Derecho habitacional del trabajo

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UNIVERSIDAD DEL VALLE DE MEXICO
LEGISLACIÓN LABORAL
El derecho habitacional del trabajo
Idea general
El derecho habitacional del trabajo es un régimen de seguridad social que encontramos en el
derecho laboral, pero necesita una reglamentación jurídica propia para incluir los organismos que
aparecen en su aplicación.
Antecedentes en México
Los antecedentes del derecho habitacional del trabajo aparecen en la Ley sobre Trabajadores
expedida el 1 de noviembre de 1865 por Maximiliano de Habsburgo. Pasaron varios años sin que
tuviera alguna presencia notoria, hasta que el Constituyente de 1917 la incluyó en la fracc. XII del
art. 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM), que dice:
Toda empresa agrícola, industrial, minera o de cualquier otra clase de trabajo, estará obligada,
según lo determinen las leyes reglamentarias a proporcionar a los trabajadores habitaciones
cómodas e higiénicas. Esta obligación se cumplirá mediante las aportaciones que las empresas
hagan a un fondo nacional de la vivienda a fin de constituir depósitos a favor de sus trabajadores y
establecer un sistema de financia-miento que permita otorgar a éstos crédito barato y suficiente
para que adquieran en propiedad tales habitaciones.
La Ley federal del Trabajo (LFT) de 1970 imponía limitaciones que consistían en obligar en la
ciudad a las empresas que tuvieran más de cien trabajadores a proporcionar a éstos habitaciones
cómodas e higiénicas; no podían cobrar renta que excediera del medio por ciento mensual del valor
catastral de las fincas.
Esta ley ideó el arrendamiento de las viviendas; los trabajadores tenían la posibilidad de adquirirlas
mediante un convenio de aportación por parte de las empresas, el cual no se determinaba, por lo
que los trabajadores tenían que pagar el costo de la construcción.
La CPEUM no señalaba quiénes podían ejercer este derecho, así que se determinó que fueran los
trabajadores de base con antigüedad de un año. Estos debían solicitarlo a los empresarios, quienes
les informaban si tenían habitaciones disponibles; si no las había, se celebraba un convenio en el
que se establecía la obligación de proporcionar la vivienda y la renta que se cobraría.
Las obligaciones de los trabajadores eran pagar la renta que el patrón podía descontar de su salario,
cuidar las habitaciones como propias, informar al patrón sobre los defectos y deterioros,
desocuparlas cuando terminara la relación de trabajo en un plazo de 45 días, no usar las viviendas
para fines distintos de los señalados en la ley y no subarrendarlas.
Si se producía un conflicto por este motivo, correspondía resolverlo a las Juntas de Conciliación y
Arbitraje.
Debido a problemas económicos, empresarios, trabajadores y gobierno llegaron a un acuerdo
mediante el cual se propuso un plan llamado Instituto Nacional de Vivienda (Indeco), en el que los
tres participantes se comprometieron a:
a) Incrementar un fondo de vivienda.
b) Tener cada empresa un fondo que operaría mediante un fideicomiso bancario.
c) Otorgar la demanda habitacional de acuerdo con un calendario, con un plazo máximo
conveniente a las partes, para que el fondo lo pudieran soportar económicamente el patrón, el
trabajador de bajos ingresos y el Estado.
d) Por parte de las autoridades laborales, proporcionará asesoría a los empresarios y trabajadores
mediante el Indeco respecto a varias áreas.
e) Hacer una cotización obrero-patronal en algunos niveles para soluciones habitacionales.
f) Decretar el fondo de vivienda como revolvente e irrevocable.
g) Por parte del Estado, deducir el fondo de una manera impositiva e inscribirlo en las Secretarías
del Trabajo y de Hacienda y Crédito Público, de acuerdo con los requisitos de inscripción.
