causada por la dictadura franquista.
El amor por la fotografía lo adquirió de la mano de su hermano Francisco de
quien fue ayudante. Aprendió de él no solo la técnica, sino también el compromiso con el oficio, herramientas que aplicó cuando se enlistó en el ejército;
acompañado de su cámara Leica, tomó fotografías de todo lo que sucedía
en su brigada y en el frente de batalla, posteriormente las enviaba Francisco,
quien se encargaba de publicarlas en los medios madrileños de izquierda.
Después de la aventura y el sufrimiento que le significó la guerra llegó
a México, donde se sumó a la agencia de los Hermanos Mayo y prosiguió su
ejercicio como fotógrafo colaborando entre otros medios en el periódico
El Día. Sus capacidades administrativas y de organización en la agencia
Hermanos Mayo permitieron la difusión y consolidación de esa compañía a
nivel internacional.
A 80 años de compartir su visión, don Julio Mayo recuerda que el
amor por su profesión venció los obstáculos que se le presentaron a lo
largo de su trayectoria. Tras la muerte de sus hermanos se le han otorgado
diversas condecoraciones y reconocimientos entre los que destacan el
título de fotógrafo histórico de la provincia de La Coruña y la Cámara de
Plata de la revista mexicana Cuartoscuro. En 2007 recibió el Premio Nacional
de Periodismo de México en la categoría de trayectoria periodística y fue
acreedor a la medalla al mérito fotográfico en el 11° Encuentro Nacional
de Fototecas.
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El fondo Archivo Fotográfico Hermanos Mayo
El fondo Archivo Fotográfico Hermanos Mayo (AFHM, 285), que resguarda
el Archivo General de la Nación desde 1994, es considerado uno de los
más completos en América Latina, pues comprende miles de negativos
con información visual sobre múltiples aspectos de la vida mexicana a lo
largo de más de cuatro décadas. El fondo está organizado en 17 secciones,
establecidas por los propios fotógrafos, entre ellas están: Cronológica,
Alfabética General, Presidentes de la República, Artistas, Concentrados e
Imagen de la Ciudad.
Aunque las imágenes más antiguas que se incluyen datan de 1936, las
lentes de los Hermanos Mayo captaron la vida diaria en México durante el
periodo 1939-1982 cuando tomaron fotografías de asambleas, competencias
deportivas, corridas de toros, medios de transporte, eventos políticos, fiestas
populares, tanto en espacios abiertos como cerrados: calles, plazas, avenidas,
aeropuertos, edificios, parques, iglesias, bibliotecas, cafeterías, cantinas,
hospitales, teatros, museos, tiendas, monumentos, etcétera; imágenes que
son producto de un trabajo cotidiano realizado en su momento para ilustrar
las páginas de publicaciones periódicas como El Día, El Diario de México, La
Prensa, Tiempo, Siempre, Mañana y Hoy, entre otras.
Procedentes de España, los integrantes de la Agencia Gráfica Foto
Hnos. Mayo: Francisco, Julio y Cándido Souza Fernández; Faustino y
Pablo del Castillo Cubillo, arribaron a México en distintos momentos para
refugiarse de la dictadura franquista, luego de la derrota sufrida por los
republicanos en la guerra civil española. A pesar de que su incursión en el
ámbito periodístico de nuestro país no fue sencilla, su dedicación al oficio
fotográfico les mereció, entre otros reconocimientos, el Premio Nacional
de Periodismo en 1976.
Dentro de la amplitud temática del AFHM se encuentran fotografías de
grupos sociales: obreros, campesinos, estudiantes, miembros de sindicatos
y partidos políticos; asambleas, congresos, fiestas populares, imágenes de
la ciudad, ceremonias religiosas, actividades de gobierno, competencias
deportivas, medios de transporte, personalidades políticas, toreros,
escritores, industriales, profesores, futbolistas y pintores, entre muchas más.
