ESCRITORAS EN LA GRAN PANTALLA. LA LEGIÓN DE LA

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nº 50, Julio, Agosto y Septiembre 2011
revista de ciencias sociales
ISSN 1696-7348
ESCRITORAS EN LA GRAN PANTALLA.
LA LEGIÓN DE LA DECENCIA VS. LA FÁBRICA DE SUEÑOS [1]
Rosa María Ballesteros García
Universidad de Málaga
Introducción
El sociólogo e historiador de cine Pierre Sorlin [2] escribió que “la memoria funda la
historia” y que el historiador es, en el fondo, “el escribano de la historia colectiva”.
Sabias palabras de uno de los autores de referencia obligada en los trabajos de
investigación sobre la relación cine/historia. Lillian Hellman (1905-1984), dramaturga
de Louisiana y compañera del escritor Samuel Dashiell Hammett (1894-1961) [3],
ejerció como escribana al detallar el “tiempo de canallas” que ambos padecieron durante
los años de la caza de brujas dirigida por Joe McCarthy (1908-1957). Fueron años en
que el propio Hammett creador de personajes tan famosos como “Sam Spade”, el
detective encarnado por Bogart en El halcón maltés [4] y otros muchos compañeros,
acusados de simpatizar con el comunismo, dieron con sus huesos en la cárcel (como el
propio Hammett) o soportaron la persecución, los despidos, el desprecio o el odio de los
buenos patriotas norteamericanos.
Eran tiempos que ya anticipaban escritores “malditos” como F. Scott Fitzgerald (18961940), William Faulkner (1897-1962) o el Nobel Ernest Hemingway (1899-1961),
autores todos que han sido llevados a la gran pantalla [5], como también lo fue el
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dramaturgo, y también Nobel Eugene O´Neill (1888-1953), suegro de Chaplin (a su
pesar), todos ellos retratistas poco halagadores del sistema en su denuncia del
puritanismo victoriano. Pero es quizás otro Nobel, Sinclair Lewis (1885-1951), uno de
los escritores que mejor describió aquellos tiempos. A través de sus personajes satiriza a
la burguesía norteamericana y sus entresijos (mercantiles y religiosos), como los
retratados en la considerada por sus críticos su mejor obra, Babbit (1922), llevada al
cine en dos ocasiones: Harry Beaumont dirigió la primera versión muda en 1924, con
Willard Louis y Mary Alden y William Keighley la segunda, sonora, en 1934, con Aline
MacMahon y Guy Kibbee.
Sin abandonar esta línea no podemos olvidar a la gran periodista Ida Tarbell (18571944), pionera de lo que hoy conocemos como periodismo de investigación, y
verdadero martillo con sus crónicas de denuncia social [6]. Fueron tiempos, en fin, en
los que muchos de los profesionales del cine se vieron atrapados en una violenta espiral.
Las delaciones, el rechazo y, en el “mejor” de los casos, el ostracismo, determinaron sus
vidas, en algunos casos poniendo fin a una brillante carrera dentro de aquella industria
y, en otros, obligados a travestirse bajo el disfraz de uno o varios pseudónimos para
poder seguir trabajando.
Con estos antecedentes se puede ya intuir que nuestra propuesta va a tratar de cine y
censura, dos aspectos a los que sumaremos un tercer componente: “el segundo sexo”,
como lo bautizó Simone de Beauvoir; una muestra de mujeres de aquella industria:
directoras, guionistas, editoras…, profesionales en suma, que se vieron envueltas por la
ola inquisidora de La Legión Católica de la Decencia [7]. Vamos pues, utilizando ese
juego cinematográfico denominado flashback [8], a dar un salto atrás en el tiempo para
recuperar, como ya apuntamos, algunas de las figuras más representativas del colectivo
y las películas que sufrieron los rigores de los centinelas de la moral [9].
Para elaborar el presente trabajo, dedicado a las profesionales que trabajaron en lo que
se conoce por “La Meca del cine”, es decir, Hollywood, nos hemos inspirado en lo que
la investigación feminista ha venido denunciando desde sus inicios: “hacer visible lo
invisible”, fundamental preocupación de la Feminist Film Theory [10]. Especialistas
como Annette Khun, Ann Kaplan o Teresa de Laurentis, por citar algunas, llevan ya
décadas contribuyendo al reconocimiento público de muchas de las mujeres que
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trabajaron en la industria cinematográfica, bien a partir de la vía fílmica utilizando la
semiótica y el psicoanálisis bien a través de la vía sociológica. Por esta última transita
la profesora Sharon Smith quien, gracias sus trabajos historiográficos, y a su
implicación para rescatar del olvido o lo que es mas lacerante, del ninguneo y del
silencio a mujeres de la talla de la francesa Alice Guy (1873-1968) [11], podemos
conocer muchos de estos nombres olvidados. Smith viene reivindicando para la Historia
a aquéllas que habían contribuido a hacer del cine lo que hoy es aunque, todo hay que
decirlo, tanto el cine como la televisión han reforzado y legitimado todo tipo de
estereotipos sobre la mujer, de forma que algunas de las actrices que se hicieron
famosas apenas son conocidas por sus trabajos tras las cámaras. Ellas mismas cuidaban
generalmente de pasar inadvertidas para no perjudicar su imagen y sus intereses,
reforzando con ello las palabras de la profesora Begoña Siles cuando indica que “las
mujeres pululan entre imágenes ancladas en el juego binario de la representación
occidental” [12]. Y en ese juego dual las mujeres, las actrices, representadas en la
pantalla por dignas hijas de Clara Bow, Louise Brooks, Mary Astor, Lili Damita
(amante de Diettrich) o Corinne Griff, por citar sólo unos nombres, ejemplo inadecuado
y espejo prohibido para la novia ejemplar, la buena esposa y la mejor madre en
oposición a las recatadas y contenidas “Novias de América” (por aquello del Ideal y
dignas “hijas de María”), encarnadas en Mary Pickford, Lillian Gish o Mary Miles (ésta
última, por cierto, se vio apeada del podio de chica buena cuando la prensa descubrió
que mantenía un romance con un maduro y casado productor al que asesinaron).
Por otra parte, durante aquellos “locos años veinte” que anteceden y dan paso a la
creación de la Legión Católica de la Decencia en 1933, varios escándalos azotaron el
“mundillo” hollywoodiense; historias siniestras asociadas a temas escabrosos y
relacionados con drogas, alcohol o sexo que acabaron en algunos casos en muertes
trágicas, como fue el caso del popular cómico Roscoe Arbuckle [13], envuelto en un
caso de violación con desenlace de muerte de la chica, una joven aspirante a actriz de
nombre Virginia Rappe. También el asesinato del director William Desmond Taylor y
las revelaciones acerca de su bisexualidad soliviantaron a la opinión pública, así como
la muerte relacionada con el consumo de drogas del actor Wallace Reid, o las de otras
actrices por la misma causa: Olive Thomas (1894-1920), la primera flapper,
envenenada, al parecer accidentalmente, al confundir un preparado de cloruro de
mercurio destinado a su marido, enfermo de sífilis; Bárbara La Marr (1896-1926),
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muerta por una sobredosis de heroína a la que se aficionó, se dijo, para poder soportar el
ritmo de vida a que se veía sometida; Jeanne Eagels (1890-1929), quien falleció de
manera súbita, sin que se aclarasen las causas exactas del fallecimiento, aunque se
apunta al alcohol o la heroína, o también Alma Rubens (1897-1931), con continuas
entradas y salidas en clínicas de desintoxicación por su adición a la cocaína. Chicas
malas, malas; malas en definitiva, que se habían saltado todas las reglas escritas y por
ello habían pagado un alto precio; eso sí, después de haber inflado los bolsillos de sus
productores.
