estampa Constitución de 1812 - Ministerio de Educación, Cultura y

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La pieza del mes…
Constitución de 1812
1820-1823
Sala III
MARZO 2012
Carmen Linés Viñuales
Técnico auxiliar del Museo del Romanticismo
1
Índice
1. Ficha técnica
2. Introducción
3. Acontecimientos históricos:
3.1. La primera Constitución española nace en una ciudad
sitiada
3.2. La vuelta de “La Pepa” durante el Trienio Liberal
4. Un nuevo lenguaje alegórico
5. El poder de los símbolos
6. La estampa Constitución de 1812 y su relación con otras piezas
7. Las distintas Constituciones de España: cuando el pueblo
empezó a ser soberano
8. Bibliografía
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1 - Ficha técnica
Anónimo
Constitución de 1812
1820-1823
CONSTI-/ TUCION / promulgada / por las /CORTES / en 1812 //
TODOS LOS HOMBRES / SON YGUALES / DELANTE DE LA LEY
265 x 205 mm. Buril, aguafuerte.
410 x 330 mm. Papel ahuesado. Dos tintas.
Presenta un sello seco del Museo Romántico en el ángulo inferior
derecho.
Inv. 3898
3
2 – Introducción
En esta estampa ubicada en la Sala III (Antesalón), tres personajes que representan a las milicias
nacionales y al pueblo, alzan sus brazos hacia un monumento con una figura femenina sedente
vestida con ropas clásicas, que porta unas tablas con la Constitución de 1812; en el pedestal se lee
“Todos los Hombres son iguales delante de la Ley”. Al fondo a la izquierda vemos a un clérigo
arrodillado lamentándose ante un templo en llamas. En el paisaje del fondo de la composición, a la
derecha, se ve un árbol coronado con un gorro frigio.
Se utiliza la técnica de buril y aguafuerte, y está estampada a dos tintas, una rojiza para los
contornos de las carnaciones de los personajes y el resto en tinta negra, como suele aparecer en las
estampaciones de países de abanicos de la época. Está realizada con trazos muy finos y líneas
apretadas que dan un resultado final algo frío y seco. También es destacable la calidad del papel,
blanco ahuesado y muy fino. Es posible que esta estampa fuera un modelo que luego se trasladara al
país de un abanico, como veremos más adelante en otros ejemplos.
La estampa, que no va firmada, reúne una gran cantidad de elementos simbólicos que hacen de esta
pequeña obra una pieza de gran interés, y nos ilustra acerca de las nuevas ideas y nacimiento de las
libertades, que surgieron con la Constitución de Cádiz.
3.- Acontecimientos históricos
3.1. LA PRIMERA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA NACE EN UNA CIUDAD SITIADA
En 1808 se produce el motín de Aranjuez, revuelta de la nobleza orquestada por el Príncipe de
Asturias, el futuro Fernando VII, contra el poderoso ministro Godoy, que había firmado el Tratado de
Fontainebleau en 1807 y permitido la entrada de tropas francesas en España para invadir Portugal.
Joaquín Murat ocupa Madrid y Fernando VII y Carlos IV se trasladan a Bayona, donde se producen
las vergonzosas abdicaciones en favor de Napoleón. En esos mismos días tiene lugar los sucesos del
Dos de Mayo, el levantamiento del pueblo contra los invasores, lo que dará comienzo a la Guerra de
la Independencia. Napoléon coloca en el trono español a su hermano José, a la vez que aprueba el
Estatuto de Bayona, que no puede considerarse una Constitución propiamente dicha al ser impuesta
desde fuera del territorio nacional.
Con el estallido de la guerra, se generaliza el rechazo al nuevo gobierno francés y la sociedad
española empieza a organizarse a nivel local y provincial en las Juntas. Los diferentes grupos sociales
(aristócratas, clero, burgueses, militares, pueblo llano, etc.), según los lugares con preponderancia
de unos sobre otros, se verán aglutinados en un propósito común. Convivirán las ideas procedentes
de la Ilustración con otras más propias del Antiguo
Régimen, en una tensión que se resolverá en Cádiz
con el triunfo del ideario liberal. Las Juntas acabaron
coordinándose a nivel nacional a través de la
creación en Aranjuez de la Junta Central en
septiembre de 1808.
