LA RESTAURACIÓN ÍNDICE: Introducción. 2 Congreso de Viena. 3

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LA RESTAURACIÓN
ÍNDICE:
• Introducción. 2
• Congreso de Viena. 3
• Consecuencias del Congreso de Viena.
• Esquema.
• Principios de Legitimidad o legitimismo.
• La Europa de los congresos. 6
♦ Capacidad de Intervención.
♦ Alianzas.
♦ La Restauración en España. 7
◊ Regreso del absolutismo.
◊ Trienio liberal
◊ Crisis y sucesión.
◊ Biografías. 8
⋅ Klemens von Metternich.
⋅ Charles Maurice de Talleyrand − Périgord
⋅ Alejandro I Pavlovich
⋅ Robert Stewart Vizconde de Cauttereagh.
⋅ Fernando VII de Borbón.
⋅ Eje cronológico. 11
⋅ Bibliografía. 11.
1. Introducción.
Después de la derrota definitiva de Napoleón, los monarcas absolutos del
continente europeo buscaron regresar a la etapa anterior a la Revolución
francesa, lo que significó la supresión de las medidas sociales, políticas y
económicas dictadas por los ideales revolucionarios del siglo XVIII,
principalmente las referentes a las constituciones y al postulado de la
soberanía nacional, para dar paso otra vez al poder ilimitado de los reyes,
devolver a la nobleza y al clero sus privilegios, reconstruir el mapa de Europa
que había sido desfigurado por las conquistas y anexiones ocasionadas por la
guerra, y replantear la vida internacional con base en un sistema de seguridad
conjunta y equilibrada que no permitiera más revoluciones ni intentos de
cualquier país por lograr la hegemonía continental.
El conjunto de estas medidas conocido con el nombre de Restauración, fue
un ideario que afectó a la mayoría de los países europeos durante más de 20
años y cuyos principios fueron aprobados en el Congreso de Viena.
La restauración íntegra del Antiguo Régimen no fue posible, pero se
difundieron ideas políticas que se caracterizaban por el rechazo de muchas de
las conquistas de la revolución y que, en parte, conectaban con los ideales
románticos que comenzaban a predominar en Europa.
− Puntos de vista de la Restauración:
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• Desde el punto de vista político, la Restauración significa el intento
de restablecer la situación anterior de 1789, cambio por el que
abogaban los sectores más conservadores. Sin embargo, pronto esta
pretensión de volver al pasado se enfrentaría con la oposición tanto
del liberalismo como del nacionalismo.
• Desde el punto de vista ideológico, se basa en una ideología
reaccionaria, el tradicionalismo, corriente que defiende la autoridad,
el orden, la jerarquía, la religión católica y la legitimidad de las
monarquías absolutas que, según uno de sus inspiradores, Joseph de
Maistre, se traduce en el slogan trono y altar.
• Desde el punto de vista histórico, intentó pasar por alto las conquistas
políticas y sociales alcanzadas durante la Revolución y el Imperio.
Los resultados fueron variados en Europa Occidental por lo que no todo fue
negativo. En Francia se restauró la dinastía de los Borbones en la figura de
Luis XVIII. Allí se mantuvo la supresión del régimen feudal y el reparto de la
tierra. En Gran Bretaña, el rey siguió estando controlado por el Parlamento.
En el caso español, el rey Fernando VII anulaba la obra de las Cortes de
Cádiz y restauraba el absolutismo en 1825.
2. Congreso de Viena.
Después de todos los trastornos causados por las guerras napoleónicas, los
principales monarcas de Europa se reunieron en Viena bajo la dirección de
las potencias vencedoras: Austria, Gran Bretaña, Prusia y Rusia, donde se
celebró un Congreso para liquidar los innumerables problemas
internacionales.
Los principios que inspiraron este Congreso, cuyo objetivo era restaurar al
Antigua Régimen, fueron:
⋅ El de la legitimidad de los retes frente a la soberanía nacional, es decir, el
retorno al absolutismo.
⋅ El equilibrio entre las potencias vencedoras.
⋅ La solidaridad entre los Estados: El Tratado de la Santa Alianza. La
Cuádruple Alianza y, más tarde, la Quíntuple Alianza.
