GALDÓS Y E L KRAUSISMO ESPAÑOL L o s numerosos estudios en torno a l krausismo publicados en los últimos a ñ o s , y en especial el reciente libro de Fernando Martín Buezas, La teología de Sanz del Rio y del krausismo español (Gredos, 1977), van ya disipando esa neblina de misterio y de contradicción que cubría al llamado " k r a u s i s m o e s p a ñ o l " . N o obstante, en tales estudios se h a dado u n énfasis predominante a l contenido filosófico de sus pensadores, relegando c o n frecuencia a posición m u y secundaria, u omitiendo completamente, aquello que el movimiento tuvo de " a c t i t u d " . Así, se identifica, todavía hoy, a l krausista español con el profesor de universidad y más tarde de l a Institución L i b r e de Enseñanza, o c o n el estudioso de filosofía. Y s i n embargo, en el m u n d o que Galdós representa en sus novelas, el " k r a u s i s t a " es el Pepe R e y de Doña Perfecta, ingeniero de caminos, q u i e n por los estudios de su profesión no había tenido tiempo de leer libros sobre las corrientes filosóficas c o n t e m p o r á n e a s ; o el Buenaventura de L a n t i g u a de Gloria, cuya profesión es la de banquero; o el L e ó n de La familia de León Roch, ingeniero de minas, a q u i e n " l a filosofía le trajo u n mareo insoportable" . Por supuesto que Galdós también dedica u n a novela a l profesor universitario de filosofía, M á x i m o Manso de El amigo Manso, q u i e n , sin embargo, a pesar de su h u m a n i d a d , no llega a adquirir l a fuerza de portavoz c o n que se nos presenta a L e ó n R o c h . 1 2 Sería por lo tanto incompleto el pretender limitar el krausismo español a las ideas de Krause y de su a d a p t a c i ó n en E s p a ñ a a través de J u l i á n Sanz Entre otros merecen destacarse: VICENTE CACHO V I U , La Institución Libre de Enseñanza. Orígenes y etapa universitaria, Madrid, 1962; ELIAS DÍAZ, La filosofía social del krausismo español, Madrid, 1973; JUANJOSÉGILCREMADES, El reformismo español: Krausismo, escuela histórica, neotomismo, Barcelona, 1969 y Krausistasy 1 liberales, Madrid, 1975; MARÍA DOLORES GÓMEZ MOLLEDA, LOS reformadores de la España contemporánea, C . S . I . C , Madrid, 1966; ANTONIO JIMÉNEZ L A N D I , La Institución Libre de Enseñanza y su ambiente. Los orígenes, Madrid, 1973; JUAN LÓPEZ MORILLAS, El krausismo español. Perfil de una aventura intelectual, México, 1956 y Hacia el 98: Literatura, sociedad, ideología, Barcelona, 1972; LORENZO LUZURIAGA, La Institución Libre de Enseñanza y la educación en España, Buenos Aires, 1957; FERNANDO MARTÍN BUEZAS, La teología de Sanz del Río y del krausismo español, Madrid, 1977. (En el libro de Martín Buezas el lector encontrará una extensa bibliografía, pp. 320-375, de los principales krausistas españoles y sobre el krausismo). BENITO PÉREZ GALDÓS, Obras completas, Madrid, 1975, t.l, p. 815. E n citas sucesivas se pondrá a continuación de la misma, y entre paréntesis, la página correspondiente. Si no se indica lo contrario, todas ellas pertenecen a este primer volumen. 2 56 NRFH, JOSÉ LUIS GÓMEZ-MARTÍNEZ XXXII del Río y de sus discípulos. E l movimiento intelectual que así pretendemos clasificar es mucho más que esto, y si tiene sus bases teóricas en el krausismo, responde, sin embargo, al espíritu que animó la Revolución de Septiembre de 1868. "Espíritu de armonía, defensa de la libertad, culto a la ciencia, afirmación de la razón, moralismo, pedagogía y religiosidad pueden considerarse ... las características generales que corresponden a esa actitud intelectual propia del krausismo español" , nos dice Elias Díaz (el subrayado es mío). Actitud que naturalmente coincide con la del pensamiento liberal de la Revolución de Septiembre que en 1869 proclamaba la libertad de cultos, la ley de matrimonio civil, la ley de libertad de enseñanza. E l éxito del krausismo español no se debe tanto a su metafísica, ni a que aportara sistema alguno de filosofía, sino más bien a sus principios morales, que en la decadente y corrupta estructura social de la España de mediados del siglo X I X , se presentaba como una tabla de salvación y de apertura a lo europeo y al desarrollo científico. Así, pues, el krausismo español más que un movimiento filosófico (que si lo fue, lo fue efímero y limitado a Julián Sanz del Río y a las fechas de 1844 —su regreso de Alemania— y 1869 —fecha de su muerte), constituye una actitud: una actitud ante el individuo, ante la familia, ante la sociedad, en una palabra, una actitud ante la vida. Su base teórica es el Ideal de la Humanidad para la vida, de Krause, pero interpretado, traducido y adaptado por Julián Sanz del Río, y cuya primera edición en español data de 1860 (la segunda edición pertenece a la fecha crucial de 1871 ) . Constituye esta obra el verdadero catecismo religioso de los krausistas españoles y guía moral en sus acciones. E n los 23 "Mandamientos de la Humanidad" se resumen aquellos ideales y sentimientos con los que después Galdós, Valera o Clarín, caracterizarían a sus personajes "krausistas". ¿No sería el "mandamiento" 20 el más apropiado para caracterizar la ley moral que seguía León Roch?: "No debes ser orgulloso, ni egoísta, ni perezoso, ni falso, ni hipócrita, ni servil, ni envidioso, ni vengativo, ni colérico, ni atrevido; sino, modesto, circunspecto, moderado, aplicado, verdadero, leal, y de llano corazón, benévolo, amable y pronto a perdonar" (Ideal, 101). Estos ideales, animados por un deseo de participación en la marcha progresiva del espíritu europeo, 3 4 Elias Díaz, "Estudio preliminar" en GUMERSINDO DE AZCARATE, Minuta de un testamento, Barcelona, 1967, p. 19. Los editores de la segunda edición del Ideal (Fernando de Castro, Nicolás Salmerón y Francisco Giner, entre otros) colocan al comienzo del libro la siguiente nota: "Aunque Sanz del Río atribuye modestamente su Ideal a Krause, dando a entender es mera traducción del de éste (Urbild der Menschheit, primera edición, Dresde, 1811; segunda edición, Gotinga, 1851), hay entre su libro y el del filósofo alemán esenciales diferencias (a más de las que señalan sus notas y comentarios), tanto en el plan, como en partes enteramente nuevas, que faltan en el segundo. Basta comparar los índices de ambos para convencerse de ello. E l de Sanz del Río, si bien inspirado en la bella obra de Krause, es una exposición completamente libre de su sentido, acomodada al espíritu de nuestro pueblo y a las más apremiantes necesidades de su cultura", C . C H R . F. KRAUSE, Ideal de la Humanidad para la vida, con introducción y comentarios por Julián Sanz del Río, Madrid, 1871, p. v. E n citas sucesivas se pondrá a continuación de las mismas, y entre paréntesis, el término Ideal seguido de la página correspondiente. 3 4 NRFH, X X X I I CALDOS Y EL KRAUSISMO ESPAÑOL 57 d i e r o n l u g a r a l m i s m o t i e m p o a u n e x a m e n i n t r o s p e c t i v o de l a r e a l i d a d e s p a ñ o l a de p r o y e c c i ó n e m i n e n t e m e n t e práctica, t a n t o en l o r e l i g i o s o , c o m o e n l o social, a n a l i z a n d o las i n s t i t u c i o n e s y destacando sus defectos. Así el Ideal de la Humanidad para la vida se actualiza en u n caso c o n c r e t o a través de la Minuta de un testamento, de G u m e r s i n d o de Azcárate, o se hace f i c c i ó n en las novelas de Pérez G a l d ó s . L a crítica de l a Minuta es a veces a m a r g a , n o t a n t o p o r p o n e r el dedo en la l l a g a , c o m o p o r evadir, u n a vez d e s t r u i d o l o existente, l a s o l u c i ó n concreta q u e p e r m i t i e r a e d i f i c a r n u e v a m e n t e l o d e r r i b a d o . Sírvanos de e j e m p l o el siguiente p á r r a f o d o n d e e l testamentario considera el uso de l a i n f l u e n c i a en favor de los a m i g o s " c o m o u n verdadero c r i m e n , p o r q u e los abusos en este p u n t o son quizás el o r i g e n p r i n c i p a l de nuestras desdichas: sale el agua t u r b i a de l a fuente, y sigue r e c o g i e n d o maleza en su c a m i n o y m a n c h á n d o l o t o d o . L a c o r r u p c i ó n electoral p r o d u c e l a c o r r u p c i ó n p a r l a m e n t a r i a y l a a d m i n i s t r a t i v a , y m o t i v a las r e v o l u c i o n e s o da p r e t e x t o a los p r o n u n c i a m i e n t o s ; y el desprestigio del sistema representativo hace r e v i v i r las esperanzas insensatas de los q u e sueñan c o n l a v u e l t a a l a n t i g u o r é g i m e n " . L a c ó m o d a s o l u c i ó n teórica de l a e d u c a c i ó n era, p o r su m i s m a naturaleza, u n a s o l u c i ó n a l a r g o p l a z o q u e l a e u f o r i a del m o m e n t o n o dejó ver a los intelectuales de l a R e v o l u c i ó n de Septiembre. De a h í e l fracaso i n i c i a l de los krausistas españoles: q u i s i e r o n i r m u y lejos, m u y r á p i d o — l l e g a r o n a tener el p o d e r d u r a n t e l a r e p ú b l i c a — c o n t a n d o ú n i c a m e n t e c o n el l e n t o proceso de l a e d u c a c i ó n . E l resulado f u e q u e a q u e l l a s leyes p r o m u l g a d a s en 1869 eran, a h o r a , en l a década de los setenta, r e s t r i n g i d a s p a u l a t i n a m e n t e : en 1874 la q u e versaba sobre l a l i b e r t a d de la enseñanza, en 1875 l a de l a ley de m a t r i m o n i o , e n 1876 l a q u e establecía l a t o l e r a n c i a religiosa. 5 Este estado de l a sociedad e s p a ñ o l a de p r i n c i p i o s de l a R e s t a u r a c i ó n es el q u e nos describe G a l d ó s en sus novelas de l a p r i m e r a época. Sus s i m p a tías están c o n los intelectuales i n s t i t u c i o n i s t a s , o sea los krausistas españoles, p e r o c o m o a g u d o observador ve l a i n c o m p a t i b i l i d a d entre el i d e a l t e ó r i c o y l a a p l i c a c i ó n i n m e d i a t a e n su sociedad a c t u a l . De a h í q u e sus personajes dotados de t a l i d e a l fracasen e n el m u n d o f i c t i c i o de l a n o v e l a . E n las p á g i n a s q u e s i g u e n , y éste es el p r o p ó s i t o del presente e s t u d i o , se tratará de demostrar hasta q u é p u n t o los personajes de carne y hueso d e l m u n d o f i c t i c i o q u e crea G a l d ó s , están i n s p i r a d o s en el Ideal de la Humanidad para la vida; a u n q u e G a l d ó s n o les hace ser portadores de u n a i d e o l o gía o sistema f i l o s ó f i c o d e t e r m i n a d o , s i n o q u e ellos más b i e n representan GUMERSINDO DE AZCÁRATE, Minuta de un testamento, Barcelona, 1967, pp. 160-161. L a primera edición apareció en 1876 (En citas sucesivas se pondrá a continaución de las mismas, y entre paréntesis, el término Minuta seguido de la página correspondiente). Me parece oportuno indicar a la sazón que los krausistas españoles también fueron acusados de los mismos vicios que Azcárate censura en la Minuta: "Porque los krausistas han sido más que una escuela; han sido una logia, una sociedad de socorros mutuos, una tribu, un círculo de 'alumbrados', una 'fratría', lo que la pragmática de don Juan II llama 'cofradía' y 'monipodio'; algo, en suma, tenebroso y repugnante a toda alma independiente y aborrecedora de trampantajos. Se ayudaban y se protegían unos a otros; cuando mandaban, se repartían las cátedras como botín conquistado", MARCELINO MENÉNDEZ PELA YO, Historia de los heterodoxos españoles, Madrid, 1967, t. 2, pp. 949-950. 