Finalmente, incidiendo en la línea del castigo femenino, en Estados Unidos la represión
contra el lesbianismo se acentuaba, hasta tal punto, que algunas actrices fueron
encarceladas por ello, como fueron los casos de Helen Menken (1901-1966), casada en
tres ocasiones (la primera con Humphrey Bogart) detenida y llevada a prisión mientras
representaba en Broadway la obra La cautiva, de Edouard Bourdet; o la mismísima
superestrella Mae West. Diana McLellan, antigua columnista de publicaciones como
Washington Star, The Washington Post o Washington Times trata holgadamente la
cuestión (McLellan, 2009), revelando las complejas e íntimas conexiones ocultas entre
las míticas Greta Garbo, Marlene Dietrich o Tallulah Bankhead con Mercedes de
Acosta, Salka Viertel o Alla Nazimova, considerada ésta última por muchos críticos
como “la actriz más grande del mundo” [14]. Son sólo algunos de los nombres de las
implicadas, una especie de red sáfica o “hermandad”, en el sentido más amplio del
término, que se tejió en los medios artísticos, intelectuales y cinematográficos
norteamericanos de los años 30 y cuyos pormenores detalla Mercedes de Acosta en sus
memorias [15].
Galería de damas curiosas (e insumisas)
Como ya adelantamos, fueron muchas las actrices que trabajaron paralelamente en otras
actividades tras las cámaras. Este es el caso de Lillian Gish (1893-1993), famosa estrella
del cine mudo, autora del argumento y directora del filme de 1920 Remodeling her
husband (¡inspirador título!) [16] donde aborda, en clave de humor, la infidelidad
marital. Fue su ópera prima como directora y contó con su hermana Dorothy como
protagonista. Lillian aún conserva el record de haber sido la actriz con la carrera
cinematográfica más larga de la historia hasta el momento: 75 años. Mujer de gran
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inteligencia y conciencia de género, no dudaba a la hora de expresarse públicamente
sobre la infravaloración de las actrices. En cierta ocasión comentó, a propósito de la
diferencia sexual en los platós, que el actor Lionel Barrymore “actuó conmigo, primero
como mi abuelo, luego como mi padre y, al final, como mi marido. Si no hubiera
muerto, estoy segura de que hubiera tenido que actuar como su madre. Así es en
Hollywood: los hombres rejuvenecen, las mujeres envejecemos”.
Otra gran actriz y mito del cine mudo de Hollywood, Mary Pickford (1893-1979),
reconocida como “La novia de América” y amiga de Lillian, es otra de las pioneras a
quien apenas se le reconoce su faceta como productora y guionista, labor desarrollada
especialmente durante los años 20. En 1919 fundó junto a Charles Chaplin, David W.
Griffith y Douglas Fairbanks, su marido, la United Artists. Obtuvo el Oscar a la mejor
actriz en 1929 por su interpretación en Coquette, su primer film sonoro (que también
produjo), dirigido por Sam Taylor y guión de George Abbott y Ann Preston Bridgers
(1871-1967), también actriz, dramaturga, y mecenas de las artes. Mary, mujer de
profundas convicciones, su conciencia social no se limitó sólo a la defensa de su género,
ya que en más de una ocasión confesó públicamente: “Nunca he olvidado que yo soy
una servidora del pueblo” [17].
En la misma línea de las anteriores se sitúa Lois Weber (1882-1939), directora durante
la etapa del cine mudo de títulos como The Hand that Rocks the Cradle (La mano que
mece la cuna) de 1917, un homenaje a Margaret Sanger, la fundadora del Movimiento a
favor del Control de la Natalidad en aquel país [18]. Considerada como la directora más
importante de aquella época, no se cansó de retratar el realismo social. En sus películas
trató temas con los que siempre estuvo comprometida: el control de la natalidad, el
aborto o la prostitución a través de filmes como Where are my children? (1916) o
Hypocrites (1915) desde una óptica, eso sí, de base profundamente cristiana; algo que
no le sirvió, en absoluto, para que censura y crítica se cebaran con ella y su con su obra.
Trabajó para la Universal. Entre sus mejores títulos, los filmes de 1921: Too Wise wives
(Esposas demasiado inteligentes) con Louis Calhern, Claire Windsor, o The blot (La
mancha) con Philip Hubbard, Margaret McWade y Claire Windsor. Los últimos años de
su vida los pasó trabajando como script para la Universal [19].
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Son sólo unos nombres espigados entre el colectivo femenino del medio
cinematográfico, compañeras de una serie de profesionales que padecieron los rigores
de la cruzada moral, iniciada en los años 30 en los EEUU, que se prolongaría hasta bien
entrados los años 60. Entre ellas, la ya citada Lillian Hellman, escritora de gran éxito,
que vio varias de sus obras llevadas al cine en filmes como La calumnia (1934), Las
acosadas (1939), Una mirada al Rin (1941), El viento inquieto (1944), Otra zona del
bosque (1946), La alondra (1955) o Juguetes en el desván (1960). En 1952, Hellman
fue llamada a comparecer ante el Comité de Actividades Antiamericanas, donde declaró
sobre su colaboración con los llamados movimientos izquierdistas, pero se negó a
denunciar a ninguno de sus amigos o conocidos. En 1970 recibió el Premio Nacional de
las Artes y las Letras por su autobiografía Una mujer inacabada (1969), antecedente de
otra obra autobiográfica: Pentimento (1973), que sirvió como base argumental para la
película Julia (1977), interpretada por Venessa Redgrave (premiada por ello con un
Óscar) y Jane Fonda. Hellman puso punto final a su autobiografía con Tiempo de
canallas (1976). Durante la Guerra Civil española actuó como corresponsal de guerra.
Como guionista de cine intervino en los filmes censurados: These Three (Infamia), de
William Wyler, rodada entre 1935-36, con guión basado en su obra The children´s our
(1934), una historia que gira sobre una falsa acusación de lesbianismo llevada a cabo
contra dos profesoras. Una versión posterior (1961), del mismo Wyler, fue interpretada
por Audrey Hepburn, Shirley McLaine y James Gadner; tanbién como guionista
intervino en el filme Dead end (Punto muerto/Callejón sin salida), película de 1937,
dirigida de nuevo por Wyler. La película, nominada a cuatro Oscar, pone el dedo en la
llaga sobre el impacto de la depresión económica a través de dos personajes: un
arquitecto desempleado y el gángster Baby Face Martin.
Otra profesional de mirada insumisa es la californiana Doris Anderson (1897-1971),
guionista y autora de numerosos argumentos de películas entre 1925 y 1950. Entre 1927
y 1931 trabajó para la Paramount y después para los principales estudios de Hollywood,
así como para muchos de los independientes. Intervino como guionista en varios filmes
censurados como Men call it love (Entre casados, 1931), de Edgar Selwyn, filme
acusado de desmoralizador “por su manera de abordar el matrimonio”. En 1934
participó en otras tres películas vetadas: Glamour (Fascinación), de W. Wyler, basada
en una historia de Edna Ferber que narra la vida de la actriz Linda Fayne, tan ocupada
con su carrera que no tiene tiempo para su bebé; Straigth from the heart (Directo desde
6
el corazón), de Scout R. Beal y Uncertain Lady, de Kart Freund son los títulos que
conforman el lote personal tachado de inmoral.
