VIII Área Empresarial VIII Contenido Informes especiales Reglas generales aplicables a los títulos valores (Primera parte) VIII-1 VIII-4 GLOSARIO empresarial (Primera parte) Ficha Técnica Autor:Dr. Cristhian Northcote Sandoval Título:Reglas generales aplicables a los títulos valores (Primera parte) Fuente: Actualidad Empresarial, Nº 209 - Segunda Quincena de Junio 2010 1.Introducción En toda operación comercial es de suma importancia contar con un sustento documentario de las condiciones acordadas por las partes para reducir los riesgos de desacuerdos sobre los alcances de las obligaciones asumidas por cada una de ellas. Usualmente, estas condiciones son plasmadas en un documento escrito que constituye el sustento material del contrato celebrado. Pero además, dependiendo de los intereses de las partes, puede emitirse un título valor que represente el derecho de crédito nacido en la operación comercial. La utilización de títulos valores en las operaciones empresariales es una práctica muy común, pero muchas empresas desconocen los efectos y la pertinencia de la emisión de un título valor, así como las reglas que determinan qué clase de título valor se puede emitir; según la naturaleza de la operación. Por ello, en el presente informe desarrollaremos las reglas generales aplicables a los títulos valores, con la finalidad de dejar en claro su definición, formas de emisión, efectos, circulación y demás aspectos generales. 2. Marco legal Las reglas aplicables a todos los títulos valores se encuentran contenidas en la Ley N° 209 Segunda Quincena - Junio 2010 Nº 27287 – Ley de Títulos Valores, sin perjuicio de las reglas especiales que se puedan fijar en normas legales de carácter específico1. 3. Definición La definición de título valor se encuentra contenida en el artículo 1º de la Ley de Títulos Valores y comprende las características esenciales de todo título valor. La primera de ellas es la referencia a un valor materializado, entendiendo como tal al derecho de crédito representado en un documento escrito u otra forma de representación documental. Cuando la ley se refiere a derechos patrimoniales debemos considerar a los derechos que consistan en un beneficio que sea apreciable económicamente. No podría ser materia de un título valor un derecho de carácter no patrimonial, como el derecho a la paternidad o el derecho a la integridad física. El segundo elemento que debe presentar todo título valor consiste en las características formales que señale la ley.Téngase en cuenta que la determinación de los requisitos formales que debe reunir un título valor es resultado de una opción legislativa, es decir, los requisitos formales dependen, en gran medida, de la voluntad del legislador. El tercer elemento que deben presentar los títulos valores es su finalidad circulatoria, es decir, que los títulos valores deben estar destinados a circular de una a otra persona. 1 Artículo 1.- Título Valor 1.1.Los valores materializados que representen o incorporen derechos patrimoniales tendrán la calidad y los efectos de Título Valor, cuando estén destinados a la circulación, siempre que reúnan los requisitos formales esenciales que, por imperio de la ley, les corresponda según su naturaleza. Las cláusulas que restrinjan o limiten su circulación o el hecho de no haber circulado, no afectan su calidad de título valor. 1.2.Si le faltare alguno de los requisitos formales esenciales que le corresponda, el documento no tendrá carácter de título valor, quedando a salvo los efectos del acto jurídico a los que hubiere dado origen su emisión o transferencia. Al respecto, la ley dispone que este elemento no se verá afectado si el título valor en cuestión contiene alguna limitación a su circulación o si nunca llegó a circular, como puede ser el caso de un cheque con la cláusula “no negociable” o una letra de cambio que nunca fue endosada. En su segundo párrafo, este artículo señala la consecuencia por no reunir los elementos esenciales de todo título valor. Si no estuvieran presentes dichos elementos, el título, documento o valor en cuestión carecerá de la naturaleza de título valor, pero, quedaría a salvo la relación jurídica sustancial que dio origen al título. Informe Especial Reglas generales aplicables a los títulos valores Ahora bien, tradicionalmente se considera a los títulos valores como documentos escritos que incorporan el derecho a cobrar un determinado crédito y que pueden ser negociados mediante su entrega a otras personas o vía el endoso en el respectivo título. Sin embargo, debido al avance de la tecnología que ha generado la posibilidad de almacenar grandes cantidades de información en soportes electrónicos y dotarlos de la seguridad necesaria que requieren los negocios y operaciones comerciales, la ley prevé la existencia de valor no representados en documentos escritos, pero que, al reunir determinadas características, sean