Comisión Nacional Tripartita
Debido a los grandes problemas que se presentaron, se creó una Comisión Nacional Tripartita entre
los tres sectores involucrados: obrero, patronal y gubernamental, y se concluyó que era necesario
reformar la Constitución para incluir la Seguridad Social Habitacional.
Así, el 4 de febrero de 1972 se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la reforma a la
fracc. XII del art. 123 constitucional.
Para estar acorde con la Constitución, en el DOF del 24 de abril de 1972 se publicó el decreto para
reformar la LFT en materia habitacional.
Se publicaron en el DOF otros decretos para impulsar reformas en materia habitacional, como el del
7 de enero de 1982, el del 30 de diciembre de 1983, el del 13 de enero de 1986 y el del 24 de
febrero de 1992. Asimismo, se reformó la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los
Trabajadores. Finalmente, la fracc. XII del art. 123 quedó con su texto actual.
El lnfonavit
El Instituto Nacional del Fondo de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) se menciona en el
art. 123, fracc. XII, párrafo II, Apartado "A", publicado en el DOF el 24 de abril de 1972.
El Infonavit es un órgano de servicio social cuya integración es tripartita, tiene personalidad
jurídica y patrimonio propio y su objetivo es administrar los recursos del Fondo Nacional para la
Vivienda. Cuenta con un sistema de financiamiento que permite a los trabajadores obtener créditos
baratos y suficientes para sus necesidades de vivienda.
El 4 de febrero de 1992 se publicó en el DOF la última reforma a la Ley del Infonavit, en la que se
modificaron, adicionaron y derogaron varias disposiciones. Las reformas hechas al instituto han
mejorado sus condiciones y su funcionamiento para que los trabajadores tengan un mejor acceso al
crédito para la vivienda.
Este derecho habitacional era ejercido principalmente por trabajadores agrícolas, cañeros,
cementeros y mineros, quienes tenían que laborar y permanecer con sus familias a grandes
distancias de donde vivían.
Resumen
El derecho habitacional del trabajo tiene sus antecedentes en una ley expedida el 1 de noviembre de
1865 por Maximiliano de Habsburgo, la cual pasó inadvertida por varios años, hasta que el
Constituyente de 1917 la incluyó en la fracc. XII del art. 123 constitucional en los términos siguientes: las empresas estaban obligadas a proporcionar habitación cómoda e higiénica a sus
trabajadores.
La LFT de 1970 impuso a las empresas con más de cien trabajadores proporcionarles habitaciones
sin cobrarles renta que excediera del medio por ciento mensual del valor catastral de la finca. El
trabajador de base tenía la posibilidad de adquirir la vivienda mediante convenios.
Los trabajadores estaban obligados a pagar la renta que el patrón descontaba de su salario, y a
desocupar el lugar al terminar la relación de trabajo en un plazo de 45 días. De existir un conflicto,
las Juntas de Conciliación y Arbitraje lo resolvían.
En 1992 se hacen las últimas reformas a la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para
los Trabajadores.
Derecho internacional del trabajo
Objetivo
Al concluir este capítulo, el alumno explicará el mecanismo de los tratados, los convenios y las
recomendaciones que comprometen a México a cumplir y reconocer los derechos de los
trabajadores aceptados mundialmente, y hacer que las autoridades los conozcan y los cumplan.
Organización Internacional del Trabajo (OIT)
Para hablar de esta organización es necesario referirse al término de la Primera Guerra Mundial,
que fue posible gracias al Tratado de Paz de Versalles, firmado el 28 de junio de 1919, y en el que
por primera vez se trató el problema social de la organización de los trabajadores. La Organización
Internacional del Trabajo (OIT) nace como consecuencia de la explotación humana.
Los representantes de varias naciones industriales se vieron en la necesidad de crear un organismo
que defendiera los derechos de los trabajadores mediante normas y recomendaciones. Este
organismo se llamó Organización Internacional del Trabajo, el cual se encargó de establecer normas
internacionales para regular estos derechos. Los países signatarios se comprometieron a
cumplirlas.