El desarrollo bélico hizo que la Junta Central se
trasladara en abril de 1810 a la Isla de León (actual
San Fernando, Cádiz), ya que solamente esta
localidad y la ciudad de Cádiz a la que es aledaña
fueron inexpugnables para el ejército francés.
Vista parcial de la ciudad de Cádiz
4
La Junta Central dejó el poder ejecutivo en manos de una Junta de Regencia, pero antes de
disolverse convocó las Cortes. La convocatoria no estuvo exenta de polémica y divisiones, entre los
partidarios de un sistema bicameral de inspiración británica que tuviera en cuenta los privilegios de
la nobleza (encabezados por Jovellanos), y aquellos, los de ideas más avanzadas (generalmente
burgueses, comerciantes y profesiones liberales), que pretendían una sola cámara de representación
nacional sin estamentos. Se reunieron por primera vez el 24 de septiembre de 1810, en el Teatro
Cómico de la Isla de León, y se trasladaron a Cádiz a primeros de 1811, pues la población isleña
resultaba demasiado cercana al campo de batalla y presentaba peores condiciones de habitabilidad.
El lugar elegido para las sesiones en Cádiz fue el Oratorio de San Felipe Neri, que por su peculiar
planta elíptica fue acondicionado para su función legislativa, colocando en semicírculo los asientos y
una mesa en el centro para presidente y secretarios. El público podía asistir en las galerías
superiores de la iglesia.
Exterior del Oratorio de San Felipe Neri, Cádiz
Salvador Viniegra
La Promulgación de la Constitución de 1812
Museo de las Cortes de Cádiz
Frente al llamado grupo de los “serviles”, de mentalidad absolutista, se impusieron tanto en la
configuración de un sistema unicameral, como en el propio contenido del texto constitucional, los
partidarios de las ideas liberales más avanzadas. Para este triunfo fue decisivo el propio contexto
gaditano, con una rica burguesía en contacto (a través de sus relaciones comerciales) con las ideas
que circulaban por Europa, y que, aprovechando las nuevas libertades, fomentó una opinión pública
favorable mediante la edición de numerosas gacetas y periódicos.
La procedencia social de los diputados, a pesar de que no nos ha llegado una lista del todo completa,
permite comprobar quienes hicieron la primera Constitución: pertenecían al clero un 31%, a la
nobleza un 23%, y un 46 % al denominado “estado general”. Destacó la presencia de representantes
de Ultramar, en general partidarios del libre comercio y descontentos y poco identificados con la
administración española. No había ningún representante del pueblo o campesinado.
La Constitución fue promulgada en 1812 el día de la festividad de San José, 19 de marzo, de ahí que
se conozca popularmente con el nombre de “La Pepa”. Cuenta Alcalá Galiano:
“Señalose para la ceremonia el 19 de marzo, aniversario de la subida al trono de Fernando, y por
singular coincidencia, día de gala forzada para los españoles residentes en la opuesta costa, por serlo
del santo del que se titulaba rey de las Españas y las Indias. En el día 18, preparado ya todo para la
festividad, se veía que no se prestaría a favorecerla el cielo, pues lo que tal nombre lleva aparecía
cubierto a trechos de negras nubes, casi segura de recios aguaceros, y aun de viento furioso[…]Fue
el día de aquellos de que hay pocos en lo malo, y, sin embargo, pudo más el alborozo que la
inclemencia del tiempo, saliendo magnífica a su modo la fiesta.”
Antonio Alcalá Galiano
Recuerdos de un anciano
5
Imprenta Real
Constitución política de la monarquía española
Impreso
1812
Inv. 2211
Museo de Historia de Madrid
.
Esta primera Carta Magna española,
promulgada
apenas
veinticinco
años
después de la primera Constitución liberal
de la Historia, la de Estados Unidos, fue
una de las más avanzadas de la época,
teniendo como puntos más destacados el
establecimiento de la soberanía nacional y
limitación del poder real, la ruptura de la
sociedad estamental del Antiguo Régimen,
y la anulación de los privilegios señoriales.
Los españoles ya no fueron considerados
súbditos,
sino
ciudadanos
(quedaban
excluidos
los
siervos
y
esclavos
americanos).
Se
estableció
el
sufragio
universal
masculino indirecto y otro aspecto de gran
importancia fue la división de poderes en
ejecutivo, legislativo y judicial. Las Cortes
eran elegidas por sufragio censitario (los
diputados debían tener cierto nivel de
rentas). La religión católica era la única
permitida, si bien se aboliría la Inquisición
en febrero de 1813. La libertad de imprenta
fue otra de las grandes conquistas,
produciendo un florecimiento de la prensa.