considerados como títulos valores, con todos los efectos que ello significa. Para tal efecto, la ley señala que estos valores deberán estar representados mediante anotaciones en cuenta y ser registrados ante una institución de compensación y liquidación de valores. La emisión, transferencia, registro y transformación de estos valores en títulos, se regulará por la Ley de Mercado de Valores. Las anotaciones deben comprender a la totalidad de valores que forman parte de la misma emisión, clase o serie. Actualidad Empresarial VIII-1 VIII Informe Especial Debe tenerse en cuenta que sólo son considerados como títulos valores aquellos señalados expresamente por ley, es decir, no cualquier documento tiene la calidad de título valor, sino que dicha condición se aplica únicamente a los títulos valores previstos por la Ley de Títulos Valores y por otras leyes especiales. 4. Sobre el principio de literalidad Una de las disposiciones básicas en materia de títulos valores es la contenida en el artículo 4º de la ley, que contempla al principio de literalidad. El artículo en cuestión señala lo siguiente: “Artículo 4º.- Principio de literalidad 4.1El texto del documento determina los alcances y modalidad de los derechos y obligaciones contenidos en el título valor o, en su caso, en hoja adherida a él. 4.2El primero que utilice la hoja adherida deberá firmar en modo tal que comprenda dicha hoja y el documento al que se adhiere. En caso contrario, no procederá el ejercicio de las acciones derivadas del título valor por quienes hayan intervenido según la hoja adherida, quedando a salvo sus derechos causales. 4.3Los derechos y obligaciones que se establezcan conforme a la ley de la materia con relación a los valores con representación por anotación en cuenta, bajo responsabilidad del emisor y en su caso de la Institución de Compensación y Liquidación de Valores, deberán ser inscritos en los respectivos registros, surtiendo pleno efecto desde su inscripción.” Las primeras disposiciones de este artículo están referidas a los títulos valores representados en documentos. En estos casos, la norma dispone que los derechos y obligaciones incorporados en el título están determinados por las estipulaciones y términos textualmente indicados en el título o en la hoja adherida a él. La hoja adherida se aplica cuando el espacio del título valor ha sido cubierto y se requiere consignar otros pactos o condiciones, como los endosos. En esos casos, es posible adherir una hoja al título valor. Para tal efecto, la norma señala que la primera persona que haga uso de la hoja adherida deberá firmar de manera tal que su firma cubra ambos documentos, el título valor y la hoja adicional, como si se tratara de un solo documento continuo. De no efectuar la firma como se ha señalado, las personas que intervengan en la hoja adherida no podrán ejercer sus derechos sobre el título valor, aunque podrán exigir sus derechos derivados de la relación causal. La segunda parte del artículo está referida a los valores representados en anotaciones en cuenta. En estos casos, los derechos y obligaciones derivados de los valores, se determinarán sobre la base de las VIII-2 Instituto Pacífico disposiciones inscritas en el registro correspondiente. De esta manera, todo acto celebrado sobre los valores representados en cuenta sólo surtirán efectos a partir de su inscripción en el registro. 5.Sobre el importe del título valor El importe del título valor es la suma de dinero que representa. Evidentemente, el importe del título valor es un aspecto fundamental de éste, pues implica la determinación del derecho del acreedor del título y de la prestación a cargo del obligado. De esta manera, el artículo señala que el importe del título valor es un elemento esencial, lo que implica que no podría ejercerse ningún derecho sobre el título valor si éste no tuviera consignado el importe que representa. Asimismo, es necesario señalar el signo o moneda. La norma dispone que, en caso de diferencia entre el importe consignado en números, letras o códigos, se considerará exigible la suma menor, pero queda a salvo el derecho del acreedor a reclamar un monto mayor en virtud de la relación causal. Ahora bien, si la diferencia se suscita con relación a la unidad monetaria, se tendrá por aplicable la moneda nacional, siempre que uno de los importes estuviera expresado en dicha moneda. De no ser así, el título valor no tendrá efectos cambiarios, pudiendo exigirse sólo la obligación causal. Asimismo, cuando los importes no expresen la unidad monetaria, se aplicará la moneda nacional. 