School, más precisamente de Fort Gulik Y Fort Sherman, en centro de formación teórica de táctica guerrillera y antiguerrillera, desde el verano de 1961 (21) . pero sobre todo la evolución ulterior de ésta hacia una especie de super-universidad de la estrategia y de la táctica operativa correspondiente a la doctrina militar del enemigo interior, la cual se remarca rebautizándola el primero de julio de 1963 con su nombre actual (22), de modo objetivo, independientemente de los reflejos antipopulares encubiertos por la intoxicación anticomunista que allí se les administra a los cursantes, y los panameños entre estos tenían una plaza privilegiada, no sólo cortocircuitaba ese proceso de despersonalización profesional a que estaban sometidos los oficiales académicos de la Guardia sino que, además, los reconciliaba con su ser militar, fortalecía su conciencia gremial y les inyectaba mecanismos de resistencia instintiva al medio profesionalmente hostil en que se desempeñaban . En el fondo, el levantamiento en Bayano del Mayor José Manuel Hurtado y 25 guardias en septiembre de 1962, sofocado por el Mayor Torrijos, su compadre, y el Capitán Boris Martínez, estuvo determinado por esos sentimientos de frustración y de relegamiento con que las contradicciones profesionales con la institución marcaban a no pocos oficiales . Hurtado era jefe de una compañía consagrada al orden público . 3 . La Guardia Nacional, élite antiguerrillera latinoamericana . Más aún, desde el punto de vista de la doctrina militar antisubversiva que domina el panorama latinoamericano la Guardia Nacional, y especialmente su cuadro de oficiales, sien pueden ser considerados como la crema de la guerra antiguerrillera con relación al resto de los países latinoamericanos . En efecto, de 3,369 militares latinoamericanos entrenados en el solo año de 1966 por los Estados Unidos en el extranjero, es decir, en las distintas escuelas de la Zona del Canal, 757 eran oficiales, clases y tropas de la Guardia Nacional panameña rigurosamente seleccionados contra sólo 305 venezolanos, 241 peruanos, 214 colombianos, 1g8 brasileños y 59 guatemaltecos, todos estos últimos entonces implicados en operaciones contra guerrillas rurales y la intensidad del aprendizaje realizaurbanas (23) . La amplitud do por los oficiales de la Guardia Nacional en la universidad zoneíta de la contra-insurgencia, pueden medirse por el record del (21) Roberto P. Case "El entrenamiento de los militares latinoamericanos en los Estados Unidos," en Aportes, No . 6 octubre, 1967, París, p . 45 . (22) Según la revista norteamericana Reader's Digest, agosto, 1968, p . 40, la United States Army School of the Americas, "proporciona 81 cursos en español con materias que van desde la Ingeniería, las comunicaciones y la sanidad pública hasta la guerra en la selvas p la seguridad interior" . (23) Roberto P . Case "el entrenamiento de los militares latinoamericanos en los Estados Unidos", en Aportes, No . 6 octubre, París, 1967, p. 55 . 97 propio General de Brigada Omar Torrijos : "cursos sobre operación en la selva, guerra de guerrillas y operaciones contra-insurrección que se dictaron en Fuerte Sherman, en la Zona del Canal de Panamá; y en los cursos superiores de comando y estado mayor que tuvieron lugar en Fuerte Gulik en el Pentágono, de Washington, U.S.A. (24) *CUADRO No. 17 MILITARES DE CENTRO AMERICA Y DEL CARIBE ENTRENADOS EN LA ZONA DEL CANAL (año 1966) Cantidad País Costa Rica Cuba R. Dominicana El Salvador Guatemala Haití Honduras Nicaragua Panamá 87 0 223 59 59 0 141 194 757 En cambio, la institución no llegó jamás a crear las estructuras de recibimiento para ese oleaje de profesionalismo en estado permanente de crecimiento y desarrollo cualitativo . Los salarios casi no se alteraron entre 1959 y 1968 . No es sino hasta 1969 que la Guardia viene a disponer de un centro social, y eso únicamente para clases y tropas . El equipo y el armamento, hasta 1968, dependió ciento por ciento de la buena voluntad de los Estados Unidos y, en todo caso, sólo suministraban algunos camiones de transporte de tropas y a uno que otro lote de fusiles y otras armas de infantería puestas fuera de moda . El número de oficiales superiores era sumamente restringido : un general de brigada, un coronel, dos tenientes coroneles y los cinco o seis mayores jefes de zonas . Esto . (24) Semana "Los líderes de la revolución", 25 .81 de octubre, Panamá 19682977 . (+') Fuente : Seleccionado de los datos suministrados por el Departamento de los Estados Unidos y publicados en Aportes por Roberto Case, op . cit. p . 55 . 98 así como la prominencia policial en lo organizativo, iba al encuentro de las naturales aspiraciones profesionales de la oficialidad subalterna . Así pues, el retraso de la institución con respecto del avance técnico-profesional del conjunto de su personal acentuó la separación entre el mando supremo, hiperconcentrado en el General de Brigada Bolívar Vallarino, quien, por lo demás, se sentía más llamado por su mundo social y economico, y el pleno de la oficialidad joven . Esta separación no llegó ciertamente a ser cismática . La enorme influencia del establecimiento militar hegemónico zoneíta y, desde luego, el peso ideológico, político, económico y social de las clases que se situaban detrás del comandante Vallarino, bloquearon siempre cualquiera de las rutas por las que potencialmente hubiera podido encontrar salida la presión profesional que se había creado al interior del aparato represivo del estado oligárquico-pluriburgués panameño, y cuya existencia vinieron a revelar las primeras medidas de reestructuración interna adoptadas por los oficiales revolucionarios prácticamente al día siguiente del golpe de 1968 . CARACTERIZACION DE LA GUARDIA NACIONAL DE 1968 Cuerpo armado anticomunista sin doctrina ni estrategia militar propias . La Guardia Nacional que se alza con el poder político en 1968 está muy lejos de ser un cuerpo de ejército clásico . Con sus 5 mil hombres, encuadrados por unos 250 oficiales, ella constituía, como dijimos, un cuerpo antiguerrillero, tal vez el mejor del área dentro de esta especie de formación combativa, pero no más . Habiendo primado en el país la psicología del protectorado, la creación de la Guardia Nacional en 1958, no fue seguida de ninguna política de formación de oficiales . A diferencia de cualquier otro país formalmente independiente de la América Latina, con la sola excepción de Costa Rica, Panamá no cuenta con una academia militar. Tampoco han tenido los oficiales panameños la menor oportunidad de inserción en el mundo intelectual, fenómeno común en los ejércitos latinoamericanos que se realiza a través de los famosos institutos de guerra, como el CAEM, "ese establecimiento superior de preparación integrado por un grupo selecto de oficiales generales y jefes de fas fuerzas, asistidos por altos funcionarios civiles cuya finalidad consiste en abocarse a la investigación de los grandes problemas nacionales" . . .(25), "especie de encrucija(26) Luis Valdez Palleta, Antece dentes de l nueva orientación de les fuerzas armadas en el 99 da, desde luego discreta pero activa, señala el profesor francés Bourricaud, en la que los militares más brillantes q los intelectuales más o menos radicalizados se encuentran y establecen sus contactos y estrechan sus lazos" (26) . La Guardia Nacional que da el golpe en 1968 se debía por entero a la United States Army School of the Americas . Además de factor de homogenización del conjunto de la oficialidad proveniente de diversas academias latinoamericanas, las cuales no obstante el peso que en ellas tiene la estrategia militar norteamericana han logrado conservar no pocas particularidades, estilos y modelos de conducta pro os, esta escuela de perfeccionamiento para clases y oficiales fue l única fuente de la doctrina militar de la Guardia hasta antes de que ésta cruzara el Rubicón político . Ahora bien, según el especialista norteamericano Robert P . Case, la formación que proporciona la mencionada Escuela de las Américas comprende : "tanto la preparación militar como la instrucción no militar que disponen los programas norteamericanos, asi como la influencia que pueden llegar a tener sobre esos hombrea los valores, las ideas o los conceptos norteamericanos" (21) . En 1964 el General Andrew Pick O'Mear a la sazón comandante en jefe del Comando Sur de los Estados Unidos y, en consecuencia, responsable máximo de la Escuela de las Américas, al evaluar los resultados de ésta sostenía que : "las fuerzas armadas (latinoamericanas) se han situado a la vanguardia de aquellos que reconocieron la amenaza a la democracia inherente al comunismo internacional" (28). No hay ninguna duda de que el pequeño cuerpo armado panameño estaba incluido en ese pelotón de la vanguardia del anticomunismo militar latinoamericano . Es altamente significativo, por lo demás, que todo el operativo de inteligencia de la Guardia Nacional -a diferencia del peruano,elcmbiayurgo,pejmlqucoprendía la recolección, evaluación y explotación de datos múltiples, prácticamente sobre 'todas las clases situaciones y problemas sociales aunque dirigido al mismo objetivo de la seguridad interior (29)-, se concentrara exclusivamente en los elementos calificados como comunistas y en las organizaciones estudiantiles, sindicales y campesinas . Durante no poco tiempo después del 11 de octubre de 1968, en los murales de la mayoría de los carteles de la Guardia Nacional se seguían exhibiendo las fotografías de los dirigentes populares bajo el rótulo : "Estos son tus enemigos, conócelos" . El (26) Francois Bourricaud, "Los militares, porque y para qué", en Fuerzas armadas poder y cambio, Lima, 1970, p. 177, (27) Robert joder Case, op . cit„ p . 