La Constitución de 1812 estuvo vigente durante dos años, desde su promulgación, hasta la vuelta de
Fernando VII en 1814, que la derogó, con la consiguiente vuelta del sistema absolutista. “La Pepa”
tiene más importancia histórica por ser el primer intento de establecer un sistema de libertades,
inaugurando la España contemporánea, que por su difícil aplicación real. Además, influyó en muchas
de las constituciones de las antiguas colonias españolas en América, así como en Portugal o Italia.
3.2. LA VUELTA DE “LA PEPA” DURANTE EL TRIENIO LIBERAL
“La Pepa” volvió a entrar en vigor durante el Trienio Liberal (1820-1823), que son los años en los
que datamos la estampa que nos ocupa.
El 1 de enero de 1820 se produce el pronunciamiento militar de Rafael del
Riego en Cabezas de San Juan (Sevilla), al mando de tropas destinadas a
sofocar los levantamientos independentistas que se estaban produciendo
en los territorios de la América española. Riego proclama la restauración
de la Constitución de 1812, siendo secundado por Quiroga, que fue el
comandante en jefe de la revolución de 1820, López Baños y Arco Agüero.
Los insurrectos tomaron el puente Zuazo, la Isla de León y el Arsenal de la
Carraca en el actual San Fernando, pero no pudieron llegar a la ciudad de
Cádiz, cuya guarnición permaneció leal, pese al
rechazo de la población civil cruelmente reprimida.
Pero el verdadero éxito del levantamiento se
produjo porque otra serie de localidades se
fueron sumando a la sublevación, hasta que el 10
de marzo Fernando VII no tuvo más remedio que
jurar la Constitución, manifestando la famosa
frase: “Marchemos francamente, y yo el primero,
por la senda constitucional…”
Rafael del Riego
Óleo sobre lienzo
1814-1823
Inv. 90
Museo del Romanticismo
Sala III
.
Caja polvera conmemorativa de la Jura de Fernando VII a la Constitución de 1812
el 9 de julio de 1820
Inv. 482
Museo del Romanticismo
Sala III
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La reinstauración del régimen liberal estuvo llena de dificultades, empezando por la mala voluntad
del monarca hacia el nuevo gobierno. Fue continua la tensión con el bando realista, formado por
partidarios de acabar con el régimen constitucional, y en nada ayudó la propia división de los
liberales entre moderados y exaltados. A todos estos problemas, se unió el lamentable estado de las
arcas públicas, ya en bancarrota en el Sexenio Absolutista (1814-1820).
El Trienio Liberal fue un periodo de animado debate de ideas gracias a la libertad de prensa. La
irrupción de sociedades patrióticas y masónicas, milicias urbanas y tertulias en los cafés, supusieron
otros foros abiertos a la discusión política. Todo se vio truncado en 1823 tras las secretas
negociaciones de Fernando VII con la Santa Alianza, y el envío de los Cien Mil Hijos de San Luis que,
al mando del Duque de Angulema, invaden España y reponen el sistema absolutista. Comienza la
Década Ominosa (1823-1833), uno de los periodos más sombríos de la Historia de España. Los
liberales más señalados tendrán un triste destino, unos, como Riego, serán apresados y condenados
a muerte, otros, con mejor suerte, partirán al exilio.
4. – Un nuevo lenguaje alegórico
Esta pequeña estampa es una representación alegórica de la Constitución de 1812. Una alegoría es
la representación de una idea por medio de figuras humanas, animales u objetos. Hace visible y
comprensible lo abstracto y ha sido utilizada desde la Antigüedad para representar motivos religiosos
y profanos. Las imágenes construyen, afianzan y difunden un mensaje, por lo que han sido utilizadas
como método de propaganda, para inculcar unos valores abstractos que debían ser asumidos por la
población a través de una rápida y sencilla lectura.
Durante los acontecimientos revolucionarios que sacudieron Europa y América entre finales del XVIII
y principios del XIX, la cultura visual tomó una gran importancia como transmisora de las nuevas
ideas y valores a los distintos grupos sociales. Aparece una estética revolucionaria, con su propia
simbología, que posibilita a los estratos más humildes de la población el acceso a la nueva cultura
política, no exenta del propósito de reemplazar a la religiosidad popular.
