1 AMOR ESPIRITUAL Este es un poema de amor muy hermoso. Habla sobre el amor espiritual. El amor que cada ser humano necesita cultivar en su corazón. Ese amor hacia uno mismo, hacia sus semejantes, hacia la vida. Aunque hablara lenguas humanas y angelicales si no tengo amor sería solo un metal que resuena una campana que retumba Si tuviera el don de la profecía y pudiera entender todos los misterios y toda la ciencia y hasta poseer la fe para mover montañas pero me falta amor nada soy 2 Y aun cuando repartiera todos mis bienes todo lo que poseo pero sin amor de nada me sirve El amor es benigno no tiene envidia no es jactancioso no se envanece no se irrita no guarda rencor no es egoísta no goza de la injusticia sino se goza de la verdad El amor es y nunca deja de ser el amor Espero que hayas disfrutado este poema de amor, es un texto bíblico muy hermoso. 3 Cuando en esta sociedad se habla del amor espiritual, suena a raro. La razón no es otra que el ambiente está dominado por el hedonismo. Y este no concibe que pueda haber amistades y amores puros y limpios sin más exigencias que la gratuidad: amar sin pedir nada a cambio. Esta bella realidad está reservada a personas maduras en el amor auténticamente humano y sobrenatural. No es una exageración afirmar que es posible y, de hecho, existe en personas cuyos ejes giran en torno al respeto inmenso por el amor de Dios que germina puramente en sus corazones. No es que el otro, el normal, sea menos bueno.¡No!, pero no está mal que se conozca esta “nueva forma” de relacionarse, amarse y ser amigos de verdad. Con afecto, Felipe Santos, SDB AMOR ESPIRITUAL El amor no es sólo un deseo, una pasión, un sentimiento intenso hacia una persona u objeto, sino una conciencia que es a la vez desinteresada y satisface el propio ser. Se puede sentir amor por el país de origen, por un propósito apreciado, por la verdad, la justicia, la ética, por 4 las personas, la naturaleza, el servicio a los demás y por Dios. El amor emana de la verdad, y de la sabiduría. El amor basado en la sabiduría es amor real, no es un amor a ciegas. Descubrir los secretos del amor es observar cómo se revelan los secretos de la vida. La base del amor verdadero La base del amor real entre las personas es espiritual. Ver al otro como un ser espiritual, como un alma, es ver su realidad. Ser consciente de esa realidad es tener amor espiritual: cada persona internamente completa, autónoma, pero al mismo tiempo totalmente interconectada con los demás, reconoce ese estado en el otro. Como consecuencia, hay amor constante y natural. El amor verdadero se da cuando el alma tiene amor hacia el alma. El amor por el alma es eterno, ya que el alma nunca muere. Tal amor es virtuoso y proporciona alegría. El apego a lo perecedero es erróneo y causa sufrimiento. Cuando prevalece el amor espiritual, es imposible que haya enemistad, odio, ira o celos. Los sentimientos negativos se transforman en positivos gracias a la serenidad del amor. En el amor espiritual hay armonía, ya que el amor elimina las tendencias a controlar o a ser dependiente, y asegura la bondad, el cuidado y la comprensión amistosa. La serenidad del amor Amor espiritual significa no fijarse en las debilidades de los demás, sino interesarse en eliminar los propios defectos. El método para hacer eso es revisarse internamente con regularidad para verificar hasta qué punto se ha adoptado el hábito natural de hacer felices a los demás, en vez de hacerles sufrir. Sin embargo, el amor verdadero del corazón también significa que uno no puede soportar el ver las debilidades de aquellos a quienes ama. Hay un deseo puro de corregir lo que no nos parece adecuado. Tal corrección se llevará a cabo, por un lado, con los sentimientos de amor y, por otro, con el poder de las palabras. Debe haber un equilibrio entre los dos. Cuando las palabras son demasiado fuertes o excesivas, el resultado no es satisfactorio. Si las palabras son muy hirientes, el otro puede sentirse insultado o humillado por el autoritarismo. 5 Cuando se consigue el equilibrio correcto entre amor y poder en las palabras se da a los demás la experiencia de compasión, misericordia y beneficio. No importa cuán poderoso o amargo sea el mensaje, conmoverá el corazón del otro y se experimentará su veracidad. Los seres humanos se han quedado atrapados en un modelo de comportamiento que ha distorsionado el valor del amor y la capacidad de confiar mutuamente en los sentimientos e intenciones. En un momento dado hay amor y en el siguiente, ese amor se rompe, produciendo un dolor y pesar inmensos. Es como si el intelecto humano hubiera perdido la conexión con la única Fuente eterna de amor y se apoyara en los recursos temporales. Como consecuencia, en lugar de poseer una sola fortaleza y un solo apoyo de la fuente incondicional, las almas humanas permanecen sedientas de amor verdadero, y lo anhelan aunque sólo sea una gota. Sin este amor, siguen buscando y vagabundeando angustiadas. La llama eterna El mundo piensa en Dios como la máxima fuente de amor, el Océano del Amor, la Llama Eterna. Dios da, de manera incondicional, amor imperecedero, universal y único. Imperecedero porque es ilimitado, constantemente radiante y siempre disponible. Universal porque no tiene límites ni preferencias, emana vibraciones amorosas hacia todas las almas de todas las culturas, razas y credos. Único porque el fuego del amor de Dios limpia el corazón y el alma. Los que se benefician de este amor restablecen los lazos de una relación eterna. Los que experimentan el amor espiritual de Dios, los que “se funden con la Llama Eterna de la Verdad”, se desconectan de toda falsedad. Tales personas han aprendido la primera lección de hermandad universal: que todas las personas sienten amor unas hacia las otras porque son hijas del mismo Padre. A esto se llama amor espiritual. Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para 6 liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas. Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en cada actividad. Con la comprensión del amor espiritual, las personas se afectan menos por las circunstancias adversas. Contemplan las nubes negras y las tormentas como si fueran oportunidades para ejercitar su fortaleza y recursos internos. Su llama no se extingue aunque los demás no les ofrezcan amor. Superan los pensamientos que les pueden llevar a alejarse de una persona, un lugar o una tarea en particular. En cambio, existe la fe de que con determinación, sabrán crear una diferencia significativa y beneficiosa. Cuanto más esfuerzo se hace para amar, más amor se recibe. La chispa del esfuerzo es el amor, y verdadero amor por el esfuerzo significa eliminar cualquier debilidad que obstaculice el camino del amor. Se puede transformar un mundo entero mediante una visión de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor. El amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor, un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de forma natural. El amor no es sólo un deseo, una pasión, un sentimiento intenso hacia una persona u objeto, sino una conciencia que es a la vez desinteresada y satisface el propio ser. Se puede sentir amor por el país de origen, por un propósito apreciado, por la verdad, la justicia, la ética, por las personas, la naturaleza, el servicio a los demás y por Dios. El amor emana de la verdad, y de la sabiduría. El amor basado en la sabiduría es amor real, no es un amor a ciegas. Descubrir los secretos del amor es observar cómo se revelan los secretos de la vida. La base del amor verdadero La base del amor real entre las personas es espiritual. Ver al otro como un ser espiritual, como un alma, es ver su realidad. Ser consciente de esa realidad es tener amor espiritual: cada persona internamente completa, autónoma, pero al mismo tiempo totalmente 7 interconectada con los demás, reconoce ese estado en el otro. Como consecuencia, hay amor constante y natural. El amor verdadero se da cuando el alma tiene amor hacia el alma. El amor por el alma es eterno, ya que el alma nunca muere. Tal amor es virtuoso y proporciona alegría. El apego a lo perecedero es erróneo y causa sufrimiento. Cuando prevalece el amor espiritual, es imposible que haya enemistad, odio, ira o celos. Los sentimientos negativos se transforman en positivos gracias a la serenidad del amor. En el amor espiritual hay armonía, ya que el amor elimina las tendencias a controlar o a ser dependiente, y asegura la bondad, el cuidado y la comprensión amistosa. La serenidad del amor Amor espiritual significa no fijarse en las debilidades de los demás, sino interesarse en eliminar los propios defectos. El método para hacer eso es revisarse internamente con regularidad para verificar hasta qué punto se ha adoptado el hábito natural de hacer felices a los demás, en vez de hacerles sufrir. Sin embargo, el amor verdadero del corazón también significa que uno no puede soportar el ver las debilidades de aquellos a quienes ama. Hay un deseo puro de corregir lo que no nos parece adecuado. Tal corrección se llevará a cabo, por un lado, con los sentimientos de amor y, por otro, con el poder de las palabras. Debe haber un equilibrio entre los dos. Cuando las palabras son demasiado fuertes o excesivas, el resultado no es satisfactorio. Si las palabras son muy hirientes, el otro puede sentirse insultado o humillado por el autoritarismo. Cuando se consigue el equilibrio correcto entre amor y poder en las palabras se da a los demás la experiencia de compasión, misericordia y beneficio. No importa cuán poderoso o amargo sea el mensaje, conmoverá el corazón del otro y se experimentará su veracidad. Los seres humanos se han quedado atrapados en un modelo de comportamiento que ha distorsionado el valor del amor y la capacidad de confiar mutuamente en los sentimientos e intenciones. En un momento dado hay amor y en el siguiente, 8 ese amor se rompe, produciendo un dolor y pesar inmensos. Es como si el intelecto humano hubiera perdido la conexión con la única Fuente eterna de amor y se apoyara en los recursos temporales. Como consecuencia, en lugar de poseer una sola fortaleza y un solo apoyo de la fuente incondicional, las almas humanas permanecen sedientas de amor verdadero, y lo anhelan aunque sólo sea una gota. Sin este amor, siguen buscando y vagabundeando angustiadas. La llama eterna El mundo piensa en Dios como la máxima fuente de amor, el Océano del Amor, la Llama Eterna. Dios da, de manera incondicional, amor imperecedero, universal y único. Imperecedero porque es ilimitado, constantemente radiante y siempre disponible. Universal porque no tiene límites ni preferencias, emana vibraciones amorosas hacia todas las almas de todas las culturas, razas y credos. Único porque el fuego del amor de Dios limpia el corazón y el alma. Los que se benefician de este amor restablecen los lazos de una relación eterna. Los que experimentan el amor espiritual de Dios, los que “se funden con la Llama Eterna de la Verdad”, se desconectan de toda falsedad. Tales personas han aprendido la primera lección de hermandad universal: que todas las personas sienten amor unas hacia las otras porque son hijas del mismo Padre. A esto se llama amor espiritual. Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas. Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en cada actividad. Con la comprensión del amor espiritual, las personas se afectan menos por las circunstancias adversas. Contemplan las nubes negras y las tormentas como si fueran oportunidades para ejercitar su fortaleza y recursos internos. Su llama no se extingue aunque los demás no les ofrezcan amor. Superan los pensamientos que les pueden llevar a alejarse de una persona, un lugar o una tarea en particular. 9 En cambio, existe la fe de que con determinación, sabrán crear una diferencia significativa y beneficiosa. Cuanto más esfuerzo se hace para amar, más amor se recibe. La chispa del esfuerzo es el amor, y verdadero amor por el esfuerzo significa eliminar cualquier debilidad que obstaculice el camino del amor. Se puede transformar un mundo entero mediante una visión de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor. El amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor, un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de forma natural. El amor no es sólo un deseo, una pasión, un sentimiento intenso hacia una persona u objeto, sino una conciencia que es a la vez desinteresada y satisface el propio ser. Se puede sentir amor por el país de origen, por un propósito apreciado, por la verdad, la justicia, la ética, por las personas, la naturaleza, el servicio a los demás y por Dios. El amor emana de la verdad, y de la sabiduría. El amor basado en la sabiduría es amor real, no es un amor a ciegas. Descubrir los secretos del amor es observar cómo se revelan los secretos de la vida. La base del amor verdadero La base del amor real entre las personas es espiritual. Ver al otro como un ser espiritual, como un alma, es ver su realidad. Ser consciente de esa realidad es tener amor espiritual: cada persona internamente completa, autónoma, pero al mismo tiempo totalmente interconectada con los demás, reconoce ese estado en el otro. Como consecuencia, hay amor constante y natural. El amor verdadero se da cuando el alma tiene amor hacia el alma. El amor por el alma es eterno, ya que el alma nunca muere. Tal amor es virtuoso y proporciona alegría. El apego a lo perecedero es erróneo y causa sufrimiento. Cuando prevalece el amor espiritual, es imposible que haya enemistad, odio, ira o celos. Los sentimientos negativos se transforman en positivos gracias a la serenidad del amor. En 10 el amor espiritual hay armonía, ya que el amor elimina las tendencias a controlar o a ser dependiente, y asegura la bondad, el cuidado y la comprensión amistosa. La serenidad del amor Amor espiritual significa no fijarse en las debilidades de los demás, sino interesarse en eliminar los propios defectos. El método para hacer eso es revisarse internamente con regularidad para verificar hasta qué punto se ha adoptado el hábito natural de hacer felices a los demás, en vez de hacerles sufrir. Sin embargo, el amor verdadero del corazón también significa que uno no puede soportar el ver las debilidades de aquellos a quienes ama. Hay un deseo puro de corregir lo que no nos parece adecuado. Tal corrección se llevará a cabo, por un lado, con los sentimientos de amor y, por otro, con el poder de las palabras. Debe haber un equilibrio entre los dos. Cuando las palabras son demasiado fuertes o excesivas, el resultado no es satisfactorio. Si las palabras son muy hirientes, el otro puede sentirse insultado o humillado por el autoritarismo. Cuando se consigue el equilibrio correcto entre amor y poder en las palabras se da a los demás la experiencia de compasión, misericordia y beneficio. No importa cuán poderoso o amargo sea el mensaje, conmoverá el corazón del otro y se experimentará su veracidad. Los seres humanos se han quedado atrapados en un modelo de comportamiento que ha distorsionado el valor del amor y la capacidad de confiar mutuamente en los sentimientos e intenciones. En un momento dado hay amor y en el siguiente, ese amor se rompe, produciendo un dolor y pesar inmensos. Es como si el intelecto humano hubiera perdido la conexión con la única Fuente eterna de amor y se apoyara en los recursos temporales. Como consecuencia, en lugar de poseer una sola fortaleza y un solo apoyo de la fuente incondicional, las almas humanas permanecen sedientas de amor verdadero, y lo anhelan aunque sólo sea una gota. Sin este amor, siguen buscando y vagabundeando angustiadas. La llama eterna El mundo piensa en Dios como la máxima 11 fuente de amor, el Océano del Amor, la Llama Eterna. Dios da, de manera incondicional, amor imperecedero, universal y único. Imperecedero porque es ilimitado, constantemente radiante y siempre disponible. Universal porque no tiene límites ni preferencias, emana vibraciones amorosas hacia todas las almas de todas las culturas, razas y credos. Único porque el fuego del amor de Dios limpia el corazón y el alma. Los que se benefician de este amor restablecen los lazos de una relación eterna. Los que experimentan el amor espiritual de Dios, los que “se funden con la Llama Eterna de la Verdad”, se desconectan de toda falsedad. Tales personas han aprendido la primera lección de hermandad universal: que todas las personas sienten amor unas hacia las otras porque son hijas del mismo Padre. A esto se llama amor espiritual. Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas. Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en cada actividad. Con la comprensión del amor espiritual, las personas se afectan menos por las circunstancias adversas. Contemplan las nubes negras y las tormentas como si fueran oportunidades para ejercitar su fortaleza y recursos internos. Su llama no se extingue aunque los demás no les ofrezcan amor. Superan los pensamientos que les pueden llevar a alejarse de una persona, un lugar o una tarea en particular. En cambio, existe la fe de que con determinación, sabrán crear una diferencia significativa y beneficiosa. Cuanto más esfuerzo se hace para amar, más amor se recibe. La chispa del esfuerzo es el amor, y verdadero amor por el esfuerzo significa eliminar cualquier debilidad que obstaculice el camino del amor. Se puede transformar un mundo entero mediante una visión de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor. El amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor, 12 un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de forma natural. La base del amor verdadero La base del amor real entre las personas es espiritual. Ver al otro como un ser espiritual, como un alma, es ver su realidad. Ser consciente de esa realidad es tener amor espiritual: cada persona internamente completa, autónoma, pero al mismo tiempo totalmente interconectada con los demás, reconoce ese estado en el otro. Como consecuencia, hay amor constante y natural. El amor verdadero se da cuando el alma tiene amor hacia el alma. El amor por el alma es eterno, ya que el alma nunca muere. Tal amor es virtuoso y proporciona alegría. El apego a lo perecedero es erróneo y causa sufrimiento. Cuando prevalece el amor espiritual, es imposible que haya enemistad, odio, ira o celos. Los sentimientos negativos se transforman en positivos gracias a la serenidad del amor. En el amor espiritual hay armonía, ya que el amor elimina las tendencias a controlar o a ser dependiente, y asegura la bondad, el cuidado y la comprensión amistosa. La serenidad del amor Amor espiritual significa no fijarse en las debilidades de los demás, sino interesarse en eliminar los propios defectos. El método para hacer eso es revisarse internamente con regularidad para verificar hasta qué punto se ha adoptado el hábito natural de hacer felices a los demás, en vez de hacerles sufrir. Sin embargo, el amor verdadero del corazón también significa que uno no puede soportar el ver las debilidades de aquellos a quienes ama. Hay un deseo puro de corregir lo que no nos parece adecuado. Tal corrección se llevará a cabo, por un lado, con los sentimientos de amor y, por otro, con el poder de las palabras. Debe haber un equilibrio entre los dos. Cuando las palabras son demasiado fuertes o excesivas, el resultado no es satisfactorio. Si las palabras son muy hirientes, el otro puede sentirse insultado o humillado por el autoritarismo. Cuando se consigue el equilibrio correcto entre amor y poder 13 en las palabras se da a los demás la experiencia de compasión, misericordia y beneficio. No importa cuán poderoso o amargo sea el mensaje, conmoverá el corazón del otro y se experimentará su veracidad. Los seres humanos se han quedado atrapados en un modelo de comportamiento que ha distorsionado el valor del amor y la capacidad de confiar mutuamente en los sentimientos e intenciones. En un momento dado hay amor y en el siguiente, ese amor se rompe, produciendo un dolor y pesar inmensos. Es como si el intelecto humano hubiera perdido la conexión con la única Fuente eterna de amor y se apoyara en los recursos temporales. Como consecuencia, en lugar de poseer una sola fortaleza y un solo apoyo de la fuente incondicional, las almas humanas permanecen sedientas de amor verdadero, y lo anhelan aunque sólo sea una gota. Sin este amor, siguen buscando y vagabundeando angustiadas. La llama eterna El mundo piensa en Dios como la máxima fuente de amor, el Océano del Amor, la Llama Eterna. Dios da, de manera incondicional, amor imperecedero, universal y único. Imperecedero porque es ilimitado, constantemente radiante y siempre disponible. Universal porque no tiene límites ni preferencias, emana vibraciones amorosas hacia todas las almas de todas las culturas, razas y credos. Único porque el fuego del amor de Dios limpia el corazón y el alma. Los que se benefician de este amor restablecen los lazos de una relación eterna. Los que experimentan el amor espiritual de Dios, los que “se funden con la Llama Eterna de la Verdad”, se desconectan de toda falsedad. Tales personas han aprendido la primera lección de hermandad universal: que todas las personas sienten amor unas hacia las otras porque son hijas del mismo Padre. A esto se llama amor espiritual. Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas. 14 Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en cada actividad. Con la comprensión del amor espiritual, las personas se afectan menos por las circunstancias adversas. Contemplan las nubes negras y las tormentas como si fueran oportunidades para ejercitar su fortaleza y recursos internos. Su llama no se extingue aunque los demás no les ofrezcan amor. Superan los pensamientos que les pueden llevar a alejarse de una persona, un lugar o una tarea en particular. En cambio, existe la fe de que con determinación, sabrán crear una diferencia significativa y beneficiosa. Cuanto más esfuerzo se hace para amar, más amor se recibe. La chispa del esfuerzo es el amor, y verdadero amor por el esfuerzo significa eliminar cualquier debilidad que obstaculice el camino del amor. Se puede transformar un mundo entero mediante una visión de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor. El amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor, un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de forma natural. La base del amor verdadero La base del amor real entre las personas es espiritual. Ver al otro como un ser espiritual, como un alma, es ver su realidad. Ser consciente de esa realidad es tener amor espiritual: cada persona internamente completa, autónoma, pero al mismo tiempo totalmente interconectada con los demás, reconoce ese estado en el otro. Como consecuencia, hay amor constante y natural. El amor verdadero se da cuando el alma tiene amor hacia el alma. El amor por el alma es eterno, ya que el alma nunca muere. Tal amor es virtuoso y proporciona alegría. El apego a lo perecedero es erróneo y causa sufrimiento. Cuando prevalece el amor espiritual, es imposible que haya enemistad, odio, ira o celos. Los sentimientos negativos se transforman en positivos gracias a la serenidad del amor. En 15 el amor espiritual hay armonía, ya que el amor elimina las tendencias a controlar o a ser dependiente, y asegura la bondad, el cuidado y la comprensión amistosa. La serenidad del amor Amor espiritual significa no fijarse en las debilidades de los demás, sino interesarse en eliminar los propios defectos. El método para hacer eso es revisarse internamente con regularidad para verificar hasta qué punto se ha adoptado el hábito natural de hacer felices a los demás, en vez de hacerles sufrir. Sin embargo, el amor verdadero del corazón también significa que uno no puede soportar el ver las debilidades de aquellos a quienes ama. Hay un deseo puro de corregir lo que no nos parece adecuado. Tal corrección se llevará a cabo, por un lado, con los sentimientos de amor y, por otro, con el poder de las palabras. Debe haber un equilibrio entre los dos. Cuando las palabras son demasiado fuertes o excesivas, el resultado no es satisfactorio. Si las palabras son muy hirientes, el otro puede sentirse insultado o humillado por el autoritarismo. Cuando se consigue el equilibrio correcto entre amor y poder en las palabras se da a los demás la experiencia de compasión, misericordia y beneficio. No importa cuán poderoso o amargo sea el mensaje, conmoverá el corazón del otro y se experimentará su veracidad. Los seres humanos se han quedado atrapados en un modelo de comportamiento que ha distorsionado el valor del amor y la capacidad de confiar mutuamente en los sentimientos e intenciones. En un momento dado hay amor y en el siguiente, ese amor se rompe, produciendo un dolor y pesar inmensos. Es como si el intelecto humano hubiera perdido la conexión con la única Fuente eterna de amor y se apoyara en los recursos temporales. Como consecuencia, en lugar de poseer una sola fortaleza y un solo apoyo de la fuente incondicional, las almas humanas permanecen sedientas de amor verdadero, y lo anhelan aunque sólo sea una gota. Sin este amor, siguen buscando y vagabundeando angustiadas. La llama eterna El mundo piensa en Dios como la máxima 16 fuente de amor, el Océano del Amor, la Llama Eterna. Dios da, de manera incondicional, amor imperecedero, universal y único. Imperecedero porque es ilimitado, constantemente radiante y siempre disponible. Universal porque no tiene límites ni preferencias, emana vibraciones amorosas hacia todas las almas de todas las culturas, razas y credos. Único porque el fuego del amor de Dios limpia el corazón y el alma. Los que se benefician de este amor restablecen los lazos de una relación eterna. Los que experimentan el amor espiritual de Dios, los que “se funden con la Llama Eterna de la Verdad”, se desconectan de toda falsedad. Tales personas han aprendido la primera lección de hermandad universal: que todas las personas sienten amor unas hacia las otras porque son hijas del mismo Padre. A esto se llama amor espiritual. Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas. Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en cada actividad. Con la comprensión del amor espiritual, las personas se afectan menos por las circunstancias adversas. Contemplan las nubes negras y las tormentas como si fueran oportunidades para ejercitar su fortaleza y recursos internos. Su llama no se extingue aunque los demás no les ofrezcan amor. Superan los pensamientos que les pueden llevar a alejarse de una persona, un lugar o una tarea en particular. En cambio, existe la fe de que con determinación, sabrán crear una diferencia significativa y beneficiosa. Cuanto más esfuerzo se hace para amar, más amor se recibe. La chispa del esfuerzo es el amor, y verdadero amor por el esfuerzo significa eliminar cualquier debilidad que obstaculice el camino del amor. Se puede transformar un mundo entero mediante una visión de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor. El amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor, 17 un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de forma natural. La base del amor real entre las personas es espiritual. Ver al otro como un ser espiritual, como un alma, es ver su realidad. Ser consciente de esa realidad es tener amor espiritual: cada persona internamente completa, autónoma, pero al mismo tiempo totalmente interconectada con los demás, reconoce ese estado en el otro. Como consecuencia, hay amor constante y natural. El amor verdadero se da cuando el alma tiene amor hacia el alma. El amor por el alma es eterno, ya que el alma nunca muere. Tal amor es virtuoso y proporciona alegría. El apego a lo perecedero es erróneo y causa sufrimiento. Cuando prevalece el amor espiritual, es imposible que haya enemistad, odio, ira o celos. Los sentimientos negativos se transforman en positivos gracias a la serenidad del amor. En el amor espiritual hay armonía, ya que el amor elimina las tendencias a controlar o a ser dependiente, y asegura la bondad, el cuidado y la comprensión amistosa. La serenidad del amor Amor espiritual significa no fijarse en las debilidades de los demás, sino interesarse en eliminar los propios defectos. El método para hacer eso es revisarse internamente con regularidad para verificar hasta qué punto se ha adoptado el hábito natural de hacer felices a los demás, en vez de hacerles sufrir. Sin embargo, el amor verdadero del corazón también significa que uno no puede soportar el ver las debilidades de aquellos a quienes ama. Hay un deseo puro de corregir lo que no nos parece adecuado. Tal corrección se llevará a cabo, por un lado, con los sentimientos de amor y, por otro, con el poder de las palabras. Debe haber un equilibrio entre los dos. Cuando las palabras son demasiado fuertes o excesivas, el resultado no es satisfactorio. Si las palabras son muy hirientes, el otro puede sentirse insultado o humillado por el autoritarismo. Cuando se consigue el equilibrio correcto entre amor y poder en las palabras se da a los demás la experiencia de 18 compasión, misericordia y beneficio. No importa cuán poderoso o amargo sea el mensaje, conmoverá el corazón del otro y se experimentará su veracidad. Los seres humanos se han quedado atrapados en un modelo de comportamiento que ha distorsionado el valor del amor y la capacidad de confiar mutuamente en los sentimientos e intenciones. En un momento dado hay amor y en el siguiente, ese amor se rompe, produciendo un dolor y pesar inmensos. Es como si el intelecto humano hubiera perdido la conexión con la única Fuente eterna de amor y se apoyara en los recursos temporales. Como consecuencia, en lugar de poseer una sola fortaleza y un solo apoyo de la fuente incondicional, las almas humanas permanecen sedientas de amor verdadero, y lo anhelan aunque sólo sea una gota. Sin este amor, siguen buscando y vagabundeando angustiadas. La llama eterna El mundo piensa en Dios como la máxima fuente de amor, el Océano del Amor, la Llama Eterna. Dios da, de manera incondicional, amor imperecedero, universal y único. Imperecedero porque es ilimitado, constantemente radiante y siempre disponible. Universal porque no tiene límites ni preferencias, emana vibraciones amorosas hacia todas las almas de todas las culturas, razas y credos. Único porque el fuego del amor de Dios limpia el corazón y el alma. Los que se benefician de este amor restablecen los lazos de una relación eterna. Los que experimentan el amor espiritual de Dios, los que “se funden con la Llama Eterna de la Verdad”, se desconectan de toda falsedad. Tales personas han aprendido la primera lección de hermandad universal: que todas las personas sienten amor unas hacia las otras porque son hijas del mismo Padre. A esto se llama amor espiritual. Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas. Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un 19 estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en cada actividad. Con la comprensión del amor espiritual, las personas se afectan menos por las circunstancias adversas. Contemplan las nubes negras y las tormentas como si fueran oportunidades para ejercitar su fortaleza y recursos internos. Su llama no se extingue aunque los demás no les ofrezcan amor. Superan los pensamientos que les pueden llevar a alejarse de una persona, un lugar o una tarea en particular. En cambio, existe la fe de que con determinación, sabrán crear una diferencia significativa y beneficiosa. Cuanto más esfuerzo se hace para amar, más amor se recibe. La chispa del esfuerzo es el amor, y verdadero amor por el esfuerzo significa eliminar cualquier debilidad que obstaculice el camino del amor. Se puede transformar un mundo entero mediante una visión de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor. El amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor, un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de forma natural. La base del amor real entre las personas es espiritual. Ver al otro como un ser espiritual, como un alma, es ver su realidad. Ser consciente de esa realidad es tener amor espiritual: cada persona internamente completa, autónoma, pero al mismo tiempo totalmente interconectada con los demás, reconoce ese estado en el otro. Como consecuencia, hay amor constante y natural. El amor verdadero se da cuando el alma tiene amor hacia el alma. El amor por el alma es eterno, ya que el alma nunca muere. Tal amor es virtuoso y proporciona alegría. El apego a lo perecedero es erróneo y causa sufrimiento. Cuando prevalece el amor espiritual, es imposible que haya enemistad, odio, ira o celos. Los sentimientos negativos se transforman en positivos gracias a la serenidad del amor. En el amor espiritual hay armonía, ya que el amor elimina las tendencias a controlar o a ser dependiente, y asegura la 20 bondad, el cuidado y la comprensión amistosa. La serenidad del amor Amor espiritual significa no fijarse en las debilidades de los demás, sino interesarse en eliminar los propios defectos. El método para hacer eso es revisarse internamente con regularidad para verificar hasta qué punto se ha adoptado el hábito natural de hacer felices a los demás, en vez de hacerles sufrir. Sin embargo, el amor verdadero del corazón también significa que uno no puede soportar el ver las debilidades de aquellos a quienes ama. Hay un deseo puro de corregir lo que no nos parece adecuado. Tal corrección se llevará a cabo, por un lado, con los sentimientos de amor y, por otro, con el poder de las palabras. Debe haber un equilibrio entre los dos. Cuando las palabras son demasiado fuertes o excesivas, el resultado no es satisfactorio. Si las palabras son muy hirientes, el otro puede sentirse insultado o humillado por el autoritarismo. Cuando se consigue el equilibrio correcto entre amor y poder en las palabras se da a los demás la experiencia de compasión, misericordia y beneficio. No importa cuán poderoso o amargo sea el mensaje, conmoverá el corazón del otro y se experimentará su veracidad. Los seres humanos se han quedado atrapados en un modelo de comportamiento que ha distorsionado el valor del amor y la capacidad de confiar mutuamente en los sentimientos e intenciones. En un momento dado hay amor y en el siguiente, ese amor se rompe, produciendo un dolor y pesar inmensos. Es como si el intelecto humano hubiera perdido la conexión con la única Fuente eterna de amor y se apoyara en los recursos temporales. Como consecuencia, en lugar de poseer una sola fortaleza y un solo apoyo de la fuente incondicional, las almas humanas permanecen sedientas de amor verdadero, y lo anhelan aunque sólo sea una gota. Sin este amor, siguen buscando y vagabundeando angustiadas. La llama eterna El mundo piensa en Dios como la máxima fuente de amor, el Océano del Amor, la Llama Eterna. Dios da, de manera incondicional, amor imperecedero, universal y 21 único. Imperecedero porque es ilimitado, constantemente radiante y siempre disponible. Universal porque no tiene límites ni preferencias, emana vibraciones amorosas hacia todas las almas de todas las culturas, razas y credos. Único porque el fuego del amor de Dios limpia el corazón y el alma. Los que se benefician de este amor restablecen los lazos de una relación eterna. Los que experimentan el amor espiritual de Dios, los que “se funden con la Llama Eterna de la Verdad”, se desconectan de toda falsedad. Tales personas han aprendido la primera lección de hermandad universal: que todas las personas sienten amor unas hacia las otras porque son hijas del mismo Padre. A esto se llama amor espiritual. Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas. Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en cada actividad. Con la comprensión del amor espiritual, las personas se afectan menos por las circunstancias adversas. Contemplan las nubes negras y las tormentas como si fueran oportunidades para ejercitar su fortaleza y recursos internos. Su llama no se extingue aunque los demás no les ofrezcan amor. Superan los pensamientos que les pueden llevar a alejarse de una persona, un lugar o una tarea en particular. En cambio, existe la fe de que con determinación, sabrán crear una diferencia significativa y beneficiosa. Cuanto más esfuerzo se hace para amar, más amor se recibe. La chispa del esfuerzo es el amor, y verdadero amor por el esfuerzo significa eliminar cualquier debilidad que obstaculice el camino del amor. Se puede transformar un mundo entero mediante una visión de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor. El amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor, un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de 22 forma natural. La serenidad del amor Amor espiritual significa no fijarse en las debilidades de los demás, sino interesarse en eliminar los propios defectos. El método para hacer eso es revisarse internamente con regularidad para verificar hasta qué punto se ha adoptado el hábito natural de hacer felices a los demás, en vez de hacerles sufrir. Sin embargo, el amor verdadero del corazón también significa que uno no puede soportar el ver las debilidades de aquellos a quienes ama. Hay un deseo puro de corregir lo que no nos parece adecuado. Tal corrección se llevará a cabo, por un lado, con los sentimientos de amor y, por otro, con el poder de las palabras. Debe haber un equilibrio entre los dos. Cuando las palabras son demasiado fuertes o excesivas, el resultado no es satisfactorio. Si las palabras son muy hirientes, el otro puede sentirse insultado o humillado por el autoritarismo. Cuando se consigue el equilibrio correcto entre amor y poder en las palabras se da a los demás la experiencia de compasión, misericordia y beneficio. No importa cuán poderoso o amargo sea el mensaje, conmoverá el corazón del otro y se experimentará su veracidad. Los seres humanos se han quedado atrapados en un modelo de comportamiento que ha distorsionado el valor del amor y la capacidad de confiar mutuamente en los sentimientos e intenciones. En un momento dado hay amor y en el siguiente, ese amor se rompe, produciendo un dolor y pesar inmensos. Es como si el intelecto humano hubiera perdido la conexión con la única Fuente eterna de amor y se apoyara en los recursos temporales. Como consecuencia, en lugar de poseer una sola fortaleza y un solo apoyo de la fuente incondicional, las almas humanas permanecen sedientas de amor verdadero, y lo anhelan aunque sólo sea una gota. Sin este amor, siguen buscando y vagabundeando angustiadas. La llama eterna El mundo piensa en Dios como la máxima fuente de amor, el Océano del Amor, la Llama Eterna. Dios 23 da, de manera incondicional, amor imperecedero, universal y único. Imperecedero porque es ilimitado, constantemente radiante y siempre disponible. Universal porque no tiene límites ni preferencias, emana vibraciones amorosas hacia todas las almas de todas las culturas, razas y credos. Único porque el fuego del amor de Dios limpia el corazón y el alma. Los que se benefician de este amor restablecen los lazos de una relación eterna. Los que experimentan el amor espiritual de Dios, los que “se funden con la Llama Eterna de la Verdad”, se desconectan de toda falsedad. Tales personas han aprendido la primera lección de hermandad universal: que todas las personas sienten amor unas hacia las otras porque son hijas del mismo Padre. A esto se llama amor espiritual. Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas. Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en cada actividad. Con la comprensión del amor espiritual, las personas se afectan menos por las circunstancias adversas. Contemplan las nubes negras y las tormentas como si fueran oportunidades para ejercitar su fortaleza y recursos internos. Su llama no se extingue aunque los demás no les ofrezcan amor. Superan los pensamientos que les pueden llevar a alejarse de una persona, un lugar o una tarea en particular. En cambio, existe la fe de que con determinación, sabrán crear una diferencia significativa y beneficiosa. Cuanto más esfuerzo se hace para amar, más amor se recibe. La chispa del esfuerzo es el amor, y verdadero amor por el esfuerzo significa eliminar cualquier debilidad que obstaculice el camino del amor. Se puede transformar un mundo entero mediante una visión de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor. El amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor, un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el 24 amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de forma natural. La serenidad del amor Amor espiritual significa no fijarse en las debilidades de los demás, sino interesarse en eliminar los propios defectos. El método para hacer eso es revisarse internamente con regularidad para verificar hasta qué punto se ha adoptado el hábito natural de hacer felices a los demás, en vez de hacerles sufrir. Sin embargo, el amor verdadero del corazón también significa que uno no puede soportar el ver las debilidades de aquellos a quienes ama. Hay un deseo puro de corregir lo que no nos parece adecuado. Tal corrección se llevará a cabo, por un lado, con los sentimientos de amor y, por otro, con el poder de las palabras. Debe haber un equilibrio entre los dos. Cuando las palabras son demasiado fuertes o excesivas, el resultado no es satisfactorio. Si las palabras son muy hirientes, el otro puede sentirse insultado o humillado por el autoritarismo. Cuando se consigue el equilibrio correcto entre amor y poder en las palabras se da a los demás la experiencia de compasión, misericordia y beneficio. No importa cuán poderoso o amargo sea el mensaje, conmoverá el corazón del otro y se experimentará su veracidad. Los seres humanos se han quedado atrapados en un modelo de comportamiento que ha distorsionado el valor del amor y la capacidad de confiar mutuamente en los sentimientos e intenciones. En un momento dado hay amor y en el siguiente, ese amor se rompe, produciendo un dolor y pesar inmensos. Es como si el intelecto humano hubiera perdido la conexión con la única Fuente eterna de amor y se apoyara en los recursos temporales. Como consecuencia, en lugar de poseer una sola fortaleza y un solo apoyo de la fuente incondicional, las almas humanas permanecen sedientas de amor verdadero, y lo anhelan aunque sólo sea una gota. Sin este amor, siguen buscando y vagabundeando angustiadas. La llama eterna El mundo piensa en Dios como la máxima 25 fuente de amor, el Océano del Amor, la Llama Eterna. Dios da, de manera incondicional, amor imperecedero, universal y único. Imperecedero porque es ilimitado, constantemente radiante y siempre disponible. Universal porque no tiene límites ni preferencias, emana vibraciones amorosas hacia todas las almas de todas las culturas, razas y credos. Único porque el fuego del amor de Dios limpia el corazón y el alma. Los que se benefician de este amor restablecen los lazos de una relación eterna. Los que experimentan el amor espiritual de Dios, los que “se funden con la Llama Eterna de la Verdad”, se desconectan de toda falsedad. Tales personas han aprendido la primera lección de hermandad universal: que todas las personas sienten amor unas hacia las otras porque son hijas del mismo Padre. A esto se llama amor espiritual. Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas. Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en cada actividad. Con la comprensión del amor espiritual, las personas se afectan menos por las circunstancias adversas. Contemplan las nubes negras y las tormentas como si fueran oportunidades para ejercitar su fortaleza y recursos internos. Su llama no se extingue aunque los demás no les ofrezcan amor. Superan los pensamientos que les pueden llevar a alejarse de una persona, un lugar o una tarea en particular. En cambio, existe la fe de que con determinación, sabrán crear una diferencia significativa y beneficiosa. Cuanto más esfuerzo se hace para amar, más amor se recibe. La chispa del esfuerzo es el amor, y verdadero amor por el esfuerzo significa eliminar cualquier debilidad que obstaculice el camino del amor. Se puede transformar un mundo entero mediante una visión de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor. El amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor, 26 un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de forma natural. Amor espiritual significa no fijarse en las debilidades de los demás, sino interesarse en eliminar los propios defectos. El método para hacer eso es revisarse internamente con regularidad para verificar hasta qué punto se ha adoptado el hábito natural de hacer felices a los demás, en vez de hacerles sufrir. Sin embargo, el amor verdadero del corazón también significa que uno no puede soportar el ver las debilidades de aquellos a quienes ama. Hay un deseo puro de corregir lo que no nos parece adecuado. Tal corrección se llevará a cabo, por un lado, con los sentimientos de amor y, por otro, con el poder de las palabras. Debe haber un equilibrio entre los dos. Cuando las palabras son demasiado fuertes o excesivas, el resultado no es satisfactorio. Si las palabras son muy hirientes, el otro puede sentirse insultado o humillado por el autoritarismo. Cuando se consigue el equilibrio correcto entre amor y poder en las palabras se da a los demás la experiencia de compasión, misericordia y beneficio. No importa cuán poderoso o amargo sea el mensaje, conmoverá el corazón del otro y se experimentará su veracidad. Los seres humanos se han quedado atrapados en un modelo de comportamiento que ha distorsionado el valor del amor y la capacidad de confiar mutuamente en los sentimientos e intenciones. En un momento dado hay amor y en el siguiente, ese amor se rompe, produciendo un dolor y pesar inmensos. Es como si el intelecto humano hubiera perdido la conexión con la única Fuente eterna de amor y se apoyara en los recursos temporales. Como consecuencia, en lugar de poseer una sola fortaleza y un solo apoyo de la fuente incondicional, las almas humanas permanecen sedientas de amor verdadero, y lo anhelan aunque sólo sea una gota. Sin este amor, siguen buscando y vagabundeando angustiadas. La llama eterna El mundo piensa en Dios como la máxima 27 fuente de amor, el Océano del Amor, la Llama Eterna. Dios da, de manera incondicional, amor imperecedero, universal y único. Imperecedero porque es ilimitado, constantemente radiante y siempre disponible. Universal porque no tiene límites ni preferencias, emana vibraciones amorosas hacia todas las almas de todas las culturas, razas y credos. Único porque el fuego del amor de Dios limpia el corazón y el alma. Los que se benefician de este amor restablecen los lazos de una relación eterna. Los que experimentan el amor espiritual de Dios, los que “se funden con la Llama Eterna de la Verdad”, se desconectan de toda falsedad. Tales personas han aprendido la primera lección de hermandad universal: que todas las personas sienten amor unas hacia las otras porque son hijas del mismo Padre. A esto se llama amor espiritual. Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas. Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en cada actividad. Con la comprensión del amor espiritual, las personas se afectan menos por las circunstancias adversas. Contemplan las nubes negras y las tormentas como si fueran oportunidades para ejercitar su fortaleza y recursos internos. Su llama no se extingue aunque los demás no les ofrezcan amor. Superan los pensamientos que les pueden llevar a alejarse de una persona, un lugar o una tarea en particular. En cambio, existe la fe de que con determinación, sabrán crear una diferencia significativa y beneficiosa. Cuanto más esfuerzo se hace para amar, más amor se recibe. La chispa del esfuerzo es el amor, y verdadero amor por el esfuerzo significa eliminar cualquier debilidad que obstaculice el camino del amor. Se puede transformar un mundo entero mediante una visión de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor. El amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor, 28 un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de forma natural. Amor espiritual significa no fijarse en las debilidades de los demás, sino interesarse en eliminar los propios defectos. El método para hacer eso es revisarse internamente con regularidad para verificar hasta qué punto se ha adoptado el hábito natural de hacer felices a los demás, en vez de hacerles sufrir. Sin embargo, el amor verdadero del corazón también significa que uno no puede soportar el ver las debilidades de aquellos a quienes ama. Hay un deseo puro de corregir lo que no nos parece adecuado. Tal corrección se llevará a cabo, por un lado, con los sentimientos de amor y, por otro, con el poder de las palabras. Debe haber un equilibrio entre los dos. Cuando las palabras son demasiado fuertes o excesivas, el resultado no es satisfactorio. Si las palabras son muy hirientes, el otro puede sentirse insultado o humillado por el autoritarismo. Cuando se consigue el equilibrio correcto entre amor y poder en las palabras se da a los demás la experiencia de compasión, misericordia y beneficio. No importa cuán poderoso o amargo sea el mensaje, conmoverá el corazón del otro y se experimentará su veracidad. Los seres humanos se han quedado atrapados en un modelo de comportamiento que ha distorsionado el valor del amor y la capacidad de confiar mutuamente en los sentimientos e intenciones. En un momento dado hay amor y en el siguiente, ese amor se rompe, produciendo un dolor y pesar inmensos. Es como si el intelecto humano hubiera perdido la conexión con la única Fuente eterna de amor y se apoyara en los recursos temporales. Como consecuencia, en lugar de poseer una sola fortaleza y un solo apoyo de la fuente incondicional, las almas humanas permanecen sedientas de amor verdadero, y lo anhelan aunque sólo sea una gota. Sin este amor, siguen buscando y vagabundeando angustiadas. La llama eterna El mundo piensa en Dios como la máxima 29 fuente de amor, el Océano del Amor, la Llama Eterna. Dios da, de manera incondicional, amor imperecedero, universal y único. Imperecedero porque es ilimitado, constantemente radiante y siempre disponible. Universal porque no tiene límites ni preferencias, emana vibraciones amorosas hacia todas las almas de todas las culturas, razas y credos. Único porque el fuego del amor de Dios limpia el corazón y el alma. Los que se benefician de este amor restablecen los lazos de una relación eterna. Los que experimentan el amor espiritual de Dios, los que “se funden con la Llama Eterna de la Verdad”, se desconectan de toda falsedad. Tales personas han aprendido la primera lección de hermandad universal: que todas las personas sienten amor unas hacia las otras porque son hijas del mismo Padre. A esto se llama amor espiritual. Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas. Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en cada actividad. Con la comprensión del amor espiritual, las personas se afectan menos por las circunstancias adversas. Contemplan las nubes negras y las tormentas como si fueran oportunidades para ejercitar su fortaleza y recursos internos. Su llama no se extingue aunque los demás no les ofrezcan amor. Superan los pensamientos que les pueden llevar a alejarse de una persona, un lugar o una tarea en particular. En cambio, existe la fe de que con determinación, sabrán crear una diferencia significativa y beneficiosa. Cuanto más esfuerzo se hace para amar, más amor se recibe. La chispa del esfuerzo es el amor, y verdadero amor por el esfuerzo significa eliminar cualquier debilidad que obstaculice el camino del amor. Se puede transformar un mundo entero mediante una visión de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor. El amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor, 30 un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de forma natural. La llama eterna El mundo piensa en Dios como la máxima fuente de amor, el Océano del Amor, la Llama Eterna. Dios da, de manera incondicional, amor imperecedero, universal y único. Imperecedero porque es ilimitado, constantemente radiante y siempre disponible. Universal porque no tiene límites ni preferencias, emana vibraciones amorosas hacia todas las almas de todas las culturas, razas y credos. Único porque el fuego del amor de Dios limpia el corazón y el alma. Los que se benefician de este amor restablecen los lazos de una relación eterna. Los que experimentan el amor espiritual de Dios, los que “se funden con la Llama Eterna de la Verdad”, se desconectan de toda falsedad. Tales personas han aprendido la primera lección de hermandad universal: que todas las personas sienten amor unas hacia las otras porque son hijas del mismo Padre. A esto se llama amor espiritual. Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas. Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en cada actividad. Con la comprensión del amor espiritual, las personas se afectan menos por las circunstancias adversas. Contemplan las nubes negras y las tormentas como si fueran oportunidades para ejercitar su fortaleza y recursos internos. Su llama no se extingue aunque los demás no les ofrezcan amor. Superan los pensamientos que les pueden llevar a alejarse de una persona, un lugar o una tarea en particular. En cambio, existe la fe de que con determinación, sabrán crear una diferencia significativa y beneficiosa. Cuanto más esfuerzo se hace para amar, más amor se recibe. La chispa del esfuerzo es el amor, y verdadero amor por el esfuerzo significa eliminar cualquier debilidad que obstaculice el 31 camino del amor. Se puede transformar un mundo entero mediante una visión de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor. El amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor, un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de forma natural. La llama eterna El mundo piensa en Dios como la máxima fuente de amor, el Océano del Amor, la Llama Eterna. Dios da, de manera incondicional, amor imperecedero, universal y único. Imperecedero porque es ilimitado, constantemente radiante y siempre disponible. Universal porque no tiene límites ni preferencias, emana vibraciones amorosas hacia todas las almas de todas las culturas, razas y credos. Único porque el fuego del amor de Dios limpia el corazón y el alma. Los que se benefician de este amor restablecen los lazos de una relación eterna. Los que experimentan el amor espiritual de Dios, los que “se funden con la Llama Eterna de la Verdad”, se desconectan de toda falsedad. Tales personas han aprendido la primera lección de hermandad universal: que todas las personas sienten amor unas hacia las otras porque son hijas del mismo Padre. A esto se llama amor espiritual. Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas. Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en cada actividad. Con la comprensión del amor espiritual, las personas se afectan menos por las circunstancias adversas. Contemplan las nubes negras y las tormentas como si fueran oportunidades para ejercitar su fortaleza y recursos internos. Su llama no se extingue aunque los demás no les ofrezcan amor. Superan los pensamientos que les pueden llevar a alejarse de una persona, un lugar o una tarea en particular. 32 En cambio, existe la fe de que con determinación, sabrán crear una diferencia significativa y beneficiosa. Cuanto más esfuerzo se hace para amar, más amor se recibe. La chispa del esfuerzo es el amor, y verdadero amor por el esfuerzo significa eliminar cualquier debilidad que obstaculice el camino del amor. Se puede transformar un mundo entero mediante una visión de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor. El amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor, un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de forma natural. El mundo piensa en Dios como la máxima fuente de amor, el Océano del Amor, la Llama Eterna. Dios da, de manera incondicional, amor imperecedero, universal y único. Imperecedero porque es ilimitado, constantemente radiante y siempre disponible. Universal porque no tiene límites ni preferencias, emana vibraciones amorosas hacia todas las almas de todas las culturas, razas y credos. Único porque el fuego del amor de Dios limpia el corazón y el alma. Los que se benefician de este amor restablecen los lazos de una relación eterna. Los que experimentan el amor espiritual de Dios, los que “se funden con la Llama Eterna de la Verdad”, se desconectan de toda falsedad. Tales personas han aprendido la primera lección de hermandad universal: que todas las personas sienten amor unas hacia las otras porque son hijas del mismo Padre. A esto se llama amor espiritual. Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas. Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en cada actividad. Con la comprensión del amor espiritual, las personas se afectan menos por las circunstancias adversas. Contemplan las nubes negras y las tormentas como si fueran oportunidades para ejercitar su fortaleza y recursos internos. 33 Su llama no se extingue aunque los demás no les ofrezcan amor. Superan los pensamientos que les pueden llevar a alejarse de una persona, un lugar o una tarea en particular. En cambio, existe la fe de que con determinación, sabrán crear una diferencia significativa y beneficiosa. Cuanto más esfuerzo se hace para amar, más amor se recibe. La chispa del esfuerzo es el amor, y verdadero amor por el esfuerzo significa eliminar cualquier debilidad que obstaculice el camino del amor. Se puede transformar un mundo entero mediante una visión de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor. El amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor, un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de forma natural. El mundo piensa en Dios como la máxima fuente de amor, el Océano del Amor, la Llama Eterna. Dios da, de manera incondicional, amor imperecedero, universal y único. Imperecedero porque es ilimitado, constantemente radiante y siempre disponible. Universal porque no tiene límites ni preferencias, emana vibraciones amorosas hacia todas las almas de todas las culturas, razas y credos. Único porque el fuego del amor de Dios limpia el corazón y el alma. Los que se benefician de este amor restablecen los lazos de una relación eterna. Los que experimentan el amor espiritual de Dios, los que “se funden con la Llama Eterna de la Verdad”, se desconectan de toda falsedad. Tales personas han aprendido la primera lección de hermandad universal: que todas las personas sienten amor unas hacia las otras porque son hijas del mismo Padre. A esto se llama amor espiritual. Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas. Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en cada actividad. Con la comprensión del amor espiritual, las 34 personas se afectan menos por las circunstancias adversas. Contemplan las nubes negras y las tormentas como si fueran oportunidades para ejercitar su fortaleza y recursos internos. Su llama no se extingue aunque los demás no les ofrezcan amor. Superan los pensamientos que les pueden llevar a alejarse de una persona, un lugar o una tarea en particular. En cambio, existe la fe de que con determinación, sabrán crear una diferencia significativa y beneficiosa. Cuanto más esfuerzo se hace para amar, más amor se recibe. La chispa del esfuerzo es el amor, y verdadero amor por el esfuerzo significa eliminar cualquier debilidad que obstaculice el camino del amor. Se puede transformar un mundo entero mediante una visión de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor. El amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor, un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de forma natural. “Que la imagen de la familia sea un ejemplo que nos haga entender que todos nosotros, dentro de la comunidad internacional, somos miembros de la familia de las naciones, la gran familia humana. Esto significa que pertenecemos a una organización que sabe cómo enfrentarse a las dificultades de estos momentos, cómo superar las aparentes divisiones y cómo vencer los antagonismos, porque está dirigida por una fuerza más poderosa que cualquier otra: la fuerza del amor, que es, finalmente, la razón de ser de la familia”. Dr. Boutros Boutros-Ghali, Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, 35 Diciembre, 1993 Menú de Valore Menú de Valore AMOR ESPIRITUAL He comprendido que para amar a otro, antes tenía que amarme a mí misma. No obstante, persiste la idea de que amarse a uno mismo es un sentimiento egocéntrico, infantil, destructivo... pero la lógica nos dice que sólo podemos ofrecer lo que poseemos y que lo máximo que poseemos es nuestra capacidad de dar... Cuando me refiero al amor, me refiero a ese amor que nada tiene que ver con lo carnal, me refiero a un amor espiritual, incondicional... sin esperar nada a cambio... Esto no significa tener que hacer balance de quién hizo qué y quién hizo más. Habrá ocasiones en que daremos más de lo que 36 nos dan, pero habrá momentos en que necesitaremos y recibiremos más de lo que nosotros somos capaces de dar. Contar los tantos implica una competición deportiva, no una mutua relación de apoyo. El verdadero amor requiere dar a la otra persona sin pensar quién se queda la mejor parte... Maneras de amarnos · Dejemos de criticarnos Este es quizás el punto más importante. Si nos decimos a nosotros mismos que, pase lo que pase, estamos bien y valemos, podemos cambiar con facilidad nuestra vida. Pero si nos decimos que estamos mal, nos resultará enormemente difícil lograrlo. Todos cambiamos, todos. Cada día es un nuevo día y hacemos las cosas de manera algo diferente a como lo hicimos el día 37 anterior. Nuestra capacidad para adaptarnos y avanzar con el proceso de la vida es nuestro poder. En cierta manera todos nos sentimos inseguros, porque somos humanos. Aprendemos a no pretender que somos perfectos. La necesidad de ser perfectos sólo nos crea una enorme presión, y nos impide ver los aspectos de nuestra vida que necesitan curación. En lugar de eso podríamos descubrir nuestras aptitudes creativas, nuestra individualidad, y valorarnos por esas cualidades que nos distinguen de los demás. Cada uno de nosotros tiene un papel único que desempeñar en la Tierra, papel que oscurecemos al criticarnos. · Dejemos de asustarnos Muchos de nosotros nos llenamos de miedo con pensamientos aterradores, logrando con ellos hacer las situaciones peores de lo que son. Cogemos un pequeño problema y lo transformamos en un monstruo gigantesco. En una forma terrible de vivir, siempre a la espera de que ocurra lo peor en nuestra vida. ¿Cuántos de ustedes se van a la cama por la noche imaginándose el peor de los guiones posibles para un problema? Eso es lo mismo que hace un niño pequeño cuando se imagina que 38 hay monstruos debajo de la cama y se asusta por ello. Si haces esto, no es raro entonces que no puedas dormir. Cuando eras pequeño necesitabas que tu madre o tu padre vinieran a tranquilizarte. Ahora que eres adulto sabes que tienes la capacidad de tranquilizarte a ti mismo. Esto suelen hacerlo las personas enfermas. Con frecuencia se imaginaban lo peor, si es que no están ya planeando sus funerales. Si habitualmente repasas en tu mente situaciones o pensamientos negativos, busca la imagen de algo con lo que verdaderamente te gustaría reemplazarlos. Podría ser un hermoso paisaje, una puesta de sol, flores, algún deporte, o cualquier cosa que te guste. Utiliza esa imagen como un "interruptor" cada vez que te des cuenta de que tienes pensamientos de miedo. Di: "No, ya no voy a pensar en eso. Voy a pensar en puestas de sol, en rosales, en hermosos saltos de agua", según cual sea tu imagen. Si lo haces así, finalmente superarás la costumbre, aunque es algo que requiere mucha práctica. Seamos amables, cariñosos y pacientes con nosotros mismos. 