45 . (28) Andrew Pick O'Meara, Discurso pronunciado en la reunión de comandantes de ejércitos americanos celebrados en West Point del 2 al 7 de agosto de 1964. (29) Ver Luis Valdéz Pallete, op, cit . loo SIM (Servicio de Inteligencia Militar), que en ausencia del más mínimo aparato de formación cultural, ideológica, política o científica, devino algo así como la "entidad cerebral" de la Guardia Nacional, estuvo siempre bajo la dirección práctica de un agente del D .I.A. (Defense Intelligence Agency , del Pentágono con oficina propia en los locales del servicio, asta febrero de 1970, "Estos tentáculos (de los servicios de inteligencia norteamericanos) por supuesto se extendieron y cubrieron ciertos escalones de la Guardia Nacional" (30) afirma el periodista Medoro Lagos, Jefe de relaciones públicas de la zona militar de Chiriquí. CARACTER MULTIPLE DE LA INTERVENCION MILITAR DE OCTUBRE DE 1968 . 1 . Fuga en avance. Inicialmente, el golpe militar del 11 de octubre fue sin discusión alguna un salto en el vacío . Ello si se tienen en cuenta las condiciones políticas concretas del momento . No sólo los militares parecían handicapeados por la falta absoluta de tradición golpista y de experiencia política, sino que el tablero político-social que imperaba, después de la profunda crisis prerrevolucionaria de mayo-junio, en principio les bloqueaba herméticamente el acceso a no importa qué base social de apoyo serio . Los militares, cuya intervención estaba en esencia determinada por el instinto de conservación profesional, fueron rechazados "arriba" cuando intentaron darle una cobertura constitucional al golpe (el vicepresidente de Arnulfo Arias Raúl Arango, consuegro del expresidente Chiari, se negó al pedido de sucesión que le fuera formulado por los golpistas el mismo 11 de octubre) en tanto que hacia "abajo" ellos no podían contar con nadie . De allí el carácter inicialmente ambiguo del pronunciamiento militar : a) Golpe antipopular puesto que la Guardia Nacional desplazaba a un gobierno populista de 10 días, pleno de apoyo en la ciudad y en el campo 81 , Además, Arias había recibido la caución del partido más típico de la pequeña burguesía profesional, el de la democracia Cristiana, al que Arias había entregado el Ministerio de Educación en la persona del profesor universitario Rubén Arosemena Guardia, una de sus figuras más representativas, gesto este que fue positivamente calibrado por la Iglesia . b) Golpe anti-oligárquico. Puesto que, al mismo tiempo que en lo inmediato el golpe aparecía ante los estudiantes, intelectuales y sindicalistas como destinado a impedir que las masas hicieran su propia experiencia con Arnulfo Arias, en suma, a frenar el movi(80) Medoro Lagos, El general volvió, ed . Chiriqui, S.A., David 1970, p, 67 . dirigente del estado mayor del sindicato de (81) El ex-secretario general trabajadores de la United F ruit Company, Efigerio Araúz había resultado electo como diputado por Chiriquí dentro de la nómina del partido arnulfista, lo mismo que por Veraguas al ex-sacerdote Carlos Pérez Herrera, hombre de izquierda, primo del General Torrijos . 101 miento popular que para muchos Arias estaba condenado a desatar sí quería controlar a sus socios electorales-, los militares objetivamente, independientemente de su voluntad, desbarataban la estrategia de recomposición, de la base social de masas dei sistema oligárquico que el más lúcido y poderoso sector del bloque de clases dominantes hacia descansar en el arrastre popular del Doctor Arias estrategia que desde el punto de vista de los intereses reales dei conjunto del bloque era mucho más justa que cualquiera aventura antidemocrática que se realizara aún en su representación . En consecuencia, la guardia se colocaba frente a este grupo social ; o al menos, fuera de su óptica si bien, paradójicamente, excluía a la vez, en principio, a los grupos sociales del anti-oliaareuismo histórico, los estudiantes, el sindicalismo militantista y los intelectuales progresistas, c) Golpe de desafío a los norteamericanos . Los militares tomaron el poder pasando sobre la opinión adversa de las autoridades militares y políticas norteamericanas . Se ha filtrado que el día 7 de octubre, en el cuartel de Panamá Viejo, mientras los mayores despedían en ceremonia privada al General Vallarino, a la que asistieron los más altos oficiales del Comando Sur, estos últimos de-jaron claramente establecido su desacuerdo con la intención golpista que ya circulaba (32) como respuesta a las medidas de res, tructuracion de la Guardia Nacional puestas en marcha por Arias desde el día 4 . Además, era obvio que por su composición de clase, por su innegable vasto ascendiente popular, por su anticomunismo y en fin, por su legitimidad, el gobierno de Arnulfo Arias era ya concebido como el gobierno ideal para una "solución americana" al problema de las negociaciones de un nuevo tratado canalero, estancadas por la oposición vivaz de amplios sectores nacionales. Asilado en la Zona del Canal desde la noche de su derrocamiento por los militares, Arnulfo Arias llegó a demandar la intervención de las tropas norteamericanas en Panamá con miras al restablecimiento de su poder y, en todo caso, aunque su demanda no fue atendida, el gobierno de los .Estados Unidos demoró por más de un mes su reconocimiento al régimen militar recién instalado (33) . (32) Según la revista Semana, edición 4-10 de octubre de 1968, "Las reuniones, conversaciones y decisiones de los oficiales jóvenes (con comando) llegaron a una situación cumbre el jueves 25 de septiembre fecha en ase estaban dispuestos a actuar, si era necesario, para salvar sus posiciones. (33) Semana, cale de la Associated Press, edición 18-24 de octubre, Pana- má, 1968, p,17. Fragmento de Fuerzas armadas tica, Ediciones Nueva Universidad imprenta Universitaria, Panamá, 1978 . 10 2 ESBOZO TEORICO SOBRE LAS INVERVENCIONES MILITARES EN AMERICA LATINA . TEORIA DEL GOLPE MILITAR. Por VILMA RITTER GUEVARA Dar una explicación global del fenómeno de las intervenciones militares en la América Latina, iría contra toda metodología científica en materia de ciencias sociales ; sobre todo si tenemos en cuenta que lo que permite construir edificios teóricos es el trabajo empírico previo, y ésto en lo que concierne el golpe militar, apenas comienza a hacerse, al menos en el sub-continente americano, en la segunda mitad del presente siglo . El estudio de la institución militar nos conduce forzosamente a interrogarnos sobre la sociedad de la cual hace parte, y su inscripción en el concierto de instituciones de orden político, económico, social . Esto nos permite romper la ilusión de que las instituciones militares son entes extraños, que irrumpen en cierta medida desde afuera, y en contextos sociales que les son también extraños . Para comprender cablamente las intervenciones militares en el proceso político, tenemos que estudiar las instituciones sociales y su comportamiento . El golpe militar se inscribe dentro del proceso político de cada una de las sociedades donde irrumpe, y el mismo es una de las muchas formas como los militares participan en la política. Algunos estudios sobre las intervenciones militares, han abordado el fenómeno de manera diacrónica, abarcando el problema desde los inicios de las repúblicas latinoamericanas