Virus y teléfonos móviles: ¿realidad o leyenda?

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Fernando de la Cuadra
Editor Técnico Internacional
Panda Software (www.pandasoftware.es)
E-mail: [email protected]
Virus y teléfonos móviles:
¿realidad o leyenda?
Uno de los “hoaxes” más célebres que circulan por la Red hace referencia a un teórico virus
que afecta a los teléfonos móviles. Según este bulo, si recibe una llamada en la que la pantalla
del teléfono indique “Unavailable”, no debe contestarla ya que, de hacerlo, su terminal sufrirá
todo lo malo que le pueda ocurrir a un móvil, menos la combustión espontánea.
Lo primero, recordar que el mensaje “Unavailable” no tiene ningún misterio. Gracias a la
tecnología GSM (Global System for Mobile communication), po demos ver qué número nos
llama y así contestar o no a la llamada. Pero para que podamos ver el número también hace
falta que el usuario que nos llame quiera identificar su número en nuestro terminal, y que la red
por la que ha circulado la llamada soporte dicho servicio.
En muchas ocasiones, la llamada -sobre todo si es internacional- es transferida de un operador
a otro por muchos canales distintos (incluso a través de un satélite), y en todo este proceso
puede ocurrir que el número del teléfono del que llama no llegue hasta el destino. Por otro lado,
la tecnología GSM permite que el número no aparezca en la pantalla del destinatario con tan
solo teclear #31#. En estos casos, el que recibe la llamada no verá en pantalla el número, así
que mostrará un mensaje diciendo que no está disponible la identificación de la llamada. Y ese
mensaje puede que sea “Unavailable”, si bien lo más normal es que aparezca en el idioma
local del propietario del teléfono, que no tiene por qué ser el inglés. Así, aparecerá el mensaje
“No disponible” o “Desconocido” o “Función no soportada”, o cualquier otro en función del
fabricante de nuestro móvil. En cualquier caso, no deja de ser una llamada normal y corriente
que, en ningún caso, va a afectar al móvil.
En la práctica, ¿podrí a un teléfono móvil sufrir el ataque de un virus? En principio, no. Si
queremos llevar esto al extremo, podríamos pensar que, efectivamente, un teléfono móvil es un
tipo especial de ordenador, con un hardware y un software. Pero los virus, salvo contadas
e xcepciones, aunque sean software, necesitan instalarse en el sistema que quieren infectar. Y,
desde luego, ningún teléfono móvil puede incorporar a su software el contenido de una
llamada.
Con muchísimas reservas, podría pensarse en un problema por un mensaje transmitido a
través del servicio de mensajes cortos, o SMS (Short Message Service). De hecho, hace
tiempo algunos modelos de móviles tuvieron problemas a la hora de leer determinados
mensajes construidos a propósito para evidenciar el problema. Aun así, esto puede resolverse
simplemente con apagar y volver a encender el aparato (viejo e infalible truco informático,
efectivo donde los haya).
Otro dato a tener en cuenta es el sistema de telefonía móvil que utilicemos. Debemos pensar
siempre en telefonía móvil digital. El antiguo sistema estadounidense, por ejemplo, no serviría
ya que es analógico, aunque cada vez toma más fuerza el sistema GSM en los Estados
Unidos. GSM sí es digital, y es el utilizado en Europa y en la mayor parte del mundo. En Japón
emplean otro sistema digital diferente.
Muchos usuarios temen que por utilizar la tecnología WAP (Wireless Access Protocol) sus
teléfonos puedan infectarse con virus, ya que en el fondo este sistema permite acceder a
Internet desde el móvil. La gran diferencia es que navegando por páginas WAP nunca va a
descargarse ningún tipo de código ejecutable. Lo único que vemos en la pantalla es algo de
información que el servidor nos ha servido, pero nunca queda almacenada en el teléfono. Y
mucho menos va a propagarse entre distintos teléfonos, ya que la conexión es entre un
teléfono y un servidor, y nunca directamente entre terminales móviles.
Articulo de Opinión – Marzo 2004
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Por último, está la tecnología GPRS (Global Packet Radio System), que permite que sobre el
estándar GSM puedan enviarse datos de una manera más rápida y económica. Pero en este
caso el teléfono móvil no es más que un simple transmisor de la información, funcionando
como un módem entre el ordenador e Internet. Aquí sí que existe la posibilidad de que un virus
pueda transmitirse a través del teléfono móvil, pero de la misma manera que a través del
módem de un ordenador o por el adaptador ADSL. En el día a día, no tenemos especiales
temores a los módems ni a los adaptadores.