A continuación se presenta la selección de fotografías que se expusieron
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en la cúpula del Archivo General de la Nación para celebrar la pasión por
la fotografía de don Julio Mayo Souza Fernández, quien afirmó: “A México
le debo mi libertad, trabajo y la educación de mis hijos. Me recibió con los
brazos abiertos”.
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R EFERENCIAS DE LAS FOTOGRAFÍAS
1. Entre la artesanía y la producción
masiva. Fábrica Nacional de vidrio
Actividades económicas 1940-1950
Concentrados, sobre 8,025
Archivo Fotográfico Hermanos Mayo
Archivo General de la Nación.
6. El 27 de enero de 1979, México fiel a su
religión al paso de su santidad
Cultura y tradición
Archivo Fotográfico Hermanos Mayo
Cronológico, sobre 33,427
Archivo General de la Nación.
2. Sepelio de Pedro Infante
18 de abril de 1957
Sociedad
Archivo Fotográfico Hermanos Mayo
Cronológico, sobre 11,124.
7. Sociedad 1950-1960
Archivo Fotográfico Hermanos Mayo
Archivo General de la Nación.
3. En 1970 México organizó la Copa
Mundial de Fútbol. Juego inaugural
entre México y la Unión Soviética
Cultura y tradición 1970
Archivo Fotográfico Hermanos Mayo
Cronológico, sobre 26,524
Archivo General de la Nación.
4. La mujer conquistaba espacios incluso
en las fábricas
Actividades económicas 1970-1980
Archivo Fotográfico Hermanos Mayo
Concentrados, sobre 1,105
Archivo General de la Nación.
5. Inauguración de la Plaza de Toros
México
Cultura y tradición 1940-1950
Archivo Fotográfico Hermanos Mayo
Cronológico, sobre 1,977
Archivo General de la Nación.
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8. Nuevas gentes ¿vieja moda?
Sociedad 1960-1970
Archivo Fotográfico Hermanos Mayo
Concentrados, sobre 520
Archivo General de la Nación.
9. Lázaro Cárdenas inicia la costumbre
de dar El Grito el último año de
su mandato en Dolores Hidalgo,
Guanajuato
Cultura y tradición 1930-1940
Cronológico sobre 115.
10. Abril 21 de 1999, el entonces
Presidente de la República Ernesto
Zedillo Ponce de León en su visita por
la zona arqueológica de Palenque en
Chiapas.
Cultura y tradición
Archivo Fotográfico Hermanos Mayo
Concentrados segunda parte, sobre
3,656
Archivo General de la Nación.
Centenario de Octavio Paz
CATALOGADOR DEL
OCTAVIO PAZ,
ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN
"Mi verdadera biografía son mis poemas. El resto es la banalidad, la no-vida".
Carta de Octavio Paz a J.C. Lambert, septiembre 3 de 1952.1
En el número 1 de la 6ª época del Boletín Archivo General de la Nación (agostooctubre de 2003) se publicó una breve nota inaugural de la sección Ecos
dedicada a la presentación y comentario de reproducciones facsimilares de
documentos de interés histórico; dicha nota, “Octavio Paz, mecanógrafo del
AGN”, recogía el testimonio laboral del joven poeta en el Archivo General
de la Nación, donde estuvo comisionado como mecanógrafo con un sueldo
mensual de $98.44 (septiembre de 1935).
Los documentos mostraban aspectos tales como: retardo al checar
entrada por falta de transporte, licencia médica por quince días debida a
una apendicitis; atisbos de esa no-vida que transcurre fuera de la poesía, la
verdadera materia de la biografía del poeta.
En el marco del centenario de Octavio Paz, presentamos un nuevo
hallazgo documental: la actividad laboral del escritor en el Archivo General
de la Nación que, como se verá, era más que la mecanografía. Bajo la
dirección de Rafael López, el Archivo General de la Nación contaba en 1936
con una Sección de Investigaciones Históricas a cargo de Luis González
Obregón, jefe de historiadores. Dicha sección se encargaba de: “Auxiliar
en sus investigaciones al público que concurre al Archivo. Seleccionar
los documentos y clasificarlos para archivarlos debidamente. Seleccionar
también los estudios y documentos que se insertan en el Boletín y los que
forman los volúmenes de las Publicaciones del Archivo.”