39 Con mucho humor Oren Arnold escribió: "Querido Dios, te ruego que me des paciencia. ¡Y la quiero ahora mismo!". La paciencia es una herramienta muy potente. La mayoría sufrimos de la expectativa de la gratificación inmediata. Queremos que todo suceda enseguida. No tenemos paciencia para esperar nada. Nos irritamos si tenemos que esperar en una cola o si estamos atascados en un embotellamiento. Queremos todas las respuestas y todos los bienes ahora mismo, ya. Con muchísima frecuencia hacemos desgraciadas a otras personas con nuestra impaciencia. La impaciencia es una resistencia a aprender, deseamos tener las respuestas sin aprender la lección o sin dar los pasos necesarios. Piensa en tu mente como si fuera un jardín. Para empezar, un jardín es un trozo de tierra. Puede que él haya muchas zarzas de odio a uno mismo y piedras de desesperación, rabia y preocupación. Hay un viejo árbol llamado miedo que necesita una buena poda o que lo corten. Una vez hayas limpiado bien el terreno y abonado la tierra, siembra algunas semillas de alegría y prosperidad. El sol brilla sobre tu jardín, y tú lo riegas, lo abonas y lo cuidas amorosamente. Al principio no se 40 ve que suceda gran cosa. Pero tú no te detengas, continúa cuidando tu jardín. Si tienes paciencia, las plantas crecerán y se llenarán de flores. Lo mismo sucede en tu mente: tú seleccionas los pensamientos que vas a cuidar, y si tienes paciencia, verás cómo crecen y contribuyen a crear el jardín de experiencias que deseas. Aprendamos a ser cariñosos con nuestra mente No nos odiemos por tener pensamientos negativos. Podemos considerar que estos pensamientos nos "construyen", y no que nos "derriban". No tenemos por qué culparnos por tener experiencias negativas. Podemos aprender de ellas. Ser cariñosos con nosotros mismos quiere decir dejar de culparnos, dejar de sentirnos culpables, acabar con todo castigo y con todo dolor. Elogiémonos Este es el paso siguiente. La crítica deprime al espíritu; el elogio lo levanta. Reconoce tu Poder, reconoce a tu Yo. Todos somos expresiones de la Inteligencia Infinita. Cuando te desprecias, desprecias al Poder que te ha creado. Empieza por cosas pequeñas. Dite a ti mismo que eres una persona maravillosa. Si lo haces una vez y dejas de hacerlo, no funciona. Continúa, 41 aunque sea un minuto cada vez. Créeme, a medida que lo vas haciendo resulta más fácil. La próxima vez que hagas algo nuevo o diferente, o algo que comienzas a aprender y no sabes muy bien cómo hacerlo, proporciónate aliento y apoyo. Amarnos significa apoyarnos Acude a tus amigos y permíteles que te echen una mano. En realidad, es una muestra de fortaleza pedir ayuda cuando se la necesita. Son demasiadas las personas que han aprendido a ser autosuficientes. No pueden pedir ayuda porque su ego se lo prohíbe. En lugar de intentar hacerlo todo solo y enfadarte porque no lo consigues, la próxima vez pide ayuda. Amémonos ya, ahora mismo No esperes a haber arreglado las cosas para amarte. La insatisfacción contigo mismo es una pauta habitual. Si logras sentirte satisfecho contigo mismo ahora, si puedes amarte y aprobarte ahora, entonces serás capaz de disfrutar de lo bueno cuando venga. Una vez que aprendas a amarte a ti mismo, comenzarás a amar y a aceptar a los demás. No podemos cambiar a otras personas, de modo que dejémoslas en paz. Gastamos muchísima energía intentando hacer que los demás 42 cambien. Si empleáramos la mitad de esa energía en nosotros mismos, podríamos llegar a actuar de otra manera, y entonces los demás reaccionarían también de modo diferente. Sobre el amor universal... Todo cambia, porque todo está evolucionando hacia la Unidad, pero nada cambia porque el cambio ya se ha producido y visto desde el presente, todo permanece inalterable porque los sucesivos momentos del proceso y el resultado están todos juntos y permanecen constantes como un todo, sin cambio pues el cambio se manifiesta únicamente cuando existe continuidad, es decir, tiempo, pero en el presente todo ocurre a la vez y al mismo tiempo, por eso no hay cambio porque no existe un paso de un momento a otro, sino que tanto el momento inicial como el final están ocurriendo al mismo tiempo, sin cambio y sin alteraciones. Por eso Dios, está en todas partes y siempre existió, sólo que experimentamos separación y por eso tenemos que volvernos a unir todas las partes que somos y así llegar a experimentar amor para siempre, pero ese amor existió siempre, atemporalmente pues todo lo que existe y existió está existiendo siempre en este mismo momento y en este mismo lugar. Sólo hay aquí y ahora. Ahora quizá no experimentemos amor, pero si esto es así, es debido a nuestra idea de separación, sin embargo, es sólo una idea, pues en realidad todos juntos siempre fuimos y seremos amor. Ahora quizá nos experimentemos de forma separada, pero no podemos dejar de estar unidos porque todos somos uno y cuando lo experimentemos así, el propósito de Dios, del amor, se habrá consumado pues todo es amor. El alma está en todas partes, pero debemos vivirnos como un Todo y no de forma separada porque siempre fuimos y seremos la Unidad. Ahora quizá no experimentemos demasiado amor porque nos vivimos de forma separada, pero el amor surge al comprender que no estamos solos y que somos todo Uno y cuando lo vemos y vivimos así, ya está, seremos 43 felices para siempre porque siempre estuvimos y estaremos unidos. Nunca estuvimos separados, sólo que nos experimentábamos de forma separada. Sobre el amor espiritual Las experiencias que tenemos dejan una huella en nosotros, sea positiva o negativa, pero nos ayudan sin embargo, a comprender mejor a los demás, por eso se debe agradecer a Dios todo lo que le pasa a uno mismo. Esa huella que las experiencias dejan en nosotros, ya sean positivas o negativas, nos hacen sentirnos de muchas formas distintas, pero nos ayudan a ser mejores, a amar más a los demás porque por aquello que pasamos, comprendemos que también le puede pasar a otro y sentimos compasión por ese ser y tratamos de ayudarle y de no dañarle, ésta es la base de todas las religiones, amar a los demás y no dañarles, y a poder ser beneficiarles. Sin embargo, hay una forma de llegar a sentirse mejor, una vez aprendido que lo importante es amar a los demás, sentir amor y actuar con el corazón, es éste el punto inicial a partir del cual se puede progresar. Hay formas tales como crear experiencias de amor, experimentar amor, (me refiero al amor de felicidad), cultivando para ello la buena intención hacia todos los seres y hacia uno mismo, no desear dañarles nunca y poder ayudarles siempre que se pueda. Podemos decir: "Me amo a mí mismo" pero esta frase es incompleta, pues los demás también son como tú y sienten igual que tú, por tanto, sería conveniente decir: "Amo a los demás como a mí mismo". Si cada mañana y cada noche repites esta frase varias veces con buena intención, llegarás a creértela y a transformarla en experiencia, porque el pensamiento crea el sentimiento. Puedes elegir experimentar aquello que desees, sólo es necesario crear la experiencia, pero es necesario tener el deseo de hacerlo porque aquello que deseas con todas tus fuerzas y persistes en ello, por seguro que lo consigues. Si eliges experimentar amor y lo practicas, con toda seguridad, lo obtendrás ya que si plantas una semilla y la cuidas y la riegas, la planta crece, lo mismo con el amor (felicidad absoluta o paraíso espiritual o nirvana). El amor me refiero a la experiencia que no puede ser explicada ni descrita 44 con palabras porque está más allá de las palabras, tan preciosa es sentirla que cualquier cosa que no sea ese amor, carece de absoluta importancia para uno porque uno está lleno de amor, de ese sentimiento infinito y eterno de plenitud. Si cada mañana dices: "Amo a todos los seres como a mí mismo" varias veces y por la noche igual y rezas a los ángeles o haces meditación, o rezas a Dios, te servirá de mucho, pero el camino debes buscarlo tú, no quiero invadir tu libertad. Quien busca encuentra siempre. El camino es conocerse a uno mismo. Saber cómo uno mismo es. Cuáles son sus virtudes y defectos y poner los ingredientes para transformar los defectos en virtudes. Hay un libro que estudia los tipos de personalidad para conocerse a uno mismo. Si te interesa te digo el título y el autor. Trata de una técnica milenaria que se llama eneagrama. Hay 7 tipos de personalidad en la cual mejor encajamos, pero no te puedo decir más porque lo estoy leyendo. Yo pienso que para ayudar a los demás, basta con desearlo y tener buena intención de ayudarles. Cuanto más amor hayamos desarrollado, podremos ayudarles a otro nivel más profundo, pero no mejor, simplemente distinto y con otra utilidad distinta. Yo pienso que cada uno de nosotros recibimos el tipo de ayuda que necesitamos en cada momento y pienso que la ayuda que sale del corazón, es siempre igual de necesaria, porque cuando se ayuda con buena intención, se está ayudando desde el corazón. Es necesario abrir la mente y ver las cosas claras y objetivas. Cada uno debe ayudar en la medida que sabe, pero si tiene la intención de ayudar, éste es un sentimiento y una elección que procede del interior del corazón y debe ser respetada y valorada, entonces, la persona que desea ayudar, si tiene ese deseo, es porque se lo pide su alma y debe dejarse guiar por lo que le dice, porque es un sentimiento natural que brota desde lo más profundo de su corazón. Cada uno es su propio maestro. No se deben obstaculizar los sentimientos más profundos que proceden de nosotros porque son los que verdaderamente están en la verdad. Todo sentimiento que procede del corazón es sagrado y por tanto brota de Dios. Yo pienso que cuando alguien desea ayudar, es porque está preparado para ello, al igual que cuando se siente la necesidad de beber, es natural beber. Nosotros vamos buscando el camino y seguimos los pasos definidos por nuestras elecciones más profundas. Todo lo que nos pasa o que atraemos es porque lo elegimos. Ningún tipo de ayuda es mejor que otra, simplemente distinta y con distintos toques mágicos. Cada tipo de ayuda 45 le beneficia particularmente al ser concreto que la ha pedido, por eso no un sólo tipo de ayuda sirve para todos, sino que cada ser precisa uno distinto. Cuánto más amor se tenga dentro de uno mismo, más se podrá ayudar a los demás, pero la única cosa que pienso que es necesaria para poder ayudar a los demás, es querer ayudarles, importarles, preocuparse por ellos, desear que sean felices, querer despertar en ellos el amor que tienen dormido, en definitiva, desear su felicidad. Como dijo Jesús: "Amaos los unos a los otros como yo os he amado". MI MADRE ME HABLABA DEL AMOR ESPIRITUAL Amor Espiritual Hace tiempo había ido con mi mama a comprar arena para sus gatos y durante el trayecto empezamos a hablar del amor, sobre los viejos rabo verdes que ya ni se les para pero ahí están buscándole la manera con la viagra y cosas de esas. Lo interesante de esta platica con mi madre fue que ella me dijo las dos clases de amor que existen en la pareja, el amor físico y el amor espiritual, ella decía que el amor físico es el que siente cualquiera por su pareja, por lo guapo o guapa que puede estar, del cuerpo del cual nos enamoramos, motivo por el cual buscamos un acercamiento a esa persona especial. La otra clase de amor es el espiritual, el que, según mi mamá, es el amor que dices te amo con solo ver a los ojos a esa persona especial, 46 en la que con solo tomarse de la mano la energía fluya, la compañía es lo que importa y el cuerpo físico queda de lado. Mi madre decía que cuando la belleza física se va, el amor físico también y solo nos queda el amor espiritual y que es en la etapa donde existe el amor físico que hay que alimentar a ese amor espiritual ya que es lo único eterno en una relación. Que pasa cuando ya viejitos no pueden tener contacto físico (sexual), ¿Que queda? Justamente como dice mi madre, el gusto de compartir con esa persona, el placer de verse el uno al otro y reconocer ese amor espiritual que llena la relación y no hace falta nada sexual, mas que lo espiritual de la relación. Dicen que el espíritu es eterno y nuestro cuerpo se vuelve polvo, cenizas. Igual es en las relaciones de parejas, el amor espiritual es eterno, sobrevive a la muerte de uno y el amor físico se marchita con los cuerpos de las parejas. © Copyright 1999-2007 - A.W. Pink CUALIDADES DEL AMOR ESPIRITUAL Las virtudes son la belleza de una persona; son lo que hacen a una persona especial y distinta; 47 son el color, la forma y el perfil de su personalidad. Determinan la forma en que una persona hace las cosas; la forma en que se mueve, habla y viste. La persona con virtudes quizás no tenga dinero pero siempre dará la impresión de riqueza porque todo lo que le rodea será de calidad. Las virtudes brillan hacia el exterior y hacia todo: hacia el cuerpo, el entorno y, en el fondo, hasta el corazón del planeta; llenan lo que está vacío, sanan lo que está enfermo y calman lo que está intranquilo. La Alegría Alegría es cuando uno se está acercando a una meta y avanza los últimos pasos para llegar a ésta. Es la experiencia única del día previo a un acontecimiento especial, para el cual quedan pocas horas. Es una cuestión de claridad y convicción. Primero uno tiene que poder ver más allá del presente y tener una visión tal que pueda percibir un futuro bueno, no tan sólo para uno mismo sino para todas las cosas. Tiene que saber que en el fondo todo el movimiento de la vida es hacia el bien, que todas las montañas tienen valles y las estaciones un verano. Tiene que vivirlo con ligereza o, de lo contrario, la alegría sólo es una fanfarronada ante la desesperación. Alegría es no tener nunca más vergüenza de que le daría mancharse las manos de pintura cuando está dando las últimas pinceladas. La alegría hace que todos le amen porque perciben su victoria delante y no es una victoria fría o solidaria, ya que su pie firme ayuda a que otros le sigan. La Autoconfianza La autoconfianza es conocerse a sí mismo, 48 conocer sus ideas y venidas tan a fondo que siempre le queden fuerzas a las que poder recurrir. En algún rincón de su interior, desde la quietud, puede encontrar algo positivo. Las áreas de debilidad no perturban a la mente porque se encuentran en proceso de demolición; son como casas vacías a las cuales sus pensamientos ya ni se molestan en entrar. Y si en algún momento surgiese algún rastro de