PRUEBA PERICIAL, APRECIACION DE LA (FALSIFICACION DE

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304443. . Primera Sala. Quinta Época. Semanario Judicial de la Federación. Tomo LXXXVII, Pág. 684.
PRUEBA PERICIAL, APRECIACION DE LA (FALSIFICACION DE DOCUMENTOS
PRIVADOS). Es cierto que según ha reconocido la Suprema Corte, en diferentes ejecutorias,
los Jueces, en la estimación de la prueba pericial, no están obligados a sujetarse a alguno de
los dictámenes que constituyen la prueba de que se viene hablando, sino al que considere más
fundado, según las circunstancias que se desprenden de la investigación. Sin embargo, este
criterio debe recibir aplicación siempre y cuando exista en el proceso un juicio pericial, juicio
que sólo puede existir legal y doctrinalmente, cuando la prueba de peritos se perfecciona con
arreglo a la ley, ya que de no ser así, se vulnerarían las normas reguladoras de ese medio de
convicción, el que resultaría inconcuso o practicado en una forma distinta de la establecida
por la ley, y si en la especie aparece que solamente las partes designaron peritos, y los
dictámenes que se obtuvieron resultaron contradictorios, en tales condiciones, es obvio
admitir que para que la prueba se perfeccionara y pudiera constituir un juicio pericial que el
juzgador habría estimar, según las circunstancias y de acuerdo con la facultad que le confiere
la ley respectiva, era necesario que se citara a los propios peritos para la junta establecida por
la ley, y en su caso, de no obtenerse un acuerdo entre ellos, hacer la designación del tercero
en discordia. La irregularidad apuntada obliga a argumentar que no existió en el proceso de
que se trata un verdadero juicio pericial, que, con arreglo a la ley, pidiera ser aquilatado por
el juzgador y como quiera que la prueba que obra en los autos quedó inconcusa por los
razonamientos ya indicados, resulta ostensible que su calificación es ilegal, siendo por ende,
violatoria de garantías en perjuicio de la inculpada. Por otra parte, el hecho de existir
dictámenes periciales en pro y en contra, pero sin llegar a constituir una prueba legal, aunado
a la circunstancia de que la falsificación se hizo descansar únicamente en esa prueba
imperfecta, lleva a la conclusión que establece la duda absolutoria en favor de la acusada, por
falta de comprobación plena del cuerpo del delito de falsificación que se le atribuye.
Amparo penal directo 3046/45. Salinas Alejandrina. 25 de enero de 1946. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: Carlos L. Angeles. La publicación no menciona el nombre del
ponente.
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