LOLÓ DE LA TORRIENTE - Fundación Alejo Carpentier

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LOLÓ DE LA TORRIENTE: SUS LECCIONES PERIODISTICAS
Miriam Rodríguez Betancourt
UNA BREVE INTRODUCCION
LAS PRIMERAS PALABRAS TIENEN QUE SER OBLIGADAMENTE DE
AGRADECIMIENTO AL CENTRO ALEJO CARPENTIER, ESPECIALMENTE A
SU ADMIRADA Y QUERIDA PRESIDENTA, LA DRA. GRACIELA POGOLOTTI,
POR HABERME INVITADO A ESTE CICLO TAN SIGNIFICATIVO. PIENSO
QUE ESTA INVITACION SE DEBE A MI FUNCIÓN COMO PROFESORA DE
PERIODISMO Y AL HECHO DE HABER SIDO LOLÓ
UNA DE LAS
PERIODISTAS MAS LEIDAS DE SU EPOCA, PORQUE DESDE LUEGO QUE NO
SOY UNA ESTUDIOSA DE LA OBRA DE LOLÓ, A LA QUE HAN DEDICADO
ESTUDIOS IMPORTANTES VIRGILIO LÓPEZ LEMUS Y ENRIQUE SAÍNZ Y
QUE, POR SUPUESTO, ME HAN SIDO IMPRESCINDIBLES PARA PREPARAR
ESTA EXPOSICIÓN.
ME PARECE MUY JUSTO INCLUIR EL NOMBRE DE LOLÓ DE LA TORRIENTE
EN ESTE CICLO DEDICADO A FIGURAS OLVIDADAS O NO MENCIONADAS
CON FRECUENCIA O A LAS QUE AUN NO SE LES HA ESTUDIADO EN SU
INTEGRALIDAD. AL RESPECTO, LOPEZ LEMUS OPINA: ―TODAVÍA ESTÁ
POR ESTABLECER EL RANGO Y LA REAL IMPORTANCIA DE LOLÖ DE LA
TORRIENTE NO SÓLO DENTRO DEL PERIODISMO, SINO DENTRO DE LA
CULTURA CUBANA, COMO UNA DE LAS PRINCIPALES FIGURAS
FEMENINAS DEL SIGLO XX‖ (1), OPINIÓN CON LA QUE COINCIDEN VARIOS
ESTUDIOSOS, QUE TAMBIEN LA CONSIDERAN UNA DE LAS MEJORES
CRÍTICAS DE ARTES PLÁSTICAS, EN ESPECIAL DE LA PINTURA CUBANA, Y
DEL MURALISMO MEXICANO.
YO QUISIERA DEDICAR ESTA EXPOSICION A UNA PERSONA QUE LE
TENÍA UNA GRAN ADMIRACIÓN , RUTH DE LA TORRIENTE BRAU, QUE,
COMO SABEN, FALLECIÓ RECIENTEMENTE. ZOE, OTRA HERMANA DE
PABLO, TAMBIEN LA DISTINGUÍA MUCHO, Y PUEDO ASEGURARLES QUE
PARA MERECER DE ELLAS SEMEJANTE APRECIO Y CRITERIO HABÍA QUE
SER, CUANDO MENOS, INCORRUPTIBLE.
Hace cinco años, la periodista y directora de la revista Mujeres, Isabel Moya, se
preguntaba en brillante artículo titulado ―Diatriba contra el olvido‖ (2), cómo era
posible que no se recordara prácticamente entre nosotros a una autora de la valía de
Loló de la Torriente, que no era ―ni nombre de paso ni estrella menor‖ como había
afirmado, también con justicia, López Lemus.
Hacía notar Isabel las escasas referencias a Loló que había encontrado para la
elaboración de su trabajo, tanto en espacios digitales como en bibliotecas tradicionales,
y también advertía su ausencia en programas de estudio relacionados con la historia de
la prensa en Cuba, hecho este que le parecía, con razón, el más injustificable por cuanto,
si en otros aspectos de su obra se registraban críticas o desavenencias, nadie se atrevía a
discutir los valores, e incluso la influencia, del trabajo periodístico que durante más de
medio siglo realizó en Cuba y en México . Acerca de ese quehacer, centraremos
nuestro reencuentro con Loló de la Torriente, aunque será inevitable referirnos también
a la Loló crítica, ensayista, conferencista, luchadora social, revolucionaria, pues en una
sola pieza, que es ella misma, se integran todas las manifestaciones de su talento
creador. Como decía Félix Pita Rodríguez, en estos casos se trata de ―una misión
visión del mundo expresada de maneras diferentes, en mayor o menor profundidad‖ (3).
Recorrerla en esa proyección suya unívoca me resultó muy difícil, y comprendi, por
eso, al colega Ciro Bianchi cuando confesaba lo difícil que le resultó entrevistar a
Loló, ―atrapar su larga e intensa vida‖ decía él. (4). Ni siquiera la usualmente fría ficha
biográfica puede ocultar detrás del dato que quiere ser exacto, la pasión y la lucidez
conque esta mujer vivió cada minuto de su vida.
Sobre las causas de la desmemoria que el mencionado artículo de Isabel Moya abordó,
volveremos más adelante, puesto que ningún periodista –o profesor de Periodismo-que se respete, pudiera pasarlas por alto.