Acontecimientos como la promulgación en Cádiz de la Constitución de 1812, también contaron con
un lenguaje alegórico que explicara y propagara las nuevas ideas políticas que estaban surgiendo en
España. Estas alegorías, como en el caso de esta estampa, miraron hacia modelos revolucionarios
franceses, si bien nunca alcanzaron la eclosión que hubo en el país galo. Durante la Revolución
Francesa se creó un conjunto de emblemas y símbolos que todavía hoy podemos ver en edificios,
ilustraciones y escudos de numerosos países. Desde la Marianne francesa, al monumento a Lincoln
en Washington, donde aparecen los fasces romanos, o a escudos de naciones iberoamericanas como
Argentina o Colombia; en todos ellos aparecen símbolos de la época revolucionaria, que a su vez
tomaron del mundo greco-romano. En el caso español, este nuevo lenguaje alegórico corrió parejo
a los acontecimientos políticos. La debilidad de la burguesía y la difícil implantación del liberalismo
hicieron que esta nueva simbología no tuviera en nuestro país la difusión y trascendencia que
alcanzó en otros.
5.- El poder de los símbolos
Esta estampa presenta gran interés desde el punto de vista iconográfico. Reúne una gran cantidad
de símbolos muy relacionados con la Francia revolucionaria y resulta excepcional dentro del
panorama español.
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Destaca la alegoría de la Constitución, representada como una matrona romana vestida con túnica
clásica y tocada con casco con cimera, o tal vez un gorro frigio, ya que la algo ingenua ejecución de
la obra suscita la duda. La representación con casco a la manera de la
Minerva clásica fue la forma más común en España
de personificar a la Constitución, muy especialmente
en el Trienio Liberal, periodo en el que fue realizada
la estampa. Otras muestras de esta Minerva
constitucional las podemos ver en las colecciones del
Museo
del
Romanticismo,
en
objetos
conmemorativos de la Constitución del 12 como
abanicos (Inv. 2470 y 2473) y medallas. En
concreto, en el reverso de la medalla conservada en
Armand Auguste Caqué
la Sala III (Antesalón)( Inv. 489), vemos a Minerva
Medalla conmemorativa del desvelando
unas tablas que representan la
restablecimiento de la
Constitución. Es evidente la apropiación de un
Constitución. Reverso
símbolo religioso, las Tablas de la Ley, para
Bronce
1820
mostrarnos la Carta Magna, como ya se hizo antes
Inv. 489
en Francia y en EE.UU. En la estampa que
Museo del Romanticismo
analizamos, la Constitución aparece sentada, y en su
Sala III
mano derecha sostiene una tabla que apoya en su
muslo, donde se puede leer: “CONSTI-/TUCION /
promulgada / por las / CORTES / en 1812”.
Sobre la leyenda aparece una tosca representación de una escuadra con la plomada, o un nivel.
Esta herramienta permite medir y detectar errores de pendientes y obtener la horizontal perfecta,
por lo que tiene gran carga simbólica representando la equidad absoluta. Se trata de un símbolo
masónico, no olvidemos que durante este periodo se produce un florecimiento en España de
sociedades secretas como la Masonería o, siguiendo el modelo de los carbonarios italianos, la
Comunería. Aparece representado en numerosas imágenes del periodo francés revolucionario,
destacando especialmente en el famoso cuadro de Jean-Baptiste Régnault (1754-1829), que
presentó en el Salón de 1794, La libertad o la muerte (Hamburger Kunsthalle, Alemania), en la que
la personificación de la República porta en su mano la escuadra con la plomada.
La Constitución aparece sobre un pedestal con la inscripción “TODOS
LOS HOMBRES / SON YGUALES / DELANTE DE LA LEY”. La figura
femenina está sedente y extiende su brazo derecho ante tres
personajes que alzan sus brazos a la Constitución. Dos de ellos
podrían ser representantes, de caballería e infantería, de las Milicias
Nacionales, formas de defensa cívico-militar que tuvieron gran
importancia durante este periodo. El tercer personaje, vestido con
chupa, calzas y tocado con sombrero, representa al pueblo llano. En la
Constitución del 12 aparecen cuatro artículos (362-365) dedicados a
las milicias nacionales, a su organización local - “Habrá en cada
provincia cuerpos de milicias nacionales, compuestos de habitantes de
cada una de ellas, con proporción á su población y circunstancias”- y
se especifica que su servicio no será continuo, tan solo cuando lo
exijan las circunstancias. Con la vuelta absolutista de Fernando VII se
disolvieron en 1814, para reinstaurarse durante el Trienio Liberal.