Los nuevos teléfonos móviles (que no de tercera generación) pueden tener funciones
multimedia como el envío y recepción de mensajes con imágenes (algunos tienen incluso
cámara fotográfica incorporada), o la descarga de juegos. Es en el último aspecto mencionado
donde pueden surgir problemas con los virus. Como norma fundamental, cuando se habla de
virus, se dice que “allí donde hay código ejecutable, puede haber un virus”, por lo que cabría la
posibilidad de descargarnos un virus escondido en un juego.
Para que ese hipotético virus tuviera éxito necesitaría qu e el sistema en el que esté
ejecutándose proporcione a los juegos la capacidad de multiplicarse, para así extenderse a
otros teléfonos, situación que no puede darse. La transmisión de la información del teléfono
únicamente es contra otro servidor y en una sola dirección -hacia el teléfono-, pero nunca
contra otros teléfonos. Es decir, en el mejor de los escenarios para un teórico virus, un teléfono
podría infectarse con un juego descargado, pero ese virus no podría volver a introducirse en
otro teléfono móvil por sí mismo, ya que solamente podría volver a infectar cuando otro usuario
se descargara el juego. Estas limitaciones harían que el virus tuviese una capacidad de
propagación casi nula.
Otro factor que impediría una infección en la actualidad es el diseño de los sistemas operativos
de los teléfonos. Tal y como están concebidos, no permiten la grabación de software en la
memoria del terminal por parte de software externo descargado. De hecho, únicamente a
través de conexiones directas por cable y con software especializado, los técnicos pueden
llevar a cabo cambios en el sistema operativo.
En el futuro las nuevas generaciones de teléfonos móviles pueden depararnos sorpresas. La
tecnología de tercera generación, la llamada UMTS (Universal Mobile Telephone System),
aunque con muchos retrasos, parece que poco a poco se va implantando por lo menos en
Europa, y en ella vamos a encontrarnos muchas novedades.
Para empezar, el concepto “teléfono” quedará obsoleto. Los terminales con los que
estableceremos comunicación no serán como los que conocemos ahora. En realidad, serán
más parecidos a un ordenador tipo Palm o PocketPC, y dispondrán de un sistema operativo
que permitirá muchas más funciones (procesadores de texto, gestores de correo, navegadores
de Internet, envío de archivos, etc.). También podremos establecer comunicación directa para
enviar datos contra otro terminal, a diferencia de lo que ocurre actualmente con la tecnología
WAP o GPRS. En este caso, los virus sí que podrán propagarse entre mi terminal y el de otra
persona, ¡y con conexión permanente! Esto dejaría la puerta abierta para que los gusanos se
reproduzcan indefinidamente, además de hacerme pagar la factura del consumo de ancho de
banda...
Los sistemas operativos que funcionarán en esos terminales no están demasiado claros
todavía y, en función de como sean, los virus tendrán más o menos capacidad de propagación.
Ya existen virus diseñados para sistemas PALM, pero, al igual que ocurre en los Pocket PC,
pueden eliminarse simplemente desconectando la batería.
Siempre cabe la posibilidad de que aparezca un virus capaz de escribir sobre la Flash ROM del
teléfono u ordenador de mano. Al igual que el virus CIH era capaz de sobrescribir la Flash
ROM con la BIOS en ciertos sistemas, otro código malicioso podría generar una copia de sí
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mismo modificando la Flash ROM del dispositivo, a través de la conexión utilizada para
sincronizar la información con otro equipo. En ese caso, el virus ya no desaparecería al
desconectar la batería, por lo que haría falta un sistema de actualización de la ROM.
Por otro lado, también hay que tener en cuenta que los virus en dispositivos móviles deben
estar específicamente diseñados para ellos. Por eso, los virus “clásicos” no tienen
prácticamente posibilidades de infectarles.
En definitiva, por ahora no debemos preocuparnos más que de la salud informática de nuestro
ordenador clásico, esté conectado a nuestro teléfono móvil o no. Por ahora, y hasta nuevo
aviso, los virus en los teléfonos móviles forman parte de las leyendas urbanas
Fernando de la Cuadra
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