debilidad que golpease contra alguna parte de su ser, la confianza le da poder para alejarla suavemente. La autoconfianza hace que se mueva con mayor lentitud que hable más pausadamente y también que se detenga a mirar a la persona con la que se está comunicando en vez de ir por la vida aplastando a todo por andar deprisa. Le permite permanecer alegre y pacífico cuando atraviesa por un estado de ignorancia de manera que todos pueden esperar hasta que esté preparado. En esa calma puede llenar de fuerza ese momento antes de que se pronuncie palabra alguna. Y, cuando los nervios persistan en hacer tambalear su firmeza, la autoconfianza le permite suministrar suavidad y silencio para que pueda calmar todo su organismo. ¿Cuál es el método para obtener autoconfianza? Una manera es hablarse a uno mismo, no a los demás. En momentos de inseguridad es reconfortante encontrar con quien hablar, pero lo que da seguridades hablar con uno mismo. Porque en nuestro interior hay una reserva de amor que nos protege ante cualquier situación difícil en la que nos encontremos. La amistad con otras personas no es tan consistente ni eterna. Después de hablarse a sí mismo y de haberle dado a sus nervios un lugar donde puedan serenarse, lo mejor que puede hacerse es entrar en acción. La acción, junto al amor reposado más tarde, cuando surja algún momento de necesidad. Cuanto más ame más debe actuar, ya que cuanto más profundo sea el depósito de valor que acumule menos tendrá que sobreexigirse 49 Donde la confianza es profunda, existen las bases para una entrega real. Real significa tener un "yo" silencioso; eliminando los nervios y los pensamientos que causan ruido en nuestra mente. Es cuando hay quietud en mi mente que puedo escuchar a los demás. Benevolencia La benevolencia es una buena voluntad silenciosa Es como el sol que brilla sobre la tierra dura aflojándola, derritiendo el hielo, pero sin propósito o intención alguna de hacer bien. Para el sol es una acción natural hacerlo y por esto consigue el resultado. Porque la tierra no se siente en deuda con el sol. De igual forma, ser el preceptor de benevolencia significa recibir algo por lo que no hay recompensa, ni siquiera una presión a la cual responder. Por esto uno fácilmente recibe benevolencia. La benevolencia es una condición de ser que depende de sí misma y no tiene nada que ver con los sentimientos de misericordia o predilección, no con impulsos repentinos de amor, simplemente es. La benevolencia no ofrece nada específico pero todos se sienten atraídos hacia ellas. Tampoco ofrece respuestas, pero permite pensar. No enseña nada, pero su presencia permite aprender. Ser benevolente es la mejor forma de ayudar a una persona ya que la benevolencia, igual que la luz del sol, no tiene forma de filtrarse hacia los tranquilos rincones del pánico, en la mente y aligerar su carga. La benevolencia es la virtud menos invasora y a la vez es bien acogida en todas partes. 50 Contentamiento El contentamiento es como un río subterráneo cuyo cauce no se puede cambiar. En la superficie la gente patea, empuja y tira; la tierra se agrieta o queda abandonada pero, debajo, el río continúo fluyendo, aunque en alguna parte sea sólo como un hilo en la oscuridad. El agua en la superficie de la tierra corre el riesgo de ser contaminada, usada, bebida o extraída, pero el agua subterránea no se explota. No es inconsciente del desafío, pero cuando el paisaje de la mente (la superficie de la vida) sufre algún trastorno, el río responde, cambia, fluye hacia adentro y bordea lo que pasa aunque no esté a la vista. Simplemente nunca se seca. Para estar contento se requiere de un profundo entendimiento, de una necesidad de saber y de anticiparse suavemente a los movimientos de la mente y también de sentir la atracción del destino que está más allá de todo. La corriente es la fuerza espiritual. Coraje El coraje piensa en el destino y no en nada de lo que hay de por medio. Es la fuerza que hay detrás de cada movimiento de una voluntad decidida y por esto el fracaso está lejos de esta virtud. Coraje es cuando tal vez no puede ver y por esto no se detiene. El coraje crece junto a la vida. También es la cualidad de un niño que no sabe de desafíos y de un adulto que no conoce el poder del reto. Coraje es dar un paso hacia un área difícil sin tener una solución en mente pero sintiendo 51 que la victoria está delante. Sabiendo que Dios tiene su mano extendida para tirar de la suya. Coraje es decir lo que uno piensa, sin diluirlo, sin desear la aprobación de los demás, sabiendo que un ideal profundamente elaborado es lo suficiente fuerte como para resistir la oposición. Y, si es derrumbado, el coraje no sabe de culpar sino reconstruir aún más firme. Hay algo que conmueve en una persona con coraje y es que aunque todo esté en contra de ella sabe que saldrá victoriosa, porque tiene la fortaleza de la calidad contra la debilidad de la cantidad. y hacen más; no hacen promesas porque con su coraje saben que junto a una meta ha de haber una mente inteligente que pueda. El coraje es audacia pero siempre con cuidado. Desapego Muchos caminos espirituales abogan por un estado mental denominado desapego, en el cual la persona se aleja de las preocupaciones mundanas y se convierte en un observador de la vida. Se considera, este estado, como un medio para alcanzar una meta interna en el cual uno se libera de distracciones y conflictos. Una flor de loto tiene sus raíces en el lodo. No puede crecer sin el barro y sin embargo sus pétalos son de un blanco impecable. Así es el desapego: es estar cerca de lo que uno más desea desprenderse, liberarse y usarlo para crecer, sin apartarse de nada. En nuestra propia personalidad, por lo general, hay aspectos de los que nos somos conscientes o que no nos gustan y los distorsionamos convirtiéndolos en algo atractivo. De ahí que cuando una persona trabaja duro, a menudo indica temor a la disconformidad. Esto es lo contrario del desapego, es decir, es hacer algo no por lo que vale la pena 52 sino para engrandecer la propia posición personal. La flor de loto no transforma el lodo en ninguna cosa. El lodo es lodo y sin embargo tiene los elementos nutritivos necesarios para el crecimiento de la flor. Lo mismo nos pasa a nosotros. Estamos en una situación que no nos gusta, "en el lodo" y sin embargo es tal vez la situación más seguro que existe, si sólo pudiéramos reconocerlo, sin distorsionar la situación, permitiéndole que nos haga crecer. Por otra parte, podemos querer liberarnos de alguna persona y estar solos pero de alguna manera nos encontramos atrapados en esa relación. La persona que tenemos al lado es probablemente el mejor profesor que podríamos encontrar, si sólo pudiéramos ver el elemento nutritivo de su presencia y reconocer que quizás estamos poniendo atención a un aspecto muy secundario de su personalidad, ignorando el resto del mismo. El desapego es una gran virtud. Trae consigo seguridad emocional, realismo y frescor ya hace que otras personas se sientan libres con uno; libres de ir y venir, sin ceremonias. Pero en el momento que uno deja de amar la vida, el desapego se hace imposible porque uno comienza a aferrarse a las cosas que te ayudan. Humildad La humildad no descarta nada sino que toma en serio hasta las cosas insignificantes. Es reconocer todo lo que se presente en la vida y, que lo que se encuentre en frente a uno se ha de respetar como algo que le hará avanzar; es reconocer que dentro de lo grande a veces hay poco pero dentro de lo pequeño a menudo se encuentra una enormidad. La humildad es excepcional porque para tenerla no se ha de desear nada. LA MÍSTICA CARMELITANA A veces se encuentran malas interpretaciones de los arrebatos místicos de san Juan de la Cruz y 53 santa Teresa de Ávila, su dirigida espiritual Por eso, con toda intención, van estas páginas de un estudioso serio de ambos santos. Santa Teresa de Jesús San Juan de la Cruz Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz son las dos figuras supremas de la mística universal Católica. Ambos son Padres y Reformadores de la Orden de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo. Santa Teresa de Jesús Rasgos biográficos. Teresa de Cepeda y Ahumada nació en Ávila (1515).El ambiente de piedad que respiró se manifiesta de forma clara, cuando siendo niña, convenció a su hermano Rodrigo para que juntos sufrieran el martirio en tierra de infieles y ganar de forma rápida el Cielo. Ingresó en el Carmel la Antigua Observancia en el convento de la Encarnación de Ávila, en donde progresó de forma admirable en camino de la santidad. En 1562 comenzó con notables dificultades la Reforma de la Ord del Carmen fundó el primer palomarcico, como ella definía a sus fundaciones, San José de Ávila. A p de ese momento su vida prodigiosa transcurrió entre grandes disgustos y persecuciones con motivo de sucesivas fundaciones de conventos por Castilla y Andalucía. Denunciada varias veces a la Inquisició muerte la sorprendió en Alba de Tormes a los sesenta y siete años (1582). Por sus libros y por los testimonios de sus contemporáneos sabemos que fue una mujer única, dotada de cualidades humanas extraordinarias en todas la dimensiones de su personalidad. DOCTRINA.- El rasgo esencial de su pensamiento doctrinal se fundamenta en la unión del recogimiento contemplativo y la actividad práctica: entre los pucheros anda Dios, solía decir cuando alguna de sus monjas se quejaba del poco tiempo que podía dedicar a la práctica de recogimiento y contemplación. Su método clásico de oración se fundamentaba en buscar a Dios en lo más profundo del alma teniendo siempre presente la Sacratísima Humanidad de Jesucristo, fuente y causa de todo el bien para la persona espiritual. LA OBRA LITERARIA Y MÍSTICA DE SANTA TERESA.- Las obras principales de la Doctora Mística, como reconoce oficialmente la Iglesia Católica a Teresa de Jesús, se pueden dividir de la siguiente forma, aun cuando forman un todo armonioso: 1º)Obras autobiográficas ( VIDA, RELACIONES, FUNDACIONES) 2º) Obras doctrinales ( CAMINO DE PERFECCIÓN, CONCEPTOS DE AMOR DE DIOS, 54 CASTILLO INTERIOR O MORADAS.) 3º) CARTAS Y POESÍAS El libro de su Vida, obra de madurez (1561-1565) es un prodigio de estilo femenino, lleno sinceridad y frescura. Junto a datos personales e íntimos, gracias a los cuales se pueden conocer todo un proceso personal de entrega a la vida espiritual en sus componentes fundamentales- purgación, iluminación y unión mística- se encuentran también análisis profundos y maravillosos del camino ascético-místico. Libro de las Relaciones , puede considerarse un complemento del libro de la Vida. Libro de las Fundaciones, en él se encuentran toda la vida de aventurera a lo divino que fue Sta. Teresa. Hoy nos parece increíble cómo esta mujer admirable pudo recorrer media Espa fundado conventos con escasos medios y continuas persecuciones. En este libro quedan patentes cualidades tan sobresalientes como: el espíritu de lucha, la capacidad organizativa emprendedora, la prudencia y su habilidad para relacionarse con toda clase de personas de el Rey Felipe II, hasta los más humildes mesoneros, arrieros. Las Fundaciones nos presentan un retablo único de la España del S.XVI. Libro de las Moradas o Castillo Interior, es la obra cumbre de Sta. Teresa y una de las cumb de la Mística Experimental. En esta obra maravillosa predomina la unidad basada en la alegoría -metáfora continuada- en la que el alma es comparada con un castillo todo diaman compuesto de "muchas Moradas, unas en lo alto, otras en lo bajo y otras a los lados; y en e centro o mitad de todas éstas tiene la más principal, que es donde pasan las cosas de much secreto entre Dios y el alma". Las tres moradas primeras se corresponden con la primera et de la vida espiritual, vía purgativa, las tres siguientes se corresponden con la vía iluminativa séptima y última morada con la vía unitiva. Los conceptos de amor de Dios contienen un comentario original y efusivo sobre el bíblico Cantar de los cantares. El Camino de Perfección es un tratado de ascética dirigido a las monjas de sus monasterios en él se ve reflejado el penetrante análisis psicológico que la Santa hace del alma femenina mujer que ha experimentado los más grandes gracias místicas, aparece con los pies en el suelo, conocedora de las más profundas motivaciones del alma femenina. Las cartas tienen una importancia fundamental para conocer la dimensión social de la Santa 55 Andariega, con su estilo único son una muestra interesante de todas las relaciones que la S Teresa desplegó para llevar a cabo la Reforma Carmelitana, se conservan una 400 dirigidas las personas más plurales por sus oficios, profesión y posición social. Los poemas son de menor importancia que su obra en prosa, tienen un marcado acento popular y entroncan perfectamente con la lírica del pueblo, entre los poemas más conocido está el que empieza con el verso Vivir sin vivir en mí. La lírica teresiana tiene un tono fervoro y estilo sencillo. ESTILO TERESIANO. Santa Teresa escribe por obediencia y muchas veces contra su voluntad. Ajena al artificio literario no pretende nunca trastornar la retórica. Su estilo se mue dentro del gran principio valdesiano: escribo como hablo, que ella modifica ,cuando afirma: i hablando con ellas en lo que escribiere, esto fue lo que motivo el juicio literario formulado po Fray Luis de León, quien puso los fundamentos definitivos de todo análisis crítico teresiano. Escribe el excelente crítico: (...) no es menos clara ni menos milagrosa la segunda imagen q dije, los libros; en los cuales, sin ninguna duda, quiso el Espíritu Santo que la Madre Teresa fuese ejemplo rarísimo. Porque en la alteza de las cosas que trata, y en la delicadeza y claridad con que las trata, excede a muchos ingenios; y en la forma de decir, y en la pureza estilo, y en la gracia y buena compostura de las palabras, y en una elegancia desafeitada qu deleita en extremo, dudo yo que haya en nuestra lengua escritura que con ellos se iguale..". San Juan de la Cruz SAN JUAN DE LA CRUZ: CUMBRE DE LA POESÍA Y DE LA MÍSTICA Es un tópico consagrado, que san Juan de la Cruz ,en su persona y en su obra ,es la máxim representación no sólo de la mística y de la poesía carmelitana, sino es la cumbre de la mís experimental y la lírica amorosa, vertida a lo divino. Esto que parece evidente, no es óbice ,para que sea un perfecto desconocido en ambientes tanto universitarios, como culturales. S pocos los que leen sus obras y menos aún, los que las entienden en un justo sentido. Las interpretaciones, que se han dado sobre la mística sanjuanista ,son tan contradictorias como abundantes: visión marxista, freudiana, erótica y un largo etc. de dislates pugnan por imponerse y descalificarse; con todo, San Juan de la Cruz sigue ahí como faro luminoso par 56 el ser humano sediento de Dios y defraudado de tantos placeres que no sólo no satisfacen l capacidad infinita de la voluntad, facultad de amor y, del entendimiento, facultad de entende sino que la matan de sed, porque ,como dicen el propio San Juan de la Cruz ,los apetitos desordenados de la cosas materiales provocan en la persona ,que los satisfacen, dos males gravísimos:" Y para que más clara y abundantemente se entienda lo dicho, será bueno pone aquí y decir, cómo estos apetitos causan en el alma dos daños principales: el uno es, que le privan del espíritu de Dios, y el otro es, que al alma donde viven la cansan, atormentan, oscurecen, ensucian y enflaquecen(...) Estos dos males, conviene a saber: privación y posit se causan por cualquier acto desordenado de apetito". VIDA, PERSONALIDAD Y FORMACIÓN. Juan de Yepes nació en