Si bien es cierto que el Tratado de Versalles tuvo como finalidad principal terminar la guerra y
establecer la paz, también lo es que si no se trataba de apaciguar los ánimos de los trabajadores,
que para entonces estaban en desacuerdo con la manera en que se les explotaba, mediante el
reconocimiento de algunos derechos laborales, existía el riesgo de que inmediatamente se desatara
una nueva guerra mundial.
Una de las propuestas importantes fue la del presidente estadounidense Woodrow Wilson, quien
impulsó una serie de disposiciones para la protección internacional de los trabajadores en la
Conferencia de los Preliminares de Paz, el 25 de enero de 1919. Al respecto se formó una comisión
que encabezó Samuel Gompers, presidente de la American Federation of Labor de Estados Unidos
de América, con el objetivo de aprobar una Carta de Trabajo.
Gompers tuvo una estrecha relación de trabajo con el artista mexicano Gerardo Murillo, mejor
conocido como Doctor Atl, por lo que, asegura el maestro Alberto Trueba Urbina, el primero conocía
el art. 123 constitucional de 1917 y lo expuso en sus trabajos.
Es un orgullo para los mexicanos que la primera constitución del mundo que consagró los derechos
sociales fue la Constitución de 1917.
En el Tratado de Versalles, las partes contratantes señalaron los principios siguientes:
lo. El trabajo no debe ser considerado como una mercadería o un artículo de comercio.
2o. El derecho de asociación con vistas a todos los fines no contrarios a las leyes, lo mismo para los
asalariados que para los patrones.
3o. El pago a los trabajadores de un salario que les asegure un nivel de vida conveniente, tal como
se desprende de su época y país.
4o. La adopción de jornada de ocho horas o de la semana de 48 como un fin de obtener en todas
partes donde no haya sido aún logrado.
5o. La adopción de un descanso hebdomadario de 24 horas como mínimo; siempre que ello sea
posible, deberá comprender el domingo.
6o. La supresión del trabajo de los niños y la obligación de establecer limitaciones en el trabajo de
los jóvenes de ambos sexos, necesarias para permitirles continuar su educación y asegurarles su
desarrollo físico.
7o. El principio de salario igual, sin distinción de sexo, para un trabajo de valor igual.
8o. Las reglas dictadas en cada país respecto de las condiciones de trabajo deberán asegurar un
tratamiento equitativo a todos los trabajadores que legalmente residen en el país.
9o. Cada Estado debe organizar un servicio de inspección, que comprenderá a las mujeres, a fin de
asegurar la aplicación de las leyes y los reglamentos para la protección de los trabajadores.
1
Alberto Trueba Urbina, Nuevo derecho del trabajo. Teoría integral, 6a. ed., Porrúa, México, pp.
125-128.
Estructura
La OIT se compone de tres órganos:
1. La Conferencia General de los Representantes de los Miembros o Conferencia Internacional del
Trabajo.
2. El Consejo de Administración.
3. Oficina Internacional del Trabajo.
El organismo supremo de la OIT es la Conferencia Internacional del Trabajo, cuyos miembros son
representantes del Estado, de los trabajadores y de los patrones. Los Estados miembros nombran a
cuatro delegados, de los cuales dos son gubernamentales y uno por cada sector.
La Conferencia funciona mediante las reglas siguientes:
1. Se reúne en el lugar que la Conferencia misma designe o, en su defecto, el que determine el
Consejo de Administración.
2. Las sesiones serán, por lo menos, anuales.
3. Las sesiones serán públicas, salvo que la Conferencia decida lo contrario.
4. Sólo los delegados, los expertos y aquellas personas que por su rango oficial lo merezcan tendrán
acceso a la sala de sesiones.
