el paquete de medidas antiinflacionarias aplicadas por el gobierno

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EL PAQUETE DE MEDIDAS ANTIINFLACIONARIAS APLICADAS
POR EL GOBIERNO EN LAS ÚLTIMAS SEMANAS
El combate a la inflación constituye una preocupación y un objetivo central de este gobierno,
dado que resulta una condición fundamental para poder preservar el aumento del poder
adquisitivo de los ingresos de la población logrado en los últimos años. Debe tenerse en cuenta
que la inflación constituye el peor impuesto, en la medida que afecta principalmente a la
población de menores ingresos.
Por ese motivo, el gobierno ha venido implementando en las últimas semanas un conjunto de
medidas para contener el alza de los precios, complementando las que se habían adoptado en el
pasado. El objetivo del presente artículo es presentar en forma sistematizada y ordenada el
paquete de medidas adoptadas, que operan en diferentes áreas, a través de diferentes
mecanismos. Se trata de medidas complementarias, en el marco de una política consistente de
combate a la inflación.
Causas del rebrote inflacionario
En los últimos meses se observó un rebrote de la inflación. En efecto, en el mes de diciembre la
variación del Índice de Precios al Consumo (IPC) fue de 0,93%, acumulando una variación de
9,19% en el conjunto de 2008. Por otra parte, algunos indicios puntuales en las primeras
semanas de enero indicaban que la variación de algunos precios continuaba siendo alta, con lo
que se corría el riesgo de que la variación del IPC medida en doce meses se acercara a 10%.
El principal factor explicativo de este impulso inflacionario se originó en el fenómeno de la
sequía, que determinó un fuerte aumento de precios en el rubro de frutas y verduras, y que
también afectó los precios de la carne. A esto se suma el incremento de la demanda doméstica,
particularmente del consumo, que ha continuado creciendo a pesar del escenario externo
desfavorable. Este aumento de la demanda por la mayor capacidad de consumo de la población
se explica por el crecimiento del empleo -que se encuentra en cifras récord-, el importante
aumento de los salarios y las pasividades reales y, en general, por la mejora en los ingresos de
toda la población, por el buen funcionamiento de la economía. A partir de este crecimiento tan
fuerte de la demanda -que naturalmente constituye una muy buena noticia- es lógico que se
observen presiones inflacionarias, en particular en aquellos sectores con limitada capacidad de
oferta.
Por último, en relación con la variación de precios que se esperaba para el mes de enero, cabe
mencionar el crecimiento de los salarios y las jubilaciones, no por el hecho de que estén
creciendo por encima de los fundamentos macroeconómicos, sino porque el aumento se
concentra en enero, dado que la mayoría de los Consejos de Salarios dieron aumentos anuales
que se concretan en dicho mes. Debe tenerse en cuenta que este efecto tenderá a diluirse a
medida que avance el año, pero afecta en forma importante el registro inflacionario del mes de
enero.
Evolución esperada de la inflación para los próximos meses
El diagnóstico formulado en diciembre y comienzos de enero era que, como consecuencia de
los factores mencionados, en los siguientes dos o tres meses el país enfrentaría fuertes
presiones inflacionarias, existiendo serios riesgos de que la inflación acumulada en doce meses
superara el 10%. De verificarse esta situación, se desencadenarían un conjunto de fenómenos
indexatorios que resultan perjudiciales para la economía y para los uruguayos en su conjunto.
No obstante, se evaluaba que se estaba ante un riesgo coyuntural, debido a que en el correr del
año se espera que la inflación cediera, dado que los efectos de la sequía comenzarían a diluirse,
el crecimiento de la economía tendería a enlentecerse –con lo que se mitigarían las presiones
inflacionarias de demanda-, empezarían a rendir efecto las acciones monetarias tomadas por el
Banco Central del Uruguay (BCU) y se recibirán mayores presiones deflacionarias
provenientes del resto del mundo. De hecho, las opiniones de los analistas privados relevadas
por el BCU en las encuestas de expectativas de inflación muestran que el sector privado
comparte este diagnóstico de reducción de la inflación para el segundo semestre de 2009.
