26 PUERTO PUERTORICO RICOHOY HOY EL NUEVO DÍA Sábado, 25 de abril de 2015 PUERTO RICO HOY EL NUEVO DÍA Sábado, 25 de abril de 2015 Problema social que persiste 27 EMBARAZOS DE ADOLESCENTES Total de nacimientos vivos en la Isla Nacimientos vivos de madres adolescentes 50,000 45,689 44,830 42,203 41,133 40,000 38,975 36,580 30,000 20,000 10,000 Aunque el número de nacimientos en madres adolescentes ha bajado, es necesario atender el asunto con prioridad así como integrar más al varón en su rol de padre 0 % 8,138 8,098 7,204 7,075 6,533 5,770 2008 2009 2010 2011* 2012* 2013* 17.8% 18.1% 17.1% 17.2% 16.8% 15.8% * Datos preliminares. “Estoy viendo un alza en varones que se acercan a recibir servicios porque quieren tomar el rol de ser papá” ANAYRA TÚA Directora Proyecto Nacer, en Bayamón FUENTE: Departamento de Salud. Secretaría Auxiliar de Planificación y Desarrollo. División de Análisis Estadístico. GRÁFICA: EL NUEVO DÍA Mildred Rivera Marrero [email protected] P or las consecuencias de salud y desarrollo socioeconómico que tienen los embarazos de adolescentes, el gobierno y organizaciones no gubernamentales que trabajan con ese asunto han ampliado su radio de acción para incluir a la familia y al padre del infante. Cónsono con la baja en los nacimientos vivos totales en la Isla, la cantidad de bebés de madres adolescentes también ha disminuido. En 2013 se registraron 5,770 nacimientos vivos de madres adolescentes, que representaron 2,368 menos que en 2008. Esos 5,770 nacimientos constituyeron el 15.8% del total de nacimientos vivos en el país para el 2013, lo que significó 2% menos del 17.8% que representaban en el 2008, según datos preliminares del Departamento de Salud. Sin embargo, esas ocurrencias continúan representando un asunto que necesita atención prioritaria por las implicaciones que tiene para una adolescente mujer y un adolescente varón de entre las edades de 10 a 19 años convertirse en madre y padre. No solo tienen que enfrentar el estigma social, en algunas áreas y grupos sociales más que en otros, sino que confrontan posibles problemas de salud pues se ha vinculado el embarazo de adolescentes con nacimientos prematuros y de bajo peso. Muchas adolescentes, además, no buscan cuidado prenatal a tiempo o vuelven a ser madres en un periodo menor de dos años. Asimismo, muchas interrumpen sus estudios y no cuentan con el apoyo de sus padres. Para atender esos riesgos, el Proyecto Nacer, del municipio de Bayamón, se integra a las familias y se está enfocando mucho en el varón, para que sea parte del proceso del embarazo, parto y crianza. CENTRADOS EN LA FAMILIA. “Para no- sotros, el enfoque salubrista es trabajar centrados en la familia, buscando el apoyo en términos de recursos y en términos de que le da ese sentido de pertenencia al bebé cuando nace. En términos de salud pública, no podemos hacer nada solo con los jóvenes sino tenemos el componente de su familia. Hay que hacer un trabajo comprensivo para que esos madres y padres puedan ser viables como una familia y su bebé rompa el ciclo de desventaja social. Los estudios dicen que los hijos de padres adolescentes pueden convertirse en padres adolescentes”, sostuvo Anayra Túa, directora de Proyecto Nacer. El proyecto atiende a las adolescentes embarazadas desde los servicios de cuidado prenatal y clases de maternidad y paternidad, para el varón, hasta los estudios para que terminen su cuarto año. Actualmente, tienen 75 familias de las cuales 11 son parejas. El 85% de lo que atienden son féminas, explicó Túa, quien reveló que cada vez le llegan adolescentes más jóvenes. “Son cada vez más pequeños. La media en edad es de 15 años, cuando hace dos años era 17 años”, ilustró Túa, quien también ha observado “un alza en la cantidad de varones que se acercan a recibir servicios porque quieren tomar el rol de ser papá. Estamos viendo unas diferencias en cómo se están comportando”. Asimismo, dijo que ha visto un cambio en la carga casi automática que se le imponía al adolescente varón para que dejara la escuela y se fuera a trabajar para mantener al bebé y ahora algunos abuelos los están apoyando con recursos para que continúen estudiando. Otro proyecto que trabaja con embarazos y partos de adolescentes es Taller Salud, ubicado en Loíza, pueblo donde la media de edad de las madres fue de 21 años del 