Pero de lo que se trata ahora es de reencontrarnos con Loló e intentar un una suerte de
reedición de su trayectoria que, por lo menos , en palabras, nos permita ayudar a
mantener su presencia . La asistencia aquí de destacados investigadores
de su obra, y que, incluso, la conocieron y compartieron con ella largos años,
contribuirá a precisar mis apuntes, y, sobre todo, a completar su imagen.
Dolores de la Torriente Urdinavia nació en Manzanillo el 22 de agosto de 1906, fecha
que siempre defendía y no la de l907, como aparece en varias fuentes, error que atribuía
a irresponsabilidades en el registro civil.(5). Ciro dice en su entrevista que confesaba
sesenta y siete cuando tenía setenta y siete (6). A su terruño natal lo describía como‖
pintoresca población olorosa a río y bosque, a barco y madera‖ (7), y allí permaneció
muy poco tiempo, debido a reacomodos familiares derivados de los inciertos primeros
años de la República. Muy pequeña vino a La Habana y es aquí donde cursará la
enseñanza primaria, en la Escuela Pública No. 30. También en la capital estudiará
bachillerato y se recibirá de abogada en la Universidad , centro en el que también
cursará varios años de Filosofía y Letras.
Sus primeros años transcurren en barrios y calles donde atesoró anécdotas y
recuerdos con su temprana sensibilidad para captar escenarios y detalles. En una
azotea de una casa situada en Galiano, contempló el paso del cometa Halley cuyo
resplandor inaccesible le reveló ―la pequeñez e impotencia del ser humano‖.(8).
En Luyanó, con sus hermanos y vecinos, disfrutó de variados juegos, desde los más
plácidos hasta los más violentos, que eran sus preferidos, como aquellos en los que
escenificaban luchas de bandas armadas a los que recordaba con especial delectación.
Oigámosle esta reveladora confesión: ―Entonces conocí el combate y me encantó‖ (9).
Pasear por la Habana Vieja de la mano de su tía Carmita, un personaje inolvidable de su
niñez, constituía una verdadera fiesta. Visitar las iglesias del Santo
Angel Custodio, la del Espíritu Santo y detenerse en la Catedral, y en ellas prestar
atención, no a las oficios divinos, sino a la música y a las imágenes por lo que recibía
buenas reprimendas, hasta finalizar el recorrido en la Plaza de Armas No olvidará,
por supuesto, los recreos infantiles en el Parque Central, junto a la estatua de
Martí, como evoca en su espléndido libro ―Testimonio desde dentro‖. (10).
Provenía Loló de una familia de tradición patriótica, ella recordaba siempre la amistad
de su padre con Bartolomé Masó, y cómo aquel había tenido una norma inquebrantable
que trasmitió a sus hijos: la de servir a Cuba .(11). Otra divisa paterna lo fue propiciar
la máxima educación a su familia en instrucción y en valores cívicos.
Tempranamente se vinculó con el Periodismo. Estudiando el bachillerato escribe en
una revista del Instituto de La Habana que tenía como título, justamente, ―Instituto‖, y
el Periodismo sería una actividad decisiva en su trayectoria pública. Fue José Antonio
Fernández de Castro quien se convirtió para ella en un paradigma, y guió sus primeros
pasos en esta profesión. Loló sostuvo con él una larga amistad, que ―jamás fue
perturbada‖, afirmó. (12)
Admiraba en él, especialmente, su espíritu periodístico convertido en método de
trabajo, y así creo que se debe entender cuando Loló dice que Fernández de Castro
―recogía en la calle, en el taller, en la redacción del periódico, tan bulliciosos como
exigentes, los rumores todos que darían a su obra, vida y emoción‖.(13).
Los primeros años de la década del 20 los ocupan sus estudios universitarios. Fue
acumulando un rico expediente revolucionario iniciado cuando con apenas 18 años
participa en nombre de sus compañeros del Instituto de Segunda Enseñanza en el
Congreso Nacional de Estudiantes dirigido por Julio Antonio Mella, aquel ―joven dios‖
como le pareció a ella la primera vez que lo vio y de quien escribió magníficos
retratos. Luego, en el Primero y Segundo Congreso Nacional de Mujeres,
también estará presente en defensa de los derechos de la mujer, asumiendo el
feminismo ―en su potencialidad de transformación social, vinculándolo a otras formas
de opresión , concepción que unida a su pensamiento marxista coloca a Loló en el
centro del debate intelectual más progresista de su época‖, como afirma Isabel Moya,
nuestra experta en estudios de género.(14).
En el ámbito de las luchas obreras y en el consecuente enfrentamiento a la dictadura de
Machado, Loló estará en las primeras filas. Llega a ser secretaria de Defensa Obrera
Internacional y activista de la Confederación Nacional Obrera de Cuba, y se afilia al
Partido Comunista en el que, afirma, se hizo de una disciplina y una voluntad de hierro.
(15).
Desde 1930 hasta que marcha a México, Loló desarrollará una intensísima actividad
política en el contexto de una de las épocas más convulsas de nuestra historia
republicana. Nadie mejor que ella para expresarla en síntesis: ―A fines de aquel año
(1930) el gobierno había clausurado la universidad y todos los centros docentes. La
CNOC había sido declarada ilegal y los sindicatos filiales asaltados y saqueados, la
prensa amordazada y suspendida y las instituciones, culturales o artíksticas, obligadas a
suspender sus actividades. La policía…organizaba cacerías de estudiantes y obreros a
los que torturaba para arrancarles los secretos de la organización. (16).