Las naciones y representantes principales de esto congreso fueron:
El anfitrión, Francisco I que dejó las cuestiones diplomáticas en manos del
príncipe de Metternich, que se encontraba asistido por Von Gentz, quien
actuaba de forma oficiosa como secretario general del congreso. El zar
Alejandro I de Rusia con su ministro de Exterior, Nesselrode. Castlereagh
por Inglaterra, y Talleyrand por Francia, completan el cuadro de
representantes de las grandes naciones europeas. Junto a ellos no faltaban
numerosos soberanos menores, como los reyes de Dinamarca y Baviera, y
representantes de casi todos los países europeos.
Los problemas del congreso se iban a iniciar incluso antes de constituirse,
pues el artículo 32 del Tratado de París establecía que se dirigirían
invitaciones <<a todas las potencias comprendidas en una y otra parte en la
guerra>>, mientras que el primer artículo secreto del mismo tratado
especificada que las decisiones serían tomadas por las naciones de la
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Cuádruple Alianza. (Rusia, Austria, Prusia y Gran Bretaña). A fin de
racionalizar las discusiones y evitar las sesiones plenarias, se crearon diez
comités independientes, de forma que la única asamblea general fue la que
tuvo lugar para firmar el acta del congreso.
Desde el punto de vista territorial, los dos problemas fundamentales eran los
derivados de las cuestiones polaca y sajona. Rusia, que ocupaba militarmente
ambas regiones, era partidaria de quedarse con Polonia y entregar Sajonia a
Prusia, a lo que se oponían ardientemente Austria e Inglaterra, pues veían en
ello una alteración del equilibrio europeo, y Metternich se mostró dispuesto a
permitir una de estas soluciones, pero no las dos. Metternich, fiel a su
política, se mostró dispuesto a entregar Polonia a Rusia, mientras que se
negaba oficialmente a la entrega de Sajonia. Pero a finales de años la
situación era lo suficientemente tensa como para no descartarse la posibilidad
de una guerra entre los antiguos aliados.
La oportunidad fue aprovechada por Talleyrand para volver a incluir a
Francia dentro de las grandes potencias europeas. El 3 de enero de 1815, en
previsión de un posible conflicto, se firma una Triple Alianza por la que
Francia, Austria e Inglaterra, se prometían apoyo mutuo y a la que
posteriormente se unieron Baviera, Hannover y los Países Bajos. Ante esta
amenaza, Prusia y Rusia se vieron obligadas a ceder en sus posiciones y
aceptar una solución de carácter intermedio. El congreso entró, pues en una
fase resolutiva que termina con la forma de los 121 artículos del acta final el
9 de junio de 1815.
− Consecuencias del Congreso de Viena.
Las principales consecuencias del Congreso de Viena son una nueva
distribución del mapa político y un alzamiento de movimientos liberales.
El nuevo mapa europeo, diseñado por el Congreso de Viena, fue utilizado en
provecho de los grandes Estados.
La combinación de principios y ambiciones de las potencias dio como
resultado la configuración de un nuevo mapa europeo que favorecía a las
grandes e ignoraba las realidades y deseos nacionales de otras. Los cambios
geopolíticos que se produjeron fueron los siguientes:
Francia volvió a sus fronteras de 1791 y, después del Imperio de los Cien
Días, el Congreso decidió rodearla de unos estados tapón para evitar su
engrandecimiento: al norte los Países Bajos (Holanda, Bélgica y
Luxemburgo); al este la Confederación Helvética que pasó de 12 a 26
cantones; al sureste el reino de Piamonte−Cerdeña, agrandado con Saboya,
Niza y Génova.
Rusia recibió Finlandia, Besarabia y las dos terceras partes de Polonia,
aunque Cracovia quedó como república independiente. Rusia se convirtió en
la mayor potencia continental.
Austria renunció a Bélgica y recibió en compensación el reino
Lombardo−Veneto del norte de Italia, una parte de Polonia, las provincias
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Ilíricas y el Tirol.
Prusia tomó una parte de Polonia (Danzing y el ducado de Pozen), la
Pomerania sueca, parte de Sajonia y la rica zona de Renania al oeste de
Alemania. Pero quedó separada en dos partes por Hannover y Francfort.