En un segundo plano de la composición observamos dos elementos de gran interés. A la izquierda
aparece una escena de un templo en llamas con un sacerdote delante de las ruinas lamentándose. El
cura viste sotana y del cinturón le cuelga un rosario, está arrodillando y alza los brazos en señal de
desesperación. Representa la abolición de la Inquisición. Ya hemos visto antes que fue uno de los
grandes avances que trajo la Constitución de Cádiz. El Museo de Historia de Madrid conserva una
estampa (Inv. 2129) con una iconografía muy similar a la que nos ocupa en donde aparece la misma
escena y dispuesta en el mismo lugar. Aparece también un templo clásico derrumbándose y con un
fraile en el suelo y un clérigo tocado con teja huyendo. Debajo aparece la leyenda “Abolición de la
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Inquisición”. El Tribunal del Santo Oficio representaba para la mentalidad liberal la encarnación del
oscurantismo y la oposición al progreso, produciéndose ataques a los edificios de la Inquisición en
Madrid, Barcelona y Valencia a las pocas horas de proclamarse de nuevo la Constitución en 1820.
Gloria eterna a los valientes que
han salvado España. Alegoría de
la jura de la Constitución de 1812
por Fernando VII. Detalle
Aguafuerte, buril
1820-1823
Inv. 2129
Museo de Historia de Madrid
A la derecha al fondo, a orillas de un lago, en un apacible paisaje, podemos ver un árbol que podría
identificarse con un álamo o un chopo, coronado por un gorro frigio. Originario de Frigia, en Asia
Menor, este gorro de forma cónica y punta curvada, era utilizado por los libertos en la Antigua Roma.
Siglos más tarde se convirtió en símbolo de la libertad y los derechos cívicos a
partir de la Revolución Francesa y la independencia de los Estados Unidos de
América, Aparece en el escudo de numerosas naciones americanas y Marianne, la
personificación de la República Francesa, va tocada con este bonete. Aquí,
aparece coronando la copa de un árbol, ya que se trata de un Árbol de la
Libertad. Durante la Revolución Francesa se celebraron muchos cultos laicos,
como la famosa fiesta del Ser Supremo, tomados de la Antigüedad clásica. Se
colocaban árboles en las plazas y se decoraban con banderitas, escarapelas,
coronándolos con un gorro frigio, para luego bailar alrededor del mismo. En la
mayoría de los casos eran árboles talados, aunque otras veces se plantaban en
medio de una plaza. Este tipo de ceremonias tienen su origen en los mayos,
fiestas de la primavera de origen indoeuropeo donde se realizan ritos con árboles.
Las representaciones del árbol de la libertad en España son raras, ya sea en
pintura o en ilustraciones, lo que hace más excepcional esta estampa, y más en
fechas tan tempranas. El culto al árbol de la libertad tuvo quizás más difusión en
las nuevas naciones americanas, como es el caso de Colombia con el árbol
plantado en 1811 en Santafé de Bogotá.
6.- La estampa Constitución de 1812 y su relación con otras piezas
Esta pequeña estampa no contiene ninguna firma o inscripción que nos dé alguna pista acerca de su
autoría o lugar de estampación, pero guarda cierta semejanza con otras piezas, lo que nos permite
datarla entre 1820 y 1823, es decir, durante el Trienio Liberal.
La similitud con la estampa Gloria eterna a los valientes que han salvado España (Alegoría de la jura
de la Constitución de 1812 por Fernando VII), conservada en el Museo de Historia de Madrid (Inv.
2129), ya se comentó antes al hacer referencia a la imagen de la Abolición de la Inquisición, pero
también hay similitudes con la alegoría de la Constitución, sedente y con el pueblo que la aclama.
Esta estampa fue un modelo para un abanico, también conservado en el Museo de Historia de Madrid
(Inv. 2612). La procedencia de estas dos piezas es francesa, ya que se aprecia algún error de
traducción, como en la palabra “Article” en vez de “Artículo”.