a principios del siglo XIX . En las sociedades latinoamericanas, donde diversas formas de poder autoritario han encontrado terreno propicio para su desarrollo es necesario partir de la premisa de que la realidad global? la practica social en general, es sumamente intrincada, ya que, a diferencia de los Estados-Nación surgidos en el siglo . : los paíe ses latinoamericanos han pasado por disímiles experiencias y corrientes históricas, relacionadas íntimamente con la aparición del modo de producción capitalista . El poder autoritario va ligado así a una multiplicidad de factores de ahí la necesidad che estudiar la importancia de las relaciones entre sociedad política y la sociedad civil para tratar de esclarecer los factores que pueden ilustrarnos sobre las intervenciones militares . Samuel E . Finen, en su trabajo "The man on a horse back", plantea algunas consideraciones tendientes a dar una explicación sobre las intervenciones de los militares en la política en la Améri103 ca Latina . Finer explica que en las naciones con un nivel político desarrollado las intervenciones militares se dan indirectamente ? a través de una cierta presión corporativa y un sutil chantaje .Distn gua luego los países en transición, como el caso de la Argentina, países en transición, donde las instituciones políticas y sociales no están plenamente desarrolladas, a pesar de que el conjunto de la población posee un "standard" promedio homogéneo de desarroAsí, el nivel económico y cultural, es basllo socioeconómico . tante alto, además existen ya tres clases sociales bien diferenciadas, la clase dominante integrada por los terratenientes, la burguesía media y la clase obrera . Esta estratificación social, dala visión de una nación poseedora de un alto grado de desarrollo . Pero en realidad, el poder absoluto de la clase dominante, es decir los terratenientes, en lo que concierne las instancias políticas, hacía derivar las instituciones sin una verdadera cohesión . Es necesario aquí tener en cuenta que las instituciones políticas europeas, colocadas en un contexto en múltiples aspectos extraño, tuvieron que adaptarse a condiciones históricas y económicas disímiles . Por otra parte, S, E . Finer también distingue otras naciones con un nivel de cultura política muy bajo, sosteniendo que en dichas sociedades los problemas de legitimidad y consensus no se plantean, puesto que su población está muchas veces profundamente dividida por diferencias culturales pluralismo étnico, provincialismo, regionalismo . Resalta también este autor que en dichos países las personas capacitadas para asumir responsabilidades políticas, están limitadas en número y dispersas en esa diversidad étnica o cultural, dando como resultado una pobre estructuración política del Estado . El proceso político se decide entonces, muchas veces, por la fuerza. Algo similar ocurrió en algunos países de la América Latina después de las guerras de independencia en el siglo XIX . En dichos casos, las intervenciones se hacen por la violencia, y por el re mplazo directo del poderpolítico,yaquelos militares no tienen necesidad del apoyo de los civiles, ni de mecanismos institucionales propios del Estado de Derecho, para conservar el poder . Comentando las tesis de Samuel E . Finer, nosotros agregaremos que dicho autor analiza las estructuras políticas sin tomar en cuenta las económicas, para explicar las intervenciones militares después de las guerras de independencia en la América Latina . Agregaremos, también, que el regionalismo en el subcontinente americano, no puede ser asimilado a tribalismo o luchas internacionales . El regionalismo latinoamericano más que un problema etnológico y de geo-política,era de índole ideológico, producto de la colusión entre dos modos de producción que sentaron bases paralelamente en el continente con la colonización, es decir el modo de 104 producción feudal, y el modo de producción capitalista ; fenómeno que también ocurrió con sus particularidades propias en los Estados Unidos. También hay que tener en cuenta que las sociedades latinoamericanas tenían un pasado colonial común, una lengua y una religión también común a todas, es decir que en conjunto, existía una unidad cultural e histórica, que planteaba los problemas en un estadio superior al de las sociedades, que Finer plantea, extrapolándolo a la América Latina . La formación del Estado liberal en la América Latina, en la inmediata post-independencia, conllevaba dos tendencias bien definidas, y para presentarlas utilizaremos los casos de Brasil y de la Argentina, introduciendo también como tipicidad, el caso de Colombia, que no por menos conocido, deja de ser importante . Finer en sus análisis, toma en cuenta algunos de estos elementos, dejando a un lado otros. Para una mejor explicación, presentaremos un panorama de conjunto sobre la cuestión, utilizando los ejemplos aludidos . Como todos sabemos, el liberalismo en las etapas primarias de su desarrollo propugnaba una economía "laissez-fairiste". el respeto a las libertades individuales, la separación de la Iglesia y del Estado, y el acceso al mayor número de población a la educación. Otra tendencia del liberalismo, formulaba también planteamientos que contradecían en cierta manera la esencia teórica del liberalismo clásico . Esta tendencia preconizaba por el contrario un Estado centralizado en un ejecutivo fuerte que pudiese enrumbar el proceso de modernización en todo el territorio o superficie nacional ; impulsando así el desarrollo de obras de infra-estructura que la economía de la Nación necesitaba, En algunos países la tendencia centralista estaba representada por los liberales, en otros por los conservadores . Esto tiene su .goerni-lamut rizdeambospt,edcirlIumnso tconservadores, os liberales argentinos del siglo XIX fueron centralistas y los federalistas . En Colombia, los liberales fueron federalistas, puesto que ésta era una fórmula para controlar el centralismo de los conservadores . En Chile, para citar otro caso, los conservadores fueron federalistas como los liberales, y en la Argentina, centralistas . Consideramos así que el binomio centralismo-federalismo es aquel que mejor puede describir las luchas intestinas entre las diversas fracciones de la clase dominante, y así explicar, en parte, la cuestión de las intervenciones militares . Si vemos el caso de la Argentina, donde los liberales eran centralistas estos representaban al grupo ligado al mercado exterior a través del puerto de Buenos Aires necesitando entonces controlar la balanza exterior en función de sus necesidades de mercado . Las provincias argenti1 05 nas, a diferencia de la región porteña, eran federalistas, ya que necesitaban desarrollar un mercado interno para colocar su producción . En Colombia, los liberales eran federalistas en razón de su economía exportadora mientras que los conservadores dirigían el grueso de sus productos al mercado interno. Por otra parte, además de la debida diferenciación y tipificación de los diversos liberalismos y conservadurismo que existieron en la América Latina, nos parece que S . E . Finer, volviendo a su tesis sobre las intervenciones militares en la política, debe tener en cuenta que si bien es cierto que prominentes militares dominaron la política durante este período, estos incidieron más como individuos que como oficiales pertenecientes a una institución armada . Los militares de este período fueron políticos profesionales y militares, y es poco evidente que ellos se asumieran o se identificaran en su proyección política, a un ente relativamente cerrado a la sociedad civil, como es la institución militar clásica . Los militares tuvieron ventajas en relación a los civiles en el campo político, debido, entre otros factores, al constante recurso a la guerra civil para dirimir las controversias . En el caso de Colombia o del Brasil, la institución militar estaba dispersa, con poca cohesión nacional ; así se le mantenía desestabilizada y no podía aspirar a constituirse en una fuerza política autónoma . En esto incidía también el federalismo, ya que permitía que cada p rovincia o Estado organizara su propio ejército o milicia loca, Para defender o atacar la política de la fracción de turno en el poder . Ampliando su concepción del regionalismo, S . E . Finer analiza las luchas internas en la América Latina como meros conflictos regionales . El caso de Colombia es ilustrativo y aclara la tesis de Finer ya que en este ejemplo, se superaba cualquier contenido g eográfico . A