amor espiritual - Autores Catolicos

Anuncio
1
AMOR
ESPIRITUAL
Este es un poema de amor muy hermoso.
Habla sobre el amor espiritual. El amor que
cada ser humano necesita cultivar en su
corazón. Ese amor hacia uno mismo, hacia
sus semejantes, hacia la vida.
Aunque hablara
lenguas humanas y angelicales
si no tengo amor
sería solo un metal que resuena
una campana que retumba
Si tuviera el don de la profecía
y pudiera entender todos los misterios
y toda la ciencia
y hasta poseer la fe para mover montañas
pero me falta amor
nada soy
2
Y aun cuando repartiera
todos mis bienes
todo lo que poseo
pero sin amor
de nada me sirve
El amor
es benigno
no tiene envidia
no es jactancioso
no se envanece
no se irrita
no guarda rencor
no es egoísta
no goza de la injusticia
sino se goza de la verdad
El amor es
y nunca deja de ser
el amor
Espero que hayas disfrutado este poema
de amor, es un texto bíblico muy hermoso.
3
Cuando en esta
sociedad se habla del amor espiritual,
suena a raro. La razón no es otra que el
ambiente está dominado por el hedonismo.
Y este no concibe que pueda haber
amistades y amores puros y limpios sin
más exigencias que la gratuidad: amar sin
pedir nada a cambio.
Esta bella realidad está reservada a
personas maduras en el amor
auténticamente humano y sobrenatural. No
es una exageración afirmar que es posible
y, de hecho, existe en personas cuyos ejes
giran en torno al respeto inmenso por el
amor de Dios que germina puramente en
sus corazones. No es que el otro, el normal,
sea menos bueno.¡No!, pero no está mal
que se conozca esta “nueva forma” de
relacionarse, amarse y ser amigos de
verdad. Con afecto, Felipe Santos, SDB
AMOR ESPIRITUAL
El amor no es sólo un deseo, una
pasión, un sentimiento intenso hacia una persona u objeto,
sino una conciencia que es a la vez desinteresada y satisface
el propio ser. Se puede sentir amor por el país de origen, por
un propósito apreciado, por la verdad, la justicia, la ética, por
4
las personas, la naturaleza, el servicio a los demás y por
Dios. El amor emana de la verdad, y de la sabiduría. El amor
basado en la sabiduría es amor real, no es un amor a ciegas.
Descubrir los secretos del amor es observar cómo se revelan
los secretos de la vida.
La base del amor verdadero
La base del amor real entre
las personas es espiritual. Ver al otro como un ser espiritual,
como un alma, es ver su realidad. Ser consciente de esa
realidad es tener amor espiritual: cada persona internamente
completa, autónoma, pero al mismo tiempo totalmente
interconectada con los demás, reconoce ese estado en el
otro. Como consecuencia, hay amor constante y natural. El
amor verdadero se da cuando el alma tiene amor hacia el
alma. El amor por el alma es eterno, ya que el alma nunca
muere. Tal amor es virtuoso y proporciona alegría. El apego a
lo perecedero es erróneo y causa sufrimiento.
Cuando prevalece el amor espiritual, es imposible que haya
enemistad, odio, ira o celos. Los sentimientos negativos se
transforman en positivos gracias a la serenidad del amor. En
el amor espiritual hay armonía, ya que el amor elimina las
tendencias a controlar o a ser dependiente, y asegura la
bondad, el cuidado y la comprensión amistosa.
La serenidad del amor
Amor espiritual significa no fijarse
en las debilidades de los demás, sino interesarse en eliminar
los propios defectos. El método para hacer eso es revisarse
internamente con regularidad para verificar hasta qué punto
se ha adoptado el hábito natural de hacer felices a los demás,
en vez de hacerles sufrir. Sin embargo, el amor verdadero del
corazón también significa que uno no puede soportar el ver
las debilidades de aquellos a quienes ama. Hay un deseo
puro de corregir lo que no nos parece adecuado. Tal
corrección se llevará a cabo, por un lado, con los
sentimientos de amor y, por otro, con el poder de las
palabras. Debe haber un equilibrio entre los dos. Cuando las
palabras son demasiado fuertes o excesivas, el resultado no
es satisfactorio. Si las palabras son muy hirientes, el otro
puede sentirse insultado o humillado por el autoritarismo.
5
Cuando se consigue el equilibrio correcto entre amor y poder
en las palabras se da a los demás la experiencia de
compasión, misericordia y beneficio. No importa cuán
poderoso o amargo sea el mensaje, conmoverá el corazón
del otro y se experimentará su veracidad.
Los seres humanos se han quedado atrapados en un modelo
de comportamiento que ha distorsionado el valor del amor y
la capacidad de confiar mutuamente en los sentimientos e
intenciones. En un momento dado hay amor y en el siguiente,
ese amor se rompe, produciendo un dolor y pesar inmensos.
Es como si el intelecto humano hubiera perdido la conexión
con la única Fuente eterna de amor y se apoyara en los
recursos temporales. Como consecuencia, en lugar de
poseer una sola fortaleza y un solo apoyo de la fuente
incondicional, las almas humanas permanecen sedientas de
amor verdadero, y lo anhelan aunque sólo sea una gota. Sin
este amor, siguen buscando y vagabundeando
angustiadas.
La llama eterna
El mundo piensa en Dios como la máxima
fuente de amor, el Océano del Amor, la Llama Eterna. Dios
da, de manera incondicional, amor imperecedero, universal y
único. Imperecedero porque es ilimitado, constantemente
radiante y siempre disponible. Universal porque no tiene
límites ni preferencias, emana vibraciones amorosas hacia
todas las almas de todas las culturas, razas y credos. Único
porque el fuego del amor de Dios limpia el corazón y el alma.
Los que se benefician de este amor restablecen los lazos de
una relación eterna. Los que experimentan el amor espiritual
de Dios, los que “se funden con la Llama Eterna de la
Verdad”, se desconectan de toda falsedad. Tales personas
han aprendido la primera lección de hermandad universal:
que todas las personas sienten amor unas hacia las otras
porque son hijas del mismo Padre. A esto se llama amor
espiritual.
Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las
personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para
6
liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas.
Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un
estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en
cada actividad. Con la comprensión del amor espiritual, las
personas se afectan menos por las circunstancias adversas.
Contemplan las nubes negras y las tormentas como si fueran
oportunidades para ejercitar su fortaleza y recursos internos.
Su llama no se extingue aunque los demás no les ofrezcan
amor. Superan los pensamientos que les pueden llevar a
alejarse de una persona, un lugar o una tarea en particular.
En cambio, existe la fe de que con determinación, sabrán
crear una diferencia significativa y beneficiosa. Cuanto más
esfuerzo se hace para amar, más amor se recibe. La chispa
del esfuerzo es el amor, y verdadero amor por el esfuerzo
significa eliminar cualquier debilidad que obstaculice el
camino del amor.
Se puede transformar un mundo entero mediante una visión
de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor. El
amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor,
un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el
amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de
forma natural.
El amor no es sólo un deseo, una pasión, un sentimiento
intenso hacia una persona u objeto, sino una conciencia que
es a la vez desinteresada y satisface el propio ser. Se puede
sentir amor por el país de origen, por un propósito apreciado,
por la verdad, la justicia, la ética, por las personas, la
naturaleza, el servicio a los demás y por Dios. El amor emana
de la verdad, y de la sabiduría. El amor basado en la
sabiduría es amor real, no es un amor a ciegas. Descubrir los
secretos del amor es observar cómo se revelan los secretos
de la vida.
La base del amor verdadero
La base del amor real entre
las personas es espiritual. Ver al otro como un ser espiritual,
como un alma, es ver su realidad. Ser consciente de esa
realidad es tener amor espiritual: cada persona internamente
completa, autónoma, pero al mismo tiempo totalmente
7
interconectada con los demás, reconoce ese estado en el
otro. Como consecuencia, hay amor constante y natural. El
amor verdadero se da cuando el alma tiene amor hacia el
alma. El amor por el alma es eterno, ya que el alma nunca
muere. Tal amor es virtuoso y proporciona alegría. El apego a
lo perecedero es erróneo y causa sufrimiento.
Cuando prevalece el amor espiritual, es imposible que haya
enemistad, odio, ira o celos. Los sentimientos negativos se
transforman en positivos gracias a la serenidad del amor. En
el amor espiritual hay armonía, ya que el amor elimina las
tendencias a controlar o a ser dependiente, y asegura la
bondad, el cuidado y la comprensión amistosa.
La serenidad del amor
Amor espiritual significa no fijarse
en las debilidades de los demás, sino interesarse en eliminar
los propios defectos. El método para hacer eso es revisarse
internamente con regularidad para verificar hasta qué punto
se ha adoptado el hábito natural de hacer felices a los demás,
en vez de hacerles sufrir. Sin embargo, el amor verdadero del
corazón también significa que uno no puede soportar el ver
las debilidades de aquellos a quienes ama. Hay un deseo
puro de corregir lo que no nos parece adecuado. Tal
corrección se llevará a cabo, por un lado, con los
sentimientos de amor y, por otro, con el poder de las
palabras. Debe haber un equilibrio entre los dos. Cuando las
palabras son demasiado fuertes o excesivas, el resultado no
es satisfactorio. Si las palabras son muy hirientes, el otro
puede sentirse insultado o humillado por el autoritarismo.
Cuando se consigue el equilibrio correcto entre amor y poder
en las palabras se da a los demás la experiencia de
compasión, misericordia y beneficio. No importa cuán
poderoso o amargo sea el mensaje, conmoverá el corazón
del otro y se experimentará su veracidad.
Los seres humanos se han quedado atrapados en un modelo
de comportamiento que ha distorsionado el valor del amor y
la capacidad de confiar mutuamente en los sentimientos e
intenciones. En un momento dado hay amor y en el siguiente,
8
ese amor se rompe, produciendo un dolor y pesar inmensos.
Es como si el intelecto humano hubiera perdido la conexión
con la única Fuente eterna de amor y se apoyara en los
recursos temporales. Como consecuencia, en lugar de
poseer una sola fortaleza y un solo apoyo de la fuente
incondicional, las almas humanas permanecen sedientas de
amor verdadero, y lo anhelan aunque sólo sea una gota. Sin
este amor, siguen buscando y vagabundeando
angustiadas.
La llama eterna
El mundo piensa en Dios como la máxima
fuente de amor, el Océano del Amor, la Llama Eterna. Dios
da, de manera incondicional, amor imperecedero, universal y
único. Imperecedero porque es ilimitado, constantemente
radiante y siempre disponible. Universal porque no tiene
límites ni preferencias, emana vibraciones amorosas hacia
todas las almas de todas las culturas, razas y credos. Único
porque el fuego del amor de Dios limpia el corazón y el alma.
Los que se benefician de este amor restablecen los lazos de
una relación eterna. Los que experimentan el amor espiritual
de Dios, los que “se funden con la Llama Eterna de la
Verdad”, se desconectan de toda falsedad. Tales personas
han aprendido la primera lección de hermandad universal:
que todas las personas sienten amor unas hacia las otras
porque son hijas del mismo Padre. A esto se llama amor
espiritual.
Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las
personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para
liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas.
Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un
estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en
cada actividad. Con la comprensión del amor espiritual, las
personas se afectan menos por las circunstancias adversas.
Contemplan las nubes negras y las tormentas como si fueran
oportunidades para ejercitar su fortaleza y recursos internos.
Su llama no se extingue aunque los demás no les ofrezcan
amor. Superan los pensamientos que les pueden llevar a
alejarse de una persona, un lugar o una tarea en particular.
9
En cambio, existe la fe de que con determinación, sabrán
crear una diferencia significativa y beneficiosa. Cuanto más
esfuerzo se hace para amar, más amor se recibe. La chispa
del esfuerzo es el amor, y verdadero amor por el esfuerzo
significa eliminar cualquier debilidad que obstaculice el
camino del amor.
Se puede transformar un mundo entero mediante una visión
de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor. El
amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor,
un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el
amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de
forma natural.
El amor no es sólo un deseo, una pasión, un sentimiento
intenso hacia una persona u objeto, sino una conciencia que
es a la vez desinteresada y satisface el propio ser. Se puede
sentir amor por el país de origen, por un propósito apreciado,
por la verdad, la justicia, la ética, por las personas, la
naturaleza, el servicio a los demás y por Dios. El amor emana
de la verdad, y de la sabiduría. El amor basado en la
sabiduría es amor real, no es un amor a ciegas. Descubrir los
secretos del amor es observar cómo se revelan los secretos
de la vida.
La base del amor verdadero
La base del amor real entre
las personas es espiritual. Ver al otro como un ser espiritual,
como un alma, es ver su realidad. Ser consciente de esa
realidad es tener amor espiritual: cada persona internamente
completa, autónoma, pero al mismo tiempo totalmente
interconectada con los demás, reconoce ese estado en el
otro. Como consecuencia, hay amor constante y natural. El
amor verdadero se da cuando el alma tiene amor hacia el
alma. El amor por el alma es eterno, ya que el alma nunca
muere. Tal amor es virtuoso y proporciona alegría. El apego a
lo perecedero es erróneo y causa sufrimiento.
Cuando prevalece el amor espiritual, es imposible que haya
enemistad, odio, ira o celos. Los sentimientos negativos se
transforman en positivos gracias a la serenidad del amor. En
10
el amor espiritual hay armonía, ya que el amor elimina las
tendencias a controlar o a ser dependiente, y asegura la
bondad, el cuidado y la comprensión amistosa.
La serenidad del amor
Amor espiritual significa no fijarse
en las debilidades de los demás, sino interesarse en eliminar
los propios defectos. El método para hacer eso es revisarse
internamente con regularidad para verificar hasta qué punto
se ha adoptado el hábito natural de hacer felices a los demás,
en vez de hacerles sufrir. Sin embargo, el amor verdadero del
corazón también significa que uno no puede soportar el ver
las debilidades de aquellos a quienes ama. Hay un deseo
puro de corregir lo que no nos parece adecuado. Tal
corrección se llevará a cabo, por un lado, con los
sentimientos de amor y, por otro, con el poder de las
palabras. Debe haber un equilibrio entre los dos. Cuando las
palabras son demasiado fuertes o excesivas, el resultado no
es satisfactorio. Si las palabras son muy hirientes, el otro
puede sentirse insultado o humillado por el autoritarismo.
Cuando se consigue el equilibrio correcto entre amor y poder
en las palabras se da a los demás la experiencia de
compasión, misericordia y beneficio. No importa cuán
poderoso o amargo sea el mensaje, conmoverá el corazón
del otro y se experimentará su veracidad.
Los seres humanos se han quedado atrapados en un modelo
de comportamiento que ha distorsionado el valor del amor y
la capacidad de confiar mutuamente en los sentimientos e
intenciones. En un momento dado hay amor y en el siguiente,
ese amor se rompe, produciendo un dolor y pesar inmensos.
Es como si el intelecto humano hubiera perdido la conexión
con la única Fuente eterna de amor y se apoyara en los
recursos temporales. Como consecuencia, en lugar de
poseer una sola fortaleza y un solo apoyo de la fuente
incondicional, las almas humanas permanecen sedientas de
amor verdadero, y lo anhelan aunque sólo sea una gota. Sin
este amor, siguen buscando y vagabundeando
angustiadas.
La llama eterna
El mundo piensa en Dios como la máxima
11
fuente de amor, el Océano del Amor, la Llama Eterna. Dios
da, de manera incondicional, amor imperecedero, universal y
único. Imperecedero porque es ilimitado, constantemente
radiante y siempre disponible. Universal porque no tiene
límites ni preferencias, emana vibraciones amorosas hacia
todas las almas de todas las culturas, razas y credos. Único
porque el fuego del amor de Dios limpia el corazón y el alma.