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Gloria eterna a los valientes que han salvado
España. Alegoría de la jura de la Constitución de
1812 por Fernando VII. Detalle
Aguafuerte, buril
1820-1823
Inv. 2129
Museo de Historia de Madrid
Abanico
País de papel estampado, iluminado y pintado.
Varillaje y padrones de carey
1820-1823
Inv. 2612
Museo de Historia de Madrid
Es patente la relación con los abanicos, también franceses,
conservados en el Museo del
Romanticismo (Inv. 2470 y 2473), donde aparecen personificaciones femeninas de la Constitución.
Por las inscripciones que figuran podemos comprobar que están realizados en el Trienio Liberal, pues
se hace alusión al restablecimiento del orden constitucional.
Abanico. Detalle
País de papel estampado, iluminado y
pintado. Varillaje y padrones de carey
1820-1823
Inv. 2473
Museo del Romanticismo
Sala III
Abanico. Detalle
País de papel estampado, iluminado y
pintado. Varillaje y padrones de carey
1820-1823
Inv. 2473
Museo del Romanticismo
Sala III
Tras el Pronunciamiento de Riego en 1820, se abre el camino para
que el 10 de marzo de ese mismo año se publicara una proclama
sobre la libertad de imprenta. Esto produjo la importación de
grandes cantidades de estampas y libros, especialmente de Francia,
así como el florecimient o de los talleres de imprenta de nuestro
país. Era corriente que cuando las estampas tenían un contenido
político comprometido, como puede ser el caso de nuestra pieza,
fuesen anónimas. Se produjo una eclosión de otros productos, como
barajas,
abanicos,
polveras,
escarapelas
con
motivos
constitucionales o con las efigies de los “Héroes de la Isla” (Arco
Agüero, López Baños, Riego y Quiroga). En este periodo, también
se celebraron fiestas cívicas de exaltación de la Constitución o de
Charles Motte
Les Inmortels Y. Arco Aguero, Lopez Banos,
Riego, Quiroga
Litografía
1820
Inv. 5723
Museo del Romanticismo
Sala III (Antesalón)
10
los nuevos héroes de la libertad y fueron famosas las canciones patrióticas, como el “Himno
de Riego” o el “Trágala”.
Es en este contexto donde surge esta pieza, que representa los ideales del liberalismo, tal vez en su
vertiente más exaltada. Aquí los protagonistas son los derechos de los ciudadanos y la libertad, con
presencia de elementos iconográficos, que si
bien fueron habituales en Francia, como el
árbol de la libertad y el gorro frigio, en España
no fueron relativamente corrientes hasta la
Revolución del 68 y la I República, tal y como
aparecieron en la publicación satírica La Flaca.
La matrona romana tocada con el gorro frigio
pasará a ser la propia representación de la
República.
Ilustración de La Flaca
Nº6
15 de mayo de 1869
Tomo I
Museo del Romanticismo, Biblioteca
Es difícil hacer una valoración de cómo y
cuantas fueron las imágenes propagandísticas
que circularon durante los años de 1820 a
1823. Son muy pocos los vestigios que han
llegado hasta nuestros días, dado que con el fin
del Trienio Liberal se produjo una furia
iconoclasta de emblemas del liberalismo por
parte de la represión absolutista, lo que hace
más valiosa a esta pequeña estampa.
7.- Las distintas Constituciones de España: cuando el pueblo empezó a ser soberano
Además de la gaditana, hay otras seis constituciones en la historia de España que mencionamos a
continuación:
Constitución de 1837:
Tras el pronunciamiento de los sargentos de la Guardia Real en La
Granja de San Ildefonso que obligaron a la reina regente María
Cristina volviera a proclamar de nuevo la Constitución de 1812,
surge esta nueva Carta Magna. En su deseo de atraerse el ala
liberal más moderada, se aleja de las ideas progresistas del 12.
Destaca el establecimiento de un sistema bicameral, que ya se
contemplaba en el Estatuto Real de 1834. Se aplicó durante ocho
años, hasta 1845.
Portada de la Constitución de 1837
Museo del Romanticismo
Biblioteca
Reg. Manus.: 153
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Constitución de 1845:
Al concluir el periodo de regencias y declararse la mayoría de edad de Isabel II, y con Espartero ya
fuera del poder, comienza la Década Moderada. Las Cortes iniciaron una gran reforma de la
Constitución de 1837, de la que surgió esta de 1845 de carácter conservador: la soberanía queda
compartida entre las Cortes y la Corona y la división de poderes no llega a ser tal, pues no se habla
de ”poder judicial”. Tuvo una vigencia de veinticinco años.