Fontiveros (Ávila, 1542). Hijo de unos humildes tejedores. Su madr Catalina, viuda tuvo que trasladarse a Medina del Campo para remediar la situación de pobreza extrema en que había quedado la familia. El niño Juan inició sus preparación en el célebre colegio de los PP.Jesuitas (Medina del Campo) . Ingresa en la Orden del Carmen y estudia Artes y Teología en la Universidad de Salamanca. Decisivo en su vida fue el encuen con Santa Teresa, quien prendada de sus cualidades intelectuales y de su profunda vida espiritual , lo gana para iniciar la Reforma del Carmelo entre los varones. Su vida se convirti en auténtico martirio, sufrió toda clase de persecuciones y en la cárcel del convento del Carmelo Calzado ,en Toledo, escribió las magníficas estrofas de su obra cumbre CÁNTICO ESPIRITUAL. Se fuga de la cárcel conventual de manera sorprendente , astuta. y milagrosa resto de su vida transcurre en Andalucía desempeñando cargos importantes en el Carmelo Descalzo, una vez separado del Calzado. Objeto de persecución por los propios miembros d su Orden, Descalza muere en Úbeda (1591) a punto de ser enviado a América. San Juan de la Cruz tenía una personalidad genuinamente poética, cualidad ,que unida a su prodigiosas facultades intelectuales, hacía decir a la Madre Teresa :"Fray Juan es muy espiritual y de grandes experiencias y letras". Dotado de un temperamento vitalista y esforza pudo soportar con admirable paciencia las pruebas más duras. Su preparación intelectual era excelente. Conocía a la perfección la Biblia, la Teología de St Tomás y la de los grandes Padres de la Iglesia. La filosofía aristotélica y platónica, junto con estoicismo no tenían para él secretos. Maestro consumado en la poesía, conocía tanto la 57 poesía popular como la culta de influencia italianizante. DOCTRINA MÍSTICA. Tradicionalmente se ha pretendido presentar a San Juan de la Cruz como el místico de la NOCHE y de la NADA; ambas serían los dos grandes símbolos que identificarían la mística sanjuanista. Tal opinión, sin embargo, es unilateral y, claramente ,incompleta, pues la mística del Solitario de la Peñuela está fundamentada en la LLAMA DE AMOR VIVA y en el CÁNTICO ESPIRITUAL. Su mística lo es de plenitud. NOCHE Y NADA son el fin de la experiencia mística sanjuanista ,como claramente nos dice en la declaración la primera canción del poema LLAMA:" Y como ve que aquella llama delicada que en ella ar cada vez que la está embistiendo, la está como glorificando con suave y fuerte gloria, tanto cada vez que la absorbe y embiste, le parece que le va a dar la vida eterna, y que va a romp la tela de la vida mortal y que falta muy poco para glorificarla esencial, dice con gran deseo llama, que es el Espíritu Santo, que rompa ya la vida mortal por aquel dulce encuentro, en q de veras la acabe de comunicar lo que cada vez parece que la va a dar cuando la encuentra que es glorificarla entera y perfectamente" Este es el único y auténtico sentido de la mística sanjuanista, mística vitalista, triunfal, plena y liberadora: Sólo desde aquí se pueden comprender la NOCHE y la NADA, simples medios para llegar a la LUZ y al todo : UNIÓN C DIOS TRINIDAD SANTÍSIMA, simbolizada en esta estrofa única: ¡Oh cauterio suave! /¡Oh regalada llaga/ ¡Oh mano blanda! ¡Oh toque delicado que a vida eterna sabe/ y toda deuda paga! Matando, muerte en vida las has trocado/ Estos son los símbolos con las que San Juan de la Cruz nombre a las tres Divinas Personas del Misterio de la Santísima Trinidad, Misterio Absoluto: CAUTERIO=ESPÍRITU SANTO MANO BLANDA= PADRE ETERNO TOQUE DELICADO=JESUCRISTO, HIJO , PALABRA DEL PADRE San Juan de la Cruz no es, pues, ningún asceta nihilista-nocturno y penumbroso, sino el can de la HERMOSURA, BELLEZA Y VERDAD SUPREMAS, el cantar del Dios Trino y Uno que desciende en su Infinito Amor para establecer su Alianza con el hombre, mediante la Palabr esencial, consubstancial que es Jesucristo: MI AMADO, LAS MONTAÑAS/LOS VALLES SOLITARIOS NEMOROSOS/ LAS ÍNSULAS EXTRAÑAS/LOS RÍOS SONOROSOS/ EL SIL DE LOS AIRES AMOROSOS/ 58 porque el alma ya no tiene otro oficio, pues sólo el amar es su ejercicio: Quedéme y olvidéme/ el rostro recline sobre el AMADO/cesó todo y dejéme/dejando mi cuidado/ entre las azucenas olvidado ESTILO.- En san Juan de la Cruz la inspiración poética y el esfuerzo formal se unifican en u poemas únicos. La primera inspiración, aliento celestial y divino, sufre un largo proceso de pulimento formal, a través de diferentes redacciones de los textos en verso. Toda la poesía mística sanjuanista tiene como objetivo último comunicar una experiencia mística imposible codificar en el lenguaje denotativo, referencial y objetivista, de ahí que los dichos de luz y de amor, como nos dice el propio San Juan, son para el hombre materialista, hedonista, positiv y racionalista puros dislates. En todos sus grandes poemas es el símbolo su elemento nucle estructural, formal y semántico. Sólo por el símbolo puede la poesía mística distanciarse de interpretación grosera y adusta del erotismo, que han querido ver muchos autores, quienes desde posturas claramente ridículas por su materialismo y su pansexualismo, demuestran u prejuicios ante lo sobrenatural irrisorios.y dignos de lástima y compasión.El estilo paradójico tan propio de San Juan contribuye poderosamente a la ruptura del sentido lógico de los poemas que se evidencia en todos los niveles de una lengua vehemente que ha de decir lo inefable: ¡Oh cauterio suave! ¡Oh regalada llaga/ ¡Oh mano blanda!¡Oh toque delicado/ que a vida eterna sabe/y toda deuda paga!Matando, muerte en vida la has trocado. Nadie compuso jamás algo semejante a estos versos, utilizando los aspectos silibantes del sonido-fonema " S" Mi Amado, las montañas, los valles solitarios nemorosos, las insulas extrañas, los ríos sonorosos, el silbo de los aires amorosos, la noche sosegada en par de los levantes de la aurora, la música callada, la soledad sonora, 59 la cena que recrea y enamora. ¿Quién que conozca ,minimamente, la Lengua Española, no se admira ante tanta musicalid belleza y espiritulaidad transcendida por el simbolismo? OBRAS.- a)Poemas.- NOCHE OSCURA ,canto liberador de las terribles purgaciones que ha superado alma para llegar a la unión con Dio. El símbolo NOCHE adquiere una importancia capital: NOCHE DEL SENTIDO=PURGACIÓN SENSIBLE: NOCHE DEL ESPÍRITU PURGACIÓN INTELECTUAL. Sólo desde la superación positiva de estas terribles purgaciones-noches puede cantar el alma la felicidad total de la unión con el AMADO. b) CÁNTICO ESPIRITUAL único, que inspirándose en Cantar de los Cantares BÍBLICO nos describe todo el proceso místico y el venturoso encuentro hecho unión mística. c) LLAMA DE AMOR VIVA.- Poema síntesis de todo el sistema místico sanjuanista. En él to es fervor pleno, plenitud vital y existencial, luz gozosa hecho volcán que consume y no da pena. El alma se encuentra en sus más profundo centro llena de libertad, gracia y hermosur divinas, sólo un tela tenue, la vida mortal le impide gozar de esa unión con el AMADO de for plena y absoluta. d) Poemas menores. No menos importantes son los llamados poemas menores, entre los qu cabe destacar los estupendos, profundos y maravillosos romances Trinitarios y Cristológicos Una mención especial hay que hacer del poema del PASTORCICO, alegoría de la Redenció en la que se transforman a lo divino, los motivos pastoriles de la lírico profana culta y popula LA PROSA SANJUANISTA.- La crítica literaria sanjuanista ha infravalorado siempre la prosa sanjuanista. No faltan autores que han visto en ella una especie de mal menor, necesario y tolerable. Yo en mi tesis doctoral titulada: LA PROSA RETÓRICA DE SAN JUAN DE LA CR EN "LLAMA DE AMOR VIVA" he intentado, siguiendo los consejos del gran hispanista H. Hatzfeld, demostrar la falta de objetividad de tal prejuicio. En efecto San Juan de la Cruz es magnífico prosista, conocedor profundo de los principios de la Retórica Clásica y entusiasta defensor de la misma, siempre al servicio de la comunicación espiritual. Cabe destacar los DICHOS DE LUZ Y AMOR, MÁXIMAS MÍSTICO-ESPIRITUALES, DE 60 BREVEDAD Y PROFUNDIDAD, PRÓXIMAS A UNA VARIANTE DE CONCEPTISMO TÍPICAMENTE ESPIRITUAL:"También, ¡ oh Dios y deleite mío, en estos dichos de luz y am de ti se quiso mi lama emplear por amor a ti, porque ya que yo, teniendo la lengua de ellos, tengo la obra y virtud de ellos, que es con lo que Señor mío, te agradas, más que con el lenguaje y sabiduría de ellos..." "Oh, Señor Dios mío! ¿quién te buscará con amor puro y sencillo que te deje de hallar muy su gusto y voluntad, pues que Tú te meustras primero y sales al encuentro de los que te desean? "Mira que, pues Dios es inaccesible, no repares en cuanto tus potencias pueden comprende tu sentido sentir, porque no te satisfagas con menos y pierda tu alma la ligereza conveniente para ir a Él" Con esta breve síntesis sobre San Juan de la Cruz, sólo he pretendido provocar la curiosida de algún lector, para que pueda acercarse al doctor místico y saciar su sed de Dios, SUMA POESÍA Y SU BELLEZA, no cabe duda que San Juan de la Cruz, es el mejor guía en el camino hacia la Felicidad plena, porque como dijo otro de los grandes místicos San Agustín:"NOS HICISTE, SEÑOR, PARA TÍ E INQUIETO ESTÁ NUESTRO CORAZÓN HAS QUE DESCANSE EN TÍ, VERDAD SIEMPRE ANTIGUA Y SIEMPRE NUEVA" Texto facilitado por: Fidel García Martínez Graduado en Teología. Doctor en Filología Románica. Catedrático Lengua Literatura. Licenciado en Ciencias Religiosas. 61 EL AMOR ESPIRITUAL EN LA BIBLIA Los griegos distinguían, por lo menos, tres tipos de amor; ―ero es amor carnal o voluptuoso; ―Fileo‖ es amor de familia; ―Agap es amor espiritual (¿platónico?). Me parece que hay otro, pero lo recuerdo ahora. Como todos saben (eso espero) el Nuevo Testamento fue redactado en griego. Es curioso el pasaje de Jn. 21:15-17, donde Jesús le pregunta Pedro que si lo ―ama‖; Las primeras dos veces Jesús usa la palabra ―agapao‖, pero en la tercera vez usa la palabra ―fileo‖; cabe notar también que Pedro le contestó las tres veces con ―t sabes que te.... ‗fileo‘‖. ¿Porqué? No lo sé, ni quiero especular ahora en este punto. Donde yo me quiero concentrarme ahora es en el amor espiritual... después de todo ese fue el ―nuevo mandamiento‖ dado por Jesús en Jn. 13:34, donde también usa el verbo grieg ―agapao‖. Esperen, esperen... no voy a sermonear en un foro de filosofía Lo que voy a hacer es eso precisamente... filosofía... del amor. Solo quería aclarar de que tipo de amor estoy hablando. Para mi; el amor mas completo, perfecto y puro es el amor espiritual, ¿porqué? Porque es incondicional, o... mejor dicho; la única condición de que el objeto de este amor exista. Yo cre 62 que no quedó claro; ..miren, lo que quiero decir es que el amo puro no busca lo suyo, no es egoísta, todo lo da, no espera nad cambio, etc. (lo demas lo pueden leer 1Cor. 13:4-8) Y... ¿eso qué..? Aquí es donde empezamos a hecer filosofía.. ¿Sabían Uds. que los glóbulos blancos hacen esto? Esperen... n estoy diciendo que los glóbulos blancos son personas; lo que quiero decir es que este tipo de ―amor estoico‖ y sacrificado se en la naturaleza orgánica en forma natural e inconciente. En un artículo anterior, decía yo que las leyes éticas y morales prolongaciones espirituales de las leyes que rigen naturalment el resto cósmico de los fenómenos físico-químicos. Este ejemplo de los glóbulos blancos que se ―suicidan‖ para resguardar el resto del organismo, es un ejemplo de los miles podemos encontrar en la naturaleza. No pretendo predicar o sermonear; solo quiero recordarles que la Biblia habla de los cristianos como ―miembros‖ de un cuerpo espiritual llamado ―iglesia‖. Lo voy a decir sin cortapizas; Para mi.. lo que enseña la doctrin cristiana verdadera (no la que se enseña en la mayoría de igles y denominaciones) es una revelación de las leyes cósmicas de convivencia universal en todos los planos evolutivos. Déjenme decirlo mas despacio: la ley del altruismo es una ley orgánica, decir, sin ella no existirían los ―organismos‖. Esta ley –que en planos humanos llamamos ―amor espiritual‖— la misma que rige en los planos de la física y que llamamos ―fuerza‖ de gravitación universal. Voy a ver si me explico: Mire sin esta fuerza descubierta y sistematizada por Newton.. ¡nada existiría!; los electrones se negarían a girar en torno del núcleo los neutrones no estarían confinados a su posición céntrica, etc Esta misma fuerza es lo que los forza a ―organizarce‖ y tomar 63 formas de inter-relación mas complejas, que dan como resulta el fenómeno llamado ―vida‖. El ser humano puede seguir pregonando su infantilizado ―individualismo‖; pero.., hasta que no aprenda estas leyes, --n de la Biblia, sino de la naturaleza-- ―non plus ultra‖; no puede mas allá... creceremos cuantitativamente.. pero no ―cualitativamente‖. ¿Se entiende? ¿Ya se empieza a entender porqué Jesús –y otro grandes místicos— enseñan el amor espiritual como ―mandator Admito que el lenguaje literario de la Biblia –abundante en alegorías y parábolas— puede resultar absurdo a muchas mentes... pero contiene verdades eternas que han soportado y soportarán el paso inminente de los siglos y milenios. Por eso s llama ―eterno‖ a este mensaje en pasajes como Apoc. 14:6. Que mentes reducidas han tergiversado este y otros grandes mensajes como el de Hermes Trismegisto.... es otra cosa. Escribió: Joaquin Moreno Las Escrituras y El Amor En los capítulos anteriores hemos procurado indicar algunas de las maneras en que podemos discernir si nuestra lectura y estudio de las Escrituras ha sido de bendición o no para nuestras almas. Muchos se engañan en este asunto, confundiendo un deseo para adquirir conocimiento con un amor espiritual de la Verdad (2ª Tesalonicenses 2:10), no dándose cuenta de que la adición de conocimiento no es lo mismo que el crecimiento de la gracia. Gran parte depende del objetivo que nos proponemos cuando nos dirigimos a la Palabra de Dios. Si es simplemente el 64 familiarizarnos con su contenido para estar mejor versados en sus detalles, es muy probable que el jardín de nuestras almas permanezca sin flores; pero si es el deseo, en oración, de ser corregidos y enmendados por la Palabra, de ser escudriñados por el Espíritu, de ser conformados en nuestro corazón por sus santos requerimientos, entonces podemos esperar una bendición divina. En los capítulos precedentes nos hemos esforzado para indicar las cosas vitales por medio de las cuales podemos descubrir qué progreso estamos haciendo en nuestra piedad personal. Se han dado varios criterios, los cuales han de ser usados por el autor y por el lector sinceramente, para medirse con ellos. Hemos insistido en pruebas como: ¿Crece en mí el aborrecimiento al pecado, y la liberación práctica de su poder y contaminación? ¿Estoy progresando en la intensidad el conocimiento de Dios y de Jesucristo? ¿Es mi vida de oración más sana? ¿Son mis buenas obras más abundantes? ¿Es mi obediencia más fácil y alegre? ¿Vivo más separado del mundo y sus afectos y caminos? ¿Estoy aprendiendo a hacer un uso recto y provechoso de las promesas de Dios, me deleito en El, y es su gozo mi fuerza cada día? A menos que pueda decir que estas cosas son mi experiencia, por lo menos en cierta medida, es de temer que mi estudio de las Escrituras no me beneficia poco ni mucho. No parecería apropiado terminar estos capítulos sin dedicar uno a la consideración del amor cristiano. La extensión en la cual cultivo esta gracia espiritual me ofrece todavía un modo de medir hasta qué punto mi lectura de la Palabra de Dios me ha ayudado espiritualmente. Nadie puede leer las Escrituras con un poco de atención sin descubrir lo mucho que tienen que decir sobre el amor, y por tanto nos corresponde a cada uno el discernir, con cuidado y en oración, si hay en nosotros realmente amor espiritual, y si su estado es sano y es ejercido propiamente. El tema del amor cristiano es demasiado extenso para que lo podamos considerar en sus varias fases dentro del espacio de un capítulo. Deberíamos empezar, propiamente contemplando el ejercicio de nuestro amor hacia Dios y hacia Cristo, pero esto ya 65 lo hemos tocado, por lo menos, en los capítulos precedentes, y no vamos a insistir. Se puede decir mucho, también, acerca de 1 naturaleza del amor natural que debemos a lo que pertenecen a la misma familia que nosotros pero, hay menos necesidad de hablar de esto que de otro tema, o sea, el del amor espiritual a lo hermanos, los hermanos en Cristo. 