Los que se benefician de este amor restablecen los lazos de
una relación eterna. Los que experimentan el amor espiritual
de Dios, los que “se funden con la Llama Eterna de la
Verdad”, se desconectan de toda falsedad. Tales personas
han aprendido la primera lección de hermandad universal:
que todas las personas sienten amor unas hacia las otras
porque son hijas del mismo Padre. A esto se llama amor
espiritual.
Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las
personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para
liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas.
Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un
estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en
cada actividad. Con la comprensión del amor espiritual, las
personas se afectan menos por las circunstancias adversas.
Contemplan las nubes negras y las tormentas como si fueran
oportunidades para ejercitar su fortaleza y recursos internos.
Su llama no se extingue aunque los demás no les ofrezcan
amor. Superan los pensamientos que les pueden llevar a
alejarse de una persona, un lugar o una tarea en particular.
En cambio, existe la fe de que con determinación, sabrán
crear una diferencia significativa y beneficiosa. Cuanto más
esfuerzo se hace para amar, más amor se recibe. La chispa
del esfuerzo es el amor, y verdadero amor por el esfuerzo
significa eliminar cualquier debilidad que obstaculice el
camino del amor.
Se puede transformar un mundo entero mediante una visión
de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor. El
amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor,
12
un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el
amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de
forma natural.
La base del amor verdadero
La base del amor real entre
las personas es espiritual. Ver al otro como un ser espiritual,
como un alma, es ver su realidad. Ser consciente de esa
realidad es tener amor espiritual: cada persona internamente
completa, autónoma, pero al mismo tiempo totalmente
interconectada con los demás, reconoce ese estado en el
otro. Como consecuencia, hay amor constante y natural. El
amor verdadero se da cuando el alma tiene amor hacia el
alma. El amor por el alma es eterno, ya que el alma nunca
muere. Tal amor es virtuoso y proporciona alegría. El apego a
lo perecedero es erróneo y causa sufrimiento.
Cuando prevalece el amor espiritual, es imposible que haya
enemistad, odio, ira o celos. Los sentimientos negativos se
transforman en positivos gracias a la serenidad del amor. En
el amor espiritual hay armonía, ya que el amor elimina las
tendencias a controlar o a ser dependiente, y asegura la
bondad, el cuidado y la comprensión amistosa.
La serenidad del amor
Amor espiritual significa no fijarse
en las debilidades de los demás, sino interesarse en eliminar
los propios defectos. El método para hacer eso es revisarse
internamente con regularidad para verificar hasta qué punto
se ha adoptado el hábito natural de hacer felices a los demás,
en vez de hacerles sufrir. Sin embargo, el amor verdadero del
corazón también significa que uno no puede soportar el ver
las debilidades de aquellos a quienes ama. Hay un deseo
puro de corregir lo que no nos parece adecuado. Tal
corrección se llevará a cabo, por un lado, con los
sentimientos de amor y, por otro, con el poder de las
palabras. Debe haber un equilibrio entre los dos. Cuando las
palabras son demasiado fuertes o excesivas, el resultado no
es satisfactorio. Si las palabras son muy hirientes, el otro
puede sentirse insultado o humillado por el autoritarismo.
Cuando se consigue el equilibrio correcto entre amor y poder
13
en las palabras se da a los demás la experiencia de
compasión, misericordia y beneficio. No importa cuán
poderoso o amargo sea el mensaje, conmoverá el corazón
del otro y se experimentará su veracidad.
Los seres humanos se han quedado atrapados en un modelo
de comportamiento que ha distorsionado el valor del amor y
la capacidad de confiar mutuamente en los sentimientos e
intenciones. En un momento dado hay amor y en el siguiente,
ese amor se rompe, produciendo un dolor y pesar inmensos.
Es como si el intelecto humano hubiera perdido la conexión
con la única Fuente eterna de amor y se apoyara en los
recursos temporales. Como consecuencia, en lugar de
poseer una sola fortaleza y un solo apoyo de la fuente
incondicional, las almas humanas permanecen sedientas de
amor verdadero, y lo anhelan aunque sólo sea una gota. Sin
este amor, siguen buscando y vagabundeando
angustiadas.
La llama eterna
El mundo piensa en Dios como la máxima
fuente de amor, el Océano del Amor, la Llama Eterna. Dios
da, de manera incondicional, amor imperecedero, universal y
único. Imperecedero porque es ilimitado, constantemente
radiante y siempre disponible. Universal porque no tiene
límites ni preferencias, emana vibraciones amorosas hacia
todas las almas de todas las culturas, razas y credos. Único
porque el fuego del amor de Dios limpia el corazón y el alma.
Los que se benefician de este amor restablecen los lazos de
una relación eterna. Los que experimentan el amor espiritual
de Dios, los que “se funden con la Llama Eterna de la
Verdad”, se desconectan de toda falsedad. Tales personas
han aprendido la primera lección de hermandad universal:
que todas las personas sienten amor unas hacia las otras
porque son hijas del mismo Padre. A esto se llama amor
espiritual.
Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las
personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para
liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas.
14
Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un
estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en
cada actividad. Con la comprensión del amor espiritual, las
personas se afectan menos por las circunstancias adversas.
Contemplan las nubes negras y las tormentas como si fueran
oportunidades para ejercitar su fortaleza y recursos internos.
Su llama no se extingue aunque los demás no les ofrezcan
amor. Superan los pensamientos que les pueden llevar a
alejarse de una persona, un lugar o una tarea en particular.
En cambio, existe la fe de que con determinación, sabrán
crear una diferencia significativa y beneficiosa. Cuanto más
esfuerzo se hace para amar, más amor se recibe. La chispa
del esfuerzo es el amor, y verdadero amor por el esfuerzo
significa eliminar cualquier debilidad que obstaculice el
camino del amor.
Se puede transformar un mundo entero mediante una visión
de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor. El
amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor,
un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el
amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de
forma natural.
La base del amor verdadero
La base del amor real entre
las personas es espiritual. Ver al otro como un ser espiritual,
como un alma, es ver su realidad. Ser consciente de esa
realidad es tener amor espiritual: cada persona internamente
completa, autónoma, pero al mismo tiempo totalmente
interconectada con los demás, reconoce ese estado en el
otro. Como consecuencia, hay amor constante y natural. El
amor verdadero se da cuando el alma tiene amor hacia el
alma. El amor por el alma es eterno, ya que el alma nunca
muere. Tal amor es virtuoso y proporciona alegría. El apego a
lo perecedero es erróneo y causa sufrimiento.
Cuando prevalece el amor espiritual, es imposible que haya
enemistad, odio, ira o celos. Los sentimientos negativos se
transforman en positivos gracias a la serenidad del amor. En
15
el amor espiritual hay armonía, ya que el amor elimina las
tendencias a controlar o a ser dependiente, y asegura la
bondad, el cuidado y la comprensión amistosa.
La serenidad del amor
Amor espiritual significa no fijarse
en las debilidades de los demás, sino interesarse en eliminar
los propios defectos. El método para hacer eso es revisarse
internamente con regularidad para verificar hasta qué punto
se ha adoptado el hábito natural de hacer felices a los demás,
en vez de hacerles sufrir. Sin embargo, el amor verdadero del
corazón también significa que uno no puede soportar el ver
las debilidades de aquellos a quienes ama. Hay un deseo
puro de corregir lo que no nos parece adecuado. Tal
corrección se llevará a cabo, por un lado, con los
sentimientos de amor y, por otro, con el poder de las
palabras. Debe haber un equilibrio entre los dos. Cuando las
palabras son demasiado fuertes o excesivas, el resultado no
es satisfactorio. Si las palabras son muy hirientes, el otro
puede sentirse insultado o humillado por el autoritarismo.
Cuando se consigue el equilibrio correcto entre amor y poder
en las palabras se da a los demás la experiencia de
compasión, misericordia y beneficio. No importa cuán
poderoso o amargo sea el mensaje, conmoverá el corazón
del otro y se experimentará su veracidad.
Los seres humanos se han quedado atrapados en un modelo
de comportamiento que ha distorsionado el valor del amor y
la capacidad de confiar mutuamente en los sentimientos e
intenciones. En un momento dado hay amor y en el siguiente,
ese amor se rompe, produciendo un dolor y pesar inmensos.
Es como si el intelecto humano hubiera perdido la conexión
con la única Fuente eterna de amor y se apoyara en los
recursos temporales. Como consecuencia, en lugar de
poseer una sola fortaleza y un solo apoyo de la fuente
incondicional, las almas humanas permanecen sedientas de
amor verdadero, y lo anhelan aunque sólo sea una gota. Sin
este amor, siguen buscando y vagabundeando
angustiadas.
La llama eterna
El mundo piensa en Dios como la máxima
16
fuente de amor, el Océano del Amor, la Llama Eterna. Dios
da, de manera incondicional, amor imperecedero, universal y
único. Imperecedero porque es ilimitado, constantemente
radiante y siempre disponible. Universal porque no tiene
límites ni preferencias, emana vibraciones amorosas hacia
todas las almas de todas las culturas, razas y credos. Único
porque el fuego del amor de Dios limpia el corazón y el alma.
Los que se benefician de este amor restablecen los lazos de
una relación eterna. Los que experimentan el amor espiritual
de Dios, los que “se funden con la Llama Eterna de la
Verdad”, se desconectan de toda falsedad. Tales personas
han aprendido la primera lección de hermandad universal:
que todas las personas sienten amor unas hacia las otras
porque son hijas del mismo Padre. A esto se llama amor
espiritual.
Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las
personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para
liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas.
Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un
estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en
cada actividad. Con la comprensión del amor espiritual, las
personas se afectan menos por las circunstancias adversas.
Contemplan las nubes negras y las tormentas como si fueran
oportunidades para ejercitar su fortaleza y recursos internos.
Su llama no se extingue aunque los demás no les ofrezcan
amor. Superan los pensamientos que les pueden llevar a
alejarse de una persona, un lugar o una tarea en particular.
En cambio, existe la fe de que con determinación, sabrán
crear una diferencia significativa y beneficiosa. Cuanto más
esfuerzo se hace para amar, más amor se recibe. La chispa
del esfuerzo es el amor, y verdadero amor por el esfuerzo
significa eliminar cualquier debilidad que obstaculice el
camino del amor.
Se puede transformar un mundo entero mediante una visión
de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor. El
amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor,
17
un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el
amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de
forma natural.
La base del amor real entre las personas es espiritual. Ver
al otro como un ser espiritual, como un alma, es ver su
realidad. Ser consciente de esa realidad es tener amor
espiritual: cada persona internamente completa, autónoma,
pero al mismo tiempo totalmente interconectada con los
demás, reconoce ese estado en el otro. Como consecuencia,
hay amor constante y natural. El amor verdadero se da
cuando el alma tiene amor hacia el alma. El amor por el alma
es eterno, ya que el alma nunca muere. Tal amor es virtuoso
y proporciona alegría. El apego a lo perecedero es erróneo y
causa sufrimiento.
Cuando prevalece el amor espiritual, es imposible que haya
enemistad, odio, ira o celos. Los sentimientos negativos se
transforman en positivos gracias a la serenidad del amor. En
el amor espiritual hay armonía, ya que el amor elimina las
tendencias a controlar o a ser dependiente, y asegura la
bondad, el cuidado y la comprensión amistosa.
La serenidad del amor
Amor espiritual significa no fijarse
en las debilidades de los demás, sino interesarse en eliminar
los propios defectos. El método para hacer eso es revisarse
internamente con regularidad para verificar hasta qué punto
se ha adoptado el hábito natural de hacer felices a los demás,
en vez de hacerles sufrir. Sin embargo, el amor verdadero del
corazón también significa que uno no puede soportar el ver
las debilidades de aquellos a quienes ama. Hay un deseo
puro de corregir lo que no nos parece adecuado. Tal
corrección se llevará a cabo, por un lado, con los
sentimientos de amor y, por otro, con el poder de las
palabras. Debe haber un equilibrio entre los dos. Cuando las
palabras son demasiado fuertes o excesivas, el resultado no
es satisfactorio. Si las palabras son muy hirientes, el otro
puede sentirse insultado o humillado por el autoritarismo.
Cuando se consigue el equilibrio correcto entre amor y poder
en las palabras se da a los demás la experiencia de
18
compasión, misericordia y beneficio. No importa cuán
poderoso o amargo sea el mensaje, conmoverá el corazón
del otro y se experimentará su veracidad.
Los seres humanos se han quedado atrapados en un modelo
de comportamiento que ha distorsionado el valor del amor y
la capacidad de confiar mutuamente en los sentimientos e
intenciones. En un momento dado hay amor y en el siguiente,
ese amor se rompe, produciendo un dolor y pesar inmensos.
Es como si el intelecto humano hubiera perdido la conexión
con la única Fuente eterna de amor y se apoyara en los
recursos temporales. Como consecuencia, en lugar de
poseer una sola fortaleza y un solo apoyo de la fuente
incondicional, las almas humanas permanecen sedientas de
amor verdadero, y lo anhelan aunque sólo sea una gota. Sin
este amor, siguen buscando y vagabundeando
angustiadas.
La llama eterna
El mundo piensa en Dios como la máxima
fuente de amor, el Océano del Amor, la Llama Eterna. Dios
da, de manera incondicional, amor imperecedero, universal y
único. Imperecedero porque es ilimitado, constantemente
radiante y siempre disponible. Universal porque no tiene
límites ni preferencias, emana vibraciones amorosas hacia
todas las almas de todas las culturas, razas y credos. Único
porque el fuego del amor de Dios limpia el corazón y el alma.
Los que se benefician de este amor restablecen los lazos de
una relación eterna. Los que experimentan el amor espiritual
de Dios, los que “se funden con la Llama Eterna de la
Verdad”, se desconectan de toda falsedad. Tales personas
han aprendido la primera lección de hermandad universal:
que todas las personas sienten amor unas hacia las otras
porque son hijas del mismo Padre. A esto se llama amor
espiritual.
Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las
personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para
liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas.
Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un
19
estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en
cada actividad. Con la comprensión del amor espiritual, las
personas se afectan menos por las circunstancias adversas.
Contemplan las nubes negras y las tormentas como si fueran
oportunidades para ejercitar su fortaleza y recursos internos.
Su llama no se extingue aunque los demás no les ofrezcan
amor. Superan los pensamientos que les pueden llevar a
alejarse de una persona, un lugar o una tarea en particular.
En cambio, existe la fe de que con determinación, sabrán
crear una diferencia significativa y beneficiosa. Cuanto más
esfuerzo se hace para amar, más amor se recibe. La chispa
del esfuerzo es el amor, y verdadero amor por el esfuerzo
significa eliminar cualquier debilidad que obstaculice el
camino del amor.
Se puede transformar un mundo entero mediante una visión
de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor. El
amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor,
un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el
amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de
forma natural.
La base del amor real entre las personas es espiritual. Ver al
otro como un ser espiritual, como un alma, es ver su realidad.
Ser consciente de esa realidad es tener amor espiritual: cada
persona internamente completa, autónoma, pero al mismo
tiempo totalmente interconectada con los demás, reconoce
ese estado en el otro. Como consecuencia, hay amor
constante y natural. El amor verdadero se da cuando el alma
tiene amor hacia el alma. El amor por el alma es eterno, ya
que el alma nunca muere. Tal amor es virtuoso y proporciona
alegría. El apego a lo perecedero es erróneo y causa
sufrimiento.
Cuando prevalece el amor espiritual, es imposible que haya
enemistad, odio, ira o celos. Los sentimientos negativos se
transforman en positivos gracias a la serenidad del amor. En
el amor espiritual hay armonía, ya que el amor elimina las
tendencias a controlar o a ser dependiente, y asegura la
20
bondad, el cuidado y la comprensión amistosa.