5 58 JOSÉ LUIS GÓMEZ-MARTÍNEZ NRFH, XXXII una actitud concreta ante la vida, basada en una moral estricta a seguir en cuanto individuos y en cuanto miembros de la sociedad. El estudio queda estructurado siguiendo en cierto modo las líneas del Ideal, en lugar de considerar una por una las novelas de Galdós. Creo que de este modo será más sencillo representar el mundo que reproduce Galdós, del que cada novela no es sino u n capítulo de su totalidad. Las novelas estudiadas son: Doña Perfecta (1876), Gloria (1876-1877), La familia de León Roch (1878) y El amigo Manso (1882). L A MUJER Galdós supo captar el s i g n i f i c a d o de la a c t i t u d de los krausistas españoles ante la m u j e r y elevarlo en su m u n d o f i c t i c i o a la c o m p l e j i d a d y transcendencia q u e su i m p o r t a n c i a demandaba. L a frase de censura de Federico C i m a r r a a L e ó n R o c h , "eso de casarse para ser maestro de escuela es del peor g u s t o " ( p . 796), se cita c o n frecuencia para censurar el p r u r i t o p e d a g ó g i c o de los i n s t i t u c i o nistas. Pero eso n o es nada más q u e sacar la frase de su contexto. Antes h a b r í a q u e tener en cuenta q u e la educación de María E g i p c í a c a " h a sido m u y descuidada, i g n o r a t o d o l o q u e se puede i g n o r a r " ( p . 796). Y h a b r í a también q u e considerar q u e d i c h a falta de e d u c a c i ó n , lejos de ser casual, era característica de u n a época, en la q u e de acuerdo c o n J u a n L a n t i g u a , padre de G l o r i a , se a f i r m a b a categóricamente " q u e el e n t e n d i m i e n t o de u n a m u j e r era incapaz de a p r e c i a r " asuntos elevados ( p . 524). De a h í se c o m p r e n d e el e n t u siasmo i n i c i a l de M á x i m o M a n s o p o r Irene, pues ve en ella a " l a m u j e r perfecta, l a m u j e r p o s i t i v a , la m u j e r razón [o sea, l a m u j e r que perseguía u n a e d u c a c i ó n ] , contrapuesta a l a m u j e r f r i v o l i d a d , a la m u j e r c a p r i c h o [ o sea, a l a m u j e r del s i g l o ] " ( p . 1215). E n el Ideal n o sólo se da énfasis a la necesidad de elevar a l a m u j e r a i g u a l d a d c o n el h o m b r e , s i n o q u e e l l o es característica necesaria p a r a conseguir la a r m o n í a de l a sociedad perfecta. Y a q u e el h o m b r e "se interesa c o n i g u a l estima y a m o r hacia l a f e m e n i n a que hacia l a m a s c u l i n a h u m a n i d a d ; a m a y respeta l a p e c u l i a r excelencia y d i g n i d a d de l a m u j e r . C u a n d o observa q u e esta m i d a d esencial de l a h u m a n i d a d está h o y en unos p u e b l o s o p r i m i d a y degradada, en otros postergada, o a b a n d o n a d a en su e d u c a c i ó n p o r el varón, que hasta a h o r a se ha a t r i b u i d o u n a s u p e r i o r i d a d exclusiva; c u a n d o observa q u e la m u j e r dista h o y m u c h o d e l c l a r o c o n o c i m i e n t o de su destino en el t o d o , de sus derechos y f u n c i o n e s y altos deberes sociales, se siente poderosamente m o v i d o a prestar a y u d a y fuerza a la m u j e r " (Ideal, 93). De f o r m a m á s c o m b a t i v a pasaría esta idea a la Minuta, d o n d e el testador desea q u e su h i j a " n o o l v i d e que n o es la c u l t u r a u n a necesidad para el h o m b r e y u n a d o r n o en la m u j e r , sino q u e , p o r el c o n t r a r i o , es en ésta, sobre t o d o en l a casada, u n a c o n d i c i ó n indispensable p a r a su p r o p i a f e l i c i d a d y p a r a que pueda NRFH, XXXII GALDÓS Y EL KRAUSISMO ESPAÑOL 59 c o n t r i b u i r a la de su m a r i d o y preparar la de sus h i j o s " (Minuta, 244). Esta i g u a l d a d en la Minuta va más lejos al p r o p o n e r , sobre todo en l o m o r a l , q u e también el h o m b r e se i g u a l e a l a m u j e r : " R e p u g n á b a m e a m i l a costumbre de considerar la pureza c o m o u n a v i r t u d peculiar del sexo f e m e n i n o " (Minuta, 176-177). Si a través de tales antecedentes ideológicos y bajo esta perspect i v a nos acercamos a h o r a a La familia de León Roch, se c o m p r e n d e rán m e j o r los ideales de L e ó n q u e a l reconocer la i g n o r a n c i a de su f u t u r a esposa, María E g i p c í a c a , y creerla a l m i s m o t i e m p o l i b r e de hábitos perniciosos, le harán exclamar: " ¿ N o te parece q u e es u n a situación admirable? ¿No comprendes q u e u n ser de tales c o n d i c i o nes es el más a propósito para m í , p o r q u e así podré yo f o r m a r el carácter de m i esposa, en l o c u a l consiste la g l o r i a más grande del h o m b r e casado? P o r q u e así podré hacerla a m i i m a g e n y semejanza, la aspiración más n o b l e q u e puede tener u n h o m b r e y la garantía de u n a paz perpetua en el m a t r i m o n i o " ( p . 796). N a t u r a l m e n t e q u e G a l d ó s recarga las tintas, y si l o hace es para que luego el fracaso resalte más y sirva de e j e m p l o s i m b ó l i c o que frene el í m p e t u del i d e a l i s m o representado p o r los krausistas españoles y les p e r m i t a ver el b a r r o que f o r m a la base de su grandiosa construcción. E n efecto, esta n o v i a i g n o r a n t e q u e necesita ser educada, l o era también la E s p a ñ a anterior a la R e v o l u c i ó n de Septiembre de 1868. Seis años más tarde, a l i g u a l q u e en el caso concreto de L e ó n R o c h , los intelectuales liberales h a b í a n fracasado. C u a n d o la m u j e r , c o m o en El amigo Manso, p o r e j e m p l o , n o tiene v a l o r s i m b ó l i c o , la a c t i t u d de Galdós es m u c h o más moderada y m á s de acuerdo c o n la i g u a l d a d q u e p r o p o n e el ideal krausista. L a m u j e r deja de ser algo s i m p l e , u n a tabula rasa, en espera del h o m b r e q u e la f o r m e . Es a h o r a u n ser c o m p l e j o , c o n i d e n t i d a d p r o p i a , i g n o r a n t e si se quiere, q u e se puede educar, pero de n i n g u n a manera m o d e l a r a " i m a g e n y semejanza" de nadie. Por e l l o la reflexión de M á x i m o M a n s o será m u y d i s t i n t a a la de L e ó n R o c h : "Basta de sabidurías — m e d i j e — ; acábense los estudios de carácter, y las disecciones de palabras q u e me enredan en m i l tormentosas suspicacias y cavilaciones. ¡Al hecho, a l a cosa, a l f i n ! Planteada la cuestión y manifestados m i s deseos, toda la c l a r i d a d que haya en m í se repetirá en ella, y la veré y apreciaré m e j o r . Así n o se puede v i v i r . ¡Ay de a q u e l que en esto de mujeres i m i t e a l b o t á n i c o q u e estudia u n a f l o r ! ¡Necio! A s p i r a su f r a g a n c i a , c o n t e m p l a sus colores; pero n o cuentes sus p i s t i l o s , n o m i d a s sus pétalos n i analices su c á l i z " ( p . 1244). EL MATRIMONIO U n a vez elevada la d i g n i d a d de l a m u j e r , el m a t r i m o n i o pasaría, de ser a l g o f o r m u l a r i o , a c o n s t i t u i r el sólido f u n d a m e n t o sobre 60 JOSÉ LUIS GÓMEZ-MARTÍNEZ NRFH, XXXII el c u a l se crearía la f a m i l i a . E n las c u a t r o novelas de Galdós q u e sirven de base a nuestro estudio, el m a t r i m o n i o desempeña u n o de los papeles centrales: E n Doña Perfecta, Gloria y El amigo Manso, los deseos de c o n traerlo q u e d a n truncados, y de f o r m a trágica en las dos p r i m e r a s . E n La familia de León Roch el m a t r i m o n i o l o es sólo ante la ley. Galdós desarrolla en su m u n d o de ficción los tres problemas i m p l í c i t o s en l a teoría p r o m u l g a d a p o r el Ideal de la Humanidad: " L a sociedad m a t r i m o n i a l debe fundarse en t o d o l u g a r sobre el a m o r personal de los i n d i v i d u o s ; esta sociedad debe constituirse y regirse fcn f o r m a de l i b e r t a d m o r a l y de concertada m u t u a a r m o n í a ; después de esto debe c o n f o r m a r c o n el carácter y las costumbres del p u e b l o respectivo" (Ideal, 149). E n Doña Perfecta tratará de m o d o especial el aspecto de la l i b e r t a d ; en Gloria, ante t o d o , el "carácter y las costumbres del p u e b l o " ; y, f i n a l m e n t e , en La familia de León Roch " e l a m o r personal de los i n d i v i d u o s " . E n Doña Perfecta se encarna el c o n f l i c t o entre l o t r a d i c i o n a l y las nuevas ideas liberales. J u a n Rey, s i g u i e n d o la costumbre de l a época, p r o p o n e a su h i j o m a t r i m o n i o , p e r o a l m i s m o t i e m p o le reconoce, c o m o i n d i v i d u o , su l i b e r t a d para escoger: " S e r í a i n d i g n o de m í y de t i q u e esto se realizase p o r c o a c c i ó n de u n padre terco. Eres l i b r e de aceptar o n o , y si hay en t u v o l u n t a d la más l i g e r a resistencia, o r i g i n a d a en ley del corazón o en o t r a causa, n o q u i e r o que te violentes p o r m í " ( p . 423). D o ñ a Perfecta, p o r el c o n t r a r i o , expone tajantemente su a u t o r i d a d : " N o q u i e r o q u e te cases c o n R o s a r i o " ( p . 473); y ante l a o p o s i c i ó n , n o puede menos q u e expresar entre colérica y s o r p r e n d i d a : "Eres u n l o c o . ¡Casarte tú c o n m i h i j a , casarte tú c o n ella, n o q u e r i e n d o y o . . . ! " ( p . 