Inglaterra obtuvo una serie de puntos estratégicos que la convirtieron en la
dueña del mar: Malta y las islas Jónicas (el control del Mediterráneo); la isla
de Helgoland y Hannover (el control del mar del Norte y del Báltico); el
Cabo, Ceilán, y algunas islas en las Antillas.
Alemania no restableció el imperio sino que creó la Confederación
Germánica formada por 39 estados independientes que sólo tenían en común
una dieta bajo la presidencia de Austria [3].
Otros cambios: Dinamarca perdió a Noruega y se agregó a Suecia; a cambio
Dinamarca recibe Holstein, Schleswig y Lauenburgo. Italia quedó dividida en
siete estados.
El conservadurismo, fundamento ideológico de la Restauración, defendía la
existencia de unos valores inmutables (monarquía, religión, familia,
jerarquía, etc.) cuya protección correspondía al os monarcas legítimos y
absolutos. Contra el orden establecido se alzaron los movimientos liberales y
nacionalistas que intentaron cambiar el régimen político por medio de
insurrecciones y pronunciamientos. Ambos movimientos coincidían en la
petición de la soberanía nacional.
−Esquema.
− Principios de legitimidad o legitimismo:
El acuerdo final del Congreso de Viena recogió el principio de legitimidad,
según el cual se reconocía el derecho de determinadas dinastías sobre los
territorios en lo que históricamente habían reinado; así, los Borbones
volvieron a los tronos de España y de Francia, y los Habsburgo recuperaron
el norte de Italia. Los monarcas restaurados en sus poderes absolutos se
comprometieron a frenar cualquier aspiración liberal tanto en sus propios
reinos como en otros Estados. El derecho de intervención militar se decidía
por el sistema Metternich, que estableció así una auténtica policía
internacional de defensa de la Restauración.
3. La Europa de los congresos.
La política internacional derivada del Congreso de Viena descansa en dos
supuestos mantenidos de forma sistemática por las potencias europeas hasta
1830.
− Capacidad de intervención:
La capacidad de intervención de las potencias ante cualquier conflicto que
pusiera en peligro el equilibrio continental o el principio monárquico y
legitimista. Para garantizarlo se celebraron cuatro congresos en diversas
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ciudades europeas. En el Congreso de Laybach (18219, por ejemplo, se
decidió aplastar el movimiento liberal del reino de Nápoles; y en el de
Verona (1822) se acordó la intervención del ejército de los Cien Mil Hijos de
San Luis contra el gobierno liberal de España.
−Alianzas.
• La Santa Alianza.
La Restauración se declaraba dispuesta a defender los "intereses colectivos de
Europa".
El Pacto de la Santa Alianza era un documento personal encaminado a
mantener los "principios de justicia, caridad y paz, por lo que se declaraban
dispuestos a " ayudarse y socorrerse en cualquier ocasión y lugar".
Bajo lo que aparecía como una mera enunciación de principios, había otras
cosas concretas que podían convertir la Santa Alianza en un instrumento muy
útil para el ejercicio del poder de las Grandes Potencias sobre la totalidad de
Europa. En primer lugar, constituía el pretexto ideal para que, si llegaba el
momento en que cualquiera de los príncipes absolutos veía tambalearse su
trono por el peligro revolucionario, los demás pudieran intervenir en su ayuda
alegando los acuerdos de la Santa Alianza sin que, por ello, se atentara contra
el derecho de cada pueblo a su independencia.
Estas argumentaciones indicaban que también la Santa Alianza era un intento
de sustituir la idea revolucionaria de hermandad entre los pueblos por un
nuevo concepto según el cual la igualdad entre los europeos pasaba a
consistir en una sumisión por igual a sus respectivos soberanos como única
garantía para la tranquilidad y la paz general. De forma que cualquier
problema de política interior pasaba a ser también una cuestión de política
internacional.
La Santa Alianza que se presentaba abierta a todos cuantos se sintieran
identificados con sus principios contenía, sin embargo, algunas exclusiones:
el rey de Inglaterra no podía adherirse porque las leyes inglesas prohibían a
sus monarcas firmar pactos personales, tampoco el sultán de Turquía podía
formar parte por su condición de no cristiano.