La serenidad del amor
Amor espiritual significa no fijarse
en las debilidades de los demás, sino interesarse en eliminar
los propios defectos. El método para hacer eso es revisarse
internamente con regularidad para verificar hasta qué punto
se ha adoptado el hábito natural de hacer felices a los demás,
en vez de hacerles sufrir. Sin embargo, el amor verdadero del
corazón también significa que uno no puede soportar el ver
las debilidades de aquellos a quienes ama. Hay un deseo
puro de corregir lo que no nos parece adecuado. Tal
corrección se llevará a cabo, por un lado, con los
sentimientos de amor y, por otro, con el poder de las
palabras. Debe haber un equilibrio entre los dos. Cuando las
palabras son demasiado fuertes o excesivas, el resultado no
es satisfactorio. Si las palabras son muy hirientes, el otro
puede sentirse insultado o humillado por el autoritarismo.
Cuando se consigue el equilibrio correcto entre amor y poder
en las palabras se da a los demás la experiencia de
compasión, misericordia y beneficio. No importa cuán
poderoso o amargo sea el mensaje, conmoverá el corazón
del otro y se experimentará su veracidad.
Los seres humanos se han quedado atrapados en un modelo
de comportamiento que ha distorsionado el valor del amor y
la capacidad de confiar mutuamente en los sentimientos e
intenciones. En un momento dado hay amor y en el siguiente,
ese amor se rompe, produciendo un dolor y pesar inmensos.
Es como si el intelecto humano hubiera perdido la conexión
con la única Fuente eterna de amor y se apoyara en los
recursos temporales. Como consecuencia, en lugar de
poseer una sola fortaleza y un solo apoyo de la fuente
incondicional, las almas humanas permanecen sedientas de
amor verdadero, y lo anhelan aunque sólo sea una gota. Sin
este amor, siguen buscando y vagabundeando
angustiadas.
La llama eterna
El mundo piensa en Dios como la máxima
fuente de amor, el Océano del Amor, la Llama Eterna. Dios
da, de manera incondicional, amor imperecedero, universal y
21
único. Imperecedero porque es ilimitado, constantemente
radiante y siempre disponible. Universal porque no tiene
límites ni preferencias, emana vibraciones amorosas hacia
todas las almas de todas las culturas, razas y credos. Único
porque el fuego del amor de Dios limpia el corazón y el alma.
Los que se benefician de este amor restablecen los lazos de
una relación eterna. Los que experimentan el amor espiritual
de Dios, los que “se funden con la Llama Eterna de la
Verdad”, se desconectan de toda falsedad. Tales personas
han aprendido la primera lección de hermandad universal:
que todas las personas sienten amor unas hacia las otras
porque son hijas del mismo Padre. A esto se llama amor
espiritual.
Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las
personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para
liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas.
Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un
estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en
cada actividad. Con la comprensión del amor espiritual, las
personas se afectan menos por las circunstancias adversas.
Contemplan las nubes negras y las tormentas como si fueran
oportunidades para ejercitar su fortaleza y recursos internos.
Su llama no se extingue aunque los demás no les ofrezcan
amor. Superan los pensamientos que les pueden llevar a
alejarse de una persona, un lugar o una tarea en particular.
En cambio, existe la fe de que con determinación, sabrán
crear una diferencia significativa y beneficiosa. Cuanto más
esfuerzo se hace para amar, más amor se recibe. La chispa
del esfuerzo es el amor, y verdadero amor por el esfuerzo
significa eliminar cualquier debilidad que obstaculice el
camino del amor.
Se puede transformar un mundo entero mediante una visión
de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor. El
amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor,
un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el
amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de
22
forma natural.
La serenidad del amor
Amor espiritual significa no fijarse
en las debilidades de los demás, sino interesarse en eliminar
los propios defectos. El método para hacer eso es revisarse
internamente con regularidad para verificar hasta qué punto
se ha adoptado el hábito natural de hacer felices a los demás,
en vez de hacerles sufrir. Sin embargo, el amor verdadero del
corazón también significa que uno no puede soportar el ver
las debilidades de aquellos a quienes ama. Hay un deseo
puro de corregir lo que no nos parece adecuado. Tal
corrección se llevará a cabo, por un lado, con los
sentimientos de amor y, por otro, con el poder de las
palabras. Debe haber un equilibrio entre los dos. Cuando las
palabras son demasiado fuertes o excesivas, el resultado no
es satisfactorio. Si las palabras son muy hirientes, el otro
puede sentirse insultado o humillado por el autoritarismo.
Cuando se consigue el equilibrio correcto entre amor y poder
en las palabras se da a los demás la experiencia de
compasión, misericordia y beneficio. No importa cuán
poderoso o amargo sea el mensaje, conmoverá el corazón
del otro y se experimentará su veracidad.
Los seres humanos se han quedado atrapados en un modelo
de comportamiento que ha distorsionado el valor del amor y
la capacidad de confiar mutuamente en los sentimientos e
intenciones. En un momento dado hay amor y en el siguiente,
ese amor se rompe, produciendo un dolor y pesar inmensos.
Es como si el intelecto humano hubiera perdido la conexión
con la única Fuente eterna de amor y se apoyara en los
recursos temporales. Como consecuencia, en lugar de
poseer una sola fortaleza y un solo apoyo de la fuente
incondicional, las almas humanas permanecen sedientas de
amor verdadero, y lo anhelan aunque sólo sea una gota. Sin
este amor, siguen buscando y vagabundeando
angustiadas.
La llama eterna
El mundo piensa en Dios como la máxima
fuente de amor, el Océano del Amor, la Llama Eterna. Dios
23
da, de manera incondicional, amor imperecedero, universal y
único. Imperecedero porque es ilimitado, constantemente
radiante y siempre disponible. Universal porque no tiene
límites ni preferencias, emana vibraciones amorosas hacia
todas las almas de todas las culturas, razas y credos. Único
porque el fuego del amor de Dios limpia el corazón y el alma.
Los que se benefician de este amor restablecen los lazos de
una relación eterna. Los que experimentan el amor espiritual
de Dios, los que “se funden con la Llama Eterna de la
Verdad”, se desconectan de toda falsedad. Tales personas
han aprendido la primera lección de hermandad universal:
que todas las personas sienten amor unas hacia las otras
porque son hijas del mismo Padre. A esto se llama amor
espiritual.
Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las
personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para
liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas.
Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un
estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en
cada actividad. Con la comprensión del amor espiritual, las
personas se afectan menos por las circunstancias adversas.
Contemplan las nubes negras y las tormentas como si fueran
oportunidades para ejercitar su fortaleza y recursos internos.
Su llama no se extingue aunque los demás no les ofrezcan
amor. Superan los pensamientos que les pueden llevar a
alejarse de una persona, un lugar o una tarea en particular.
En cambio, existe la fe de que con determinación, sabrán
crear una diferencia significativa y beneficiosa. Cuanto más
esfuerzo se hace para amar, más amor se recibe. La chispa
del esfuerzo es el amor, y verdadero amor por el esfuerzo
significa eliminar cualquier debilidad que obstaculice el
camino del amor.
Se puede transformar un mundo entero mediante una visión
de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor. El
amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor,
un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el
24
amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de
forma natural.
La serenidad del amor
Amor espiritual significa no fijarse
en las debilidades de los demás, sino interesarse en eliminar
los propios defectos. El método para hacer eso es revisarse
internamente con regularidad para verificar hasta qué punto
se ha adoptado el hábito natural de hacer felices a los demás,
en vez de hacerles sufrir. Sin embargo, el amor verdadero del
corazón también significa que uno no puede soportar el ver
las debilidades de aquellos a quienes ama. Hay un deseo
puro de corregir lo que no nos parece adecuado. Tal
corrección se llevará a cabo, por un lado, con los
sentimientos de amor y, por otro, con el poder de las
palabras. Debe haber un equilibrio entre los dos. Cuando las
palabras son demasiado fuertes o excesivas, el resultado no
es satisfactorio. Si las palabras son muy hirientes, el otro
puede sentirse insultado o humillado por el autoritarismo.
Cuando se consigue el equilibrio correcto entre amor y poder
en las palabras se da a los demás la experiencia de
compasión, misericordia y beneficio. No importa cuán
poderoso o amargo sea el mensaje, conmoverá el corazón
del otro y se experimentará su veracidad.
Los seres humanos se han quedado atrapados en un modelo
de comportamiento que ha distorsionado el valor del amor y
la capacidad de confiar mutuamente en los sentimientos e
intenciones. En un momento dado hay amor y en el siguiente,
ese amor se rompe, produciendo un dolor y pesar inmensos.
Es como si el intelecto humano hubiera perdido la conexión
con la única Fuente eterna de amor y se apoyara en los
recursos temporales. Como consecuencia, en lugar de
poseer una sola fortaleza y un solo apoyo de la fuente
incondicional, las almas humanas permanecen sedientas de
amor verdadero, y lo anhelan aunque sólo sea una gota. Sin
este amor, siguen buscando y vagabundeando
angustiadas.
La llama eterna
El mundo piensa en Dios como la máxima
25
fuente de amor, el Océano del Amor, la Llama Eterna. Dios
da, de manera incondicional, amor imperecedero, universal y
único. Imperecedero porque es ilimitado, constantemente
radiante y siempre disponible. Universal porque no tiene
límites ni preferencias, emana vibraciones amorosas hacia
todas las almas de todas las culturas, razas y credos. Único
porque el fuego del amor de Dios limpia el corazón y el alma.
Los que se benefician de este amor restablecen los lazos de
una relación eterna. Los que experimentan el amor espiritual
de Dios, los que “se funden con la Llama Eterna de la
Verdad”, se desconectan de toda falsedad. Tales personas
han aprendido la primera lección de hermandad universal:
que todas las personas sienten amor unas hacia las otras
porque son hijas del mismo Padre. A esto se llama amor
espiritual.
Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las
personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para
liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas.
Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un
estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en
cada actividad. Con la comprensión del amor espiritual, las
personas se afectan menos por las circunstancias adversas.
Contemplan las nubes negras y las tormentas como si fueran
oportunidades para ejercitar su fortaleza y recursos internos.
Su llama no se extingue aunque los demás no les ofrezcan
amor. Superan los pensamientos que les pueden llevar a
alejarse de una persona, un lugar o una tarea en particular.
En cambio, existe la fe de que con determinación, sabrán
crear una diferencia significativa y beneficiosa. Cuanto más
esfuerzo se hace para amar, más amor se recibe. La chispa
del esfuerzo es el amor, y verdadero amor por el esfuerzo
significa eliminar cualquier debilidad que obstaculice el
camino del amor.
Se puede transformar un mundo entero mediante una visión
de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor. El
amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor,
26
un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el
amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de
forma natural.
Amor espiritual significa no fijarse en las debilidades de los
demás, sino interesarse en eliminar los propios defectos. El
método para hacer eso es revisarse internamente con
regularidad para verificar hasta qué punto se ha adoptado el
hábito natural de hacer felices a los demás, en vez de
hacerles sufrir. Sin embargo, el amor verdadero del corazón
también significa que uno no puede soportar el ver las
debilidades de aquellos a quienes ama. Hay un deseo puro
de corregir lo que no nos parece adecuado. Tal corrección se
llevará a cabo, por un lado, con los sentimientos de amor y,
por otro, con el poder de las palabras. Debe haber un
equilibrio entre los dos. Cuando las palabras son demasiado
fuertes o excesivas, el resultado no es satisfactorio. Si las
palabras son muy hirientes, el otro puede sentirse insultado o
humillado por el autoritarismo. Cuando se consigue el
equilibrio correcto entre amor y poder en las palabras se da a
los demás la experiencia de compasión, misericordia y
beneficio. No importa cuán poderoso o amargo sea el
mensaje, conmoverá el corazón del otro y se experimentará
su veracidad.
Los seres humanos se han quedado atrapados en un modelo
de comportamiento que ha distorsionado el valor del amor y
la capacidad de confiar mutuamente en los sentimientos e
intenciones. En un momento dado hay amor y en el siguiente,
ese amor se rompe, produciendo un dolor y pesar inmensos.
Es como si el intelecto humano hubiera perdido la conexión
con la única Fuente eterna de amor y se apoyara en los
recursos temporales. Como consecuencia, en lugar de
poseer una sola fortaleza y un solo apoyo de la fuente
incondicional, las almas humanas permanecen sedientas de
amor verdadero, y lo anhelan aunque sólo sea una gota. Sin
este amor, siguen buscando y vagabundeando
angustiadas.
La llama eterna
El mundo piensa en Dios como la máxima
27
fuente de amor, el Océano del Amor, la Llama Eterna. Dios
da, de manera incondicional, amor imperecedero, universal y
único. Imperecedero porque es ilimitado, constantemente
radiante y siempre disponible. Universal porque no tiene
límites ni preferencias, emana vibraciones amorosas hacia
todas las almas de todas las culturas, razas y credos. Único
porque el fuego del amor de Dios limpia el corazón y el alma.
Los que se benefician de este amor restablecen los lazos de
una relación eterna. Los que experimentan el amor espiritual
de Dios, los que “se funden con la Llama Eterna de la
Verdad”, se desconectan de toda falsedad. Tales personas
han aprendido la primera lección de hermandad universal:
que todas las personas sienten amor unas hacia las otras
porque son hijas del mismo Padre. A esto se llama amor
espiritual.
Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las
personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para
liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas.
Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un
estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en
cada actividad. Con la comprensión del amor espiritual, las
personas se afectan menos por las circunstancias adversas.
Contemplan las nubes negras y las tormentas como si fueran
oportunidades para ejercitar su fortaleza y recursos internos.
Su llama no se extingue aunque los demás no les ofrezcan
amor. Superan los pensamientos que les pueden llevar a
alejarse de una persona, un lugar o una tarea en particular.
En cambio, existe la fe de que con determinación, sabrán
crear una diferencia significativa y beneficiosa. Cuanto más
esfuerzo se hace para amar, más amor se recibe. La chispa
del esfuerzo es el amor, y verdadero amor por el esfuerzo
significa eliminar cualquier debilidad que obstaculice el
camino del amor.
Se puede transformar un mundo entero mediante una visión
de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor. El
amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor,
28
un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el
amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de
forma natural.
Amor espiritual significa no fijarse en las debilidades de los
demás, sino interesarse en eliminar los propios defectos. El
método para hacer eso es revisarse internamente con
regularidad para verificar hasta qué punto se ha adoptado el
hábito natural de hacer felices a los demás, en vez de
hacerles sufrir. Sin embargo, el amor verdadero del corazón
también significa que uno no puede soportar el ver las
debilidades de aquellos a quienes ama. Hay un deseo puro
de corregir lo que no nos parece adecuado. Tal corrección se
llevará a cabo, por un lado, con los sentimientos de amor y,
por otro, con el poder de las palabras. Debe haber un
equilibrio entre los dos. Cuando las palabras son demasiado
fuertes o excesivas, el resultado no es satisfactorio. Si las
palabras son muy hirientes, el otro puede sentirse insultado o
humillado por el autoritarismo. Cuando se consigue el
equilibrio correcto entre amor y poder en las palabras se da a
los demás la experiencia de compasión, misericordia y
beneficio. No importa cuán poderoso o amargo sea el
mensaje, conmoverá el corazón del otro y se experimentará
su veracidad.
Los seres humanos se han quedado atrapados en un modelo
de comportamiento que ha distorsionado el valor del amor y
la capacidad de confiar mutuamente en los sentimientos e
intenciones. En un momento dado hay amor y en el siguiente,
ese amor se rompe, produciendo un dolor y pesar inmensos.