Además del propio don Luis, la sección contaba con solo dos
historiadores acreditados como tales, por lo que es de suponerse habría
mucho trabajo para un joven necesitado de empleo: “Muerto el padre, Paz
tiene que conseguir trabajo y su amigo Rafael López Malo lo presenta a su
1 Octavio Paz, Jardines Errantes, Barcelona, Seix Barral, 2008, p. 20.
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Fotografía de Octavio Paz (1938)
AGN, Enrique Díaz, sobre 67/2.
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Lista de personal (1936)
AGN, Archivo del AGN, Serie Administrativo, caja 140, exp. s/n.
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propio padre, el poeta Rafael López, director del Archivo General, quien le
da empleo como mecanógrafo”.2
A sus 22 años, renuente alumno de derecho, carrera que abandonaría
en breve faltándole por acreditar solo una materia, Octavio Paz Lozano se
presentaba cada mañana en Palacio Nacional, entonces sede del Archivo,
para realizar su labor: “Empleados comisionados en el Archivo General de
la Nación y que tienen expedido nombramiento de otras dependencias de
la Secretaría de Gobernación.
Sr. Octavio Paz.- Mecanógrafo de la Dirección General de Población.Sueldo Mensual $102.00.-Labores que desempeña: Lectura de documentos
históricos para su publicación; selección y copia de documentos históricos
y catalogación.”
Lo anterior proviene de la sexta foja de una “Lista del personal del
Archivo General de la Nación, con expresión de su categoría, sueldo y
labores que desempeña cada uno”, localizada en un expediente de 33 fojas,
fechado el 28 de diciembre de 1936 y ubicado en la caja 140 del Fondo
Archivo General de la Nación, el cual está siendo objeto de labores de
organización y descripción, labores muy similares a las que debió realizar el
propio Paz en su tarea de catalogador.
La estancia de Paz en el Archivo coincide con el año axial de su no-vida:
la brutal muerte del padre en marzo de 1936, el febril amor por Elena Garro,
el abandono de los estudios universitarios y, tras renunciar al Archivo, el
viaje a Yucatán para dar clases en una comunidad rural en marzo de 1937.
En su verdadera vida, coincide con la escritura y publicación de los
poemas que le darán reconocimiento e impulso: No pasarán, publicado en
septiembre de 1936 durante la Guerra Civil Española y Raíz del hombre,
publicado en enero de 1937 al calor de su pasión por Elena.
De Yucatán volverá meses después, solo para casarse con Elena y viajar
a España como miembro de la delegación mexicana asistente al Congreso
de escritores Antifascistas. De España volverá para seguir una no-vida
de actividad en el servicio público que lo llevará a una larga carrera en la
diplomacia mexicana culminada con su digna renuncia a la Embajada de
2 Guillermo Sheridan, Poeta con paisaje, México, Era, 2004, p. 149
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México en la India en 1968; volverá también para emprender el peregrinaje
vital que a su vez lo llevará a través de ensayos y poemas a alcanzar el Nobel.
En el catálogo de la obra-vida de Paz las decisivas primeras letras se
gestaron a la par de su desempeño como lector, copista y catalogador de
documentos históricos; me agrada pensar que la feliz convergencia de
ejercer una discreta labor intelectual en su no-vida matinal y escribir poemas
en su verdadera vida que, al final, son una y la misma, contribuyeron a que
sus años en el Archivo fueran la simiente de esa dualidad que da sentido a
su vida y obra: poesía e historia.