Dorothy Arzner (1897-1979), nacida también en California cambió la carrera de
medicina por el cine. Directora pionera [20] de títulos como Get Your Man, Ten Modern
Commandments, La reina de la moda (1927); Manhattan Cocktail (1928); La loca
orgía; Galas de la Paramount, Anybody's Woman, Paramount on Parade, Sarah and
Son, Behind the Make-Up (1929); Working Girls, Honor entre amantes (1931); Tuya
para siempre (1932); Christopher Strong (1933); La reina del Boulevard (1934); La
mujer sin alma (1936); The Bride Wore Red, The Last of Mrs. Cheyney (1937); Dance,
Girl, Dance (1940) o First Comes Courage (1943). Fue también editora y guionista de
numerosos filmes como Sangre y arena (1922), When Husbands Flirta (1925) o Old
Ironsides (1926). De los títulos censurados en los que participó, destacamos el filme
Nana (La reina del Boulevard), dirigido por ella misma en 1934, con guión basado en
una muy libre versión del clásico de Emile Zola (1840-1902), con Anna Sten y Lionel
Atwill [21]. En el filme de 1925 The red kimona (El kimono rojo), de Walter Lang,
Dorothy fue la responsable del guión en que dos agentes, uno americano y otro japonés,
compañeros en la guerra de Corea, deben investigar el asesinato de una bailarina de
streap-tease que se ha cometido en Los Ángeles. Se hizo una nueva versión en 1959 que
dirigió, produjo y elaboró el guión Samuel Fuller.
Clara S. Beranger (1886-1956) [22], nacida en Baltimore, trabajó como guionista,
autora de argumentos y adaptadora de numerosos filmes, especialmente durante la
época muda y hasta los años 30, con títulos como: Memories of His Youth (1913); The
Golden Wall (1918); Her Husband's Trademark (1922); Don Juan's Three Nights
(1926) o The Social Register (1934). Clara fue profesora de la USC School of
Cinematic Arts, junto a otros famosos actores como Douglas Fairbanks o Mary
Pickford. Clara fue la guionista del filme censurado Anna Karenina (Ana Karenina),
dirigido en 1915 por Gordon Ewans [23].
También, por citar algunos de los nombres más significativos, la californiana Anita
Loos (1888-1981), escritora, dramaturga y extraordinaria creadora de diálogos, autora
de la novela corta Los Caballeros las Prefieren Rubias (1925), un éxito absoluto, que
más tarde sería adaptada al cine por Howard Hawks y protagonizado por Jane Russell y
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Marilyn Monroe. (Se hizo una versión muda en el año 1928 dirigida por Malcolm St.
Clair, con Ruth Taylor y Alice White, que se considera perdida). La novela fue adaptada
a diferentes lenguas, entre ellas el chino, se llevó al teatro en Broadway en 1926 y se
hizo un musical en el año 1949 con libreto de la propia Loos y Joseph Fields. Anita fue
la guionista del filme censurado The Girl from Missouri (Busco un millonario) (Nacida
para besar) de Jack Conway, con Jean Harlow, Lionel Barrymore y Franchot Tone. En
ella, la rubia Eadie (Jean Harlow) huye de su casa en Missouri, donde había trabajado
formando pareja de baile con su padrastro. Ya en el tren que la va alejando le dice a un
amigo, enamorado de ella, que tiene un plan para casarse con un hombre rico.
Junto a las anteriores, la actriz y guionista de origen suizo Salka Viertel (1889-1978)
hija de una culta familia judía. Fue amiga íntima de la actriz sueca Greta Garbo, con
quien coincidió en varios de los filmes protagonizados por ésta en Hollywood. Salka
llegó a los EEUU huyendo del nazismo en 1928 [24]. Intervino como guionista en tres
filmes vetados: La reina Cristina de Suecia, El velo pintado y La mujer de las dos
caras. El primero, un filme biográfico de 1933 dirigido por Rouben Mamoulian, y
protagonizado por Greta Garbo y John Gilbert, narra la vida de la reina Cristina de
Suecia, una poco convencional soberana que se negó a casarse con una cabeza real, pero
se enamoró como cualquier mortal de un plebeyo (para más INRI, español). Finalmente,
renunció al trono par vivir una vida corriente. El siguiente filme, El velo pintado, lo
dirigió en 1934 Richard Boleslawski y fue protagonizada de nuevo por la Garbo,
acompañada esta vez por Herbert Marshall. La historia, basada en una novela de W.
Somerset Maugham, gira en torno a una atractiva y solitaria mujer que realiza un viaje
por China. Decide casarse con el doctor Walter Fane pero éste, debido a su profesión,
no puede dedicarle mucho tiempo a su esposa y ella comienza un romance secreto [25].
El tercer título, La mujer de las dos caras, dirigido en 1941 por George Cukor y
protagonizada (¡otra vez!) por la Garbo y Melvyn Douglas, es una comedia romántica
en la que Garbo da vida a una instructora de esquí que da clases a un playboy. Poco a
poco se van enamorando, pero resulta que Larry tiene una novia en New York que
espera su vuelta.
Pero es quizás Mae West (1893-1980), la popularísima actriz neoyorquina, reina del
doble sentido, considerada como el primer símbolo sexual y mujer fatal de la historia
del cine, la mirada más insumisa de todas. Y no sólo la mirada. Ella lo expresaría de la
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forma más nítida al autorretratarse en una de sus más celebradas frases: “Cuando soy
buena, soy muy buena; pero cuando soy mala, soy mucho mejor”. Salvador Dalí la
inmortalizó en un lienzo, y la industria discográfica utilizó su imagen para ilustrar la
portada de un álbum de los Vétales [26]. Fue la escenógrafa y guionista de muchos de
sus filmes y fue capaz de imponer a sus partenaires, algo insólito para sus compañeras.
Ella, junto a otras dos guionistas: Jeanie McPerson y Doris Anderson fueron las
profesionales que participaron en más películas censuradas por la Liga Católica de la
Decencia (Black, 1998) [27].
Durante los años treinta intervino en cinco películas censuradas: Belle of the Nineties
(No es pecado); Every Day´s a Holiday; Go West Young Man (Hollywood te llama); I´m
No Angel (No soy ningún ángel) y Klondike Annie (La llama de Alaska). El primer
filme, de 1934, un musical dirigido por Leo McCarey, tuvo como guionista y actriz
principal a Mae, una cantante de saloon que se debate entre el amor de dos hombres que
la cortejan y un timador profesional. En Every Day´s a Holiday (Cada día es una
fiesta), el segundo título citado, una comedia dirigida en 1937 por A. Edward
Sutherland, Mae es de nuevo guionista y primera actriz en el papel de una timadora (en
1965 se rodó una nueva versión dirigida por James Hill). Hollywood te llama es una
comedia de 1936, dirigida por Henry Hathaway y guión de Mae, quien interpreta a una
actriz que seduce a un joven actor durante una gira por el país. Las críticas de la censura
cargaron las tintas sobre la presunta “ninfomanía” que emanaba el personaje
interpretado por Mae. No soy ningún ángel, una película de 1933, dirigida por William
LeBaron fue, en opinión la época, como así lo recoge Black, “el negocio del año” para
su productor. Siguiendo la misma fuente, refiriéndose al contenido de la cinta: “Aunque
no les guste, vienen a verla. Los de la Iglesia piden a gritos películas decentes, pero
todos vienen a ver a Mae West y se alejan de las películas decentes y dulces (Ibíd.:
191). Como en las anteriores, Mae fue la autora del guión. Otro de sus filmes, Klondike
Annie (La llama de Alaska), con guión de Mae, se rodó entre 1935-36 y fue dirigido,
como el anterior, por LeBaron. En ella Mae ofrece la visión satírica de una prostituta
convertida en benefactora religiosa. Entre los actores, Víctor McLaguen y Phillip Reed.