Loló integra las brigadas organizadas por la Confederación obrera para visitar las zonas
rurales, y así recorre gran parte de la isla y en la observación directa del paisaje y de la
vida de la gente humilde, afianza su vocación de servicio al país, a su cultura, y a su
destino . Es en esta época cuando comienza a utilizar el seudónimo de Sonia
debido a su militancia política, pero otro sería el más permanente en su
labor periodística: María Luz de Nora, el que usó por primera vez en Alma Mater.
Sus trajines revolucionarios en oposición al machadato la condujeron a su primer
arresto En 1934 irá a Estados Unidos invitada por organizaciones obreras y
culturales, pero pronto la tomarán presa acusada de propagar ― ideas disolventes‖ (17)
y después de un tortuoso proceso para su deportación que dura varios meses, regresa a
Cuba e ingresa de inmediato en la Prisión Nacional de Mujeres de Guanabacoa donde
permanecerá recluída cerca de dos años. Iniciándose el año 1937 parte, exiliada, hacia
México.
Pocos antecedentes periodísticos tenía Loló como experiencia profesional cuando el
Presidente Lázaro Cárdenas le encarga integrar un equipo de periodistas que recorrería
zonas de Tampico y Veracruz para conocer la repercusión de la expropiación petrolera
dictada por el valiente General. Con ese bagaje, que ella reconoce insuficiente, acepta
un cargo de reportera en el periódico Novedades, publicación que se estrenaba entonces
y de la cual Loló fue reportera, redactora e, incluso, editorialista, hasta 1946. En tierra
azteca, ella se formó como periodista –―en México me metí de lleno en el periodismo‖,
dirá- (18) y, en efecto, ya nunca más dejó de escribir sistemáticamente en y para la
prensa.
Residió por espacio de veinte años en aquel país: trabajó en los periódicos El
Nacional, El Popular, La Prensa, sin dejar de enviar colaboraciones
para publicaciones cubanas, entre ellas Prensa Li bre, y las revistas Cartelas y
Bohemia, revista esta última de la que llegó a ser corresponsal y redactora hasta su
muerte, publicación a la que la unieron, además, relaciones de entrañable amistad con
Enrique y Tony de la Osa. Enrique la consideraba una de las figuras significativas del
periodismo cubano.(19).
Sólo el relato de su trayectoria periodística en México abarcaría por entero esta
conferencia, así que me he de limitar a una reseña panorámica de aquel intenso período
Decíamos que había comenzado como periodista profesional en Novedades donde
escribió reportajes, artículos, entrevistas, y ocupó la dirección del suplemento literario
del diario, del que fue también enviada especial a Cuba, en 1944, en el periodo de las
elecciones presidenciales que culminaron con la arrolladora victoria de Grau San
Martín.
Novedades también la nombró parte del equipo de periodistas destacado en el
Palacio Presidencial mexicano de entonces.
En el período que reseñamos, trabajos suyos de carácter ensayístico comienzan a
aparecer en la importante revista Cuadernos Americanos, mientras continúa con sus
colaboraciones en otras publicaciones aztecas. En Cuadernos Americanos, y también
en Bohemia, Loló encontró, apunta López Lemus,‖el medio para fundir dos de sus
labores esenciales como escritora y como periodista: el ensayismo que, siendo a la vez
periodístico de esencias, tenía en ella la virtud de ser a la vez obra propia de ese género
genero literario‖ (20).
Sus conocimientos sobre arte, especialmente en cuanto al muralismo mexicano, se
ahondarían allí por la contemplación viva de las obras originales y el trato frecuente
con los creadores. Cultivó la amistad no sólo de los pintores, Diego, Orozco,
Sequeiros, sino también de escritores, poetas, músicos, mexicanos y de otros países
latinoamericanos. Conoció a Anibal Ponce, Miguel Otero Silva, Miguel Acosta
Saignes, entre muchos otros.
Visitaba con frecuencia a Alfonso Reyes, a quien
había conocido en el hoy Colegio de México, y de quien conservó una imagen
reverencial. En sus memorias, Testimonio desde dentro, lo evocará:
―Yo agradezco a la vida haberme puesto a la vera de este ilustre mexicano. Don
Alfonso fue para mi un ejemplo de disciplina, de heroísmo intelectual y de modestia‖
(21).
.
Su primer libro aparece en 1946: La Habana de Cecilia Valdés, un recorrido por la
ciudad en las primeras décadas del siglo XIX.
De México, Loló viajaba a Cuba con cierta frecuencia, esto era para ella una necesidad
espiritual. Durante esos cortos períodos en la patria, veía a sus padres, ya muy
envejecidos, ofrecía conferencias sobre pintura mexicana, reencontraba a sus antiguos
amigos, periodistas, escritores y artistas, volvía al Malecón habanero, recorría sitios de
noctámbulos en la Avenida del puerto, y aprovechaba también para volver a
provincias. Cada año, decía, algo descubría en mi pequeña Isla. (22).