partir de la promulgación de la Constitución libe de Río Negro en 1863, el Partido Liberal apoyó el federalismo al igual ue una fracción importante de los conservadores . q Esta constitu-ción de compromiso entre los partidos rivales permitió sobretodo debilitar al ejecutivo central, que vio fragmentada su autoridad y las instituciones vaciadas de todo contenido de legitimidad nacional . Por otra parte, permitió que los Estados gozaran de una autonomía política y económica plena, ya que manejaban su balanza exterior con libertad . La institución militar, como la iglesia, tuvieron que afrontar esta nueva realidad, que les afectaba seriamente, puesto que se proclamó la separación entre el Estado Y la Iglesia, y la institución militar, por su parte quedó fragmentada aún más a nivel guarniciones locales, quedando el ejecutivo o poder central, en la imposibilidad de ejercer soberanía efectiva, Ya que sólo contaba con una pequeña guarnición presidencial . El 3 106 ejecutivo quedaba así imposibilitado para imponer el orden público en cual ex punto de la nación, e imposibilitado para establecer la polític a económica que más le conviniese al conjunto del país. Sin embargo, la caída del precio del tabaco en el mercado internacional, uno de los principales rubros de exportaciones in aquel entonces es decir hacia el año de 1875, marca por así decir . lo el final de la política de abierto laissez-fairismo en Colombia, comenzando a efectuarse la transición hacia un Estado centralista, que pudiera imponer a las fracciones en pugna, un consensus por e orden . Viendo el periodo de 1830 a 1886 como un conjunto, nos damos cuenta que la irrupción de los militares en la política, significó un modo de regulación del sistema político, del sistema económico y hasta di la super-estructura ideológica Otros analistas, como Edwin Lieuwin, abordan las intervenciones de las fuerzas armadas en la política, como fenómeno ligado estrechamente a aspectos de tipo ideológico . La actitud ideológica del grupo dominante, era en sí misma generadora di grandes tensiones políticas. Por otra parte, el desarrollo económico estaba determinado por los factores históricos y geográficos que coincidían con la política de librecambio practicada por Inglaterra, y que iba, en muchos aspectos en contra de los intereses económicosyplíticosdeunafrcióndelgrupodminate .Eapores dominante estructura de aparato de Estado, al momen más bien refleja to dieadcirntmelahrncioalespñy nuevas estructuras económicas necesarias al desarrollo . Estas contradicciones crearon un clima de malestar social que se reflejaba en todas las instituciones, y in todos los grupos sociales. Estos problemas fueron los que no permitieron la marcha armoniosa y articulada de esas instituciones, impidiendo el advenimiento di una integración socioeconómica estable, que hubiese beneficiado una acción colectiva dando la posibilidad de romper los lazos di dependencia arraigados . En la América Latina el caso más patético de este fenómeno, lo constituyó México. después de las guerras de independencia. En efecto, durante el siglo XIX, la carrera militar en México más que una profesión era un privilegio . Muchos oficiales ambibiciosos encontraron in el ejército una oportunidad para enriquecerse. México era uno di los pocos Virreinatos durante el período colonial, en donde se mantenía permanentemente una fuerte guarnición militar . Los criollos, que pertenecían al ejército, tenían pocas posibilidades de ascender a los altos rangos en el escalafón militar. Cuando se organizó el ejército rebelde, algunos oficiales 107 de la Corona fueron sobornados para que se integraran a la insurrección . Encontramos así que muchos generales del ejército mexicano habían sido sub-oficiales del ejército de la Corona española, Se creó de esta maneras desde muy temprano, un mecanismo de seducción y de corrupción que quebrantó el código de honor y disciplina del ejército desde sus inicios . El proceso político en México fue dominado por casi 60 años a través de la violencia militar. El general Antonio López de Santa Anna, dominó el centro de decisiones políticas por casi un cuarto de siglo, haciendo y deshaciendo gobiernos hasta 1866 . De 1850 a 1860, un grupo de civiles, guiados por Benito Juárez, lograrán cierto progreso, subordinando a los oficiales a la autoridad civil . Después de una generación de conflictos entre liberales y conservadores, el general Porfirio Díaz estableció el control del ejército, logrando la estabilidad política que reclamaba el positivismo de orden y progreso, que caracterizo muchos regímenes de este período. En analista Frank Tannembaum, explica que esto se logró s través del reemplazo de la violencia desorganizada por una Tiranía que organizara y centralizara la violencia . Monís Janowitz, especialista de sociología militar trata de establecer una correlación entre los diferentes niveles che desarrollo de cada sociedad y las intervenciones de los militares . Resalta Janowitz que los procesos de cambio con sus características de asincronía y conflictos, aumenta la tend cia de los mil tares a intervenir en el proceso político . En esta óptica, la institución militar es considerada como una institución moderna en una sociedad tradicional, en vías de desintegrac ión. De los estudios de Morris Janowitz surgió el modelo de los militares desarrollistas . El análisis de Janowitz puede ser complementado por la teoría de José Nun, cuya ideal central gira en torno a la tesis de que en la América Latina, la hegemonía o la influencia de un grupo social está en cierta forma determinada por el apoyo que reciba de las fuerzas armadas . La clase media, con el apoyo de las fuerzas aneadas, afirma Nun, ha ganado el reconocimiento de la oligarquía durante los tres primeros decenios del presente siglo . Señal también José Nun, que las instituciones armadas que le han servido como referencia para sus trabajos, son las del Brasil la Argentina y Chile . En estos tres casos, los' cuadros de la oficialidad son todos de origen de clase media . La inestabilidad, en esta perspectiva, se produce en momentos en que los estratos medíos, encargados de producir cambios, son incapaces de consolidar un sistema que excluya al grupo oligarquico de la hegemonía del poder . Janowitz y Nun, tienen la virtud de señalar la inestabilidad po108 lítica, como un producto del proceso mismo de modernización a que se ven avocadas estas sociedades . Sin embargo, José Nun profundiza aún más el análisis, al señalar el conflicto entre los grupos medio y la oligarquía en el seno del aparato estatal . Esto fue el caso planteado a la Argentina, en los períodos de Hipólito Irigoyen, representante de la clase media del país, que se habían organízado bajo la bandera del Partido Radical, y que llegó al pod er con el apoyo masivo de las fuerzas armadas . Los militares argentinos de este período deseaban consolidar el desarrollo industrial del país, que la sociedad y la fuerza armada necesitaban para su expansión . Cuando la tarea emprendida se mostró inalcanzable por el control de la oligarquía del aparato judicial, y gran parte del poder legislativo, los militares se sintieron frustrados en sus aspiraciones, impacientándose frente a la abierta crisis política que se dejaba sentir en toda la sociedad . De esta manera, el general José I. Uriburu, protagoniza el primer golpe de Estado del presente siglo en la Argentina en el año de 1931 . El análisis de Janowitz se aplica más bien a la intervención militar en el Brasil, en la revolución de 1931 . Loa altos mandos del ejército brasileño, que eran casi todos originarios de la provincia de Rió Grande Do bu¡, se unen a facciones políticas de la misma región, de tendencia liberal-positivista, como el caso de aquella representada por Getulio Vargas para desplazar a las oligarquías de Sao Paulo y Minas Gerais, y as? impulsar las bases de un Brasil moderno . Las tensiones entre grupos rivales, a diferencia de la Argentina, estrechan - aún más los lazos entre los militares y Getulio Vargas. Así en 137, se le da un golpe ala República, instaurándose el "Estado Novo", con Vargas a la cabeza y la institución militar totalmente modernizada . La tesis de Samuel Huntington, en torno a las intervenciones de los militares en la política, es la más conocida entre aquellas que tienden a dar una explicación .de los golpes de Estado en la América Latina . De acuerdo a Huntington, un sistema político que pretende impulsar un proceso de modernización, y se ve compelido a hacerlo bajo