1. Nos beneficiamos de la Palabra, cuando percibimos la gran importancia del amor cristiano. En ninguna parte se hace más énfasis sobre esto que en el capítulo trece de 1ª Corintios. Allí el Espíritu Santo nos dice que aunque un cristiano profeso pueda hablar con elocuencia de las cosas divinas, si no tiene amor, es como un címbalo que retiñe, o sea un ruido, sin vida. Que aunque pueda profetizar, comprender los misterios y tener sabiduría, y tenga fe para obrar milagros, si carece de amor, espiritualmente es como si no existiera. Es más, si con altruismo diera todas sus posesiones para alimentar a los pobres, si entregara su cuerpo a una muerte de mártir, con todo, si no tiene amor, no le aprovecha para nada. ¡Cuán alto es el valor que se pone sobre el amor, y cuán esencial para mí es el poseerlo! Dijo nuestro Señor: "En esto conocerá el mundo que sois mis discípulos, en que os améis los unos a los otros" (Juan 13:35). Por el hecho de que Cristo hiciera del amor la marca distintiva del discipulado cristiano podemos darnos cuenta de la gran importancia del amor. Es una prueba esencial de autenticidad en nuestra profesión: no podemos amar a Cristo a menos que amemos a los hermanos, porque todos estamos atados en el mismo "haz de vida" (1ª Samuel 25:29) con El. El amor a aquellos que El ha redimido es una evidencia segura del amor espiritual y sobrenatural al Señor Jesús mismo. Donde el Espíritu Santo ha obrado el nacimiento sobrenatural, El sacará esta naturaleza para que se ejercite, producirá en los corazones, vida y conducta de los santos las gracias sobrenaturales, una de las cuales es amar a los que son de Cristo, por amor a Cristo. 2. Nos beneficiamos de la Palabra, cuando discernimos las distorsiones del amor cristiano. Como el agua no puede 66 levantarse por sí sola del nivel en que se encuentra, el hombre natural es incapaz de comprender, y aún menos apreciar, lo que es espiritual (1ª Corintios 2:14). Por tanto no debernos sorprendernos cuando hay profesores no regenerados que confunden el sentimentalismo humano y los placeres de la carne con el amor espiritual. Pero, es triste ver que algunos del pueblo de Dios viven en un plano tan bajo que confunden la amabilidad y afabilidad humanas con la reina de las gracias cristianas. Aunque es verdad que el amor espiritual se caracteriza por la mansedumbre y la ternura, sin embargo es algo muy diferente y muy superior a la cortesía y delicadezas de la carne. ¡Cuántos padres que idolatraban a sus hijos les han evitado la vara de la corrección, bajo la falsa idea de que el afecto real y el disciplinarlos eran algo incompatible! ¡Cuántas madres imprudentes han desdeñado el castigo corporal y proclamado que el «amor» es la norma de su hogar! Una de las experiencias más tristes del autor, en sus extensos viajes, ha sido el pasar algunos días en lugares en que los hijos eran mimados hasta el absurdo. Es una nociva perversión de la palabra "amor" el aplicarla a la flojedad y laxitud moral por parte de los padres. Pero, esta misma perniciosa idea rige en la mente de muchas personas en otros aspectos y relaciones. Si un siervo de Dios reprime los caminos de la carne y del mundo, si insiste en los derechos estrictos de Dios, se le acusa de «carecer de amor». ¡Oh, cuán terrible que haya multitudes engañadas por Satán en este importante punto! 3. Nos hemos beneficiado de la Palabra, cuando nos ha enseñado la verdadera naturaleza del amor cristiano. El amor cristiano es una gracia espiritual que permanece en las almas de los santos junto con la fe y la esperanza (1ª Corintios 13:13). Es una santa disposición obrada en los que han sido regenerados (1ª Juan 5:1). No es nada menos que el amor de Dios derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo (Romanos 5:5). Es un principio de rectitud que busca el mayor bien posible para los otros. Es exactamente lo opuesto al principio del egoísmo y la indulgencia en favor de uno mismo. No es sólo una mirada afectuosa a todos los que llevan la imagen de Cristo, sino también 67 un deseo poderoso de fomentar su bienestar. No es un sentimiento frívolo que se ofende fácilmente, sino una fuerza dinámica que "las muchas aguas" de la fría indiferencia, ni las "avenidas" de los ríos no podrán apagar ni ahogar (Cantares 8:7). Aunque en un grado menos elevado es en esencia el mismo amor del que leemos: "Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin" (Juan 13:1). No hay una manera más segura de formarse un concepto claro de la naturaleza del amor cristiano que estudiándolo en su perfecto ejemplo, en Cristo y por Cristo. Cuando decimos un «estudio concienzudo» queremos decir que hacemos un reconocimiento de todo lo que los cuatro Evangelios nos dicen de El, y no nos limitamos a unos pocos pasajes o incidentes predilectos. Cuando hacemos esto nos damos cuenta que este amor no sólo era benevolente y magnánimo, dulce y cuidadoso, generoso y dispuesto al sacrificio, paciente e inmutable, sino que había aún muchos otros elementos en él. Era amor que podía negar una petición urgente (Juan 11:6), reprender a su madre (Juan 2A), echar mano de un azote (Juan 2: 15), regañar severamente a sus discípulos que dudaban (Lucas 24:25), apostrofar a los hipócritas (Mateo 23:13-33). Era amor severo a veces (Mateo 16:23), incluso airado (Marcos 3:5). El amor espiritual es algo sagrado: es fiel a Dios; no hace componendas con nada malo. 4. Nos beneficiamos de la Palabra, cuando descubrimos que el amor cristiano es una comunicación divina: "Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida, en que amamos a los hermanos» 1ª Juan 3:14). «El amor a los hermanos es el fruto y efecto de un nacimiento nuevo y sobrenatural, obrado en nuestras almas por el Espíritu Santo, es una bendita evidencia de que hemos sido escogidos en Cristo por el Padre Celestial, antes que el mundo fuese. El amar a Cristo y a los suyos, nuestros hermanos en El, es congruente con lo que la divina naturaleza que ha hecho que seamos partícipes de su Santo Espíritu... Este amor a los hermanos debe ser un amor peculiar, tal, que sólo los regenerados pueden participar en él, y que sólo ellos pueden ejercitar, pues de otro modo el apóstol no lo habría 68 dicho así de un modo particular; es tal que aquellos que no lo tienen no han sido aún regenerados; de lo que se sigue que «el que no ama a su hermano no vive en Cristo" (S. E. Pierce). El amor a los hermanos es muchísimo más que el encontrar agradable la compañía de aquellos cuyos temperamentos son similares a los nuestros y con los cuales nos avenimos. Pertenece no ya a la mera naturaleza, sino que es algo espiritual, sobrenatural. Es el corazón que, es atraído hacia aquellos en los cuales percibimos haber algo de Cristo. Por ello es mucho más que un espíritu de congregación o compañía; abarca a todo! aquellos en los que vemos la imagen del Hijo de Dios. Por tanto, es amarlos por amor de Cristo por lo que vemos en ellos de Cristo. Es el Espíritu Santo que me atrae para juntarme con los hermanos y hermanas en los que Cristo vive. De modo que el amor cristiano real no es sólo un don divino, sino que depende totalmente de Dios para su vigor y ejercicio. Hemos de orar diariamente para que el Espíritu Santo lo ponga en acción y manifestación, hacia Dios y hacia su pueblo, este amor que él ha derramado en nuestro corazón. 5. Nos beneficiamos de la Palabra, cuando ponemos en práctica rectamente el amor cristiano. Esto se hace no tratando de complacer a los hermanos o congraciándonos con ellos, sino cuando verdaderamente procuramos su bien. "En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos" (1ª Juan 5:2). ¿Cuál es la prueba real de mi amor personal a Dios? El guardar sus mandamientos (ver Juan 14:15, 21, 24; 15: 10, 14). La autenticidad y la fuerza de mi amor a Dios no han de ser medidas por mis palabras, ni por lo robusto y sonoro de mis cánticos de alabanza,la obediencia a su Palabra. El mismo principio es válido en mis relaciones con mis hermanos. "En esto se conoce que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos." Si estoy haciendo comentarios sobre las faltas de mis hermanos y hermanas, si estoy andando con ellos en un curso en que trato de 69 darles satisfacción, esto no significa que "los amo". "No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; razonarás con tu prójimo, para que no participes de su pecado" (Levítico 19:17). El amor ha de ser practicado de una manera divina, y nunca a expensas de mi amor a Dios; de hecho, sólo cuando Dios tiene el lugar apropiado en mi corazón puede ser ejercido el amor espiritual hacia los hermanos. El verdadero amor no consiste en darles satisfacción, sino en agradar a Dios y ayudarlos; y sólo puedo ayudarlos en el camino de los mandamientos de Dios. El halagar a los hermanos no es amor fraternal; el exhortarse uno a otro, instando a proseguir adelante en la carrera que tenemos delante, las palabras que animan a "mirar a Jesús" (corroboradas por el ejemplo de nuestra vida diaria) son de mucha más utilidad. El amor fraternal es algo santo, no un sentimiento carnal o una indiferencia en cuanto al camino que siguen. Los mandamientos de Dios son expresiones de su amor, así como de su autoridad, y el no hacer caso de ellos, aun cuando sea por cariño o afecto al otro, no es «amor» en absoluto. El ejercicio del amor ha de conformarse estrictamente a la voluntad de Dios revelada. Hemos de amar «en verdad» (3 Juan l). 6. Nos beneficiamos de la Palabra, cuando nos enseña las manifestaciones variadas del amor cristiano. El amar a los hermanos y manifestarles el amor en su variadas formas es nuestro deber. Pero, en ningún momento podemos hacer esto de modo más verdadero y efectivo, y con menos afectación y ostentación que cuando tenemos comunión con ellos en el trono de la gracia. Hay hermanos y hermanas en Cristo en los cuatro costados de la tierra, de cuyas tribulaciones, conflictos, tentaciones y penas, yo no sé nada; a pesar de ello puedo expresar mi amor hacia ellos, y derramar mi corazón ante Dios en favor suyo, mediante la súplica y la intercesión. De ninguna otra manera puede el cristiano manifestar su cuidado y afecto hacia sus compañeros de peregrinación mejor que usando todos sus intereses en el Señor Jesús en favor suyo, suplicando su misericordia en favor de ellos. 70 "Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad" (1ª Juan 3:17, 18). Muchos hijos de Dios son muy pobres en bienes de este mundo. Algunas veces se preguntan por qué es así; es una gran prueba para ellos. Una razón por la que Dios permite esto es que otros de sus santos puedan tener compasión de ellos y ministrar a sus necesidades temporales de la abundancia de la que Dios les ha provisto a ellos. El amor real es intensamente práctico; no considera ninguna tarea demasiado baja; ninguna faena humillante, si por medio de ella puede aliviar los sufrimientos del hermano. ¡Cuando el Señor del amor estaba en la tierra, pensaba en el hambre física de las multitudes y en la comodidad de los pies de los discípulos! Pero hay algunos de los hijos de Dios que son tan pobres que no pueden compartir lo poco que tienen con nadie. ¿Qué pueden, pues, hacer éstos? ¡Pueden hacerse cargo de las preocupaciones espirituales de todos los santos; interesarse en favor de ellos delante del trono de la gracia! Conocemos por cuenta propia los sentimientos, aflicciones y quejas de que otros santos se quejan, por haber atravesado sus mismas circunstancias. Sabemos por experiencia propia cuán fácil es dar lugar al espíritu de descontento y de murmuración. Pero también sabemos, que cuando hemos clamado al Señor que ponga su mano calmante sobre nosotros, y cuando nos ha recordado alguna preciosa promesa, ¡qué paz y sosiego ha venido a nuestro corazón! Por tanto pidamos a Dios que dé su gracia también a todos su santos en aflicción. Procuremos hacer nuestras sus cargas, llorar con los que lloran, así como gozarnos con los que se gozan. De esta manera expresaremos nuestro amor real por sus personas en Cristo, rogando al Señor suyo y nuestro que se acuerde de ellos en su misericordia sempiterna. Esta es la manera en que el Señor Jesús manifiesta ahora su amor por sus santos: "Viviendo siempre para interceder por ellos" (Hebreos 7:25). Cristo hace de la causa de ellos la suya, y ruega 71 al Padre en favor suyo. Cristo no olvida a nadie: toda oveja perdida se halla cargada en el corazón del Buen Pastor. Así, expresando nuestro amor a los hermanos en oraciones diarias suplicando por sus varias necesidades, somos llevados a la comunión con nuestro Sumo Sacerdote. No sólo esto, pero también sus santos se nos harán más queridos por ello: nuestro mismo rogar por ellos como amados de Dios, aumentará nuestro amor y nuestra estima en favor de los tales. No podemos llevarlos en nuestro corazón ante el trono de la gracia sin tener en lo profundo de nuestro corazón un afecto real por ellos. La mejor manera de vencer el espíritu de amargura contra un hermano que nos ha ofendido es ocuparnos en orar por él. 7. Nos beneficiamos de la Palabra, cuando nos enseña la manera apropiada de cultivar el amor cristiano. Sugerimos dos o tres reglas para ello. Primero: reconocer desde el principio que tal como hay en ti (en mí) mucho que ha de ser una prueba severa para el amor de los hermanos, habrá también mucho en ellos que va a hacer difícil nuestro amor a ellos. "Soportándoos con paciencia los unos a los otros con amor" (Efesios 4:2) es una gran amonestación sobre este tema que ninguno de nosotros debería olvidar. Es sin duda singular que la primera cualidad del amor espiritual que se menciona en 1ª Corintios 13, es la de "es sufrido" (versículo 4). Segundo: la mejor manera de cultivar cualquier virtud o gracia es ejercitarla. El hablar teorizar sobre ella no sirve para mucho, a menos que se ponga en acción. Muchas son las quejas que se oyen hoy en día sobre la escasez de amor evidente en muchos lugares: ¡ésta es una razón más para que procuremos nosotros dar un mejor ejemplo! Que la frialdad y desinterés de los otros no diluyan tu amor, sino "vence con el bien el mal" (Romanos 12:21). Considera en oración 1ª Corintios 13 por lo menos una vez cada semana. Tercero: por encima de todo procura que tu propio corazón se recree en la luz y calor del amor de Dios. Cuanto más te ocupes del amor de Cristo para ti, invariable, incansable, insondable, más 72 se sentirá tu corazón atraído en amor a aquellos que son suyos. Una hermosa ilustración de esto se halla en el hecho que el apóstol particular que escribió más acerca del amor fraternal fue el que reclinó su cabeza sobre el pecho del Maestro. El Señor conceda la gracia necesaria al lector y al autor (que tiene de ello más necesidad que nadie), de observar estas reglas, para la alabanza y gloria de su gracia, y para el bien de su pueblo.