473). E n Gloria, G a l d ó s desarrolla su t r a m a en t o r n o a u n p r o b l e m a i r r e c o n c i l i a b l e . D a n i e l M o r t o n , e n a m o r a d o de G l o r i a , es j u d í o . T o d o el peso de u n a tradición perpetuada d u r a n t e siglos se hace presente, n o sólo en la o p o s i c i ó n d e c i d i d a q u e m a n i f i e s t a la sociedad a la u n i ó n , sino i n c l u s o en la m i s m a conciencia de G l o r i a y de Daniel. E n La familia de León Roch el p r o b l e m a es más delicado, pues n o se reduce a u n a o p o s i c i ó n e x t e r n a — a u n q u e en el caso de Gloria se manifestara t a m b i é n en l a conciencia r e l i g i o s a de los p r o t a g o n i s tas. Es en las moradas í n t i m a s d e l a m o r en d o n d e ha de s u r g i r el c o n f l i c t o . A m b o s , L e ó n R o c h y M a r í a E g i p c í a c a , se encuentran predispuestos p a r a el m a t r i m o n i o y están sinceramente enamorados. L e ó n ha r e f l e x i o n a d o sobre e l l o y e n c o n t r a d o en el m a t r i m o n i o la base p a r a conseguir los ideales q u e e x a l t a b a n los krausistas españoles: " Y o he f o r m a d o m i p l a n , y adelante l o l l e v o , adelante. N o puede f a l l a r m e ; he m e d i t a d o m u c h o , y he pensado el p r o y el c o n t r a c o n la e s c r u p u l o s i d a d de u n q u í m i c o q u e pasa gota a gota los elementos de u n a c o m b i n a c i ó n . V o y a m i f i n , q u e es l e g í t i m o , n o b l e , NRFH, XXXII GALDÓS Y EL KRAUSISMO ESPAÑOL 61 b u e n o , h o n r a d o , p r o f u n d a m e n t e social y h u m a n o , c o n f o r m e en t o d o a los destinos del h o m b r e y a l bienestar del cuerpo y del espíritu; en u n a palabra, me caso" ( p . 795). Esta vez el m a t r i m o n i o llega a celebrarse, y, precisamente p o r e l l o , el fracaso es todavía más fuerte. Recordemos que en el Ideal se i n d i c a b a que la sociedad m a t r i m o n i a l debía fundarse ante t o d o "sobre el a m o r personal de los i n d i v i d u o s " . Es verdad q u e existe en L e ó n R o c h amor, pero éste es u n a confusa mezcla de u n a m o r físico a la hermosura de María, y u n a m o r ciego p o r u n ideal, que si b i e n tiene de grande el ser superior, es egoísta p o r c u a n t o considera a M a r í a c o m o u n " o b j e t o " q u e le p e r m i t i r á alcanzarlo. Citemos nuev a m e n t e a l Ideal antes de c o n t i n u a r c o n el desarrollo del c o n f l i c t o q u e nos plantea Galdós: " L a sociedad del varón y la m u j e r en el m a t r i m o n i o sólo es legítima a sus ojos, c u a n d o h o m b r e y m u j e r f o r m a n verdaderamente u n i n d i v i d u o superior, u n cuerpo y u n a l m a , y rechaza i n d i g n a d o el c o m e r c i o pasajero que busca la satisfacción grosera del s e n t i d o " (Ideal, 95). N a d a más opuesto q u e el m a t r i m o n i o de L e ó n R o c h y M a r í a E g i p c í a c a . Pues él m i s m o reconoce q u e María le " c a u t i v ó p o r su h e r m o s u r a " y que se e n a m o r ó " c o m o u n b r u t o " ( p . 795). E n sus meditaciones confiesa que " e r a n dos seres divorciados p o r l a idea en l a esfera de los sentimientos p u r o s y u n i d o s p o r la h e r m o s u r a en el c a m p o t u r b u l e n t o de l a f i s i o l o g í a " ( p . 818). Y de acuerdo c o n l o expuesto en el Ideal, L e ó n diría a María: " T e j u r o q u e n i esto es m a t r i m o n i o , n i eres tú m i m u j e r , n i y o soy t u m a r i d o " ( p . 818); ya q u e la i n t r a n s i g e n c i a r e l i g i o s a , según L e ó n , h a b í a c o n v e r t i d o el m a t r i m o n i o en u n c o n c u b i n a t o ( p . 948). L A FAMILIA " E n t r e todas las sociedades h u m a n a s es la f a m i l i a la o r i g i n a l , la a n t e r i o r en el t i e m p o y la más í n t i m a . C o n la f a m i l i a p r i n c i p i a l a h i s t o r i a h u m a n a , de ella se a l i m e n t a , m e d i a n t e ella se c o n t i n ú a h o y , y c o n e l l a acabará en el ocaso de su v i d a t e r r e n a " (Ideal, 45). E n estos términos se expresa el Ideal; Azcárate irá todavía más lejos a l decir q u e " n o hay d i c h a posible fuera de esta sociedad í n t i m a , santa y n a t u r a l " (Minuta, 114). T a l e s palabras, q u e representan sólo l a concretización del espíritu q u e a n i m a a l Ideal de la Humanidad, servirían i g u a l m e n t e para caracterizar las novelas de Galdós consideradas en este estudio. A u n q u e en los casos de Pepe Rey, de Doña Perfecta, y D a n i e l M o r t o n , de Gloria, se realza más la pasión a m o rosa q u e las reflexiones sobre el m a t r i m o n i o , ambos podrían, j u n t o c o n M á x i m o M a n s o , decir c o n L e ó n R o c h : " S o ñ a b a con buscar y e n c o n t r a r a q u e l ideal en u n m a t r i m o n i o b i e n realizado, del c u a l nacería u n a f a m i l i a " ( p . 816). 62 JOSÉ LUIS GÓMEZ-MARTÍNEZ NRFH, XXXII L a Minuta de un testamento, p u b l i c a d a en 1876, se basa precisamente en d i c h o i n t e n t o : la f o r m a c i ó n de la f a m i l i a i d e a l y el éxito del testador a l conseguir t a l propósito. Su base teórica es el Ideal de la Humanidad. Galdós p u b l i c a La familia de León Roch en 1878, y en ella se p r o p o n e , c o n la m i s m a base teórica del Ideal, volver a p l a n tear el p r o b l e m a q u e c o n t a n t o éxito G u m e r s i n d o de Azcárate desar r o l l a en la Minuta. Tales son los ideales de L e ó n R o c h : " H e perseguido c o n afán u n ideal hermoso, l a f a m i l i a cristiana, centro de toda paz, f u n d a m e n t o de la v i r t u d , escala de l a perfección m o r a l , c r i s o l donde c u a n t o tenemos, en u n o y o t r o o r d e n , se p u r i f i c a . E l l a nos educa, nos o b l i g a a ser mejores de l o q u e somos, nos q u i t a las asperezas de nuestro carácter, nos da la más provechosa de las lecciones, p o n i e n d o en nuestras manos a los hombres f u t u r o s , para que desde l a c u n a los llevemos a la edad de la r a z ó n " (pp. 974-975). Pero si La familia de León Roch arranca de la m i s m a base teórica que l a Minuta, y está a n i m a d a de unos m i s m o s ideales, G a l d ó s , sin embargo, se complace en a c u m u l a r d i f i c u l t a d e s . E l propósito de G a l d ó s es p o n e r a p r u e b a u n i d e a l , que él t a m b i é n c o m p a r t e , en contraste c o n la r e a l i d a d de la sociedad e s p a ñ o l a de l a R e s t a u r a c i ó n cargada c o n el lastre de tradiciones sin v i d a ; y el fracaso a que está destinada en su obra n o se debe, p o r l o t a n t o , a u n i n t e n t o de c o m b a t i r la idea, sino más b i e n a su deseo de b a j a r l a del pedestal en q u e Azcárate la h a b í a colocado c o n la fácil s o l u c i ó n de u n desarrollo ideal. M u c h a s son las causas q u e m o t i v a r o n el fracaso de L e ó n R o c h en su a n h e l o de f o r m a r , n o ya l a f a m i l i a i d e a l , s i n o s i m p l e m e n t e u n a f a m i l i a . A l g u n a s de ellas q u e d a r o n ya indicadas en l a sección anter i o r y otras se irán e x p o n i e n d o a l o l a r g o de este estudio. A h o r a nos concentraremos en u n a , q u e p o r su trascendencia s i m b o l i z a t a m bién el fracaso i n i c i a l de los krausistas españoles. N o es sólo u n a c o i n c i d e n c i a q u e los l l a m a d o s krausistas españoles, f u e r a n o n o profesores, d i e r a n énfasis a la necesidad y v a l o r de la educación, ya q u e en el f u n d a m e n t o m i s m o de su ideología, exteriorizada p o r su a c t i t u d ante la sociedad y la v i d a , se h a l l a b a el proceso educativo. Para conseguir el i d e a l de l a h u m a n i d a d h a b í a antes que educar a sus m i e m b r o s . Este n u e v o h o m b r e , creyeron los krausistas, reformaría l u e g o las i n s t i t u c i o n e s existentes de acuerdo con el p r o g r a m a p r o p u e s t o en el Ideal de la Humanidad. Pero, n o obstante creer en la necesidad de m o d i f i c a r las i n s t i t u c i o n e s de l a época, q u e ellos consideraban decadentes, f u e r o n en u n p r i n c i p i o cegados p o r su idealización excesiva de la f a m i l i a a l a q u e tácitamente d e j a r o n a l cargo de d i c h a e d u c a c i ó n . Podemos m u y b i e n considerar a la f a m i 6 E n realidad no fue sólo en la familia en la que confiaron, sino que también lo hicieron con las otras instituciones sociales, si exceptuamos la religiosa. Olvidaron que todas ellas eran formadas por individuos y que mal podrían enseñar la virtud si, como ellos creían, eran nido de corrupción. 6 NRFH, XXXII GALDÓS Y ÉL KRAUSISMO ESPAÑOL 63 l i a c o m o la institución básica de la sociedad, y, de acuerdo c o n los krausistas, reconocer el poder de formación que ella posee: " E l carácter q u e el h o m b r e recibió en su f a m i l i a puede, es verdad, en el t r a t o p o s t e r i o r m e j o r a r l o o m o d i f i c a r l o , p e r o n o perderlo enteramente ' (Ideal, 45). Pero precisamente p o r esta fuerza q u e la f a m i l i a posee en la educación de las personas, n o debe e l l o hacernos o l v i d a r que toda f a m i l i a está c o n s t i t u i d a p o r i n d i v i d u o s , c u y o carácter, a su vez, fue f o r m a d o en el seno de las f a m i l i a s existentes. G u m e r s i n d o de Azcárate s o l u c i o n a situación t a n delicada e n c o n t r a n d o a la m u j e r i d e a l , educada en la f a m i l i a i d e a l : " P o r sus cualidades personales, p o r su e d u c a c i ó n , p o r las condiciones m o r a les de su f a m i l i a , p o r todo, venía a l l e n a r las exigencias, q u e n o eran pocas, q u e y o h a b í a f o r m u l a d o siempre a l l á en m i i n t e r i o r cada vez q u e h a b í a pensado en contraer m a t r i m o n i o " (Minuta, 109). G a l d ó s acepta l a teoría pero la sitúa d e n t r o de l o c o m p l e j o de la realidad. Así M a r í a E g i p c í a c a , la f u t u r a esposa de L e ó n R o c h , p r o v i e n e de " u n a f a m i l i a desordenada y decadente" ( p . 785), y si bien L e ó n l o reconoce y señala con franqueza: " L a f a m i l i a de m i n o v i a es poco simpática" ( p . 796), su seguridad en sí m i s m o se i m p o n e : " ¿ Q u é me importa? Y o me divorciaré hábilmente de m i s suegros" ( p . 