Es como si el intelecto humano hubiera perdido la conexión
con la única Fuente eterna de amor y se apoyara en los
recursos temporales. Como consecuencia, en lugar de
poseer una sola fortaleza y un solo apoyo de la fuente
incondicional, las almas humanas permanecen sedientas de
amor verdadero, y lo anhelan aunque sólo sea una gota. Sin
este amor, siguen buscando y vagabundeando
angustiadas.
La llama eterna
El mundo piensa en Dios como la máxima
29
fuente de amor, el Océano del Amor, la Llama Eterna. Dios
da, de manera incondicional, amor imperecedero, universal y
único. Imperecedero porque es ilimitado, constantemente
radiante y siempre disponible. Universal porque no tiene
límites ni preferencias, emana vibraciones amorosas hacia
todas las almas de todas las culturas, razas y credos. Único
porque el fuego del amor de Dios limpia el corazón y el alma.
Los que se benefician de este amor restablecen los lazos de
una relación eterna. Los que experimentan el amor espiritual
de Dios, los que “se funden con la Llama Eterna de la
Verdad”, se desconectan de toda falsedad. Tales personas
han aprendido la primera lección de hermandad universal:
que todas las personas sienten amor unas hacia las otras
porque son hijas del mismo Padre. A esto se llama amor
espiritual.
Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las
personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para
liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas.
Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un
estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en
cada actividad. Con la comprensión del amor espiritual, las
personas se afectan menos por las circunstancias adversas.
Contemplan las nubes negras y las tormentas como si fueran
oportunidades para ejercitar su fortaleza y recursos internos.
Su llama no se extingue aunque los demás no les ofrezcan
amor. Superan los pensamientos que les pueden llevar a
alejarse de una persona, un lugar o una tarea en particular.
En cambio, existe la fe de que con determinación, sabrán
crear una diferencia significativa y beneficiosa. Cuanto más
esfuerzo se hace para amar, más amor se recibe. La chispa
del esfuerzo es el amor, y verdadero amor por el esfuerzo
significa eliminar cualquier debilidad que obstaculice el
camino del amor.
Se puede transformar un mundo entero mediante una visión
de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor. El
amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor,
30
un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el
amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de
forma natural.
La llama eterna
El mundo piensa en Dios como la máxima
fuente de amor, el Océano del Amor, la Llama Eterna. Dios
da, de manera incondicional, amor imperecedero, universal y
único. Imperecedero porque es ilimitado, constantemente
radiante y siempre disponible. Universal porque no tiene
límites ni preferencias, emana vibraciones amorosas hacia
todas las almas de todas las culturas, razas y credos. Único
porque el fuego del amor de Dios limpia el corazón y el alma.
Los que se benefician de este amor restablecen los lazos de
una relación eterna. Los que experimentan el amor espiritual
de Dios, los que “se funden con la Llama Eterna de la
Verdad”, se desconectan de toda falsedad. Tales personas
han aprendido la primera lección de hermandad universal:
que todas las personas sienten amor unas hacia las otras
porque son hijas del mismo Padre. A esto se llama amor
espiritual.
Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las
personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para
liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas.
Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un
estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en
cada actividad. Con la comprensión del amor espiritual, las
personas se afectan menos por las circunstancias adversas.
Contemplan las nubes negras y las tormentas como si fueran
oportunidades para ejercitar su fortaleza y recursos internos.
Su llama no se extingue aunque los demás no les ofrezcan
amor. Superan los pensamientos que les pueden llevar a
alejarse de una persona, un lugar o una tarea en particular.
En cambio, existe la fe de que con determinación, sabrán
crear una diferencia significativa y beneficiosa. Cuanto más
esfuerzo se hace para amar, más amor se recibe. La chispa
del esfuerzo es el amor, y verdadero amor por el esfuerzo
significa eliminar cualquier debilidad que obstaculice el
31
camino del amor.
Se puede transformar un mundo entero mediante una visión
de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor. El
amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor,
un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el
amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de
forma natural.
La llama eterna
El mundo piensa en Dios como la máxima
fuente de amor, el Océano del Amor, la Llama Eterna. Dios
da, de manera incondicional, amor imperecedero, universal y
único. Imperecedero porque es ilimitado, constantemente
radiante y siempre disponible. Universal porque no tiene
límites ni preferencias, emana vibraciones amorosas hacia
todas las almas de todas las culturas, razas y credos. Único
porque el fuego del amor de Dios limpia el corazón y el alma.
Los que se benefician de este amor restablecen los lazos de
una relación eterna. Los que experimentan el amor espiritual
de Dios, los que “se funden con la Llama Eterna de la
Verdad”, se desconectan de toda falsedad. Tales personas
han aprendido la primera lección de hermandad universal:
que todas las personas sienten amor unas hacia las otras
porque son hijas del mismo Padre. A esto se llama amor
espiritual.
Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las
personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para
liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas.
Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un
estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en
cada actividad. Con la comprensión del amor espiritual, las
personas se afectan menos por las circunstancias adversas.
Contemplan las nubes negras y las tormentas como si fueran
oportunidades para ejercitar su fortaleza y recursos internos.
Su llama no se extingue aunque los demás no les ofrezcan
amor. Superan los pensamientos que les pueden llevar a
alejarse de una persona, un lugar o una tarea en particular.
32
En cambio, existe la fe de que con determinación, sabrán
crear una diferencia significativa y beneficiosa. Cuanto más
esfuerzo se hace para amar, más amor se recibe. La chispa
del esfuerzo es el amor, y verdadero amor por el esfuerzo
significa eliminar cualquier debilidad que obstaculice el
camino del amor.
Se puede transformar un mundo entero mediante una visión
de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor. El
amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor,
un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el
amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de
forma natural.
El mundo piensa en Dios como la máxima fuente de amor,
el Océano del Amor, la Llama Eterna. Dios da, de manera
incondicional, amor imperecedero, universal y único.
Imperecedero porque es ilimitado, constantemente radiante y
siempre disponible. Universal porque no tiene límites ni
preferencias, emana vibraciones amorosas hacia todas las
almas de todas las culturas, razas y credos. Único porque el
fuego del amor de Dios limpia el corazón y el alma. Los que
se benefician de este amor restablecen los lazos de una
relación eterna. Los que experimentan el amor espiritual de
Dios, los que “se funden con la Llama Eterna de la Verdad”,
se desconectan de toda falsedad. Tales personas han
aprendido la primera lección de hermandad universal: que
todas las personas sienten amor unas hacia las otras porque
son hijas del mismo Padre. A esto se llama amor espiritual.
Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las
personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para
liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas.
Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un
estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en
cada actividad. Con la comprensión del amor espiritual, las
personas se afectan menos por las circunstancias adversas.
Contemplan las nubes negras y las tormentas como si fueran
oportunidades para ejercitar su fortaleza y recursos internos.
33
Su llama no se extingue aunque los demás no les ofrezcan
amor. Superan los pensamientos que les pueden llevar a
alejarse de una persona, un lugar o una tarea en particular.
En cambio, existe la fe de que con determinación, sabrán
crear una diferencia significativa y beneficiosa. Cuanto más
esfuerzo se hace para amar, más amor se recibe. La chispa
del esfuerzo es el amor, y verdadero amor por el esfuerzo
significa eliminar cualquier debilidad que obstaculice el
camino del amor.
Se puede transformar un mundo entero mediante una visión
de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor. El
amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor,
un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el
amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de
forma natural.
El mundo piensa en Dios como la máxima fuente de amor, el
Océano del Amor, la Llama Eterna. Dios da, de manera
incondicional, amor imperecedero, universal y único.
Imperecedero porque es ilimitado, constantemente radiante y
siempre disponible. Universal porque no tiene límites ni
preferencias, emana vibraciones amorosas hacia todas las
almas de todas las culturas, razas y credos. Único porque el
fuego del amor de Dios limpia el corazón y el alma. Los que
se benefician de este amor restablecen los lazos de una
relación eterna. Los que experimentan el amor espiritual de
Dios, los que “se funden con la Llama Eterna de la Verdad”,
se desconectan de toda falsedad. Tales personas han
aprendido la primera lección de hermandad universal: que
todas las personas sienten amor unas hacia las otras porque
son hijas del mismo Padre. A esto se llama amor espiritual.
Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las
personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para
liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas.
Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un
estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en
cada actividad. Con la comprensión del amor espiritual, las
34
personas se afectan menos por las circunstancias adversas.
Contemplan las nubes negras y las tormentas como si fueran
oportunidades para ejercitar su fortaleza y recursos internos.
Su llama no se extingue aunque los demás no les ofrezcan
amor. Superan los pensamientos que les pueden llevar a
alejarse de una persona, un lugar o una tarea en particular.
En cambio, existe la fe de que con determinación, sabrán
crear una diferencia significativa y beneficiosa. Cuanto más
esfuerzo se hace para amar, más amor se recibe. La chispa
del esfuerzo es el amor, y verdadero amor por el esfuerzo
significa eliminar cualquier debilidad que obstaculice el
camino del amor.
Se puede transformar un mundo entero mediante una visión
de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor. El
amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor,
un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el
amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de
forma natural.
“Que la imagen de la familia sea un ejemplo que nos haga
entender que todos nosotros, dentro de la comunidad
internacional, somos miembros de la familia de las naciones,
la gran familia humana. Esto significa que pertenecemos a
una organización que sabe cómo enfrentarse a las
dificultades de estos momentos, cómo superar las aparentes
divisiones y cómo vencer los antagonismos, porque está
dirigida por una fuerza más poderosa que cualquier otra: la
fuerza del amor, que es, finalmente, la razón de ser de la
familia”.
Dr. Boutros Boutros-Ghali,
Secretario General de la Organización de las Naciones
Unidas,
35
Diciembre, 1993
Menú de Valore
Menú de Valore
AMOR ESPIRITUAL
He comprendido que para amar a otro,
antes tenía que amarme a mí misma.
No obstante, persiste la idea de que amarse a uno
mismo
es un sentimiento egocéntrico, infantil, destructivo...
pero la lógica nos dice que sólo podemos ofrecer lo
que poseemos
y que lo máximo que poseemos es nuestra
capacidad de dar...
Cuando me refiero al amor,
me refiero a ese amor que nada tiene que ver con
lo carnal,
me refiero a un amor espiritual, incondicional...
sin esperar nada a cambio...
Esto no significa tener que hacer balance
de quién hizo qué y quién hizo más.
Habrá ocasiones en que daremos más de lo que
36
nos dan,
pero habrá momentos en que necesitaremos y
recibiremos más de lo que nosotros somos
capaces de dar.
Contar los tantos implica una competición
deportiva,
no una mutua relación de apoyo.
El verdadero amor requiere dar a la otra persona
sin pensar quién se queda la mejor parte...
Maneras de amarnos
· Dejemos de criticarnos
Este es quizás el punto más importante.
Si nos decimos a nosotros mismos que,
pase lo que pase, estamos bien y
valemos, podemos cambiar con facilidad
nuestra vida. Pero si nos decimos que
estamos mal, nos resultará
enormemente difícil lograrlo. Todos
cambiamos, todos. Cada día es un nuevo
día y hacemos las cosas de manera algo
diferente a como lo hicimos el día
37
anterior. Nuestra capacidad para
adaptarnos y avanzar con el proceso de
la vida es nuestro poder. En cierta
manera todos nos sentimos inseguros,
porque somos humanos. Aprendemos a
no pretender que somos perfectos. La
necesidad de ser perfectos sólo nos crea
una enorme presión, y nos impide ver
los aspectos de nuestra vida que
necesitan curación. En lugar de eso
podríamos descubrir nuestras aptitudes
creativas, nuestra individualidad, y
valorarnos por esas cualidades que nos
distinguen de los demás. Cada uno de
nosotros tiene un papel único que
desempeñar en la Tierra, papel que
oscurecemos al criticarnos.
· Dejemos de asustarnos
Muchos de nosotros nos llenamos de
miedo con pensamientos aterradores,
logrando con ellos hacer las situaciones
peores de lo que son. Cogemos un
pequeño problema y lo transformamos
en un monstruo gigantesco. En una
forma terrible de vivir, siempre a la
espera de que ocurra lo peor en nuestra
vida. ¿Cuántos de ustedes se van a la
cama por la noche imaginándose el peor
de los guiones posibles para un
problema? Eso es lo mismo que hace un
niño pequeño cuando se imagina que
38
hay monstruos debajo de la cama y se
asusta por ello. Si haces esto, no es raro
entonces que no puedas dormir. Cuando
eras pequeño necesitabas que tu madre
o tu padre vinieran a tranquilizarte.
Ahora que eres adulto sabes que tienes
la capacidad de tranquilizarte a ti
mismo. Esto suelen hacerlo las personas
enfermas. Con frecuencia se imaginaban
lo peor, si es que no están ya planeando
sus funerales. Si habitualmente repasas
en tu mente situaciones o pensamientos
negativos, busca la imagen de algo con
lo que verdaderamente te gustaría
reemplazarlos. Podría ser un hermoso
paisaje, una puesta de sol, flores, algún
deporte, o cualquier cosa que te guste.
Utiliza esa imagen como un
"interruptor" cada vez que te des cuenta
de que tienes pensamientos de miedo.
Di: "No, ya no voy a pensar en eso. Voy
a pensar en puestas de sol, en rosales,
en hermosos saltos de agua", según cual
sea tu imagen. Si lo haces así,
finalmente superarás la costumbre,
aunque es algo que requiere mucha
práctica.
Seamos amables, cariñosos y pacientes
con nosotros mismos.
39
Con mucho humor Oren Arnold escribió:
"Querido Dios, te ruego que me des
paciencia. ¡Y la quiero ahora mismo!".
La paciencia es una herramienta muy
potente. La mayoría sufrimos de la
expectativa de la gratificación
inmediata. Queremos que todo suceda
enseguida. No tenemos paciencia para
esperar nada. Nos irritamos si tenemos
que esperar en una cola o si estamos
atascados en un embotellamiento.
Queremos todas las respuestas y todos
los bienes ahora mismo, ya. Con
muchísima frecuencia hacemos
desgraciadas a otras personas con
nuestra impaciencia. La impaciencia es
una resistencia a aprender, deseamos
tener las respuestas sin aprender la
lección o sin dar los pasos necesarios.
Piensa en tu mente como si fuera un
jardín. Para empezar, un jardín es un
trozo de tierra. Puede que él haya
muchas zarzas de odio a uno mismo y
piedras de desesperación, rabia y
preocupación. Hay un viejo árbol
llamado miedo que necesita una buena
poda o que lo corten. Una vez hayas
limpiado bien el terreno y abonado la
tierra, siembra algunas semillas de
alegría y prosperidad. El sol brilla sobre
tu jardín, y tú lo riegas, lo abonas y lo
cuidas amorosamente. Al principio no se
40
ve que suceda gran cosa. Pero tú no te
detengas, continúa cuidando tu jardín.
Si tienes paciencia, las plantas crecerán
y se llenarán de flores. Lo mismo sucede
en tu mente: tú seleccionas los
pensamientos que vas a cuidar, y si
tienes paciencia, verás cómo crecen y
contribuyen a crear el jardín de
experiencias que deseas.
Aprendamos a ser cariñosos con nuestra
mente
No nos odiemos por tener pensamientos
negativos. Podemos considerar que
estos pensamientos nos "construyen", y
no que nos "derriban". No tenemos por
qué culparnos por tener experiencias
negativas. Podemos aprender de ellas.
Ser cariñosos con nosotros mismos
quiere decir dejar de culparnos, dejar de
sentirnos culpables, acabar con todo
castigo y con todo dolor.
Elogiémonos
Este es el paso siguiente. La crítica
deprime al espíritu; el elogio lo levanta.
Reconoce tu Poder, reconoce a tu Yo.