2010 al 2013, la más baja de la región noreste, indicó Tania Rosario, coordinadora de los programas de Taller Salud. PROBLEMA DE AGRESIONES. Rosario destacó la importancia de distinguir entre el grupo de adolescentes porque, por ejemplo, en el grupo de niñas de entre 10 y 14 años hay una incidencia de agresiones sexuales, muchas veces por parte de familiares. Aunque son igualmente menores y sin edad legal para consentir, en otros grupos de chicas con edades mayores, como 16 y 18 años, el embarazo es resultado de una relación aceptada dentro de una relación sentimental. “Nuestros proyectos consideran como barreras para el acceso a la salud aspectos sociales, no solo una persona tiene un problema de salud por mala nutrición sino por acceso a los servicios de salud, por poca alfabetización sobre la salud, por falta de recursos, o falta de transportación, y tratamos de atender esas barreras de manera integral”, sostuvo Rosario. Sostuvo que, aunque los jóvenes tienen información, no tienen acceso a servicios de salud adecuados o a los anticonceptivos. Eso es ejemplo, afirmó, de que, más que vincular los embarazos de adolescentes al factor de pobreza, hay que relacionarlo con la desigualdad, que también se evidencia en las barreras para terminar su educación y la alta posibilidad de tener nuevos embarazos lo cual limita su potencial de desarrollarse al máximo y sus posibilidades económi- cas. Sin embargo, Rosario hizo referencia al asunto de que en otros países se ha cuestionado para quién es un problema el embarazo de mujeres jóvenes, en sus 17 y 19 años. “Nos falta escuchar a las jóvenes. En Latinoamérica hay un contradiscurso de para quién es un problema. Esa perspectiva existe”, sostuvo, y agregó que en Loíza las familias no asumen el asunto como un problema sino que integran al nuevo niño al núcleo familiar. Túa y Rosario laboran en dos de los poco más de diez programas dirigidos o que incluyen a adolescentes embarazadas y madres y padres adolescentes, destacó Gloria Montalvo, directora asociada del Programa Servicios Integrales de Salud al Adolescente (SISA), del Departamento de Salud. En el grupo de organizaciones hay solo un albergue para las adolescentes embarazadas, que es el Hogar Santa María Eufrasia en Arecibo, lamentó la funcionaria. Montalvo también enfatizó en la necesidad de reenfocar los programas para que incluyan a los padres adolescentes porque deben asumir tanta responsabilidad como la madre en la crianza del bebé. “Desde el año pasado, hemos tomado la decisión de concienciar a los programas y agencias de integrar a los padres”, sostuvo, para luego recordar que hace cerca de un mes hicieron una reunión con padres adolescentes y estos pidieron que se escuche lo que tienen que decir. De hecho, dijo que consideran crear un consejo asesor de jóvenes para que participen en la búsqueda de soluciones. Como parte de los servicios de prevención y promoción de la salud de la agencia, Montalvo explicó que en las regiones de Salud hay grupos de enfermeras que visitan hogares cuando identifican embarazos de alto riesgo, que incluyen adolescentes, y a los que les dan seguimiento hasta que el bebé cumple dos años. Este proyecto tiene unos comités de visitantes que sirven de apoyo a las familias “porque nadie enseña a ser papá. Se trata de cubrir con el aspecto integral de la familia, que ese papá se involucre”. También hay otro proyecto que enseña sobre el crecimiento saludable del bebé. + ESCENARIO DE LOS NACIMIENTOS 92.5% MI SALUD Nacimientos de adolescentes atendidos por el plan de salud público. 90% MADRES SOLTERAS Relación de las adolescentes sin pareja al parir. “30% de las mujeres de 18 a 19 años que tienen un hijo ya han tenido un bebé y con eso hay que trabajar” GLORIA MONTALVO Directora Programa Servicios Integrales de Salud al Adolescente 4 LEYES PARA LAS ADOLESCENTES U Ley de Derechos y Servicios Médicos para la Mujer Embarazada y Madre No Emancipada garantiza que toda mujer embarazada, sin importar su edad, tenga acceso a los cuidados y servicios pre y posnatales sin el consentimiento de sus padres o tutores. Asimismo, la autoriza a consentir al cuidado y tratamiento médico del infante y el niño en lo referente a vacunación, educación o asuntos médicos. LEA MÁS SOBRE EL EMBARAZO Negocios 39 Flash & Cultura 64-65 Deportes 83 Por Dentro 2-3