Salduie, ciudad ibérica

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Salduie, ciudad ibérica
MARÍA PILAR GALVE IZQUIERDO
La arqueología zaragozana disfrutó de un ímpetu en las décadas de 1980 y 1990
que no ha tenido continuidad. Los hallazgos de esa época, vistos en conjunto,
dibujan en el cuadrante noreste del casco antiguo zaragozano la presencia de
los primeros pobladores (del Neolítico Final y Bronce Final/Hierro I) más los
relativos a la ciudad cuyo nombre nos es conocido por textos antiguos y la
numismática: Salduie, ciudad de los sedetanos.
Su momento de mayor esplendor puede situarse –según la documentación escrita
y los hallazgos arqueológicos– entre los últimos decenios del siglo II y la primera
mitad del I a.C., y de alguna manera debió continuar hasta su transformación
en la colonia Caesaraugusta, hacia el 15 a.C., cuando los colonos fundadores,
legionarios veteranos, constituirán un nuevo espacio urbano y cívico romano
mediante la asimilación de la población indígena que ya estaba romanizada
(Estrabón III 2.15, en su referencia a la fundación de ciudades mixtas como Pax
Augusta, Emerita Augusta y Caesaraugusta).
Su nombre aparece en dos textos escritos en latín sobre soporte de bronce. El
Bronce de Áscoli recoge el decreto de Cneo Pompeyo Estrabón, por el que se
concedió la ciudadanía romana a treinta jinetes hispanos de diversa procedencia,
posiblemente reclutados en Salduie por su situación privilegiada, ciudad a la
que pertenecían los cuatro primeros de la lista y que dieron nombre a la Turma
Salluitana. A estos jinetes se les premiaba por su valerosa actuación en el asedio
de Asculum (Áscoli, Italia) durante la guerra de los Aliados en el año 91 a.C.
(Bellum Sociale), fechándose el documento en noviembre del año 89 a.C. El
otro documento es la Tabula Contrebiensis, donde se grabó un texto jurídico
del año 87 a.C., en el que el praetor C. Valerio Flaco sancionaba una decisión de
los magistrados de Contrebia (Botorrita, Zaragoza) por un pleito de aguas entre
Salduie y Alaun (Alagón, Zaragoza).
Ubicada junto al Ebro, tenía por vecinos a vascones y celtíberos, y acuñó moneda.
La amonedación de Salduie participa de las características del grupo sedetano,
con piezas que suelen tener tres delfines rodeando una cabeza varonil imberbe
en el anverso y un jinete con palma en el reverso. La acuñación fue solo en
bronce. La metrología es semiuncial, típica de la zona y de la época. El inicio de
su acuñación se sitúa a finales del s. II a.C., perdurando su emisión durante el
primer tercio del s. I a.C., y la importancia de este momento se ve reflejada en
los hallazgos de estructuras domésticas en un espacio estimado en 10 o 12 ha
(actuales barrios de La Seo, el Boterón y la Magdalena). Las monedas de Salduie
continúan en uso en época de Augusto, en cuyos niveles son frecuentes.
A grandes rasgos, la arqueología ha desvelado hasta hoy ambientes domésticos
datados fundamentalmente en la transición de los siglos II al I a.C., y abandonados
86 Delimitación Comarcal de Zaragoza
hacia la mitad del I a.C.,
aunque en algún caso pudo
haber una perduración en
época altoimperial, caso
del triclinio de Don Juan
de Aragón que se encontró
perforado y cubierto por un
vertedero tardío.
Anverso y reverso de moneda de Salduie
(Museo de Zaragoza)
Los restos hallados son los habituales en la arquitectura ibérica de la zona: muros
de aparejo regular, en piedra de alabastro en la parte inferior, con alzado de
adobes o barro y paredes enlucidas de yeso. Los suelos se componen de gravilla
con arcilla endurecida en la parte superior. En las habitaciones había hogares de
forma circular o rectangular, revestidos de arcilla o cerámica; diversos depósitos
servían de almacenamiento en el interior de las habitaciones. Son numerosas las
piezas propias de una actividad doméstica (pesas de telar, fusayolas, afiladeras,
lascas de sílex; objetos de bronce y hierro).
Del contexto arquitectónico y decorativo, así como del material mueble, se
desprende la convivencia en la etapa tardo-republicana del mundo ibérico y del
latino, constatándose una cultura material híbrida, con un componente indígena
importante. Espacios domésticos propios de la construcción prerromana conviven
con casas pavimentadas con opus signinum de factura y diseño itálico (C/ Juan de
Aragón, 9; Torrellas, 1). Sin duda el hallazgo más espectacular lo ha constituido un
comedor (triclinium) de 30 m2 y módulo 2 x 1, con bella decoración.
La cerámica constituye el principal medio para fechar estos hallazgos, y sin duda
la cerámica romana de barniz negro o campaniense es el mejor testimonio.
Comparten uso con los enseres de cocina y vajilla ibéricos también lucernas
tardo-republicanas, cerámica de paredes finas, jarritos y vasos globulares de pasta
y engobe gris. La cerámica ibérica pintada con sus formas características, entre
otras el kálathos y el thymaterion, tiene presencia importante en estos niveles,
y también las vasijas acanaladas de
pasta depurada, otras de cocina, a
mano o a torno y grandes tinajas.
Hay testimonios reveladores de la
economía y los gustos del momento
con la importación de ánforas:
a Salduie llegó vino de Italia, de
la costa catalana y salazón de la
Bética. Incluso aquí, en el solar de
la C/ Juan de Aragón, 9, se extravió
una moneda frigia (de Apamea
Detalle de pavimento de opus signinum
del Menandro), afortunadamente encontrado en la calle D. Juan de Aragón 7-9 de
recuperada.
Zaragoza. Mediados siglo I a.C.
De la Historia 87
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