Todos somos expresiones de la
Inteligencia Infinita. Cuando te
desprecias, desprecias al Poder que te
ha creado. Empieza por cosas pequeñas.
Dite a ti mismo que eres una persona
maravillosa. Si lo haces una vez y dejas
de hacerlo, no funciona. Continúa,
41
aunque sea un minuto cada vez.
Créeme, a medida que lo vas haciendo
resulta más fácil. La próxima vez que
hagas algo nuevo o diferente, o algo que
comienzas a aprender y no sabes muy
bien cómo hacerlo, proporciónate
aliento y apoyo.
Amarnos significa apoyarnos
Acude a tus amigos y permíteles que te
echen una mano. En realidad, es una
muestra de fortaleza pedir ayuda
cuando se la necesita. Son demasiadas
las personas que han aprendido a ser
autosuficientes. No pueden pedir ayuda
porque su ego se lo prohíbe. En lugar de
intentar hacerlo todo solo y enfadarte
porque no lo consigues, la próxima vez
pide ayuda.
Amémonos ya, ahora mismo
No esperes a haber arreglado las cosas
para amarte. La insatisfacción contigo
mismo es una pauta habitual. Si logras
sentirte satisfecho contigo mismo ahora,
si puedes amarte y aprobarte ahora,
entonces serás capaz de disfrutar de lo
bueno cuando venga. Una vez que
aprendas a amarte a ti mismo,
comenzarás a amar y a aceptar a los
demás. No podemos cambiar a otras
personas, de modo que dejémoslas en
paz. Gastamos muchísima energía
intentando hacer que los demás
42
cambien. Si empleáramos la mitad de
esa energía en nosotros mismos,
podríamos llegar a actuar de otra
manera, y entonces los demás
reaccionarían también de modo
diferente.
Sobre el amor universal...
Todo cambia, porque todo está evolucionando hacia la Unidad, pero
nada cambia porque el cambio ya se ha producido y visto desde el
presente, todo permanece inalterable porque los sucesivos momentos
del proceso y el resultado están todos juntos y permanecen constantes
como un todo, sin cambio pues el cambio se manifiesta únicamente
cuando existe continuidad, es decir, tiempo, pero en el presente todo
ocurre a la vez y al mismo tiempo, por eso no hay cambio porque no
existe un paso de un momento a otro, sino que tanto el momento inicial
como el final están ocurriendo al mismo tiempo, sin cambio y sin
alteraciones. Por eso Dios, está en todas partes y siempre existió, sólo
que experimentamos separación y por eso tenemos que volvernos a unir
todas las partes que somos y así llegar a experimentar amor para
siempre, pero ese amor existió siempre, atemporalmente pues todo lo
que existe y existió está existiendo siempre en este mismo momento y
en este mismo lugar. Sólo hay aquí y ahora. Ahora quizá no
experimentemos amor, pero si esto es así, es debido a nuestra idea de
separación, sin embargo, es sólo una idea, pues en realidad todos
juntos siempre fuimos y seremos amor. Ahora quizá nos
experimentemos de forma separada, pero no podemos dejar de estar
unidos porque todos somos uno y cuando lo experimentemos así, el
propósito de Dios, del amor, se habrá consumado pues todo es amor. El
alma está en todas partes, pero debemos vivirnos como un Todo y no de
forma separada porque siempre fuimos y seremos la Unidad. Ahora
quizá no experimentemos demasiado amor porque nos vivimos de forma
separada, pero el amor surge al comprender que no estamos solos y
que somos todo Uno y cuando lo vemos y vivimos así, ya está, seremos
43
felices para siempre porque siempre estuvimos y estaremos unidos.
Nunca estuvimos separados, sólo que nos experimentábamos de forma
separada.
Sobre el amor espiritual
Las experiencias que tenemos dejan una huella en nosotros, sea
positiva o negativa, pero nos ayudan sin embargo, a comprender mejor
a los demás, por eso se debe agradecer a Dios todo lo que le pasa a
uno mismo. Esa huella que las experiencias dejan en nosotros, ya sean
positivas o negativas, nos hacen sentirnos de muchas formas distintas,
pero nos ayudan a ser mejores, a amar más a los demás porque por
aquello que pasamos, comprendemos que también le puede pasar a
otro y sentimos compasión por ese ser y tratamos de ayudarle y de no
dañarle, ésta es la base de todas las religiones, amar a los demás y no
dañarles, y a poder ser beneficiarles. Sin embargo, hay una forma de
llegar a sentirse mejor, una vez aprendido que lo importante es amar a
los demás, sentir amor y actuar con el corazón, es éste el punto inicial a
partir del cual se puede progresar. Hay formas tales como crear
experiencias de amor, experimentar amor, (me refiero al amor de
felicidad), cultivando para ello la buena intención hacia todos los seres y
hacia uno mismo, no desear dañarles nunca y poder ayudarles siempre
que se pueda. Podemos decir: "Me amo a mí mismo" pero esta frase es
incompleta, pues los demás también son como tú y sienten igual que tú,
por tanto, sería conveniente decir: "Amo a los demás como a mí mismo".
Si cada mañana y cada noche repites esta frase varias veces con buena
intención, llegarás a creértela y a transformarla en experiencia, porque el
pensamiento crea el sentimiento. Puedes elegir experimentar aquello
que desees, sólo es necesario crear la experiencia, pero es necesario
tener el deseo de hacerlo porque aquello que deseas con todas tus
fuerzas y persistes en ello, por seguro que lo consigues. Si eliges
experimentar amor y lo practicas, con toda seguridad, lo obtendrás ya
que si plantas una semilla y la cuidas y la riegas, la planta crece, lo
mismo con el amor (felicidad absoluta o paraíso espiritual o nirvana). El
amor me refiero a la experiencia que no puede ser explicada ni descrita
44
con palabras porque está más allá de las palabras, tan preciosa es
sentirla que cualquier cosa que no sea ese amor, carece de absoluta
importancia para uno porque uno está lleno de amor, de ese sentimiento
infinito y eterno de plenitud. Si cada mañana dices: "Amo a todos los
seres como a mí mismo" varias veces y por la noche igual y rezas a los
ángeles o haces meditación, o rezas a Dios, te servirá de mucho, pero el
camino debes buscarlo tú, no quiero invadir tu libertad. Quien busca
encuentra siempre. El camino es conocerse a uno mismo. Saber cómo
uno mismo es. Cuáles son sus virtudes y defectos y poner los
ingredientes para transformar los defectos en virtudes. Hay un libro que
estudia los tipos de personalidad para conocerse a uno mismo. Si te
interesa te digo el título y el autor. Trata de una técnica milenaria que se
llama eneagrama. Hay 7 tipos de personalidad en la cual mejor
encajamos, pero no te puedo decir más porque lo estoy leyendo. Yo
pienso que para ayudar a los demás, basta con desearlo y tener buena
intención de ayudarles. Cuanto más amor hayamos desarrollado,
podremos ayudarles a otro nivel más profundo, pero no mejor,
simplemente distinto y con otra utilidad distinta. Yo pienso que cada uno
de nosotros recibimos el tipo de ayuda que necesitamos en cada
momento y pienso que la ayuda que sale del corazón, es siempre igual
de necesaria, porque cuando se ayuda con buena intención, se está
ayudando desde el corazón. Es necesario abrir la mente y ver las cosas
claras y objetivas. Cada uno debe ayudar en la medida que sabe, pero si
tiene la intención de ayudar, éste es un sentimiento y una elección que
procede del interior del corazón y debe ser respetada y valorada,
entonces, la persona que desea ayudar, si tiene ese deseo, es porque
se lo pide su alma y debe dejarse guiar por lo que le dice, porque es un
sentimiento natural que brota desde lo más profundo de su corazón.
Cada uno es su propio maestro. No se deben obstaculizar los
sentimientos más profundos que proceden de nosotros porque son los
que verdaderamente están en la verdad. Todo sentimiento que procede
del corazón es sagrado y por tanto brota de Dios. Yo pienso que cuando
alguien desea ayudar, es porque está preparado para ello, al igual que
cuando se siente la necesidad de beber, es natural beber. Nosotros
vamos buscando el camino y seguimos los pasos definidos por nuestras
elecciones más profundas. Todo lo que nos pasa o que atraemos es
porque lo elegimos. Ningún tipo de ayuda es mejor que otra,
simplemente distinta y con distintos toques mágicos. Cada tipo de ayuda
45
le beneficia particularmente al ser concreto que la ha pedido, por eso no
un sólo tipo de ayuda sirve para todos, sino que cada ser precisa uno
distinto. Cuánto más amor se tenga dentro de uno mismo, más se podrá
ayudar a los demás, pero la única cosa que pienso que es necesaria
para poder ayudar a los demás, es querer ayudarles, importarles,
preocuparse por ellos, desear que sean felices, querer despertar en
ellos el amor que tienen dormido, en definitiva, desear su felicidad.
Como dijo Jesús: "Amaos los unos a los otros como yo os he amado".
MI MADRE ME HABLABA DEL AMOR
ESPIRITUAL
Amor Espiritual
Hace tiempo había ido con mi mama a comprar
arena para sus gatos y durante el trayecto
empezamos a hablar del amor, sobre los viejos
rabo verdes que ya ni se les para pero ahí están
buscándole la manera con la viagra y cosas de
esas.
Lo interesante de esta platica con mi madre fue
que ella me dijo las dos clases de amor que
existen en la pareja, el amor físico y el amor
espiritual, ella decía que el amor físico es el que
siente cualquiera por su pareja, por lo guapo o
guapa que puede estar, del cuerpo del cual nos
enamoramos, motivo por el cual buscamos un
acercamiento a esa persona especial.
La otra clase de amor es el espiritual, el que,
según mi mamá, es el amor que dices te amo
con solo ver a los ojos a esa persona especial,
46
en la que con solo tomarse de la mano la
energía fluya, la compañía es lo que importa y el
cuerpo físico queda de lado.
Mi madre decía que cuando la belleza física se
va, el amor físico también y solo nos queda el
amor espiritual y que es en la etapa donde
existe el amor físico que hay que alimentar a ese
amor espiritual ya que es lo único eterno en una
relación. Que pasa cuando ya viejitos no pueden
tener contacto físico (sexual), ¿Que queda?
Justamente como dice mi madre, el gusto de
compartir con esa persona, el placer de verse el
uno al otro y reconocer ese amor espiritual que
llena la relación y no hace falta nada sexual,
mas que lo espiritual de la relación.
Dicen que el espíritu es eterno y nuestro cuerpo
se vuelve polvo, cenizas. Igual es en las
relaciones de parejas, el amor espiritual es
eterno, sobrevive a la muerte de uno y el amor
físico se marchita con los cuerpos de las parejas.
© Copyright 1999-2007 -
A.W. Pink
CUALIDADES DEL AMOR ESPIRITUAL
Las virtudes son la belleza de una persona;
son lo que hacen a una persona especial y distinta;
47
son el color, la forma y el perfil de su personalidad.
Determinan la forma en que una persona hace las cosas;
la forma en que se mueve, habla y viste.
La persona con virtudes quizás no tenga dinero
pero siempre dará la impresión de riqueza porque
todo lo que le rodea será de calidad.
Las virtudes brillan hacia el exterior y hacia todo:
hacia el cuerpo, el entorno y, en el fondo,
hasta el corazón del planeta;
llenan lo que está vacío, sanan lo que está enfermo
y calman lo que está intranquilo.
La Alegría
Alegría es cuando uno se está acercando a una meta
y avanza los últimos pasos para llegar a ésta.
Es la experiencia única del día previo a un acontecimiento especial,
para el cual quedan pocas horas.
Es una cuestión de claridad y convicción.
Primero uno tiene que poder ver más allá del presente
y tener una visión tal que pueda percibir un futuro bueno,
no tan sólo para uno mismo sino para todas las cosas.
Tiene que saber que en el fondo todo el movimiento de la vida
es hacia el bien, que todas las montañas tienen valles
y las estaciones un verano.
Tiene que vivirlo con ligereza o, de lo contrario,
la alegría sólo es una fanfarronada ante la desesperación.
Alegría es no tener nunca más vergüenza de que le
daría mancharse las manos de pintura cuando
está dando las últimas pinceladas.
La alegría hace que todos le amen porque perciben
su victoria delante y no es una victoria fría o solidaria,
ya que su pie firme ayuda a que otros le sigan.
La Autoconfianza
La autoconfianza es conocerse a sí mismo,
48
conocer sus ideas y venidas tan a fondo que
siempre le queden fuerzas a las que poder recurrir.
En algún rincón de su interior, desde la quietud,
puede encontrar algo positivo.
Las áreas de debilidad no perturban a la mente
porque se encuentran en proceso de demolición;
son como casas vacías a las cuales sus pensamientos
ya ni se molestan en entrar.
Y si en algún momento surgiese algún rastro de debilidad
que golpease contra alguna parte de su ser,
la confianza le da poder para alejarla suavemente.
La autoconfianza hace que se mueva con mayor lentitud
que hable más pausadamente y también que se detenga
a mirar a la persona con la que se está comunicando
en vez de ir por la vida aplastando a todo por andar deprisa.
Le permite permanecer alegre y pacífico cuando atraviesa
por un estado de ignorancia de manera que
todos pueden esperar hasta que esté preparado.
En esa calma puede llenar de fuerza ese momento
antes de que se pronuncie palabra alguna.
Y, cuando los nervios persistan en hacer tambalear su firmeza,
la autoconfianza le permite suministrar suavidad
y silencio para que pueda calmar todo su organismo.
¿Cuál es el método para obtener autoconfianza?
Una manera es hablarse a uno mismo, no a los demás.
En momentos de inseguridad es reconfortante
encontrar con quien hablar,
pero lo que da seguridades hablar con uno mismo.
Porque en nuestro interior hay una reserva de amor
que nos protege ante cualquier situación difícil
en la que nos encontremos.
La amistad con otras personas
no es tan consistente ni eterna.
Después de hablarse a sí mismo y
de haberle dado a sus nervios un lugar donde
puedan serenarse, lo mejor que puede hacerse es
entrar en acción.
La acción, junto al amor reposado más tarde,
cuando surja algún momento de necesidad.
Cuanto más ame más debe actuar,
ya que cuanto más profundo sea el depósito de valor
que acumule menos tendrá que sobreexigirse
49
Donde la confianza es profunda,
existen las bases para una entrega real.
Real significa tener un "yo" silencioso;
eliminando los nervios y los pensamientos que
causan ruido en nuestra mente.
Es cuando hay quietud en mi mente
que puedo escuchar a los demás.
Benevolencia
La benevolencia es una buena voluntad silenciosa
Es como el sol que brilla sobre la tierra dura
aflojándola, derritiendo el hielo, pero sin propósito
o intención alguna de hacer bien.
Para el sol es una acción natural hacerlo
y por esto consigue el resultado.
Porque la tierra no se siente en deuda con el sol.
De igual forma, ser el preceptor de benevolencia significa
recibir algo por lo que no hay recompensa,
ni siquiera una presión a la cual responder.
Por esto uno fácilmente recibe benevolencia.
La benevolencia es una condición de ser que
depende de sí misma y no tiene nada que ver con
los sentimientos de misericordia o predilección,
no con impulsos repentinos de amor, simplemente es.
La benevolencia no ofrece nada específico
pero todos se sienten atraídos hacia ellas.
Tampoco ofrece respuestas, pero permite pensar.
No enseña nada, pero su presencia permite aprender.
Ser benevolente es la mejor forma de ayudar a
una persona ya que la benevolencia,
igual que la luz del sol, no tiene forma de filtrarse
hacia los tranquilos rincones del pánico,
en la mente y aligerar su carga.
