réquielll por todos nosotros - Revista de la Universidad de México

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réquielll por todos nosotros
Por Eduardo N aval
El Premio Nadal es el primer galardón
lite~rio que. se crea en España después
de la guerra civil de 1936-1939. Se concede por primera vez en 1944, correspondiendo entonces a una muchacha de
veintidós años, estudiante de Filosofía y
totalmente desconocida llamada Carmen
Laforet, que posteriormente se convertiría en una de las escritoras españolas
más traducidas y comentadas. Su novela
Nada, con la que obtuvo el premio, ha
llegado a ser motivo de estudio, porque
además de sus innegables cualidades literarias, es la primera novela de postguerra que se atreve a enfrentar el problema
de una juventud escindida y enajenada
tan sólo tres años después de la terminación del conflicto.
Como todos los premios literarios, el
éxito del primer libro premiado puede
hacer el renombre o la mediocridad del
mismo premio. Nada, como novela, viene a convertirse en la consolidación definitiva del Nadal, ya que la resonancia
y éxito de venta que tuvo, fue parejo
a la expectación que había causado la
convocatoria. No se recuerda fácilmente
en España un libro que en los últimos
años haya despertado tal interés, haya
sido tan comentado para alabarlo o negarle calidad y que haya agotado más ediciones sucesivas. Hasta la fecha se mantiene en las librerías y se sigue vendiendo,
con un ritmo mucho más lento, pero
siempre seguro.
Desde 1944 hasta 1967 se ha fallado
año tras año, sin considerarse desierto
en ninguna ocasión. Es así como se han
dado a conocer algunas de las figuras
más destacadas de la literatura española
de posguerra. Miguel Delibes lo obtiene
en 1947 con su novela La sombra del
ciprés es alargada. Rafael Sánchez Ferlosio al ganar el premio con su novela
El ¡arama da pie a que se establezca
una de las más serias controversias sobre la vigencia de la novela tradicional
o una inminente modernización de las
técnicas que emplean con más frecuencia
los narradores hispanos. Polémica que
PUBLICACIONES
DE LA DlRECCION GENER_AL
DE DIFUSION CULTURAL
ha dado artículos e incluso libros importantes, pero que como todas las del
género ha quedado sin una solución inmediata.
Otros premios que merecen señalarse son el de 1957 que correspondió a
Carmen Martín Gaite por su novela
Entre visillos, en la que la atmósfera sofocante de una provincia española termina apoderándose del lector por la
rigurosidad con que está tratada. Carmen
Martín Gaite es posiblemente la novelista-intelectual o cerebral más importante de las que hoy escriben en España. En
1959 lo obtiene Ana María Matute, que
se presentaba por segunda vez, con la
novela Primera memoria, uno de los libros más desoladores que se han escrito
sobre la infancia y primera adolescencia
de los españoles que vivieron la guerra.
En 1965 el Premio Nadal correspondió al colombiano Eduardo Caballero
Calderón por su novela El buen salvaje.
Fue el tercer premio concedido a un latinoamericano en el lapso de dos o tres
años en España. Primero Vargas Llosa
por La ciudad y los perros, a continuación Vicente Leñero por Los albañiles,
ambos Premio Biblioteca Breve. El tercero, Caballero Calderón, es el que ofrece una novela más débil y que indudablemente alcanzó menor resonancia. El buen
salvaje son las peripecias de un estudiante colombiano en París, bastante
insulsas y plagadas de lugares comunes.
Pequeña sinfonía del nuevo mundo
Luis Cardoza y Aragón
Universidad Nacional Autónoma de México, 1969
[Colección Poemas y Ensayos J
Salón rojo
Luis Reyes de la Maza
Universidad Nacional Autónoma de México, 1968
[Cuadernos de cine / 16J
Juegos de escarnio
Francisco de Quevedo, Félix Lope de Vega,
Arcipreste de Hita
Universidad Nacional Autónoma de México, 1969
[Textos del Teatro de la Universidad de México]
Las vanas construcciones
Gastón Melo
Universidad Nacional Autónoma de México, 1969
[Colección Poemas y Ensayos J
DIRECCIÓN GENERAL DE DIFUSIÓN CULTURAL
DÉCIMO PISO / TORRE DE LA RECTORÍA
CIUDAD UNIVERSITARIA,
MÉXICO 20, D. F •.
