LITISCONSORCIO Y TERCERÍA COADYUVANTE. DIFERENCIAS

Anuncio
197453. II.1o.C.T.80 C. Tribunales Colegiados de Circuito. Novena Época. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo VI, Noviembre de 1997, Pág. 491.
LITISCONSORCIO Y TERCERÍA COADYUVANTE. DIFERENCIAS. La legitimación ad
causam es la adecuación entre el titular de un derecho subjetivo y quien ejercita la acción y
en virtud de referirse al actor se llama legitimación activa y cuando se vincula con el derecho
subjetivo de que se ostenta titular el demandado y en él apoya sus excepciones recibe el
nombre de legitimación pasiva; es decir, que la legitimación ad causam se identifica con la
vinculación de quien invoca un derecho subjetivo que la ley establece en su favor, sea actor o
demandado, y que hace valer mediante la intervención de los órganos jurisdiccionales cuando
ese derecho es violado. De manera que en un procedimiento están legitimados para actuar
tanto el actor como el demandado y esa participación de actor y demandado es lo normal en
juicios contenciosos. Empero, hay procesos en que intervienen partes complejas, esto es,
varias personas físicas o morales figurando como actores contra un solo demandado o un
actor contra varios demandados y la primera da lugar al litisconsorcio activo y la segunda al
litisconsorcio pasivo, pero ya sea activo o pasivo los litigantes siempre actuarán unidos, pues
tienen el mismo interés; los que pueden configurarse desde el inicio del procedimiento y
recibirá el nombre de originario, es decir, cuando un actor entabla una demanda contra varios
demandados o cuando varios actores demandan a un demandado, y se llamará sucesivo
cuando esa parte compleja se integra posteriormente, o sea, después de iniciado el
procedimiento, a instancias de parte interesada. También en un proceso pueden intervenir
otras personas que reciben el nombre de terceros y esta participación puede ser de diferente
naturaleza, ya que el tercero puede deducir un derecho propio distinto del actor o del
demandado, y esta intervención se vuelve principal, pues el tercero hace valer un derecho
propio. En cambio, cuando el tercero interviene coadyuvando con cualquiera de las partes,
esto es, actor o demandado en la defensa del derecho subjetivo hecho valer, recibe el nombre
precisamente de tercero coadyuvante, pues interviene para sostener las razones de un derecho
ajeno y puede comparecer al juicio en forma espontánea o provocada, ya que la sentencia que
se dicte puede pararle perjuicios y, por ello, puede comparecer a juicio en cualquier
momento, siempre y cuando dicha sentencia no haya causado ejecutoria. Lo anterior, se
corrobora con la tesis jurisprudencial que se encuentra visible a foja 458, Quinta Época,
Tomo XVIII, del Semanario Judicial de la Federación, intitulada: "TERCERÍAS
COADYUVANTES.". Luego, la institución del litisconsorcio sea activo o pasivo es diferente
a la de tercero coadyuvante, pues en la primera si bien intervienen varias personas del lado
del actor o del demandado, lo cierto es que tienen el mismo interés y en cambio en la
segunda, el tercero no comparece al juicio defendiendo un derecho propio sino que pertenece
al actor o demandado con el que coadyuva, porque la sentencia que se dicte podrá pararle un
perjuicio si es adversa a la parte con quien coadyuva.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS CIVIL Y DE TRABAJO DEL
SEGUNDO CIRCUITO.
Amparo directo 539/96. José Rojas Domínguez. 13 de julio de 1996. Unanimidad de votos.
Ponente: Enrique Pérez González. Secretaria: Vianey Gutiérrez Velázquez.
-1-
Descargar