A medida que más mujeres quedan embarazadas con esperma

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3 DE MARZO DE 2013
Expertos ven un aumento en el número de disputas legales
¿Tienen los donantes de esperma
responsabilidad sobre los hijos?
A medida que más mujeres quedan embarazadas con esperma donado por
hombres que conocen, la ley debe establecer qué papel, si lo tienen, deben
desempeñar estos hombres en la vida de sus hijos biológicos.
A medida que más mujeres quedan embarazadas
con esperma donado por hombres que conocen, la ley debe establecer qué papel, si
lo tienen, deben desempeñar estos hombres en la vida de sus hijos biológicos.
Cuando William Marotta contestó un anuncio del sitio Craigslist buscando un
donante de esperma, sólo estaba tratando de ayudar a dos mujeres a formar una
familia.
Durante un par de días en 2009, les dio varias donaciones en vasos de plástico y
firmó un acuerdo en el que renunciaba a todos sus derechos de paternidad. Y pensó
que nunca las volvería a ver.
Pero en octubre recibió una carta alarmante: si bien las mujeres no querían que
fuera parte de la vida de la niña, el estado de Kansas, en Estados Unidos, lo
demandaba por manutención de menores.
Marotta, de 45 años, descubrió que las mujeres que crían a su hija biológica se
habían separado y la madre de la niña, en dificultades financieras, la inscribió en
Medicaid, un programa de salud del gobierno para los pobres.
El estado le preguntó por el nombre del padre, y los funcionarios dijeron que era
responsable financieramente de los gastos médicos incurridos.
“Claramente obsoleta”
Expertos observan un aumento en el número de disputas legales sobre las
relaciones que los donantes de esperma tienen con las familias receptoras en los
casos en que se conoce la identidad del donante.
En algunos casos, como el de Marotta, los donantes no quieren ser reconocidos
como padres legales. Pero los abogados también observan más casos en que los
donantes buscan el contacto con sus hijos biológicos.
En Reino Unido, el Tribunal Supremo recientemente dictó un fallo histórico que
dio a dos hombres homosexuales, en una unión civil, el derecho a solicitar el
contacto con sus tres hijos biológicos, criados por parejas de lesbianas con los que
los hombres mantienen una relación de amistad.
Los hombres podrían incluso ganar el derecho a jugar un papel en la crianza de los
hijos.
En Estados Unidos, analistas como Charles Kindregan, profesor de derecho de
familia en la Universidad de Suffolk, en Boston, dicen que el caso de Marotta
demuestra por qué la ley es “claramente obsoleta”.
La ley que protege a los donantes de esperma de la responsabilidad por paternidad
fue aprobada en los setenta, cuando la mayoría de las mujeres que buscaban un
tratamiento para la fertilidad estaban casadas. Dado que el tratamiento era nuevo e
incómodo debía ser administrado por un médico.
Pero gracias a los avances médicos ahora se ofrecen alternativas más baratas y
fáciles.
Las madres solteras constituyen el 49% de las mujeres que reciben este tipo de
tratamiento, dice Wendy Kramer, directora de Donor Sibling Registry.
Sin protección legal
Familias de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales representan un tercio de los
beneficiarios, y las parejas heterosexuales el resto, dice Kramer.
“Esa es una gran diferencia con respecto a cuando quedé embarazada hace 22
años”, dice. “En esa época la mayoría de las mujeres era como yo, en parejas
casadas, infértiles”.
Kramer hace hincapié en eso porque los beneficiarios no se han visto obligados a
reportar nacimientos a bancos de esperma, profesionales sanitarios ni reguladores
y los legisladores no han sido capaces de rastrear con precisión el cambiante
escenario.
Añade que hay “cero” seguimiento de los donantes de esperma que no se registran
en clínicas.
Y en estos arreglos informales, no hay protección legal para los padres biológicos.
Casi todos los litigios actuales relacionados con donantes de semen se deben a
complicaciones resultantes de donaciones privadas.
Según la Ley Uniforme de Paternidad de 1973, que se aplica en la mayoría de los
estados de Estados Unidos, la participación de un médico asegura que el donante
no tiene responsabilidad parental.
En el caso de Marotta, esta normativa hizo la diferencia. Debido a que las mujeres
usaron un equipo casero de inseminación en lugar de un médico, podría ser
responsable por US$6.000 en manutención de menores, dice su abogado, Ben
Swinnen.
Pero el profesor Kindregan no ve “ninguna conexión racional” entre la utilización
de un médico en el procedimiento y la asignación de la responsabilidad legal.
Un médico “puede asegurar que el procedimiento se realice correctamente, pero es
irrelevante en cuanto a la potencial responsabilidad por filiación del donante”, dice.
Otros analistas dicen que el propósito original era proteger a los niños: los médicos
pueden probar que no haya un riesgo de infección de una enfermedad sexual antes
de aprobar una inseminación.
Prueba
“La filosofía de los legisladores es que (los médicos) harán la prueba obligatoria
contra enfermedades como el VIH y la hepatitis”, dice Steven Snyder, presidente
del grupo sobre tecnologías de reproducción asistida de la American Bar
Association (Colegio de Abogados de Estados Unidos).
“Usar un médico con licencia también crea una ‘plataforma de prueba’ que protege
al estado de parejas que dicen que el padre es en realidad un donante para poder
reclamar beneficios públicos”, explica.
Pero los analistas están de acuerdo en que la ley debe actualizarse para que la
justicia pueda dictaminar de acuerdo a los deseos de las partes.
“En cuanto a la intención, esto es cada vez más importante en materia de derecho
de familia ya que el concepto de familia se transforma en nuevas formas”, dice el
profesor Kindregan.
Nuevos modelos de leyes de paternidad, incluido uno escrito por la American Bar
Association, proponen que ya no se requiera el requisito médico.
Snyder asegura que los tribunales podrán llevar a cabo indagaciones para resolver
disputas caso por caso.
Y dice que al menos ocho estados consideran actualizar las leyes de paternidad.
El abogado de Marotta señala que a pesar de que su cliente no sabe, ni preguntó, si
las mujeres usarían un médico, firmó un contrato renunciando a la paternidad.
“A diferencia de lo que el estado dice, los acuerdos con donantes no se anulan con
la ley y deben cumplirse”, argumenta Swinnen.
El 10 de abril está programa una audiencia en el caso de Marotta.
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