Alberto Alvarez Ferrusquía
Jefe de Organización y Descripción Documental-AGN
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NORMAS PARA LA ENTREGA DE ORIGINALES
1. Solo se recibirán materiales inéditos.
2. Las propuestas de colaboración deberán cumplir con lo siguiente:
a. Presentar a doble espacio, con fuente arial de 12 puntos, en versión
word para windows. Para las secciones “Galerías de la Historia” y
“Portales de la Archivística”, la extensión de los textos no deberá
sobrepasar las 35 cuartillas incluyendo notas, cuadros, gráficos,
mapas, apéndices y bibliografía. Los textos iniciarán con un resumen
en español (máximo 120 palabras), así como su equivalente en inglés
(abstract) y de tres a cinco palabras clave y sus keywords equivalentes.
b. Para la sección “Reseñas” deberán comentarse libros de reciente
edición cuya temática se relacione con la historia o la archivística,
con una extensión no mayor a 1,000 palabras; la ficha bibliográfica
deberá incluir también el número de páginas y el ISBN; en archivo
separado deberá enviarse la imagen de portada del libro en
formato jpg o tiff a 300 dpi.
c. Solo se aceptarán trabajos escritos en español.
d. Las ilustraciones, gráficas, cuadros y tablas se numerarán de
modo consecutivo. Se indicará su lugar de ubicación en el texto y
se enviarán en archivo por separado en formato “imagen” (tiff o
jpg a 300 dpi).
e. Los textos irán precedidos de una página con los datos del o los
autor(es), filiación académica, dirección profesional, teléfono de
contacto y dirección de correo electrónico.
f. Los textos deberán enviarse en forma electrónica a la dirección:
[email protected]
3. Notas al pie de página
a. Las referencias aparecerán de manera resumida.
b. Para libros deberá seguirse el siguiente modelo:
Apellidos seguidos por una coma, título resumido en itálica
seguido por una coma, p. o pp., seguido por el número(s) de
página(s).
Ejemplo: Sierra, Evolución política, p. 34.
c. Para artículos o capítulos de libros deberá seguirse el siguiente
modelo: Apellidos seguidos por una coma, título resumido entre
198
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4.
5.
6.
7.
8.
comillas seguido por una coma, p. o pp. seguido por el número(s)
de página(s).
Ejemplo: John Tutino, “Soberanía quebrada”, p. 34.
d. Las referencias de diferentes autores se separarán con un punto
y coma.
Siglas y bibliografía
a. Se incluirán solo los libros o artículos citados en el texto, así
como las siglas a los archivos a los que se hace referencia.
b. Las referencias bibliográficas se presentarán después de las siglas,
en orden alfabético.
c. Deberá seguirse el siguiente modelo:
Libros
Apellidos, nombre(s), título en itálica, lugar de edición,
editorial, año de edición.
Capítulo en libro
Apellidos, nombre(s), “título”, en autor(es) compilación o
edición nombre y apellido, título resumido en itálica, páginas
del capítulo.
Artículo
Apellido, nombre(s), “título artículo”, en nombre de revista
en itálica, vol., número, año, páginas.
Citas
Las transcripciones de más de seis líneas de texto se incluirán en
párrafo aparte, con un margen igual al de la sangría izquierda, sin
comillas, a espacio sencillo.
No se aceptarán contribuciones que no cumplan con los requisitos.
En un plazo no mayor de 15 días Legajos confirmará la recepción de
la colaboración. Todos los artículos serán sometidos a por lo menos
la evaluación de dos dictámenes en el esquema de doble ciego; así
como a la aprobación del Consejo Editorial que, con base en los
dictámenes, se reserva el derecho de solicitar modificaciones a los
autores o de rechazar los textos. En un promedio de ocho semanas
se notificará a los autores el resultado del dictamen.
El contenido de los artículos es responsabilidad exclusiva de los
autores y no reflejan en modo alguno el punto de vista de Legajos o
del Archivo General de la Nación.
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Legajos. Boletín del Archivo General de la Nación, octava época, núm. 1,
se terminó de imprimir en abril de 2014
en Tipográfica, S. A. de C. V.
Se tiraron 500 ejemplares.
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