los cánones de un débil sistema socio-económico, genera resultados políticos como corrupción, violencia, gobiernos ineficaces, y que en consecuencia llevan en muchos casos a los militares a derrocar el gobierno civil . La intervención de los militares en Chile, en el año de 1925, se ajusta bastante a nuestro juicio, a la tesis de Huntington . . El gobierno de Arturo Alessandri, había sido elegido por amplios sectores de la clase media y algunos autores señalan que dicho golpe tenía como objetivo el restablecimiento de la oligarquía en el poder . Pero una somera revisión del contexto histórico de la época nos re109 vela una realidad diferente. Después de la guerra civil de 1891, el ejército chileno ea modernizado por una misión de oficiales prusiaBajo la influencia de estos militares alemanes, se opera el nos . cambió de un comando ligado a las aristocracia terrateniente y comercial, por oficiales pertenecientes a la clase media . El reclutamiento más democrático, le da acceso a un gran número de jóvenes de las capas populares, a la educación. Pero este cambió operado en la institución militar, no se da en la administración pública, siendo los cargos públicos ocupados por la oligarquía terrateniente urna brecha e tre los altos oficiales yolas aristocracias 1912, los oficiales agrupados en ligas, comienzan a señalarle al ejecutivo,públicamente, la corrupción en que estaba sumido el gobierno , la necesidad de extender educación pública y hacerla accesible a todas las clases sociales la instauración de programas de salud, salubridad, control del alcoholismo, y selección para puestos públicos, a personas más independientes y mejor compenetradas de las necesidades de la sociedad . Para los oficiales, también era importante que se resolviera satisfactoriamente en ese entonces . el problema fronterizo con Perú, en las regiones de Tacna y Aríca . n Los oficiales chilenos, para mediados de los años veinte, mostraban una notoria hostilidad por loa gobiernos y políticos que los integraban . Les reprochaban su incapacidad para cambiar de de acuerdo con las transformaciones que se estaban operando en, la sociedad . El golpe militar contra Alessandri encontró gran hostilidad por parte del cuerpo de oficiales, agudizándose la crisisa,porlíeti-cdvnmoelagrnciseoómadlsegun mitad del decenio de 1920 . Esta intervención militar muestra en realidad la preocupación del cuerpo de oficiales por encauzar el procesó de desarrollo, creando un mínimo de desestabilización social . Hemos, en este resumen, esbozado brevemente las tesis más conocidas sobre las intervenciones de los militares en la política, enmarcado dentro del contexto latinoamericano . Sin embargo, un número plural de autores han abordado la cuestión con aportes originales, pero que sin embargo por lo sucinto de esta exposición no hemos podido abordar . Esos aportes de John Johnson son in . teresantes, ya que tipologizan las intervenciones de los militares en la política como un "militarismo civil militar„. Egil Fossum, ha encontrado que los 78 golpes de estado en la América Latina entre 1907 y 1966, de los cuales tiene información, 61 estuvieron Arre= cedidos por desórdenes públicos, es decir por una desestabilización del orden social . 110 Nosotros finalizamos indicando lo que habíamos señalado al comienzo de esta exposición, en el sentido de que cualquier intento de elucidar las intervenciones militares, en la América Latina, tiene que partir de lo social, de lo general, que es la sociedad en la cual está inmersa la institución militar, siguiendo el esquema de análisis y conocido en otras disciplinas. Solo así podremos saber más acerca del por qué los militares pasan a ocupar un escena-ri .oquelrdnistucoalmdernsvalocied v Encontramos también como una constante que las fuerzas armadar actúan como juez supremo, que se reserva el derecho de decidir al un gobierno debe continuar en el ejercicio de sus funciones o ser reemplazado mediante un golpe militar . Aparece también con frecuencia en las prácticas de los militares, que a menudo definen los intereses públicos con los de la institución armada . La logica interna de la institución indica a los oficiales que si ellos son los ' guardianes del interés nacional, requieren que lo militar en sí mismo sea protegido. Un gobierno corrupto a los ojos de los oficiales, es aquel que toma acciones hostiles al interés de las fuerzas armadas, que son así asimiladas como sinónimo del interés general . Concluimos con el pensamiento de Samuel Huntington, en torno a las intervenciones de los militares en la política, y que parafraseando a Clausewitz, nos dice que estas causas no son militares, sino políticas, y que se reflejan, no en las características de la institución militar, sino en las estructuras políticas institucionales en general del país . Esbozo teórico sobre las intervenciones militares en América Latina . Teoría del golpe militar, texto inédito . 1 11 4. DEMOGRAFIA ASPECTOS QUE DEBE CUBRIR UNA POLITICA DEMOGRÁFICA Y LINEAMIENTOS DE LA MISMA Por CARMEN MIRO Resultaría sumamente largo extenderse en esta ocasión en explicaciones detalladas acerca de los motivos que a lo largo de la historia de la Humanidad han llevado a distintos pueblos a la adopción de políticas demográficas . Vale la pena señalar, sin embargo, que en la Antigüedad y en la Edad Media el problema de la población tuvo un carácter esencialmente religioso o político y que no es sino a fines del siglo XVIII, con la Malthus, de los "Ensayos sobre el Principio de la Población" de Malthus, cuando los aspectos económicos del problema de la población, comienzan a merecer atención especialmente en lo que dice reación con su cantidad . Más tarde, iniciada ya la segunda mitad del siglo XIX, Darwin, Mendel y Galton plantean un segundo aspecto del problema : el de la calidad . Desde entonces han sido estos los dos aspectos alrededor de los cuales ha girado la adopción de determinadas políticas de población . Un conocimiento aún muy somero de nuestra actual situación demográfica y de lo que voces autorizadas señalan como nuestra más sabia política económica, están indicando que cualquier orientación que se intente dar al crecimiento de nuestra población debe necesariamente cubrir los aspectos de cantidad, distribución y calidad . Este último aspecto ha de limitarse, desde luego a factores de orden ambiental y cultural, sin pretender entrar en factores de orden genético . Examinemos cada uno de estos aspectos y los lineamientos generales que una política demográfica tendiente al logro de una verdadera independencia económica debe adoptar con respecto a los mismos . Cantidad : Según los datos del Censo de Población levantado en diciembre de 1950, nuestro país tenía en esa fecha un total de 805,285 habitantes . Esto indica una densidad media de 11 habitantes por kilómetro cuadrado . Esta densidad resulta en realidad sumamente baja, y su verdadera significación no puede apreciarse sin considerar que en la determinación de esa cifra se han incluido Distritos como Taboga y Chitré, cuyas densidades son de 158 y 125 habitantes, así como Panamá y Colón con densidades de 99 Y 94 habitantes . Si elimináramos estos cuatro Distritos, la densidad media bajaría en realidad a sólo 7 habitantes por kilómetro cuadrado . El mapa presenta una distribución de las densidades exis112 tentes en los distintos Distritos de la República, inclusive la Comarca de San Blas . El permite captar con mayor claridad el problema de la poca densidad de población existente en la mayor parte del territorio panameño . A base de ese mapa, podemos apreciar que los distritos se distribuyen según sus densidades de la siguiente manera : Densidad por Km2 Menos de 10 habitantes 10 a 19 habitantes 20 a 29 habitantes 30 a 39 habitantes 40 a 49 habitantes 50 a 99 habitantes 100 habitantes y más Número Porcentaje 22 23 12 2 1 2 2 34 .0 36 .0 19 .0 3 .0 2 .0 3 .0 3 .0 Ante esta situación, la solución sugerida por muchos para poblar rápidamente nuestro país ha sido la de fomentar la inmigración . Quienes ésto proponen presentan inmediatamente a Estados Unidos y la Argentina, en nuestro Continente, como ejemplos de lo que puede lograrse a través de la inmigración . Olvidan ellos, sin embargo, que las condiciones existentes en los períodos en que los grandes movimientos de población hacia esos países ocurrieron difieren notablemente de las actuales . Es notorio, por ejemplo, que en el mundo actual, ningún país está dispuesto a permitir la salida de grandes masas de población sin