796). De i g u a l m o d o , al descubrir que " s u educación ha sido m u y descuidada", lejos de preocuparse, se enorgullece: "Así podré y o f o r m a r el carácter de m i esposa" (p. 796). Claro que en todo e l l o hay u n a contradicción implícita: L e ó n Roch, que tanto cree en el poder de la f a m i l i a que él pueda llegar a formar, supone, sin embargo, que María Egipcíaca le llegará a sus manos, procedente de su familia, cual tabula rasa. E l resultado es el inevitable fracaso. C o n su solución Galdós n o contradice a l autor de la Minuta, sino más b i e n presenta la otra cara de la m o n e d a que ya quedaba allí implícita. E n efecto, Azcárate señala a l hablar de las condiciones morales de la f a m i l i a : "Circunstancia de q u e se prescinde con frecuencia, recogiendo más tarde el f r u t o de semejante l a x i t u d . Aparte de q u e i m p o r t a m u c h o al h o m b r e tomar en cuenta la atmósfera m o r a l en q u e se ha educado su m u j e r / c u a n d o a q u e l l a n o es la q u e fuera de desear, surgen de las complejas relaciones q u e engendra el m a t r i m o n i o c o n f l i c t o s q u e son i n s o l u b l e s " (Minuta, 109). , L A EDUCACIÓN Q u e d ó ya m e n c i o n a d a , si b i e n en c o n e x i ó n con el p a p e l q u e d e s e m p e ñ a b a l a f a m i l i a , la i m p o r t a n c i a de l a educación en l a ideol o g í a krausista. Educarse y educar era el precepto q u e i m p o n í a a l h o m b r e el Ideal de la Humanidad: " A d q u i r i r c o n o c i m i e n t o s , extenderlos y c o n s t r u i r l o s en u n sistema c i e n t í f i c o , es f i n real en sí y f u n d a m e n t a l del destino h u m a n o " (Ideal, 62). Así l o i n t e r p r e t a y proyecta Azcárate: " P a r e c i ó m e l a U n i v e r s i d a d u n t e m p l o y el p r o f e - 64 JOSÉ LUÍS GÓMEZ-MARTÍNEZ NRFH, XXXII sor u n sacerdote: c o m p r e n d í q u e la vocación q u e en cada h o m b r e se despierta no la p o n e Dios en él para b i e n del i n d i v i d u o , s i n o para i n d i c a r l e la parte q u e le toca en la obra de la v i d a u n i v e r s a l " (Minuta, 168). Y de la Minuta se desprende t a m b i é n q u e n o era necesario ser profesor para e l l o , pues se educa a l a j u v e n t u d " c o n nada t a n t o c o m o c o n el e j e m p l o " (Minuta, 169-170). G a l d ó s está a n i m a d o de este m i s m o espíritu de sacerdocio q u e él lleva a cabo desde el á m b i t o q u e su vocación le circunscribe. Y son precisamente estos ideales los q u e a d m i r a en aquellos q u e él considera maestros espirituales. T a l es el c o n t e n i d o de sus palabras sobre F e r n a n d o de Castro , q u e además sirven para caracterizar l o q u e G a l d ó s consideraba p r o t o t í p i c o del krausista español: 7 U n a vida que se comparte entre la meditación y la práctica de todas las virtudes, que realiza como n i n g u n o los fines del hombre en la tierra, u n a vida ejemplar, laboriosa, consagrada a l estudio, a l noble cultivo de la ciencia y a la mayor perfección posible del espíritu; esta vida de sabio ilustre y de cristiano fervoroso, ¿no es conocida de todo el mundo? Pero otro f i n ocupa también su actividad benéfica y generosa. N o basta estudiar y orar, perfeccionarse intelectual y espiritualmente: es preciso mirar u n poco hacia el pobre p r ó j i m o que vegeta a u n lado ignorante y pecador: es preciso practicar la m á s noble misión del apóstol y del sabio; es preciso descender del razonamiento y de la c o n t e m p l a c i ó n para ocuparse en la enseñanza; y n i n g u n o practica con m á s entusiasmo y fervor este caritativo sacerdocio . 8 Esta semblanza, q u e f o r m a parte de " G a l e r í a de f i g u r a s de cera", fue p u b l i c a d a el 16 de febrero de 1868, y es t e s t i m o n i o de la t e m p r a n a i n c l i n a c i ó n de G a l d ó s hacia las ideas de los krausistas españoles, cuyos p r i n c i p i o s básicos él ya c o m p a r t e . L a o p o s i c i ó n conservadora —sobre t o d o Pereda y Menéndez P e l a y o — ya h a b í a n c r i t i c a d o a G a l d ó s el valerse de personajes " k r a u s i s t a s " en sus novelas. Así Menéndez Pelayo dirá: " ¡ O h y c u a n triste cosa es n o ver m á s m u n d o q u e el q u e se ve desde el a h u m a d o r e c i n t o del A t e n e o y ponerse a hacer novelas de carácter y de c o s t u m FERNANDO DE CASTRO (1814-1874), discípulo y coetáneo de Julián Sanz del Río, es una de las figuras más importantes de la primera época del krausismo español. Sacerdote, pero separado de la Iglesia Católica durante los últimos años de su vida, narra su propia crisis religiosa en Memoria testamentaria, edición de Manuel Sales y Ferré, Madrid, 1874. Fue capellán real y profesor en la Universidad de Madrid, y a raíz de la Revolución de Septiembre fue nombrado Rector de la misma. D E N A H L I D A nos dice a este propósito, al hacer referencia a los años de Galdós en la Universidad Central: "No es pura casualidad que los profesores a quienes más se acercó fuesen dos interesantes figuras relacionadas con el movimiento reformador de la Universidad: Fernando de Castro y Alfredo Adolfo Camus", "Sobre el 'krausismo' de Galdós", AG, 2 (1967), p. 1. WILLIAM H. SHOEMAKER, LOS artículos de Galdós en "La Nación", Madrid, 1972, p. 428. 7 8 NRFH, XXXII 65 GALDÓS Y EL KRAUSISMO ESPAÑOL bres c o n personajes de la Minuta de un testamento, c o m o si F i c ó b r i g a [ c i u d a d donde tiene l u g a r Gloria] fuese u n país de Salmerones o de Azcárates!" (Recordemos q u e Nicolás S a l m e r ó n y G u m e r s i n d o de Azcárate son, j u n t o c o n Francisco G i n e r de los R í o s , los krausistas españoles más prestigiosos en a q u e l m o m e n t o , y los fundadores, en 1876, de la Institución L i b r e de Enseñanza). Pero n o fue en Gloria, sino en La familia de León Roch, d o n d e G a l d ó s trataría c o n m á s detalle la a c t i t u d del krausista e s p a ñ o l . Así l o ha reconocido nuestra crítica actual: " L e ó n R o c h es s í m b o l o del krausista educador de l a Restauración, que se p r o p o n e r e f o r m a r a E s p a ñ a n o p o r la v i o l e n c i a , sino p o r m e d i o de l a e d u c a c i ó n " . O , de m o d o más directo: " E n L e ó n R o c h nos ofrece G a l d ó s u n m o d e l o del j o v e n k r a u s i s t a " . Es cierto q u e G a l d ó s traslada en La familia de León Roch l a ideología krausista a l m u n d o de l a ficción, y que en la persona de L e ó n R o c h se encarna l a a c t i t u d de los krausistas españoles. Es t o d o esto, pero nada más q u e esto. De a h í , a considerar a L e ó n R o c h " u n m o d e l o de j o v e n k r a u s i s t a " , c o m o q u i e r e López-Morillas, hay m u c h a d i s t a n c i a . D i c h a p o s i c i ó n puede, p o r o t r a parte, cond u c i r n o s a j u i c i o s t o t a l m e n t e erróneos a l j u z g a r el i m p a c t o del k r a u s i s m o e s p a ñ o l e n el desarrollo i n t e l e c t u a l de E s p a ñ a . S i g u i e n d o esta l í n e a de pensamiento Steele dirá: " L a causa del fracaso de L e ó n R o c h es f u n d a m e n t a l m e n t e l a causa del fracaso de M á x i m o M a n s o . E l profesor M a n s o es u n i n t e l e c t u a l q u e fracasa a l ser colocado cara a cara c o n la r e a l i d a d de su sociedad. E n l a m e d i d a q u e su v i d a es u n fracaso, también l o es su enseñanza, l o q u e , a su vez, s i g n i f i c a el fracaso, o c o m o m í n i m o las l i m i t a c i o n e s de la ideología k r a u sista" . C o m o ya ha quedado expuesto, las razones q u e m o t i v a n el fracaso de L e ó n R o c h son muchas y c o m p l e j a s . A q u í nos interesa sólo considerar u n a de ellas: T a n t o L e ó n R o c h c o m o M á x i m o M a n s o n o son hombres de a c c i ó n . L e ó n R o c h n o fracasa c o m o 9 10 11 12 13 MARCELINO MENÉNDEZPELAYO, Historia de los heterodoxos españoles, Madrid, 1967, t. 2, p. 1019. CHARLES W. STEELE, " T h e krausist educator as depicted by Galdós", KFLQ, 5 (1958), p. 136. JUAN LÓPEZ-MORILLAS, Hacia el 98. Literatura, sociedad, ideología, Barcelona, 1972, p. 94. Otras opiniones al particular se pueden encontrar en los siguientes estudios: H . CHONON BERKOWITZ, "Galdós and Giner, A Literary Friendship", The Spanish Review, 1 (1934), 64-68; GUSTAVO CORREA, "Configuraciones religiosas en La familia de León Roch de Pérez Galdós", RHM, 26 (1960), 85-95; DENAHLIDA, "Sobre el 'krausismo' de Galdós", ^ G , 2(1967), 1-27; W I L L I A M H . SHOEMAKER, "Sol y sombra de Giner en Galdós", Estudios sobre Galdós, Valencia, 1970, pp. 259-275. Esta identificación unida al deseo de López-Morillas de interpretar La familia de León Roch como prueba del fracaso a que nos lleva en la práctica la teoría de la Minuta, le hará deducir "que esa norma de conducta no es practicable", Hacia el 98, p. 94. CHARLES W. STEELE, " T h e krausist educator as depicted by Galdós", p. 138. 9 10 11 12 13 66 JOSÉ LUIS GÓMEZ-MARTÍNEZ NRFH, XXXII persona, su i n t e g r i d a d se m a n t i e n e hasta el f i n a l y de m o d o e j e m p l a r en los m o m e n t o s difíciles del desenlace: su pasión amorosa le señalaba u n c a m i n o , h u i r c o n Pepa F ú c a r ; su razón y conciencia social le decía q u e e l l o era u n acto i n d i g n o ; t r i u n f a su estricta conciencia m o r a l . L e ó n R o c h sólo fracasa en su m i s i ó n social, en su f u n c i ó n de p o r t a d o r de u n a ideología. C o n e l l o G a l d ó s da a entender q u e si b i e n el ser buenos está a l a a l t u r a de todos, sólo a u n a m i n o r í a p r i v i l e giada les es dado llegar a ser santos. Ú n i c a m e n t e el h o m b r e de acción puede ser apóstol. L a p a s i v i d a d de L e ó n R o c h se a c e n t ú a hasta l a exageración d u r a n t e la p r i m e r a parte, y es en ella donde se labra su " f r a c a s o " . E n la segunda y sobre t o d o en l a tercera, su a c t i v i d a d a n u n c i a el f i n a l d i g n o del h o m b r e q u e c o n t r o l a su d e s t i n o . C o m o c o m p l e m e n t o de esta sección debemos t a m b i é n hacer referencia a la i m p o r t a n c i a de l a educación física d e n t r o del sistema ideológico de los krausistas españoles. E n el Ideal se considera parte de " l a ley de l a h u m a n i d a d , q u e el h o m b r e e d u q u e su c u e r p o y l o m a n t e n g a en s a l u d , fuerza, belleza (Ideal, 88-89), ya q u e " e l desarrollo i g u a l de la naturaleza h u m a n a en todo el h o m b r e contiene y exige el desarrollo del c u e r p o en p r o p o r c i ó n , en m e d i d a y en a r m o n í a consigo y c o n el del e s p í r i t u " (Ideal, 89). De acuerdo c o n e l l o , aquellos personajes galdosianos q u e encarnan la a c t i t u d krausista están también preocupados p o r el ejercicio físico q u e ellos i n t e g r a n en las actividades de su v i d a d i a r i a . Y t a n t o Pepe Rey c o m o L e ó n R o c h son modelos de personas b i e n conservadas. I n c l u s o el sedentar i o M á x i m o M a n s o podrá decir: " A consecuencia de los b i e n ordenados ejercicios g i m n á s t i c o s , poseo bastante a g i l i d a d y salud i n a l t e r a b l e " ( p . 1187). U n o de los ejercicios favoritos de los krausistas españoles f u e r o n los largos paseos q u e les llevaría a descubrir el paisaje r u r a l e s p a ñ o l , l u e g o elevado a categoría l i t e r a r i a p o r los m i e m b r o s de l a g e n e r a c i ó n del 98. D e l m i s m o m o d o M á x i m o M a n s o nos dice sobre sus clases a M a n o l i t o : " P a r a c o m p l e t a r el estudio d é l a m a ñ a n a , salíamos a pasear p o r las tardes, ejercitándonos de c u e r p o y a l m a , p o r q u e a u n t i e m p o c a m i n á b a m o s y a p r e n d í a m o s " ( p . 1194). 