La benevolencia es la virtud menos invasora
y a la vez es bien acogida en todas partes.
50
Contentamiento
El contentamiento es como un río subterráneo
cuyo cauce no se puede cambiar.
En la superficie la gente patea, empuja y tira;
la tierra se agrieta o queda abandonada pero,
debajo, el río continúo fluyendo, aunque en alguna parte
sea sólo como un hilo en la oscuridad.
El agua en la superficie de la tierra corre
el riesgo de ser contaminada, usada, bebida o extraída,
pero el agua subterránea no se explota.
No es inconsciente del desafío,
pero cuando el paisaje de la mente
(la superficie de la vida) sufre algún trastorno,
el río responde, cambia, fluye hacia adentro y
bordea lo que pasa aunque no esté a la vista.
Simplemente nunca se seca.
Para estar contento se requiere de
un profundo entendimiento, de una necesidad de saber
y de anticiparse suavemente a los movimientos de la mente
y también de sentir la atracción del destino
que está más allá de todo.
La corriente es la fuerza espiritual.
Coraje
El coraje piensa en el destino
y no en nada de lo que hay de por medio.
Es la fuerza que hay detrás de cada movimiento
de una voluntad decidida y por esto
el fracaso está lejos de esta virtud.
Coraje es cuando tal vez no puede ver
y por esto no se detiene.
El coraje crece junto a la vida.
También es la cualidad de un niño que
no sabe de desafíos y de un adulto
que no conoce el poder del reto.
Coraje es dar un paso hacia un área difícil
sin tener una solución en mente pero sintiendo
51
que la victoria está delante.
Sabiendo que Dios tiene su mano extendida
para tirar de la suya.
Coraje es decir lo que uno piensa,
sin diluirlo, sin desear la aprobación de los demás,
sabiendo que un ideal profundamente elaborado
es lo suficiente fuerte como para resistir la oposición.
Y, si es derrumbado, el coraje no sabe de culpar
sino reconstruir aún más firme.
Hay algo que conmueve en una persona con coraje
y es que aunque todo esté en contra de ella
sabe que saldrá victoriosa,
porque tiene la fortaleza de la calidad
contra la debilidad de la cantidad.
y hacen más;
no hacen promesas porque con su coraje
saben que junto a una meta ha de haber
una mente inteligente que pueda.
El coraje es audacia pero siempre con cuidado.
Desapego
Muchos caminos espirituales abogan por
un estado mental denominado desapego,
en el cual la persona se aleja de las preocupaciones mundanas
y se convierte en un observador de la vida.
Se considera, este estado, como un medio para
alcanzar una meta interna en el cual uno se libera
de distracciones y conflictos.
Una flor de loto tiene sus raíces en el lodo.
No puede crecer sin el barro y sin embargo
sus pétalos son de un blanco impecable.
Así es el desapego:
es estar cerca de lo que uno más desea desprenderse,
liberarse y usarlo para crecer, sin apartarse de nada.
En nuestra propia personalidad, por lo general,
hay aspectos de los que nos somos conscientes o que
no nos gustan y los distorsionamos
convirtiéndolos en algo atractivo.
De ahí que cuando una persona trabaja duro,
a menudo indica temor a la disconformidad.
Esto es lo contrario del desapego, es decir,
es hacer algo no por lo que vale la pena
52
sino para engrandecer la propia posición personal.
La flor de loto no transforma el lodo en ninguna cosa.
El lodo es lodo y sin embargo tiene los elementos
nutritivos necesarios para el crecimiento de la flor.
Lo mismo nos pasa a nosotros.
Estamos en una situación que no nos gusta,
"en el lodo"
y sin embargo es tal vez la situación más seguro que existe,
si sólo pudiéramos reconocerlo, sin distorsionar la situación,
permitiéndole que nos haga crecer.
Por otra parte, podemos querer liberarnos de alguna persona
y estar solos pero de alguna manera
nos encontramos atrapados en esa relación.
La persona que tenemos al lado es probablemente
el mejor profesor que podríamos encontrar,
si sólo pudiéramos ver el elemento nutritivo de su presencia
y reconocer que quizás estamos poniendo atención
a un aspecto muy secundario de su personalidad,
ignorando el resto del mismo.
El desapego es una gran virtud.
Trae consigo seguridad emocional,
realismo y frescor ya hace que otras personas
se sientan libres con uno;
libres de ir y venir, sin ceremonias.
Pero en el momento que uno deja de amar la vida,
el desapego se hace imposible porque
uno comienza a aferrarse a las cosas que te ayudan.
Humildad
La humildad no descarta nada sino que
toma en serio hasta las cosas insignificantes.
Es reconocer todo lo que se presente en la vida y,
que lo que se encuentre en frente a uno
se ha de respetar como algo que le hará avanzar;
es reconocer que dentro de lo grande a veces
hay poco pero dentro de lo pequeño a menudo
se encuentra una enormidad.
La humildad es excepcional porque para tenerla
no se ha de desear nada.
LA MÍSTICA CARMELITANA
A veces se encuentran malas interpretaciones de los arrebatos místicos de san Juan de la Cruz y
53
santa Teresa de Ávila, su dirigida espiritual
Por eso, con toda intención, van estas páginas de un estudioso serio de ambos santos.
Santa Teresa de Jesús
San Juan de la Cruz
Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz son las dos figuras supremas de la mística
universal Católica. Ambos son Padres y Reformadores de la Orden de la Bienaventurada
Virgen María del Monte Carmelo.
Santa Teresa de Jesús
Rasgos biográficos. Teresa de Cepeda y Ahumada nació en Ávila (1515).El ambiente de piedad que
respiró se manifiesta de forma clara, cuando siendo niña, convenció a su hermano Rodrigo para que
juntos sufrieran el martirio en tierra de infieles y ganar de forma rápida el Cielo. Ingresó en el Carmel
la Antigua Observancia en el convento de la Encarnación de Ávila, en donde progresó de forma
admirable en camino de la santidad. En 1562 comenzó con notables dificultades la Reforma de la Ord
del Carmen fundó el primer palomarcico, como ella definía a sus fundaciones, San José de Ávila. A p
de ese momento su vida prodigiosa transcurrió entre grandes disgustos y persecuciones con motivo de
sucesivas fundaciones de conventos por Castilla y Andalucía. Denunciada varias veces a la Inquisició
muerte la sorprendió en Alba de Tormes a los sesenta y siete años (1582). Por sus libros y por los
testimonios de sus contemporáneos sabemos que fue una mujer única, dotada de cualidades humanas
extraordinarias en todas la dimensiones de su personalidad.
DOCTRINA.- El rasgo esencial de su pensamiento doctrinal se fundamenta en la unión del
recogimiento contemplativo y la actividad práctica: entre los pucheros anda Dios, solía decir
cuando alguna de sus monjas se quejaba del poco tiempo que podía dedicar a la práctica de
recogimiento y contemplación. Su método clásico de oración se fundamentaba en buscar a
Dios en lo más profundo del alma teniendo siempre presente la Sacratísima Humanidad de
Jesucristo, fuente y causa de todo el bien para la persona espiritual.
LA OBRA LITERARIA Y MÍSTICA DE SANTA TERESA.-
Las obras principales de la Doctora Mística, como reconoce oficialmente la Iglesia Católica a
Teresa de Jesús, se pueden dividir de la siguiente forma, aun cuando forman un todo
armonioso:
1º)Obras autobiográficas ( VIDA, RELACIONES, FUNDACIONES)
2º) Obras doctrinales ( CAMINO DE PERFECCIÓN, CONCEPTOS DE AMOR DE DIOS,
54
CASTILLO INTERIOR O MORADAS.)
3º) CARTAS Y POESÍAS
El libro de su Vida, obra de madurez (1561-1565) es un prodigio de estilo femenino, lleno
sinceridad y frescura. Junto a datos personales e íntimos, gracias a los cuales se pueden
conocer todo un proceso personal de entrega a la vida espiritual en sus componentes
fundamentales- purgación, iluminación y unión mística- se encuentran también análisis
profundos y maravillosos del camino ascético-místico.
Libro de las Relaciones , puede considerarse un complemento del libro de la Vida.
Libro de las Fundaciones, en él se encuentran toda la vida de aventurera a lo divino que fue
Sta. Teresa. Hoy nos parece increíble cómo esta mujer admirable pudo recorrer media Espa
fundado conventos con escasos medios y continuas persecuciones. En este libro quedan
patentes cualidades tan sobresalientes como: el espíritu de lucha, la capacidad organizativa
emprendedora, la prudencia y su habilidad para relacionarse con toda clase de personas de
el Rey Felipe II, hasta los más humildes mesoneros, arrieros.
Las Fundaciones nos presentan un retablo único de la España del S.XVI.
Libro de las Moradas o Castillo Interior, es la obra cumbre de Sta. Teresa y una de las cumb
de la Mística Experimental. En esta obra maravillosa predomina la unidad basada en la
alegoría -metáfora continuada- en la que el alma es comparada con un castillo todo diaman
compuesto de "muchas Moradas, unas en lo alto, otras en lo bajo y otras a los lados; y en e
centro o mitad de todas éstas tiene la más principal, que es donde pasan las cosas de much
secreto entre Dios y el alma". Las tres moradas primeras se corresponden con la primera et
de la vida espiritual, vía purgativa, las tres siguientes se corresponden con la vía iluminativa
séptima y última morada con la vía unitiva.
Los conceptos de amor de Dios contienen un comentario original y efusivo sobre el bíblico
Cantar de los cantares.
El Camino de Perfección es un tratado de ascética dirigido a las monjas de sus monasterios
en él se ve reflejado el penetrante análisis psicológico que la Santa hace del alma femenina
mujer que ha experimentado los más grandes gracias místicas, aparece con los pies en el
suelo, conocedora de las más profundas motivaciones del alma femenina.
Las cartas tienen una importancia fundamental para conocer la dimensión social de la Santa
55
Andariega, con su estilo único son una muestra interesante de todas las relaciones que la S
Teresa desplegó para llevar a cabo la Reforma Carmelitana, se conservan una 400 dirigidas
las personas más plurales por sus oficios, profesión y posición social.
Los poemas son de menor importancia que su obra en prosa, tienen un marcado acento
popular y entroncan perfectamente con la lírica del pueblo, entre los poemas más conocido
está el que empieza con el verso Vivir sin vivir en mí. La lírica teresiana tiene un tono fervoro
y estilo sencillo.
ESTILO TERESIANO. Santa Teresa escribe por obediencia y muchas veces contra su
voluntad. Ajena al artificio literario no pretende nunca trastornar la retórica. Su estilo se mue
dentro del gran principio valdesiano: escribo como hablo, que ella modifica ,cuando afirma: i
hablando con ellas en lo que escribiere, esto fue lo que motivo el juicio literario formulado po
Fray Luis de León, quien puso los fundamentos definitivos de todo análisis crítico teresiano.
Escribe el excelente crítico: (...) no es menos clara ni menos milagrosa la segunda imagen q
dije, los libros; en los cuales, sin ninguna duda, quiso el Espíritu Santo que la Madre Teresa
fuese ejemplo rarísimo. Porque en la alteza de las cosas que trata, y en la delicadeza y
claridad con que las trata, excede a muchos ingenios; y en la forma de decir, y en la pureza
estilo, y en la gracia y buena compostura de las palabras, y en una elegancia desafeitada qu
deleita en extremo, dudo yo que haya en nuestra lengua escritura que con ellos se iguale..".
San Juan de la Cruz
SAN JUAN DE LA CRUZ: CUMBRE DE LA POESÍA Y DE LA MÍSTICA
Es un tópico consagrado, que san Juan de la Cruz ,en su persona y en su obra ,es la máxim
representación no sólo de la mística y de la poesía carmelitana, sino es la cumbre de la mís
experimental y la lírica amorosa, vertida a lo divino. Esto que parece evidente, no es óbice
,para que sea un perfecto desconocido en ambientes tanto universitarios, como culturales. S
pocos los que leen sus obras y menos aún, los que las entienden en un justo sentido. Las
interpretaciones, que se han dado sobre la mística sanjuanista ,son tan contradictorias como
abundantes: visión marxista, freudiana, erótica y un largo etc. de dislates pugnan por
imponerse y descalificarse; con todo, San Juan de la Cruz sigue ahí como faro luminoso par
56
el ser humano sediento de Dios y defraudado de tantos placeres que no sólo no satisfacen l
capacidad infinita de la voluntad, facultad de amor y, del entendimiento, facultad de entende
sino que la matan de sed, porque ,como dicen el propio San Juan de la Cruz ,los apetitos
desordenados de la cosas materiales provocan en la persona ,que los satisfacen, dos males
gravísimos:" Y para que más clara y abundantemente se entienda lo dicho, será bueno pone
aquí y decir, cómo estos apetitos causan en el alma dos daños principales: el uno es, que le
privan del espíritu de Dios, y el otro es, que al alma donde viven la cansan, atormentan,
oscurecen, ensucian y enflaquecen(...) Estos dos males, conviene a saber: privación y posit
se causan por cualquier acto desordenado de apetito".
VIDA, PERSONALIDAD Y FORMACIÓN.
Juan de Yepes nació en Fontiveros (Ávila, 1542). Hijo de unos humildes tejedores. Su madr
Catalina, viuda tuvo que trasladarse a Medina del Campo para remediar la situación de
pobreza extrema en que había quedado la familia. El niño Juan inició sus preparación en el
célebre colegio de los PP.Jesuitas (Medina del Campo) . Ingresa en la Orden del Carmen y
estudia Artes y Teología en la Universidad de Salamanca. Decisivo en su vida fue el encuen
con Santa Teresa, quien prendada de sus cualidades intelectuales y de su profunda vida
espiritual , lo gana para iniciar la Reforma del Carmelo entre los varones. Su vida se convirti
en auténtico martirio, sufrió toda clase de persecuciones y en la cárcel del convento del
Carmelo Calzado ,en Toledo, escribió las magníficas estrofas de su obra cumbre CÁNTICO
ESPIRITUAL. Se fuga de la cárcel conventual de manera sorprendente , astuta. y milagrosa
resto de su vida transcurre en Andalucía desempeñando cargos importantes en el Carmelo
Descalzo, una vez separado del Calzado. Objeto de persecución por los propios miembros d
su Orden, Descalza muere en Úbeda (1591) a punto de ser enviado a América.
San Juan de la Cruz tenía una personalidad genuinamente poética, cualidad ,que unida a su
prodigiosas facultades intelectuales, hacía decir a la Madre Teresa :"Fray Juan es muy
espiritual y de grandes experiencias y letras". Dotado de un temperamento vitalista y esforza
pudo soportar con admirable paciencia las pruebas más duras.
Su preparación intelectual era excelente. Conocía a la perfección la Biblia, la Teología de St
Tomás y la de los grandes Padres de la Iglesia. La filosofía aristotélica y platónica, junto con
estoicismo no tenían para él secretos. Maestro consumado en la poesía, conocía tanto la
57
poesía popular como la culta de influencia italianizante.