Tema y variaciones
Miguel Guardia
Universidad Nacional Autónoma de México, 1968
[Colección Poemas y EnsayosJ
J5
En 1967 el premio ha sido concedido
a José María Sanjuán por su primera
novela: Réquiem por todos nosotros.
Sanjuán era conocido. 'principal~en~e
como periodista, profeslOn que ejer.cla
desde hace varios años. Había obtemdo
alguno de los premios de cuento y novela corta más importantes de España,
tales como el premio Hucha de Oro de
1966 y el premio Sésamo de 1963. Cuando escribió Réquiem por todos nosotros se
sabía ya enfermo de muerte por un mal
de tipo canceroso que no llegó a diagnosticarse. En enero de este año obtuvo
el Premio Nadal y murió unos meses
después a la edad de tan sólo treinta y
un años.
Réquiem por todos nosotros es la crónica interior y minuciosa de ia vida fácil
y totalmente improductiva de la alta
burguesía española. El marco de la novela son las playas de moda que se suceden en forma vertiginosa: Marbella,
Torremolinos, Mallorca, Biarritz y San
Juan de Luz. Los per~~najes. son s~res
sin ninguna preocupaclOn, m afectIva,
ni intelectual, ni moral, y mucho menos
económica. Viven para beber gin and
tonic, whisky, vodka con limón; para
levantarse tarde y acostarse borrachos;
para conducir los últimos modelos de
automóviles a grandes velocidades por
las deficientes carreteras españolas y para comentar de vez en cuando los negocios extraordinarios, de muchos millones de pesetas, que el padre de alguno
ha realizado en Londres, en Suiza o quizá
en Nueva York.
El libro está dividido en capítulos,
veintinueve, narrados en primera persona por Mario, un recién graduado en
ciencias políticas que está haciendo un
estudio sobre la movilización del grupo
social para la UNESCO. Junto a él su
amigo Manolo, arquitecto que sueña con
un adelanto para España siguiendo las
técnicas más modernas que se han experimentado en el mundo y que no puede
desarrollarlas porque choca con los intereses creados de los grandes capitalistas
que terminarán haciéndole emigrar a Estados Unidos o el Canadá donde las
posibilidades son mejores. Son los dos
únicos que no pertenecen a la clase social
descrita en el libro pero que sin embargo
se mueven en ella por las nuevas amistades que hacen en Marbella. En forma
no periódica se insertan capítulos que
llevan título, y dicho título es siempre
una hora del reloj, "Dos de la madrugada", por ejemplo. Suman seis en total y
están narrados en tercera persona. Estas
inserciones transcurren en un hospital al
que han ido a parar todos los amigos
después de un accidente. No se aclara
nunca, pero puede llegar a suponerse
que en el pasillo de ese hospital es desde
donde se lanza Mario, en amplios flashbacks, a recordar puntualmente la historia de ese veraneo.
La función principal de los capítulos
narrados en tercera persona es la de ir
dando a conocer, y por lo tanto diluyendo, el clímax de la anécdota, para
que no resulte un efectismo falso. Al
mismo tiempo logra restar importancia
a los movimientos de los personajes para
fijar la atención sobre la áspera crítica
que hace de la sociedad qu.e· está describiendo. No hay ninguna audacia de
tipo estilístico ni técnico y lo único que
utiliza a discreción son los guiones para
unir palabras que se han, convertido en
conceptos o lugares comunes. El resto
de recursos son los de la novela tradicional.