Finalmente Mae, aburrida del acoso, abandonó temporalmente el cine para retornar al
Vaudeville, ámbito mucho más permisivo. En los años 40 intervino en sólo dos filmes:
My little chickadee (1940), de Edward F. Cline y The Heat's on (1943), de Gregory
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Ratoff. Regresó de nuevo en los años 70, cuando el código Hays en Hollywood ya no
existía, con el filme Myra Breckinridge (1970), de Michael Sarne, junto a Raquel
Welch y John Carradine. Su última película, basada en una obra de la propia West, fue
Sextette (1978) co-protagonizada por Tony Curtis y por un reparto muy curioso en el
que aparecían varios músicos: Ringo Starr (The Beatles), Keith Moon (The Who) o
Alice Cooper.
En otro orden de cosas, pero abundando en la cuestión del veto, también las
producciones que se hicieron durante los años de la Guerra Civil española a favor de la
República fueron cortadas por las tijeras censoras de Hollywood, como los filmes
Bloqueo (1938), dirigido por Walter Wagner, con Madeleine Carroll y Henry Fonda; El último
tren de Madrid (1937), de James Hogan, con Gilbert Roland, Dorothy Lamour y
Anthony Quinn, o los documentales Heart of Spain, de Herbert Kline, Return to Life
(1937), de Henri Cartier-Bresson y Hebert Kline y The Spanish Earth (Tierra de
España, 1937), dirigido por Joris Ivens, todos ellos ejemplos de estos rigores [28]. La
misma suerte sufrirían los documentales Votes for Women (1912), de Hal Reid Cort, con
guión de Mary Ware Dennett y la intervención en el mismo de Jane Addams (18601935), socióloga feminista, pacifista y reformadora estadounidense; o Suffraguettes´
Revenge (1913), de Gaumont, condenados ambos a causa de sus contenidos
“indeseables” [29]. La misma suerte sufrieron sendos filmes basados en dos novelas
homónimas del escritor valenciano Vicente Blasco Ibáñez: Sangre y arena (1922),
dirigida por Fred Niblo, con Rodolfo Valentino y Lila Lee [30] y Los cuatro jinetes del
Apocalipsis (1921), de Rex Ingram, con Alice Terry y Rodolfo Valentino [31].
Y como quiera que la sombra de la censura es muy, muy alargada, nuestro país no podía
ser una excepción a la regla. Como se sabe, en España, tras finalizar la Guerra Civil en
1939 se pondrían a la tarea las autoridades competentes. De esto sabía mucho la famosa
autora de novelas rosa Corín Tellado, quien en cierta ocasión revelaría las trabas que
sufrieron muchas de sus novelas antes de su publicación, y también los “cortes” del
censor de turno, como en aquella ocasión en que le vetaron una novela donde, en un
momento dado, un hermano autoritario le daba una bofetada a su hermana. La
justificación del censor fue que “en la España de Franco esas cosas no ocurrían”.
Podemos concluir que su actividad primordial (la censura), como ocurría al otro lado del
Océano, era controlar el guión original, la copia definitiva, el doblaje y la publicidad de
10
la película en cuestión. Hasta 1962 no hubo criterios claros de censura y los directores
de cine dependían de lo que opinara el censor de turno.
Por otra parte, no podemos olvidar a otras profesionales pioneras del medio que también
combinaron sus actuaciones ante la cámara con otras actividades relacionadas con el
medio. Nombres como los de las mexicanas Mimí Derba (1893-1953), pseudónimo
artístico de María Herminia de León Avendaño, con producciones como: Sepelio de
Quinito Valverde y del aviador Arnaldo Paniagua (productora); Alma de sacrificio
(productora y actriz); En defensa propia (productora, guionista y actriz); En la sombra
(productora, guionista y actriz); Entre la vida y la muerte (productora); La soñadora
(productora y actriz); La tigresa (directora probable y productora), todas ellas de 1917;
Emiliano Zapata en vida y muerte (1919), productora. Las hermanas veracruzanas
Adriana (¿-1972) y Dolores Elhers (1903-1983), periodistas y editoras de la revista de
cine Revista Elthers (1922-1931) y directoras, entre otros títulos, de filmes como: La
industria del petróleo, El agua potable en la ciudad de México y Un paseo en tranvía
en la ciudad de México, todas de 1920; Real España vs. Real Madrid, Servicio postal en
la ciudad de México, Museo de Arqueología y Las pirámides de Teotihuacan, todas de
1921. La yucateca Cándida Beltrán Rendón (1898-1984), directora, productora,
guionista y actriz del filme El secreto de la abuela (1928). Otra veracruzana, Adela
Sequeyro (1901-1992), responsable de un extenso currículo como actriz, así como en
tareas tras las cámaras: Más allá de la muerte (1935), codirectora, actriz, productora y
guionista; La mujer de nadie (1937), directora, actriz, productora, guionista y editora y
Diablillos de arrabal (1938), directora, productora y guionista. La también actriz Elena
Sánchez Valenzuela (1900-1950), directora y cine-fotógrafa del largometraje
documental Michoacán (1936). Junto a ellas, Matilde Landeta, (1910-1999), siempre
tras la cámara o en tareas de producción o guionista, con una extensa producción entre
la que destacamos: Lola Casanova (1948), directora y guionista (adaptación); La negra
Angustias (1949), directora, productora y guionista (adaptación); Trotacalles (1951),
directora, productora y guionista (adaptación) o Nocturno a Rosario (1991), directora,
productora, productora ejecutiva y guionista. Participó también en filmes de ecos tan
españoles como La malagueña (1947) o La corte de faraón (1943) (Burton-Carvajal,
2002) [32]. Y con las citadas, algunas otras mexicanas que siguieron la saga: Marcela
Fernández Violante, María Elena Velasco, Sabina Berman, María del Carmen de Lara,
María Novaro, Dana Rotberg, Guita Schyfter, Marisa Sistach o Isabelle Tardán y, sin
11
cambiar de idioma, las argentinas María Herminia Avellaneda, María Luisa Bemberg o
Lita Stantic.
Más recientemente, actrices exitosas han seguido la misma estela que las hasta ahora
citadas. Son sólo una muestra de este universo tan desconocido las norteamericanas
Helen Hunt: Then she found me, 2008; Natalie Portman: Eve, 2008; Scarlett Johansson:
New york, I love you, 2008 o Sofía Coppola, miembro de la famosa saga italoamericana: Lick the star, 1998, Las vírgenes suicidas, 1999 o la oscarizada Lost in
Translation, 2003. (Por esta última película ganó el Óscar al mejor guión original,
además de obtener otras tres nominaciones, entre ellas la de mejor película y tres
premios Globos de Oro, entre ellos el de mejor película en la categoría de comedia o
musical). Con su nominación a los Óscar en la categoría de Mejor dirección, se
convirtió en la tercera mujer en estar nominada en esta categoría y la primera
estadounidense. Su última película hasta la fecha es María Antonieta, 2006 [33]. A esta
nómina podemos sumar a Sarah Maldoror actriz y directora francesa con ascendiente de
la isla de Guadalupe; la guionista y directora suiza Carole Roussopoulos (1945-2009);
la belga Marie Mandy; Connie Field, productora, guionista, directora y una de las más
prestigiadas documentalistas sociales del mundo o Sally Potter, actualmente un mito a la
hora de hablar de cine independiente feminista.