Recorrió también varios países latinoamericanos, Guatemala, Venezuela, Brasil,
Colombia, Ecuador, Costa Rica, entre otros. Eran, por lo general, viajes cortos, pero,
resultaba tiempo suficiente, por su sensibilidad y cultura, para apresar detalles
peculiares de historia y costumbres y comprender el drama común de explotación que
los caracterizaba históricamente a todos.
Su labor periodística en suelo mexicano, de tan vasto registro, puede ser recordada
como trascendente, la de mayor esplendor se le considera. Pero hay un episodio cumbre,
inolvidable de su estancia allí, que es el encuentro con Diego Rivera porque le
permitió escribir, según se ha afirmado, la biografía más importante del gran pintor
realizada hasta el momento de su publicación, en México, en 1959 : Memoria y Razon
de Diego Rivera.
Diez años junto a Diego, y también junto a Frida, le costó escribir el libro que, según
sus propias palabras, resultó el más difícil de su vida, el que le exigió más disciplina,
más esfuerzos y mayores sacrificios. (23). Quien mejor que ella podría explicar porqué:
―Varios escritores más dotados que yo (…) intentaron recoger las memorias del Maestro
mexicano, pero la paciencia de todos se agotó, porque Diego era hombre difícil,
contradictorio y fantasioso, y era casi imposible llevarlo por un carril. Divagaba,
excluía hoy lo que había dictado ayer, se dejaba arrastrar por sus odios o sus amores,
para difamar o enaltecer, y todo este material había que depurarlo para lograr algo ,
que, aproximándose a la verdad, diera la imagen de su poderosa personalidad‖. (24).
Como sabemos, a ella se le debe que la figura de Martí aparezca en el mural de Diego
Rivera, ―Sueño de un domingo en la Alameda‖, pues cuando vio la obra y advirtió que
entre tantas figuras importantes no apareciera la del Apóstol, la reclamó al pintor
quien poco después reparará semejante desliz colocando, junto a la efigie de Frida
Kahlo, el rostro de José Martí, retrato que Loló calificara como el mejor pintado por
el gran muralista mexicano.
A inicios de la década del cincuenta, nuestra autora está en La Habana y continúa sin
reposo escribiendo para la prensa, prácticamente en todos los periódicos nacionales.
Inaugura en Alerta una sección de crónicas y otra, que fue muy leída, a la que tituló:
·‖De las fuentes del saber‖, y que se mantuvieron hasta finales del año 58. Bohemia
le otorgará su Premio Nacional de Periodismo Eduardo Chibás.
Entre 1950 y 1960 aparecerán varios libros suyos: Mi casa en la tierra, memorias de
los primeros treinta años de la Republica; El mundo ensoñado de Abela, Estudio de
las artes plásticas en Cuba, muy valorado por la crítica, y por el que recibirá el
Premio Nacional del Ministerio de Educación cubano, y el ya mencionado texto en
torno a la vida y obra de Diego Rivera.
Poco antes del triunfo de la Revolución viaja a Europa por motivos de salud,
problemas de de la vista que sería una de sus dolencias más graves en los años finales
de su vida. Ello no le impedirá continuar sus colaboraciones e, incluso, en el periódico
Alerta sustituirá las secciones que escribía hasta esos momentos por otras que, a tenor
de sus nuevas vivencias, recogerán noticias sobre arte y cultura europeos.
Se radica en Cuba en los primeros años del triunfo --decide venir a Cuba, igual que
su amado Pablo cuando se va a España, para ver un pueblo en revolución,. y para
acompañarlo. Funda en l963 la que será una de las más leídas secciones de Bohemia,
a la que titula ESTA ES LA HISTORIA, y la firma con el seudónimo de María Luz de
Nora. Este espacio constituyó un éxito rotundo ya que propició en aquellos tiempos, con
carácter interactivo que diríamos hoy, la colaboración de lectores y personalidades de
la cultura nacional.
No pocos consideran a ESTA ES LA HISTORIA un verdadero aporte para ls
divulgación de la historia nacional dados los conocimientos que la autora tenía de
personajes y sucesos cruciales.
Ricardo Hernández Otero, maestro en esos años, afirma que aún tiene muchos recortes
de esa Sección que le sirvieron para sus clases y para sus investigaciones cuando
comenzó a trabajar en el Instituto de Literatura y Lingüística. (25).
El seudónimo de María Luz de Nora lo utilizaba Loló también en otro espacio,
coincidente en el tiempo y fundado por ella en la revista Universidad de La Habana, la
sección ―Hechos y Presencias‖, calificada como ―irrepetible‖ en un trabajo
investigativo realizado por el Dr. Arnaldo Rivero en el año 2004. (26).
.
Refiriendose a esta sección, expresa el investigador que ―la Dra. Loló de la Torriente,
con su vasta y cultura y experiencia en el ejercicio del periodismo, logró integrar (…)
los hechos más relevantes de la vida académica, cultura y política de nuestra centro, de
la Nación y hasta del ámbito internacional durante los años 1963 y 1965. Y añade que
― nunca más, en la revista, ha aparecido un espacio informativo con características
similares‖.(27).
Otra sección fundada por Loló en esta etapa, también en Bohemia, y que alcanzó igualmente un éxito notable, fue ― Lectura para un viernes‖ , en la que comentaba un libro
cada semana.
