Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP Camino Nido de Aguilas 14.557 INDICE INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………………………………… 3 - 4 EJES………………………………………………………………………………………………………………….. 5 1. Formación Docente……………………………………………………………………………….. 5- 6 2. Rol del Estado en la Formación Inicial Docente……………………………………… 7 - 8 3. Profesión Docente…………………………………………………………………………………. 8 4. Temáticas Transversales………………………………………………………………………… 9 Educación Parvularia………………………………………………………………………………………….. 9 Visión Nacional de FID……………………………………………………………………………………….. 9 El Mercado en la Educación……………………………………………………………………………….. 9 5. Puntos de Tensión………………………………………………………………………………… 10 CONCLUSIONES………………………………………………………………………………………………… 11 Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP Camino Nido de Aguilas 14.557 2 INTRODUCCIÓN Entendiendo que el mejoramiento del sistema de formación inicial de profesores requiere del compromiso de todos los actores involucrados, el Ministerio de Educación, a través del Área de Formación Inicial Docente del Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP) desarrolló el “Primer Encuentro Nacional de Actores de la Formación Inicial de Docentes”. El propósito de este evento fue establecer un hito anual de encuentro y trabajo, que permita articular a los actores en una comunidad de formación docente. Durante los días lunes 17 y martes 18 de noviembre de 2014 se desarrolló este Primer Encuentro (CPEIP), que tuvo lugar en dependencias del CPEIP en Lo Barnechea, lugar emblemático para la historia de la formación de profesores en Chile. Este evento logró reunir por primera vez a la comunidad de formación inicial docente para discutir y reflexionar conjuntamente sobre el sistema de formación docente chileno y sus desafíos. Para ello se contó con charlas, paneles y actividades de discusión grupal. El encuentro fue transmitido en vivo a través de la página web del CPEIP, y los videos de las distintas actividades están disponibles en www.cpeip.cl. En el evento participaron representantes estudiantiles de pedagogía, académicos formadores de profesores y decanos de facultades de educación de casi todas las universidades del país que imparten pedagogías –de Arica a Punta Arenas. Además se contó con la presencia de investigadores del área de variadas instituciones como el CEPPE, el CIAE, Educación2020 y la RIECH; premios nacionales de ciencias de la educación de los últimos años; funcionarios de varias divisiones del MINEDUC, etc. Todos actores involucrados en la formación inicial docente. Asistieron más de 250 invitados, de los cuales más de la mitad provino de fuera de Santiago. El espacio central de encuentro fue la instancia de discusión grupal, que permitió a invitados provenientes de distintas realidades de la formación inicial docente conocerse e intercambiar ideas. Se organizaron sesiones de trabajo grupal por día, con el objetivo de producir lineamientos conjuntos para la construcción de un sistema de formación inicial docente coherente y articulado. Para cada sesión se presentan como insumo para la discusión una temática con una bajada introductoria y tres preguntas orientadoras. Las preguntas pretenden respectivamente a) interpelar a los invitados sobre el sentido de la formación docente, b) establecer un diagnóstico de las realidades de la formación inicial docente en las carreras e instituciones, c) proyectar acciones y responsabilidades para avanzar hacia una forma óptima de organización del sistema. Las temáticas discutidas y las respectivas preguntas orientadoras son las siguientes: 1. El sentido de la Formación Inicial Docente en Chile y sus realidades a. ¿Cómo funcionan las carreras de formación inicial docente de las que cada uno de nosotros proviene? b. ¿Qué criterios comunes atraviesan al conjunto de las carreras e instituciones que dictan formación inicial docente en Chile? Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP Camino Nido de Aguilas 14.557 3 c. ¿Qué visiones sobre la educación y el rol docente inspiran la formación inicial docente a nivel nacional? 2. La consolidación de un sistema de Formación Inicial Docente en Chile: proyecciones y desafíos a. ¿Hacia dónde debe avanzar la formación inicial docente para constituirse como sistema de calidad a mediano y largo plazo? b. ¿Qué acciones deben realizar las instituciones formadoras de profesores para mejorar la formación inicial docente? ¿Qué rol le cabe al Estado en esta tarea? c. ¿De qué manera podemos, desde nuestros espacios, aportar al mejoramiento de la formación inicial docente en el mediano plazo? Se dispusieron 10 salas, y a cada una de ellas se asignaron 40 personas. Las personas fueron asignadas a las salas propiciando la diversidad de la composición de cada sala, según los siguientes criterios: género, región, tipo de institución (estatal, privada CRUCH, otras privadas), estamento (autoridad como decano o director, jefe de carrera, académico, estudiante, otros), y nivel/disciplina (educación básica; educación parvularia; matemáticas; ciencias naturales; lenguaje; idiomas; arte; música; educación física; etc.). En cada sala había varias mesas cubiertas con papel craft y lápices, para que las personas pudieran escribir ideas o esquemas libremente sobre las mesas. Además, en cada mesa había un acta para registrar los principales planteamientos surgidos en la discusión. Los dos días de discusión grupal realizados durante el Encuentro dieron como resultado un profundo análisis en torno a la formación de los futuros profesores del país, surgiendo tendencias hacia diagnósticos comunes sobre la Formación Inicial Docente en nuestro país. En este documento se presentan las principales ideas surgidas en los distintos espacios de discusión grupal, alrededor de 5 grandes ejes: 1. 