14 ,, E l problema que Galdós plantea era actual y legítimo. L a Restauración y la pasividad de muchos de los krausistas españoles habían motivado que en 1878, diez años después de la Revolución de Septiembre, la mayoría de las prerrogativas sociales adquiridas en 1868 habían sido derogadas. Pero si el krausismo español careció de hombres de acción suficientes para popularizar su actitud moral, sí que los tuvo para hacer que su ideología triunfara como el foco intelectual español más importante desde la época erasmista de la primera mitad del siglo X V I . Galdós volvería más tarde sobre este particular al hablar, en 1901, sobre la "perseverancia aragonesa" de Joaquín Costa: " S u labor ardua, generosa, absolutamente desinteresada, nos abre horizontes de esperanza en medio de esta cerrazón que envuelve los desmayados caracteres de nuestra época. Con muchos como Costa, fácil sería que nos viéramos si no regenerados en camino de serlo; pero hombres de este temple hay pocos en todas partes, y aquí es tan reducido su número que se les puede contar por los dedos de la mano, aun exponiéndonos a que sobre algún dedo en la cuenta", Las cartas desconocidas de Galdós en "La Prensa", Madrid, 1973, p. 542. 14 NRFH, XXXII GALDÓS Y EL KRAUSISMO ESPAÑOL 67 L A RAZÓN A l describir las características f u n d a m e n t a l e s del k r a u s i s m o , nos dice Martín Buezas que " e n la base del p e n s a m i e n t o filosófico krausista, y en el i n i c i o de su a n d a d u r a , está l a razón n a t u r a l c o m o o r i g e n ú n i c o del c o n o c i m i e n t o c i e n t í f i c o " . Así nos l o p r o p o n e el Ideal a l señalar que "sobre el á n i m o y el corazón r e i n a el espíritu c o n su i n d i v i s i b l e r a z ó n " (Ideal, 83), y q u e " e l espíritu c o m o razón d e t e r m i n a y concluye d e f i n i t i v a m e n t e " (Ideal, 84). Galdós, s i g u i e n d o tales premisas en su obra, h a r á q u e sus personajes, a l menos en la i n t e n c i ó n , se r i j a n i g u a l m e n t e p o r los dictámenes de la razón. P o r e l l o M á x i m o M a n s o dirá: " M e p r o p u s e conseguir que m i razón fuese dueña y señora absoluta de m i s actos, así de los más i m p o r t a n t e s c o m o de los más ligeros; y t a n b i e n me h a i d o con este h e r m o s o p l a n , q u e me a d m i r o de q u e n o l o sigan y observen los hombres t o d o s " ( p . 1189). Y L e ó n R o c h : " H e f o r m a d o m i p l a n c o n la f r i a l d a d razonadora de u n h o m b r e p r á c t i c o " ( p . 795). Pero si b i e n es cierto q u e en el Ideal se p r o p o n í a q u e el examen de la razón precediera a nuestras acciones —"debes a f i r m a r la verdad sólo p o r que y en c u a n t o la conoces, n o p o r q u e o t r o l a conozca: s i n el p r o p i o examen n o debes a f i r m a r n i negar cosa a l g u n a " (Ideal, 101)—, la razón era, s i n e m b a r g o , ú n i c a m e n t e u n a de las partes q u e f o r m a n el c o n j u n t o a r m ó n i c o de espíritu y c u e r p o : " E s p í r i t u y c u e r p o u n i d o s í n t i m a m e n t e en el h o m b r e expresan la d i g n i d a d de l a razón j u n t o c o n la v i t a l i d a d de la n a t u r a l e z a " (Ideal, 91). I n t e r p r e t a d o de este m o d o , l a razón viene a representar u n d o m i n i o d e n t r o de la a r m o nía, es decir, n o pretende r e p r i m i r los s e n t i m i e n t o s , s i n o d i r i g i r l o s . G a l d ó s , n o obstante, e l i m i n a este e q u i l i b r i o necesario a l presentarnos a los personajes. Así Pepe Rey ante l a n o t i c i a de su posible m a t r i m o n i o " p a r e c í a estar e x a m i n a n d o u n p r o y e c t o de e m p a l m e de dos vías férreas" ( p . 423). L e ó n R o c h nos confiesa: " H e m e d i t a d o m u c h o , y he pensado el p r o y el c o n t r a c o n l a e s c r u p u l o s i d a d de u n q u í m i c o q u e pasa gota a gota los elementos de u n a c o m b i n a c i ó n " (p. 795). E n l a r e a l i d a d de l a ficción, s i n e m b a r g o , G a l d ó s se complace nuevamente en colocarnos ante situaciones externas. L e ó n R o c h , presentado c o m o m o d e l o de h o m b r e razón, debe después reconocer que M a r í a le " c a u t i v ó p o r su h e r m o s u r a " , y q u e fue l a p a s i ó n y n o l a razón la q u e decidió: " M e caso, y a l elegir m i esposa... N o está b i e n d i c h o elegir, p o r q u e n o h u b o elección, n o ; me e n a m o r é c o m o u n b r u t o " ( p . 795). Este c o n f l i c t o entre razón-pasión q u e d a establecido desde el p r i n c i p i o en La familia de León Roch, y es t a n t o más i r ó n i c o c u a n t o q u e l a p e r s o n a l i d a d de M a r í a E g i p c í a c a era correcta15 FERNANDO MARTÍN BUEZAS, La teología de Sanz del Río y del krausismo español, p. 67. 15 68 JOSÉ LUIS GÓMEZ-MARTÍNEZ NRFH, XXXII mente juzgada p o r todos a q u e l l o s q u e la c o n o c í a n ; t a l era la o p i n i ó n del Marqués de F ú c a r : " Y o creo q u e el m a t e m á t i c o [ L e ó n R o c h ] ha p e r d i d o la chaveta y se h a dejado enloquecer p o r a q u e l l o s ojos de fuego. Esa c h i q u i l l a n o me gustaría para esposa. H e r m o s u r a super i o r , fantasía, tendencia a l r o m a n t i c i s m o , u n carácter escondido, a l g o que n o se ve. E n f i n , n o me gusta, n o me g u s t a " ( p . 784). L o q u e pretende Galdós a través de la p e r s o n a l i d a d de L e ó n R o c h es presentar otra faceta del operar de la razón en el ser h u m a n o . E n teoría l a razón sirve para analizar y después i m p o n e r , m e d i a n t e la v o l u n t a d , la r e a l i d a d o b t e n i d a a los sentimientos. E n la práctica, s i n e m b a r g o , puede la razón t a m b i é n operar s u b o r d i n a d a a los sentimientos en u n i n t e n t o de mostrar r a c i o n a l m e n t e la r e a l i d a d de éstos, o sea, en u n convencerse a sí m i s m o . Éste es el proceso q u e se m a n i f i e s t a en L e ó n R o c h y j u s t i f i c a sus acciones: " H a y situaciones en q u e el h o m b r e necesita decir en voz alta l o q u e piensa para convencerse más de e l l o " ( p . 796). N o es la razón la q u e d i r i g e en el m o m e n t o de elegir esposa y de a h í el fracaso p o s t e r i o r de L e ó n R o c h en el i n t e n t o de f o r m a r u n a f a m i l i a . C o n e l l o , si G a l d ó s c r i t i c a la confianza excesiva en la razón, demuestra t a m b i é n a l m i s m o t i e m p o la necesidad de q u e ésta señoree sobre las pasiones. E n el á m b i t o personal, donde L e ó n R o c h d i r i g e sus acciones según los dictámenes de l a razón a su conciencia, G a l d ó s l o presenta c o m o u n a persona m o d e l o , c o m o u n krausista español. L A RELIGIÓN T a n t o Doña Perfecta c o m o Gloria y La familia de León Roch h a n sido consideradas novelas anticlericales. A u n c u a n d o el a n t i c l e r i c a l i s m o es ú n i c a m e n t e , p o r así d e c i r l o , el r o p a j e externo, d i c h a clasificación es en cierto m o d o correcta, si n o lleva t a m b i é n consigo el s i g n i f i c a d o de a n t i r r e l i g i o s a . L a cuestión religiosa es c e n t r a l en estas novelas ño sólo p o r q u e la r e l i g i ó n f o r m a la base esencial del p e n s a m i e n t o krausista, s i n o t a m b i é n p o r q u e es la conciencia r e l i giosa de los personajes la q u e m o t i v a los c o n f l i c t o s q u e en ellas se desarrollan. C o m o nuestro p r o p ó s i t o en este estudio es establecer las relaciones q u e existen entre dichas novelas de G a l d ó s y las teorías expuestas en el Ideal de la Humanidad y ejemplarizadas en la Minuta, vamos a considerar p r i m e r o l a p o s i c i ó n de la r e l i g i ó n en el k r a u sismo, para ver l u e g o c ó m o se rel ac io na c o n l a sociedad, y su presentación en el caso concreto de la Minuta. La Religión en el krausismo Si a l g o nos i m p r e s i o n a a l leer p o r p r i m e r a vez el Ideal de la Humanidad es, además de su i d e a l i s m o , su p r o f u n d o carácter r e l i - NRFH, XXXII GALDÓS Y EL KRAUSISMO ESPAÑOL 69 gioso. Así se nos dice que " e l fundamento de toda vida y vida humana, de toda la bondad y belleza posible a los hombres es Dios, según es conocido en la r e l i g i ó n " (Ideal, 50). Y a que " e n la comunicación con Dios renace el hombre a nueva vida; el hombre religioso ama a Dios con claro conocimiento y con puro corazón; a sus ojos se aclara el misterio de los seres y el misterio de su existencia particul a r " (Ideal, 51). Por lo tanto, " l a religión es el principio y el fin de la vida h u m a n a " (Ideal, 51), y los "hombres religiosos, donde quiera que se encuentran, simpatizan estrechamente, comunican sus sentimientos, y en esta c o m u n i c a c i ó n fundan u n a c o m ú n superior vida donde muestran la religión de su corazón en palabras y obras como una 'edificación social' " (Ideal, 51-52). Esta religión interna del hombre, al vivir éste en sociedad, ha de manifestarse en u n culto externo, social, dirigido por la Iglesia, la cual "es tan necesaria a la h u m a n i d a d en su plena virilidad como a la h u m a n i d a d infante y joven, que se educa para e l l a " (Ideal, 52). Pues " l a Religión y la Iglesia median entre Dios y la humanidad, en cuanto la humanidad debe vivir íntima en Dios y subordinada a Dios, en espíritu de piedad f i l i a l " (Ideal, 61). Y en una proyección idealista se reflexionará que "así como nuestra humanidad está llamada a constituirse en u n R e i n o y Estado sobre toda la tierra, está llamada a reunirse en una sociedad fundamental religiosa (una Iglesia) bajo la subordinación a Dios, y en el amor de todos los hombres en D i o s " (Ideal, 238-239). La Religión en la sociedad krausista U n a vez establecido el carácter eminentemente religioso que inspira a la ideología de los krausistas españoles, conviene hacer notar su base racionalista que exige al hombre "conocer en la ciencia a Dios y el m u n d o " : " E l hombre, imagen viva de Dios, y capaz de progresiva perfección, debe vivir en la religión unido con Dios, y subordinado a Dios; debe realizar en su lugar y esfera limitada la a r m o n í a de la vida universal, y mostrar esta a r m o n í a en bella forma exterior; debe conocer en la ciencia a Dios y el m u n d o " (Ideal, 33). L a religión así entendida se convierte en el hombre en algo personal, que sólo tiene de c o m ú n con el resto de la h u m a n i d a d el estar regida por la razón natural. De ahí el conflicto con que puede encontrarse con las costumbres establecidas en u n a determinada sociedad, por lo que se le aconseja al individuo que "donde la moral pública reinante demanda actos contra razón o humanidad, debe el particular dentro del