5. Los idiomas oficiales son el francés, el inglés y el español, aun cuando existen traducciones
simultáneas en casi todos los idiomas. Los delegados podrán expresarse en su lengua materna, pero
si no hubiese traductores, deberán presentar el resumen de su discurso en uno de los idiomas
oficiales.
6. La Secretaría de la Conferencia deberá levantar un acta pormenorizada de cada sesión.
7. El Consejo de Administración debe fijar el orden del día, para lo cual tomará en cuenta las
sugerencias oficiales, aunque la Conferencia también puede determinarlo.
El Consejo de Administración se conforma de 40 personas, de las cuales 20 representan a los
gobiernos, 10 a los trabajadores y 10 a los patrones (10 representantes gubernamentales deben ser
elegidos por los Estados miembros de mayor importancia industrial).
La función del Consejo es dirigir y controlar la Oficina Internacional del Trabajo; se reúne cada tres
meses y una de sus juntas debe coincidir con la Conferencia. Sus actividades tienen lugar en la sede
de la Organización (excepto en situaciones extraordinarias).
La Mesa del Consejo se integra con un presidente y dos vicepresidentes elegidos de entre sus
miembros en la primera sesión del Consejo; además, trabaja con base en comisiones y comités que
se encargan de estudiar, documentar, analizar y elaborar los proyectos de resolución que se tratan
en el plenario del Consejo.
El Consejo está facultado para establecer su reglamento y fijar las fechas de sus reuniones. En
cambio, la Oficina Internacional del Trabajo lo está para decidir aspectos técnicos, administrativos y
presupuestarios.
La Oficina Internacional del Trabajo se encarga de la relación entre la Organización y los gobiernos
de los Estados miembros, las agrupaciones profesionales de trabajadores y patrones, así como la
opinión pública. Es el órgano que prepara las conferencias.
También cuenta con un director general, que es el secretario general de la Conferencia y participa
en los trabajos del Consejo, pues es el organismo que lo designa. Entre sus funciones están
centralizar y distribuir la información relativa a la reglamentación internacional, los asuntos de
vida de los trabajadores y el régimen del trabajo; estudiar las cuestiones que se someten a discusión
en la Conferencia para adoptar convenios internacionales; realizar encuestas especiales que
encarga la Conferencia o el Consejo de Administración; acordar con los gobiernos, y a solicitud de
éstos, la ayuda necesaria para preparar la legislación con base en las decisiones de la Conferencia;
cumplir, de conformidad con las estipulaciones de la Constitución, los deberes inherentes a la
realización efectiva de los convenios, y tramitar reclamaciones y denuncias dirigidas contra Estados
miembros, por la falta de ejecución adecuada de un convenio al que dicho Estado se haya adherido
o ratificado.
Naturaleza
Mario de la Cueva señala que a dos personas se les atribuye la fundación del derecho internacional
en la Edad Moderna: Francisco de Victoria y Hugo Groccio, que apoyaron la idea del derecho
natural.
Juan Bodino, en su doctrina de la soberanía, consideraba la validez del derecho natural. La
soberanía consistía en la potestad de expedir, reformar y derogar el derecho humano, pero en el
derecho natural, porque es una norma que deriva de la ley de Dios y no depende de la voluntad
humana.
En el siglo XIX se diferenció el derecho nacional del internacional. G.W.F. Hegel definió: "El derecho
internacional es derecho público externo para las relaciones entre Estados independientes."3 Sin
embargo, hubo varias definiciones al respecto.
Durante la Segunda Guerra Mundial, en el Tratado de Oppenheim, se dictaminó: "La ley de las
naciones o ley internacional es el conjunto de normas de las costumbres y de los tratados que se
consideran legalmente obligatorias entre los Estados."
Al término de la Segunda Guerra Mundial, por primera vez en el derecho internacional, las normas
fueron discutidas y votadas por los representantes de las diferentes clases sociales.