Debe mencionarse sus colaboraciones en estos años para la revista Cuadernos
Americanos, en los que se esfuerza por esclarecer la política cultural cubana y la
defiende frente a las campañas tergiversadoras que desde entonces se urdían contra la
naciente Revolución.
Participa en el Primer Congreso Nacional de Escritores y Artistas y es una de las
personalidades que aparecen como fundadoras de la Unión de Escritores y Artistas de
Cuba.
En l963 obtiene Mención en el Concurso Casa de las Américas con el ensayo ‖ El
Tiempo y el Reloj‖, un análisis basado fundamentalmente en testimonios acerca de la
situación cubana antes y después del triunfo de la Revolución.
Una joven periodista cubana, Sonia Regla Perez, realizó el año pasado su
trabajo de diploma sobre el periodismo realizado por Loló entre 1959 y 1968.
estudiando específicamente su lenguaje periodístico. Aborda esta investigación las
revistas Bohemia y Carteles, y el periódico El Mundo y su suplemento dominical. Es
la primera tesis que se presenta en la Facultad de Comunicación habanera en relación
con Loló, hay que decirlo, con cierta vergüenza, pero también con la esperanza de que
el estudio sirva como estímulo para próximos acercamientos a la obra de esta gran
periodista cubana. En el dpto. de Periodismo de Santiago de Cuba se han hecho dos
investigaciones: un trabajo de diploma de Judit Díaz Díaz, y otro de doctorado, de la
profesora Isel Fernández Companioni que, con el título de ―Loló de la Torriente: no hay
lugar para la desmemoria‖, obtuvo el premio Memoria del Centro Pablo de la Torriente
Brau en el 2OO5.
Le agradezco a Sonia que me haya facilitado con tanta generosidad sus
minuciosos apuntes investigativos, a pesar de haber sido yo su ―feroz‖
oponente en el ejercicio de grado..
El período que estudió Sonia es uno de los más interesantes del periodismo realizado
por Loló, precisamente por la época fundacional, caótica, maravillosa, que se vivió
entonces.. Y que ella, como no podía ser de otra forma, vivió y expresó a su modo
torrencial, inmersa en cuanto hecho, por pequeño que pareciera, augurara cambios y
esperanzas.
Asombra, a la vez que confirma nuestra apreciación, la variedad temática de los asuntos
que trata, la frecuencia de aparición de estos, su adecuación a la diversidad editorial
de estas publicaciones, los múltiples géneros periodísticos que emplea,
la originalidad de los enfoques y la intencionalidad que preside todos y cada uno de sus
escritos, sobre todo estos publicados en El Mundo, y su suplemento El Mundo del
Domingo . Loló escribe sobre exposiciones de pintura grabado, escultura, fotografía,
libros, películas, costumbres cubanas, historia, discursos y recorridos de Fidel,
patriotas, personajes populares, efemérides, obras pictóricas de cubanos y extranjeros,
problemas relacionados con la mujer, un tema recurrente en su pensamiento; literatura,
teatro, cine, música, politica cultural. En una nota sobre una exposición, dice, casi
como excusa: ―A la Habana regresamos con el tiempo estricto para ver la exposición
de obras de Arturo Buergo en la Galeria de Arte. (28).
Una parte considerable de sus artículos en las publicaciones estudiadas por Sonia
(920 contó en total), se refiere a temas históricos relacionados con el proceso
independentista, y con el pasado de explotación económica y frustración del país.
Resulta evidente que a Loló la guía en esta evocación el propósito de contribuir a la
reafirmación de la identidad nacional . Traer el pasado al presente como enseñanza y, al
mismo tiempo, como confrontación. Como vivencia, su propio participación en la
Revolución del 30, y como pruebas el conocimiento de las figuras protagónicas: Trejo,
Mella, Villena, Guiteras, Pablo, entre muchos otros.
En cuanto a géneros periodísticos, clasificamos comentario, articulo,crítica, semblanza,
perfil, nota informativa, reportaje, reseña, nota comentada, nota necrológica, sueltos. .
Loló domina principios técnicos clave de la escritura periodística: la presentación directa, desde el primer párrafo, del hecho o asunto; la precisión del dato y del detalle reveladores, la recreación visual del esecenario –era muy buena en las descripciones--; el sustento inmediato del argumento, el dar relieve a lo singular, y el acudir a criterios de ex
pertos y testigos de lo expuesto.
Veamos este fragmento:
―El Che Guevara escribe memorizando y habla como escribe. En tono
pausado. En estilo desnudo, sin ornamento. No dice (ni escribe) una
palabra de más. Ni una de menos. Y lo expresa todo en forma com-
prensible para el lector (o el oyente) más impreparado o elemental.
Apunta, sin olvido, todo cuanto interesa a las actividades guerrilleras y
como su experiencia es muy rica puede ir sacando las mejores para
enseñar la táctica y la estrategia de ese arte antiguo y difícil que muchos, despectivamente, llaman de ―muerde y huye‖. (29).