Inglaterra que no estaba dispuesta a quedar fuera de alianzas europeas
propuso un nuevo pacto, la Cuádruple Alianza (Gran Bretaña, Austria, Rusia
y Prusia) que en principio unía fuerzas frente a cualquier nuevo intento
expansionista francés. Más tarde funcionaría como defensa de los intereses
de los Grandes y se convertiría en un sistema más operativo y efectivo que la
difusa Santa Alianza, sin dejar de utilizar los principios intervencionistas
contenidos en ésta cuando las circunstancias lo aconsejaron.
• La Cuádruple Alianza. Inglaterra fue más práctica que el místico zar
ruso y, temerosa de un posible engrandecimiento de Francia y del
aumento de la importante Rusia, propuso una alianza de los cuatro
grandes. Esta idea la impulsó inmediatamente Metternich porque vio
la posibilidad de crear un consejo permanente de vigilancia del orden
establecido y de intervención en el país donde el legitimismo pudiese
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peligrar. En noviembre de 1815 Inglaterra, Rusia, Austria y Prusia
firmaron la Cuádruple Alianza (que se convierte en Quíntuple al
incorporarse Francia en 1818), que tenía como puntos principales
garantizar los tratados impuestos a Francia y celebrar reuniones
periódicas para solucionar los problemas europeos. Nació así la
Europa de los congresos o sistema Metternich, que es el que va a
regir las relaciones internacionales entre 1815 y 1830.
4. La Restauración en España.
Tras la Guerra de la Independencia, las Cortes se reúnen en Madrid en
Octubre de 1813. Poco después, Napoleón reconoce a Fernando VII como
Rey de España, que entra el 22 de marzo de 1814 camino de Valencia con el
apoyo general de la población y recibe de la mano de un grupo de diputados
afectos al rey, el llamado Manifiesto de los Persas que representa una
declaración en favor de la restauración absolutista.
−Regreso del absolutismo.
El 4 de mayo Fernando VII decreta ilegales las Cortes de Cádiz, y su obra
legislativa posterior, fundamentalmente la Constitución de 1812.
Muy pocas son las personas que manifiestan su hostilidad al monarca tras el
decreto de 4 de mayo. Los militares liberales son arrestados en África y los
disturbios en Madrid, de poca entidad, son acallados rápidamente por el
ejército. Se restablece el Consejo de Castilla, se destituye a los alcaldes, se
restablecen las capitanías generales, regresa la Compañía de Jesús, se reaviva
la Inquisición y se persigue a los afrancesados.
Algunos pronunciamientos se sucedieron a lo largo de estos años pero sin
éxito: Espoz y Mina en 1814, Díaz Porlier en 1815 y el general Lacy en 1817
fueron los más destacados.
Sin embargo, el 1 de enero de 1820, el coronel Rafael de Riego en Las
Cabezas de San Juan junto a otros oficiales liberales proclama la
Constitución de Cádiz. El movimiento se debilita y en marzo está al borde del
fracaso, pero en Galicia se producen varios levantamientos que se unen
proclamando también la vigencia de la Constitución gaditana. El efecto es
seguido en diferentes puntos de España. El 7 de marzo, los sublevados y el
pueblo ocupan los aledaños del Palacio Real de Madrid el Rey se ve obligado
a aceptar la Constitución.
−Trienio liberal.
A la par que el nuevo gobierno restaura la Constitución de Cádiz, excarcela a
los liberales, civiles y militares y regresan del destierro buena parte de los
casi 4.000 denominados afrancesados, el Rey conspira con sus fieles para
dificultar la tarea de gobierno, agrupados en torno al Partido realista que llega
a formar la denominada Regencia de Urgel en Cataluña como bastión para la
restauración absolutista.
El Gobierno liberal encontró dos resistencias a su política: la primera de los
realistas, bien organizados y dirigidos por el propio monarca, incluyendo a la
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Iglesia, exaltada sobre todo tras el proceso de desamortización y cierre de las
órdenes eclesiásticas militares.
Por otro lado, un amplio sector también denominado liberal, los "exaltados",
mucho más radical, contrario al mantenimiento de la monarquía y que
controlaba buena parte de la prensa. En este ambiente, y tras las elecciones a
Cortes de 1822 que dieron la victoria a Riego y con una Europa sacudida por
movimientos democratizadores que cuestionaban el orden interno de los
estados, Fernando VII, apoyado en las tesis del Congreso de Viena, se unirá a
la Santa Alianza formada por Rusia, Prusia, Austria y Francia para la
reinstauración del absolutismo. En 1822 la Santa Alianza decide intervenir en
España, al igual que había hecho en Nápoles y Piamonte y el 22 de enero se
firma un tratado secreto que permitirá a Francia invadir España.