En esta misma línea, ya en Europa, la francesa Julie Delpy, Blah Blah Blah,
cortometraje, 1995; Looking for Jimmy, 2002; J'ai peur, j'ai mal, je meurs, cortometraje,
2004; Dos días en París, 2007; la portuguesa María de Medeiros, Capitanes de Abril,
2000; Bem-Vindo a São Paulo, Mathilde au Matin, Je t'aime, moi non plus: artistes et
critiques, todas de 2004; la alemana Margarethe von Trotta, actriz en numerosas
películas, ha recibido distinciones internacionales como el León de Oro del Festival
Internacional de Cine de Venecia por su película como directora Las hermanas
alemanas, 1981 y recientemente el Premio David de Donatello de la Academia de Cine
Italiano a la mejor película europea para La calle de las rosas, 2003. Otros títulos: El
segundo despertar de Christa Klages, 1977; Hermanas o el equilibrio de la felicidad,
1979; Los años del plomo, 1981; Locura de mujer, 1983; Rosa Luxemburg, 1986; Amor
y deseos, 1987; Félix, 1988; La africana, 1990; El largo silencio, 1993; La promesa,
1994; Yo soy el otro, 2006 y Visión. De la vida de Hildegard de Bingen, 2009. Con ella,
la también actriz y cantante Hanna Schygulla, que presentó su ópera prima como
12
directora en Cuba, un documental dedicado a una gran actriz cubana, con quien
mantiene una antigua amistad titulado: Momentos con Alicia Bustamante.
En Italia Liliana Cavani lleva tras la cámara casi medio siglo. Suyos son los filmes: San
Francisco De Asís (Francesco d'Assisi), 1966; Los caníbales (I Cannibali,1969;
L'ospite, 1971; Portero de noche (Il portiere di notte) y Milarepa, 1974; Al di là del
bene e del male, 1977; La piel (La pelle), 1981; Detrás de la puerta (Oltre la porta),
1982; Berlín interior (Interno berlinese), 1985; Francesco, 1989; Dove siete? Io sono
qui, 1993; El juego de Ripley (Il gioco di Ripley), 2002. Otra italina, Lina Wertmüller,
también escritora, comenzó a dirigir en los años sesenta. Entre sus películas: I
Basilischi, 1963; Questa volta parliamo di uomini, 1965; Rita la zanzara, 1966; Non
stuzzicate la zanzara, 1976; Mimì metallurgico ferito nell'onore, 1972; Film d'amore e
d'anarchia, ovvero: stamattina alle 10 in via dei Fiori nella nota Casa di Tolleranza,
1973; Travolti da un insolito destino nell'azzurro mare d'agosto, 1974; Pasqualino
Settebellezze, 1975; La viuda indomable y La fine del mondo nel nostro solito letto in
una notte piena di pioggia, 1978; Scherzo del destino in agguato dietro l'angolo come
un brigante da strada, 1983; Ninfa plebea, 1996. La ucraniana Larissa Shepitko,
directora de los filmes: The blind cook, 1956; Living Water, 1957; Heat, 1963; Krylya,
1966; Tu y yo, 1971; La ascensión, 1977. Directoras, finalmente, del panorama
internacional como la belga Agnes Varda, Less plages d´Agnés, 2008; la veterana
británica Ida Lupino, Not Wanted, 1949; la húngara Marta Mestzaros, Kisvilma (Az
utolsó napló), 2000; la polaca Agnieszka Holland, Julia Walking Home, 2002; la checa
Vera Chytilova, Hezké chvilky bez záruky, 2006; las neozelandesas Jane Campion,
Bright Star, 2009 y Niki Caro, En tierra de hombres, 2006; la guionista y directora
norteamericana Lizzie Borden, autora de Born in flames, 1999; o las más exóticas como
la india Mira Nair, Amelia 2009,
Nueva York, te amo, 2008 o la iraní Samira
Makhmalbaf, El caballo de dos piernas (Asbe du-pa), 2008, A las cinco de la tarde
(Panj-e asr), 2003.
En definitiva, y con ello concluimos, el presente texto no es sino la aproximación a un
tema tan fascinante como es el mundo cinematográfico, ventana abierta, pantalla y
traducción plástica de historias, nombres y momentos. Memoria viva, en resumen, de
tiempos y vidas conservados mágicamente en imágenes (mudas, sonoras, en blanco y
negro o en color) porque el cine, ese “utensilio ingenioso” como alguien lo calificó en
13
sus comienzos, no sólo sería un invento con fines recreativos, sino un fenómeno de tan
gran calado que, probablemente, ni siquiera sus creadores se hubieran atrevido a
imaginar, si bien, desde sus comienzos, comenzaron a elaborarse las teorías
cinematográficas precisando de qué forma el cine se diferenciaba de la realidad y cómo
podría considerarse una forma de arte válida. Para ello, partirían del estudio de obras de
Germaine Dulac (1882-1942), directora pionera y militante feminista francesa; los
también directores galos Jean Epstein (1897-1953) y Louis Delluc (1890-1924); el ruso
Sergei Eisenstein (1898-1948) o teóricos como el berlinés Rudolf Arnheim (19042007), el húngaro Béla Balázs (1884-1949) o el alemán Siegfried Kracauer (18891946). Arquitecto e ingeniero un intelectual judío de amplio espectro con inquietudes
intelectuales que abarcaban el periodismo, la historia, el cine, el psicoanálisis, el arte o
la sociología.
Poco a poco, y convenciendo a los más refractarios, el cine dejaría de ser considerado
un fenómeno de circo, un arte de “ilusionistas”, como en su momento se describió, para
comenzar a ver reconocida su función social convirtiéndose (y de ahí el interés de los
Gobiernos por su control) en la principal institución de cultura popular.
Han pasado muchos años, pero el compromiso expresado por Mary Pickford sigue
vigente y su eco se detecta en el discurso de Alex de la Iglesia [34] al recordar a sus
colegas. “…creemos que somos artistas, genios alternativos, creadores. Antes de todo
eso, somos trabajadores”. Un eco, a su vez, muy en línea a los planteamientos de
algunos pensadores al filo del siglo XX. Así, el Unamuno colaborador de La Revista
Blanca [35] se pronunciaba al respecto al apuntar cómo el arte (cualquier arte) debía
inspirarse en la “poesía de la vida corriente”, una voluntad pedagógica que es una
constante en los contenidos de la publicación. Así, en uno de los números, se afirma con
rotundidad que “el arte por sí solo nada es a nuestro entender y como cosa inútil lo
trataremos”. Vemos, pues, como se vincula al arte, a cualquiera de las artes, con el
compromiso social, pedagógico y popular, lo que excluye, de forma implícita, el
aristocratismo antisocial del work for the work´s sake, es decir, trabajar por la obra
misma o lo que es lo mismo: hacer arte por el arte. Quizás por ello, y con esto
enlazamos con el fondo de la cuestión que venimos planteando a lo largo de la
intervención, las/los profesionales del medio que se involucraron con esta forma de
expresión artística pagaron muy cara su osadía.
