> JURISPRUDENCIA COMENTADA Responsabilidad en seguridad social: recargo por falta de medidas de seguridad e higiene David Ayuso Bartolomé, abogado de AGM Abogados xisten numerosas sentencias de las diferentes salas de lo social de los Tribunales Superiores de Justicia relativas a los recargos de prestaciones que se imponen a las empresas como consecuencia de un accidente de trabajo. En este artículo se va a comentar cuándo procede el recargo de prestaciones, cuáles están incluidas y pueden ser objeto de recargo, su alcance y los posibles responsables de éste, con la finalidad de aclarar en la medida de lo posible esta figura que viene determinada en el art. 123 de la Ley General de Seguridad Social (LGSS) y en el art. 42.3 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL). lidades administrativas que se deriven del procedimiento sancionador serán compatibles con las indemnizaciones por los daños y perjuicios causados y de recargo de prestaciones económicas del sistema de la Seguridad Social que puedan ser fijadas por el órgano competente de conformidad con lo previsto en la normativa reguladora de dicho sistema”. E Cualquier trabajador víctima de un accidente de trabajo o una enfermedad profesional tiene derecho a recibir una prestación pública de la Seguridad Social, que se calculará de acuerdo con las cotizaciones realizadas por el empresario y por el propio trabajador y de la gravedad de las lesiones sufridas por este último. El art. 123.1 de la LGSS establece que “todas las prestaciones económicas que tengan su causa en accidente de trabajo o enfermedad profesional se aumentarán, según la gravedad de la falta, de un 30 a un 50% cuando la lesión se produzca por máquinas, artefactos o instalaciones, centros o lugares de trabajo que carezcan de los dispositivos de precaución reglamentarios, los tengan inutilizados o en malas condiciones, o cuando no se hayan observado las medidas generales o particulares de seguridad e higiene en el trabajo, o las elementales de salubridad o las de adecuación personal a cada trabajo, habida cuenta de sus características de edad, sexo y demás condiciones de trabajo”. Este principio se formula de nuevo en el art. 42.3 de la LPRL, que prevé que “las responsabi- 60 • 060_s_Jurisprudencia.indd 60 Gestión Práctica de Riesgos Laborales El recargo cumple una sanción no solo resarcitoria para el trabajador, sino también sancionadora para el empresario El recargo es un aumento de la cuantía de todas las prestaciones económicas derivadas de un accidente de trabajo o enfermedad profesional que cumple una misión sancionatoria y resarcitoria, ya que recae directamente sobre el empresario sin posibilidad de seguro; y se configura expresamente como una responsabilidad “independiente y compatible con las de todo orden, incluso penal, que puedan derivarse de la infracción”. El recargo incrementa las prestaciones que se derivan del accidente de trabajo y, por tanto, los beneficiarios de éstas (trabajador, cónyuge, hijos) serán los que tengan también la condición de beneficiarios. Por tanto, el recargo no procede cuando no existen beneficiarios de las prestaciones sobre las que deba imponerse. La regla tradicional es la prohibición de aseguramiento. Según el art. 123.2 de la Ley General de Seguridad Social, el recargo no puede ser objeto de aseguramiento público o privado, al no ser una verdadera prestación de la Seguridad Social1, siendo nulo de pleno derecho cualquier pacto o contrato que se realice para cubrirla, compensarla o transmitirla. La jurisprudencia sigue manteniendo esa regla2. El recargo se aplica a todas las prestaciones económicas del sistema de Seguridad Social que tengan causa en accidente de trabajo o enfermedad Nº 63 • Septiembre de 2009 23/07/2009 15:22:01 www.riesgos-laborales.com profesional, incapacidad temporal, indemnización por lesiones permanentes no invalidantes, incapacidad permanente en cualquiera de sus grados o muerte y supervivencia. En la pensión de incapacidad permanente por gran invalidez, el recargo opera sobre el total de la prestación, incluido el complemento, y no sobre el cien por cien de la misma. En la pensión de incapacidad permanente total cualificada probablemente se deba aplicar el recargo por falta de medidas de seguridad también al 20% que como incremento puede corresponder a la pensión de incapacidad permanente total. En la pensión de orfandad por incapacidad procede reconocer el recargo, ya que la relación de causalidad se establece entre el accidente y la omisión de medidas de seguridad, y no entre el accidente y el daño causado a los beneficiarios de las prestaciones como consecuencia del fallecimiento del causante. El recargo por falta de medidas de seguridad se excluye en la revalorización de las pensiones. Así viene estableciéndose en la norma sobre revalorización de pensiones que se publica anualmente; concretamente para el año 2009 aparece en el art. 4.b) del Real Decreto 2127/2008. Tampoco se incluye en la determinación del importe máximo de las pensiones. No se aplica el recargo a las mejoras voluntarias de la acción protectora, pues aunque estén incluidas en el ámbito de la acción protectora del sistema de la Seguridad Social y participen de los caracteres que ostentan las prestaciones propias de ésta, no supone que les sean de aplicación todas las disposiciones que regulan las prestaciones propias y básicas de la Seguridad Social. 