El concepto de realidad psíquica en las distintas corrientes teóricas

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SíNTESISDE PANELES
que podemos hacer. Para Britton,
la verdad era una meta dificil porque en el mundo real no siempre
se la valoraba por encima de todo
lo demás. Sin embargo, los analistas saben que la verdad, como
decía Freud, no es sólo valiosa sino
también terapéutica. Brenner agradeció a los panelistas y a los demás
participantes, y la sesión plenaria
finalizó.
BibUop-afia
Britton, R. S. (1995): "Realidad psíquica y creencia inconsciente",
REY. DE PSICOANÁLISIS,
LI, 1/2,
1994. Psychic reality an unconscious belief. Int. J. Psychoanal.
76: 19-23.
Friedman, L. (1995): "La realidad
psíquica en la teoría psicoanalítica". REY.DEPSICOANÁLISIS,
LI, 11
2, 1994. Psychic reality
in
psychoanalytic
theory. Int, J.
Psychoanal., 76: 25-28.
Puget, J. (1995): "La realidad psíquica o varias realidades", Rev.
de psicoanálisis, LI, 1/2, 1994.
Psychic reality or various realitieso Int. J. Psychoanal., 76: 29834.
El concepto de realidad psíquica en las
distintas corrientes teóricas de hoy
Coordinador: Arnold Cooper (Nueva York).
Panelistas: Marilia Aisenstein, Jacob Arlow, Servulo A.
Figueira, Irma Brenman Pick. 10 de agosto.
El coordinador invitó a cada uno de
los panelistas a presentar un resumen de sus ideas sobre el tema de
la realidad psíquica.
El primer panelista, Servulo Figueira, señaló que la realidad psíquica y la material no son comparables. Mencionó la posición
errada (en su opinión) de Freud y
Melanie Klein a este respecto y rindió tributo a la obra de Ferenczi,
quien, a pesar de sus fallas, afirmó que la oposición fundamental
es la que existe no entre la realidad psíquica y la material sino
entre la realidad psíquica del sujeto y la realidad psíquica del objeto.
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La segunda panelista, Marilia
Aisenstein, señaló que el cuerpo fisico (el soma) sólo se puede conocer a través del cuerpo psíquico (el
cuerpo libidinal) y se refirió brevemente a la forma en que los pacientes 'psicosomáticos'
utilizan
una hipercatexia del cuerpo fisico
para negar la realidad psíquica.
Describió un caso clínico en el que
trató de ayudar a un paciente a
restablecer la realidad psíquica ausente.
La tercera panelista, Irma Brenman Pick, se refirió a la idea kleiniana del mundo interno y el pasaje de la posición esquizoparanoide a la depresiva. Describió luego
REvISTA
la forma en que una adolescente
que trataba expresaba aspectos de
su mundo interno en las sesiones
y al mismo tiempo evocaba en la
analista actitudes y sentimientos
apropiados a los de la paciente y
los de sus objetos internos. En su
opinión, la realidad psíquica siempre está entretejida con la realidad
externa.
El cuarto panelista, Jacob Arlow,
afinnó que el concepto de realidad
psíquica debería descartarse. Todo
lo que el analista necesita desde el
punto de vista teórico y clínico es
el concepto de fantasía inconsciente y el concepto de realidad externa. La realidad psíquica no es una
fantasía que erróneamente reemplaza una verdad 're a!'; lo que llamamos realidad psíquica es, de
hecho, una mezcla de percepción
externa y fantasía interna que da
origen a lo que para el individuo es
la 'realidad'. Los analistas están de
acuerdo en lo que hace al concepto
de realidad psíquica, pero no con
respecto a la estructuración mental que le da origen. El concepto de
realidad psíquica no es importante: lo que importa es cómo hacemos
deducciones a partir de los datos
clínicos.