En la Conferencia de la OIT encontramos la primera asamblea clasista de la vida internacional, ya
que las clases trabajadoras se impusieron a la Conferencia de Paz. Al lado de los representantes del
trabajo y del capital, se sentaron los representantes de los gobiernos de los Estados. Esto se parece
a lo que tenemos en las Juntas de Conciliación y Arbitraje, y así debe acontecer en los organismos de
clase, pues si no llegan a un entendimiento entre ellas, se necesita un árbitro que decida las
cuestiones en debate.
Desde luego, los acuerdos de la Conferencia entraron en vigor una vez ratificados por los órganos
estatales señalados en la constitución de cada país, es decir, según los mecanismos para la
aprobación de los tratados internacionales.
Si los convenios no son ratificados por el órgano constitucional, los sindicatos de obreros pueden
convenir con las empresas que su contenido pase a formar parte de los contratos colectivos,
siempre que consideren que los beneficia.
El derecho internacional del trabajo es el resultado de una lucha constante de las personas por que
se les reconozcan sus derechos; éstos primero fueron reconocidos en su nación y después en el
derecho internacional.
De la Cueva dice que el derecho internacional es "un derecho de los hombres, cualesquiera que sean
el lugar donde se encuentren, su nacionalidad, su raza, su credo o su doctrina política".
Formalidades
La Conferencia Internacional del Trabajo, como órgano supremo de la OIT, tiene la misión principal
de adoptar normas sociales encaminadas a mejorar las condiciones de trabajo en el mundo. La
conferencia establece dos clases de normas: posconvenios y recomendaciones.
Las normas internacionales de trabajo se adoptan por mayoría de dos tercios de los delegados que
votan (gubernamentales, patrones y trabajadores). En general, los convenios y las recomendaciones
se adoptan después de haberse efectuado las investigaciones y consultas necesarias durante un
tiempo no menor a dos años.
El Estado que ratifica el Convenio Internacional del Trabajo tiene la obligación de aplicar en su país
las disposiciones respectivas e informar anualmente a la OIT sobre la forma en que las aplica.
Dos comisiones de la OIT estudian los informes que los Estados envían al respecto. Una de ellas está
formada por expertos independientes; la otra es designada por la Conferencia Internacional del
Trabajo y la componen delegados gubernamentales, patronales y obreros. Ambas señalan los casos
en que la legislación y la práctica no se acomodan a las disposiciones de los convenios ratificados.
La recomendación, como su nombre lo indica, aconseja a los Estados que examinen la posibilidad de
poner en práctica sus disposiciones. No es susceptible de ratificación.
El conjunto de convenios y recomendaciones constituyen el Código Internacional del Trabajo (CIT).
Entre sus principales materias figuran: horas de trabajo, seguridad social, igualdad de
remuneración, protección de la maternidad, libertad sindical y negociación colectiva, protección de
la gente de mar, protección de jóvenes trabajadores, protección al trabajo femenino, trabajo en las
plantaciones, salarios mínimos, seguridad e higiene en el trabajo, migración de trabajadores,
trabajo subterráneo de minas, trabajo forzoso, vacaciones pagadas, desempleo, trabajadores
indígenas, relaciones de trabajo, discriminación en materia de empleo y protección contra las
radiaciones.
La influencia que el CIT ejerce en el mundo es incalculable. Muchos son los países cuyas
legislaciones del trabajo se han inspirado en el Código Internacional de la OIT, y diversas son
también las reformas legislativas a que ha dado origen. Además, los países que ratifican los
convenios internacionales del trabajo modifican sus leyes laborales para que estén en armonía con
las disposiciones de los convenios ratificados.
Asimismo, la OIT, a solicitud de los Estados miembros de la Organización, presta asistencia técnica
en materia de legislación del trabajo. Los expertos de la OIT colaboran con las autoridades
interesadas en elaborar proyectos de leyes o reglamentos. Al respecto, pueden citarse como
ejemplos la Carta Constitutiva de Garantías del Trabajo de Honduras, en 1955; el Código del Trabajo,
de Paraguay, de 1961, y el Código del Trabajo de El Salvador, de 1963, en cuyos proyectos
participaron expertos de esta organización.