No alcanzó siempre enfoques acertados ni depurado estilo expresivo. Da la impresión
que su mayor interés residía en comunicarse directamente con el lector, que este la
entendiera de modo inmediato. Enrique Saínz opina que su periodismo (…) buscaba
más comunicación, conocimiento, y no estilos‖, (30). Creo que a ello
subordinó, cuando trataba asuntos que ahora llamamos de cobertura, el cuidado de la
forma, aunque su redacción siempre fuera fluída y gramaticalmente correcta.. López
Lemus recuerda oírle contar que algunos artículos—aquellos que no le exigían análisis
profundos—ella se los dictaba al linotipista en las madrugadas.(31).
Y Ciro Bianchi, que sabe como pocos eso de comunicarse con los lectores, refiere que
―a Loló se le leía con mucho placer, porque era muy amen‖. (32). Aquí se cumplía
aquello que decía Martí: el escritor diario no puede pretender ser sublime, sino
agradable
La hoy periodista Judit Díaz apunta una observación interesante en cuanto a la adaptación de estilo que Loló debió hacer al asumir el periodismo que comenzaba a
hacerse en Cuba en los sesenta. Recordemos que habían desaparecido la mayoría de
las publicaciones, y muchos nuevos periodistas se vinculan a los medios que
continúan o a los que van surgiendo.(33).
Acude también Loló , y es un recurso muy empleado en el periodismo, en el
articulismo de modo especial, a la renovación de temas susceptibles de polémicas o c
o controversiales, o todavía no definidos del todo. Así inicia un artículo en la sección
―Esta
es
la
Historia‖:
―Causa sorpresa y no poca admiración el triunfo de las
armas cubanas sobre el Ejército Rregular Español durante
laguerra del 95. Muchos se han preguntado cómo pudo
suceder tal cosa pues los recursos con que contaban los
combatientes cubanos eran muy inferiores a los que reunía
la Metrópoli en su colonia‖ (34).
Ya en la sección Esta es la Historia, se advierte una prosa periodística más literaria,
más elaborada, menos apresurada, de mayor reflexión, según la caracteriza Enrique
Saínz. Como él dice, Loló tiene una edad, lecturas, inquietudes y búsquedas que le
permiten hacer un periodismo con más intenciones de perdurabilidad. Por
eso –agrega-- nos encontramos en la sección artículos sobre pintores, que después se
pueden integrar a un libro de ensayos. (35).
En lo que sí no cabe dudas es que nunca, ni en esa etapa, ni antes, ni después, escribió
para complacer a la galería, ni por oportunismo, porque sus juicios respondían sólo a
sus más acendradas convicciones políticas, ideológicas, estéticas. Tampoco se puede
negar que en esos años, ella representa una de las voces más influyentes del periodismo
de opinión en Cuba.
También durante esa etapa colaboraciones de su autoría aparecen en las revistas
UNION, Gaceta de Cuba, Santiago, Islas, y Universidad de La Habana, en la que
mantiene la sección ―Hechos y Presencias‖ a la que ya nos referimos.
Un artículo suyo sobre Pablo de la Torriente Brau, su primo-hermano y entrañable
compañero de ideales, provoca entusiasta reacción de Raúl Roa quien le insta a
convertir la pieza en un libro biográfico de Pablo.. A ello se dedicará Loló con su
habitual pasión y, en menos de un año, escribe su excelente Torriente-Brau, retrato de
un hombre, que el Instituto del Libro edita en 1968.
Ya en los setenta, aunque continuará escribiendo, sus problemas de salud se agravan.
Aun así, mantuvo su puesto en Bohemia, que se convierte prácticamente en su refugio.
Se dedicará entonces a reorganizar sus libros, darle los toques finales a una novela, que
sería muy voluminosa, Los caballeros de la marea roja, que en 1984 publicará Letras
Cubanas, y a la ampliación de Mi Casa en la tierra --―biografía de una época con ribetes
de libro de historia, ensayo y novela sin ficcion‖, según Ciro Bianchi, (36), y que
editará tambien Letras Cubanas, en 1985, con el titulo de Testimonio desde dentro.
Estos dos libros no llegará a verlos publicados porque, como ustedes saben, murió en
1983, también en agosto, el mismo mes de su nacimiento, no en balde dicen que es el
signo más fuerte del Zodíaco…
Luego de su fallecimiento, aparece Tiempo Hermoso, en 1999, una compilación de
textos de ella sobre Literatura, que López Lemus localizó en diversas publicaciones, y
en el que incluye cuatro artículos ensayísticos sobre Lezama . TAMPOCO PUDO VER
EDITADO
NARRACIONES DE FEDERICA Y OROS CUENTOS, QUE
SALIÓ EN 1988. EN ESTE
PEQUEÑO VOLUMEN, NARRA PASAJES DE SU ESTANCIA EN MEXICO.
UN AÑO ANTES DE
SU MUERTE, APARECE, TAMBIÉN POR LETRAS CUBANAS, IMAGEN DE DOS TIEMPOS,
CONJUNTO DE ARTÍCULOS ENSAYÍSTICOS DE SU AUTORÍA, SOBRE ARTES PLÁSTICAS.