14
HOLLYWOOD (bajo la mirada femenina)
Películas condenadas por La Legión de la Decencia
Nombre
Doris Anderson
Dorothy Arzner
Clara S. Beranger
Adele Buffington 1
Leonore Coffe
Sada Cowan
Mildred Cram
Dorothy Davenport
2
Marjorie Deans
Alice Duer
Winifred Dunn
Hildegarde Esper
Edith Fitzgerald
Maude Fulton
Frances Goodrich
Thea von Harbou
Película
Straigth from tht Heart
Uncertain Lady
Glamour (Fascinación)
Men Call It Love (Entre casados)
Nana (La reina del boulevard /Naná)
The Red Kimona (El kimono rojo)
Anna Karenina (Ana Karenina)
Picture Brides
Possessed (Amor en venta)
Why Change Your Wife? (¿Por qué cambiar de
esposa?)
Faithless (Mujer infiel)
The Road to Ruin
Catherine the Great (Catalina de Rusia /El
romance de Catalina la Grande)
Wife vs Secretary (Entre esposa y secretaria)
I Have Lived
Narcotic
The Painted Veil (El velo pintado)
Safe in Hell (Seguros en el infierno)
The Thin Man (La cena de los acusados)
M (M, el vampiro de Dusseldorf /El vampiro
negro)
Metrópolis (Metrópolis)
Das Testament des Dr. Mabuse
Lillie Hayward
Registered Nurse
The Walking Dead (Los muertos andan)
Lillian Hellman
Dead End (Punto muerto/ Callejón sin salida)
These Three (Esos tres /Infamia)
Nina Howatt
Dorothy Howell
Frandes Hyland
Christine Johnston
Nunnally Johnson
Tht Misterious Mr Wong
The Last Parade
Forbbiden Paradise (La frivolidad de una dama
/El paraíso prohibido)
Bulldog Drummond Strikes Back (Un
aventurero audaz /La vuelta del caballero
Año
Crédito
1934
1934
1934
1931
193335
1925
1915
1933
1931
1920
Guión
Guión
Guión
Guión
Dirección
Guión
Guión
Guion
Guión
Guión
1932
193334
1934
Argumento
Dirección,
Argumento
Guión
193536
1933
1933
1934
1931
1934
1931
Guión
Guión
Productora
Guión
Guión
Guión
Guión
192526
1932
193334
193536
1937
Guión
Guión
193536
1934
193031
Guión
1924
Guión
1934
Guión
Guión
Guión
Guión
Guión
Guión
15
audaz)
The Grapes of Wrath (Las uvas de la ira)
Tobacco Road (La ruta del tabaco)
Anita Loos
The Girl from Missouri (Busco un millonario /
Nacida para besar)
Gladys Lehman
Back Street
Eleanor McGeary
The Scarlet Empress (Capricho imperial)
Jeanie McPerson
Don´t Change Your Husbad (A los hombres
/Escuela de maridos)
The King o Kings (El rey de reyes)
The Little American (La pequeña heroina)
Madam Satan (Madame Satán)
Male and Female (Macho y hembra)
Manslaughter (El homicida / Homicidio)
Old Wives for New (A las mujeres/Viejas
esposas por nuevas)
The
Ten
Commandments
(Los
diez
mandamientos)
June Mathis
Blod and Sand (Sangre y arena)
The Four Horsemen of the Apocalypse (Los
cuatro jinetes del Apocalipsis)
Bess Meredyth
The Affairs of Cellini (El burlador de Florencia
/ Los amores de Cellini)
Lorna Moon
Love (Ana Karenina)
Jane Murfin
Ann Vickers (Ana Vickers)
The Life of Vergie Winters (La pasión de Vergie
Winters)
Olga Printzlau
Why Change Your Wife? (¿Por qué cambiar de
esposa?)
Florence Ryerson
The Mysterious Dr. Fu Manchu (El Dr. Fu
Manchú)
Lynn Riggs
The Garden of Allah (El jardín de Alá)
Adela Rogers St. The Red Kimona (El kimono rojo)
John
Ruth Rose
King Kong (King Kong)
Kathryn Scola
Bella Spewack
Lynn Starling
Jane Store
Viriginia Tracy
Wanda Tuchock
Salka Viertel
Maurine Watkins
A Modern Hero (El secreto de una noche)
Baby Face (Carita de ángel /Carita de cielo)
The Gay Bride (La novia alegre)
Cynara (Su único pecado /Te he sido fiel)
Duch Women are Dangerous
The Queen of Saba (La reina de Saba)
Billy the Kid (Billy the Kid o El Terror de las
praderas /Armas peligrosas)
Finishing School
The Painted Veil (El velo pintado)
Queen Christina (La reina Cristina de Suecia
/Reina Cristina)
Two-Faced Woman (La mujer de dos caras)
No Man of Her Own (Mentira latente / Casada
por azar)
193940
194041
1934
Guión
Guión
Guión
1932
1934
1919
Guión
Guión
Guión
192627
1917
1930
1919
1922
1918
Guión
Guión
Guión
Guión
Guión
Guión
Guión
1923
1922
1921
Guión
Guión
1934
1927
1934
1934
Guión
Guión
Guión
1920
Guión
1929
Guión
1936
1925
Guión
Guión
193233
Guión
1934
Guión
1932
1934
1921
1930
Guión
Guión
Guión
Guión
1934
1934
1933
Dirección,
Guión
Guión
Guión
1941
1932
Guión
Guión
16
Mae West
Belle of the Nineties (No es pecado)
Every Day´s a Holiday
Go West Young Man (Hollywood te llama)
I´m No Angel (No soy ningún ángel)
Klondike Annie (La llama de Alaska)
1934
1937
1936
1933
193536
Guión
Guión
Guión
Guión
Guión
Fuente: Black, 1998. Elab. Prop.
(1) Utilizó los pseudónimos masculinos de “Colt Remington” y “Jess Bowers”.
(2) Firma como Mrs. Wallace Reid.
17
NOTAS
[1]: Definición utilizada por el escritor ruso Ilya Ehrenburg (1891-1967) para definir el papel
desempeñado por Hollywood en el imaginario colectivo. Esa misma definición la utiliza de
nuevo Mario Vargas Llosa en su prólogo: “Una fábrica de sueños” al libro El Museo del Prado
(Madrid, 1996).
[2]: Pierre Sorlin es Jefe del departamento de Medios Audiovisuales de la Universidad de
Bolonia. Ha sido también profesor en las Universidades de Oxford, La Sorbona y Nueva York.
[3]: Firmó sus obras bajo los pseudónimos de “Daghull Hammett”, “Samuel Dashiell”, “Peter
Collinson” y “Mary Jane Hammett”.
[4]: Filme dirigido por John Houston en 1941, con argumento basado en la novela de Hammet,
La cena de los acusados: Se han llevado al cine seis filmes protagonizados por la pareja de
detectives Nick y Nora Charles (William Powell y Myrna Loy), todos ellos dirigidos por W. S.