Convenios y recomendaciones
La Conferencia emite dos clases de resoluciones: una mediante convenios y otra por medio de
resoluciones. Al respecto, De la Cueva señala: "El convenio, ratificado por el órgano competente del
Estado, deviene automáticamente derecho positivo, en tanto la recomendación necesita una ley
posterior que posi-tivice sus principios."
Una vez aprobado el convenio o la recomendación, el presidente de la Oficina (que es el secretario
de la Conferencia) lo firma y se hacen dos copias del documento; una se queda en el archivo de la
OIT y la otra se envía al Secretario General de las Naciones Unidas, quien debe entregar a cada
Estado miembro una copia certificada.
Si México emite un convenio en la OIT, el Senado deberá aprobarlo y estar de acuerdo con la
Constitución; por tanto, el derecho internacional del trabajo no puede ser contrario a lo que se
estipula en el art. 123 constitucional.
Algunos convenios en materia laboral que México tiene con la OIT son los siguientes:
Convenio núm. 17. Reparación de los accidentes de trabajo. Diario Oficial, 3 de julio de 1935.
Convenio núm. 18. Indemnización por enfermedades profesionales. Diario Oficial,
25 de septiembre de 1937. Convenio núm. 19. Igualdad de trato entre trabajadores extranjeros y
nacionales en materia de indemnización por accidentes de trabajo. Diario Oficial, 7 de agosto de
1935.
Convenio núm. 26. Establecimiento de métodos para la aplicación de salarios mínimos. Diario Oficial,
9 de agosto de 1935. Convenio núm. 29. Trabajo forzoso u obligatorio. Diario Oficial, 13 de agosto de
1935.
Convenio núm. 30. Reglamentación de las horas de trabajo en el comercio y oficinas. Diario Oficial,
agosto de 1935.
Convenio núm. 32. Protección contra accidentes a los trabajadores empleados en la carga y descarga
de buques. Diario Oficial, 14 de agosto de 1935.
Convenio núm. 42. Indemnización por enfermedades profesionales. Diario Oficial, 8 de enero de
1937 y 25 de septiembre de 1937.
Convenio núm. 43. Horas de trabajo, fabricación automática de vidrio plano. Diario Oficial, 26 de
abril de 1939.
Convenio núm. 44. Trabajo subterráneo (mujeres). El convenio entró en vigor el 30 de mayo de
1937.
Convenio núm. 45. Empleo de mujeres en trabajos subterráneos en las minas. Horas de trabajo en
las minas de carbón. Diario Oficial, 28 de diciembre de 1938 y 2 de enero de 1940 (este convenio se
revisó en 1935 y entró en vigor en diciembre de 1961).
Convenio núm. 49. Reducción de horas de trabajo en fábricas de botellas. Diario Oficial, 16 de abril
de 1938.
Convenio núm. 52. Vacaciones anuales pagadas. Diario Oficial, 21 de abril de 1938.
Convenio núm. 54. Vacaciones anuales pagadas a la gente del mar. Diario Oficial, 20 de febrero de
1940.
Convenio núm. 55. Obligaciones del armado en caso de enfermedad, accidente o muerte del hombre
de mar. Diario Oficial, 30 de enero de 1939.
Convenio núm. 58. Edad mínima de admisión en el trabajo marítimo. Diario Oficial, 22 de junio de
1951.
Convenio núm. 62. Prescripción de seguridad en la industria de la edificación. Diario Oficial, 4 de
octubre de 1941.
Convenio núm. 63. Estadísticas de salarios y horas de trabajo en las industrias principales, mineras y
manufactureras, en la edificación, construcción y la agricultura. Diario Oficial, 17 de enero de 1912.