Uno de los presentes quiso saber
cuál era la actitud del panel con
respecto a un fenómeno clínico particular, a saber, cuando un paciente decide tomarse unas vacaciones
de modo tal que es él quien abandona al analista primero, al tiempo que su material onírico y sus
asociaciones muestran que siente
que el analista lo abandona. ¿Cómo
debe conceptualizarse este fenómeno en términos de realidad psíquica?
Arlow sugirió tres maneras en
que los factores inconscientes podían potencialmente distorsionar la
percepción que tiene el paciente de
DE PSICOANÁLISIS
la situación consciente; el significado exacto debería inferirse a partir del contenido particular de las
asociaciones. Brenman Pick agregó
una cuarta formulación, Aisenstein
sugirió que, en cualquier sueño, el
soñador aparece en todos los personajes del sueño (en este caso, probablemente tanto el abandonado como el que abandona). Figueira destacó el papel de la fantasía
y el punto de vista del analista en
lo que hace a estructurar la situación clínica.
Arlow criticó a Brenman Pick por
sugerir sólo una interpretación del
material clínico; tal reducción a
una situación estándar constituye
una de sus principales críticas a
Melanie KIein.
Otro de los presentes expresó
cierto malestar con respecto a que
un analista impusiera al paciente
su manera de ver la situación, y
Cooper sugirió, irónicamente, que
en el panel había cuatro clínicos
experimentados, cada uno de los
cuales imponía al paciente su propio punto de vista. Más tarde, y en
respuesta a otra pregunta, aclaró
su posición: es imposible que un
analista comprenda a un paciente
si no es a través del filtro de sus
propias teorías. Nuestras teorías limitan nuestra capacidad para escuchar hechos nuevos.
Otro de los participantes destacó la importancia de que el analista
investigue no sólo la fantasía del
paciente sino también sus propias
reacciones. Otro expresó la idea de
que la realidad externa traumática
afecta la estructura de la mente
mientras que otras formas de la
realidad externa influyen sobre el
contenido de las fantasías pero no
sobre la estructura de la mente. En
ese momento, el panel no examinó
ninguna de las propuestas.
92/
SfNTESIS
DE PANELES
Cooper preguntó a los miembros
del panel qué pensaban de la propuesta de Arlow, esto es, que se deja de lado el concepto de realidad
psíquica. Brenman Pick señaló que
lo consideraba necesario y preguntó a Arlow con qué lo reemplazaría. Arlow respondíó que ya tenemos todo lo que necesitamos: el
concepto de la ínfluencia de fuerzas
inconscientes sobre la conducta de
los indíviduos. La realidad psíquica se suele oponer injustamente a
lo 'real', esto es, a la realidad externa. Brenman Pick estuvo de acuerdo, pero señaló que necesitamos un
lugar para el concepto de mundo
interno, que incluye no sólo el self
del paciente sino también sus objetos internos. Aisenstein estuvo de
acuerdo con algunos aspectos de la
posición de Arlow pero no con
otros. Figueira señaló que los
analistas deberían examinar la forma en que construyen sus ideas de
la realidad externa y la psíquica.
Las construcciones del analista interactúan con la realidad del paciente, y siguiendo a Ferenczi, el
analista debe tener conciencia de
tal interacci6n.
Utilizando algunos de los datos
derivados de la investigación en el
campo de los trastornos infantiles,
Arlow y Brenman Pick repitieron
una de las controversias
de las
Controversial Discussions de 19411945 (King Y Steiner, 1991), a saber, a qué edad el bebé desarrolla
la capacidad para fantasear. Cooper preguntó entonces si Brenman
Pick quería decir que las representaciones mentales son el equivalente de las fantasías. La respuesta
fue afirmativa, con la condición de
que ello significara que un individuo no sólo percibe sino que también atribuye a lo que percibe aspectos de sí mismo y de sus objetos
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internos. Cooper propuso mantener
un distingo entre representaciones
mentales y fantasías. Aisenstein
señaló que los marcos de referencia en los Estados U nidos y en
Europa eran distintos y estuvo de
acuerdo con Brenman Pick en que
las fantasías
comenzaban
muy
temprano en la vida. Figueira afirmó que la observación no podía demostrar cuál de los dos modelos
meta psicológicos era el correcto,
esto es, el norteamericano
o el
europeo.