En este marco, con presiones inflacionarias intensas en el muy corto plazo pero con una
tendencia a la baja de la inflación en el mediano y largo plazo, se encuadra el paquete de
medidas adoptadas por el gobierno.
Paquete de medidas antiinflacionarias
El paquete de medidas antiinflacionarias adoptadas por el gobierno incluyen medidas
monetarias, fiscales, comerciales, acuerdos voluntarios de precios e información al
consumidor, atacando el fenómeno inflacionario desde diferentes ángulos y con diversos
instrumentos. Las medidas fiscales adoptadas, básicamente exoneraciones de impuestos,
subsidios, menores aumentos de tarifas públicas y reducciones en los precios de los
combustibles, implican un costo fiscal que pone de manifiesto el compromiso del gobierno en
la lucha contra la inflación.
Las medidas pueden ser agrupadas en siete grandes categorías.
1. Política monetaria restrictiva. El BCU respondió al incremento de las presiones
inflacionarias con una suba significativa de la tasa de interés de referencia, aumentando el
12 de enero la Tasa de Política Monetaria de 7,75% al 10%.
Al respecto debe tenerse en cuenta que el ancla fundamental de los precios en el largo plazo
es la política monetaria, por lo que este instrumento es de fundamental importancia para
lograr una baja sostenida de los niveles de inflación. Sin embargo, esta herramienta no
resulta efectiva en el corto plazo, en la medida que sus efectos demoran cierto tiempo en
materializarse, por lo que resulta necesario complementar esta medida con otras que operen
efectivamente en el corto plazo. Esto constituye el fundamento esencial de las restantes
medidas incluidas en el paquete aplicado por el gobierno.
2. Tarifas públicas. El gobierno anunció a finales de 2008 que durante 2009 se manejarían
cuidadosamente las tarifas, a efectos de lograr preservar los ingresos del Estado. No
obstante, en el nuevo escenario caracterizado por el empuje inflacionario comentado,
también resulta necesario tener en cuenta la influencia que la evolución de las tarifas tiene
sobre la inflación. Por lo tanto, se entendió necesario balancear ambos objetivos, en
particular en los primeros meses del año.
En este marco, se resolvió ajustar las tarifas de UTE en 2,3% a partir de febrero, porcentaje
significativamente menor a la inflación, lo que en parte fue posible por la caída del precio
del crudo y, por lo tanto, del costo estructural de abastecimiento de la demanda eléctrica.
ANTEL, por su parte, no modificó sus tarifas, en tanto que OSE incrementó sus precios en
8% a partir de enero, porcentaje también inferior a la inflación pasada.
Por otra parte, acompañando la caída del precio internacional del petróleo, se resolvieron
dos rebajas consecutivas del precio de los combustibles, de 6,5% promedio el 7 de enero y
de 6% promedio el 3 de febrero, acumulando una disminución superior a 12% en los
primeros dos meses del año.
3. Precios Administrados. Otro componente fundamental del IPC es el conjunto de precios
que se fijan administrativamente, entre los que se destaca los de la cuota mutual, el boleto
urbano de pasajeros y el taxi. Respecto a este conjunto de precios también se consideró
necesario operar, definiendo un conjunto de mecanismos que permitieran reducir el costo
de estos productos para la población o evitar su incremento, cuando resultara necesario
contemplar el aumento de costos pero sin afectar el precio final que termina pagando el
consumidor.