DOCTRINA MÍSTICA. Tradicionalmente se ha pretendido presentar a San Juan de la Cruz
como el místico de la NOCHE y de la NADA; ambas serían los dos grandes símbolos que
identificarían la mística sanjuanista. Tal opinión, sin embargo, es unilateral y, claramente
,incompleta, pues la mística del Solitario de la Peñuela está fundamentada en la LLAMA DE
AMOR VIVA y en el CÁNTICO ESPIRITUAL. Su mística lo es de plenitud. NOCHE Y NADA
son el fin de la experiencia mística sanjuanista ,como claramente nos dice en la declaración
la primera canción del poema LLAMA:" Y como ve que aquella llama delicada que en ella ar
cada vez que la está embistiendo, la está como glorificando con suave y fuerte gloria, tanto
cada vez que la absorbe y embiste, le parece que le va a dar la vida eterna, y que va a romp
la tela de la vida mortal y que falta muy poco para glorificarla esencial, dice con gran deseo
llama, que es el Espíritu Santo, que rompa ya la vida mortal por aquel dulce encuentro, en q
de veras la acabe de comunicar lo que cada vez parece que la va a dar cuando la encuentra
que es glorificarla entera y perfectamente" Este es el único y auténtico sentido de la mística
sanjuanista, mística vitalista, triunfal, plena y liberadora: Sólo desde aquí se pueden
comprender la NOCHE y la NADA, simples medios para llegar a la LUZ y al todo : UNIÓN C
DIOS TRINIDAD SANTÍSIMA, simbolizada en esta estrofa única:
¡Oh cauterio suave! /¡Oh regalada llaga/ ¡Oh mano blanda! ¡Oh toque delicado que a vida
eterna sabe/ y toda deuda paga! Matando, muerte en vida las has trocado/
Estos son los símbolos con las que San Juan de la Cruz nombre a las
tres Divinas Personas del Misterio de la Santísima Trinidad, Misterio Absoluto:
CAUTERIO=ESPÍRITU SANTO
MANO BLANDA= PADRE ETERNO
TOQUE DELICADO=JESUCRISTO, HIJO , PALABRA DEL PADRE
San Juan de la Cruz no es, pues, ningún asceta nihilista-nocturno y penumbroso, sino el can
de la HERMOSURA, BELLEZA Y VERDAD SUPREMAS, el cantar del Dios Trino y Uno que
desciende en su Infinito Amor para establecer su Alianza con el hombre, mediante la Palabr
esencial, consubstancial que es Jesucristo: MI AMADO, LAS MONTAÑAS/LOS VALLES
SOLITARIOS NEMOROSOS/ LAS ÍNSULAS EXTRAÑAS/LOS RÍOS SONOROSOS/ EL SIL
DE LOS AIRES AMOROSOS/
58
porque el alma ya no tiene otro oficio, pues sólo el amar es su ejercicio:
Quedéme y olvidéme/ el rostro recline sobre el AMADO/cesó todo y dejéme/dejando mi
cuidado/ entre las azucenas olvidado
ESTILO.- En san Juan de la Cruz la inspiración poética y el esfuerzo formal se unifican en u
poemas únicos. La primera inspiración, aliento celestial y divino, sufre un largo proceso de
pulimento formal, a través de diferentes redacciones de los textos en verso. Toda la poesía
mística sanjuanista tiene como objetivo último comunicar una experiencia mística imposible
codificar en el lenguaje denotativo, referencial y objetivista, de ahí que los dichos de luz y de
amor, como nos dice el propio San Juan, son para el hombre materialista, hedonista, positiv
y racionalista puros dislates. En todos sus grandes poemas es el símbolo su elemento nucle
estructural, formal y semántico. Sólo por el símbolo puede la poesía mística distanciarse de
interpretación grosera y adusta del erotismo, que han querido ver muchos autores, quienes
desde posturas claramente ridículas por su materialismo y su pansexualismo, demuestran u
prejuicios ante lo sobrenatural irrisorios.y dignos de lástima y compasión.El estilo paradójico
tan propio de San Juan contribuye poderosamente a la ruptura del sentido lógico de los
poemas que se evidencia en todos los niveles de una lengua vehemente que ha de decir lo
inefable:
¡Oh cauterio suave! ¡Oh regalada llaga/ ¡Oh mano blanda!¡Oh toque delicado/ que a vida
eterna sabe/y toda deuda paga!Matando, muerte en vida la has trocado.
Nadie compuso jamás algo semejante a estos versos, utilizando los aspectos silibantes del
sonido-fonema " S"
Mi Amado, las montañas,
los valles solitarios nemorosos,
las insulas extrañas,
los ríos sonorosos,
el silbo de los aires amorosos,
la noche sosegada
en par de los levantes de la aurora,
la música callada,
la soledad sonora,
59
la cena que recrea y enamora.
¿Quién que conozca ,minimamente, la Lengua Española, no se admira ante tanta musicalid
belleza y espiritulaidad transcendida por el simbolismo?
OBRAS.-
a)Poemas.- NOCHE OSCURA ,canto liberador de las terribles purgaciones que ha superado
alma para llegar a la unión con Dio. El símbolo NOCHE adquiere una importancia capital:
NOCHE DEL SENTIDO=PURGACIÓN SENSIBLE: NOCHE DEL ESPÍRITU PURGACIÓN
INTELECTUAL. Sólo desde la superación positiva de estas terribles purgaciones-noches
puede cantar el alma la felicidad total de la unión con el AMADO.
b) CÁNTICO ESPIRITUAL único, que inspirándose en Cantar de los Cantares BÍBLICO nos
describe todo el proceso místico y el venturoso encuentro hecho unión mística.
c) LLAMA DE AMOR VIVA.- Poema síntesis de todo el sistema místico sanjuanista. En él to
es fervor pleno, plenitud vital y existencial, luz gozosa hecho volcán que consume y no da
pena. El alma se encuentra en sus más profundo centro llena de libertad, gracia y hermosur
divinas, sólo un tela tenue, la vida mortal le impide gozar de esa unión con el AMADO de for
plena y absoluta.
d) Poemas menores. No menos importantes son los llamados poemas menores, entre los qu
cabe destacar los estupendos, profundos y maravillosos romances Trinitarios y Cristológicos
Una mención especial hay que hacer del poema del PASTORCICO, alegoría de la Redenció
en la que se transforman a lo divino, los motivos pastoriles de la lírico profana culta y popula
LA PROSA SANJUANISTA.- La crítica literaria sanjuanista ha infravalorado siempre la prosa
sanjuanista. No faltan autores que han visto en ella una especie de mal menor, necesario y
tolerable. Yo en mi tesis doctoral titulada: LA PROSA RETÓRICA DE SAN JUAN DE LA CR
EN "LLAMA DE AMOR VIVA" he intentado, siguiendo los consejos del gran hispanista H.
Hatzfeld, demostrar la falta de objetividad de tal prejuicio. En efecto San Juan de la Cruz es
magnífico prosista, conocedor profundo de los principios de la Retórica Clásica y entusiasta
defensor de la misma, siempre al servicio de la comunicación espiritual.
Cabe destacar los DICHOS DE LUZ Y AMOR, MÁXIMAS MÍSTICO-ESPIRITUALES, DE
60
BREVEDAD Y PROFUNDIDAD, PRÓXIMAS A UNA VARIANTE DE CONCEPTISMO
TÍPICAMENTE ESPIRITUAL:"También, ¡ oh Dios y deleite mío, en estos dichos de luz y am
de ti se quiso mi lama emplear por amor a ti, porque ya que yo, teniendo la lengua de ellos,
tengo la obra y virtud de ellos, que es con lo que Señor mío, te agradas, más que con el
lenguaje y sabiduría de ellos..."
"Oh, Señor Dios mío! ¿quién te buscará con amor puro y sencillo que te deje de hallar muy
su gusto y voluntad, pues que Tú te meustras primero y sales al encuentro de los que te
desean?
"Mira que, pues Dios es inaccesible, no repares en cuanto tus potencias pueden comprende
tu sentido sentir, porque no te satisfagas con menos y pierda tu alma la ligereza conveniente
para ir a Él"
Con esta breve síntesis sobre San Juan de la Cruz, sólo he pretendido provocar la curiosida
de algún lector, para que pueda acercarse al doctor místico y saciar su sed de Dios, SUMA
POESÍA Y SU BELLEZA, no cabe duda que San Juan de la Cruz, es el mejor guía en el
camino hacia la Felicidad plena, porque como dijo otro de los grandes místicos San
Agustín:"NOS HICISTE, SEÑOR, PARA TÍ E INQUIETO ESTÁ NUESTRO CORAZÓN HAS
QUE DESCANSE EN TÍ, VERDAD SIEMPRE ANTIGUA Y SIEMPRE NUEVA"
Texto facilitado por:
Fidel García Martínez
Graduado en Teología.
Doctor en Filología Románica.
Catedrático Lengua Literatura.
Licenciado en Ciencias Religiosas.
61
EL AMOR ESPIRITUAL EN LA BIBLIA
Los griegos distinguían, por lo menos, tres tipos de amor; ―ero
es amor carnal o voluptuoso; ―Fileo‖ es amor de familia; ―Agap
es amor espiritual (¿platónico?). Me parece que hay otro, pero
lo recuerdo ahora. Como todos saben (eso espero) el Nuevo
Testamento fue redactado en griego.
Es curioso el pasaje de Jn. 21:15-17, donde Jesús le pregunta
Pedro que si lo ―ama‖; Las primeras dos veces Jesús usa la
palabra ―agapao‖, pero en la tercera vez usa la palabra ―fileo‖;
cabe notar también que Pedro le contestó las tres veces con ―t
sabes que te.... ‗fileo‘‖. ¿Porqué? No lo sé, ni quiero especular
ahora en este punto.
Donde yo me quiero concentrarme ahora es en el amor
espiritual... después de todo ese fue el ―nuevo mandamiento‖
dado por Jesús en Jn. 13:34, donde también usa el verbo grieg
―agapao‖.
Esperen, esperen... no voy a sermonear en un foro de filosofía
Lo que voy a hacer es eso precisamente... filosofía... del amor.
Solo quería aclarar de que tipo de amor estoy hablando.
Para mi; el amor mas completo, perfecto y puro es el amor
espiritual, ¿porqué? Porque es incondicional, o... mejor dicho;
la única condición de que el objeto de este amor exista. Yo cre
62
que no quedó claro; ..miren, lo que quiero decir es que el amo
puro no busca lo suyo, no es egoísta, todo lo da, no espera nad
cambio, etc. (lo demas lo pueden leer 1Cor. 13:4-8) Y... ¿eso
qué..? Aquí es donde empezamos a hecer filosofía..
¿Sabían Uds. que los glóbulos blancos hacen esto? Esperen... n
estoy diciendo que los glóbulos blancos son personas; lo que
quiero decir es que este tipo de ―amor estoico‖ y sacrificado se
en la naturaleza orgánica en forma natural e inconciente.
En un artículo anterior, decía yo que las leyes éticas y morales
prolongaciones espirituales de las leyes que rigen naturalment
el resto cósmico de los fenómenos físico-químicos.
Este ejemplo de los glóbulos blancos que se ―suicidan‖ para
resguardar el resto del organismo, es un ejemplo de los miles
podemos encontrar en la naturaleza. No pretendo predicar o
sermonear; solo quiero recordarles que la Biblia habla de los
cristianos como ―miembros‖ de un cuerpo espiritual llamado
―iglesia‖.
Lo voy a decir sin cortapizas; Para mi.. lo que enseña la doctrin
cristiana verdadera (no la que se enseña en la mayoría de igles
y denominaciones) es una revelación de las leyes cósmicas de
convivencia universal en todos los planos evolutivos. Déjenme
decirlo mas despacio: la ley del altruismo es una ley orgánica,
decir, sin ella no existirían los ―organismos‖.
Esta ley –que en planos humanos llamamos ―amor espiritual‖—
la misma que rige en los planos de la física y que llamamos
―fuerza‖ de gravitación universal. Voy a ver si me explico: Mire
sin esta fuerza descubierta y sistematizada por Newton.. ¡nada
existiría!; los electrones se negarían a girar en torno del núcleo
los neutrones no estarían confinados a su posición céntrica, etc
Esta misma fuerza es lo que los forza a ―organizarce‖ y tomar
63
formas de inter-relación mas complejas, que dan como resulta
el fenómeno llamado ―vida‖.
El ser humano puede seguir pregonando su infantilizado
―individualismo‖; pero.., hasta que no aprenda estas leyes, --n
de la Biblia, sino de la naturaleza-- ―non plus ultra‖; no puede
mas allá... creceremos cuantitativamente.. pero no
―cualitativamente‖.
¿Se entiende? ¿Ya se empieza a entender porqué Jesús –y otro
grandes místicos— enseñan el amor espiritual como ―mandator
Admito que el lenguaje literario de la Biblia –abundante en
alegorías y parábolas— puede resultar absurdo a muchas
mentes... pero contiene verdades eternas que han soportado y
soportarán el paso inminente de los siglos y milenios. Por eso s
llama ―eterno‖ a este mensaje en pasajes como Apoc. 14:6.
Que mentes reducidas han tergiversado este y otros grandes
mensajes como el de Hermes Trismegisto.... es otra cosa.
Escribió: Joaquin Moreno
Las Escrituras y El Amor
En los capítulos anteriores hemos procurado indicar algunas de
las maneras en que podemos discernir si nuestra lectura y estudio
de las Escrituras ha sido de bendición o no para nuestras almas.
Muchos se engañan en este asunto, confundiendo un deseo para
adquirir conocimiento con un amor espiritual de la Verdad (2ª
Tesalonicenses 2:10), no dándose cuenta de que la adición de
conocimiento no es lo mismo que el crecimiento de la gracia.
Gran parte depende del objetivo que nos proponemos cuando nos
dirigimos a la Palabra de Dios. Si es simplemente el
64
familiarizarnos con su contenido para estar mejor versados en sus
detalles, es muy probable que el jardín de nuestras almas
permanezca sin flores; pero si es el deseo, en oración, de ser
corregidos y enmendados por la Palabra, de ser escudriñados por
el Espíritu, de ser conformados en nuestro corazón por sus santos
requerimientos, entonces podemos esperar una bendición divina.
En los capítulos precedentes nos hemos esforzado para indicar las
cosas vitales por medio de las cuales podemos descubrir qué
progreso estamos haciendo en nuestra piedad personal. Se han
dado varios criterios, los cuales han de ser usados por el autor y
por el lector sinceramente, para medirse con ellos. Hemos
insistido en pruebas como: ¿Crece en mí el aborrecimiento al
pecado, y la liberación práctica de su poder y contaminación?
¿Estoy progresando en la intensidad el conocimiento de Dios y de
Jesucristo? ¿Es mi vida de oración más sana? ¿Son mis buenas
obras más abundantes? ¿Es mi obediencia más fácil y alegre?
¿Vivo más separado del mundo y sus afectos y caminos? ¿Estoy
aprendiendo a hacer un uso recto y provechoso de las promesas
de Dios, me deleito en El, y es su gozo mi fuerza cada día? A
menos que pueda decir que estas cosas son mi experiencia, por lo
menos en cierta medida, es de temer que mi estudio de las
Escrituras no me beneficia poco ni mucho.
No parecería apropiado terminar estos capítulos sin dedicar uno a
la consideración del amor cristiano. La extensión en la cual
cultivo esta gracia espiritual me ofrece todavía un modo de medir
hasta qué punto mi lectura de la Palabra de Dios me ha ayudado
espiritualmente. Nadie puede leer las Escrituras con un poco de
atención sin descubrir lo mucho que tienen que decir sobre el
amor, y por tanto nos corresponde a cada uno el discernir, con
cuidado y en oración, si hay en nosotros realmente amor
espiritual, y si su estado es sano y es ejercido propiamente.
El tema del amor cristiano es demasiado extenso para que lo
podamos considerar en sus varias fases dentro del espacio de un
capítulo. Deberíamos empezar, propiamente contemplando el
ejercicio de nuestro amor hacia Dios y hacia Cristo, pero esto ya
65
lo hemos tocado, por lo menos, en los capítulos precedentes, y no
vamos a insistir. Se puede decir mucho, también, acerca de 1
naturaleza del amor natural que debemos a lo que pertenecen a la
misma familia que nosotros pero, hay menos necesidad de hablar
de esto que de otro tema, o sea, el del amor espiritual a lo
hermanos, los hermanos en Cristo.