cierta reglamentación, ni en el otro extremo los países recipientes están dispuestos a aceptarlas sin que se llenen previamente tina serie de requisitos que aseguren la estabilidad política de dichos países . Por otro lado, Panamá presenta condiciones completamente diferentes a las que en su oportunidad presentaron los Estados Unidos y Argentina . Aunque algunos movimientos migratorios han tenido su origen en el deseo de liberación de presiones de índole religiosa o política, el afán de un mejoramiento económico ha sido la verdadera raíz de la mayoría de estos movimientos . De suerte que Panamá sólo podría atraer inmigrantes de países que ofrecieran condiciones de vida inferiores a las nuestras . Sin entrar a analizar en detalle esta aseveración, examinemos rápidamente las posibles fuentes de inmigrantes . Veamos en primer lugar cuál es la situación del Continente Europeo . Después de la última guerra mundial los países de ese Continente le han dedicado atención preferente al problema demográfico . Estudios realizados para esta área del mundo y que contienen estimaciones de población hasta para el año 1970 indican que los países de Europa Central y Occidental tendrán que fomentar la inmigración Para contrarrestar los efectos, de una población estacionaria o en 113 descenso . En cambio los países del Este de Europa que experimentan ya gran presión por parte de su población se beneficiarían grandemente por emigraciones de grandes núcleos de sus habitantes . Sin embargo, la situación política de dichos países no permite esperar que en un futuro cercano, tal decisión sea adoptada oficialmente. En estas condiciones tenemos forzosamente que volver nuestros ojos hacia el Contiente Asiático, que con caracteres dramáticos presenta a nuestra era el problema de la superpoblación . De esa region del mundo sí podrían traerse grandes contingentes que encontrarían que nuestro país posee un nivel de vida superior al que han tenido en su suelo nativo . Pero está nuestro país preparado para recibir un grupo racial y culturalmente tan diferente al que prevalece entre nosotros? La respuesta evidentemente es No! Respecto de esto de la asimilación del inmigrante hacemos aquí un paréntesis para señalar que en nuestro país se ha introducido con frecuencia notable confusión sobre el particular . Hemos oído hablar, por ejemplo, de que es conveniente traer cierto tipo de inmigrantes porque estos enseñarían buenas costumbres a nuestros campesinos . La preocupación que surge siempre al traer inmigrantes es la de cómo asimilarlos a la cultura del país y no lo contrario . En este aspecto los pocas ejemplos que tenemos nos demuestran que muy poco hemos hecho por lograr la asimilación de ciertos núcleos que fueron importados a nuestro país . Ahí están para demostrarlo las Provincias de Bocas del Toro y Colón . Si tomamos como índice de asimilación cultural el idioma corriente. mente hablado por la población vemos que nada se ha hecho en esas provincias en este sentido, pues el 49% y el 34% de sus habítantes hablan corrientemente en inglés . Aun nos queda por explorar nuestro propio Continente como posible fuente de inmigrantes . Ahí está Puerto Rico que con su densidad de cerca de 254 habitantes por kilómetro cuadrado, contempla diariamente el éxodo de sus hombres, mujeres y niños hacia Nueva York, donde van a convertirse poco menos que en Parias. Tal vez por las similitudes culturales y raciales no sería aventurado pensar en la posibilidad de inmigrantes procedentes de Puerto Rico, pero seria indispensable asegurar que no se nos envíen aquellos que por vivir en las peores condiciones son precisamente los habitantes menos favorecidos física, moral e intelectualmente . Es dudoso, sin embargo, que Puerto Rico actualmente embarcado en un vasto programa de industrialización de la Isla, esté dispuesto a dejar salir sus mejores hijos, ni mucho menos que Panama pueda competir favorablemente con las condiciones que su propia tierra natal pueda ofrecerles . La inmigracíón, pues, a pesar de su aparente sencillez constituye problema serio, al cual Panamá no está en condiciones de enfrentarse en la actualidad. Sólo bajo condiciones de empleo total 1 14 o en una economía controlada es posible absorber grandes cantidades de inmigrantes . Se objetará que se habla aquí siempre de grandes núcleos de habitantes . Ello es así porque esa es la unica manera por medio de la cual puede en verdad acelerarse el crecimiento de la población . La importación de pequeños contingentes no afectaría fundamentalmente nuestro crecimiento y en cambio implicaría el uso ineficaz de dineros que podrían dedicarse a tareas más productivas . Hace algunos años, por ejemplo, nuestro Consejo Nacional de Economía recomendó al Poder Ejecutivo un plan que contemplaba la traída de 1,000 personas mayores de 19 años, anualmente, en carácter de inmigrantes . A estas familias de inmigrantes el Gobierno les facilitaría una suma de B/ .2,000 por familia . Supongamos por un momento que esas 1,000 personas constituyeran 500 famas . Esto significaba una erogacion anual de B/,1,000 .000.00, sin incluir aquí el costo de todos los servicios públicos qué necesariamente el Gobierno tenía que suministrar a estas familias . Ahora bien si estas familias se reprodujesen a la de crecimiento que prevalece en nuestro país, o sea de 24 por mil por año, y todas tuviesen un hijo en el primer año, habríamos aumentado nuestra población en 1,024 personas . Evidentemente no es esta la manera cómo poblaríamos el país en plazo breve . Y el mismo B/ .1,000,000.00 invertido sabiamente en proteger la salud de nuestro campesino y en abrirle posibilidades de trabajo remunerado que lo aliviara de la existencia semi-animal a que lo tenemos condenado, además de salvar la vida de miles de personas haría la de muchos otros miles más productiva . Sólo la malaria, la tuberculosis y los parásitos intestinales cobran anualmente en nuestro país una cuota mayor que lo que significarían por varios años las inmigraciones propuestas por el Consejo de Economía Nacional . El descartar la inmigración como posible medio de aumentar rápidamente la población, de nuestro país, no debe en realidad preocuparnos, pues Panamá tiene una tasa sumamente fuerte de crecimiento que periódicamente le ha permitido duplicar su población en lapsos de 30 a 35 años, período sumamente breve, si tomamos en consideración que el plazo más corto que una población tarda en duplicarse es de 25 años . Deficiencias notables en nuestras estadísticas vitales, que nos obligarían a una serie de supuestos, nos impiden utilizarlas en apoyo a lo que aquí se asevera, pero las cifras de los Censos, con las omisiones que naturalmente ellas contienen nos permiten apreciar que la afirmación anterior es totalmente cierta . He aquí lo que los Censos levantados durante la era Republicana nos han revelado : Población total Año 336,742 446,098 1911 1920 115 1930 1940 1950 467,459 622,576 805,285 Si examinamos el grupo de menores de 10 años de los Censos de 1940 y 1950, que vendría a constituir el grupo de sobrevivientes de los nacimientos ocurridos entre el levantamiento de un Cen so y otro las cifras nos revelan aún con mayor claridad que efectivamente nuestra población crece de tal manera que a base de nuestras propias potencialidades biológicas podemos hacerle frente al problema que implica el elevar nuestra densidad . Según el Censo de 1940, fueron empadronados en nuestro país 157,792 personas menores de 10 años . Es decir entre 1930 y 1940, resultó un saldo neto de aumento anual de 15,779 personas . En cambio, el Censo de 1950 empadronó 229,166 personas menores de 10 años, lo que revela un aumento neto anual entre 1940 y 1950 de 22 917 personas. A esto puede agregarse además un gran número de persones adultas, cuyas vidas pueden salvarse anualmente elevando nuestra tasa de supervivencia . Las consideraciones anteriores sólo pueden llevarnos a la conclusión de que el Estado Panameño debe fomentar el crecimiento de su población, manteniendo hasta donde es posible nuestra Actual tasa de reproducción o aumentándola . De mantenerse el actual ritmo de crecimiento, nuestra población habrá llegado dentro de cinco años al millón y por el año de 1980 se habrá duplicado en dos millones de habitantes . Como parte de la política orientada a incrementar el número de nuestros habitantes será necesario también tomar medidas para extender a un mayor número de años la supervivencia de nuestra población adulta . Sobre este aspecto cabe el desarrollo