Tal es el caso de la cuota mutual, en el cual se decidió destinar recursos de Rentas
Generales a efectos de evitar la suba de su valor para el público, compensando a las
instituciones para cubrir el aumento de sus costos. Esta medida benefició a unos 520 mil
usuarios del Sistema Nacional Integrado de Salud que aún no están incluidos en el Fondo
Nacional de Salud (FONASA) y están afiliados a las Instituciones de Asistencia Médica
Colectiva (IAMC). Las instituciones recibirán el aumento de 6% que les corresponde, a
través de un crédito fiscal que podrán utilizar para el pago de sus obligaciones con la DGI y
el BPS, pero no se verá afectado el costo del servicio para los afiliados, el que permanecerá
incambiado. Se trata de una medida de carácter transitorio, que luego se irá revirtiendo
gradualmente. También se resolvió no trasladar a los afiliados el aumento de la cuota
correspondiente al Fondo Nacional de Recursos (FNR), el que será cubierto con cargo a
Rentas Generales. En ambos casos, el Parlamento aprobó en el mes de febrero la Ley
18.464 que habilitó al Poder Ejecutivo a adoptar dichas medidas.
En el caso del boleto urbano de pasajeros, se resolvió mantener el subsidio de Rentas
Generales, como forma de mitigar temporariamente la suba del precio del boleto, mientras
que se resolvió rebajar el precio del taxi en 9,8%, recogiendo básicamente las reducciones
del precio del gas oil.
4. Frutas y verduras. Como se comentó, el aumento en el precio de las frutas y verduras
constituyó uno de los factores principales que impulsó el aumento de precios en los últimos
meses, como consecuencia de los problemas de oferta que se generaron a partir de la
sequía, en el marco de una demanda pujante. Para atender esta problemática, se adoptaron
un conjunto de medidas que permitieron revertir la tendencia previa y comenzar a reducir
los precios de estos bienes. En particular, cabe destacar las siguientes medidas:
a)
Se facilitó y promovió el proceso de importación de frutas y verduras en aquellos
casos en que se enfrentaban problemas de oferta debido a la sequía, como forma de
mejorar la oferta disponible, contribuyendo de esta forma a bajar sus precios.
b)
Se exoneró de IVA a un conjunto de frutas y verduras. En este sentido, se fijó en 0%
la alícuota del Impuesto al Valor Agregado aplicable a las enajenaciones de naranjas,
manzanas, papas, boniatos, cebollas, zanahorias, ajos, morrones, zapallo y zapallitos,
y se exoneró de este tributo a las importaciones de dichos bienes. Por otra parte, se
negoció con las grandes superficies para asegurar el traslado del 100% de la
exoneración del impuesto al precio final al consumidor. El Parlamentó aprobó en el
mes de febrero la Ley 18.465 que habilitó al Poder Ejecutivo a adoptar esta medida
por un período de 120 días.
c)
Se resolvió licitar la importación de frutas y verduras para atender las compras que
realiza el Estado. Hasta el momento, las compras del Estado de frutas y verduras se
atendían únicamente con proveedores locales, por lo que se entendió necesario
ampliar las posibilidades de oferentes, incluyendo a los importadores registrados en
el MGAP. Los procedimientos de compras se continuarán realizando como hasta
ahora, a través de la Unidad Centralizada de Adquisiciones (UCA), que funciona
operativamente en el ámbito del MEF y compra por cuenta y orden de las distintas
dependencias del Estado y personas públicas no estatales -fundamentalmente
cárceles, hospitales, cuarteles, INAU e INDA-. También se podrá incluir en las
licitaciones compras por cuenta y orden de las intendencias, para que estos
organismos puedan comercializar los productos que adquieran. Las condiciones
técnicas de los productos a importar que se incorporarán en los pliegos de la
licitación deberán contemplar las normas del MERCOSUR. El control de calidad lo
continuará realizando, como hasta el momento, la Comisión Administradora del
Mercado Modelo.
Finalmente, en la Ley 18.465 aprobada por el Parlamento en el mes de febrero se
ampliaron las competencias de la UCA, en su carácter de órgano especializado en la
adquisición de alimentos, habilitando a que, cuando existan dificultades referidas a
escasez y/o altos precios que impliquen problemas de abastecimiento a la población,
la UCA pueda importar y adquirir alimentos por cuenta y orden de actores del sector
privado (como grandes superficies y distribuidores), aprovechando que los mismos
tienen aceitados canales de distribución. Los interesados en importar a través de la
UCA deberán acordar márgenes máximos de comercialización, que serán
establecidos en los pliegos de condiciones.