2. 3. Formación docente. El rol del Estado Profesión docente. 4. 5. Temáticas transversales Puntos de tensión Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP Camino Nido de Aguilas 14.557 4 1. FORMACIÓN DOCENTE Una de las inquietudes que surgió en la discusión de forma recurrente refirió a la acreditación de las carreras de pedagogía. Se puso énfasis en el hecho que hoy en día se exige que las carreras se sometan a procesos de acreditación, pero no que estén acreditadas. Esto implica que un programa de pedagogía podría estar en un proceso de permanente acreditación sin nunca conseguir acreditarse, y aun así continuar formando profesores. Además se destacaron vacíos o ambigüedades en los criterios de acreditación utilizados por las agencias acreditadoras. En este contexto, en diversos grupos de discusión se recalcó la necesidad de perfeccionar el sistema de acreditación de las carreras de pedagogía elevando las exigencias involucradas en dicho proceso y homogeneizando los criterios empleados. Se propone “que se regule la acreditación [desde] un ente imparcial”, y un “rol protagónico del estado, más permanente”, en sentido de que “el estado debe estar vinculado con las agencias encargadas de la acreditación para asegurar el cumplimiento de los buenos propósitos para la educación universitaria”. A la vez, la “acreditación debe responder a la dinámica esperada para la formación inicial”. En la búsqueda por perfeccionar los procesos formativos de las carreras de pedagogía también se propuso promover el desarrollo de la investigación educativa entre los distintos actores involucrados en la formación inicial docente (académicos y estudiantes, por ejemplo). En particular, “desarrollar investigación docente”, es decir, desarrollar competencias enfocadas en la investigación pedagógica y la investigación acción. El aporte de este enfoque podría ser “recabar informaciones a través de investigaciones prácticas pedagógicas para modificar estructuras curriculares que son flexibles”. Esto tiene que ver con un cambio de paradigma formativo, en la medida que implica “Entender que la formación inicial se ve favorecida con la investigación (la investigación una estrategia para la formación y desarrollo del profesor)”. Y en esta línea, se propone que “los profesores que trabajan en FID tienen que ser investigadores”. Una de las críticas más contundentes planteadas al enfoque actual de la formación inicial docente fue la desconexión entre dicha formación y las realidades escolares. Por una parte, se señaló que en general la formación de profesores está orientada mirando a un Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP Camino Nido de Aguilas 14.557 5 alumno “normal”, es decir, un alumno promedio o ideal, sin atender a la diversidad ni a los diferentes contextos en que se desarrollan los procesos de enseñanza y aprendizaje a nivel escolar y preescolar. Una propuesta asociada es la de definir “perfiles de egreso en base al contexto”, de manera de “formar docentes competentes para desempeñarse con la diversidad de contextos sociales”. Sin perjuicio de lo anterior, se menciona que la formación debe “enfocarse en cómo el alumno aprende, que sea significativo independiente del contexto”. En esta línea, un diagnóstico recurrente fue el carácter esporádico de los vínculos entre las universidades o las facultades y los centros de prácticas. Una crítica precisa, por ejemplo, refiere al “poco vínculo de los profesores universitarios con las aulas del sistema educativo”, cuando lo necesario sería contar con “formadores que tengan experiencia y vinculados con el sistema escolar”. Esta débil relación entre las instituciones formadoras y el medio laboral pondría en riesgo la coherencia entre la formación y la realidad del ejercicio profesional. Por tanto, se requiere potenciar una “universidad vinculada con el medio laboral docente”. En esta línea, por ejemplo, varios de los grupos de discusión coincidieron en la importancia de formar para la diversidad cultural y social en las carreras de pedagogía, esto es, “pensar la formación en relación a los desafíos del contexto escolar”, incluyendo la necesidad de potenciar la formación inicial docente para el ejercicio profesional en liceos técnicos. Otra de las preocupaciones que se repitió en las mesas de reflexión fue la necesidad