de todo un programa de acción cuyos detalles no procede presentar en esta ocasión . Sería necesario desde luego, reducir la mortalidad entre los menores de 5 años, que constituyen aproximadamente un 30% del total de muertes que se registran . igualmente será necesario disminuir el número de muertes por tuberculosis, malaria, parásitos intestinales para mencionar sólo tres de las más fatales entre nuestra población rural . Distribución : El segundo aspecto que según hemos manífestado anteriormente debe cubrir una política demográfica es el que 8é refiere a la distribución de la población dentro del territorio de la República . Este problema presenta en nuestro país modalidades sumamente interesantes que están urgiendo un estudio y análisis mucho más detallado de lo que sería posible en esta ocasión. Se ha sostenido erróneamente que la población del Istmo ha vivido siempre alrededor de aquellos lugares que han tenido importancia como auxiliares de la función de zona-puente que a nuestro país le ha tocado desempeñar en diversas épocas, a través de vanos 1 16 siglos, Los que esto sostienen, ignoran en realidad la verdad de los hechos históricos . Lo cierto es que la situación actual, de una alta concentración de la población de la República en los dos Distritos que contienen las llamadas Ciudades terminales (32% del total) es un fenómeno aparentemente precipitado por la construcción del Canal de Panamá . A continuación se presenta un cuadro que permite apreciar la distribución de nuestra población por Provincias en los años 1870, 1920 y 1950 : (Véase Cuadro No . 1) Cuadro No . 1 Provincia Población de la República de Panamá por Provincias . Censos de 1870, 1920 y 1960 Porcentaje Habitantes 1870 República, total Bocas del Toro. , . Coclé Colón Chiriquí, Darién Herrera Los Santos Panamá Veraguas 1920 1950 1870 211,119 446,098805,285 100 .0 5,250 27,239 22,892 2 .5 81,888 46,151 73,103 15 .1 8 .2 17,345 58,260 90,144 32,440 76,470138,136 15 .4 8 .5 7,421 10,728 14,660 16,780 28,984 50,095 7 .9 11 .0 23,225 84,688 61,422 89,610 98,085248,835 18.8 87,210 66,608106,998 17.6 e 1920 1950 100 .0 6 .1 10 .2 18 .0 11 .1 2,4 6 .6 7 .3 22 .0 14.9 100 .0 2 .8 9 .1 11 .2 17 .2 1 .8 6 .2 7.6 30.8 18 .8 1 Por las cifras anteriores podemos apreciar que en el siglo XIX las Provincias de Coclé, Chiriquí, Herrera, Los Santos y Veraguas contenían más del 67% de nuestra población, mientras que en el año de 1920 ya ese porcentaje había descendido amenos de 57% . Treinta años más tarde, en 1950 la situación persistía ya que estas Provincias sólo contaban con el 58% del total . En cambio mientras e 1en 870 las Provincias de Panamá y Colón sólo contaban con I 27% de nuestros habitantes para 1920 ya absorbían el 35% de nuestra población total y en 1950 este porcentaje se elevaba a 42% Es pues a raíz de la iniciación de la era canalera cuando Penonomé David y Santiago que contaban con una población mayor (32,000 habitantes en 1870) que Panamá y Colón (24,000) comienzan a perder su importancia, al igual que otros centros menores que venían contribuyendo al desarrollo pecuario y agrícola de nuestro país en aquel entonces . 1 17 Otros datos pueden mostrar con mayor claridad aún que efes tivamente el Canal vino a alterar el patrón de la distribución de nuestra población . Nos referimos a la división del país en dos grandes zonas : aquella situada al Este del Canal y la situada al Oes . te del mismo . Si recurrimos a este análisis tanto en cuanto al porcentaje de la población como a la densidad media que corresponde a estas dos Zonas encontramos notables variaciones en el último siglo. Veamos las cifras : (Véase Cuadro No . 2) Cuadro No,2 Distribución de la población de la República de Panamá al este y al oeste del Canal . Censos de 1870,1920 y 1950 Habitantes Densidad por Km2 Porcentaje Año Total Este Oeste 1870 1920 1950 211,119 446,098 805,286 48,355 140,641 299,715 167,764 305,457 505,570 Este 20 .5 81 .5 87 .2 Oeste 79 .5 Este Oeste 1 .6 3 .7 68 .5 62 .8 4 .8 10 .8 6.8 11.2 Esta situación ha sido precip tad , sin du a lguna, por fact ores de índole económica y sólo podrá ser contrarrestada por el Estado panameño creando condiciones que impidan por un lado el éxodo hacia el área canalera y por otro constituyan incentivo Pare el regreso al Interior de la República de grandes núcleos que lo han abandonado en busca de un mejor nivel de vida, que las más de las veces resulta sólo ilusorio, dadas las condiciones' de miseria y haca namiento en que luego viven en Panamá y Colón . Encauzar este regreso al Interior no resulta difícil al Estado si se toma en cuenta el gran número de desocupados que existen en nuestras dos Ciuda des terminales . El Censo de 1950 empadronó en los Distritos de Panamá y Colón a más de 16,000 personas que declararon estar "desocupados" . Vale la pena aclarar que dicho Censo clasificó Como "desocupado" a toda persona que habiendo trabajado anteriormente, no está trabajando al momento del Censo, pero buscaba empleo. Completamente desligada de la atracción que el área canalera ha ejercido sobre nuestra población, Panamá no ha escapado al fe, nómeno universal del éxodo de la población rural hacia los centros urbanos . Este movimiento puede tener amplia justificación en países industrializados y ha sido sin duda factor preponderante en el desarrollo económico alcanzado por países como Estados Unidos, Inglaterra, etc . En nuestro medio sólo ha constituido fuente 1 18 de desequilibrio y causa fundamental de nuestro poco desarrollo agrícola. El Censo de 1960 empadronó 443,000 personas en Distritos que tienen centros urbanos . De este total sólo el 70% era nacido en el mismo Distrito donde se le empadronó . Del 30% restante exactamente la mitad, es decir, aproximadamente 65,000 personas procedían de áreas rurales de nuestro país . Y por sexos ofrece aun mayor motivo de preocupación, pues el drenaje de la población femenina es aún mayor que el de la masculina . El Cen-soempadrnóCtosurban3,462mjerspocdnte áreas rurales contra sólo 31,634 hombres . Aunque sólo hemos pretendido señalar los lineamientos generales que deben normar nuestra política demográfica, sin entrar en discutir en detalle cada uno de sus aspectos, vale la pena detenerse a señalar lo que la situación planteada anteriormente significa para nuestro futuro demográfico . Es fenómeno mundialmente aceptado que las tasas de natalidad de las áreas urbanas son siempre menores que las de las áreas rurales dentro del mismo país, por lo que el éxodo de población hacia los centros urbanos automáticamente se resuelve en una disminución de la tasa nacional de natalidad . Si esto es cierto cuando el mayor grupo de emigrantes está constituido por varones, mucho más lo es cuando, como en el caso de nuestro país, emigran también mujeres, especialmente las que se encuentran en la epoca reproductiva. Así que el fenómeno que se opera en Panamá reviste caracteres verdaderamente alarmantes, pues no sólo se restan brazos a la agricultura en la actualidad, sino que se está propiciando una disminución de nuestra tasa de crecimiento para el futuro, Urge, pues, detener el éxodo desde las áreas rurales de nuestro país a fin de preservar nuestras posibilidades de crecimiento futuro . Un tercer aspecto que toca al problema de la distribución de nuestra población es el que se refiere a la gran dispersión geográfica de la población rural, Según el Censo de 1950 existían en nuestro país 6,638 caseríos, de los cuales 2,192, es decir, el 33% del total eran caseríos con menos habitantes . Ya han sido señalados por otros que este problema tiene un origen de índole económica . Por un lado la falta de tierras propias y por otro, la explotación extensiva de la ganadería ha impedido a nuestros campesinos el acceso a tierras donde afincarse con cierto carácter de permanencia . Comparando los datos del Censo de Población y del Censo Agropecuario levantados en 1950 para la mayoría de las Provincias, encontramos relaciones sumamente reveladoras entre el porcentaje de tierras "propias" dedicadas ala agricultura y ganadería el porcentaje de caseríos con menos de 10 habitantes . En aquéllas donde el porcentaje de tierras propias es más alto es menor el porcentaje de caseríos con menos de 10 habitantes . Tenemos, por ejemplo, el caso de Herrera : El 67% de las tierras dedicadas a la agricul11 9 tura y ganadería son de propiedad de quien las explota . Sólo el 6 % de los caseríos de esa Provincia tienen menos de 10 habitantes . En cambio en Chiriquí donde sólo el 