6. Sobre la identificación de los intervinientes Toda persona que interviene en la emisión, aceptación, endoso y demás operaciones sobre un título valor, debe identificarse con su nombre y documento de identidad, y, cuando el acto lo requiera, su firma. Al respecto, la Ley establece la posibilidad de utilizar en los títulos valores medios gráficos, mecánicos o electrónicos de seguridad, adicionales a la firma autógrafa para su emisión, aceptación, garantía o transferencia. Nótese que estos medios sólo podrán ser utilizados como mecanismos adicionales, es decir, no reemplazan a la firma autográfa, sino que la complementan. Asimismo, esta norma dispone que, previo acuerdo entre las partes, se pueda reemplazar la firma autógrafa en el título valor por una firma impresa, digitalizada o consignada en el título a través de otros medios de seguridad gráficos, mecánicos o electrónicos, la cual tendrá los mismos efectos y validez que la firma autógrafa. Para estos efectos, es conveniente tener en cuenta las disposiciones de la Ley N° 27269 – Ley de Firmas y Certificados Digitales y su Reglamento, aprobado por el Decreto Supremo N° 019-2002-JUS. Ahora bien, la firma, ya sea autógrafa, mecánica, digital o de otra forma permitida por la ley, es el elemento que atribuye la posibilidad de ejercer los derechos del título valor contra una persona. Esto quiere decir, que no podrá exigirse el cumplimiento de ninguna obligación derivada del título a una persona que no lo ha firmado, aun cuando su nombre aparezca en él, salvo determinados casos expresamente establecidos en la ley. Además de la firma, las personas que intervengan en el título valor deberán consignar también su documento oficial de identidad. En el caso de las personas jurídicas, la norma exige que se deba consignar el nombre del o de los representantes legales que intervienen en su nombre en el título valor. Este artículo también dispone que si existiera algún error en el número del documento oficial de identidad no se genera la invalidez del título valor. De esta manera se evitan los casos en los que por errores que carecen de trascendencia, como la inexactitud del número del documento de identidad se impida el ejercicio de los derechos derivados del título valor. Finalmente, se establece que la falta de inscripción de los poderes del representante no liberan al representado del cumplimiento de las obligaciones asumidas en el título valor. Resulta conveniente esta disposición, pues no se podría perjudicar a terceros por la omisión cometida por el representado al no inscribir los poderes de su representante. Asimismo, cuando se trate de la intervención de personas representadas por otras se deben tener en cuenta algunas situaciones. La primera de ellas es la referida al caso de una persona que firma un título valor en representación de otra de la cual no tiene facultades para representarla. En estos caso, la persona que firmó el título valor se obliga a título personal, debiendo además responder por los daños que le pudiera causar al supuesto representado. La segunda situación es la del representante que, teniendo facultades de representación de una persona, firma un título valor en nombre de ésta pero excediendo las facultades que posee, por ejemplo, si tuviera una limitación en cuanto al monto o si requiere de la firma de otra persona más. En estos casos, se aplican las mismas consecuencias previstas para la anterior situación. En el caso en que hubieran intervenido personas incapaces o que sus firmas fueran inválidas o nulas, no se afecta la validez del título valor, en cuyo caso el título surtirá efectos y será exigible con respecto a las personas que sí lo firmaron válidamente. N° 209 Segunda Quincena - Junio 2010 Área Empresarial Para el caso de los valores desmaterializados se aplicará la misma regla. 7.Sobre la alteración del título valor y los títulos valores incompletos La alteración del título valor implica la modificación de sus estipulaciones y términos. En estos casos, la norma2 dispone que a las personas que intervengan en el título valor después de la alteración, se les aplicará el contenido alterado, lo cual es razonable pues se asume que estas personas tuvieron a la vista el texto ya modificado. En cambio, a las personas que firmaron el título valor con anterioridad a su alteración se les aplicarán las reglas del contenido original del título. A fin de determinar en qué momento firmó una persona el título valor, este artículo establece una presunción por la cual se considera que las firmas han sido puestas antes de la alteración, salvo que se acredite lo contrario. Asimismo, se debe tener en cuenta que un título valor puede ser emitido en forma incompleta, lo que se llama comúnmente como título valor “en blanco”. Se trata de un tema sumamente complejo. La emisión o aceptación de un título valor incompleto significa que el título ha sido emitido o aceptado sin haberse consignado toda la información necesaria para su ejecución. En estos casos, adquieren relevancia las estipulaciones y condiciones pactadas entre las partes en la obligación causal, pues será de conformidad con éstos que se deberá completar el título valor para exigir su cumplimiento. Como un mecanismo de protección de los obligados, la norma3 establece el derecho a exigir una copia del título emitido o aceptado de forma incompleta. Si el título valor hubiera sido completado sin respetar los pactos celebrados entre las partes, el obligado podrá contradecir la ejecución del título presentando el documento en el que consten los acuerdos que se han incumplido. Asimismo, el título valor debe ser completado antes de su puesta a cobro o ejecución. Artículo 9º.