Van Dyke: La cena de los acusados (1934); Después de la cena de los acusados (1936); Otra
cena de los acusados (1939); La sombra del hombre delgado (1941); La cena de los acusados
va a casa (1945) y Canción de la cena de los acusados (1947). Otros filmes basados en sus
novelas: La llave de cristal (Stuart Heisler, 1942) con Alan Ladd y Veronica Lake; de su famosa
novela Cosecha Roja (Red Harvest, 1929), si bien no ha tenido ninguna adaptación
cinematográfica fiel, existen tres largometrajes más o menos inspirados en ella: Mercenario
(Yojimbo, 1961) de Akira Kurosawa; Por un puñado de dólares (Sergio Leone, 1964) y El
último hombre (Last Man Standing, 1996) de Walter Hill.
[5]: De Scott Fitzgeral, que pasó parte de los años 30 en Hollywood, se han llevado a la pantalla
novelas como El Gran Gatsby (1949, 1974), La última vez que vi París (1954); Días sin vida
(1959); Suave es la noche (1951); El último magnate (1976) o El curioso caso de benjamín
Button (2008). El escritor ha sido retratado en filmes como La señora Parker y el círculo
vicioso, con argumento basado en la vida de la escritora y guionista de cine Dorothy Parquer (el
actor Malcom Gets dio vida a Fizgerald); o en Días sin vida (Beloved Infidel), un filme de 1959
donde el actor Gregory Peck interpretó a Fitzgerald. Otras películas en las que intervino como
guionista: Tres camaradas, María Antonieta y Un Yanky en Oxford, todas de 1938; de
Hemingway se han llevado al cine: Fiesta (1926), Adiós a las armas (1929), Muerte en la tarde
(1932), Las nieves del Kilimanjaro (1936), Tener y no tener (1937), Por quien doblan las
18
campanas (1940), A través del río y bajo los árboles (1950), El viejo y el mar (1953) o París
era una fiesta (1964); de Falukner: Secuestro y Vivimos hoy (1933); The Road to Glory (1936);
Redención (1937); Gunga Din (1939); Tener y no tener (1944); The Sourtherner y El sueño
eterno (1945); Intruder in the Dust (1949); Tierra de Faraones (1955); Ángeles sin brillo
(1957); El largo y cálido Verano (1958, 1981); El ruido y la furia (1959); Réquiem por una
mujer (1961) o Los rateros (1969). Por su parte, Eugene O´Neill realizó los guiones de los
filmes: Hombres intrépidos (1940) y Larga jornada hacia la noche (1962).
[6]: Especialmente contra el magnate John D. Rockefeller, en quien se inspiró para su obra The
History of the Standard Oil Company, publicada en 1904. Sin estar considerada feminista,
publicó dos obras sobre su condición: El negocio de ser mujer (1912) y Los Caminos de la
Mujer (1915). En ellos sostuvo que la mejor contribución de la mujer estaba en el hogar y la
familia.
[7]: La Legión surge como respuesta al inoperante Código Hays (1930), creado por los
principales estudios cinematográficos. Sus dirigentes, temerosos de que el gobierno tomara
cartas en el asunto y les impusiera un sistema de censura y regulación, habían creado en 1927 la
Motion Pictures Producers and Distributors Association (MPPDA). En junio de 1934 se aprobó
una enmienda al código que dictaba que todas las películas debían obtener un certificado de
aprobación antes de ser estrenadas. El resultado fue que durante los treinta años siguientes todas
las películas producidas en Estados Unidos tuvieron que ajustarse a sus normas. Además de lo
expuesto, ya para 1921 existían comités de censura en 36 Estados, todos comandados por
grupos conservadores cristianos.
[8]: Así denominada la técnica narrativa consistente en intercalar en el desarrollo de una acción
pasajes pertenecientes a un tiempo anterior.
[9]: La relación completa se inserta al final del texto.
[10]: El desarrollo de la teoría fílmica feminista está fuertemente influenciado por la llamada
segunda ola del feminismo y el desarrollo de los estudios académicos de la mujer. Los primeros
intentos surgen en los Estados Unidos basándose, en general, en la teoría sociológica
(estudiando las narrativas o géneros y los estereotipos como un reflejo de la sociedad de ver una
de las mujeres). Las teóricas inglesas, sin embargo, plantearon sus estudios basándose en la
crítica, introduciendo aportaciones desde las perspectivas del psicoanálisis, la semiótica y el
marxismo, ganando la batalla, finalmente, a finales de la década de 1970.
19
[11]: Fue la primera persona a nivel internacional en crear filmes con argumento. En 1905 viajó
a España para filmar producciones sonoras en castellano (produjo más de trescientas películas a
lo largo de su profesión). Aquellos primeros filmes rodados por una mujer en España son ahora
rescatados en el libro La estaciones perdidas del cine mudo (Diputación de Málaga), que acaba
de publicar el periodista del diario Sur y especialista cinematográfico Francisco Griñán.
[12]: Begoña Siles Ojeda, profesora de Narrativa Audiovisual en el Dpto. de Comunicación
Audiovisual de Ciencias de la Información CEU San Pablo de Valencia.
[13]: En España más conocido como Fatty (“gordito”).
[14]: Nazinova, en sus últimos años, también realizó alguna excursión al cine, animada por su
incondicional George Cukor, como en Escape (1941), uno de los primeros films anti-nazis de
Hollywood. Interpretaba a una actriz que, por subversiva, acaba en un campo de concentración.
No pudo conseguir llevar a los escenarios la vida de su ex-amiga y amante Emma Goldman,
fallecida recientemente, ya que ningún empresario tuvo el valor de financiar un bello drama
libertario de una mujer que ni tan siquiera había nacido en EEUU. Ese mismo año aceptó el
papel de madre del torero en la nueva versión de la novela de Blasco Ibañez Sangre y Arena
(1941), film que fue el despegue de Rita Hayworth en Hollywood.
[15]: Mercedes de Acosta (1960), Aquí yace el corazón, Nueva York. Sobre el mismo asunto,
Alberto Mira (2008), Miradas insumisas. Gays y lesbianas en el cine, EGALES.
[16]: El título se tradujo como Remodelando al marido o Le hizo comportarse.
[17]: Su verdadero nombre era Gladys Marie Smith, natural de Toronto (Canadá). Referencias:
Mi cita con la vida, Nueva York, 1935 (autobiografía); Gary Carey, Una biografía de Douglas
Fairbanks y Mary Pickford, Nueva York, 1977; Herndon, B., Mary Pickford y Douglas
Fairbanks: La pareja más popular que el mundo ha conocido, Nueva York, 1977; Eyman Scott,
Mary Pickford: America's Sweetheart, New York, 1990; Eileen Whitfield, The Woman Who
Made Hollywood , Lexington, 1997; Kevin Brownlow, Mary Pickford Rediscovered: Rare
Pictures of a Hollywood Legend, New York, 1999.
[18]: En 1992 se realizó una nueva versión, dirigida por Curtis Hanson y protagonizada por
Rebecca de Mornay y Annabella Sciorra.
20
[19]: Otros títulos: A Japanese Idyll (1911); Suspense (1913); How Men Propose (1913); The
Dumb Girl of Portici (1916); White Heat (1934).
[20]: No aparece en los títulos de crédito de varias de las películas que al parecer dirigió como
Sangre y arena (1922), Behind the Make-Up (1930) o The Last of Mrs. Cheyney (1937).
[21]: Del citado autor francés se han llevado al cine varias de sus obras, alguna de ellas en más
de una ocasión, como es el caso de Naná (1926, 1934, 1955, 1999 TV, 2001TV); La bestia
humana (1938, 1954); Thérese Raquin (1953, 2008); Gervaise (1955); Germinal (1963, 1993);
El engaño (1966); La petición (1966).