El 7 de abril de 1823, Francia invadía España con un ejército al que se
denominará los Cien Mil Hijos de San Luis y que sólo soportará algo de
resistencia del ejército liberal en Cataluña, pudiendo entrar en Madrid con
comodidad. El gobierno liberal huye a Andalucía y se refugia en Cádiz,
manteniendo a Fernando VII como rehén. Sitiados por los franceses, el
gobierno legítimo negocia la rendición a cambio de la jura por el Rey del
respeto a los derechos de los españoles, cosa que hace el monarca.
El mismo 1 de octubre de 1823, sintiéndose arropado por las tropas francesas,
Fernando VII vuelve de nuevo a suspender la Constitución de Cádiz y declara
ilegales y "nulos y de ningún valor" todos los actos de gobierno y normas
dispuestas en el Trienio Liberal. Por segunda vez, el Rey deja de cumplir su
promesa.
− Crisis y Sucesión.
Hacia 1832 la crisis económica y el problema sucesorio se plantean en toda
su crudeza. Los intentos por liberar la economía dentro de un régimen
absolutista han fracasado. A ello se suma el problema sucesorio. Aunque las
mujeres no estaban excluidas de la línea sucesoria, gracias a la derogación de
la Ley Sálica en 1789 por Carlos IV de España, y Fernando VII contaba con
dos hijas, la princesa Isabel era la primogénita, había un movimiento por la
entronización del hermano del monarca, Carlos María Isidro de Borbón
encabezados por los absolutistas más recalcitrantes. La enfermedad del rey
había convertido a María Cristina de Borbón en Regente. Con habilidad,
buscó la alianza de los liberales a cambio de la promesa de que con su hija
Isabel se retomaría un rumbo constitucional moderado de corte liberal. La
muerte de Fernando VII en 1833, la auto proclamación de Carlos como rey y
el mantenimiento de la princesa Isabel como legítima heredera, abrirá el
periodo de las Guerras carlistas por la sucesión de la corona, y el fin del
período absolutista.
5. Biografías.
Klemens von Metternich
Conde y príncipe de Metternich−Winneburg. Político y diplomático
austriaco.
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Nació el 15 de mayo de 1773 en Coblenza (Alemania), en una familia
aristocrática. Cursó estudios en las universidades de Estrasburgo y Maguncia.
Su familia escapa a Viena huyendo de los ejércitos revolucionarios franceses
en 1794. Allí se casó con la condesa Eleanor Kaunitz. Estuvo al servicio de la
Casa de Habsburgo como delegado de Austria en el Congreso de Rastadt
(1797) y posteriormente fue embajador en Sajonia (1801), Prusia (1803) y
París a petición de Napoleón (1806). En 1809 fue ministro de Asuntos
Exteriores y canciller tras las derrotas infligidas a Austria por el ejército
francés. Tras la campaña napoleónica en Rusia, en 1812, realizó gestiones
para formar una nueva coalición europea, que dos años después derrotaría al
emperador francés. En el Congreso de Viena (1814−1815), se fijaron las
nuevas fronteras de Europa tras la caída de Napoleón, Metternich evitó los
planes de Rusia, que quiso anexionarse Polonia, y a los de Prusia que deseaba
incorporar Sajonia a su territorio. Creó una confederación de estados
alemanes, la denominada Confederación Germánica, presidida por Austria,
aunque no pudo establecer un acuerdo similar en Italia. Bajo su mandato
como canciller Austriaco (1809−1848) mantuvo la situación política y
territorial en Alemania e Italia, y fue el político más importante de Europa
hasta que quedó apartado del poder tras la Revolución de 1848. Murió el 11
de junio de 1859 en Viena.
Charles Maurice de Talleyrand−Périgord.