de fortalecer el desarrollo de las didácticas por disciplina (“faltan más didácticas en las mallas”), destacándose que el conocimiento de una disciplina -resultando necesario- no basta para abordar los procesos de enseñanza y aprendizaje que se desarrollan en las aulas escolares. Una observación que se realiza es que “el funcionamiento de prestación de servicios de asignaturas disciplinares dificulta la integración con la didáctica”. En este sentido, se invita a repensar la relación entre las facultades relacionadas a la formación de profesores dentro de una institución de educación superior. En una perspectiva más amplia se destacó la necesidad de transitar hacia ciertos marcos comunes para los programas de formación inicial docente desarrollados a lo largo del país, un “perfil común desde la pedagogía con matices de acuerdo a contextos regionales”. De este modo se plantearon ciertos lineamientos comunes para los distintos currículos de las carreras de pedagogía, destacando elementos como poseer prácticas tempranas y progresivas, y establecer vínculos estrechos entre dichas prácticas con los ramos que paralelamente los y las estudiantes de pedagogía se encuentran cursando durante su proceso de formación. “Es importante que las instituciones formadoras de profesores den a los estudiantes una visión real del contexto educativo chileno, para lo cual es necesario contar con buenos centros de prácticas”. Finalmente se hizo mención a los procesos de selección y acompañamiento de los estudiantes de las carreras de pedagogía. Así se destacó la necesidad que los programas de pedagogía seleccionen a los mejores estudiantes para formarlos como profesores tanto aumentando las exigencias de ingreso a las carreras como también complementando los criterios de selección tradicionales con otros que consideren dimensiones psicológicas y vocacionales, pues hoy “no existe un instrumento [de selección] orientado a la pedagogía”. Mientras que respecto al establecimiento de sistemas de acompañamiento y nivelación de los Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP Camino Nido de Aguilas 14.557 6 estudiantes de las carreras de pedagogía se destacó como otro medio para mejorar la calidad de la formación inicial docente. En síntesis, se propone un sistema de ingreso “con alta selectividad, que asegure las habilidades básicas o la nivelación en competencias que son precursoras de las competencias pedagógicas (o nivelación)”. 2. ROL DEL ESTADO EN LA FORMACIÓN INICIAL DOCENTE Las discusiones tendieron a enfatizar el rol articulador del Estado. Es decir, en general se concibió al Estado como una institución encargada de generar y fortalecer vínculos entre los distintos actores del sistema de formación inicial docente con miras a resguardar la coherencia del sistema de formación docente. En esta línea, el Estado debiera generar espacios de encuentro y colaboración entre las instituciones de educación superior que forman profesores, “promover encuentros entre actores de la educación en forma sostenida” e “instancias para que las instituciones se piensen a sí mismas (involucrando a todos los actores). Fomentar el compromiso de sus actores y brindar posibilidades de formación permanente”. En el trabajo grupal además se advirtió sobre el rol regulador del Estado en materia de formación inicial docente. Al respecto, se indicó que éste debiese promover el establecimiento -mediante procesos participativos- de ciertos criterios comunes que otorguen un grado básico de homogeneidad a las carreras de pedagogía en cuanto a criterios de ingreso; lineamientos curriculares; sistemas de prácticas; experiencia universitaria; vinculación con escuelas; organización y relaciones académicas (facultades de educación y facultades disciplinares); articulaciones entre licenciaturas y pedagogías, etc. “Debe existir un piso por parte del Estado, qué se espera, un criterio común y de base”. Junto con lo anterior, muchas de las discusiones sugerían el establecimiento de un sistema de evaluación para la formación inicial de docentes, que permita levantar información a través de varios instrumentos para retroalimentar los procesos de formación. En efecto, se puso énfasis en la importancia del carácter formativo de este tipo de evaluaciones y en la necesidad de que éstas no se transformaran en instrumentos punitivos. Se mencionan “evaluaciones de la gestión de las universidades en la formación de profesores”, “evaluación formativa y de resultados para mejorar nuevos procesos formativos”, “evaluación permanente del proceso y los actores”, “evaluación formativa del proceso de elaboración de programas”, “sistema de evaluación apuntando a la valoración del trabajo hecho por los estudiantes universitarios, esto es, no hacer una evaluación punitiva sino constructiva”, etc. En consecuencia las reflexiones propendieron hacia un rol activo del Estado como un agente promotor, articulador y regulador del sistema de formación inicial docente, esto, resguardando su coherencia, regulando su unidad, y retroalimentando su quehacer Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP Camino Nido de Aguilas 14.557 7 (“regulador, convocador, facilitador; armonizar (alinear) el sistema educativo en todos sus niveles”). Asimismo, se reconoció al Estado un rol docente en el ámbito de la formación continua de los docentes del país. “La formación continua debe ser una cosa de estado, e invertir en sus docentes, en pasantías, etc.”