Uno de los presentes pidió al
panel que se ocupara de la realidad
psíquica en el caso de los pacientes psicóticos, en quienes no existe
una distinción entre la realidad
psíquica y el mundo experiencial
subjetivo. El panel no consideró ese
problema y pasó a tratar otro: suponiendo que todos estamos de
acuerdo en que los analistas inevitablemente imponen a sus pacientes su propia concepción de la realidad psíquica y la realidad material,
¿puede el panel formular una teoría de la realidad en contraste con
una teoría de la fantasía, en la que
estén inextricablemente relacionados lo interno y lo externo, lo privado y lo público? Como respuesta,
Arlow se refirió a su trabajo de
1969 en el que cita pruebas neuropsicológicas para mostrar que lo
que llamamos percepción 'objetiva'
de la realidad externa se ve afectada por la fantasía inconsciente.
Uno de los presentes sugirió que
abandonáramos el tema de la investigación sobre niños y la neuropsicología, cuestiones sin duda interesantes, y que nos atuviéramos
a la herramienta psicoanalítica de
investigación que nos dio Freud,
esto es, la sesión psicoanalítica. En
su opinión, un examen de la sesión
psicoanalítica nos mostraría la for-
REVISTA
ma en que se externaliza lo que
está en la mente del paciente.
Otro de los presentes apoyó a
Arlow en cuanto a que el concepto
de realidad psíquica resulta innecesario. ¿Cuál es la diferencia entre
la realidad psíquica y la fantasía
inconsciente? Aisenstein respondió
que el concepto de realidad psíquica está más lejos de la experiencia
clínica que la fantasía inconsciente; la mente está organizada por la
fantasía inconsciente. Arlow respondió con un ejemplo de material
clínico correspondiente a un hombre impotente que soñaba con una
vagina dentada: no había nada
'real' en esa fantasía. Brenman
Pick no estuvo de acuerdo: en ese
ejemplo había cuestiones importantes relativas a la realidad psíquica del paciente, a saber, su experiencia pasada de la realidad
externa y también en el presente,
en la transferencia. Arlow respondió que esa afirmación excluía la
fantasía inconsciente, pero Brenman Pickman no estuvo de acuerdo: en su opinión, la fantasía inconsciente daba forma a la experiencia
y agregó que, para Arlow, toda la
influencia provenía del exterior,
mientras que, en su propia concepción, también había cierta influencia ejercida desde el interior del
paciente. Uno de los presentes señaló que necesitamos conceptos
para distintos tipos de realidad. No
DE PSICOANÁLISIS
creía que hubiera una sola realidad
'real', en contraste con la irrealidad
de la fantasía inconsciente. Hay
muchos tipos de realidad externa:
la realidad histórica, la realidad
del teatro, etc.
Cooper pidió al panel que resumiera. Arlow señaló que la realidad psíquica es un concepto innecesario. Brenman Pick expresó particular interés por las ideas de
Aisenstein sobre los pacientes que
atacan la realidad psíquica y no
pueden emplearla para conferir
significado a la realidad externa.
Aisenstein señaló a Arlow que no
podía concebir una experiencia que
no estuviera estructurada
por la
realidad psíquica. Figueira reiteró
su énfasis en que la oposición que
importa no es la que existe entre
la realidad psíquica y la material
sino entre la realidad del sujeto y
la realidad psíquica del objeto.
Bibliografía
Arlow, J. 0969a): Unconscious
fantasy and disturbances of conscious experience. Psychoanal. Q.
38: 1-27
- (1969): Fantasy, memory and
reality testing. Psychoanal. Q.
38: 238-251
King, P. H. M. Y Steiner,
R.
(comps.) (1991): The Freud-Klein
Controoersies. 1941-45. Londres
y Nueva York, Routledge.
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