1 Sentencia del Tribunal Supremo, de 22 de abril de 2004. Indica que, aunque se admitiera que el artículo 15.5 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales permite en la actualidad el aseguramiento del recargo, “este aseguramiento tendría que realizarse por entidades aseguradoras mercantiles, pues el seguro de la responsabilidad empresarial que se establece a través de la Seguridad Social, por las entidades gestoras y mutuas de accidentes de trabajo, únicamente cubre la responsabilidad objetiva del empresario sin incluir la que para éste puede derivarse de culpa”. 2 Sentencias del Tribunal Supremo, de 8 de marzo de 1993 y de 12 de febrero de 1994. Nº 63 • Septiembre de 2009 060_s_Jurisprudencia.indd 61 Requisitos para la imposición del recargo y cuantía mo parámetros de legalidad en el control judicial de los actos administrativos de aplicación6. Existen tres requisitos correlacionados para que se imponga el recargo de las prestaciones: que se haya producido un accidente que cause una lesión en el trabajador; que el accidente sea consecuencia del incumplimiento por el empresario de la normativa de prevención de riesgos; y, que este incumplimiento sea negligente, es decir, se haya dado por falta de diligencia en las obligaciones empresariales en esta materia. En definitiva, el trabajador accidentado recibirá una prestación económica mayor, siendo el empresario el obligado a pagar esa diferencia o recargo como penalización por su incumplimiento. > Con carácter orientativo, procede la correlación entre gravedad de la infracción, según la tipificación realizada por la autoridad administrativa (leve, grave o muy grave), y el correspondiente porcentaje de recargo (30, 40 ó 50%), con matizaciones intermedias según el grado de la infracción7. Se impone el 50% cuando al trabajador se le han asignado tareas distintas a las habituales, en puesto de trabajo con riesgo y, además, se ha omitido un mecanismo de seguridad8. También se impone el recargo del 50% cuando hay un cúmulo de infracciones de medidas de seguridad9. La determinación del porcentaje aplicable al recargo, que el legislador ha señalado entre un 30 y un 50%, como límite mínimo y máximo del recargo que no puede variarse, debe ser proporcional a la gravedad de las faltas o infracciones en que se ha incurrido por el empresario. No contiene la norma los criterios para la fijación del porcentaje, pero acudiendo a las resoluciones judiciales dictadas sobre esta materia pueden establecerse los siguientes: Sujetos responsables > La aplicación de estos porcentajes se establece en atención a las circunstancias concretas del caso, entre las que se incluye la conducta del trabajador3, pudiendo ponderarse a tales efectos la culpa del operario en el acaecimiento del siniestro4. > No se tiene en consideración los perjuicios ni el daño ocasionado al trabajador5. > Teniendo en cuenta la naturaleza sancionatoria del recargo, cabe aplicar los criterios propios del derecho punitivo y acudir analógicamente a los criterios de graduación de las sanciones administrativas en materia de prevención de riesgos laborales, según el art. 39.3 del RDLeg 5/2000, de 4 agosto. Ello en cuanto constituyen normas jurídicas que limitan la arbitrariedad administrativa y sirven co- La responsabilidad recae directamente sobre “el empresario infractor”, según el art. 123.2 de la LGSS. De acuerdo con este precepto, el criterio determinante para la imposición del recargo no es el de empleador, sino el de empresario, y ello porque puede concurrir en un mismo centro de trabajo una pluralidad de empresarios obligados, distintos al puro empleador en la relación laboral. Esta situación, conllevará la imposición del recargo con carácter solidario a todos ellos, siempre y cuando el incumplimiento en las medidas preventivas esté en la cadena causal del accidente, y no aquellos otros a los que tal tipo de incumplimiento no sea imputable. Esto incluso haría posible la no imposición del recargo al empleador y sí a otro empresario por ser este último el infractor10. De esta manera se pueden identificar los siguientes supuestos: > Empresa de trabajo temporal: no le alcanza la responsabilidad en relación con el recargo por falta de medidas de seguridad imputables a la 6 Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, de 11 septiembre de 2006. 7 Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, de 8 de marzo de 2005. 3 Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, sede de Málaga, de 14 de julio de 2000. 8 Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Murcia, de 6 de octubre de 1998. 4 Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, de 1 de diciembre de 2005. 9 Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, sede de Granada, de 9 de junio de 1999. 5 Sentencia del Tribunal Supremo, de 20 de julio de 2000S (RJ 2000, 7639). 