5. Carne. En el marco del diálogo entablado con las cadenas productivas, buscando una
contribución de todos los sectores a la baja de la inflación, se logró un compromiso de baja
del precio de la carne por parte de los frigoríficos, de 10% en los cortes delanteros y de 5%
en el caso de la media res, por lo que bajarán los precios de los cortes de mayor consumo
popular.
A esto se agrega la elaboración de un nuevo producto, la carne picada congelada y
envasada al vacío bajo máximas condiciones de higiene, con un máximo de 15% de grasa,
que se pondrá a la venta a un precio $ 58 el kilo. Para alcanzar este precio, se fijó en 0% la
alícuota del Impuesto al Valor Agregado aplicable a este producto por un plazo de 120 días,
de acuerdo a lo previsto en la Ley 18.465 aprobada por el Parlamento en el mes de febrero.
Con la elaboración de este nuevo producto se busca permitir que la población pueda
acceder a una carne picada de calidad a un precio reducido, al tiempo de generar incentivos
para reducir el precio de las demás carnes picadas.
También se logró un acuerdo con los carniceros y las grandes superficies para trasladar las
rebajas de precios acordadas con la industria al consumidor final.
Por otra parte, se prorrogó por 6 meses la exoneración del IVA a las enajenaciones de carne
de ave, ovina y de cerdo con hueso. También en este caso, estas medidas además de
facilitar el acceso de la población a estos productos, genera incentivos para reducir el
precio de los cortes de carne bovina.
6. Rebaja de precios en supermercados. Como resultado del diálogo promovido con todos los
actores económicos, con el objetivo de que todos los sectores realicen una contribución
para alcanzar una reducción de la inflación, se logró un compromiso de las cadenas
comerciales representadas por la Asociación de Supermercados del Uruguay de reducir los
precios de un conjunto amplio de artículos de la canasta básica de consumo de los hogares.
En cumplimiento de dicho compromiso, la Asociación de Supermercados del Uruguay
definió una lista de 144 productos cuyos precios se rebajon 10% a partir del 2 de febrero,
lista que se encuentra disponible en la página web de Presidencia de la República
(www.presidencia.gub.uy/_web/noticias/2009/01/Lista_precios_super.pdf). Esta reducción
de precios fue posible a partir de la contribución de los propios supermercados y de sus
proveedores, a partir de las negociaciones voluntarias por ellos desarrolladas.
7. Más información disponible sobre precios para el consumidor. El Área de Defensa del
Consumidor de la Dirección General de Comercio (DGC) del MEF pone a disposición de
la población, a través del Sistema de Información de Precios al Consumidor, información
acerca de un conjunto de precios relevantes para los consumidores uruguayos, para que
pueda acceder a los precios más convenientes, al tiempo de promover una mayor
competencia en el sector. Dicha información se encuentra disponible en la página web del
Área Defensa del Consumidor (www.consumidor.gub.uy).
En primer lugar, se informa mensualmente sobre los precios de venta al público (impuestos
incluidos) de 130 productos/marcas representativas de 48 artículos de consumo (alimentos,
bebidas, limpieza y tocador) en 313 establecimientos comerciales (supermercados y
autoservicios) de todo el país.
A partir de febrero se comenzó a contar con información quincenal para los precios en las
grandes superficies, manteniéndose la información mensual en iguales condiciones, y se
redujeron los plazos de entrega de la información que tienen los establecimientos, para que
la misma esté disponible lo más pronto posible para el consumidor. Además, se comenzó a
publicar un ranking de establecimientos en función de los precios de una canasta básica de
consumo de una familia tipo de tres integrantes, compuesta de 24 productos (alimentos y
bebidas). Dicho ranking se encuentra disponible en el siguiente sitio web del Área Defensa
del Consumidor www.dgc-mef.gub.uy/consultas/almacen/canastas/.
Montevideo, 25 de febrero de 2009.
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