- Alteración del título valor 9.1 En caso de alteración de un título valor, los firmantes posteriores a este hecho se obligan según los términos del texto alterado y los anteriores conforme al texto original. 9.2 A falta de prueba en contrario, se presume que una firma ha sido puesta antes de la alteración. 3 Artículo 10º.- Título Valor emitido incompleto 10.1 Para ejercitar cualquier derecho o acción derivada de un título valor emitido o aceptado en forma incompleta, éste deberá haberse completado conforme a los acuerdos adoptados. En caso contrario, el obligado podrá contradecir conforme al Artículo 19 inciso e). 10.2 Quien emite o acepta un título valor incompleto, tiene el derecho de obtener una copia del mismo y no puede ser impedido de agregar en el documento, cláusula que limite su transferencia. En tal caso, salvo que se trate del Cheque, su transferencia surtirá los efectos de la cesión de derechos. 10.3 Si un título valor, incompleto al emitirse, hubiere sido completado contraviniendo los acuerdos adoptados por los intervinientes, la inobservancia de esos acuerdos no puede ser opuesta a terceros de buena fe que no hayan participado o conocido de dichos acuerdos. 10.4 Las menciones y requisitos del título valor o de los derechos que en él deben consignarse para su eficacia, deben ser completados hasta antes de su presentación para su pago o cumplimiento. 2 N° 209 Segunda Quincena - Junio 2010 8. Sobre la responsabilidad solidaria El artículo 11º de la ley regula la responsabilidad solidaria de los intervinientes en el título valor como emisores, giradores, aceptantes, endosantes o garantes. La responsabilidad solidaria implica que las obligaciones derivadas del título valor pueden ser exigidas de manera indistinta contra cualquiera o todos los intervinientes, quienes estarán obligados al cumplimiento total de la obligación contenida en el título. Puede exceptuarse esta disposición cuando así se hubiera pactado o así lo estableciera la ley. La norma también le otorga este derecho al obligado que hubiera cumplido con la obligación contenida en el título valor, quien podrá accionar contra los intervinientes anteriores a él. En cualquier caso, la ley establece la posibilidad de ejercer de manera conjunta la acción directa, la acción de regreso y la acción de ulterior regreso. Para tal efecto, se debe entender como acción directa a la destinada a exigir el cumplimiento del título valor al obligado principal. La acción de regreso es la que se ejerce contra los endosantes o cedentes del título valor. La acción ulterior de regreso es la que ejerce el obligado que ha cumplido con la obligación establecida en el título valor, contra los obligados anteriores a él. Finalmente, el artículo 11 dispone que, en el caso de títulos valores al portador, la firma que consigna el tenedor al momento del cobro como constancia del ejercicio de los derechos otorgados por el título, no origina con respecto al tenedor obligación alguna derivada del título. 9. Sobre los derechos del legítimo tenedor El legítimo tenedor del título valor es la persona que lo tiene en su poder en forma válida, ya sea en forma originaria o porque lo ha adquirido a través de los distintos mecanismos de circulación de los títulos valores. Siendo así, este tenedor es quien puede ejercer los derechos incorporados en el título valor, siendo el más común, el derecho de cobro de la suma de dinero representada en el título valor. Sin embargo, algunos títulos valores, como es el caso del certificado de depósito y el warrant, además de representar la obligación de pago de una determinada cantidad de dinero, incorporan también derechos y obligaciones sobre determinados bienes muebles o inmuebles. En tales casos, la ley señala que el legítimo tenedor del título, es decir, quien tenga válidamente los derechos como acreedor del título valor, podrá disponer, gravar o afectar los bienes representados en él, de acuerdo a las características del respectivo título valor. Ya hemos mencionado que en los títulos valores se aplica una regla en virtud de VIII la cual los derechos y obligaciones de los intervinientes se determinan sobre la base de lo que se haya consignado expresamente en el título valor o, en el caso de valores desmaterializados, según las inscripciones efectuadas en el registro correspondiente, lo que forma parte del Principio de Literalidad. Siguiendo esta línea de ideas, las