Político y diplomático francés
Nació el 2 de febrero de 1754 en París. Cursó estudios de teología en el
seminario de San Sulpicio y en 1770 fue ordenado sacerdote. Fue abad de
Saint Denis y agente general del clero de Francia en 1780. Nombrado en
1789 obispo de Autun, cargo que dejaría dos años después, tras suscribir la
nueva Constitución Civil del Clero redactada por la Asamblea Nacional
Constituyente, por lo que fue excomulgado. En el año 1792 el gobierno le
envió a Londres y dirigió negociaciones encaminadas a obtener la neutralidad
británica. Cuando la monarquía francesa cayó en 1792, regresó a Inglaterra
temeroso de la orientación radical que tomaba la revolución. Al inicio de las
hostilidades entre Francia e Inglaterra en 1793, fue considerado como un
émigré por las autoridades francesas y, tras ser expulsado de Inglaterra en
1794, se dirigió a Estados Unidos. Regresó a Francia en 1796, y un año
después fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores durante el régimen del
Directorio. Dimitió en julio de 1799 y realizó una labor fundamental para
asegurar el éxito del golpe de Estado del 18 de brumario. Fue ministro de
Asuntos Exteriores de Bonaparte desde 1799 hasta 1807, año en que dimitió
por su oposición a las guerras contra Austria, Prusia y Rusia. Cuando
Napoleón fue vencido, representó a Francia en el Congreso de Viena
(1814−1815). Durante la Revolución de julio de 1830, persuadió a Luis
Felipe de Orleans, para que aceptara la corona de Francia que le ofrecían los
revolucionarios parisinos. Falleció el 18 de mayo de 1838 en París.
Alejandro I Pavlovich
Zar de Rusia (1801−1825)
Nació el 23 de diciembre de 1777. Hijo del zar Pablo I, puso fin a muchos
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castigos crueles infligidos en aquella época y estableció un ordenado sistema
administrativo. Mejoró las condiciones de vida de los siervos y de la
educación aumentando el número de universidades rusas con la fundación de
las de San Petersburgo, Jarkov y Kazán. Aliado de Prusia y enemigo de
Napoleón, aunque en 1807, tras las batallas de Eylau y Friedland, se alió con
Francia, rompiendo en 1812. Un año después, Napoleón invadió Rusia.
Desempeñó un importante papel en la coalición europea que provocó la caída
de Napoleón. En 1815, funda la Santa Alianza con Austria, Rusia y Prusia.
Sus últimos años de vida se caracterizaron por un talante reaccionario y
despótico. Falleció el 1 de diciembre de 1825. Le sucedió su hermano
Nicolás I.
Robert Stewart
Vizconde de Castlereagh
Político británico
Nació el 18 de junio de 1769 en Dublín (Irlanda). Cursó estudios en la
Universidad de Cambridge. En 1790 le nombraron miembro del Parlamento
irlandés como candidato whig, pero se unió al partido tory cuando ingresó en
la Cámara de los Comunes en 1795. Pasado un año, se le concedió el título de
vizconde de Castlereagh. Fue nombrado en 1799 primer secretario de Irlanda
y apoyó el intento del primer ministro William Pitt el Joven de conseguir la
unión política de Irlanda y Gran Bretaña. La legislación propuesta fue
conocida como la Unión Act. Aprobada por el Parlamento irlandés en 1800,
presentó su dimisión por la negativa del rey Jorge III a sancionar el Acta de
Emancipación Católica. Fue miembro de la Cámara de los Comunes desde
1801 hasta su muerte y presidente de la misma desde 1812, año en que
ejerció como secretario de Asuntos Exteriores del gabinete de lord Liverpool.
Fue el representante de Gran Bretaña en el Congreso de Viena (1814−1815),
en el cual se reestructuró el mapa de Europa una vez concluidas las Guerras
Napoleónicas. Se suicidó el 12 de agosto de 1822 en Londres.
Fernando VII de Borbón
(San Lorenzo de El Escorial, 14 de octubre de 1784 − Madrid, 29 de
septiembre de 1833), llamado el Deseado, rey de España en 1808. Tras la
expulsión del rey intruso José Bonaparte, reinó nuevamente desde 1813 hasta
su muerte, exceptuando un breve intervalo en 1823, destituido por el Consejo
de Regencia.