Los personajes son varios y algunos
no alcanzan la categoría de tales, sino
que son meros prototipos o simplemente
caricaturas. Pero hay algunos perfectamente concebidos, estructurados y presentados, tales como Mario y Marta. El
primero, no perteneciendo al grupo de
la. vida fácil, que está en constante movimiento, que va a los mejores cabarets,
que compra el coche más caro del mercado sin que esto represente un esfuerzo,
Mario, decíamos, se ve de pronto añadido
al grupo, aceptado por todos y empieza
a planteársele el problema de clase. Manolo, el compañero con quien vive, representa para él la conciencia y el
constante aviso de que al final del vera-
-F. Vilas
neo tendrá que volver a su vida de clasf'
media. Laura, de quien se enamora, y
el resto del grupo representan el ingreso
a un mundo sin problemas económicos,
sin orden, en el que la anarquía es una
invitación. Y Mario, entre los dos fuegos, empieza una lucha secreta y torpe
entre lo que conocía y lo que ahora
conoce. Dando tropezones riñe con Manolo y decide ingresar a la vida de las
grandes esferas para al final, siendo el
único ileso del accidente, encontrarse con
una experiencia vacía, con la pérdida de
sus nuevos amigos y todo lo que éstos le
ofrecían y con el rencor a su clase social
en la que había vivido siempre; además
ha perdido a Manolo, el único con quien
hasta entonces había logrado entenderse.
Marta, en calidad el segundo personaje de la novela, es la millonaria joven,
hastiada cW ~ del amante, de la
vida, que se ha coovertido en una bo.
rracha total, eve ~ a todos y le
autodesprecla. No le queda más que una
diversión, el vértigo de las grandes ve·
locidades, de los juegos ~sos en au·
tomóvil por las calles de cualquil'r ciu·
dad. Inténta suicidarse sin lograrlo y
continúa viviendo en su círculo vicioso.
Mario y Marta son los dos personajes
mejor concebidos, los que logran mayor
grado de evolución y de convencimiento
literario. Los demás son una galería de
prototipos. El millonario sudamericano
que vive en Europa con una casa en
cada lugar de veraneo; el atlético mi·
llonario joven que además de apuesto
es un mago fmanciero que toma por b
mañana el avión a Londres y al día si·
guiente está de vudta habiendo cemdo
una operación ventajosísima. y COIm
éstos,- media docena más que permanecen rígidos durante todas sus apariciones.
Sin embargo, el interés de .José María
Sanjuán no fue tan sólo el de descn"bir
fielmente la vida de estas capas socia·
les. Su preocupaci6n iba más allá Pre·
tendió, sin lograrlo totalmente, hacer una
crítica en la que se presentan paralela.
mente el atraso de España en varios aspectos, y la vida intrascendente de unas
cuantas personas. Es un patrón muy
viejo y hoy no resulta válido, sin embar·
go no pretendió u~lo en la forma
tradicional y por 10 tanto no hace menciones de tipo comparativo, ni juicios de
valor, ni conclusiones didácticas, sino
que se limita a exponerlo y dejar que
se desenvuelva. Este intento por parte del
autor es el que pudo hacer de Réquiem
por todos nosotros una novela extraor·
dinaria en la que se viese una radiogra·
fía de la alta burguesía española. Pero
el esfuerzo se quedó a medio terreno
por la rabia con que trabaja el na·
rrador.
Sanjuán era indudablemente uno de
los jó~enes españoles que quería ver cam·
biar a su país, ayudarlo a que saliese
adelante, a que de una vez por todas
pudiera abandonar el retraso de cincuen·
ta años, por no decir más, que lleva
España frente a Europa. Conocía lo q~e
ocurre en España, la fonna en que VI'
ven las diferentes clases sociales, d
alarmante crecimiento de dichas c\aseI
que no logran una unión, ni siqwen
se aproximan y' se daba cuenta que en
los próximos lustros esa escisión podrla
convertirse en el problema capital de España. No obstante toda la rabia que le
producía este hecho podía haber sido
aprovechada en otra disciplina, ya que
llevada a la novela no supo tratarla con
la suficiente malicia y soltura y sólo logró empantanar el resultado y oscurecer el desarrollo puramente literario.
Es de lamentar que haya muerto por·
que estaba bien pertrechado para, en
pocos años, con mejores annas, haber
logrado su empeño en una novela re·
donda.
José María Sanjuán: Réquitlm por todOI
nosotros, Premio Eugenio NadaI, 1967, Editorial Destino, Barcelona. 1968, 321 pp.
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