1. Nos beneficiamos de la Palabra, cuando percibimos la gran
importancia del amor cristiano. En ninguna parte se hace más
énfasis sobre esto que en el capítulo trece de 1ª Corintios. Allí el
Espíritu Santo nos dice que aunque un cristiano profeso pueda
hablar con elocuencia de las cosas divinas, si no tiene amor, es
como un címbalo que retiñe, o sea un ruido, sin vida. Que aunque
pueda profetizar, comprender los misterios y tener sabiduría, y
tenga fe para obrar milagros, si carece de amor, espiritualmente
es como si no existiera. Es más, si con altruismo diera todas sus
posesiones para alimentar a los pobres, si entregara su cuerpo a
una muerte de mártir, con todo, si no tiene amor, no le aprovecha
para nada. ¡Cuán alto es el valor que se pone sobre el amor, y
cuán esencial para mí es el poseerlo!
Dijo nuestro Señor: "En esto conocerá el mundo que sois mis
discípulos, en que os améis los unos a los otros" (Juan 13:35). Por
el hecho de que Cristo hiciera del amor la marca distintiva del
discipulado cristiano podemos darnos cuenta de la gran
importancia del amor. Es una prueba esencial de autenticidad en
nuestra profesión: no podemos amar a Cristo a menos que
amemos a los hermanos, porque todos estamos atados en el
mismo "haz de vida" (1ª Samuel 25:29) con El. El amor a
aquellos que El ha redimido es una evidencia segura del amor
espiritual y sobrenatural al Señor Jesús mismo. Donde el Espíritu
Santo ha obrado el nacimiento sobrenatural, El sacará esta
naturaleza para que se ejercite, producirá en los corazones, vida y
conducta de los santos las gracias sobrenaturales, una de las
cuales es amar a los que son de Cristo, por amor a Cristo.
2. Nos beneficiamos de la Palabra, cuando discernimos las
distorsiones del amor cristiano. Como el agua no puede
66
levantarse por sí sola del nivel en que se encuentra, el hombre
natural es incapaz de comprender, y aún menos apreciar, lo que es
espiritual (1ª Corintios 2:14). Por tanto no debernos
sorprendernos cuando hay profesores no regenerados que
confunden el sentimentalismo humano y los placeres de la carne
con el amor espiritual. Pero, es triste ver que algunos del pueblo
de Dios viven en un plano tan bajo que confunden la amabilidad
y afabilidad humanas con la reina de las gracias cristianas.
Aunque es verdad que el amor espiritual se caracteriza por la
mansedumbre y la ternura, sin embargo es algo muy diferente y
muy superior a la cortesía y delicadezas de la carne.
¡Cuántos padres que idolatraban a sus hijos les han evitado la
vara de la corrección, bajo la falsa idea de que el afecto real y el
disciplinarlos eran algo incompatible! ¡Cuántas madres
imprudentes han desdeñado el castigo corporal y proclamado que
el «amor» es la norma de su hogar! Una de las experiencias más
tristes del autor, en sus extensos viajes, ha sido el pasar algunos
días en lugares en que los hijos eran mimados hasta el absurdo.
Es una nociva perversión de la palabra "amor" el aplicarla a la
flojedad y laxitud moral por parte de los padres. Pero, esta misma
perniciosa idea rige en la mente de muchas personas en otros
aspectos y relaciones. Si un siervo de Dios reprime los caminos
de la carne y del mundo, si insiste en los derechos estrictos de
Dios, se le acusa de «carecer de amor». ¡Oh, cuán terrible que
haya multitudes engañadas por Satán en este importante punto!
3. Nos hemos beneficiado de la Palabra, cuando nos ha
enseñado la verdadera naturaleza del amor cristiano. El amor
cristiano es una gracia espiritual que permanece en las almas de
los santos junto con la fe y la esperanza (1ª Corintios 13:13). Es
una santa disposición obrada en los que han sido regenerados (1ª
Juan 5:1). No es nada menos que el amor de Dios derramado en
nuestros corazones por el Espíritu Santo (Romanos 5:5). Es un
principio de rectitud que busca el mayor bien posible para los
otros. Es exactamente lo opuesto al principio del egoísmo y la
indulgencia en favor de uno mismo. No es sólo una mirada
afectuosa a todos los que llevan la imagen de Cristo, sino también
67
un deseo poderoso de fomentar su bienestar. No es un sentimiento
frívolo que se ofende fácilmente, sino una fuerza dinámica que
"las muchas aguas" de la fría indiferencia, ni las "avenidas" de los
ríos no podrán apagar ni ahogar (Cantares 8:7). Aunque en un
grado menos elevado es en esencia el mismo amor del que
leemos: "Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo,
los amó hasta el fin" (Juan 13:1).
No hay una manera más segura de formarse un concepto claro de
la naturaleza del amor cristiano que estudiándolo en su perfecto
ejemplo, en Cristo y por Cristo. Cuando decimos un «estudio
concienzudo» queremos decir que hacemos un reconocimiento de
todo lo que los cuatro Evangelios nos dicen de El, y no nos
limitamos a unos pocos pasajes o incidentes predilectos. Cuando
hacemos esto nos damos cuenta que este amor no sólo era
benevolente y magnánimo, dulce y cuidadoso, generoso y
dispuesto al sacrificio, paciente e inmutable, sino que había aún
muchos otros elementos en él. Era amor que podía negar una
petición urgente (Juan 11:6), reprender a su madre (Juan 2A),
echar mano de un azote (Juan 2: 15), regañar severamente a sus
discípulos que dudaban (Lucas 24:25), apostrofar a los hipócritas
(Mateo 23:13-33). Era amor severo a veces (Mateo 16:23),
incluso airado (Marcos 3:5). El amor espiritual es algo sagrado:
es fiel a Dios; no hace componendas con nada malo.
4. Nos beneficiamos de la Palabra, cuando descubrimos que el
amor cristiano es una comunicación divina: "Nosotros
sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida, en que
amamos a los hermanos» 1ª Juan 3:14). «El amor a los hermanos
es el fruto y efecto de un nacimiento nuevo y sobrenatural,
obrado en nuestras almas por el Espíritu Santo, es una bendita
evidencia de que hemos sido escogidos en Cristo por el Padre
Celestial, antes que el mundo fuese. El amar a Cristo y a los
suyos, nuestros hermanos en El, es congruente con lo que la
divina naturaleza que ha hecho que seamos partícipes de su Santo
Espíritu... Este amor a los hermanos debe ser un amor peculiar,
tal, que sólo los regenerados pueden participar en él, y que sólo
ellos pueden ejercitar, pues de otro modo el apóstol no lo habría
68
dicho así de un modo particular; es tal que aquellos que no lo
tienen no han sido aún regenerados; de lo que se sigue que «el
que no ama a su hermano no vive en Cristo" (S. E. Pierce).
El amor a los hermanos es muchísimo más que el encontrar
agradable la compañía de aquellos cuyos temperamentos son
similares a los nuestros y con los cuales nos avenimos. Pertenece
no ya a la mera naturaleza, sino que es algo espiritual,
sobrenatural. Es el corazón que, es atraído hacia aquellos en los
cuales percibimos haber algo de Cristo. Por ello es mucho más
que un espíritu de congregación o compañía; abarca a todo!
aquellos en los que vemos la imagen del Hijo de Dios. Por tanto,
es amarlos por amor de Cristo por lo que vemos en ellos de
Cristo. Es el Espíritu Santo que me atrae para juntarme con los
hermanos y hermanas en los que Cristo vive. De modo que el
amor cristiano real no es sólo un don divino, sino que depende
totalmente de Dios para su vigor y ejercicio. Hemos de orar
diariamente para que el Espíritu Santo lo ponga en acción y
manifestación, hacia Dios y hacia su pueblo, este amor que él ha
derramado en nuestro corazón.
5. Nos beneficiamos de la Palabra, cuando ponemos en
práctica rectamente el amor cristiano. Esto se hace no tratando
de complacer a los hermanos o congraciándonos con ellos, sino
cuando verdaderamente procuramos su bien. "En esto conocemos
que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y
guardamos sus mandamientos" (1ª Juan 5:2). ¿Cuál es la prueba
real de mi amor personal a Dios? El guardar sus mandamientos
(ver Juan 14:15, 21, 24; 15: 10, 14). La autenticidad y la fuerza de
mi amor a Dios no han de ser medidas por mis palabras, ni por lo
robusto y sonoro de mis cánticos de alabanza,la obediencia a su
Palabra. El mismo principio es válido en mis relaciones con mis
hermanos.
"En esto se conoce que amamos a los hijos de Dios, cuando
amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos." Si estoy
haciendo comentarios sobre las faltas de mis hermanos y
hermanas, si estoy andando con ellos en un curso en que trato de
69
darles satisfacción, esto no significa que "los amo". "No
aborrecerás a tu hermano en tu corazón; razonarás con tu prójimo,
para que no participes de su pecado" (Levítico 19:17). El amor ha
de ser practicado de una manera divina, y nunca a expensas de mi
amor a Dios; de hecho, sólo cuando Dios tiene el lugar apropiado
en mi corazón puede ser ejercido el amor espiritual hacia los
hermanos. El verdadero amor no consiste en darles satisfacción,
sino en agradar a Dios y ayudarlos; y sólo puedo ayudarlos en el
camino de los mandamientos de Dios.
El halagar a los hermanos no es amor fraternal; el exhortarse uno
a otro, instando a proseguir adelante en la carrera que tenemos
delante, las palabras que animan a "mirar a Jesús" (corroboradas
por el ejemplo de nuestra vida diaria) son de mucha más utilidad.
El amor fraternal es algo santo, no un sentimiento carnal o una
indiferencia en cuanto al camino que siguen. Los mandamientos
de Dios son expresiones de su amor, así como de su autoridad, y
el no hacer caso de ellos, aun cuando sea por cariño o afecto al
otro, no es «amor» en absoluto. El ejercicio del amor ha de
conformarse estrictamente a la voluntad de Dios revelada. Hemos
de amar «en verdad» (3 Juan l).
6. Nos beneficiamos de la Palabra, cuando nos enseña las
manifestaciones variadas del amor cristiano. El amar a los
hermanos y manifestarles el amor en su variadas formas es
nuestro deber. Pero, en ningún momento podemos hacer esto de
modo más verdadero y efectivo, y con menos afectación y
ostentación que cuando tenemos comunión con ellos en el trono
de la gracia. Hay hermanos y hermanas en Cristo en los cuatro
costados de la tierra, de cuyas tribulaciones, conflictos,
tentaciones y penas, yo no sé nada; a pesar de ello puedo expresar
mi amor hacia ellos, y derramar mi corazón ante Dios en favor
suyo, mediante la súplica y la intercesión. De ninguna otra
manera puede el cristiano manifestar su cuidado y afecto hacia
sus compañeros de peregrinación mejor que usando todos sus
intereses en el Señor Jesús en favor suyo, suplicando su
misericordia en favor de ellos.
70
"Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener
necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de
Dios en él? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino
de hecho y en verdad" (1ª Juan 3:17, 18). Muchos hijos de Dios
son muy pobres en bienes de este mundo. Algunas veces se
preguntan por qué es así; es una gran prueba para ellos. Una
razón por la que Dios permite esto es que otros de sus santos
puedan tener compasión de ellos y ministrar a sus necesidades
temporales de la abundancia de la que Dios les ha provisto a
ellos. El amor real es intensamente práctico; no considera
ninguna tarea demasiado baja; ninguna faena humillante, si por
medio de ella puede aliviar los sufrimientos del hermano.
¡Cuando el Señor del amor estaba en la tierra, pensaba en el
hambre física de las multitudes y en la comodidad de los pies de
los discípulos!
Pero hay algunos de los hijos de Dios que son tan pobres que no
pueden compartir lo poco que tienen con nadie. ¿Qué pueden,
pues, hacer éstos? ¡Pueden hacerse cargo de las preocupaciones
espirituales de todos los santos; interesarse en favor de ellos
delante del trono de la gracia! Conocemos por cuenta propia los
sentimientos, aflicciones y quejas de que otros santos se quejan,
por haber atravesado sus mismas circunstancias. Sabemos por
experiencia propia cuán fácil es dar lugar al espíritu de
descontento y de murmuración. Pero también sabemos, que
cuando hemos clamado al Señor que ponga su mano calmante
sobre nosotros, y cuando nos ha recordado alguna preciosa
promesa, ¡qué paz y sosiego ha venido a nuestro corazón! Por
tanto pidamos a Dios que dé su gracia también a todos su santos
en aflicción. Procuremos hacer nuestras sus cargas, llorar con los
que lloran, así como gozarnos con los que se gozan. De esta
manera expresaremos nuestro amor real por sus personas en
Cristo, rogando al Señor suyo y nuestro que se acuerde de ellos
en su misericordia sempiterna.
Esta es la manera en que el Señor Jesús manifiesta ahora su amor
por sus santos: "Viviendo siempre para interceder por ellos"
(Hebreos 7:25). Cristo hace de la causa de ellos la suya, y ruega
71
al Padre en favor suyo. Cristo no olvida a nadie: toda oveja
perdida se halla cargada en el corazón del Buen Pastor. Así,
expresando nuestro amor a los hermanos en oraciones diarias
suplicando por sus varias necesidades, somos llevados a la
comunión con nuestro Sumo Sacerdote. No sólo esto, pero
también sus santos se nos harán más queridos por ello: nuestro
mismo rogar por ellos como amados de Dios, aumentará nuestro
amor y nuestra estima en favor de los tales. No podemos llevarlos
en nuestro corazón ante el trono de la gracia sin tener en lo
profundo de nuestro corazón un afecto real por ellos. La mejor
manera de vencer el espíritu de amargura contra un hermano que
nos ha ofendido es ocuparnos en orar por él.
7. Nos beneficiamos de la Palabra, cuando nos enseña la
manera apropiada de cultivar el amor cristiano. Sugerimos
dos o tres reglas para ello. Primero: reconocer desde el principio
que tal como hay en ti (en mí) mucho que ha de ser una prueba
severa para el amor de los hermanos, habrá también mucho en
ellos que va a hacer difícil nuestro amor a ellos. "Soportándoos
con paciencia los unos a los otros con amor" (Efesios 4:2) es una
gran amonestación sobre este tema que ninguno de nosotros
debería olvidar. Es sin duda singular que la primera cualidad del
amor espiritual que se menciona en 1ª Corintios 13, es la de "es
sufrido" (versículo 4).
Segundo: la mejor manera de cultivar cualquier virtud o gracia es
ejercitarla. El hablar teorizar sobre ella no sirve para mucho, a
menos que se ponga en acción. Muchas son las quejas que se
oyen hoy en día sobre la escasez de amor evidente en muchos
lugares: ¡ésta es una razón más para que procuremos nosotros dar
un mejor ejemplo! Que la frialdad y desinterés de los otros no
diluyan tu amor, sino "vence con el bien el mal" (Romanos
12:21). Considera en oración 1ª Corintios 13 por lo menos una
vez cada semana.
Tercero: por encima de todo procura que tu propio corazón se
recree en la luz y calor del amor de Dios. Cuanto más te ocupes
del amor de Cristo para ti, invariable, incansable, insondable, más
72
se sentirá tu corazón atraído en amor a aquellos que son suyos.
Una hermosa ilustración de esto se halla en el hecho que el
apóstol particular que escribió más acerca del amor fraternal fue
el que reclinó su cabeza sobre el pecho del Maestro. El Señor
conceda la gracia necesaria al lector y al autor (que tiene de ello
más necesidad que nadie), de observar estas reglas, para la
alabanza y gloria de su gracia, y para el bien de su pueblo.
Descargar