pueblo escuchar la voz de Dios, que p r o h í b e l a enajenación de la libertad, antes que la voz del pueblo; debe mejor dejar la vida, que seguir, contra la voz interior, la voluntad inmoral de otro hombre por superior que sea" (Ideal, 196). Por ello el Estado, 70 JOSÉ LUIS GÓMEZ-MARTÍNEZ NRFH, XXXII q u e "debe obrar en t o d o l o q u e abarque su esfera b a j o l a idea de b o n d a d m o r a l , y c o n sentido general r e l i g i o s o (Ideal, 49), deberá también garantizar la l i b e r t a d i n d i v i d u a l en las esferas del espíritu: " L o que el h o m b r e i n t e r i o r puede y debe realizar en sí, su c u l t u r a en ciencia y arte, en m o r a l y r e l i g i ó n , debe el Estado d e j a r l o a l a l i b e r t a d y a las i n f l u e n c i a s espontáneas, las sociales y exteriores, c o m o las i n d i v i d u a l e s e interiores sobre el h o m b r e " (Ideal, 60). De acuerdo c o n la m á x i m a de q u e el h o m b r e debe "conocer en la ciencia a D i o s " , el krausista español lejos de separar o ver c o m o contrarias la ciencia y l a r e l i g i ó n , tratará de establecer u n a relación de a r m o n í a entre ellas; ya q u e , según él, " e n nuestros días n o basta sobre esto u n a mera c o n c i l i a c i ó n o u n a tolerancia tácita entre ambas esferas y sociedades f u n d a m e n t a l e s ; se p i d e u n a relación p o s i t i v a b a j o u n a ley superior, en l a q u e concierte efectivamente el f i n religioso con el científico según el carácter de ambos, y q u e pueda convertirse 'en ley o b l i g a t o r i a ' para u n o y para o t r o , q u e prepare desde h o y u n concurso efectivo de la religión c o n la ciencia y de la ciencia con la religión b a j o la idea de la u n i d a d de D i o s y de la h u m a n i d a d en D i o s " (Ideal, 263). Esto, p o r o t r a parte, n o debe llevarnos a pensar q u e se trata ú n i c a m e n t e de u n a r e l i g i ó n de la razón, pues a pesar del i n d u d a b l e p r e d o m i n i o de la razón sobre la fe, en el Ideal se da énfasis a q u e " n i a u n para la ciencia deja de ser el c o n o c i m i e n t o de D i o s , y D i o s sobre el m u n d o , u n a verdad a n t i c i pada i n d e p e n d i e n t e m e n t e del c o n o c i m i e n t o r e f l e x i v o , y en este sentido n o deja la ciencia de 'ser u n a fe r a c i o n a l ' " (Ideal, 262). La Religión en la "Minuta" E n la Minuta se e j e m p l a r i z a el aspecto r e l i g i o s o del Ideal a l d e s a r r o l l a r l o en u n caso concreto: l a crisis religiosa del testador y su relación c o n la f a m i l i a y el resto de l a sociedad. Debemos, n o obstante, señalar desde el p r i n c i p i o q u e el testador, en su credo i n d i v i d u a l , si b i e n representaba a l Ideal y a los krausistas españoles, l o h a c í a sólo en c u a n t o era proyección de unos m i s m o s p r i n c i p i o s . Las conclusiones concretas a q u e llega, precisamente p o r su f u n d a m e n t o racionalista, son de carácter personal. De todos m o d o s hay t a m b i é n que reconocer q u e a u n c u a n d o en el c a m p o teórico p u d i e r a n o e x i s t i r c o n t r a d i c c i ó n esencial entre ser krausista y c a t ó l i c o , en l a r e a l i d a d concreta del s i g l o X I X español l l e g a r o n a presentarse c o m o c o n t r a r i o s . E n este sentido sí q u e se puede considerar a l testador p r o t o t í p i c o , sobre t o d o en nuestro i n t e n t o de r e l a c i o n a r l o c o n las obras de G a l d ó s ; ya q u e el credo del testador en l a Minuta l o es t a m b i é n el de Pepe Rey de Doña Perfecta, el de B u e n a v e n t u r a de L a n t i g u a de Gloria, el de L e ó n R o c h . N o s dice el testador: L l e g ó u n día en que, e x a m i n a n d o serenamente m i conciencia, encontré que p o d í a formular m i profesión de fe diciendo: creo en u n Dios NRFH, XXXII CALDOS Y EL KRAUSISMO ESPAÑOL 71 personal y providente, al que me considero íntimamente unido para la obra de la vida... Creo en la vida futura, y por tanto en la inmortalidad de nuestro ser, de nuestro espíritu con un cuerpo, habiendo de conservar siempre el hombre su individualidad esencial... Creo que la providencia de Dios alcanza, con su amor, a todos los pueblos y a todas las épocas... Creo que la manifestación más alta y más divina de la vida religiosa hasta hoy es la cristiana" (Minuta, 116-118). De lo anterior se desprende que la religión era para el krausista español algo personal y que su apostolado no se basaba en la enseñanza de unos principios teóricos, sino en las acciones que de su religiosidad emanaban. De ahí que sea también característica la posición del testador cuando dice: "Además yo había contraído el hábito de no hablar con nadie de esta materia, principalmente porque apenas si era posible encontrarse sino con fanáticos o con volterianos; aquellos no me habían de oír a mí, n i yo quería oír a éstos; no esperaba encontrar en los primeros amor y caridad, no obstante creerse tan cristianos; n i en los últimos luz y ciencia, a pesar de creerse tan sabios" (Minuta, 111). Por ello aconseja a sus hijos que "respeten las creencias dominantes en su patria; hablen y discutan estas materias con toda prudencia, toda discreción, todo miramiento; pero no sacrifiquen nunca al c o m ú n sentir de las gentes sus convicciones sinceras, serias y honradas" (Minuta, 231-232). E s decir, lo que combate el testador es tanto el fanatismo religioso, ortodoxo católico o racionalista, como la hipocresía resultante de tratar de ocultar las propias creencias: Cuando el individuo se encuentra en contradicción con el común sentir de la sociedad en que vive, puede caer en dos extremos igualmente dignos de censura. Unas veces el exagerado respeto a la opinión reinante y el miedo a la singularidad le llevan a callar, ocultando sus creencias... Otras, por el contrario, confundiendo lo que es exigencia real de la sinceridad con el afán indiscreto de hacer públicas profesiones de fe, se pone frente a frente de la sociedad en que vive; se goza en poner de manifiesto la contradicción entre los principios que ésta profesa y los suyos, y no encuentra nunca obligado ni oportuno el silencio (Minuta, 232). La Religión en Galdós E l espíritu del Ideal que luego proyectaría la Minuta es el mismo que adorna a los personajes krausistas de Galdós, y de modo especial a L e ó n R o c h . S u credo es semejante al del testador: " Y o creo en el a l m a inmortal, en la justicia eterna, en los fines de perfección, ¡breve catecismo, pero grande y f i r m e ! " (p. 976). Incluso su actitud ante la sociedad es similar, pues " n o tenía tampoco el afán de la conquista, n i quería convertir a nadie" (p. 814). Seguía igualmente 72 JOSÉ LUIS GÓMEZ-MARTÍNEZ NRFH, XXXII los consejos del testador en que " n o tenía gazmoñería racionalista -—también hay gazmoñería racionalista—, que consiste en escandalizarse con exceso de la credulidad de algunas personas y en ridiculizar su fervor; por el contrario, L e ó n miraba con respeto a algunos creyentes, y a otros casi con e n v i d i a " (p. 814). E l conflicto que se presenta en estas novelas galdosianas responde a tres posiciones distintas: L a krausista inspirada en el Ideal de la Humanidad y la Minuta de un testamento, la posición oficial de la Iglesia Católica, y, finalmente, la confusa y a veces absurda idea que el pueblo tenía de los krausistas españoles. a) C o n respecto a la primera posición, además de lo señalado ya en torno a L e ó n Rochu podría quedar resumida en el credo de Buenaventura de L a n t i g u a , tío de G l o r i a : Yo creo que la fe religiosa, tal como la han entendido nuestros padres, pierde terreno de día en día... Yo creo que los hombres buenos y caritativos pueden salvarse, y se salvarán fácilmente, cualquiera que sea su religión. Creo que muchas cosas establecidas por la Iglesia, lejos de acrecentar la fe, la disminuyen, y que en todas las religiones, y principalmente en la nuestra, sobran reglas, disposiciones, prácticas. Creo que los cultos subsistirían mejor si volvieran a la sencillez primitiva. Creo que si los pobres religiosos se empeñan en acrecentar demasiado su influencia, la crítica acabará con ellos. Creo que la conciliación entre la filosofía y la fe es posible, y que si no es posible vendrá el caos. Creo que cada vez es menor, mucho menor, el número de los que tienen fe, lo cual me parece funesto. Creo que ninguna nación ni pueblo alguno pueden subsistir sin una ley moral que les dé vida... Creo, finalmente, y para decirlo todo de una vez, que el fondo moral es con corta diferencia uno mismo en las religiones civilizadas; mejor dicho, que el hombre culto educado en la sociedad europea es capaz del superior bien, cualquiera que sea el nombre con que invoque a Dios (pp. 631-632). Buenaventura de L a n t i g u a , al mismo tiempo de creer lo anteriormente anotado, profesa también ser " c a t ó l i c o sincero por educación, por c o n v i c c i ó n " (p. 631). Y es que su ideología responde a la actitud de los krausistas españoles que pretenden elevarse por encima de toda religión particular. Así lo reconocerá igualmente D a n i e l Morton, judío: " ¿ C r e o acaso que m i religión es la única en que los hombres pueden salvarse, la única que contiene las verdades eternas? No; felizmente sé remontar m i espíritu por encima de todos los cultos" (p. 657). b) L a posición oficial de la Iglesia Católica quedó expuesta con la publicación, por el papa P i ó I X , en diciembre de 1864, del Syllabus. S u contenido, en el que se compilaban 80 proposiciones, estaba dividido en diez apartados que trataban, entre otras corrientes de la época, sobre el panteísmo, naturalismo, racionalismo, socialismo y NRFH, XXXII GALDOS Y E L KRAUSISMO ESPAÑOL 73 l i b e r a l i s m o . Por l o general los krausistas españoles l o consideraron c o m o u n a r u p t u r a de toda posible a r m o n í a entre el c a t o l i c i s m o y l a filosofía, la ciencia, la razón. E l testador de la Minuta se expresaba a l p a r t i c u l a r en términos precisos; así a l hablar sobre su esperanza de que el c a t o l i c i s m o p u d i e r a todavía servir a l a causa de l a c i v i l i z a ción, nos dice: "Esta esperanza fuese después desvaneciendo hasta que el Syllabus v i n o a convencerme de que si erraban m i s a n t i g u o s compañeros de las aulas a l creer i n c o m p a t i b l e l a R e l i g i ó n con l a libertad, l a m i s m a Iglesia h a v e n i d o a declarar que l o es el c a t o l i cismo c o n l a civilización m o d e r n a " (Minuta, 157). Galdós también haría eco de este r e s e n t i m i e n t o haciendo que G l o r i a en u n m o m e n t o de e x c i t a c i ó n d i j e r a : " M a l d i t o s sean Martín L u t e r o , L a R e f o r m a , Felipe I I . . . e l Syllabus" ( p . 