Hijo y sucesor de Carlos IV y de María Luisa de Parma, pocos monarcas
disfrutaron de tanta confianza y popularidad iniciales por parte del pueblo
español. Sin embargo, pronto se reveló como un soberano absolutista, y uno
de los que menos satisfizo los deseos de sus súbditos, que lo consideraban sin
escrúpulos, vengativo y traicionero. Rodeado de una camarilla de aduladores,
su política se orientó en buena medida a su propia supervivencia.
Fernando VII ha merecido a los historiadores un unánime juicio negativo,
pasando a los anales de la historia de España como el Rey Felón. Si bien no
se le puedan achacar personalmente muchos de los males de su reinado, ha
sido el monarca español peor tratado por la historiografía nacional, que desde
el siglo XIX ha repetido sin sentido crítico una serie de descalificaciones
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sobre el personaje. La Historia reciente ha ido remitiendo las críticas y los
juicios, aunque sigue siendo difícil encontrar algún estudio en que la figura
del monarca no sea tratada de manera negativa.
6. Eje cronológico.
1815 | | | | 1820 | | | | 1825 | | | | 1830
7. Bibliografía.
Libros:
• Tusell, Javier; Sepúlveda, Isidro; Tusell, Silvia; Sueiro, Susana y
Mateos, Ardón. Ciencias Sociales. Historia del mundo
contemporáneo 1º Bachillerato. Sm. 2000.
• García Albiñana, Eugenio; Gamis Llorca, Pablo; Latorre Nuévalos,
Fernando; Gonzáles Salcedo, Jesús; Ramírez Aledón, Germán;
Sebastián Vicent, Ramón. Historia del mundo contemporáneo. 1º
Bachiller. Ecir grupo: edetania. España. 2002.
• Pastor Ugena, Alfredo. Historia del mundo contemporáneo. 1º
Bachiller. Editex colección: Ágora XXI. Madrid. 1999.
• Paredes, Javier. Historia universal contemporánea. I De las
Revoluciones Liberales a la Primera Guerra Mundial. Ariel.
Barcelona. 2002.
• Villares, Ramón; Bahamonde, Ángel. Historia del mundo
contemporáneo 1º Bachiller. Santillana. Madrid 2002.
Páginas Web:
• www.elrincondelvago.com
• www.wikipedia.org
• www.monografias.com
• www.artehistoria.com
• www.liceus.com.
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CONGRESO DE VIENA (1815)
• Alejandro I (Rusia)
• Metternich (Austria)
• Castlereagh (Gran Bretaña)
• Hardenberg (Prusia)
• Talleyrand (Francia)
El nuevo mapa de Europa
Principios de la Restauración
Naciones y protagonistas principales:
Aspectos relevantes
Constituyo un gran mosaico territorial en beneficio de las potencias
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vencedoras de Napoleón y en detrimento de Francia. Los hechos importantes
fueron:
• Austria: recuperó los territorios perdidos con las guerras contra
Napoleón, obteniendo en Italia el reino Lombardo−Véneto.
• Francia: devolvió territorios conquistados por Napoleón, volviendo
a las fronteras de 1792.
• Prusia: recuperó Renania y pasa a ser el Estado alemán más
poderoso de la Confederación Germánica.
• Rusia: se anexiona gran parte de Polonia, Finlandia y Besarabia. Se
convierte en la gran potencia báltica.
• Gran Bretaña: se la reconoce como la primera potencia marítima.
Obtiene la incorporación de islas es mares diferentes que sirvieron de
apoyos estratégicos para sus dominios coloniales.
−Congreso de Laybach.
−Movimientos revolucionarios en Italia y España.
1818
Congreso de Aquisgrán
−Derrota de Napoleón.
−Inicio de la Restauración.
−Congreso de Viena
• Legitimidad: derecho divino de la monarquía absoluta y rechazo de
la soberanía nacional.
• Patrimonial: las fronteras son las que marcan el límite de la
propiedad de los príncipes, no el criterio de las patrias, las razas, las
lenguas o las culturas.
• Equilibrio: se debía crear un nuevo orden internacional en torno a
las grandes potencias y garantizado por ellas.
• Intervención: necesidad de intervenir donde surjan las ideas
liberales o nacionalistas.
• Congresos: no debía ser la guerra la que resolviera los conflictos
entre los países sino los acuerdos en los congresos.
Congreso de Verona.
1821
1822
11
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