10 Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, de 31 de octubre de 2005. Gestión Práctica de Riesgos Laborales • 61 23/07/2009 15:22:02 empresa usuaria, tal y como expone el art. 42.3 del Texto Refundido de la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social (TRLISOS). No obstante, procede declarar la responsabilidad solidaria de la ETT cuando incumpla las obligaciones en materia de formación y vigilancia de la salud fijadas en el art. 28.2 y 3 de la LPRL y esa falta de formación fuera una de las causas que, conjuntamente con las imputadas a la usuaria, propiciaron el accidente11. O cuando las obligaciones impuestas por el art. 3.3 del RD 216/1999, relativas a la previa formación teórica y práctica necesaria para el puesto de trabajo a desempeñar por el trabajador, hayan cedido o se incurra en un supuesto de cesión prohibida al prestar servicios el trabajador en una actividad prohibida, según se deduce del RD 216/1999, de 5 de febrero de 199912. > Empresa usuaria: será responsable de las condiciones de ejecución del trabajo en todo lo relacionado con la protección de la seguridad y la salud de los trabajadores. También se responsabilizará del recargo de prestaciones económicas del sistema de Seguridad Social que puedan fijarse en caso de accidente de trabajo o enfermedad profesional que tenga lugar en su centro de trabajo, durante el tiempo de vigencia del contrato de puesta a disposición, y traigan su causa de falta de medidas de seguridad e higiene (art. 42.3 párrafo 2 del TRLIS0S)13. > Coordinación de actividades empresariales: cuando en un mismo centro de trabajo desarrollen actividades trabajadores de dos o más empresas, éstas deberán cooperar en la aplicación de la normativa sobre prevención de riesgos laborales, estableciendo los medios de coordinación que sean necesarios para la protección y prevención de riesgos laborales e informando a sus trabajadores (art. 24 de la LPRL). > Empresa principal en contratas de la propia actividad: será responsable siempre y cuando incurra en una conducta negligente o incorrecta, sin adoptar en su centro de trabajo las © Latin Stock > JURISPRUDENCIA COMENTADA La empresa que no aplique las medidas de protección de riesgos laborales adecuadas para cada tarea será gravada con un recargo del 50% en beneficio del trabajador. medidas de seguridad necesarias (arts. 14, 24.3 y 40.2 de la LPRL; art. 42.3 del TRLISOS)14. A estos efectos la expresión “centro de trabajo” es equivalente a “lugar de trabajo”15, criterio avalado por el art. 2 RD 171/2004, de 30 enero. Según éste, “tiene la consideración de centro de trabajo cualquier área, edificada o no, en la que los trabajadores deben permanecer o a la que deban acceder por razón de su trabajo. Y empresario titular del centro de trabajo, la persona que tiene la capacidad de poner a disposición y gestionar el centro de trabajo”16. un accidente de trabajo o enfermedad profesional cuando a él sea imputable la infracción de la normativa de prevención que ha desencadenado el siniestro, pero no de aquellas infracciones que sean imputables al contratista. De esto se desprende que no puede exigirse al dueño de la obra que vigile el cumplimiento por el contratista de una normativa de seguridad que desconoce por serle ajena, lo cual nada tiene que ver con sus deberes de coordinación de la prevención en el centro de que es titular, impuestos por el art. 24 de la LPRL18. > Empresa principal en contratas que no corresponden a la propia actividad: el empresario principal que incurra en omisión del deber de seguridad que tiene para con los trabajadores, incluidos los que son de la empresa contratista o subcontratista, que presten servicios dentro del círculo rector, podrá ser declarado responsable en el recargo, aunque la contrata no corresponda a la propia actividad17. Ahora bien, sólo podrá declararse la responsabilidad del empresario principal El recargo es un aumento de la cuantía de todas las prestaciones económicas derivadas de > INSS, como sucesor del Fondo de Garantía de Accidentes de Trabajo: no existe responsabilidad subsidiaria del INSS en el abono del recargo por insolvencia del empresario, y ello porque al tener un carácter sancionador es intransferible la responsabilidad por actuación culpable del empresario19. No procede anticipo por el INSS, ya que la naturaleza del recargo y la nulidad de pleno derecho de los pactos que el empresario celebre para cubrir, compensar o transmitir su responsabilidad, impide que se traslade la misma, ni por vía de anticipo, a persona o entidad distinta del empresario infractor20. 14 Sentencias del Tribunal Supremo, de 18 de abril de 1992 y de 16 de diciembre de 1997. 11 Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, de 11 de julio de 2005. 15 Sentencia del Tribunal Supremo, de 26 de mayo de 2005. 18 Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Murcia, de 5 de diciembre de 2005. 12 Sentencia del Tribunal Superior de Justicia, de 28 de junio de 2005. 16 Sentencia del Tribunal Supremo, de 10 de diciembre de 2008. 19 Sentencias del Tribunal Supremo, de 8 de marzo de 1993, de 22 de septiembre de 1994 y de 22 de abril de 2004. 13 Sentencia del Tribunal Superior de Cataluña, de 14 de diciembre de 2005. 17 Sentencia del Tribunal Supremo, de 5 de mayo de 1999. 20 Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, de 12 de noviembre de 2002. 62 • 060_s_Jurisprudencia.indd 62 Gestión Práctica de Riesgos Laborales Nº 63 • Septiembre de 2009 23/07/2009 15:22:02