568). Es también en Gloria donde Galdós expresará de m o d o más directo l a posición de l a Iglesia Católica, sobre todo p o r hacer portavoz de ella a u n o b i s p o , Ángel de L a n t i gua, tío de G l o r i a , que dirá a ésta: " T ú dices: l o s hombres pueden encontrar el c a m i n o de l a eterna salvación y conseguir l a g l o r i a eterna en el c u l t o de c u a l q u i e r religión'. Pues b i e n : esa p r o p o s i c i ó n está condenada p o r el Soberano Pontífice... T ú dices: ' t o d o h o m b r e tiene l i b e r t a d para abrazar y profesar a q u e l l a religión q u e , g u i a d o p o r la luz de la razón, creyera verdadera'. Pues b i e n : esta proposición está condenada en las Letras A p o s t ó l i c a s " ( p . 577). c) A l hacer m e n c i ó n a n t e r i o r m e n t e de l a confusa y a veces absurda idea que el p u e b l o tenía de los krausistas españoles, n o nos referíamos sólo a las personas i n c u l t a s que a veces p u l u l a n en el m u n d o de ficción creado p o r G a l d ó s , sino t a m b i é n a prestigiosos intelectuales de l a época. Menéndez Pelayo nos dice a l hablar del resultado de l a educación q u e p r o p o n í a Canalejas: " Q u é podrán ser sino krausistas, es decir, ateos d i s f r a z a d o s " . ¿ Q u é s i g n i f i c a d o daría Menéndez Pelayo a l a p a l a b r a "ateo"? Si b i e n esta o p i n i ó n , p u b l i cada en 1882, es exponente de l a creencia p o p u l a r , a nosotros nos interesa a h o r a más u n breve artículo escrito p o r Pereda en 1877, después de l a p u b l i c a c i ó n de Gloria (1876-1877), q u e s i n d u d a motivó l a reacción de Pereda, y antes de la a p a r i c i ó n de La familia de León Roch, donde G a l d ó s se hace eco de su c o n t e n i d o . Pereda t i t u l a su semblanza s i g n i f i c a t i v a m e n t e " U n s a b i o " . E l sabio de Pereda " h a asistido d u r a n t e dos meses a u n a cátedra de filosofía krausista en l a U n i v e r s i d a d de M a d r i d " , y apoya sus a f i r m a c i o n e s " c o n la a u t o r i dad de los 'santos' padres, o pontífices de ' s u ' Iglesia: Krause, Sanz del R í o y S a l m e r ó n " . Su f o r m a c i ó n p r o v i e n e de esas escuelas filosóficas, q u e c u a n d o se separan "de l a verdad católica n o es para p r o c l a m a r o t r a creencia, sino para d u d a r de todas", y t e r m i n a r 16 1 7 18 1 6 MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO, Historia de los heterodoxos españoles, p. 1015. 1 7 JOSÉ MARÍA DE PEREDA, Obras completas, ™lbid., p. 741. Madrid, 1948, t. 1, p. 740. t. 2, 74 NRFH, XXXII JOSÉ LUIS GÓMEZ-MARTÍNEZ careciendo de f e . Además repite sus tesis " d o n d e q u i e r a q u e h a l l a tres hombres r e u n i d o s " , p o r l o q u e su vida "es u n a pelea s i n tregua n i sosiego", y " l o p r i m e r o q u e discute, y c o n afán si hay mujeres en el a u d i t o r i o , es a Dios, es decir, a l D i o s de las viejas creencias" . A l sabio de Pereda " n a d a le r e p u g n a b a t a n t o ... c o m o los m i l a g r o s , l o sobrenatural y l o del p r e m i o y el castigo i n m e d i a t o s a la m u e r t e del c u e r p o " . Para c o l m o Pereda hace a su sabio p a r t i d a r i o del e s p i r i t i s m o , p o r l o " q u e se pasa las horas muertas h a b l a n d o m a n o a m a n o c o n el espíritu de C o n f u c i o , o c o n el de Sancho P a n z a " . Y , p o r si fuera poco, va " m u y a m e n u d o a l a r u l e t a " . Esta visión caricaturesca será la q u e G a l d ó s percibe de la socied a d y de la que hace portavoz a numerosos de sus personajes. E n el caso concreto de L e ó n R o c h , éste aparece a d o r n a d o de todas las cualidades morales, y se le presenta c o m o h o m b r e cuya fe, c o m o se e x p u s o a n t e r i o r m e n t e , está fuera de dudas. N o obstante, toda la f a m i l i a de su esposa, q u e e x c e p t u a n d o a L u i s posee sólo u n a r e l i g i o sidad externa, le acusará de ateo: L a Marquesa: " L a pobre m u c h a cha te quiere ciegamente; su a m o r está sobre todo; pero le a t o r m e n t a m u c h o t u fama de ateo" ( p . 804). E l M a r q u é s : " T i e n e s u n a f a m a de ateo que espanta. Y o , te soy f r a n c o , más querría perder m i p o s i c i ó n y m i n o m b r e en el m u n d o , q u e tener esa f a m a de ateísmo q u e tú m i s m o te has g a n a d o " ( p . 807). G u s t a v o : " Y a que tienes l a desgracia de n o creer, debiste o c u l t a r a t u esposa esa l l a g a de la c o n c i e n c i a " ( p . 812). L u i s : " T u esposo, c o r r o m p i d o p o r sus ideas filosóficas y p o r la n e g a c i ó n de D i o s , será siempre u n o b s t á c u l o terrible a t u s a n t i d a d " ( p . 838). E l confesor de M a r í a , P a o l e t t i : " S u desventurado m a r i d o de usted es incapaz de toda idea m o r a l " ( p . 947). 19 20 21 22 23 L A MORAL De l o ya expuesto en las secciones anteriores y de la a c t i t u d e m i n e n t e m e n t e social del k r a u s i s m o e s p a ñ o l , se desprenden sus rigurosas y precisas leyes morales. T o d o h o m b r e a l integrarse en la sociedad contraía con ella el deber de p a r t i c i p a r en su perfeccionam i e n t o , según se e x i g í a en el Ideal: " A p l í c a t e a m o r a l i z a r el m e d i o social en q u e vives, desde t i a l a f a m i l i a , a l c í r c u l o l i b r e , a l p u e b l o ; y afirmarás en g r a d o descendente el sentido m o r a l del p u e b l o , de la f a m i l i a y el de t i m i s m o " (Ideal, 203). E n r e a l i d a d el k r a u s i s m o , en su i n t e n t o de renovación constante del m u n d o hacia u n a sociedad siempre más perfecta, contaba ú n i c a m e n t e c o n el i n d i v i d u o , pues sólo él es capaz de c o n t i n u o p e r f e c c i o n a m i e n t o , y sólo a travos del 19 20 21 22 23 Ibid., p. 740. Ibid., p. 741. Ibid. Ibid. Ibid., p. 743. NRFH, XXXÍI GALDOS Y EL KRAUSISMO ESPAÑOL 75 individuo puede conseguirse la incesante perfección de las instituciones. Por ello el Ideal, en la exposición de los deberes morales, se manifiesta en términos precisos: Combatirás el error con la ciencia; la fealdad con la belleza; el pecado con la virtud; l a injusticia c o n l a justicia; el odio c o n el amor; el rencor con la benevolencia; la pereza con el trabajo; la vanidad con la modestia; el e g o í s m o con el sentido social y la m o d e r a c i ó n ; la mentira con la verdad; la p r o v o c a c i ó n con la firme serenidad y la igualdad de á n i m o ; la m a l i g n i d a d con la tolerancia; la ingratitud con la nobleza; la censura con l a docilidad y l a reforma; l a venganza con el perdón. De este modo combatirás el m a l con el bien, prohibiéndote todo otro medio (Ideal, 101-102). Éstas son también las virtudes con las que Galdós, en mayor o menor cuantía, adorna a aquellos personajes en los que pretende simbolizar la actitud de los krausistas españoles. Así, si por una parte podemos censurar a L e ó n R o c h que se enamorara "como u n bruto" de María, sin haber meditado en las posibles consecuencias que el matrimonio pudiera traer, por otra parte Galdós se complace en presentárnoslo exento de vicios. Más todavía, si exceptuamos quizás el gramo de vanidad que siente a l saberse u n ser moral superior a aquellos que le rodean, L e ó n R o c h reúne en su persona la mayoría de las cualidades que el Ideal exigía a u n hombre ejemplar. Sólo le podemos reprobar su pasividad, pues mientras en el Ideal se le indicaba de modo explícito: " N u n c a disculpes n i excuses en ti n i en otros el m a l a sabiendas" (Ideal, 101), L e ó n R o c h en la práctica se muestra incapaz de seguir en su totalidad dicho precepto. E n efecto, aun sabiendo y censurando el comportamiento y los vicios de la familia de su esposa, los marqueses de Tellería y su hijo Leopoldo principalmente, es él, sin embargo, el que los patrocina con los constantes préstamos — n u n c a devueltos— que les otorga. Galdós hace resaltar esta circunstancia a l presentarnos a u n L e ó n R o c h siempre dispuesto a dar inmediatamente, sin preguntas, cualquiera que fuera la cantidad que le pidieran. Sírvanos de ejemplo el siguiente diálogo con l a madre de María, marquesa de Tellería: —Siento m u c h o decirte que no puedo darte los 60.000 reales que me prestaste y que yo debía devolverte este mes, como co n v i n i mo s. — N o importa — d i j o L e ó n , deseando cortar delicadamente aquel asunto—. N o se ocupe usted de eso. —Es que n o sólo n o puedo darte aquellos 3.000 duros, sino que me hacen falta otros 3.000. — T a m p o c o importa: los tendrá usted. —¿Otros 3.000! Esto es horrible. ¿Como abuso de tu bondad! (p. 804). T a n contrario es este comportamiento a la ideología que L e ó n estaba llamado a encarnar en La familia de León Roch, que Galdós 76 JOSÉ LUIS GÓMEZ-MARTÍNEZ NRFH, XXXII d i s p o n e p r i m e r o que se le censure: " A n t e s de que se me o l v i d e — d i j o Gustavo-—, q u i e r o reprenderte u n a v i r t u d que, p o r l o m a l p r a c t i cada, es dañosa: me refiero a tus liberalidades, que, i n d u d a b l e m e n t e , p e r j u d i c a n a t i , que las haces, y a m i h e r m a n o , que las d i s f r u t a . Sé q u e otra vez has dado d i n e r o a P o l i t o , y esto me disgusta, p o r q u e m i h e r m a n o es u n vicioso de la peor casta q u e existe" ( p . 811). Después, el m i s m o L e ó n R o c h reconocerá su f a l t a : " L o que yo he hecho n o es generosidad, señor Marqués: es u n verdadero c r i m e n . N o he a m p a r a d o a menesterosos, sino q u e he p r o t e g i d o el v i c i o " ( p . 874). M u c h o más i m p o r t a n t e , s i n e m b a r g o , q u e este aspecto concreto en el m o d o de comportarse L e ó n R o c h , es l a manifestación de las virtudes morales en la sociedad c o n t e m p o r á n e a española q u e G a l dos representa en sus novelas. G a l d ó s parte de la convicción de q u e la sociedad, a pesar de las l i m i t a c i o n e s q u e l a persistencia de las tradiciones le c o n f i e r e n , se r i g e siempre p o r leyes morales que son superiores al p r o m e d i o de los i n d i v i d u o s q u e la f o r m a n . De este aspecto p o s i t i v o se genera s i n e m b a r g o u n m a l , que llega a c o n s t i t u i r en las novelas de Galdós el verdadero cáncer de la sociedad q u e en ellas se representa. M e refiero a l p r e d o m i n i o de u n a m o r a l basada en las apariencias. Y su representación es t a n t o más amarga c u a n t o q u e el mantener las apariencias llega a ser t e n i d o p o r v i r t u d . T a l es el sentido de las siguientes palabras de M a r í a a L e ó n R o c h : " S i tú fueras católico sincero, a u n q u e descuidado en tus deberes, yo n o sería beata" ( p . 