43% de las tierras utilizadas en la agricultura fueron declaradas como "propias" el porcentaje de caseríos de menos de 10 habitantes sube a 14% . Es evidente, pues, que una de las raíces del problema de nuestra alta dispersión demográfica lo constituye la falta de tierras propias por parte de los agricultores. Por otro lado, los datos de esos mismos Censos revelan con toda claridad la magnitud del problema que constituye en nuestro país la ocupación de ciertas tierras por la ganadería . Existe una correlación marcada entre la densidad de cabezas de ganado vacuno por kilómetros cuadrados y la densidad de población, pudiendo postularse que en la mayoría de los Distritos, con excepción de Panamá, Colón, Taboga y San Blas que presentan condiciones especiales, a una mayor densidad de población corresponde también una mayor densidad de ganado . Podría pensarse que esto es natural porque se trata de las gentes dedicadas Precisamente a la actividad ganadera . La realidad es, sin embargo, que el ganado está ocupando tierras que de otra manera podrían utilizarse para la agricultura, impidiendose de esta manera la concentración de la población rural que se ve así obligada a dispersarse en aquellos lugares donde le es posible obtener tierras, Ya Rafael Grajales en su "Esquema para una Política Agraria" enfocando este problema señalaba que "los estribos de la cordillera, sus laderas, vertientes y colinas, ramales y extensiones parecen destinadas sobre todo al cultivo de pastos y a la explotación ganadera" . He aquí una de las posibles soluciones a este serio problema de la dispersión de nuestra población rural . Al desalojar la explotación ganadera hacia las tierras más altas, se podrían utilizar las tierras setualmente ocupadas por la ganadería para asentar en ellas población que se dedicaría a faenas agrícolas . Naturalmente que esto tendría que marchar aparejado a una redistribución de la propiedad de la tierra . Vale la pena señalar que ninguna política demográfica podría enfrentarse exitosamente al tercer aspecto originalmente mencionado en este trabajo, es decir, el referente a la calidad, sin buscar al mismo tiempo solución satisfactoria al problema de la dispersión de la población rural . Analicemos a continuación algunas ideas fundamentales en relación con la terrera fase que debe cubrir la política demográfica . Nos referimos a la Calidad : Como ya mencionáramos al comienzo, la calidad de nuestra población sólo podría mejorarse por la modificación de condiciones ambientales y culturales que ahora resultan adversas a su desarrollo. Esto implicaría expandir y perfeccionar los servicios de salud y educación públicas . A su vez una utilización óptima de estos servicios requeriría concentración de los habitantes en comunidades 120 que al asegurar cierta organización mínima garantizarán también un mínimo de servicos a sus integrantes . Sin ánimo de entrar a discutir en detalle los múltiples aspectos que un programa destinado al mejoramiento de la calidad de nuestra poblacion debe cubrir, permítasenos señalar que él debe cubrir dos grandes campos a saber : el ambiental dentro del cual quedaría comprendido todo lo relacionado con la salud personal, las condiciones sanitarias de la comunidad y la viviendas . El segundo campo sería el cultural relacionado no sólo con las labores que puedan desarrollarse a través de la escuela, si no que debe cubrir también toda actividad tendiente a hacer del individuo elemento positivo en el desarrollo de su comunidad . El Censo de Población y Vivienda levantado a fines de 1950, así como otras estadísticas compiladas regularmente, señalan con claridad en qué dirección es más apremiante el problema, delineando al mismo tiempo las diversas fases que el mejoramiento de la salud y la educación del panameño implica. Se dice con frecuencia, por ejemplo, que Panamá cuenta con escuelas hasta en el último rincón, pero mientras las escuelas primarias oficiales no llegan siquiera a 900 los lugares poblados con más de 100 habitantes se elevan a casi 1,400 . Adviértase que no mencionamos los 5,242 caseríos con menos de 100 habitantes por la dificultad que significa llevar hasta ellos ciertos servicios del Estado . Para apreciar mejor el problema téngase presente que en muchas de las escuelas existentes apenas si funcionan dos o tres grados . Nuestra Constitución establece la obligatoriedad de la enseñanza primaria a ser suministrada por el Estado gratuitamente . Anualmente dejan de asistir a la escuela primaria aproximadamente 50,000 niños entre los 7 y los 15 años de edad . Existen 150,000 analfabetos entre la población mayor de 10 años, correspondiendo el 90o/o de este total a habitantes de nuestras áreas rurales . Todo lo anterior sólo para señalar tres flagrantes ejemplos de lo mucho que resta aún por hacer . Siquiera por un concepto utilitario, ya que el humanitario no parece mover a algunos panameños, será preciso "desanalfabetizar" a nuestra población rural si se pretende contar con ella en el proceso de reorientación de nuestra economía, El Censo de Población y Vivienda de 1950 reveló que el 20o/o de las viviendas ocupadas por nuestra población están hechas de caña, penca y paja y que otro 22o/o lo constituyen las viviendas de quincha . Sin entrar siquiera a mencionar el problema de la vivienda en el sector urbano, que es en el único en donde se ha intentado 121 darle solución, con resultados francamente dudosos, las cifras anteriores nos revelan la magnitud del problema en el área rural. Existen Provincias como Veraguas, por ejemplo, donde el 50o/o de las viviendas están construidas de caña, penca o paja . Será preciso también mejorar otras condiciones sanitarias deficientes que propician el estado morboso en que vive un alto porcentaje de nuestra población rural . Conturba el espíritu de cualquier panameño descubrir, por ejemplo, que 69,000 viviendas campesinas utilizan un río, una quebrada o un "ojo de agua" como fuente de abastecimiento de agua, Ningún programa tendiente al mejoramiento de la salud personal podrá tener éxito mientras no se mejore notablemente la vivienda campesina. Cualquier política demográfica bien encaminada tendrá necesariamente que comenzar por extender el radio de acción de las Unidades Sanitarias, de tal suerte que un mayor número de personas reciban efectivamente el beneficio de la medicina curativa . Hoy día apenas si existen en nuestro país 23 unidades sanitarias, incluyendo entre éstas las cuatro que funcionan en Panamá y Colón. Se dice que los beneficios de estas Unidades Sanitarias alcanzan a un 50o/o de nuestra población, Esto en realidad es apenas teórico, pues las Unidades cubren un territorio que contiene aproximadamente 600,000 habitantes para lo cual cuentan con un total de 32 médicos 24 dentistas y 120 enfermeras . Es decir, se cuenta con un médico para cada 19,000 habitantes . Es verdad que la situación varia en aquellos lugares donde existen Hospitales, pero vale la pena señalar que sólo contamos con estas casas de salud en los Centros Urbanos y que entre oficiales y privados apenas si llegan en toda la República a 20 . Al extender el radio de acción de nuestras unidades sanitarias será posible ir disminuyendo la mortalidad infantil y entre los adultos el gran número de muertes por malaria, parásitos intestinales, tuberculosis etc . Conjuntamente con la medicina curativa se expandirá la medicina preventiva y al proveer servicios como los de asistencia prenatal y post-natal, se estarán no sólo salvando vidas de niños Y madres, sino haciendo a ambos más aptos para convertirse en factor de progreso en el país . Nos hemos limitado a seleccionar al azar algunos aspectos de los muchos que pueden mencionarse en esto de orientar una política tendiente a obtener una mejor calidad en nuestra población . Como el desarrollo de una política de cualquier índole no puede ser el producto de una sola persona, ni siquiera de un solo grupo de personas, llegado el momento sería necesario considerar al economista, al agrónomo, al sanitario, al educador, al urbanista, al estadístico . Del concurso de sus ideas y experiencias habría de surgir la política integral, que al considerar otras fases fundamenta1 22 les del desarrollo de nuestro país hiciera a nuestra población consciente del papel que le corresponde desempeñar en el logro de nuestra tan anhelada independencia económica . "Apuntes_ para una política demograficad(1e9l58E)s,tadoPnmñ (fragmento) en revista Universidad ,• No . SS, pp. 195 .216, Panamá, 1968 1954 . 123