. En esta línea, se nombró al CPEIP como institución históricamente protagónica en el perfeccionamiento de los profesores del país, y se afirmó que este rol debe continuarse y extenderse. 3. PROFESIÓN DOCENTE Entre las ideas fuerza sobre profesión docente destacó la tendencia a asumirla como una labor específica que requiere necesariamente de quienes la desempeñan cursar una carrera de pedagogía. En la línea de consolidar la profesionalización de la docencia, se sugiere terminar con la práctica habitual de contratar como profesores a profesionales de otras áreas distintas a la pedagogía. En efecto, en varios grupos se planteó evitar la presencia de profesionales de otras áreas ejerciendo como profesores, reivindicando la exclusividad del ejercicio profesional (“El estado regule que la pedagogía la ejerzan profesionales de la educación y no otros profesionales”). Asimismo se planteó la necesidad de generar un marco que resguarde el trabajo óptimo de los y las docentes en su quehacer profesional cotidiano. De este modo destacaron propuestas referidas a “mejorar las condiciones laborales de los profesores”. Por un lado, actualmente la mayor parte del profesorado no cuenta con una cantidad de horas fuera de aula suficiente para planificar, corregir evaluaciones, realizar labores administrativas, etc., y deben utilizar parte de su tiempo libre para suplir este déficit horario. Por tanto, se hace necesario en primer término equilibrar la proporción de horas lectivas y no lectivas para que los profesores cuenten con el tiempo necesario para realizar sus tareas asociadas a la enseñanza en horarios de trabajo y no en el hogar. En la misma línea, se menciona la situación contractual de muchos profesores, que no les entrega estabilidad laboral, lo cual afecta su desempeño. Se sugiere que corresponde al Estado “dignificar (…) la carrera docente desde su formación hasta lo laboral (sueldo, n° de alumnos, 50/50 trabajo aula y administrativo)”. Por otro lado, también se plantea como esencial el potenciar la formación continua de los y las docentes. Esto en un marco que garantice gratuidad y facilidades de acceso a cursos de capacitación de calidad: “formación continua pertinente y de calidad financiado por el Estado”. Un último elemento de la dimensión del ejercicio profesional docente que surgió recurrentemente en las mesas de trabajo grupal fue la necesidad de fortalecer la valoración de la profesión docente en la sociedad chilena: “lograr una valoración, reconocimiento público, dignificación de la carrera que debe comenzar por nosotros”. Este objetivo, según varias de las discusiones, puede alcanzarse mediante procesos de profesionalización de la docencia y generando mecanismos que hagan más atractivo los estudios de pedagogía considerando Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP Camino Nido de Aguilas 14.557 8 factores como los salarios, la distribución de la carga horaria y las condiciones laborales que se viven cotidianamente en las escuelas. Es decir, se trata de potenciar la valoración social, profesional y económica de la carrera docente, de “recobrar la identidad y el valor de la profesión docente, en el aula, en los centros educativos y en la sociedad”, de manera que refleje la importancia que la sociedad le atribuye a esta profesión. 4. TEMÁTICAS TRANSVERSALES EDUCACIÓN PARVULARIA Uno de los temas que abunda en las conversaciones desde múltiples aristas es la necesidad de fortalecer la Educación Parvularia, tanto la formación inicial como la profesión misma. Las discusiones recalcan una falta de reconocimiento social a la profesión de los y las educadores/as de párvulos, reflejada en bajos sueldos y condiciones laborales deficientes. Además se señala que en general existe poca coherencia entre la educación de párvulos y la enseñanza primaria, y escasa relación entre educadores de párvulo y profesores de primaria. Al respecto, surgen algunos lineamientos como el aumento sustantivo de salarios, la incorporación a la carrera docente, el fortalecimiento de la formación inicial, el fomento de la formación continua y la articulación entre la educación de párvulos y la educación escolar. VISIÓN NACIONAL DE FID Muchas de las discusiones coincidían sobre un mismo punto: la necesidad de alcanzar una visión común sobre la formación inicial docente. Esto es, generar un proyecto nacional de formación inicial docente, parte de un “proyecto nacional de educación”, que entregue lineamientos comunes para las carreras de pedagogía y criterios comunes para su organización y funcionamiento, aunque sin dejar de respetar la autonomía del proyecto formativo de cada universidad. “El Estado debe velar por un