819). Las convicciones de Gustavo, h e r m a n o de M a r í a , responden a l m i s m o p o s t u l a d o : " T o d a d e f o r m i d a d debe ser velada, y las de la conciencia más, para n o ofender a la m o r a l p ú b l i c a " ( p . 812). Y de m o d o más d i r e c t o nos dirá el Marqués de T e l l e r í a , padre de María: " L o q u e hay es q u e todos, a u n siendo creyentes, c u m p l i m o s m a l : nos descuidamos; pero somos prudentes, tenemos tacto, guardamos las a p a r i e n c i a s " ( p . 808). Esta falsa m o r a l g u i a d a más p o r las apariencias externas q u e p o r u n a estricta conciencia de los deberes del h o m b r e , sobre todo en sus relaciones y responsabilidades sociales, o c u p a u n l u g a r p r o m i n e n t e en l a crítica galdosiana. T a l a c t i t u d , además, n o se l i m i t a a aquellas personas q u e en efecto s i g u e n u n a v i d a vacía, c o m o el M a r q u é s de T e l l e r í a en el e j e m p l o a n t e r i o r , s i n o q u e l l e g a a ser, sobre todo en La familia de León Roch, d e n o m i n a d o r c o m ú n de la mayoría de sus personajes. E n Gloria, Silvestre R o m e r o , sacerdote de F i c ó b r i g a , nos dirá: " H a c e p o c o h a b l a b a y o c o n u n señor q u e pasa l a v i d a escribiendo c o n t r a los incrédulos y l l e v a n d o y trayendo recados a l Papa. E n confianza, me decía: 'señor d o n Silvestre, n o hay q u i e n me haga creer en el i n f i e r n o ' " ( p . 553-554). Y es q u e Galdós se complace en d e s t r u i r la n o c i ó n de la fe ciega, presentándonos l a d u d a en a q u e l l o s q u e c o n más a r d o r d e f i e n d e n l a t o t a l i d a d de los dogmas católicos. Así Rafael del H o r r o , de Gloria, q u e Galdós nos presenta c o m o u n o de los jóvenes q u e c o n m a y o r a r d o r y éxito, r a y a n d o c o n el NRFH, XXXII GALDÓS Y EL KRAUSISMO ESPAÑOL 77 f a n a t i s m o , defienden los dogmas católicos d u r a n t e los t u r b u l e n t o s años de la década de 1870, nos dirá en u n m o m e n t o de sinceridad: " Y o , q u e tengo, c o m o cada h i j o de vecino, m i s d u d i l l a s acerca de muchas cosas q u e nos enseña el Catecismo, a u n q u e n o de las p r i n c i pales, parece, según la vehemencia c o n q u e l o d i g o [sus discursos c o n t r a los que p o r n o " g u a r d a r las apariencias" m a n i f i e s t a n sus dudas], que me q u i e r o tragar a los q u e creen p o c o " ( p . 553). C l a r o q u e en estos casos la hipocresía deja de ser u n a falta c o n t r a la conciencia m o r a l del i n d i v i d u o , para pasar a ser u n a falta c o n t r a l a sociedad. Y l a farsa se lleva a cabo n o p o r u n a m a l entendida convicción m o r a l o religiosa, s i n o p o r e g o í s m o p o l í t i c o o de clases. De este m o d o el m i s m o Rafael del H o r r o dirá: " Y o creo q u e s i n religión n o hay sociedad posible. ¿Adonde llegaría el frenesí de las masas estúpidas e ignorantes si el lazo de la R e l i g i ó n n o enfrenara sus malas pasiones?" ( p . 554). A c t i t u d ésta q u e concretiza p o c o después con las siguientes palabras: " P o r eso yo soy de o p i n i ó n de q u e sigan las misas, los sermones, las novenas, las procesiones, las colectas y todos los demás usos y r i t o s que se h a n creado para coadyuvar a la g r a n o b r a del Estado, y rodear de garantías y seguridades a las clases pudientes e i l u s t r a d a s " ( p . 554). Galdós en sus novelas c r i t i c a esta falta de u n a verdadera conciencia m o r a l que e x i j a a l h o m b r e obrar según sus convicciones, en l u g a r de mantener la hipocresía de las apariencias q u e l a sociedad o el m e d i o p o l í t i c o - e c o n ó m i c o le e x i j a . De ahí q u e sólo en los personajes portadores de su i d e a l se dé u n a identificación entre los p r i n c i p i o s morales y el c o m p o r t a m i e n t o social. Así L e ó n R o c h , q u e es el personaje más c o m p l e t o de las novelas a q u í tratadas, r e f l e x i o n a del siguiente m o d o : " D e b o aceptar las consecuencias de m i s errores. N o soy, n o p u e d o ser c o m o la m u c h e d u m b r e para q u i e n n o hay ley d i v i n a n i h u m a n a ; n o p u e d o ser c o m o esos q u e usan u n a m o r a l en recetas para los actos p ú b l i c o s de la v i d a , y están i n t e r i o r mente p o d r i d o s de m a l o s pensamientos y de malas i n t e n c i o n e s " ( p . 882). A M O D O DE RECAPITULACIÓN N o vamos a r e s u m i r a q u í l o q u e en r e a l i d a d q u e d a ya quizás excesivamente condensado en las secciones q u e i n t e g r a n este trabajo. H a y , n o obstante, u n aspecto q u e si b i e n fue ya m e n c i o n a d o varias veces a l o l a r g o del e s t u d i o , l o fue sólo en c o n e x i ó n c o n otros m o t i v o s . M e refiero a la p o s i c i ó n de G a l d ó s ante la ideología o, m e j o r d i c h o , l a a c t i t u d de ios krausistas españoles. E n el desarrollo de las novelas estudiadas, sobre t o d o en Doña Perfecta, Gloria y La familia de León Roch, q u e d a n demarcadas n í t i d a m e n t e tres d i f e r e n tes perspectivas en el m o m e n t o de i n t e r p r e t a r , y p o r l o t a n t o de 78 JOSÉ LUIS GÓMEZ-MARTÍNEZ NRFH, XXXII j u z g a r , el k r a u s i s m o español. Por u n a parte se encuentra la o p i n i ó n del v u l g o o de los que p o r intereses egoístas se o p o n í a n y en el proceso r i d i c u l i z a b a n c o n v i g o r todas aquellas ideas que s i g n i f i c a b a n u n a separación de la sociedad estática de la época, regida p o r la supervivencia de tradiciones seculares. Las otras dos perspectivas corresponden a la d u a l i d a d de a f e c t o - c o m p a s i ó n que Galdós siente p o r la a c t i t u d de los krausistas españoles; afecto p o r q u e los ideales q u e ellos encarnan son también los suyos; c o m p a s i ó n p o r q u e su i n t u i c i ó n le p e r m i t e advertir la desproporción t a n enorme que hay entre el ideal que se desea conseguir y los medios de que d i s p o n e n . a) Galdós en sus novelas se p r o p o n í a encarnar u n ideal q u e c o i n c i d í a c o n el p e n s a m i e n t o l i b e r a l y l a a c t i t u d m o r a l de los i n s t i t u c i o n i s t a s . A h o r a b i e n , c o m o éstos procedían en su mayoría directamente de J u l i á n Sanz del R í o y h a b í a n sido formados en el r a c i o n a l i s m o a r m ó n i c o del k r a u s i s m o , G a l d ó s t u v o también q u e tener en cuenta las acusaciones de q u e eran objeto los krausistas españoles. E n a l g u n o s casos, c o m o en el de ser considerados ateos, prestó a la situación, q u e él consideraba de g r a n i m p o r t a n c i a , d e t e n i d o c u i d a d o ; y se esmeró en presentarnos, c o m o ya quedó expuesto, personajes c o n p r o f u n d a s convicciones religiosas. C o n relación a otros aspectos más triviales, c o m o el de achacarles escribir c o n prosa i l e g i b l e , o el pretender q u e todos ellos f u e r a n estudiosos de teorías f i l o s ó f i c a s , G a l d ó s descartó el asunto c o n el uso de u n a s i m p l e frase categórica, q u e a f i r m a b a l o opuesto en u n caso c o n creto, e i n s i n u a b a l o falso de tales a f i r m a c i o n e s c o m o características determinantes de u n a a c t i t u d . Sírvanos en ambas situaciones el e j e m p l o de L e ó n R o c h , de q u i e n G a l d ó s nos dirá: " H a b í a l o g r a d o escribir medianamente, c o n más c l a r i d a d q u e elegancia"; o que " l a filosofía le t r a j o u n mareo i n s o p o r t a b l e , y a l f i n volvió a los estudios e x p e r i m e n t a l e s " ( p . 815). 24 25 b) Más delicada y c o m p l e j a en su d e s a r r o l l o es la posición del m i s m o G a l d ó s . C o m o ya q u e d ó i n d i c a d o , se i n s p i r a en las mismas E l origen de esta afirmación viene del discurso de JUAN VALERA, " L a poesía popular y la lengua castellana", leído en el acto de su recepción en la Real Academia Española el i 6 de marzo de 1862. E n él leemos: "Así es que cuando yo leo los libros de filosofía que privan ahora, donde, para mostrar ideas de algún soñador o pensador alemán, se vale quien las divulga de frase bárbara y peregrina, me aflijo por él y por todos los españoles", Obras completas, Madrid, 1958, t. 3, p. 1051. No obstante, fue MENÉNDEZPELAYO quien popularizó el concepto al decir sobre la obra de Sanz del Río: " L a mayor parte de las páginas requieren un Edipo no menos sagaz que el que descifró el enigma de la esfinge", Historia de los heterodoxos españoles, t. 2, p. 950. Galdós, preocupado rrr : en presentar una actitud ante la vida que en el desarrollo de un sistema filosófico, trató de separar a sus protagonistas de su identificación con los filósofos krausistas, que por otra parte a finales de la década de 1870 pertenecían ya al pasado. Galdós mismo evita el nombrar a Krause, o el uso del término krausista. Le inspiraba más respeto y le parecía más aplicable el pragmatismo de los institucionistas. 24 25 NRFH, XXXÍI CALDOS Y EL KRAUSISMO ESPAÑOL 79 fuentes teóricas q u e los krausistas españoles: el Ideal de la Humanidad y la Minuta de un testamento. Por l o que adorna a los p r o t a g o nistas que encarnan sus ideales de las cualidades q u e allí se especificaban, creando así personajes t a n perfectos en su i n d i v i d u a lidad como León Roch y M á x i m o Manso. A l m i s m o tiempo Galdós vivió también el fracaso i n m e d i a t o de la R e v o l u c i ó n de Septiembre de 1868 y c o n ella el fracaso de los intentos de reformas drásticas propuestas p o r los krausistas españoles. A pesar de e l l o , este c o n t r a t i e m p o i n i c i a l n o fue considerado p o r G a l d ó s c o m o posible muestra de l o erróneo o deficiente de sus bases teóricas, sino más b i e n c o m o p r u e b a de la diferencia q u e separa a la teoría de la r e a l i d a d práctica. De a h í q u e mientras los personajes q u e encarnan este ideal t r i u n f a n en su i n d i v i d u a l i d a d a l ser fieles a sus estrictos p r i n c i p i o s morales, fracasan, s i n embargo, en su proyecto de integrarse en la sociedad, de educarla. Así, si p o r u n l a d o L e ó n R o c h se eleva c o m o el m o d e l o de i n d i v i d u o q u e podría m o d i f i c a r y curar el cáncer de la sociedad española, p o r o t r a parte se hace t a m b i é n patente su fracaso en l a m i s i ó n que estaba l l a m a d o a desempeñar en la sociedad. JOSÉ The University of Georgia. Luis G Ó M E Z - M A R T Í N E Z