LOS ÚLTIMOS AÑOS DE SU VIDA, DE ACUERDO CON LOS TESTIMONIOS
DE QUIENES
ESTUVIERON JUNTO A ELLA, FUERON MUY DIFÏCILES DEBIDO A SUS DOLENCIAS: APENAS
PODIA ESCRIBIR POR LAS DEFORMACIONES ARTRÍTICAS EN SUS MANOS, ESTABA CASI
CIEGA, Y A PESAR DE ELLO, CUENTA LOPEZ LEMUS QUE LE HACÍA IR A LAS GALERIAS
PARA QUE LE CONTARA DE LOS NUEVOS PINTORES. (37). JOSEFINA ORTEGA RECUERDA
QUE, AUN CON LA ARTROSIS QUE TANTO LA HACÍA SUFRIR, CADA VEZ QUE LA VISITABA LA
RECIBÍA AMABLEMENTE. (38).
ENTONCES, SI COMO ESTAMOS DE ACUERDO, LOLÓ
FUE RESPETADA Y RECONOCIDA POR
SUS CONTEMPORÁNEOS, -- SI NO POR UNANIMIDAD, QUE EN LA REPUBLICA DE LAS
LETRAS, INCLUIDO EL PERIODISMO, ES MUY DIFICIL ALCANZAR, SÍ POR MAYORÍA--; SI ES
CONSIDERADA UNA FIGURA INELUDIBLE DE LA CRITICA, EL ENSAYISMO Y EL
PERIODISMO CUBANOS,
¿POR QUÉ NO HA RECIBIDO ATENCIÓN
MÁS FRECUENTE EN LA
ACADEMIA, LA PRODUCCIÓN EDITORIAL, LAS INSTITUCIONES CULTURALES, LA DIFUSION
MEDIÁTICA Y EL ESTUDIO PERIODÍSTICO?
¿A QUÉ
RAZONES PARA EL OLVIDO DE UN ESCRITOR, DE LAS RELACIONADAS POR ANTON
ARRUFAT EN LA CONFERENCIA INAUGURAL DE ESTE CICLO, PUDIERA ATRIBUIRSE LA
DESMEMORIA DE LOLÓ?
PUDIERAN SER , SIN DUDAS, A VARIAS O A ALGUNAS DE ELLAS, MENOS A UNA, ESA QUE
ARRUFAT
COLOCÓ EN EL ÚLTIMO LUGAR:
―CUANDO UN ESCRITOR
TEME SER
IMPRUDENTE, ACEPTA LAS PROHIBICIONES Y REHÚYE EL ESCÁNDALO‖.
OTROS PIENSAN—LOPEZ LEMUS-- QUE EL OLVIDO PUEDE DEBERSE A QUE NUNCA FIGURÓ
EN LOS EJECUTIVO OFICIALES, NI SE CONVIRTIÓ EN UN LIDER DEL SECTOR. (39).
ISABEL MOYA, PORQUE
―SU
PERSONALIDAD, SU OBRA, Y SU MILITANCIA POLÍTICA HAN
QUEDADO ECLIPSADAS EN UNA HISTORIA ESCRITA CON VISIÓN ANDROCÉNTRICA‖ Y
QUIZÁS TAMBIEN , AVENTURA, ― POR SU FILIACION PERIODÍSTICA MUCHO MAS NUMEROSA
QUE SU OBRA LITERARIA PROPIAMENTE DICHA‖
SONIA REGLA PÉREZ
(40).
SE REFIERE COMO PROBABLE MOTIVO DE LA OMISION AL HECHO
DE QUE LA AMPLITUD DE TEMAS QUE LOLÓ ABORDÓ PROVOCA QUE SU ESTUDIO CAIGA EN
TIERRA DE NADIE. (41).
POR MI PARTE, RENUNCIO A MAS ESPECULACIONES, AUN CUANDO TODAS ELLAS ME
PARECEN SENSATAS, PROBABLES. PERO SUS AUTORES CONVENDRÁN CON ARRUFAT, Y
YO CON ÉL, QUE EN DEFINITIVA, DESPUÉS DE REPENSARLAS, YA ESTABAN LOS LIBROS
SOBRE LA MESA…Y LOS ARTICULOS, LOS ENSAYOS, LA OBRA TODA , LA VIDA.
DE ESA OBRA Y DE ESA VIDA, LOS ESTUDIANTES, LOS JÓVENES GRADUADOS Y LOS PROFESIONALES DEL PERIODISMO TAMBIÉN, PODEMOS DERIVAR LECCIONES PERDURABLES:
1. LA DEDICACIÓN A LA PROFESIÓN, ESO DE SER
PERIODISTA LAS 24 HORAS
2. LA APROXIMACIÓN A LA GENTE EN SU DIVERSIDAD. ―NADA ME
HA INTERESADO
MÁS QUE EL TRATO HUMANO‖, SON SUS PALABRAS (42).
3. EL CULTIVO PERMANENTE
DE LA LECTURA.
4. LA MILITANCIA COMO PASIÓN QUE NO MELLE EL ESPIRITU CRÍTICO.
5.
EL COMPROMISO CON LA VERDAD, CON LO QUE UNO CREE, NO CON LA IMPOSICIÓN
DE LA VERDAD.
6. LA VALENTÍA: TRATAR DE ACERTAR, PERO NO TENER MIEDO A EQUIVOCARSE. ―HE
PROCURADO MANTENER MIS OPINIONES, CRITERIOS Y HASTA ERRORES,
CONVENCIDA
DE QUE LAS RAZONES NO TIENEN OTRO FUNDAMENTO QUE LA
PROPIA EXPERIENCIA.‖ (43).