medidas cautelares, prendas, fideicomisos y cualquier otra afectación sobre los derechos o bienes representados en el título valor, no tendrán efecto si no constan en el propio título o, de ser el caso, en el registro del valor desmaterializado. Asimismo, la transferencia del título valor comprende también sus derechos accesorios, salvo que éstos sean excluidos en forma expresa, en los casos en que ellos puedan surtir efectos por sí mismos y sin que sea necesaria la presentación del título principal para hacerlos valer. Para el ejercicio de sus derechos, el tenedor debe cumplir una condición fundamental, la presentación del título valor. En efecto, el artículo 16 de la Ley de Títulos Valores regula como requisito para el ejercicio de los derechos sobre un título valor la presentación del mismo. Además, la norma dispone que quien presente el título debe ser el legítimo tenedor de acuerdo a los mecanismos de emisión y transmisión previstos en la ley. Asimismo, es requisito que el tenedor del título se identifique al momento de presentarlo a cobro o ejecución. En el caso de los valores desmaterializados, el ejercicio de los derechos le corresponde a quien resulte ser el tenedor legítimo de acuerdo a las inscripciones en el registro correspondiente. De la mano con esta condición, se encuentra la disposición contenida en el artículo 17º de la Ley, en virtud de la cual es obligación del tenedor entregar el título valor una vez cumplida la obligación incorporada en el título. De esta manera, se evita la posibilidad que el título valor sea ejecutado, transferido o utilizado de otras formas para perjudicar al obligado. Pero, la norma también regula la posibilidad que el título valor no sea devuelto al obligado, sino que, por acuerdo entre las partes, sea destruido. En tales casos, el obligado a devolverlo deberá acreditar la existencia del acuerdo y será responsable por los perjuicios que pudiera causar la no destrucción del título. Un caso especial regulado por el artículo 17º es el referido a los títulos valores emitidos a favor de entidades pertenecientes al sistema financiero. Estas entidades podrán optar por no devolver los títulos valores cancelados, procediendo a su destrucción y deberá guardar una reproducción del título en microformas u otros medios similares. En tal supuesto, el obligado que canceló el título tiene derecho a que se le entregue la constancia de pago del título y una constancia de la reproducción del título guardada. Al igual que en el caso Actualidad Empresarial VIII-3 VIII Informe Especial anterior, las entidades financieras son responsables por los daños y perjuicios que cause la no destrucción del título. 10.Sobre el mérito ejecutivo y el ejercicio de las acciones cambiarias Muchas veces se discute acerca de la conveniencia de contar con un título valor que respalde la operación comercial que está celebrando una empresa, además de los otros documentos en los que puede estar plasmada dicha operación, tales como la factura, orden compra, contrato, guía de remisión, etc. Uno de los elementos que determina la conveniencia de contar con un título valor es su mérito ejecutivo. Pero, ¿qué es el mérito ejecutivo que poseen los títulos valores? Cuando se requiere cobrar una deuda que el obligado se niega a pagar, en la mayoría de los casos es necesario recurrir al Poder Judicial para obtener una sentencia que ordene el pago de la deuda y que permite cobrarla mediante la afectación de los bienes del obligado. Sin embargo, para obtener una sentencia favorable es necesario acreditar la existencia de la deuda, su importe, su exigibilidad y otros aspectos, para lo cual se deben presentar medios de prueba como contratos por escrito, facturas, comunicaciones y demás elementos que permitan demostrar el derecho a cobrar la deuda. Esto implica un proceso muchas veces largo y costoso.En el caso de los títulos valores, existe un proceso especial para su ejecución, diseñado de tal manera que el tiempo y costo necesario para la recuperación de la deuda es mucho menor que en otros procesos judiciales. Este proceso es denominado proceso ejecutivo. El proceso ejecutivo es mucho más expeditivo que otros procesos porque los títulos valores que se presentan a ejecución incorporan una obligación aceptada y reconocida por el deudor, en la cual se ha determinado el monto adeudado, le fecha de vencimiento y los demás elementos que permiten su cobranza. Este es el mérito ejecutivo de los títulos valores, es decir, su aptitud para ser cobrados en la vía del proceso ejecutivo y sin necesidad de presentar otros medios probatorios más que el propio título. Es por ello, que para que el título valor posea mérito ejecutivo se exige el cumplimiento de los requisitos formales de emisión, aceptación, transferencia y demás establecidos por la ley, pues de lo contrario, el título sólo podrá ser cobrado a través de un proceso