currículum troncal para cada pedagogía, dejando espacio para que cada universidad desarrolle su misión y visión, cumpliendo a los menos este currículum troncal”. EL MERCADO EN LA EDUCACIÓN Un último punto al que arriban frecuentemente las discusiones dice relación con la presencia de principios de mercado en la organización del sistema escolar. En particular, se menciona el principio de competencia en el sistema de formación inicial docente. Las actas de las discusiones reflejan bastante consenso al respecto, argumentando en contra de la competencia como principio rector de las relaciones entre estudiantes, profesores, instituciones y en todo nivel. Se plantea la colaboración como principio a promover en el sistema de formación inicial docente. En esta línea, se propone por ejemplo “generar espacios para intercambiar experiencias entre universidades”, tarea que le competería al Estado. Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP Camino Nido de Aguilas 14.557 9 5. PUNTOS DE TENSIÓN En las discusiones emergen tres puntos centrales de tensión, relacionadas a los planteamientos anteriormente señalados. 1) El primer núcleo de tensión enfrenta a una visión que reconoce la necesidad de mayor regulación por parte del Estado en un sistema altamente desregulado, con una visión que reconoce el valor de la autonomía de las universidades para definir sus propios proyectos formativos. Por una parte se alega “poca regulación del Estado a las universidades, dejando a las casas de estudio a sus propias fuerzas” y que “la formación inicial [de docentes] debe ser política de Estado”. Por otro lado, se indica que se debe “proteger los proyectos universitarios que aportan de alguna forma a cubrir las necesidades de la sociedad”. 2) Otro punto de tensión, relacionado al anterior, surge entre la perspectiva que exige criterios comunes para la formación y el currículum, y aquella que pregona una formación que atienda a la realidad del contexto en el que se inserta la universidad y a la realidad escolar. “La formación inicial docente debe comenzar de una base curricular, no especifica de pedagogías”. “El Estado debe ajustar un proyecto educativo que represente la identidad de Chile, considerando su variedad demográfica. Y también rescatando lo latinoamericano y lo étnico”. 3) Un último punto que tensiona las discusiones refiere al papel que juegan las evaluaciones. Por un lado, se plantea que existe un exceso de evaluaciones, en particular de aquellas estandarizadas: “evaluaciones estandarizadas que soslayan aspectos generales a la tarea pedagógica, como la formación de la persona”. Por otro lado, también se defiende necesidad de evaluar para recoger información. Estas críticas tienen en común que ambas destacan negativamente el carácter punitivo de las evaluaciones, junto con su escasa capacidad de abarcar todas las dimensiones relevantes del quehacer docente. Esta tensión se resuelve en la medida en las evaluaciones poseen precisión diagnóstica en lugar de sumativa, y función formativa en lugar de punitiva. “Es necesario innovar en estándares de evaluación”. Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP Camino Nido de Aguilas 14.557 10 CONCLUSIONES Las temáticas planteadas para orientar la discusión dieron pie a ciertas líneas argumentativas que se reiteraron en las diferentes mesas de discusión. Aunque la discusión estaba dirigida hacia la formación inicial docente, fue inevitable reflexionar sobre la docencia como carrera y como profesión. En tal reflexión el punto central fue la valoración de la profesión docente y cómo ésta se refleja en determinadas condiciones laborales y salariales. Por su parte, la discusión que refirió a la formación inicial de docentes propiamente tal puso énfasis en la necesidad de definir lineamientos comunes para los programas de pedagogía. En este sentido, se recalcó el rol del Estado como promotor de tales criterios básicos, y como articulador de las instituciones que forman profesores. En este sentido, se le reconoce el papel de resguardar la coherencia del sistema de formación inicial docente. Las discusiones en general permitieron levantar ciertos sentidos comunes respecto a la formación inicial de docentes. Diagnósticos compartidos que eran tácitos se hicieron explícitos, se desarrollaron reflexiones conjuntas y se generaron visiones colectivas respecto a los lineamientos que debe seguir hacia el futuro la formación inicial de docentes en Chile. Para 2015 se contempla repetir este hito en un Segundo Encuentro Nacional de la Formación Inicial de Docentes, a realizarse en octubre y cuya temática referirá a la relación entre la pedagogía y las disciplinas que se imparten en el currículum escolar. Para esta segunda versión se espera ampliar la convocatoria y dar énfasis a las instancias de discusión. Sin duda, este evento será un aporte al debate público en el contexto de una reforma educacional que contempla una nueva política nacional docente para nuestro país. Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP Camino Nido de Aguilas 14.557 11