[22]: Utilizó el pseudónimo de “Charles S. Beranger”.
[23]: La película, basada en la obra homónima de León Tolstoi, tiene varias versiones: 1915 de
Gordon Edwards; 1927 de Goulding; 1935 de Brown; 1948 de Duvivier; 1997 de Bernard
Rose; 2000, Serie TV. De este escritor se han llevado al cine varias películas basadas en otras
obras como: Vivamos de nuevo (1934); Guerra y paz (1956, 1967) o El dinero (1983).
[24]: Escribió un libro de memorias titulado Los extranjeros de Mabery Road, Ed. del Imán,
1996.
[25]: Se han hecho otras dos versiones; en 1957 dirigida por Ronald Neame, con Eleanor Parker
y George Sanders y Men 2006, dirigida por John Curran, con Naomi Watts y Edward Norton.
[26]: El título del cuadro: Retrato de Mae West que puede utilizarse como apartamento
surrealista; el título del álbum: Sargent Pepper's Lonely Hearts Club Band.
[27]: Sobre el asunto de la censura, vid. Anexo.
[28]: Otros filmes realizados en EEUU teniendo como fondo la Guerra Civil española: Love
under fire (1937), de George Marshall; First love (1939), de Henry Koster o la película francesa
Espoir (1939), de André Malraux.
[29]: Sobre el movimiento feminista de las primeras décadas del siglo XX, algunos de los
documentales realizados: 1898: The Lady Barber; 1908: A Day in the Life of a Suffragette de
Pathe; 1909: When Women Vote de Sigmund Lubin; When Women Win de Lubin; 1910: A
Determined Woman (Independent Motion Pictures); 1911: A Suffragette in Spite of Himself de
21
Edison, Oh! You Suffragette! (American Films) y The Reformation of the Suffragettes de
Gaumont; 1912: Was He a Suffragette? (Republic Films) y A Cure for Suffragettes (Biograph);
1913: How They Got the Vote de Edison y Suffragettes Again (Pathe); 1914: A Busy Day
(Keystone Company), A Militant Suffragette de Pathe y The Suffragette's Revenge de Gaumont;
1919: The Experimental Marriage (Select Pictures).
[30]: En 1941 se rodó una nueva versión, dirigida por Rouben Mamoulian, con los actores
Tyrone Power y Rita Hayworth.
[31]: Autor del que se han llevado al cine varias de sus obras, alguna de ellas en más de una
ocasión. Sangre y arena (1908 y 1917) y La bodega (1929) todas producidas en España. En
Hollywood, en 1922 y 1941 se rodaron dos versiones de La bodega; en 1921 y 1962 Los cuatro
jinetes del Apocalipsis; en 1926 y 1948, Mare Nostrum; El torrente (de su novela Entre
naranjos; La tierra de todos; Los muertos andan (1936); en 1941 se hace otra versión de Sangre
y arena; La maja desnuda (1958). En el cine hispanoamericano también se hacen versiones de
las novelas más famosas del autor (y también en las TV de Brasil o México) durante los 50 y 60
y en los años 70 la TV española lo reencubre en varias series: La barraca o Cañas y barro y
más actualmente Entre naranjos (1996) o Arroz y tartana (2005) y una biografía sobre su vida
titulada Blasco Ibáñez (1998).
[32]: Sobre esta interesante profesional se han hecho varias películas: Patricia Díaz (1990), My
Filmmaking/My Life, Londres, Channel Four Televisión; Violante M. Fernández (1982),
Matilde Landeta, pionera del cine nacional, México, Unidad de Televisión Educativa (UTEC)
de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Serie “Los nuestros” (documental). Patricia
Martínez
de
Velasco
(1990):
Matilde
Landeta,
México,
Centro
de
Capacitación
Cinematográfica (CCC)-IMCINE; Ofelia Medina (1991), Matilde Landeta, México,
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Serie "Los que hacen el arte"
(documental); Alejandro Pelayo (1993), Matilde Landeta, directora, México: CONACULTAIMCINE, Serie “Memoria del cine mexicano” (documental).
[33]: Cuatro mujeres han estado nominadas en la categoría de Mejor dirección: Lina Wertmüller
en 1976 por Siete bellezas; Jane Campion en 1993 por El piano; Sofia Coppola en 2003 por Lost
in Translation y Kathryn Bigelow en 2009 por En tierra hostil. Bigelow ha sido la única en
obtener el premio. La actriz más joven en ganar el Óscar a la mejor actriz fue Marlee Matlin (21
años) cuando en 1986 ganó el premio por su papel en la película Hijos de un dios menor. La
actriz más joven en ganar un Óscar como mejor actriz de reparto fue Tatum O'Neal (10 años),
quien en 1973 ganó el premio por su papel en la película Luna de papel. La actriz más premiada
22
(4 premios) y 12 candidaturas: Katharine Hepburn. La actriz más anciana en ganar el Óscar a la
mejor actriz fue Jessica Tandy en 1989 por su papel en la película Paseando a Miss Daisy
cuando tenía 80 años.
[34]: Presidente de la Academia de Cine de España en el discurso de entrega de los Premios
Goya de 2010.
[35]: Publicación fundada en 1898 por Juan Montseny (1864-1942), más conocido por su
pseudónimo literario, Federico Urales, uno de nuestros teóricos del anarquismo y padre de la
futura primera ministra de nuestro país, Federica Montseny (1905-1994). La revista se editaba a
nombre de Teresa Mañé, (1965-1939) compañera de Juan y madre de Federica, la cual firmaba
casi siempre bajo el pseudónimo de Soledad Gustavo.
23
BIBLIOGRAFÍA RELACIONADA
ACKER, Ally (1991), Reel women: pioneers of the cinema, 1896 to the present, New York,
NY, Continum Pub.
ALDGATE, Anthony (2005), Censorship in theatre and cinema, Edinburgh, Edinburgh
University Press.
ANDREW, William M. (1999), Speaking of Silents: First Ladies of the Screen, Hardcover.
(1999), At the Center of the Frame: Leading Ladies of the Twenties and Tirites, Paperback.
ARMATAGE, Kay (2003), The girl from God's country: Nell Shipman and the silent cinema,
Toronto, University of Toronto Press.
BALLESTEROS GARCÍA, Rosa Mª (2010), “Queridas cómicas. Biografías de actrices”,
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Resumen
En los años ’30 del siglo pasado surge La Legión de la Decencia, en Estados Unidos,
radicalizando una ola inquisitorial ya iniciada años atrás para imponer la censura en el cine.
Este artículo se sumerge en ese Hollywood en vigilancia permanente y fija su atención en
las mujeres de aquella industria: directoras, guionistas, editoras, actrices… Profesionales de
valía excepcional que sufrieron los rigores de los centinelas de la moral. Un plano
panorámico, con un enfoque feminista, que nos recuerda algunos nombres, títulos y fechas
inolvidables de ese universo cinematográfico.
Palabras clave
Cine, Hollywood, censura, mujeres.
Abstract
In the 30s of last century comes The Legion of Decency, in the U.S., radicalized and started
a wave inquisitorial years ago to impose censorship in the cinema. This article is immersed
in the ongoing monitoring and Hollywood pays attention to the women in that industry:
directors, screenwriters, editors, actresses ... exceptional value professionals who suffered
the rigors of the sentinels of morality. A flat pan with a feminist approach, reminiscent of
some of the names, titles and dates of this unforgettable film universe.
Key words
Film, Hollywood, censorship, women.
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