ordinario que, como hemos señalado, implica mayores costos y tiempo para la obtención del pago. 11.Causales de contradicción Ahora bien, el hecho de que los títulos valores tengan mérito ejecutivo, no implica que no puedan ser cuestionados y que la pretensión de cobro del derecho incorporado en ellos no pueda ser desvirtuada. Así, la Ley establece cuáles son las situaciones por las cuales el cobro de un título valor puede ser denegado, y que son las denominadas causales de contradicción. Veamos cada una de estas causales: a) El contenido literal del título valor o en los defectos de forma legal de éste. Esta causal está referida a que el demandado podrá oponerse al pago o cumplimiento del título valor sobre la base de las disposiciones establecidas en él, por ejemplo, si el título careciera de alguno de los requisitos esenciales previstos por la ley para cada título. Asimismo, cuando se menciona a los defectos de forma legal se refiere a los requisitos formales que exige la ley para que el título tenga carácter de título valor. b) La falsedad de la firma que se le atribuye Evidentemente, el motivo de la contradicción establecida en esta causal depende de la veracidad de la firma del demandado. En estos casos, se deberá acreditar si la firma corresponde o no al demandado a través de una pericia grafológica. c) La falta de capacidad o representación del propio demandado en el momento que se firmó el título valor La capacidad es la aptitud de una persona para poder celebrar actos jurídicos, es decir, actos legalmente válidos. En este caso, la capacidad del demandado se debe evaluar no en el momento del proceso, sino al momento en que el título fue firmado. Tal sería el caso de un menor de 18 años que suscribe un título valor pero que, al momento del proceso ya ha cumplido la mayoría de edad. En ese caso, se podrá oponer al cobro pues el título lo firmó siendo incapaz. d) La falta del protesto, o el protesto defectuoso, o de la formalidad sustitutoria, en los casos de títulos valores sujetos a ello. En su momento desarrollaremos en qué consiste el protesto y las formalidades sustitutorias de éste. Por ahora, basta decir que el demandado podrá oponerse al cobro de un título valor cuando éste se encuentre sujeto protesto y no se hubiera cumplido con tal requisito. e) Que el título valor incompleto al emitirse haya sido completado en forma contraria a los acuerdos adoptados, acompañando necesariamente el respectivo documento donde consten tales acuerdos transgredidos por el demandante; y Cuando comentamos el artículo 10º referido a los títulos valores emitidos de manera incompleta, señalamos que éstos no pueden ser completados sin respetar los acuerdos celebrados entre las partes. De lo contrario, el demandado puede oponerse al cobro del título señalando que ha sido completado en contradicción a las estipulaciones acordadas con el acreedor. f) La falta de cumplimiento de algún requisito señalado por la ley para el ejercicio de la acción cambiaria. Esta causal está referida a los supuestos en los que el título valor no reúne los requisitos que señale la ley para cada caso, como requisitos para que el título pueda ser ejecutado. Además de estas causales, que están vinculadas al propio título, es posible que el deudor se contradiga la ejecución sobre la base de los medios de defensa que se derivan de su relación personal con el acreedor. Estos medios de defensa consisten en las excepciones reguladas por el Código Procesal Civil en su artículo 446º. Claro está, que estos medios de defensa personales no son oponibles frente a los demás obligados del título valor ni contra aquellos que no hubieran participado de la relación causal que dio origen al título valor. La excepción a esta regla está dada por los casos en los que el título fue adquirido de mala fe por el demandante. Continuará en la siguiente edición... Glosario Empresarial 1. ¿El contrato de transferencia de acciones debe celebrarse por escrito? VIII-4 La formalidad de la transferencia de acciones dependerá del título en virtud del cual se haga, es decir, si se trata de una compraventa, una donación, etc. Pues cada una de estas figuras contractuales tienen formalidades distintas. En el caso de la compraventa no existe formalidad establecida para su celebración, por lo que puede hacerse en forma verbal inclusive. En el caso de la donación, deberá celebrarse por escrito con firmas Instituto Pacífico legalizadas si el valor de las acciones es superior al 25% de la UIT. 2. ¿En qué se diferencian los intereses compensatorios de los moratorios? Los intereses compensatorios son los que se pagan como una retribución por el otorgamiento de un crédito o financiamiento, es decir, son una retribución por el uso del dinero. Los intereses moratorios son aquellos que se pagan como una reparación por la demora en el pago del dinero. N° 209 Segunda Quincena - Junio 2010