7. LA CURIOSIDAD INTELECTUAL UNIVERSAL
8. EL CONOCIMIENTO DE LA HISTORIA Y LA CULTURA DEL PAÍS.
9.
LA PRACTICA CONSTANTE DE LA OBSERVACIÓN DE HECHOS Y PERSONAS.
10. EL ENTENDER LA OBJETIVIDAD COMO UN VALOR MORAL, NO COMO CONSIGNA.
11. LA INCONFORMIDAD CON LA PROPIA OBRA. ―NO CREO QUE ESTÉ (TESTIMONIO
DESDE DENTRO) BIEN ESCRITO. TENGO SIEMPRE UNA IDEA QUE SE PRESENTA,
COMO UN SUEÑO, EN FORMA MÁS BELLA QUE LA REALIZADA‖ (44).
CREO QUE ESAS SON RAZONES MÁS QUE SUFICIENTES CONTRA EL OLVIDO.
Notas:
(1) Pérez Sosa, Sonia Regla: Los mundos de la memoria. Acercamiento al lenguaje
periodístico de Dolores (Loló) de la Torriente (1959-1968) Entrevista con
Virgilio López Lemus. Trabajo de diploma, Biblioteca de la Facultad de
Comunicación de la Universidad de La Habana, Junio de 2OO9.
(2) Moya, Isabel: Diatriba contra el olvido. Breves apuntes desde la inconformidad. Revista Mujeres. no. 2, 2005, p.87
(3) Martí, Agenor: Hablar con ellos. Editorial Oriente, l985, p.47
(4) Bianchi, Ciro: ―Loló, Sonia y los muralistas‖ en Asedio a Lezama Lima y
otras entrevistas. Editorial Letras Cubanas, La Habana, 2009, p.129.
(5) Torriente, Loló de la: Testimonio desde dentro. Editorial Letras Cubanas, La
Habana, 1985, p. 7
(6) Bianchi, Ciro ―Vamos a hablar de Loló‖ en Así como lo cuento, Ediciones Juventud Rebelde, Casa Editora Abril, La Habana, 2004, p. 84
(7) Torriente, Loló de la: Op. Cit. P. 7
(8) Ibid. p.30
(9) Ibid. p.32
(10)Ibid. p.41
(11)Ibid. p.11
(12)Ibid. p.146
(13)Ibid. p.144
(14) Moya, Isabel. Op. Cit. p. 14
(15) Bianchi, Ciro: Asedio a Lezama Lima y otras entrevistas. Editorial Letras
Cubanas, La Habana. 2009, p. 130.
(16) Torriente, Loló de la: Op. Cit. p. 195
(17) Ibid. p. 308
(18) Ibid. p. 308 ―Loló, Sonia y los muralistas‖ en Asedio a Lezama Lima y otras
entrevistas. Editorial Letras Cubanas, La Habana, 2009, p. 132.
(19) Bianchi, Ciro. ―Cara a cara con Enrique de la Osa‖ en La oreja de Dios. Editorial Prensa Latina, la Habana, 1988, p. 41.
(20) Pérez Sosa, Sonia Regla. Op. Cit. Entrevista con Virgilio López Lemus
(21) Torriente, Loló de la: Op. Cit. p. 434
(22) Ibid. p. 439
(23) Ibid. p. 481
(24) Ibid. p. 481
(25) Pérez Sosa, Sonia Regla: Op, cit. Entrevista con Ricardo Hernández Otero
(26) Rivero, Arnaldo: La revista Universidad de La Habana en la cultura cubana.
Editorial Félix Varela, La Habana, 2004. p. 87
(27) Ibid. p. 81
(28) Torriente, Loló de la: ―Arturo Buergo o la calma creadora‖ en El Mundo del
Domingo, La Habana, 27 de octubre de 1963, p.
(29) Torriente, Loló de la: ―Memoria y experiencia de un guerrillero‖ en sección
Esta es la Historia, revista Bohemia, La Habana, 28 de agosto de l960.
(30) Pérez Sosa, Sonia Regla: op. Cit. Entrevista con Enrique Saínz
(31) Ibid. Entrevista con Virgilio López Lemus
(32) Ibid. Entrevista con Ciro Bianchi
(33) Ibid. Entrevista con Judit Díaz
(34) Torriente, Loló de la: ―Cómo combatió el Ejército Libertador‖ en sección
―Esta es la Historia‖, revista Bohemia, 16 de abril de l966.
(35) Pérez Sosa, Sonia Regla. Op. Cit. Entrevista con Enrique Saínz
(36) Bianchi, Ciro: ―Vamos a hablar de Loló‖ en Así como te lo cuento,
Ediciones Juventud Rebelde, Casa Editora Abril, La Habana, 2004, p.86
(37) Pérez Sosa, Sonia Regla: op.cit. entrevista con Virgilio López Lemus
(38) Pérez Sosa, Sonia Regla : op. cit. entrevista con Josefina Ortega
(39) Pérez Sosa, Sonia Regla: op. cit. entrevista con Virgilio López Lemus
(40) Moya, Isabel. Op.cit. p.89
(41) Pérez Sosa, Sonia Regla: op. cit. p.117
(42) Torriente, Loló de la: op.cit. p.492
(43) Ibid
(44) Ibid. p.493
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