Constitución de 1869:
Surge tras la revolución de “la Gloriosa” que expulsa a Isabel II del trono. Se trata de una
Constitución de corte liberal donde se establece la soberanía nacional, el sufragio universal
masculino, derecho de asociación, libertad de cultos, etc. Lo más destacado del texto es la
declaración de derechos del Título I. Estuvo vigente tan solo siete años, ya que fue un periodo de
gran inestabilidad política hasta la llegada de la Restauración: asesinato de Prim, reinado de Amadeo
I, I República…
Constitución de 1876:
Con la proclamación de Alfonso XII como Rey en 1874 por Martínez Campos en Sagunto se inicia el
período llamado de “la Restauración”, siendo la época más estable del liberalismo español del siglo
XIX y cuyo artífice fue Antonio Cánovas del Castillo. Se hizo una Constitución pactada que permitió la
alternancia de los partidos políticos. Hasta la fecha, es la de más larga duración de nuestra historia:
cuarenta y siete años, interrumpiéndose con la Dictadura de Primo de Rivera.
Constitución de 1931:
Fue la Constitución de la II República española y la primera plenamente democrática. Los principios
que la inspiraron fueron la división e interrelación de los poderes del Estado, el regionalismo, el
laicismo, la economía social y la democracia. Se reconoce por vez primera el voto femenino en las
mismas condiciones que el masculino. La composición de las Cortes se elige por sufragio universal
igual, libre, directo y secreto. El sistema es unicameral, al modo de 1812, resultando ambas la
excepción en la historia de nuestro constitucionalismo.
Constitución de 1978:
Con las elecciones generales de 1977 se redacta nuestra actual Constitución, con voluntad de
concordia y consenso en la que participó todo el espectro político. Se vuelve a un sistema bicameral,
a diferencia del de la Constitución de 1931. Se establece una monarquía parlamentaria y un sistema
de organización y gobierno territorial basado en Comunidades Autónomas.
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8.- Bibliografía
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Constituciones españolas, 1812-1978.
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[Enero 2012].
Coordinación Pieza del Mes: María Jesús Cabrera Bravo
Fotografías: Pablo Linés, Miguel Ángel Otero, Archivo fotográfico del Museo del Romanticismo,
Archivo fotográfico Museo de las Cortes de Cádiz, Archivo fotográfico Museo de Historia de Madrid
Diseño: Ana Belén García Mula
Agradecimientos: Rosario Gómez Virseda, Paloma Dorado, Excmo. Ayuntamiento de Cádiz, Museo
de Historia de Madrid
NIPO: 551 – 11 – 002 – 2
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LA PIEZA DEL MES. CICLO 2012
Enero
Carolina Miguel Arroyo
EL RETRATO INFANTIL EN LA MINIATURA DEL MUSEO DEL
ROMANTICISMO
Febrero
Mercedes Rodríguez Collado
MANTÓN DE MANILA, ca. 1880-1890
Marzo
Carmen Linés
Anónimo, CONSTITUCIÓN DE 1812, ca. 1820
Abril
Antonio Granados
PAREJA DE CÓMODAS, ca. 1830
Mayo
Luis Gordo Peláez
RUINAS DE SAN JUAN DE LOS REYES DE TOLEDO Y LA CAPILLA DE
SANTA QUITERIA, de Cecilio Pizarro, 1846
Junio
Mercedes Pasalodos
ROOMBOX TEATRINOS
Septiembre
Carmen Sanz Díaz
MEDALLA DE FRANCISCO MARTÍNEZ DE LA ROSA, de Eduardo
Fernández Pescador, 1862
Octubre
Isabel Ortega Fernández
INFANTE MUERTO, José Piquer y Duart, 1855
Noviembre
Laura González Vidales
ALFREDITO ROMEA Y DÍEZ, Antonio Mª Esquivel, ca. 1845
Diciembre
Paloma Dorado Pérez
CANCIÓN DE NAVIDAD DE CHARLES DICKENS: LA LITERATURA
INFANTIL EN LA BIBLIOTECA DEL MUSEO DEL ROMANTICISMO
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