Convenio núm. 87. Libertad sindical y protección del derecho de sindicación. Diario Oficial, 16 de
octubre de 1950.
Convenio núm. 90. Trabajo nocturno de menores en la industria, 29 de septiembre de 1937.
Convenio núm. 95. Protección del salario. Diario Oficial, 12 de diciembre de 1955.
Convenio núm. 100. Igualdad de remuneración entre la mano de obra masculina y la mano de obra
femenina. Diario Oficial, 26 de junio de 1952.
Convenio núm. 106. Descanso semanal en el comercio y en las oficinas. Diario Oficial, 21 de agosto de
1959.
Convenio núm. 109. Salarios, horas de trabajo a bordo de buques y dotación. Diario Oficial, 26 de
enero de 1961.
Convenio núm. 123. Edad mínima de admisión al trabajo subterráneo en las minas. Diario Oficial, 18
de enero de 1968.
Los documentos que constituyen el contenido esencial del derecho internacional del trabajo son los
siguientes:
Tratado de Versalles. Determina que el trabajo no debe considerarse mercancía o artículo de
comercio; establece el derecho de asociación, el salario mínimo, la jornada de ocho horas diarias o
48 horas a la semana, el descanso semanal preferentemente en domingo, la supresión del trabajo de
los niños, las facilidades para que los menores continúen su educación y desarrollo físico, la
igualdad de salario para trabajo igual sin distinción de sexo, el tratamiento equitativo para los
trabajadores extranjeros con residencia legal y la inspección del trabajo.
Carta del Atlántico. Elaborada por el presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt y el primer
ministro inglés Winston Churchill. Contiene algunos principios generales referentes al
mejoramiento de las normas de trabajo.
Carta de las Naciones Unidas. Una de sus finalidades es promover:
a) Niveles de vida más elevados, trabajo permanente para todos y condiciones de progreso y
desarrollo económico y social.
b) La solución de problemas internacionales de carácter económico, social y sanitario, así como de
otros problemas conexos, y la cooperación internacional en el orden cultural y educativo.
c) El respeto universal a los derechos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer
distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión, y la efectividad de tales derechos y
libertades.
Declaración de Filadelfia. Señala bases específicas para el derecho del trabajo, mediante una
declaración a la que se le agregó un texto complementario a la nueva Constitución de la OIT.
Declaración Universal de los Derechos del Hombre. Se aprobó en la Organización de las Naciones
Unidas el 10 de diciembre de 1948. Establece que toda persona, por el solo hecho de ser miembro
de una sociedad, tiene derecho a la seguridad social, al trabajo y a la libre elección de éste, a
condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo, a la protección de su empleo, a igual salario por
trabajo igual, a una remuneración equitativa y satisfactoria, a fundar sindicatos para la defensa de
sus intereses, al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una estabilidad en el trabajo y a vacaciones
periódicas pagadas.
Resumen
La OIT se fundó como consecuencia de la explotación humana. Se compone de tres órganos: la
Conferencia General de los Representantes de los Miembros o Conferencia Internacional, el Consejo
de Administración y la Oficina Internacional del Trabajo.
La Conferencia funciona con reglas determinadas. Entre otras cosas, señala que los idiomas oficiales
son francés, inglés y español. El Consejo de Administración se integra con 40 personas, 20 de las
cuales representan a los gobiernos, 10 a los trabajadores y 10 a los patrones. Se reúnen cada tres
meses y una de las reuniones debe coincidir con la Conferencia. La Oficina Internacional del Trabajo
se encarga de la relación entre la Organización y los gobiernos de los Estados miembros, las
agrupaciones profesionales de trabajadores y patrones, y la opinión pública; pero, fundamentalmente, es el órgano de preparación de las conferencias. Emite dos clases de resoluciones:
una mediante convenios y la otra por medio de resoluciones.
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